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Los Sucesos de Casas Viejas(Cádiz 1933)

• Alentados por el levantamiento revolucionario promovido por los grupos faístas en toda España, los vecinos de Casas Viejas se movilizaron hacia el cuartel de la guardia civil

provistos de palos y armas de caza incitando a sus ocupantes, cuatro guardias civiles y un sargento, a que salieran a la calle. Ante la negativa de estos se produjo un t iroteo de los que

resultaron muertos el sargento y dos de los guardias. Los dos restantes resistieron en el Cuartel y pidieron refuerzos. SP-I-33/36 SANCHEZ DEL PANDO.


• Con la intención de evitar la l legada de los refuerzos, los sublevados se dir igieron a cortar las l íneas telefónicas y telegráf icas. En la imagen, un

técnico repone el servicio, custodiado por los guardias de asalto. R-C/33-1-11/1 SERRANO.


• En otro intento por cortar las comunicaciones en las vías de acceso al pueblo, se cavaron zanjas y se l lenó el camino de piedras, palos, tachuelas. Aparecen

aquí dos redactores del diario “El Liberal” presenciando los destrozos en la carretera que conduce a Casas Viejas. SP-I-33/302 SÁNCHEZ DEL PANDO.


• Un vehículo que estaba dest inado al servicio público entre Medina y Casas Viejas, ocupado por un empleado de correos, chófer, su ayudante y dos

guardias civi les, fue t iroteado por los amotinados que habían tomado posiciones apostados en la carretera. R-C1/33-1-13/1 SERRANO


• Ante la l legada de los refuerzos procedentes de Sevi l la, los alborotadores, provistos de armas, así como gran parte de la población guiados por el miedo, huyeron a los montes cercanos. Los guardias de asalto procedieron entonces a la investigación de los hechos a las órdenes del Capitán Rojas quien dispuso el registro de los domici l ios de los sospechosos que habían part icipado en el

ataque del Cuartel de la Guardia Civi l . R-C1/33-1-13/8 SERRANO


• Las calles de Casas Viejas aparecían vacías. La mitad del vecindario había huido y el resto permanecía en sus viviendas atemorizados por la situación. La

única presencia de las fuerzas de asalto efectuando registros y detenciones, hacía presentir la tragedia. R-C1/33-1-13/7 SERRANO


• Uno de los detenidos condujo a las fuerzas del orden público hasta la c/ Nueva, a la casa de un anarquista de la F.A.I . (Federación Anarquista Ibérica)

conocido por el sobrenombre de “seisdedos” refugiado en su choza con sus dos hijos, una nuera y sus nietos. Un guardia de asalto inició el diálogo con

los ocupantes de la vivienda pero unos disparos le alcanzaron y fue recogido como rehén dentro de la casa. Siguió un intento de tomar la vivienda por la

fuerza. Los disparos se cruzaban de la choza de “seisdedos” a las posiciones de los guardias que, provistos de toda clase de armas hacían frente a la

situación. Pero resultó inúti l ya que la piedra de las paredes repelía las balas y desde dentro se disparaba con mayor continuidad Otro guardia cayó herido

mientras los anarquistas resistían con fuerza. R-C1/33-1-13/5 SERRANO


• A las cinco de la mañana se lanzan bombas de mano pero estas no explotaron. Fue entonces cuando se decidió arrojar contra la casa tapones envueltos en

trapos impregnados en gasol ina y atados a piedras. Pronto la choza, que había resist ido gracias a la piedra de sus muros, comenzó a arder por la techumbre de paja y ramas. En medio de la oscuridad aquello se convirt ió en un inf ierno. Se vieron sal ir algunos de sus ocupantes del interior asf ixiados por el intenso

humo. R-C1/33-1-13/35 SERRANO


• A las diez de la mañana del día doce el panorama era desolador. Sólo los muros de piedra de la tosca vivienda permanecían en pie. En el interior se

pudo ver los cuerpos de “seisdedos”, una mujer y el guardia de asalto tomado como rehén. El humo procedente de la combustión de los cadáveres era aún visible cuando un grupo de guardias de asalto y los periodistas visitaron el

lugar de los hechos. R-C1/33-1-13/32 SERRANO


• Éste es el aspecto que presentaba la parte posterior de la casa de “seisdedos”. La cama de hierro y los enseres totalmente carbonizados nos da

idea del inf ierno que debió vivirse en el interior de la choza. SP-I-33/307 SÁNCHEZ DEL PANDO


• En la madrugada del día doce habían l legado a Casas Viejas los refuerzos procedentes de Madrid y Jerez. Las calles del pueblo se vieron invadidas por

los guardias de asalto y guardias civi les que efectuaron registros de domicil ios y detenciones de los sospechosos que aún quedaban en la población. R-

C1/33-1-13/30 SERRANO


• Concentrados en la plaza del pueblo, los guardias de asalto y los guardias civi les esperan órdenes para iniciar la bat ida por los montes circundantes en

busca de los vecinos que huyeron a refugiarse tras la muerte de los ocupantes del cuartel de la Guardia civi l . R-C1/33-1-13/31SERRANO


• Despliegue de agentes del orden provistos de toda clase de armas de fuego. R-C1/33-1-13/29 SERRANO


• La plaza del pueblo se convirt ió en testigo de un despliegue de agentes del orden provistos de toda clase de armas de fuego., coaccionando de este modo

la tranqui la vida de los habitantes de Casas Viejas.. R-C1/33-1-13/29 SERRANO


• Las fuerzas del orden público se adentraron en los montes cercanos a la población donde los vecinos se escondieron tras los sucesos del día anterior. Se realizaron cacheos y detenciones a todo sospechoso que encontraban en

los alrededores.R-C1/33-1-13/11 SERRANO


• La vigi lancia en las proximidades de casas Viejas se hizo intensa durante las horas que siguieron a los acontecimientos. Un carro sirve de atalaya

improvisada a este guardia de asalto al acecho de cualquier movimiento.R-C1/33-1-13/9 SERRANO


• La sección de la Cruz Roja fue la encargada de atender a los guardias heridos en la contienda. Esta escena es inmortal izada por los reporteros gráf icos de la prensa sevil lana “El Liberal” y “La Unión”, Cecil io Sánchez del Pando y Ángel

Gómez Beades “Gelan”, cuyas f iguras aparecen a la derecha de la imagen, recogida esta por la cámara del fotógrafo de “ABC”, Juan José Gómez

Serrano..R-C1/33-1-13/26 SERRANO


• Horas después de los trágicos sucesos, los guardias de asalto y la guardia civi l recorren el vecindario pract icándose registros, detenciones e incautando grandes cantidades de pólvora, armas de caza y munición en abundancia. R-

C1/33-1-13/4 SERRANO


• Uno de estos registros l levó a las fuerzas de asalto hacia la calle San Juan donde se encontraba la sede del Sindicato. Un guardia civi l controla la puerta

principal en al que ondeaba todavía la bandera anarquista de la F.A.I . R-C1/33-1-13/19 SERRANO


• El Sindicato era un centro de obreros agrícolas y otros of icios en el que los sublevados se reunían y donde se hizo fuerte la idea de la revolución y la

implantación del comunismo l ibertario. En la imagen un aspecto del bar tras el registro efectuado por los guardias. R-C1/33-1-13/20 SERRANO


• Este es el estado en que quedó el interior del Sindicato después del registro. En este local se encontró propaganda anarco-sindicalista de la F.A.I. y la

C.N.T. R-C1/33-1-13/21 SERRANO

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