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PAOflQA MTr DWPflRPTV’flDomingo, 22 de marzo de 1W
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y LESIONES
rán en Tokio el año próximo. Alos 29 años de edad Yang no sola-mente es el campeón mundial dedecatlón, sino también el más gran-de y completo de los atletas de lahistoria. Fue el primero que superóla barrea de 9.000 puntos en eldecatlón, y además se ha destacado en pruebas de individuales,pues posee el record mundial depértiga.
En abril último batió el reeordmundial de decatión adjudicándose 9’121 puntos, o sea 438 más dela marca que había establecidoanteriormente en el estadio delMt. San Antonio College, cerca deLos Angeles. En julio se adjudicó el campeonato de carrera devallas de 110 metros en la pruebainternacional de cancha y pistaen Estocolmo. Ha sido recordmanmundial de deportes en interioresen salto con pértiga y todavía trata de alcanzar los 5’lQ metros dealtura.
Yang se convirtió en decatlonista casi accidentalmente. Hasta los21 años de edad apenas sabía dela existencia de esa competición dediez pruebas y nunca se habíadistinguido mucho como atleta.
El momento decisivo llegó paraél en 1954, cuando se hacían pruebas para seleccionar el equipo chi-no que concurría a los SegundosJuegos Asiáticos de Manila, y Yangfue elegido como atleta secundario en salto de longitud. En losdiversos exámenes de candidatosea campo y pista, el jefe de entre-nadores quedó sorprendido al cern-probar que el delegado y alto jo—ven chino era capaz de aventajara corredores experimentados y quelanzaba el disco y el peso con mar-cas que se aproximaban a los re-cord mundiales. Por lo tanto llamóa Yang aparte y le sugirió que en-sayara el decatlón.
Esto parecía casi imposible.Yang nunca había saltado conpértiga y no le gustaban las ca-rreras de vallas. Pero el entrenador insistió y Yang se adjudicó4,429 puntos, lo cual fue un recordnacional. Dos semanas después elequipo chino viajaba a Manila.
Yang todavía se entrenaba intensamente cuando se iniciaron losjuegos de Manila, pero conquistó
g:arrat en uno combate
riero que se reciben por los con-ceptos de derechos de televisióny cine han convertido el campeo-nato mundial de los pesos pesa-dos en un nuevo y fabuloso «E1dorado».
EL PRIMER «REOORD FUE DE5.000 DOLAEES»
Un examen de lo que gananlos deportistas que parctican lasdistintas clases de boxeo revelaun contrasentido. El promediode lo que recibe un boxeador deLOS pesos medianos es relativa-mente muy poco en compara-ción de las enormes sumas dedinero de los boxeadores del po-so pesado.
Cuando John L. Sullivan obtuyo el primer campeonato mundial de los pesos pesados en 1882,ganó cinco mil dólares, lo queequivaldría actualmente a unastrescientas mil pesetas. Esta ci-fra fue un recørd de la época.La mayor suma de dinero queconsiguió durante su carrera fuede doce mil dólares, que equival-drían actualmente a más de se-tecientas mil pesetas. Cuandoperdió el título en el combatecon James J. Corbett, en 1882.después de 21 «rounds» de lucha,no recibió nada porque se acordóque el vencedor e llevaría todala bolsa.
Muchos otros boxeadores lo-graron acumular enormes cifrasde dinero gracias a sus combates.Así, Jack Dempsey entre 1919 y1942, ganó tres millones y mediode dólares. (210 millones de po-setas). Joe Louis, ganó en quince años, durante los cuales sos-tuvo 61 peleas, la suma de 4.191.323 dólares unos 240 millonesde pesetas aproximadamente).Lo mismo ocurrió con Floy Pat-terson, «Ingemar Johansson yCharles «Sonny» Liston, que Ile-garén a ser millonarioS,
En el combate con Clay, J..iston ganó tres millones de dólares, (180 millones de pesetasmientras que Cassius obtuvo dosmillones. Se estableció así puesun nuevo record de cinco millo-ces de dólares.
«SUGAs» ROBINSONNIA DE UNA OORTE PR!VAD
Existe otro rango de boxeado-res constituido por todos aquelbs que son campeones en otros
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Hemos de convenir que el fútbol español se está v,iendo un tanto anacrónico. Nada digno de resaltar.
Los aficionados sólo pueden polemizar en torno a las po-sibilidades del Esroelona o . si eL-Madrid una vez más vol-verá a ser ,çapeón. Nitan aiquieea ks destinados•enso o la proitioción llegan -a interesar al granEn todo caso a su sector de incondicionales.
El fútbol español continúa siendo la expansión de mi-fones de celtíberos, los cuales pueden explicarles con te-dos pelos y señales por qué ganó o perdió tal equipo— generalmente porque no adoptó la táctica que el celtihero en cuestión creyó la más idónea — y que se desesperocada jornada al comprobar que pese a sus conocimientossólo ha llegado a conseguir nueve o diez resultados en suiuiniela, mientras el vendedor de periódicos de Galicia ola criada de Andalucía ha conseguido convertirse en mi-Lloflaria gracias a un catorce, pero especialmente a que posabía nada de los problemas del fútbol.
En definitiva que al fútbol español no le pasa nada; queno sucede nada. Ni un mal «ataire» como en Francia, enque unos - hicieron bandera de Kopa y otros tras compro-bar la decepcionante marcha del histórico Reims se toe-naron antikopistas.
Aquí nunca sucede nada, Salvo que un equipo es eampeón y otros lo pudieron ser. Que unos descienden y otrospromocionan. Cada año lo mismo. Ni una temporada concasos sensacionalistas. Ni un jugador sobornado como haocurrido recientemente entre los «aficionados» yugoslavos,ni mucho menos un caso tan tremendo, tan sensacionalistacomo el de la Liga italiana, en que se habla de drogadomasivo de los jugadores del Bolonia, con desaparición deunas probetas del centro técnico donde se iban a exaninarlas pruebas del drogado, con posteriores accidentes» dealguno de los encargados del caso, con raptos policíacos,con movimientos de masas de la afición de una ciudad con-tra otra. En fin. La guerra...
Mientras, nosotros, continuamos con la monotonía de cadajornada. Como mucho de vez en cuando algún enfrenadorse atreve a manifestar que el árbitró. les ha perjudicadopara favorecer a otro equipo. Algún jugador sancionado pordiscutir con el árbitro o por otra insignificancia por el es-tilo, pero no me negarán que nuestras cosas son insignificantes si las comparamos con los «afaires» de unos, con lossobornos de otros o con los sensacionalismos de aquéllos.
A la vista de todos esos acontecimientos no sé si habrállegado la hora de pensar muy seriamente que a nuestrofútbol le falta algo. O que al fútbol de los demás les sobrantodos esos casos.
Aún no se sabe cómo concluirá el asunto del Bolonia,pero nadie ignora que la cosa trascenderá. Uno, quizá la-genuamente, incluso ha llegado a preguntarse si en esospaíses en que las aguas de su fútbol se hallan tan revuellas, no hubiera sido mucho más interesante devolverle aldeporte rey su verdadera esencia, la del gol, que a fin decuentas es la que más interesa al aficionado.
Leemos que en la última jornada del fútbol trasalpino sehan logrado en los nueve partidos de competición diez goles.Es decir, que entre los ciento noventa y ocho profesionalesdel fútbol italiano en su división máxima, han logrado laridícula, insignificante y muy censurable cifra de diez goles,la cual, si la dividen por las cantidades que perciben cadauno de esos profesionales, se llegará a la conclusión de quecada gol ha costado una verdadera fortuna.
Posiblemente el aficionado e incluso los mismos dirigentesdel fútbol trasalpino hayan llegado a la conclusión de quea falta de goles buenos son sensacionalismos que llevarsea la boca, porque de lo contrario no ignoran de qué podríahablarse.
Si las deducciones lógicas les han llevado a ese camino,hemos de convenir que preferimos nuestro fútbol españolon su rutina, con sus cosas sencillas, a ese fútbol descría-ado que si bien durante unas jornadas mantendrá el interésdel «tifosi», luego, resueltos los casos, entrará de lleno enal ostracismo de lo anodino y vulgar
Esos diez goles repartidos entre dieciocho equipos tieneara el modesto criterio del aficionado español bastante
más importancia que el asunto del drogado, que a fin dementas pasará con más pena que gloria al archivo de lascosas olvidadas del fútbol, mientras ese bajo coeficientele goles continuará latente como mal mayor del fútbol deauestros pecados, que si ha evidenciado un progreso extra-)rdinario en el orden interno de los clubs y en la cantidadnasiva de millones que mueve, ha evidenciado también unslarmante retroceso en su esencia básica deportiva. En esta?ra que la publicidad hace vender gato por liebre, quizá losnedios lleguen a justificar el fin, pero difícilmente se lepuede engañar al consumidor, que en este caso además esun buen catador.
Lo dicho. Preferimos lo nuestro. Nos gusta y nos interesamás censurar una labor arbitral y hablar de las posibilidades del Madrid o el Barcelona en su lucha por el título.Es más simple, más sencillo, más deportivo y más honesto.
Y como diría un castizo: Que Dios reparta suerte. Queal fútbol de allende nuestras fronteras, por lo visto, le estánaciendo mucha falta.
Los gúios fabrican llonarios11
COMPLEJOSqt 1’ # ‘L . sres miibcxeadore:: e un año
EN EL JUDNo posee iuestra péfiola, nad0 un nuevo elemento en
galanura como pa plenas condiciones para dera abordar la tem.tica, vasta senvolverse en la vida y apory profunda. que envuelve al tar sus beneficios al acervjido, eU SU faceta médico-de- comun.portiva y de complejos, que No vamos a exagerar la no atiende el más asiático de los ta diciendo que solamente edeportes de .combate que se judo es capazde obrar ese mi-
; practican allende de dicho lauro, pero si que es uno d . +4 e los más fieles auxiliares de- con • los seres subdesarrollados, poi
Reclentemente hemos leido técnica especial, ácllmen: m trabajo sensacional, ma- te asimilable que en otro tipc! gistral ms bien. • del doctor deportivo resulta más difícil
Ventura Soler, «cinturon ne- de más costosa adopción. gro» primer «dan», y por io -
tanto perfecto conocedor dela materia, y dicha tesis, nos En otto aspecto, y metiénha iluminado la mente, para donos en lo que pudieramo
— - tarazar estos malos renglones llamar traumatologia del ju sobre los complejos que des- do, las lesiones producidas poitruye la práctica del judo, en el mismo, casi nunca afectactoda edad tanto en uno como a 105 que antes hemos utado.
+ por la especial vigilancia et oro xo. que están sometidos en susSiendo el judo deporte de prácticas sobre los «tatamiss
combate, en el ue la defen- de pelea. Los leionados, por lo ea personal es lo más impor general lo son, por muchas ytante para •odo aquel que no variadas razones, una de ellaslo practique en plan de compe las de combatir con advertición hemos de considerar su- sano de grado superior. En-mamente beneficiosos los fru- tonces se produce un desequltos que otorga el dominio de brío técnico que a veces pro- esta especialidad deportiva, duce lesiones, aunque ellas que ayuda al endeble de toda también sean originadas por
i edad a ijperar sus comple- imperfecciones del atuendo- jos más o menos acusados, y deportivo, y en casos apenas que en muchos casos — ejem- existentes, por defectos de a pies a montones — han mos- lona, o «tataini», siriguiarmen
; trado los un día enfermos, te para los que se inician, po-una valiente decisión que CO habiles y escasamente fa-
- apoya íntegramente las eseri- mlliarizados con aquel.: cias del más puro estilo ju- Otra encuesta, realizada pa-
i.- doka en 51.1 aspecto defensivo. radescubrirnierito del porcen - taje de lesionados, entre 25
En una encuesta reciente- juUokas dio un balance dei mente llevada a cabo, se ha siguienie orden; tegumenta
t comprobado en forma absolu- rías ; rrníi.sculo-tendinosas y ós- ta que de 61 casos de com- teoarticulares. Las distorsioplejos de inferioridad unos nes de rodilla son las que sepor efectos psicosomáticos y llevan la palma entre los le-otros por deficiencias físicas, sionados, siendo muy rarasla totalidad de individuos sal- las de tobillo. Se han presen- 1varan sus defectos merced a tado algunas fracturas de de- gla práctica del judo, siendo dos en los pies, producidas mucho más rápida la reacción al efectuar movimientos in- en aquellos individuos que, correctos.por su Ooflstancia, no aban- También sobresalen las le- donaron las clases continua- sienes, o por mejor decir, con-da en los sdojos», o escue- tusiones de tórax, siendo po- ilas de judo, a que asistieron. cas veces acompañadas de i
Fil dominio de la técnica, fracturadecosti1lasinotiv::U.ega a hacerse casi perfectos tamientos, o «inmovilización» si no para entablar combate, que se produce en certas’ sf para defenderse de esos se- confrontaciones.res que molestan y arupara- De todos modos, el pleno dos en su anatomla superior, dominio de la técnica del ju- abusan de los inferiores. Así do evita la mayor parte de le- hemos visto a niños que sien- siones pues que los judoka do victimas de bromas de mal perfectamente el do- gusto pudieron en su día re- minio del «mettier», y entonvelarse con la sana fuerza en ces se hace muy improbable sus mtscu1os y cerebro, que la aparición de lesiones, queel 3udo les había proporcio- por otra parte, han descendi- inado, para terminar de un do visiblemente en estos fil- papirotazo con las chanzas de timos tiempos.loe que se consideraban . su- En resumidas e u e n t a s, periores... El que un niño, o acomplejados y aquejados depersona adulta, sepa que po- lesiones, tienen a su alcancesee unas condiciones trabaja- todos los medios pala evitar- dae, bien para anular com- lo en un caso, o reducirlospíejos, o poner en orden al- en otro.guna deficiencia física, le per _______________________
mite mirar el futuro con pie-no optimismo. Entonces escuando la humanidad ha ga
pesos inferiores pero que viventambién como reyes.
Stantley Ketchel acostumbraba pasearse en coche descubiertcpor «Broadway» distribuyendcregalos a la gente que encontraba a su paso.
Harry Creb solía a veces alquilar un piso entero del Plazauno de los hoteles más elegantea de Nueva York para reunirseallí con sus amigos.
«Sugal’» Ray Robinson viajabarodeado de bufones, barberos ma-sajistas, enanos y toda una corteque vivía a sus expensas.
J_,a figura de Robinson comcun rico boxeador se vino depronto al suelo. Fue entonces,cuando. obligado por la situacióneconómica, tuvo que volver al«ring». Se enfrentó con su amigoJoe Louis.
Las apuestas subieron y el boxeador se convirtió en una pie-za de un asunto económico. Es-taba siempre rodeado Por «ma-nagers», abogados, y consejerosque no tenían otra mira que laeconómica.
UNO SOLO MAS QUE 33.000JUNTOS
Si se hace una comparaciónentre los grandes boxeadores.los hombres que cultivan el po-so-pesado y los boxeadores delos pesos medianos la cantidadde dinero que ganan éstos ilitimos • en algunos sitios es ridículo.Así por ejemplo, en Europa existen los siguientes precios porcombate : por pelea de cuatro«rounds» de tres minutos cadauno, o de seis y una duraciónde dos minutos cada uno, se gaflan dos mil pesetas. Por combate de seis «rounds» de una dura-ción de tres minutos, cada uno,se obtienen de cinco mil a seis mil pesetas. Por una pelea deocho «rounds» de tres minutos cada uno. se puede ganar la can-tidad de trece mil a ciento seten- la mil pesetás. .
Los Ingresos medios semanales de uno de estos últimos boxeado-res, descontando lo que paga a)entrenador, y otros gastos, es demil pesetas aproximadamente.En cambio Cassius Clay puedeganar en un sólo combate tantodinero como obtendrían treintay tres mil boxeadores en un año
COPYRICHT EUROPA PRESSCENTRAL PRESS
«Llegaré a ser el campeónmundial de los pesos pesados ydespués millonario», dijo en unaocasión el actual campeón delmundo de los pesos pesados Cas-sius Clay. Pero se equivocó. Eltenía ya un millón de dólares
cuando consiguió el titulo mundial. Lo había logrado despuésde veinte combates. Además es-pera ganar otro tanto en los dospróximos combates por . la de-fensa del título mundial.
Las enormes cantidades de di-
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Yang Chun-Kuang, mejor co-nocido como C. K. Yang, es conmucho el favorito en el decatlónde las Olimníadas ou se celebra-
EL MEJOR ATLETA- DE LA HISTORIA
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la corona asiática con una modesta marca de 5’45. 5,454 puntos, osea apenas 25 más que el segundo. Fumió Nishiuchi, ex poseedordel título asiático. Los cronistasdeportivos de Filipinas inmediatamente lo formaron «El hombrede hierro de Asia». Y el calificartivo quedó.
Después de dos años más de en-trenamiento, Yang ha mejoradoconsiderablemente su situación. Enla Olimpíada de Melbourne en 1956llegó a 6,521 puntos, otro recordasiático, pero su posición mundial ocupaba apenas el octavopuesto. Esto le contrarió, pero ile-gó a desalentarlo.
En los Terceros Juegos Asiátices, disputados en Tokio en 1958se adjudicó una medalla de plataen salto de longitud y una debronce en las carreras de vallasde 400 metros.
Se hizo una campaña para recaudar fondos y Yang fue enviado alcampeonato norteamericano de Pa-lymyr, Virginia. donde logró 7,625puntos, si bien perdió frente a Ra-fer Johnson.
Esta actuación demostró queYang era capaz de superar lamarca de 8.000 puntos si recibíamejor instrucción y entrenamiento. Por lo tanto se recaudaron másfondos y Yang permaneció en Es-tados Unidos para recibir un en-trenamiento insuperable.
En 1959 ingresó en la Universidad de California, en los Angeles,y quedó al cuidado de Ducky Dra-ke, también había entrenado aJohnson, Yang compitió una vezmás en el campeonato de decatlónnorteamericano ese año y triunfó. Johnson no participó en el mis-mo.
En julio de 1960 Vassily Kuznelev superó la marca mundial dedecatlón con una cifra superior a8.000 puntos pero su gloria fueefímera. Ese mismo mes Johnson yYang le aventajaron en el «am-peonato norteamericano disputandoen Eugene. Oregón. Johnson obtuco 8,683 puntos y Yang 8,426.
La lucha por el decalkn en lasOlimpíadas de 1C60 en Roma se de-sarrolló entre Yang y Johnson, ambos alumnos de la Universidadde California. El primer puestocambió de manos cuatro veces.
Yang obtuvo cuatro primeros pues-tos y superó a Johnson en sietepruebas, pero terminó con 8,334puntos y una medalla de plata, csea 58 puntos menos que su rivalnorteamericano.. El joven Johnson suspiró conalivio y anunció que se retirabaYang había infligido una derrotadecisiva a Vassily Kusnetsov, pero todavía faltaban el record mundial y la medalla de oro olímpica.Su decisión fue continuar.
Nacido en 1933, en la humilde vi-ile montañosa de Matan, a una media hora de distancia en automóvil desde Taitung. Taiwan orlen-tal, Yang es de ascendencia abon-gen. Su gente suma apenas 200.000personas, o sea cerca de un dospor ciento de la población de Taj-wan, pero todos son delgados yaltos y poseen una gran energíafísica.
- Yang es casado y padre de unhijo, Edward Cedrio. Conoció a suesposa, Daisy Jue, cuando éstaestudiaba en la Universidad deCalifornia del Sur, en una celebra-ción del «Doble Diez» la fiesta pa-irla China, en Los Angeles, en 1959.
Varios factores han contribuidoa la valía atlética de Yang: susantepasados aborígenes, la infranqueable determinación de colocarel estandarte de la República Chi-na en la cima de los triunfadoresolímpicos, y los muchos hombresvisionarios y generosos que le hanayudado.
Pero el hombre también es lamedida de sí mismo. No importaque empuñe la pértiga para sal-tar más de cinco metros, que co-nra la prueba de vallas b quelance la jabalina a más de 70 me-tros, C. K. Yang tiene su gran
. corazón como principal fuerza pro-pulsora.
Yang quiere ganar la medallade oro olímpica en Tokio para Chi-na y para sí mismo. Después acumelará cierta experiencia comoentrenador en Estados Unidos, re-gresará a Taiwan y enseñará aotros prometedores atletas parallevarlos a la victoria y a la fa-ma.
(Es un servicio deportivoespecial para Agencia Fiel-China Libre. - Prohibida lareproducción.)
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