los cuadernos de poesía - cvc. centro virtual cervantes · 2019-06-17 · los cuadernos de poesía...

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Los Cuadernos de Poesía BELLO ES EL INCESTO Leopoldo María Panero Bello es el incesto. Hay toeo de lanzas, y juegos y el vino promete su derrame para alegrar la unión de los esposos. Se decapitará a dos niños para saber si es buena la sangre, y si así augura una liz unión para los siglos. Cándido, hermoso es el incesto. Madre e hijo se oecen sus dos ramos de lios blancos y de orquídeas, y en la boca llevan ya el beso para desposarlo. Y en la noche de bodas, invitado viene también el cielo: lluvia y truenos y los rayos, y el mundo entero convertido en lodo para celebrar la unión de los esposos. STIRNER Leopoldo María Panero « he basado mi causa en nada» Cual Dios, qué ángel caído pudo pronunciar con sus labios y decir como por vez primera, como siendo siempre la primera vez que digo la palabra, la terrible palabra que hace estremecerse al to cuando dice, abriendo al destino los ojos: ¿ Yo? Yo soy más que el cielo y tenebroso más que las ideas, Yo no me canso nunca de estar solo ante el mundo pronunciando valiente, para morir la palabra que no es una pabra: Yo. Caen las aves de arriba, y llueven peces esta primavera, y los hombres se arrastran por las calles, doblados bajo el peso de mi Yo. Contra Dios he apostado desde esta esquina insomne, y contra Dios juego todas las inmensas noches la moneda inme de mi Yo. 53 No es un sueño, pero es peor que la realidad, y de otra madera, no es «como» ni parecido a nada, sino que es igual a la nada, e igual al desierto y al sol que está lí solo como nacido para nadie, hermoso: combatiendo en el blanco, en el blanco cruel de la página para poder decir a los hombres que soy yo.

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Los Cuadernos de Poesía

BELLO ES EL

INCESTO

Leopoldo María Panero

Bello es el incesto. Hay torneo de lanzas, y juegos y el vino promete su derrame para alegrar la unión de los esposos. Se decapitará a dos niños para saber si es buena la sangre, y si así augura una feliz unión para los siglos. Cándido, hermoso es el incesto. Madre e hijo se ofrecen sus dos ramos de lirios blancos y de orquídeas, y en la boca llevan ya el beso para desposarlo. Y en la noche de bodas, invitado viene también el cielo: lluvia

y truenos

y los rayos, y el mundo entero convertido en lodo para celebrar la unión de los esposos.

STIRNER Leopoldo María Panero

« Yo he basado mi causa en nada»

Cual Dios, qué ángel caído pudo pronunciar con sus labios y decir como por vez primera, como siendo siempre la primera vez que digo la palabra, la terrible palabra que hace estremecerse al feto cuando dice, abriendo al destino los ojos: ¿ Yo?

Y o soy más que el cielo y tenebroso más que las ideas, Y o no me canso nunca de estar solo ante el mundo pronunciando valiente, para morir

la palabra que no es una palabra: Yo. Caen las aves de arriba, y llueven peces esta primavera, y los hombres se arrastran por las calles, doblados bajo el peso de mi Y o.

Contra Dios he apostado desde esta esquina insomne,

y contra

Dios juego todas las inmensas noches la moneda infame de mi Yo.

53

No es un sueño, pero es peor que la realidad, y de otra madera, no es «como» ni parecido a nada, sino que es igual a la nada, e igual al desierto y al sol que está allí solo como nacido para nadie, hermoso: combatiendo en el blanco, en el blanco cruel de la página para poder decir a los hombres que soy yo.

Los Cuadernos de Poesía

ARGÜELLES/ESPERANZA Eduardo Haro lbars

(Para el Lirio, en viajes por el metro, entre el olor siempre violento de multitudes)

Vainilla o fresa de la tarde Quedan por las esquinas simpáticos vendedores de tarjetas postales

y los escaparates se deshacen en nubes se disuelven

Se teje y se desteje una ciudad en maraña de vías en túneles Por donde pasan ángeles centauros faunos turbios

Se hace fuego

Pleno y se acierta

Pleno estoy/estamos bastante llenos de esa transparencia que en cuchillos se muestra bastante llenos por una vez de cierta muerte y se avistan abriles

(llegarán pronto abriles)

Y nos queda el recurso de viajar transcurso duro siempre de las horas Y recordar y recordarnos y bajar del taxi casi en marcha la acera helada se lamenta en el fondo de la copa en un espejo habitado por fin

Y a veces limpio o triste Y aquí recuento de palabras para tí aunque no es todavía de noche pero hay cerveza rubia en el atardecer cuando despertamos

cuando abrimos la puerta cuando el metro deja pasar azul su resplandor de carne lluvia sea mañana

Aventuras y aventuras y aventuras y un sueño rojo de prismas en cadenas y un fulgor

Nada se implora aquí los perros obedecen a un grito no lanzado ¿no crees? Los muertos nos escuchan no se escuchan nos hacen sitio aquí en la huesa Extintores rotos no apagan lo que brilla sin pensar en ahora no más pantallas Y la princesa aquella que veíamos se hace de pronto pluma y ya no hay luz Y el bar -siempre hay un bar- enciende luces Especiales tan rojos que la estrella despierta y queda viva Y millones de números saltan son delfines peces abiertos A venturas y aventuras más que vividas reflejadas de nuevo en tu carne en tu aire en tu niebla en la nuestra aquí estamos animal de penumbra tú y yo y nosotros y la noche no deja caer sus espasmos de incendio tan amable Dicen que no volverá el sol Navaja abierta al aire de la tarde y la sal de los dioses que soñamos Y ya vamos lanzados por rampas fluorescentes Hay lobos

amables como ayeres que conocen

Entra en aire. la ternura especial de nuestras venas

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Los Cuadernos de Poesía

PARA BLANCA

Eduardo Haro Ibars

Algo queda en los labios En un espacio triste y vivo siempre (ámbar coral y azogue de tu cuerpo) Hay recuerdos de tí que siempre eres en retratos del viento que no cuelgo y canciones antiguas ya perdidas por mugrientas esquinas de hasta luego Una calle perdida (se ha quedado pegada en los cristales del café) traga electricidad con labios afilados Ejercicios de amor en la tarde tan tibia que no quiere acabar sin verte un rato desteñida de sol por esta acera tan íntima y sonora que se rompe a pasos de fantasmas de caballos

EL PERFUMISTA

Luis Antonio de Villena

Quiero darte mis señas, por si vuelves, y sospecho que seguramente vas a hacerlo. Mi tienda está (ya ves) bien dentro del zoco, muy cerca de las paredes de la Gran Mezquita que se llama Az-Zituna, y vendo y hago perfumes: Rosa-cristal, benjuí, ámbar, jazmines ... En los perfumes ya es un aroma el nombre; y hay que haber leído y ser sensible para inventar alguno. Vivo algo más allá, muy cerca. Pero si no es aquí, podrás hallarme sobre todo en los Baños, al caer la tarde. Allí discretamente se glorifica el cuerpo, y una música tenue se mezcla con vapor

[y juventud. Ahmed domina el masaje, y el negro es también muy diestro. Acércate algún día,

(cuando vuelvas. Por la noche, en la casa, bebemos café turco y nos reímos (esos chicos y yo) contando lances de medida y hazañas con turistas, o calibrando las gracias y modos de esa vieja palabra (la diré) que casi nadie usa, a pesar de su imagen:

zorrotroco. Sí, es exactamente para reírse un poco. Algún día, después, se leen poemas o se fuma kifi, y alguna vez (más rara) se va al burdel muy tarde. El día es siempre esto: los perfumes. Y este olor también a carne, cuero y especias que son ¿por qué no? otros raros perfumes. Llevo siempre estas dos sortijas puestas, y me preocupo muy poco del futuro. Ya sabes

dónde estoy. Bien dentro del zoco,

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junto a la Mezquita. Y en fin, si cuando vuelvas quieres hacerme un especial regalo, no busques mucho. Hazte acompañar del mocito aquel del aeropuerto, o del esj)elto servidor del Café, con ojos y tersura de gacela. (Es una imagen de los antiguos poetas). La música y los dulces los pondré yo. Y que la noche nos relate el resto.

DRAGON

Antonio Martínez Sarrión

Abrid del todo las sordas compuertas Y que salga. Abridle, y que la nieve Regale mansamente. Y que los claros ríos Con todos sus cristales destellen como soles Y se comben los juncos de la orilla Ante la acometida, que al principio fuese Caudal de lava desde la fiereza Del alto promontorio de las fauces Y, al fin, diera en regato, en agua mansa, en fuga elemental, en aire, en puro gozo.

Los Cuadernos de Poesía

ADVIENTO Antonio Martínez Sarrión

Desde esta plataforma de cenizas, ya que has tocado fondo, devuelve al menos algo de lo recolectado que no quemara el negro cornezuelo: no el vértigo, las sofocantes noches al acecho -de la más débil brisa que permita enfilar, alegres, la bocana; no el tobogán de las analogías como siempre aprendidas en los gastados textos, ni siquiera la carne que fuera por fin tuya y esta es la sola certidumbre acaso:

el fosfórico salto de aquel gato, la fragancia otoñal de las hojas caídas que aceptan su destino: ser los brotes �e marzo, la risa de los niños que es la sal de la tierra, o el abandono dulce de la chica del ponchoque te miró un instantey fue como un relámpagoque iluminó la fronda dejando un rastro azul.

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PANTEONDE ANTIGUAMENTE, EN ELMUSEU Felipe Prieto

Apigazáu que tás, altu y noble siñor, . amortayáu en piedra templando los tos pies

en'a calor del perru, enroñáu a to espada -por si les mosques de los otros mundiosentámenla contigo- tú que fasta'! cascutienes llindiáu per un rapaz que vela,¿acuérdeste entovía de quién ti fizo guajedándoti la so teta, quitándoila al so fíu,pa comer tós los dís un pocu más d'escanda?¿Supisti alguna vez de la sangre en'os deosde aquella paisanina que filó to camisa,

. . la que nunca-i paguesti, porque non taba mdia?Ye siguro que tú xamás lo camentesti,ni xunto al llar caliente, ni en'a tená folgandocon moces esfamiáes, fíes de tos criaos:naide ti gorgutió ni ciescu en to presencia.Fasta facer la guerra tuviéstelo per güenuy con moros mataos comprábeste los cielosa tantu'l cachu'gloria, home fiel y cristianu.Agora tas equí, fechu polvu maurientu,posu de la to carne que dexaren los viérmenes,y ya ni dios se acuerda de les tos fazañes,apigazáu que tás, altu y noble siñor,amortayáu en piedra ...

Felipe Prieto

Camentái, cuando vos pasen los años per encima com'un trator del tiempu, camentái, vos digo, los neños y la herba. Camentái los xareos, l' arrosá y les rises; el orbayu en baxu'l parque de bedules y el boriar saláu del abeyón entre la rama. Comparái, entós, cuando vos griña'l pasu, les ñubes con'es ruines, el suelu con el cielu, los muertos con los vivos. Comparái, entós, los años con los dís, la espuma con el posu, el pan con les palabres, les piedres con el aire, el sollozu y la risa ...

Y caerésvos dexaos, desde vosotros mesmos, amanciaos po'la vida, frutos d'esperanza, entre lo verde, el prau, la tierra escura, y otra vez esbillaos, a puxar po'la vida.

Los Cuadernos de Poesía

Felipe Prieto

Tengo yo una bandera que llora por sí misma y por la tierra que la sustenta. Tengo una enseña fiera que muestra zarpazos del viento en la tela y besos del sol que la han dejado seca. No tiene el asta hecha de acero ni bambú: enhiesta sobre un palo, besa la pared de la escuela, con una sombra esbelta. Todos me dicen que cambie la bandera por otra que esté entera y nueva; mas, no sé: a mí me gusta ésta porque me hace pensar en la pobreza de la patria que ella representa. Ya sé que no es una bandera bella, pero, a pesar de todo, es mi bandera.

LA NOCHE

DISFRAZADA DE

MENDIGO

Alfonso Sanz Echevarría

Horas rosadas y guirnaldas rotas de frágiles minutos

alguien viene desde detrás del verso y se ilumina la arena soñolienta del verano

Este sol tibio y esta dicha lejos la noche insiste pero no los labios vuelven los pasos los borrados cuerpos húmedos sueños de terror y humo

Mi voz que suena donde nunca he estado donde nunca estaré

palabras que sonrojan al contar una historia sin final colinas que el sol último ilumina

La noche insiste con sus dientes duros y me ama muy terca y me abandona entre sábanas sucias o palabras gastadas repetidas polvorientas

Jinete sobre el viento del verano tú que no estás que no estás que nunca has exis­

[tido

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pero el verso te inventa y anochece y me miras con ojos sin pupila

2

muy náufrago amanezco y desnudo la arena y peces solos en la sombra

desierta luz de la mañana alzo los dedos y la vida amor espío bajo la lengua

(harapienta la música y las olas suicidas en el alba hurgan la sombra bajo la vida)

de mar a mar regreso muy náufrago y viudo en las pupilas sucias suena la sombra solo

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El pálido regazo de las horas

La noche disfrazada de mendigo

Una luz en los ojos insomnes que vigilan al viento de uniforme y de prestado

La tenue piel de sapo que como emblema brilla en la pared del sueño entre desmontes húmedos y remotos minutos y a tientas o a solas

Hastío de diminutos peces

Muchachos que horadan el aire vacío

En la cúpula sorda los pasos regresan y pútridas esquinas con espejos

La tenue piel del tiempo descortezada a solas mientras insomne un viento nos vive de prestado y gime el agua ciega en cañerías

4

Estar solo no es agua o mirar en los brazos aterida la vida

Amar no es una pluma o una música torpe que sepulta la luz

Amigo no es la sombra lenta que gime en un rincón y arde

Palabra no es espejo o la noche que cae cabeza abajo

U na arena no es perro · un muchacho no es airepero es hermoso no tener a nadiejugar al escondite junto a un fuego