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ARGoS - nº 5 – 2 er Trimestre 2018 # Los otros bettas #Aponogeton madagascariensis #Corydoras paleatus #Kh, calcio y magnesio #Alimentación de corales #Acanthurus japonicus

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    # Los otros bettas #Aponogeton madagascariensis #Corydoras paleatus#Kh, calcio y magnesio #Alimentación de corales #Acanthurus japonicus

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    editorialeditorial

    Si hay algo de lo que podemos presumir en la AEA es de experiencia. Experiencia como Asociación con más de medio siglo a sus espaldas publicando, enseñando y preparando actividades. Experiencia de cada uno de sus miembros, entre los que hay acuaristas que llevan mucho tiempo con las manos en el agua, cuidando y muchas veces reproduciendo diferentes especies. Esta cualidad nos ayuda a ser una suerte de aceite que trabaja en los intersticios de la afición, engrasando sus engranajes y contribuyendo a que esta funcione de la mejor manera posible.

    Permitidme poner algunos ejemplos recientes, de los que hay más detalles en las Noticias. Hemos enviado un ponente al I Congreso Ibérico de Acuariofilia y Acuariología, en apoyo a un evento que esperamos se convierta en una cita importante para la ciencia y la afición. Hemos visitado Iberzoo para poner al tanto de las novedades

    presentadas en el ámbito profesional a nuestros socios. También patrocinamos la asistencia de estos a las Jornadas de Acuariofilia de Zaragoza, otra fecha más que anotar en el calendario. Y hemos colaborado en la organización del II Spanish Internacional Shrimp Contest, logrando el espacio y medios técnicos para el desarrollo del evento.

    Nuestra afición está muy viva y presente en la sociedad, los eventos enumerados han contando con una estupenda asistencia, con públi-co procedente de toda España y también de fuera de ella. Trabajare-mos para que siga siendo así.

    Fernando ZamoraPresiente de la AEA

    Publicación trimestral de la Asociación Española de Acuaristas

    www.mundoacuariofilo.org

    Argos es una publicación para acuaristas hecha por acuaristas, anímate a colaborar.

    CoordinadorJose María Cid Ruiz

    Comité de RedacciónJose María Cid RuizJuan Artieda González-GrandaFernando Zamora

    Diseño y MaquetaciónPlaneario

    Depósito LegalM-27406-1976

    Queda prohibida la reproducción total o parcial sin la autorización expresa del autor

    Foto portada: Macho de Betta ornamental, ©Pedro Cordero.

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    contenidosEste segundo trimestre del año, ha estado caracterizado por la proliferación en nuestro país de: seminarios, congresos y exhibiciones internacionales, tal y como podéis leer en la sección de noticias. Me parece un buen indicador del estado de “salud social” de nuestra actividad acuariófila. Alegrémonos.

    Y para poner nuestro granito de arena, aquí estamos de nuevo, con el siguiente número de ARGoS. En el mismo, podéis disfrutar de un interesante trabajo sobre “los otros bettas”. Pedro Cordero y María Rubio nos ofrecen una doble visión de estas especies menos frecuentes: en su medio natural y en el acuario.

    Aponogeton magadascariensis, es el reto que Angel Febrero nos propone en este número, para los amantes de los acuarios orientados a la flora acuática. El autor, comparte con nosotros las claves para lograr un buen desarrollo de esta delicada y bella especie de Madagascar.

    Siguiendo con la temática dulceacuícola, Juan Artieda nos describe, con su inconfundible estilo “A2A” (de acuariofilo para acuariofilo), todos los detalles del mantenimiento y reproducción de Corydoras paleatus.

    Avanzando en este número, y ya en páginas de temática marina, encontramos un didáctico artículo de J. Juan Jimenez, donde nos explica la interrelación entre KH , Calcio y Magnesio y algunas de sus implicaciones en el mantenimiento de corales.

    En un minucioso pero ameno trabajo, Emilio Cortes comparte con nosotros su amplia experiencia en el mantenimiento y la alimentación de corales no fotosintéticos del género Tubastrea.

    La sección de marinos se completa con otra experiencia práctica, en este caso Jorge Vilaplana, nos describe el proceso de adaptación y evolución de la especie Acanthurus japonicus en su acuario de arrecife.

    Las secciones fijas: “Acuariofilia en la Red”, “Noticias” y “Contraportada” completan nuestra propuesta de contenidos para el presente número.

    ¡Todo vuestro. Que lo disfrutéis!

    José María Cid RuizCoordinador Argos

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    Los otros bettas

    Alimentación de corales

    Aponogeton magadascarien

    Acanthurus japonicus

    Corydoras paleatus

    Acuarofilia en la Red

    Kh, calcio y magnesio

    Noticias• I Congreso Ibérico de

    Acuariofilia y Acuariología• ¡PRECAUCIÓN! Los gusanos rojos• Un lustro de acuariofiliamadrid.org

    (Cirujano del Japón)

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    18 Los otros BettasLos otros Bettas1.

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    No podríamos comenzar este escrito sin “un toque de atención”: Los procesos de cambio en los ecosistemas acuáticos de todo el mundo son constantes, unos naturales, y asumibles por las es-pecies que nadan en ellos, y otros, generados por la acción humana, rápidos y destructivos. Un ejemplo lo es, la destrucción de una gran parte de la Selva de Borneo, que ha sido sustituida por plantaciones de Palma con la que elaborar aceite de uso alimentario. Debemos ser conscientes de que nuestros actos o formas de vida generan consecuencias, aunque nos separen miles de ki-lómetros. De esta forma “nadando contra corriente”, poniéndonos en sus escamas, y pelos, debe-mos hacer una pequeña mención al sentido común y hacer pensar al lector en que determinadas actitudes pueden repercutir negativamente sobre lo que supuestamente amamos.

    Autores: María N. Rubio y Pedro Cordero

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    Centrándonos en las especies de este artículo, los “Bettas salvajes”, podríamos preguntarnos ¿merece la pena importar una u otra es-pecie? y ¿de qué manera? Tengamos en cuenta que, en infinidad de ocasiones, las especies pescadas en la naturaleza sufren mortalida-des de hasta un 90% de los individuos capturados, y será sólo el 10% los que lleguen a nosotros. Quizá el ecosistema de dónde proceden no puede asumir estas caras pérdidas de individuos. Creemos que existen distribuidores serios de donde podemos conseguir ejempla-res criados en cautividad. Si aún a pesar de nuestros esfuerzos con-seguir estos ejemplares se muestra imposible, será nuestro sentido común quién nos diga si el riesgo merece la pena y como minimizar-lo. Obviamente alguien pudiera decir que lo mejor sería no privar a ningún ser vivo de algo tan efímero como su libertad, y no le faltaría razón.

    UN PoCo dE hIStoRIA

    Lo que conocemos hoy en día como “Betta splendens” (fotografía 1), con sus diferentes variaciones de color y formas, son el fruto de

    la hibridación y selección, y llamarlos “Betta splendens” es erróneo. En este proceder de cría e hibridación hay muchas sombras, ya que los cruces entre especies han generado efectos negativos sobre las poblaciones salvajes, debido a que aficionados del sur de Tailandia introducen especies “contaminadas” (híbridos genéticamente) en el medio natural con la intención de pescar a sus descendientes transcurrida la estación húmeda. La finalidad es competir con ellos en concursos o venderlos al mercado occidental. El problema es im-portante ya que incluso se han introducido variedades del Complejo splendens en países como Singapur, donde carecían de ellas.

    Actualmente, evitar la hibridación de tipos o subespecies de bettas salvajes, debe ser una premisa para cualquier acuariófilo que se pre-cie (extrapolable a cualquier otra especie del medio natural o poten-cialmente invasora en nuestras aguas u otras cualesquiera).

    Teniendo en cuenta esto, pensar en no utilizar jamás individuos de diferentes localizaciones como parejas de cría parece lo más cohe-2. Macho de Betta rubra var. Aceh Besar, incubador bucal ©P edro Cordero.

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    3. Macho Betta imbellis, constructor de nido de burbujas ©P edro Cordero.

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    rente. Pero en muchas ocasiones, ni siquiera los distribuidores, han sabido distinguirlas o al menos sexar individuos, tal es el caso de las hibridaciones entre B. imbellis y B. siamorientalis (Chanon Kowasupat et al. 2002) (fotografía 3), la correspondiente a B. rubra y B. dennisyon-gi (redescripción de Van der Voort, 2012) (fotografía 2) y finalmente, los individuos del complejo foierschi (desde Vierke, 1979 no se han descrito especies o subespecies de este complejo) que tan complica-do es diferenciarlos. El grupo smaragdina (Chanon Kowasupat et al. 2013) es otro gran desconocido. Todas estas especies llegan, muchas veces, confundidas y son criadas por aficionados de todo el mundo.

    CLASIFICACIÓN

    Las especies del género Betta se incluyen dentro de “complejos”, y para re-sumirlos nos ayudaremos de las últimas descripcio-nes, aún a pesar de que se están discutiendo actual-mente (Chanon Kowasu-pat et al., 2013 y Bhinyo Panijpan et al., 2014). Estos serían los “complejos de especies actua-les: akarensis, albimarginata, anabatoides, bellica, coccina, dimidiata, edithae, foerschi, rubra, picta, pugnax, unimaculata, splendens, sma-ragdina y waseri.

    LoCALIZACIoNES

    Todas estas especies se distribuyen por el sudeste de Asia (Vietnam, Laos, Camboya, Thailandia, Malasia, Indonesia, Singapur y Brunei). Habitan una gran diversidad de ecosistemas y las subpoblaciones con diferenciaciones fenotipicas se suceden en afluentes de las mis-mas cuencas.

    BIotoPo

    Es muy atrevido y propio del desconocimiento, establecer un bioto-po único y generalizado para mantener a los Bettas salvajes. El lec-tor habrá podido comprender que tantas especies provenientes de hábitats tan diversos hacen imposible esta tarea. Muchas especies se encuentran alejadas cientos de kilómetros, e incluso miles, y so-portan salinidad y dureza opuestas. Es complicado establecer un pa-trón único de mantenimiento, ya que especies como las del grupo splendens o smaragdina habitan aguas lentas con niveles límite de

    oxígeno disuelto y su hábitat va-ría drásticamente con las lluvias del monzón, mientras que otras, como las del grupo albimargi-nata habitan pequeños arroyos con corrientes moderadas y es-casa profundidad, escondidos entre raíces y materia orgánica en descomposición, siempre en aguas ácidas.

    Hablar de especies tan distintas como el Betta mahachaiensis de Thailandia (CHANON KOWASU-

    PAT et al.,2012) y el Betta macrostoma de la Isla de Borneo (Regan, 1910) nos ayudará a explicar esto. El B. mahachaiensis vive en aguas salobres del Golfo de Thailandia. Debido a la influencia de las mareas, puede vivir en aguas con una salinidad elevada y pH 7,8, dónde el resto de especies de este género no podrían reproducirse. Por el con-trario, el citado Betta macrostoma habita pequeñas pozas de arroyos de Brunei (donde se encuentra totalmente protegido) y Sarawak, y lo hace en aguas con unos pH de hasta 4-4,5 y durezas realmente bajas.

    Otro aspecto a tener muy en cuenta es la dimensión del acuario, si nos fijamos en especies de mayor tamaño, como sería el caso del grupo unimaculata, el espacio donde mantenerlos también deberá

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    4. Alevín de Betta coccina, constructor de nido de burbujas. ©P edro Cordero.

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    serlo. El grupo unimaculata requiere de acuarios de entre 50 y 100 litros, mientras que las especies del grupo coccina, se sienten cómo-das en acuarios de 20-30 litros. Esto es porque algunos individuos del primer grupo pueden llegar a medir 12-13 cm, mientras que los integrantes del segundo no suelen superar los 4 cm.

    Llegados a este punto, el lector debiera preguntarse, ¿qué especie me gustaría mantener? Si ese punto se ha determinado ya, también hemos de haber previsto que si mantenemos cualquiera de estas especies adecuadamente, tarde o temprano, se reproducirán, y di-minutos bettas salvajes poblarán nuestro acuario. El cortejo y apa-reamiento del Genero Betta es un momento que cualquier amante de los peces desea presenciar y estamos convencidos de que no nos va a dejar indiferentes, sean incubadores bucales o constructores de nido de burbujas. Pero centrémonos de nuevo. Este proceso de cortejo y abrazos, aunque es todo un “orgu-llo y satisfacción” para el aficionado, puede desencadenar un “problema”. ¿Por qúe?, sencillo, os daréis cuenta de él cuando los pequeños alevines se conviertan en subadultos con muy mal genio y con un voraz apetito (fotografía 4), y es que no siempre, permitidnos la contradicción, es el ta-maño de la especie el que marca las medidas del acuario, en otras ocasio-nes lo será la prolificidad de los Bettas salvajes asociada a su territorialidad. Este comportamiento reproductor, casi sin tregua para la recuperación (ej,: Betta channoides, albimarginata, simplex, antuta…) puede llegar a ser abrumador para el acuariófilo que los mantiene.

    Los problemas de espacio llegan, cuando trabajamos con especies como el Betta splendens salvaje, en el que los machos, llegado un tamaño y un estado de madurez sexual, se infligirán serios daños fruto de los ataques durante los enfrentamientos por el territorio en el transcurso de sus conocidos “bailes” intimidatorios. Si los desoves se producen muy a menudo, algo de esperar, serán los hermanos mayores los que haciendo uso del canibalismo eliminarán compe-tidores de nuestro “ecosistema artificial”, llegando a mantenerse po-blaciones sanas y de pocos individuos en un acuario de 50-60 litros, un ejemplo de esto último ,puede observarse en Betta persephone. En otros casos, como con el grupo foerschi, será la propia hembra de la pareja, la que acabe con la totalidad de los ejemplares si no retira-mos los alevines a tiempo.

    PAUtAS GENERALES MANtENI-MIENto

    Aunque, como ya hemos comen-tado, existen grandes diferencias de hábitats, sí que hay algo común para casi todas las especies de Bet-tas salvajes: Un alto porcentaje de ellas suele habitar aguas blandas y oscuras debido a la materia orgá-nica en suspensión y a los taninos disueltos en el agua, y el resto de especies suelen tolerar extremada-mente bien estas condiciones.

    Así que, basándonos en nuestra experiencia, podemos recomen-dar, no sin riesgo de ser atrevidos, una serie de pautas generales para mantener muchas de las especies de este género: 24ºC, ph 6-6,5 de partida, musgo de Java (Vesicularia

    5. Betta albimarginata durante el intercambios de huevos hembra-macho. ©P edro Cordero.

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    dubyana), alguna flotante como Salvinia natas y la utilización de di-ferentes preparados de origen vegetal añadidos al agua del acuario de los Bettas.

    Algo de lo que no prescindiríamos nunca, sería del uso de hojas del Almendro Indio (Terminalia catappa) en el acuario, directamente, en extracto o té. Si decidimos ofrecer las hojas enteras, estas se des-compondrán en el acuario maduro, dándole un aspecto natural muy apreciado por muchos criadores. Esta descomposición, deposita en el agua trozos de materia vegetal y libera grandes cantidades de ta-ninos (junto con otras sustancias químicas). Los taninos afectan al valor del pH y el agua se vuelve oscura (al igual que en un río de aguas negras).

    El agua rica en taninos es apreciada por las especies de peces que

    provienen de ríos y turberas encharcadas, asociados éstos a una abundante masa vegetal. Hay que recordar que estas especies, en su mayoría, se encuentran en “la selva húmeda tropical” donde los hábitats “blackwater” abundan. Éstos se forman cuando los ríos o las aguas de inundaciones fluyen a través de las áreas boscosas donde las hojas que caen de las plantas y árboles se descomponen depo-sitando en el agua, entre otros, los citados taninos y “sustancias hú-micas”.

    Sobre las hojas del Almendro de la India, existen muchas teorías sobre su uso, su forma de preparación y sobre todo sobre sus be-neficios. Se dice que poseen “infinidad de propiedades”, y no debe ser falso si nos fijamos en el interés de la ciencia por este árbol, y el aprecio venerable que le brindan los criadores de Bettas. Algunas de sus características son que el agua de té o el extracto de sus hojas ayuda a los peces en la cicatrización de las heridas después de una pelea (algo extremadamente normal en el comportamiento territo-rial y nupcial de los Bettas) y también que inducen el desove en los acuarios de cría y facilitan la construcción del nido. Favorecen es-tos aspectos “espesando” el agua de los tanques de cría y ayudan a mantener más estable los nidos de burbujas y sobre todo les brinda un entorno íntimo muy apreciado por estas especies. Las hojas son también importantes estructuras de colonizacón y alimento de infu-sorios, ciliados, protozoos y sobre todo bacterias beneficiosas.

    Las hojas normalmente flotan durante 2-3 días antes de hundirse y en un acuario maduro se desintegrarán después de un par de meses. Las dosis se basan en el tamaño de las hojas, 1 hoja por cada 15-20 litros es más que suficiente. Advertir que todo lo que signifique que el agua se enturbie evitará que disfrutemos visualmente de nuestros peces, pero permitirá que ellos se encuentren más cómodos y salu-dables.

    Algunas alternativas a las hojas de T. catappa son las hojas y piñas de aliso, hojas de roble, hojas de castaño, nogal…

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    6. Betta simplex finalizando la puesta, puede observarse la cavidad bucal repleta de huevos. . ©P edro Cordero.

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    ALIMENtACIÓN

    Estas especies requieren un proceso de adaptación a su nuevo en-torno y durante ese período permanecerán escondidos. Durante esas primeras horas o incluso días o semanas sería interesante ali-mentarlos con alimento vivo como grindal, larva roja, larva blanca, nauplios de artemia, grillos, lombrices de tierra, tenebrios… Decan-tándonos por unos u otros dependiendo del tamaño de la especie elegida. Por suerte, los Bettas salvajes no son muy exquisitos con la comida. Si ese proceso se ha realizado correctamente el cambio a otras formas de alimentación más cómodas para el aficionado (con-gelado y pienso) podrá hacerse de manera paulatina.

    REPRodUCCIÓN

    Según sus pautas reproductoras podemos dividirlos en dos grandes grupos.

    Incubadores bucales: son especies que mantienen los pequeños ale-vines en la boca hasta el final del proceso de absorción del saco vi-telino (grupos albimarginata, unimaculata, picta…). Este período se puede alargar hasta los 20 días en la especie B. macrostoma. Período durante el cual los machos no se alimentan en absoluto (fotografías 5 y 6).

    Constructores de nidos de burbujas: defienden sus puestas agresiva-mente frente a otros peces hasta que los alevines nadan de manera libre y en horizontal, no mucho más de 6-7 días después del desove (grupos splen-dens, smaragdi-na, coccina…). (fotografía 7)

    En ambos gru-pos serán los machos los en-cargados de que el proceso trans-curra adecuada-mente, si bien es verdad que en algunas espe-cies las hembras hacen guardia durante todo el tiempo que dura la “incubación”. (fotografía 8)

    Las hembras, son las que indi-can a los machos cuando están grávidas y por

    7. Descripción: nido de burbujas de Betta imbellis . ©P edro Cordero.

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    8. Betta coccina hembra cuidando de algunos alevines en un pe-queño nido construido por ella, anecdótico. ©P edro Cordero.

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    tanto receptivas y son las que dan comienzo al proceso de cortejo y desove. En este punto, los machos toman las riendas del cortejo con movimientos bruscos y poderosos, unos debajo de nidos de es-puma previamente construidos y los bucales alrededor de las zonas de cobijo donde abrazarse a la hembra de manera segura. Las pare-jas de algunas especies, se pasan los huevos de manera “generosa” tras cada abrazo, como es el caso del B. macrostoma, mientras que las hembras de otras especies como B. albimarginata y B. channoides “juegan” con los huevos delante de sus parejas hasta que éstos con-siguen quitárselos con rápidos movimientos.

    Destacar que, los alevines de los constructores de burbujas son mu-cho más lentos y pequeños y nadarán por el acuario buscando refu-gio antes incluso de poder alimentarse de infusorios, mientras que las especies incubadoras bucales liberan a su descendencia comple-tamente formados y son capaces de alimentarse de nauplios o pulga de agua a los pocos segundos de haber abandonado la boca de su progenitor, incluso nadar a gran velocidad para ocultarse entre la vegetación. (fotografía 9)

    CoNCLUSIoNES

    No es fácil adentrarse en el mundo de los Bettas salvajes, ya que no es fácil encontrar parejas de las especies deseadas, en muchos casos se torna imposible. Pero de manera coherente y respon-sable, y armados de pacien-cia podemos disfrutar de un Género con una enorme cantidad de especies, que nos ofrecerán cortejos, colo-raciones y comportamientos muy contrapuestos. Desde luego para nosotros es el más atractivo grupo de pe-ces de acuario.

    9.A la izquierda alevín de Betta channoides recién liberado y a la derecha Betta persephone justo antes de poder nadar libremente fuera del nido, puede observarse la diferencia de maduración embrionaria. ©P edro Cordero.

    Los otros BettasMaría Rubio y Pedro CorderoComenzaron a criar bettas de forma activa en 2009, aunque han estado ligados al mundo acuático desde muy jóvenes y a diferentes asociaciones conservacionistas. Desde el momento en el que volvieron ha tomar contacto con el betta spp. han centrado todos sus esfuerzos en el estudio y cría en cautividad de una gran cantidad de especies salvajes. El desconocimiento de este grupo de peces a nivel europeo, y mas concretamente en la Península Ibérica, les llevó a crear www.BettaXtrem.com, una página web donde el aficionado puede encontrar información básica sobre las especies que esta pareja cría en cautividad. A pesar de la formación de uno de los integrantes del equipo en el campo de la sanidad animal actualmente ambos trabajan en un estudio de diseño y publicidad, del que nació www.BettaXtremShop.com, una tienda online de productos de merchandising de peces, crustáceos, anfibios… que os animamos a visitar.

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    El Aponogeton madagascariensis es una planta con bulbo que brilla por su originalidad, sus hojas alcanzan los 40 cm de longitud pudiendo llegar en algunas zonas a los 8,5 cm de ancho. El increíble aspecto de su retícula de encaje con un aspecto cuadriculado, la convierte en una planta muy popular en acuariofilia.

    Ángel Febrero

    Aponogeton madagascariensis. ©W. J.Hooker

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    El Aponogeton madagascariensis es una planta con bulbo que brilla por su originalidad, sus hojas alcanzan los 40 cm de longitud pudien-do llegar en algunas zonas a los 8,5 cm de ancho. El increíble aspecto de su retícula de encaje con un aspecto cuadriculado, la convierte en una planta muy popular en acuariofilia. Sin embargo y paradóji-camente, es muy raro encontrarla en el comercio y prácticamente la única solución, cuando la hay, es comprarla en los sitios de venta online especiali-zados en plantas acuáticas. Tam-bién es muy rara en su entorno natural y su éxito en Madagascar casi la hace des-aparecer com-pletamente de la isla.

    Su manteni-miento es tan delicado, con necesidades tan específicas, que a menudo se cul-tiva en acuarios especialmente dedicados a esta especie. No son

    plantas adecuadas para un acuarista principiante, ¡pero no os des-animéis! En primer lugar, su agua debe ser extremadamente limpia, libre de toda partícula en suspensión, con la presencia de una co-rriente constante en el acuario, obtenida mediante una filtración o idealmente una bomba de circulación.

    Aponogeton madagascariensis. ©pixabay.com laila77

    Aponogeton Madagascariensis

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    Aponogeton madagascariensis requiere mucho mantenimiento y frecuentes cambios de agua para mantenerla clara y límpida. Algas como las filamentosas o pincel son sus peores enemigos y las hojas deben ser protegidas de ser invadidas o la planta estará condenada, será muy útil una lámpara de UV para matar las algas en suspensión.

    En cuanto a los parámetros, el agua blanda le sienta bien, hasta 14º Gh, libre de calcio y de magnesio. Un pH ligeramente ácido, 6,7-6,8. Temperatura entre los 20 y los 24º C. No requiere una iluminación potente y por tanto un nivel de luxes demasiado alto.

    El CO2 resulta imprescindible alargando la vida de la planta.

    Por lo delicado de sus hojas no deberemos ubicarla cerca de las sali-das del filtro o de la piedra difusora.

    El Aponogeton madagascariensis no tiene sin embargo, gusto por las altas temperaturas y será necesario cerciorarse de que el agua del acuario nunca exceda de 25°C. Hay que observar absolutamente, un reposo vegetativo anual, lo que complica su cultivo. No obstante, si se respetan todas estas condiciones, y pasada la siempre delicada

    etapa de su aclimatación, puede ofrecer algunas flores. Dado que su floración en acuario no es rara, puede lograrse la autopolinización entre flores de una misma planta, o también la polinización cruzada con otros aponogeton, con la consecuente obtención de híbridos. Se puede reproducir por división de los pequeños bulbos o bien a través de semillas, una vez florecida.

    Aponogeton Madagascariensis

    Angel Febrero

    Divulgador y Artista de la naturaleza, he par-ticipado en innumerables proyectos de divul-gación y conservación con ONG y otras insti-tuciones, director en Producciones Artísticas de la Naturaleza desde hace 20 años, mon-tando con su equipo multitud de museos y exposiciones de ciencia y centros de inter-pretación en España y extranjero, también durante años monte decorados y trucajes para documentales de TV y Cine bien cono-cidos: (Parques Nacionales, La España Salvaje, Espacios Naturales...), llevo 8 años en la Fun-dación Felix Rodriguez de la Fuente: “Agenda viva” sección: Pequeño Naturalista. Revista “Quo”, 13 años de colaborador permanente, en “Quercus” estuve 3 años como articulista, ilustrador y fotógrafo. Recientemente he di-rigido, guionizado y presentado mis propios espacios en TVE 20 cap de 15 minutos: “Bio-bricolaje” de la “La aventura del saber” TVE la 2, 2011 y “ Cuaderno de Gaia” 2012, 20 cap, también en TVE.

    No son plantas adecuadas para un acuarista principiante, ¡pero no os desaniméis!.

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    Aunque ya hace años que me dediqué a observar el comportamien-to de las CORYDORAS, me atrevo a escribir este pequeño artículo, como otros precedentes, para que sirva de guía a todos los que em-piezan y buscan referencias. Así que perdonarme las imprecisiones, pues escribo de memoria.

    Voy a escribiros en concreto sobre la Corydoras paleatus, o eso es lo que creo, pues en el comercio las denominan “Corydora pimienta”, y nada más. ¿No os gustaría un poco más de precisión y rigor científico por parte de algunos comercios?, A mí sí.

    Para ponernos en contexto, decir que Corydoras paleatus también es conocida como “Corydora Marmol” y , según el Atlas Mergus (tomo I)

    también es, o ha sido conocido como Callichthys paleatus, Corydoras marmolatus, Corydoras microcephalus, etc.

    Es originaria de Brasil, en concreto del río Paru de Oeste, al norte del Pará. Mide hasta 4cm, aunque esta medida está reservada a las hembras, que son significativamente más grandes que los machos.

    Su coloración general es ciertamente similar a un marmoleado en blanco y negro y de ahí su nombre común.

    Las características del agua que los aloja son las típicas de los peces amazónicos, es decir, pH ácido, por debajo de 7 y durezas bajas a muy bajas, temperaturas de 25o C, todo ello muy acorde, por cierto,

    Corydoras paleatus. ©Juan Artieda.

    Corydoras paleatusVoy a escribiros en concreto so-bre la Corydoras paleatus, o eso es lo que creo, pues en el comer-cio las denominan “Corydora pi-mienta”, y nada más. ¿No os gus-taría un poco más de precisión y rigor científico por parte de algu-nos comercios?, A mí sí.

    Para ponernos en contexto, de-cir que Corydoras paleatus tam-bién es conocida como “Corydora Marmol” y , según el Atlas Mergus (tomo I) también es, o ha sido co-nocido como Callichthys palea-tus, Corydoras marmolatus, Cory-doras microcephalus, etc.

    Juan Artieda

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    con las características de las aguas que vienen de la sierra del Gua-darrama (Madrid).

    Son peces “acorazados”, pertenecen a la familia Callichthyidae , sub-familia corydoradinae, y son en definitiva silúridos.

    Si habéis leído algún artículo más de los que he escrito, deduciréis fácilmente que no me preocupa mucho la reproducción de las espe-cies desde el punto de vista económico, es decir, como si se tratase de ganado, sino la reproducción de los especímenes desde el punto de vista de disfrutar y analizar su comportamiento, como si estuvie-ran en su entorno natural (si ello es posible). Por ello, mis acuarios de cría intentan reproducir un entorno amigable para los individuos observados , alejándose mucho de esos acuarios asépticos , despro-vistos de decoración , que suelen usar los criadores profesionales .

    Así que en la foto adjunta os presento mi tanque , “atiborrado” como veis de plantas , y aunque tampoco serán especies muy cercanas al ecosistema donde se desarrollan estos especímenes en la naturale-za, sí que creo les ofrece un entorno más acogedor que un mero tan-que vacío ,con una mopa de fibras artificiales.

    Pero sigamos con lo que nos ocupa.

    Estas, como otras corydoras, son peces gregarios, les gusta moverse en cardúmenes que ramonean con las barbillas entre el arena del fondo, buscando pequeños gusanillos, o cualquier tipo de materia comestible.

    Las barbillas son órganos sensibles, seguramente hipersensibles, por lo que es importante que la naturaleza del sustrato sea la adecuada en cuanto a su granulometría y forma del grano. Este no debe de tener aristas vivas que les dañen tales apéndices.

    Introduje en el acuario una docena de especímenes. Como eran ju-veniles cuando llegaron al acuario, lo primero que tuve que hacer es dejarles crecer sanos y fuertes, bien alimentados. Esto lleva algún tiempo, por lo tanto paciencia y tranquilidad. Hasta que no lleguen

    Corydoras paleatus

    Imagen general del acuario. ©Juan Artieda.

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    a la edad adecuada no se van a reproducir por más que nos empe-ñemos.

    Una vez que llegan a la madurez empezaremos a darnos cuenta de que los individuos se empiezan a diferenciar sexualmente, unos se hacen más grandes y otros se quedan más pequeños. Los más gran-des son las hembras y los pequeños los machos, estos son en algunos casos casi la mitad de las hem-bras.

    Si las condiciones del agua son las adecua-das , pronto empeza-remos a ver que los abdómenes de las hembras se empie-zan a abultar , y estas son acosadas por los machos . En estos momentos una vege-tación espesa ayuda a que las hembras no preparadas para el desove se puedan re-fugiar en la espesura y lograr un descanso de vez en cuando.

    Un día, a primeras horas de la mañana, al amanecer, es decir cuando se enciendan las luces (si no tienen iluminación natural), ve-remos que alguna pareja se destaca del resto y, en una especie de

    postura de baile, se sitúan en forma de “T”, el macho a modo de palo vertical y la hembra a modo de palo trasversal.

    El macho empuja con su hocico el vientre de la hembra, que desova media docena de huevecillos, que, no me digan cómo, son fecunda-dos por el macho y finalmente recogidos entre las dos aletas anales

    de la hembra, que en ese momento sale huyendo del macho para buscar un lugar , lo más recóndito po-sible, para depositar los pegajosos hueve-cillos . Normalmente busca el envés de al-gunas hojas.

    Con el esmero en esconder los hue-vecillos puesto por la hembra es difícil saber cuánto es el tiempo que tardan en eclosionar, así que no puedo precisarlo (de 6 a 7 días a 26ºC según la bibliografía existente sobre la es-pecie).

    Con una densidad de flora como la exis-tente en mi acuario resulta también im-

    posible el seguimiento de los alevines, pero he decirles que estos se arreglan bastante bien y son muchos los que salen adelante.

    Corydoras paleatus

    Postura en forma de T. ©Juan Artieda.

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    Los alevines, como los padres, poseen en los opérculos unas espi-nas que dificultan seriamente el ser tragados por un desconsiderado predador.

    La ventaja de un acuario profusamente plantado y maduro, con una fauna y flora microbiana suficiente, es que los alevines encuentran suficiente comida para salir adelante, como hacen en la naturaleza.

    No todos lo consiguen, pero si los más fuertes, con lo que los especí-menes que reproduzcamos serán sanos y fuertes y podrán asegurar que la especie continúe en nuestro acuario.

    Espero y deseo que a alguien le resulte de utilidad la narración de esta experiencia y quien no lo haya hecho todavía se anime a meter en su acuario un bonito cardumen de Corydoras.

    Corydoras paleatus

    Huevos recogidos entre las aletas anales. ©Juan Artieda.

    Huevos sobre el envés de hoja. ©Juan Artieda.

    Juan I. Artieda G-GrandaIngeniero Superior de Minas y Graduado PDA Dirección de Empresas por el IESE.

    Ha sido Vicepresidente de la Asociación Española para la Calidad y Director del Proyecto hidrometalurgico “Quercus”.

    En la actualidad es Director Financiero y de Participadas de ENUSA Industrias Avanzadas, S.A. S.M.E.. Vicedecano del Consejo Superior de Colegios de Ingenieros de Minas y Presidente de la Asociación Nacional de Ingenieros de Minas . Está relacionado con varias empresas del Sector Medioambiental .

    Aficionado a la Acuariofilia desde el año 1964, fecha en la que se asoció, con 10 años, por primera vez a la Asociación Española de Acuariófilos con el número de asociado 220

    Autor de algunos artículos sobre Acuariofilia de agua dulce y sobre todo acuariófilo de base de gran experiencia en esta disciplina.

    Desde hace dos años comparte la tenencia de acuarios de agua dulce con la acuariofilia marina

    Vocal de la Junta directiva de la AEA

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    Las delicadas y complejas formas de vida que se desarrollan en un arrecife, precisan de acuarios realmente espaciosos y equilibrados en sus parámetros para poder expresar todo su esplendor. © Imagen obtenida de esimios.com.

    Dureza de carbonatos (KH), calcio (Ca), magnesio (Mg) y su relación entre ellos

    Durante mí corta experiencia en la acuariofilia marina, me he creado una serie de normas básicas, las cuales sigo en los acuarios que mantengo y que enunciaría de la siguiente manera:

    1. La paciencia, desde la fase inicial del ciclado, como durante toda la vida del acuario.

    2. La importancia de la dureza de carbonatos (Kh), del calcio (Ca), del magne-sio (Mg) y su relación entre ellos.

    3. La estabilidad en los parámetros, físicos y químicos, tanto en rango como en tiempo.

    4. Adecuada iluminación tanto en espectro, intensidad como en fotoperiodo.

    5. La importancia de la re-circulación de la masa de agua en el acuario marino y los múltiples beneficios que le aporta al sistema.

    6. Nitratos, fosfatos y la importancia de su presencia en el agua del acuario.

    7. La constancia en las rutinas.

    8. El aprendizaje a través de la observación de nuestros acuarios.

    José Juan Jiménez

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    18 Dureza de carbonatos (kh), calcio (ca), magnesio (mg) y su relación entre ellos

    Este artículo está dedicado a explicar la segunda norma. La impor-tancia de mantener un nivel óptimo de la dureza de carbonatos (KH) y su relación con el calcio y el magnesio así como, con los niveles de nutrientes (orgánicos e inorgánicos) existentes en el agua del acua-rio marino. Todo ello encaminado hacia el buen desarrollo y creci-miento de los corales mantenidos en nuestros acuarios.

    dUREZA dE CARBoNAtoS (Kh), CALCIo (CA) Y MAGNESIo (MG)

    El éxito en un acuario marino depende, en buena parte, en mante-ner los parámetros adecuados del agua, proporcionando el entorno estable que requieren los corales. Aunque todos los elementos que se encuentran en el agua natural del mar tienen su importancia, al-gunos de ellos tienen un papel más relevante en la estabilidad del agua. Estos elementos y compuestos químicos, son la base sobre la que se sustenta el entorno de arrecife e incluyen, calcio (Ca), magne-sio (Mg), carbonatos (CO

    3) y bicarbonatos (HCO

    3). Todos ellos, tienen

    un gran efecto sobre la química del agua: reserva alcalina, estabili-dad del pH, “fortaleza iónica” del agua salada, etc. Igualmente afecta a los procesos biológicos de los corales (formación de su esqueleto, intercambio de iones, fotosíntesis,etc.).

    Estos elementos y compuestos, se complementan unos a otros para la formación del esqueleto de los organismos del acuario marino y si no están disponibles en las proporciones correctas, uno de ellos po-drá limitar a los otros, en el crecimiento saludable de los organismos.

    La dureza de carbonatos (KH).

    La dureza de carbonatos (KH), nos indica las concentraciones de car-bonato (CO

    3), bicarbonato (HC

    3), hidróxido (OH) y borato (BO

    3) di-

    sueltos en el agua.

    La dureza de carbonatos (KH), tiene una doble función en el agua de nuestros acuarios:

    1. En el acuario se producen constantemente ácidos por dife-rentes procesos (p.ej: metabolismo de los organismos del acuario, descomposición de desechos orgánicos, incorpora-ción del CO

    2, etc.). La dureza de carbonatos (“reserva alcali-

    na”) actúa resistiendo los cambios a la baja en el pH cuando se añade un ácido.

    2. Contribuye a la formación de los esqueletos de algas corali-nas, moluscos, corales, peces… etc.

    Una concentración óptima de carbonatos en el agua del acuario marino “reserva alcalina”, actúa neutralizando los elementos ácidos añadidos, manteniendo un pH estable. También asegura un buen crecimiento de los corales y algas calcáreas, así como la ausencia de problemas en los invertebrados a la hora de preservar y aumentar su caparazón.

    Por su mayor consumo en un acuario marino, es un valor a medir y chequear habitualmente. En el mercado existen diferentes métodos y productos comerciales para el mantenimiento de la dureza de car-bonatos (KH).

    El calcio (Ca).

    Es un elemento muy importante para la mayoría de los organismos marinos del acuario.

    Por tanto mantener unos niveles óptimos de calcio (Ca) en el acuario marino, se hace especialmente importante para el buen equilibrio del agua. Los peces, corales, algas y esponjas calcáreas, así como otros invertebrados y organismos, obtienen calcio (Ca) de la colum-na de agua disminuyéndolo y haciéndose progresivamente más di-fícil que lo obtengan para su crecimiento.

    Al igual que la dureza de carbonatos (KH), el calcio (Ca) por su con-sumo en un acuario marino de arrecife, es un elemento a medir y chequear habitualmente. En el mercado existen diferentes métodos

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    18Dureza de carbonatos (kh), calcio (ca), magnesio (mg) y su relación entre ellos

    y productos comerciales para el mantenimiento del nivel de calcio (Ca) disuelto en el agua.

    El Magnesio (Mg).

    Junto con el calcio (Ca) es uno de los elementos básicos en el agua de un acuario marino.

    Además de las funciones biológicas que realiza, como componente estructural de algunos organismos del acuario, juega un papel de vital importancia en la relación de balanceo que hace sobre los nive-les de carbonatos (KH) y calcio (Ca) disueltos en el agua. Cuando el magnesio (Mg) está presente en el agua, los niveles de carbonatos (KH) se mantienen solubles a concentraciones muy superiores a las correspondientes en ausencia de magnesio (Mg). Niveles bajos de magnesio (Mg), por debajo de 1250 mg/L, pueden causar precipita-ción de los carbonatos en forma de sal de calcio, reduciéndose con ello la dureza de carbonatos (KH) y calcio (Ca) disponibles en el agua.

    El magnesio (Mg) es consumido en menor medida, por los organis-mos del acuario, que los carbonatos y el calcio (Ca). Por ello, no se hace necesario una medición y chequeo de su concentración disuel-ta en el agua del acuario tan habitualmente. En acuarios con poco volumen de agua (nano acuarios), y dependiendo de la sal comer-cial especial para acuarios marinos que se utilice para la preparación del agua, se pueden mantener niveles óptimos solo con cambios de agua regulares. En el mercado existen productos comerciales para el mantenimiento de la concentración de magnesio disuelto en el agua.

    Existen en el mercado productos comerciales que reponen varios elementos a la vez.

    EQUILIBRIo ENtRE LA dUREZA dE CARBoNAtoS (Kh), EL CAL-CIo (CA) Y EL MAGNESIo (MG).

    El equilibrio químico en el agua del acuario depende de muchos

    otros elementos, presentes en el agua en pequeñas cantidades, como el estroncio (Sr), bario (Ba), potasio (K), hierro (Fe), yodo (I), etc. Estos elementos, aunque juegan un papel primordial en el me-tabolismo de nuestros peces, crustáceos, caracoles, algas, bacterias, etc, el papel que ellos tienen se podría considerar como secundarios comparado con la importancia de la dureza de carbonatos (KH), el calcio (Ca) y el magnesio (Mg).

    Los corales construyen aproximadamente el 90% de su esqueleto mediante combinación de Calcio (Ca) e iones de carbonato (CO

    3) ob-

    tenidos del agua para formar aragonita (CaCO3). El resto del esquele-

    to está formado de magnesita (MgCO3), estroncionita (SrCO

    3), calcita

    (una estructura cristalina más quebradiza de (CaCO3)), fluorita (CaF

    2),

    y otros oligoelementos.

    Estudios realizados por diferentes científicos, demostraron que los corales pueden cambiar el uso de aragonita (CaCO

    3) por el de otro

    mineral, calcita (CaCO3), como fuente de carbonato de calcio. Hacen

    este cambio como respuesta a un desequilibrio, del agua del acua-rio, por ejemplo niveles bajos de magnesio (Mg) y/o estroncio (Sr). En este caso el coral desarrollara el esqueleto con una alta propor-ción de calcita (CaCO

    3), haciéndose más quebradizo y susceptible de

    sufrir daños.

    Por lo tanto, para el crecimiento saludable de los corales, deben es-tar bien equilibrados los niveles de dureza de carbonatos (KH), calcio (Ca) y magnesio (Mg) presentes en el agua del acuario marino.

    El magnesio (Mg), como ya he explicado en el punto anterior, tiene un papel vital en el balanceo que hace sobre los niveles de la dureza de carbonatos (KH) y de calcio (Ca) disueltos en el agua. El nivel de magnesio adecuado en un acuario marino debe situarse entre los 1250 y 1350 mg/L. Si la concentración de magnesio (Mg) se sitúa por debajo del nivel de 1250 mg/L, la probabilidad de que carbonatos y calcio (Ca) precipiten, en forma de sal de calcio, es alta.

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    18 Dureza de carbonatos (kh), calcio (ca), magnesio (mg) y su relación entre ellos

    La dureza de carbonatos (KH) recomendada en un acuario marino debe situarse entre los 7 y 11 dKH. Si la dureza de carbonatos (KH) está por debajo de 7 dKH, se pueden producir dos situaciones:

    1ª.- Puede perder su efecto regulador sobre el nivel de pH del agua del acuario.

    2ª.- Puede realizar un efecto limitante en los organismos del acua-rio, para que puedan obtener suficiente cantidad de carbonatos y calcio (Ca) necesarios, en la construcción de sus esqueletos.

    El nivel de calcio (Ca) recomendado en un acuario marino debe si-tuarse entre los 375 y 450 mg/L. Si la concentración de calcio (Ca) se sitúa por debajo de los 375 mg/L, se limita a los organismos del acuario, para que puedan obtener suficiente calcio (Ca), y por consi-guiente de carbonatos, necesarios en la construcción de sus esque-letos.

    Una manera simple de calcular la concentración de magnesio (Mg) que se requiere en el agua del acuario marino, en relación con la concentración de calcio (Ca), es entender que: la concentración de magnesio (Mg) debe ser 3 veces superior a la de calcio. Si la concen-tración de magnesio (Mg) en el agua de nuestro acuario es de 1.350 mg/L, deberemos mantener el nivel de calcio (Ca) como máximo en 450 mg/L (1.350 mg/litro de magnesio (Mg) / 3 = 450 mg/L de cal-cio (Ca)), si seguimos añadiendo calcio (Ca) este podría precipitar. Si quisiéramos subir el nivel de calcio (Ca), antes deberemos subir el nivel de magnesio (Mg). Un nivel de magnesio (Mg) correcto permite estabilizar otros parámetros de forma efectiva, siendo este, como ya hemos comentado, un limitante del nivel de carbonatos y calcio (Ca) disueltos en el agua del acuario.

    Concentraciones óptimas de los tres elementos:

    • Magnesio (Mg) entre 1.250 y 1.350 mg/L.

    • Dureza de carbonatos (Kh) entre 7 y 11 dKH.

    • Calcio (Ca) entre los 375 y 450 mg/L.

    A continuación vemos el cuadro que publica la marca “Red Sea” so-bre los parámetros a mantener en el agua del acuario marino, según el tipo de corales mantenidos.

    Como se puede observar en el anterior cuadro, la dureza de carbo-natos (KH), el calcio (Ca) y el magnesio (Mg) forman un equilibrio esencial para el mantenimiento de corales.

    ¿En qué proporción subir la concentración, de la dureza de car-bonatos (KH), calcio (Ca) y magnesio (Mg) disueltos en el agua del acuario?

    Tal y como he explicado hasta ahora, existe una relación y balanceo entre ellos, para mantener este equilibrio y evitar que no precipite ninguno ellos, estos deben añadirse al agua del acuario en el si-guiente orden, hasta alcanzar la concentración óptima para nuestro tipo de acuario marino:

    1º.- La dureza de carbonatos (KH), no subir más de 0,5 dKH al día.

    2º.- El magnesio (Mg), no subir más de 20 mg/L al día.

    3º.- El calcio (Ca), no subir más de 20 mg/L al día.

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    18Dureza de carbonatos (kh), calcio (ca), magnesio (mg) y su relación entre ellos

    NUtRIENtES Y SU RELACIÓN CoN LA dUREZA dE CARBoNA-toS (Kh).

    Quiero matizar que lo que describo a continuación, es una base de conocimiento, formada por la propia experimentación con mis acua-rios, la de muchos otros colegas y la lectura de artículos de diversos investigadores.

    Partiendo de la hipótesis, de que la circulación interna del agua del acuario así como la iluminación, son las óptimas para el correcto de-sarrollo de corales, tenemos que:

    Nutrientes = inorgáni-cos y orgánicos

    • Nutrientes inorgá-nicos = Nitratos (No

    3),

    Fosfatos (Po4), entre

    otros.

    • Nutrientes orgáni-cos = Compuestos de carbono. Es decir, res-tos de comida.

    Se consideran niveles de nutrientes inorgánicos altos, cuando estos se encuentran en el rango de: 2,5 ppm a 15 ppm de nitratos (NO

    3), y de:

    0,8 ppm hasta 1,5 ppm de fosfatos (PO

    4).

    Se consideran niveles de nutrientes inorgánicos bajos, cuando estos se

    encuentran en el rango de: 0,5 ppm a 2,5 ppm de nitratos (NO3), y

    de: 0,02 hasta 0,08 ppm de fosfatos (PO4), es decir acuarios LNS (“Low

    Nutrient System”) y ULNS (“Ultra Low Nutrient System”).

    Los corales contienen unas algas microscópicas denominadas zooxantelas que dan color a sus tejidos, y le proporcionan alimento a través de la fotosíntesis. Sin estas minúsculas algas, los corales no pueden sobrevivir o generar los compuestos necesarios para formar sus esqueletos. Cuando los corales están estresados, las zooxante-las son expulsadas del coral, volviéndose estos blancos o más claros.

    Heliofungia actiniformis expulsando las zooxantela. ©Imagen obtenida por un equipo de investigación de la Universidad de Tecnología de Queesland.

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    18 Dureza de carbonatos (kh), calcio (ca), magnesio (mg) y su relación entre ellos

    Si esta situación de estrés del coral no se corrige, el coral aca-bara muriendo.

    Hace muchos años, se pensa-ba, que los corales eran úni-camente hospedantes de las zooxantelas, en la actualidad se sabe, que en realidad se trata de lo que algunos cientí-ficos definen como “simbiosis mutualista.

    Los corales gozan de una in-trincada red de intercambio de nutrientes orgánicos e inorgá-nicos, con su “arrendatario”, es decir entre él y las zooxantelas. Este intercambio de nutrientes orgánicos e inorgánicos se da bajo ciertas condiciones idó-neas de parámetros en el agua.

    Niveles de nitratos (NO3) y fosfatos (PO4) altos (nutrien-tes inorgánicos altos).

    Si tenemos una alta población de zooxantelas en el coral, pro-ducto de una excelente ilumi-nación y un nivel de nutrientes inorgánicos altos, y se produce una relación inadecuada de carbonatos, calcio (Ca) y mag-nesio (Mg), se originará una

    expulsión masiva de zooxantelas y por consiguiente un blanquea-miento del coral, que no tiene nada que ver con la pérdida de tejido. Pero, si persiste en el tiempo este desbalance, se producirá finalmen-te también la pérdida de tejido. Llegados a este punto, está demos-trado, que el limitante del estrés del coral, es la concentración de la dureza de carbonatos (KH) disuelta en el agua. El nivel de la dureza de carbonatos (KH) debería estar por encima de 9 dKH, aunque persis-te un cierto balance entre 8,5 y 14 dKH. En la situación de desequili-brio descrita anteriormente, la nu-trición (nutrientes orgánicos), pasa a ser un tema de segundo nivel, en las prioridades del sistema, dado que el asunto de mayor gravedad es que se rompe el balance entre las zooxantelas y su coral hospe-dante.

    Si mantenemos, en el agua del acuario, un nivel de nutrientes in-orgánicos altos, y una relación ade-cuada en la dureza de carbonatos (KH), calcio (Ca) y magnesio (Mg), conseguiremos un crecimiento acelerado de los corales pero de colores menos intensos.

    Blanqueamiento de una Seriatopora hystrix. ©Imagen obtenida de Todomarino.com

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    18Dureza de carbonatos (kh), calcio (ca), magnesio (mg) y su relación entre ellos

    Niveles de nitratos (No3) y fosfatos (Po4) bajos (nutrientes inor-gánicos bajos).

    Por el contrario, si tenemos una baja población de zooxantelas en el coral, producto de una determinada iluminación, un nivel de nu-trientes inorgánicos bajos, combinados de cómo en el caso anterior, con una relación inadecuada de carbonatos, calcio (Ca) y magnesio (Mg), se originará igualmente, una expulsión masiva de zooxantelas y de no corregirse, propiciará los mismo efectos ya descritos ante-riormente. Bajo estas condiciones, el nivel de la dureza de carbona-tos (KH) debería estar por debajo de 8 dKH, el nivel ideal se sitúa entre 6,5 y 7,5 dKH, aunque hay todavía balance entre 6,5 y 8,5 dKH. En esta situación, lo mismo que ocurre en la naturaleza, que es un sistema ULNS (Ultra Low Nutrient System), se hace aún más im-prescindible, una buena nutrición de nuestros corales, aportando al agua de nuestro acuario: carbohidratos, aminoácidos, ácidos grasos, proteínas, vitaminas, etc.

    Si mantenemos, en el agua del acuario, un nivel de nutrientes in-orgánicos bajos, y una relación adecuada en la concentración de carbonatos (KH), calcio (Ca) y magnesio (Mg), junto con una buena nutrición, conseguiremos que los corales crezcan más lentamente pero con los colores más intensos.

    BIBLIoGRAFIA• Cid Ruiz, J.Mª. (2016). El agua del acuario. (Edit.:MJVT). AquaticNotes.

    • Laurens, L. (2015). Relación entre la alcalinidad y los nutrientes. Acuariofiliama-rina.com

    • Lewis, B.M., Nothderft, L.D. y Nothderft, L.N. (2.016). Expulsion of Symbiodinium by pulsed inflation under hyperthermal stress in Heliofungia. Springer Link.

    • El equilibrio químico entre PH, calcio y dureza de carbonatos. (2004). Revista electrónica Blue Plolyp.

    • La química en el acuario de arrecife. Acuanovel.com

    José Juan JiménezJosé Juan, ha compatibilizado durante 15 años, su carrera profesional con su gran afición, los acuarios.

    Durante estos años ha mantenido varios acuarios de agua dulce de diferentes medidas, aunque desde hace un año y medio decidió cambiar a su verdadera pasión, los acuarios marinos.

    Actualmente mantiene dos pequeños acuarios marinos, un cubo de 96 litros más sump dedicado a SPS y LPS, y otro de 40 litros dedicado a Zoántidos.

    Es colaborador del Área Marino en el foro Acuariofilia Madrid y recientemente socio de la AEA.

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    18Mantenimiento de corales no fotosintéticos del género TubastraeaEmilio Cortés Melendreras

    Existe un grupo de corales que tienen en común la ausencia de zooxantelas en el interior de sus tejidos. Se les conoce como corales No Fotosintéticos o Azooxantélicos. Esta característica determina el hábitat en el que viven y el modo de alimentación que pre-sentan. Dentro de este grupo hay un elevado número de Octocorales: corales blandos con espículas calcáreas y gorgonáceos con filamentos internos proteicos o endurecidos con calcio. También hay algunos Hexacorales que cuentan con esqueleto calcáreo, en concreto de estos últimos existen unas 720 especies, incluidas en 120 géneros y 7 subgéneros.

    Existe un grupo de corales que tienen en común la ausencia de zooxantelas en el interior de sus tejidos. Se les conoce como corales No Fotosintéticos o Azooxantélicos. Esta característica determina el hábitat en el que viven y el modo de alimentación que pre-sentan. Dentro de este grupo hay un elevado número de Octocorales: corales blandos con espículas calcáreas y gorgonáceos con filamentos internos proteicos o endurecidos con calcio. También hay algunos Hexacorales que cuentan con esqueleto calcáreo, en concreto de estos últimos existen unas 720 especies, incluidas en 120 géneros y 7 subgéneros.

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    Por supuesto una gran parte de estas especies viven en aguas frías a grandes profundidades, aunque unas cuantas de ellas se encuentran en zonas de arrecifes de coral compartiendo hábi-tats con corales fotosintéticos formadores de arrecifes.

    Este artículo trata sobre cómo abordar el mante-nimiento de algunas de estas especies recifales, interesantes desde un punto de vista acuarioló-gico, por su espectacular colorido y su frecuente aparición en el mercado, en concreto se centra-rá el tema sobre corales del género Tubastraea, aunque muchas de las consideraciones aporta-das aquí son extrapolables a otras especies de corales no fotosintéticos, que necesitan condi-ciones similares para su desarrollo.

    En la actualidad se aceptan como válidas seis especies dentro del género Tubastraea, entre las cuales hay cuatro que se suelen importar para su venta en tiendas de acuarios.

    Tubastraea coccínea Lesson, 1830.

    T. faulkneri Wells, 1982.

    T. diaphana Dana, 1846.

    T. micranthus Ehrenberg, 1834.

    La diferenciación por especies es compleja y por regla general re-quiere el estudio del esqueleto de la colonia, más concretamente de los cálices.

    Gracias a su coloración se pueden diferenciar en dos grupos. Las más comunes suelen ser las de color anaranjado - amarillo, T. coccinea y T. faulkneri, según parece esta última presenta los pólipos más espa-ciados y T. coccinea más unidos, aunque esta característica no es un

    carácter taxonómico claro debido a que puede depender del crecimiento de cada ejemplar en condiciones particulares de asentamiento o corrientes. En este grupo se incluía una espe-cie más, T. aurea, que resultó ser una sinonimia de T. coccínea.

    El segundo grupo comprende a T. diaphana y T. micranthus cuya coloración es muy oscura, casi negra en el caso de T. diaphana y también oscura pero con reflejos verdes que pueden llegar a ser intensos sobre todo en los tentá-culos en T. micranthus. Entre estas dos especies la diferencia más aparente radica en su porte. Mientras T. diaphana es masiva con los cálices bastante elevados, T. micranthus presenta un crecimiento dendroide formando ramificacio-nes arborescentes.

    De las dos especies restantes originarias de las Islas Galápagos, una de ellas, Tubastraea tagusensis Wells, 1982, está citada como espe-cie invasora en costas del Atlántico Oeste. La otra, T. floreana Wells, 1982, está catalogada en peligro crítico en las listas de la IUCN, debido

    según parece a su baja tolerancia a las variaciones de temperatura del agua asociadas a los fenómenos relacionados con el cambio cli-mático.

    Como decíamos antes son especies que carecen de zooxantélas, por lo que su alimentación se basa exclusivamente en el plancton que capturan gracias a unos prominentes tentáculos que extienden visi-blemente al detectar alimento circulante.

    La fuente de alimento determina su disposición en las áreas donde habitan. Es frecuente encontrar este tipo de corales en zonas como

    Colonia de T. diaphana. ©Emilio Cortés .

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    los taludes recifales, con sus características paredes verticales a las que las corrientes hacen llegar directamente el plancton desde las profundidades. También son habituales incluso en zonas superficia-les, en cavidades y cuevas donde no compiten por el espacio con otras especies de corales fotosintéticos.

    Es importante destacar que aunque pueden adaptarse a vivir en zo-nas con cierta cantidad de luz, la máxima extensión de sus pólipos tiene lugar en completa oscuridad.

    Estas condiciones de vida tienen que ver directamente con la dificul-tad de su mantenimiento en sistema cerrado.

    SIStEMAS PARA MANtENER CoRALES No FotoSINtétICoS

    Los corales no fotosintéticos necesitan un ritmo de alimentación muy frecuente, por lo que las concentraciones de nutrientes que se acumulan en los Acuarios destinados a mantener estas especies, pueden llegar a ser tan elevadas que condicionen su viabilidad.

    De cualquier modo es un hecho que las especies de corales que pre-sentan zooxantelas, en su mayoría también están diseñadas para alimentarse en el momento de los afloramientos con cantidades de plancton que sorprenderían a cualquier aficionado a los acuarios de arrecife. Se ha llegado a constatar un consumo en corales del género Acropora de 500 g./m2 de plancton al día en arrecifes del Pacífico. Esto evidentemente tiene relación directa con la tasa de crecimien-to en el medio natural y por supuesto también tiene que ver con la intensidad de la coloración en algunos ejemplares de determinadas especies.

    Si se pretende mante-ner especies con una tasa de alimentación muy elevada, como corales del género Tubastraea u otros corales no fotosintéti-cos, se ha de tener en cuenta que el sistema debe estar diseñado con el control de nu-trientes en mente.

    TANqUE

    En el caso de los tan-ques destinados a albergar corales del género Tubastraea, debemos pensar pri-mero en la accesibili-dad a los ejemplares, a los que por regla ge-neral alimentaremos directamente a mano

    Alrededor de las colonias madre se asientan un gran nú-mero de plánulas que formarán nuevas colonias. ©Emilio Cortés .

    Balanophyllia sp.procedente de un esqueje. ©Emilio Cortés .

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    por medio de jeringuillas del tamaño apropiado. La accesibilidad im-plica que los tanques no sean demasiado profundos. Un máximo de 60 – 70 cm. es lo adecuado, por encima de esta profundidad se hace complicado alimentar a los ejemplares que están en la zona inferior.

    En el caso de corales no fotosintéticos que requieren alimentación continua de pequeño tamaño (fitoplancton y bacterioplancton) como puede ser el caso en los géneros Dendronephthya o Steroneph-thya, es recomendable utilizar acuarios cilíndricos que favorezcan aun más las corrientes laminares. En el caso de los corales tratados

    en el presente artícu-lo no es necesario y pueden llevar a cabo su ciclo de vida com-pleto en tanques con esquinas como los ha-bituales.

    RECIRCULACIÓN

    Uno de los factores más importantes en el correcto manteni-miento de estas espe-cies es la circulación del agua en el tanque. Una correcta dispo-sición de las bombas de recirculación y un caudal adecuado van a hacer posible o no el mantenimiento de estos corales.

    El tipo de corriente idóneo para estas es-

    pecies es de carácter laminar con turbulencias puntuales en el trans-curso del día. Con esto simplemente imitaremos el tipo de corrientes que suelen caracterizar su hábitat natural. Esto significa que hemos de programar las bombas con corrientes continuas orientadas en un sentido determinado que preferiblemente alcance a toda la colonia.

    Con este diseño de corrientes se consiguen varios objetivos: mante-ner oxigenada la colonia, que el alimento circulante pueda llegar a los pólipos de prácticamente todos los ejemplares del Acuario y una de las cosas más importantes, mantener la colonia limpia de restos de comida y sedimentos, en especial en la zona que queda entre los pólipos. La acumulación de desechos en estas zonas ocasiona el deterioro del tejido y la regresión de toda la colonia.

    Es por esto interesante la disposición de los ejemplares seleccio-nados en paredes verticales de roca preparadas a tal efecto en el acuario. De esta forma se facilita la limpieza de la colonia, aunque también se puede lograr este efecto con los ejemplares en el fon-do y bombas que produzcan corrientes desde la zona superficial de Acuario, dirigidas hacia las colonias.

    En la fase de aclimatación de ejemplares al acuario es de vital im-portancia situarlos correctamente en una zona con la corriente apropiada. Puede que se abran los pólipos el mismo día de llegada o que tarden un poco más en llegar a extenderse, pero siempre será importante una estimulación en la que la corriente tiene un papel decisivo, junto con la alimentación.

    Entre las cuatro especies del género Tubastraea que se tratan en este artículo, hay una especialmente exigente con el tipo de corriente. Se trata de T. micranthus, considerada como una especie de viabilidad limitada en acuarios.

    FILtRACIÓN

    El sistema de filtrado debe ser diseñado con el fin de controlar la acumulación de nutrientes. La opción básica consta de roca viva y un Skimmer sobredimensionado. Una opción interesante contem-

    Ejemplar de T. micranthus de dos años de edad en excelen-tes condiciones. ©Emilio Cortés .

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    pla suplementar el sistema con filtra-ción biológica des-nitrificante, destina-da a mantener unos niveles de Nitrato reducidos, pueden ser filtros anaero-bios de rutas desasi-milatorias, filtros de sulfuro, biopellets, etc. También es ne-cesario controlar los niveles de fosfatos por medio de resi-nas antifosfato de base férrica, regene-ración de agua con Cloruro de Lantano, etc.

    Todos estos siste-mas con la excep-ción de los biope-

    llets y las resinas antifosfato, requieren una especial atención debido a su inestabilidad característica, aunque de conseguir llevarlos a un punto óptimo de funcionamiento, se tendrá resuelto uno de los principales problemas en este tipo de acuarios.

    Bajo nuestro punto de vista es recomendable comenzar con el sis-tema básico e ir actuando en función de cómo se acumulen los nu-trientes.

    A pesar de todo estas especies presentan mayor tolerancia a nive-les elevados de nutrientes que otras especies de corales, en especial SPS’s.

    Uno de los sistemas que se utiliza en el Acuario de la Universidad de Murcia es el de los tanques de amortiguación. El sistema consiste en introducir depósitos de agua como satélites del sistema principal, con volúmenes elevados de agua, que permiten aumentar conside-rablemente el volumen total del sistema, haciendo que el incremen-to de nutrientes sea más gradual. Del mismo modo estos depósitos son perfectos para realizar cambios de agua semanales, ideales para contener el exceso de nutrientes y para que se mantenga el equili-brio iónico en el agua del sistema.

    El uso de este tipo de tanques de amortiguación no solo se dirige a los tanques para corales no fotosintéticos, sino que también se usan en tanques de arrecife habituales y los resultados son muy buenos.

    PARáMEtRoS FíSICoS Y QUíMICoS

    Es importante controlar la temperatura del sistema con los medios tradicionales, preferiblemente entre 24 y 26ºC. Algunas de estas es-pecies son sensibles a temperaturas superiores a 27ºC.

    Alimentación directa con jeringuilla. ©Emilio Cortés .

    Tubastraea en plena expansión tentacular. ©Emilio Cortés .

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    En cuanto al resto de parámetros se debe actuar en los rangos ha-bituales para un tanque de arrecife. Salinidad: 35 g/l., Ca:400-450 ppm., Mg: 1390 ppm., KH: 3-5 meq-l., Iodo: 0.08 ppm., etc.

    ILUMINACIÓN

    La iluminación en este tipo de tanques no es necesaria, incluso los mejores resultados se obtienen casi en oscuridad, pero debido al in-terés que presenta su observación, es recomendable disponer de una fuente de luz no demasiado invasiva. En los sistemas de corales no fo-tosintéticos del Acuario de la Universidad de Murcia, se ha observado que una sencilla luz fluorescente azul T8 es lo suficientemente acepta-ble para que podamos apreciar su comporta-miento y su llamativa coloración, al mismo tiempo que permite a los corales una rápida adaptación.

    En algunos estudios se comenta la capa-cidad de adaptación que presentan estas especies, en particular T. coccínea y T. faulkneri a un lento y progresi-vo aumento en la in-tensidad luminosa del acuario. De cualquier modo si se quiere ga-rantizar su calidad de mantenimiento, es recomendable una iluminación bastante controlada.

    ALIMENtACIÓN

    Uno de los puntos claves para asegurar la viabilidad de estas espe-cies es la alimentación.

    En el medio natural estos corales reciben un aporte importante de zooplancton que suele coincidir con las horas de oscuridad. En este momento se producen los afloramientos en superficie del plancton que ha pasado el día en aguas profundas. Los corales abren sus póli-pos al máximo con el objetivo de capturar su dosis de alimento.

    En los acuarios ocurre de igual manera, aunque se puede acostum-brar a los corales a recibir su alimento a diferentes horas, estimulan-do previamente con una pequeña cantidad de comida lo suficiente-mente olorosa como para ser detectada rápidamente. Una vez que los corales se dan cuenta de que hay comida en el agua, comienzan a extender sus tentáculos y en poco tiempo el pólipo está comple-tamente abierto.

    Las plánulas son capaces de fijarse en multiples superficies. Aquí sobre una brida. ©Emilio Cortés .

    Esquejes y colonias incipientes preparadas para estudios de crecimiento y alimentación. ©Emilio Cortés .

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    Este es el momento de proceder a alimentar a los distintos ejempla-res. Como hemos dicho anteriormente, en el tanque deben existir potentes corrientes que distribuyan la comida por todos los rinco-nes y de este modo alcance al máximo número de pólipos posible e incluso a las crías que irán formando pequeñas colonias asentadas en distintas zonas de las pare-des o el sustrato.

    En nuestras instalaciones uno de los parámetros que medi-mos en los tanques en los que alimentamos corales es el cau-dal de alimentación, es decir, la velocidad que le confiere la co-rriente a elementos del planc-ton al pasar por los pólipos de los distintos corales. Tratándo-se de corales no fotosintéticos observamos caudales de ali-mentación que oscilan entre 15 y 30 cm. por segundo en el caso de Tubastrea coccínea o T. faulkneri, de 25 a 32 cm./s en T. diaphana y T. micranthus (esta última siempre en el ran-go más alto) y en otros grupos encontramos valores como 13 cm./s. en Dendronephthya sp. y Steronephthya sp. ó 28 cm/seg. en Acalycigorgia sp. (una de las gorgónias más exigentes).

    A pesar de contar con la ayuda de las corrientes de recirculación, es importante dosificar el alimento a través de una jeringuilla de la capacidad apropiada a la cantidad de ejemplares presentes en el Acuario. Una jeringuilla de 100 ml. es suficientemente grande para alimentar un buen número de colonias.

    El tamaño de las presas para corales del género Tubastraea puede ser variable, en nuestro caso alimentamos con diferentes tipos de crustáceos y otros organismos planctónicos con una talla desde menos de un milímetro, hasta varios centímetros. Para alimentar las Tubastreas utilizamos copépodos de diferentes tamaños, rotífero,

    nauplio de artemia, plancton rojo, zoeas, metazoeas, arte-mia adulta, misidáceos, krill de distintos orígenes y tama-ños e incluso en ocasiones camarones de tallas peque-ñas. Se puede utilizar tanto congelado como vivo. Toda la comida seleccionada se mez-cla en jeringuillas de 100 ml. y se dosifica directamente a los distintos ejemplares, alimen-tando varios pólipos de las diferentes colonias en cada toma. También se pueden in-cluir determinados enrique-cedores de los habituales del mercado.

    En nuestro caso hemos visto que es apropiado seguir un protocolo de alimentación

    completo en el que se dosifica directamente a los ejemplares hasta tres veces al día: temprano por la mañana, medio día y última hora de la tarde. A pesar de esto de madrugada es cuando se sigue obser-vando la máxima expansión tentacular. Aprovechando este momen-to a media noche, se puede programar un depósito de alimentación con agitadores magnéticos y bomba peristáltica para aportar la can-tidad oportuna a esas horas de la noche.

    Pólipo de reciente formación en fase de expansión generando nuevos pólipos para formar una colonia. ©Emilio Cortés .

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    Dosificando el alimento durante el día por medio de las jeringuillas se consigue mantener abiertas las colonias durante la mayor parte de la jornada, algo importante en instalaciones abiertas al público.

    Posteriormente a la alimentación, los pólipos expulsan los residuos resultantes al agua del tanque, aquí es importante de nuevo el mo-vimiento de recirculación del agua, para movilizar los desechos, etc., como se comentaba anteriormente.

    Es importante tener en cuenta que se debe evitar el exceso de ali-mentación, ya que es posible llegar a saturar a los pólipos provocán-doles infecciones internas que acabarán con la colonia completa, de ahí que sea preferible una alimentación en menores cantidades y más frecuente que mucha de golpe y más espaciada en el tiempo. Aquí también juega un papel importante el tamaño del ali-mento seleccionado. Los más grandes deben ser administra-dos con mayor cuidado.

    REPRodUCCIÓN

    En los corales del género Tubas-traea se observan dos tipos de reproducción básicos como en el resto de grupos de corales: asexual y sexual.

    La reproducción asexual es bas-tante común al igual que en otras especies y en estos corales se observan distintos mecanis-mos de división. Uno de ellos es la formación de gemas que se desprenden de la colonia for-mando nuevas colonias sobre el sustrato.

    Otro mecanismo interesante se basa en el desarrollo de plánulas que se mantienen en la cavidad gastrovascular sin tener lugar fecunda-ción por parte de otro individuo. Cuando llega el momento salen al exterior por la región oral y colonizan áreas rocosas cercanas al ejemplar madre.

    También se ha observado cuando existe algún organismo próximo en competencia por el espacio, la capacidad que presenta T. coccí-nea, seguramente compartida con otras especies del género, para dirigir el crecimiento de finas prolongaciones de tejido y esqueleto de hasta 15 cm de longitud sobre el sustrato rocoso, que desarrollan un cáliz en su extremo con el fin de generar una nueva colonia, libre de la presión por el espacio a que está sometida la colonia madre.

    En cuanto a su capacidad de reproducción sexual presentan hermafroditismo. En distintas épocas del año dependiendo de su localización, tienen lugar eventos reproductores en los que los individuos que actúan como machos liberan esperma y este llega a individuos que actúan como hembras fecun-dándolos. Tras esta fecundación los huevos se desarrollan en el interior del ejemplar liberando plánulas que salen al exterior y colonizan rápidamente zonas cercanas a la colonia madre. La reproducción sexual es de vital importancia para lograr el in-tercambio genético necesario en interés de la viabilidad de la especie.Pólipo de reciente formación en fase de expansión generando nuevos pólipos para formar una

    colonia. ©Emilio Cortés .

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    CoNCLUSIoNES

    Como se puede apreciar para un buen número de especies, los co-rales no fotosintéticos no son corales complicados. La complicación radica en nuestra capacidad de implicación a la hora de mantener-los. La alimentación es una parte fundamental de su mantenimiento y se debe llevar a cabo siguiendo protocolos en los que no puede haber periodos sin alimentar superiores a 4 días. De tener lugar es-tos lapsos en su alimentación es muy probable que los ejemplares acaben muriendo. Desde aquí una llamada a la responsabilidad, si se decide montar un tanque de estas características se han de asumir las obligaciones adquiridas. Nunca se debe olvidar que mantene-mos seres vivos que dependen de nosotros directamente.

    Emilio Cortés MelendrerasLicenciado en Biología por la Universidad de Murcia. Director Técnico y Conservador del Acuario de la Universidad de Murcia desde 2006. Autor de numerosos artículos científicos y de divulgación sobre Acuariología y Biología de especies tanto dulceacuícolas como marinas. Ha participado y dirigido distintos proyectos de ámbito científico, enfocados en su mayoría a la conservación de especies acuáticas y también proyectos técnicos sobre montaje y mantenimiento de instalaciones adecuadas para organismos acuáticos. Profesor en Cursos de Acuariología en toda Europa desde 1992. Los últimos 10 años ha dirigido su trabajo científico hacia la reproducción de peces e invertebrados en sistema cerrado, centrándose principalmente en peces de la Familia Syngnathidae (caballitos de mar y peces pipa) y en invertebrados del Grupo Cnidaria Clase Anthozoa (corales y anémonas).

    Colonias con menos de un año de edad. ©Emilio Cortés .

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    18 Acanthurus japonicus (Cirujano del Japón)

    Jorge Vilaplana

    A.japonicus necesita acuarios realmente espaciosos para poder expresar todo su desarrollo. ©Jorge Vilaplana

    Lo que más me sorprendió durante este periodo de tiempo, es que el animal ni siquiera contrajo “punto blanco”, por mi parte, yo le daba una dieta muy variada, incluyendo: alga nori, spirulina, alimento congelado y varios tipos de alimen-to comercial.

    Al mes de su permanencia en el acuario, ya se comportaba como un ejemplar dominante frente a los demás habitantes del acuario. Nunca ha sido un pez agresivo pero sí que se hace de respetar, sobre todo a la hora de comer.

    Para mí este pez le dio un valor enorme al acuario, no me resulta difícil su mantenimiento, pero si que es verdad que yo he tenido suerte, ya que son muy propensos a enferme-dades de la piel y no pretendo que mi experiencia se tome como referencia, -No es un pez sencillo de mantener- .

    El día que adquirí este precioso animal, estaba muerto de miedo por las enfermedades que pue-den llegar a sufrir estos peces. Su primer día fue muy duro, ya que en mi sistema habitan dos ci-rujanos más ( Z. flavences y C. strigosus), estos lo “acuchillaron” y lo acorralaron durante 2 días, yo pensaba que no iba a sobrevivir a esos envites. A la semana ya no le hacían caso, solo de vez en cuando se producían algunas carreras por el acuario pero sin más consecuencias.

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    18Acanthurus japonicus (Cirujano del Japón)Después de 5 años conmigo el sigue en mi acuario y yo disfrutando de él, es una autentica maravilla ver como se ha adaptado al acuario y a la convivencia con sus compañeros.

    dISPoNIBILIdAd EN LAS tIENdAS

    No es un pez difícil de encontrar en las tiendas, ya que esta especie tiene una baja amenaza de desaparecer de su hábitat y su recolec-ción de momento no está vetada. Esto no quiere decir que no deba-mos adquirir conciencia sobre los requerimientos que precisa, muy al contrario. Su precio ronda desde los 50€ a los 100€ dependiendo del tamaño, yo soy partidario de adquirir ejemplares pequeños y po-der asistir a todo su desarrollo.

    LIStA RoJA dE IUCN dE ESPECIES AMENAZAdAS

    El Acanthurus japonicus se encuentra en esta lista, en riesgo de baja preocu-pación, lo que no deja de ser una espe-cie amenazada, a continuación tenéis los grados de amenaza y donde se en-cuentra la especie que nos ocupa.

    • No evaluado

    • Datos insuficientes

    • Baja preocupación (ßJaponicus)

    • Cerca de amenaza

    • Vulnerable

    • En peligro de extinción

    • En peligro critico de extinción

    • Extinto en la vida salvaje

    • ExtintoFuente: http://www.iucnredlist.org/details/links/177977/0

    EN SU háBItAt

    Se trata de una especie bento-pelágica. Suele verse normalmente en grupos pequeños o grandes, a veces también ejemplares solitarios, en fondos arenosos y rocosos de lagunas protegidas de arrecifes coralinos, y entre corales. Su rango de profundidad alcanza los 20 metros, aunque normalmente se encuentra entre 5 y 15 m de pro-fundidad.

    Se distribuye en aguas del océano Pacífico. Es una especie presen-te en las costas de Filipinas, Indonesia, Japón, Malasia, Palaos, isla Spratly y Taiwán.

    Acanthurus japonicus . © Jorge Vilaplana.

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    18 Acanthurus japonicus (Cirujano del Japón)

    FIChA ACANthURUS JAPoNICUS

    Familia: Acanthuridae

    Biótopo: Arrecifes de coral

    Distribución: Indo-Pacífico: de Indonesia a Filipinas.

    Forma: Ovalado y con boca prominente que le permite pacer algas.

    Coloración: Cuerpo de color pardo, marrón, o negro, que se va acla-rando hasta llegar al pedúnculo caudal de color amarillo, al igual que el escalpelo que se encuentra aquí.

    Mancha oblicua y alargada de color blanco que se extiende desde la base del ojo hasta la boca (más larga que en A. glaucopareius).

    Localización japonicus salvaje.

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    18Acanthurus japonicus (Cirujano del Japón)Inserción de la aleta pectoral de color amarillo. En las inserciones de las aletas dorsal y anal líneas amarillas que terminan en el pedúnculo caudal. Coloración naranja en la parte superior de la aleta dorsal.

    Aleta caudal blanca con una franja amarilla

    Tamaño: Hasta 20cm. en su hábitat natural.

    Diferencias sexuales: Inexistentes

    Temperatura en el acuario: 24-28ºC

    Agua: Excelentes condiciones para evitar su estrés, lo que conlleva-ría una infestación por “punto blanco”, al que los miembros de esta familia son tan vulnerables. Derivados nitrogenados adecuadamen-te bajos en concordancia con un acuario de arrecife, pH: 8,1-8,4; den-sidad 1.022-1.025.

    Acuario: De al menos 300l con forma alargada, ya que esta especie necesita nadar. Perfectamente compatible con el acuario de arrecife. “Pastará” las macroalgas que se encuentren en el tanque principal.

    Alimentación: Requiere un importante aporte vegetal en su dieta. Indispensable ofrecerle algo de algas Nori y también Spirulina. Abs-tenerse de darle lechuga, acelgas u otros vegetales terrestres que contengan celulosa, ya que no la pueden metabolizar (no poseen la enzima necesaria, aunque hay ejemplares de cirujanos que la obtie-nen exógenamente, picoteando heces de otros peces que sí la po-seen).

    Comportamiento: Solitario y pacífico, puede resultar agresivo con los de su misma especie o con animales de su mismo género con librea similar (como A. glaucopareius o A. nigricans)

    Reproducción: Inviable por el momento en cautividad. Sería tre-mendamente difícil sacar a las crías adelante debido al largo perio-do larval de esta familia e igual de complicado que se produjeran puestas en acuario, por los requerimientos de hábitat que precisa.

    Jorge Vilaplana Rico

    Jorge Vilaplana Rico (Alcoy,1981).Lleva una década dedicado al mantenimiento de acuarios marinos. Comenzó con un acuario cubico de 60l y actualmente mantiene un sistema de 500l dedicado a corales SPS y algún LPS.

    En Mayo del 2014, creó el blog www.marinofacil.com donde comparte sus experiencias y artículos sobre acuariofilia marina.

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    18 La Acuariofilia en la Red

    Investigando un poco podemos encontrar muchas novedades en cuanto a lo que “Foros” se refiere, como por ejemplo el de www.mundopez.org, foro que aunque es bastante joven a lo relativo a “post”, tiene bastante contenido y co-sas muy curiosas como “unboxing” de productos para sus pruebas en video. Dispone de áreas de acuarios de agua dulce separadas por familias, ciclidos , y también, área de invertebrados gambitas etc, y paisajismo de acuarios.También contiene subforo de enfermedades, bricolaje, química del agua, y contiene una biblioteca con fichas sobre peces e invertebrados.

    Otro novedoso foro es el de , un foro joven, pero bastante interesan-te sobre todo las áreas de reuniones o “quedadas”, grupos de telegram donde se habla de acuarios y dudas, dispone de talleres de arduino, pro-filux y control de acuarios mediante ordenadores.Tiene también área de fotografía con concursos mensuales, y zona de recolección de animales y de investigaciones sobre la cría de peces ma-rinos con post bastante curiosos como por ejemplo la cría en cautividad del Paracanthurus Hepatus, P. kauderni, etc.

    Una selección de útiles páginas web para acuaristas

    Samuel Armengol

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    18noticiasI Congreso Ibérico de Acuariofilia y Acuariología

    La ciudad portuguesa de Aveiro, a ini-ciativa de su universidad, celebró los pa-sados días 16 al 18 de marzo, el Primer Congreso Ibérico de Acuariofilia y Acuariología. Un evento pleno de con-ferencias y talleres prácticos, donde los aficionados y profesionales de la acua-riofilia han compartido en el campus universitario sus experiencias y proyec-tos en curso.

    Diferentes nombres del mundo de la investigación en el mante-nimiento y reproducción de especies acuáticas ornamentales han compartido un amplio programa de actividades en esta primera edición. Por parte española acudieron entre otros: Mercedes Bláz-quez (CSIC-ICM Barcelona), Ana Ahuir (Universidad de Valencia) Miquel Pl