los ciclos de tierra y de agua

4
1 Comparación entre los ciclos de Tierra y los ciclos de Agua Los ciclos de Tierra Las características de los ciclos de Tierra serían las siguientes: -Historia: La historia había nacido en un ciclo de Tierra con Heródoto y Tucídides. Ambos vivieron un periodo de Aire, pero pasaron la mayor parte de su vida en Tierra. En este último ciclo de Tierra, el estudio de la historia sufrió un nuevo giro, más abstracto, con el materialismo histórico. Siendo la Tierra un elemento frío y seco, esa propensión al estudio objetivo del pasado encaja bien con las características de Tierra. -Arquitectura: Los ciclos de Tierra me parecen también muy brillantes en arquitectura. Aunque el Partenón se iniciara en Aire, su construcción se realizó en Tierra (igual que la de la estatua de Zeus de Olimpia). El gótico nació en Tierra, aunque el gótico clásico (más aéreo) fuera de Aire. El último ciclo de Tierra (el que estamos cerrando) ha revolucionado también el concepto de arquitectura gracias a los nuevos materiales. Nació además el urba- nismo, con la planificación propia de Tierra. No obstante, desde que empezó el ciclo de Aire asistimos a una nueva tendencia: el desconstructivismo. -Ciencia: La Tierra es posiblemente el elemento más racional y metódico, el que más utiliza el hemisferio izquierdo. No olvidemos que los planetas más racionales son Mercurio y Saturno, ambos fríos y secos, como la Tierra. No obstante, es un tipo de racionalismo apropiado sobre todo para las ciencias físicas, lo mecánico, y para la observación de la naturaleza. Así es como se puede comprender el gran desarrollo en la época griega, la revo- lución del siglo XII y la actual revolución tecnológica. El problema de ese racionalismo es que, si bien propicia un gran desarrollo científico, tiende a desmenuzar y a analizar separando. Le falta una visión global y holística que sí tiene Aire. De hecho, podemos observar que la idea del átomo es de Demócrito (ciclo de Tierra) y se desarrollará en este ciclo actual de Tierra. ¿Por qué? Porque la Tierra analiza desmenuzando y dividiendo. Así como el calor homogeneiza, el frío concentra, pero sin homogeneizar. Por otro lado, esa tendencia a la fragmentación hace perder el concepto de unidad entre las cosas. De allí que si se cruzan dos series causales distintas, eso sólo se conciba como el fruto del azar. Por eso un fenómeno como la astrología no es explicable para esa visión de la ciencia si no hay una influencia física en la base. Tan física como lo pueda ser la energía eléctrica o la nuclear. Es posible que Ptolomeo escribiera su Tetrabiblos en el 150 y algo, es decir: un poco antes o justo al inicio del ciclo Virgo. Con ello metió a la astrología en un impasse, pues la ligó a un sistema geocéntrico que era en realidad metafórico y no astronómico, y la supeditó a influencias físicas concretas y materiales. Eso tiene otra consecuencia: si la astrología es un fenómeno físico, es absolutamente determinista. En cambio, si es un fenómeno analógico, el camino espiritual (el regreso al Uno) es la única vía para alcanzar la liberación de ese determinismo. Hoy en día se busca ya esa liberación, pero a través de la mente. Y se olvida que la mente es dual, por lo que nada de lo que se haga en la dualidad puede conducirnos a la unidad.

Upload: ezequiel-sanchez

Post on 14-Apr-2016

15 views

Category:

Documents


5 download

DESCRIPTION

Los Ciclos de Tierra y de Agua

TRANSCRIPT

Page 1: Los Ciclos de Tierra y de Agua

1

Comparación entre los ciclos de Tierra y los ciclos de Agua

Los ciclos de Tierra

Las características de los ciclos de Tierra serían las siguientes:

-Historia: La historia había nacido en un ciclo de Tierra con Heródoto y Tucídides. Ambos vivieron un periodo de Aire,

pero pasaron la mayor parte de su vida en Tierra. En este último ciclo de Tierra, el estudio de la historia sufrió

un nuevo giro, más abstracto, con el materialismo histórico. Siendo la Tierra un elemento frío y seco, esa

propensión al estudio objetivo del pasado encaja bien con las características de Tierra.

-Arquitectura:

Los ciclos de Tierra me parecen también muy brillantes en arquitectura. Aunque el Partenón se iniciara en

Aire, su construcción se realizó en Tierra (igual que la de la estatua de Zeus de Olimpia). El gótico nació en

Tierra, aunque el gótico clásico (más aéreo) fuera de Aire. El último ciclo de Tierra (el que estamos cerrando)

ha revolucionado también el concepto de arquitectura gracias a los nuevos materiales. Nació además el urba-

nismo, con la planificación propia de Tierra. No obstante, desde que empezó el ciclo de Aire asistimos a una

nueva tendencia: el desconstructivismo.

-Ciencia: La Tierra es posiblemente el elemento más racional y metódico, el que más utiliza el hemisferio izquierdo.

No olvidemos que los planetas más racionales son Mercurio y Saturno, ambos fríos y secos, como la Tierra.

No obstante, es un tipo de racionalismo apropiado sobre todo para las ciencias físicas, lo mecánico, y para la

observación de la naturaleza. Así es como se puede comprender el gran desarrollo en la época griega, la revo-

lución del siglo XII y la actual revolución tecnológica.

El problema de ese racionalismo es que, si bien propicia un gran desarrollo científico, tiende a desmenuzar y a

analizar separando. Le falta una visión global y holística que sí tiene Aire. De hecho, podemos observar que

la idea del átomo es de Demócrito (ciclo de Tierra) y se desarrollará en este ciclo actual de Tierra. ¿Por qué?

Porque la Tierra analiza desmenuzando y dividiendo. Así como el calor homogeneiza, el frío concentra, pero

sin homogeneizar.

Por otro lado, esa tendencia a la fragmentación hace perder el concepto de unidad entre las cosas. De allí que

si se cruzan dos series causales distintas, eso sólo se conciba como el fruto del azar. Por eso un fenómeno

como la astrología no es explicable para esa visión de la ciencia si no hay una influencia física en la base. Tan

física como lo pueda ser la energía eléctrica o la nuclear. Es posible que Ptolomeo escribiera su Tetrabiblos

en el 150 y algo, es decir: un poco antes o justo al inicio del ciclo Virgo. Con ello metió a la astrología en un

impasse, pues la ligó a un sistema geocéntrico que era en realidad metafórico y no astronómico, y la supeditó

a influencias físicas concretas y materiales.

Eso tiene otra consecuencia: si la astrología es un fenómeno físico, es absolutamente determinista. En cambio,

si es un fenómeno analógico, el camino espiritual (el regreso al Uno) es la única vía para alcanzar la liberación

de ese determinismo. Hoy en día se busca ya esa liberación, pero a través de la mente. Y se olvida que la

mente es dual, por lo que nada de lo que se haga en la dualidad puede conducirnos a la unidad.

Page 2: Los Ciclos de Tierra y de Agua

2

-Política:

Así como los ciclos de Fuego me parecen más personalistas y propios de sociedades aristocráticas o de mo-

narquías absolutas (el apogeo del reinado de Luís XIV, el rey Sol, fue en un ciclo Leo), los de Tierra son más

democratizadores. Hay una lucha constante por la propiedad y por mejorar las condiciones de vida.

Eso se ve mucho mejor en la antigua Grecia, con la lucha de Pedeios y diacrios, y en el ciclo actual. En am-

bos periodos hubo dictaduras que trataron de cambiar el orden social y económico, con tendencias más iguali-

taristas. Por eso pienso que el capitalismo y el comunismo son las dos caras de una misma moneda, pues am-

bas ideologías son materialistas y giran alrededor de la propiedad.

Por lo que a ejes del poder se refiere, hay siempre un juego este-oeste. En Tierra parece preponderar occiden-

te, si bien la capitalidad de Bizancio fue en el 330 (ciclo de Tierra). Pero vemos cómo los persas son rechaza-

dos en un ciclo de Tierra (490, primera guerra médica) y los cruzados invaden Oriente Medio en otro ciclo de

Tierra. En un ciclo de Aire se irá desplazando el poder dentro de Grecia hasta Macedonia, pero aunque es

occidente el que invade oriente (Alejandro Magno), en realidad el eje del poder pasa a oriente al quedarse allí

Alejandro y sus generales. La primera guerra púnica (Roma contra Cartago) o la caída de la frontera del Rin

frente a los bárbaros también tuvieron lugar en Aire. Las regiones más al este se imponen a las más al oeste o

las invaden.

En el terreno religioso me parece un ciclo no de nacimiento de ideologías, pero sí de asentamiento y de poder

para las diversas creencias. Hay una tendencia al fanatismo: en el 284 sube al poder Diocleciano, que perse-

guiría cruelmente a los cristianos. En el 313 tenemos el Edicto de Milán, pero en el 325 está el concilio de

Nicea y la condena del arrianismo. Juliano trata de restaurar el paganismo en el 362. En el 380 tenemos el

edicto de Tesalónica, de Teodosio. A partir de allí se prohíbe y persigue los demás cultos. En 391 se destruye

el Serapeo. En 1095 empiezan las cruzadas. En 1129 nace la orden del Temple. En 1209, la cruzada albigen-

se arrasará el sur de Francia.

Los ciclos de Aire

¿Qué se puede esperar del próximo ciclo de Aire? La entrada (ciclo en Acuario en 2020) será muy dura, pe-

ro, poco a poco, se irán imponiendo los valores de Aire si conseguimos superar ese bache inicial. Estos ser-

ían:

-Arquitectura: La arquitectura actual ya es muy de Aire, pues hemos tenido una avanzadilla de ese elemento entre 1981 y

2000, en la que nació la tendencia al deconstructivismo. Se supone que una arquitectura de Aire va a ser muy

luminosa, muy acristalada, de formas ligeras y cada vez más libres, elevadas y alargadas. También debería

cobrar más importancia el urbanismo y la creación de grandes espacios comunes que faciliten la relación y el

intercambio: plazas, foros, vías de desplazamiento. Tal vez en estos primeros 20 años se peque de exceso de

originalidad.

-Arte:

El Romanticismo fue un movimiento característico de Fuego, aunque perduró en todo el ciclo de Tierra. Re-

cordemos que su origen fue el “Sturm und Drang” alemán (1767 a 1785), con Goethe entre otros. El Roman-

ticismo original preconizaba el individualismo y la pasión frente a la razón, el mito de la juventud, la libertad

del individuo.

Con Tierra se fue imponiendo otra corriente muy propia de ese elemento: el realismo y el naturalismo.

De Aire podemos esperar una gran libertad creativa y una tendencia a la originalidad a la vez que a la homo-

geneización por medio del mestizaje cultural. El centro de interés será el hombre por sí mismo, como lo fue en

Page 3: Los Ciclos de Tierra y de Agua

3

el helenismo (otro ciclo de Aire). Creo que será un arte de fusión y muy humano. Aire es caliente y húmedo:

eso propicia la relación empática (húmedo) y la mezcla (calor: homogeneización). No se buscará la idealiza-

ción de la forma, pero tampoco la disección analítica propia de Tierra y del realismo. Digamos que será un

realismo humanista.

-Religión Creo que con Aire el hombre se hace más religioso y más laico a la vez. Es decir: cobra mucha importancia la

ley como elemento de igualdad entre todos los hombres, y por eso tiene que haber una secularización de la

sociedad.

Pero, por otro lado, la especie humana se fijará más en lo que nos une que en lo que nos separa. Se buscará la

Unidad en todas las cosas. Eso debería propiciar credos más holísticos, con menos reglas y dogmas. Pienso

que una de las razones del declive del catolicismo a favor de otras religiones (musulmana, hinduista, budista)

es la excesiva racionalización de éste en los últimos años. La religión busca éxtasis, fusión, emoción. Para

eso hay que desconectar el hemisferio izquierdo (el racional), porque el hemisferio izquierdo es el encargado

de analizar, pero también es el que nos dice que somos un “uno” separado de los demás. Ese hemisferio busca

la individualización y la diferencia. El paso de la misa del latín a las lenguas vernáculas permitió al público

entender lo que se decía, y al entenderlo perdió su carácter mágico. Eso mata la emoción.

Es posible por lo tanto que las nuevas religiones -si las hay, y si no las hay las nuevas formas de vivir la reli-

gión-, propongan rituales más vivenciales, más de grupo y más empáticos. Se recuperará la emoción y el sen-

timiento de pertenencia en hermandad.

-Economía:

Obviamente, el poder económico se desplazará de los productores a los distribuidores. Esto ya lo estamos

viendo. Los nuevos amos de mundo serán los que controlen la difusión de las mercancías, el comercio, las

ideas, el poder de la información. El saber, el conocimiento, la tecnología que facilite los contactos e inter-

cambios serán la clave de esa nueva sociedad. Esto ya se da en nuestra época e irá a más. Recordemos que el

paréntesis de Aire entre 1981 y 2000 hace que nuestro tiempo actual sea mixto, a caballo entre Tierra y Aire.

Si ahora internet ya tiene la importancia que tiene, se puede pensar que éste u otros nuevos sistemas de inter-

cambio, comunicación y conocimiento serán los que permitan controlar y dominar el mundo del futuro.

Por otro lado, el sistema económico debería ser más “gremial” (o algo parecido a los gremios). Recordemos

que los primeros gremios nacieron posiblemente en Tierra, pero fue al final del ciclo cuando empezaron a ser

organizaciones con estatutos (1162). Luego tendrían su auge en Aire. Eso supone pues que habrá menos

competencia, y más corporaciones de fabricantes o distribuidores que acorden los precios, tanto los de venta

como los de producción. Eso podría ser beneficioso para los proletarios, pero a la larga disminuirá la compe-

tencia. Como ninguna fórmula es eterna, tal vez allí esté el germen de destrucción de ese ciclo.

-Política: Poco a poco deberían disminuir los nacionalismos. El nacionalismo pone el énfasis en lo que diferencia, en lo

particular. Pero Aire propende a la fusión y al mestizaje. Por lo tanto se producirá el acceso al poder de las

otras razas y debería haber más mezcla de las clases sociales. Puesto que el conocimiento será la fuente del

poder, lo importante no será tanto el origen genético o la religión como la formación.

Es probable que se creen grandes grupos políticos, parecidos a la Unión Europea, pues los límites nacionales

tenderán a borrarse. Habrá federaciones, asociaciones de países que funcionarán buscando los intereses co-

munes y renacerán tal vez los “pan” (como lo fueron el paneslavismo, pangermanismo, “pan-” lo que sea…)

-Ciencia y tecnología:

Page 4: Los Ciclos de Tierra y de Agua

4

Los ciclos de Aire anteriores, tanto en Grecia (Platón, Aristóteles) como en la Edad Media (Ockham, Duns

Scoto, Oresme etc.) han sido brillantes, así que éste no tiene el por qué ser distinto, salvo que se produzca

algún cataclismo o desastre, como lo fue la peste negra. Habrá que ver qué da de sí el ciclo Acuario que em-

pezará en 2020. Si se supera bien y no hay demasiados destrozos, las ciencias deberían cobrar más vuelos.

Pero también cambiará la óptica de la ciencia y ésta será igual de holística que las demás disciplinas. Se bus-

cará más lo semejante que lo diferente. Ya no se considerará necesario desmenuzar las cosas para entenderlas,

pues lo importante será la “conexión”. Creo que esa idea de la “conexión”, si se consigue plasmar en la reali-

dad, nos permitirá traspasar fronteras materiales que hasta ahora nos parecía imposible traspasar.

En un ciclo así la astrología puede recuperar su verdadera dimensión holística. El verdadero objetivo de la

astrología no es manipular el futuro, ya que eso no se puede hacer si no es entrando en el nivel de las causas (

vedado a los seres humanos), o volviendo al Uno, y entonces nos da igual lo que nos ocurra en la materia. El

auténtico objetivo de nuestra disciplina es facilitar el contacto con ese Uno a través del contacto con el univer-

so, aprendiendo a vibrar al unísono con ese universo.