SABER A QUIEN LE CUENTAS LAS COSAS Y LA PUNTUALIDAD IMPORTAN

Era un lunes 12 de marzo, un da nublado y lluvioso. Eran ya las 8:30, hora de entrar ya a clase y a Oscar an le quedaban unas cuantas calles que atravesar para llegar a su instituto. Lleg cinco minutos tarde y debido a su retraso ya estaba todo el mundo en sus correspondientes aulas. l educadamente llam a la puerta:

-Adelante, contest Ana, la profesora de lengua y literatura.

-Puedo pasar?, pregunt Oscar.

-S, adelante pero deberas llagar ms puntual.

-Yaaa La verdad que se me ha hecho un poco tarde pero bueno por cinco minutos no pasa nada.

-Cmo que no pasa nada? No conoces la historia del poltico en la despedida del cura?

-Mmm No, contesto Oscar.

-Alguno la conoce chicos?, Pregunt Ana.

-No, respondieron el resto de los compaeros.

-Bueno Oscar pues sintate en tu sitio por favor, que os la voy a contar.

La profesora procedi a contar la historia:

Al Padre Javier le estaban haciendo su cena de despedida por 25 aos de trabajo en una Parroquia.Un poltico miembro de la comunidad fue invitado para dar un breve discurso.

Como el poltico tardaba en llegar, el sacerdote decidi decir unas palabras l mismo para llenar el tiempo:

-'Mi primera impresin de la Parroquia la tuve con la primera confesin que me toc escuchar. Pens que me haba enviado el Obispo a un lugar terrible, ya que la primera persona que se confes me dijo que haba robado un televisor, que les haba robado dinero a sus padres, haba robado tambin en la empresa donde trabajaba, adems de tener aventuras sexuales con la esposa de su jefe. Tambin en ocasiones se dedicaba al trfico y a la venta de drogas.

Y para finalizar, confes que le haba trasmitido una enfermedad venrea a su cuada. Me qued asombrado y asustadsimo... Pero cuando transcurri un tiempo, fui conociendo ms a la gente y vi que no eran todos as, vi una parroquia llena de gente responsable, con valores, comprometida con su fe. Y as he vivido los 25 aos ms maravillosos de mi sacerdocio'.

Justamente en este momento lleg el poltico, por lo que se le dio la palabra. Por supuesto, pidi disculpas por llegar tarde y empez a hablar diciendo:

-'Nunca voy a olvidar el primer da que lleg el Padre a nuestra Parroquia... de hecho, tuve el honor de ser el primero que se confes con l...'

Cuando la profesora acab de contar la historia la clase se alborot debido a las risas de los alumnos. Ella concluy este relato escribiendo la moraleja de la historia.

Aqu hemos aprendido, que no se debe de llegar tarde

Y nunca confiar en nadie