los dos regalos que debemos dar a nuestros hijos

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Los dos Regalos que debemos dar a Nuestros Hijos Según los últimos estudios, tan solo un 10 % de nuestra felicidad se debe a las circunstancias vividas, un 50% se debe a factores genéticos y el 40% a la actividad emocional. Cualquiera se queda al menos asombrado, si no alarmado, ante estos datos… Por mucho que nos esforcemos, no podremos evitarles a nuestros hijos las circunstancias difíciles con las que tendrán que lidiar en su vida. Pero, como decía Pitágoras: “Educar no es dar carrera para vivir, sino templar el alma para las dificultades de la vida” . Podemos y debemos dotarles de recursos como el optimismo, la automotivación, la persistencia, la empatía… que les ayuden a desenvolverse desde pequeños. Pero ¿cómo podemos fomentar el Talento para ser feliz del niño cuando no hemos sabido encontrar el propio? Todos venimos condicionados por patrones emocionales conscientes e inconscientes heredados de nuestros propios padres y del entorno, que conforman nuestra manera de sentir y vivir, de ahí ese porcentaje tan alto de la “carga genética”. Hemos recibido muy poca formación con respecto a las emociones y no estamos habituados a reflexionar sobre ellas. Por el contrario, hemos sido entrenados paraser más razonables y estar controlados incluso en el entorno familiar. Desde siempre mantenemos en nuestro interior un diálogo interno entre los dos aspectos de nosotros mismos, que se formaron en nuestros primeros años de vida. Como consecuencia, nos hemos convertido en seres angustiados y divididos, extremadamente críticos tanto con nosotros mismos como con los demás.Se trata de encontrar el Talento para ser feliz de todos los miembros de la familia a un tiempo, ya que como sugería Charles Swindoll “ Cada

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Page 1: Los Dos Regalos Que Debemos Dar a Nuestros Hijos

Los dos Regalos que debemos dar a Nuestros Hijos

Según los últimos estudios, tan solo un 10 % de nuestra felicidad se debe a las circunstancias vividas, un 50% se debe a factores genéticos y el 40% a la actividad emocional. Cualquiera se queda al menos asombrado, si no alarmado, ante estos datos…Por mucho que nos esforcemos, no podremos evitarles a nuestros hijos las circunstancias difíciles con las que tendrán que lidiar en su vida. Pero, como decía Pitágoras: “Educar no es dar carrera para vivir, sino templar el alma para las dificultades de la vida”. Podemos y debemos dotarles de recursos como el optimismo, la automotivación, la persistencia, la empatía… que les ayuden a desenvolverse desde pequeños.Pero ¿cómo podemos fomentar el Talento para ser feliz del niño cuando no hemos sabido encontrar el propio?Todos venimos condicionados por patrones emocionales conscientes e inconscientes heredados de nuestros propios padres y del entorno, que conforman nuestra manera de sentir y vivir, de ahí ese porcentaje tan alto de la “carga genética”. Hemos recibido muy poca formación con respecto a las emociones y no estamos habituados a reflexionar sobre ellas. Por el contrario, hemos sido entrenados paraser más razonables y estar controlados incluso en el entorno familiar.Desde siempre mantenemos en nuestro interior un diálogo interno entre los dos aspectos de nosotros mismos, que se formaron en nuestros primeros años de vida. Como consecuencia, nos hemos convertido en seres angustiados y divididos, extremadamente críticos tanto con nosotros mismos como con los demás.Se trata de encontrar el Talento para ser feliz de todos los miembros de la familia a un tiempo, ya que como sugería Charles Swindoll “ Cada día de nuestra vida hacemos depósitos en el banco de memoria de nuestros hijos”.

Page 2: Los Dos Regalos Que Debemos Dar a Nuestros Hijos

La idea es crear en casa el ambiente propicio para mejorar la Inteligencia Emocional de todos: comprender las señales

emocionales propias y de los demás, aprender a enfrentar los

cambios, mejorar la habilidad para controlar los impulsos, relajarse,

potenciar las emociones positivas. ¿Qué cómo se puede empezar? Estos consejos te sirven para relacionarte mejor tanto con tu hijo, como con tu pareja, tus compañeros…. Ten siempre presente que todas las experiencias con una carga

emocional importante provocan un almacenamiento

privilegiado en nuestra memoria y, por tanto, influirán en el

aprendizaje tanto positiva como negativamente

.. Respeta sus emociones: tiene derecho a estar triste o enfadado,

lo importante es que no le acabe desbordando la emoción

. Escucha siempre con atención y respeto sus temores,

aunque no estés de acuerdo. Después de escucharle anímale a

que por lo menos intente lo que le agobia.

. Evita siempre las etiquetas y comparaciones, lo ideal es

tratarle haciéndole sentir que es una persona única.

. Hazle participar en las decisiones, se sentirá más seguro de

sí mismo.

. Señálale lo mucho que ha avanzado desde la vez anterior, ya

que si son cambios pequeños puede que él no los perciba.

. Enséñale a colaborar en lugar de competir.

. No le resuelvas todos los problemas, guíale para descubrir una

estrategia efectiva en la que antes no había pensado.

. No permitas que hable negativamente de sí mismo ni de sus

capacidades. Si piensa que fracasará lo más probable es que sea

así.

. Si te has mantenido una conducta agresiva con él, no basta

con ser amable después. Sólo conseguirás cambiar su actitud,

reeditando la escena grabada, entrando en su mundo al

reconocer tu error.

. Intenta darle una imagen de calidad de tu personalidad

. Dedica al menos unos minutos al día a cada uno de tus hijos

por separado, para que puedan sentirse especiales por ser ellos

mismos.

. Enséñale a mantener una buena HIGIENE MENTAL:

Page 3: Los Dos Regalos Que Debemos Dar a Nuestros Hijos

◦ Desarrollando su capacidad crítica, para poder elegir y filtrar

los estímulos estresantes con los que se encuentre

◦ Intentando RECORDAR LO POSITIVO y REEDITAR LO

NEGATIVO, con un cambio de perspectiva (relativizando lo malo…)

◦ Perdonando, para no irse con el enemigo a la cama.

◦ Ayúdale a relajarse, hacerse afirmaciones positivas sobre sí

mismo y a visualizar el éxito.

“Hay dos legados perdurables que podemos transmitir a nuestros hijos: uno son raíces, el otro son alas.” Deseo de corazón que consigáis tanto para vosotros como para nuestros hijos, RAICES Y ALAS MUY FUERTES.