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revista de estudiantes de geografia del uruguay

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El mar nos espera ..................................................................................................................................................................... 2 Gonzalo Giraldez

Geografía Regional de las Mujeres. Una humilde opinión ... ................................................................................. 4 Juancito, Mauri y Alito

Corresponsal desde La Paz ................................................................................................................................................... 8 Juan Carbajal Varsi

Llegar al EnEGU Florida 2008: Un desafío para valientes .................................................................................. 11 Nicolás Trivi (La Plata)

Una encrucijada: entre la ética y la praxis de José Luis Rebellato ................................................................ 14 Héctor Altamirano

Geografía en la Unidad de Extensión de Cerro Largo ........................................................................................... 17 Nicolás Frank

El transporte colectivo de Montevideo: ¿Un caso de inequidad territorial? ............................................... 19 Alejandro Robayna

Cartografía social del entorno geográfi co de Facultad de Ciencias ............................................................... 25 Grupo Cartografía Social

Prof. Ing. Agrómono Ricardo Cayssials (1946-2008) ............................................................................................ 28 Carolina, Lucía y Mauricio

Escribir un editorial... tarea extraña si las hay, porque: ¿qué decir?... Uno puede diva-garse, corriendo el riesgo de quedar como poco inteligente o inoportuno, o aún peor, aburrir al lector, ¡antes de que empiece a leer la revista pro-piamente dicha! Sí, sin duda desafi ante tarea la de escribir un editorial.

Yendo al grano, creemos que una de las cosas a destacar de este segundo número de LUGAR COMÚN es la variedad de artículos publicados, des-de humor a crónicas de viaje, pasando por los infaltables artículos de impronta acadé-

mica. Sin duda que estamos ante un crecimiento cuanti y cualitativo en el contenido de la revista, tal vez porque mu-chos de los que escriben se han molestado en concurrir a diversos talleres de literatura, embelleciendo su prosa más allá de lo esperable para una mano geográfi ca.

Pero, de cualquier manera -amén de la admiración esté-tica que puedan o no provocar en el lector los contenidos de la revista- sigue siendo una excusa para comunicarnos, para ver en qué andamos, para escuchar opiniones diversas y compartir expe-

índice

editorialriencias de trabajo, académi-cas, místicas y de la vida en general.Es por eso, amigo lector, que lo invitamos a leerla y también a ser partícipe de los próxi-mos números, que -como éste- no son posibles sin su aporte.Demás está decir que los editores se deslindan de toda responsabilidad moral, legal o penal que lo publicado pueda llegar a implicar, siendo los fi rmantes de cada artículo los únicos responsables por lo escrito.Sírvase proceder tranquila-mente con la lectura...

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¿Cuántas veces a lo largo de nuestra vida, quienes hacemos ciencia, anhe-lamos que existan instancias en donde comunicar, junto a colegas de nuestra disciplina o no, aquello a lo que le de-dicamos mucho más que horas de es-tudio e investigación, aquello a lo que dedicamos nuestros sueños?...

Encuentros, Talleres, Congresos. Momentos muy especiales como para dejarlos ir, una maravillosa oportunidad y no menos res-ponsable de incluirse en ese enorme puzle al cual día a día quienes hacemos ciencia intentamos mejorar; un puzle que, no sólo es nuestro medio de acción y hábitat, es nuestro andar de cada día y que, en nuestro caso, cada día lleva implícito la producción cientí$ ca y la que, en de$ nitiva, mostrara nuestro andar, donde otros tal vez caminen alguna vez.

“Caminando en una América Latina en transformación”, un conjunto de palabras que fueron no sólo el eslogan del Encuen-tro de Geografía de América Latina (EGAL) llevado a cabo en Uruguay el pasado mes de abril de 2009, un conjunto de palabras que expresan y re& ejan de manera casi per-fecta nuestro latente presente, palabras que dibujan en la mente las diferentes escenas y paisajes que nuestra América Latina ha diseñado a lo largo de su historia; escenas naturales, en donde, nuestras hermosas y vírgenes tierras cobijaban a sus silvestres ocupantes; escenas impuestas, que no sólo han ocasionado dolor y ausencias sino con-fusión e incertidumbre, y que en cada 12 de octubre, se sonríen con la anuencia de muchos pero, con la resistencia de aquellos que no; escenas modernas y posmodernas, que han construido sobre estas tierras pila-res tan profundos como erróneos, tan inade-cuados como extensos, hipotecando lo que debió ser.

El mar nos espera…Por Gonzalo Giraldez

Este vasto mar de escenas que es nues-tra hermosa América Latina, es fuente y origen también para que surjan escenas de transformación y que intentan librar una in-tensa y leal batalla en pos de la construc-ción de un mejor lugar y hogar, justo y con justicia y, donde la Geografía es un primer actor. Podríamos abordar este artículo desde diferentes ópticas, más aún hoy, luego de haber experimentado un EGAL con casi 3500 investigadores de toda América. Y so-bre el mismo nos expresaremos. Digamos pues que, hemos elegido, como punto de partida, aferrarnos en aspectos constructi-vos acerca del mismo. En primer lugar, reconocer el gran es-fuerzo realizado para que un EGAL se diera en nuestra tierra. En segundo lugar, (nobleza obliga) felici-tar a quienes llevaron adelante tal actividad académica, docentes y estudiantes. Queda absolutamente demostrado que la unión de seres, la unión de voluntades y de capacida-des en busca de un objetivo son una buena receta para lograrlo, para superar obstácu-los, obstáculos aún de tipo estructural y que nos “pareciere por momentos” insalvables. En tercer lugar, agradecer por la ma-ravillosa oportunidad a la que accedimos muchos estudiantes de Geografía del Uru-guay, no solo por haber compartido cuatro hermosos días de pura Geografía continen-tal, teniendo la oportunidad de presenciar cientos de trabajos de investigación de las más diversas ramas de la geografía, sino también, por haber podido transmitir nues-tros conocimientos geográ$ cos con el con-tinente, por haberlos puesto a prueba con colegas internacionales, fuere en la línea de investigación que fuere. En cuarto lugar expresar la profunda sa-tisfacción que me causo el nivel presentado por los trabajos de mis compañeros, estu-

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diantes y o egresados, dejando muy en alto los valores y métodos que aquí vivimos a diario. Una vez alguien escribió: “…los barcos en el puerto están seguros pero, no fueron creados para ello,…”; de la misma forma no-sotros debemos considerar a la geografía, podemos llevarla a lugares tan lejanos como inimaginables, no debemos contenerla, sólo debemos desamarrarla y dejar que se haga a la mar, siendo nosotros sus timones pero también, aceptando sus naturalezas. Podemos y debemos construir una Geo-grafía que interprete a la sociedad, que la represente y que pretenda su mejoría y, para ello, cada eslabón de la cadena geográ$ ca cuenta y es fundamental. Muchos dicen que “la geografía es la ciencia de la integración”, de$ nición que comparto plenamente y la cuál me impregna de esperanza y desafíos. No es fácil integrar, pero, todos sabemos que es mucho más fá-cil desintegrar. En mi caso, apuesto decidi-damente a colaborar en la construcción de una Geografía académicamente reconocida y de sensible actitud ante la sociedad. Hoy día, todos, absolutamente todos quienes estamos insertos en la Geografía de Facultad de Ciencias o del IPA estamos plenamente conscientes que el “Momento geográ% co de nuestra disciplina” es clave, y también todos sabemos qué es lo que de-bemos de agregar a esa cuenta geográ$ ca. Siempre hay tiempo de sumar cuentas a la cadena, aún cuando no lo parezca, siempre es tiempo, no existe nada que no podamos recomponer. La geografía necesita de todos quienes la han traído hasta el hoy, necesita de quienes comienzan a llevarla y necesita de aquellos que lo harán. En el año 2003 participé en el “Encuen-tro entre Patrimonio y Ambiente, la diversi-dad cultural del Uruguay” y experimenté a nivel nacional la emoción de compartir un trabajo de investigación; en 2009 participé del EGAL y experimenté a nivel continental la emoción de compartir también un trabajo de Investigación. Ambos trabajos me llenan de orgullo. Ambos trabajos se desarrollaron

en orientaciones de la geografía diferentes y de hecho su realización se dio con equi-pos de trabajo diferentes. Ambos trabajos han contribuido en mi formación de manera decisiva y sólo tengo palabras de agradeci-miento para con todos ellos. Más allá del lugar que hoy ocupemos en esa cadena geográ$ ca, más allá de lo que nos haya traído hasta el hoy, existe un pre-sente y un mañana que nos abre sus puer-tas y nos invita a que podamos serle útil. Hoy, la Geografía recibe cada año más estudiantes en sus inicios; hoy día -y luego de un espacio de tiempo sin egresados en la Licenciatura- son tres los compañeros que han egresado en el último año y no menos de seis lo harán próximamente. Todo esto nos acerca a una nueva era de nuestra que-rida Geografía, es nuestro deber y obliga-ción protegerla, expandirla, al $ n y al cabo ella nos permitió ingresar en su seno sin condicionamientos, por ello mismo debe-mos devolverle a ella lo que nos ha permiti-do ser. Sigamos navegando…

Caminando al 2do EnEGU, 2008

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Introducción

Para comenzar queremos advertir al lector que el presente artículo no re-

sulta de un trabajo cientí$ co-académico, muy por el contrario consiste en la colec-tivización de experiencias personales, que aunque vividas aisladamente, convergen en patrones muy similares. En de$ nitiva, lo que se intenta es compartir vivencias, fracasos, alegrías e interrogantes que en-tendemos existen en la “sociedad joven uruguaya”. Como no somos positivistas, no pro-curamos planteos generalizables al resto, pero sí, y de ahí lo de una humilde opi-nión, queremos contribuir al debate sobre la comprensión de la interrelación SO-CIEDAD-NATURLAEZA, desde el punto de vista de las relaciones entre géneros “cuando la vida pide cuero”. Para aquellos fanáticos de las corrien-tes epistemológicas, que pueden estar rompiéndose la cabeza sobre nuestra pro-puesta, le decimos que podríamos identi$ -carnos con postulados crítico-perceptivos, aunque desde una perspectiva uruguaya.

A Modo De Puntapié

Asumimos la responsabilidad y el ries-go de poner sobre la mesa un tema

que rara vez se discute entre géneros, es-camoteándose al nivel intra-género, origi-nando sin lugar a dudas disparidades y en muchos casos desacuerdos entre las opi-niones; aunque válidas todas, creemos ne-cesario su debate. Seguramente muchas mujeres nos van a querer matar o tildar de insatisfechos. Entenderemos y aceptare-mos de buena manera sus discrepancias;

incluso, sería muy interesante si surge una respuesta que desafíe nuestra humilde opinión. Damos el puntapié inicial. Más allá de todas las aclaraciones efectuadas y de los pre-conceptos que puedan expresarse, en el afán de exacer-bar lo subjetivo/perceptivo de la realidad vivida, como postura de vida, asumimos el desafío.

Aspectos Metodológicos

Como el título deja entrever, el tema en cuestión es la interrelación HOMBRE-

MUJER dentro del contexto regional, para lo cual se realizó un análisis cualitativo- comparativo entre uruguayas, brasileñas y argentinas, en su particulares estilos de conquistar al sexo opuesto. Por un tema de edad de los autores, queremos restringir el área de análisis no solo territorial sino etá-reamente; por lo tanto, el análisis aborda a la mujeres entre los 18 y 30 años1. Bajo la rigurosa sensibilidad que nos exige la corriente en la cual nos paramos; los tres autores del artículo (aprovechando vueltas de la vida), hemos tenido la opor-tunidad de viajar por los países limítrofes realizando un pormenorizado trabajo com-parativo de campo. Dentro del territorio nacional logramos clasi$ car en tres estadios a los represen-tantes de nuestro género, en relación a ese contrato social (intangible) existente con el género complementario:

- SOLTEROSBuscan frenéticamente y no liga nada (90%)

1 Los comentarios que siguen re$ eren en todos los casos a muchachas/os de ese intervalo etario.

Geografía Regional de las MujeresUna humilde opinión...

Por Juancito, Mauri y Alito

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- SOLTEROS A MEDIAS Metro-sexuales con liga (5%)

- COMPROMETIDOS Ligan como loco (5%)

Creemos que en todas las sociedades existe la división planteada, pero lo que nos alarma es la desproporción que existe en el paisito.

Estudios de CasosPintorescas historias sobre el arte de la

conquista2

La conquista entendida como un vínculo recíproco, entre el “conquistador” y el

“conquistado”, no puede reducirse al simple hecho heredado de la sociedad patriarcal, en que el hombre tiene que cumplir el rol de conquistador. Por el contrario, la con-quista debe ser entendida como un fenó-meno bidireccional (hombre<->mujer).

Los Dueños de la Calle

La primera diferencia identi$ cada, uno la percibe tan sólo al caminar por las

calles de Brasil o Argentina. Los hombres uruguayos estamos acostumbrados a ir caminando por la calle sintiéndonos los dueños (en relación al otro género). Lo decimos porque andamos mirando abso-lutamente a todas las mujeres, pero no lo hacemos provocativamente, es ya una for-ma de caminar, una tradición cultural; ya que sabemos que ellas van a mirar para otro lado. Pero cuando lo hacemos en los países vecinos, algo nos choca: ¡ellas tam-bién miran! A pesar de que dicha situación nos inhibe y tenemos que mirar hacia otro lado, nos llama la atención y nos gusta esa suerte de “equidad de género”. ¿Por qué en Uruguay las mujeres son tan sumisas en esta acción cotidiana? Una

2 De ahora en más, nos referiremos siem-pre a ese 90% de jóvenes que no hemos contamos con la generosidad de la naturaleza (¡igual madres las queremos!).

respuesta que nos planteamos fue que nosotros somos muy “abordadores”, pero al discutir al respecto, no creemos que lo seamos más que el argentino y mucho me-nos que del brasileño. A modo de ampliar el panorama, le hemos preguntado a otros amigos y compañeros sobre: ¿qué actitud toman cuando caminan por los países ve-cinos?; y nos han respondido que también terminan no mirando a todas las mujeres y sólo si una chica les interesa especialmen-te.

Haciendo Plaza

Pero no solo en la calle sentimos que se da la diferencia, también en los bailes.

¿En qué otro país se va a hacer “plaza” a los bailes? Las chicas en Uruguay arman un círculo, cual plaza de los domingos y no permiten la entrada de ningún ave de rapiña que ande en la vuelta (¡¡¡solo les falta el mate!!!). Cuando un intrépido bai-larín logra eludir todos los obstáculos para invitar a bailar a una chica, otra amiga con un ágil movimiento lo vuelve a poner en carrera. Y así toda la noche hasta que el día amanece y el hombre se va cabizbajo a dormir un tanto tristón (cosa natural para alguien que fue rechazado tantas veces en una sola noche), mientras que la chica se va alegre, ya que un montón de mucha-chos quisieron interrumpir su noche junto a sus amigas, pero no pudieron. Frente a esta situación tenemos dos hi-pótesis sobre ¿cuál es el objetivo de ir a bailar de las chicas? Por un lado, realmen-te les gusta bailar solas junto a sus ami-gas, y la otra, que es una amena forma de subirse el autoestima, ya que no siempre se puede rechazar a tantos muchachos en una noche. Profundizando en la línea de esta última hipótesis, tenemos el conoci-miento (datos empíricos) acerca de que los que mayores éxitos consiguen en los bailes son los “aduladores”, vendedores de fantasías, piropeadores super& uos, carilin-

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dos…, (que no pasan, como dijimos ante-riormente del 5%) y el resto (aquel 90%) ¿estamos pintados? La única oportunidad que tenemos de tirar unos pasos de baile se da con nuestras amigas (aprovecha-mos la oportunidad para agradecerles la gentileza).

Gusano Loco

Pero pasemos a las formas más co-munes de acercarse a una chica, que

puede ser por la presentación de un ami-go, o en un grupo nuevo, ya sea de trabajo o de estudio. En este caso, tenemos su$ cientes ele-mentos (más de lo que quisiéramos) para a$ rmar de que en ningún otro país de la región, hay que dar tantas “vueltas” como acá. Aún en el caso de que estemos tenien-do éxito en nuestro atroz objetivo, tenemos que ser cuidadosos de que nadie se vaya a percatar, porque fíjense que horrible sino ¿tan prejuiciosos somos como sociedad? Cabe mencionar, que en el interior urugua-yo, dicha situación se potencia aún más.

Improbabilidades Urbanas

Existe otro fenómeno cotidiano muy co-mún que discrimina aún más estas re-

laciones de género. Ocurre en el transporte colectivo de la querida cuidad de Montevi-deo. El caso planteado es el siguiente: Cuando la cantidad de pasajeros no supera la cantidad de asientos (dobles), por lo tanto existe un cierto número de asientos disponibles (se entiende que a medida que va aumentado el número de personas van quedando menos asientos disponibles, principalmente los dobles compartidos). En nuestro caso planteado, va un muchacho sentado con el asiento de al lado libre y una mujer recién subida al ómnibus tiene que elegir donde sentarse (¡qué momento!). A partir de la información secundaria a la que tuvimos acceso se de-muestra que:

1) la mujer pre$ ere sentarse al lado de otra mujer,

2) la mujer pre$ ere sentarse al lado de un niño,

3) la mujer pre$ ere sentarse al lado de un anciano,

4) la mujer se da cuenta que no está muy cansada y decide ir parada.

Los autores con$ rman que sólo han podido compartir asiento con alguna chica en los viajes de larga distancia, donde el azar supo estar de nuestro lado gracias a los asientos numerados. De todas formas, el notorio envejecimiento de nuestra po-blación oriental reduce signi$ cativamente dicha probabilidad.

Engarrapamiento Fuera de Fronteras

Existe también un fenómeno a destacar que se da cuando salimos con un gru-

po fuera de los límites nacionales; llamado “engarrapamiento fuera de fronteras’’. El mecanismo consiste en la gran atención físico-afectiva que proviene por parte de ellas, siendo realmente muy compañeras en todos los ámbitos que a uno le toca vi-vir. Sabemos de varias relaciones que co-menzaron en el exterior (ex compañeros del 90%). La explicación del fenómeno ‘’engarra-pamiento fuera de fronteras’’ puede pasar por varias respuestas. Una de ellas impli-caría que se asumiese una relativa infe-rioridad con respecto al modo de produc-ción que proviene de la mujer argentina, y principalmente, la brasileña (tanto en el porte físico, tipo de ropa y actitud que de-muestran en el encare, en sentido amplio). Otra posibilidad que se nos ocurre, re$ ere a que el “engarrapamiento” sea causa del poco tiempo en la convivencia cotidiana para darse cuenta de la soledad en la que se vive, generando una acumulación de

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estrógenos3 y progesterona4, y por lo tanto, haciéndolas más sensibles, mimosas y pe-gajosas cuando están en el exterior. ¿Será parte de un determinismo o un posibilismo geográ$ co?

Determinismos Vs. Posibilis-mos

Pensamos que si el fenómeno se re-duce sólo al poco tiempo que tiene la

pareja en lacotidianidad, se estaría ocultando una rea-lidad que existe y que pocas mujeres re-conocen, que es el grado de superioridad que presentan sus colegas limítrofes. Aclaramos que no es una cuestión ge-nética sino actitudinal, teniendo la cultura que reproducimos (hombres y mujeres) gran parte de responsabilidad. Para noso-tros acá hay un claro ejemplo de posibi-lismo geográ$ co, ya que son numerosos los ejemplos de hombres uruguayos que están en pareja con mujeres argentinas o brasileñas, no tanto así a la inversa. En $ n, ¿qué está pasando en la cultu-ra uruguaya al momento de acercarnos? ¿Por qué estamos tan solos? ¿Será por-que el hombre uruguayo no le gusta a la mujer uruguaya? Frente a esta pregunta, acudimos a nuestros trabajos compara-tivos de cuando estamos fuera del país con nuestras compatriotas y en función de esos casos, podemos a$ rmar que ellas cambian la actitud con nosotros. Incluso tenemos testimonios de compañeros que nos han dicho que nunca tuvieron tantas oportunidades con las uruguayas como en

3 El estrógeno es un grupo de hormonas que juegan un papel importante en el desarrollo nor-mal reproductivo y sexual de las mujeres. En: www.healthsystem.virginia.edu/uvahealth/adult_gyneonc_sp/estrogen.cfm, 2004.4 La progesterona es una hormona del cuer-po lúteo que se forma con la ruptura cíclica de un folículo ovárico. La progesterona es necesaria para que el útero y los senos se desarrollen y funcionen correctamente. En: www.fredmeyer.com/Es-Supp/Progesterone.htm, 2004.

aquel viaje…, o aquella carrera realizada en un tercer país… ¿Será que cambian la actitud frente a la competencia desleal del mercado?Volvemos a preguntarnos, ¿qué está pa-sando en nuestra cultura dentro de los lí-mites nacionales? Tampoco creemos que sea un problema especí$ co con los uru-guayos dentro del territorio nacional, ya que cuando vienen hermanos latinoame-ricanos nos dicen: “pucha que son difíciles las uruguayas”. Tampoco el tema es que haya muchas parejas consolidadas, ya que como diji-mos, entre los 18 y los 30 años son muy pocas las parejas que conocemos. Es am-pliamente notorio, el mayor porcentaje de ciudadanos y ciudadanas solos y solas. Parafraseando aquel viejo libro de en-sayo de Mario Benedetti, nos hacemos la pregunta: ¿Uruguay país de la paja?

Para No Concluir

Estamos convencidos de que no hay ganadores ni perdedores de esta si-

tuación, y más allá de la de la coyuntura afectiva actual de los autores, queremos evidenciar una situación estructural. Hu-mildemente ayudar a cambiar el país en el que vivimos, que tanto nos gusta vivir y compartir con nuestras leales compatrio-tas. Aprovechando que se avecinan tertu-lias geográ$ cas y en épocas de cafés por doquier (literarios, cientí$ cos, artísticos, etc.), creemos que es una instancia crucial para romper con las estructuras que nos alejan.

Por el movimiento ANTI-COLOMBINAS5:

Juancito, Mauri y Alito

5 Por un Uruguay donde nos miremos a los ojos y no nos cortemos con la mirada (indiferente)... y sino, que nunca se apaguen las luces (del escena-rio).

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Días de intenso movimiento político se viven en la ciudad de La Paz. El jue-

ves pasado (22/01/09) en la plaza Murillo se realizó el cierre de campaña por el Re-feréndum para aprobar la Nueva Constitu-ción Política del Estado Boliviano; horas antes de que empezara la veda. La plaza Murillo se encontraba repleta, y entre el discurso de los distintos defensores de la nueva Constitución Política, agrupaciones políticas representaban a cada depar-tamento de Bolivia. El cierre lo realizó el presidente de la República, quien recordó que hace poco más de 50 años los indí-genas tenían prohibido pisar la plaza Mu-rillo y no había ningún representante en el parlamento... ( antes de la revolución del ‘52), y que ese día, se cumplían dos años que los indígenas, a través del MAS (Mov. al Socialismo) habían ocupado el Palacio Quemado a través de las urnas. También recordó que “el voto del referéndum no era para apoyar a EVO, sino para construir un nuevo Estado boliviano, que de% enda los derechos de todos, y no de los que más tienen”. “Por primera vez en la historia de Bo-livia una Constitución sería aprobada por el pueblo y no por políticos corruptos”, son palabras realizadas esta misma mañana (sábado 24) por el presidente Evo Morales (saliéndose de la veda política), en su con-ferencia de prensa realizada a periodistas del exterior. Evo realizó un pormenorizado raconto de su vida como militante políti-co, donde contó las penurias que siempre sufrió contra la “clase política corrupta”. Cuando los periodistas lo interrumpían para preguntar, él pedía respeto, llegando a decir: “es como si me tiraras con un za-pato”. Respondiendo una pregunta de la

corresponsal de la CNN, dijo: “eso tu me estás preguntando porque perteneces al poder de la derecha, que lo único que busca es desestabilizarme”. Algo que me llamaba la atención me lo supo responder Evo, y es ¿por qué no se hablaba de una cifra porcentual que diera alguna encuesta sobre el referéndum de mañana? Evo mostró datos de cómo elec-ción tras elección, las encuestas siempre le dieron 10 puntos porcentuales menos de lo que $ nalmente tuvo... y dijo que será por eso, que éste año no se animan ni a dar una sola encuesta. Lo cierto es que mientras en los me-dios de comunicación la batalla publicitaria se dio cabeza a cabeza... por lo menos en el altiplano boliviano (que es por donde yo anduve), las bases son únicamente por el SI a la NCPE (nueva constitución política del estado). Y cuando uno pregunta a la gente ¿qué va a votar?, claramente el voto de la gente es por el SI. Solamente tres vo-tos de los que he preguntado defendieron el NO; aquí van sus justi$ caciones:

“...es que no me simpatiza el socialis-mo” (empleado turístico que maneja una 4x4 en el salar de Uyuni)

“...es que los movimientos sociales ge-neran revueltas sociales y piquetes que espantan al turismo” (técnico de cámaras digitales de Potosí)

“…es que la nueva Constitución privile-gia al campesino rural sobre el ciudadano urbano de clase media” (estudiante de ar-quitectura de Sucre)

Las campañas publicitarias por el NO han ido un poco en la línea de la última respuesta, diciendo que la nueva constitu-

Corresponsal para LUGAR COMÚN desde La Paz: Juan Carbajal Varsi

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ción generaría ciudadanos de “primera” y de “segunda” categoría. Otros fundamen-tos más categóricos dicen que: “si eres católico vota NO”, o que “la nueva consti-tución permite el matrimonio entre parejas homosexuales y por lo tanto erosionará los cimientos de la familia boliviana”.

Lo cierto es que:

• el saber un idioma originario tendrá más valor en la prueba de ingreso a la facultad que el inglés; • habrá una representación de cada “na-

ción originaria” (etnia) en el parlamen-to • pasará a haber una sola cámara con

paridad de género• el Estado pasará a ser laico• la materia “religión católica” en secun-

daria pasará a llamarse “religiones”• se permitirá el casamiento entre perso-

nas, sin más requerimiento que la edad y la voluntad de ambos

Mientras tanto, hoy 24 de enero en la ciudad de La Paz, se vive lo que se deno-mina la $ esta de las ALASITAS. Consiste en comprar un deseo material que uno de-sea tener en miniatura, bendecirlo frente a la Pachamama y a Cristo (valga el sin-cretismo), y el deseo se cumplirá durante

el año. Por ejemplo, si yo quiero recibirme de Licenciado en Geografía, compro un pequeño diploma, y ya tá! Hay de todo lo que uno se pueda imaginar, pero lo que predomina son los autitos, casitas y bille-titos. Debido al boom inmobiliario que vive Bolivia, parece que la innovación de este año son lo pequeños ladrillitos. Las “ALASITAS” también estuvo al límite de la veda, ya que el vice-presidente, Alva-ro García Linera, inauguró con un discurso muy social la feria. En su discurso esta-bleció un paralelismo entres las pequeñas cosas y los “pequeños productores de Bolivia que luchan día a día porque sus sueños se hagan realidad a través del tra-

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bajo y la militancia”. Demostró alegría, ya que entre los regalos que le hicieron llegar, no había ni un solo billetito de dólar, “eso denota un crecimiento de la soberanía bo-liviana”.

Me queda en el tintero realizar una comparación entre la nueva y la vieja cons-titución... pero acá va a modo de apunte, algunas de las consideraciones que esta-blecería la NCPE:

+ se baja notoriamente la cantidad de hectáreas que se puede tener

+ se reconoce la propiedad horizontal co-munitaria

+ se establecerán vínculos entre la segu-ridad comunitaria y la estatal

+ no se permitirá ninguna base militar de un tercer país en Bolivia

+ los recursos naturales bolivianos le per-tenecen a los bolivianos y no al capital

+ el agua no puede ser de uso privado bajo ningún concepto

+ se bajan los años del poder ejecutivo a 4 y se permite la reelec-ción por una sola vez

+ se incrementa el apo-yo a la educación pú-blica

+ se eliminan los sub-sidios a la educación privada

+ se reconocen las me-dicinas alternativas originarias en la salud o$ cial

+ se coordinan políti-cas de seguridad en-tre las comunidades originarias y el poder gubernamental

+ las comunidades ad-quieren más autono-mías frente al poder departamental

Es por este último punto que una de las frases de campaña por el “SI” es: AUTO-NOMÍA.

En $ n, me quedo corto en todos los cambios constitucionales que van a haber después de mañana. Creo $ rmemente que no hay cambio posible si el pueblo no se apropia y de$ ende estas nuevas leyes… y en este sentido, he visto al pueblo bo-liviano muy consciente de la oportunidad histórica que están viviendo.

Los saludo a todos con mucho cariño des-de la ciudad de LA PAZ,

juancito

Pd.: mientras tanto, los países latinoameri-canos vecinos siguen regateándole a Bo-livia los ín% mos precios de sus materias primas; al igual que sus “mochileros” le regateamos a las cholitas los souvenirs.

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Lo que sigue es la crónica de las peri-pecias que tuve que sortear para par-ticipar del EnEGU 2008. Con estas pa-labras, busco advertir sobre lo que le espera a todo aquél que inocentemente acepte la invitación a ser parte de este oscuro evento. Están avisados.

Jueves 17 de abril de 200814:00: Termino de armar la valija. Mis aseso-res me insistieron con que lleve armas y me vacune contra todo tipo de enfermedades. “Son tierras hostiles”, me dijeron. No les hago caso. Con$ aré en que todo vaya bien. Parto hacia la facultad a recibir las últimas instruc-ciones. La bruma que inunda la ciudad hace ya varios días persiste.20:00: Al caer la noche la bruma se hace más espesa. Es difícil ver a más de 15 metros de distancia. Precavido, llamo a la empresa de colectivos, para saber si mi viaje saldrá. Me dicen que no. Tendré que ir al otro día a Retiro a ver si puedo partir hacia Montevideo.

20:15: Mientras me como un pancho en un bar veo pasar a Jack el Destripador, contento con la noche que le ha tocado. Lo saludo pero se hace el otario. Desde que se hizo famoso ya no se acuerda de sus amigos.

21:00: Regreso a mi casa. Aprovecho para revisar de nuevo la valija. Vuelvo a considerar el tema de las armas, pero no me termino de convencer.

Viernes 18 de abril de 20086:00: Tomo un taxi rumbo a la terminal de La Plata. En la radio que está escuchando el taxista informan que la bruma se ha converti-do en un humo espeso, implacable, que par-te de los incendios de las islas del Delta del Paraná y cubre el Río de la Plata entero y sus inmediaciones.6:30: Tomo el colectivo que me llevará hasta Buenos Aires. Es tanto el humo que se des-vían de la autopista para tomar los inciertos caminos del sur del Reino de Conurbania. Tal vez sea gracias a la proverbial magia de los hechiceros del reino que el colectivo llega a Buenos Aires a horario, sin retrasarse ni diez minutos.

7:45: Me bajo del colectivo. Es tanto el humo que no reconozco el lugar donde me encuen-tro. Le pregunto a un diariero dónde miérco-les está la terminal de Retiro. “Enfrente”, me responde. Tiene razón. Mientras cruzo por Avenida del Libertador alcanzo a ver la punta de la Torre de los Ingleses, totalmente oculta por el humo. El sol está tan cubierto que se

Llegar al EnEGU Florida 2008:Un desafío para valientesPor Nicolás Trivi, La Plata, Argentina.

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lo puede mirar directamente sin encandilarse: tiene el color de la camiseta de Holanda.8:30: Llego a la ventanilla de la empresa, que está del otro lado de la terminal. Es la núme-ro 145. Allí me informan que la ciudad está totalmente bloqueada por el humo: no salen colectivos, ni barcos, ni aviones, ni platos vo-ladores. Me dicen que al mediodía intentarán salir para Montevideo por una ruta alternati-va, que pasa por Santiago de Chile, sigue por Asunción del Paraguay, y entra a Uruguay por Rivera, luego de pasar por Curitiba. Le pre-gunto al empleado si no vamos a tardar mu-cho en llegar. “Puede ser”, me responde con una mueca enigmática.9:30: Luego de consultar una variada carto-grafía decido abandonar la idea del colectivo y me dirijo al puerto, para tomarme un ferry y surcar las marrones aguas del “mar dulce”. No sopla nada de viento y el humo persiste, i nexorab le . Me compro un jugo de frutas para aliviar la se-quedad en la garganta y me lo cobran como si de un Chivas Regal se tratara.10:00: En Puerto Made-ro la cantidad de garcas por metro cua-drado triplica la media na-cional. Debo estar alerta. Me avisan que el puerto está completamente bloqueado y que no salen ni barquitos de papel. Me sugieren que averigüe en la otra o$ cina de Buquebus, a un par de metros de distancia.10:30: En la segunda o$ cina de la empresa me dicen que está programado un viaje a las 13:30: y que si se levanta un poco de viento y se despeja el río, tal vez salga. Si vuelvo a esa hora tal vez consiga un lugar y pueda cruzar hacia la Banda Oriental.

12:00: Almuerzo un soberbio choripan en la Costanera Sur, y me hecho a dormir una sies-ta, arrullado por el canto de los pajaritos y las profundas conversaciones de los estudiantes de la Universidad Católica.13:00: Empieza a soplar una leve brisa. Me despierto sobresaltado, me limpio las migas que me han quedado sobre la ropa y salgo para la o$ cina del ferry.13:15: En la o$ cina, me dicen que sí, que el barco sale, pero que ya no quedan pasajes. Me pregunto por qué no me habrán avisado antes que ya no quedaban pasajes. “Tal vez consiga viajar desde la otra terminal de la empresa”, me responden alegremente. Pue-de ser.14:00: Logro comprar un pasaje Buenos Ai-res-Montevideo vía Colonia. Misión cumplida. Estoy tentado de abrazar a un turista japonés que está detrás de mí en la cola de la ven-

tanilla, pero me resisto. No debo per-der la com-postura, ya que puede suceder algo terrible de un momento a otro. Nunca se sabe.15:00: Fi-nalmente el barco zarpa. El free shop está carísi-mo.18:00: Llego

a la benemérita ciudad de Colonia del Sa-cramento, escenario de increíbles historias de aventuras. Pero no dejo tentarme por su belleza arquitectónica, y ni lerdo ni perezoso subo al ómnibus que me llevará a Montevi-deo.19:30: Llego a la terminal de Tres Cruces. Tanta gente tomando mate y usando palabras misteriosas como “championes” o “botija” me incomodan. Tendré que acostumbrarme. Mis asesores no me habían dicho lo difícil que es conseguir solución $ siológica para lentes de

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contacto en este lugar. Antes de tener más problemas tomo otro colectivo, el tercero en lo que va de la dura jornada, hacia Florida. Durante el viaje, inicio los contactos con quie-nes tienen la enorme suerte de ya estar allí para que me pasen a buscar cuando llegue.21:40: El colectivo está llegando a Florida. El chofer me advierte, en un complicado dialec-to que apenas alcanzo a descifrar, que no va a parar en la terminal, sino que pasará por las afueras. Me pregunta si me voy a bajar en la primera rotonda o en la segunda. Creo que si me preguntara cuál es la capital del estado de Maranhâo estaría menos perdido. Mien-tras $ njo cara de seguridad para responderle que me voy a bajar en la primera rotonda, me pregunto si no he teni-do ya su$ cientes con-tratiempos en lo que va del día.22:05: Me bajo en la famosa primera roton-da. Pregunto a un tran-seúnte de inquietante aspecto cómo llegar a la terminal. Calculo que una vez llegado ahí no me será difícil encontrar el CERP de Florida. Cruzo la ruta, y tomo una oscura calle que baja hacia la dere-cha. Antes de avanzar mucho, encuentro a un muchacho que está sentado en el cordón de la vereda, con su bi-cicleta, esperando vaya a saber uno a quién. Le pregunto si estoy bien rumbeado hacia el cen-tro de la ciudad. “No, hermano, nada que ver”. Lo sospeché des-de un principio.22:10: Gustavo, tal el nombre del muchacho, decide acompañarme

hacia el centro de la ciudad. Me convida con un trago de una bebida llamada “Pilsen”. “No puedo desaprovechar el gesto de cortesía de un lugareño, ya que tal vez ofenda alguna de sus costumbres”, me digo a mí mismo. No será el último: luego descubriré que es una bebida muy difundida entre los nativos.22:15: A las pocas cuadras se nos cruza una camioneta blanca. Antes de que tenga tiempo de asustarme, se abre una puerta y baja mi compatriota Wiese. “¡Trivi, llegaste! ¡Te está-bamos buscando!”. Despido a Gustavo y me subo a la camioneta sin dudarlo: había llega-do al EnEGU.Menos mal.

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I

Este informe fue realizado en el marco de la Jornadas de Extensión Universi-

taria: “Extensión en foro. Ciclo 2009: José Luis Rebellato. Programa de formación en extensión”. Estas jornadas se enmar-can en las actividades preparatorias hacia el X Congreso Iberoamericano de Exten-sión Universitaria: “Extenso 2009 José Luis Rebellato” El informe lo realicé pensando en que podría ser un insumo o un disparador para conocer a un pensador uruguayo falleci-do en noviembre de 1999 y sin embargo sigue siendo casi desconocido (¿será casual este desconocimiento?) entre la mayoría de los universitarios uruguayos ya sean profesionales o estudiantes. Para romper con los moldes hay que salir de la disciplina y ver qué se está haciendo en otros lados, en otras áreas del cono-cimiento, pero también deberíamos tener claro que los sectores no universitarios tienen su conocimiento y su saber particu-lar y que es tan o más importante que el saber académico. El encuentro fue el día 28 de mayo y es-tuvo centrado en dos aspectos claves de la obra de Rebellato: la Ética y la Praxis. Se realizó en el aula magna de la Facultad de Psicología de la Universidad de la Re-pública y había muy pocas personas.

II

En la presentación de esta jornada estuvieron presentes tres personas

que tuvieron una estrecha relación con el homenajeado. Ellos son profesionales

universitarios y desde allí trabajaron con Rebellato. La primera en tomar la palabra fue la doctora en $ losofía Andrea Díaz Genis, la cual trabaja en el departamento de Filoso-fía en el área de la educación en la Facul-tad de Humanidades. Ella habló desde un plano personal, aclaró que no elaboró un trabajo académico para esta instancia. Básicamente se centró en las prácticas diarias, en la manera de trabajar que tenía Rebellato y en la visión optimista que po-seía sobre la posibilidad de que la utopía nos permite pensar en otra realidad de la que estamos viviendo (es decir un mundo en el cual el capitalismo y sus defensores excluyen a millones de personas a la mi-seria absoluta). Otro planteo que hizo fue el de que siempre intentó rescatar aportes para criticar al neoliberalismo y sobre todo en el plano cultural, pues decía que allí era donde más hondo había calado esta ideo-logía. Uno de los puntos básicos de esta visión es la de que la historia se terminó (“el $ n de la historia”). A esta visión le opuso la acción de la esperanza. Pero no una esperanza resignada a la espera de un mundo mejor en el más allá, sino que estaba convencido en poder cambiar el mundo y la vida de los seres humanos en la tierra y que esto dependía de los mis-mos seres humanos (“ética autonómica”). Haciendo mención a la Ética y la $ losofía de la liberación que remarcaba Rebellato, planteando una ética que no excluya y que apunte al fortalecimiento de la sociedad civil y la radicalización de la democracia. Todo esto era una clara muestra del senti-

Una encrucijada: entre la ética y la praxis de José Luis RebellatoPor Héctor Altamirano, Prof. de Historia y estudiante de Geografía

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do de la praxis que tenía el homenajeado. Así fue que cerró la participación Andrea Díaz Genis. La segunda participación fue del licen-ciado en psicología Luis Giménez. Realizó un ejercicio de memoria colectiva, según sus palabras. El motivo de estar todos allí en la Facultad de Psicología estaba referi-do a la $ gura de Rebellato y a la vigencia práctica de su obra a diez años de su des-aparición física. Aseguró que en la psicología comuni-taria era una $ gura que estaba presente, y que esta presencia estaba marcada cada vez más en las citas de los trabajos, en los discursos pero que en la práctica no se veía una clara in& uencia. Por otro lado a$ rmó que uno de los ejes de trabajo del evocado era la noción de praxis, que es la búsqueda de relacio-nar lo teórico con nuestras prácticas coti-dianas para cambiar la realidad en la que vivimos (personal, familiar, barrial, etc.) y así poder comprenderla. Uno de los ejem-plos concretos que se manejaron fue el trabajo de extensión universitaria realiza-do en APEX Cerro, donde se encontraba con aportes y desafíos constantes de la comunidad que participaba allí. En este lu-gar existían desencuentros entre los mo-dos de vida, de pensar, creencias, de los estudiantes universitarios y los habitantes del lugar. Otro de los puntos centrales maneja-dos fueron los de que en la década del 90 se dieron fuertes cambios culturales y que la desesperanza caló hondo en la sociedad. A esto se suma la fuerte frag-mentación social que vive el Uruguay hoy y que comenzó o se hizo evidente con la quiebra de los bancos y sus coletazos sociales: “crisis del 2002”. Todo esto lle-vó a que una buena parte de la población uruguaya esté excluida socialmente (de la educación, del trabajo, del arte, etc.). Este proceso está inmerso en una realidad en la que el miedo todavía permanece en

los uruguayos luego de la posdictadura. Y esto se hace evidente en que hay muy poca gente movilizada o que directamente se discute muy poco, se sigue a los líde-res históricos (hoy de izquierda) sin cues-tionarles nada, porque si se lleva adelante una crítica “se le está haciendo el juego a la derecha”.

Por último dejó algo para pensar y justamente ello estaba referido a que de-bíamos intensi$ car la interrogación y el cuestionamiento tanto a las prácticas que hacemos todos los días, como a nosotros mismos y también pensar las políticas pú-blicas pues desde allí se construye subje-tividad y la manera de ver el mundo.Por último estuvo presente el profesor Ya-mandú Acosta. Este autor trabaja desde una perspectiva de pensamiento crítico, con una fuerte referencia en América Lati-na y sus movimientos de liberación. Lo primero que planteó fue que la obra de Rebellato es un discurso vigente en tanto no está realizado. Luego siguió su exposición a$ rmando que la categoría de sujeto es una idea central la obra de Re-bellato. Al mismo tiempo aclaró que un ser humano no es sujeto solamente por nacer, sino que se hace sujeto a través de sus prácticas y con otros, nunca sólo. El ser sujeto no es a- priori del proceso, sino a posteriori, por lo que “…no se puede vivir sin hacerse sujeto”. Por otro lado sugirió que Rebellato era un militante de la ética social y que este es

José Luis Rebellato

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contraria a la ética posmoderna que impera hoy en día (ésta naturaliza el sistema im-perante y deja ver que no hay alternativas posibles de cambiar la realidad social, a lo sumo hacerle alguna mejora). Retomó a un mentor de Rebellato, Giu-lio Gillardi (teólogo impulsor de la $ losofía de la liberación, propuso hacer una “inter-nacional de la esperanza”) quien a$ rmaba que un ser digno era aquél que luchaba y pensaba por un mundo mejor. Hace re-ferencia a la ética de la autonomía como una dimensión básica de su producción, el construir un sujeto crítico, desarrollar la racionalidad argumentativa, el poder elegir, el formar parte de la comunidad ideológica; de acuerdo a este luchador la autonomía se conquista con otros y contra otros. Todos estos conceptos fueron tomados también por Rebellato. Por último retomó la idea de liberaciónque trabajó Rebellato como saber y poder popular. La emancipación nunca sería idíli-ca, sino que sería con con& ictos sociales, pues los sectores dominantes mantienen el control simbólico y en los hechos de la sociedad. Así a$ rmó que negaba el $ n de la Historia (concepción que continúan a$ r-mando algunos políticos y académicos en Uruguay) y que ésta no había terminado; planteaba la esperanza de cambiar la his-toria y al mundo que conocemos. Como ejemplo decía que estaban los movimientos de pueblos originarios, como por ejemplo los zapatistas en México o los de Ecuador, Bolivia, etc.

III

Por último se abrió un debate acerca de lo expuesto en el encuentro.

Quisiera destacar la participación de una de las presentes que al insistirse con el tema de la coherencia a lo largo de las intervenciones de los asistentes y de los ponentes, tanto en este encuentro como en los anteriores, se preguntó: ¿por qué llama tanto la atención la coherencia en el accio-

nar y el pensar de una persona?, ¿qué su-cedió en la sociedad? Yo me pregunto: ¿es que la cultura pos-moderna del “vale todo” ganó a la sociedad y llama la atención cumplir con lo que cree-mos y con lo que pensamos?; ¿o los univer-sitarios y militantes sólo juegan al cambio social? Otra de las intervenciones hizo referen-cia a la multiplicidad de teoría que manejó Rebellato y si no podía ser contradictoria. Como se mencionó antes, un teólogo fue una de sus in& uencias mayores, pero tam-bién tomó idas de Habermas, Marx, Grams-ci, etc. Por último quisiéramos rescatar el apor-te de un ex estudiante el cual tuvo como docente a Rebellato y destacó la capacidad de escuchar a los estudiantes, la capacidad de crear en el otro un gusto por el estudio y por lo teórico, pero que esto no fuera sola-mente una actividad académica separada de los seres humanos, sino que la teoría debía estar relacionada con la vida de los seres humanos y no con cualquiera: los ex-cluidos son la deuda más grande que hay en este mundo. Y ahí la ética es clave, no hay que “intervenir” e irse con lo que nos servirá para terminar la facultad o porque seré bien visto en mí agrupación política. Para terminar este breve informe diría que es un autor, un pensador que podría estar presente en nuestras futuras prác-ticas como profesores de Geografía, o Li-cenciados en Geografía para cuestionar y re& exionar constantemente qué estamos haciendo en nuestras prácticas, qué obje-tivos perseguimos, si nosotros decidimos esos objetivos o si son impuestos. Pero fun-damentalmente la provocación más grande es la de ahondar y trabajar en los aspec-tos liberadores de las organizaciones y no quedarse embobecido en los discursos que realizan los históricos. Desde los humilla-dos pueden proponerse formas nuevas; quedarse con herramientas que demos-traron estar envejecidas puede llegar a ser nuevamente traumático y paralizante.

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Este texto parte de una re& exión desen-cadenada tras la interrogante (que le da

el título) que se me invitó a compartir en el marco de la salida de campo de Geografía Económica en el departamento. Fue escrito en una versión anterior como resumen para el ExtenSo1 -pensando en desarrollarlo en un artículo que me permita profundizar- y decidí compartirlo con los compañeros estudiantes de Geografía de todo el país mediante nuestra herramienta, la “Lugar Común”, ya no como un adelanto de una presentación o artículo, sino como una pro-vocación a la discusión colectiva sobre es-tos temas.

Busco compartir la re& exión sobre inte-rrogantes y desafíos académicos a los que me enfrento como estudiante de la licencia-tura en Geografía, a partir de mi labor do-cente en la Unidad de Extensión de Cerro Largo (UECL), unidad descentralizada del Servicio Central de Extensión y Actividades en el Medio (SCEAM) en el interior del país. Los cuatro puntos centrales son: el trabajo desde la Geografía en un equipo interdisci-plinario, y tres preguntas disciplinares que me he planteado frente a desafíos del traba-jo en la Unidad. Ya sea como enfoque disciplinar frente a su objeto, o como estrategia de articulación entre disciplinas (o de trabajo colectivo en-tre los sujetos que las portan), Geografía e Interdisciplina buscan superar la fragmenta-ción del conocimiento, avanzando hacia un enfoque integrador. Considero fundamen-tal comenzar a re& exionar desde nuestras 1 Encuentro iberoamericano de Extensión: “Extensión y Sociedad” a realizarse del 5 al 9 de oc-tubre, www.extension.edu.uy.

prácticas en el trabajo interdisciplinar desde equipos territoriales y los eventuales ele-mentos paradojales con nuestro enfoque “integrador”.

¿Qué unidades espaciales de análisis se pueden construir para dar cuenta de las localidades rurales? El desafío surge desde el trabajo con poblaciones rurales, que identi$ can sus lugares de pertenencia y formulan en referencia a éstos sus análi-sis de lo local, y toma fuerza frente a la no correspondencia entre estas localidades y las de$ niciones y jurisdicciones estatales, imposibilitando la construcción de informa-ción a una escala adecuada, y las corres-pondientes omisiones en la plani$ cación de políticas. Re& exionar en torno a esto desde extensión universitaria, se hace indispen-sable en un contexto-país donde se está implementando un tercer nivel de gobierno y una ley de ordenamiento territorial, recon-$ gurando el peso y la valorización territorial de los actores locales.

¿Cuál es la (multi)territorialidad de los actores presentes en el departamento? A través del concepto de multiterritorialidad2

considero que tenemos una posibilidad de aportar a la comprensión de las territoria-lidades ‘encajadas’ de los actores que ac-túan desde una lógica zonal a la vez a ni-vel nacional, regional, departamental, local (terrirtorios-zona múltiples por la superpo-sición de territorialidades jerárquicamente articuladas y espacialmente ‘encajadas’) y la territorialidad de los que actúan sectorial-mente, territorializando su accionar en dis-

2 Rogerio Haesbaert (2005), “Da Desterrito-rialização à Multiterritorialidade”.

(Refl exiones de un Estudiante de)Geografía en la Unidad de Extensión de Cerro LargoPor Nicolás Frank, docente de la UECL y estudiante de la Lic. en Geografía (UdelaR)

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tintos espacios discontinuos (territorios-red, mediante la conjugación a otra escala de terrirotrios-zona discontinuos), aportando elementos para el diálogo y discusión con los actores sociales, desde las distintas po-sibilidades y geometrías de poder que estas conllevan.

¿Cómo se relacióna(n) la(s) estrategia(s) espaciales de la UdelaR en el interior del país con la producción de diversidad territorial? A partir de la con-ceptualización sobre producción de diversi-dad territorial3 surgen elementos para el análisis crítico de la estrategia de desarro-llo territorial de la Universidad, elementos que debemos retomar con el objetivo per-manente de re-pensar nuestras prácticas, comprendiendo que “Aliar a construção ‘sistêmica’ das desigualdades, principal-mente aquela promovida pela (des)ordem econômica, com a produção diferenciadora das singularidades, da vivência do espaço

3 Rogerio Haesbaert (1999), “Regiâo, diver-sidade territorial e globalizaçâo”.

e da nossa identi% cação com ele, torna-se ao mesmo tempo um desa% o e uma necessidade”4.

4 Idem.

Unos 10 km al hacia el Norte de Acegúa está la mansión del millonario Correa, dueño del

Frigorí% co PUL (en Melo) y de varias estancias ganaderas, entre otras propiedades. La casita

está bien custodiada.

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Introducción

En el artículo se sintetizan algunas re-& exiones presentadas en el trabajo

de tesis de la Licenciatura en Geografía y en el 12do Encuentro de Geógrafos de América Latina (ver bibliografía). El mis-mo tiene como objetivo discutir, a partir del análisis de la cobertura territorial de la oferta de transporte colectivo, el acceso diferencial a los servicios de transporte por parte de un sector especí$ co de la po-blación montevideana 1. Nos referimos a los estudiantes universitarios en relación a la posibilidad (o no) de hacer uso de su derecho al boleto estudiantil, que como veremos, dependerá de la localización de su residencia, su nivel socioeconómico y de sus necesidades de movilidad, entre otros aspectos.

Fundamentación:La movilidad y el transporte en el

ámbito urbano capitalista

En la medida que los desplazamientos de la población se remontan a los al-

bores mismos de la humanidad, podemos argumentar que presentan un carácter his-tórico. Dicho de otro modo, la movilidad ha estado históricamente determinada. Por lo tanto, su evolución se podría relacionar con el mayor o menor conocimiento sobre la naturaleza, la organización de las so-1 La noción de población montevideana trasciende a los residentes del departamento e in-cluye también a los commuters, o al decir de Muñoz (2006), los habitantes de tiempo parcial de los terri-torios; es decir, aquellos que residiendo en otra loca-lidad se desplazan cotidianamente a Montevideo por diversos motivos.

ciedades, los motivos que la generan, la periodicidad con que se realiza, el estado de las técnicas, la utilización de fuentes de energía, los usos del suelo, entre otros aspectos posibles de ser interpretados. En relación con la movilidad urbana, Miralles (2002:45-46) destaca, que “su incremento no se ha manifestado sólo en el aumento de la necesidad de movimiento, en la am-pliación de los motivos para moverse y en el crecimiento de la frecuencia, sino que ha supuesto, también, un aumento de la distancia recorrida: primero, entre el lugar de trabajo y el de residencia, y después, en la medida en que la ciudad aumenta de tamaño y las actividades se dispersan, entre cualquier actividad urbana”. Si bien existe una íntima relación entre movilidad y transporte, debemos consi-derarlos por separado, pero entendiendo su interdependencia. Tal como plantea Táuler Alcaraz (1992), se requiere evitar la confusión de identi$ car medios de trans-porte con personas desplazadas. En el mismo sentido, Miralles (2002:46) sugiere que “es preciso distinguir entre la necesi-dad de movilidad y la necesidad de trans-porte. Parte de la demanda de movilidad se convertirá en demanda de transporte mecánico cuando la extensión y la den-sidad urbana lo requieran, y el resto se solucionará desplazándose a pie. Estos elementos no son coetáneos ni surgen en el mismo momento histórico”. En sociedades basadas en relaciones capitalistas, los desplazamientos que re-quieran de la utilización de modos mecá-nicos de transporte tendrán un costo mo-netario, que podrá, dependiendo de los

El transporte colectivo de Montevideo:¿Un caso de inequidad territorial?Por Alejandro Robayna

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casos estar subsidiado. Nos referimos a la tarifa que abonan los usuarios del trans-porte público y al precio del combustible (entre otros costos) que pagan los que uti-lizan vehículos particulares. Por lo tanto, es válido pensar para aquellas “movilida-des pagas”, que el mayor o menor impacto que tenga el costo de movilidad depende-rá del nivel de ingresos del individuo (o nú-cleo familiar); es decir, del porcentaje de sus ingresos destinados a desplazarse. Desde una perspectiva objetiva, la mo-vilidad es entendida, según Lévy (2000), como la “relación social ligada al cambio de lugar”. No obstante, la misma presen-ta también dimensiones ideales y virtua-les que requieren comprender, lo que el mismo autor describe, como la “relación triangular entre lo deseado, lo posible y lo realizado”. Como dimensiones de la mo-vilidad, presentan una íntima relación, ya que se in& uyen mutuamente. En la misma línea argumental, Módenes (2007) a$ rma que la “movilidad espacial asume una in-terdependencia entre movilidades, que pueden tomar la forma de complementa-riedad, compensación o sustitución”. Así por ejemplo, la decisión de dirigirnos ha-cia un determinado lugar podrá estar con-dicionada, explicita o implícitamente por la oferta de transporte (posibilidad); es decir, ¿elegiríamos asistir a una función de cine trasnoche, si supiésemos que no hay ser-vicios nocturnos de transporte? Esto últi-mo, tiene que ver con la relación dialéctica entre oferta-demanda de transporte públi-co, que por lo general, no se encuentra en equilibrio, y si lo está, será, en parte por la intermediación del estado. El transporte presenta como función principal la “intermediación espacial”, más allá de que sea una actividad económi-ca también. Lo que equivale a decir, que constituye un medio y no un $ n. Es deman-dado para la realización de una actividad principal (trabajar, estudiar, otras). En tal sentido, De Rus (2003) destaca que tan-

to el tiempo como el costo le suponen al usuario una cierta des-utilidad. Se habla, por ejemplo de tiempos muertos. Ambas variables permiten evaluar la e$ ciencia de los sistemas de transportes. ¿De qué nos vale que pase por nuestra casa una línea diferencial si no podemos costear el bole-to? ¿Cuántos utilizan diariamente el tren para viajar a Montevideo. desde La Paz o Pando? siendo que éste es más barato que el autobús, aunque más lento. La di-ferencia radica, a nuestro entender en la posibilidad que tienen algunos usuarios de escoger sobre un determinado viaje. Parafraseando a Lefebvre, el derecho a la ciudad dependerá, entre otros as-pectos, de las condiciones de realización de nuestra movilidad. Podríamos a$ rmar, al menos de forma genérica, que cuanto mayor sea el tiempo o la renta invertida en movilizarnos, menor será el tiempo y renta disponible para realizar otras actividades. A éstas, se le agregan las percepciones de los móviles, que determinan el grado de satisfacción o sacri$ cio que les puede signi$ car moverse en la ciudad. Para $ nalizar este sumario recorrido teórico, queremos destacar que en las ciu-dades capitalistas, las áreas mejor servi-das por el transporte colectivo suelen ser las más rentables, que coinciden con las que generan mayor demanda de viajes, haciendo viable a la línea y su cantidad de servicios. Dichas áreas, podrán tener al-tas densidades, pero dependerá también de las características de sus residentes (per$ l socioeconómico, patrones de movi-lidad, nivel de actividad, etc).

El transporte urbano de Montevideo:Algunas consideraciones

Una descripción detallada de las ca-racterísticas del transporte en el Área

Metropolitana de Montevideo, requeriría de un análisis exhaustivo, que escapa a los objetivos del artículo. Por lo tanto, se

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tomarán en cuenta aquellos aspectos del transporte urbano que nos permitan abor-dar la interrogante planteada inicialmente ¿el transporte colectivo de Montevideo es in-equitativo territorialmente? El funcionamiento del transporte ur-bano es regulado por la IMM y los servi-cios son operados por cinco compañías de ómnibus. La & ota total de autobuses asciende a unas 1.400, distribuida en 140 líneas. El esquema tarifario consiste en una tarifa plana de $U 16 (U$S 0,71). No obstante, según un estudio realizado por el BID (2007), el 60 % del territorio departamental cuenta con un descuento sustancial del 50 % del precio, aunque, en términos poblacionales, ese porcentaje es menor. Vale agregar también, que el bole-to estudiantil universitario cuesta $U 11,20 (Agosto ´09). En comparación con el precio del bo-leto de otras ciudades de la región, el de Montevideo es mas caro, casi el doble del valor en Buenos Aires por ejemplo. Para mitigar el elevado precio del boleto y re-cuperar la clientela perdida durante gran parte de la década del ´90, se han venido instrumentando diversas medidas, orien-tadas a disminuir el costo de los viajes. Algunas de ellas corresponden a la deno-minada integración tarifaria, creación del boleto zonal y líneas locales, extensión de líneas urbanas, creación del $ deicomi-so por el consumo del gasoil (Robayna, 2009b). Para aquellos usuarios (no estu-diantes) que realizan viajes multi-etapa, es decir, que requieren de al menos la combinación de dos líneas de ómnibus, la integración tarifaria representa una reduc-ción signi$ cativa del costo total del viaje. En este sentido, se podría considerar a di-cho instrumento como un mecanismo de democratización del acceso al servicio de transporte colectivo, ya que permite co-nectar, prácticamente cualquier lugar de la ciudad a un precio, de al menos un bo-leto común. Aunque, como veremos más

adelante, dicho bene$ cio no es extensible a toda la población. Por último, destacar que en el sistema vigente, el intercambio de ómnibus para estudiantes que viajan con boletera está habilitado solamente en las terminales de ómnibus y en los puntos de transferencia.

El transporte en el ámbito de la repro-ducción social: El viaje por estudio

El análisis se focaliza en las repercusio-nes que tiene la oferta de transporte

colectivo en los viajes por estudio; es de-cir, se excluyen aquellos que se despla-zan a pie o utilizan modos de transporte privados. No obstante, dichas modalida-des podrán estar (o no) in& uenciadas por la oferta de transporte. Como referencia, se puede mencionar que el 77 % de los estudiantes de la Facultad de Ciencias uti-liza el ómnibus en algún tramo de su viaje. La movilidad se orienta a realizar una ac-tividad vinculada a la esfera del consumo. Como actividad de reproducción social, su realización (estudiar), no sustenta el costo del transporte, ni tampoco el de la repro-ducción material del individuo. En socie-dades capitalistas, el costo monetario que sale movilizarse está solventado gene-ralmente, por una actividad económica, ya sea la del propio “móvil” o la de algún integrante de la familia, o eventualmente, por algún subsidio. Este aspecto es suma-mente importante, sobre todo, en familias con ingresos bajos, en las cuales el peso del costo de desplazarse, puede implicar, que la movilidad no se efectúe. Pense-mos, que por lo general la frecuencia de dichos viajes suele ser diaria, generando que el costo deba afrontarse día tras día. Se le agrega el tiempo disponible luego de descontada la duración de los viajes (de ida y de vuelta) y de la propia jorna-da de clases. En de$ nitiva, en una activi-dad que no es obligatoria, tanto el tiempo como el costo jugarán un papel decisivo.

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Seguramente, en caso de tener que tomar una decisión, sea más “sencillo” optar por dejar de ir a la facultad que dejar de ir al trabajo; en particular, para aquellos que no tienen más remedio que trabajar. No signi$ ca que exista una contradicción en-tre trabajo vs. estudio, ni mucho menos, simplemente que en algunas situaciones se di$ culta la realización de forma simul-tánea de ambas actividades 2. La oferta educativa de la UdelaR tiene la peculiaridad de localizarse en lugares exclusivos en Mdeo., a diferencia de la es-cuela o el liceo, que tienen una presencia multilocalizada. Los estudiantes no cuen-tan por tanto, con la opción de elegir ha-cia donde ir a estudiar. Si alguien quiere estudiar las licenciaturas en Geografía o en Biología, tendrá que dirigirse a Iguá y Mataojo indefectiblemente. Lo que podrá elegir son las condiciones de realización de su viaje, no el destino del mismo. Vin-culado a esto último, se conocen casos de estudiantes que de$ nen su estrategia residencial en función de reducir el tiempo y/o costo del viaje a la Facultad.

Estudio de caso:La movilidad cotidiana de los

estudiantes de Fac. de Ciencias

A lo mencionado en el párrafo anterior, se le puede agregar la escasa ofer-

ta de líneas de transporte colectivo que abastecen la Facultad de Ciencias, lo que determina que una gran cantidad de ba-rrios de Montevideo no estén conectados de forma directa con la casa de estudios. Dicha situación genera, para los usuarios del transporte urbano, la necesidad de combinar al menos dos ómnibus. Como se observa en el mapa, exis-ten amplias zonas de Montevideo que no presentan una conexión iso-costo con la 2 De la información recabada en la investi-gación se puede inferir que aproximadamente 4 de cada 5 estudiantes de la Facultad de Ciencias no trabaja.

Facultad. Dicha situación se da en los ba-rrios: Larrañaga, Bolívar, Sayago, Cerrito, Hipódromo, Colón, Manga, Piedras Blan-cas, Punta de Rieles, Punta Carretas, Villa Dolores, La Mondiola, entre otros. Desde estos barrios, los estudiantes deberán abonar un precio adicional por combinar dos líneas, ya sea, por hacer uso de dos boletos estudiantiles ($U 22,40) o por via-jar con un boleto 1 hora ($U 16). Es decir, que a diferencia de aquellos que residen en los barrios conectados a la Facultad a un precio de $U 11,20, estos últimos, no podrán ejercer realmente su derecho al uso del boleto estudiantil, por la sencilla razón, de que les sale más caro el viaje con boletera que sin ella. A lo anterior, se le suma que la mayo-ría de dichos barrios presentan los valores más altos de pobreza (IMM, 2007), agre-gándosele también la lejanía a la Facultad. Por lo tanto, no sólo el precio del boleto estaría afectando la movilidad desde esos barrios, sino también el tiempo necesario para llegar a la Facultad, debido a que a la duración del primer viaje, se le suma la del segundo. En función de lo planteado y apelando a nuestra propia experiencia, nos planteamos la siguiente hipótesis, frente a una situación en que dos usuarios tengan un mismo tiempo total de viaje, es probable que el que utilice dos ómnibus sienta una mayor des-utilidad que el que utiliza uno solo. Más allá de ser un caso hipotético, se quiere resaltar la importan-cia que tiene en la valoración del viaje, la subjetividad del móvil. Esta última, es más difícil de indagar, o al menos, se requieren de otras estrategias (de tipo cualitativas). El relevamiento de información prima-ria se efectuó mediante una encuesta ori-gen/destino realizada a los estudiantes de la Facultad de Ciencias, en el propio edi-$ cio. En función de la estrategia emplea-da, nos resulta prácticamente imposible, poder indagar sobre las repercusiones que pueda generar la localización de la

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Facultad y el actual sistema de transporte colectivo en las in-movilidades 3. Dicho en otras palabras, sólo se analizan los viajes efectivamente realizados. No obstante, si comparamos la distribución espacial de la población del departamento de Montevi-deo con el lugar de residencia de la pobla-ción estudiantil de la Facultad, se pueden sugerir y fundamentar algunas hipótesis.

Dejando de lado Malvín Norte, que al ser la zona de acceso directo presenta al-gunas peculiaridades (Robayna, 2009a), podemos observar, a partir de las cifras del cuadro, que la distribución espacial de

3 El término alude simplemente a la no rea-lización de determinados viajes, como consecuencia de las condiciones en que se desarrollaría. Esto tie-ne que ver con el planteo de Lévy (2000), acerca de la “relación triangular entre lo deseado, lo posible y lo realizado”. En de$ nitiva, las posibilidades en que pueda efectuarse un viaje cualquiera, puede generar en la persona una sensación de insatisfacción, deter-minando que el potencial viaje no se realice, o si se realiza por algún tiempo, luego deje de efectuarse.

Mapa: Conectividad directa iso-costo de la Facultad de Ciencias.Los viajes iso-costo son aquellos que pueden realizarse al precio de un boleto estudiantil (categoría “B”). In-cluyen los viajes directos (como se muestran en el mapa) en un solo ómnibus y los viajes indirectos, en donde el ascenso al segundo ómnibus no genera un costo adicional. Esta situación acontece en las terminales de ómnibus y en los puntos de transferencia. Estos últimos incluirían los barrios de Casabó, Pajas Blancas, Santa Catalina, Santiago Vázquez, Punta Gorda, Carrasco.

la población de Montevideo es bastante homogénea. La a$ rmación es válida en función de la escala espacial utilizada (a nivel de zonas). Por el contrario, la distri-bución de la residencia de los estudiantes de la Facultad de Ciencias es muy hete-rogénea, concertándose en los barrios mejor conectados con la Facultad, y que a su vez, coinciden con los de mayores in-gresos. En función de lo comentado, nos planteamos algunas interrogantes suges-tivas: ¿La localización de Ciencias limita la concurrencia de personas de otros ba-rrios? ¿El actual sistema de transporte colec-tivo determina la demanda actual de via-jes de los estudiantes de la FC? ¿A qué se debe qué el 71 % de los es-tudiantes residan en lugares donde pue-den realizar viajes iso-costo a la Facultad? ¿es el resultado objetivo de una buena accesibilidad al lugar de estudios? o por

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el contrario ¿es consecuencia del actual sistema de transpor-te? que podría estar actuando como factor disuasor a la hora de elegir una de las carreras de Ciencias por parte de personas que no puedan realizar un viaje iso-costo. ¿A qué se debe que la gran mayoría de los estudiantes pro-vengan de los barrios con mejo-res niveles de ingreso? ¿es solo el interés objetivo de los estu-diantes de dichos barrios por es-tudiar “Ciencias”? Si la Facultad estuviese ubica-da en un lugar más céntrico: ¿la distribución espacial de los es-tudiantes sería similar? o por el contrario ¿habría una mayor participación porcen-tual de otros barrios? e incluso ¿habrían más estudiantes?, ¿la situación descrita responde sólo a una cuestión de accesibi-lidad física? o ¿es también consecuencia de que personas de otros barrios cuentan con di$ cultades para acceder a estudios universitarios?¿El acceso diferencial al transporte gene-ra situaciones de segregación socio-es-pacial? ¿la movilidad de los estudiantes de FC es un ejemplo de ello?

Comentario $ nal: Por una movili-dad más equitativa en la capital

Si bien, se han introducido mejoras con el nuevo Sistema de Transporte

Metropolitano en curso, aún resta mucho por lograr. Creemos que la cuestión de la accesibilidad universal de todos y todas a todos los sitios de la ciudad y el cambio en la energía utilizada, son algunos de los temas pendientes, necesarios para una movilidad más sustentable de los monte-videanos. Hasta que no se logre resolver la con-tradicción (entre otras) que supone que

algunos estudiantes puedan hacer uso de su derecho al boleto estudiantil y otros no, no podremos empezar a discutir acerca de cuán equitativa (o no) es la movilidad y el transporte en Montevideo.

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Transporte Urbano de Montevideo (UR-L 1025). Disponible en www.iadb.org/

IMM (1998). Plan Montevideo. Productora Editorial. Montevi-deo.

IMM (2007). Observatorio Montevideo de Inclusión Social. Ci-fras en base a la ECH (INE). Disponible en: www.montevideo.gub.uy/observatorio

Lévy, J. (2000). Les Nouveaux Espaces de la Mobilité. En Bon-net, M. & Desjeux, D. Les Territoires de la Mobilité. Presses Universitaires de France. Paris. Traducido al portugués por R. Haesbaert y S. Souchaud.

Miralles, C. (2002). Ciudad y Transporte. Ariel. Barcelona.Módenes, J. (2007). Movilidad espacial: uso temporal del te-

rritorio y poblaciones vinculadas. Ponencia presentada al X Congreso de la Población Española: Migraciones, movilidad y territorio. Del 29 de Junio al 1 de Julio de 2006. Pamplona.

Muñoz, F. (2006). El tiempo del territorio, los territorios del tiem-po. En: Nogué, J & Romero, J. -eds.- Las otras geografías. Tirant Lo Blanch. Valencia.

Robayna, A. (2009a). Movilidad cotidiana por estudio. El caso de los estudiantes de la Facultad de Ciencias. Tesis de Li-cenciatura en Geografía. UdelaR. Montevideo (inédito).

Robayna, A. (2009b). Los cambios en el transporte público de Montevideo durante la última década. Repercusiones en la accesibilidad a la Facultad de Ciencias, UdelaR. Ponencia presentada en el 12do Encuentro de Geógrafos de América Latina. Montevideo.

Táuler Alcaraz, A. (1992). Transporte urbano y movilidad de la población en grandes ciudades. En: Fundación de los Ferro-carriles Españoles. Madrid.

Vasconcellos, E. (1996). Transporte Urbano, Espaço e Eqüida-de. Análise das Políticas Públicas. FAPESP. São Paulo.

Malvín NorteCentro - Cordón - AguadaCerro - Paso de la Arena - BelvedereColón - Lezica - PeñarolManga - Cem. del Norte - HipódromoCamino Maldonado - Maroñas - UniónCarrasco - Malvín - Pocitos

Montevideo

4,228,33,813,29,49,931,2

100

Estudiantes

2,316,416,912,816,815,319,6

100

PoblaciónZonas del boleto Montevideo*

distribución en %

Fuente: Robayna (2009a)* Al momento de efectuarse la investigación se encontraba vigente el bole-to Montevideo. Para hacer operativo el uso de dicho boleto, la IMM dividió al departamento de Montevideo en seis zonas. Dado que la zoni$ cación propuesta tenía un impacto directo sobre las posibilidades de realizar com-binaciones (por ejemplo, el segundo ómnibus no se podía tomar dentro de la zona Centro – Cordón – Aguada), se optó por utilizarla como insumo para analizar espacialmente la movilidad de los estudiantes de la Facultad. El único ajuste consistió en la de$ nición de una zona de acceso directo, comprendida por el barrio Malvín Norte que circunda a la Facultad.

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Por noviembre del 2008 nos enteramos de un llamado de la Comisión Secto-

rial de Investigación Cientí$ ca (CSIC) para proyectos de investigación de estudiantes, para toda la Universidad; con un año de plazo y $ nalizando con un póster de pre-sentación de lo realizado. Al toque nos pusimos a conversar con la geobarra de hacer algo… ¿Pero qué? De primera quedó claro que la idea tenía que ir por el lado de plantear algo vinculado al barrio –Malvín Norte- el lu-gar a donde vamos a estudiar y del que tan poco conocemos. Luego de romper-nos la cabeza, a$ namos por el lado de la Geografía de la Percepción, lo que nos obligó a interiorizarnos en algunas de sus diversas posibilidades y a hurgar en una cantidad de herramientas, poco conocidas para la mayoría de nosotros. Nos pusimos a conversar sobre cómo armar el proyecto y después de algunas reuniones llegamos a una propuesta que $ nalmente fue acep-tada por la CSIC. La propuesta fue sobre Cartografía Social, que es una metodolo-gía enmarcada en la corriente Crítica de Geografía de la Percepción, y que utiliza como insumos metodológicos -entre otros- a los mapas mentales, el análisis del coti-diano, del paisaje y de los lugares. Como objetivos nos propusimos, además de aportar información sobre el barrio, gene-

“Somos una síntesis de la historia. En nuestras manos está perpetuar y reproducir esa historia, pero también está en nuestras manos ser historia y defi nir nuevos rumbos que den un giro y provoquen los cambios necesarios

para que cada cual pueda ser con dignidad; siendo constructores activos de la historia y hacedores de sociedad.”

García Barón, “Barrios del mundo: historias urbanas”

CARTOGRAFÍA SOCIAL del entorno geográfi co de Facultad de CienciasPor Grupo Cartografía Social

rar un vínculo con el mismo que se pueda extender más allá del proyecto concreto, en alguna línea de Extensión que se pu-diera seguir desde la Facultad. También nos pareció importante aportar a sensibi-lizar a los estudiantes ante a la realidad diversa que hay en el barrio. Pasó el verano y para el comienzo del semestre nos con$ rmaron la acreditación de fondos. Nos pusimos las pilas con la revisión bibliográ$ ca, juntar la información que hay sobre el barrio, fotos aéreas, etc. Empezamos a armar el SIG. Realizamos unas salidas por el barrio para conocer sus lugares y gentes; la diversidad en cuanto a usos del suelo, la fragmentación espacial y social y un crisol de heterogeneidades que hacen de Malvín Norte un lugar de

Complejo habitacional Euskal Erría 71

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gran riqueza para desarrollar proyectos de investigación. Esto se nos presentó más claramente a partir del vínculo generado con el Programa Integral Metropolitano (PIM), luego del cuál empezamos a articu-lar con multitud de grupos que trabajan en la zona, lo cual nos aportó desde lo inter-disciplinar. Un sitio a destacar del barrio es el bo-liche Tribalistas1, que se convirtió rápida-mente en lugar de referencia para el grupo. Reuniones, charlas, ideas nuevas y posi-bles proyectos futuros nacieron de las no-ches en Tribalistas.

Metodología

Nuestra propuesta metodológica es la investigación–acción–participativa.

“La investigación–acción–participativa es una forma de acercarse a la problemática social, diagnosticándo-la y buscando la ma-nera de formular una propuesta de cambio de la realidad social, teniendo en cuenta en todo momento la parti-cipación de las partes”(Juan Manuel Herrera). Este planteo metodo-lógico implica un inter-cambio horizontal de saberes, en el que se intenta construir desde las potencialidades lo-cales un conocimiento propio de la comuni-dad que permita abor-dar y dar respuesta a sus necesidades; este proceso generaría la apropiación del cono-cimiento por parte de la comunidad lo que a su vez habilita el desarrollo de nuevas

1 Ubicado al lado de la Facultad de Ciencias, invitamos a todas/os a tomarse alguna cervecita allí.

capacidades y por ende, la posibilidad de darle nuevas formas a ese conocimiento.Intentando conocer las representaciones del espacio barrial que tienen los sujetos, colectivos e instituciones, tomamos los mapas mentales como la herramienta más adecuada. Para construir esta información

la metodología de talleres nos pareció la más apta, aparte de concebirla como una forma más enriquecedora, que nos aporta, porque es a la vez un desafío, que tras-

En Tribalistas: investigar requiere importantes incorporaciones de calorías al organismo

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ciende las muy limitadas fronteras disciplinares que nos acotan. Para pensar sobre los talleres recibimos algunas ideas de compa-ñeras de Ciencias de la Comunicación, ensayando una suerte de intercambio interdisciplinario en cuanto a metodologías, realizando un taller sobre cómo hacer un taller. Para lograr la Cartogra-fía Social, la participación de los actores de la zona de estudio es fundamental. Ello implica un enorme de-safío; es necesario encon-trar los momentos y lugares adecuados al desarrollo de talleres; es importan-te vincularse con distintos vecinos, de características diversas. Se hizo necesario relevar instituciones y gru-pos que tuvieran incidencia en el barrio, para llegar a ellos a intercambiar conoci-miento, a $ n de no repetir experiencias o superponer esfuerzos. Otra parte relevante de nuestro trabajo es el funcionamiento del grupo de investi-gación. Coordinar trabajo, plani$ car entre todos, ir controlando qué hacemos, lleva su tiempo y no siempre es fácil. En la me-dida de lo posible, nos reunimos semanal-mente y entre tanto vamos enviándonos información o intercambiando ideas, cons-truyendo sobre una base común, vía co-rreo. Incluso de esta manera logramos la elaboración del presente artículo. El proyecto sigue en curso por este año, pero sin duda lo más importante es la experiencia generada para el desarrollo de un trabajo en grupo, enmarcado en una instancia formal. No todo salió como es-perábamos, incorporamos algunos com-

pañeros y otros no pudieron seguir todo el proceso.

En & n, seguiremos hasta el & n, ensa-yando y aprendiendo, porque como dijo el General: “no se puede cambiar de ca-ballo en la mitad del río”.

Algunos croquis como ejemplo de la metodología

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Profesor fundador del Laboratorio de Desarrollo Sustentable y GestiónAmbiental del Territorio (LDSGAT) del Departamento de Geografía en el año 1991

Su formación académica de origen fue la Agronomía, egresando en 1974. Siendo estudiante avanza-do ingresa a la Dirección de Suelos y Fertilizantes del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca,

permaneciendo por casi 40 años. En dicha institución fue integrante del equipo pionero que comandó la elaboración de la carta de suelos 1:1.000.000 y gran impulsor de la carta de suelos y unidades de paisaje a escala predial 1:20.00 (CONEAT). Es durante estos proyectos que tuvo la posibilidad de realizar estudios de posgrado en física de suelos, en París - Francia (ORSTOM).

Luego se consolidó como investigador realizando varias publicaciones de la cuales se destacan “La aptitud de uso pastoril de los suelos del Uruguay” y la “Interpretación agronómica de la Carta de Reco-

nocimiento de Suelos del Uruguay”. Su espíritu innovador y su gran conocimiento del territorio y de su gente, le hizo tomar conciencia de lo que implicaba el uso y estilo de los recursos naturales, principalmente suelo y agua. En este sentido fue coautor de la actual Ley de Conservación de Suelos y aguas del Uruguay. Como estudiantes de la Licenciatura en Geografía tuvimos la oportunidad de trabajar cerca de él. Pu-dimos así descubrir un excelente docente cuya vocación, dedicación y paciencia le permitió transmitir los conocimientos adquiridos en su formación y experiencia en distintas temáticas. Sin duda Ricardo fue un docente que siempre supo considerar y respetar las opiniones de los estudiantes, lo que junto a su calidad humana lo convirtió en un docente respetado y querido por los estudiantes. Desde nuestro ingreso a la Facultad nos apoyó con optimismo en todos nuestros emprendimientos. Nos vio crecer en varios aspectos, siguió nuestra formación y nos formó. En cada momento nos transmitió entusiasmo y con$ anza a nivel académico y personal. Sin dudas que estará en el mayor recuerdo ya que fue una excelente persona y un gran docente.

Carolina, Lucía, Mauricio

Prof. Ing. Agrómono Ricardo Cayssials (1946-2008)

objetivos resumidos

bibliografía para arrancar

algunas técnicas

+data• Sistematizar, a través de la Cartografía Social, información de la zona con posibilidades de ser usada por gente de la zona

• Fomentar la ampliación y profundización del vínculo entre la casa de estudios -Fac. de Cien-cias- y los otros actores del espacio geográ$ co que la contiene

• Desarrollar práctica en la aplicación de técnicas de investigación necesarias para nuestra forma-ción, enfocándola como un trabajo interdiscipli-nar

• Establecer la existencia o no de un “sentimiento de identidad” en los habitantes de la zona con respecto a ella, y analizar cómo repercute en la aproximación del espacio

BOSQUE SENDRA, JOAQUÍN Y OTROS: “Prácticas de geografía de la percepción y de la actividad cotidiana”. Editorial Oikos-tau. 1992 (biblioteca Fac. Ciencias).

DE CASTRO, CONSTANCIO: “La geografía en la vida cotidiana. De los mapas cognitivos al prejuicio regional”. Ediciones del Serbal. 1997 (biblioteca Fac. Ciencias).

FILARDO , VERÓNICA (COORD.): “Usos y apropiaciones de espacios públicos de Montevideo y clases de edad”. Departamento de Sociología, Facultad de Ciencias Sociales, UdelaR. 2007.

GARCÍA BARÓN, CATALINA: “Barrios del mundo: Historias urbanas. La cartografía social... Pistas para seguir”. Extraído de: http://www.insumisos.com/lecturasinsumisas/Historia%20urbana%20de%20los%20barrios.pdf

• Talleres para la elaboración de mapas menta-les colectivos

• Elaboración de mapas mentales a partir de iconografía colocando un mapa en blanco en un espacio público, se obtienen mapas menta-les colectivos pero no interactivos

• Trabajo de reconocimiento de imágenes con los distintos actores

• Difusión y discusión de trabajos audiovisuales

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