Luego que Mara Santsima oy del ngel Gabriel que su prima Isabel esperaba un hijo, sinti que deba ir con prontitud para ayudarles y llevarles las gracias y bendiciones del Hijo de Dios que se haba encarnado en Ella.

Las Biblias suelen traducir: "de prisa", "con prontitud" de la palabra griega "spoud" que tiene varios significados: celo, diligencia, empeo, cuidado, seriedad, dignidad; cualidades que la definen. Ella comprende que su prima, de edad avanzada, va a necesitar ayuda y no duda en ir a su encuentro.

San Agustn, afirma: El ngel anuncia, la Virgen escucha, cree y concibe. Y aade: Cree la Virgen en el Cristo que se le anuncia, y la fe le trae a su seno; desciende la fe a su corazn virginal antes que a sus entraas la fecundidad maternal.

Ms de 160 km separan Nazaret de Ayn Karim. Mara se pone pues en camino y seguramente con Jos. Las mujeres de Oriente no hacan nunca solas viajes largos y ste llevaba unos cuatro das de marcha, desde Galilea hasta la montaa de Judea.

Mara marchaba grvida de Dios, llevando en sus entraas al divino Infante, que es el Visitante principal -Primera Procesin del Corpus-.

Al igual que el ngel entr en su casa y la salud con el saludo divino, Mara entr en casa de Zacaras y salud a Isabel. De mujer a mujer, de mujer de la que va a ser Madre de Dios a la que ser madre del Precursor.

Ante el saludo de Mara, tambin Isabel sinti la alegra mesinica y qued llena de Espritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: Bendita t entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno (Lc 1,41-42).

En virtud de una iluminacin superior, comprende la grandeza de Mara que, ms que Yael y Judit, quienes la prefiguraron en el Antiguo Testamento, es bendita entre las mujeres por el fruto de su seno, Jess, el Mesas.

La exclamacin de Isabel "con gran voz" manifiesta un verdadero entusiasmo religioso, que la plegaria del Avemara sigue haciendo resonar en los labios de los creyentes, como cntico de alabanza de la Iglesia por las maravillas que hizo el Poderoso en la Madre de su Hijo.

San Ambrosio anota que fue Mara la que se adelant a saludar a Isabel puesto que es la Virgen Mara la que siempre se adelanta a dar demostraciones de cario a quienes ama.

Por medio de la visita de Mara, llev Jess a aquel hogar, muchos favores y gracias: el Espritu Santo a Isabel, la alegra a Juan, el don de Profeca, etc, los cuales constituyen los primeros favores del Hijo de Dios encarnado.

San Bernardo seala aqu que desde entonces Mara qued constituida como "Canal inmenso" por medio del cual la bondad de Dios nos enva cantidades admirables de gracias, favores y bendiciones.

Jess emple a su Madre para santificar a Juan Bautista y ahora ella sigue siendo el medio por el cual Jess nos santifica por medio de su Espritu Santo, como a Isabel, como a Juan.

Este fue el primero de los numerosos viajes de Mara a ayudar a los dems como Madre de Redentory primera misionera llevando a Jess para que bendijera a otros.

Isabel (y Juan el Precursor en su seno) y Mara (y Jess en su seno) constituyen la primera iglesia naciente por la efusin del Espritu Santo.

El Espritu Santo nos llena de su alegra y de sus dones, porque donde entra el Espritu de Dios hay gozo, paz y vida divina y eterna.

Ante la excelencia de Mara, Isabel comprende tambin qu honor constituye para ella su visita: De dnde a m que la madre de mi Seor venga a m? (Lc 1,43).

Con la expresin mi Seor, Isabel reconoce la dignidad real, ms an, mesinica, del Hijo de Mara.

En efecto, en el Antiguo Testamento esta expresin se usaba para dirigirse al rey ( 1 R 1, 13, 20, 21, etc.) y hablar del rey-mesas (Sal 110,1).

A diferencia de Zacaras, Mara ha credo en el mensaje del Seor y ha pasado a encabezar la amplia lista de los que sern objeto de bienaventuranza.

Por la fe de Abraham empez la Historia de la Salvacin. Por la fe de Mara S, que se cumpla en m tu palabra! se realiz definitivamente el plan de salvacin trazado y prometido por Dios.

Feliz la que ha credo que se cumpliran las cosas que le fueron dichas de parte del Seor! (Lc 1, 45). Isabel, con su exclamacin llena de admiracin, nos invita a apreciar lo que la presencia de la Virgen trae como don a la vida de cada creyente.

Mara no va a ninguna parte sin su Jess. Si viene a nosotros o si vamos a ella resulta imposible no encontrarse con Jess. Mara, como Madre, es una Medianera natural entre Jesucristo y nosotros.

Mara recibe con humildad las palabras de saludo y de bendicin de parte de Isabel.

No niega el misterio, no rechaza la fuerza y la alegra de la gracia. Por eso su cntico de alabanza, el Magnficat, es la oracin de los pobres del Seor, una alabanza agradecida por la presencia de Dios que salva a su pueblo.

De Mara aprendemos la leccin ms importante para nuestra vida cristiana. Mara nos ensea a ser creyentes, a aceptar la Palabra, a decir siempre S a Dios.

Dios todopoderoso, tu que inspiraste a la Virgen Mara, cuando llevaba en su seno a tu Hijo, el deseo de visitar a su prima Isabel, concdenos, te rogamos, que, dciles al soplo del Espritu, podamos, con Mara, cantar tus maravillas durante toda nuestra vida.

Por Nuestro Seor Jesucristo. Amn.

Si deseas recibir archivos de Espiritualidad Catlica enva un correo sin asunto y sin texto a:siembra_amor+subscribe@googlegroups.com

Los archivos del mes puedes descargarlos en:http://siembraconmigo.blogspot.com/Servicio Gratuito