los perros sufren y mueren en las perreras

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… los perros sufren y mueren en las perreras. Esta carta me llegó por mail y quería compartirla con vosotros porque es la pura realidad. Léela, es importante. CARTA DE UN TRABAJADOR DE UN PERRERA: Creo que nuestra sociedad necesita una llamada de atención. Como responsable de una perrera, voy a compartir algo con vosotros… una mirada desde “dentro” si me lo permitís. Lo primero de todo, todos los que sois vendedores/criadores de animales, deberíais al menos trabajar UN DIA en una perrera. Tal vez si veis la mirada triste, perdida…los ojos confusos, os harían cambiar de opinión sobre criar y luego vender a personas que ni siquiera conocéis. Ese cachorro que acabas de vender terminará posiblemente en mi perrera cuando deje de ser un perrito lindo. Entonces… ¿cómo te sentirías si supieses que hay una probabilidad del 90% de que ese perro nunca salga de la perrera si es que llega a parar allí? Sea de raza o no. EL 50% de los perros que entran en mi centro, abandonados o callejeros, son de raza pura. Las excusas más comunes que escucho son: -“Nos mudamos y no podemos llevarnos a nuestro perro/gato”. ¿En serio? ¿A dónde te mudas que no te permiten tener mascotas y por qué has elegido ese lugar en vez de otro donde sí puedas tenerla? -“El perro se hizo más grande de lo que creíamos”. ¡¿Y cuanto te pensabas que crecía un pastor alemán?! -“No tengo tiempo para ella” – ¿De veras? Yo trabajo 10 o 12 horas al día y aun así tengo tiempo para mis 6 perros. -“Está destrozándonos el patio” -¿Y porque no lo tenéis dentro con vosotros? Siempre me dicen “No queremos insistirte en

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Page 1: Los perros sufren y mueren en las perreras

… los perros sufren y mueren en las perreras.

Esta carta me llegó por mail y quería compartirla con vosotros porque es la pura

realidad. Léela, es importante.

CARTA DE UN TRABAJADOR DE UN PERRERA: Creo que nuestra sociedad necesita una

llamada de atención. Como responsable de una perrera, voy a compartir algo con

vosotros… una mirada desde “dentro” si me lo permitís. Lo primero de todo, todos los que

sois vendedores/criadores de animales, deberíais al menos trabajar UN DIA en una perrera.

Tal vez si veis la mirada triste, perdida…los ojos confusos, os harían cambiar de opinión

sobre criar y luego vender a personas que ni siquiera conocéis. Ese cachorro que acabas de

vender terminará posiblemente en mi perrera cuando deje de ser un perrito lindo.

Entonces… ¿cómo te sentirías si supieses que hay una probabilidad del 90% de que ese

perro nunca salga de la perrera si es que llega a parar allí? Sea de raza o no. EL 50% de los

perros que entran en mi centro, abandonados o callejeros, son de raza pura. Las excusas

más comunes que escucho son: -“Nos mudamos y no podemos llevarnos a nuestro

perro/gato”. ¿En serio? ¿A dónde te mudas que no te permiten tener mascotas y por qué

has elegido ese lugar en vez de otro donde sí puedas tenerla? -“El perro se hizo más grande

de lo que creíamos”. ¡¿Y cuanto te pensabas que crecía un pastor alemán?! -“No tengo

tiempo para ella” – ¿De veras? Yo trabajo 10 o 12 horas al día y aun así tengo tiempo para

mis 6 perros. -“Está destrozándonos el patio” -¿Y porque no lo tenéis dentro con vosotros?

Siempre me dicen “No queremos insistirte en que le busques un hogar, porque sabemos

que lo adoptarán, es un buen perro” Lo triste es que tu mascota NO será adoptada y….

¿sabes lo estresante que es una perrera? Bueno, pues déjame que te cuente: Tu mascota

tiene 72 horas para encontrar 1 nueva familia desde el momento en que la dejes. A veces

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un poco más si la perrera no está llena y consigue apañárselas para mantenerse

completamente sano. Si se resfría, se muere. Tu mascota estará confinada en una pequeña

jaula, rodeada de ladridos y llantos de otros 25 animales. Tendrá que apañárselas solo para

comer y dormir. Estará deprimido y llorará constantemente por la familia que lo ha

abandonado. Si tiene suerte, y cuento con suficientes voluntarios, quizá podrán sacarlo de

paseo ocasionalmente. Si no, tu mascota no recibirá ninguna atención, aparte de un plato

de comida deslizado bajo la puerta de la jaula y manguerazos de agua. Si tu perro es

grande, negro o cualquier raza “bull” (pit bull, mastín…) lo has conducido a la muerte desde

el momento en que cruzó la puerta. Esos perros no suelen ser adoptados. No importa lo

“dulce” que sea o lo “amaestrado” que esté. Si tu perro no es adoptado en las 72 horas

desde su entrada, y el refugio está lleno, será sacrificado. Si el albergue no está lleno y tu

perro es suficientemente bueno y de una raza atractiva, es posible que se pueda retrasar su

ejecución, aunque no por mucho tiempo. La mayoría de los perros se ponen en jaulas de

protección y se les sacrifica si muestran agresividad. Incluso el perro más tranquilo, es

capaz de cambiar en este entorno Si tu mascota se contagia de la tos de las perreras

(traqueo bronquitis infecciosa canina) o cualquier otra infección respiratoria, será

sacrificado de inmediato, simplemente porque en las perreras no tenemos recursos para

pagar tratamientos de incluso 150 euros. Y he aquí algo sobre la eutanasia para aquellos

que nunca habéis sido testigos de cómo un animal, perfectamente sano, será sacrificado:

En primer lugar, lo sacarán de la jaula con una correa. Los perros siempre piensan que van

a dar un paseo, salen felices, moviendo la cola…. Hasta que llegan a “la habitación”, allí

todos frenan en seco. Deben oler o captar la muerte o sentir las almas tristes que se

quedaron allí. Es extraño, pero sucede con todos y cada uno de ellos. Tu perro o gato se

verá sujeto por 1 o 2 técnicos veterinarios, dependiendo del tamaño y de lo nervioso que

este. A continuación, un especialista en administrar la eutanasia o un veterinario, iniciará el

proceso: encontrarán una vena en su pata delantera y se le inyecta una dosis de “sustancia

rosa”. Esperemos que tu mascota no se asuste al sentirse presa. He visto algunos

arrancarse las agujas y acabar cubiertos de su propia sangre, ensordecidos por los aullidos

y gritos. Todos no “duermen” inmediatamente. A veces sufren espasmos durante un rato,

se ahogan y se defecan encima. Cuando ha terminado, el cadáver de tu mascota será

apilado como un leño, en un gran congelador trasero, con todos los otros animales, a la

espera de ser recogidos como basura. ¿Qué sucede después? ¿Será incinerado? ¿Lo llevan

al vertedero? ¿Lo convertirán en comida para mascotas? Nunca lo sabrás y probablemente

nunca te lo plantearás. Solo era un animal y siempre puedes comprar otro, ¿no? Espero que

si habéis leído hasta aquí, se os hayan empañado los ojos y no podáis sacaros de la cabeza

las imágenes que ocupan mi mente todos los días cuando vuelvo a casa desde el trabajo.

Odio mi trabajo, odio que exista y odio saber que siempre existirá a menos que vosotros, la

gente, cambiéis y os deis cuenta de las vidas que perjudicas son muchas más, aparte de la

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que dejas en la perrera. Entre 9 y 11 millones de animales mueren a diario en las perreras y

solo tú puedes parar esto. Yo hago todo lo posible por salvar todas las vidas que puedo,

pero los refugios (protectoras) siempre están llenos y cada día hay más animales que

entran que los que salen. Solo quiero puntualizar esto: NO CRIES O COMPRES MIENTRAS

HAYA PERROS MURIENDO EN LAS PERRERAS. Ódiame si quieres. La verdad duele y la

realidad es lo que es. Solo espero que con esto alguna persona haya cambiado de idea

acerca de la cría, de abandonar su mascota en una perrera, o de comprar un perro. Ojalá

alguien entre alguien en mi trabajo y me diga “he leído esto y quiero adoptar”. Eso haría

que mereciese la pena. En muchos comentarios que leo en eventos sobre perros

abandonados, observo el desconocimiento de la gente que aun se piensa que las perreras

son sitios donde los perros viven, están felices y que salen adoptados con facilidad tras una

breve y comida estancia en la perrera. Señores, en las perreras españolas (y en todas) los

animales MUEREN, SON SACRIFICADOS o ENFERMAN y AGONIZAN allí solos. Para paliar

esto, existen las protectoras, que no “caen del cielo” (aunque están llenas de ángeles) y

que intentan hacer lo posible para buscar casa a estos animales. Se llevan y acogen a los

que pueden para que tengan oportunidades, los sacan e intentan hacer tiempo para que no

los sacrifiquen. A cambio que reciben, ¿subvenciones? ¿Locales e instalaciones? NADA.

(Sobre) viven del dinero que ellos mismos aportan, de lo que los escasos socios quieran

donar y poco más. Y no hay facilidades. Cuando la gente sabe que colaboras en 1

asociación o que ayudas animales, en vez de colaborar, lo único que hacen es entregarte

más y más animales: “mi perra acaba de parir”… “me he encontrado estos cachorritos en

una caja”— “en mi portal hay 1 perro abandonado merodeando”…. Somos el mejor

descanso para la conciencia del que no se quiere mojar. Ya nadie deja al coche en la

gasolinera y acelera para irse de vacaciones a la playa. Lo que hacen es dejarlo en la

protectora. Desde tirarlo por encima de una alambrada, hasta dejarlo en una residencia y

no recogerlo. Porque saben que dan con buenas personas que no pueden dar la espalda y

abandonar el animal que ellos han abandonado. Me permito añadir, que en algunas

perreras españolas, ni siquiera la eutanasia es una inyección y se acabó. Algunos

“veterinarios” que trabajan en perreras, encuentran otros medios de sacrificio más

dolorosos y desagradables, pero que (cómo no!) son más económicos y rentables. Y por el

precio de una inyección, se incineran o gasean vivos Ese es el país en que vivimos. Aunque

tampoco podemos esperar mucho más de un lugar donde la fiesta nacional es torturar

hasta la muerte un animal, mientras cientos de sádicos que han pagado su entrada gritan y

disfrutan del espectáculo. POR FAVOR ENVIAD ESTA CARTA A TODOS VUESTROS

CONTACTOS…. GRACIAS