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Lugares otros: discurso y segregación urbana en un barrio periférico del gran Buenos Aires t Gabriel Horado Álvarez 2 Resumen El análisis de discurso se presenta como una herramienta de método adecuada para la indagación de tipo cualitativo. En este sentido, se asume aquí que los aportes de distintas perspectivas semiológicas permiten indagar en la producción de discursividad y sentido, y que ello comporta siempre para quien habla signifi- cación del espacio y, eventualmente, de lugares. En la primera parte se introducen nociones fenomenológicas yestructuracionistas que la geografía ha construido en torno al concepto de lugar, y seguidamente se expo- nen un conjunto de elementos teóricos metodológicos de tipo semiológico para el análisis de un corpus producto de una entrevista. PalabrdS clave: discurso. identú:Iad, btgttr, segregndón urI:kma, geogrojUlsocüd, análisis deldiscurso Abstract Discourse analysis is presented as an appropriate method tool for qualitative research. In that respect, it is assumed here that the contributions from several semiological perspectives make it possible to inquire into the production of discursivity and meaning and that this always involves the signification of space and eventually of places on the part oí the speaker. In the first part, phenomenological and structurational notions, which have been constructed by Geography around the concept of place, are introduced, and next, a choice of theoretical and methodological elements of a semiological nature will be set out for the analysis of the corpus obtained from an interview. Key words: Discotme,Identity,PItKe, UriMn SegngiltUm, SocúJ Geoagrapby, SpeechAnaJisys. Cuadernos de geografia, número 14,2005, pp 15 - 28 o 2005 Departamento de Geografla . Universidad Nacional de Colombia Ciudad universitaria, Bogotá D.C., Colombia

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Lugares otros: discurso y segregación urbana en un barrioperiférico del gran Buenos Airest

Gabriel Horado Álvarez2

ResumenEl análisis de discurso se presenta como una herramienta de método adecuada para la indagación de tipocualitativo. En este sentido, se asume aquí que los aportes de distintas perspectivas semiológicas permitenindagar en la producción de discursividad y sentido, y que ello comporta siempre para quien habla signifi-cación del espacio y, eventualmente, de lugares. En la primera parte se introducen nociones fenomenológicasyestructuracionistas que la geografía ha construido en torno al concepto de lugar, y seguidamente se expo-nen un conjunto de elementos teóricos metodológicos de tipo semiológico para el análisis de un corpusproducto de una entrevista.

PalabrdS clave: discurso. identú:Iad, btgttr, segregndón urI:kma, geogrojUlsocüd, análisis deldiscurso

AbstractDiscourse analysis is presented as an appropriate method tool for qualitative research. In that respect, it isassumed here that the contributions from several semiological perspectives make it possible to inquire intothe production of discursivity and meaning and that this always involves the signification of space andeventually of places on the part oí the speaker. In the first part, phenomenological and structurationalnotions, which have been constructed by Geography around the concept of place, are introduced, and next,a choice of theoretical and methodological elements of a semiological nature will be set out for the analysisof the corpus obtained from an interview.

Key words: Discotme,Identity,PItKe, UriMn SegngiltUm, SocúJ Geoagrapby, SpeechAnaJisys.

Cuadernos de geografia, número 14,2005, pp 15 - 28o 2005 Departamento de Geografla . Universidad Nacional de ColombiaCiudad universitaria, Bogotá D.C., Colombia

16 Gabriel Horacio Alvarez

Anclaje y desarrollo: geografía( s) ydiscurso

Desde hace más de dos décadas la reflexi6n te6rica entomo a espacio-tiempo y vida social en el capitalismocontemporáneo ha pasado a ser objeto central de inda-gaci6n y explicaci6n para la teoría social crítica moder-na y posmodema en el campo de las ciencias sociales y,en lo que a nosotros conviene, la geografía y la geogra-fía cultural. Esto es, existe un moderado consenso másallá de las formaciones discursivas disciplinarias yorien-taciones te6ricometodo16gicas existentes, sobre que elespacio y el tiempo en la teoría social fueron compren-didos de manera dual/fragmentada. Asimismo, en des-medro del espacio, éste fue conceptualizado, salvo ex-presiones aisladas en los márgenes por ge6grafos y noge6grafos, de manera subordinada al tiempo, cuandono inexistente, muerto (Soja 1985; Foucault 1976a;1976b), o bien mero receptáculo/contenedor de proce-sos hist6rico-sociales.

Siguiendo de alguna manera a Filinich (2004), con-cebir el espacio -aquí en el sentido de lugar- como unaarticulaci6n significante implica considerar que él sig-nifica otra cosa, y es su significaci6n -en tanto espaciospercibidos/vividos/imaginados/físicos-lo que nos in-teresa analizar a través de las regularidades del habla.Enunciaci6n del espacio, entonces, ya no s6lo como unpunto de vista, si se quiere como "obstáculo" a la per-cepci6n, sino como un campo de posibilidades en tantoque existe un yo que habla a un tú,que construye el mun-do como referente.

Geografía(s): Sobre los lugares (fenomenologíay estructuración)

Lugar es una de las nociones más potentes y ricasque desde las décadas de los 70 y 80 ha instalado lageografía, y además la geografía cultural, en tensi6ncon el resto de las ciencias sociales como una clave delectura posible sobre la significaci6n social del espacio.

Desde distintas perspectivas, los horizontes de sen-tido y regularidades desde los que los ge6grafos hah in-tervenido discursiva y prácticamente en tomo al obje-to lugar han dado cuenta de un tensionado diálogo entre

perspectivas principalmente de orden fenomeno16gico,estructuracionista y del materialismo cultural.

Para las geografías de base fenomeno16gica, las no-ciones de lugar se inspiran, como primera aproxima-ci6n, en una serie de hip6tesis que deben partir de con-siderar en principio a "lo geográfico" como unaexperiencia directa y profunda del mundo, que está car-gada de sentido y que, como tal, esla base misma de laexistencia humana.

Edward Relph (1976) -uno de sus referentes-, alestablecer los distintos sentidos que para la geografíaha tenido el objeto que aquí se intenta desplegar, lo hahecho de manera abiertamente fenomeno16gica "comouna parte particular específica del espacio y a lo quepuede ocupar ése espacio ...como por ejemplo, cuandopensamos en nuestro lugar de residencia en términosde un edificio concreto, o hablamos sobre un lugarpreferido ... ". (Relph 1976: 22) Es decir, esa parte par-ticular del espacio es lugar en la medida que pareceposeer para quien lo significa una cierta "unidad depercepci6n" dada por su experiencia.

Los lugares son entonces un foco donde experimen-tamos los hechos significativos de nuestra existencia,"focos de intenci6n" y "centro de significado". Los acon-tecimientos y las acciones cobran significado s6lo en elcontexto de ciertos lugares y, del mismo modo que con-tribuyen a caracterizarlos, resultan igualmente influi-dos e impregnados por el carácter de tales lugares. Dia-léctica que significa mutuamente lugar y acontecimientopueden existir a casi cualquier escala, dependiendo delmodo en que orientemos y centremos nuestras inten-ciones: si me sitúo como un nacionalista, mi lugar es lanaci6n y en el otro extremo el barrio y el hogar. El"sentido del lugar", notable fuente de identidad paragrupos y comunidades, puede ocurrir entonces con re-laci6n al hogar, al barrio, a la provincia o a cualquierunidad territorial de sentido que la intenci6n venga fe-nomeno16gicamente a significar.

Ahora citando estrictamente a Relph: "El signifi-cado de un 1ugar, su esencia, no procede, por tanto, delas localizaciones, ni tampoco de las funciones trivia-les que los lugares cumplen, ni de la comunidad que loocupa, ni de las experiencias banales y superficiales

aunque todos esos son aspectos comunes y quizás ne-cesarios de los lugares. La esencia del lugar reside en laintencionalidad en buena parte inconsciente que defi-ne los lugares como centros de la existencia humana.Para cada persona existe, en principio, una profundaasociación y una conciencia de los lugares donde naci-mos y crecimos, donde vivimos, o donde tuvimos ex-periencias emocionales" (Relph 1976:55).

Mención a relaciones de producción y poder, des-igualdad social y espacial, desarrollo desigual,jerarquización y topología social, división espacial deltrabajo y producción no merecen la atención para elpolo interpretativo fenomenológico del lugar. Para lasperspectivas desarrolladas por la geografía cultural ensus vertientes materialistas y estructuracionistas, mu-chas de estas nociones y categorías son probablementeconfiguradoras de un tipo de "explicación" que por re-nuncia a teorías "abstractas" la fenomenología ha re-emplazado por la experiencia del "mundo vivido".

Allan Pred, en diálogo tensionado desde elestructuracionismo, postula algo poco probable en laclave fenomenológica de Relph, una teoria. La "teoríadel lugar" de Pred (1992:18)interviene proponiendo allugar como un "proceso históricamente contingente",que enfatiza, ligando a él, para comprender su configu-ración,agentes, prácticas y estructura. Esto es,"lasprácticasinstitucionales e individuales tanto como las caracte-rísticas estructurales con las que las prácticas están en-trelazadas" .

Los presupuestos, decididamente teóricos, des-cansan para Pred sobre la integración de la teoríade la "estructuración" y el lenguaje de la geografíatemporal (time geography) que ellas mismas envían endiálogo al resto de ciencias sociales. Lo cual carac-teriza entonces al lugar por el flujo ininterrumpidode las prácticas humanas en el tiempo y el espacio.

Un lugar no es sólo "locale" o sede para la actividady la interacción social; también se trata de lo que ocu-rre incesantemente, lo que contribuye a la historia enun contexto específico mediante la creación y la utili-zación de un ámbito físico. Contrariamente a Relph, elestructuracionismo de Pred, y eventualmente el deAgnew (1987),recupera la instancia de localización que

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todo "locale" sugiere si por tal se entiende, además, loque contribuye a la historia en un lugar específico: re-producción social, transformación de relaciones socia-les de producción y poder, y apropiación de la natura-leza. El programa propuesto por Pred entiende que losabordajes anteriores sobre la cuestión han sido normal-mente presentados como poco más que una escena con-gelada de la actividad humana. En esta perspectiva si-túa a los "nuevos geógrafoshumanistas" -entre los quese encuentra Relph- sobre quienes observa que paraellos el lugar "es apenas un objeto para un sujeto, comoun centro de valores y significados sentidos individual-mente o como una localidad de arraigo emocional ysignificación sentida .,. no más que una escena experi-mentada e inerte (pred 1992:28)". Para Pred la afirma-ción fenomenológica parte de supuestos en los que sedesconoce la estructura social, los fenómenos estructu-rales vinculados, normas y relaciones de producción ypoder.

Creemos que la crítica apunta a señalar la debili-dad de comprender que en la base fenomenológica deRelph la intención, la valoración y experiencia apare-cen en el sujeto suspendidas de toda práctica socialestructurada y estructurante. Digamos, como si la ca-pacidad subjetivadora/objetivadora de los agentes designificar no estuviera fijada por límites -ya nodeterminísticamente, en acuerdo con R. Williams(1980). Límites que "envía", por hegemonía y cultu-ra, el estado del conocimiento, el desarrollo material,la ética y las instituciones "hacia"prácticas sociales dota-das de intención.

Senderos yproyectos institucionales -de orden público/privado, individual! colectivos- son el aporte que des-de la geografía temporal de Haggerstrand -víainterpretativa de Giddens- focaliza sobre la interpreta-ción-explicación del lugar en Pred.

El concepto de sendero bajo la teoría de laestructuración, permite comprender "que cada unade las acciones y eventos que arman consecutivamentela existencia de un individuo tiene tanto atributostemporales como espaciales ... la biografía de unapersona siempre se mueve con él o ella y puede serconceptualizada o diagramada en escalas de observa-

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ción diarias o más largas como un sendero continuo,ininterrumpido, a lo largo del tiempo y el espacio,sujeto a varios tipos de limitaciones". Así, una bio-grafía, consideramos, no puede ser atribuida de ma-nera idealista a la personalidad y conciencia del indi-viduo de manera independiente, sino a su práctica eintervención junto a instituciones, relaciones de po-der, dispositivos -incluso en sentido foucaultiano-e intersecciones de sendero -proyecto en lugares a lolargo de toda "su" vida y vida social de los lugares.

Los proyectos institucionales de producción y dis-tribución a los que alude Pred no se encuentranespacialmente distribuidos de manera ubicua. Esta dis-tribución puede a la vez para nosotros ser leída en pers-pectiva de un desarrollo desigual en tanto la geografía ylos lugares siempre se encuentran configurados por una"distribución espacial desigual, históricamente produ-cida, de industria, agricultura, minería, banca, comer-cio, consumo, riqueza, configuraciones polfticas"(O' Connor 2002: 225) e infraestructuras físicas y so-ciales asociados a instituciones y proyectos.

Los proyectos en términos de la geografía tempo-ral consisten en la serie completa de tareas simples ocomplejas necesarias para completar cualquier compor-tamiento inspirado en la intención u orientado a fines.Tareas secuenciales que son sinónimo de acoplamientoen tiempo y espacio de los senderos ininterrumpidosde dos o más personas, o de una o más personas conuno o más objetos tangibles tales como edificios, mue-bles, máquinas y materias primas.

Los lugares pasan a ser, entonces, producto de con-tingencias históricas, una continuidad material y simbó-lica de procesos de estructuración en la que el desarrollodesigual hace que se encabalguen significativamente amanera de intersección, una serie de senderos individua-les particulares con proyectos institucionales que ocu-rren en locaciones espaciotemporales específicas, cuyoslimites para nosotros vienen fijados por soportes mate-riales, relaciones sociales, discurso y poder.

Para finalizar, sumemos como hipótesis que PierreBourdieu, enMiserias del mundo, en su capítulo "Efectos delugar" introduce una lectura altamente asimilable a las in-tervenciones estructuracionistas de lo ensayado por Pred

En Bourdieu (1999) podríamos identificar espacioy lugar -sitios del espacio social reificado- desde elmomento que "el espacio social reificado (vale decir, fí-sicamente realizado u objetivado) se presenta en con-secuencia, como la distribución en el espacio físico dediferentes especies de bienes y servicios y tambiénagentes individuales y grupos localizados físicamente(en tanto cuerpos vinculados a un lugar permanente)y provistos de oportunidades más o menos importan-tes de apropiación de esos bienes y servicios (en fun-ción de su capital y también de la distancia física conrespecto a esos bienes, que depende igualmente deaquél). En la relación entre la distribución de los agen-tes y la distribución de los bienes en el espacio se defi-ne el valor de las diferentes regiones del espacio socialreificado" (Bourdieu 1999:120).

DiscursoRetomando expresiones vertidas en la introducción,

debe señalarse que el objeto que se estudia aquí, enton-ces, corresponde al análisis de la deictización, y lascategorizaciones culturales y valorativas (de las cualesno están exentas las metáforas), que --determinados-sujetos establecen con relación al espacio/espacialidaden su habla, y son coactivos (relación S-O/SoS) en laproducción simbólica -subjetividad- y material de laespacialidad social-lugares.

Sucintamente, y con relación al análisis de discur-so y geografía (eventualmente también el resto de lasciencias sociales), se procura establecer ahora una se-rie de supuestos que orienten también a manera dehip6tesis interpretativas el desarrollo del trabaj o y la cons-trucción del objeto.

Filinich, citando a Benveniste, sostiene que "el len-guaje en modo alguno es una realidad exterior al hombre,sino que está en los fundamentos de la propia naturalezahumana" (Filinich 2004: 15). Entonces el lenguaje ya noes una prolongación exterior a él, sino que, por el contra-rio es el lenguaje el que ha fundado la especificidad de lohumano. "Es en y por el lenguaje como el hombre se cons-tituye como sujeto porque el solo lenguaje funda una rea-lidad, en su modalidad que es la del ser, el concepto de'ego'" (Benveniste 1978: 180, en Filinich). Esto es, un yo

que implica necesariamenteun tú -polaridad de lasperso-nas- como primer argwnento esgrimido por Benvenistepara sostener el carácter lingüÍsticode la subjetividad.

En el sentido propuesto, si se conviene que el su-jeto está constituido -en tanto producción de subjeti-vidad- por el enunciado, siempre que ha habido unenunciador debe comprenderse, siguiendo a Filinich,que "la enunciación depende no sólo de las relacionesestructurales entre sus elementos constitutivos sinotambién de los interlocutores implicados y sus circuns-tancias espacio temporales" (Filinich 2004:11). La po-laridad yo/tú implica la construcción de un referenteacerca del cual se habla, en el que el acá y el allá queprovee la deixis implica el uso de tiempos verbalesque para Weinrich (1964)representan la realidad comorelato (mundo narrado) o como comentario (mundocomentado) que el sujeto de la enunciación utiliza para"valorativamente" vehiculizar información acerca deellos y poner en relieve (puesta en relieve) el tiempo de unprimer plano con relación a un segundo plano.

La enunciación "se proyecta en el nivel implícitode la significación" (Filinich 2004:23), operación me-diante la cual es posible configurar la instauración dellugar desde el cual se habla y cuáles son los organizado-res que estructuran el discurso. Esto es, la relación yo/tú y lo que referimos más arriba como los elementosindiciales que organizan las relaciones espaciotempo-ralesen torno al sujeto queenuncia. Todo acontecimien-to discursivo marca un aqu~ que indica allí, allá y un enotra parte. Asimismo, un ahora que marca una líneadivisoria con el presente.

De esta manera, señala Filinich, "los elementosindiciales o deícticos organizan el espacio y el tiempoalrededor del centro constituido por el sujeto de la enun-ciación y marcado por el ego, hic et nunc del discurso"(Filinich 2004:16)que se avienen a la configuración delacto perceptivo de un "objeto". El cual no puede serconcebido como una entidad pasiva e inmóvil, sino quepor el contrario, al constituirse como tal, como otrosujeto, interactúa con el observador, no sólo colabo-rando o resistiéndose a su búsqueda, sino además pro-duciendo transformaciones en el mundo interior, en elestado de ánimo del sujeto.

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"Pensar en la enunciación del espacio conduce ne-cesariamente a considerar que toda referencia al espa-cio implica la instauración de un punto de vista desdeel cual se organiza la representación espacial" (Filinich2004:70).Hacer referenciaapunto de vista corresponde a,entre otras posibilidades y en ese sentido lo tomamos,remitir tanto a la posición de un sujeto como a la de unobjeto, y que en términos epistemológicos debe com-prenderse como "una operación de interacción en jue-go" en que objeto y sujeto tienen una participación ac-tiva. Situación y perspectiva que, como acto perceptivo,podría definir a ambos como sujetos. "Fontanille haseñalado que habría que reconocer en su conformación(para el acto perceptivo) no sólo su calidad de objetosino la de sujeto" (Filinich 2004: 72).

Otras aproximaciones teóricas que valorizan ladiscursividad y enunciación de la espacialidad socialen la producción de subjetividad, son aquellas que anuestro criterio están ligadas a la indagación del len-guaje metafórico. Del conjunto y tipos que Lakoff yJohnson (1980)desarrollan, las metáforas orientacio-nales son -aunque no excluyentemente-las que pa-recen más ligadas a nuestra preocupación por el es-pacio yellugar.

Considerando que Lakoff y Johnson se inscribenen una perspectiva que convierten a la metáfora enun modo de conceptuar la realidad, se puede seguirque "la metáfora impregna la vida cotidiana, no sola-mente el lenguaje, sino también el pensamiento y laacción. Nuestro sistema conceptual ordinario, en tér-minos del cual pensamos y actuamos, es fundamen-talmente de naturaleza metafórica" (Lakoff y Johnson1980:39). De aquí que además pueda comprenderseque para los autores mencionados la esencia de lametáfora (estructural) es entender y experimentar untipo de cosa en términos de otra.

Las metáforas orientacionales, a diferencia de lasestructurales, no organizan un concepto en términosde otro sino que organizan un sistema global de con-ceptos con relación a otro, y son denominadas así por-que la mayoría de ellas tienen que ver con la orienta-ción espacial y tienen una base en nuestra experienciafísica y cultural.

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Los ejemplos en geografía y en geografía cotidianason múltiples, y a menudo vienen a simbolizar poder,jerarquización y posición social asociados situacional ylocacionalmente a espacio y lugar. Metáforasorientacionales pueden ser: los del centro, los de la peri-feria, los del norte, los del sur, los que se caen del mapa,los de arriba, los del interior, los del exterior, los de aba-jo, estar adentro o fuera del sistema, los de adelante-de-trás, profundo-superficial.

En la medida que forman parte de la discursividady la enunciación y ellas mismas son polos constitu-yentes de la subjetividad, las metáforas orientaciona-les, combinadas con los elementos indiciales, creemos,pueden ser también objeto de indagación en el presen-te trabajo.

A continuación se reproducen una serie de fragmen-tos que hacen al corpus bajo análisis en este trabajo. Elmismo es resultado de una serie de entrevistas que fue-ron estructuradas bajo una perspectiva que permitió laconfección de un guión de entrevista conforme las pers-pectivas citadas más arriba de lugar y discurso. Breve-mente, caractericemos a la técnica cualitativa centralaquí utilizada como de tipo entrevista en profundidad,entendiendo que la misma favorece la comunicaciónmás espontánea, la transmisión de información no su-perficial, el análisis de significados y, por otra parte, elcontrapunto cualitativo a los resultados obtenidos me-diante procedimientos cuantitativos. Para completar lorelacionado con método en referencia a técnicas, co-rresponde señalar que aspectos interdependientes de loexpuesto corresponden a lo que se conoce como guiónde la entrevista y la selección de los entrevistados.

El guión de la entrevista, que corresponde a las en-trevistas en profundidad, y que fue elaborado para laocasión, si bien contempla una serie de temas y subtemasque esperan cubrirse, corresponde más bien a un esque-ma de puntos a tratar sobre los que se espera recoger elflujo de información particular del entrevistado y otrosaspectos no previstos. Los temas y subtemas que hanorientado el guión de la entrevista se estructuraron entomo a indagar sobre las distintas concepciones de lu-gar y su relevancia para quienes viven en situación desegregación urbana de tipo sociorresidencial.

La selección de los entrevistados corresponde a untipo de muestra no probabilística de sujetos tipo -jefas/jefes de hogar- que no busca representatividad sino lostestimonios de determinados sujetos.

Análisis de discurso, análisisde un corpus

El corpus a analizar aquí corresponde a un discursoautobiográfico (narración y oralidad) (Ruiz Ávila 2000)que pertenece a una habitante, Aída, que es jefa de hogaren un barrio de la localidad de José León Suárez del par-tido de San Martín. Como dijimos en la introducción, setrata de hacer un análisis de un tipo de discurso que per-mita "aproximarse" a la comprensión y explicación delsignificado de los lugares en la propia biografía como ele-mento constitutivo y de confirmación de la subjetividad.Por lo que la centralidad que en este trabajo adquierenlas razones discursivas de quien habla -en tanto, paranosotros, aproximación a comprender y explicar lugar-no debe excluir las razones prácticas de la acción huma-na, en tanto que, parafraseando a Agnew (1987), asumi-mos que las razones discursivas con que un actor explicauna acción no son necesariamente las reales.

Se hará hincapié en determinados elementosteóricometodológicos del análisis del discurso, que re-miten, en este caso recortadamente, a la determinacióndel enunciador y organizadores discursivos tales comodeícticos, metáforas orientadoras y valoraciones cultu-rales de los lugares. Los cuales el enunciador narra oral-mente en tomo a lugares, en el sentido tensionadamenteaquí expuesto de hipótesis interpretativas como sende-ros y proyectos (matriz estructuracionista) y tambiénunidades de percepción y centros de significado (ma-triz fenomenológica).

Se ha organizado el análisis del corpus según enun-ciación, indicadores de la deixis y metáforas especiali-zadoras.

a) EnunciaciónEl enunciador del discurso que aquí se presenta-de

tipo autobiográfico- se construye a sí mismo en unadialéctica con quien escucha, haciéndole saber quién es,

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portante distinguir rigurosamente lo que se dice -elenunciado-y la presencia del hablante en el interior desu propio discurso -la enunciación- (KerbratOrecchioni 1986).

"Yo nací en un pueblito de Salta ... teníamos animales ycerca un monte ..." "Yo siempre quise un poco más"..."yo me quería venir para Buenos Aires" ... "yo allá fui ala primaria ..."

El acto de informar nos permite entender, además,a partir de Weinrich (1964), la separación del yo queestá contando -yo del mundo comentado-del yo y losyo pasados que pueden ser entendidos como el yo delmundo narrado.

Desde la cita anterior y en la perspectiva sosteni-da, es posible observar la puesta en relieve por narra-ción y descripción, en distintos lugares, del "crecimien-to" de un yo singular ("Yo nad .. j hacia un nosotrosfamiliar (yo, más el marido de Aída), hasta uno de tipocomunitario (socioterritorial identitario de lugar) cons-truido en el/los barrios de la segregación urbana (Ro-sario, Morón, San Martín), cada vez más pleno y atra-vesado por la confluencia de senderos y proyectosinstitucionales en un sentido amplio, de quienes cons-truyen lugar:

Un pueblito de Salta: "Yo nací...", "...teníamos anima-les...", "...yo siempre quise un poco más..."La villa de Rosario: " no era lo que nosotros [yo, más dmarido] queríamos "Mor6n: desde donde "...se volvieron [vinieron] dIos ...",es d lugar desde d que "...vinimos [nosotros, yo, másellos] en un colectivo con otra gente..."

Más plenamente comunitario, el nosotros de laenunciación se identifica con un barrio en San Martíne incluye a Aída, el marido, los que se vinieron deMorón y un conjunto de vecinos con los que "...llega-mas de noche ... " y "...cuando fue de día ya estábamostodos con las primeras chapas ..." y "...armamos comolos barrios de allá [y señala hacia fuera] con calles y cadauno con un pedazo de tierra para él".

La constitución de este nosotros de la enunciación másplenamente comunitario significa y construye el referentebarrio por oposición yvalorativamente demanera más posi-tiva que los anteriores: ''Éste es el primer barrio de los queestoy que tenemos una escuela ... en los otros lugares ... eranpeores ...". El nosotros, ya decididamente comunitario, esel de los que han construido un lugar en la medida en que laacción comunitaria, la lucha por la vivienda dentro de unrepertorio de acciones, prácticas espaciales y la enunciación,construyen, narran y describen el mundo.

Quien habla asume el lenguaje para dirigirse aquien está escuchando -a la vez que construyéndolocomo destinatario- y a partir de allf se ubica comocentro de referencia y organiza su discurso -tomaposición y construye lugar desde el cual habla. Entodos los casos, la enunciación debe interpretarsecomo la configuración e instauración de un lugar des-de el cual se habla. A través del sujeto de la enuncia-ción -y más arriba desplegado-, el discurso de quienhabla instala su fuente de procedencia y la meta a lacual apunta (Filinich 2004).

b) Los indicadores de la deixis (espacio-tiempo)

En relación al yo/tú se articulan otros elementosque dan cuenta de la situación de enunciación. Ellosrefieren a los deícticos espaciotemporales, que si bienson vados de significado, se encuentran de manera cons-titutiva en las situaciones de habla. Con ellos, einteractivamente con el yo/tú, se instala un punto dereferencia en función del cual se organizará la represen-taci6n de espaciotemporalidad.

Si bien somos conscientes del carácter indisolubledel espacio-tiempo, por cuestiones de planteamientotemático y problemático del presente trabajo sosten-dremos nuestro análisis del corpus sólo sobre losdeícticos espaciales que alH se enuncian.

El carácter de articulación significante del espacioes aprehensible por una parte por la deictización delespacio como un rasgo de la actividad enunciativa y queen principio -aunque no sólo por ella como se verá másadelante- remite a marcas que indican la posición físicadel observador.

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res en los que ha vivido (pasado, presente, futuro); elloen principio es delimitado por los deícticos de espacio(aquí, allQyen función de los cuales primeramente quienhabla organiza la representación espacial, construyen-do el referente CWeinrich 1964).

Siguiendo a Filinich, la deictización del espacio nosólo remite a lasmarcas que quedan consagradas a los aquí,allá, cerca, lejos y donde, tomados más arriba del corpus.Existen a la vez categorizaciones semánticas del espacioque la cultura transmite impregnadas siempre de una fuer-te carga valorativa. Esto remite a interpretar que elautobiografiado es un sujeto creador de un discurso origi-nal mediado por relaciones interdiscursivas y sociocultu-rales. Esto viene a significar que quien habla es portadorde una identidad sociocultural que es producto de un desa-rrollo histórico y geográfico particular y que se materiali-za a través de una competencia textual como prácticadiscursiva. Práctica discursiva "cuyas posibilidades de pro-ducción y recepción se articulan de manera sistemática alas formaciones ideológicas y a las relaciones de poder"(Ruiz Ávila 2000: 99) que interpelan toda práctica social.

Los lugares, como entramados espaciotemporalesy centros de significado sobre los cuales intentamos es-tablecer una significación desde quien habla, no tratansólo de la observación directa de un espacio exterior-sólo espacio social físico- sino coactivamente de sureconstrucción y valoración de acuerdo con experien-cias ocurridas en él o ellos.

En los pasajes citados yen otros que a continuacióntranscribimos puede observarse que determinadas "por-ciones" del espacio son lugar en la medida en que pare-cen poseer para quien lo significa una cierta "unidad depercepción" en la que la experiencia ha plasmado per-cepciones hacia las cuales recurre imaginariamente, enlas que se introduce y finalmente compara:

"Yo nací en un pueblito de Salta ... es lo más lindo detodo lo que conocí después...""[allá] era lindo ... pero no había nada para una y yosiempre quise un poco más ... yo allá fui a la primaria ...pero todo muy lejos ... yo me quería venir a Buenos Ai-res ... donde me vine con mi marido ...", "Allá era lindo,pero también lo quiero acá ... al barrio ...". "S~ acá nos

quedamos ... imagínesesime dan el tÍtulo y puedo seguirconstruyendo ...".

En el discurso queda configurada la experiencia dedos lugares y, de manera breve en la narración, un parmás. Dominantemente en dos de ellos se ingresa yegresapara narrar y, en menor medida, describir. La oposiciónentre ellos no sólo localiza al observador, sino que pro-duce una valoración que se proyecta sobre estos lugares.Como se sostiene desde la fenomenología de algunosgeógrafos (Relph, Tuan Yi Fu), el lugar es siempre "lu-gar de alguien", es el centro de su universo en tanto queportador de significados y de identidades: el "sentido delugar" aparece ligado al sentimiento de pertenencia.

En el primero de los lugares enunciados, en el quenació, el agua tenía barro y "decían" que también traíaenfermedades, a la vez que "era lindo"; "pero no habíanada para una", mientras que en el lugar en que viveahora existe una serie de tensionadas certezas, el hospi-tal y la salita, la escuela cerca para los hijos, una canillade tipo comunitario, la vivienda de material a futuro,la cercanía a potenciales trabajos que a pesar de "no te-ner trabajo", le permiten preguntarse (yo/tú), estable-ciendo puentes temporales y recuperando el presenteen el lugar: No "¿adónde voy a volver?"

Los "efectos de lugar" (Bourdieu 1999: 119) puedenser hallados en las mismas citas y en otras que se des-pliegan más adelante. En este sentido, los cuerpos vin-culados a lugares son provistos de oportunidades signifi-cativas para la apropiación de los bienes y servicios segúndistintos tipos de capital acumulado por los individuos,aunque también de la distancia física con relación a unconjunto de bienes:

"Aquí tengo el hospital a quince cuadras y la salita a doscuadras '" Allá adonde vivíamos antes había un médicoque me cobraba ... -poco, o lo pagaba con huevos y ga-llinas, pero me cobraba-j caminaba como tres horas, ycuando llovía no podía salir afuera..." "¿Con la escuela?Pasa lo mismo ... también ... desdehace unos años pusie-ron otra escuelaacábien cerca que es como para toda lagente que vive acá .., y está cerca .,. igual si puedo lamando a la otra que es mejor...van los de allá ... Nada

Lugares otros: discurso y segregación urbana... 25

San Isidro

Cíudadde

Buenos Aires

Vicente López

inscriben en el espacio crean lugares que -como referi-mos en páginas anteriores-no son sólo "locale" o merasede para la actividad y la interacción social; tambiénse trata de lo que ocurre incesantemente, lo que contri-buye a la historia en un contexto específico mediante lacreación y la utilización de un ámbito físico por dife-renciación y desigualdad con otros.

Tres de Febrero

Partido de San Martín: un luga; en José L. SuárezJ

que ver conmigo ... allá empezaba a caminar y tardabamuchas horas ... llegaba sin ganas .."

Puede considerarse que los proyectos institucionalesde producción y distribución a los que alude Pred no seencuentran espacialmente distribuidos de manera ubi-cua. Las estrategias de acción colectiva que los sujetos

José León Suárez

26 GabrielHoracioÁlvarez

Hay un grupo de vecinos que sabe c6mo hacer ... ellosvan y vienen a la municipalidad ... acájuntan firmas ... ycuando hace falta vamos nosotros también ... Siempreandan moviéndose mucho ... En diez años no sabec6mocambi6 esto ... El agua le dije que no hay pero nos arre-glamos con la canilla....

Estas son tierras de la municipalidad ... no tienen dueño... asíque con los vecinos que llegamosla primera vez noparamos de pedir y parece que nos están por dar los pa-peles para armar una cooperativa [de vivienda y consu-mo] y despuéspuede venir el agua hasta la puerta ...

Llegamosde noche para que los vecinos que vivían antesno nos vieron y cuando fue de día ya estábamos todoscon las primeras chapas ... ¡no! ¡no sabe!Hoy esto nadaque ver ... era campo '" pero cerca de San MartÍn ... Su-bimos el suelo porque nos dijeron que se inundaba ...cuando ya estábamos viviendo ... lo armamos como losbarrios de allá [y señala hacia fuera] con calles y cadauno con un pedazo de tierra para él...

La movilidad espacial de la que brinda testimonio aqwla autobiografianda da cuenta de trayectorias e itinerariosde vida ligados necesariamente a lugares, proyectos y prác-ticas espaciales particulares: en el pueblito de Salta, unavilla de Rosario, Mor6o, y su actual residencia. Sobre loscuales podría entenderse, por oposici6n a otros lugares,que no satisficieron sus proyectos de vida.

En el caso espedfico deJosé LSuárez en el partido deSan Martín, su actual residencia, la confluencia de unaserie de distintos senderos individuales y acciones apren-didas en otro lugar (probablemente en cada uno de todoslos anteriores y en Mor6n cuando un grupo de vecinosimaginaron otro lugar), se combinaron con proyectos ins-titucionales de acci6n colectiva que ahora ocurren en lo-caciones espaciotemporales cuyos límites para nosotrosvienen fijados por sustentos materiales, relaciones socia-les, discurso y poder para producir ciudad y lugar:

Estasson tierras de lamunicipalidad'" no tienen dueño ...asíquecon losvecinosquellegamoslaprimera vezno para-mos depedir y pareceque nos estánpor dar lospapelesdel

terreno si se arma una cooperativa[de vivienday consu-mo] ... y despuéspuede venir el aguahasta la puerta.

Sí, acá nos quedamos ... imagínese si me dan el útulo ypuedo seguir construyendo ... hay un mont6n de cosasque acá ya están '" No ¿ad6ndevoy a volver...? Acá es-toy bien ... voy y vengo a cualquier parte cuando quiero... allá era lindo pero también lo quiero acá ... al barrio... ya son un mont6n de años '" conozco la gente de acáadelante ... a vecesnos repartimos cosaso nos ayudamos... y ... siempre hay un loco....

Hay un grupo de vecinos que sabe c6mo hacer ... ellosvan y vienen a la municipalidad ... acájuntan fIrmas ... ycuando hace falta vamos nosotros también ... Siempreandan moviéndose mucho ... En diez años no sabe c6mocambi6 esto ... No, la luz no lleg6 hasta acá...las callesson de tierra pero lasmejoramos primero nosotros y losvecinos, y ahora se puede caminar ... El agua le dije queno hay pero nos arreglamos con la canilla...

e) Las metáforas espacializadorasLakoff y Johnson (1980) indagan en el carácter

experiencial de las metáforas. Para estos autores es nues-tra experiencia física y cultural la que proporcionamuchos elementos fundamentales posibles para metá-foras espacializadoras.

Algunos valores culturales que vienen a significarespacio y lugar en términos de jerarquía y topologÍasocial son observables en el discurso del corpus aqwexpuesto: "...mi marido va y viene al centro acá de SanMartín ... ".

El centro urbano es en términos amplios asociado. . . .con mayores y mejores servlclOs, comerclO y mayoresgrados de desarrollo. Para quien habla en este caso, conmayores posibilidades de trabajo, como lugar que brin-da oportunidades que el no-eentro -inferimos periferia-no puede ofrecer. La metáfora espacial centro organiza laexperiencia aqw en término de oportunidades de traba-jo con relaci6n al resto.

Las oposiciones arriba-abajo, y más abajo,adelante-fondo (atrás), vienen a organizar una experien-cia y construcci6n enunciativa en la que quien habla

jerarquiza espacialmente lugares. La parte de adelante(del barrio) es enunciada e identificada can tranquili-dad: "No, por suerte yo vivo en la parte de adelante ...es más tranquilo ... "

Es lugar de identificaci6n en términos de tiempoOos primeros que llegamos vs.los que vinieron después-los otros) asociado aespacioestigmatizado, "losdemásal fondo que es peligroso", en la medida en que "...y losque vinieron después se van metiendo más al fondo quees peligroso..."; "conozco la gente de acá adelante ... avecesnos repartimos cosas o nos ayudamos ... y ... siem-pre hay un loco...".

La "lucha por la apropiaci6n del espacio" (Bourdieu1999: 121), la construcci6n colectiva de lugar y la ac-ci6n de marcar un territorio, forman parte de las estra-tegias y prácticas espaciales que han configurado demanera más notoria la acci6n política de base territo-rial en los barrios del desempleo del conurbano bonae-rense y otros lugares en la periferia de centros urbanosdel interior.

Consideraciones finales

Los espacios de la segregaci6n urbana ligados a"oportunidades", proyectos y numerosas carencias enel contexto de las actuales condiciones neoliberales dereproducci6n social, son lugar en la medida en que unrepertorio de acciones, entre lasqueseencuentran lasprácti-cas espaciales, los toman experiencia e identidad. Peroque en perspectiva del otro polo interpretativo -elestructuracionismo- también lo son como objeto deproducci6n material y simb61icapara determinados su-jetos geográficos que asimismo son producidos por loslugares. Ello en la medida en que, como se dijo, los cuer-pos están vinculados a infraestructuras físicas y socia-les, relaciones de producci6n y poder, y discurso.

El conjunto de hip6tesis interpretativas que se to-maron aquí, fundamentalmente provenientes de la geo-grafía humarustica, la teona del lugar y el análisis deldiscurso, ya no como objeto de comprobaci6n, fueronapropiadas en términos metodol6gicos, en el sentidode hip6tesis orientadoras para la interpretaci6n de un

Lugares otros: discurso y segregaci6n urbana... 27

corpus y en él la significaci6n discursiva que determi-nados sujetos enuncian sobre los lugares.

Centralmente seha intentado dar cuenta de un plu-ralismo de método que, embrionariamente en estecaso, y a partir de propias interpretaciones y larecurrencia a autores, ha procurado integrar elemen-tos te6ricos que la geografía humarustica tom6 de lafenomenologfa y la teoría del lugar del estructuracio-nismo giddensiano, el materialismo cultural, y elconstructivismo bourdesiano. El análisis de discurso,si bien propuesto aqw al inicio como una técnica ymetodologfa, nos ha permitido sumar argumentos ymodos de interpretar de cierta manera la experienciayel contexto, y sobre un corpus, sobre el cual puedenser pertinentes tanto otros análisis como profundiza-ciones adicionales a lo expuesto.

Notas

1El artículo está inspirado en una ponencia pre-sentada al taller internacional Desplazamientos, contac·tos, lugares: La experiencia de la movilidad y la construc·ci6n de "otras geografías", mayo 11 al 13 de de 2005,Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de BuenosAires. La comunicaci6n llev6 como tftulo "Geografíay discurso: Lugar y segregaci6n urbana en un barriodel partido de general San Martín, pcia. de BuenosAires (Argentina)".

Los mapas que acompañan el presente trabajo fue-ron realizados por Adrián Iulita (ge6grafo)a pedido es-pecial del autor para el presente trabajo.

2 Docente e investigador de la Universidad Nacio-nal de SanMartín, Centro de InvestigacionesEtnográfi-cas (CIElNO-UNSAM). Docente de laUniversidad deBuenosAires (UBA).Correo: [email protected]

3 Las áreas en gris oscuro del partido de SanMartíncorresponden a territorios de importante relegaci6n yprecariedad social. En la "regi6n del fondo" del parti-do, José L. Suárez, que los medios periodfsticos han es-tigmatizado como "el Corredor de la Muerte" o el"Triángulo de lasBermudas", la inseguridadsocialy civiles un rasgo dominante.

28 Gabriel Horacio Alvarez

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