los otros mundos

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Los Otros Mundos Volumen 1 Por: Edgar López

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Terror, Ciencia Ficcion

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Page 1: Los Otros Mundos

Los Otros Mundos

Volumen 1

Por: Edgar López

Derechos Reservados 2010

Page 2: Los Otros Mundos

Tabla de Contenido

Prefacio:

El espíritu fuerte de los miserables 4

1ra Parte:

Un ser que desafió lo divino 28

2da Parte:

Combate de fuerzas 59

3ra Parte:

La Milagrosa Carta 76

4ta Parte:

¿Quienes Son Ustedes? 99

2

Page 3: Los Otros Mundos

Para los gobiernos del mundo y para aquellos seres humanos que buscan entender la existencia de otros mundos, para ellos dedico mi humilde obra.

Edgar López

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Page 4: Los Otros Mundos

Prefacio

El espíritu fuerte de los miserables

El glorioso azul de un firmamento inmenso, un

azul divino que transforme nuestro corazón agotado es

aquel matiz imaginario que anhelamos al sentir que

nuestra voluntad se va hundiendo en la profundidad de

un firmamento negro, colmado de sufrimiento; triste

pálido de un cielo que viene arrastrando consigo

lágrimas pesadas y pensamientos raros de pobreza,

pobreza destructiva que debilita y marchita espíritus

sedientos de fe. Como los demás, yo contemplé aquel

lugar triste, yo caminé por aquel cetrino lugar y

recorrí con la mirada, semblantes blancos. Navegué con

mis pupilas, estómagos vacíos llenos de tan solo

desdicha. Es así como trata la miseria a sus victimas.

Es así como sus victimas caen, desesperan y gritan

4

Page 5: Los Otros Mundos

silenciosamente bajo una trágica nube de angustia, muy

trágica en verdad. Por la mañana deambulé sin

cansancio por todos esos pueblos y asqueado de este

tormento visual, finalicé mi larga travesía en aquel

misterioso pueblo a las orillas de Yucatán, México.

Después de presenciar un panorama apocalíptico,

saturado de pies descalzos y aliento a muerte, viene a

haber nada más, solo una alfombra de llanura seca y

árida. A lo lejos se puede percibir apenas una pequeña

y desolada iglesia; esta forma parte de aquel símbolo

esperanzador y de inmediato consuelo. Allí prorrumpe

la brisa de un celestial símbolo divino, fresco rocío

que desplaza su delicada magia sobre el alma decadente

de desventurados, brisa mágica que trae vida,

desplazando su frescura sobre una pradera sedienta de

cambio, transformando ilusiones marchitas en colosal

vendaval de esperanza. Celestial abadía es esta que

sopla en el alma en momentos de tormento, sanando

misteriosamente llagas de incredulidad y de un

profundo temor. Sagrado santuario es la casa del señor

en la tierra, olimpo terrenal de los creyentes que por

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Page 6: Los Otros Mundos

su belleza y encanto semeja un oasis entre el desierto

que pierde color con el tiempo y reverdece de nuevo

cual si fuera esplendoroso jardín en el edén.

Recordemos las palabras de Oliver Goldsmith: “La

esperanza, al igual que un hilo de luz brillante,

adorna y anima nuestro camino; Aún en la más oscura

noche, emite un rayo muy brillante.” Horas más tarde

el fosco firmamento dio de sí, nuevamente recobra su

esplendor que cautiva y alienta; un esplendor que

reanima todo ojo harto de infortunio. ¡Dios mío, que

contrastes resaltan por estas sendas poco lucidas de

razón!, ¡Arriba el cielo vislumbraba su radiante luz

mientras allá abajo la gente sigue perdida bajo las

sombras de su ahogado brío!

Lo confieso que al tropezar de pronto con la peor

cara de la miseria, lo único que contemple realizar en

ese momento fue repasar la historia de mi vida para

darme cuenta que estaría apunto de escribir un

capitulo nuevo de transformación espiritual. Soy

sincero al decir que nunca paso por mi mente el

deambular por estos lugares, mucho menos adaptarme a

6

Page 7: Los Otros Mundos

una región tan devastada a causa de un -

“estrangulamiento” social, claramente visible en cada

persona, siempre presente. Nunca imagine caminar por

ese rumbo desolado de sonrisas y lleno de rostros

desconcertados que por causa de una codicia

insaciable, hacen del ser humano noble un triste

muñeco sin fe ni aliento. En mi lenta reflexión

entendí gradualmente que tal lugar viene a ser

producto inevitable de un desequilibrio económico que

causado por el pernicioso furor de grandeza e

implacable egoísmo, aplasta sin piedad a los mas

vulnerables. Maldad es esta que se alimenta con su

obsesiva ambición y engendra violencia para después

desatar la ira, derramando a su vez torrentes de

sufrimiento. El manejo insensato de caudales, exprimen

deliberadamente espíritus aun fuertes; espíritus

impetuosos, seres llenos de expectaciones y un afán de

sobrevivencia desconcertante. El observar tanta gente

con tan descomunal necesidad me incitó a reflexionar

aun más profundamente, decidí convertirme de inmediato

en un paciente altruista y a ojos de la gente me volví

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Page 8: Los Otros Mundos

cada vez más indispensable. Conocí varias familias en

tan solo dos semanas, compartí mis alimentos y ellos

—— responderían a mi gesto de caridad con alojo

incondicional durante mi breve estadía en las orillas

de estos municipios olvidados. Infantes que nunca

sospeche conocer en mi vida, ahora desfilan uno por

uno ante mi mirada atónita, clamando desesperadamente

mi generosidad hacia todos ellos. Aquellos seres

inocentes que piensan y sienten son perseguidos por

ésa sombra maldita de su atroz abandono, siempre

opacando aun más el agónico lustre de sus ojos

ingenuos y afligidos. Estos efebos indefensos han

hecho cosas atroces en su lucha por subsistir y en sus

mentes pasean ideas de lo que yo llamo premeditada

“suicidovivencia”. Ofensas graves a sus jóvenes

cuerpos son manifestaciones de una extrema

desesperación. Me percate que perforaban y mutilaban

su cuerpo por voluntad propia. Estas heridas en

organismos sanos son provocadas con el propósito de

conseguir el alimento de cada día. Los pequeños

empleaban su estrategia infalible de “rompe-corazones”

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Page 9: Los Otros Mundos

en su afán de provocar lastima en foráneos visitantes

como yo, pero tales estrategias no siempre fueron

efectivas al exhibir sus dolorosas llagas frente a un

público indiferente, frecuentemente hostigador y

cruel. Otros ya no estaban interesados en la compasión

de nadie, en ellos solo existía la idea de escapar de

este cruel mundo, encontrando una puerta en aquel

efímero “narconirvana” inducida por los efectos de las

drogas. Estos actos de barbarie, incitados por

aquellos voraces canes callejeros, hambrientos de

inocencia, desgarraron mi corazón; descuartizaron mi

pensamiento bruscamente y sembraron en mi memoria

traumas irreparables.

————¡Abandonadas son aquí las promesas del futuro!

Manifiesta un anciano que mendiga a los pies de esta

abadía.

————¿Y los padres donde están? ————cuestioné yo.

————No pregunte por ellos, joven ————contesto el

anciano.

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Page 10: Los Otros Mundos

————Ellos también han sido victimas de esta

injusticia, emprendieron su misión en busca de la

felicidad y terminaron abatidos por los agravios

despiadados de la vida, ¡No se pudieron levantar!

Todo esto ocurrió, ocurre y ocurrirá por siempre

mientras que hombres con cabeza y sin corazón pongan

en práctica conocimientos “avalistas” de universidad,

hechicen al pueblo con su perversa labia de mentiras,

arrancando de sus venas esa casta triunfadora que le

permite seguir luchando.

Este escenario tan insólito he impactante para

mí, no advertiría la llegada de entornos aún mas

asombrosos y trágicos. Sin saberlo se avecinaban

situaciones con similar destructividad como esta

enigmática intriga hasta ahora mal digerida por mi

razonamiento. ¿Como fue posible, reflexioné, que en

medio de esta agonía he incertidumbre, más lúgubres

sucesos estarían por acontecer?, ¿Cómo imaginar que

aun ambulaban por esos aires, cosas tan misteriosas y

quebrantables, muy similares a esta involuntaria

privación de vida y tranquilidad? —— Nadie sospechaba

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Page 11: Los Otros Mundos

siquiera que la enorme fe que moraba en el corazón del

pueblo, mas tarde se transformaría en un poderoso

instrumento divino; espada firme que combatiría

fuerzas extrañas de un origen completamente ——

inexplorado.

Después de varios meses de navegar contra la

tempestad de la locura, bebiendo por los ojos aquellos

dramáticos cambios psicológicos que tuercen el ——

subconsciente, nunca volveré a ser el mismo. Memorias

vivas que regresan desde aquel oculto baúl mental de

los recuerdos ahora acechan diariamente mi cansado

pensamiento. Las primeras impresiones que en mi

llegada ocasionaran agitación emocional, ahora me

persiguen vorazmente, sembrando en mí una lenta

resignación; ¡Ingrata resignación es esta que se aloja

en las profundidades de mi juicio enmudecido!

De donde vengo el tiempo transcurre más rápido

que por estas tierras. Después de varios meses creí

lograr adaptarme a estos lugares. Una persona como yo

que a pesar de ser golpeado diariamente con recuerdos

vivos de una brutal guerra, logre dormir lo suficiente

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Page 12: Los Otros Mundos

llevando acabo actividades con mayor serenidad debido

a la lentitud del tiempo. Aun así, en medio de esta

lentitud ensordecedora me acechaba una melancolía

infantil que amenazaba con implantar en mi ——

temperamento un temor espiritual. Frecuentemente me

sentía como un chiquillo que con voz sollozante,

imploraba a gritos la presencia de su madre. En medio

de esta asfixiante inopia, el calor y la perplejidad

promueven una combinación perfecta de agonía, de

miedo, la cual funciona con gran eficacia tal como un

horno flamante que carboniza la simetría de ideas

cabales y ordenadas. Esta combinación de factores,

absorbió vertiginosamente la energía de todo un

pueblo; ¡Silenciosamente irrumpía la locura!

En esos momentos mas nunca antes, agradecí al

creador por impregnar en mi corazón la semilla divina

de una espléndida fortaleza espiritual. Este simiente

de fortaleza ha crecido conmigo, silenciosamente

musita palabras de animo a mi oído en momentos de

dificultad y levanta sutilmente ánimos de sobre

vivencia. Esta fortaleza es la que ahuyenta ——

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Page 13: Los Otros Mundos

decisivamente absurdos planes de autodestrucción. A

pesar de desconocer su origen, este antídoto necesario

contra ésa maldita hipocondría, consiguió liberar mi

voluntad extraviada y rendida ante las tempestades de

lo desconocido. Ahora, esta fortaleza desciende hacia

mi como impetuoso relámpago, brillante y oportuno; es

una vendita luz que ilumina el infausto sendero de

tinieblas; es divina flama inextinguible que consume

maleza seca de agonía y confusión.

Agradezco al señor una vez mas por permitirme

relatar estos sucesos con sentidos aun hábiles y

completos porque las arcaicas paredes que guardaron el

cantar y el sollozar del hombre creyente, también

guardaron entre sus polvorientas grietas el drama de

un episodio triste, plagado de llanto y desconsuelo;

un drama que induce a merodear por extraños senderos

sin rumbo, senderos con destino a un solo estado

psicológico; un inevitable y triste estado de locura.

Pero, ¿Que trae un hombre como yo que después de

naufragar a su suerte pueda reconfortar pacientemente

el moribundo ánimo de aquel pueblo aprisionado?,

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Page 14: Los Otros Mundos

¿Alguna espontánea muestra de lastima y admiración

hacia todos ellos?, No, no seria suficiente;

¿Exaltarlos y decirles que no sufrirán mas en mis

manos?, No, ¡No puedo engañarlos! − Las heridas que

percibo a mí alrededor son heridas profundas que

sanaran lentamente con la ayuda del milagroso tiempo.

Hagamos una pausa y examinemos quien resulta ser

el astuto autor que con tan diestra práctica, desata

una extravagante histeria en busca del poder absoluto.

Engañado con la perspicacia del diablo y mareado con

sus promesas de dominio total, busca la conquista de

toda una nación creyendo alcanzar el tan añorado

respeto que solo los hombres virtuosos e ilustres

logran merecer. Siniestro protagonista Se aventura a

emprender ésa sucia tarea con una sola visión en mente

sin darse cuenta que a cada paso que da el gusano de

la perversidad y del vicio le ira comiendo la corteza

de su humanidad hasta llegar al núcleo mismo de su

profanado corazón, pudriéndolo por dentro cual un

gusano pudre el fruto sano de un árbol feraz. Al final

de sus días cuando la muerte lo llame, volteando hacia

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Page 15: Los Otros Mundos

atrás, se dará cuenta en su tardío examen que erró el

sendero que buscaba. ¡Será demasiado tarde señores!,

cuando la flaca muerte se manifiesta al hombre, esta

trae revelaciones divinas, verdades universales que

jamás hubiese entendido el hombre en vida; es solo en

las ultimas horas de agonía cuando logramos entender

ésa verdad, ese propósito real de nuestra existencia,

la fuerza omnipotente de una justicia divina; de un

mecanismo perfecto; de una fuerza superior; de un

poder cósmico; de hacer el bien a los demás. ¿Quienes

fueron esos personajes prepotentes que con manos y

palabras engañosas solazan su persona creyendo poder

ocupar aquel territorio reservado en ésa soñada gloria

de un ser todopoderoso?, ¿Cual fue su turbio pasado

que los llevo a caer gravemente enfermos de este mal,

infectados de pies a cabeza con el virus mortal de la

codicia?, ¿Quien les ha dicho que atesorando riquezas

y entregando su alma a las fuerzas del mal podrían

alcanzar la verdadera prosperidad?, Más aún, ¿Quien

les ha mal informado que conseguirían trascender con

mérito a futuras generaciones estos legados manchados

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Page 16: Los Otros Mundos

de sangre, sangre que emana de las heridas de un

pueblo golpeado por el látigo de la injusticia? ——

Esos ingenuos “Herederos” que ignoran las acciones de

sus padres, cargaran consigo ésa pesada condena por el

resto de sus días. Cuando la boca de un farsante hace

promesas de cambio en tiempos de penuria, su poder

sobre la gente es infinito, su lengua hábil y falaz lo

convierte en un magnífico liberador del mundo que

fascina hasta al más astuto e incrédulo observador.

Este poder infinito lo hace un superhombre adorado por

todos y así perdura el efecto de su mareado dialecto,

de época en época, de generación en generación, en un

ciclo interminable de opresión. Aquellos lerdos

sucesores sin voz propia terminaran por ser parte de

este círculo de desintegración. Pero, ¿Que pasa con

ellos que no rompen con estas cadenas de tribulación?,

¿Porque nadie grita y trasciende mas allá de los muros

de conformidad para contener estos torrentes ——

interminables de desgracia?

Veamos brevemente que ocurre con personajes

despóticos a lo largo de la historia. Hagamos un

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Page 17: Los Otros Mundos

pequeño paréntesis en nuestras modestas letras para

conocer un poco más la vida de aquellos lideres

soñadores con delirios de grandeza, ingenuos ——

constructores de su fatídico destino. Abramos los

sangrientos libros de México que sobre sus páginas se

plasmaron capítulos de injusticia y dolor. En uno de

ellos nos encontramos con el nombre de Días que con

tres largas décadas de dictadura, termino por

arrastrar al pueblo por sendas de retroceso,

destrucción y muerte. “¡Pobre México, tan lejos de

Dios y tan cerca de los Estados Unidos!", deliró en

los últimos instantes de su aborrecida vida al darse

cuenta que sus obras en vida habrían llevado a la

ruina completa del trabajador Mexicano. Una mala

distribución de fortunas fue la clave para este

cataclismo. El capital nacional no fue utilizado para

mejorar la vida de los ciudadanos, al contrario, estos

beneficios terminaron en manos de los pocos adinerados

hacendados que defendían su existencia ostentosa y

haragana, cortados a la vida influyente con tendencias

europeas e ideales de esclavitud sistemática. Aunque

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Page 18: Los Otros Mundos

varias personas ponderen que Díaz acelero el progreso

de México, su gobierno fue una clara señal de una

dictadura venidera que iniciaría una larga cadena de

corrupción política en la administración tembleque del

gobierno Mexicano. Citemos un fragmento del “Programa

del Partido Liberal Mexicano”, proclamado en San Luis

Missouri en Junio de 1906. “Gracias a la dictadura de

Porfirio Díaz, que pone el poder al servicio de los

explotadores del pueblo, el trabajador Mexicano ha

sido reducido a la condición mas miserable; en donde

quiera que presta sus servicios, es obligado a

desempeñar una dura labor de muchas horas por unos

cuantos centavos. El capitalista soberano impone sin

apelación las condiciones de trabajo, que siempre son

desastrosas para el obrero. La falta de escrúpulos de

la actual dictadura para apropiarse y distribuir entre

sus favoritos ajenas heredades; la desatentada

rapacidad de los actuales funcionarios para adueñarse

de lo que a otros pertenece, ha tenido por

consecuencia que unos cuantos afortunados sean los

acaparadores de la tierra, mientras infinidad de

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Page 19: Los Otros Mundos

honrados ciudadanos lamentan en la miseria la perdida

de sus propiedades.” Flores Magón firmaría este

programa y trataría así de terminar infructuosamente

con el despotismo reinante. ¿Que lección benéfica nos

ha enseñado el esquema de esta podrida política que

hoy en día podamos loar como un ejemplo de progreso o

bienestar común?, ¿Que patrimonio de bienestar lego a

los pobres campesinos que hoy puedan recordar con

gratitud?, ¡Ninguno Señores!, los infelices obreros

solo legaron pobreza, sembrando en su mente odio y

resentimiento para con su propio gobierno. Y así como

Díaz, hemos visto pasar a otras aves de rapiña pos

estos rumbos que después de despojar al pueblo, quedan

plasmados en la monumental lista de los déspotas más

odiados en la historia de México. ¡Aplaudamos con

fervor a sus grandes logros como ladrones de aquel

gran país, como líderes mediocres que impotentes por

su ineptitud de levantar grandes naciones, optan por

seguir saqueándolas!, recordemos las palabras de

Goldsmith: “Las leyes muelen al pobre, y los ricos

controlan la ley.” Y es aquí donde me atrevo a revelar

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Page 20: Los Otros Mundos

una predicción sobre este gran pueblo. Sus vecinos del

norte muy pronto tomaran posesión de estas tierras y

sus costumbres desaparecerán para siempre. Su cultura,

su arte, el ideal histórico de su independencia que

identifican a este hermoso país, serán parte del

pasado; serán tan solo un lejano rumor, un mito entre

generaciones futuras que estudiaran su gran estupidez

con asombro. Este nuevo orden de gobiernos no será

implementado por la fuerza, el mismo pueblo estará de

acuerdo en esta urgente intervención porque para ellos

será necesario y oportuno. Pero, ¿Que futuro le depara

al viejo país mestizo?, sin duda uno muy oscuro.

México nunca volverá a ser el mismo después de esta

nueva conquista. E inquirimos: ¿Después de todo este

fracaso social, podrán sus pobladores recuperarse y

alcanzaran el equilibrio que siempre han deseado?,

¿Quiénes, ellos o los que han tomado posesión de sus

tierras? —— ¡Prepárense para una nueva era de

esclavitud que surgirá después que las grandes

corporaciones y los grandes imperios del vicio invadan

su territorio, convirtiéndolo en una masa laboral que

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Page 21: Los Otros Mundos

no tendrá más remedio que soportar el abuso de sus

verdugos los malditos extranjeros oportunistas!

En la historia moderna abundan las tragedias en

los gobiernos. Otro ejemplo de un liderazgo que

finalizó en fatal fracaso fue el infame caso del líder

nacional socialista que con su lógica tosca del

estadista sistemático y frió, desató una hecatombe

pocas veces vista en la historia de una nación.

Encarcelado por sus ideas radicales de una ——

transformación social, este joven creció con un

profundo repudio hacia las clases sociales mas

prosperas, atribuyendo su éxito a la vida parasitaria

que absorbía el capital y que mas tarde destruiría la

unificación nacional de Alemania. En su ascenso al

poder, prometía un lugar en el sol. Utilizó sus manos

y su voz como un instrumento de convencimiento y logró

hipnotizar a todo un pueblo, desatando una de las

guerras más atroces de todos los tiempos. Adoptó un

método de centralización colectiva y aprovechándose de

su humillante derrota en la primera guerra mundial,

comenzó un plan para erradicar el desempleo e ——

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Page 22: Los Otros Mundos

introducir una agresiva campaña para la expulsión de

los hebreos. Su sagaz artimaña comenzó por ofrecer a

los obreros cualquier forma de trabajo o serian

tratados como “trabajadores tímidos”, siendo ——

trasladados a campos de concentración. La cifra de

desempleo reducía aún más cuando los jóvenes dieron su

servicio militar en 1935. Todo su aparato político

apuntaba a una esclavitud social basada en la aparente

eliminación del desempleo y orquestada por otros

líderes psicópatas que muy dentro de ellos tejían la

telaraña de una doctrina selectiva basada en la pureza

racial. Si tratamos de entender la mentalidad de este

dictador nos encontraremos con más mentiras y

fantasías que muestran el poder de la maldad en todo

su esplendor. En su mente desquiciada portaba un

sentimiento “extremista” para la conquista mundial y

el exterminio de toda una raza. Pero, ¿Debe un líder

como este llevar a cabo su plan de dominio absoluto

sin importarle el sufrimiento de los demás?, Bernardo

dei Machiavelli nos dice que esto es necesario. En sus

trabajos literarios trata de convencernos con su

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Page 23: Los Otros Mundos

retórica sobre las virtudes de un “Príncipe” haciendo

alusión a personajes sádicos en la historia. Nos da el

ejemplo del famoso César Borja que besando los pies de

Francia, inauguró el preludio de un gobierno engañoso

corrupto y traidor. Su tesis política vendría a ser

imitada después por otras regiones aledañas,

considerada como el modelo ideal para la conducción de

naciones. El asesinato de sus adversarios para la

edificación de su estado convencería a sus súbditos de

su aptitud como líder capas de regir a un gobierno.

Con el favor de su padre y por medio de esta cruenta

factura se convirtió en duque de una gran parte del

centro de Italia. Después de la muerte de su precursor

este César Borja se colapsó tal como un castillo de

arena con mente ausenta de aquella visión universal de

los futuros destinos de la humanidad más amplios y

mucho más grandes que su precario mundo, inventado

para satisfacer su hambre megalómana y sus vulgares

deseos carnales. H.G. Wells nos habla un poco de este

personaje: “Los hombres como Borja, fueron hombres que

nacieron ciegos a las cualidades que hacen a las

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Page 24: Los Otros Mundos

personas libres y las naciones grandes.” Tarde se

habrá dado cuenta este inepto cardenal que el precio

del poder es vender su alma y convertir su corazón en

un bloque de hielo. Los libros nos enseñan que los

hombres justos siempre serán recordados con ——

admiración; su legado de grandeza humanística se

admira siglos o milenios después de sus muertes. Esta

rara cualidad que existe en hombres grandes es la

misma cualidad que reside en los hombres justos que

hacemos héroes del mundo y que dejan una huella

imborrable en el avance de culturas. Todo el imperio

Romano estaría motivado por este principio de

igualdad, avance y justicia para todos; fue esto lo

que lo hizo grande y su deterioro refleja la más

grande muestra de tiranía y descomposición social en

toda la historia de la civilización. Esto nos cuenta

con detalle Gibbon y otros grandes historiadores que

se tomaron el tiempo para estudiar la notable caída

del Imperio Romano, unos de los imperios mas grandes

que el hombre ha concebido. El olvidar la historia nos

condena a repetirla nos señala Santayana. ¿Quien

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Page 25: Los Otros Mundos

podría ignorar la historia con tanta indiferencia?,

talvez aquellas personas que siendo desprovistas de

talentos para gobernar un gran país prefieren ignorar

el efecto del pasado en los asuntos del presente.

¿Quién es capas de olvidar la historia y reducir al

hombre humilde en añicos?, ¿Que hombre cabal es capas

de nutrir su terrible codicia con la repugnante

sustancia del abuso a fin de acumular riquezas,

arruinando ese sueño de progreso en seres vencidos por

su miserable existencia? – Aclaremos señores, si la

corrupción y la opresión son necesarias para la

estabilidad de un gobierno, entonces, ¿Que nos

espera?, si el equilibrio de una nación es resultado

consecuente de guerras y la división de pueblos o

clases sociales, entonces estamos perdidos porque nos

veremos obligados a repetir los dolorosos eventos de

la historia, una historia turbulenta que nos inyecta

el delirio venenoso de una nueva revolución. El

atractivo ámbito de la política es como un rió que

fluye por años sin detener su curso, sobre sus aguas

frías se desplazan todo tipo de vidas desmesuradas que

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Page 26: Los Otros Mundos

comienzan su larga travesía corriente abajo,

envilecidos por el poder, desbocados sin control ni

rumbo, ¿Hacia donde van y donde terminaran?, nadie lo

sabe porque su hambre de poder es insaciable; ¡La

codicia de estos avaros mortales es infinita! —— ¿Que

mortal que nacido del vientre de una madre este

dispuesto a entregar su alma a la perversión del mundo

y zambullirse de maldad en estas aguas de perdición?,

¡Odiable es su poder y desgraciada su vida de aquellos

mortales que vienen a este mundo para aplastar al mas

desamparado! – Señores, que este sea un mensaje bien

entendido para todos aquellos valientes que contemplen

ser parte de aquel culto de idiotas que creen

conquistar pueblos enteros por medio de esta maldita

agenda, que el hombre digno que siendo responsable de

sus actos cometa el error de aplastar al más pobre y

débil hará un daño imperdonable contra toda la

humanidad; tanto perjuicio ocasiona con su destructivo

programa de poderío, le agradeceríamos a su pobre

madre, mejor nunca lo hubiera engendrado, librándonos

así de una catástrofe venidera.

26

Page 27: Los Otros Mundos

¡Dejemos pasar pues a los justos por delante y

oremos por aquellos que se han quedado atrás para que

la historia se apiade de ellos en la hora de su

ineludible juicio!

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Page 28: Los Otros Mundos

1ra ParteUn ser que desafió lo divino

A continuación relatare hechos reales que

tomaron forma y efecto en este pueblo de Yucatán,

México hacia el año de 1947. Años después de haber

presenciado estos extraños acontecimientos, decidí

tomar prudentemente pluma y papel he impregnar con

cautela, letra por letra el progreso de esta dramática

odisea, trágicamente verídica, justamente digna de

respeto y de profunda reflexión. La gente azorada

después de lo ocurrido teme por su propia ——

tranquilidad. Ojos que miraron y oídos que escucharon

la pesada realidad de lo sombrío, ahora procuran

conspirar entre sí para encubrir una verdad

aterradora. ¿Que muchedumbre es esta que busca refugio

en el profundo abismo del silencio?, ¿Como quisieran

esconder tras un velo negro de mudez la evidente

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Page 29: Los Otros Mundos

silueta de un animo mutilado por el destino?, No

lograran ocultar esto. Con azoro, esta gente buscó

amparo bajo las ruinas débiles de su martirizado

aliento. Yo perdido junto con ellos trate de huir sin

dirección alguna por los caminos de esta terrible

confusión que me ahogaba. Fueron momentos de reflexión

personal y fe en la justicia divina, fueron momentos

de profunda meditación sobre nuestro lugar en este

vasto universo.

Nunca antes en mi vida habría imaginado

emprender una travesía tan ardua y embriagante como la

narración de estos sucesos. Al mismo tiempo, creo es

un abuso de confianza, primero, el relatar al lector

un desorden social orquestado por una legión de

tiranos, dejarlo frió después de lanzar sin piedad a

su rostro, grandes injusticias que van quedando en la

impunidad y finalmente enlodarlo de mas tragedias poco

a poco hasta hundirlo en un denso pantano de infamias,

de atrocidades. No pretendo confundir a nadie ni

tampoco infundir temor con mi relato. No es mi

intención espantar a nadie o hacer que la mente del

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Page 30: Los Otros Mundos

curioso lector reflexione de más y termine

desintegrándose lentamente a causa del cebo denso de

esta poderosa realidad. Aún así, debo emprender esta

travesía con determinación ya que quiero explicar a la

persona que lea estos manuscritos el porque de mi

aflicción, mas debo ser un hombre prudente e indicar

la salida que lo lleven fuera de este laberinto,

¡Antes de que pierda sus cabales!

Con estos escritos narrare con lujo de detalle,

episodio tras episodio, todo lo acontecido. Tratare de

hacer todo lo posible por describir minuciosamente y

sin dejar a duda los trágicos sucesos vividos. Mis

letras se rehúsan a invadir el frió papel y yo tiemblo

al tratar de explicarlo todo. ¡Pero veamos que ocurrió

y terminemos con esta perturbadora tarea de una vez

por todas!

Fue una mañana fría cuando el pueblo obedece a

la jerarquía de doctrinas más antigua de la

cristiandad y encomienda su incierto destino al ——

supremo creador del mundo. Una vez mas el azul claro

sobre sus cabezas, ya no quimera imaginaria sino

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Page 31: Los Otros Mundos

opulento ambiente real, más apacible que en días

anteriores, hacen contener los mares de locura que se

habrían desatado a causa de un irreversible cataclismo

económico. Después de la tormenta el pueblo busca

apresuradamente la calma. La multitud desahoga su

corazón perseguido por estas penas y reclina sus

hombros con fe en la iglesia, congregación de almas

que buscan alivio bajo los corpulentos pilares, muy

diferentes a los pilares de adobe que los alojan al

terminar la misa. Católica unidad en una fe la que

anima y reconforta al pueblo. Este fue el sentimiento

de muchos otros creyentes que al igual que otras

tierras, edificaron los lienzos de su conservadora

cultura, sobre cimientos de fe cristiana.

México es un país de viejas y profundas

tradiciones. A diferencia de mi país, por ejemplo, el

país mestizo sigue con devoción los dogmas de la

religión católica. Es esta disciplina que motivó y ——

aun motiva al pueblo a seguir el llamado de la Iglesia

al descender el brillo de la aurora. Por las frías

mañanas, cuando las pesadas y sonoras campanas del

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Page 32: Los Otros Mundos

templo esparcen su estrepitoso estruendo sobre los

polvorientos techos de esta ciudad perdida, el pueblo

acude incondicionalmente a su llamado. Las personas

mas entregadas a esta fe son los ancianos que después

de ser testigos y victimas pasivas de miles de

injusticias, escapan de sus lóbregos lechos para

rendir culto al Creador y a Santos por igual. Fue uno

de estos días cuando yo junto con ellos, buscaba

desesperadamente un refugio donde llorar; donde

expulsar mis golpeadas y turbulentas emociones y

busque consolación divina igual que la pobre multitud,

entre densas columnas de cantera y santos de greda,

asimilando con inocencia la seriedad de la situación

en la que me encontraba.

Entramos todos como rebaño extraviado. Yo

creyendo ser el más afectado por la experiencia de un

nuevo mundo, buscaba ser de los primeros amparados,

pero al ver que la multitud, aun más aturdida que yo,

rasguñaba las pesadas puertas por el ansia desmedida

de recibir bendiciones, entonces retrocedí discre ——

tamente y fui quedando poco a poco detrás de aquel

32

Page 33: Los Otros Mundos

vórtice de almas. Fuimos ocupando espacio y tiempo

animosamente y finalmente invadimos todos los rincones

de aquel interesante limbo que habría cautivado mi

atención desde un principio. Poblamos todo a excepción

del pórtico central por donde entraría el clérigo

minutos mas tarde, ¡Todo esto parecía una meca! - A

pesar de haber sido uno de los últimos por ingresar,

conseguí por suerte acomodar mi agobiado espíritu

entre el apretujado tumulto. Apretado del pueblo,

encontré un lugar entre los desteñidos asientos en

donde por suerte permanecería sentado. Mi cabeza no

admitiría mas la idea de encontrar algo inaudito, ya

no mas en mis estropeados lechos de razón, ¡Ya no

habría espacio para mas sorpresas! —— Los ancianos ya

habrían anticipado su llegada una hora antes y

esperaban sentados cómodamente en las bancas mientras

que los demás estarían sentados sobre el suelo

terregoso del atrio. Niños, hombres y mujeres jóvenes

entrarían después. Al cabo de tan solo treinta minutos

no habría lugar para más almas; el lugar estaba

repleto. Sin poner mucha atención al numero específico

33

Page 34: Los Otros Mundos

de corazones, lleve a cabo la multiplicación en mi

cabeza; dos filas de treinta bancas con espacio para

diez cada una; calculé mas o menos seiscientas

personas, sin incluir a los hombres pacientes que

estarían de pie por varias horas debido a la falta de

plaza. En cuanto a la arquitectura de la edificación,

no habría comparación con la majestuosa catedral

parisina de Notre Dame. Fachada antigua y frágil

tampoco se podría comparar con la monumental catedral

de Cologne en Alemania, mucho menos a la histórica

capilla de Bruges en Bélgica. Este humilde lugar vino

a ser algo más que un santuario, vino a ser un refugio

de almas mortificadas que habrían sido atropelladas

por el destino. Yo formaría ya parte de esta gente,

este lugar vendría a ser también parte de mi vida y mi

propio destino. Fui testigo que en todo momento un

brillo de esperanza ilumino el mustio rostro de los

presentes. Mujeres y en particular ancianos serian

evidencia de este contagioso fulgor, fieles a la

divina promesa de una gloria celestial. Ya inclinados

para redimir culpas, deciden descubrir su cabello

34

Page 35: Los Otros Mundos

blanco como su tradición les dicta y en las hembras,

un negro velo de seda testifica la muestra de respeto

ante la presente reverencia litúrgica. Renuentes a

caer en la creencia del agnosticismo, expresan su

gracia magistral de sentimientos profundos y

ancestrales. Las criaturas más débiles, los niños,

también buscan una innecesaria exoneración de pecados,

los más afortunados cantarían letanías en compañía de

sus padres mientras que los huérfanos cantarían

abandonados, desabrigados, sin un son que seguir ni un

hombro donde llorar. Sin embargo, ¡Todos nosotros

seriamos ya parte de una tripulación que estaría a

punto de naufragar aun más por estos mares de rareza!

Llego finalmente el momento inicial de la

esperada celebración, y aun el padre no haría muestra

de presencia. Asombrado con la originalidad del

ambiente, descuidé por un momento el progreso de los

sucesos. Al escuchar el coro, una lluvia de ensueños

se desprendió sobre nuestros corazones tal como se

desprende el pesado manto fluvial de nubes al ——

desbordar sus torrentes. Tolerante al calor y los

35

Page 36: Los Otros Mundos

aromas desabridos que amenazaban con trastornar aun

más mis sentidos, comencé a estudiar el enigma de

contornos, de configuraciones agraciadas y sabias que

los ancianos transmitían a través de su bella

longevidad, esto quedo muy grabado en mi mente. Sus

humildes sombreros, hechos de broza de carrizo son

testigos del sudor y la sangre que broto en tiempos de

su jovial gallardía he ímpetu; son símbolo de

sacrificio, son vestigio de su entrega en cuerpo y

alma de sus labores para la sobrevivencia. Con

paciencia esperamos por alguna señal para dar inicio

con el acto penitencial, pero el sacerdote no

apareció por ninguna parte. Mientras admiraba la

arquitectura de la construcción y el arte de sus

estatuas religiosas, una ráfaga de viento sofocante

soplaba con furor a mis espaldas desde la puerta

principal. Yo recibiría los primeros soplos de esta

ráfaga caliente y húmeda pues me encontraba en la

parte posterior del templo. Sequé el sudor de mi

frente con un pañuelo arrugado, mas no logre secar de

mi mente la densa infusión de memorias retorcidas y

36

Page 37: Los Otros Mundos

persistentes que penetraban mis sentidos, robando la

quietud misma de mi esencia alborotada. El reloj marco

un cuarto de hora, luego la media. La gente comenzó a

inquietarse, aún el padre no aparecía. De repente un

efluvio de incienso emergió por detrás desplazándose

poco a poco en todas direcciones, era el incienso de

iniciación. El sacristán y otros ministros comenzarían

la celebración eucarística soltando bocanadas de este

aromático humo hecho de resina. El sacerdote caminaría

con ellos cargando el hastía lentamente hacia el

altar. Percibí que su corazón pesaba como el plomo y

su voluntad se rehusaba a seguir exonerando vidas en

lechos de agonía, ¡Parecía haber sido traicionado por

su misma fe!, ¿Pero, como entenderlo?, una férvida

llamarada que por tantos años irradia vida y

esperanza, de repente comenzó a perder fuerza, comenzó

a sofocarse lentamente he hizo sacudir por un instante

los fuertes cimientos de fe cristiana que habrían

estado firmes por mucho tiempo. Todos cuestionamos en

nuestras mentes, ¿Que razón tan poderosa lograría

intimidar a esta fe admirable?, La gente haría esta

37

Page 38: Los Otros Mundos

pregunta en sus pensamientos mientras el sacerdote

caminaba hacia el altar con una apariencia deplorable.

Su rostro pálido, su mirada apagada y su barba densa

ocasionaron consternación entre los que lo mirábamos

con atención. El borde de su verde túnica arrastraba

fláccidamente por todo el piso, su birreta canónica

parecía estar al borde de resbalar y caer sobre la

maltratada alfombra. El sacerdote había perdido su

compostura, parecía haber caído en un profundo estado

depresivo del que no podría escapar tan fácilmente.

Unos ancianos a mis espaldas balbuceaban sobre su

estado. Un comentario de entre ellos hizo correr la

voz: “¡Ese no es el padre Antain!”, y una ola de dudas

hizo vibrar a toda la multitud. El cosquilleo ligero

del murmuro se fue apagando cuando la gente se

convencía de que aquel hombre deprimido en efecto si

era el hombre que todos conocían. A su lado lo

acompañaban dos monaguillos de túnica blanca que

portaban en cada mano un asta de hierro color bronce y

dos velas gruesas a cada extremo. Al aproximarse cada

vez más hacia el altar, una estela de congoja dibujaba

38

Page 39: Los Otros Mundos

incertidumbre en los ojos de los ancianos. Yo

continuaba muy atento y fijaba mi mirada en las

expresiones patéticas del sacerdote que lijaba su

pálida mejilla con sus afiladas uñas cubiertas de un

espectro colorido “negro——morado” por la mugre

acumulada. Sus ojos permanecían perdidos en sus

absortos pensamientos, quien sabe que pasaba por la

mente de aquel mensajero del Señor. Las saladas gotas

de sudor seguían bajando lentamente por mi rostro

desconcertado, y mis labios se fragmentaban

extrañamente talvez por la resequedad insoportable del

aquel lugar, talvez por el abrumador melodrama que me

rodeaba. Ambos asistentes situaron cuidadosamente el

libro sagrado en un enserado podio de caoba rojo que

se encontraba justo a varios metros del altar. Con su

rostro muerto y sin expresiones, el sacerdote arrojo

la señal de bendición en la anunciación inconfundible

del comienzo de tan esperada celebración.

——En el nombre del padre, del hijo y del espíritu

santo ——nos persignamos juntos con el.

39

Page 40: Los Otros Mundos

——Que el señor este con todos ustedes.

——Y con tu espíritu ——todos le seguimos.

——Abramos nuestros corazones al señor y dejemos que

entre en nosotros el espíritu santo que guiara

nuestras vidas.

La gente lo escuchaba y de inmediato resaltó el

evidente contraste de su vida. ¿Que no era necesario

que estas palabras perfectas y sabias tomaran efecto

en si mismo?, ¿Que pasaba con su voluntad que parecía

no obedecer ordenes de su misma boca?, ¿Porque me

parecía que Dios no estaría guiando su vida en aquel

momento de hipocondría incontrolable? No encontré

respuesta a ninguna de mis preguntas y seguí tratando

de prestar toda mi atención, ya no el aspecto

penetrante de las personas que me rodeaban sino a la

celebración misma que continuaba su marcha in——

interrumpida. Una entrada inesperada en tono de canto

he iniciada completamente en el idioma latín me

intimidaron. Comencé a fingir mi participación y hacer

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Page 41: Los Otros Mundos

que mis labios comenzaran a fingir expresiones

incoherentes que me harían un tonto de mi mismo pero

que a la inspección indirecta de la gente no me harían

sentir ajeno a esta importante ceremonia. Cabe

mencionar que el idioma latín jugó un papel muy

importante en la religión Cristiana desde el

nacimiento del Catolicismo en tiempos de Constantino.

Su evolución histórica tuvo tal impacto que la iglesia

católica continuó su práctica hasta principios del

siglo veinte.

——In nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti.

——Amen.

Así pues, al arrojar la vendita cruz simbólica sobre

nuestras frentes, invito cordialmente a que tomáramos

asiento.

——Pueden tomar asiento.

Y como las olas de un mar turbulento haciendo de la

gente una ola humana que comenzó por apaciguarse

41

Page 42: Los Otros Mundos

lentamente, así nos percibimos todos en aquel lugar

apretujado. El eco del coro femenino comenzó su

melodiosa sinfonía con gran éxtasis y todos volteamos

nuestras miradas hacia ellos para después volver a

enfocarla en el sacerdote que parpadeaba con ojos

soñolientos a toda su muchedumbre. Este coro de

mujeres continuo por algunos minutos hasta que

finalmente se fue apagando lentamente deteniendo su

ultima nota en la alentadora estrofa de “Gloria al

Señor”. El sacristán entonces se aproximó lentamente

hacia a la Biblia sagrada, la preparo para el párroco

empalmando su mano y volteando un puñado de hojas a

mitad del libro. Todo un silencio enigmático penetraba

hasta los más profundos rincones de este humilde

palacio divino. Entonces comenzó su esperada lectura.

——Confiteor Deo omnipotenti, beatae Mariae semper

Virgini, beato Michaeli Archangelo, beato Joanni

Baptistae, sanctis Apostolis Petro et Paulo, omnibus

Sanctis, et tibi Pater: quia peccavi nimis cogitatione

verbo, et opere: mea culpa, mea culpa, mea maxima

culpa. Ideo precor beatam Mariam semper Virgine...

42

Page 43: Los Otros Mundos

A lo lejos en el atrio se escuchaba el eco de un

extraño ladrido de perros que a cada momento

interrumpían el progreso de la misa. A pesar de esto

el sacerdote continúo con el evangelio.

——Et in terra pax hominibus bonae voluntatis.

Laudamus te. Benedicimus te. Adoramus te. Glorificamus

te. Gratiam agimus tibi propter magnam gloriam tuam.

Domine Deus, Rex coelestis, Deus Pater omnipotens.

Domine Fili unigenite, Jesu Christe.

El ladrido de perros se intensifico cada vez más pero

la gente los ignoraba y continuaron atentos al

sacerdote.

——Jesús preguntaba a sus discípulos: ¿Quien decía la

gente que era el hijo del hombre?, Y ellos

contestaron: Unos decían que Juan el bautista, otros

Elías, aún otros Jeremías o uno de los profetas. Pero

el les dijo: “¿Quien creen ustedes que soy yo?,” Pedro

Simón respondió: “¡Eres el Cristo, el hijo del Dios

viviente!,” y Jesús les dijo en respuesta: “Bendito

seas hijo de Jonás,” “Yo te digo que tú eres Pedro y

43

Page 44: Los Otros Mundos

que sobre esta roca edificare mí iglesia, y las

fuerzas del infierno no podrán prevalecer en contra de

ella.” —— “Te daré las llaves del cielo y en esta roca

edificare mi iglesia...te daré las llaves del

Cielo...”

Al recorrer la mirada ligeramente sobre aquel gentío,

el padre se percato de algo misterioso que lo

observaba fijamente desde la distante entrada. Una

silueta borrosa a lo lejos apenas ser percibía entre

la luz que irradiaba por la rendija de las pesadas

puertas. De inmediato trato de enfocar su mirada para

identificar aquella misteriosa figura. Yo voltee

confundido tratando de entender lo que veían sus ojos.

La rara silueta se fue moviendo precipitándose hasta

el centro de la multitud. ¡Un ser de estatura

asombrosa con un rostro espeluznarte se percibía

claramente! Yo al instante logre enfocar mi mirada

consiguiendo observar con lujo de detalle la forma

física de esta entidad extraordinaria. Este

sorprendente animal, monstruo o demonio, vino a

perturbar el sermón de forma repentina confundiendo

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Page 45: Los Otros Mundos

abruptamente a todos los presentes. Su extraño cuerpo

semejaba una especie de “lagarto” con raras manchas de

color “verdirojo” que cubrían gran parte de su fornida

complexión. Su rostro indefinido, nunca antes visto

por los mortales de este lugar, semejaba un demonio de

aquellos que los poetas y locos sacan de los libros

mitológicos de la antigüedad. Sus ojos añiles como la

profundidad de un abismo, se abrían como grandes

amapolas que se clavaban en lo más profundo del

subconsciente. Sus manos con tan solo cuatro largos y

delgados dedos parecían haber sido forjados por algún

herrero de aquellos que fabrican espadas afiladas que

causan la muerte. En cada antebrazo portaba unos

extraños brazaletes color oro que despedían una

fosforescencia con una gama infinita de colores. Su

curiosa cabeza en forma de diamante parecía estar

cubierta con un tipo como de escafandra plateada.

Aquel raro ente parecía el engendro de algún ¡Reptil o

un murciélago! —— Finalmente, sus dos patas como de

canguro y équido al mismo tiempo, se cubrían de unas

raras “insignias” talladas sobre una placa delgada que

45

Page 46: Los Otros Mundos

parecían armadura romana. ¡Este bípedo trotaba o

galopaba a gran velocidad logrando mantener un

equilibrio sorprendente!

——¡Quien eres! ——grito el sacerdote.

De momento, todos quedamos atónitos ante lo

presenciado, completamente estupefactos por el miedo

que nos invadía y no pudimos reaccionar de inmediato;

¡Era imposible reaccionar con juicio porque lo que

percibíamos no tenía ningún sentido!, ¿Quién era este

ser no humano que irrumpía en el sagrado culto

ordinario de aquel pueblo abandonado?, ¡No era

posible! —— En aquel estado de “engarrotamiento” que

nunca había observado yo en ningún otro rostro antes,

salió con mucho esfuerzo el grito espantoso de un

infante, su piel se puso pálida instantáneamente.

Enmudecido, logro descongelarse de aquel estado

petrificado que lo convirtió en sólida estatua por el

profundo pánico.

——¡Aaaa! ——Exclamó aquel pequeño.

46

Page 47: Los Otros Mundos

Y su grito corrió como una explosión nuclear que

descongelaba con fuerza a todos los otros chiquillos

que quedaron también inmóviles al ver aquel ser

extraterrenal. Fue cuando este diantre comenzó con una

serie de escalofriantes maniobras que podrían detener

a cualquier corazón delicado y endeble como el de los

presentes. Con apetito de sangre el ser se aproximó

hacia uno de los ancianos que trató como pudo de huir

desesperadamente entre la multitud. El viejo intentó

salir con toda su fuerza por el lado opuesto de la

hilera de bancas por donde creyó escapar, pero al

tratar de correr se encontró con un nudo de personas

que chocaban unos con otros en su camino. Su esfuerzo

fue inútil y tropezó con los demás. Sus pies se

paralizaron por completo. La bestia se lanzó con furia

sobre su arrugado cuello, sus frágiles brazos luchaban

con un instinto sorprendente pero la fuerza y agilidad

de este monstruoso ser, pronto doblegaron por completo

el espíritu de lucha de aquel achacoso viejo. Yo

observaba todo aquello con dificultad y trataba de

suspenderme sobre la punta de mis pies para capturar

47

Page 48: Los Otros Mundos

más detalles de lo que acontecía, estaba muy asustado;

en un estado de espanto que me dejaban sin movimiento

ni palabras. Parecía un espectáculo como sacado del

matadero donde las victimas corren con su vida,

correteados por sus sanguinarios carniceros. Una

estampida de gente se abalanzo sobre la puerta

principal. Al tratar de salir, las puertas no lograron

abrirse debido al enorme tumulto que se acumulaba con

rapidez y como una avalancha de nieve que crece cada

vez mas, la multitud se fue amontonando, ¡las puertas

se trabaron por completo y se desato un caos absoluto!

——Los niños azorados al ver a este hombre en las

garras de la bestia, corrían desaforados en todas

direcciones. Las señoras golpeaban las enormes puertas

con gran fuerza a pesar de no tener nervios ni para

gritar. La gente enloquecía cada vez mas pues el ser

rondaba con aquel anciano atajado de su flaco cuello,

estrangulado debajo de sus fuertes garras que no

parecían ceder en ningún momento.

——¡Aaaa...Por favor...Nooo!

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Page 49: Los Otros Mundos

——¡Por favor...Madreee! ——lanzó el hombre un

alarido desesperado.

Yo permanecía inmóvil no por mi resistencia mental

sino porque aun no podía despertarme a ésa realidad

que veía. De pronto, torrentes de sangre rodaron por

toda la maltratada ropa del demacrado cuerpo que

columpiaba aun con señales de vida y quedo bañado por

completo de aquel horrible tinte rojo. Una ancianita

que estaba a mi lado no podría entender lo que veía.

——¡Madre santísima! ——Se persignó con su rostro

traumatizado.

El sacerdote gritaba con toda sus fuerzas:

——¡Por favor alguien ayúdelo!

——¡Por favor suéltalo!, ¡Alguien por el amor de

Dios...Déjalo ir! ——.Pero nadie respondía a sus

suplicas. La bestia entonces volteo sus enormes ojos

índigos hacia el sacerdote que seguía gritando con

toda la fuerza de sus pulmones.

——¡Sal de aquí ser del infierno! ——.tú no

perteneces aquí, fuera de la casa del Señor!

49

Page 50: Los Otros Mundos

El ser dio dos pasos atrás y se aproximó furiosamente

hacia el mensajero de Dios. Desafiante, se detuvo

justo frente a el, clavó su mirada como un cuchillo

afilado y con un movimiento escalofriante que parecía

venir del mismo infierno, cerceno el cuello de aquel

indefenso hombre. El padre quedo sin palabras al

presenciar esto y su cuerpo quedo tieso como un roble.

Su rostro pálido se cubrió por completo de un denso

sudor que marchitaban aún más sus expresiones

agonizantes. La cruel bestia dio media vuelta y salió

como un relámpago dirigiéndose hacia la salida

principal trotando como una yegua erguida por los

pasillos laterales. La gente gimiendo, seguía azotando

las puertas con toda la palma de sus manos hasta casi

desangrar. El nudo de almas parecía apretarse más al

tratar de huir sin orden de allí. El padre trajo

fuerzas de donde pudo y con una valentía admirable

bajo corriendo los escalones del altar dirigiéndose

hacia aquel ser pero su acceso no le fue posible, ¡los

pasillos estaban aun repletos de gente! — Un atrevido

hombre perdido entre el denso gentío hizo también

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Page 51: Los Otros Mundos

muestra de valor, espero a que la bestia se descuidara

para arrebatar el esquelético cuerpo, pero muy apenas

logro sujetar uno de sus brazos que colgaba guango al

parecer sin vida y alo con fuerza para liberarlo. El

ser se percato que algo lo alaba por detrás y

respondió con un instinto de furia semejante a una

fiera salvaje hambrienta de sangre, aferrado a su

presa. Ambos seres, un ángel y un demonio luchaban con

fuerza por la vida de aquel hombre, uno a quitarla y

el otro a preservarla. ¡El espectáculo era tan

espeluznante que creí estar imaginándolo todo!, ¡esta

morada santa ahora se convirtió en un verdadero

infierno! — ¿Como fue posible que las fuerzas del mal

lograran penetrar en la santa casa del Señor?, ¿Que

acaso Cristo no edifico sobre ésa roca su iglesia en

la tierra donde las fuerzas del mal no podrían

prevalecer?, ¿No seria uno de sus mismos discípulos el

poseedor de las llaves para entrar en ese lugar de

salvación? — Parecía que el santo Pedro no seria el

único con autoridad para entrar en esta morada

venerable en la tierra. Mientras que el padre seguía

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Page 52: Los Otros Mundos

empujando para conseguir llegar a su objetivo, el ser

seguía sacudiendo a su victima sin misericordia.

——¡Ave Maria Purísima! ——exclamó otra mujer a mi

lado.

Finalmente la multitud logró abrir parcialmente las

inmensas puertas. Por entre la estrecha rendija

salieron poco a poco escabulléndose uno por uno,

algunos tropezaban y caían, otros ya en el piso se

arrastraban hasta lograr salir de aquel lugar

endemoniado. Yo seguía observando todo esto aun de pie

pero casi fui aplastado por las personas que me

rebasaban con un pavor incontenible. En los siguientes

renglones detallare algo sorprendente muy difícil de

explicar por el hecho de carecer de palabras para

describirlo. Creo que para lograr entender un poco más

de esta intrigante “peculiaridad” me será necesario

recurrir a términos concretos aprendidos en mi

adiestramiento táctico recibido años atrás. Nunca

antes imagine poner en practica estos términos

militares para detallar a este ser indescriptible.

Digo “tácticos” porque solo en estos términos podría

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Page 53: Los Otros Mundos

darle sentido a lo que a continuación describiré. Al

llegar a la salida de aquel templo, el ser coloco el

cadáver del viejo sobre la empañada alfombra, su

cuerpo no mostraba señales de vida. Apresuradamente,

este “Demonio” extendió sus largos brazos sacando de

sus armaduras una cápsula alargada en forma de

“dispositivo,” la unió a sus dos brazaletes y los

coloco por encima del hombre fallecido. Después

instaló en su antebrazo izquierdo un instrumento con

extraños “símbolos” o dibujos que giraban alrededor de

un disco luminoso. Cada vez que el disco giraba, los

colores en su centro cambiaban y los “símbolos” iban

desapareciendo uno por uno, produciendo un silbido

como el de una “onda radial”. ¡Parecía un ingenioso

radio o reloj que contaba regresivamente! - Los

increíbles instrumentos de este demonio parecían

desafiar todas las leyes de la ciencia hasta en aquel

entonces conocidas. Al verlo encima de aquel hombre

despidiendo ésas “proyecciones” desde sus aparatos

espectrales, pasaron por mi mente las locas teorías de

la ciencia moderna. ¿Que relación tendría todo esto

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Page 54: Los Otros Mundos

con el presente saber de la ciencia?, ¿Que sabidurías

ocultas habrán provisto a este ser Demoníaco de tan

mágicos ingenios tecnológicos? - Lo que haya sido,

este ser tendría dominio sobre ellas. También pasaron

por mi mente aquellos momentos cuando médicos de

infantería atendían a mis compañeros malheridos. ¿Que

clase de ser seria este con artefactos que parecían

ser los de un “doctor”?, ¿Pero un doctor que masacra

para después operar en sus propios pacientes? ─ Yo

hice lo posible por mantenerme de pie en todo momento

y no ser atropellado por el pesado tumulto. Una chispa

de coraje toco el subconsciente del sacerdote. Este

decidió tomar una lanza afilada que usaban los

sacristanes para llevar la cruz hasta el altar y la

arrojo con toda la fuerza de su brazo hacia el ser que

estaba de espaldas. La lanza de bronce se desplazo

como un rayo cargado de furia divina y con un tino

certero penetro la zanca derecha de aquel diantre que

pego un alarido ensordecedor al sentir el gran objeto

incrustado en su extremidad. Por fin libero aquel

anciano que quedo como garra masticada sobre el suelo

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Page 55: Los Otros Mundos

ensangrentado. Un rugido corrió como estruendo por

todo el templo y espantó aun más a la gente que seguía

evacuando como enjambre de abejas alborotadas.

Empalmando la lanza incrustada, aló con fuerza para

extraerla; al sacarla de su extremidad, disparó una

intrigante candela color morado en su herida, lanzó

aquel espontón en el piso, volteó su mirada hacia su

agresor y de la misma manera, el padre clavó su mirada

desafiando su presencia con valentía aparente porque

por dentro, el miedo le devoraba. Finalmente las

puertas se abrieron de par en par, aquel nudo

comprimido dio de sí. Como el agua de un baso al

derramarse así salimos todos en montón, desbocados

fuera de este lugar de los mil horrores. Cojeando,

aquel ser herido troto junto con la gente hacia el

atrio y salió entre el tumulto. La impresión tan

grande originó en el sacerdote un violento vértigo que

lo forzó a vomitar impulsivamente. Su vómito

amarillento mancho aun más el piso teñido que dejaba

una estela rojiza, apuntando hacia el rígido y

machacado cadáver que finalizó su lucha casi al filo

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Page 56: Los Otros Mundos

de la puerta principal. La conmoción seguía en el

atrio de la iglesia después que la gente saliera. Yo

ya no logre ver esto porque regrese a socorrer al

padre que seguía arrojando materia intestinal sin

ningún control.

——¡Sálvenlo! ——nos imploraba desde el piso.

——¡Sálvenlo por favor, no dejen que se lo lleve! ——

luego dirigía su mirada hacia la salida y seguía

delirando.

——¡Bestia maldita largo de aquí!

——¡Tu no perteneces aquí diantre del infierno!

——¡Fuera de la casa del Señor!

——¡Regresa a las sombras del infernó, tu perteneces

a la oscuridad demonio maldito!

——¡Sálvenlo...Sálvenlo...Sálvenlo!

Mi respiración estaba acelerada y mis manos templaban

involuntariamente.

——¿Que esta pasando aquí? ——pregunte con

ingenuidad.

——¿Que fue eso Padre? ——.No entiendo nada. Estoy

muy asustado, por favor dígame que pasa.

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Page 57: Los Otros Mundos

——¿Qué paso con ese anciano?

——¡Ese maldito demonio! ——Respondió.

——¿Demonio? ——Lo mire confundido——.¡No puede ser

eso, esto no es posible!

——¡Joven, por favor detén a ese Anticristo!

——¡Detén a ese Monstruo antes de que sea demasiado

tarde!

——¡Que no se lo lleve! ——continuó implorando el

religioso.

Yo quede tieso al escuchar esto.

——¡Póngase de pie padre, déme su mano!

El padre se puso de pie, después yo salí corriendo

hacia el atrio para ver que ocurría entre el tumulto

que se apartaba cual una gota de aceite en agua cuando

aquel ser corría junto con ellos. Como un ladrón que

corre y se espuma entre la gente, así se desapareció

este ser rápidamente llevándose una vida. La gente

solo gritaba al verlo trotar entre ellos y se levanto

una polvadera que apenas dejaba distinguir la silueta

de las personas. Como si hubiera sido un torbellino

devastador así lo destruyo todo a su paso y al no

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Page 58: Los Otros Mundos

poder discernir a nadie ni a nada por causa del enorme

terregal, me perdí entre la muchedumbre. Volteando

hacia atrás, solo miré el terrible desastre que

aquella entidad sobrenatural había dejado.

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Page 59: Los Otros Mundos

2da parteCombate de fuerzas

Días después, el firmamento descargo su llanto

sobre nosotros como si penara la perdida trágica de

aquel pobre hombre. Los cielos claros y azules se

cubrieron de un velo gris como si estuvieran de luto.

Estos cielos divinos fueron testigos de todo lo

presenciado y pareciera que conspirasen entre si para

descargar su tristeza sobre nosotros.

El dolor era intenso, su intensidad era tan

grande que se podía palpar o sentir porque era algo

más que una aflicción del corazón; el dolor se podía

respirar, uno se ahogaba en el como si fuera un rió

profundo, denso con forma real. Un hombre joven en sus

veinte años deteniendo una botella de licor en su

mano, caminaba ebrio detrás de un ataúd gris con

ornamentos de holanes a su alrededor. El llanto

incontenible hacía que nuestra tristeza creciera más y

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Page 60: Los Otros Mundos

con mucha dificultad caminamos cuesta arriba detrás de

aquel cortejo fúnebre. El llanto de mujeres aturdía

mis sentidos. Su rezo monótono nos acompaño en todo el

camino. Pero, ¿con que objetivo habría que abogar por

un pobre viejo después de contemplarlo arrepentido,

rendido, implorando perdón en presencia de Dios igual

que todos los demás?, ¿Que sentido tenia pedir por el

alma cansada, aceptado en la gloria aun antes de haber

estado atrapado en este absurdo cofre oscuro?; No

tenía ningún sentido para mí. Seguimos caminando

cuesta arriba por aquel sendero pedregoso. El campo ——

santo se situaba a tan solo unos kilómetros. Detrás de

la loma se contemplaba la morada final donde reposaría

en paz los restos de aquel mártir del pueblo.

Caminamos por alrededor de una hora cuesta arriba

enlodados de pies a cabeza debido a una llovizna

molesta y persistente. El padre agotado encabezaba a

esta multitud. Subimos la loma pausadamente entre los

arbustos y piedras del cerro que hacían nuestro camino

más trabajoso, llegamos con este cajón deprimente. Las

puertas ya estaban abiertas a nuestra llegada. La

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Page 61: Los Otros Mundos

muchedumbre seguía orando con toda su fuerza hasta que

su ruego alcanzo un clímax máximo al detenerse en la

pequeña fosa que se encontraba expuesta y preparada

para la ocasión. El lúgubre gemir de un cuervo se

escuchaba entre unos desojados árboles. El montón de

gente rodeó la fosa y los hombres exhaustos de tanto

caminar bajaron lentamente el pequeño ataúd que ahora

parecía que pesaba cien veces más que en un comienzo.

Lo colocaron sobre un bulto de tierra que pertenecía a

la misma fosa excavada. Las mujeres sollozaban en voz

baja. Sus rebozos empapados hacían una fundición de

llanto y lluvia que cubrían sus rostros por completo.

Un grueso lazo hecho de mecate comenzó a rodear el

húmedo féretro. Dos sepultureros iniciaron su trabajo

para descender el pequeño cajón. Rápidamente se

colocaron a cada lado de la fosa y comenzaron su

labor. El sacerdote también comenzó su trabajo, ——

abriendo su Biblia para dar los santos solios.

Salpicando la tumba con agua vendita, comenzó su

plegaria, pero antes expresaría un profundo pensa ——

61

Page 62: Los Otros Mundos

miento que nos daría fuerza para entender esta

atmósfera de dolor.

——No dejaremos que la confusión invada nuestras

mentes, no dejaremos que el mal invada nuestras vidas,

no dejaremos que este misterio destruya nuestros

sentidos, porque aquí les digo a todos que estas cosas

maléficas no prevalecerán entre nosotros y estas

fuerzas extrañas no podrán derribar la fe en nuestros

corazones. El señor será la luz y guía de aquellos que

creemos.

De pronto aquel hombre que llevaba la botella de licor

se arrimo a la tumba empujando toscamente a los

presentes, pedía ver por última vez el rígido cuerpo

del anciano.

——¡Quiero ver a mi padre una vez mas! ——Exclamó

sollozando.

——¡Déjenme pasar a ver a mi Padre!

——¡Saquen a mi padre de ese obscuro agujero!

——¡Señor sepulturero saque ese ataúd de allí!

Inesperadamente comenzó un frenesí ilógico de necedad

que nos puso nerviosos a todos aún mas.

62

Page 63: Los Otros Mundos

——¡Deténganse, mi viejo no esta muerto!

——¡Saquéenlo de allí, aún esta respirando...no a

muerto!

El sacerdote lo miraba desconcertado con la Biblia en

entre sus manos.

——¡Padre, mírelo, no esta muerto...suban ésa caja y

ábranla!

Los sepultureros lo miraban con un rostro descon ——

certado y seguían con su labor ignorando a ese hombre.

La melancólica caja poco a poco se fue vistiendo de una

espesa capa de tierra húmeda. Con tranquilidad Antain

intervino.

——Hijo, apártate, deja que los hombres terminen su

trabajo, permite descansar al pobre hombre y déjame

terminar con mi labor.

Pero el joven no entendió de razones y comenzó a

empujar impertinentemente a todos tratando de llegar

hasta el fallecido.

——¡Saquéenlo de allí!, ¡Por favor, súbanlo, lo quiero

ver!

63

Page 64: Los Otros Mundos

Al no poder controlar la situación, el padre cerró su

libro sagrado y trato de retirar al delirante joven del

lugar, pero sus fuerzas no le alcanzaron y tres hombres

más tuvieron que intervenir.

——¡Cálmate Juan!

Uno de ellos lo abrasó para tranquilizarlo.

——¡El viejo no esta vivo!

——¡Cálmate y deja que los señores terminen con esto!

El indomable hombre se resistía y seguía halándose para

aproximarse hasta la fosa. Después de forcejear un

rato, los hombres no lograron contenderlo y el

sacerdote tuvo que asistirlos, lo tomo por los hombros

con fuerza tratando de alejarlo pero este hombre joven

sobrepasaba sus fuerzas y continuaba halándose

embrutecido por los efectos del alcohol. Durante el

brusco forcejeo que duro varios minutos, desgarro su

manchada camisa por completo y la misma inercia del

impulso que llevaba, hicieron que el joven cayera

directamente en el profundo pozo que ahora se cubría

lentamente de agua debido a la precipitada lluvia. En

un abrir y cerrar de ojos, aquel muchacho estaría en

64

Page 65: Los Otros Mundos

las profundidades de este agujero enigmático y haría

compañía a su padre el difunto que si estuviera viendo

todo esto, pediría a su hijo que lo dejara descansar en

paz. El hombre sobre el ataúd de su padre en la misma

fosa común, con el espíritu destruido, muerto en vida

por aquel líquido engañoso y su progenitor ya en los

valles de la muerte o de la vida talvez, victima

también de una fuerza incomprensible, maligna y mortal.

Desde el más allá, desde el otro lado de la vida,

talvez vería a su retoño con decepción. Lo miraba con

tristeza destruirse así mismo lentamente a causa de ésa

trampa perniciosa de la bebida. Al verlo tirado encima

de aquel cajón nos invadió a todos el pánico una vez

más porque estaba en un estado de profunda melancolía.

Uno de los hombres grito:

——¡Juan, tu padre esta muerto!

Otro le seguiría:

——¡Juan, cálmate amigo y sal de allí!

Arrojamos una de las mismas sogas que sirvió para bajar

el ataúd pero al llegar al fondo el joven no la

sujetaría.

65

Page 66: Los Otros Mundos

——¡Juan sujeta la soga!

——¡Vamos Juanito, sujeta la cuerda para sacarte allí!

——¡Déjenme aquí, déjenme morir junto con el! ——se

lamentaba, profundamente entristecido llorando y

abrasado de la manchada gaveta.

El agua de la llovizna se precipitaba con más fuerza y

todos pensamos lo peor. El padre trato de calmar a la

multitud.

——¡Tranquilos, lo sacaremos de allí pronto!

Se pasearon alrededor como hormigas enloquecidas

tratando de idear como sacarlo de allí lo mas aprisa.

La nueva tarea seria sacar aquel joven de allí antes de

que la lluvia lo cubriera por completo. Rodeamos aquel

hueco indescriptible por más de media hora. Los minutos

pasaban volando sin detenerse, retrocedió la soga y sin

pensarlo el padre se acomedía a bajar hasta allí para

rescatarlo, amarró la soga al rededor de su cintura

mientras que los hombres se preparaban para bajarlo,

colocó sus fatigados pies sobre la orilla de la fosa y

dio la orden de descender.

——¡Estamos listos!

66

Page 67: Los Otros Mundos

——¡Bájenme ahora!

Los hombres fueron soltando con cuidado la cuerda y él

fijaba su mirada hacia al fondo por si acaso la soga

daba de sí, trataría de evadir a Juan que seguía

llorando aferrado a su viejo.

——¡Muy bien muchachos un poco mas!

La cuerda se deslizaba lentamente por las orillas,

vistiéndose del negro fango. Antain Seguía descendiendo

lentamente y finalmente toco fondo. Se dio la media

vuelta y coloco su mano sobre la cabeza del inmaduro

Juan que continuaba llorando sin consuelo.

——¡Juan, vamos muchacho, vine por ti, sujeta mi mano

y déjame sacarte de este lugar!

En voz baja respondió:

——¡Déjenme aquí, déjenme morir junto con el, es todo

lo que tengo!

——No Juan, nos tienes a nosotros también...tu padre

ya esta muerto.

——¡No esta muerto, esta dormido y yo quiero quedarme

a dormir con el!

67

Page 68: Los Otros Mundos

——¡Vamos Juan, no hagas esto mas complicado, no esta

bien lo que estas haciendo, vamos sujeta mi mano!

De pronto Juan levanto la manga de su pantalón y saco

una afilada navaja que ocultaba. Lanzó perversamente al

vacío un navajazo pero no lo alcanzó. Al ver esto, los

hombres halaron la cuerda rápidamente, sacándolo de

allí. Uno de los sepultureros reaccionó molesto:

——¡Déjalo allí, sigamos nuestro trabajo! ——y

siguieron lanzando tierra sobre el cuerpo vivo de Juan.

——¡No, Esperen, no sigan arrojando tierra sobre su

cuerpo, esta ebrio,

——¡Que no entienden!

Con la pala en la mano gritaron:

——No nos importa ya, el muchacho no entiende de

razones y continuaremos nuestro trabajo.

——¡Por favor, se como sacarlo de allí, déjenme seguir

hablando con el muchacho!

——¡No hay forma de sacarlo de allí, el muchacho no

quiere salir y se quiere quedar allí, no podemos hacer

nada!

68

Page 69: Los Otros Mundos

Entonces el padre se dirigió hacia los hombres para

discutir otra manera de sacarlo.

——¿Que haremos Padre? ——y se inventó una forma de

sacarlo.

——Traigan un tronco de un algún árbol, Bajaremos el

tronco para sujetarlo y yo volveré a bajar por el.

——¡Pero padre! ——exclamaron——.El chico esta

enloquecido y tratara de lastimarlo!

——¡Escuchen!, traigan el tronco y atrínquenlo con

fuerza ——ordenó——.Yo bajare y atare una cuerda en su

pie.

Dos hombres pronto corrieron a buscar un largo tronco

que serviría para presionarlo contra las paredes

lodosas de la fosa y así sacar al joven halándolo por

la fuerza. Los hombres arrastraron un tronco ——

desenraizado con ramas secas que se encontraba

derrumbado en la entrada del cementerio. Al arrastrar

aquel árbol se fue deshojando lentamente. Los hombres

bajaron el largo tronco hasta el joven que se

encontraba en silencio aun abrazado del difunto. El

padre estaba listo para bajar una vez más. Acostando

69

Page 70: Los Otros Mundos

aquella gruesa rama seca, se deslizo hasta el fondo de

la fosa chocando con el cuerpo inmóvil del joven. Al

hacer contacto con el cuerpo de Juan, los hombres

presionaron con fuerza para mantenerlo inmóvil. Al

sentir la fuerza que lo prensaba, trato de lanzar una

vez mas su ataque desesperado pero la enorme fuerza del

tronco y su tamaño lo dejarían inmóvil por unos

minutos. El padre rápido ató la cuerda de su pie y lo

sacaron rápidamente de allí.

——¡Ahora retiren el tronco! ——grito.

Retiraron el tronco y halaron con fuerza. El inquieto

joven columpiaba amarrado de la soga mientras los

hombres alaban seguían halando.

——¡Vamos, ya casi esta afuera!

La soga comprimía sus delgados pies y el joven salio

por fin de aquel lugar todo enlodado. Al llegar arriba,

todos corrieron a sujetarlo y ataron sus pies y manos

llevándolo casi arrastrando fuera de aquel cementerio.

Los sepultureros continuaron con su trabajo y siguieron

arrojando paladas de tierra húmeda hasta cubrirla por

completo. Las mujeres ya no lloraban, un silencio

70

Page 71: Los Otros Mundos

misterioso invadía el lugar. El padre se acerco para

bendecid otra vez la tumba. Entre dos hombres cargaron

una pesada lapida de mármol grabada con un epitafio que

decía: “Abre las puertas de los cielos Señor y recibe a

tu hijo querido. Recíbelo con una sonrisa porque viene

muy triste hasta tus puertas. Extiende tu mano y déjalo

descansar en tus hombros porque viene muy cansado. Dile

del futuro y muéstrale tus gloriosos jardines de

esperanza. Guíalo señor, llevado por los senderos de tu

divina luz.” La lapida se deslizo lentamente sobre las

orillas del orificio mojado opacando la existencia de

aquel hombre tal como un eclipse opaca los brillantes

rayos del sol. La profundidad del momento nos mareaba a

todos, el enigma de aquel silencioso lugar aturdía

nuestros sentidos. Los hombres terminaron con su labor,

el hijo con su dolor y uno por uno nos fuimos

retirando. Dos mujeres se acercaron a dejar flores a

las orillas de la lapida. Yo veía todo esto con

atención y retrocedí con el tumulto que salía muy

desconsolado de aquel fúnebre territorio.

71

Page 72: Los Otros Mundos

Cuando la noche callo, los grillos no cantaron.

La luna se reflejaba sobre el brillo de las crestas de

un rió que corría adyacente a mi habitación. Salí a

tomar aire y me aproxime al rió, camine descalzo sobre

las rocas resbaladizas y baje quedamente hacia la

brisa que emanaba de aquella corriente de agua

cristalina. Introduje poco a poco la planta de mis

pies que temblaban imparablemente, luego sumergí mi

rodillas, luego todo mi cuerpo. La luz de la luna

seguía cayendo sobre las crestas transparentes pero

por el brusco movimiento de mi cuerpo desbarataban el

orden de aquella configuración tan elegante de

hermosos destellos. Mi cuerpo pedía purificarse por

fuera y por dentro. Estaba sucio, percudido, asqueado

de tantas cosas percibidas. Cuando aquel líquido

cristalino cubrió por completo mi cuerpo machacado, la

luna hablo murmurando en mi oído un mensaje de

esperanza, me daba aliento y yo sentía en ese momento

que todo estaría bien. Los astros serian mis únicos

compañeros íntimos en aquel momento de oscuridad.

Permanecí en la corriente al rededor de treinta

72

Page 73: Los Otros Mundos

minutos y deseaba quedarme allí pero un ruido

inesperado emergió a lo lejos, parecía venir desde

unos arbustos y se aproximaba hacia mí. Me invadió el

miedo, salí de allí medio desnudo, aun húmedo porque

no tuve tiempo de secarme. Corrí hacia aun árbol y me

oculte detrás de el, espere por un momento. El ruido

crecía más al acercarse, parecía el ruido de un animal

hambriento.

!La bestia, el Demonio!,” sospeche. “!Padre mío!,” la

bestia me estaría persiguiendo, o talvez cazándome.

Engarrotado como el mismo árbol que me protegía, cerré

mis ojos y decidí no verlo. El chapoteo del agua se

escuchaba claramente, la bestia parecía haber caminado

hacia la corriente. Temblando y con frío espere

pacientemente a que se marchara. El eco de los pasos

en el agua disminuyó despaciosamente hasta desaparecer

por completo. “¿Estará aun allí?,” Me pregunte. Espere

un poco más a que el ruido de los pasos se dispersara.

“¿Me estará tendiendo una trampa?, ¿A donde se habrá

ido?”, Seguía pensando preocupado. Finalmente decidí

abrir mis ojos y echar un vistazo lentamente hacia el

73

Page 74: Los Otros Mundos

rió. Las pequeñas olas me dirían si habría movimiento

en ese lugar y así me daría cuenta si el ser aun

estaría rondando por allí. Miré cautelosamente, el

agua estaba inmóvil. Nada raro percibí, aquel ser

parecía haber abandonado el lugar, salí de mi

escondite y corrí hacia el bulto de ropa. Comencé a

vestirme rápidamente, me retire de allí y corrí hacia

mi habitación. Ésa noche como los días anteriores fue

una noche de temor. Esta criatura estaría rondando por

esos lugares y yo seria una vez más testigo de su

presencia. Entré en mi habitación y azoté la puerta

nerviosamente, aun intranquilo con mi respiración

agitada. ¿Hacia donde voy, donde me oculto? Me sentí

desprotegido, desabrigado como si las paredes de adobe

que me alojaran fueran pliegos de cartón o lamina

frágil que se llevaba el viento. Permanecí inclinado

aun con la respiración acelerada. De pronto, otra vez

el ruido de pisadas se escuchó en la azotea. Mirando

hacia arriba, corrí rápidamente hacia mi recamara y me

tire al piso arrastrándome debajo de la cama. El ruido

de los trotes era tan conocido que no habría duda de

74

Page 75: Los Otros Mundos

su procedencia. ¡La criatura ahora estaría en el techo

de mi habitación!

——¡Déjame en paz! ——exigí en voz alta.

——¡No me atormentes mas!

El ser seguía rondando sobre mi cabeza mas yo no

sabría que hacer. Desde lo más recóndito de mi

conciencia invoque a Dios una vez más y comencé a orar

con devoción:

——¡Padre mío pretéjeme de las asechanzas del demonio

y del enemigo malo!

Las imágenes de aquel anciano en el templo regresaron

a mi mente y seguí orando aún con más fuerza. Como por

arte de magia divina, los ruidos en los tejados

desaparecieron de inmediato. Un abrupto silencio le

seguía.

——¡Dios mío, no me abandones en ningún momento e

ilumina mi camino!

No convencido de que aquel ser se habría ido

definitivamente, permanecí debajo de mi litera. La

madrugada cayo, yo muerto de cansancio no supe mas de

mí.

75

Page 76: Los Otros Mundos

3ra Parte La Milagrosa Carta

Un día después por la mañana mientras mi cuerpo

reposaba, una vez más aquel cofre de recuerdos que

guardaba en mi mente con tanta devoción, comenzó a

abrirse lentamente. Mi trágico pasado lleno de

memorias tristes que me hacían reflexionar sobre

aquellas expediciones en Berlín, seguía proyectándose

con claridad en mi mente. La sangrienta guerra, los

estallidos ensordecedores de los bombarderos y las

expresiones de agonía de aquellas victimas inocentes

en manos del imperio mas perverso que Alemana ha

conocido, me trasladaban a otra realidad que volvía a

vivir en pesadillas y me hacían brincar de mi cama a

cada noche, robándome el sueño y la paz espiritual que

tanto anhelaba. Junto con estos ingratos recuerdos de

mi juventud, también salieron a la luz recuerdos de

mis viejas amistades. Mis amigos, leales camaradas que

salvaron mi vida infinidad de veces, me visitaban en

mis nostalgias, yo siempre haría recepción para ellos

76

Page 77: Los Otros Mundos

en mi sagrado cofre porque ellos serian mi única razón

de vivir, de seguir adelante en este mundo ilógico

donde me encontraba.

Con este entusiasmo y afán de tener a mis amigos

otra vez a mi lado, desempolve mis viejas fotografías

saque mis roídos lapiceros y comencé a regar tinta

sobre un par de hojas arrugadas que guardaba debajo de

mi cama. La tinta se impregnaba vorazmente con gran

facilidad como si quisiera comunicar con urgencia mis

experiencias vividas en este nuevo mundo. Decidí

escribir una carta detallada a mi gran amigo Carl que

se encontraba en Phoenix Arizona.

“Mi Querido amigo Carl, me e

tomado la libertad de dirigirme a ti

en momentos de gran confusión,

esperando encontrar en tu amistad

una luz de comprensión y apoyo

77

Page 78: Los Otros Mundos

emocional. Me e dirigido a ti porque

considero que tu amistad es sincera

e incondicional y porque al igual que

yo, tú también alguna vez has

puesto tu confianza en mí en

momentos de dificultad. Esta

confianza es igualmente

correspondida en esta carta mí

querido amigo y no cabe duda que al

haber leído el contenido de sus

letras, comprenderás la razón de mi

aflicción. Después de esta contienda

mundial, la tensión de mis hilos

emocionales me ahorcaba,

78

Page 79: Los Otros Mundos

orillándome a tomar una decisión

inmediata y resolví liberarme de

ellos sin saber que quedaría

atrapado en medio de dos mundos

muy diferentes. En mi país, no puedo

librarme del miedo a esos recuerdos

insanos, mientras que en el nuevo

mundo donde me encuentro, el

miedo a lo desconocido consume

lentamente mis sentidos. Tengo

mucho que decir sobre el nuevo

mundo, amigo, y es que esta odisea

llena de trágicos eventos, forman

poco a poco una cadena

79

Page 80: Los Otros Mundos

interminable de pesadumbres que

han retorcido por completo mi fuerte

corazón. Aquí e presenciado la

realidad de la pobreza en todo su

efecto destructivo y también he visto

con mis propios ojos como fuerzas

extrañas han quebrantado el espíritu

golpeado de todo un pueblo. Querido

Carl, las fuerzas extrañas a las me

refiero han tomando forma física en

entidades reales que todos hemos

visto con nuestros propios ojos y han

irrumpido en el municipio de Santa

80

Page 81: Los Otros Mundos

Elena en el estado de Yucatán en

nuestro país vecino, México...

Esta carta seria una tranquilidad para mi, sus

letras fueron como oxigeno que me desahogaban por

un momento y sin saberlo mas tarde se convertiría

en mi única salvación. “Ven a presenciar tu mismo

estas cosas,” le expresaba en este mensaje, “¡Ven

de inmediato para que seas testigo tu mismo de

estos raros eventos!,” “Nunca antes en mi vida

habría visto tales cosas, ni los mismos horrores

de la guerra se pueden comparar con lo vivido por

estos lugares”. Conociendo la personalidad de Carl

que siendo siempre un hombre meticuloso e

incrédulo para todo lo sobrenatural, talvez

estaría observando fijamente un gran mapa de

México en la pared, sorbiendo tranquilamente de

81

Page 82: Los Otros Mundos

una tasa de un intenso café, invadido por la

incredulidad, dudoso, ansioso, pero muerto de

curiosidad por conocer estas cosas de las que yo

con tanta seriedad le platicaba. “No permanezco

mas de dos horas fuera de mi habitación, y casi no

veo la luz del día en varias semanas por temor a

estas criaturas,” continué mi carta. “Salgo de mi

habitación con un temor incontenible, cubierto de

pies a cabeza con ropa obscura, como una ave que

oculta su cabeza en la arena por temor a lo que le

rodea, así me siento al salir de mi habitación, me

siento atrapado en estas tierras.” La tinta de mi

pluma se desvanecía con lentitud hasta no poder

imprimirse más sobre el pálido papel. La doble en

tres partes y la coloque en un sobre color gris

que guardaba entre mis fotos. Busque mis gafas

obscuras, mi sombrero y salí de mi habitación en

camino al único correo del pueblo que se

encontraba a un kilómetro de distancia.

Dos meses después de aquella carta a Carl,

el oxigeno que me dio vida al escribirla se me

82

Page 83: Los Otros Mundos

terminaba. Un silencio absoluto. No habría ninguna

respuesta. Contemplaba mi mano izquierda que

temblaba, reflexionando en volver a escribir otra

carta más, pero un orgullo absurdo dentro de mí me

hicieron desistir de estas intenciones. Baje mi

arrugado papel y lo comprimí en un puñado, lo

arroje a la basura y fui a dormir.

La noche paso rápidamente. El cantar de unos

gallos entro por la ventana a tempranas horas.

Volteé a ver el reloj que colgaba del marco de la

puerta, las seis y media. Los rayos del sol

disiparon la brisa que cubría aquel rió a mis

espaldas. Me senté al borde de mi cama y medite

por un momento. “¿Cuanto dinero me quedara?,” –

“¿Me alcanzara para comer toda la semana?” —— Una

nueva preocupación me invadió inesperadamente.

Abrí un pequeño morral donde guardaba el poco

dinero que me quedaba, ¡Diez dólares!, Suficiente

para sobrevivir dos o tres semanas más. Los

dólares en México tendrían gran valor en aquellos

días. Cinco dólares americanos eran considerados

83

Page 84: Los Otros Mundos

como una fortuna para la mayoría de las personas y

aceptaban mi moneda extranjera con mucho respeto y

al mismo tiempo desconcierto. Tomé cincuenta

centavos y emprendí mi camino en busca del padre

Antain. Caminé a lo largo de aquel pedregoso y

doliente sendero por donde caminamos alcanzando

aquella escolta fúnebre en días anteriores. Antes

de llegar a aquel gran templo, casa de tantos ——

misterios, me acerque con una viejecita que vendía

pan a la entrada del atrio. Al llegar elegí el pan

de su pequeña canasta, lo envolví en un periódico

y pague solo un centavo, pero creo aun quedaba en

mi corazón aquel efecto de bondad que sentí tan

intensamente en un comienzo pues saqué un centavo

mas para darlo a esa pobre mujer. Me dirigí hacia

el atrio, caminé una vez mas sobre una alfombra de

drama, ¡alfombra maldita no cesaba de existir! ——

Ligeros recuerdos golpearon mi mente tratando de

desanimar una vez más mi espíritu, pero esta vez

ya no seria lo mismo, yo ya estaba preparado para

lo peor y esta anticipación me daría fuerza para

84

Page 85: Los Otros Mundos

no ser afectado por ésas remembranzas pavorosas.

Seguí mi camino rumbo al dormitorio de los

religiosos. A un costado de aquel atrio se

encontraba el estrecho pasaje que conducía a los

dormitorios. Como un romanesco diseño de Europa

medieval, los dormitorios se encontraban hasta el

fondo de estos callejones o patios. Me aproximé a

un portal de madera que impedía el acceso a las

habitaciones y toqué quedamente. Una cadena

oxidada abrazaba ambas puertas. Toqué más fuerte

pero nadie contesto. Curioso, divise cautelosa ——

mente por entre las rendijas y me di cuenta que no

habría nadie cerca que contestara a mi llamado.

Moví la puerta, la cadena estaba bien sujetada; no

habría forma de ingresar a estos silenciosos

aposentos. Salí de allí y decidí buscar una

entrada en algún otro lugar. “Tiene que haber otra

puerta en la parte de atrás,” me dije a mi mismo.

Salí del atrio y caminé para rodear todo el

santuario. En la parte posterior del templo se

encontraba otra puerta de madera, esta no tendría

85

Page 86: Los Otros Mundos

cadena. Empuje la puerta para entrar e ingrese al

por fin al templo. Camine bajo los arcos de

mármol, bóvedas de nervadura, muros etéreos que

adornaban este santuario y llegue a un paredón de

criptas donde reposaban los restos de personas

fallecidas siglos atrás. Al llegar al fondo de

esta exhibición de sepulcros, observe una serie de

puertas que en su inscripción leían: “Corredor de

Beatos.” Una reja con tubos de acero resguardaba

este pasillo que parecía catacumba con escalones

casi verticales que conducían hacia criptas

subterráneas. ¡Este túnel comenzó a tomar

dimensiones inesperadas!, su construcción

aparentemente sencilla, tomaba otra forma compleja

e ingeniosa. Abrí ésa reja de metal y descendí

hasta estas tenebrosas alcobas. Baje los escalones

empinados, caminé por un momento a tientas debido

a la oscuridad, llegué hasta unos sarcófagos

erguidos sobre la pared.

——¡1714, No puede ser! ——murmuré.

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Page 87: Los Otros Mundos

——¡Estas tumbas tienen más de doscientos años!,

——¿Quien habrá visto ya estas fosas?

——¡Hola...hay alguien aquí! ——pregunte

nervioso.

El eco de mi voz retorno hacia mí como un bumerang

y el profundo vacío del lugar me puso histérico.

De pronto escuche unos pasos venir. Una

repercusión de ruidos extraños se desplazaba por

todo el corredor.

——¿Que es eso?, ——me pregunte con asombro.

——¿Que serán esos extraños ruidos que se

escuchan?

Por un momento estos ruidos parecían ser anormales

pero luego fui reconociendo su origen. “¡Dios mío,

otra vez aquel ser aterrador me persigue!”. Mi

temor fue creciendo poco a poco y parecía

desbaratarme cada vez más cuando este demonio se

materializaba ante mí. Finalmente llego hasta

donde yo me ocultaba. Su agudo aliento llegaba

hasta mi sensible olfato. Sus ojos claros

comenzaron a enfocarse en aquella columna. ¿Como

87

Page 88: Los Otros Mundos

hacer de este ser algo normal en la vida de un ser

humano con espíritu y razón? —— Su presencia se

hacia cada vez mas familiar para mi. Sus

movimientos, su respiración parecían habitar en mi

conciencia mas a menudo haciendo del temor dentro

de mi algo ordinario. Pero, se preguntara el

lector, ¿Como alojar en los espacios del espíritu

algo tan horripilante y macabro como la presencia

de este ser insoportable?, ¿Como vivir

tranquilamente con la presencia repugnante de esta

aberración de la naturaleza? Progresivamente el

diseño indescriptible de esta forma parecía

adentrarse más en los espacios de mi resignación y

me fui acostumbrando a no alterarme o asustarme en

su presencia. Dentro de este arcano lugar,

permanecí oculto y espere a que se alejara. El ser

troto rápidamente hasta el rincón donde estaban

las lapidas, dio unos pasos hacia atrás y

permaneció de pie en la oscuridad. Yo no pude

contener más mi respiración, vacié mis pulmones de

todo el aire contenido y exclame asustado:

88

Page 89: Los Otros Mundos

——¡Quien quiera que seas, no lograras asustarme!

——¡Largo de aquí engendro del diablo,

——¡No conseguirás nada de mi!

el grotesco bulto rumio cerca de mi y llego hasta

donde yo me ocultaba, me escabullí cuidadosamente

por detrás del pilar y busqué la salida guiado

solo por un punto luminoso que brillaba desde

aquella reja. Corrí desesperado sin mirar atrás, a

mis espaldas sentí aquel ser repulsivo; ¡el terror

me mataba! Al llegar a la salida, choqué

bruscamente con el filo de un muro y caí justo a

los pies de la reja. El ser me tomo de los pies

con sus enormes garras pero yo resistí sujetado

del los barrotes, lanzando al aire puntapiés

desesperados. Logre contener aquel ser por un

instante.

——¡Déjame ir!, ¡ayuda! ——grite furioso.

Luché con aquel ente que seguía halándome los pies

y abrí la reja. Casi infartado, salí de allí

corriendo hacia la habitación del padre Antain,

toque fuertemente.

89

Page 90: Los Otros Mundos

——¡Padre ábrame por favor!

——¡Este ser me viene persiguiendo!

Nadie contesto.

——¡Socorro, abra la puerta por piedad de Dios!

——¿Quien eres, que es lo quieres?

——Soy Norman, padre, ábrame por favor, me viene

siguiendo el demonio.

——¡Aléjate de mi puerta, no quiero saber nada de

eso.

——Ya casi llega hasta aquí, abra la puerta por

favor ——Golpee la puerta fuertemente——.Detrás de

mi se aproximaba mas rápido aquel terrible ser.

——¡Apiadase de mi Padre, este ser quiere

devorarme!

Finalmente, Antain abrió la puerta y entré

corriendo horrorizado y rápido cerré la puerta de

tras de mi, el ser llego justo hasta las

habitación. El padre y yo nos apartamos hacia una

esquina. De pronto escuchamos unos fuertes golpes,

era el Diablo que azotaba la puerta fuertemente.

90

Page 91: Los Otros Mundos

Con terror en mi mirada y tembloroso de mis manos,

murmure:

——¡Cuidado padre! ——.No se mueva por favor.

Luego grite:

——¿Que haces aquí?

——¡Sabemos que eres tu maldito asesino!

——¿Pero porque me acechas de esta manera, bestia

del mal?

El ser siguió azotando la puerta.

El padre quedo sin palabras por un momento y

entonces respondió exaltado:

——¡Largo de aquí, ya es suficiente lo que has

hecho con aquel hombre y con nosotros!

El Demonio derribo la puerta y entro bramando como

toro hasta la recamara.

El ser entonces se quedo absorto y caminando a

nuestro alrededor, endureció su rostro con

gravedad.

——¿Pero de que dimensiones te manifiestas ser

inicuo? ——inquirió Antain que aun parecía

desconfiado.

91

Page 92: Los Otros Mundos

El ser estaba atento mientras trotaba inquieto

alrededor de nosotros.

Inesperadamente, el ser levanto sus brazos y

expuso sus intrigantes brazaletes dorados.

“Miren con cuidado estas pulseras”, insinuó con su

mirada. Luego surgió una luz extraordinaria que

proyectaba cosas extrañas. Los grandiosos

brazaletes resplandecían con luz propia. Un ruido

tenue como el silbido de un canario cambiaba de

tono coordinado con el brillo de aquellas

interesantes pulseras. El padre Antain quedo

sorprendido por unos segundos.

——¿Pero que es todo esto?,

——¿De que dimensiones vienes? ——pregunto con

terror en su rostro.

——¿Es esto alguna maléfica brujería que me

condena a los infiernos?

——¡Magia negra!

——¡Hechicería, Arte Satánica!

——¡Retira ésas energías inicuas de mi vista, no

quiero hacer ningún pacto contigo demonio maldito.

92

Page 93: Los Otros Mundos

El ser disipo su proyección y retrocedió

lentamente. Antain camino hacia atrás y yo a un

lado de el lo escuchaba protestar:

——¡Pues Dios esta aquí en este momento y tus

fuerzas demoníacas no tienen efecto sobre mi, no

tienes derecho de entrar en este santo lugar!

——¡Apártate de mí ahora mismo!

Caminó hacia un esquinero que contenía unos

afilados arpones acerados para regar la ceniza de

su chimenea y tomo el puntiagudo instrumento en su

mano. Se dejo ir con furia contra aquel ente.

——¡Largo de aquí ser abominable!

El ser lo tomó del brazo y desvió el arpón

apuntando hacia el pecho de Antain que lo sujetaba

con fuerza. En el forcejeo, ambos cayeron al piso,

rodaron violentamente, Antain quedando debajo por

un momento. El arpón se fue acercando hacia su

pecho poco a poco hasta rasguñar la erizada piel

que se bañaba de un espeso sudor. Sujetado por el

cuello y sin forma de desatar aquel nudo infernal,

el arpón siguió su trayectoria sin detenerse. Una

93

Page 94: Los Otros Mundos

partícula de sangre broto de aquel pecho exaltado,

el compacto hierro rasgo su piel hasta provocar

una lesión profunda que se agravaba con la

imparable presión. El padre seguía luchando por su

vida y entre los forcejeos recordaba aquel infame

día cuando desde el altar habría corrido

encolerizado para salvar a ese anciano desdichado.

La fuerza de aquel ser era inmensa, su pesado puño

hacia de cualquier puño humano un insignificante

manojo de dedos quebradizos. El padre cayó al piso

asfixiado, amarillo del semblante, sangrando del

pecho, tosiendo impulsivamente pero aun con

señales vitales. Tocándose el pecho enrojecido,

Gritó:

——¡Auxilio saquéenme de aquí pronto!

El arpón penetró la superficie de su piel y

continúo su rumbo hasta la corteza. Traspasó la

corteza y llego hasta el corazón. Antain agonizaba

lentamente cuando este arpón penetraba su noble

órgano. Cuando el arpón se incrusto completamente,

el padre abrió su boca para expirar. Con rapidez,

94

Page 95: Los Otros Mundos

este Demonio extendió sus brazos una vez mas como

lo había hecho con aquel viejo, saco su alargada

cápsula, la unió a sus dos brazaletes y los coloco

encima de Antain. Instaló en su antebrazo

izquierdo aquel instrumento de símbolos o

“diagramas” incomprensibles. Comenzó a girar aquel

disco y los colores permutaban en su centro.

Encima de Antain apareció una nube o “membrana”

del grosor de una hoja de papel. Cuando Antain dio

el último suspiro en su agonía, esta membrana de

“energía” cambio de color gris a un color azul

claro y el ingenioso reloj comenzó su conteo

regresivo. Los símbolos iban desapareciendo ante

su mirada. Yo paralizado, no sabía si correr a

interrumpir este proceso porque me dio la

impresión de que aquel ser estaría llevando a cabo

una sofisticada “operación” clínica para extraer

“algo” del cuerpo de Antain. El ser seria tan

diestro para manipular estos utensilios que

parecía un cirujano experimentado. El mecanismo de

aquellos módulos, según recuerdo tenían el

95

Page 96: Los Otros Mundos

siguiente orden: Cuando el color de aquel disco

cambiaba, el ser aplicaba a la herida una

proyección del color correspondiente, luego una

figura desaparecía; volvía a cambiar de color y

aplicaba con su mano derecha otro color a la

herida; otra figura desaparecía y así

sucesivamente hasta que desaparecían todas los

símbolos por completo. Al desaparecer la última

figura de aquel interesante disco, algo fascinante

sino es que asombroso ocurrió con el cuerpo

fallecido del Sacerdote. Como un ahogado que

recapacita al aplicar primeros auxilios, el

religioso expulso un atragantado gemido al aire:

——¡Dios mío!

¡Y regreso asombrosamente de su estado inerte!

——¡Ayúdame Dios mío! ——siguió exhalando.

Yo quede pasmado en ese momento mas no puedo

disimular mi admiración ante lo presenciado, estos

milagrosos aparatos me dejaron maravillado por un

largo rato. En ese momento precisamente recordé

aquel Evangelio del Prendimiento, ésa que cuenta

96

Page 97: Los Otros Mundos

la rebeldía de San Pedro cuando, al atrapar al

Hijo del hombre, coge una espada y corta la oreja

de un soldado. En esos pasajes se hablaba de que

el Maestro sanó y reconstruyó el órgano al tocar

con su mano al perjudicado. ¿Se estaría repitiendo

este pasaje milenario?, Me pregunte al ver al

mortal recuperado.

De pronto alguien llamo a la puerta.

——¿Padre Antain se encuentra allí?

——¿Esta usted bien?

——Soy yo Inés, Padre.

El ser retiro sus grandiosas pulseras y salio de

allí como un proyectil venciendo las bisagras de

un aventón. La religiosa que esperaba del otro

lado fue atropellada por aquel mastodonte del

infierno. Volando por los aires como un plumífero

que cae al ser tocado por un fusil de alto

calibre, la mujer cayó fulminada de espaldas en el

duro pavimento. Yo salí corriendo para socorrerla.

A lo lejos, percibí al ser que huía ágilmente por

la misma puerta trasera por donde yo había entrado

97

Page 98: Los Otros Mundos

al inicio. De momento no supe como reaccionar,

pero luego vino a mi mente aquel momento ya vivido

meses atrás, ¡Maldito demonio, esta vez no

escaparas!, y corrí detrás de el para según yo

capturarlo. La puerta de atrás aun columpiaba de

un lado a otro. Salí enfurecido tratando de

alcanzarlo, recorrí todo el edificio y a la vuelta

de la esquina, en la distancia, una flotilla de

niños me miraba fijamente.

——¿Donde esta? ——grite yo.

——¿Para donde se fue?

Los niños parecían estar confundidos o

aterrorizados porque no me contestaban.

Grite más fuerte:

——¿Chicos, lo vieron salir?

——¿El Demonio, lo vieron?

——¿Para donde huyó?

Su desconcertado rostro parecía no comprender lo

que yo decía.

——¡El maldito monstruo!

——¡Donde esta, maldita sea!

98

Page 99: Los Otros Mundos

——¿Que no lo vieron salir de aquí?

Su silencio altero mi temperamento aun más y corrí

hacia ellos para entender lo que callaban. Al

llegar hasta allí, el grupo de chiquillos se

escabullo rápidamente sin decir una palabra.

——¡Niños, solo quiero saber para donde se fue

aquel monstruo que salio de la recamara del padre

Antain!

Renuentes a decir una sola palabra, corrieron del

lugar y desaparecieron entre los matorrales de

aquella solitaria loma. Yo corrí detrás de ellos

con la única finalidad de saber lo que ocultaban

pero sus jóvenes piernas me dejaron atrás

lentamente. Desistí de mi indagación y me aleje

sin mirar atrás de aquel maldito lugar. ¿Pero que

pasaría con el aquel ser?, me preguntaba yo

mientras caminaba rumbo a mi morada. Todo paso tan

rápido que no lograba entender lo ocurrido. A mis

espaldas quedo un mar de preguntas y tal como al

principio preferí alejarme de allí para poner mis

retorcidos pensamientos en orden. ¿Que son estas

99

Page 100: Los Otros Mundos

manchas de sangre plasmadas en mi ropa?, ¡Mis

manos estarían también llegas de sangre!, ¡Que es

todo esto Dios mío!

4ta Parte

¿Quienes son ustedes?

A las tres de la mañana de un viernes

veinticuatro de Julio, cuando el sol apenas revelaba

sus brillantes espinas de luz por encima del lejano

horizonte, una enorme piedra entro por mi ventana. El

estallido fragoroso provocado por el fuerte impacto me

despierto en un instante. Salté de mi cama como un

resorte y me incorporé de inmediato. Camine hacia la

ventana rota para saber lo que estaba aconteciendo.

Soñoliento, con lagañas en los ojos y con la ropa

manchada de sangre, me asome por entre las rendijas de

los vidrios estrellados. Afuera se percibía una

multitud enorme de personas desconocidas y también

100

Page 101: Los Otros Mundos

conocidas. Allí estaría con su rostro pálido aquel

hombre que entreviste a la entrada del atrio. Su flaco

semblante más acabado que antes y sus ojos rojizos me

miraban con atención. Las mangas de su pantalón

arrastraban por aquella alfombra de tierra húmeda. Con

miraba hostil, alzó al aire un enorme machete. Allí

estaría también Antonio el hijo del desventurado

anciano que en mi llegada habría caído victima de las

garras de lo maléfico, también con él portaba un largo

cuchillo en su mano. Todos estos rostros familiares me

contemplaban fijamente. Creía estar soñando al ver

todas estas cosas irracionales, ¡Pero un sueño tan

real no seria posible! —— Al escuchar el zumbido de

otra enorme roca que viajaba hacia mí con ferocidad

increíble, entendí que esto no era ningún pasajero

sueño. La enorme piedra penetro mi ventana de nuevo

estrellando los vidrios ruidosamente. Luego otra roca

se desprendió del aquella absurda multitud. ¡De ——

pronto, una lluvia de piedras caía por todos lados! –

Una roca vino a caer cerca de mi cama, luego entro

otra que cayó a un lado de mi pequeña estufa de

101

Page 102: Los Otros Mundos

aceite. En cuestión de unos minutos mi habitación

estaría repleta de piedras de todos tamaños. La ——

muchedumbre parecía estar enfurecida y yo confundido

les gritaba desde mi recinto:

——¡Que pasa señores!

Me oculte en un rincón de la recamara para no ser

alcanzado por la ráfaga de pedruscos que entraban con

una velocidad espantosa. Mi espejo que colgaba al lado

de mi cama quedo demolido por estas rocas que no

cesaban. Mi cama se cubrió de fragmentos y mi ventana

parecía estar destrozada. El grito de unos niños se

escuchaba desde los lejos:

——¡Juan, allí esta escondido!

——¡Maldito perro, ya te encontramos!

——¡Sal de allí rata mugrienta!

——¿Pero señores que pasa? ——Respondí con asombro

——.Soy yo Norman, amigo de ustedes.

——¿Mirenme bien, no me recuerdan?

La gente continúo gritando enfurecida:

——¡Te tenemos rodeado güero, no hay escapatoria, vas

a pagar por todo el daño que has hecho a este pueblo!

102

Page 103: Los Otros Mundos

——¿Pero cual daño señores, de que hablan? ——

cuestioné desde aquel rincón oscuro.

La voz de Juan se volvió a escuchar:

——El Padre nos hizo una promesa que no dejaríamos

que este mal invadiera nuestras vidas, que no

permitiríamos que este misterio destruyera nuestros

sentidos, que estas cosas no prevalecerían entre

nosotros y estas fuerzas extrañas no podrán derribar

la fe en nuestros corazones.

——¿Pero, Dios mío de que esta usted hablando? ——

cuestione nervioso.

Juan continúo:

——¡La gente te ha buscado, Norman, no puedes

ocultarte más de ellos, sal y afronta tus acciones con

valentía.

——¡La gente sigue diciendo que tu llegada trajo a

este pueblo solo tragedias!

——¡Usted ha traído a este lugar de paz ésas fuerzas

malignas. Usted ha traído a nuestras tierras a solo

muerte.

——¡Sal de allí Norman! ——La gente reclamaba.

103

Page 104: Los Otros Mundos

——¡No tienes otra salida!

Permanecí callado por unos minutos porque no sabría

que decir mientras la gente seguía arrojando rocas con

desenfrenada ira.

Juan grito:

——¡Tienes cinco minutos para salir de allí maldito

asesino o arderemos tu madriguera!

Mi voz se opacaba cada vez mas pues mis nervios me

consumían súbitamente.

——¡Yo no soy ningún asesino! ——grite casi llorando.

——¡Yo no he hecho nada malo señores!

Me mire por un segundo en el espejo que estaba partido

en tres y las manchas de sangre estaban allí, ¡Tratare

de explicar las manchas de sangre cuando salga de

aquí!, me dije a mi mismo mientras que mi pulso

amenazaba con detener mi corazón que aceleraba cada

vez mas. Una vez más exclame:

——¡Juan, lo siento por tu padre, ese viejo no

merecía morir así, déjame ayudarte a encontrar al

culpable, estoy dispuesto ayudarte!

104

Page 105: Los Otros Mundos

——¡Tu eres el culpable de la muerte de mi padre, tu

presencia nos trajo solo desgracias!

Mi pequeño espacio se inundo de piedras de todos

tamaños, finalmente decidí salir para tratar de

conversar con mis agresores. Corrí descalzo entre los

vidrios fracturados. Al acercarme a la puerta un

enorme pedazo de lodo seco sacudió brutalmente mi

mandíbula. El fuerte golpe partió mi mejilla casi en

dos y un chorro de sangre comenzó a brotar por la

aflorada contusión. ¡Más sangre!, ¡Esto parece no

detenerse!, ¿Que habré hecho para ver tanta sangre?

Una bola de fuego cayó directamente sobre mi cama. La

cama se encendió de inmediato y el fuego se propago

tan rápido que corrí como un loco para extinguirlo.

————¡What the hell is going on! ——Exclamé en mi

lengua nativa.

——¡What’s wrong with these people! ——La gente

seguía vociferando.

——¡Vas a quemarte en el infierno maldito güero!

Mientras trataba de contener el torrente de sangre con

una mano, con la otra trataba de contener el torrente

105

Page 106: Los Otros Mundos

de fuego que crecía sin control por toda mi

habitación.

——¡Help!

——¡Ayuda por favor!

——¡Juan, ayúdeme por favor!

Una cortina de humo denso se alzo por todo el cuarto.

Detrás de esta cortina blanca, la gigantesca lengua de

fuego seguía creciendo hasta topar con el techo de

caña seca. En unos segundos, el cuarto se convirtió en

una cámara mortuoria de un fuego infernal que devoraba

todo a su paso. Yo corría despavorido como un tigre

enjaulado y golpeaba las paredes tratando de

perforarlas con la intención de escapar por otro lado

que no fuese la puerta. El calor insoportable de las

llamaradas me sofocaba y finalmente me rendí ante la

multitud enardecida. Pero, ¿Que me esperaba allá

afuera?, lo que fuese, no tendría otra alternativa mas

que elegir entre las flamas de este infierno o la

cruel jauría de hienas que esperaban afuera para

devorarme. Salí de allí sin aire en mis pulmones,

106

Page 107: Los Otros Mundos

escupiendo humo y sangre por la boca. Mi mejilla

seguía sangrando.

——¡Ya salio el güero! ——gritaron los malvados

chiquillos.

Por mi mente circularon una vez más los recuerdos

felices de mi llegada. ¡Que final tan injusto y

trágico!, reflexioné para mi mismo. ¿Que mal tan

grande habré cometido para ser torturado de esta

manera? —— Mientras escupía mis pulmones con aquel

pesado humo, grite desesperadamente:

——¡Esto es una grave confusión!

——¡Me están confundiendo con alguien o con algo mas!

——¡Yo no soy ningún asesino, soy Norman, su buen

amigo que vino aquí para echarles una mano!

La turba corrió hacia mí con un arsenal de palos y

cuchillos. Juan, me tomo del hombro.

——¡No puede haber ninguna confusión, tú legión de

demonios vino a nuestras tierras a quitarnos la calma!

——¡Tu y esos demonios mataron a mi padre!

Con la mano en la mejilla, respondí:

107

Page 108: Los Otros Mundos

——¡Pero Juan, yo soy un ser humano!, ¿Acaso tengo

cara de Demonio?

——¡Juan, yo estuve allí cuando ese ser asesino a tu

padre, todos lo vimos entrar a ese templo!, ¿Verdad

que todos fuimos testigos?

——¡No tengo yo nada que ver con ese inmundo ser!

Juan me miraba en silencio luego levanto la mano para

bendecidme:

——Ruégale a Dios que tu amo Satanás no pueda

reclamar tu pobre alma.

La muchedumbre me arrastro por las calles terregosas.

Una viejecita grito:

——¡Matéenlo, que se muera!

——¡Que lo quemen vivo!

Todo mundo, viejos y jóvenes se voltearon en contra de

mí. Los infantes que en mi llegada me miraron como un

redentor que llegaba para protegerlos, ahora me

miraban como un traidor, un anticristo que llegaría

para destruirlos. Todos ellos participaban en mi

ejecución, desde los niños que levante en mis brazos

para brindar una sincera caricia, hasta los viejos que

108

Page 109: Los Otros Mundos

socorrí con un gesto de bondad en aquel infame atrio

de la miseria. Las mujeres, fervientes devotas de la

bondad y misericordia, ¡también deseaban verme muerto!

La lluvia de rocas seguía cayendo tal como enormes

meteoros que se estampan contra la tierra, excepto que

ahora no seria la tierra sino mi cabeza la que

absorbería estos impactos y todo mi cuerpo que

temblaba escaldado de tanto golpe. Un puntiagudo y

filoso segmento de adobe proveniente de las ——

“inocentes” manos de algún chiquillo, se planto en mi

ojo derecho, y más borbollones de sangre comenzaron a

brotar sin control. Mi ropa enlodada y llena de

agujeros fue mi único escudo contra los palazos que

zumbaban agudamente.

——¡No señores, por favor, yo no hice nada!

——¡Cállese perro güero! ——grito un hombre mientras

me daba de palos en la espalda.

Seguí rodando en un charco de sangre y fango. Me

arrastraron hasta llegar a un roble seco que se

encontraba a unos metros y me ataron de pies y manos.

109

Page 110: Los Otros Mundos

——¡Te va a llevar la chingada! ——grito un hombre

cayéndose de borracho.

Con una enorme hematoma en mi ojo derecho, los pómulos

inflamados, agotado hasta morir y bañado completamente

de sangre, le rogué a Juan por última vez.

——¡Está cometiendo un grave error Juan, yo no soy

ningún asesino mucho menos un demonio!——.¡Diles que yo

no soy ningún diantre, hágalos entender que yo no soy

culpable!

A mis espaldas alguien arrojo con tanta saña otra roca

que casi me mata. El duro choque levanto el cuero

cabelludo de la parte occipital de mi cabeza y mi

cráneo quedo al descubierto. El cascaron cabelludo

colgaba a la intemperie a mi lado y todo lo que sentí

en aquel momento fue una sensación de ardor en mi

mollera.

——¡Hay por favor, ya no me golpeen! ——gemí en voz

baja.

——¡Ya no puedo mas!

Con este último golpazo quede casi inconsciente y con

mucho trabajo pude articular.

110

Page 111: Los Otros Mundos

——¡Hay Dios Mío!

——¡Ya no...Compasión por favor!

——¡Clemencia Juan!

Una anciana señora abrió su Biblia y procedió a darme

los santos oleos, ungió aquel aceite consagrado en mi

frente y comenzó a preparar mi alma animando a unirme

a la pasión y muerte de Cristo.

——Por esta santa unción, por su bondadosa

misericordia te ayude el Señor con la gracia del

Espíritu Santo, para que, libre de tus pecados, te

conceda la salvación y te conforte en tu enfermedad.

El tufo de un olor a gasolina llego hasta mi olfato.

El horrendo y pestilente líquido rodó por todo mi

cuerpo ensangrentado y toda la gente grito:

——¡Quémenlo, que arda, queremos justicia!

Yo no podía ver más, mis ojos abotagados se cerraron

por completo, todo mi cuerpo se hinchó como un globo

de agua que estaría apunto de estallar, todo se nublo

ante mis ojos. “¡Madre mía, este seria el fin!,” pensé

en aquel espacio oscuro de mi conciencia, en donde

nadie podría golpearme mas.

111

Page 112: Los Otros Mundos

——¡Ayuda! ——me quejé casi falleciendo.

——¡Ayuda!

De pronto, el estallido de un potente fusil

Springfield se escucho a lo lejos. El poder de este

rifle le reventó la cabeza a Juan que estaba a punto

de arrojar la mecha encendida a mi cuerpo desahuciado.

Varios hombres se lanzaron con sus afilados machetes

aun tratando de controlar la situación pero el cañón

de aquel certero rifle despacho dos balas expansivas

que se incrustaron en la frente de aquellos insensatos

hombres.

——¡Let him go or I’ll shoot you all! ——advirtió una

gruesa voz.

La turba nos rodeo sin tregua.

——¡Back the fuck up or I will blow your heads off!

——¡Back up people!

El hormiguero se esparció al escuchar la potente arma

que vendría a desafiar su arsenal primitivo de piedras

y machetes.

——¡Norman! ——grito aquella voz misteriosa.

——¡Norman, I am coming brother, hang on!

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Page 113: Los Otros Mundos

——¡I came for you!

Creí que estaba delirando o talvez ya estaría muerto

sin darme cuenta. “¡Ésa voz me suena conocida!,” me

dije en silencio. Confundido porque no podría creer lo

que percibían mis oídos, grite con alegría:

——¿Carl is that you? ——y la voz se fue aproximando

hacia mí.

——¡It’s me, your good old friend Carl, it’s over!

Al escuchar su voz tan cerca de mí, sentí tanta

felicidad que no pude contenerme y rompí en llanto.

————¡Carl, oh brother, thank you for saving my life!

Carl me abrazó con fuerza.

——¡I will get you out of here buddy!

Entre una nube de polvo me cargo en sus hombros hasta

su vehículo. Al subir mi arrastrado cuerpo Carl

preguntó confundido:

——What the hell is going on here!

——Oh my Lord what have you done Norman!

Yo Conteste:

——¡I don’t know brother, these devils in my head

again!

113

Page 114: Los Otros Mundos

——¡I thought they were gone forever!

——¡They will never be gone!

——¿What kind of people is this? ——Se vio Carl

molesto.

——¡They are going to kill us Carl, let’s get out of

here now!

——¡No chance!

——¡I will never let them kill us, come on pull

yourself up, grab my arm. We can't be here for that

long they are coming!

La sorprendente llegada de mi amigo en el momento

preciso y mi liberación fueron obra de un verdadero

milagro. Mi gran amigo Carl leyó mi carta y vino a

buscarme. Aquella carta que escribí con tanto esmero

vino a salvar mi vida. Sabría que mi compañero no me

abandonaría, nunca lo hizo ni en la misma guerra

mundial en donde hasta los más valientes suelen

abandonar a sus compatriotas; Carl demostró que

siempre estaría conmigo en las buenas y en las malas,

——¡Vendito amigo que Dios mando desde el mismo cielo

114

Page 115: Los Otros Mundos

te agradezco infinitamente esta muestra sincera de

afecto y lealtad!

Mí destrozado cuerpo quedo inerte por varias

horas, en la oscuridad de mi mente solo escuchaba la

voz de Carl que tratando de contener el arroyo de

sangre que brotaba de mi heridas, amarraba un pañuelo

sobre las laceraciones de mis extremidades trituradas.

——¡Esto detendrá un poco la hemorragia! ——me dijo

alentadoramente.

——¡Ahora te sacare de aquí Norman, ya todo ha

pasado.

——¡Parece que la gente se esta retirando de aquí!

y sonriendo ligeramente añadió:

——¡Amigo mío, estas hecho un desastre!

Los pañuelos parecían estar funcionando y la sangre se

detenía poco a poco. La camioneta comenzó a moverse.

Las llantas patinaron dejando un rastro marcado en

aquel húmedo empedrado. La muchedumbre se fue

propagando, pero al llegar a la salida de un callejón,

volvió a surgir otra embravecida turba que amenazaba

con detener el pickup una vez más. Carl piso el pedal

115

Page 116: Los Otros Mundos

del acelerador y se precipito decidido a salir de

allí.

——¡Aquí vamos de nuevo amigo, sujétate!

La camioneta acelero a velocidades extremas en unos

cuantos segundos y al llegar al final de la calle, ésa

ciega multitud tuvo que ceder el paso a Carl que venia

como un fiero cohete decidido a barrer con todo.

——¡Out of my way you dirty bastards!

——¡Out of my way or I will blow you into pieces!

Al pasar por aquel hervidero de salvajes, la camioneta

cayó envuelta en un tifón de pedradas. Los trancazos

tumbaron la pintura y partieron los vidrios con gran

violencia. Yo seguía escuchando entre las borrosas

imágenes que apenas distinguía con mucha dificultad,

parecía estar recobrándome de aquel estado de coma

temporal en el que me encontraba, anhelando salir lo

más pronto posible para ayudar a mi amigo que parecía

estar en problemas otra vez. Abrí mis ojos con mucho

esfuerzo y pude ver de nuevo.

——¿What's going on Carl? —— pregunté tirado en la

cama trasera de aquel resistente pickup.

116

Page 117: Los Otros Mundos

—— Vamos a salir de aquí por aquella vía!

Comencé a guiar a mi amigo fuera de allí. Le señalé la

ruta más corta que conectara con la carretera

principal que nos llevaría fuera de este pueblo

siniestro. Toma la ruta de Mayapan, esta nos llevara a

la carretera que conecta con el municipio de Mérida,

por allí saldremos fuera del país. Carl escuchaba

atentamente a mis instrucciones y pronto se encontró

con la ruta de Mayapan. Yo sentí los vientos de

libertad en mi rostro y los cielos que me iluminaban

de nuevo. Una vez mas sentí aquella brisa celestial,

fresco rocío que desplaza su delicada magia sobre mi

alma decadente, brisa mágica que trae vida,

desplazando su frescura sobre mi espíritu agobiado. La

quietud de la tarde parecía sanar mis lesiones con

rapidez. Las horas pasaron, los cielos se

obscurecieron de nuevo y las estrellas brillaron en el

hermoso firmamento. Eleve mi flagelado rostro y

reflexioné sobre mi futuro, mi negro pasado quedaba

muy lejos, kilómetros atrás en aquellos pueblos

olvidados.

117

Page 118: Los Otros Mundos

——Creí que nunca vendrías amigo, creí que me habrías

abandonado ——manifesté a Carl con una sonrisa.

——Leíste mi carta y no me olvidaste, te agradezco

todo lo que has hecho por mí.

Carl seguía conduciendo en silencio, abstraído por el

efecto del dramático cuadro vivido pero dichoso de

haber salido con vida de aquel lugar.

——¡I am so sorry Carl, I didn't mean to do those

horrible things!

——¡Damn it! Damn these places, Damn my life!

——¡Maldigo todo esto que ha pasado! ——conteste

avergonzado.

Con voz optimista respondió:

——Lo lamento mucho por no haber llegado antes pero

no fue fácil encontrarte.

——Lo se Carl, ni yo mismo sabría donde me

encontraba, estas tierras me tragaron vivo y no

quisiera regresar jamás, ya pronto llegaremos a casa y

te lo olvidare todo.

Recorrimos las extensas cordilleras de Campeche,

Tabasco y al llegar a Veracruz, detuvimos el motor del

118

Page 119: Los Otros Mundos

vehículo para descansar. Carl se encontraba extenuado

de tanto conducir y yo en recuperación de aquella

grotesca paliza. En la mañana siguiente continuamos

nuestro éxodo de regreso a casa, el estado de Arizona

en los estados unidos seria nuestro destino. Las

fronteras parecían albores de un renacimiento, albores

en el horizonte que nos acercaban más al hogar que

tanto añorábamos ver. Finalmente llegamos a la

frontera de Arizona y tan solo a unos kilómetros de

allí se percibían en la distancia otros mundos. Al

pisar tierras nuevas mi espíritu exhausto cayo rendido

y en aquel momento comprendí muchas cosas que jamás

hubiera comprendido. Desperté a una conciencia real

sobre el significado de la increíble mente humana, una

conciencia mas despierta que nunca, un despertad que

llego en el momento preciso de mi vida para desvanecer

la confusión sobre los poderes del mal y del bien.

Tirado boca arriba en aquella camioneta heroica que me

transportaba hacia mi vieja morada, perdí mi mirada

entre las nubes que cubrían el infinito espacio. Ya no

busque respuestas a mis incongruentes preguntas,

119

Page 120: Los Otros Mundos

tampoco a los causantes de estas infamias, solo fije

mi mirada en los hermosos jardines de aquel plano

celestial, agradeciendo a mi gran amigo Carl por su

valiente hazaña, acción inolvidable que me permitía

regresar a este país que me vio nacer.

——Ya estamos aquí Norman, ya paso todo, olvida los

caminos recorridos y alégrate porque a partir de aquí

volverás a comenzar una nueva vida.

Sus palabras llenas de esperanza llenaban de energía

mi ímpetu apagado. Su voz como un manantial de agua

viva refrescaba mi mente desplomada. Con la sangre

coagulada entre mis labios y mi ropa percudida, me

levante de aquel lugar para mirar aquellos otros

mundos que me esperaban en los lejanos horizontes.

——El viejo mundo, mi viejo nido, ya lo extrañaba, ——

exclamé en voz alta.

——Acelera el paso amigo, aléjame de mi pasado,

acércame a mi nuevo futuro.

Con apremio esperaba llegar a mi vivienda que estaría

abandonada por casi dos largos años. Comencé a

recordar mi ciudad, mi casa, mi gente. Los recuerdos

120

Page 121: Los Otros Mundos

alegres regresaron a mi como algo que nunca se fue,

que solo se escondía en los rincones de mi arañada

memoria. La guerra también regreso a mi mente. Esos

momentos atroces nunca los olvidare.

——¿Recuerdas Berlín? ——Pregunte a Carl.

——Intente salvar a Frank de aquella emboscada y no

lo hice, no conseguí sacarlo de allí a tiempo y murió

por mi culpa, aun tengo este recuerdo cuando me

suplicaba que no lo abandonara, sus ojos me miraban

con decepción como si lo hubiera traicionado, no puedo

seguir con esto Carl, no puedo sacarlo de mi cabeza.

——Ya es tiempo de olvidar todo eso Norman, ya quedo

atrás México y Berlín, dos guerras diferentes pero

igualmente trágicas ——Respondió.

——Tienes razón Carl ya no debo recordar esos

tiempos, ——Ya no quiero regresar atrás.

Fue la experiencia de estar al borde del

precipicio, el presenciar la realidad de estas cosas

imaginarias lo que trajo claridad a mi vida. El

Creador revelo ante mí los misterios de su

impenetrable obra. ¿Que formas proveídas de

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inteligencia son estas que ocupan el mismo universo

que nosotros?, ¿Porque no fuimos advertidos por

alguien que sobre estos planos terrenales, rondan

seres maléficos dotados de voluntad propia?, ¿Seria

este ser un Querubín caído que después de entender los

secretos se revelaba ante Dios?, ¿Que verían estas

personas en mí que me confundirían con este nefasto

ser?, ¿Habrá mas entidades en estos ejidos apartados

de aquel país Mexicano? ¡Oh, Dios mío!, me cuesta

tanto entender estas verdades.

Levantando mi rostro contrito, examiné en un

relámpago los momentos de mí existencia y vine a

recapacitar sobre nuestro ordinario vivir; ordinario

existir es este que nos embriaga como un vino mundano

que interrumpe continuamente el verdadero avance de

nuestra conciencia humana. En estos pasajes ordinarios

de nuestra mediocre existencia, cometemos errores

garrafales que muchas veces son irreversibles. Nos

lastimamos unos a otros, reñimos, insultamos,

humillamos, destruimos, mutilamos el vivir de las

personas que nos rodean, tirando a la basura los

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buenos momentos que la vida misma nos regala,

carecemos de ese saber que nos promete la dicha. Ahora

estoy convencido, que esta maravillosa iluminación de

sabiduría es un tesoro obsequiado por el tiempo para

aquellos que poseemos la virtud de la paciencia y

esperamos con humildad su regalo porque sabemos que

llegara. Es esta luz de sabiduría la que nos hará

felices porque con esta aprendemos a distinguir lo que

somos y lo que podemos cambiar en nuestras vidas.

Muchos hombres incautos desesperan, muchos otros son

confundidos con una falsa sabiduría que consiste en

destrucción y sufrimiento. Lamentablemente, el

verdadero conocimiento del bien tal vez nunca llegue a

nuestras conciencias en vida, porque es solo estando

al borde de la muerte que entendemos el verdadero

designio de nuestra existencia.

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