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1 Los dichos más... que... Composición, metáfora y humor Por: Manuel Burgos Introducción: La exageración es un recurso común en nuestras conversaciones cotidianas. Los hablantes tenemos la capacidad de reconocer ciertos enunciados como figuras hiperbólicas, y, por lo tanto, no los evaluamos en términos de su veracidad. Pensemos en expresiones comunes del tipo: (1) a. Ya he escuchado eso un millón de veces b. Ese grito casi me deja sordo c. Me maté estudiando para un parcial Para cualquier hablante de español, es evidente que la expresión (1a) no hace referencia al número exacto de veces en que algo fue escuchado, sino a que ha sido escuchado demasiadas veces. De la misma manera, (1b) no se interpreta como el potencial hecho de perder los tímpanos, sino de haber escuchado un grito muy fuerte. Y es obvio que en (1c) la persona no murió en tan loable acto (a menos que sea una voz del más allá) sino que hizo un gran esfuerzo estudiando. En todas ellas, los hablantes pueden reconocer el sentido superlativo que subyace al enunciado. En un sistema simbólico complejo, como lo es el lenguaje verbal, los hablantes encuentran múltiples recursos al momento de plantear una exageración. Estas pueden ser producidas y comprendidas gracias a entonaciones, figuras retóricas, elementos léxicos, construcciones, conocimientos sobre el mundo, entre otros mecanismos. Por lo general, como se verá en este trabajo, las exageraciones se dan a partir de la convergencia de varios de estos niveles. En español, tenemos un tipo de construcción específica que nos permite el planteamiento de una exageración, y su reconocimiento como tal. Se trata de modelos léxico – sintácticos relativamente estables usados para intensificar la significación de un atributo o una acción/estado, y que se articulan como un juego verbal. Por ejemplo: (2) a. Más mexicano que el nopal b. Más aporreado que taza de loco c. Fuma más que monja con retraso d. Habla más que perdido cuando aparece Este tipo de construcciones se pueden caracterizar como unidades fraseológicas, en la medida en que hacen parte del discurso repetido o “todo aquello que, en el hablar de una comunidad, se repite de forma más o menos idéntica, como discurso ya hecho, o combinación más o menos fija” (Coseriu, 1981:298). Por otra parte, su

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Los  dichos  más...  que...  Composición,  metáfora  y  humor  

 Por:  Manuel  Burgos  

 

Introducción:  

La   exageración   es   un   recurso   común   en   nuestras   conversaciones   cotidianas.   Los  hablantes   tenemos   la   capacidad   de   reconocer   ciertos   enunciados   como   figuras  hiperbólicas,   y,   por   lo   tanto,   no   los   evaluamos   en   términos   de   su   veracidad.  Pensemos  en  expresiones  comunes  del  tipo:  

(1)      

a. Ya  he  escuchado  eso  un  millón  de  veces  b. Ese  grito  casi  me  deja  sordo      c. Me  maté  estudiando  para  un  parcial  

Para   cualquier   hablante   de   español,   es   evidente   que   la   expresión   (1a)   no   hace  referencia  al  número  exacto  de  veces  en  que  algo  fue  escuchado,  sino  a  que  ha  sido  escuchado  demasiadas  veces.  De   la  misma  manera,  (1b)  no  se   interpreta  como  el  potencial   hecho   de   perder   los   tímpanos,   sino   de   haber   escuchado   un   grito  muy  fuerte.  Y  es  obvio  que  en  (1c)  la  persona  no  murió  en  tan  loable  acto  (a  menos  que  sea  una  voz  del  más  allá)  sino  que  hizo  un  gran  esfuerzo  estudiando.  En  todas  ellas,  los  hablantes  pueden  reconocer  el  sentido  superlativo  que  subyace  al  enunciado.  

En   un   sistema   simbólico   complejo,   como   lo   es   el   lenguaje   verbal,     los   hablantes  encuentran   múltiples   recursos   al   momento   de   plantear   una   exageración.   Estas  pueden  ser  producidas  y   comprendidas  gracias  a  entonaciones,   figuras   retóricas,  elementos   léxicos,   construcciones,   conocimientos   sobre   el   mundo,   entre   otros  mecanismos.  Por  lo  general,  como  se  verá  en  este  trabajo,  las  exageraciones  se  dan  a  partir  de  la  convergencia  de  varios  de  estos  niveles.  

En   español,   tenemos   un   tipo   de   construcción   específica   que   nos   permite   el  planteamiento   de   una   exageración,   y   su   reconocimiento   como   tal.   Se   trata   de  modelos   léxico   –   sintácticos   relativamente   estables   usados   para   intensificar   la  significación  de  un  atributo  o  una  acción/estado,  y  que  se  articulan  como  un  juego  verbal.  Por  ejemplo:  

 (2)  

a. Más  mexicano  que  el  nopal  b. Más  aporreado  que  taza  de  loco  c. Fuma  más  que  monja  con  retraso  d. Habla  más  que  perdido  cuando  aparece  

Este   tipo  de   construcciones   se  pueden   caracterizar   como  unidades   fraseológicas,  en   la  medida  en  que  hacen  parte  del  discurso   repetido  o   “todo  aquello  que,   en  el  hablar  de  una  comunidad,  se  repite  de  forma  más  o  menos  idéntica,  como  discurso  ya  hecho,  o  combinación  más  o  menos  fija”  (Coseriu,  1981:298).    Por  otra  parte,  su  

  2  

valor   fraseológico   se   basa   en   el   significado   idiosincrático   de   la   expresión,   que   la  acerca   a   los   que   en   la   literatura   se   conoce   como  dichos   o   idioms   (Croft   y   Cruse,  2004;  Erman  y  Warren,  2000;  Fillmore,  1998).    

En  este  ensayo  me  propongo  analizar  aquellas frases idiomáticas que proyectan una relación comparativa entre dos entidades mediante la fórmula Más X que Y. Dentro de esta categoría encuentro dos grupos, que comparten en general los mismos principios, pero se diferencian de acuerdo al elemento comparado según su pertenencia gramatical. El primer grupo analizado, y con más ejemplos dentro del corpus, corresponde a dichos Más X que Y, donde X corresponde a un adjetivo y Y a una frase nominal (FN). De aquí en adelante me referiré a ellos como dichos adjetivos, como en los siguientes ejemplos:

(3)

a.    Más  triste  que  payaso  abucheado.  b.    Más  serio  que  un  revolver.    c.    Más  solo  que  Pinochet  el  día  del  amigo.      

El segundo grupo son dichos que tiene la estructura: X más que Y, donde X representa a un verbo, y Y a una FN, que serán conocidos como dichos verbales, por ejemplo:

(4)

a.  Fuma  más  que  monja  con  retraso.  b.  Come  más  que  vaca  aburrida.  c.  Habla  más  que  perdido  cuando  aparece    

El  estudio  se  basa  en  frases  que  he  tenido  la  oportunidad  de  registrar  durante  los  últimos   años.   Estas   han   sido   escuchadas   en   conversaciones   espontáneas,   y,   en  otros   casos,   obtenidas   bajo   preguntas   explícitas   frente   a   este   fenómeno.   La  mayoría   de   ellas   han   sido   dichas   en   Bogotá   y   Cali,   Colombia,   y   otras   han   sido  enunciadas   por   hablantes   de   español   que   residen   en   Nuevo   México,   EE.UU.   y  Ciudad  de  México1.    

El  enfoque  central  del  análisis  es  la  configuración  semántica  de  estos  dichos.  Dada  la   indisoluble   relación  de   este  nivel   con   la   sintaxis,   planteo   el   estudio  desde  dos    perspectivas:   en   primera   lugar,   daré   cuenta   de   sus   características   estructurales,  basado  en  los  principios  de  construction  grammar    (Fillmore  et  al,  1988;  Langaker,  1991;   Croft   y   Cruse,   2004).   En   segundo   lugar,   planteo   la   relación   entre   los  elementos  internos  de  la  construcción,  como  medio  para  determinar  su  proceso  de  significación.   En   este   nivel   tomo   como   guía   teórica   la   propuesta   de   espacios  mentales   (Fauconier,  1994)  y  conceptual  blending   (Turner  y  Fauconnier,  1996)  y  las  propuestas  sobre  el  rol  de   la  metáfora  en   la  cognición  (Lakoff,  1980).  En  este  nivel,   propongo   un   estudio   de   segundo   componente   de   la   construcción,   la   frase  nominal,   para   así   determinar   cuales   su   rol   en   el   sentido   humorístico   de   la  expresión.   La   distinción   planteada   también   será   usada   para   darle   estructura   al  presente   ensayo.   Las   dos   perspectivas   de   análisis   corresponden   a   los   dos  apartados  principales,  para  al  final  integrarlos  en  las  conclusiones.    

                                                                                                               

1  Al  final  de  este  artículo  presento  un  apéndice  donde  aparecen  todos  los  dichos  encontrados  

  3  

 Análisis  estructural  

La  base  de   esta   perspectiva  de   análisis   son   los   planteamiento  hechos  dentro  del  grupo  de  teorías  de  Construction  Grammar.    Estos  modelos,  ligados  a  la  lingüística  cognitiva,   tienen   diversas   y   complejas   aproximaciones,   por   lo   que   no   busco   una  recopilación  general,    sino  retomar  las  ideas  que  sean  pertinentes  para  el  objeto  de  estudio  de  este  trabajo.  

La  contribución  fundamental  de  esta  teoría  al  presente  análisis  puede  sintetizarse  con   la   siguiente   idea   de   Langaker   “Grammatical   constructions   have   the   effect   of  imposing  a  particular  profile  on  their  composite  semantic  value”  (1991:  13).  Esta  propuesta   coincide   con   la   visión  general  de  Fillmore   (1988)   en   cuanto   a  que   los  construcciones   no   son   simples   receptores   de   elementos   significativos,   sino   que  ellas  mismas  en  sí  aportan  gran  cantidad  de  la  información  de  los  enunciados.    

Esta  mirada  propone  que  no  existe  una  división  entre  sintaxis  y  léxico,  sino  que  los  dos   niveles   interactúan   dentro   de   un   continuum.   En   este   sentido,   Croft   y   Cruse    (2004)   proponen   que   existen   construcciones   con   alto   y   bajo   nivel   de   fijación,  siendo   las   primeras   modelos   sintácticos-­‐léxicos   que   no   admiten   modificación,  como   los   refranes   por   ejemplo,   hasta   esquemas   o   plantillas,   que   permiten   la  introducción   o   el   cambio   de   los   elementos   léxicos   y   la   manipulación   de   la  estructura  sintáctica.    

Los  dichos  mas…  que…  ejemplifican  con  claridad  lo  que  son  los  puntos  intermedios  entre  el  continuo  de  alta  y  baja  fijación.  Por  una  parte,  es  evidente  su  estabilidad  sintáctica,  en  la  medida  en  que  corresponden  a  una  estructura  preestablecida  para  generar   frases   contrastivas.   Por   otra   parte,   existe   la   libertad   de   llenar   sus  componentes  con  diferentes  unidades  léxicas  y  fraseológicas,  donde  la  creatividad  de   los  hablantes  permite  asociaciones  reguladas  por   los  contextos  comunicativos  donde  son  enunciados.  

Los   dichos   más…   que…   están   compuestos   por   cuatro   unidades   verbales  presentadas   en   un   mismo   orden   sintagmático.   Dos   de   ellas   son   estables   (más...  que...)  y  otras  dos  abiertas  a  la  posibilidad  de  una  sustitución  paradigmática.  Este  orden  se  ejemplifica  en  la  siguientes  tablas:    

1.  Dichos  Adjetivos:  

Componente 1 (estable)

Componente 2 (Adjetivo modificable)

Componente 3 (estable)

Componente 4 (FN modificable)

Más Injusto Que Minero sin paga

Tabla 1. Componentes estables y modificables de los dichos adjetivos

2. Dichos verbales:

Componente 1 (Verbo Componente 2 Componente 3 Componente 4 (FN

  4  

modificable) (estable) (estable) modificable)

Come Más Que Vaca aburrida

Tabla 2. Componentes estables y modificables de los dichos verbales

La  regularidad  estructural  de  estos  dichos  tiene  dos  efectos  que  los  hacen  exitosos  desde  el  punto  de  vista   comunicativo.  En  primer   lugar,   los   convierte  en  modelos  productivos,  o  en   términos  de  Thompson     (2006)  reusable   fragments   schemas,   lo  que  le  permite  al  hablante  expresar  diferentes  significados  de  acuerdo  a  modelos  convencionalizados  por  parte  de  una  comunidad  lingüística.  En  segundo  lugar,  y  en  relación  con  lo  anterior,    el  hecho  de  que  los  modelos  hayan  sido  interiorizados,  le  permite   a   los   oyentes   asignarles   el   valor   significativo   de   exageración,   lo   que  contribuye  a  su  éxito  comunicativo.  

Los  componentes  modificables  de  la  estructura  tienen  un  doble  nivel  de  cambio.  El  primero  es  la  elección  de  una  palabra  que  corresponda  a  un  adjetivo  o  un  verbo,  y  el  segundo  es  una  FN  que  varía  en  su  extensión  y  nivel  de  complejidad  sintáctica.  Esta   variación   aportará   diferentes   niveles   de   lecturas   de   intensificación,   como  analizaré  más  adelante.    

Una  de  las  particularidades  gramaticales  de  los  dichos  más...  que...  es  que,  en  el  caso  de  los  adjetivos,  éstos  en  su  mayoría  son  expresados  usando  el  número  singular,  y  el  género  masculino,   incluso  si  el   segundo  componente  es  una  entidad   femenina,  por  ejemplo:    

(5)  

a.  Más  caído  que  teta  de  gitana    b.  Más  agarrado  que  vieja  en  moto      

La  razón  de  la  no  concordancia  gramatical  entre  los  componentes  es  compleja.  Por  una   parte,   confirma   la   tesis   de   Fillmore   (1988)   cuando   propone   que   muchos  dichos   son   extragramaticales,   es   decir,   no   regulados   bajo   las   reglas   gramaticales  convencionales.  Por  otra  parte,  se  podría  pensar  que  la  fórmula  singular,  masculino  es  la  más  neutral,  y  por  lo  tanto  aplicable  a  cualquier  entidad,  lo  que  haría  de  ellas  un  recurso  expresivo  abierto.    

La  anterior  observación  debe  ser  matizada  desde  su  uso  discursivo,  si  se  tiene  en  cuenta   el   referente   al   que   se   hace  mención.   Si   se   trata   de   un   hombre,   el   uso   de  masculino   correspondería   al   género   del   enunciador,   por   ejemplo,     …estoy   más  asustado  que  amante  debajo  de  cama.   Si  el  dicho  es  usado  por  una  mujer,   lo  más  probable   es   que   diga:   estoy   más   asustada   que   amante   debajo   de   cama.   Por   otra  parte,  existen  varios  ejemplos  de  dichos  cuyo  referente  es  un  estado  abstracto,  en  donde  el  adjetivo  no  admitiría  variabilidad  por  su  condición  genérica,  por  ejemplo:    

(6)

a.  Más  injusto  que  minero  sin  paga  b.  Más  feo  que  comida  de  cárcel    

 Los   dichos   verbales   tiene   un   comportamiento   similar:   la  mayoría   de   verbos   son  expresados  en  tercera  persona  singular  en  tiempo  presente.  Sin  embargo,  su  forma  

  5  

depende  de   las  características  del  segundo  componente,   lo  que  conlleva  a  que  se  creen  distintas  figuras  para  referirse  a  distintos  hechos.  Por  ejemplo,  si  el  hablante  quiere  referirse  a  la  incontinencia  verbal  de  una  sola  persona,  el  dicho  adecuado  es  habla  más  que  perdido  cuando  aparece,  o  habla  más  que  lora  mojada.  Pero  si  quiere  referirse  a   la  prolija  actividad  verbal  de  un  grupo,  el  dicho  adecuado  será  hablan  más  que  vecinas  después  de  temblor.    

La  regularidad  de  la  estructura  ha  sido  mostrada  hasta  el  momento.  Sin  embargo,  la   irregularidad   del   segundo   componente,   la   frase   nominal,   tiene   un   efecto  importante  en  la  configuración  y  significado  de  la  construcción,  por  lo  que  vale  la  pena  analizarla  por  separado.  

Tanto  en   los  dichos  adjetivos,   como  verbales,  el   segundo  componente  es  una  FN.  Esta  tiene  diferentes  niveles  de  complejidad.    En  los  dichos  adjetivos,  puede  estar  compuesta  de  un  sustantivo  simple  (7a);  un  artículo  y  sustantivo  (7b);  sustantivo  y  adjetivo  (7c)  o  sustantivo  y  frase  preposicional  (7d).    

 (7)  

a.  Más  perdido  que  Bin  Laden  b.  Más  serio  que  un  revolver  c.  Más  terco  que  borracho  amanecido  c.    Más  peligroso  que  balacera  en  un  ascensor  

 

En   los   dichos   verbales,   se   encuentra   una   FN   compuesta   por   un   sustantivo   y  adjetivo  (8a)  o  sustantivo  y  una  frase  preposicional  (8b).  

(8)  

a.  Se  despide  más  que  circo  pobre  b.  Pasa  más  hambre  que  ratón  en  ferretería    

 

Tanto   en   los   dichos   adjetivos   como   verbales,   la   mayoría   de   FN’s   en   el   segundo  elemento   incluyen   un   frase   preposicional.   Estas   tienen   por   lo   general   tres  características   frente   al   sustantivo:   1.   Indican   una   locación   (9a),   un   relación  temporal  (9b)  o  un  nivel  de  pertenencia,  como  parte  incorporada  a  un  todo  (10a)  o  propiedad  (10b).  

(10)  

a.    Más  asustado  que  mexicano  en  la  frontera  b.    Más  trasnochado  que  vigilante  en  navidad  c.  Más  chupado  que  teta  de  puta  d.  Más  sucio  que  trapero  de  zoológico  

 

Las   características   de   las   FN’s   serán   determinante   en   el   sentido   del   dicho.   En  especial,   las   que   incluyen   frases   preposicionales   mostrarán   una   configuración  interna   que   les   permite   en   sí   mismas   activar   el   componente   humorístico   de   la  expresión.  Por  la  importancia  de  este  segundo  elemento  en  el  dicho,  los  abordaré  desde  su  perspectiva  semántica  en  el  siguiente  apartado.  

Análisis  Semántico  

  6  

Los   dichos   más…   que…   expresan   su   sentido   bajo   complejos   procesos   de  significación.    En  primer  lugar,  existe  una  compresión  global  comparativa  en  virtud  a   la   construcción   bajo   la   cual   los   elementos   se   articulan.     Como   se   vio   en   el  apartado  anterior,  estas  construcciones    se  dan  bajo  un  esquema  sintáctico  estable,  y  la  incorporación  de  conectores  léxicos  que  permiten  establecer  la  relación  de  los  componentes  modificables.  

Así,  la  construcción  léxico  –  sintáctica  imprime  un  primer  sentido,  que  le  indica  al  oyente   un   modelo   convencionalizado   de   enunciado   superlativo.   Este   tipo   de  significación  primaria,  puede  ser  entendido  desde  los  planeamientos  de  Goldberg  frente  a   la   estructura  de   los  argumentos  y   su   relación   con   los  verbos   (1995).  En  términos  globales,   se  asume  que   la   significación  no  está  dada  por   la   suma  de   los  componentes  léxicos,  sino  que  se  da,  en  parte,  por  la  estructura  bajo  la  cual  están  ordenados.  

De   esta   forma,   los   dichos  más…   que…,   en   virtud   a   su   estructura,   conllevan   un  sentido  intrínseco  que  permite  la  comparación  entre  dos  entidades  (los  elementos  modificables),  y  su  organización,  mediada  por  los  conectores  léxicos,  indicarán  una  lectura  superlativa  o  hiperbólica.  

Establecido  este  marco  general  de  significación,  se  llega  entonces  a  la  necesidad  de  identificar   las   características   intrínsecas   de   los   elementos   modificables  (Adjetivos/Verbos   y   FNs)   que   permiten   asociación   dentro   de   la   estructura.   La  interpretación   que   propongo   se   basa   en   el   concepto   de   espacios   mentales  (Fauconier,  1994)  y  conceptual  blending    (Turner  y  Fauconnier,  1996).  

Los  espacios  mentales  son    “very  partial  assemblies  constructed  as  we  think    and  talk,  for  purposes  of  local  understanding  and  action.  They  containin  elements  and  are   structured   by   frames   and   cognitive   models.”   (Fauconnier,   1994).   En   este  sentido,   los  dichos  más…  que…  podrían  ser  considerados  espacios  mentales,  en  la  medida  en  que  interrelacionan  un  nivel  verbal  y  mental,  y  se  estructuran  bajo  un  marco  que  relaciona  elementos  internos.  

Esta   relación   interna   está   licenciada   por   una   elaboración   metafórica.     Lakoff   y  Jonhson   en   su   clásico   texto   Metaphores   we   live   by   (1980),   proponen   que   la  metáfora,   más   allá   de   una   figura   retórica,   constituye   uno   de   los   principales  mecanismos  de  conceptualización.  Este  mecanismo  permite  la  asociación  entre  un  dominio   conceptual   (fuente)   a   otro   dominio   conceptual   (meta).   Los   dichos  analizados   son   muestra   de   la   manera   en   que   estos   dominios   pueden   ser  integrados.    Pensemos  en  el  siguiente  ejemplo:  

(7)     Más  triste  que  un  tango  

En  este  caso,  tenemos  dos  dominios  conceptuales  relacionados  (triste  y  tango).  El  primer  elemento  constituye  un  estado  de  animo  y  el  segundo  un  género  musical.  ¿Qué   es   los   que   permite   tal     asociación?   Si   siguiéramos   una   línea   de   análisis  componencial,  no  encontraríamos  en  las  entidades  las  características  suficientes  y  necesarias   para   dar   cuenta   de   su   relación.   Si   por   el   contrario,   asumimos   que   la  significación  de  las  entidades  está  mediada  por  un  conocimiento  enciclopédico  de  los  hablantes,  gracias  a  su  experiencia  en  el  mundo,  es  posible  encontrar  la  razón  a  tal  asociación.  

En   este   sentido,   Fillmore   (citado   por   Goldverg,   1995:   25)   propone   la   noción   de  escena   o   marco,   entendida   como   una   idealización   de   “coherent   individuatable  

  7  

persception,   memory,   experience,   action,   or   objet”.   En   este   sentido,   las  características   que   permiten   la   relación   metafórica   no   están   dadas   por   el  significado  intrínseco  de  los  dos  componentes,  sino  las  escenas  activadas  en  cada  uno  de  ellos.    

Propongo  que  en  el  caso  de  los  dichos  más…  que…,  la  escena  central  corresponde  al  segundo   componente   (FN,   fuente)   que   se   proyecta   sobre   el   primero  (adjetivo/verbo,  meta).    Esta  relación  está  en  parte  fundamentada  por  los  niveles  de  abstracción  de  los  elementos  contrastados.  Mientras  que  los  adjetivos  y  verbos  activan   una   escena   abstracta   e   idealizada,   las   frases   nominales   se   refieren   a  instancias  concretas,  asociables  a  nuestra  experiencia  personal.  

En   el   ejemplo   (7)   vemos   un   ejemplo   de   esto.   El   estado   de   ánimo   triste   es   de  carácter   genérico   y   se   asocia   a   otros   conceptos   como   depresión,   desgano,  desconsuelo,   lágrimas   etc.   Por   otra   parte,     la   instancia   tango   activa   nociones  asociadas   a   la   experiencia   que   hayamos   tenido   con   el   género   musical,     como  despecho,  melancolía,  nostalgia,   lentitud  etc.  Como  se  ve,     las  redes  asociativas  de  cada   término   coinciden   en   campos   conceptuales,   generándose   allí   el  mecanismo  que  licencia  la  relación  metafórica.    

Esta   perspectiva   de   análisis   se   puede   comprender   desde   lo   que   Barthes   (1968)  propone  como  la  sintagmatización  de  paradigmas.  Es  decir,  la  posibilidad  de  unión  sintagmática   de   dos   elementos   a   través   de   la   relación   que   guardan   sus   ejes  paradigmáticos.  Por  otra  parte,  la  propuesta  de  Black  complementa  está  noción,  el  autor   propone   que   la  metáfora   no   es   dada   por   la   similitud   referencial   entre   los  componentes,  sino  que  “the  metaphore  creates  (the)  similarity”  (1962:37).  

Las   ideas   planteadas   hasta   el  momento   pueden   ser   organizadas   y   estructuradas  mediante   la   teoría   de   conceptual   blending   propuesta   por   Turner   y   Fauconnier  (1996).  Los  autores  proponen  un  modelo  multidimensional,  que  permite  entender  la   significación   a   través   de   la   integración   de   diferentes   espacios   mentales.   El  modelo   propone   que   estos   espacios   se   generan   a   través   de   cuatro   niveles   de  interacción.  Por  una  parte,   tenemos  un  espacio  genérico,  y  por  otro  dos  espacios  “imput”  que  convergen  en  un  blend.  Usando  el  ejemplo  (7)  este  modelo  puede  ser  representado  de  la  siguiente  forma:  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  8  

 

 

 

El   ejemplo   representado   permite   entender   el   proceso   de   significación   cuando   el  imput   2   consta   de   un   solo   concepto.   Sin   embargo,   como   anoté   anteriormente,   la  extensión  de  las  FN    varía  junto  a  su  complejidad  sintáctica,  lo  que  activa  a  su  vez  una  mayor  complejidad  semántica  del  enunciado.  

En  muchos  de   los  dichos,   el   elemento  FN  corresponde  a  un  espacio  mental   en   sí  mismo,   lo   que   produce   como   resultado   que   el   enunciado   se   convierta   en   un  espacio  mental   integrado   o   blended  mental   spaces   (Turner   y   Fauconnier,   1996).  Pensemos  en  el  siguiente  ejemplo:  

(8)     Más  aburrido  que  mico  en  un  bonsai    

En  este  ejemplo,  la  representación  mediante  el  modelo  de  conceptual  blend  sería  el  mismo  que  el  del  ejemplo  anterior,  con  la  diferencia  de  que  el  imput  2  sería,  a  su  vez,  un  blend  de  mico  y  bonsai.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En  el   ejemplo  mostrado,   encontramos  que   se  da  una   relación  de  oposición  entre  los   dos   elementos   de   la   frase   nominal.   Esta   oposición   no   surge   de   las  características   intrínsecas   a   los   conceptos   (mico   y   bonsai)   sino   que   se   produce  justamente  en  relacionarlos.  Al  saber  que  los  micos  andan  en  los  árboles,  y  que  en  ellos  se  desplazan  con  agilidad,  contradice  nuestras  expectativas  el   imaginarlo  en  un   árbol   que   por   su   tamaño   no   permite   esta   actividad.   Esta   imagen   mental   se  refuerza  por  la  noción  de  aburrido,  y  a  partir  de  esta  conjunción  global  se  activa  el  sentido  humorístico  del  dicho.    

Como   mencioné,   la   mayoría   de   los   dichos   estudiados   tienen   una   frase  preposicional  en  su  segundo  elemento,  y  muchas  de  ellas  crean  relaciónes  de  tipo  espacial   y   temporal.   En   estas   relaciones   se   activarán   nociones   que   generan  

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inconsistencias  dentro  del  segundo  elemento,  y,  que,  por  lo  tanto,    serán  la  fuente  del  sentido  humorístico  de  la  expresión:  

(9)  

a.  Más  peligroso  que  balacera  en  un  ascensor  b.  Más  sólo  que  Pinochet  (en)  el  día  del  amigo.    

 

En   el   caso   (9a),   tenemos   de   nuevo   una   relación   locativa   entre   un   evento   y   un  espacio.  El  evento  balacera  implica  la  noción  de  varios  sujetos  disparando  un  arma.  Esto   normalmente   es   concebido   como   una   actividad   realizada   en   un   espacio  abierto  donde  estos   tienen  movilidad.  De  nuevo,   y   similar  al   ejemplo  anterior,   la  locación   donde   se   sitúa   el   evento   rompe   con   estos   marcos   conceptuales:   un  ascensor  es  un  espacio  cerrado,  pequeño  y  sobretodo,  en  relación  con  el  adjetivo  “peligroso”:   no   hay   donde   refugiarse.   Allí,   surge   de   nuevo   la   contradicción   a   la  expectativa  y    por  lo  tanto,  el  sentido  humorístico.  

En   el   caso   (9b)   la   relación   se   da   entre   un   personaje   y   una   fecha   especial.   El  personaje,  para  muchos   latinoamericanos,  evoca   la   figura  del   terror,  del  dictador  sanguinario   que   ordenó   la   tortura   y   desaparición   de  miles   de   chilenos.   Por   otra  parte,   se  activa   la  noción  de  una   fecha  en   la  que  normalmente   se   recuerdas  y   se  visita   a   los   amigos.   Amigo   en   este   caso   activa   las   nociones   de   solidaridad,  compañía,   fraternidad   etc.   De   nuevo,   vemos   como   los   dos   campos   conceptuales  entran   en   contradicción   y   generan   la   insonsistencia:   un   dictador   sanguinario   no  tiene  amigos,  y,  por  lo  tanto,  se  refuerza  el  sentido  de  la  soledad.  

Como  se  ve  en  estos  casos,   la   inconsistencia  no  parte  de  las  características  de  los  conceptos   en   sí,   sino   de   sus   asociaciones.   Esta   relación   puede   ser   caracterizada  desde   la  mirada   de   Idealized     Cognitive  Models   de   Lakoff   (1987).     Para   el   autor,  estos   son  estructuras   cognitivas  que  usamos  al   conceptualizar,   y   están  mediadas  por  nuestro  conocimiento  de  mundo  y  experiencia.  Es  entonces,  en  el  encuentro  de  los  ICM  de  los  sustantivos  en  relación  a  los  ICM  de  un  tiempo  o  un  espacio,  donde  se  da  la  inconsistencia    y  la  activación  de  elemento  humorístico.  

El   otro   tipo   de   frase   preposicional,   la   de   pertencencia   o   relación   parte   todo,  funciona  por  medio  de  un  esquema  diferente.  La  FN  no  genera  una  inconsistencia  interna,   sino   un   grado   de   especialización   del   primer   elemento.   Vemos   los  siguientes  ejemplos:  

 

 

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a.  Más  fiel  que  perro  de  gamín  (pordiosero)    b.  Más  aporreado  que  taza  de  loco  c.  Más  cumplido  que  novia  fea  

 

Tanto  perro  de  de  gamín,  taza  de  loco  o  novia  fea  no  plantean  contradicción  y,  por  lo  tanto,  no  activan  en  sí  mismos  sentido  humorístico.  Lo  que  hacen  es  llevar  la  FN  a  un  tipo  especializado:  no  es  un  perro  cualquiera,  es  un  pero  de  pordiosero,  no  es  una  taza  cualquiera,  es  la  de  un  loco,  cualquier  novia,  es  la  fea.    Al  contrastar  estos  

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tipo  con  el  adjetivo,  se  revela  una  característica  del  ICM,  reconocible  justamente  a  través  del  dicho.  Aquí  radica  el  humor  de  la  expresión,  nos  revela  una  propiedad,  que  asumimos  como  verdadera,  y  en  reacción  a  “la  verdad  revelada”  respondemos  con  risa.    

Otro  de   los  proceso   importantes   en   la   significación   y   comprensión  de   los  dichos  más…  que…   son   los   procesos   de   inferencia   que   se   activan   simultáneamente   a   la  consolidación    del  espacios  mentales.  

Los   procesos   de   inferencia   se   dan   como   una   “interpretación   pragmática”   o  “implicaturas   conversacionales”   de   los   enunciados   (Sperber   y  Wilson,   1994).   En  este  sentido,  el  hablante  asume  que  su  oyente  tiene  un  conocimiento  enciclopédico  que   le  permite   la  exitosa   interpretación  de   lo  él  que  expresa.  Esta   interpretación  está  mediada  por  la  presuposición  de  que  en  la  cadena  comunicativa,  los  hablantes  comparten  visiones  de  mundo.    

En   los   dichos   más…   que…   se   hace   evidente   esta   convencionalización   de  conocimiento   compartido,   que   a   su   vez   permite   la   comprensión   de   la   metáfora  planteada,  pues  “the  meaning  a  metaphor  will  have  for  me  will  be  partly  culturally  determined   and   partly   tied   to   my   past   experiences”   (Lakoff,   1980:110).   El  siguiente   ejemplo   muestra   cómo   interviene   los   procesos   de   inferencia   y   de  conocimiento  cultural  compartido  dentro  de  la  significación  del  dicho:  

(9)     Fuma  más  que  monja  con  retraso  

Para  que  este  dicho  sea  exitosamente  comprendido,  se  requiere  que  el  oyente  siga  una  cadena  de  inferencias,  planteadas  de  la  siguiente  manera:  

Monja   con   retraso   →   Monja   a   la   que   no   le   llega   la   menstruación   →   Monja  posiblemente  embarazada  →  Monja  preocupada  →  Alguien  preocupado  fuma.    

Esta   línea   inferencial   está   determinada   por  marcos   semánticos   en   el   sentido   de  Fillmore.     Es   decir,   no   se   daría   una   comprensión   de   las   inferencias,   si   no  tuviéramos  un  bagaje  cultural  que  nos  informa  acerca  del  voto  de  castidad  de  las  monjas.     Es   por   esta   razón   que   la  monja   se   preocupa,   y   a   su   vez,   tenemos   otro  marco  que  nos  indica  que  es  habitual  que  cuando  alguien  está  preocupado,  tiende  fumar  mucho.   Como   se  muestra,   el   proceso  de   análisis   integra   tanto  una   cadena  inferencial,  como  un  conocimiento  enciclopédico  que  la  licencia.    

Conclusiones:  

En   este   ensayo   he   presentado   consideraciones   acerca   de   los   dichos  más…   que…  Estos   son   construcciones   con   sentido   idiosincrático   que   permiten   formular   la  exageración   de   un   atributo   (dichos   adjetivos)   o   de   una   acción   o   estado   (dichos  verbales).   He   abordado   el   análisis   de   los   dichos   desde   dos   perspectivas  relacionadas:  su  estructura  y  sus  mecanismos  semánticos.  

Frente  a  el  nivel  sintáctico,  he  mostrado  que  éstos  son  construcciones  estables  en  la   medida   en   que   guardan   una   estructura   sintáctica   definida,   y   mantienen   dos  componentes   léxicos   invariables  (más…  que…).  Su  estabilidad  léxico-­‐sintáctica   las  hacen  representantes  del  “discurso  repetido”  (Coseriu,  1981)  y  esta  característica  le   permite   a   los   hablantes   usarlos   como   modelos   para   la   creación   de   nuevos  significados  o  como  fragment  reusable  schemas  (Thompson,  2006).  Por  otra  parte,  muchos  de  ellos   tienen  elementos  extragramaticales,   característica   común  de   los  

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dichos   o   idioms   (Fillmore,   1982).   Por   otra   parte,   se   analizó   la   estructura   del  segundo   componente,   y   se   mostró   que   la   mayoría   corresponde   a   una   frase  preposicional  que  funciona  bajo  tres  esquemas  básicos:  relación  locativa,  temporal  y  de  pertenencia.    

El  proceso  de  significación  se  da  mediante   la   interacción  de  un  marco  general,   la  estructura  estable,  que  al  integrar  dos  campos  conceptuales  genera  la  creación  de  un  espacio  mental  (Fauconnier,  1994).  La  metafora  juega  un  rol  importante,  en  la  medida   en   que   la   asociación   entre   los   campos   conceptuales   se   deriva   de   las  activaciones  metafóricas  de  las  entidades  contrastadas.  Siguiendo  la  idea  de  Black  (1961)   de   que   la   metáfora   es   la   que   genera   la   similitud,   he   usado   la   teoría   de  conceptual  blending     propuesta  por  Turner  y  Fauconnier   (1996).  Este  modelo  de  representación   semántica   permite   entender   cómo   se   da   la   integración   de  significados   a   partir   de   la   interacción   de   un   espacio   genérico   sobre   dos   imputs  (elementos  contrastados)  y  su  fusión  en  un  espacio  integrado  (blend).  He  mostrado  que   los   elementos   contrastados   pueden   ser   a   su   vez   un   espacio   mental,   lo   que  amplía  el  modelo  a  blended  mental  spaces.    

Tomando  en  cuenta  la  relevancia  de  las  frases  preposicionales  en  la  configuración  del   dicho,   he   analizado   los   mecanismos   de   significación   de   los   tres   tipos   más  comunes:   locativos,   temporales   y   de   pertenencia.   He   planteado   que   en   los   dos  primeros   casos,   el   elemento   humorístico   se   genera   a   partir   de   la   contradicción  entre  el   sustantivo  y  el  espació  o  el   tiempo  dentro  del   segundo  componente.  Esa  contradicción  interna  de  la  FN  se  refuerza  con  el  adjetivo  o  verbo  inicial,  y  de  ahí  surge   la   exageración   humorística.   En   el   caso   de   los   frases   preposicionales   de  pertenencia,  el  mecanismo  funciona  por  medio  de  una  especialización  de  tipo.    En  este  caso,  podemos  reconocer  la  propiedad  expuesta  en  adjetivo  inicial  como  una  de   las   características   dentro   del   ICM   del   tipo,   está   se   presenta   como   “una  revelación  de  una  verdad”  y  por  lo  tanto,  genera  el  sentido  humorístico.    

Por  último,  he  mostrado  como  en   la  comprensión  de   los  dichos  se  hace  presente  una  “contextualización  pragmática”  (Sperber  y  Wilson,  1994).  En  este  sentido,  los  dichos   proponen   una   cadena   inferencial,   que   se   da   por   nuestro   conocimiento  enciclopédico   del   mundo.   Este   conocimiento   es   generado   a   través   de   nuestra  experiencia  y  está  regulado  por  el  marco  cultural  de  la  comunidad  lingüística  a  la  que  pertenecemos.  El  éxito  comunicativo  de  algunos  de  los  dichos  depende  de  un  seguimiento  inferencial,  mediado  por  conocimientos  compartidos,   lo  que  los  hace  complejos  y  esté  será  su  elemento  humóristico  o  atractivo  pues  se  plantean  como  una  adivinanza.    

 

   

Bibliografía:  

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Apéndice    

 

Más  solo  que  Pinochet  el  dia  del  amigo  Hablan  mas  que  vecinas  depues  de  temblor  Más  aburrido  que  mico  en  un  bonsai  Mas  mamado  que  chupo  de  guardería  Mas  sucio  que  trapero  de  zoológico  Más  tragado  que  tanga  de  brasilera  Mas  cerrado  que  culo  de  muñeca.  Mas  pelado  que  culo  de  bebe  Mas  perdido  que  grano  de  maíz  en  baile  de  gallinas  Mas  feo  que  pegarle  a  la  mama  Mas  feo  que  murciélago  de  escaparate  Más  caído  que  teta  de  gitana  Más  ordinario  que  yogurth  de  yuca  Más  contento  que  marrano  estrenando  lazo  Mas  perdido  que  hijo  de  puta  el  dia  del  padre  Mas  cursi  que  ataúd  con  calcomanias.  Se  despide  más  que  circo  pobre  Más  torpe  que  suicida  sin  vocacion    Más  preocupado  que  zapatista  sin  pasamontana  Más  salado  que  boton  de  body.  Más  incomodo  que  un  condon  de  fique  Más  aburrido  que  un  taliban  en  un  pogo  Más  ordinariao  que  tamal  con  whisky  Más  marica  que  un  timbre  rosado  Más  gay  que  una  corbata  de  Hello  Kitty...  Más  cansón  que  un  pulga  en  mala  parte  Habla  mas  que  perdido  cuando  aparece  Más  aporreado  que  taza  de  loco  Más  fiel  que  perro  de  gamín  Más  triste  que  payaso  abucheado  Más  terco  que  borracho  amanecido  Más  asustado  que  mexicano  en  la  frontera  

Más  injusto  que  minero  sin  paga  Más  feo  que  comida  de  cárcel  Más  cansado  que  hipy  trasnochado  Más  colorido  que  fiesta  de  payaso  Más  asustado  que  amante  debajo  de  la  cama  Fuma  mas  que  monja  con  retraso    Más  pacifista  que  Gandi  enmariguanado  Más  perdido  que  Bin  Laden  Más  mamado  que  teta  de  puta  Más  flaco  que  etiope  anoréxico  en  ramadam  Más  trasnochado  que  vigilante  en  navidad  Más  raro  que  marrano  en  trapecio  Más  feo  que  gamin  transnochado    Más  triste  que  un  tango  Más  cumplida  que  novia  fea  Mas  raro  que  bollo  de  tres  puntas  Más  rápido  que  polvo  de  gallo    Más  prendido  que  mico  en  palo  Más  prendido  que  arbolito  de  navidad  Más  aburrido  que  gorgojo  en  un  riel  Más  canson  que  sobrinito  con  pistola  de  agua  Más  feo  que  abrazar  a  la  mama  con  parola  Más  contento  que  marrano  estrenando  lazo  Más  serio  que  un  revolver    Más  picado  que  muela  de  gamin  Más  engallada  que  novia  de  traqueto  Pasa  más  hambre  que  ratón  en  ferreteria  Come  más  que  vaca  aburrida  Mas  peligroso  que  balacera  en  un  ascensor  Más  claro  que  un  pelo  en  el  arroz  Más  serio  que  chavo  de  queso  Más  mentiroso  que  un  brasier  Más  mexicano  que  el  nopal