los tres escenarios del ajuste que se viene

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E&R Economía & Regiones Tte. Gral. Juan D. Perón 725 Piso 8º Capital Federal CP (C1038AAO) TE/Fax: (5411) 43254339/4373 www.economiayregiones.com.ar Email: [email protected] SEMANARIO ECONÓMICO E&R TRES ESCENARIOS DEL AJUSTE QUE SE VIENE Nuestro país atraviesa una crisis cambiaria en la que el BCRA está experimentando una sostenida y creciente pérdida de reservas como consecuencia de intentar mantener un tipo de cambio fijo o cuasi fijo (con pequeñas devaluaciones) y a la vez llevar a cabo una política fiscal excesivamente expansiva financiada con emisión. Lo que ocurre es que el Central emite para monetizar el déficit fiscal, esa emisión genera un exceso de oferta en el mercado de dinero, el público percibe que “sobran pesos” y se desprende de ellos demandando divisas y corriendo contra las reservas internacionales. En resumidas cuentas el déficit fiscal se financia con la sucesiva pérdida de reservas. En este contexto, el gobierno puede elegir entre hacer el “ajuste fiscal por las buenas”, que implicaría reducir o eliminar el déficit fiscal y así abortar el drenaje de dólares. O, por el contrario, seguir monetizando el déficit y dejar que la crisis haga el “ajuste por las malas”. Es decir, las reservas caerían hasta un nivel mínimo a partir del cual el Central dejaría de defender el tipo de cambio, la moneda se liberaría y sufriría una marcada depreciación. Con la liberación del tipo de cambio las reservas dejarían de caer pero la brusca devaluación provocaría un pico inflacionario cuyo “pass through” depende del estado de la economía. El shock inflacionario que provocaría la devaluación licuaría el exceso de gasto y el déficit fiscal. INEQUIDAD DEL GASTO PÚBLICO La política de subsidios económicos busca abaratar los bienes (subsidiados), y así aumentar el ingreso disponible de las familias de modo tal que se maximice el gasto agregado y el crecimiento económico. No obstante, en el intento de “fogonear” el consumo y el crecimiento se incurrieron en costos macroeconómicos, microeconómicos y distributivos: El costo macroeconómico fue financiar dicho gasto (y el déficit fiscal creciente) con emisión forjando un desequilibrio monetario. El costo microeconómico fue generar problemas de oferta (oferta insuficiente) en los sectores intervenidos. Y el costo distributivo fue cobrar más impuesto inflacionario a los que tienen mayor propensión marginal a consumir, para beneficiar a la clase media (y media alta) de CABA y GBA que tienen una menor propensión marginal al consumo y se benefician con el subsidio. En definitiva, la política de subsidios es cada vez más inequitativa, por lo que un ajuste fiscal basado en la eliminación (reducción) de los subsidios económicos no sólo es indispensable para solucionar los grandes desequilibrios macro, sino también para hacer más equitativa la redistribución del ingreso a través de la política fiscal. SEMANARIO ECONÓMICO E&R – Nº 106 Fecha: 21 de febrero de 2014 Director Economistas Verónica Sosa Guillermo Giussi Diego Giacomini Mario Sotuyo Esteban Arrieta Alejandro Caldarelli

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E&R

E c o n o m í a   &   R e g i o n e s  Tte. Gral. Juan D. Perón 725 Piso 8º ‐ Capital Federal ‐ CP (C1038AAO) TE/Fax: (5411) 4325‐4339/4373 

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SEMANARIO ECONÓMICO E&R

  

TRES ESCENARIOS DEL AJUSTE QUE SE VIENE 

Nuestro  país  atraviesa  una  crisis  cambiaria  en  la  que  el  BCRA  está experimentando una  sostenida  y  creciente pérdida de  reservas  como consecuencia de  intentar mantener un  tipo de cambio  fijo o cuasi  fijo (con pequeñas devaluaciones) y a la vez llevar a cabo una política fiscal excesivamente expansiva financiada con emisión. Lo que ocurre es que el Central emite para monetizar el déficit fiscal, esa emisión genera un exceso  de  oferta  en  el  mercado  de  dinero,  el  público  percibe  que “sobran  pesos”  y  se  desprende  de  ellos  demandando  divisas  y corriendo contra  las reservas  internacionales. En resumidas cuentas el déficit fiscal se financia con la sucesiva pérdida de reservas. 

En este contexto, el gobierno puede elegir entre hacer el “ajuste fiscal por  las buenas”, que  implicaría  reducir o eliminar el déficit  fiscal y así abortar el drenaje de dólares. O, por el contrario, seguir monetizando el déficit y dejar que  la crisis haga el “ajuste por  las malas”. Es decir,  las reservas  caerían  hasta  un  nivel  mínimo  a  partir  del  cual  el  Central dejaría de defender el tipo de cambio, la moneda se liberaría y sufriría una marcada  depreciación.  Con  la  liberación  del  tipo  de  cambio  las reservas dejarían de caer pero la brusca devaluación provocaría un pico inflacionario cuyo “pass through” depende del estado de  la economía. El  shock  inflacionario que provocaría  la devaluación  licuaría el exceso de gasto y el déficit fiscal.  

INEQUIDAD DEL GASTO PÚBLICO 

La  política  de  subsidios  económicos  busca  abaratar  los  bienes (subsidiados),  y  así  aumentar  el  ingreso  disponible  de  las  familias  de modo  tal  que  se  maximice  el  gasto  agregado  y  el  crecimiento económico. No obstante, en el  intento de “fogonear” el consumo y el crecimiento  se  incurrieron  en  costos  macroeconómicos, microeconómicos  y  distributivos:  El  costo  macroeconómico  fue financiar dicho gasto (y el déficit fiscal creciente) con emisión forjando un  desequilibrio  monetario.  El  costo  microeconómico  fue  generar problemas de oferta (oferta insuficiente) en los sectores intervenidos. Y el  costo  distributivo  fue  cobrar más  impuesto  inflacionario  a  los  que tienen mayor propensión marginal a consumir, para beneficiar a la clase media (y media alta) de CABA y GBA que tienen una menor propensión marginal al consumo y se benefician con el subsidio. 

En definitiva,  la política de subsidios es cada vez más  inequitativa, por lo  que  un  ajuste  fiscal  basado  en  la  eliminación  (reducción)  de  los subsidios  económicos  no  sólo  es  indispensable  para  solucionar  los grandes desequilibrios macro, sino también para hacer más equitativa la redistribución del ingreso a través de la política fiscal. 

 

 

 

 

 

 

 

 

SEMANARIO ECONÓMICO E&R – Nº 106 Fecha: 21 de febrero de 2014 

Director EconomistasVerónica SosaGuillermo GiussiDiego GiacominiMario SotuyoEsteban Arrieta

Alejandro Caldarelli

SEMANARIO ECONÓMICO E&R – Nº 106                                                           21 de febrero de 2014  

E c o n o m í a   &   R e g i o n e s  Tte. Gral. Juan D. Perón 725 Piso 8º ‐ Capital Federal ‐ CP (C1038AAO) TE/Fax: (5411) 4325‐4339/4373 

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TRES ESCENARIOS DEL AJUSTE QUE SE VIENE 

Nuestro  país  atraviesa  una  crisis  cambiaria  en  la  que  el  BCRA  está  experimentando  una sostenida y creciente pérdida de reservas como consecuencia de intentar mantener un tipo de cambio  fijo  o  cuasi  fijo  (con  pequeñas  devaluaciones)  y  a  la  vez  el  gobierno  sostiene  una política fiscal excesivamente expansiva financiada con emisión. De esta manera el BCRA emite para financiar el exceso de gasto monetizando el déficit fiscal, esa emisión genera un exceso de oferta en el mercado de dinero, el público percibe que “sobran pesos” y se desprende de ellos  demandando  divisas  y  corriendo  contra  las  reservas  internacionales.  En  resumen,  el déficit fiscal se financia con pérdida de reservas y, por ende, a mayor déficit mayor pérdida de reservas (ver gráfico 1). 

Gráfico 1: la caída de reservas es explicada por el déficit fiscal.   

 

Fuente: E&R en base a Mecon y BCRA. 

De no mediar ninguna corrección,  la pérdida de reservas continuará “de  la mano” del déficit fiscal, cayendo hasta un nivel mínimo a partir del cual  la agudización del ataque especulativo exigirá  la  depreciación  y  luego  liberación  del  tipo  de  cambio.  Con  la  liberación  del  tipo  de cambio  las  reservas dejarán de  caer y  será el  shock  inflacionario el que  licúe el exceso de gasto y el déficit fiscal. Este es el ajuste “por las malas”, el tipo de ajuste que hace el sistema económico  cuando  los  políticos  no  están  dispuestos  a  hacerlo  previamente.  Todo  este enfoque, cuyo pionero es Paul Krugman, describe perfectamente  lo que sucede actualmente en Argentina y muestra también lo que muy probablemente acontecerá si no enderezamos el rumbo con un cambio de política económica.  

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El  gobierno  puede  elegir  entre  hacer  el  “ajuste  por  las  buenas”,  que  implicaría  reducir  o eliminar  el  déficit  fiscal  y  así  abortar  el  drenaje  de  dólares  o,  por  el  contrario,  seguir monetizando el déficit y dejar que la crisis haga el “ajuste por las malas”. Cualquier estrategia de ajuste aislado e incompleto le permitirá al gobierno ganar tiempo, postergando la decisión de hacer la corrección necesaria  a costa de empeorar el “desenlace por la malas”.  Este último escenario no sólo es  fuertemente  recesivo, sino que  también es socialmente  inequitativo ya que habrá un fuerte deterioro del poder adquisitivo de los salarios y las jubilaciones.   

En pocas palabras, el gobierno enfrenta la encrucijada de hacer el ajuste o dejar que la crisis lo haga  licuando  gastos  y  déficit.  Luego  a modo  de  ejercicio  intentamos medir  los  escenarios posibles,  dado  que  resulta  fundamental  computar  los  costos  que  cada  ajuste  genera  en términos de nivel de actividad, salario, inflación y empleo. Nuestra hipótesis es que el “ajuste por las buenas” (como su nombre lo anticipa) es sustancialmente menos dañino para nuestra economía  en  términos  de  nivel  de  actividad,  salario  real  y  empleo  que  cualquier  otra alternativa. 

“Ajuste por las malas” 

El  ajuste  “por  las  malas”  es  el  escenario  resultante  de  no  cambiar  las  actuales  políticas económicas, sino potenciarlas.  

Suponemos que el gobierno continúa y acentúa (como viene haciendo año tras año) su política fiscal desmedidamente expansiva, acrecentando el déficit. A mayor déficit, mayor dominancia fiscal. El  tesoro sigue  financiando el exceso de gasto público con emisión, que se  traduce en pérdida de reservas creciente hasta que dicha pérdida se torna insostenible y el Central libera el tipo de cambio forjando una nueva devaluación brusca. 

En la actualidad el gasto público representa el 37% del PBI. En la estructura de gasto público se destaca el peso de las jubilaciones (27% del gasto y 10% del PBI), la coparticipación (22% del gasto y 8% del PBI), las partidas destinadas a subsidios económicos, tales como la energía y el transporte  (13%  del  gasto  y  el  4.8%  PBI)  y  los  salarios  (10%  del  gasto  y  el  3.7%  PBI)  (ver gráfico). Cada componente tiene distinto grado de elasticidad frente a la devaluación y es más o menos difícil de ajustar a la baja. 

De todos modos, en este escenario, el gasto total se  incrementa cerca del 54% en promedio dado que  si bien  la mayoría de  las partidas percibe  incrementos nominales cercanos al 35% anual,  el  impacto de  la devaluación  encarece  los  subsidios  económicos  (energía  importada) haciendo que esta partida de gasto aumente un 132% en términos nominales. Para entender esta  fuerte elasticidad del gasto en subsidios económicos con respecto a  la devaluación, hay que  recordar que actualmente el gasto agregado en energía es  financiado en un 67% por el Estado y en un 33% por el sector privado. Esto quiere decir que cada $100 de gasto en energía, el  sector  público  nacional  (SPN)  pagaba  $67  y  los  privados  $33.  Pero  como  el  precio  de  la energía es valuado en dólares, si el tipo de cambio se deprecia un 50%, la misma cantidad de energía que  antes  costaba  $100  ahora pasará  a  costar  $150.  Sin  embargo,  sin  aumento de tarifa y sin cambios en los niveles de consumo, el sector privado seguirá pagando $33, pero el 

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sector  público  tendrá  que  pagar  $117  (los  $67  de  antes  más  el  encarecimiento  de  $50 producto de la devaluación).   

Volviendo al  resto de  las partidas del gasto,  los  salarios del  sector público y  las  jubilaciones aumentarían un 35% y un 30% anual respectivamente, dado que  las paritarias y acuerdos se cerrarían  antes  del  ajuste  de  precios.  Otras  partidas más  ligadas  a  la  “nominalidad”  de  la economía  como  la  coparticipación  (+70%),  las  erogaciones  de  bienes  y  servicios  (+60%) también presentarían aumentos por encima del promedio (+54%).      

Gráfico 2: Componentes del gasto público y crecimiento según componente. 

Transferencias privadas a "sociales"

2%

Transferencias privadas a 

"económicas"13%

Prestaciones Seg Soc27%

Salarios10%

Bienes y Servicios3%

Universidades3%

Gastos de Capital9%

Transf Spublico (sin Universida y Copa)

2%

Déficit Empresas Públicas1%

INTERESES4%

COPARTICIPACIÓN22%

Otros4%

Estructura del Gasto  Público Nacional en 2013

25%

30%

35%

35%

35%

35%

35%

35%

35%

60%

70%

132%

Otros

Prestaciones Seg Soc

Transferencias privadas sociales

Salarios

Universidades

Gastos de Capital

Transf Spublico (sin Universida y Copa)

Déficit Empresas Públicas

INTERESES

Bienes y Servicios

COPARTICIPACIÓN

Transferencias privadas a económicas

Crecimiento de las partidas de gasto en 2014

 

Fuente: E&R en base a Mecon y proyecciones. 

A medida que se  financia este aumento del gasto con reservas se van vaciando  las arcas del Central. En un momento del tiempo la autoridad monetaria decidirá dejar de perder reservas y liberará  el  tipo  de  cambio.  En  nuestro  escenario,  suponemos  que  se  depreciaría  un  62% adicional y alcanzaría  los $13. De modo que  la devaluación del año acumulada se ubicaría en torno a 105% (97% en promedio). Cabe destacarse, que cuánto más tarde el salto devaluatorio en  producirse,  más  fuerte  será  la  devaluación.  Una  depreciación  como  esta,    induce  un aumento de precios del 90% para todo el año, con un coeficiente implícito de “pass through” de 86%1.¿Por qué? Porque cuánto más tarde ser produzca, más pesos y menos reservas habrá.    

El avance  inflacionario  (90%) provocaría una significativa  licuación del gasto de modo que el cociente entre las erogaciones totales y el PBI caerían al 32%; con un ajuste fiscal implícito del 

                                                            1 Lo que implica que el 86% de la devaluación se traslada a precios. 

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5% del PBI, equivalente al déficit actual. O sea, hay un fuerte ajuste, que sería “por las malas” porque  el  brote  inflacionario  induciría  una marcada  licuación  del  poder  adquisitivo  de  los ingresos en general y del salario en particular, provocando una caída del nivel de actividad del 6%. 

En síntesis, el costo del “ajuste por  las malas” sería una caída del PBI del 6%, una  licuación del salario público real del 28% (se mantiene el empleo), un dólar a  $13 y una fuerte pérdida de reservas internacionales. 

  

 “Ajuste por las buenas” 

Otra  forma  alternativa de enderezar el  rumbo es  tomar  la decisión de hacer un  ajuste que elimine la dominancia fiscal; origen de la crisis cambiaria.  Dado que, sin ajuste fiscal, la política monetaria no alcanza para solucionar el problema de fondo. Para hacer este ajuste, se tienen que coordinar las políticas monetarias (suba de tasas), cambiaria (devaluación)  y fiscal (ajuste nominal ex ante) de tal modo que los agentes confíen en dicha política y se alcance un nuevo equilibrio.  

En concreto, se debe subir la tasa de interés en torno al 40%, devaluar a la vez que se hace el recorte  fiscal.  Se devalúa  (a $8.80) para que  se  liquide  la  cosecha  y  se mantiene el  tipo de cambio durante todo el tiempo de la cosecha. En lo fiscal, el ajuste no puede hacerse del lado de  los  ingresos  ya  que  la  presión  tributaria  se  encuentra  en  niveles  record.  El  ajuste  fiscal debería venir por el  lado del exceso de gasto, eliminando el déficit y generando un superávit para abolir  la emisión monetaria destinada a financiar al Tesoro. El recorte se da eliminando todos  los  subsidios económicos, que  representan aproximadamente el 5% del PBI. Los otros dos puntos se ajustan vía licuación por inflación con partidas de gasto que aumentan un 25%, menos que  la  inflación y  la coparticipación que crecen 35% anual. También se acuerda con el FMI y hay ingreso de capitales.  

Este  combo  de  políticas  generaría  un  shock  de  confianza  que  provocaría  una  paulatina apreciación  nominal  (y  real)  del  tipo  de  cambio  hacia  fin  de  año. De modo  que  el  tipo  de cambio promedio cerraría el año en  torno a $8.65, con una devaluación  (punta a punta) del 36.5%2  y una  inflación que  cerraría el año en  torno  al 36%. Este  avance  inflacionario  (36%) provocaría una licuación del gasto, de modo que el cociente entre las erogaciones totales y el PBI  caerían  al  30%;  con  un  ajuste  fiscal  implícito  del  7%  del  PBI,  que  podría  generar  un superávit mayor  a  2%  del  PBI.  Sin  embargo,  la  inflación  induciría  una  licuación  del  poder adquisitivo de los ingresos en general y del salario en particular, haciendo que el PBI no crezca. 

En síntesis, el costo del “ajuste por las buenas” sería que el PBI se mantenga en los niveles del 2013, con una  licuación del salario público real del 8%  (se mantiene el empleo) y un dólar a $8.5.                                                               2  En  este  caso  la devaluación promedio  es marcadamente mayor  a  la  “punta  a punta” por  la  fuerte devaluación de enero ’14. 

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parcial agradecemos citar la fuente. 

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Por el momento, no vemos que el gobierno decida encarar el ajuste “por las buenas”, ya que cualquier política de ajuste va en contra del discurso oficial   de  los últimos años y pueden restarle  el  apoyo  de  sus  “bases”  electorales.  En  el  seno  del  gobierno,  el  ajuste  “por  las buenas” sería una estrategia “neoliberal” y por ende no estaría en el menú de opciones.  

“Ajuste equilibrista” 

Este  escenario  surge  a  partir  de  las  necesidades  políticas  del  gobierno  por  terminar  el mandato  en  las  mejores  condiciones  posibles.    Pero  conceptualmente  es  un  ajuste  sin convencimiento. 

El  gobierno  no  cree  en  las  políticas  de  ajuste,  pero  algo  debe  implementar  para  tener chances  de  llegar  a  fines  de  2015  en  buenas  condiciones.  Es  un  proceso  de  ajuste  que  el gobierno toma porque “no le queda otra”; impuesto por la realidad económica. 

En realidad,  la racionalidad económica  imponía el ajuste “por  las buenas”, pero el gobierno no está dispuesto a hacerlo. Obligado por  la crisis cambiaria, el gobierno termina aplicando un  camino  intermedio, un ajuste a medias que  consiste en aplicar  todas  las herramientas que tiene a su alcance para ganar tiempo y llegar a las próximas elecciones.  

Por un  lado, toma todas  las medidas posibles (algunas contra su discurso) para que  ingresen más dólares. Por el otro, acrecienta las medidas tendientes a cortar la salida de divisas. Busca arreglar  con  los  fondos  buitre,  llega  a  un  acuerdo  con  el  FMI  para  volver  a  los mercados internacionales  de  deuda  y  que  ingresen  dólares,  restringe  al  máximo  posible  las importaciones para minimizar  la  salida de dólares por este medio, elimina el dólar ahorro y restringe las ventas de divisas para turismo.  

En paralelo, el BCRA continúa haciendo el ajuste monetario, subiendo la tasa de interés por encima de la inflación y de la devaluación y sigue sacando los pesos excedentes del mercado. Estas medidas son indispensables para que el escenario “equilibrista” tenga alguna chance de prolongarse en el corto plazo.  

Por el contrario, si la tasa de interés fuera menor que la devaluación y la inflación, no lograría retirar  la  cantidad  de  circulante  necesaria,  la  corrida  contra  las  reservas  cobraría  fuerza rápidamente  y  el  escenario  “equilibrista”  se  transformaría  velozmente  en  el  escenario de ajuste “por las malas”.  

En  la  esfera  fiscal,  el  gobierno  realiza  un  ajuste  “ex  ante”  al  reducir  el  gasto  en  subsidios económicos  (transporte  y  energía)  de  tal  modo  que  la  quita  inicial  (45%)  compense  en aumento  que  provoca  la  devaluación,  haciendo  que  el  gasto  agregado  en  subsidios económicos se mantenga en los mismos niveles del 20133 (varíe 0%). Por otro lado la inflación también genera un ajuste “ex post” al reducir el ratio gasto total / PBI.  

                                                            3 Cabe recordar que la devaluación genera un aumento de subsidios más que proporcional, dado que la mayor parte de los mismos es energía importada. 

SEMANARIO ECONÓMICO E&R – Nº 106                                                           21 de febrero de 2014  

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Página7 

En resumen, el escenario “equilibrista” tiene un pequeño componente de ajuste de verdad y otro componente de ajuste por licuación de gasto vía inflación.   

En  la esfera cambiaria el gobierno mantendría el dólar a $8 hasta que empiece el periodo de liquidación de exportaciones agropecuarias. Luego devaluaría  llevándolo a $9 en abril cuando empieza el período de liquidación de exportaciones y lo mantiene en ese nivel hasta julio. Más tarde,  empieza un  “crawling peg” del  tipo de  cambio  con una devaluación mensual del  1% aproximadamente. De modo que el tipo de cambio exhibiría una devaluación promedio anual del 60% (49% punta a punta); que provocaría un incremento de precios en torno al 48% para el año. 

La inflación y la devaluación inducirían aumentos nominales del gasto en torno al 46% para la mayoría de las partidas excluyendo el gasto en salarios y jubilaciones que exhibirían aumentos del  30%  y  del  27%  respectivamente.  Los  subsidios  económicos  no  variarían  en  términos nominales, dado que el aumento que provoca la devaluación se compensa por la quita del 44% de subsidios. De modo que el gasto total se incrementaría un 32% anual. 

El avance inflacionario (48%) provocaría una licuación del gasto de modo que el cociente entre las erogaciones totales y el PBI caerían al 33.7%; con un ajuste fiscal  implícito del 3.5 puntos del PBI. Sin embargo, semejante brote inflacionario induciría una marcada licuación del poder adquisitivo de  los  ingresos en  general  y del  salario  en particular, provocando una  caída del nivel de actividad del 1.6% aproximadamente. 

En  síntesis, el costo del “escenario equilibrista”  implicaría una  caída del PBI del 1.6%, una licuación del salario público real del 12% (se mantiene el empleo), un dólar a $9.46 a fin de año y pérdida de reservas internacionales con endeudamiento.  

En  resumen,  hace  años  que  nuestra  economía  enfrenta  un  creciente  desequilibrio macroeconómico devenido en crisis cambiaria por la dominancia fiscal que crece año tras año. La  actual  administración  tiene  la  alternativa de hacer el  ajuste o postergarlo  y empeorar  la crisis arrastrando hacia  la baja el nivel de actividad y el poder adquisitivo de  los  ingresos. Sin embargo, lo más probable es que el gobierno escoja el escenario equilibrista, que es un camino intermedio en el cual hay un ajuste a medias que sólo procura  llegar a 2015 y dejar  todo el “trabajo difícil” a la siguiente administración. El problema es que este escenario “equilibrista” tiene implícito el riesgo de transformarse en ajuste “por las malas”. Es decir, es probable que en la segunda mitad de año se vuelva a intensificar la crisis cambiaria. En ese contexto, habrá que ver qué instrumentos de política tiene a su disposición el gobierno para seguir pateando la “crisis”  para más  adelante.  Sin  embargo,  el  gobierno  cada  vez  tendrá menos  balas  en  su cartuchera. 

 

 

 

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Página8 

Gráfico 3: síntesis de los tres escenarios. 

AJUSTE POR LAS BUENAS EQUILIBRISTA AJUSTE POR LAS MALAS

Ajuste fiscal total 7 puntos del PBI 3.5 puntos del PBI No hay

Subsidios económicos Eliminación total Eliminación parcial No hay ajuste, aumentan de 5 a 6 puntos del PBI por la 

devaluaciónAjuste por eliminación de subsidios 5 puntos del PBI 1.8 puntos del PBI No hay

Resto del ajuste fiscal 2 puntos por licuación vía inflación1.7 puntos por ajuste 

inflacionario5 puntos del PBI por licuación 

del gastoAumento salario público 25% 30% 35%Aumento jubilaciones 25% 27% 30%Aumento resto gsto s/ Copa 25% 46% 35%Aumento Coparticipación 34% 46% 70%

Tasa de ineterés 40% 55%Por debajo de la inflación y 

devaluación

Pérdida de reservas se estabilizase acelera en el último 

trimestre del añoFuerte pérdida hasta la 

liberación del tipo de cambio

Tipo de cambio nominal

El BCRA devalúa hasta 8.8 en abril mientras sube la tasa al 40 y hace el 

ajuste fiscal. Se precia nominalmente hacia fin de año

se mantiene hasta fin de cosecha y se retoma a un crawling peg del 1/100 

mensual.

Se libera en la segunda mitad de año

Tipode cambio realApreciación por nominalidad a fin 

de año (ingresan dólares)Apreciación real por 

inflaciónNo se gana competitividad 

por la inflación

Endeudamiento externo

Acuerdo con FMI, luego de empezar el ajuste y subir tasa. En el segundo semestre ingresa financiamiento y 

ahorro externo

Endeudamiento con el FMI

No hay

Inflación 36.0% 48.5% 90%Devaluación punta a punta 36.5% 49.2% 105.11%Devalución promedio 54.5% 60.3% 97.8%Dólar fin de año 8.65 9.46 13PBI real 0% ‐1.6% ‐6%Gasto SPN / PBI 30.29% 33.7% 32.2%

AÑO 2015Bases para retomar el crecimiento 

con inclusiónNuevamente riesgo 

cambiario?

 

Fuente: E&R. 

 

INEQUIDAD DEL GASTO PÚBLICO 

Como dijimos, nuestra  economía  atraviesa una  crisis  cambiaria que  surge de  la dominancia fiscal  de  la  política macroeconómica.  El  desborde  de  gasto  público  se  financia  con  emisión monetaria, generando un exceso de oferta de pesos que vuelve contra el Central demandando divisas.  En  resumidas  cuentas  la  caída  de  reservas  internacionales  está  ‐de  alguna manera‐ financiando el gasto excesivo del gobierno. 

Entre 2004 y 2013 la administración K aumentó el peso del gasto público consolidado (Nación + Provincias) un 74%, pasando de 25 % (2004) a 43% (2013) del PBI. Es decir, su peso relativo aumentó 18 puntos porcentuales (p.p.), de los cuales 16 p.p. son responsabilidad de Nación y 2p.p.  son  responsabilidad  de  las  Provincias. Medido  en dólares  y  ajustado por  inflación,  en 2004/2013 el gasto público total de Nación aumentó un 478% y 133% respectivamente.   

 

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Página9 

Gráfico 4: Aumento del gasto público. 

 

Fuente: E&R en base a Mecon y proyecciones. 

El  desborde  del  gasto  público,  el  aumento  del  déficit  y  la  dominancia  fiscal,  que  terminan generando  la actual crisis cambiaria,  tienen origen en  la explosión de  los  subsidios al  sector privado que pasaron a representar del 2.9% ($ 15.355 MM) al 6.1% ($ 171.400 MM) entre el 2005  y  el  2013.  Dentro  de  esta  partida  de  gasto  se  destaca  el  avance  del  gasto  en transferencias económicas al sector privado  (“subsidios económicos”), destinadas a subsidiar el  transporte,  la  energía,  las  empresas  públicas  y  los  alimentos.  En  concreto,  los  subsidios económicos  ‐por  si  solos‐  aumentaron 38  veces entre 2005  ($3.300 MM)  y 2013  ($130.000 MM),  pasando  de  0.6%  a  4.6%  del  PBI  en  el  período  bajo  estudio.  De  esos  subsidios, aproximadamente  el  88%  corresponden  a  energía  y  transporte.  Peor  aún,  el  61%  de  los subsidios económicos corresponden a energía importada, lo que representa el 3% del PBI. Por lo que la devaluación encarece significativamente esta partida de gasto, muy difícil de ajustar en un contexto devaluatorio. 

La política de subsidios económicos busca abaratar  los bienes (subsidiados) y así aumentar el ingreso  disponible  de  las  familias  de  modo  tal  que  se  maximice  el  gasto  agregado  y  el crecimiento económico. No obstante, en el intento de “fogonear” el consumo y el crecimiento se  incurrieron  en  costos  macroeconómicos,  microeconómicos  y  distributivos.  El  costo macroeconómico  fue  financiar dicho gasto  (y el déficit  fiscal creciente) con emisión  forjando un desequilibrio monetario. El costo microeconómico fue generar problemas de oferta (oferta insuficiente)  en  los  sectores  intervenidos.  Y  el  costo  distributivo  fue  cobrar más  impuesto inflacionario a los que tienen mayor propensión marginal a consumir, para beneficiar a la clase 

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media (y media alta) de CABA y GBA que tienen una menor propensión marginal al consumo y se benefician con el subsidio. 

En efecto,  la política de  subsidios económicos es muy  inequitativa  ya que  sus beneficiarios, concentrados  fundamentalmente  en  CABA  y  GBA,  pertenecen  principalmente  a  las  clases “arriba” en  la pirámide social que pagan precios extraordinariamente reducidos por el gas,  la electricidad, y el  transporte. Por el contrario,  las clases sociales de  la “base” de  la pirámide, que tienen menos ingreso per cápita y viven en el interior del país, o incluso en zonas sin redes de distribución, no reciben estos subsidios y pagan por dichos bienes y servicios entre cuatro y diez veces más.   

Además,  los subsidios económicos aumentan a expensas de  los  subsidios  sociales.. Mientras los  primeros  se  incrementaron  a  un  promedio  anual  del  59%  entre  el  2005  y  el  2013,  los segundos  lo hicieron a una tasa promedio anual del 10% en el mismo período. Los subsidios económicos  representaban el 28% de  los  subsidios  sociales en 2005  y ahora  representan el 325% (2013)  

Paralelamente, cabe resaltar que mientras  los subsidios económicos aumentaron más que  la inflación,  los sociales fueron perdiendo poder adquisitivo. El aumento de precios del período 2005‐2013 alcanzó un 312% (que  implica un aumento promedio anual del 19%),  los subsidios económicos mostraron un aumento real del 871% (33% promedio anual en términos reales) y los  subsidios  sociales  (sin  la  asignación  universal  por  hijo)  se  redujeron  un  49%  (crecieron nominalmente menos que la inflación).     

Si agregamos  la asignación universal,  todos  los  subsidios  sociales presentan una merma  real del 17% entre 2005 y 2013. Para peor,  la devaluación  (pasada, presente y  futura) agrava  la inequidad de la política oficial de subsidios, porque la suba del dólar oficial se traslada más que proporcionalmente al gasto en subsidios energéticos. Yendo a  los números, sin reducción de subsidios y  sin aumentos de  tarifas, una devaluación del 55%  (dólar promedio anual a $8.5) genera un incremento del gasto en subsidios energéticos de 73.2%.  

 

 

 

 

 

 

 

 

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Página11 

Gráfico 5: Inequidad de los subsidios económicos vs sociales. 

subsidios  sociales11%

AUH0%

subsidios económicos

3%

Resto gasto primario86%

Incidencia de los subsidios en el gasto Nacional

2005subsidios sociales2%

AUH2%

subsidios económic

os14%

Resto gasto 

primario82%

2013

 

50   

100    

150    

200    

250    

300    

350    

400    

2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013

Subsidios sociales(Índice base 2005:100)

IPC congreso

subsidios sociales nominales

subsidios sociales reales

500    

1.000    

1.500    

2.000    

2.500    

3.000    

3.500    

4.000    

2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013

Subsidios económicos(Índice base 2005:100)

IPC congreso

subsidios económicos nominales

subsidios económicos reales

 

Fuente: E&R en base a Mecon y proyecciones. 

En  definitiva,  la  política  nacional  de  subsidios  es  cada  vez más  inequitativa,  por  lo  que  un ajuste  fiscal  basado  en  la  eliminación  (reducción)  de  los  subsidios  económicos  no  sólo  es indispensable para solucionar los grandes desequilibrios macro sino para hacer más equitativa la redistribución del ingreso a través de la política fiscal. 

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Dato Var(m/m) Var(a/a) Dato Var(m/m) Var(a/a) Dato Var(m/m) Var(a/a) Dato Var(a/a) Dato Var(a/a) Dato Var(a/a) Dato Var(a/a)

Actividad Económica (EMAE) Base´93=100; SA INDEC ‐ ‐ ‐ ‐ ‐ ‐ 203,3 0,0% 4,7% 198,0 1,9% 194,3 8,9% 178,5 9,2% 163,5 0,8%

Industria (EMI) Base´06=100; SA INDEC ‐ ‐ ‐ 139,2 1,4% ‐0,5% 133,4 ‐0,8% ‐0,1% 130,6 ‐1,2% 132,1 6,5% 124,0 9,8% 113,0 0,1%

Utilización Capacidad Instalada Promedio mens (en %); SA INDEC ‐ ‐ ‐ 75,4 ‐0,1% ‐1,3% 75,2 ‐0,1% ‐0,8% 74,5 ‐5,4% 78,7 1,4% 77,7 6,7% 72,8 ‐1,5%

Construcción (ISAC) Base´97=100 INDEC ‐ ‐ ‐ 202,5 ‐0,6% 6,2% 190,8 0,6% 7,4% 177,0 ‐3,2% 182,8 8,7% 168,1 11,0% 151,5 ‐2,0%

Supermercados (cte.) Base abr´08=100; precios const.;SA INDEC ‐ ‐ ‐ 230,6 0,0% 18,3% 216,4 0,0% 14,0% 190,9 14,6% 166,6 17,2% 142,2 16,4% 122,1 10,8%

Shopping centers (cte.) Base abr´08=100; precios const.;SA INDEC ‐ ‐ ‐ 255,4 3,5% 20,9% 214,8 ‐0,8% 12,8% 197,6 12,2% 176,0 19,0% 148,0 30,3% 113,6 8,1%

Servicios Publicos (ISSP) Base´04=100; precios const. INDEC ‐ ‐ ‐ 252,9 0,0% 7,3% 245,2 0,0% 8,0% 225,0 7,5% 209,3 11,1% 188,4 11,1% 169,6 8,2%

Patentamientos unidades mensuales; SA ACARA 60.609 0,3% 4,3% 88.911 2,0% 26,7% 84.755 2,2% 31,4% 841.175 ‐2,0% 858.025 29,5% 662.739 28,7% 514.903 0,0%

Dato Var(m/m) Var(a/a) Dato Var(m/m) Var(a/a) Dato Var(m/m) Var(a/a) Dato Var(a/a) Dato Var(a/a) Dato Var(a/a) Dato Var(a/a)

Confianza del Consumidor ICC (CABA) UTDT 47,6 ‐5,4% 19,4% 50,4 13,8% 19,4% 44,2 ‐10,4% 9,3% 42,5 ‐22,4% 54,8 12,0% 48,9 24,5% 39,3 ‐6,5%

Confianza en el Gobierno ICG (mín=0 y máx=5) UTDT 1,85 ‐6,6% 9,5% 1,98 11,9% 18,6% 1,77 ‐5,3% 4,7% 2,01 ‐16,5% 2,41 43,8% 1,68 32,6% 1,26 ‐19,1%

Confianza Sistema Financiero ICSF Base '96=100 UB 28,6 0,0% 8,1% 28,6 0,3% 7,4% 28,5 ‐5,8% 11,9% 26,3 ‐3,2% 27,1 ‐5,2% 28,6 ‐ ‐ ‐

Dato Var(m/m) Var(a/a) Dato Var(m/m) Var(a/a) Dato Var(m/m) Var(a/a) Dato Var(a/a) Dato Var(a/a) Dato Var(a/a) Dato Var(a/a)

Precios al Consumidor (San Luis) Base´03=100 DPEC ‐ ‐ ‐ 529,0 3,3% 28,1% 511,9 1,9% 25,8% 389,8 23,6% 315,2 23,8% 254,5 25,9% 202,2 14,8%

Precios al Consumidor (Congreso) Base Ene´03=100 CONGRESO ‐ ‐ ‐ 494,3 2,0% 22,7% 484,6 2,1% 22,4% 378,9 24,0% 305,6 24,1% 246,3 23,4% 199,6 15,4%

Mayoristas (IPIM) Base '93=100 INDEC ‐ ‐ ‐ 638,6 1,2% 14,0% 631,3 1,0% 13,8% 540,8 12,9% 479,2 12,9% 424,6 14,6% 370,6 7,1%

Costos de la Construcción (ICC) Base '93=100 INDEC ‐ ‐ ‐ 773,8 0,6% 20,5% 769,2 2,3% 20,1% 608,8 25,5% 485,1 20,1% 403,9 16,8% 345,9 10,6%

Materias Primas (IPMP) Base Dic '95=100 (en U$S) INDEC 190,1 ‐2,1% ‐13,0% 194,2 ‐0,1% ‐13,3% 194,4 1,2% ‐17,2% 210,6 8,8% 193,5 20,8% 160,2 7,7% 148,8 ‐21,7%

Índice salarios (CVS) Base Abr '12=100 INDEC ‐ ‐ ‐ 141,5 1,3% 26,0% 139,7 2,4% 26,1% 105,4 26,8% 83,2 27,8% 65,1 22,5% 53,1 19,5%

Salarios del S. Privado Registrado Base Abr '12=100 INDEC ‐ ‐ ‐ 142,5 1,3% 25,3% 140,7 1,7% 25,4% 106,5 30,3% 81,8 32,1% 61,9 24,8% 49,6 18,7%

Salarios del S. Público Base Abr '12=100 INDEC ‐ ‐ ‐ 137 0,7% 26,2% 135,9 3,8% 26,7% 102,7 13,9% 90,1 14,7% 78,6 18,4% 66 14,8%

Salario Mínimo Vital y Movil Pesos x mes INDEC 3.300 0,0% 23,6% 3.300 0,0% 23,6% 3.300 0,0% 23,6% 2.423 19,3% 2.032 27,0% 1.600 18,4% 1.317 22,5%

Haber Jubilatorio Mínimo Pesos x mes INDEC 2.477 0,0% 31,8% 2.477 0,0% 31,8% 2.477 14,4% 31,8% 1.709 35,0% 1.266 35,5% 934 20,4% 776 17,1%

Dato Var(m/m) Var(a/a) Dato Var(m/m) Var(a/a) Dato Var(m/m) Var(a/a) Dato Var(a/a) Dato Var(a/a) Dato Var(a/a) Dato Var(a/a)

Tipo de Cambio Nominal Dólar Pesos x dólar EE.UU.prom mes BCRA 6,01 2,9% 25,4% 5,85 1,9% 23,6% 5,74 2,8% 22,9% 4,55 10,2% 4,13 5,6% 3,91 4,9% 3,73 17,9%

Tipo de Cambio Dólar (CCL) Contado con liquidación E&R 8,99 ‐2,8% 32,6% 9,25 0,9% 45,7% 9,16 7,6% 41,9% 6,05 36,9% 4,42 11,8% 3,95 3,8% 3,81 16,2%

TCR Multilateral Importador Base´01= 1,00 E&R 1,56 ‐2,1% ‐0,1% 1,59 2,6% 0,6% 1,55 2,2% ‐1,9% 1,61 ‐12,5% 1,84 ‐6,8% 1,97 ‐6,4% 2,11 ‐0,7%

Exportación Bienes MM de USD; SA INDEC ‐ ‐ ‐ 7.271 0,5% 5,4% 6.995 0,2% 2,6% 81.205 ‐3,3% 83.951 22,6% 68.500 23,1% 55.668 ‐20,5%

Importación Bienes MM de USD; SA INDEC ‐ ‐ ‐ 6.561 0,3% 3,9% 6.146 0,3% 4,0% 68.515 ‐7,0% 73.661 30,5% 56.443 45,5% 38.780 ‐32,5%

Balance Comercial MM de USD; SA INDEC ‐ ‐ ‐ 710 1,4% 21,4% 849 ‐0,7% ‐6,8% 12.690 23,3% 10.290 ‐14,7% 12.057 ‐28,6% 16.888 34,0%

Nov‐13 Oct‐13 Sep‐13

Sector Externo Detalle FuenteNov‐13 Oct‐13

2011 2010 2009

2012 2011 2010 2009

2012Actividad Económica Detalle Fuente

ARGENTINA

Precios y Salarios Detalle FuenteNov‐13 Oct‐13 Sep‐13

Sep‐13 2012 2011 2010 2009

Detalle FuenteNov‐13 Oct‐13 Sep‐13 2012 2011 2010 2009

Indicadores de Confianza

 

SEMANARIO ECONÓMICO E&R – Nº 106                                                           21 de febrero de 2014  

E c o n o m í a   &   R e g i o n e s  Tte. Gral. Juan D. Perón 725 Piso 8º ‐ Capital Federal ‐ CP (C1038AAO) TE/Fax: (5411) 4325‐4339/4373 

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Dato Var(m/m) Var(a/a) Dato Var(m/m) Var(a/a) Dato Var(m/m) Var(a/a) Dato Var(a/a) Dato Var(a/a) Dato Var(a/a) Dato Var(a/a)

Base monetaria amplia MM de pesos; (circ. + cc BCRA) BCRA 338.343 1,0% 24,4% 335.078 1,6% 26,3% 329.769 1,0% 26,0% 243.909 34,9% 180.792 37,1% 131.899 25,0% 105.537 5,4%

M2 (Base+ CC+CA $) MM de pesos BCRA 532.661 ‐0,2% 27,1% 533.573 1,1% 32,0% 528.022 1,6% 32,1% 381.513 32,7% 287.402 33,5% 215.207 22,1% 176.193 11,5%

M3 (M2 + Depósito a plazo) MM de pesos BCRA 888.959 1,6% 28,3% 874.926 1,9% 29,6% 858.275 1,9% 29,0% 623.396 31,5% 474.215 37,0% 346.018 25,6% 275.471 5,2%

Depositos Totales del S. Privado MM de pesos; (Pesos+USD) BCRA 508.188 1,8% 29,9% 499.223 2,1% 31,0% 488.829 2,5% 30,3% 357.245 26,3% 282.916 32,7% 213.171 22,4% 174.189 8,5%

Préstamos Totales al S. Privado MM de pesos; (Pesos+USD) BCRA 465.984 2,3% 32,3% 455.669 2,4% 33,5% 444.775 2,7% 32,8% 319.369 35,1% 236.349 47,3% 160.489 20,5% 133.179 11,9%

Stock Lebacs y Nobacs MM de pesos BCRA ‐ ‐ ‐ 102.377 2,9% 21,6% 99.491 5,1% 18,0% 79.737 2,2% 78.009 38,2% 56.464 49,9% 37.676 ‐23,7%

Reservas BCRA MM de USD BCRA 30.799 ‐3,0% ‐31,9% 33.232 ‐3,0% ‐26,6% 34.741 ‐3,0% ‐22,8% 46.042 ‐8,3% 50.205 0,7% 49.850 7,4% 46.435 ‐2,7%

Tasa plazo fijo (30d.) % TNA; tot. gral. BCRA 17,86 2,1% 32,8% 17,49 17,7% 32,9% 14,86 ‐8,4% 26,5% 12,44 11,0% 11,21 19,6% 9,38 ‐19,3% 11,62 ‐1,1%

Tasa Badlar % TNA; Bcos. Privados BCRA 19,19 0,0% 23,3% 19,19 11,6% 29,0% 17,19 ‐4,8% 15,5% 13,89 3,1% 13,47 32,2% 10,19 ‐19,3% 12,10 ‐13,5%

Riesgo País J.P Morgan ‐ Puntos basicos Bloomberg ‐ ‐ ‐ 324 ‐6,6% 20,9% 347 ‐6,0% 24,4% 750 8,5% 691 2,0% 678 ‐41,9% 1.166 32,4%

Índice Merval en USD Bloomberg ‐ ‐ ‐ 874 5,8% 77,3% 826 19,2% 57,9% 545 ‐27,3% 749 14,4% 655 ‐19,3% 438 ‐21,4%

Dato Var(m/m) Var(a/a) Dato Var(m/m) Var(a/a) Dato Var(m/m) Var(a/a) Dato Var(a/a) Dato Var(a/a) Dato Var(a/a) Dato Var(a/a)

Recursos Tributarios Nacionales MM de pesos; m/m = (prom 12m) MECON 73.583 1,6% 21,3% 74.292 1,7% 23,6% 71.805 1,8% 25,2% 679.799 25,9% 540.134 31,8% 409.901 34,4% 304.930 13,2%

Resultado Primario Nacional MM de pesos; m/m = (prom 12m) MECON ‐ ‐ ‐ ‐ ‐ ‐ 412 3% ‐23% ‐4.944 ‐200% 4.921 ‐80% 25.115 45% 17.286 ‐47%

Resultado Financiero Nacional MM de pesos; m/m = (prom 12m) MECON ‐ ‐ ‐ ‐ ‐ ‐ ‐4.842 4% 87% ‐51.545 68% ‐30.663 ‐1099% 3.068 ‐143% ‐7.131 ‐149%

Dato Var(m/m) Var(a/a) Dato Var(m/m) Var(a/a) Dato Var(m/m) Var(a/a) Dato Var(a/a) Dato Var(a/a) Dato Var(a/a) Dato Var(a/a)

Fed Fund Rate % Anual (Target) FED 0,25 0,0% 0,0% 0,25 0,0% 0,0% 0,25 0,0% 0,0% 0,25 0,0% 0,25 0,0% 0,25 0,0% 0,25 ‐86,7%

US Treasury Bill (10 años) % Tir anual MECON 2,75 7,0% 46,9% 2,57 ‐2,7% 61,0% 2,64 ‐7,7% 82,2% 1,76 ‐35,9% 2,75 ‐12,6% 3,14 ‐4,4% 3,29 ‐8,9%

Selic rate‐Brasil % Anual (Target) BCB 10,00 5,3% 37,9% 9,50 5,6% 31,0% 9,00 0,0% 24,1% 8,44 ‐27,9% 11,71 17,1% 10,00 0,8% 9,92 ‐20,9%

Tipo de Cambio Dólar/Real Reales (Brasil) por USD BCRA 2,30 5,0% 11,2% 2,19 ‐3,4% 7,9% 2,27 ‐2,9% 11,8% 1,93 15,9% 1,67 ‐4,8% 1,75 ‐11,3% 1,98 8,6%

Tipo de Cambio Euro/Dólar USD por Euro BCRA 1,35 ‐1,1% 5,2% 1,36 2,1% 5,2% 1,34 0,3% 3,9% 1,29 ‐7,6% 1,39 4,8% 1,33 ‐4,7% 1,39 ‐5,2%

Índice S&P 500 EEUU (en USD) Bloomberg ‐ ‐ ‐ 1.757 4,5% 23,0% 1.682 3,0% 16,4% 1.388 8,3% 1.281 13,3% 1.131 19,2% 949 ‐21,9%

Índice FTSE UK (en USD) Bloomberg ‐ ‐ ‐ 10.805 3,3% 14,3% 10.458 3,5% 11,3% 9.137 ‐1,0% 9.227 10,3% 8.363 15,4% 7.248 ‐27,4%

Índice Dax Alemania (en USD) Bloomberg ‐ ‐ ‐ 12.285 5,6% 29,5% 11.629 6,9% 23,1% 8.962 ‐4,4% 9.372 15,2% 8.135 15,4% 7.048 ‐22,7%

Índice Bovespa Brasil (en USD) Bloomberg ‐ ‐ ‐ 24.269 3,2% ‐15,6% 23.512 7,4% ‐20,1% 30.631 ‐17,1% 36.953 ‐3,2% 38.171 37,7% 27.730 ‐12,1%

Índice Igpa Chile (en USD) Bloomberg ‐ ‐ ‐ 37,92 1,7% ‐12,8% 37,30 5,4% ‐14,1% 43,07 ‐2,5% 44,18 11,7% 39,55 51,5% 26,09 2,1%

Dato Var(m/m) Var(a/a) Dato Var(m/m) Var(a/a) Dato Var(m/m) Var(a/a) Dato Var(a/a) Dato Var(a/a) Dato Var(a/a) Dato Var(a/a)

Soja USD por ton.; (CBOT) IMF 477 ‐0,9% ‐10,6% 473 ‐0,9% ‐11,3% 503 ‐1,0% ‐11,0% 530 9,5% 484 25,8% 385 1,7% 379 ‐16,5%

Cobre USD por ton.(Grado A Cif Europa) IMF 7.071 ‐0,7% ‐6,6% 7.203 ‐0,6% ‐11,2% 7.160 ‐1,0% ‐11,1% 7.970 ‐9,7% 8.823 17,0% 7.538 45,9% 5.165 ‐25,8%

Petroleo USD por barril (Brent UK) IMF 108,1 1,8% 24,7% 109,5 1,7% 22,3% 106,3 1,0% 12,4% 94,2 ‐0,9% 95,1 19,6% 79,4 28,8% 61,7 ‐38,1%

Oro USD por onza troy IMF 1.276 ‐2,4% ‐25,9% 1.317 ‐2,3% ‐24,6% 1.488 ‐1,3% ‐14,7% 1.672 6,1% 1.576 27,7% 1.233 25,5% 983 12,1%

ARGENTINA

2012 2011 2010 2009

Politica Monetaria y Sistema Financiero

Detalle FuenteNov‐13 Oct‐13 Sep‐13 2012 2011 2010 2009

Politica Fiscal Detalle FuenteNov‐13 Oct‐13 Sep‐13 2012 2011 2010 2009

Mercado Financiero Internacional

Detalle FuenteNov‐13 Oct‐13 Sep‐13

2012 2011 2010 2009Precios Commodities Detalle Fuente

Nov‐13 Oct‐13 Sep‐13