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Los chicos de Historia en los Teatros del Canal

Fecha

Del 22 de abril al 9 de mayo

Lugar

Sala Roja

Horario

De martes a viernes a las 20h

Sábados a las 18.30h y a las 22h

Domingos a las 19h

Precios

Butaca de platea 26€ y butaca de anfiteatro 18€

Descuentos

Carnet Joven Euro <26 y mayores de 65 años 25% de descuento todos los

días

Grupos a partir de 20 personas

Venta de localidades

www.entradas.com

902 488 488 de lunes a domingo de 10.00 a 23.00h.

Taquillas de los Teatros del Canal

Red de cajeros de Caja Madrid

Para entrevistas y acreditaciones:

Beatriz Clemente / Sonsoles Abascal

[email protected]

91 308 99 99 / 686 195 731

Los chicos de HistoriaTraducción: José María Pou

Adjunto a la dirección Josep GalindoDirección: José María Pou

Reparto Los profesores

Los alumnos

HectorDirectorSra. LintottIrwin

TimmsRudgePosnerAktharDakinCrowtherScrippsLockwood

José María PouJosep Minguell

Maife GilJordi Andújar

Nacho AldeguerJavier Beltrán

Albert CarbóOriol CasalsAlberto DíazXavi FrancèsRamon Pujol

Juan Vázquez

Dirección musical Sergi CuencaEscenografía Paco AzorínVestuario María AraujoIluminación Pep GàmizAyudante de dirección Paco MontesCaracterización Toni SantosEspacio sonoro Jordi Ballbé

Dirección de producción Amparo MartínezJefa de producción Maite PijuanProducción ejecutiva Jordi BrigosDirección técnica Miguel MontesAyudante de producción Marina VilardellAyudante de escenografía Jordi Soler

Ayudante de vestuario y sastra Susana de la FuenteRegidora Marilia SamperGerente de compañía David SegúJefe técnico en gira Jordi LarreaEléctricos David Ruiz

Manel LorcaSonido Jordi SabioMaquinista Jordi RebarterTransporte en gira SupertransConstrucción de escenografía Centre Cultural de Sant CugatConfección vestuario de Hector Atuendo

Reportaje fotográfico David RuanoDiseño gráfico sSBPublicidad PubliespecPrensa y comunicación Gerard Gort

Agradecimientos: Mobles Grau, Raima, l’Òptica Universitària. Duración: 2 h 30 min (con entreacto incluido)Estreno en el Teatre Goya de Barcelona el 3 de octubre de 2008

Lengua y cultura catalanas

Con el apoyo de

“Los mejores momentos de la lectura son

aquellos que te encuentras alguna cosa –un

pensamiento, una sensación, una manera de

ver las cosas– que hasta entonces te pensabas

que era íntimamente personal, que sólo era

tuya. Y te lo encuentras esrito por otro, una

persona que ni siquiera conoces, o que hace

tiempo que esta muerta. Y es como si una mano

hubiera cogido la tuya”.

Alan Bennett (Leeds, 1934) es autor demuchos textos teatrales de éxito. HabeasCorpus, Forty Years, Kafka’s Dick o TheMadness of George III son tan sólo algunosejemplos. También ha escrito guiones decine como los de Prick Up Your Ears (basa-do en la vida de Joe Orton) y de series detelevisión de referencia como TalkingHeads, que le han convertido en uno de losdramaturgos británicos más populares.También ha destacado en un su faceta deactor y, especialmente, en los últimos años,ha publicado narrativa. En el transcurso desu trayectoria ha acaparado guardones yelogios de la crítica y su obra se ha traduci-do a varios idiomas. El último título editadoen catalán y en castellano es Una lectoranada común (Anagrama), una ficción sobrela afición lectora de la reina de Inglaterra.

El Teatro Goya abre su nueva etapa con el estreno

por primera vez en Cataluña de un texto teatral de

Alan Bennett, autor de referencia en el Reino

Unido. El título elegido es ‘Los chicos de Historia’

(The History Boys), toda una declaración de inten-

ciones de la línea artística que su director artístico,

José María Pou, quiere desplegar. Esta obra sobre

la educación narra las aventuras de ocho alumnos

británicos con mucho talento pero todavía para

pulir, los mundos de los cuáles cambian para

siempre cuando dos profesores con formas opues-

tas de entender la pedagogía confrontan sus méto-

dos. Todo empieza en una pequeña escuela pública

masculina situada en la región industrial del norte

de Inglaterra. Trastocados por el sexo, los deportes

y el caos que supone crecer en los años 80, los chi-

cos se ven ayudados, y a veces mareados, por los

dos maestros diametralmente opuestos en sus

métodos. Irwin es un recién licenciado en Oxford,

joven y emprendedor, que el director del centro ha

contratado para que ponga los alumnos en forma y

puedan afrontar con garantías las pruebas de

acceso a las prestigiosas universidades. Hector, el

inconformista profesor de literatura de toda la vida,

se salta todas las reglas intentando ayudar a los

estudiantes a descubrir su propia sabiduría.

Mientras los dos se disputan la lealtad, las mentes

e incluso los corazones de los chicos, imparten lec-

ciones fundamentales a la vez que ponen al descu-

bierto sus defectos. Un texto con diálogos brillan-

tes que nos recuerda cómo puede llegar a entrete-

ner y estimular el teatro. Se estrenó en el Teatro

Nacional de Londres en el 2004 bajo la dirección de

Nicholas Hytner y causó sensación justo ponerse

en escena. Después de una exitosa gira mundial

hizo temporada en Broadway y acaparó varios

guardones como por ejemplo seis premios Tony y

tres Olivier. Antes que la obra llegase a los Estados

Unidos y a raíz del entusiasmo generado por el

montaje teatral, Alan Bennett y Hynter pensaron

llevar el argumento a la gran pantalla. Realizaron

la película en menos de un año.

El autor

“Los mejores momentos de la lectura son aquellos en los que te encuentras con algo -un pensamiento, una sensación, una manera de entender el mundo- que hasta entoncescreías que era íntimamente personal, que sólo era tuyo; y ahora, de repente, lo encuen-tras expresado por alguien, una persona a la que ni siquiera conoces, o que hace tiempoque ha muerto incluso. Y es como si del libro surgiera una mano y cogiera la tuya.”

Estas palabras que Alan Bennett, el autor de Los chicos de historia, pone en boca deHéctor, el extravagante profesor de esta comedia, resumen de forma clara y sencilla loque me gustaría que pasara en el transcurso de la representación. Sustituyan, en la pri-mera línea, la palabra lectura por la palabra teatro y ya está todo dicho.

Los chicos de historia (The History Boys) es una obra insólita y extraña, que habla demuchas de las cosas que me gustan (y preocupan a la vez): de la educación, de la ense-ñanza, de la cultura, de los libros, de la poesía, de los clásicos del cine, de la músicapopular, del teatro, del placer de jugar y de las ganas de aprender. Y lo hace de formaemotiva, inteligente y divertida, presentando sobre el escenario a un grupo de chicos quequieren comerse el mundo, y a un grupo de maestros —demasiado hartos algunos,demasiado hambrientos otros— arriesgándose juntos en el largo viaje del conocimiento.

Alguien dijo: «Estamos aquí para ayudar a los jóvenes a saber.» Ojalá que al terminar larepresentación de Los chicos de historia salgamos del teatro un poco más jóvenes y unpoco más sabios.

José María Pou

Teatro

2008 Su seguro servidor, Orson Welles, de RichardFrance2005-2007 La cabra o Quien es Sylvia?, de Edward Albee2004 El rei Lear, de William Shakesperare2004-2003 Celobert, de David Hare; Bartleby, l’escrivent,de Henry Melville; Estrellas bajo las estrellas1998 Arte, de Yasmina Reza1997 La Gavina, de Anton Txèjov1996 Àngels a Amèrica: el mil·leni s’acosta, de TonyKushner1994 La corona d’espines, de Josep Maria de Sagarra1993 Espectros, de Henrik Ibsen; Golfos de Roma, deStephen Sondheim; El Cazador de leones, de JavierTomeo1991 La verdad sospechosa, de Ruiz de Alarcón; ElGallitigre, de Javier Tomeo; Desig, de Josep Ma. Benet iJornet1989 Amado monstruo, de Javier Tomeo1988 Lorenzaccio, d’Alfredo de Musset1987 Es així, si us ho sembla, de Luigi Pirandello1985 La Locandiera, de Carlo Goldoni; Anselmo B, deFrancisco Melgares; 1984 Al derecho y al revés, de Michael Fryan; El duo de laafricana, d’ Echegaray i Fernández Caballero; Las muje-res sabias, de Molière1983 El barón; de Moratín; Casa de muñecas, de HenrikIbsen1982 El sombrero de copa, de Vital Aza; Coronada y eltoro, de Francisco Nieva1981 El galán fantasma, de Calderón de la Barca1978 El médico a palos, de Molière; Las Bacantesd’Eurípides; Las galas del difunto y la hija del capitán, deValle-Inclán1976 La carroza de plomo candente, de Francisco Nieva;Galileo Galilei, de Bertolt Brecht1973 Canta, gallo acorralado, de Sean O’Casey; LaCiudad en la que reina un niño, de Henry de Montherlant;Las tres hermanas, de Anton Chéjov1972 Los caciques, de Carlos Arniches; Misericordia, deBenito Pérez Galdós1971 Dulcinea, de Gastón Baty; Antígona, de Sófocles; Elcirculo de tiza caucasiano, de Bertolt Brecht1970 Romance de lobos, de Valle-Inclán1969 Los fantastikos, de Tom Jones y Harvey Schmidt1968 Marat Sade, de Peter Weis

Premios

Premio Nacional de Teatro 2006 por La Cabra o¿Quién és Sylvia?; premio Max al Mejor Directorde Escena; premio Max a la Mejor AdaptaciónTeatral; premio Max al Mejor Espectáculo; pre-mio Internacional Terenci Moix por el aconteci-miento teatral del año; premio Unión de Actoresal Mejor Actor Protagonista; premio Teatre BCNal Mejor director por La Cabra o ¿Quién ésSylvia?; premio Butaca al Mejor Actor; premioChivas Telón al Mejor Director Revelación; pre-mio Barcelona de Cine 2005 Mejor Actor, porSevigné; premio Butaca 2005 Mejor Actor deCine; premio Ercilla 2005 Mejor Actor por El reyLear; Fotogramas de Plata 2004 al Mejor Actor,por El rei Lear; premio Els millors del 2004; pre-mio Nacional de Teatre 2004 de Catalunya, porsus interpretacions en Celobert y Bartlebyl’escrivent; premio Teatre BCN 2004 al MejorActor, por Celobert; premio Arc 2004 por elMejor Espectáculo; premio Els millors del 2003;Medalla de la Ciutat de Mollet del Vallès 2003;premio Gran Canale del Festival Internacional deTelevisión de Venecia, por Carles, príncep deViana; premio Micrófono de Plata, de laAsociación Profesional Española deInformadores de Prensa, Radio y Televisión 2002,por la sèrie Policías; premio Assaig General 2001al Mejor Actor de Teatre, por Arte; premio alMejor Actor del Festival de Cine de Bordeos, porla película Amic/Amat; premio de Teatro Elespectador 2002 en la categoria de Mejor Actorpor Arte; premio Butaca al Mejor ActorProtagonista, por Amic/Amat, y finalista del pre-mio Mayte 1999 de Teatro, por Arte; premio de laCrítica Teatral de Barcelona 1997 al Mejor Actorpor Àngels a Amèrica; premio de la CríticaTeatral de Barcelona 1995 al Mejor Actor, por Lacorona d’espines; premio de la Crítica Teatral deBarcelona 1991 al Mejor Actor, por Desig y Elgallitigre; premio de la Crítica Teatral deBarcelona 1990 al Mejor Actor, por Amado mons-truo; premio Sant Jordi de cinematografia 1988al Mejor Actor, por El complot dels anells.

José María Pou

Para más información: www.josepmariapou.com www.josemariapou.com

Bye Bye Blackbird

The History Boys, de Alan Bennett, estrenada el 18 de mayo de 2004 en el National Theatre de Londres,es una de las mejores obras de la escena británica en décadas: divertida, emotiva, compleja, inteligen-tísima. La acción transcurre en los años 80, en una grammar school, donde los alumnos se preparan para darel salto a la universidad. El profesor Hector es un oso chestertoniano en cuya asignatura se aprende todoaquello que, según la cúpula de la escuela, no sirve para nada. Lengua, literatura, teatro, cine y músicason los virus que este maestro atípico trata de contagiar a sus chicos: la educación entendida como unared de vasos comunicantes.Los alumnos, ocho chavales portentosos, convierten las clases en vertiginosas partidas de pinpón inte-lectual, pero el mediocre director quiere resultados rápidos, y contrata a Irwin, un recién doctorado queal parecer posee un método infalible para abrirles las puertas de Oxford y Cambridge. El conflicto estáservido. Mientras el viejo Hector se niega a reducir el Holocausto a una pregunta de temario que ha deser contestada de modo “sorprendente” para deslumbrar al tribunal, el sofista Irwin proclama que “enun examen, la verdad histórica es tan irrelevante como la sed en una cata de vinos”. Celoso de la complicidad entre el oso y sus cachorros, Irwin tratará de seducirlos intelectualmente, ypoco a poco irán mudando las fidelidades: el primero en caer será Dakin, el favorito de Hector, el másbrillante, el más atractivo (y empeñado, a su vez, en conquistar al recién llegado). En toda college pieceque se precie no pueden faltar las pasiones triangulares, y Alan Bennett no reniega de esa tradición: eltercero en discordia es Posner, fascinado por Dakin y, miméticamente, por Irwin; un personaje bombón(con un gran momento: cuando, en plena clase, convierte Bewitched, bother’d and bewilder’d en su lla-mada judía de amor) que, muy à la Forster, será el perfecto observador de las tensiones ideológicas yamorosas del relato, viajando una y otra vez del futuro al pasado. Bennett juega con otros narradores laterales (Mrs. Lintott, la sabia e irónica profesora de historia, a laque no se le escapa una) y siembra en el espectador anticipaciones enigmáticas, ecos de explosionesque se revelarán a su debido tiempo. La primera vez que vemos a Irwin está misteriosamente ancladoen una silla de ruedas y se ha convertido en un asesor político de altos vuelos, encargado de hacercomulgar a la ciudadanía con las más intragables ruedas de molino. Más tarde en la obra (pero cincoaños antes en el tiempo), un justiciero Posner le visitará en un plató televisivo para pedirle cuentas. Los personajes, arquetípicos a simple vista, van revelando poco a poco sus complejidades: Bennett esdemasiado sutil como para reducir a Irwin al rol de malo de la función o pintar a Hector como un santosin peana, y no digo más para no revelar el giro capital del argumento. Tampoco son azarosas las can-ciones que salpican la obra, de La vie en rose a It’s a sin, o la culminante Bye bye Blackbird, que loschicos de la clase de historia eligen para despedir a Hector. Es el momento más conmovedor de lacomedia: la aceptación del lado oscuro del personaje, el adiós a un pájaro raro en vías de extinción -un maestro inolvidable, en lo bueno y en lo malo - y a una forma de enseñanza que quizás desaparez-ca para siempre, a no ser que alguien se convierta en su heredero. Aunque Bennett sitúa The HistoryBoys en pleno thatcherismo, está cantando la elegía de una forma de aprender que ya no existe: lasuya, de los años cincuenta. Pero, por encima de cronologías, el eje del debate está hoy, por desgra-cia, más vivo que nunca: la educación como estímulo del deseo de conocimiento frente a la culturacomo mero trampolín para puntuar y colocarse en sociedad. La diferencia capital, en definitiva, entre saber e información.

Marcos Ordóñez

Lo que se ha dicho de Los chicos de Historia

La obra de Bennett constituye un revulsivo para una sociedad sin

puntales morales. Una buena lección. Sergi Doria (ABC)

Pou es un animal escénico que en esta obra, tanto en la dirección

como en la interpretación, se supera. Álex Sàlmon (El Mundo)

José María Pou dirige un espectáculo en el que no desentona

nada, una historia servida con pulcritud y con un reparto

competente y seguro. (Guía del ocio)

Pou orquestra un montaje clásico, armonioso, impecablemente

‘british’. (Guía del ocio)

La dirección de Pou consigue secuestrar la atención del público

des del primer instante. Joan-Anton Benach (La Vanguardia)

Literalmente fantásticos son los resultados que Pou ha logrado

con el grupo de ocho actores jóvenes, todos en su sitio

derrochando energía y audacia. No la audacia del aprendiz

insolvente sino la del catecúmeno enamorado de su oficio. Hay

que verlo. Joan-Anton Benach (La Vanguardia)

El conflicto central está más vivo que nunca: la enseñanza como

estímulo del conocimiento frente a la utilización del saber para

acumular créditos. Marcos Ordoñez (El País – Babelia)

Los chicos de historia mezcla con habilidad la hondura y el

entretenimiento en una estructura de escenas veloces y giros

inesperados. José María Pou ha conseguido una dirección

fluidísima y vuelve a dar otra lección de sabiduría actoral.

Marcos Ordoñez (El País – Babelia)

Teatre Goya en gira

Jordi [email protected]

Elisabeth Torrejó[email protected]

T. 93 309 75 38www.teatregoya.cat