los roedores argentinos familia caviidae - … · especies, el bien conocido chanchito de la india,...

48
MINISTERIO DE EDUCACION FACULTAD DE AGRONOMIA Y VETERINARIA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES ESCUELA DE VETERINARIA PUBLICACION N° 6 LOS ROEDORES ARGENTINOS DE LA FAMILIA "CAVIIDAE" POR EL Dr. ANGEL CABRERA DIRECTOR DEL INSTITUTO DE ZOOLOGÍA Y PROFESOR TITULAR DE ZOOLOGÍA BUENOS AIRES 1953

Upload: ngodan

Post on 28-Oct-2018

221 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

MINISTERIO DE EDUCACION

FACULTAD DE AGRONOMIA Y VETERINARIA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

ESCUELA DE VETERINARIA PUBLICACION N° 6

LOS ROEDORES ARGENTINOS DE LA

FAMILIA "CAVIIDAE" POR EL

Dr. ANGEL CABRERA DIRECTOR DEL INSTITUTO DE ZOOLOGÍA

Y PROFESOR TITULAR DE ZOOLOGÍA

BUENOS AIRES 1953

Page 2: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

AUTORIDADES NACIONALES

Excelentísimo Señor Presidente de la Nación General de Ejército Juan Perón

Ministro de Educación Dr. Armando Méndez San Martín

UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

Rector: Dr. Jorge A. Taiana Secretario General: Dr. El—forje° A. Puntarelli Prosecretario General: I, !,-Jk a. A. Herrera

Consejeros

Facultad de Derecho y Ciencias Sociales — Decano: Dr. José A. Fernández Moreno

Vicedecano: Dr. José A. Servini

Facultad de Ciencias Médicas Decano: Dr. Felipe M. Cía

Vicedecano: Dr. Orestes Adorni Facultad de Filosofía y Letras

Decano: Dr. Antonio Ernesto Serrano Redonnet Vicedecano: Dr. Miguel Angel Virasoro

Facultad de Agronomía_ y Veterinaria Decano: Ing. Agr. Juan José Billarel

Vicedecano: Dr. Salomón Payé Facultad. de Ciencias Económicas

Delegado Interventor: Dr. Federico A. Puntarelli

Facultad de Odontología Decano: Dr. Guillermo A. Bizzózero

Vicedecano: Dr. Carlos Calloni

Facultad de Arquitectura y Urbanismo Decano: Arq. Manuel A. Domínguez

Vicedecano: Arq. Carlos Federico Krag

Facultad de Ingeniería Decano: Ing. Oscar Rimoldi

Vicedecano: Ing. César García Facultad de Ciencias Exactas Decano: Dr. Alberto- Gracia

Vicedecano:. Ing.. Emilio Calderón

Page 3: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

FACULTAD DE AGRONOMIA Y V /4111/10NARIA INTRODUCCION

Decano

Ing. Agr. Juan José 11111104

Vicedet-

Dr. Salomón Pave!

Consejo Directivo

Ing. Agr. Pablo A. BarifdltIll

Dr. Raúl Buide Ing. Agr. Carlos Luis dlilliftiMe

S Dr. Humberto H. Castitifilill Ing. Agr. Juan Carlos D19111 110"

Dr. Emilio Guillermo Agr. - Enrique L.

Dr.. Juan A. Rodríguez Ing. Agr. Lucas A. Tarii11

,011i

Los roedores de la familia Caviidae, que constituyen uno de los gru-ns de mamíferos más característicos de la fauna neotropi-cal, tie.b..:1-1 ,,Jnsiderable importancia, por diversos conceptos, desde el punto de-vista de la zoología, aplicada. Aparte de que una de sus especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas salvajes que conocemos con el nombre de cuises pueden contribuir a la propagación de ciertas enfermedades infecciosas y en muchos casos resultan dañinas para ciertos cultivos, mientras que, por otro lado, constituyen. un excelente material de trabajo para el genetista. Como quiera que no es posible ninguna investigación seria acerca de estos animales, bajo cualquiera de dichos aspectos, sin un conocimiento taxonómico previo de los mismos, me ha parecido que podría ser útil publicar una revisión de lar rpecies de la familia que existen en nuestro país, donde aqu /a, dicho sea de paso, se encuentra mejor representada que en ningún otro. En él, en efecto, sólo faltan dos de los géneros vivientes conocidos hasta ahora, y en cambio hay uno que es exclusivamente propio de su fauna.

Se puede afirmar que después de las obras clásicas sobre mamíferos en general,. o acerca de los roedores en particular, de Wagner, Schinz, Waterhouse y otros autores de mediados del siglo pasado, no se ha publicado todavía ninguna revisión de los Cavii-dae. Es cierto que Thomas les consagró varios trabajos y describió buen número de especies y subespecies. algunas de las cuales inva-lidó él mismo más tarde; . que Pocock (1922) estudió en detalle los caracteres externos de varios géneros, y que Kraglievich (1930) se ocupó, con la prolijidad que era en él característisca, de la morfología esqueletaria y dentaria de los géneros vivientes

Secretario Dr. Emilio J. Compl0

Director de Publicacloliiii Ing. Agr. Manfredo A. L, 1041011

" t

Director de la Bibliot00

Sr. Hans Gravenhor0

Page 4: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

y de algunos de los extinguidos; mas los trabajos de estos inves-tigadores, aun t uando todos elles excelentes, no bastan para un conocimiento completo del grupo. En 1935, publicó Tate un estu-dio sobre la historia taxonómica de los roedores histricomorfos i y por consiguiente de la familia en cuestión, pero sin dar ninguna descripción e incurriendo en algunos ligeros lapsos, que el mismo autor rectificó poco después (1936). Por lo que a los Caviidae se refiere, Ellerman, en su catálogo sistemático de los roedores (1940), no añade absolutamente nada al trabajo de Tate, en el que evidentemente se inspiró,. pero sin tener en cuenta las men-

- cionadas ret. tic:dones. Por otra parte, y contra lo que parecía tradicional en. los conocidos catálogos del Museo Británico, dicha obra tampoco contiene descripciones de las especies, ni siquiera claves que faciliten el reconocimiento de las mismas.

Concretándonos a los representantes argentinos de la familia, se encuentra una enumeración muy completa en el Epítome de Yepes (1935 b),, trabajo digno de mención, dentro de los límites que su título supone, y con•muy buenas figuras, unas reproducción de -fotografías y dibujadas otras del vivo. En él, sin embargo,. y de acuerdo con su índole, se describen únicamente los caracteres genéricos más visibles, reduciéndose la parte descriptiva de las especies a las medidas externas de un solo ejemplar. En la obra que en colaboración con el sismo zoólogo publicamos acerca de los mamíferos sudamericanos hace doce años, dedícanse a los Caviidae seis páginas, y eso incluyendo en ellos algunos géneros que en realidad no deben figurar en esta familia,' pero desde el momento que se- trata de un libro para toda clase de lectores, solamente se habla en él muy a la ligera de las diversas especies. En cuanto a la ilustración, hay que convenir en que, en la mayoría de los casos, el artista se preocupó más del efecto estético que de la fidelidad científica, siendo algunas de las figuras de dudosa utilidad para la identificación de las especies que quieren repre-sentar. Con todo, menos espacio todavía ocupan estos roedores en otra obra de carácter popular publicada poco después por Schmidt

(1944), no obstante ser hasta ahora el único libro moderno consa-grado íntegra y exclusivamente a los mamíferos argentinos.

La presente revisión, como ya he dicho, se refiere a la familia Caviidae tal como se halla representada actualmente en la Argen-tina, y considerada dentro de los límites que le han asignado Mi-ller y Gidley (1918), Pocock (1922) y Simpson (1945), o sea incluyendo solamente las subfamilias Caviinae y Daichotínae, ya que los Cardiomyinae no cuentan con ningún representante vi-viente. J'ara mi trabajo, aparte de numerosas notas tomadas personalmente en el campo" en las provi( de Buenos. Aires, Córdoba, Mendozay Catamarca, y de algáhal observaciones he-chas, unos veinte años atrás, sobre ejemplares llegados al Museo de La Plata - (hoy Eva Perón), he utilizado principalmente eI rico material de estudio existente en el Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, a cuyas autoridades debo toda clase de facilidades para su consulta, siéndome muy grato hacer constar aquí mi agradecimiento en tal sentido al Dr. Jorge A. Cres-po, jefe del Departamento de Ciencias Zoológicas de dicho Museo, y a su ayudante la Dra. Elisa Kantis. Igualmente debo manifestar mi gratitud hacia mi apreciado colega el ingeniero agrónomo José Andrés, quien muy .gentilmente ha puesto a mi disposición el material de cuises del Instituto de Genética de la Facultad de Agronomía y Veterinaria, del que es director; así como al doc-tor T. S. C. Morrison-Scott, del Museo Británico; al doctor Jodo Moojen, del Museo Nacional de Río de Janeiro, y Carlos O. C. Viei-ra, del Departamento de Zoología de la Secretaría de Agricultura de San Pablo, quienes me han facilitado valiosos datos sobre ejemplares típicos o topotípicos de las respectivas colecciones a su cargo; y no menos agradezco, en fin, a mis amigos el ingeniero agrónomo Roberto C. Dowdall, de Buenos Aires, y el doctor José L. Minoprio, de Mendoza, las noticias que me han proporcionado sobre cuestiones de distribución geográfica.

Por razones de brevedad, al referirme a ejemplares deter-minados, especialmente en las tablas de medidas, he indicado con iniciales el centro científico en, que aquellos se encuentran. Así, M. A. C. N., significa Museo Argentino de Ciencias Naturales ; I. G. A. V., Instituto de Genética de la Facultad de Agronomía y

1 En homenaje a la verdad, debo declarar que no me cabe mérito ninguna en el capítulo de dicha obra relativo a los roedores, ya que fué redactado íntegramente por mi distinguido colega.

Page 5: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

Veterinaria ; I. Z. A. V., Instituto de Zoología de la misma Facul-tad; M. E. P., Museo de La Plata, y B. M., Museo Británico (Bri- - tish Museum of Natural History). Tal vez no sea - ocioso advertir para evitar el constante empleo de la correspondiente abreviatuá, que las medidas han sido siempre tomadas en milímetros. A menos que. se exprese lo contrario, cuando se trata de dimensiones externas, me he atenido a las . que tomó en fresco el recolector.

Caracteres. — Roedores histricomorfos de mediano tamaño, con las extremidades provistas de dedos libres Ier desarróllados, cuatro en las anteriores, dispuestos en forma artiodáctila, y tres en las posteriores, que son marcadamente periscdáctilas; almoha-dillas subdigitales bien definidas ; cola muy corta, casi siempre reducida a un simple tubérculo cónico invisible entre el pelo ; orejas con un repliegue o cresta transversal debajo del supratrago ; rinario reducido y sin ninguna porción papilar; en la hembra, un par de mamas abdominales ; un par de glándulas secretoras adanales en los dos sexos; el pene, como en todos los histricomorfos, con una bolsa o cavidad profunda bajo el extremo del glande; testículos permanentemente intrabdominales ; pelaje fuerte, pero a la vez suave, con los pelos de las partes superiores (excepto en las mutaciones de domesticidad) anillados de dos colores, produ-ciendo ese efecto de jaspeado o mezclilla que los genetistas deno-minan "pelaje agutí".

Cráneo dolicocéfalo, con el rostro comprimido lateralmente y extensas fosas maxilares, cuyo borde- anterosuperior forma una arista bien marcada, continuación del borde anterior del puente que limita el enorme agujero infraorbitario, característico de todos los histricomorfos ; lagrimal con la apófisis subcutánea medianamente desarrollada, por lo general bastante grande y a veces muy extendi-do hacia delante, hasta intercalarse por completo en el mencionado borde del puente, con lo que la parte del maxilar que constituye este último queda dividida en dos raíces, una superior y otra infe-rior ; canal lagrimal en parte abierto en el fondo de la fosa maxilar ; apófisis pre y postorbitarias del frontal ausentes o muy poco des-arrolladas ; paladar óseo profundamente escotado en su borde pos-terior, de tal manera, que la longitud de la parte de su sutura

11

FAMILIA "CAVIIDAE"

Page 6: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

media comprendida entre las serie molares es siempre menor que la separación entre des m 3 ; globos suditivos bastante grandes, su diámetro transverso considerablemente mayor que la anchura (del basioccipital.entre ambos globos; apófisis paroccipitales bien des-arrolladas, pero sin descender nunca mucho más abajo que los globos auditivos. El cuerpo de la mandíbula presenta por fuera, como en los Hydrochoeridae, una cresta longitudinal muy fuerte para el masetero medio, aproximadamente paralela al borde al-veolar, limitando una fosa alargada y profunda y siguiendo en disminución gradual o •-irgo del borde anterior de la rama ascendente, hasta el cóndilo; la apófisis angular es alargada y estrecha, con frecuencia terminada en punta; la sínfisis se ex-tiende hacia atrás casi hasta el nivel del punto más anterior de las series molares.

Fórmula dentaria : i1 -17 PM 17 3 3

3 ' .20. Los incisivos son estrechos, con la cara anterior lisa ; los superiores tienen la raíz fuertemente encorvada en semicírculo, llegando sus alveolos hasta la pared palatal de los maxilares, inmediatamente detrás de la sutura premáxilomaxilar ; en los inferiores la raíz es menos curva y más larga, alcanzando hasta debajo del m2, aproximada-mente. Todas las muelas son de raíz abierta permanentemente, y están típicamente constituídas por dos prismas o columnas de sección transversal pirifome, de modo que la tabla dentaria, que es plana, resulta compuesta de dos lóbulos transversales, uno de-lante de otro, labialmente convexos y lingualmente puntiagudos en la serie superior y a la inversa en el inferior. El pm4 y el m 3 presentan por lo general otro lóbulo más pequeño, anterior en aquel y posterior en éste. En el género típico de la familia, los prismas tienden a adoptar una forma laminar, y los espacios que media entre ellos están rellenos de cemento. Con la excepción, según parece, de un solo género (Microcavia) , los premolares sustituyen a les correspondientes molares caducos durante la vida fetal.

Costumbres. — Los Caviidae son roedores terrícolas, con ten-dencia arborícola en algunos géneros, y su régimen es exclusiva-mente fitófago. Considerada la familia en conjunto, se encuentran

en toda clase de terrenos, pero preferentemente en los que no son excesivamente húmedos o pantanosos, aun cuando a veces se acercan a los arroyos y bañados. El género Cavia parece preferir los lugares ricos en vegetación arbórea o arbustiva, mienjras que Microcavia y Dolichotis habitan más bien las llanuras áridas o con pastos duros. Algunas especies del primero de estos géneros son características de las altas planicies, hasta unos 4.000 metros de altitud, yctizt, o por lo menos la forma típica, es también un roedor de montaña. Pedi22522t, us es semiarboríf ola, trepando con frecuencia a los arbustos y árboles bajos, To aproxima a Kerodon, género que no existe en la Argentina y cuya única espe-cie es una diestra trepadora, que sube a las ramas y llega hasta su misma punta, dejándose caer desde allí al suelo en caso de peligro.

Todos estos roedores son animales de movimientos ágiles, que recuerdan los de las liebres y los conejos, con los que han sido identificados por el vulgo de origen hispánico, como lo demuestran los nombres vernáculos de las especies pequeñas: conejo del cerco, conejo de las pircas, etc., el de conejo del palo que se aplica a Pediolagus, y el de liebre de las pampas dado al" mara (Dolicho-tis) . Este último, sin embargo, más que como las verdaderas lie-bres, camina y se mueve como las corzuelas, o como ciertos pequeños antílopes africanos, contribuyendo a este parecido sus largas patas. Todos ellos corren con bastante rapidez, pero no son capaces de sostener una larga carrera, como lo hacen las liebres y los conejos, y cuando huyen suelen detenerse a cada momento por breves instantes. Para reposar, se sientan a la manera de los perro, o bien se echan. Las especies conocidas como cuises (subfamilia Caviinae) y el conejo del palo acostumbran a echarse con los miembros recogidos junto al vientre; el moka se acuesta con los miembros posteriores tendidos hacia un lado y las manos hacia delante, a veces dobladas por la articulación del carpo.

Todas las especies de la familia son diurnas, y es raro verlas de noche, aun en las más claras de luna llena. No las ofende el sol, y se las ve con frecuencia tomarlo tranquilamente, aun en verano, en las primeras horas de la tarde, si bien parece que prefieren salir por la mañana temprano o al atardecer. En Catamarca, entre

12 13

Page 7: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

Andalgalá y la quebrada de Amanao, he visto a los marras ca-minar a media tarde, en enero, sobre el arenal ardiente, y al mediodía he observado a Microcavia 'y Galea soleándose cero4 de sus guaridas, en pequeños grupos. Son animales de sociabilidad limitada; esencialmente monógamos, no es raro que varias parejas convivan sin molestarse unas a otras, reuniéndose más de tina docena de individuos. No se pueden incluir realmente entre los roedores minadores, pero buscan como guarida cualquier oque-dad propicia, v si no la hallan, la hacen por sí mismos, practicando en los talude de ':as sendas y en otros lugares en declive cuevas poco profundas, o más bien abrigos muy someros. Sin embargo, Cavia tschudii, o por lo menos la subespecie que tenemos en la Argentina, hace a veces cuevas con varias bocas, según ha obser-vado Budin (Thomas, 1926 b, 608), y en Patagonia, Microcavia australis vive en cuevas superficiales bajo los cojines de Bolax y otras plantas cespitosas (Hatcher, 1903, 123). Según los datos consignados en las etiquetas de ejemplares de esta especie colec-cionados por Yepes, en el sur de la provincia de Buenos Aires se la encuentra a veces deb4o de los algarrobos (Prosopis), "en cuevas formadas con ramas", y yo he visto en Catamarca a la forma local del mismo roedor viviendo en refugios abiertos en el suelo entre las raíces de Gourliea. Las especies que viven en para-jes pedregosos suelen refugiarse bajo los montones de piedras, y algunas (Galea y Cavia principalmente) lo hacen también entre las piedras de las pircas de los campos cultivados o de los jardines. Donde hay mucha maleza, así como donde el pasto está muy alto, entre las cortaderas o en la maraña de bromeliáceas, los cuises, sea cual fuere su especie, a fuerza de pasar entre la vegetación forman túneles o galerías, que también les sirven de escondites, y en los lugares ricos en arbolado, Cavia se aloja a veces en los troncos huecos caídos. En el altiplano del sur del Perú, por lo menos, Galea vive asoCiado con el tuco-tuco, y parece que a veces aprovecha sus cuevas (Pearson, 1951, 153). La costumbre de Dolichotis de refugiarse en las vizcacheras abandonadas fué ob-servada por vez primera por Azara, y confirmada posteriormente por Darwin (1839, 82), quien hizo notar que, donde no hay viz-cachas, dicho roedor excava su vivienda por sí mismo.

14

Los Caviidae se alimentan principalmente de pastos y de bro-tes ternes. Allí donde viven cerca del hombre, los cuises van a comer a los campos de gramíneas, y hacen bastante daño en los jardines, devorando tallos y hojas de diverpas plantas de adorno. Destruyen asimismo la corteza de algunos árboles, hasta donde consiguen alcanzarla, pero es difícil saber si lo hacen para temér-sela o más bien para desgastarse lbs incisivos. En cautividad, Cavia porcellus come casi todo lo que sea substancia vegetal:. pasto, granos, frutas, tubérculos, etc. Si su alir ento es rico en juges, todos estos roedores pueden prescindir dej...gilki, largo tiempo.

Reproducción.— Las hembras de los Caviidae paren una o dos veces al año, según las especies, teniendo por lo general dos hijos cada vez, que nacen bastante desarrollados y con los ojos abiertos. Para amamantarlos, la madre se sienta y aquellos se colocan uno a cada lado. Se citan casos de un solo hijo, o de tres, pero se refieren sobre todo a ejemplares en cautividad, estado que influye notablemente en su procreación. Para el marra, en el Jardín Zoológico de Buenos Aires se han dado casos hasta de cuatro hijos en un parto (Holmberg, 1893 b), y bien conocida es la fecundidad del Cavia porcellus doméstico. En Dolichotis, cuando conviven varias parejas, formando una especie de colonia, no es raro que las crías de las mismas se refugien juntas en una misma guarida, pero cuando salen para reunirse con los adultos, cada hijo busca .y reconoce a su madre.

Enemigos y enfermedades. — Los roedores de esta familia tienen como principales enemigos, aparte del hombre, a los huro- nes, las varias especies de gatos salvajes y de zorros, y las aves de rapiña. En el distrito subtropical, el aguará guazú parece ser su más encarnizado perseguidor. El marra es también víctima del puma, y es posible que éste devore algunas veces cuises; en el Brasil, por lo menos, es uno de los enemigos habituales del Kerodon.

Como los roedores en general, los Caviidae son huéspedes de una variada fauna parásita. Diferentes especies de malófagos del género Gliricola viven entre el pelo de Cavia, una de ellas G. por- celli (Schrank), que es uno de los piojos masticadores más anti- guamente conocidos; y en el mismo género de cuises se encuentra

I5

Page 8: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

Trimenopon hispida, mientras que sobre Galea viven Gliricola quadrisetosus (Ewing) y Microgyropus heteronychus (Ewing), y Microcavia es huésped de Protogyropus normalis Ewing y de un anopluro peculiar, Pterophthirus alatus (Ferris). Tambiéií son atacados estos roedores por Trombicula y por la garrapata común (Amblyoma maculatum Koch), que tal vez contribuye a difundir entre ellos ciertas enfermedades infecciosas. Kerr (1950, 15) se-ñala la frecuencia de afecciones a, los ojos en. Cavia,. atribuyéndo-las simplemente a degeneración del senticIPs3e- Ia. vista, pero que más probablemente pueden ser síntomas 7,- ¿araremia, u. otra enfermedad por el estilo. Entre los endoparásitos de estos anima-litos, en fin, figuran varios tricostrongílidos (Graphidioides mazai, Viannella argentina en Galea; Graphidioides affinis en Dolicho-tis) y el ascarcideo Paraspidodera uncinata.

Importancia económica.—Como ya hemos visto,, sin que se deba decir que llegan -a constituir una verdadera plaga, por su régimen alimentario pueden ser los eles altamente perjudiciales para los cultivos, sobre todo Ios de los géneros Cavia y Gatea, que son les que con más frecuencia residen cerca de Ias poblaciones humanas. En cambio, desde este punto de vista Dolichotis y Pe-diolagus carecen de interés, por vivir generalmente en lugares áridos y lejos del hombre, desapareciendo ante la. explótación- de los campos. Por otra parte, hoy - está comprobadh el importanfe papel que estos roedores pueden desempeñar en la propagación de ciertas enfermedades, entre ellas- la peste bubónica y la tula-remia.

La utilidad de las especies de esta familia,. dejando a un lado la que presta Cavia porcellus- en la, investigación biológica, es bas-tante limitada. Como es sabido, este roedor fué- domesticado por los amerindios, antes de llegar el hombre-blanco al Nuevo Mundo, para utilizarlo como alimento, y en Ios primeros tiempos de la colonización se hallaba extendido por casi toda la. América del Sur y Central, incluso las Antillas, siendo muy probable- que- á disper-sión se debiera en gran parte a Ios españoles, que también esti-maban su carne. La de los cuises salvajes es todavía hoy comida por los indios,. así como por los paisanos de algunas partes del

Brasil. Según Kerr (1950, 125), les indios del Pilcomayo cazan con este objete la forma local de Cavia aperea incendiando la maleza y apostándose alrededor para matar a flechazos los ani-malitos que huyen; asan su carne con cuero, arrancando primero el pelo, pero muchas veces también lo cuerean, y entonces sacan la piel entera, para formar con ella. una bolsa para transportar agua o conservar miel. En el norte de nuestro país, hay lugares donde el vulgo cree que el caldo hecho con la carne del mismo roedor es excelente para los niños enfermos.

Los tehuai.:70s'-.:,- los indios de las pampas cazaban al marra, más que para comerlo, para utilizar su cuero en la confección de quillangos.En nuestros días, se ha ensayado más de una vez la acliMatación de este roedor en distintos países de Europa, ya para aprovechar su carne y su piel, o ya, más comúnmente, por simple capricho, Con el propósito de hacer de él un animal de parque.

Taxonomía. — Aun cuando ya Cuvier, en 1800, en sus Le9ons d'anatomie comparée, había formado con los géneros Cavia e Hy-drochoerus un, pequeño grupo ("les Cabiais") dentro de la "famille des Rongeurs", en realidad fué Illiger, en 1811, quien por primera vez, al clasificar los roedores, que él llamaba Prensiculata, con-sideró los cuises y el marra, juntamente con el carpincho, las pacas y los agutíes, como representantes de una familia especial, bajo el nombre de Subungulata, nombre que sin razón han venido con-servando hasta hoy algunos autores, aun en los libros de texto que en nuestro país se usan en, los colegios secundarios. Gray, en 1821, admitió la misma familia, pero llamándole Caviadae, y Lesson hizo otro tanto en 1827, denominándola Dasypoides, nombre que en 1842 cambió por Caviacleae. Entretanto, Bennett (1835 b, 62) había propuesto el nombre Caviidae, que fué adoptado en seguida por Waterhouse (1839) y que, por ser el que está de acuerdo con las actuales reglas de la nomenclatura, es el que se debe emplear. Lo han empleado, en efecto, la mayoría de los zoó-logos modernos, aunque no todos exactamente en el mismo sentido, pues mientras que Tullberg (1900), Weber (1904) y muchos otros comprenden bajo dicha denominación los mismos géneros incluidos originalmente por Illiger en la familia, otros, y sobre todo los

17

Page 9: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

autores británicos, a imitación de Alston (1876), han separado de ésta los agutíes y las pacas. Bennett fué más lejos aún, inclu-yendo en los Caviidae solamente los géneros Cavia, Kerodon.y Dolichotis, y más tarde Gill (1872) siguió su ejemplo al llevar a otras familias, no sólo a Dasyprocta y Coelogenys Agouti), sino también .a Hydrochoerus. El extremo contrario aparece re-presentado por Winge (1888), quien además de conservar íntegra la agrupación establecida por Illiger, la rebajó de categoría, ha-ciendo de ella, bajo el nombre de Dasyproctini, una simple sub-familia de la familiL

En 1918, en su trabajo sobre el ordenamiento de los grupos supergenéricos de roedores, Miller y Gidley volvieron á reducir el contenido de la familia a los cuises y Dolichotis, exponiendo en forma concisa los caracteres, diferenciales que justifican la elimi-nación de los demás géneros comúnmente incluidos en aquella, y en 1922, basándose en el estudio comparativo de la morfología externa, Pocock llegó al mismo resultado y dividió, además, el grupo así restringido en dos subfamilias, Caviinae y Dolichotinae. Este criterio, que parece no haber sido tenido en cuenta por Kraglievich, Tate ni Ellerman, es el que ha adoptado Simpson en su reciente clasificación de los mamíferos, si bien agregando una tercera subfamilia, Cardiomyinae, constituída exclusivamente por formas fósiles y que, por consiguiente, cae fuera de los límites del presente trabajo.

Clave de las subfamilias

Orejas cortas; cola ausente; miembros relativamente cortos, el radio más corto que el húmero; glándulas adanales delante del ano; pm 4 y in'-2 sensiblemente diferentes de los molares inferiores. Caviinae

Orejas largas; cola corta; miembros relativamente largos, el radio más largo que el húmero; glándulas adanales entre el ano y la base de la cola; pm4 y mi-2 d•la misma forma que los molares inferiores...

...Dolichotinae

SUBFAMILIA "CAVIINAE"

Caracteres. Tamaño relativamente pequeño ; orejas cortas, aunque sin llegar a estar ocultas por el pelo, y con un supratrago valvular ; rinario muy reducido, limitado al borde 'n las aberturas nasales; miembros cortos, sobre todo los anterior - eh los que el radio es siempre más corto que el húmero ; almohadillas palmares y plantares medianamente desarrolladas; cola totalmente atrofiada e invisible entre el pelo; orificios de las glándulas adanales situados más hacia delante que la abertura anal ; pene con un par de espícu-las córneas en el fondo de la bolsa del glande.

Cráneo con la región interorbitaria siempre notablemente más angosta que el occipital medido sobre la base de las apófisis paroc-cipitales. Mandíbula con la apófisis coronoides apenas esbozada y la apófisis angular muy larga y estrecha. Muelas con algunos de los prismas provistos en su lado convexo de un surco que en la tabla dentaria aparece como una muesca o escotadura en el lóbulo corres-pondiente; corona del único premolar maxilar y de los m1-2 de forma diferente de la que ofrecen los tres molares mandibulares.

De esta subfamilia se conocen cuatro o cinco géneros vivientes, tres de los cuales existen en la Argentina.

Clave de los géneros de Caviinae

1 Región interramal enteramente velluda; incisivos blancos puente anteorbitario con el borde formado exclusivamente por el maxilar. 2

i 1 Región interramal con un espacio pelado en el centro; incisivos ama-rillos; puente anteorbitario con el- borde constituido en parte por el hueso lagrimal Golea

Orejas con trago y antitrago bien desarrollados; muelas sin interca-i laciones de cemento entre sus prismas; pm 4 con una prolongación I accesoria anterior en el primer prisma Microcavia

2' 1 Orejas con el trago y el antitrago atrofiados; muelas con los replie-i gues entre los prismas rellenos de cemento; pm 4 sin prolongación

accesoria anterior en el primer prisma. Cavia

19

Page 10: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

Género MICROCAVIA H. Gervais y Ameghino ,

Cavia I. Geoffroy, Mag. de Zool., 3r. año, 1833 (parte, no Pallas).

Kerodon Bennett, Proc. Zool. Soc. London, 1835, p. 190 (parte, no G. Cu- t

Especie tipo. — Microavia typus H. Gervais y AmeIn;fio.

Caracteres. Tamaño relativamente pequeño, poco más o me-nos como el de la rata común (Rattus norvegícus Berkenhout) ; orejas con el trago y el antitrago de reducido tamaño, pero bien desarrollados, y el borde anterior continuado en una pequeña cresta o arista debajo del supratrago y casi paralela a éste; pies anteriores con dos gruesas almohadillas palmares contra la base de los dedos segundo y quinto, y entre ellas indicios de otra que abarca la base del tercero y cuarto ; una almohadilla carpiana, más o menos redon-deada, próxima al borde externo de la palma, que entre dichas almohadillas es ligeramente granulosa; pies posteriores con dos almohadillas plantares muy juntas, la externa irregular, alargada oblicuamente y con tendencia a dividirse en dos, y la interna más o menos elíptica ; la planta del pie, detrás de estas almohadillas, tiene la piel finamente granulosa, pero hacia el talón es lisa, con una almohadilla muy chica cerca del borde interno, que está cu-bierto de pelo en toda su longitud. Pelaje liso y suave, finamente jaspeado en las partes superiores ; región interramal cubierta de pelo, como toda la garganta. Cráneo de contorno superior convexo en gran parte, redondeado y con los arcos cigomáticos bastante salientes hacia los lados; el ancho de la caja cerebral equivale a un 50 a 55 por ciento de la longitud craneal total; el borde del puente anteorbitario está formado únicamente por el maxiliar. In-cisivos blancos ; muelas sin ninguna intercalación de cemento entre las prismas ; m3 con el segundo prisma prolongado hacia atrás, como tendiendo a formar un tercer prisma más pequeño ; pm 4 con una prolongación parecida, pero menos desarrollada, delante de su pris-

20

4 vier).

icrocavia H. Gervais y Ameghino, Mamíf. Fós. Amér. Sud, 1880, p. 50.

Caviella Osgood, Field. Mus. Nat. Hist., Zool., 10, 1915, p. 94.

Nanocavia Thomas, Ana. and l‘lag. Nat. Hist., ser. 9, 15, 1925, p. 585.

ma anterior. Por excepción en la familia, al menos entre los géne-ros actuales, los premolares sustituyen a los molares de leche des-pués del nacimiento. Según Kraglievich (1930, 67), el reemplazo se realiza cuando el animal está ya bastante desarrollado, y en los dientes mandibulares antes que en los maxilares.

Distribución. — Microcavia es un género muy característico de la fauna argentina, en la que se halla presente desde el Pleistoceno, al que pertenece la especie tipo, y se extiende desde el extremo nor-oeste, o tal vez desde el s" :le Bolivia, hasta Santa Cruz. Actual-mente falta por completo en él nordeste del país y en la mayor parte del distrito pampásico, de donde posiblemente se retiró ante la competencia: de Cavia, que tal vez ha sido un invasor relativa-mente moderno.

• Observaciones. — La especie más conocida de este género, Mi-crocavia australis, fué ya separada del género Cavia por Bennett en 1835, y considerada como un Kerodon, sin duda atendiendo a las particularidades de su dentadura; todos sus demás caracteres, sin embargo, la distinguen de este último género, lo que llevó a Osgood a constituir con ella, ochenta años más tarde, Un subgénero de Cavia que denominó Caviella. Corresponde a Kraglievich (1927 a 1930) el mérito- de haber demostrado que este nombre no es sino un sinónimo de Microcavia, género establecido sobre restos fósi-les del Pleistoceno de la Argentina por Henr)i Gervais y Ameghi-no. Se equivocó, no obstante, aquel distinguido paleontólogo al considerar como la especie tipo M. australis, puesto que esta espe-cie no fué incluida por dichos autores en su nuevo género. De acuerdo con el artículo 30 de las reglas de nomenclaturas, inci-sos b y e, el tipo de Microcavia no puede ser otro que M. typus. 1 Es posible que esta especie pleistocena fuese, después de todo, idéntica a M. australis, pero esa es una cuestión aparte, que toda-vía está por discutirse.

1 Posteriormente, Ameghino sustituyó esta denominación por M. typica, pero este cambio es inadmisible. Las reglas no consienten que un nombre, una vez publicado, sea modificado ni rechazado, ni aun por su propio autor, salvo en el caso de invalidez por ho-monimia.

Page 11: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

Microcavia comprende solamente dos especies actuales, lo bastante distintas entre sí para que se las e .haya mirado como representantes de sendos subgéneros o génerbs diferentes. Como veremos más adelante, en realidad no hay ningún fundamehto de valor para separar Nanocavia, ni aun subgenéricamente. En cambio, creo que Monticavia. Thomas, con el cráneo exagerada-mente convexo en su contorno superior y ciertos caracteres ex-ternos muy peculiares, debe ser considerado, si no como un gánero aparte, por lo menos como un subgénero bien definido; pero no habiendo sido encontrado hasta ahora dentro de nue: límites,

hay por qué detenernos ahora en este punto.

Clave de las especies de Microcavia

Mezclilla del pelaje bien marcada; incisivos ortodontos, o ligeramente proclives; ma con la prolongación posterior alargada y separada del segundo prisma por un repliegue bien marcado en el lado lingual; glo-bos auditivos grandes, su diámetro máximo mayor que un tercio del' ancho cigomático M. australis

Mezclilla del pelaje poco señalada; incisivos muy proclives; m' con la prolongación posterior relativamente corta y no separada del segundo '" prisma por ningún repliegue en el lado lingual; globos auditivos peque- ños, su diámetro máximo igual o menor que un tercio del ancho oigo- mático M. shiptoni

MICROCAVIA. AUSTRALIS (I. Geoffroy y D'Orbigny)

La sinonimia se indica en las subespecies.

Caracteres. —Partes superiores con la mezclilla del pelaje agutí bien señalada, formada por bandas negras y pálidas alter-nadas en cada pelo, cuya punta es negra. En las partes inferlreá, los pelos son de un color gris claro sucio, que casi siempre' pasa a blancuzco o amarillento en las puntas, resultando una tonalidad amarillenta, más o menos lavada de gris según la extensión de este color en cada pelo. Por lo general, domina más el gris en la cara inferior del cuello, donde tiende a formar una ancha banda

22

o corbata, a veces en marcado contraste con el resto de la colora-ción ventral. Pies vestidos de pelitos cortos y apretados, de un solo color, igual o. parecido al de las bandas pálidas de los pelos del dorso.

- Cráneo con el perfil superior bastante convexo en la. caja cerebral, a partir de la parte posterior de la región interorbitaria, y casi recto desde aquí hacia delante, hasta el extremo distal de los nasales. Rostro relativamente corto; el diastema entre el inci-sivo y el premolar viene a ser como una vez. y un tercio la altura rostral tomada hacia k -:-:t.ltad del mismo diastema, y como un cuarto de la longitud total. del cráneo. Fosas maxilares cortas y altas. Escotadura postpalatina en ángulo aproximadamente recto, con frecuencia con una pequeña muesca en el vértice del ángulo. Globos auditivos grandes, su mayor diámetro siempre muy supe-rior a un tercio del ancho bicigomático; los orificios auditivos orientados lateralmente. Incisivos ortodontos o muy poco pro-odontos; el ángulo incisivo oscila por lo general entre 88° y 105°, llegando muy rara vez a 110°. Segundo prisma del m3 con una prolongación posterior muy desarrollada, sobre todo en los ejem-plares viejos, separada del prisma mismo por un repliegue sobre el lado lingual, que en la tabla del diente aparece como una muesca bien visible_

Thomas distinguió en este especie hasta cinco subespecies o razas geográficas, pero un estudio detenido de abundante material de muy diversas localidades no me permite reconocer más que tres, y aun una de ellas muy poco diferenciada. Las tres son pecu-liares del territorio argentino, aunque parece que una de ellas pasa a la parte contigua de Chile.

MICROCAVIA AUSTRALIS AUSTRALIS (I. Geoffroy y D'Orbigny)

Cavia australis I. Geoffroy y D'Orbigny, Mag. de Zool., 3r. año, 1833, texto de la lám. 12.

Kerodon kingii Bennett, Proc. Zool. Soc. London, 1835, p. 190.

Cavia (Cerodon) australis Waterhouse, Nat. Hist. Mamm., 2, 1848, p. 180.

Cavia kingii Waterhouse, loe. cit., 1848, lám. 3, fig. 2.

. 237,

Page 12: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

Cavia aperea Blainville, Ostéogr., 4, Cavia, 1855, lám. 11 (no Erxleben).

Cavia (Anoema) australis Burmeister, Descr. Phys. Rép. Argent., 3, 1. parte, 1879, p. 272.

Cavua (Caviella) australis Osgood, Field, Mus. Nat. Hist., Zool., Ser:, 10, 1915, p. 194.

Caviella australis australis Thomas, Ann. and Mag. Nat. Hist., ser. 9, 7, 1921, p. 445.

Caviella australis nigriana Thomas, loe. cit., 1921, p. 446.

Caviella australis joannia, Thot cit., 1921, p. 446.

Microcavia australis Kraglievich, Physis, 8, 1907, p. 578.

Microcavia australis australis Yepes, Rev. Inst. Bacter., 7, 1935, p. 241, lám. 10, fig. 3.

Microcavia australis kingii Yepes, loe. cit., 1935, p. 242.

Microcavia australis joannia Yepes, loe. ct., 1935, p. 242.

Tipo. — Ejemplar adulto obtenido en el norte de Patagonia, en las cercanías de río Negro, por Alcides *D. D'Orbigny; Museo Nacional de Historia Natural de París, núm. 1831-21-1952.

Caracteres. —Mezclilla del pelaje del dorso muy fina; cada pelo gris paño en la base, y luego negro con una zona subterminal pálida, cuyo color varía entre el amarillo marfil ("ivory yellow") y el ante crema ("cream buff") de la terminología cromática de Ridgway, resultando un conjunto gris amarillento que tira más o menos a pardo oliváceo, generalmente algo más amarillo en los flancos que en medio del dorso, por haber en éste muchos pelos sin la zona pálida. La superficie ventral blanco-amarillenta sucia, o de un gris paño pálido, en muchos ejemplares con la cara infe-rior del cuello más francamente gris. Los pies son blanco-amari-llentos o de un color ante crema. El matiz del pelaje varía bas-tante. Un macho adulto obtenido en Rawson, Chubut, en el mes de abril (M. A. C. N. 28-51) es de un color un poco más gris que el oliva leonado ("tawny olive") de Ridgway, pasando en kis cos-tados a ante oliváceo intenso ("deep olive buff"), mientras que una hembra. de Choele-Choel, Río Negro, cazada en el mismo mes,

tiene las partes superiores tirando a bistre, y en un macho de Algarrobo, Buenos Aires (M. A. C. N. 26-46), se inclinan más a ante, sobre todo en los flancos. Este último no presenta debajo del cuello la corbata gris, que en cambio es muy visible en la hem-bra de Choele:Choel, en un macho de Pichi Mahuida obtenido en mayo, y en otro del lago San Martín cazado en diciembre. Tales diferencias parecen ser independientes de la localidad, de la época del año, de la edad o del sexo, pudiéndose considerar más bien como meras manifestaciones de fluctuación. Lo que más varía es

,untiz' de las partes inferiores, que en el mencionado '' .":*j ac.3 - 9 de Rawson presentan un color gris paño sucio, y en otro de la misma localidad y obtenido al mismo tiempo son casi blancas. El color gris de debajo del cuello puede igualmente faltar o estar muy bien definido en animales recolectados en una misma locali-dad y en la misma época. Son raros, sin embargo, los que no ofrecen en dicha región algún rastro de gris más o menos marcado.

Cráneo con los lados del rostro casi siempre ligeramente con-vergentes hacia delante; escotadura postpalatina, por lo general, en ángulo recto perfecto. En el material estudiado, el promedio de la longitud total, desde el gnation hasta el punto más posterior-del occipital, es de 47 mm.

Dimensiones . externas de diez ejemplares, los de San. Blas medidos por mí antes de ser cuereados:.

Cabeza y cuerpo

Pie posterior Oreja

¿Lago San Martín, S.C. (M.A.C.N. 15-3) 235 50 14 ¿Algarrobo, B. A. (M.A.C.N. 26-46).. .. 205 — 16 -?Pichi Mahuida, N. (M.A.C.N. 49-114) 194 42,3 19,4 ¿'Lago San Martín, S.C. (M.A.C.N. 15-4) 192 44 17 ¿San Blas, B.A. (M.E.P.) .......................... 190 40 17 ¿Rawson, Ch. (M.A.C.N. 28-50) ...... ... 172 37,6 16,6 d'Rawson, Ch. (M.A.C.N. 28-51) ............. 170 38 17,2 ` San Blas, B.A. (M.E.P.) .......................... 185 40 16,2

San Blas, B.A. (M.E.P.) ................ 182 43 15 9 Choele-Choel, R.N. (M.A.C.N. 49-115) 176 38,8 18,4

24

Page 13: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

Medidas de los cráneos de ocho individuos:

loto* I

pnpOuoi

pitip

uol V,

ongl

itud

pala

Mar

Anc

ho

cloo

mál

lco

momio», ..1

11 orm

uy Anc

ho d

e la

ce

rebr

al

flit tlOON

0■111rtiv °timo

Serl

e m

olar

ou

perl

ur

d' Alto río Chico, S.C. (según Allen) diL. San Martín, S.C. (M.A.C.N.

15-3) .............................................

54

48,5

-

41,5

24

18

32

29,5

10,5

11

25

21

-

18 x 7,5

-

11,7

13,5

12 d'L. Colhue-Huapi, Ch. (B.M.) .. 46,6 - - - 10,3 - 15 x 6,8 14 - d'Rawson, Ch.. (.111.A.C.N. 28-50) 42 - 17 25 10 21 14 x5,8 11 c 9,5 6'1,.i.-41t (M.N.C.N. 30-51). ... . 41 32 16 26 10 20 12 x 6,5 11 9'`' 9 Cuitada Honda, S.J. (B.M.) (') . 49,8 - - - 12,2 - 18,5 x 7,1 14,6 - Q Neuquén, N. (B.M.) (2). .............. 47,8 - - - 9,8 - 15 x 7,5 15,4 - Q Alto río Chico, S.C. (según Allen) 47 - 20 29 10 21 - - 11,2

Distribución. Mitad meridional de la República Argentina, desde la provincia de San Juan en el oeste y el sur de la de Buenos Aires en el este, hasta la gobernación de Santa Cruz. La localidad típica son los "alrededores del río Negro", habiéndola restringido Thomas a la parte inferior del. mismo. El punto más septentrional indicado con certeza para la subespecie parece ser Cañada Honda, en el sur de San Juan, localidad típica de australis joannia, que yo, por razones que más - adelante expongo, considero inseparable de australis australis. Bajo -aquel nombre mencionó Yepes (1936, 39) ejemplares cazados en el oeste de La Rioja, basándose indudable-mente en este dato para su mapa de distribución de las subespe-cies (1941, 45), pero un detenido examen de aquéllos me obliga a mirarlos como idénticos a otra raza, a. mamas, representando tal vez algunos de ellos una. intergradación con la forma típica. En la provincia de Buenos Aires, no conozco para este roedor ninguna localidad más al norte que Tornquist, de donde fué citado por Matschie (1894, 61). Por el sur, llega por lo menos hasta el río Santa Cruz, aunque en opinión de Darwin (Waterhouse, 1838, 88) se extendería hasta el estrecho de Magallanes, y en apoyo de ello recordó aquél las noticias de antiguos viajeros sobre

1 Tipo de Caviella australis joannia Thoraas. 2 Tipo de Caviella australa nigriana Thomas.

la presencia de supuestos conejos en el extremo austral del con-tinente y dijo haber visto allí, en manos de los patagones, pequeños quillangos para niño hechos con cueros de este animalito. La posibilidad de que éstos fueran adquiridos por intercambio con otras tribus más septentrionales resta, sin embargo, algún valor a este dato. El área de distribución de M. a. australis penetra ade-más un poco en Chile, donde fué mencionado por Baird (1855) hacia los 33° de latitud. Según Osgood (1943, 142), el hecho de haberse obtenido junto al río Verde, a poca distancia al este de la frontera argentinochilena, un < r--zAlar del. Museo de Chicago, autoriza por sí sólo a admitir su existencia al otro lado de la misma. En la parte póstuma de Ostéógraphie de Blainville aparece como obtenido en Brasil, y bajo el nombre de Cavia aperen, un cráneo de Microcavia australis, pero evidentemente se trata de una confusión, tal vez imputable a los editores.

Observaciones. -Aun cuando parece indudable que ya Piga-fetta, en su crónica del memorable viaje de Magallanes, aludía a es-te roedor cuando dijo haber visto en el extremo sur de Patagonia conejos más chicos que los de Europa, en realidad "Cavia" aus-tralis fué descubierto por D' Orbigny, siendo publicada su descrip-ción original por Isidoro Geoffroy Saint-Hilaire, con algunos datos sobre sus costumbres, en los que se descubre cierta confusión con otros roedores, especialmente con Cteiwmys, como lo prueba el atribuir:e el nombre vulgar de tucu-tucu. Fué dicha descripción ilustrada con una lámina, muy deficiente en cuanto al aspecto del animal, pero bastante fiel en la coloración. Pocos años más tarde, dió D'Orbigny (1836, lám. 18, figs. 1-5) excelentes figuras tanto del exterior del roedor como de su cráneo. El color aparece aquí tal vez demasiado amarillo; por lo menos, entre los numerosos ejemplares que yo he examinado, solamente uno de Rawson se acerca un poco en el matiz del pelo. Entre tanto, Bennett había descrito el mismo animal, de Puerto Deseado, como Kerodon kingii. En 1921, Oldfield Thomas separó como formas geográficas distin-tas al cuis del río Negro y al de Patagonia, atribuyendo al primero mayor tamaño y un pelaje menos oliváceo, y en la creencia de que Isidoro Geoffroy y D'Orbigny se habían referido al segundo,

26 2'1

Page 14: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

consideró australis y kingii como sinónimos y dió el nombre de australis nigriana a la raza de "la cuenca del río Negro, exten-diéndose por el oeste hasta la del alto Chubut" ; pero en 19/9, reconociendo su error en cuanto a la localidad típica de australis, declaró que este nombre es el que realmente corresponde a lo que él venía denominando nigriana, y que kingii sería la subespecie más meridional, si bien al mismo tiempo confesó estar todavía indeciso "sobre si kingii debe ser o no reconocido como subespe-cíficamente distinto del verdadero australis", indecisión que ya había insinuado en 1927 al mencior., e; •Tapiares de distintas localidades de Neuquén, muy próximas entre sí, con notables divergencias en ciertos caracteres craneanos que él mismo había utilizado para establecer formas geográficas. En efecto, cuando se comparan muchos ejemplares procedentes de los más apartados lugares, dentro de la extensa área antes indicada, no hay manera de ver en ellos diferencias constantes y bien marcadas que corres-pondan a su localización corográfica. Por ejemplo, mientras Tho-mas, como he dicho, consideró el mayor tamaño como uno de los principales rasgos diferenciales de la subespecie de Río Negro, los ejemplares más grandes que yo he podido ver son del lago San Martín, en Santa Cruz, y en lo que atañe al color del pelaje, estos mismos individuos son muy parecidos a los de Algarrobo, en la provincia de Buenos Aires. No encuentro, pues, nada que permita distinguir el verdadero australis y kingii.

En cuanto a. joannia, Thomas separó con este nombre los cui-ses de San Juan y Mendoza por su pelaje más color paño ("drab") que el de nigriana (=australis), su rostro con los lados menos convergentes y los globos auditivos menos grandes; pero en el verdadero australis de Buenos Aires y de Patagonia no es raro el matiz marcadamente paño del pelo, el cráneo puede presentar un rostro de lados casi paralelos, y la diferencia en el tamaño de los globos auditivos es enteramente ficticia, como el mismo Thomas lo reconoció al estudiar los citados ejemplares de Neuquén. Aun en el material típico de sus dos supuestas formas distintas, en nue-ve cráneos de australis propiamente dicho (descripto por él como nigriana) el diámetro del globo auditivo oscilaba entre 14,2. y 15,4 mm, y en diez ejemplares de joannia variaba de 14,4 a 14,6,

es decir, estaba entre aquellos extremos, siendo la diferencia entre las respectivas mínimas de 2 décimas de milímetro solamente y no llegando a un milímetro la diferencia entre las máxiMas. Aparen-temente, habría una divergencia de más valor en la forma del paladar óseo, que en joannia, según Thomas, presentaría el borde posterior "saliente o achatado, sin formar un ángulo definido"; mas es el caso que en la figura del cráneo de joannia publicada por Ellerman (1940, fig. 72), representando sin duda uno de los ejemplares-. '.fricos, el paladar aparece escotado por atrás en ángulo recto, cono encuentra por lo general en australis australis. En resumen, un análisis detenido de las supuestas diferencias no permite admitir más de una subespecie para toda la parte del país que queda al sur de una línea un tanto sinuosa que desde San Juan, a través de las provincias de Mendoza, San Luis y Eva Perón, llega hasta la costa atlántica en el sur de Buenos Aires.

MICROCAVIA AUSTRALIS SALINIA (Thomas)

Caviella australis salinia Thomas, Ann. and Mag. Nat. Hist., ser. 9, 7, 1921, p. 447.

Microcavia australis salinia Yepes, Rey. Inst. BaCter., 7, 1935, p. 242.

Tipo. — Macho viejo, obtenido en Recreo, Catamarca, por E. Budin ; Museo Británico de Historia Natural, núm. 21. 4.7.6.

Caracteres. Pelaje más gris que en australis australis, generalmente de ese matiz pardo sucio que se ha convenido en llamar paño ("drab" de la nomenclatura de Ridgway), lo que

. en parte parece ser debido a que las bandas claras de los pelos son más blanquecinas, y en parte a que está más extendido el color gris que en todas las razas ocupa la base de cada pelo. Un ejem-plar de La Rioja (M. A. C. N. 28-167), sin localidad exacta, pero probablemente de las cercanías de la capital, presenta un matiz más ante, lo que le acerca algo a la forma maenas. El cráneo es por lo común más robusto que en la subespecie típica, con los lados del rostro más para:elos, la región interorbitaria ancha y la escotadura del borde palatino en ángulo recto o ligeramente obtuso.

28, 29

Page 15: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

A •

Microcavia Australia Salinia

Entre el material de esta subespecie que he podido estudiar, solamente tienen las dimensiones externas tomadas en fresco dos ejemplares de La Paz, Córdoba, obtenidos por Yepes, y el de La Rioja antes mencionado, y de ellos, uno de los primeros es todavía bastante joven.

Cabeza y cuerpo

Pie posterior Oreja

d'La Rioja (M.A.C.N. 28-167) ................. 205 35 20 crjov, La 29-15)... 190 38 18 crLa Paz, C. ,M.Á.C.N. 29-11) ................ 220 40 20

Dimensiones de seis cráneos:

m a g

.0

:71 gl

o

u

411

-17.1

z o .t, oá a T.

¿'Recreo Catam. (B.M.) ( 1 ) ........ 55,5 - 13,1 18,3 x 8,5 16,5 San Antonio de La Paz, Catam.

(M.A.C.N. 36-84) ..................... 50 40,5 21 29 10,7 23 17 x 7,2 15 11,7 Luján, S.L. (1VI.A.C.N. 26-36) 49,2 43,2 22 27 13 22 16,3 x 8 14 11 General Roca, S.L. (M.A.C.N.

26-213) ........................................ 48 43 24 30 12,5 22 17 x 8,5 14. 12 La Rioja (M.A.C.N. 28-167) . 46 39 19 10 20 16 x 6,4 12 8,5

9 La Paz, C. (M.A.C.N. 29-12) ... 45 37 18 24 10,7 20 14 x 6,2 14 9,7

Distribución. - La zona de salinas que se extiende por el este de Catamarca y La Rioja, el sudoeste de Santiago del Estero y el noroeste de Córdoba, llegando por el sur hasta el norte de San Luis. Ejemplares de Luján y de General Roca, en esta última provincia, obtenidos por el doctor Alberto Castellanos, no pueden distinguirse de los de La Paz, en.Córdoba, o San Antonio de La Paz, en Cata-marca, estos últimos casi topotipos, lo que prueba que esta sub-especie baja, por entre la sierra de San Luis y los cordones de Cantantal y Los Colorados, bastante más hacia el sur que lo indicado en el mapa de Yepes (1941). En La Rioja, llega hasta la base oriental de la sierra de Pagano, donde este zoólogo la

1 Tipo de Cavieaa australis manía- Thornas.

30

encontró en gran abundancia (1947, 474), y la de Velasco. Aquí parece que hay alguna intergradación con M. a. maenas, que vive al oeste de las mismas sierras; por lo menos, así induce a creerlo el ejemplar 28-167 del Museo de Buenos Aires, antes mencionado.

Observaciones. - Microcavia australis salinice es una subespe-cie muy poco distinta de la forma típica. En esta última se encuentran algunos ejemplares que, por lo que a la coloración se refiere, difícilmente se pueden diferenciar de ella. El cráneo, sin embargo, acusa generalmente mayor robusto; la tendencia del bord< posterior del paladar a formar un ánguib más o menos obtuso parece ser también característica.

MICROCAVIA AUSTRALIS MAENAS (Thomas)

Cavia maenas Thomas, Ann. and Mag. Nat. Hist., ser. 7, 1, 1898, p. 284. Cavia (Cerodon) maenas Trousseart, Catal. Mammal., Suppl., 1908, p. 527. Caviella maenas Thomas, Ami. and Mag. Nat. Hist., ser. 8, 18, 1916, p.

303. Caviella australis maenas Thomas, Ann. and Mag. Nat. Hist., ser. 9,7,

1921, p.447. Alicrocavia australis maenas Yepes, Rey. Inst. Bacter., 7, 1935, p. 242. Microcavia australis joannia Yepes, Physis, 12, 1936, p. 39 (no Thomas).

Tipo.- Ejemplar adulto obtenido en Chilecito, La Rioja, por el doctor Francisco P. Moreno ; Museo Británico de Historia Na-tural, /19 96. 10 .7.12.

Caracteres. -Mezclilla del pelaje de las partes superiores menos fina que en las otras subespecies y con un marcado tinte an-te o amarillo, debido a que la zona pálida de los pelos es de un color que varía, en los diferentes individuos, entre el amarillo maíz y el amarillo damasco ("apricot yellow" de Ridgway). Los pies son

31

Page 16: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

de este mismo color, aunque menos puro, y las partes inferiores tiran por lo general a amarillo sucio, pasando a gris pardusco debajo del cuello. En los ejemplares muy adultos, el agutí clel pelaje es todavía más tosco, y casi siempre toma un matiz más ocráceo sobre la cabeza y en la parte anterior del dorso.

El cráneo no difiere apreciablemente del de la forma típica, aunque el ángulo de la escotadura postpalatina es con mucha frecuencia menor de los 90°, y los lados del rostro suelen ser menos convergentes.

Medidas externas de tres topotipos, de la cu. -cc:vn del Museo Argentino de Ciencias Naturales :

Cabeza y Pie Oreja cuerpo posterior

o'M.A.C.N. 34-1177 ..................................... d1 M.A.C.N. 34-11 .........................................

M.A.C.N. 34-1170 .....................................

Seis cráneos de esta subespecie tienen las siguientes dimen-siones :

Long

itud

tota

l pian

pripauou

asmam

d pm

pfuoi Anc

ho

cigo

mát

ico opturponi

-ut otpuy Anc

ho d

e la

ca

ja ce

rebr

al

El a IMM

IN

oAll

ormiD Se

rle

mol

ar

supe

rior

Chilecito, L.R. (B.M.) ( 1) ...... .. 53,5 — 22,6 30 11,1 — 18,9 x 6,5 — 12,2 Tinogasta, Cat. (B.M.) ...............

d Villa Unión, L.R. (M.A.C.N 34-80) ..........................................

50,5

50

41,5

21

28,5

12,5

11,2

21

17,4 x 7

18 x 7,2

14,5

12

-

11 crChilecitn,L.R. (M.A.C.N.34-46) — — 17 25 10,5 _— 14,6 x 2 13 10 ',.). Villa Unión, L.R. (M.A.C.N.

34-79)... ........................ 49 41,2 21 28 10,2 22 18 x 7 11,5 11,2 9 Villa Castelli, L.R. (M.A.C.N.

34-92) .......................................... 49 41 20 30 10,5 23 17 x 5,2 11 10,2

Distribución. — Zona montañosa de La Rioja, Catamarca, Sal-ta y Jujtly, por lo menos hasta cerca de los 2.500 m. de altitud. La localidad más baja de que conozco ejemplares son los cerros al norte de Chumbicha, Catamarca, a unos 500 m. de altura y

1 Tipo de Cavia ?sarnas Thomas.

32:

casi tocando al área de distribución de salinia. Es muy probable que maenas se extienda por el sur a toda la parte septentrional de San Juan, y me parece también posible que por el norte llegue a penetrar un poco en Bolivia. Hace ya años, yo empleé esta deno-minación par& unos cuises obtenidos en San. Luis por la expedición de naturalistas españoles al Pacífico, en 1863 (Cabrera, 1917, 55), pero dado que dichos ejemplares fueron muy probablemente obte-nidos cerca de la capital de la provincia, en. la que los viajeros pasaron cinco días, hoy me inclino más bien a creer que se trata del verdadero aust aunque claro está que sólo puedo hablar de memoria. En el Museo Británico nay un ejemplar registrado como de Chile, pero con duda.

Observaciones. — Esta subespecie se reconoce muy bien por su pelaje teñido de amarillo o de ante intenso, así como por el aspecto tosco de la mezclilla en los ejemplares viejos. Estos carac-teres aparecen con exageración en un macho de Yaví Chico, en el extremo norte de Jujuy, obtenido por Yepes (M. A. C. N. 36-426), en el que la coloración tira a ocre en los flancos y los lados del cuello. No se si en realidad habría que considerarlo como una forma septentrional distinta, pero se trata de un ejemplar prepa-rado un tanto deficientemente y - sin /pedidas tomadas en fresco, lo que haría demasiado aventurada tal suposición. Yepes (1936, 39) ha llamado M. a. joannia a ejemplares cazados por él en diversas localidades riojanas al oeste de la sierra de Famatina, conside-rando como morenas solamente los obtenidos al este de la misma, pero un estudio detenido de su material me impide ratificar esta opinión. Según mi estimado colega, estos últimos se distinguirían por ser de mayor tamaño y color más obscuro; lo primero no es fácil comprobarlo, porque la mayor parte de dicho material no tiene datos de las medidas en fresco, pero si se comparan los crá-neos de los ejemplares de Villa Unión con los de Chilecito, no se advierte ninguna diferencia en aquel sentido ; y en lo que atañe aI color, los de las localidades del oeste de La Rioja se asemejan mucho más a los de Chilecito o del sudoeste de Catamarca que al material típico de joannia en el Museo Británico, que, como ya he dicho, yo no puedo distinguir del australis verdadero. Algunos de

33-

245 221 220

48 48 42

20 20 22

Page 17: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

e Microcavia Shiptoni

'dilos ejemplares riojanos se acercan un poco más que otros a la coloración de la subespecie típica, pero es natural que en el oeste de La Rioja, y también en la parte norte de San Juan, exista cierta intergradación entre australis maenas y australis australis, que se encuentra ya a partir del sur de esta última provincia.

MICROCAVIA SHIPTONI (Thomas) Nanocavia shiptoni Thomas, Ann. and Mag. Nat. Hist., ser. 9, 15, 1925,

p. 419.

Monticavia (Nanocavia) shiptoni Kraglievich, Anal. Mus. Nac. Hist. Nat., Buenos Aires, 36, 1930, p. 94.

Microcavia (Nanocavia) shiptoni Ellerman, Fam. and Gen. Living. Rod., S 1, 1940, p. 244.

Tipo.—Hembra adulta obtenida en Laguna Blanca, Catamar-ca, por S. Shipton; Museo Británico de Historia Natural.

Caracteres..—Pelaje más fino y suave que en M. australis; orejas más peludas. Mezclilia de las partes superiores menos bien marcada„ debido a que en muchos de los pelos la parte negra es poco extensa o falta totalmente. El color general es leonado pálido, más tostado sobre la cabeza y el dorso, donde tira al color arcilla ("clay color") de Ridgway, mientras que en lo demás es más bien

oliva leonado, palideciendo en lo bajo de los flancos hasta ser ante oliváceo pálido.. Partes inferiores blancuzcas, tirando a ante, con la base de los pelos color paño en una gran extensión, color que aparece muy al descubierto debajo del cuello, donde forma una extensa mancha de un matiz paño sucio. Los pies son ante pálido, con los dedos más obscuros.

Cráneo algo más redondeado que en la otra especie, con el perfil superior francamente convexo desde la parte media de los

34

nasales hasta el occipital, y el rostro proporcionalmente un poco más corto, equivaliendo el largo del diastema, cuando más, a un 23 por ciento de la longitud total del cráneo. Paladar óseo escotado posteriormente en ángulo recto o mayor que recto. Globos auditi-- vos relativamente pequeños, /lo excediendo nunca su diámetro de un tercio de la anchura bicigomática, y con los orificios auditivos un poco orientados hacia atrás. Incisivos superiores marcadamente proclives; el ángulo incisivo siempre superior a 110°. En el m 3, la prolongación posterior es corta, y nunca existe el- repliegue del

vlado lingual que en australis la separa del resto del seg nrisma. Dimensiones externas del tipo y de dos ejemplares del Museo

Argentino de Ciencias Naturales obtenidos en Chorrillos, Salta : Cabeza y Pie

cuerpo posterior

gt 71 ég

3 7, Te co j a.

P.14

200 181 220

O 7. .0

E e a

39 36,3 37

T's .ret: o

-e o

17

17,3

NI o tr 7, w

45,5 44 45

35 34,7

19,5 18,5 19,5

28 27 27

9,5 8,5

10,5

21,5 20

14 x 6,3 14 x6 10,5 x 7,2

8,5 9

11 10,5 11,7

Distribución. — Región montañosa de Catamarca y Salta, en el altiplano, por encima de los 3.000 m. de altitud. La localidad típica está a 3.400 m., y Chorrillos, de donde procede el material del Museo Argentino, a 4.500.

Observaciones. Este cuis, característico de las grandes altu-ras del noroeste argentino, fué descrito por Thomas como tipo de un género peculiar, caracterizado por su reducido tamaño ("the smallest known cavy") y por ciertas particularidades del cráneo y los dientes que lo aproximarían a Monticavia, género o subgénero no citado hasta la fecha para la Argentina. Sin embargo, el mismo autor reconoció que la forma general del cráneo es absolutamente

35

Oreja

crM.A.C.N. 30-131. r?M.A.C.N. 30-134

B. M., tipo ...........

M.A.C.N. 30-131 M.A.C.N. 30-134

9 B.M., tipo ...........

Page 18: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

como en Microcavia ("absolutely Caviella-like") , y por lo que a las dimensiones externas del animal se refiere, basta compararlas con las que he dado de las distintas subespecies de austrolis para ver que no difieren mucho de las de a. australis o a. salinia5 Kra-glievich, en 1930, ya restó importancia a las supuestas diferencias, considerando. Nanocavia como un mero subgénero de Monticavia, ratificándose en esta opinión en 1931, después de un prolijo exa-men comparativo, y Ellerman ha ido todavía más lejos, mirando a Nanocavia y Monticavia como subgéneros de Caviella (=Micro-cavial Sin entrar ahora en consideraciones respecto :- :trundo, c -,yo valor como género ya fué puesto en duda por Osgoou (1919), si se analiza con cuidado la descripción original de "Nanocavia" shiptoni se ve que las únicas diferencias apreciables con Microcavia australis consisten en el pelaje más leonado, los globos auditivos relativamente más chicos, los incisivos más proclives y la ausencia del repliegue en la cara interna del segundo prisma del m 3, obte-niéndose el mismo resultado si se compara directamente el mate-rial disponible. Tales diferencias son, a mi entender, meramente específicas,, y no justifican la, ubicación de cada una de estas dos especies ni . aun siquiera en un subgénero particular, con tanta menos razón, cuanto que- érr muchos otros géneros de roedores bastante más ricos en especies (Rattus, Pitymys, Sciurus, por ejemplo), se encuentran reunidas algunas que ofrecen divergen-cias morfológicas mucho más considerables. Por otra parte, con-viene recordar que Thomas, en su descripción de shiptoni, hizo constar que ninguno de los ejemplares por él estudiados era toda vía viejo, circunstancia que se da igualmente en Ios del Museo Argentino de Ciencias Naturales, y ciertos rasgos considerados como característicos de esta especie, tales como la mayor conve-xidad del perfil craneano o la falta del repliegue en el m 3, obsér-vanse también en australis durante la juventud. Otro tanto cabría decir del tamaño, 'al que tanta importancia concedió Thomas, has-ta el punto de inspirarse en él para dar nombre -al supue-sto género. Casi una tercera parte de los ejemplares adultos, aunque todavía no viejos, de M. australis que yo he examinado, son más pequeños que cualquiera de los tres de shiptoni cuyas medidas se acaban de dar.

36.

Género GALEA Meyen

. Cavia Wagler, Isis, 24, 1831, p. 512 (parte, no Pallas).

Galea Meyen, Nova Acta Acad. Caes. Leop.-Carol., ¿6, 1832 (1833), p. 597.

Kerodon Lesson, Nouv. Tabi. Régne Anim., 1842, p. 102 (no F. Cuvier).

Cerodon Waterhouse, Nat. Hist. Marcan., 2, 1848, p. 175 (parte).

Especie tipo. — Galea musteloides Meyen.

Caracteres. — Tamaño c,'"-, o , t!. Microcopia, o un poquito ma-yor; pies anteriores con tres almohadillas palmares muy arrimadas entre sí y contra la base de los dedos, la del centro tendiendo a veces a bifurcarse, y una almohadilla carpiana bastante gruesa; los posteriores con tres almohadillas plantares muy estrechamente unidas, y debajo del talón una almohadilla grande y alargada ; la piel entre ésta y las plantares desnuda y rugosa transversal-mente; orejas parecidas a las del género anterior, pero- algo más grandes en relación con el tamaño del cuerpo. Pelaje menos suave, con la mezclilla bien señalada; región interramal con un gran espacio desnudo y glanduloso en el centro, de figura elíptica o piriforme, de cuyo borde posterior arrancan cuatro vibrisas in-terramales.

Cráneo más estrecho y alargado que en el género precedente, menos redondeado y con los arcos cigomáticos menos salientes hacia los lados, dando estas diferencias la impresión del resultado que se obtendría si se pudiera estirar longitudinalmente un cráneo de Microcavia tirando de- su extremo anterior, de modo que se produjese lo que D'Arcy Thompson ha llamado deformación de coordenadas. El diámetro de la caja cerebral es como un 40 a 45 por ciento de la longitud total; la fosa maxilar es baja y larga, tendiendo a la forma de una elipse con el mayor diámetro hori-zontal; el hueso lagrimal invade el borde anterior del puente anteorbitario y corta allí el maxiliar. Incisivos ortodontos, con la cara anterior amarilla. Muelas sin intercalaciones de cemento en-tre los prismas ; las muelas maxilares con un surco muy hondo en la parte posterior del lado labial del primer prisma y otro aun más superficial en la parte anterior del segundo ; las inferiores

Page 19: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

con un surco muy profundo en la parte anterior del lado convexo del segundo prisma, de manera qui la tabla del diente aparece como formada por dos lóbulos piriformes unidos entre sí per un estrecho_ istmo Oblic,no; m 3 con una prolongación posterior bien definida; pm4 con una prolongación anterior, separada del primer prisma por un amplio surco en el lado labial, como tendiendo a formar un pequeño prisma accesorio.

Distribución. Se han descripto como una docena de formas pertenecientes a este género, que 3-imeden reducir a dos o tres especies- con varias razas geográficas; dé las cuales,, unas se extien-den por el Brasil oriental y otras por los países situados inmedia-tamente aI este de la cordillera de los Andes, desde Bolivia hasta la gobernación de Río Negro, corriéndose hasta el Atlántico por el sur de nuestro distrito pampásico y el norte de Patagonia. Aun cuando no es imposible que exista también en el extremo norte de Chile, hasta ahora no hay ningún fundamento para afirmar la presencia de este género en este país, como lo ha hecho Tate basándose en la creencia, totalmente errónea, de que el Lepus mi-nimus de Molina, del que más adelante he de ocuparme, era una forma de Gatea.

Observaciones. —Distínguese muy bien el género Galea de. todos los demás de la subfamilia Caviinae por el color amarillo de los incisivos y la presencia de un espacio pelado y glanduloso detrás de la barbilla; por otra parte, la forma de su cráneo lo dife-rencia de Microcavia y lo acerca más bien a Cavia, mientras que difiere de éste por la figura de sus muelas y la ausencia en ellas, de intercalaciones de cemento. Atendiendo a este último carácter era en otro tiempo corriente incluir sus especies en el género Kerodon, que, como ya se dijo, no existe en nuestro país; pero este , criterio es inadmisible, dado que Kerodon, a más de tener los inci-sivos blancos y la región interramal velluda, presenta en su esque-leto y en la estructura externa de sus extremidades ciertos carac-teres peculiares que no se observan, no ya sólo en Golea, sino tampoco en ningún otro género de cuises conocido hasta ahora.

A título de curiosidad taxonómica, no estará de más recordar que, debido sin duda a lo inexacto de la descripción original de. la -

38:

especie típica, el género Gatea fué ubicado por Schinz (1845, 101) entre los que hoy constituyen la familia Octodontidae, aunque alguna de sus especies aparece incluida por el mismo autor entre los Cavia.

En la fauna argentina, Galea tiene como representante su tr. especie tipo, con varias razas geográficas.

GALEA MUSTELOIDES Meyen La - -Znonimia se indica en las subespecies.

Caracteres.— Pelaje fuerte, en las partes superiores con colo-ración agutí bien definida y casi siempre algo tosca, cada pelo gris paño en la base, y luego negro fusco con una o varias bandas páli-das y la punta negra brillante ; en las inferiores, blanco grisáceo o amarillento, siendo los pelos grises en la base, y con una corbata obscura a través de la superficie inferior del cuello en casi todos los ejemplares; un cerco pálido más o menos completo alrededor del ojo, y con frecuencia una mancha del mismo color detrás de la oreja ; pies pálidos, blancuzcos o ante, a veces lavados de pardo claro o de gris.

Cráneo con el perfil superior ligeramente convexo en la caja cerebral, a partir de la región interorbitaria, y desde aquí hacia delante prácticamente recto ; rostro bajo, su altura tomada hacia la mitad del diastema próximamente como dos tercios de la longi-tud de este último; globos auditivos grandes, su diámetro máximo algo mayor que un tercio del ancho bicigomático ; escotadura post-palatina profunda y estrecha, con los bordes más o menos diver-gentes y la parte central tan pronto cóncava como transversal-mente recta, a veces con una pequeña muesca en medio. Incisivos de color amarillo de yema-; ángulo incisivo, alrededor de los 85° ; pm4 y mi con el primer prisma más estrecho que el segundo ; pro-longación anterior del pm4 bien. definida por el surco del lado ex-terno, que es ancho y un tanto profundo, resultando en la tabla dentaria un primer lóbulo semilunar.

Además de la subespecie típica, hay en nuestro país otras dos de esta misma especie; la distribución de las tres recuerda un poco la de las razas de Microcavia australis.

39,

Page 20: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

GALEA MUSTELOIDES MUS itLOIDES Meyen Gatea musteloides Meyen, Nova Acta Acad. Caes. Leop.-Carol., 16, 1832

(1833), p. 597. aKerod,on rupestris Lesson, Nouv. T bl. Régn. Anim., 1842, p. 102 (parte,

no Wied). Cavia bolivimsis Waterhouse, Nat. Hist. Mamm., 2, 1948, p. 175, lám.

6, figs. 5 y 12. Cavia (Garfea) boliviensis Trouessart, Bull. Soe. Etud. Scient. Angers,

1881, p. 195. Cavia (Galea) boliviensis musteloides Trouessart, loe. cit., 1881, p. 195. Cavia (C musteloides Trouessart, CataL Mámmal., 1897, p. 638. Kerodon Ann. and Mag. Nat. Hist., ser. 8, 8, 1911, p.

255. Cavia musteloides boliviensis Osgood, Field Mus. Nat. Hist., ZooL,

1916, p. 199. , Gatea comes Thomas, Ann. and Mag. Nat. Hist., ser. 9, 4, 1919, p. 134. Galea musteloides musteloides Tate, Bull. Amer. Mus. Nat. Hist., 68, 1935,

p. 347.

Tipo. -Un cráneo obtenido por Meyen en el paso de Tacna, al oeste del lago Titicaca„ Perú, figurado por el mismo autor y no conservado.

Caracteres. --Pelos de las partes superiores de color paño en la base; y- luego de un negro fusco que se interrumpe por una ancha zona pálida, cuyo color varía de unos ejemplares a otros, aun en una misma localidad, desde el crema al ante amarillento. En la superficie ventral, el color es blancuzco, excepto debajo del cuello, donde casi siempre es gris sucio. Una mancha pálida, del mismo color que la banda subterminal de los pelos del dorso, rodea todo el borde superior del ojo, tendiendo a completar un círculo alrededor de éste. Los pies son blancuzcos, pero a veces se hallan teñidos de gris o de pardo por encima. Todas estas pequeñas dife-rencias, unidas a la mayor o menor extensión de la zona pálida de los pelos de las partes superiores, originan una verdadera fluctuación en la coloración de conjunto, independientemente de la localidad y de la estación del año.. En un macho de Maimará, Jujuy, capturado en el mes de julio (M. A. C. N. 27-88), el color general ofrece un matiz intermedio entre bistre y el "umbrinus" de Saccardo, más intenso en el dorso que en los flancos, y en las partes inferiores es blancuzco, excepto la corbata, que- es de un

gris paño. Otro individuo, también del sexo masculino, de San Antonio de los Cobres, obtenido en febrero (M. A. C. N. 30-36), es casi lo mismo, pero el blancuzco de la cara ventral es más sucio, y en un tercer macho de esta misma localidad y cazado en el mis-mo mes (M. A. C. N. 30-39) el abdomen está totalmente lavado de gris paño. De dos machos de la sierra de Zenta,. Jujuy, obteni-dos uno en febrero y otro en julio, el primer (M. A. C. N. 32-64) presenta un matiz general más rojizo que los anteriores y su agutí es menos tosco, y el segundo (M. A. C. N.27-28) ofrece un mar-cado tinte ante en los flancos y en cerio ñ cl,.! vientre. En un macho de Metán, Salta (M. A. C. N. 30-62), la parte inferior del cuello es de color ante sucio, en vez de gris, y en un ejemplar de Concepción, Tucumán (M. A. C. N. 29-699), falta por completo esta especie de corbata, presentando la cara inferior del cuello del mismo color blancuzco que el pecho y el vientre, mientras que en un macho del cerro de Vipos, en la misma provincia (M. A. C. N. 30-168), dicha parte es muy obscura.

El cráneo, dentro de los caracteres propios de la especie, ofre-ce también bastante variación en algunos detalles, principalmente en el tamaño de los globos auditivos y en la forma de la escotadura del paladar óseo, cuyos bordes son unas veces algo divergentes y otras casi paralelos.

Medidas externas de seis machos y seis hembras, las de la tercera hembra tomadas por mí en el ejemplar fresco :

Cabeza y cuerpo

Pie posterior Oreja

d'La Represa, Metán, S. (M.A.C.N. 30-362) ............ 218 32,7 • 20 d'La Laguna, S. de Zenta, Jujuy (M.A.C.N. 27-89) 217 37,5 19,5 d'Maimara, J. (M.C.A.N. 27-88) .................................. 193 36,4 19 ¿San Antonio de los Cobres, J. (M.A.C.N. 30-36). 184 35,7 19,7 o'Cerro de Vipos, T. (M.A.C.N. 30-168) ................ 183 34,5 19,3 c?Sierra de Zenta ,J. (M.A.C.N. 32-64) ............. 176 37 18 9 Maimara, J. (B.M. 12. 12. 12. 53) ( 1) ........... 243 39 22 9 Chilecito, L.R. (M.A.C.N. 34-189) ........................... 230 38 23 Y La Rioja (M.E.P.) ....................................... 220 40 24 9 Cerro de Vipos, T. (M.A.C.N. 30-171) .................... 215 36,2 21 9 La Represa, Metán S. (M.A.C.N. 30-363) ........ 209 33 20 9 Pozo Hondo, S. del E. (M.A.C.N. 49-122) ........... 187 34,5 20,5

1 Tipo de Gatea comes Thomas.

41

Page 21: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

Doy a continuación las dimensiones de los cráneos de cinco ejemplares :

Lon

gitu

d to

tal

Lon

gitu

d ba

sa!

Lon

gitu

d pa

latil

ar

Anc

ho

cigo

mát

ico

Anc

ho in

- te

rorb

itari

o

An

cho

le la

ca

ja c

ereb

ral

EIG►S

sYH

°su

lpn

y ogoiu Se

rie

mol

ar

supe

rior

"

¿La Represa, Metán, S. (M.A.C. N. 30-362) .................................. 51,5 43 — 29 12,6 — 18 x 7 — —

¿San Antonio de los Cobres, J. (M.A.C.N., 30-39) ...... ....... 49 43,2 23 34 13 J. ° x 9 14 13

¿San Antonio de los Cobres, J. (M.A.C.N., 30-36)..... _ ....... 44 36 19 26 — 20 15 x 6,5 12,5 —

9 Maimará; J. (B.M. 12: 12. 12. 53) y Las Pirquitas, L.R. (M.A.C.N.,

34-200) .........................................

54

51,2

43

24

24

33

30

12

10,7

20,5

20 x 8,2

17 x 7

13

11,8

13

11

Distribución..—Desde la región del lago Titicaca, a través de toda la zona montañosa del sur de Bolivia y del noroeste argen-tino, llegando a cerca de los 5.000 metros de altitud, hasta La Rioja y Santiago dél Estero.

Observaciones-- La subespecie típica de Galea musteloides es un animal de montaña, o con más exactitud, de terrenos elevados y pedregosos. En. La Rioja,. lo ha encontrado Yeyes conviviendo con Microcavia australls australis.

Meyen describió este cuis, hace más de un siglo, sobre un cráneo que atribuyó a. un roedor al que había visto refugiarse en una cueva, y que probablemente era un Ctenomys. Cuando Waterhouse, quince años más tarde, tuvo oportunidad de examinar ejemplares completos,. los describió bajo el nombre de Cavia boli-viensis, en su subgénero Cerodon, dando una buena figura del cráneo y sospechando 3TA que podría tratarse del mismo animal descripto por Meyen, aunque sin aventurarse a afirmarlo. Durante largo tiempo, se ha venido considerando a ambos roedores como específicamente, o al menos subespecíficamente, diferentes, hasta que Osgood, en 1916, sugirió que podrían ser una misma cesa, opinión confirmada más tarde por Thomas (1926 a, 327), quien incluyó también en la sinonimia de esta subespecie su Galea comes,

42

descripta poco antes sobre material de Jujuy con ciertas particu-laridades en la forma del cráneo que en realidad caen dentro de la variación individual. Otro tanto cabe decir de Galea auceps, que por razones geográficas tampoco se puede separar de esta forma.

Como dato revelador de la incertidumbre que por mucho tiem-po hubo acerca de la identidad del animalito descubierto por Meyen, pese a sus figuras y descripción del cráneo, se puede recordar, aparte de la equivocada ubicación taxonómica que le asignara Schinz, el hecho dP haberlo mirado Lesson, aun cuando no sin duda, como idéntico a rupestris (Wied), que es un animal muy distinto, fácil de diferenciar aun a primera vista de Galea por sus incisivos no pigmentados y por la forma de las uñas.

GALEA MUSTELOIDES LEUCOBLEPHARA (Burmeister) Anoema leucoblephara Burmeister, Reise La Plata Staat., 2, 1861, p. 425.

Cavia leucoblephara Burmeister, Descr. Phys. Rep. Arg., 3, la parte, 1879, p. 270.

Cavia (Galea) leucoblephara Trouessart, Bull. Soc. Etud. Scient. Angers, 1881, p. 195.

Cerodon leucoblephara Ameghino, Seg. Censo Rep. Arg., 1, 1898, p. 183.

Cerodon leucoblepharus Río y Achával, Geogr. Prov. Córdoba, 1, 1904, p. 348.

Cavia (Gatea) boliviensis leucoblephara Osgood, Field. Mus. Nat. Hist., Zool., 10, 1915, p. 195.

Galea musteloides leucoblephara Tate, Bull. Amer. Mus. Nat. Hist., 68, 1935, p.347.

Tipo. — En la descripción original de esta forma no se indicó tipo ninguno, ni se refirió el autor a ningún ejemplar en particu-lar, limitándose a decir que era común "tanto en Mendoza como en Tucumán". La primera de estas provincias ha sido designada-por Yepes (1936, 40) como localidad típica, pero sin designar tampoco un neotipo.

Caracteres. — G. m. leucoblephara apenas se distingue de la subespecie típica, pero en general se puede describir como una raza más pálida y más gris, lo que se debe al matiz más claro de

4&-

Page 22: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

que yo he examinado no se pueden distinguir en nada de los de Jujuy y el norte de La Rioja, que son musteloides típicos. No estará de más recordar que Thomas (1926 b, 608), al ocuparse de ejemplares obtenidos por Budin en Tucumán, los denominó sim-plemente Galea musteloides.

Observaciones. —La forma leucoblephara fué descrita origi-nalmente por Burmeister, en su libro sobre . sus viajes por la Argentina, como una especie nueva, sin referirse para nada a musteloides y comparándola, en cambio, con "Cavice ui.d.; C. ape-rea y C. leucopyga, nombre este último con el que sin duda aludía a lo que conocemos ahora como C. pamparum. En su descripción, que es bastante buena, mencionó el cerco blanco de los ojos, el espacio pelado de la región interramal, el color amarillo de les incisivos y la intercalación del hueso lagrimal en el arco que limita el agujero anteorbitario, detalles todos estos que revelan clara-mente que se trata de una Galea y que aquel autor en modo alguno pudo referirse a Microcavia, como sospechara Thomas (1921, 447) ; antes, por el contrario; y según propia confesión, Burmeister creyó en un principio que el roedor eh cuestión era lo que hoy se entiende por Microcavia, como se puede comprobar en el capítu-lo XX de la misma obra, donde dice textualmente que en Mendoza es común "una especie con incisivos amarillos (Cavia australis) ".

Teniendo en cuenta el área geográfica que repetidamente asignó a su "Amenice," leucoblephara, parece evidente que Bur-meister se refería bajo este nombre a los cuises de incisivos amari-llos de todo el noroeste de la Argentina, de manera que en realidad dicha denominación trivial podría muy bien haber quedado sim-plemente como . un sinónimo más de musteloides si no fuera porque la designación de Mendoza como localidad típica hace que sea aplicable a la forma ligeramente distinta que vive en esta. provincia y las inmediatas. Como ya se indicó, esta designación se debe a Yepes, pese a que este autor afirmó (1937, 713) que la localidad en cuestión fué "establecida por Burmeister y confirmada por Thomas". No hay tal cosa; el primero de estos dos zoólogos, en la parte de su Descripción Physique, consagrada a los mamíferos, dice que leucoblephara es particularmente abundante en. Tucumán,"

la zona subterminal de los peles. En un ejemplar de San Juan,. cazado cerca de la capital (M. A. C. N. 29-876), la mezclilla es bastante tosca y dicha zona es amarillenta, de lo que resulta uno. coloración de conjunto parecida al oliva crudo ("écru olive" chi; Ridgway), mientras que en otro de Rincón, San Luis (M. A. C. N. 29-46), el color general es más fuerte, tirando a rojizo en el dorso y a amarillento en los flancos. En los pocos ejemplares que he podido estudiar, las partes inferiores son de un blanco amarillento sucio,, más puro en las ^xilas y las ingles, con las bases de los peles gris paño, muy visi,.. 1 ;• y en ninguno he encontrado la zona obscura debajo del cuello_ La mancha que rodea el ojo es blan-quecina, siempre muy marcada; los pies, de un color ante deslucido.

En el cráneo no he podido hallar ningún carácter constante que permita diferenciarlo del de musteloides musteloides.

Entre el escaso material de estudio que de esta subespecie he podido examinar, únicamente tiene anotadas las dimensiones en fresco el citado ejemplar de San Luis, que es un macho adulto, y son las siguientes: Cabeza y cuerpo, 200 mm.; pie posterior, 38; oreja,. 20.

El ejemplar de San Juan a que me he referido parece haber tenido aproximadamente las mismas dimensiones; las de su cráneo son estas:: Longitud, total, 52,6. mm.; longitud basal, 45; longitud palatilar, 21,6; ancho cigemático, 30,5; estrechamiento postorbita-rio, 11,24. ancho de la caja cerebral, 21; nasales, 18X7,5; globo , auditivo,. 13,8;: serie. molar superior, 12,5.

Distribución.—Juzgando por los datos que hasta ahora se poseen, extiéndese esta subespecie por las provincias de Mendoza, San Juan, San Luis, Córdoba, en toda la parte serrana, y posible-mente el sur de La Rioja, aunque en realidad no he visto material que me autorice a confirmar esto último. En cualquier caso, lo que dice Yepes (1936, 40) de que "no pasa hacia el norte de los 30° S. en toda la zona comprendida entre los meridianos 67° y 69° W.", en términos generales se puede hacer extensivo a toda su área corográfica. Es cierto que Burmeister le asignó como patria Men-doza y Tucumán, lo que ha sido aceptado sin discusión por todos los autores posteriores,. pero los ejemplares tucumanos de• Galea

Page 23: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

f. 3 re g 75

a

0

— e ea 1

.td. Y

0 a qti Q

y el segundo se refiere en cierta oportunidad a ejemplares de Cór-doba, pero ninguno de los des fijó nunca una localidad típica.

de los tipos de littoralis y negrensis, los dos hembras y conservados _ en el Museo Británico.

GALEA MUS1 OIDES LITTORALIS (Thomas)

Cavia boliviensis littoralis Thomas, Ann. and Mag. Nat. Hist., ser. 7°, 7, 1901, p. 195.

Gales negrensis Thomas, Ann. and Mag. Nat. Hist., se.r 9°, 3, 1919, p. 211.

Galea littoralis Thomas, Ann. and Mag. Nat. Hist., ser. 10 0, 4, 1929, p. 44.

Galea musteloides littoralis Tate, Bull. Amerir.... plus. Nat. Hist., 68, 1935, p. 347.

Tipo.— Hembra semiadulta, de Bahía Blahca, Buenos Aires ; Museo Británico de Historia Natural, núm. O .8 .5 .7.

Caracteres. — Esta subespecie se distingue muy bien por su pelaje, que ofrece una mezclilla más tosca y más gris que en la forma típica, del noroeste argentino y Bolivia. Los pelos de las partes superiores presentan por lo general dos bandas pálidas, y aun tres, de un blanco amarillento que contrasta mucho con el negro fusco del fondo, produciendo un matiz de conjunto muy próximo al oliva parduzco claro ("light brownish olive" de Ridgway), más intenso en el dorso que en los costados. Por debajo, el color es un blanco grisáceo que se funde gradualmente con la coloración de los flancos, teniendo los pelos una extensa base gris pizarra, y pasando al blanco puro o casi puro en las axilas y en los lados del bajo vientre. El círculo ocular es blanquecino, bastante bien señalado ; los pies por encima, ante pálido.

En el cráneo de esta raza no hay ninguna particularidad nota-ble que lo diferencie del de la subespecie típica, ofreciendo al parecer la misma variabilidad en cuanto a algunos pequeños de-talles morfológicos.

He visto muy pocos ejemplares de esta subespecie, y a ninguno le acompañan las medidas tomadas en fresco, por lo que doy las

46

Cabeza y Pie cuerpo posterior Oreja

9 Pilcaniyeu, R.N. (B.M. 18-12. 1. 25) .. 9 Bahía Blanca, B.A. (B. M.0.8.5.7) .........

215 199

3S " 35

24 18

Las medidas de los cráneos de los mismos ejemplares son las siguientes:

o o

a E < y o

u

Pilcaniyeu ........................................... Bahía Blanca ......................................

Distribución. — Parte sur de la provincia de Buenos Aires y norte de Patagonia, desde la parte en que falta el bosque al este de Tos lagos hasta el Atlántico. Su límite septentrional debe de encontrarte en la provincia de Eva Perón y el extremo sur de Men-doza, donde sin duda ha de haber alguna intergradación con leucoblephara, y en cuanto al meridional, por el momeñto no hay elementos para establecerlo. En el Museo Argentino de Ciencias Naturales hay material de Quequén, prácticamente en la misma latitud que Bahía Blanca, que es la localidad típica de littorulis; la de su sinónimo negrensis en Pilcaniyeu,1 en el oeste de Río Negro.

Observaciones. — Esta subespecie fué descrita por Thomas bajo los dos nombres citados, con casi veinte años de diferencia entre las respectivas publicaciones, dando a negrensis el valor de especie distinta en consideración a algunas diferencias craneanas que en realidad carecen de importacia taxonómica ; pero posterior-mente el mismo autor reconoció que no es posible admitir más de una raza meridional, distribuída desde las inmediaciones de la Cordillera Andina hasta la costa atlántica.

1 No "Pilcatieu% como equivocadamente escribió Thomas, quien incurrió en otro lapsus al decir que la localidad está sobre el alto río Negro.

5 To

55 47

25 32 28

9,5 9,8 20,5

20 x 15,6 x 6

14 12 11

'I E. ti °J. m m

Page 24: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

Género CAVIA Pallas

Mus Linné, Syst. Nat., 1758, p. 59 (parte). 4

Cavia Pallas, Miscell. Zool., 1766, p. 30.

Lepus Molina, Saggio Stor. Nat. Chili, 1782, p. 306 (parte, no Linné).

Calva Gmelin, Linn. Syst. Nat., 13. edic., 1788, p. 122 (error por Cavia).

Agouti Lacépéde, en Buffon, Hist. Nat., edic. Didot, 14 ; 1802, p. 166 (parte, ir .--épéde 1799).

Anoema F. Cuvier, Ann. Mus. d'Hist. Nat. Paris, 19, 1812, p. 292.

Hydrochoerus Cuvier, DictiOnn. Seienc. Nat., 6, 1817, p. 15 (parte, no Brxleben).

Cobaya Griffith, Anim. Kingd., 3, 1827, p. 234.

Especie tipo. —Cavia, cobaya Pallas (= Mus porcellus Linné) .

Caracteres. — Tamaño, por lo general, mayor que en los géne-ros precedentes ; orejas distintas de las de estos por tener el trago y el antitrago atrofiados y el supratrago, por el contrario, muy desarrollado, lo mismo que la cresta que hay bajo él, formando uno y otra unas como- válvulas que se superponen, de modo que el supratrago queda por encima ; pies anteriores con las almohadillas palmares y carpiana bastante similares a las de Microcavia; los posteriores con tres almohadillas_ plantares y la parte posterior de la planta desnuda y abultada, tendiendo a formar una almoha-dilla alargada, muy lisa.. Pelaje más fuerte y duro que en los otros géneros, con agutí muy fino (excepto en las mutaciones de domes-ticidad) en las partes superiores; sin espacio desnudo en_la región interramal. Una diferencia notable respecto de los otros dos géneros, consiste en que el ano y las glándulas adanales, así como la vulva en la hembra, se abren en una bolsa amplia, pero poco honda, formada por dos repliegues cuyos bordes se juntan normalmente, apareciendo como una fisura longitudinal.

El cráneo, por su, forma un tanto alargada, se asemeja más al de Galea que al de Microcavia, pero es más robusto,_ más depri-mido:con el perfil superior más recto y las crestas sagital y occi-

441

pital más salientes en la edad adulta, y el hueso lagrimal no in-terrumpe el maxiliar sobre borde del puente anteorbitario. En la mandíbula, la región sinfisiaria es muy robusta, y la apófisis angu-lar está más desarrollada. Los incisivos son blvicos, notablemente ortodontos. Las muelas son muy características por la intercalación de cemento entre sus prismas, rellenando los repliegues del esmalte ; el premolar superior y el m1 tienen casi siempre el prisma anterior muy achatado de delante a atrás, y su, prisma posterior está fuerte-mente hendido en su lado externo por un rrofundo surco, lo que da a su tabla un aspecto cordiforme; en él '1, , segundo prisma presenta una prolongación posterior estrecha y alargada ; los mo-lares inferiores ofrecen una forma muy parecida, pero a la inversa y con el surco del segundo prisma, que en ellos ocupa el lado lingual, relleno de cemento y mucho más profundo, hasta el extremo de resultar dicho prisma dividido en dos partes, una anterointerna, estrecha, de sección casi semicircular, y otra posterior más ancha y aplastada de delante a atrás ; en el m a no hay ninguna prolonga-ción posterior. Como en Galea, los premolares sustituyen a los molares de leche antes de nacer el animal.

Distribución. — Hállase este género repartido por toda la sub-región guayanobrasileña de la región neotropical, rebasándola un poco por el sur, o lo que es lo mismo, desde Venezuela hasta Perú por el oeste y nuestra provincia de Buenos Aires por el este. La especie tipo ha sido introducida, en domesticidad, en todos los países civilizados.

Observaciones. — El género Cavia, en otro tiempo aproxima-damente equivalente en extensión a toda la actual subfamilia Cavii-nae, comprende hoy solamente las especies caracterizadas por pre-sentar en las muelas intercalaciones de cemento. Aun así restrin-gido, todavía se ha incluido en él siete u ocho especies, que en realidad se diferencian por caracteres no siempre de gran valor ni fáciles de apreciar. Probablemente, una revisión detenida de todas las formas descritas, con abundante material de comparación, obligaría a reducir aquel número, por más que ello depende en gran parte de la opinión de cada autor sobre qué es especie y qué es subespecie. En la Argentina, aparte del tipo del género, intro-

49

Page 25: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

Caracteres. — Tamaño relativamente grande. Pelaje muy va-riable, así en longitud como en coloración, como resultado de numerosas mutaciones de domesticidad. y de los apareamientos entre las mismas. La mayoría de los individuos tienen pelo corlo y liso, con tres colores irregularmente repartidos en grandes man-chas: negro, blanco y naranja ocráceo o alazán; pero hay muchos totalmente blancos, sea con ojos negros o con ojos rosados, o ente-ramente negros, o de color gris paño sucio„ y otros, más raros, tienen dichos colora .-^midos en cada pelo, produciendo un pelaje agutí parecido aI de ...2"formas salvajes. A veces, el pelo es muy largo y lacio, o bien es arrosetado, ésto es, encrespado y dispuesto en remolinos. También se observa que algunos ejemplares son mar-cadamente mayores que la generalidad, como tendiendo a formar razas diferentes por el tamaño (Strandskov,1942).

Cráneo con el perfil superior deprimido detrás de los nasales y con los arcos cigomáticos, vistos desde arriba, suavemente con-vexos en su parte anterior; la sutura frontoparietal forma en medio un ángulo obtuso con el vértice hacia atrás; los bordes de la escotadura postpalatina divergentes, resultando una fosa mesop-terigoidea ensanchada gradualmente. M3 con la prolongación pos-terior del segundo prisma separada del resto del diente por un surco muy somero, apareciendo como si la parte posteroexterna de dicho prisma hubiese sido violentamente doblada hacia atrás.

Dos ejemplares del Instituto de Genética de la Facultad de Agronomía y Veterinaria, un macho tricolor y una hembra de pela_ je agutí, tienen estas dimensiones externas

• Pie-

posterior

9

ducido como animal de laboratorio, encuéntranse representadas en estado salvaje otras tres especies, que parecen ser bien distintas.

Clave de las formas de Cavia

Escotadura postpalatina ancha, con los bordes muy diveregentes .. 2 1 Escotadura postpalatina relativamente estrecha, con bordes para-

lelos ................................................................................................................ 3

{ Tamaño grande; longitud total media del cráneo, ■ ir .: sutura frontoparietal formando en el centro un ángulo obtuso con el vér-tice hacia atrás C. porcellus porcellus

Tamaño menor; longitud total media del cránIo, 55 mm; sutura frontoparietal en línea prácticamente recta.... C. ischuclii sodalis .

{ Superficie ventral blanca; cráneo con la sutura frontoparietal for-mando en medio un ángulo obtuso ................. C. aperea hypoleuca

Superficie ventral gris sucia; sutura frontoparietal formando una línea casi recta. ................................................... C. pamparum, .

CAVIA PORCELLUS PORCELLUS (Linné)

Mus porceiha Linné, Syst. Nat., 10• ed., 1758, p. 59.

Cavia cobaya Pallas, Miscell., Zool., 1766, p. 31.

Cavia porcellus Erxleben, Syst. Regn. Anim., 1777, p. 348.

Lepus minimus Molina, Saggio Stor. Nat. Chili, 1782, p. 306.

Calva cobaya Gmelin, Syst. Nat., 13a ed. ref., 1788, p. 122.

Hydrochoerus cobaya F. Cuvier, Dictionn. Scienc. Nat., 6, 1817, p.' 15.

Cavia cutleri Bénnett, Proc. Zool. Soc. London, 1836, p. 189.

Cavia longipilis Fitzinger, S.-B. Kais. Akad. Wiss. Wien, 80, 1878, p. 421.

Cabeza y cuerpo

292 300

48 45

Oreja.

21 22

Tipo. — No hay un ejemplar tipo ; la especie, y por tanto su forma típica, fué basada primariamente sobre la descripción y figura del animal publicadas en 1648 por Marcgrave, que lo vió en et Brasil oriental. -

50

Las medidas siguientes son las de ocho cráneos conservados en los Institutos de Zoología y de Genética de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de Buenos Aires, y correspondientes a ejemplares utilizados en las investigaciones o en las clases prácti-cas realizadas en dicha. Facultad.

31

Page 26: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

4

Cráneo de Cavia Pamparum (1)

Lon

gitu

d to

tal

Long

itud

hasa

l

inmutad

pnlptuol Anch

o cl

gom

átic

o

Anc

ho In

- te

rorb

itario

Anch

o de

la

caja

car

ebra

l

ú 1 1

0•1311)" oqm

9

Jobtodne IT

IOU

I OI.O

R

"I.G.A.V. a ............... 66,8 58 31 36 13,5 25 22,6 x 11,8 11,2 16 "I.Z.A.V. 19-36... .. 65,3 56,4 29 35 11,6 25 22 x 10 12 14,8

'I.G.A.V. b .............. 61,5 - 26 32 12 23 21 x 10 11 14,2 9 I.G.A.V. c ............ 65 57,5 29 35 13 24 22,8 x 11,5 12 15 9 I.G.A.V. d ......... 62,5 57 26,5 34 12 23,5 21 x 10,5 11,3 14,2 9 I.Z.A.V. 19-18... .. 60,2 51 26 31,5 10,6 22 20 x 9 11 14 . 0 I.G.A.V. e ............ 59,5 52,6 27 33 12 24 21 x 9,5 -11_ 14

.Z.A.V. 1942..... 59,5 52 27,6 32,5 11,5 23 21 x 9 75 "CE , 13,7

Distribución. - Como animal doméstico y de laboratorio, Cavia porcellus porcellus se encuentra en todos los países civilizados, pero hasta ahora se ignora cuál fué el país de origen de su agrio-tipo o antecesor salvaje.

Observaciones. - La primera mención del chanchito de la In-dia, como vulgarmente llamamos a este roedor, se debe a Gonzalo Fernández de Oviedo, quien a mediados del siglo xvr lo describió, bajo el nombre de "corí", como animal muy abundante en la isla Española, hoy Santo Domingo. Casi un siglo más tarde, lo vió Marcgrave en el Brasil, aplicándole la denominación de "cavia cobaya", que Pallas adoptó luego como nombre técnico y que, aun-que no es más que una adaptación defectuosa de voces de lenguas indígenas, ha tenido ulteriormente amplia difusión, basándose en su primera parte el nombre del género y en la segunda el término "cobaye" generalmente usado por los biólogos francesas, y a imi-tación suya, bajo las formas "cobayo" o "cobaya", por los de habla castellana (Cabrera, 1912; Simpson, 1941). Las descripciones de aquellos antiguos autores son muy detalladas y no dejan lugar a duda sobre el animal a que se refieren. Linné, al aludii- a él por vez primera (1747, 224), le llamó también Mus cobaya, denomi-nación que poco después (1754, 9) cambio por Mus brasiliensis y que en la décima edición del Systema Naturae volvió a cambiar por Mus porcellus, que de acuerdo con las reglas de nomenclatura es el nombre válido.' Como un cuarto de siglo después, Ignacio Molina, que lo vió en Chile, volvió a describirlo como Legus mini-

.5Z

Page 27: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

mus (1782, 306). En Opinión de Tate (1936, 336 y 344) , el roedor a que se refirió el ilustre jesuita, chileno sería más probablemente del género Gales, pero con. ello revela este autor no haber leído la descripción original, pues Molina afirma que se trata de uila especie doméstica, y como tal muy variable en su' coloración, siendo tan pronta blanca como negra, gris o manchada de diversos colores,. y agrega algún comentario sobre su gran fecundidad, detalles que sólo convienen al chanchito de la. India. Cierto es que a la vez advierte que no hay que confundirla con el "porcellino d'India" qt se :Ha en Italia, pero no hay que olvidar que Molina est. olé su famosa obra sobre los animales chilenos años después de salir de su patria, y casi de memoria, incurriendo, por consiguiente, en frecuentes deslices.' Sin la menor vacilación se puede afirmar que Lepus minimus es un sinónimo de Cavia, porcellus, como ya sos-tuvo Gay (1947, 128) y más recientemente lo ha reconocido Osgood (1943, 15), pese a que E_llerman (1940, 243), que en lo que se refiere a los histricomorfos se ha limitado a seguir de cerca a Tate, y que parece no haberse- molestado tampoco en leer la obra de Molina, llega hasta decir que si Lepus minimus es realmente una subespecie de Gatea musteloides, aquel nombre debe sustituir a éste, coma más antiguo. .

El origen del chanchito de la India ha sido objeto de no pocas discusiones. Buffon (1760,1) lo suponía oriundo "de los climas cálidos del Brasil y de la Guinea". 2. Durante mucho tiempo, fué corriente considerarlo como derivado de Cavia aperea, opinión que, no obstante' haber sido ya combatida en 1829 por Rengger,. toda-

1 Uno de los más notables en la descripción de Lepus minimus es el de asignarle cinco dedos en los miembros posteriores. Llamo especialmente la atención hacia este error, porque, convendría que lo tuvieran en cuenta aquellos autores que discuten sobre si Molina se refirió o no a la chinchilla al describir su Mas laniger atribuyéndole también cinco dedos posteriores, en vez de los cuatro que en realidad las chinchillas poseen. Por lo demás, no hay que ser demasiado severo en el juicio sobre las inexactitudes del abate naturalista; un zoólogo moderno y tan conocedor de la fauna sudamericana como era Goeldi, al indicar los caracteres de los Caviidae (1893, 89), decía que- tienen "por regla general cuatro dedos delante, a veces sólo tres, y atrás habitualmente cinco".

2 Para beneficio de los aficionados a las curiosidades bibliográficas, creo oportuno señalar un notable lapsus, no sé si de pluma o tipográfico. que se encuentra en la excelente descripción morfológica del roedor con que Daubenton complementó lo escrito por Buffon. Ea la. página 14, al dar las medidas del esqueleto, en vea de "la plus grande largeur de la tete' se. lee: "la plus grande chaleur de la terre''.

vía comparten algunos autores modernos, entre elles Zwaenepoel (1921, 120), quien piensa que su cuna estuvo en la América Cen-tral. Esto último, por lo menos, es completamente inadmisible, ya que, contra lo que el mismo autor afirma, en Centroamérica no existe, ni hay indicios de que haya existido nunca, no ya C. aperea, sino ninguna forma salvaje de este género. Otros naturalistas han supuesto que el roedor doméstico se habría originado en Perú, y que su agriotipo sería Cavia cutleri Bennett. Atribúyese general-mente esta opinión a Nehring (1889) „ mas parece que en realidad fué expresada mucho antes p Geoffroy Saint-Hilaire ( Menegaux, 1904, 176). Sea com.., -n'ere, hay que dejarla también a un lado desde el momento que Thomas, hace ya más de treinta años, reveló : que el ejemplar tipo de cutleri, cuya localidad exacta no se conoce, no es otra cosa que un C. porceltus doméstico, de pelaje negro.

A mi modo de ver, si tenemos presente que se han descrito de la parte septentrional de América del Sur varias formas sal-vajes de Cavia, exti. aordinariamente. parecidas a porcellus en sus caracteres morfológicos (guianae Thomas, 1901, de la Guayana Británica; venezuelae Allen, 1911, de Venezuela ; anolaimae Allen, 1916, de- Colombia), parece lo más lógico suponer que es allí donde habría que situar el centro de origen del animal- doméstico, y hasta cabría sospechar que alguna de dichas formas pudo ser su verda-dero antecesor. Por ejemplo, el área geográfica de C. anolaimae, del que Allen ha dicho que tiene un cráneo estrechamente similar al del chanchito de la India; pudo- muy bien extenderse en otro tiempo hasta el Perú, donde sabemos que este último era muy abun-dante como animal doméstico en los días de la conquista; pero aun sin necesidad de eso, es perfectamente posible que cualquiera de las mencionadas especies, una vez domesticada en el norte de nuestro continente, por el intercambio entre las tribus- indias lle-gase por un lado al Brasil y por otro- al Perú y a Chile. Se ha sostenido que- el roedor en cuestión tuvo necesariamente que ser domesticado por los antiguos peruanos, porque los demás indígenas de América del Sur no alcanzaron el nivel de cultura necesario para domesticar animales, pero se olvida la existencia, en la época prehispánica, de otros pueblos sudamericanos, como los chibchas

54.

Page 28: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

de Colombia, cuya civilización no era muy inferior a la del Perú incaico, y por otra, parte, sabemos por los relatos de Jiménez de la Espada, de Crevaux y de otros viajeros que, aun en nuestros tiempos, no es raro ver en las cabañas de los indios del alto Ama-zonas, de la Guayana y de otras partes del continente, monos, loros; pericos ligeros, etc., en cautividad y domesticados, de modo que muy bien pudo haber hecho lo mismo cualquier tribu de aquellos países con una especie local de cuis. Por lo que se refiere a las Antillas, o al menos a Santo Domingo, Miller (1929, 14) se- inclina a creer que la introducción del chanchito de ss.h.tia se debe a los espa-ñoles, pues en dicha isla sus restos más antiguos se han encontrado en paraderos indígenas que contienen también huesos de vacuno, de caballo y de cerdo, así como fragmentos de objetos de indiscu-tible origen europeo, lo que revela la influencia de la colonización hispánica. -Por lo que cuenta Fernández de Oviedo, puede colegirse que el animalito fué aclimatado allí por el aprecio en que se tenía su carne. Su introducción en Europa, en fin, parece datar de la segunda mitad del siglo xvr, y es generalmente atribuída a los holandeses. Según Lydekker (1908,47), la mutación de pelo arro-setado habría tenido su origen en Japón, pero ignoro el fundamento de esta afirmación..

CAVIA TSCHUDII SODALIS Thomas

Cavia tschudii sodalis Thomas, Ann. and Mag. Nat. Hist., ser. 9,17, 1926, p. 607-

Tipo. —Macho adulto obtenido por E. Budín en Ñorco, depar-tamento de Trancas, Tucumán; Museo Británico de Historia Na-tural, núm. 26.2_13.150.

Caracteres..—Más pequeño, en general, que C. porcellus por-cellus, y con el cráneo algo diferente. El pelaje es una mezclilla o agutí de color general más o menos bistre, excepto en la super-ficie ventral, que es b!anca, siendo allí los pelos enteramente blan-cos o a lo sumo con una base- gris de muy corta extensión. Un corbatín o semicollár gris paño ocupa la cara inferior del cuello, prolongándose en punta hacia delante, casi hasta la región interra-mal, y del mismo color son los pies por encima. La coloración de las

partes superiores ofrece ciertas ligeras variantes; el tipo es bas-tante pálido, mientras que ejemplares del cerro San Javier, en la misma provincia de Tucumán, existentes en el Museo Argentino de Ciencias Naturales, son, por el contrario, notablemente obscu-ros, y uno de Concepción, en el mismo Museo, presenta un matiz amarillo bastante marcado..

El cráneo, menos robusto que el de porcellus, se diferencia además por sus arcos cigomáticos menos convexos hacia fuera y por tener la sutura frontoparietal formando prácticamente una línea tras , e71:,-,.1 recta. Los diéntes no ofrecen diferencias notables,si bien en los ejemplares que yo he examinado parece más marcado el surco del segundo prisma de los molares superiores, especial-mente en el' m2.

Las dimensiones externas del tipo y de otros doá machos, todos de Tucumán, son las siguientes :

. . Cabeza y

cuerpo Pie-

posterior Oreja

Ñorco (B.M. 26. 2. 13. 150) .......... Cerro San Javier (M.A.C.N. 26-149) ............ Concepción (.M.A.C.N. 29-703)

218 217 200=

36,3 36 40

(1) 21,8 16

El único cráneo de que he podido tomar las medidas, y aun ese un poco deteriorado en el occipital, es el del ejemplar 26-149 del Museo Argentino de Ciencias Naturales, que tiene éstas : Longitud

53 mm; longitud basal : 43; Longitud palatilar, 22,5; ancho cigomático, 29; ancho de la caja cerebral, 21; nasales, 18 X 7; globo auditivo, 10; serie molar, 12,8.

El cráneo del tipo es un poquito más grande, y Thomas men-cionó otro, de un individuo viejo, con un largo total de 58,1 mm.

Distribución. — Todos los ejemplares de C. t. sodalis que yo he examinado son de la provincia de Tucumán, hasta unos 2.500 me-tros de altitud, pero según Yepes su área de distribución se extiende hasta Jujuy.

1 Thomas da como longitud de la oreja de este ejemplar 35 rara, pero en ello hay un evidente error, de pluma o de imprenta, pues en ninguna de las subespecies de G. tachudii llega esta medida ni siquiera a 30 aun, siendo siempre considerablemente inferior a la longi-tud del pie, como en todas las especies de Cavia.

i.

Page 29: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

Observaciones. — Esta forma de Cavia parece ser el represen-tante más meridional de C. tschudii, especie propia de la parte occidental de nuestro continente, desde los departamentos peruanos de Cajamarca y Amazonas hacia el sur, de la cual se han descrito varias razas geográficas. Creo muy posible que ésta de la Ar-gentina sea la misma que vive en las montañas del oeste de Bolivia y que Thomas (1917, 158) describió anteriormente con el nombre de Cavia nana; por lo menos, las respectivas descripciones origi-nales coinciden en referirse a animales- más pequeños que la sub-especie típica t chudii, de pelaje más pálido y con el abdomen blanco o casi blanco, y las dimensiones de los cráneos son aproxi-madamente las mismas. No disponiendo por el momento de material boliviano que me permita una comparación directa, claro está que no debo aventurarme a afirmar dicha identidad, la que, de resultar cierta, obligaría a emplear para la subespecie que se encuentra en Tucumán el nombre nana, como nueve años anterior a sodalis. Por otra parte,' ejemplares cazados en la sierra de Santa Rosa, en el extremo sur de Bolivia y no lejos de la frontera argentina, fueron considerados por el mismo Thomas (1925 b, 580) como Cavia tschudii pallidior, pero sospecho que el ilustre zoólogo llegó a tal conclusión inducido únicamente- por la coloración relativamente pálida de aquéllos, pues no parece creíble que en dicha localidad exista una raza que originalmente fué descrita de Arequipa, al otro lado de la cordillera, y que;' dicho sea de paso, muy probable-mente no - puede distinguirse de C.. tschudii tschudii, como ya lo indicó Sanborn (1949, 133) -

CAVIA APEREA. 11Y POLEUCA subsp. n.

Cavia cobaya Moreau-Saint-Méry, en Azara, Essais Hist. Nat. Quadr. Paraguay, 2, 1801, p. 65 (no Pallas).

Cavia aperea Rengger, Naturg: Saeugeth. Paraguay, 1830, p. 274 (no Erxleben).

Cavia azarae Thomas, Ami. and Mag. Nat. Hist., ser. 7•, 8, 1901, p. 534 (nO Lichtenstein).

Cavia porcellus aperea Bertoni, Deser. Fía. Paraguay, 1914, p. 74.

Cavia (Cavia) rufescens pamparum Allen, Bull. Amerie. Mus. Nat. Hist., 36, 1916, p. 56T (no (Thomas).

Tipo. — Macho adulto obtenido por A. J. Amigo en Paso de la Patria, Corrientes ; Museo Argentino de Ciencias Naturales Ber-nardino Rivadavia, núm. 40-184.

Caracteres. — Bastante parecido exteriormente a C. tschudii sodalis, pero algo más grande y, por lo general, de un color menos intenso por encima y con el blanco de la región ventral ligeramente amarillento. El matiz de conjunto de la mezclilla o agutí de las partes superiores es un pardo obscuro intermedio entre el sombra de Saccardo y el Pardo rapé ("snuff browz Ridgway, más pálido en los flancos, donde se inclina a oliva leonado. Examinados aisladamente, los pelos tienen la base de color paño parduzco en gran extensión, y lugo son negros, en su mayoría con una estrecha zona subterminal pálida, que según la parte del cuerpo varía del ante ocráceo al amarillo cadmio claro. Los pelos que no llevan esta zona clara son algo más largos y más fuertes que los otros. Las partes inferiores son blancas, levemente teñidas de amarillo crema, estando el blanco netamente separado del color de los cos-tados y ocupando totalmente cada pelo, hasta su base. La cara inferior del cuello es de un color sepia sucio; los cuatro pies, de un pardo grisáceo bastante obscuro, entre color paño y oliva agrisado.

El cráneo ofrece cierto parecido con- el de C. porcellus, pero el ángulo que la sutura frontoparietal forma en el centro no está tan bien señalado, 3T los bordes de la escotadura postpalatina no son divergentes, sino paralelos, de modo que ésta presenta una forma aproximadamente semejante a la de una U. En el último molar maxilar, la prolongación posterior es relativamente corta, y está separada del resto del diente por un surco muy superficial.

Ninguno de los ejemplares que he podido estudiar tiene ano- tadas las• medidas externas en fresco ; en las pieles preparadas, el pie posterior, seco, mide un poco más de 40 mm. Azara, que evidentemente se refería a este roedor al ocuparse del "apereá" (1801, 65, y 1802, 37), le asignó las dimensiones siguientes, en pulgadas francesas : Longitud total, 10 pulgadas y tres cuartos

291 mm), y pie posterior, una pulgada y tres cuartos (= 47,3

571 59'

Page 30: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

mm) , de lo que media pulgada 13,5 mm) correspondería al dedo medio.

Los cráneos del tipo y de un paratipo y topotipo tienen estas dimensiones :

et ft" g

1:1

70' Ó 71 4. a

4

O

rt .4 E

á To. — ..5 O

. .

d O

-a

m m

M.A.C.N. 40-184. .......................... M.A.C.N.. 4')-185 .............................

61 60

52,5 29 32. 34

12 12.

23 19.5 x 8 22,_ '9 c 8

12 13

14,4 14

Distribución. — Extremo norte de Corrientes, Misiones y la parte oriental de Formosa y da Presidente Perón, extendiéndose hacia el norte por Paraguay, al menos en su parte meridional.

Observaciones.— Esta subespecie de Cavia aperea es induda-blemente el apereá de Azara y, al menos en parte, de Rengger; el mismo que Thomas y a imitación suya Osgood, Yepes y la mayor parte de los autores modernos han venido llamando C. azarae o C. aperea azarae, al parecer sin otro fundamento quia la relación general admitida entre el apellido del célebre naturalista aragonés y la fauna paraguaya. En efecto, el tipo de C. azarae, brevemente descrito por Lrchtenstein (1823; 3), no fué obtenido en Paraguay, sino en Ipanema, en la parte oriental de Sáo Paulo, Brasil, según hizo ya notar Tate- (1935, 342), quien agregó, que dicho nombre bien podría no ser - sino un sinónimo de aperea aperea y que la forma paraguaya,. si ha de ser mirada como distinta, requiere- un nuevo nombre. A decir verdad, si se tiene presente que la localidad típica de la subespecie tipo es Pernambuco,. dicha sinonimia parece un poco dudosa ;pero éste es un punto que por el momento no tiene para nosotros gran interés ; sea como fuere,, el hecho es que, a juz-gar por dates que debo a la gentileza. del profesor Carlos O. da Cunha Vieira,. del Departamento de Zoología, Secretaría de Agri-cultura de Sáo Paulo, la forma de aperea que vive en la región de Ipanema, o sea la verdadera azarae, presenta las partes inferio-res teñidas de parduzco "(pardacentas"), y no blancas como son en los ejemplares del Paraguáy y el nordeste de la Argentina, lo

60-

que, a mi juicio, basta para justificar la separación subespecífica de éstos. Me parece que a esta forma, que yo denomino hypoleuca, aludió Joel A. Allen (1916 a, 85) cuando mencionó Cavia aperea azarae de Río Negro,' Patagonia, con la superficie ventral blanca ; pero como la especie aperea no llega tan al sur,. creo que en lo que respecta a la localidad hay aquí un "lapsus calami" y que dicho zoólogo quiso referirse en realidad a unes ejemplares del río Negro, Paraguay, "unas cien millas al norte de Asunción", que poco más tarde citó (1916 b, 5 47) bajo el nombre de Cavia rufescens pam-parum, igualmente

CAVIA PAMPARUM Thomas

Cavia cobaia Waterhouse, Voy. Beagle, Zool., 1839, p. 89 (no Pallas).

Cavia aperea Waterhouse, Nat. Hist. Mamm., 2, 1848, p. 185 (parte, no Erxleben).

Cavia leucopyga Burmeister, Desee. Phys. Rep. Argent., 3,1• parte, 1879, p. 269 (no Brandt).

Cavia porcella Ameghino, Seg. Censo Rep. Arg., 1, 1898, p. 183 (no Linné).

Cavia rufescens pamparum Thomas, Ann. and Mag. Nat. Hist., 7" ser., 8, 1901, p.538.

Cavia pamparum Thomas, Ann. and Mag. Nat. Hist., 8" ser., 19, 1917; p. 155.

Tipo. Hembra adulta obtenida en Goya, Corrientes; Museo Británico de Historia Natural, núm. 98.3 .6.2.

Caracteres. — Tamaño aproximadamente como en el anterior. Pelaje de las partes superiores formando un agutí muy fino, cuyo color de conjunto es pardo oliváceo bastante intenso, parecido al oliva parduzco de Ridgway, más pálido en les flancos; las partes inferiores, de un gris más o menos blancuzco y no muy netamente separado del color de los costados, con la base de los pelos de color paño ; el cuello por debajo, entre sepia y gris obscuro, avanzando a veces este color hacia la región interramial; los pies, de un matiz oliva leonado sucio u oliva pardusco.

6L

Page 31: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

El cráneo es tan robusto como el de C. porcellus porcellus, pero se diferencia muy bien por la sutura frontoparietal, que es.prácti-camente recta, como en C., tschudif. sodalis, y por la fosa mesopte-rigoidea de bordes paralelos, lo mismo que en C. aperea hypoleuca. Además, las crestas. cranianas son más fuertes, el perfil superior no está deprimido detrás de la base de los nasales, y los cigemáticos no son tan convexos hacia fuera y son más altos en su parte ante-rior. Comparando cráneos de ejemplares bien adultos mirados de perfil, se observa que en ;Anarum el plano del occipital es más oblicuo que en porcellus, -2.s.iAlo con el contorno stiperior de la caja cerebral un ángulo más agudo. La forma de los molares no ofrece diferencia ninguna notable; en el m 3 la prolongación poste-rior es mediana y está separada del segundo prisma por un surco poco profundo.

A continuación doy las medidas externas del tipo y de otra hembra obtenida en los alrededores de Buenos Aires.

Cabeza y cuerpo

Pie posterior Oreja

9 Goya, Corr. (B.M. 98.3.6.2) ...... Buenos . Aires (M.A.C.N. 49-104) .........

251 250

40 40

23 25

Medidas de los cráneos de cinco machos y cinco hembras, in-cluyendo entre estas últimas el ejemplar tipo :

luto! !D

u o 1 poni

ciP±d

ba

sa!

311111clud

l•mflum

t Anc

ho

clgo

nddc

0

Anc

ho ln

-I e

rorb

Itari

Anc

ho d

e la

ca

la c

ereb

ral

nainsaN

oad onbig S

erie

mol

ar

supe

rior

¿'Triunvirato, B.A. (I.G.A.V., a). 70

en e

n e

n e

n e

n e

n 8 8

,a) 00

<C

) 0

O

en Chi

31,5 38 15 26 25 x 12 12 17 ¿Parque Derechos de la Anciani-

dad, B.A. (I.Z.A.V. 19-41). . . 70 31,8 37,7 14,4 26,9 24 x 11,2 12,3 15,3 ¿Triunvirato, B.A. (I.G.A.V., b). 69,5 32 40 15 28 24 x 11,5 12 16,2 ¿Triunvirato, B.A. (I.G.A.V., c).. 69,2 32 38 16 26 - 11,5 16 crLaprida, B.A. (I.Z.A.V. 19-40). . 69 32,6 37 13,6 25 23 x 9 12 14,2

Triunvirato, B. A. (I.G.A.V., d) 66,2 30,5 38 15 27 24,5 x 11 12,5 15;5 9 Triunvirato, B.A. (I.G.A.V., e). 66 31 36 15 26 23,6 x 12 12 15,2 9 Zelaya, B.A. (M.A.C.N. 22-878) 66 29,8 36 14 27,5 23 x9 11,8 15,6 9 Triunvirato, B.A. (I.G.A.V., f). 65 28 33 12 24 23 x 10,5 11 15 9 Gova, Corr. (B.M. 98.3.6.2).... 62 29 35 13,5 - 22 x 9 11,7 15

6Z

Distribución. - La Mesopotamia argentina, desde el norte de Corrientes, parte de Santa Fe y casi toda la provincia de Buenos Aires, y además la República Oriental del Uruguay. Los ejemplares más septentrionales obtenidos hasta ahora son de unos 30 kilóme-tros al norte de la ciudad dé Corrientes ; los más meridionales, de Bonifacio y Laprida, en la provincia de Buenos Aires.

Observaciones. - Este cuis, muy común hasta en localidades muy próximas a la Capital Federal, fué confundido durante mucho

-.: rripo con C. aperea y designado con este nombre o, cc ". el caso de Burmeister, con el de C. leucopyga, que es un sinonimo de aperea aperea. Ameghino lo consideró como la forma salvaje de C. porcellus y le aplicó esta denominación, puesta, por cierto, injus-tificadamente en femenino. Fué Oldfield Thomas quien por primera vez reconoció su diferencia, describiéndolo como una subespecie de Cavia rufescens Lund (= C. fulgido Wagler), opinión que más tarde rectificó para considerarlo como especie aparte, al observar que su último molar. superior tiene muy distinta figura que la que ofrece en fulgida, que presenta como carácter peculiar, en el lado labial del segundo prisma de dicho diente, un surco muy profundo, aislando casi por completo la prolongación posterior, muy ancha y corta (Lund, 1841, Lám. 25, fig. 15). Sin embargo, todavía en trabajos posteriores, entre ellos en la revisión de Tate, aparece este roedor con la denominación de C. rufescens pamparum. 1 En reali-dad, se acerca mucho más a aperea que a fulgida, así por la forma del m3 como por la de la escotadura postpalatina y por la coloración de las partes superiores, aunque difiere, por lo menos de C. aperea hypoleuca, por algunos caracteres del cráneo, entre ellos la forma de la sutura frontoparietal, y por el distinto color del abdomen, que nunca es blanco hasta la base de los pelos ni está tan limpia-mente separado del de los flancos.

1 Es oportuno hacer notar que, al ocuparse de esta forma de Cavia, también bajo este nombre trinominal, en su conocido trabajo sobre los mamíferos del Uruguay, Sanborn (1929,

160 y 164) confundió las referencias bibliográficas de los opúsculos de Thomas, con lo que este autor aparece allí como modificando su opinión justamente a la inversa de como lo hizo en realidad. Según Devincenzi (1935, 81), el error fué rectificado posteriormente en carta que le dirigió el mismo Sanborn.

63,

Page 32: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

Clave de los géneros de Dolichotinae

Miembros relativamente cortos; el cúbito aproximadamente de la lon-gitud del cráneo y más corto que la tibia; huesos nasales con los= bordesno prolongados hacia delante; pene con espículas en •la base del glande Pediolagus

Miembros relativamente largos, sobre todo los anteriores; cúbito bas-tante más largo que el cráneo o que la tibia; huesos nasales con los bordes prolongados hacia delante; pene con la bolsa del glande des-provista de espículas Dolichotis

SUBFAMILIA "DOLICHOTINAE" Género PEDIOLAGUS Marelli

Caracteres. — Tamaño notablemente mayor que el de los Ca-viinae, llegando a igualar al de las liebres holárticas, con las que ofrecen estos roedores cierto parecido superficial; orejas bastante largas, con un supratrago sencillo, nunca valvular; rinario poco extendido, aunque no tan reducido como en la otra subfamilia; extremidades alargadas, especialmente las posteriores; el radio y la tibia siempre más largos que el húmero;_ almohadillas palmares y plantares bien desarrolladas; cola presente, aunque corta y prác-ticamente tapada por el pelo circundante; orificios de las glándulas adanalea situados entre el ano y la base de la cola; pene con o sin espículas,en el fondo de la bolsa del glande.

Cráneo con la región interorbitaria ancha, aproximadamente de la misma anchura que el occipital medido en la base de las apófisis paroccipitales; borde anterior del arco anteorbitario in-distintamente formado en toda su extensión por el maxilar o interrumpido per el lagrimal, como en Gatea; la mandíbula con la apófisis coronoides bien marcada, aunque baja, y la apófisis angular más corta y ancha que en los Caviinae. Muelas sin surcos en la cara convexa de los prismas; el único premolar superior y los m1-2 muy semejantes a los tres molares mandibulares en el aspecto de la corona ; el premolar inferior y el último molar supe-rior más o menos claramente bilobulados.

Esta subfamilia sólo comprende dos géneros vivientes, carac-terísticos de la fauna argentina, aun cuando uno de ellos se extiende hasta el paraguay y Bolivia.

64

Dolichotis Burmeister, Proc. Zool. Soc. London, 1875 (1876), p. 634 (no Desmarest).

Orthomyctera Ameghino, Seg. Censo Rep. Arg., Suplem., 1899, p. 7 (par-te, no Ameghino, 1889).

Pediolagus Marelli, Mem. Jard. Zool. La Plata, 3, 1927 (septiembre), p. 4.

Weyenberghia Kraglievich, Physis, 8, 1927 (noviembre), p. 578 (nom. praeoccup. )

Paraclolichotis Kraglievich, loc. cit., 1927, p. 594.

Lagospedius Marelli, Physis, 9, 1928, p. 103.

Especie tipo. — Dolichotis salinicola Burmeister.

Caracteres. — Aspecto general parecido al de un conejo, o más bien de un tapiti (Sylvilagus), aunque con la cola más corta y casi escondida entre el pelo. Rinario marginal, un poco grueso, con el borde superior un poco escotado en ángulo en el centro;, orejas alargadas, bruscamente estrechadas en su tercio distal y redondea-das en la punta; miembros medianamente largos, siéndolo más los posteriores, lo que se debe sobre todo a la longitud de la tibia, que es como, unos 10 mm más larga que el cráneo; los cuatro pies mar-cadamente digitigrados, los anteriores con una gruesa almohadilla

• palmar contra la base de los dedos y otra mucho más pequeña, a modo de tuberculillo, debajo del carpo; los posteriores también con una gran almohadilla plantar, cordiforme, y la superficie infe-

65

Page 33: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

rior del tarso ocupada por una larga banda pelada y callosa; en realidad, toda la planta del pie está desnuda, incluso por debajo de los dedos, no pareciéndolo por cubrirla los largos pelos de los lados, que sólo dejan visibles las mencionadas callosidades; cola más é vorta que un tercio de la longitud del pie posterior, y adelgazando gra-dualmente desde la raíz hacia la punta; pene con numerosas papilas cónicas en su cara inferior y con dos espículas en el fondo de la bolsa del glande, como en los Caviinae.

_Cráneo con el perfil superior muy convexo en la caja cerebral y recto en la parte frontonasal; s c hitarias grandes ; globos auditivos bastante desarrollados; paladar escotado posteriormente en forma ojival; nasales anchos, con los bordes laterales práctica-mente paralelos y muy cortos, dejando libre el borde del premaxilar casi en una mitad de su extensión.

Incisivos blancos, a veces levemente teñidos de color crema en su cara anterior; pm4 con una prolongación anterior poco des-arrollada; m3 con un tercer prisma, más estrecho que los dos que lo preceden y de sección más redondeada, sin formar arista en el lado lingual.

Distribución.— Este género comprende una sola especie, cuya área corográfica se extiende desde la zona de salinas de Córdoba y de San Luis hacia el norte, a través de la parte oriental de La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Tucumán, Salta y el oeste de Presidente Perón y de Formosa, hasta Paraguay y Bolivia.

Observaciones. — El único roedor que figura en este género, conocido vulgarmente con los nombres de "conejo del palo", "lie-bre de las salinas" o "liebre de los llanos", fué descripto en 1876 por Burmeister como una nueva especie de Dolichotís, bajo el nombre. de Dolichotis salinicola, y vuelto a describir muy poco después como Dolichotís centralis por Weyenbergh. Su validez es-pecífica fué tan pronto sostenida como puesta en duda, aún por, el mismo Burmeister, quien, en la parte zoológica de su Descrip-tion Physique de lo République Argentine, lo consideró como una mera variedad del tipo de Dolichotis, o liebre de las pampas. La discusión acerca de este punto llegó a veces a tomar un aspecto realmente pintoresco, como cuando decía Berg (1898, 23) que

66

Burmeister, al reducir su Dolichotis salinicola a la categoría de variedad local, lo había hecho "más bien por capricho que por convicción científica", agregando que evidentemente se trataba de una buena especie, y que esperaba que así lo demostrase Oldfield Thomas, a quien él había proporcionado un ejemplar. En cambio,. el anatómico francés Saint-Loup (1898, 43) se resistió a admitir la diferencia entre salinicola y el marra, opinando que cualquier discusión sobre el asunto sería estéril mientras un congreso cien-tífico no estableciera lo que ha de entenderse por especie, o por "buena el. Basándose principalmente en la forma de las orejas, llolmberg (1893 a) sostuvo también que se trataba de una especie bien distinta, aunque, en vista de que Bermeister había hecho de salinicola una variedad del marra, prefirió para ella el nombre centralis, y cuando, algún tiempo después (1898, 487), admitió que ambas denominaciones triviales eran sinónimas, el mismo autor incurrió en un doble error de documentación biblio-gráfica al considerar a Weyenbergh como verdadero descubridor de la especie, en 1876, agregando que "más tarde, en 1877, la des-cribía Burmeister en los Transsactions of the Zoological Society, de Londres".

La diferencia específica entre el conejo del palo y la liebre de las pampas fué definitivamente establecida durante los prime-ros años del presente siglo por Thomas (1902) y por sir Edmund Loder (1906), mas no por eso terminó la accidentada historia taxonómica del primero. En diciembre de 1926, el paleontólogo Lucas Kraglievich presentó ante la Sociedad Argentina de Cien-cias Naturales una comunicación afirmando que el roedor descrip-to cincuenta años antes por Burmeister no sólo es una buena es-pecie, sino que posee caracteres osteológicos suficientemente pe-culiares para que con él se deba formar un subgénero particular, para el que propuso el nombre de Weyenberghia, y como justifi-cación de su aserto, en septiembre del año siguiente leyó ante la misma institución una nota en la que describió los caracteres a que se había querido referir, pero sustituyendo el nombre Weyen-berghia por Paradolichotis, por haber sido aquél "aplicado con anterioridad a un género de insectos", aunque sin decir cuándo ni por quién. En el minucioso Nomenclator Zoologicus de Neave,

6T

Page 34: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

tivo, órganos genitales) que al cráneo o a los dientes, que al parecer son para algunos autores lo único digno de tenerse en cuenta al establecer las relaciones taxonómicas. En mi opinión, es contrario a la lógica seguir considerando al conejo del palo y a la liebre de las pampas como congéneres si no queremos reunir también en un solo género a todos los Caviinae, como en otros tiempos se hacía.

PEDIOLAGUS SALINICOLA (Burmeister)

La sinonimia se da en las subespecies.

Caracteres. Pelaje de las partes superiores formando un agutí poco marcado; los pelos tienen la base color paño y luego son pardos con la puntita negra, o negros con una banda subterminal pálida, y algunos son enteramente negros, de donde resulta un con-junto pardo, de matiz diferente según las subespecies, y también según las diferentes partes del animal. Las partes inferiores, desde la garganta e incluyendo lo interior de los cuatro miembros, son blancas, con la base de los pelos gris paño. Delante del ejl hay una mancha blanquecina, y detrás otra más reducida, tendiendo a unir-se ambas por arriba. Sobre los ojos y en los labios hay vibrisas muy largas y fuertes, negras.

Desde el momento que es esta la única especie del género, nada importante cabe agregar a lo que ya se ha dicho sobre los carac-teres del cráneo.

En Pediolagus salinicola se pueden distinguir tres formas geo-gráficas, de las que dos pertenecen a la fauna argentina.

PEDIOLAGUS SALINICOLA SALINICOLA (Burmeister)

Dolichotis salinicola Burmeister, Proc. Zool. Soc. London, 1875 (1876), p. 634, lám. 69.

Dolicholis centralis Weyenbergh, Versl. Meded. Kg1. Akad. Wetenesch. Amsterdam, 11, 1877, p. 247.

Dolichotis patagcmica, var. Burmeister, Descr. Phys. Rép. Arg., 3, 14 parte, 1879, p. 260.

se dice que tal aplicación anterior no ha sido comprobada; de cualquier manera, no es posible usar ninguna de dichas dos deno-minaciones, pues, tanto la nota de Kraglievich como su comuni-cación no se publicaron halta el 15 de noviembre de 1927, y 1:len-tras tanto, la morfología externa y la anatomía interna del animal en cuestión habían sido prolijamente estudiadas por Marelli, quien comunicó a la mencionada Sociedad el resultado de sus investiga-ciones, fundándose en ellas para constituir con aquel un género nuevo, Lagn'medios, y casi inmediatamente las publicó en las Me-morias del 4-a'l Zoológico de La Plata, donde modificó el nom-bre para darle una forma más correcta, Pediolagus. Este término genérico, publicado a fines de septiembre de 1927 y, por consi-guiente, cerca de dos- meses anterior a cualquier otro, es el que debe prevalecer, de acuerdo con la ley de prioridad.

No obstante haber transcurrido ocho años hasta la publicación de su valiosa revisión de la historia taxonómica de los histrico-morfos, Tate no hizo en ésta la menor alusión a ninguno de los citados nombres, y conservó a salinicola y centralis en Dolichotis, aparentemente como formas distintas.' Ellerman, por su par-te (1940), se limita a seguir el criterio de Kraglievich, conside-rando a salinicola como representante de un simple subgénero de Dolichotis, para el que emplea el nombre Paradolichotis; Erna Mohr, en sus interesantes trabajos acerca de estos roedores (1942 ; 1949) , no menciona más denominación genérica que Dolichotis, y Simpson (1945; 97) incluye igualmente en este género al conejo del palo, sin expresar si le reconoce o no categoría subgenérica. No obstante tan autorizadas opiniones, y por muy parco que se quiera ser en la diferenciación de géneros, hay que convenir en que las observaciones de Marelli, ilustradas con numerosas figuras comparativas, demuestran de un modo concluyente que entre Pe-diolagus y Dolichotis hay diferencias tan importantes, por lo menos, como las que separan a Gatea o a Kerodon de Cavia, aun cuando tal vez las más notables son diferencias de otra clase, y se refieren más bien a la anatomía blanda (encéfalo, aparato diges-

1 Por un evidente lapsus, afirmó Tate (p. 356) que Rémy Saint Loup había tenido

a salinicola por una buena especie, cuando en realidad este autor sostuvo justamente la opinión contraria.

68

Page 35: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

Cráneo de Pediolagus Salinícola Salinícola (ID

Pediolagus centralis Marelli, Mem. Tardin Zool. La Plata, 3, 1927 (sep-tiembre), lárns. 1 y 5.

Weyenberghia salinicola Kraglievich, Physis, 8, 1927 (noviembre), p. 578.

Paradolichotis salinicola Kraglievich, loc. cit., 1927 (noviembre), p. 594.

Pediolagus salinicola Yepes, Rey. Inst. Bacter., 7, 1935, p. 245.

Dolichatis salinicola salinicola Krurabiegel, Zoolog. Anz., 134, 1941, p.

Tipo. —Puede ct, •kki. irse como tai el ejemplar representado por Burmeister en la lámina que ilustra la descripción original, el cual fué obtenido por Carlos Berg en el extremo sudeste de Cata-marca, entre las estaciones Totoralejos y Recreo, y se conservaba en el Museo Argentino de Ciencias Naturales por lo menos hasta los últimos años del siglo pasado.

Caracteres.— Color general de las partes superiores muy pare-cido a lo que Saccardo llama "umbrinus", pasando insznsiblemente a pardo momia en los flancos y algo más tostado en la parte poste-rior del dorso, donde es más bien como el pardo antiguo ("antique brown") de Ridgway. Los miembros son algo más pálidos que los costados. Los lados de la cara, de un leonado obscuro que se acerca a siena tostada. Una mancha blanca rodea casi por completo al ojo. La superficie ventral, el lado interno de los miembros y- la parte posterior de las ancas, incluyendo la cara_ inferior de la corta cola, son de un blanco ligeramente amarillento,, bien separado del pardo de las partes superiores en la parte baja de los costados..

Dimensiones externas de tres ejemplares, el primero de ellos medido por mí en fresco al ser recibido, en 192'T, en el Museo de La Plata (hoy de la Universidad de Eva Perón).

Cabeza y cuerpo

Coja Pie posterior Oreja

¿La Rioja (ME P.) .................................. 9Macapillo, S. (M.A.C.X. 30-390) .... 9Macanillo, S. (M.A.C.N. 30-389) ......

475 460 485

25 28 23

93 92 97,5

' 60 58 64

Page 36: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

bien, en realidad este trabajo de Burmeister, fechado por su autor en 8 de agosto de 1875, fué recibido en Londres el 20 de septiembre siguiente y publicado allí en abril de 1876 ; el de Weyenbergh, por otra parte, lleva en su versión castellana la fecha "Córdoba, 1876 (traducción 1877)", y aunque en ésta se dice que la descripción de centralis se publicó en Europa "ya hace mucho tiempo", lo cierto es que la revista que contiene el texto original holandés apareció también en 1877: No estará de más recordar que en una nota a dicha traducción castellana alude Weyenbergh a la descripción de la misma especie por Burmeister como ins, tarde" en los Anales de la Sociedad Científica, y que al final advierte haber sido informado de que el mismo trabajo apareció "en un periódico inglés". En resumen, la comparación de fechas induce a pensar que cuando Weyenbergh envió su manuscrito a Holanda, ya estaba publicado en Londres el trabajo de Burmeister; en cualquier caso, el hecho es que entre la publicación de éste y la de aquél hubo de mediar aproximadamente un año.

Weyenbergh describió el conejo del palo sobre ejemplares de Córdoba, mencionando algunas localidades del departamento de Cruz del Eje.1 Al referirse a otros de esta misma procedencia, Thomas (1902) apuntó la posibilidad de que fueran diferentes de los de Catamarca descritos por Burmeister, en cuyo caso cabría mirarlos como una raza local aparte y sería posible conservar ambos nombres; pero es evidente que la sugestión del ilustre zoólo-go británico nació de su creencia equivocada de que Cruz del Eje estaba en el centro de Córdoba, cuando en realidad no sólo se halla cerca de la localidad típica de salinicola, sino dentro de la misma zona fisiográfica y ecológica. El examen comparativo de material de Córdoba, La Rioja, Catamarca y Salta, revela que no se puede establecer ninguna diferenciación subespecífica dentro del área de distribución antes indicada.

La descripción de Burmeister fué hecha sobre dos ejemplares, macho y hembra, obtenidos por Berg, uno de los cuales, por lo

1 Tal vez sea oportuno señalar el curioso lapsus en que este naturalista, en la versión castellana, incurrió al indicar las dimensiones del animal adulto, diciendo que mide "desde la nariz a la cola, 40 decímetros", lo que, de ser cierto, significaría un roedor bastante más grande que un toro.

73

Las medidas que se dan a continuación son las de los cráneos de dos machos y tres hembras.

Lo

ng

itu

d

tota

l i

Lo

ng

itu

d

ban

al

Lo

ng

itu

d

pala

tila

r

An

cho

eig

on

4lico

otra

tmo

tal

ul o

uan

y

An

ch

o d

e la

caja

cere

bra

l

EIGIV

EItjq

Glo

bo

au

di-

ti

vo

Seri

e m

oli

tt

sup

eri

or

¿La Rioja (M.A.C.N. 30-155) .. ¿La Rioja (M.A.C.N. 30-154) ....

93 83

76 —

35 31

44,5 43,8

26,8 25

36,5 35

32 x 14,6 24 x 13

16,5 16,8

18 16

9 La Rioja (M.A.0 N. 28-188) .... 93,5 75 36 45,4 25 34 — 17 19 9 Macapillo, S.. ( i.j '`T. 32-28) 91 75 34 44,5 24,6 35 27 x 14,8 16,2 19 9 San Bernardo, S. elei B. (I.Z.A. –

V. 19-39) .................................... 85 70 31,5 41 22 33 30 x 12,5 14 16

Distribución. — Desde la zona de salinas de. San Luis y Córdo-ba, hacia el norte, a través de la parte oriental de La Rioja y Cata-marca, el oeste de Santiago del Estero, Tucumán y Salta, hasta el extremo meridional de Bolivia.

Observaciones. —Acerca de si el nombre trivial específico de este roedor debe ser salinicola o centralis, parece haber habido algu-nas dudas. Marelli, por ejemplo, después de establecer el género Pediolagus fundándose en caracteres observados en un ejemplar que era "indudablemente de la especie Dolichotis salinicola Burm.", al pie de las figuras que ilustran dichos caracteres lo denominó repetidamente Pediolagus centralis, no vacilando más tarde (1931, 48), en afirmar que en las entidades científicas argentinas nunca se le había conocido con otro nombre. Esto puede atribuirse, al menos en parte, a cierta incertidumbre respecto a las fechas en que aparecieron dichas denominaciones, tal vez debida a que la descrip-ción de Dolichotis centralis por Weyenbergh, originalmente publi-cada en Amsterdam, se conoció en nuestro país por la traducción al castellano que figura.,en el tomo segundo del Boletín de la Aca-demia de Ciencias Exactas de Córdoba, que lleva la fecha 1875 en la portada, y el tomo de los Proceedings de la Sociedad Zoológica de Londres, en que apareció el trabajo de Burmeister con el nombre salinicola, es también del alío 1875, pero la traducción castellana del artículo está en el volumen de los Anales de la Sociedad Cientí-fica Argentina correspondiente al segundo semestre de 1876. Ahora

72

Page 37: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

PEDIOLAGUS SALINICOLA CYNICLUS subsp. n.

Pediolagus salinicola Yepes (no Burmeister), Rev. Arg. Zoogeogr., 4. 1945, p. 68.

Tipo. — Macho adulto obtenido por S. A. Pierotti en La Flo-rencia, Formosa. Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernar-dino Rivadavia, sin * 1 -ri.

Caracteres. — Muy parecido a la forma típica, con los colores del pelaje distribuidos de la misma manera, pero notablemente más vivos ; la región sacrolumbar más rojiza, casi como lo que Ridgway llama naranja xantino, mientras que los flancos y los miembros son más grises, de un matiz algo más gris que el ante oliva, contrastando mucho con el pardo del dorso. Los lados de la cara. presentan una coloración ocre obscura, o más bien ante ocrácea.

En el cráneo no se observa ninguna diferencia digna de men-ción respecto a P. s. salinicola.

Dimensiones externas del tipo : Cabeza y cuerpo, 560 mm; cola, 30; pie posterior, 100; oreja, 50.

No he podido medir el cráneo de este ejemplar; el de una hembra adulta de Paso de los Niños, sobre el río Teuco (M. A. C. N. 47-122), tiene estos dimensiones: Longitud total, 87 mm ; longitud basal, 69 ; longitud palatilar, 34,6; ancho cigomático, 43 ; ancho interorbitario, 26; ancho de la caja cerebral, 33; nasales, 30/14; globo auditivo, 16,2; serie molar superior, 17,8.

Distribución. — Hasta ahora sólo conozco esta subespecie de la parte occidental de Formosa, pero tal vez exista también en el nordeste de Salta, y creo igualmente muy posible que se extienda hacia el sur, a través de la provincia de Presidente Perón, hasta el este de Santiago del Estero, en cuyo caso habría que referir a ella el ejemplar de Tacañitas mencionado por Yepes (1945).

75

menos, fué taxidermizado y se conservó en el Museo de Buenos Aires, donde hace años que ya no existe. El otro, según parece, fué enviado a Londres. Aun cuando aquel autor afirmó que 4 se trataba de individuos "muy jóvenes", las dimensiones que lis atri-buyó (18 pulgadas inglesas, = 456 mm) prueban que en realidad no era así, y que muy probablemente aquél se engañó por el pare-cido superficial que ofrece el conejo del palo con un marra joven. En efecto, poco después (1876 b, 661), el mismo naturalista decía haber visto en Santiago del Estero dos adultos de gi , nueva especie, mucho más grandes, y de la descripción que de ‘s ' :zo se des-prende que éstos no eran realmente Pediolagus, sino Dolichotis auténticos, de la forma que hoy se denomina D. patagonum cen-tricala. Esto contribuyó a que el mismo Burmeister, como ya se ha dicho, acabase por pensar que P. salinicola era una simple variedad del marra. Actualmente ya no es posible dejar de reconocer las profundas diferencias que hay entre ambos animales, no sólo en cuanto a su morfología, sino también en lo que respecta a actitudes y movimientos. Bajo este aspecto, Pediolagus se acerca más que Dolichotis a los Caviinae, y sobre todo al' mocó (Kerodon). La posición en que lo representó Burmeister en la lámina que acom-paña a la descripción original, muy alzado sobre las cuatro patas, es un poco falsa, y cabe agregar que en ella los colores, aunque bien distribuídos, son demasiado pálidos. Muy superior en cuanto a detalles morfológicos es el excelente dibujo publicado por Marelli, primeramente en negro y luego (1931, lám. D) en colores, si bien parece hecho sobre el animal muerto y extendido, sin darle una actitud natural. También en este caso la coloración es poco exacta, pero me consta, por haber visto el original, que no es por culpa del artista, sino por deficiencia en el procedimiento de reproduc-ción. La linda acuarela que en 1906 dió Sir Edmundo Loder, representando ejemplares de las cercanías de Santiago del Estero, da una idea mucho más fiel del animal vivo. Desde la misma fecha se han publicado algunas buenas fotografías de este interesante roedor, siendo la mejor una hecha en Londres por Dando, que ha sido reproducida en la edición moderna de la Tierleben de Brehm (Heck, 1914, lám. V).

74

Page 38: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

Observaciones. — Mientras que es imposible encontrar ningu-na diferencia apreciable y constante entre los Pediolagus de Cata-marca y los de Córdoba, patrias típicas, respectivamente, de sak-nicola y centralis, los obtenidos en Formosa se distinguen muy bien por la coloración más viva de su pelaje, con los matices de las diversas partes marcadamente más contrastados entre sí, lo que' permite reconocer, dentro de los límites de nuestra fauna, dos razas locales, una occidental y otra oriental. Si resultase compro-bada el área corográfica e (. ,-eo poder atribuir a esta última, podríamos decir que P. s. cyniclus es una subespecie subtropical, o más bien chaqueíia, mientras que P. s. salinicola sería una raza peculiar de la zona de parque y bolsones que forma el borde del distrito zoogeográfico subandino. Las diferencias en el pelaje corresponden bien a las que ofrece el aspecto del paisaje que rodea a una y otra raza ;- en todas partes, el conejo del palo se encuentra en parajes abiertos, asociado con el mismo conjunto florístico, en el que predominan el chañar, el espinillo, la brea y los algarrobos, pero la zona habitada por la subespecie típica, de pelaje más opaco, es en general más árida y posee una vegetación más pobre que aquella en que vive la forma cyniclus, de coloración más brillante.

Es interesante observar, por otra parte, que P. salinicola cyni-clus no representa, pese a su proximidad geográfica, ninguna ten-dencia hacia la forma paraguaya, P. s. ballivianensis ( Krumbie-gel, 1941). En esta última, son muy característicos el tamaño reducido y la menor extensión del blanco de las partes inferiores, qué no llega a la cara posterior de las ancas, en tanto que en cyniclus el blanco ocupa los mismos límites que en la forma típica y el tamaño es también como en ésta, si no es mayor; el holotipo, por lo menos, es bastante más grande que cualquiera de los ejem-plares de salinicola salinicola que yo he visto. Dicho sea de paso, cabe en lo posible que P. s. ballivianensis llegue al sur del Pilco-mayo y deba ser, por ende, incluido también en nuestra fauna ; pero esta es una cuestión aparte, sobre la que no es posible ade-lantar nada mientras no se haga un detenido reconocimiento- de la población animal del norte de Formosa.

76

Género DOLICHOTIS Desmarest

Cavia Zimmermann, Geogr. Gesch. Mensch. und Vierf. Thiere, 2, 1780, p. 328 (no Pallas).

Dolichotis Desmarest, Journ. Phys. Chim. Hist. Nat. et Arts, 88, 1820, p. 205.

Dasyprocta Desmarest, Mammal., 2, 1822, p. 358 (parte, no I.31iger). Chloromys Desmoulins, Dictionn. Class. d'Hist. Nat., 4, 1823, p. 47 (par-

te, no F. Cuvier). Mara Lesson, Cent. Zool., 1830, lám. 42.

Especie tipo. Cavia patachonica Shaw (= Cavia pátago-num Zimmermann).

Caracteres. — Aspecto general parecido al de las liebres holár-ticas, aunque por el modo de caminar el animal recuerda más bien el de las corzuelas ( Mazama) o las especies más pequeñas de antí-lope. Rinario parecido al de Pediolagus, un poco más grueso y con la escotadura del borde superior mejor definida ; orejas proporcio-nalmente más largas; miembros también más alargados, sobre todo los anteriores, lo que se debe a la notable longitud del ante-brazo, siendo el cúbito bastante más largo que la tibia ; el carpo es también más alargado que en el género anterior; las almoha-dillas palmar y plantar tienen parecida forma, pero son mucho más gruesas, constituyendo verdaderos tacos o cuñas que ayudan a la posición digitigrada de las extremidades; la de la palma de la mano se prolonga un poquito por debajo de la base de los dedos. mientras que la del pie sólo avanza bajo el dedo medio; el tubercu-lillo subcarpiano es más pequeño que en Pediolagus y está algo más alejado de la almohadilla palmar ; la cola, en proporción con el tamaño del animal, es tan corta como en el otro género, y se halla igualmente casi oculta entre el pelaje, pero ella misma está casi pelada y su forma es notablemente distinta, lanceolada y un tanto aplastada dorsoventralmente ; el pene carece de papilas en la cara inferior y no tiene tampoco espículas en el fondo de la bolsa del glande..

Cráneo con el perfil menos convexo que en Pediolagus, espe-cialmente en la caja cerebral, y con el rostro más alargado ; la

77

Page 39: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

midades son algo más pálidas en su cara externa y de un matiz ante muy claro en la interna, a veces con los pies algo tiznados de negruzco por encima, por haber allí pelos con la puntita negra. La garganta y el vientre son de un blanco más o menos limpio, y a travéá de las nalgas se destaca mucho una faja blanca que incluye la cola y se prolonga por los lados sobre los muslos, con cuyo color se funde gradualmente, mientras su borde superior, perfectamente recortado, contrasta de un modo nctable con el color de la parte posterior del dorso.

Los caracteres cranianos son inf74 eados para el género, y no Presentan diferencias marcadas en las dos subespecies, que sola-mente se distinguen una de otra por ciertas particularidades del pelaje.

DOLICHOTIS PATAGONUM PATAGONUM (Zimmermann)

Cavia pata gonum Zimmermann, Geogr. Gesch. Mensch. und Vierf. Thiere, 2, 1789, p. 328.

Cavia magellanica Kerr, Anim. King., 1792, p. 220. Cavia patachonica Shaw, General Zoology, 2, 1801, p. 226, lám. 165. Dolichotis patachonica Desmarest, Journ. Phys. Chim. Hist. Nat. et Arts,

88, 1820, p. 205. Dasyprocta patachonica Desmarest, Mamroal., 2, 1922, p. 358. Chloromys patagonicus Desmoulins, Dictionn. Class. d'Hist. Nat., 4. 1823,

p. 47. Dasyprocta patagonium Schinz, Cuviers Thierreich, 4, 1825, p. 324. Dasyprocta patagdnica Gray, en Griffith, Anim. King., 5, 1827, p. 272. Mara patagonvca Lesson, Cent. Zool., 1830, lám. 42. Mara magellanica Lesson, loe. cit., 1830 (1832), p. 113. Dolichotis patagonica Wagner, Schreb. Saugeth. Sunpl., 4, 1844, p. 46. Dolichotis magellanica Thomas, Ann. and Mag. Nat. Hist., ser. 5, 4, 1879,

p. 39.7. Dolichotis patagona J. A. Allen, Bullet. A... cric. Mus. Nat. Hist., 16,

1902, p. 22. Dolichotis magellanicus Thomas, Ann. and Mag. Nat. Hist., ser. 10, 4,

1929, p. 44. Dolichotis australis Yepes, en Cabrera y Yepes, Mamíf. Sud-Amerie.,

1940, p. 233, lám. 49. Dolichotis patagonum Krumbiegel, Zoolog. Anzeig., 134, 1941, p. 21. Dolichotis patagonum paiagonum Mohr, Zoolog. Anzeig., 140, 1942, p.

111, figs. 1. 5 y 7.

longitud del diastema entre el incisivo y el pm 4 es bastante mayor que la altura de la caja cerebral medida desde el basión, mientras que en aquel género las dos dimensiones son aproximadamente iguales; los nasales están profundamente escotados por delante, dé manera que cada uno de ellos presenta el borde externo prolon-gado anteriormente a lo largo del premaxilar.

Incisivos parecidos a los del género anterior; pm 4 con la pro-longación anterior más acusada, separada del prisma correspon-dierf por un amplio surco en la cara labial; m 3 con el tercer pril ¿, sección más cuadrada, tendiendo a presentar una al posterointerna.

Distribución. — El área corográfica de este género, peculiar de la fauna argentina, se extiende desde el centro de Catamarca y Santiago del Estero hasta el sur de Patagonia.

Observaciones. — El género Dolichotis, en un principio incluido en Cavia, y más tarde en Dasyprocta, es reconocido como válido por todos los zoólogos modernos. Tal como aquí está restringido, no comprende más que una especie viviente, el marra, liebre de Patagonia o liebre de las pampas, con dos formas geográficas.

DOLICHOTIS PATAGONUM (Zimmermann)

La sinonimia completa se da con cada subespecie.

Caracteres. — Pelaje del dorso, la cara dorsal del cuello y el centro de la cara, formando un agutí muy fino, de un color general entre gris y pardo, cuyo matiz varía según la subespecie de que se trate. Examinados separadamente, los pelos tienen la base de color paño, luego una zona amarillo-rojiza, y después una punta negra, que hacia los lados del cuerpo va desapareciendo, de manera que en la parte baja de los flancos el color es entre ocre y naranja algo desvaído. Este mismo color, pero más vivo, ocupa el hocico y los lados de la cara, subiendo a rodear la base de las orejas y descendiendo por el cuello hasta los lados del pecho. Un círculo más pálido rodea cada ojo, y las orejas son de un color pardo sucio con los bordes vestidos de pelos ocráeeos. Los muslos presentan el mismo color que les lados del cuello, en tanto que las cuatro extre-

Page 40: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

Tipo. — No existe un ejemplar tipo de esta subespecie; la es-pecie, y per consiguiente su forma típica, parecen haber sido basa-das primariamente sobre la breve descripción que hizo Sir John Narborough (1694, 33) de las "liebres" encontradas en Puerto Deseado durante su expedición al Estrecho de Magallanes. En rigor, habría que considerar como tipo la figura, publicada por Pennant (1793, lám.. 39), de un ejemplar que aquel viajero llevó a Londres y que se conservaba embalsamado en el museo de Sir Ashten Lever.

Caracteres. —Coloración general u— ag a-tí de las partes supe-riores, intermedia entre el pardo momia y el oliva grisáceo de Ridgway, inclinándose más a uno u otro según los individuos, pero en todos ellos más obscuro sobre la grupa, pasando gradualmente a negro encima del borde de la banda blanca que cruza las nalgas, la cual, así como la garganta y el vientre, son de un blanco marfil; la parte baja de los flancos, de un amarillo Marte pálido; los lados de lá cara y el cuello, de color ante naranja; las extremidades con el lado externo amarillo Marte, y bastante sombreadas de negruzco sobre las regiones metacarpiana y metatarsiana, así como hacia la punta de los dedos.

En el material de museo que he estudiado no hay ningún ejem-plar con las medidas tomadas en fresco; las que doy a continuación son las de una hembra viva, del Jardín Zoológico de Buenos Aires : Cabeza .y cuerpo, 760 mm; cola, 40; oreja, 110; pie posterior, 155.

Dimensiones de los cráneos de dos ejemplares sin indicación del sexo, muy probablemente machos, y- de- una hembra:

`5R inioi. pnjU

ltiorl j.ong

itud

Mis

al

lapiglad palom

o/

iionytuoilp otp

uy

eirtrijittorm

-Pi oyoup ¡b

icho

de

la

caja

cer

ebra

l

soilsoN

°MI

-Ipso oqoiD Se

rie

mol

ar

supe

rior

d'Santa Cruz (M.A.C.N. 29-894) 135 115 60 66 44 54 45 x 21 23 29 d'San Luis (M.A.C.N. 30-224) ... 133,5 108 55 64 40 51 48 x 22 21 23.5 9 D'Orbigny, B.A. (M.A.C.N. 49-

132) ................................. 128 109.5 58 66 46 5 51 46 x 21 23,2 25,5

Distribución. — Casi toda la extensión de los distritos pampá-. sico y patagónico,. o sea la mayor parte de la zona de planicies,

8C1

desde el centro de la provincia de Buenos Aires, el sur de Córdoba, San Luis y Mendoza, hasta Santa Cruz, y desde las llanuras que se extienden al pie de la vertiente oriental de los Andes, hasta el Atlántico. Actualmente es difícil establecer los límites exactos del área de distribución de la subespecie, por hallarse extinguida, o en vías de extinción, en muchas localidades en que antes abundaba ; pero, en general, no parecen ser muy distintos de los que hace más de un siglo indicó Darwin (1839, 81) al decir que por el norte llegaba hasta los 37° 30' de latitud en el este y hasta la altura de Mendoza -teste, y que por el sur tenía su límite entre Puerto Deseado y San Julián. Por lo que toca a la provincia de Buenos Aires, en la que este roedor es ya muy raro, el material más sep-tentrional que yo he estudiado (fuera, claro está, de los ejemplares que viven en semilibertad en el Jardín Zoológico de la Capital Fe-deral) procede de D'Orbigny, partido de Coronel Suárez, y el doctor. Crespo me informa que también existe algo más al este, en Para-güil. Según Yepes (1943, 143), en la provincia de Sal Luis estaría representada la especie, no por su forma típica, sino por la sub-especie centricola,i pero Burmeister (1861, 164), que en marzo de 1857 encontró con frecuencia marras entre la ciudad de San Luis y el Alto Pencoso, alude al color muy obscuro de la parte posterior del dorso, lo que es característico de la raza típica. Por otra parte, todos los ejemplares que yo he visto de Mendoza son patagonum, patagonum, lo que está de acuerdo con datos que desde esta provincia me ha enviado el doctor José Luis Minoprio, y uno que en enero del año pasado encontré muerto en el sur de Córdoba, sobre el camino pavimentado entre Río Cuarto y Villa Mercedes, no lejos del límite con San Luis, pertenecía también a la subespecie típica, sin ninguna duda, todo lo cual me mueve a opinar que es ésta la que existe, por lo menos hacia la misma latitud, en la pro-vincia puntana. Ello no obsta para que más al norte se pueda encon-trar la otra subespecie, o cuando menos ejemplares que representen una integradación entre ambas. En cuanto al límite meridional, Prichard (1902, 277) creía poder asegurar, hace ahora cincuenta

1 En realidad, encuentro consignada por primera vez esta opinión por J. W. Gez en

su Geografía. de la Provincia de San Luis, 2, 1939, p. 81; pero en el primer volumen de esta obra declara su autor que debe al doctor Yepes los datos relativos a mamíferos.

81

Page 41: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

años, que el área del marra no pasaba al sur del paralelo 46. Poco tiempo antes, sin embargo, durante la expedición paleontológica de la Universidad de Princeton (Allen, 1905), se cazó un ejemplar junto a la desembocadura del río Chico, o sea á los 50° de latitud, que es el límite sur admitido recientemente por Krumbiegel (1945, 25) .

. Observaciones. — El marra típico, cuya primera descripción exacta, bajo el nombre de "liebre patagona", debemos a Azara (1802, 51), 1- en casi todos los autores modernos como Do& chotis mageitu,.....:2, no obstante haber sostenido Thomas, en 1929, que el nombre trivial debe ser magallanicus, por entender que el ge-nérico Dolichotis es masculino; y en realidad, si Myotis y Phyllotis son universalmente mirados como masculinos, no hay razón para tener por femenino a Dolichotis. Toda discusión sobre este punto resulta, sin embargo, ociosa desde el momento que Allen, mucho tiempo antes (1902), había probado que el nombre que verdade-ramente debe darse á da especie, de acuerdo con la ley de prioridad, es patagonum. Como se puede ver- en la sinonimia, también aquel zoólogo norteamericano se preocupó de la concordancia gramatical, si bien con ello incurrió en manifiesto error, pues el término trivial patagonum no es, como a primera vista parece, un adjetivo en forma neutra, sino un sustantivo masculino en genitivo plural, cuyo género no cambia sea cuál fuere el del nombre genérico a que acompaña, y así lo había entendido su autor, Zimmermann, cuando lo usó en combinación con Cavia, que es femenino.'

La denominación Dolichotis australis, empleada por Yepes en el libro que hicimos conjuntamente sobre los mamíferos de Amé-rica del Sur, así como en otras publicaciones posteriores, ha sido luego adMitida en algunos trabajos de otros autores, incluso míos, en atención a la reconocida autoridad de mi distinguido colega en lo tocante a roedores argentinos; pero debo declarar que desconozco en absoluto su origen, y el mismo doctor Yepes, al consultarle acerca del asunto, me ha manifestado (in litteris, octubre 15, 1951)

1 El sustantivo gentilicio "patagón" fué latinizado por los autores de la época de Zimmermann como "Patago", por analogía con sermón, legión, etc., que en latín son "sermo", "Iegio", y que hacen el genitivo en plural "sermonum", "legionum". Todavía en 1829, Pfischer llamaba a Patagonia "terra. Patagonum", literalmente la tierra de los. patagones.

82

que no lo recuerda, dudando si encontró el nombre trivial australis "en un trabajo norteamericano o en uno alemán". En ninguno de los casos en que él lo ha usado se menciona el autor, y por mi parte, una detenida revisación de la copiosa literatura relativa a Doli-chotis no me ha permitido descubrir él menor indicio de dicho nombre con anterioridad a 1940, ni tampoco de ningún otro que sea más antiguo que patagonum. •

Al hacer la historia taxonómica del género Dolichotis, Tate (1935, 355) hace notar que Lesson, en 182 7 ,"empleó la combina-ción magellanicus". Tanto esta citó la de Lesson y Garnot que a continuacióii trae el mismo autor, están completa-mente fuera de lugar, de manera que ese nombre no tiene cabida en la sinonimia del marra. El Lep= magellanicus de Lesson nada tiene que ver con Dolichotis, ni con ningún otro roedor histrico-morfo, ni es siquiera una especie de nuestra fauna autóctona; es el conejo cimarrón de las Malvinas, descendiente del Oryctalagus cuniculus doméstico introducido allí por los europeos, como ya lo explicó muy detenidamente Darwin en el relato de su célebre via-je (1839, 248) .

No obstante la facilidad con que se adapta a la vida en con-tacto con el hombre en parques y en estancias, reproduciéndose perfectamente en este estado de semicautividad, Dolichotis pata-gonum patagonum parece ser uno de los mamíferos argentinos más afectados por el avance de la civilización. Desde hace largo tiempo, ha desaparecido por completo de casi toda la provincia de Buenos Aires, en lugares donde abundaba en los días de Azara, y aun en la provincia de Eva Perón y en Patagonia es ya muy raro. Personas conocedoras de las cosas de nuestro campo, con quienes he conversado sobre el asunto, atribuyen su desaparición tan pron-to a la eliminación del monte a medida que se han ido extendiendo los cultivos y los campos de pastoreo, como ala introducción de la verdadera liebre (Lepus europaeus Pallas), que rápidamente ha invadido su antigua área corográfica, y también se dice que aquella puede ser debida a alguna epidemia cuyos gérmenes haya traído dicho roedor europeo. Sin embargo, aun cuando posiblemente todas estas causas habrán contribuido al fenómeno, no deben de ser las únicas, ya que éste es anterior a ellas, habiéndolo señalado

83

Page 42: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

ya Darwin para la Patagonia. Según informaciones recientes, pa-rece que ahora vuelve a ser relativamente frecuente el marra en algunos puntos de la costa del Chubut, al sur del Golgo Nueve, 19 que, en opinión de mis informantes, se debería a la intensa persecución de que han sido objeto los zorros en los últimos quince o veinte años.

DOLICHOTIS PATAGONUM CENTRICOLA Thomas Dolichotis salinicola Burmeister, Proc. Zool. Soc. •n—lon, 1876, p. 661'

(no 1875). Dolichotis magellanicus centricola Thomas, Ann. and Mag. Nat. Hist.,

ser- 7, 9, 1902, p. 242. , y Dolichotis centricola Marelli, Mem. Jardín Zool. La Plata,.4, 1931, p. 48. Dolichotis australis centricola Yepes, en Cabrera y Yepes, Mamíf. Sud-

Americ., 1940, p. 233. Dolichol

1

is patagonum centricola •Mohr, Zoolog. Anzeig., 140, 1942, p. 11, fi 2 g. .

Tipo. — Hembra adulta obtenida en Cruz del Eje, Córdoba, por P. O. Simmons; Museo Británico de Historia Natural, nú-mero 2.2.5.24.

Caracteres. — En general como la forma típica, pero el color de las partes superiores más claro y más gris, por ser de un ama-rillo muy pálido da banda amarillenta de los pelos, obscureciéndose muy levemente sobre la grupa y sin pasar nunca a negro junto a la banda blanca de las nalgas. La coloración ocre de los lados de la cara y del cuello, de la parte baja de los flancos y de los muslos es igualmente más clara, per lo general tirando a ante amarillo. ,En el cráneo no se observa ninguna particularidad que lo diferencie del de D. p. patagonum.

El tipo de centricola tiene las siguientes dimensiones externas : Cabeza y cuerpo, 740 mm; cola, 45; pie posterior, 165; oreja, 107.

Medidas de dos cráneos, sin indicación de su sexo :

Lo

ng

itu

d

tota

l tessq

p

mig

uo

i

.nsin

mad

p

mp

uo

l

em

pin

o/

o

orp

uy

An

ch

o in

- le

rorb

itari

o

l An

ch

o d

e la

caja

cere

bra

l

seie

su

N I

oA

n

-mn

a o

no

pa S

erl

e m

ola

r su

peri

or

Catamarca (M.A.C.N. 9-17) ......... 134 111 60 I

1 S

40,5 53 50 x 21 22 27 La Rioja (M.A.C.N. 28-190) ......... 127,5 113.5 57 ! 37 50 44 x 20 20 23

84

Distribución. El área ocupada por esta subespecie es mucho menos extensa que la de la forma típica, comprendiendo solamente los valles abiertos y los bolsones con monte de la mitad meridional de Catamarca, la parte este de La Rioja, el noroeste de Córdoba y el sudoeste de Santigo del Estero. Creo que estás.' en lo cierto Yepes (1943, 148) al decir que no debe de pasar al norte de los 27° de latitud, pero hacia el este deja muy atrás la línea formada por las sierras de Ambato, Guasapampa y Comechingones, que el mismo autor parece considerar como su límite oriental. Según ya dije, es probable qu; - 1 norte de San Luis exista intergradación con D p. patagonum: ni,. términos generales, pues, la distribución de las dos subespecies de marra . viene a ser paralela a la de Micro-cavia australis australis y M. a. salinia.

Tal vez no sea inoportuno advertir que la expresión "Cruz del Eje, Central Córdoba", empleada por Thomas al publicar la des-cripción original de D. p. centricola, se presta a confusión, habien-do dado pie para que algunos autores extranjeros, poco familia-rizados con nuestra geografía, y pensando que se refería a la situación geográfica de la localidad lo que en realidad era el nom-bre de una línea férrea, hayan mirado esta subespecie como propia del centro de Córdoba, adonde no parece que llegue.

Observaciones..— La forma septentrional de D. patagonum se distingue muy bien de la raza típica por su pelaje; con bas-tante acierto, la doctora Mohr ha comparado el de esta última. con el de la liebre europea y el de aquellas con el del corzo ( Ca-preolus capreolus Linné) en pelo de invierno. La ausencia de negro encima de la faja blanca de las nalgas, en centricola, es espe_ cialmente un carácter notable aun a primera vista. Como ya antes se dijo, Burmeister creyó ver en esta subespecie la edad adulta de su "Dolichotis" salinicola, lo que le indujo a considerar este último como simple variedad del marra. Su breve descripción de los ejemplares de Santiago del Estero en que basó tan equivocada conclusión, no deja lugar a la menor duda sobre su verdadera identidad.

85

Page 43: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

86

- 1876a. Description of a new species of Dolichotis, en Proc. Zool. Soc. London, 1875, ps. 634-637, lám. 60; London, 1876.

- 1876b. Additional notes on Dolichotis salinicola, en Proc. Zool. Soc. London, 1876, ps. 461-462; London, 1876..

- 1879. Description physique de la République Argentine d'aprés des observations personnelles et étrangeres, 3, 1• parte; Buenos Aire" 1879.

CABRERA, A. 1912. De nomenclatura vulgar: El nombre del "Cavia porcellus" en caste-llano, en Bolet. Real. Soc. Españ . de Hist. Nat., 12, ps. 503-506; Madrid, 1912.

- 1917. Mamíferos del viaje al Pacífico verificado de 186'2 a 1865 por una comisión de naturalistas enviada por el gobierno español, en Trab. Mus. Nac. de Cieno. Nat., Zool., núm. 31.; Madrid, 1917.

CABRERA, A. y YEPES, 191 air 'reras Sud-Americanos (Historia Natural Ediar); Buenos Aires, 1940.

DARWIN, CH. 1839. Narrative of the surveving voyages of Bis Majesty's ships Adventure and Beagle, bettveen the years 1826 and 1836, 3; London, 1839.

DESMAREST, A. G. 1820. Note sur un Mammifkre peu connu, en Journ. de Phys. Chi7n. Hist. Nat. et Arts, 88; París, 1820.

DEVICENZI, G. J. 1935. Mamíferos del Uruguay, en Anal. Mus. de Hist. Nat. de ltion-tevideo, 2* ser., 4, núm. 10, ps. 1-96, láms. 2-12; Montevideo, 1935.

D'ORBIGNY, A. 1836. Voyage dans la'Amérique Méridionale, 9, Atlas Zoologique; París, 1836-47.

ELLERMAN, J. R. 1940. The families and genera of living Rodents, 1; London, 1940.

GAY, C. 1847. Historia física y política de Chile; Zoología, 1; París y Santiago, 1897.

GEOPPROY SAnrr-HrLArRE, I. 1833. Cobaye. Cavia Ljnn., en Magas. de Zool., 3, clase 1, lám. 12; París, 1833.1

GERVAIS, II. y AMEGIGNO, F. 1880. Los mamíferos fósiles de la América del Sud; París y Buenos Aires,. 1880.

GILL, Ta. 1872. Arrangement of the families of Mammals , with analytical tablee, en Smithsonian Miscellaneous Collect., núm. 230; Washington, 1872.

GOELDI, E. A. 1893. Os Mammiferos do Brasil; lijo de Janeiro, 1893.

GRAY, J. E. 1821. On the natural arrangement of vertebrose animals, en London Medie. Repos., 15, 1• parte, ps. 296-310; London, 1821.

HATCHER, J. B. 1903. Narrative and Geography, en Reporte of the Princeton Expedi-tions to Patagonia, 1; Princeton, 1903.

HECK, L. 1914. Nagetiere, en Brehms Tierleben, 11, Leipzig und Wien, 1914.

HOLMBERG, E. L. 1893a. El Jardín Zoológico en 1890, en Rey. del Jard. Zool. de Buenos Ayres, 1, ps. 225-254; Buenos Aires, 1893.

- 1893b. La liebre patagónica o marra, en Rey. del Jard. Zool. de Buenos Ayres, 1, p. 352; Buenos Aires, 1893.

- 1898. Segundo Censo Nacional, cap. 1, 64 parte: La fauna de la República Argen-tina; Buenos Aires, 1898.

4

BIBLIOGRAFIA.

ALLEN, J. A. 1905. Mammalia of Southern Patagonia, en Reports of the Princeton Expeditions to Patagonia, 3 (1), ps. 1-210, láms. 1-29; Princeton, 1905.

- 1916a. New South American. Mammals, en Bull. Americ. Mus. Nat. Hist., 35, ps. 83-87; New YOrk, 1916.

- 1916b. Mammals collected on the Roosevelt Brazilian expedition, with field notes by Leo E. Miller, en Bull. Americ. Mus. Nat. Hist., 35, ps. 559-610; New York, 1916.

ALs'roN, E. R. 1876. On the classification of the order Glires, en Proc. Zool. Soc. London, 1876, ps. '61-98; London, 1876.

AzARA, F. DE. 1801. Essais sur l'histoire naturelle des Quadrupédes de la Province du Paraguay, 2; París, año IX (1801).

- 1802. Apuntamientos para la Historia Natural de los Quadrúpedos del Paraguay y río de la Plata, 2; Madrid, 1802.

BAIRD, S. F. 1855. The U. S. Naval astronomical expedition to the Southern hemisphere, during the years 1849-50-51-52, 2, apéndice F; Washington, 1855.

BENNETT, E. T.. 1835a. On a new species of Ctenomys, Blainv., and other Rodents collected near the Straits of Magellan by Capt. P. P. King, R. N., en Proc. Zool. Soc. Lyndon, 1835, ps. 189-191; London, 1835.

- 1835b. On the Chinchillidae, a family of Ilerviborous Rodents, and on a new genus referrible to it, en Transact. Zool. Soc. London, 1, ps. 35-64, láms. 4-7; London, 1835.

BERG, C. 1898. Dolichotis salinicola Burm. est bona species, en Comunie. Mus. Nac. de Buenos Aires, 1, ps. 23-24; Buenos Aires, 1898.

BLAINVILLE, H. M. D. DE. 1855. Ostéographie ou description iconographique comparée du sguelette et du systéme dentaire des Mammifkres recents et fossiles pour servir de base á la Zoologie et d la Géologie, 4, Atlas; París, 1855.

al:IPPON, G. L. L. DE. 1760. Histoire Naturelle, genérale et particuliére, avec la descrip-tion du Jardin du Roi, 8; París, 1760.

BuRmEisTEH, H. 1861. Reise durch die La Plata-Staaten, mit besonderer Rtleksicht auf die physische Beschaffenheit und den ,Culturzusttand der Argentinischen Repu-blick, 1; Halle, 1861.

Page 44: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

ILLIGER, J. K. W. 1811. Prodromus systernatie Mammalium gt Avium; Berlín, 1811.

TC -Fuut, J. G. 1950. A naturalist in the Great Chaco; Cambridge, 1950.

KRAGLIEVICH, L. 1927a. Los géneros vivientes de la- subfamilia "Caviinae" con les-'cripción de "Weyenberghia salinieola", nuevo subgénero, en Physis, 8, ps. 578174; Buenos Aires, 1927.

- 1927b. Nota preliminar sobre nuevos géneros y especies de roedores de la fauna argen-tina, en Physis, 8, ps. 691-98; Buenos Aires, 1927.

- 1930. Diagnosis osteológico-dentaria de los géneros vivientes de la subfamilia "Ca-viinae", en Ana/. Mus. Nac. de Hist. Nat. Bernard. Rivadavia, 36, 1929, ps. 59-96, láms, 1-11; Buenos Aires, 1930.

- 1931. Caracteres cranec -j-^s del roedor' iviente "Monticavia (Nanócavia) Ship- toni" Thom., en Anal. Argent., 112, :3s. 337-342; Buenos Aires, 1931.

HRUMBIEGEL, I. 1941, Die Saugetiere der Siidamerika-Expeditionen Prof. Dr. Kriegs: 9, 'M'aras, en Zoolog. Anzeig., 134, ps. 18-41; Leipzig, 1941.

LESSON, R. P. 1827. Manuel de Mammalogie, ou histoire naturelle des Mammi-fares; París, 1827.

- 1842. Nouveau tableau du Régne Animal: Mammiflres; París, 1842.

LICM'I'ENSTEIN, M. H. C. 1823. Verzeichniss der Doubletten des zoologischen Museums zu Berlin, nebst Beschreibung bisher unbekannter Arten von Stitigethieren; 1823.

LINNA, C. 1747. Wtistgóta-Resa, pá Rikseis hagoflige Standers befallnig prrtittad ad 1746; Stockholm, 1747.

- 1754. Museune Adolphi Fride i.ci Re gis; Stockholm, 1754. •

LODER, E. 1906. Note on the cavies of the genes Dolichotis and on living specimens of D. salinicola, en Proc. Zool. Soc, London, 1906, 1, ps. 9647, lám. 4; London, 1906.

Lubrn, P. W. 1841. Blik paa Brasiliens Dyreverden for .sidste Jordom-vaeltning, en Kongel. Danske Vidensk. Selsk. iVaturv og Mathem. Afhandlinger. 8, ps. 273-296, láms. 25-28; Copenhagen, 1841.

LYDEKKER, R. 1908. A Guide to the domesticated animals (other than horses) exhibited in the Central and North halls by the British Museurn (Natural History); London, 1908.

MARELLI, C. A. 1927. Notas anatómicas que fundamentan el género Pediolagus de roedores hystricomofros, en Mem. Jard. Zool. de La Plata, 3, ps. 1-11, láms. 1-5; La Plata, 1927.

- 1931. Los vertebrados exhibidos en los jardines zoológicos del Plata, en Mem. Jard. Zool. de La Plata, 4, ps. 1-275, láms. 1-84 y A-F; La Plata., 1931.

IVIA_TscarE, P. 1894. Die von Herrn Paul Neumann in Argentinien gesammelten und beobachten Siiugethiere, en Sitz. Ber. Naturf. Freunde Gesellsch., 1894, ps. 57-64; Berlín, 1894.

MEINTEGAUX, A. 1904. La vie des animaux illustrée: Les Mammiféres, 2; París, 1904.

MIL,LER, G. S. 1929. Mammals eaten by Indians, owls, and Spaniards in the coast region of the Dominican Republic, en Smiths. Miscell. Collect., 82, núm. 5; Wash-ington, 1929.

MILLER, G. S. y OIDLEY, J. W. 1918. Synopsis of the supergeneric groups of Rodeas, en Journ. Washingt. Acad. of Sciences, 8, ps. 431-448; Washington, 1918.

Molirre, I. 1782. Saggio tulla storia naturale del Chili; Bologna, 1782.

MOEIR, E. 1942. Die Gattung Dolichotis Desmarest 1820, en Zcolog. Anzeig., 140, pe. 109-125; Leipzig, 1942.

- 1949. Einiges vom grossen und vom kleinen Mara (Dolichotis patagonum Zimm. und salinicola Burm.), en Zoolog. Garlen, N. F., 16, ps. 111-133; Leipzig, 1949.

NARBOROUGH, J. 1694. Voyage to the Streights of Magellan; London, 1694.

NEBRING, H. 1819. Ueber die Herkunft des Meerschweinchen fobaya), en &ir. Ber. Yaturf. Freunde Gesellsch.., 1889, ps. 1-4; Berlín, 1889.•

OSGOOD, W. H. 1915. New Mammals from Brazil and Peru, en Field Mus. of _Vat. Zool: Ser., 10, ps. 187-98; Chicago, 1915.

- 1916. Mammals of the Collins-Day South American expedition, en Field Mus. of Nat. Hist., Zool. Ser., 10, ps. 199-216; Chicago, 1916.

- 1919. Mames of some South American Mammals, en Journ. of llammal., 1, ps. 33-36; Baltimore, 1919.

- 1943. The Mammals of Chile, en Field Mus. of Nat. Hist., Zool. Ser., 30, ps. 1-268; Chicago, 1943.

PEARSON, O. P. 1951. Mammals in the highlands of Southern Peru, en Bull. Mus. Compar. Zool. Harvard Coll., 106, ps. 116-74, láms. 1-8; Cambridge, 1951.

PENNANT, Tu. 1793. History of Quadrupeds, 3 a ed., 2; London, 1793.

Pococx, R. I. 1922. On the externa.l,ch.aracters of some hystricomorph Rodents, en Proc. Zool. Soc. of London, 1922, ps. 365-427; London, 1922.

PRICHARD, H. 1902. Field-notes zipon some of the larger Mammals of Patagonia, made between September 1900 and June 1901, en Proc. Zool. Soc. of London, 1902, 1,

ps. 272-77; London, 1902.

RENGGER, J. R. 1830. Naturgeschichte der Saeugethiere von Paraguay; Basel, 1830.

SAINT-LouP, R. 1898. Une bonne espite. A propos du Dolichotis salinicola (Burm.), en Comun. Mus. Nac. de Buenos Aires, 1, p. 43; Buenos Aires, 1898.

SANBORN, C. C. 1929. The land Mammals of Uruguay, en Field Mus. of Nat. Hist., Zool. Ser., 17, ps. 145-65; Chicago, 1929.

- 1949. Cavies of Southern Peru, en Proc. Biol. Soc. of Washington, 63, ps. 133-34; Washington, 1949.

Scmuz, H. 1845. Systematisches Verzeichnis alter bis jetzt bekannten Siiugethiere oder Synopsis Mamma/iurn nach dem Ctarier'schen System, 2; Solothurn, 1845.

SCHMIDT, H. 1944. Argenlinische Siiugetiere; Buenos Aires, 1944.

SIMPSON, G. G. 1941. Vernacular nemes of South American Mammals, en Journ. of Mammal., 22, ps. 1-1-7; Baltimore, 1941.

- 1945. The principies of classification and a classification of Mammals, en Bull. Americ. Mus. Nat. Hist., 85, ps. I-XVI, 1-350; New York, 1945.

88 89

Page 45: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

STRANDSKOV, fr. H. 1942. Skeletal variations in Guinea pigs and their inheritance, en Journ. of Mammal., 23, ps. 65-75; Baltimore, 1942.

TATE, G. H. H. 1935. The taxonomy of the genera of Neotropical hystricoíd Rodents, en Bull. Americ. Mus. Nat. Hist., 68, ps. 295-447; New York, 1935. .4 -

- 1936. Nomenclature of South American hystricoid Rodents, en Journ. of 17, p. 174; Baltimore, 1936.

TROMAS, 0. 1901. New South-American Sciuri, Iletromys, Cavia and Caluromys, en Ann. and Mag. Nat. Hist., 7• ser., 7, ps. 192-96; London, 1901.

- 1902. On Mammals collected at Cruz del Eje, Central Córdoba, by Mr. P. O. Simmons, en Ann. and Mag. Nat. Hist., 7" ser., 9, ps. 237-45; London, 1902.

- 1916. On the classication of the Cavies, en Ann. and Mag. Nat. Hi ser., 18, no. 301-03; London, 1916. 1917. Notes on the species of the genus Cavia, en Ann. and Mag. .Ñat. bist. , 10 ser., 19, ps. 152-60; London, 1917.

- 1921. On Cavies of the genus Caviella, en Ann. and Mag. Nat. Hist., 95 ser., 7 ps. 445-48; London, 1921.

- 1925a. A new genus of Cavy from Catamarca, en Ann. and Mag. Nat. Hist., 9' ser., 15, ps. 418720; London, 1925.

- 1925b. The Spedan Lewis South American exploration. - I. On Mammals from Southern Bolivia, en. Ann. and Mag. Nat. Hist., 95 ser., 15, ps. 575-82; London, 1925.

- 1926a. The Spedan Lewis South American exploration. -II. On. Mammals collected ín the Tarija Department, Southern Bolivia, en Ann. and Mag. Nat. Hist., 95 ser., 17; ps. 318-28; London, 1926.

- 1926b. The Spedan Lewis South American exploration. - III. On Mammals collected by Sr. Budin in the Pro:nace of Tucuman, en Ann. and Mag. Nat. Hist., 95 ser., 17, ps. 602-09; London, 1926.

--- 1927. On a further collection of Mammals made by Sr. E. Budin in Neuquen, Pata- gonia, en Ann. and Mag. Nat. Hist., 95 ser., 19, ps. 650-58; Loádon, 1927.

- 1929. The Mammais of Señal. Budin's Patagonian expedition, en Ann. and Mag. Nat. Hist., 10• ser., 4, ps. 35-45; London, 1929.

TULLBERG, T. 1900. Ueber das System der Nagethiere: Eine phylogenetische Studie; UpsaLo., 1899 (1900).

WATEBHOUSSI, G. R. 1838. The Zoology of the voyage of H. M. S. Beagle, II. Mam-malia; London, 1838-39.

- 1839. Observations on the Rodentis, with a Meto to point out the groups, as indicated by the structure of the crania, in this order of Mammals, en Mag. Nat. Hist., nueva serie, 3, ps. 90.96, 184-88, 271-79 y 593-600; London, 1839.

- 1848. A natural history of the Mammalia, 2; London, 1848.

WEBER, M. 1904. Die Stiugetiere. Einfánriung in, die Anatomie und Systematik der recenten und fossilen Mammalia; Jena, 1904.

WEYEWBERGH, H. 1877a. Dolichotis centralis Weyenb., een niewe worm der Subungulata uit Zuid-Amerika, en Verslag. Mededeel. Alead. Wetensch. Amsterdam, 25 serie, 11, ps. 247-57; Amsterdam, 1877.

- 1877b. Uan nueva especie de Subungulata de Sud América, en Bolet. Acad. Nac. de Cienc. Exacta; 2, ps. 362-72; Córdoba, 1875 (1877).

90•

WINGE, H. 1888. Tordfundne og nulevende envere (Rodentia) fra Lagoa Santa, Minas • Geraes, Brasilien, en E Museo Lundi, 1, núm. 3, ps. 1-178, látns. 1-8; Copenhagen, 1887 (1888).

YErEs, J. 1935. Epítome de la sistemática de los roedores argentinos, en Rey. Instit. Bacteriol. Deparl. Nac. de Higiene, 7, ps. 213-69; láms. 4-15; Buenos Aires, 1935-

- 1936. Mamíferos coleccionados en la parte central y occidental de la Provincia de La Rioja, ea Physis, 12, ps. 31-42, Lé.ms 1-3; Buenos Aires,. 1936.

- 1937. Los mamíferos de Mendoza y sus relaciones con las faunas limítrofes, en No-vena Reun. Soc. Argent. Patol. Region., 1935, ps. 689-725, lanas. 1-8; Buenos Aires, 1937.

- 1941. Tipos de distribución en la zoogeografía argentina, en Rev. Argent. de Zoo-geogr., 1, ps. 39-58; Buenos ' "o-n. 1941.

- 1943. Expansión del 4 ` marra"' australis) en las provincias centrales de la Argentina, en Rey. Argent. de Zoogeogr., 3, ps. 147-48; Buenos Aires, 1943.

- 1944. Comentarios sobre cien localidades nuevas para mamíferos sudamericanos, en Rey. Argent. de Zoogeogr., 4, 1944, ps. 59-71; Buenos Aires, 1944,

- 1947. Capítulo Zoogeografía: La fauna de montaña, en Geografía de la República Argentina (Soc. Argent. de Estud. Geogr. Gaea); Buenos Aires, 1947.

ZWAENEPOEL, H. 1921. Précis du cours d'ethnographie et de zootechnie spéciale des petits mammifires domestiques, les chiens, les chale, les lapins, les coba yes; Bru-xeller, 1921.

Page 46: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

RES 'MÍ 77 N

Los roedores de la familia Caviidae, que constituyen uno de los grupos de mamíferos más característicos de la fauna neotropical, tienen considerable importancia desde el punto de vista de la zoología aplicada. Exclusivamente fi-tófagos, algunos de los conocidos vulgarmente como cuises son dañinos para los cultivos y por otro lado, pueden contribuir a la propagación de diversas en-fermedades infecciosas. En ellos, además, encuentra el genetista excelente ma-terial de trabajo, y una de las especies, Cavia, porcellus, domesticada desde larga fecha, es el animal de laboratorio biológico por excelencia. La familia forma parte de los roedores histricomorfos, y está bien caracterizada por la estructura de - los pies, por su cola rudimentaria y por sus muelas de raíz abierta constituidas por prismas o columnas de sección piriforme o cordi-forme. En el territorio argentino hállase mejor representada que en cual-

.. quier otro país, faltando sólo dos de los géneros actuales y siendo un género ( Dolichotis) exclusivamente propio de su fauna. Tal como hoy existe, la familia Caviidae comprende dos subfamilias, Caviinae y Dolichotinae. La primera está representada en la Argentina por tres géneros: Microcavia, Galea y Cavia. Nanocavia, Thomas es considerado aquí como sinónimo de Microcavia, siendo sólo de valor específica las diferencias entre ambos. De Microcavia hay en la Argentina dos especies vivientes: M. australis, con tres subespecies (a. australis, a. salinia y a. maenas), y M. shiptoni. Galea cuenta con una sola especie, G. musteloides, que también presenta tres for-mas locales (m. musteloides, m. leucoblephara y m. littoralis). Cavia, en fin, aparte de porcellus, introducida en domesticidad, tiene aquí tres formas sal-vajes: C. tschudii sodalis, C. pamparum y C. aperea hypoleue -c—c. Esta última, que se encuentra también en Paraguay, es el roedor generalmente, aunque indebidamente, mencionado por los autores como Cavia azarae. La subfa-milia Dolichotinae solamente comprende dos géneros vivientes, ambos mo-notípicos: Pediolagus y Dolichotis. Sus respectivas especies se encuentran en la Argentina, cada una representada por dos formas; de Pediolagus existen P. salinicola salinicola y P. s. cyniclus (subsp. nov.), y de Dolichotis, que es un género exclusivamente argentino, D. patagonum patagonum y D. p. centricola. De todas las mencionadas formas se dan descripciones deta-lladas, basadas principalmente en material de la Facultad de Agronomía y Veterinaria y del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Riva-davia, y se discuten ampliamente sus afinidades y su nomenclatura. Una extensa bibliografía de la familia complementa esta monografía.

92:

SUMMARY

The rodents of the family Caviidae, one of the groups of mammals more characteristic of the Neotropical fauna, have no small importante from the point of view of applied Zoology. They are exclusively phytophagous animals, the small species commonly known as "cuises" being harmful to cultivated plants, whereas some infectious diseases 'may be transmitted by them. On the other hand, they may be useful in genetics research, and one of the species ( Cavia porcellus) has been domesticated from long ago and is the laboratory animal "par excellence". The Caviidae figure in the group of hystrichomorph rodents, being very well characterised, as a family, by the structure of the feet, the rudimentary tail, and the peculiar form of the openrooted cheek teeth, which are formed by priscos or columns either pyriform or cordiform in transverse section. This family is better represented in Ar-gentina than elsewhere. Only two of the living genera are absent of the Argentine fauna, and a genus (Dolichotis) is exclusively found here. The existing forms are distributed in two subfamilies: Caviinae and Dolichotinae. Three genera of Caviinae are present in the Argentine territory: Microcavia, Galea and Cavia. Nanocavia Thomas is here considered as a synonym of Mi-crocavia, the alleged generic differences being of specific value only. Of Microcavia, there are two Argentine species: M. australis, with three sub-species (a. australis, a. salinia, and a. maenas) and M. shiptoni. Galea is represented by one species, G. musteloides, again with three geographic forms (m. musteloides, m. leucoblephara, and m. littoralis). As for Cavia, three different wild forms inhabit this country, besides the domesticated C. porce-llus. These are C. tschudii sodalis, C. pamparum and C. aperea hypoleuca. The last, found also in Paraguay, is the animal commonly but wrongly identified with C. azarae. The subfamily Dolichotinae has only two genera, both of them monotypical: Pediolagus and Dolichotis, the respective genotypes being representet in Argentina by two subspecies each. Of Pediolagus, we have P. salinicola salinicola and P. s. cyniclus (subsp. nov.), and of Dolicho-tis, which is exclusively Argentine, D. patagonum patagonum and D. p. centri-cola. All these forms of cavies are described here chiefly on material in the Facultad de Agronomía y Veterinaria and in the Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, their affinities and nomenclature being extensively discussed. An extensive bibliography of the family is appended to this monograph.

93

Page 47: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

~ouse~.---- 1 Ut.

124

100

100/+ 100 98/11

100/14 100

r-xviirrn

HYDROCHAERIDAE

Dolichotinae

DASYPROCTIDAE

270 Rowe and Honeyeuti

. • A. paca (BO) C. apera

porcellus

Microcavia {Me) Microcavia (S.1) G. musteloides G. spixíi Hydrochaerís Kerodon Dolichotts Pediolagus Dasyprocta M. pratti M. acouchy

FIG. 4.--Topology for the combined data set of GHR, TTH, and 12S rRNA genes. Both equally weighted MP (length = 1,490; CI = 0.72; Rl – 0.71) and MI, analysis, using a GTR + y model of evolution with six rate J. – –

1 CAVIIDAE Cavünae

Dasyproctidae

Microcavia

Cavia

Gatea

Kerodon

Dolicholis

Pediolagus

Hydrach aeris

Dolichotinae HVDROCHAERIDAE FIG. 5.—(a) Proposed phylogenetic relationships for species taxonomically defined as belonging to Caviidae and Hydrochaeridae. This

ionolotiv is the shortest tree : viven_ the combined molecular data, which is consistent with Cabrera's (1961) taxonoinv This tepplotiv is also . ..... . . .......- .. „. -• , (b) Phylogenetic relationships for members of the taxonomic

Page 48: LOS ROEDORES ARGENTINOS FAMILIA CAVIIDAE - … · especies, el bien conocido chanchito de la India, es desde larga fecha el animal de laboratorio biológico por excelencia, las formas

f A. paca ;no) a ;NIX)

L Stictornvs in^ - C- aPer-a

Capromys A. paca (BOI

A.paca (MX)

ny:

Cr. apele!

4 an

1 1 fl 1 1

porceitul 1 601 lifficrocavia (Me)

irlicrocavia (SJ) G. musteioides 1 1 •

S I / :10 nu"°"~ G. spixii

1 ni,-11—°— uonctrotts • • ct. a

I 52 Pedioia^ue !.• • ,,, ■ Hvdrochaells

e e • 3 Kerodon

11.1145 4

100r-

561 >204—.=. 1 112(10—

1P.11

100 I;

!PAPI

100 11=====.= •—■ .........

▪ 4 nell al••••■ 1"•44 i4i.4.e ie,

tal

teieter ~k_. b_

96

iiii.0

.1,1

1111

». m

imad

*

100 Dasvprocta = >?r: orr.tti

:3 M. acottchv r• • • 01 nubstitinkins15.-ite,

FIG. 2. ,21e, nlost parsimentoustopolocw resulting from equoitiv weierhtedIMP analvsis of Miren of the transtlivretin cene iTT:11. 1'T = P T = Pn.cyrnncnnn hacen nr1 1 Pone: r,rdir•ai,c :e /1"1 ,1=.11 •11 .1 ,/, rt ■ Nri,c í

repin red) and B,,,uer del.ay indices are giyen below the nades. (b)ML topology usin g TTli 3C. ....... 3. wiíh a GTR + inodei t tovoltaion L - 4,439; = 1.46). Branch lenruhs are ecaied u3 the number oÍ subsriturrons per sire, and booriarap, supporr 11 ,50%; 300 replicares,

irdre ,r,r

CIllíNiíló tr wG izi onifioarttv iíle i grici nhvinuerio-lic

atenta' coristrairits explanation for the social behavilor of Kerodchi. Reeause the concentrated chances test

( MacCiade 3.1, IViaddisorti and rviaddison 1992) is le-‘zrriCted usP

rbararicrs distribution) andllchavi(3r (i.c., sociality) werc codcei ac-cordinciv (tal-U 31. Hahitat was derined hv resouree (lis-

a)

b)

,, _ apronlys

t

,opr Only?,

A. paca (BO) _ej

9 ( MX) StictOnlys.

I 1----=-- :;C:c1:..-ciu.:.-

..... -Wii -- -- C.. apera . , I 2 2

: 54 I % C. Dorcellus —...

:1 U4• 11

" 1.)••=-2y p. e e 1 r pratti

;veighte tvider inuell steins eaunterbalmice campensatoi y-

in rn ste regians. in:ch.:7'4:th S99, Ci R1 Boalstriii) suppar, ,aseó on 1000 replicates, :Ibove the nodes ....... scores 1-50% arjreporied) andBrerner deeay 1 ..........are !'!Vell 111 .0

nOCICS. Ud Mi, t.:PO .1'01 ✓ usi 12S rFt1NA secuences. t,viih a 11TR :rival-tants rinde! evolution 1 - 1;1 1. .3.74S: a 0.47,

eornputa0 . - 1 owine, to os Ibis data. set, ........' 50 baatstrap leplicates wele perfoltued.

the molecular phylogeny 4) for both MP and MÍ- interr,retatinns (KH-rests: p < and P = 0.04, re- snectivelv). The same was true for Quintana's 11998) interpreta -lir-ir, caviid reLltjr,r,shjr,s raT ck • Iej44,4,.. -

P 0.01 for both 1UP and ML). Given the - results of the concentrated chances test, thís mornholocicaitv

! •

100 r-- g2j>20 t-

InOr-- >20

I I 100 :--

>20 I--

r="4,

va.... (BO)

A. paca (MX) Stictonws

C. apera

C. Microcavia (Me) M.erocavia (S.»

mustelaides G. spixii ilvdrochaerls

5 Kero-ion

Dolichotis 2 Pediolarms

Dasvorocta

el, e...am acoucny

riyarornaPry--- e

Kerodon

76 M pratti r••■•■•■ muctelf:itt,_-,-. __ 1 1JV

n ar urIrv

niam

iz,z

u d

.111.•

■111

1111

1ina

el

oe!