los atributos de dios - vol. 1 (incluye guia de estudio): un viaje al … w tozer/los...

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Los atributos de Dios volumen uno con guía deestudiopor A.W. TozerPublicado por Casa CreaciónUna compañía de Charisma Media600 Rinehart RoadLake Mary, Florida 32746www.casacreacion.com

No se autoriza la reproducción de este libro ni departes del mismo en forma alguna, ni tampoco que seaarchivado en un sistema o transmitido de maneraalguna ni por ningún medio—electrónico, mecánico,fotocopia, grabación u otro—sin permiso previo escrito

de la casa editora, con excepción de lo previsto por lasleyes de derechos de autor en los Estados Unidos deAmérica.

A menos que se indique lo contrario, el texto bíblico hasido tomado de la versión Reina-Valera © 1960Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado conpermiso.

Las citas de la Escritura marcadas (LBLA)corresponden a La Biblia de las Américas © Copyright1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation.Usadas con permiso.

Las citas de la Escritura marcadas (BTX)corresponden a la Biblia Textual Reina Valera, Ed.2010 © 2010 Sociedad Bíblica Iberoamericana, Inc.Usada con permiso.

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Las citas de la Escritura marcadas Biblia del Osocorresponden a la Sagrada Biblia traducción deCasiodoro de Reina, 1569. Edición ConmemorativaQuinto Centenario, Madrid. © Sociedad Bíblica 1990.Usada con permiso.

Las citas de la Escritura marcadas (NTV)corresponden a la Santa Biblia, Nueva TraducciónViviente, © Tyndale House Foundation, 2010. Usadocon permiso de Tyndale House Publishers, Inc., 351Executive Dr., Carol Stream, IL 60188, Estados Unidosde América. Todos los derechos reservados.

Traducido por: María Mercedes Pérez, María del C.Fabbri Rojas y María Bettina López.Coordinación, revisión de la traducción y edición:María del C.

Fabbri RojasDirector de diseño: Bill Johnson

Attributes of God © 1997 by Zur Ltd. Attributes ofGod Volume 1 Study Guide © 2003 by David E.Fessenden. Translated and printed by permission. Allrights reserved.

Copyright © 2013 por Casa CreaciónTodos los derechos reservados

Library of Congress Control Number: 2013934435ISBN: 978-1-62136-168-8E-book ISBN: 978-1-62136-174-9

Contenido

1. La infinitud de Dios

2. La inmensidad de Dios

3. La bondad de Dios

4. La justicia de Dios

5. La misericordia de Dios

6. La gracia de Dios

7. La omnipresencia de Dios

8. La inmanencia de Dios

9. La santidad de Dios

10. La perfección de Dios

Notas finales

Notas de la traducción

Capítulo 1

La infinitud de Dios

Si, pues, habéis resucitado conCristo, buscad las cosas de arriba,donde está Cristo sentado a ladiestra de Dios. Poned la mira enlas cosas de arriba, no en las de latierra. Porque habéis muerto, yvuestra vida está escondida conCristo en Dios (Colosenses 3:1-3).

Las últimas palabras de este versículoconstituirían un buen sermón paracualquiera: “Vuestra vida está escondidacon Cristo en Dios”. Quisiera remitirmea un libro escrito hace seiscientos añosy citar algunas cosas que entrelazaré eneste mensaje sobre el viaje hacia elcorazón de Dios: “con Cristo en Dios”.

El viaje hacia el infinitoEste libro fue escrito por lady Juliana

de Norwich, una mujer muy piadosa.Quiero citar lo que esta señora dijo

sobre la Trinidad: “Súbitamente laTrinidad llenó mi corazón de gozo. Yentendí que así sería en el cielo, por la

eternidad”. Esto va más allá del cieloutilitario al cual anhela ir la mayoría dela gente, donde tendrá todo lo quequiera: una casa de dos pisos, doscoches y una fuente, una piscina y callesde oro. lady Juliana vio que el cieloserá el cielo porque la Trinidad llenaránuestros corazones con “gozo sin fin”,ya que la Trinidad es Dios y Dios es laTrinidad. La Trinidad es nuestroHacedor y nuestro Guardador, nuestroamor eterno y gozo y felicidad sin fin.

Todas estas cosas caracterizaban aJesucristo, y como dijo Juliana: “Dondeaparece Jesús se entiende la benditaTrinidad”. Debemos comprender ennuestras mentes y corazones queJesucristo es la manifestación total y

completa de la Trinidad: “El que me havisto a mí, ha visto al Padre” (Juan14:9). ¡Él mostró la gloria del trinoDios, todo lo que hay de Dios! Dondeaparece Jesús, está Dios. Y cuandoJesús es glorificado, Dios lo es.

No citaría a nadie a menos quehubiera una escritura que lo confirme, yla Escritura de hecho confirma que laTrinidad llenará nuestros corazones:“Nadie ha visto jamás a Dios. Si nosamamos unos a otros, Dios permaneceen nosotros, y su amor se haperfeccionado en nosotros. En estoconocemos que permanecemos en Él, yÉl en nosotros, en que nos ha dado de suEspíritu” (1 Juan 4:12-13). Allí tiene alPadre y al Espíritu. “Y nosotros hemos

visto y testificamos que el Padre haenviado al Hijo, el Salvador del mundo.Todo aquel que confiese que Jesús es elHijo de Dios, Dios permanece en él, y élen Dios” (1 Juan 4:14-15). Allí tiene alPadre y al Hijo, o a la Trinidad.

“Mas no ruego solamente por éstos,sino también por los que han de creer enmí por la palabra de ellos, para quetodos sean uno; como tú, oh Padre, enmí, y yo en ti, que también ellos seanuno en nosotros; para que el mundo creaque tú me enviaste” (Juan 17:20-21).¿Cree usted en Jesucristo por la palabrade los apóstoles? De ser así, entoncesJesús dijo aquí claramente: “Oro paraque todos sean uno como el Padre es enmí y yo en Él, que ustedes sean uno en

nosotros. Yo en ustedes y el Padre enmí”.

El otro día escuché a un hombre haceresta oración: “Oh, Dios, tú eres laverdad; hazme uno contigo en amoreterno. Con frecuencia me preocupo alleer y oír muchas cosas, pero en ti estátodo lo que quisiera tener y podríadesear”. La Iglesia saldrá de suestancamiento cuando nos demos cuentade que la salvación no es solo unalámpara, que no es solo una póliza deseguro contra el infierno, sino una puertahacia Dios y que Dios es todo lo quetendremos y podremos desear. De nuevocito a Juliana: “Vi que Dios es paranosotros todo lo que es bueno yconfortable. Él es nuestro abrigo; su

amor nos envuelve y nos rodea con suternura, Él nunca nos dejará, y es paranosotros todo lo que es bueno”.

El cristianismo es una puerta haciaDios. Y entonces, cuando usted entra enDios, “con Cristo en Dios”, está en unviaje hacia lo infinito, a la infinitud. Nohay límites ni lugar para detenerse. Nohay solamente una obra de la gracia, niuna segunda o tercera, y eso es todo.Hay innumerables experiencias yépocas y crisis espirituales que puedenocurrir en su vida mientras usted viajahacia el corazón de Dios en Cristo.

¡Dios es infinito! Ese es elpensamiento más difícil que le pediréque capte. Usted puede no entender loque significa infinito, pero no deje que

eso lo moleste; ¡yo no lo entiendo yestoy tratando de explicárselo a usted!“Infinito” implica mucho más de lo quecualquiera podría captar, pero sinembargo la razón se inclina y reconoceque Dios es infinito. Con infinitoqueremos significar que Dios no tienelímites, frontera ni final. Lo que Dios es,lo es sin límites. Todo lo que Dios es, loes sin límites ni fronteras.

El infinito no puede sermedido

Debemos eliminar todo discursodescuidado en esto. Usted y yo hablamossobre la riqueza ilimitada, pero noexiste cosa semejante; usted puede

contarla. Hablamos de energía ilimitada—que no siento tener en este momento—pero no existe tal cosa; usted puedemedir la energía de un hombre. Decimosque un artista pasa por un dolor infinitocon su cuadro. Pero no sufre molestiasinfinitas; solo hace lo mejor que puede yluego levanta sus manos y dice: “No estábien todavía, pero tengo que dejarloasí”. A eso nosotros lo llamamosmolestias infinitas.

Pero ese es un uso equivocado de laspalabras “ilimitado”, “inagotable” e“infinito”. Estas palabras describen aDios: no describen otra cosa sino aDios. No describen un espacio ni untiempo ni una situación o un movimientoni una energía; estas palabras no

caracterizan a criaturas o arena oestrellas o cualquier cosa que pueda sermedida.

La medición es una manera que tienenlos objetos creados de ser cuantificados.Por ejemplo, el peso es una forma en laque nos cuantificamos: por la fuerzagravitacional de la tierra. Y tambiéntenemos distancia: el espacio entrecuerpos celestes. También está lalongitud: extensión del cuerpo en elespacio.

Nosotros podemos medir cosas.Sabemos cuán grandes son el sol y laluna, cuánto pesa la tierra y cuánto pesanel sol y otros cuerpos celestes. Sabemosaproximadamente cuánta agua hay en elocéano. Parece algo sin límites para

nosotros, pero sabemos la profundidadque tiene y podemos medirlo, de maneraque no es para nada algo ilimitado. Nohay nada ilimitado sino Dios, y nadainfinito sino Dios. Dios existe por símismo y es absoluto; todo lo demás escontingente y relativo. No hay nada quesea lo suficientemente grande ni sabio nimaravilloso. Todo es relativo. SoloDios no conoce medida.

El poeta dice: “Un Dios, unaMajestad. No hay otro Dios, solo tú.Ilimitada, inextensa unidad”. Por muchotiempo me pregunté por qué él decía:“Ilimitada, inextensa unidad”; entoncesme di cuenta de que Dios no se extiendeen el espacio. C. S. Lewis dijo que siusted pudiera pensar en una hoja de

papel extendida infinitamente en todasdirecciones, y si tomara un lápiz ehiciera una línea de una pulgada delargo, eso sería el tiempo. Donde ustedempieza a presionar el lápiz representael comienzo del tiempo y donde lolevanta del papel, el fin del tiempo. Yalrededor, infinitamente extendido entodas direcciones, está Dios. Esa es unabuena ilustración.

Si hubiera un punto en el que Dios sedetuviera, no sería perfecto. Porejemplo, si Dios supiera casi todo, perono todo, no sería perfecto enconocimiento. Su entendimiento no seríainfinito, como dice el Salmo 147:5.

Tomemos todo lo que puede serconocido—pasado, presente y futuro,

espiritual, físico y psíquico—en todo eluniverso. Y digamos que Dios sabe todoexcepto un porcentaje: Él conoce elnoventa y nueve por ciento de todas lascosas que pueden ser conocidas. Medaría vergüenza ir al cielo y mirar a lacara a un Dios que no lo supiera todo.Él debe saber todo o no puedo adorarlo.No puedo adorar a alguien que no esperfecto.

¿Y qué sucede con el poder? Si Diostuviera todo el poder excepto unpoquito, y hubiera algún otro queacaparara un poquito de ese poder queDios no tuviera, entonces noadoraríamos a Dios. No podríamosdecir que ese Dios tiene un poderinfinito; solo estaría cerca de tenerlo.

Aunque sería más poderoso quecualquier otro ser y quizás máspoderoso que todos los seres deluniverso juntos, tendría un defecto, y porconsiguiente no podría ser Dios. NuestroDios es perfecto: perfecto enconocimiento y en poder.

Si Dios tuviera bondad, pero hubieraun punto en el que Dios no fuera bueno,entonces no sería nuestro Dios y Padre.Si Dios tuviera amor, pero no todo elamor, sino solo noventa y nueve porciento de amor—o quizás un porcentajeaún mayor—Dios todavía no sería Dios.Dios; para ser Dios, debe ser infinito entodo lo que es. No puede tener límites nifronteras, nada que lo detenga, ningúnpunto que no pueda alcanzar. Si usted

piensa en Dios o en algo relacionadocon Dios tiene que pensar infinitamenterespecto a Él.

Usted podría terminar con uncalambre en la cabeza durante dossemanas después de intentar esto, perosería una buena cura para este pequeñodios barato que tenemos ahora. Estepequeño dios barato que hemosinventado puede ser su compinche: “elde arriba”, el que lo ayuda a ganar losjuegos de béisbol. Ese dios no es elDios de Abraham, de Isaac y de Jacob.No es el Dios que puso los fundamentosdel cielo y de la tierra; es otro dios.

Los estadounidenses cultos podemosfabricarnos dioses como hacen lospaganos. Usted puede hacer un dios de

plata, madera o piedra, o puede hacerloen su propia imaginación. Y el dios quese adora en muchos lugares ensimplemente un dios imaginario. No esel Dios verdadero. No es el Diosinfinito, perfecto, omnisciente, sabio,todo amor, infinitamente ilimitado,perfecto. Es algo menos que eso. Elcristianismo está en decadencia y se estáhundiendo en la alcantarilla porque eldios del cristianismo moderno no es elDios de la Biblia. No quiero decir queno oramos a Dios; me refiero a queoramos a un dios que es menos de lo quedebería ser. Debemos pensar en Dioscomo el ser perfecto.

Dios se complace consigomismo

Lo que diré a continuación podríasorprenderlo: Dios se complace consigomismo y se regocija en su propiaperfección. He orado, meditado,investigado y leído la Palabra durantedemasiado tiempo como pararetractarme de esto. Dios se complaceen sí mismo y se regocija en su propiaperfección. ¡La divina Trinidad secomplace consigo misma! Dios sedeleita en sus obras.

Cuando Dios creó los cielos y latierra y todas las cosas que están sobreella, dijo una y otra vez “y vio . . . queera bueno” (Génesis 1:4, 10, 12, 18, 21,

25). Luego Dios creó al hombre a suimagen y al contemplarlo dijo que era“bueno en gran manera” (1:31). Dios seregocijó en sus obras. Estaba contentode lo que había hecho.

La redención no es una tarea pesadapara Dios. Él no se encontró de repenteen problemas y tuvo que correr tratandode resolver algún asunto de “políticaexterior” con los arcángeles. Dios hizolo que hizo gozosamente. Hizo los cielosy la tierra gozosamente. Es por eso quelas flores miran hacia arriba y sonríen,las aves cantan y el sol brilla, el cielo esazul y los ríos fluyen hacia el mar. ¡Dioshizo la creación y amó lo que hizo!

Él se complace en sí mismo, en supropia perfección y en la perfección de

su obra. Y cuando se trata de laredención, repito que no fue una tareaforzada que le impuso una necesidadmoral. Dios quería hacerlo. Dios notenía la necesidad moral de redimir a lahumanidad. No tenía que enviar a suHijo Jesucristo a morir por lahumanidad. Lo envió, pero al mismotiempo Jesús lo hizo voluntariamente. SiDios estaba dispuesto, esa fue la felizvoluntad de Dios.

Una madre no tiene que levantarsepara alimentar a su bebé a las dos de lamadrugada. No hay ninguna ley que laobligue a hacerlo. La ley probablementela obligará a cuidar al chiquillo, pero notendría la obligación de darle eseamoroso cuidado que le brinda. Ella

quiere hacerlo. Yo solía hacerlo pornuestros pequeños y lo disfrutaba. Unamadre y un padre hacen lo que hacenporque les gusta hacerlo.

Lo mismo sucede con nuestroformidable, eterno, invisible, infinito,sabio, omnisciente Dios, el Dios denuestros padres, el Dios y Padre denuestro Señor Jesucristo y el Dios aquien llamamos “nuestro Padre que estáen los cielos”. Él es ilimitado e infinito;no puede ser pesado ni medido; no se lepueden aplicar la distancia, el tiempo niel espacio, ya que Él hizo todas lascosas y todas las cosas en Él subsisten,en su propio corazón. Aunque se levantapor encima de todo, al mismo tiempoeste Dios es un Dios amigable,

agradable, y se deleita consigo mismo.El Padre se deleita en el Hijo: “Este esmi Hijo amado, en quien tengocomplacencia” (Mateo 11:25). Y desdeluego el Espíritu Santo se deleita en elPadre y en el Hijo.

La encarnación, además, no fue algoque Jesucristo hiciera a regañadientes,diciendo: “Odio esto; me encantaríapoder librarme de esto”. Uno de losqueridos escritores de himnos antiguosdijo: “No aborreció el vientre de lavirgen”. El escritor pensó en esto y dijo:“Espera un minuto. ¿El vientre de unacriatura? ¿Cómo puede ser que el Diosimperecedero, eterno, infinito, a quien elespacio no puede contener, estéconfinado dentro de una de sus propias

criaturas? ¿Eso no sería unahumillación?” Luego sonrió y dijo: “No,Él no aborreció el vientre de la virgen”,lo escribió, y lo hemos estado cantandodurante centurias. La encarnación de lacarne inmortal de Jesucristo no fue unatarea pesada. La segunda persona de laTrinidad, el Hijo imperecedero, elVerbo eterno hecho carne, ¡gozosamente!Cuando los ángeles cantaban respecto ala encarnación, cantaban con gozo.

Dios se complace en su obraY también se deleita en la salvación.

Fíjese en Lucas 15:5 que cuandoJesucristo salva a un hombre, lo ponesobre sus hombros. ¿Y cuál es el verbo

de este versículo? ¡Regocijándose!(BTX) Dios no solo se complace consigomismo, se deleita en su propiaperfección y está feliz con su obra decreación y redención, sino que tambiénestá entusiasmado. Hay entusiasmo en laDeidad, y hay entusiasmo en la creación.

Si no hubiera entusiasmo en lacreación, pronto se deterioraría. Todoestá hecho de átomos, protones,neutrones y electrones, cosas que nopueden permanecer estáticas, ¡ni por unsegundo! Se disparan en todasdirecciones a una velocidad tremenda, ylos cuerpos celestes se mueven de lamisma manera.

Los antiguos griegos llamaban almovimiento que ellos producen al

atravesar el espacio “la música de lasesferas”. No creo que estuvieran muyequivocados. Creo que Dios cantabacuando creaba las cosas. El movimientoy la velocidad de los cuerpos celestes,la obra de las pequeñas criaturas de latierra para ablandar el suelo, la obra delsol sobre la tierra: todo esto es elgozoso obrar de Dios en su creación.

Se ve el entusiasmo en la creación; seve en la luz. ¿Alguna vez se detuvo apensar cómo sería todo si no hubieraluz? Si el Dios todopoderoso cubrieratodos los cuerpos celestes y de repenteapagara todas las luces que existen, a míno me gustaría estar vivo. Me gustaríaapagarme como un bombillo y pedirle aDios que por favor me aniquilase, y no

creo en la aniquilación. Imagine: ¡sinluz, ni velocidad, ni color ni sonido!

Algunas personas le temen al color.Creen que la espiritualidad consiste enser gris. ¡Pero Dios hizo el color! Hizotoda clase de tonalidades. Mire elamanecer: ¿qué es eso, solo algocientífico? ¿Cree usted que Dios salpicóel precioso cielo con rosas, guindas,azules y blancos y no estaba sonriendomientras lo hacía? ¿Es un meroaccidente de la naturaleza,científicamente explicado? ¡Entoncesusted tiene mucho que aprender por supropio bien! Vacíe su cabeza y llene sucorazón y así estará mucho mejor. ElEspíritu Santo escribió 150 salmos yesos salmos celebran las maravillas de

la creación de Dios.En mi estado de Pensilvania los

sinvergüenzas que especulan con eldinero compraron los derechos delcarbón en ciertas secciones del estado.Crecí contemplando y amando preciosascolinas, hermosas laderas besadas porel sol, en ocasiones azuladas pormísticas puestas de sol. Y los arroyosdescendían hacia el río y luego hacia elmar. Todo era muy bello.

Pero volví a mi antiguo hogar añosdespués y encontré que estos sujetosavaros no cavaron un hoyo para sacar elcarbón; llevaron topadoras y removieronla parte superior de la tierra—árboles,césped, todo—para llegar al carbón. Elresultado fue que miles y miles de acres

—colinas enteras que se elevaban consu verdor para encontrarse con el azuldel cielo—, yacían cortadas como unaenorme tumba abierta. El estado dePensilvania dijo: “Deben llenarlas o lespondremos una multa de $300”. Y lagente minera se miraron unos a otros y aregañadientes pagaron los $300.Dejaron todo como estaba, y me fui deallí golpeado por el dolor de ver a mispreciosas colinas convertidas enenormes y horribles canteras de arena.

Regresé unos años más tarde, ¿y sabelo que había hecho la naturaleza? Laquerida y ocupada madre naturaleza,entusiasta, amorosa, gozosa, comenzó adibujar un verde velo sobre aquelhorrible tajo. Y ahora si usted va verá

que se ha curado. ¡El Dios todopoderosoestá en ello! Deberíamos dejar depensar como científicos y pensar comosalmistas.

Este Dios infinito está disfrutando.Alguien la está pasando bien en el cielo,en la tierra, en el mar y en elfirmamento. Alguien está pintando elcielo. Alguien está haciendo crecer losárboles donde había solo tajos un añoatrás. Alguien está haciendo que el hielose derrita y baje hacia el río y hace quelos peces naden y las aves canten ypongan sus huevos azules y construyansus nidos y empollen a sus crías.Alguien está haciendo funcionar eluniverso.

Cantar con júbiloY creo que sé quién es. Creo que es el

Padre eterno, “fuerte para salvar, cuyopoder gobierna los agitados mares”.Creo que es la Trinidad, nuestro Padreque está en los cielos y su único HijoJesucristo, nuestro Señor. Dios la pasabien en su rol. Así que no pensemos másen Dios como alguien sombrío, con elceño fruncido. Repito que cuando Dioshizo los cielos y la tierra ellos cantaronjuntos y todos los hijos de Dios gritaronde júbilo. No hubo un funeral en lacreación del mundo; hubo un cántico.Toda la creación cantó.

En la encarnación cantaron. Algunaspersonas colocan un paño mortuoriohúmedo y pastoso sobre sus felices

bocas y dicen: “Los ángeles nocantaban: ‘Paz en la tierra, buenavoluntad a los hombres’”. De acuerdocon el griego, ellos decían: “Paz en latierra, buena voluntad a los hombres”.Pero no se puede leer esto sin que algoempiece a moverse dentro de usted.Capte el ritmo; capte la música en sucorazón. “En la tierra paz, buenavoluntad para con los hombres”, decían.Hubo canto en la encarnación.

Y luego en la resurrección tambiénhubo canto. “Cantaré de ti entre lasnaciones” (Salmos 57:9) dijo Jesús enel salmo. En el Nuevo Testamento no senos dice que Jesús cantó cuando selevantó de entre los muertos. Pero elAntiguo Testamento predice que una de

las primeras cosas que haría Jesús seríacantar. Y una de las últimas cosas quehizo antes de ir a morir fue cantar a corocon sus hermanos. ¡Me hubieraencantado oír ese himno!

¿Alguna vez se detuvo a pensar en elrapto? Va a ser algo que jamás hasucedido. Tal vez usted podría estarcaminando por la calle cuando oiga elsonido de la trompeta ¡y de repente serátransformado! No sabrá qué hacer nicómo actuar. Y las personas que yacenen sus tumbas, ¿qué harán? Sé lo queharán, ¡van a cantar! ¡Habrá canto en laconsumación, en ese gran día!

“Y cantaban un nuevo cántico,diciendo: Digno eres de tomar el libro yde abrir sus sellos; porque tú fuiste

inmolado, y con tu sangre nos hasredimido” (Apocalipsis 5:9): ese es eltema de la nueva canción. El tema de esanueva canción no es “Yo soy”, es “Túeres”. ¡Note la diferencia! Cuando ustedmira los himnos de Wesley, Montgomeryy Watts, eran: “Tú eres, oh Dios, túeres”. Pero cuando miramos los himnosmodernos, dicen: “Yo soy, yo soy, yosoy”. Me enferma. De vez en cuando unbuen himno con testimonios está bien,pero estamos exagerando. La cancióndel rapto será: “Tú eres digno, ohDios”.

Y cantaban un nuevo cántico,diciendo: Digno eres de tomar ellibro y de abrir sus sellos; porquetú fuiste inmolado, y con tu sangre

nos has redimido para Dios, detodo linaje y lengua y pueblo ynación; y nos has hecho paranuestro Dios reyes y sacerdotes, yreinaremos sobre la tierra. Y miré,y oí la voz de muchos ángelesalrededor del trono, y de los seresvivientes, y de los ancianos; y sunúmero era millones de millones(Apocalipsis 5:9-11).

Si usted puede escribir en una pizarracuántos son, le pago la cena. ¿No es raroque los hombres tengan semejantes vigasen sus mentes que en vez de ponersecontentos por esto solo intenten entenderquiénes son esos diáconos, ancianos,bestias y criaturas? Escriben libros

sobre quiénes son y cómo son. ¿No esraro eso? ¿Cuán tonto se puede volverun erudito? Yo no sé nada de estascriaturas que se mencionan aquí.Búsqueme cinco minutos después delrapto y le contaré todo sobre ellas. Peroahora solo quiero tomarlo por fe. “Nosha hecho . . . reyes y sacerdotes”, dijoJuan. Todas las criaturas respondieron:“el Cordero que fue inmolado es digno”(5:12). No decían: “Mírenme a mí. Soymaravilloso; estoy feliz, feliz, feliz”.No: el Cordero, el Cordero es digno.

Esa es la consumación. La infinitaDeidad nos invita a que vayamos a Él acompartir las intimidades de laTrinidad. Y Cristo es el camino.

La luna y la tierra giran de tal manera

que solo vemos un lado de la luna ynunca vemos el otro. El eterno Dios estan inmenso, tan infinito, que no puedotener la esperanza de conocer todo loque haya para saber de Él. Pero Diostiene un lado enfocado hacia el hombre,así como la luna tiene un lado enfocadohacia la tierra. Así como la luna siempretiene esa cara sonriente hacia la tierra,Dios siempre tiene un lado enfocadohacia el hombre, y ese lado esJesucristo. El lado enfocado hacia latierra, Jesús, es la forma en que Diosnos ve. Siempre nos mira y ve aJesucristo en nosotros. Entoncesvolvemos a la cita de lady Juliana:“Donde aparece Jesús se entiende labendita Trinidad”.

¿Está conforme usted con elcristianismo nominal? Si lo está, notengo nada que decirle. ¿Está satisfechocon el cristianismo popular de personasinfluyentes? Si lo está, no tengo nadaque decirle. ¿Está satisfecho con elcristianismo elemental? Si lo está, todolo que tengo para usted es exhortarlo aque siga adelante hacia la perfección.Pero si no está satisfecho con elcristianismo nominal ni popular ni concómo comenzaron las cosas y quiereconocer al Trino Dios por sí mismo,siga leyendo.

Capítulo 2

La inmensidad de Dios

Porque todo el que quierasalvar su vida, la perderá; y todoel que pierda su vida por causa demí, la hallará. Porque ¿quéaprovechará al hombre, si ganaretodo el mundo, y perdiere sualma? ¿O qué recompensa dará elhombre por su alma? (Mateo

16:25-26).Y vuestra vida está escondida

con Cristo en Dios (Colosenses3:3).

Y ciertamente, aun estimo todaslas cosas como pérdida por laexcelencia del conocimiento deCristo Jesús, mi Señor, por amordel cual lo he perdido todo, y lotengo por basura, para ganar aCristo (Filipenses 3:8).

Padre, somos indignos de tenerestos pensamientos, y nuestrosamigos no merecen escucharlos.Pero trataremos de escuchar yhablar dignamente. Sabemos quehemos admirado cosas malignas,hemos escuchado con nuestros

oídos palabras y caminosmalignos. Pero ahora confiamosen que todo eso ha quedado atrásy nuestros ojos están puestos en ti.¡Muéstrate a nosotros, oh Dios!Pastor, dulce maravilla, Jesús, terogamos que esta tarde podamosvolver a tener otra visión del trinoDios por medio de Jesucristonuestro Señor. Amén.

La fe es de dos clases: nominal y real.La fe nominal es la que acepta lo que seha dicho y puede citar texto tras textopara probarlo. Es asombroso ver cómola fe y la creencia nominal puedenconvertir estos textos en ropajes, velos y

cortinas para la Iglesia.Pero hay otra clase de fe: es la fe que

depende del carácter de Dios. Ustedrecordará que la Escritura no dice:“Abraham creyó el texto, y le fuecontado por justicia”. Dice: “CreyóAbraham a Dios” (Romanos 4:3). Nofue en qué creyó Abraham, sino a quiénle creyó lo que contó. Abraham le creyóa Dios, y el hombre con fe verdadera lecree a Dios y su fe descansa en elcarácter de Dios. El hombre que tieneuna fe real en vez de nominal haencontrado la respuesta correcta a lapregunta: “¿Cómo es Dios?”. No existeuna pregunta más importante que esa. Elhombre de fe verdadera ha encontradouna respuesta a esa pregunta por

revelación e iluminación.La dificultad de la Iglesia hoy—

incluso la Iglesia que cree en la Biblia—es que nos hemos detenido en larevelación. Pero la revelación no essuficiente. La revelación es la Palabradada por Dios. Es algo objetivo, nosubjetivo; es externo, no interno. Es larevelación de Dios sobre la verdad. Unhombre puede creer en esoprofundamente y sostenerlo comoverdadero. Pero aún así tendrá solo unarevelación objetiva de la verdad que hasido revelada objetivamente.

IluminaciónHay otra manera de encontrar una

respuesta a la pregunta: “¿Cómo esDios?” y es por iluminación. El hombrede fe real cree la Palabra, pero ha sidoiluminada de manera que él sabe lo queesa Palabra significa. Eso no quieredecir que sea un mejor maestro de laBiblia. Pero significa que ha tenido loque los cuáqueros llaman “unaapertura”. Su corazón se ha abierto a laPalabra. La revelación dada es un mediopara un fin, y Dios es ese fin, no el textoen sí mismo.

Es por eso que nunca discuto sobreuna traducción ni me enojo por ella. Untexto es solo un medio para un fin.Ahora bien, como hay mucho dinero ylos editores publican cualquier cosa,cometemos el error de creer que si

logramos que la Palabra sea dicha deuna manera diferente habrá un efectomágico en esa Palabra. Creemos que sise la lee en la Versión Reina Valera1960 estará bien, pero si tenemos unaversión más moderna, que varía solo unpoquito, automáticamente hemosrecibido algo nuevo. ¡No es así!

La iluminación es lo que importa y laPalabra de Dios es un medio hacia unfin, así como los caminos son mediospara llegar a un destino. Un camino noes nada en sí mismo. Nadie construyójamás un camino y luego lo cercó enambos extremos y plantó flores a suslados y lo hermoseó para luego decir:“Esto es un camino”. En cambio se dice:“Esto es un camino, un medio para

llegar a algún lugar”. La Biblia es unacompleta serie de carreteras, y todasconducen a Dios. Y cuando el texto hasido iluminado y el creyente del textosabe que Dios es el fin hacia el cual seestá dirigiendo, entonces ese hombreadquiere verdadera fe.

La magnitud de las cosasHablo frecuentemente de un librito

llamado Revelations of Divine Love[Revelaciones del amor divino], escritopor una mujer llamada Juliana, haceseiscientos años. Un día mientras orabatuvo una pequeña experiencia. Ellacuenta: “Vi un objeto muy pequeño, deltamaño de una avellana”. Cuando yo era

chico teníamos avellanas en la granja, yeran del tamaño de una canica grande,no más que eso. Ella dijo que vio eseobjeto pequeñito y preguntó: “¿Quépuede ser eso?”. Y algo en su corazónrespondió: “Esto es todo lo que ha sidohecho; esto es todo lo que ha sidohecho”. Esa pequeña avellanarepresentaba todo lo que ha sido hecho.Quiero que piense esto conmigo: “Estoes todo lo que ha sido hecho”.

El gran filósofo y matemático místicofrancés, Blaise Pascal, dijo: “Estamos amitad de camino entre la inmensidad ylo que es infinitesimalmente pequeño”.Él dijo que podríamos encontrar mundosmás allá de otros mundos en el espacio.Nuestro sistema solar se mueve

alrededor de otro sistema solar. Y esesistema solar se mueve alrededor deotro sistema solar, y así sucesivamentehasta la infinita vastedad. Luego, dijo, siusted gira en la dirección inversa,encontrará pequeños mundos dentro depequeños mundo: la molécula, el átomo,el electrón y el protón, dentro de unapequeñez infinitesimal. Él creía que elhombre, hecho a imagen de Dios, estáexactamente a mitad de camino entre loque es infinitamente grande y lo que esinfinitesimalmente pequeño. No haymanera de probar eso, pero es unasituación aterradora estar en el puntomedio de algo tan grande como eluniverso y también de algo tan pequeño.

Creemos que el sol es muy grande,

con sus planetas girando alrededor deél. Pero si estudiamos astronomía—aunastronomía elemental—veremos que haysoles tan grandes que podrían absorber anuestro sol, a todos sus planetas y atodos los satélites que giran alrededorde ellos. Dicen que hay soles tangrandes que dentro de ellos se podríancolocar millones del tamaño de nuestrosol. Me doy por vencido. Yo ni siquieratrato de entenderlo.

Luego está el espacio. No creo que elespacio sea una cosa. Creo que es solouna manera que tenemos de representardiferentes posiciones en el vastouniverso. Lo llamamos distancia.Sabemos que no se mide. Si se trata dela luna se dicen 250 000 millas o si del

sol 93 millones de millas. Pero despuésse comienza a hablar en años luz,digamos 10 millones solo para empezar.Así que si usted quiere saber a quédistancia está la tierra de ese cuerpo delque estoy hablando, lo multiplica por 5billones, 862 mil millones, 484 millonespor 10 millones. ¿No lo pasma esto?¡Me produce dolor de cabeza! Encomparación con todo eso, usted y yosomos terriblemente pequeños.

Pero no somos lo más pequeño queexiste, porque podemos disolvernos,derretirnos y llegar hasta las moléculasy átomos y trocitos de materiaincorpórea o energía que llamamos condiferentes nombres comerciales. Ustedencontrará que estamos, de acuerdo con

Pascal, a mitad de camino en eluniverso.

La inmanencia de DiosY luego está Dios. Dios tiene el

atributo de inmanencia e inmensidad.Dios es inmanente, lo cual significa queusted no tiene que atravesar unadistancia para encontrarlo. Él está entodo. Él está justo aquí.

Dios está por encima de todas lascosas, por debajo de todas las cosas,afuera y adentro de todas las cosas. Diosestá encima, pero no es levantado. Estádebajo, pero no es hundido. Está afuera,pero no excluido. Está adentro, pero noconfinado. Dios preside por encima de

todas las cosas, sostiene por debajotodas las cosas, abraza desde afueratodas las cosas y llena la parte internade todas las cosas. Esta es la inmanenciade Dios.

Dios no necesita trasladarse para ir aningún lado. Podríamos orar: “Oh, Dios,ven a ayudarnos”, porque nosexpresamos de una manera psicológica.Pero en realidad Dios no “viene” aayudarnos, porque no hay ningún lugaren el que Dios no esté.

Si tomare las alas del alba, yhabitare en el extremo del mar, aunallí me guiará tu mano, me asirá tudiestra . . . Si subiere a los cielos,allí estás tú; y si en el Seol hiciere

mi estrado, he aquí, allí tú estás(Salmos 139:9-10, 8).

Así que es imposible pensar en unlugar donde Dios no esté.

La inmensidad de DiosLas Escrituras nos enseñan también

sobre la inmensidad de Dios. Isaíasdice: “¿Quién midió las aguas con elhueco de su mano y los cielos con supalmo, con tres dedos juntó el polvo dela tierra, y pesó los montes con balanzay con pesas los collados?” (40:12).

Imagínese si se alejara en el espaciomillones de años luz y encontrara uncuerpo tan inmenso que pudiera arrojar

a todo nuestro sistema solar en él. Comosi aventara una palada de carbón en unacaldera, tragaría nuestro sistema solar yseguiría adelante. Después que ustedhaya pensado en eso, recuerde que Dioslo contiene todo. Recuerde que Diosestá afuera de todas las cosas y adentrode todo y alrededor de todo. Recuerdeque nuestro Dios lo hizo. Esa es lainmensidad de Dios.

El Espíritu Santo es más grande quetodo el universo, la pequeña avellanaque vio Juliana. “He aquí que lasnaciones le son como la gota de aguaque cae del cubo” (Isaías 40:15). Sabe,es muy difícil lograr que un cristiano seasuste. Es difícil hacerlo entrar enpánico si realmente cree en Dios. Si es

meramente un miembro de la iglesia,puede ponerse muy nervioso. Pero sirealmente cree en Dios es muy difícilque lo haga.

Es muy difícil para un bocón comoNikita Kruschev [líder de la antiguaUnión Soviética en las décadas de 1950y 1960] asustar a alguien queverdaderamente crea en Dios. Kruschevsonaba cada vez más como AdolfoHitler, ¿y dónde está Hitler? El mismoDios que dispuso de Adolfo dispusotambién de Nikita uno de esos días. “Heaquí que las naciones le son como lagota de agua que cae del cubo, y comomenudo polvo en las balanzas le sonestimadas; he aquí que hace desaparecerlas islas como polvo” (Isaías 40:15): tan

pequeño que Él ni siquiera las nota.“Como nada son todas las nacionesdelante de él; y en su comparación seránestimadas en menos que nada, y que loque no es” (Isaías 40:17).

El veterano Dr. Neighbor solía decirque la palabra vanidad en hebreosignifica: “una pompa de jabón”: algoque flota con una piel infinitamentedelgada. Cuando se la toca, desaparece;nadie puede volver a encontrarla. Eso eslo que significa: todas las naciones delmundo son como una pompa de jabónpara Él.

El está sentado sobre el círculo dela tierra, cuyos moradores soncomo langostas; él extiende los

cielos como una cortina, losdespliega como una tienda paramorar . . . ¿A qué, pues, me haréissemejante o me compararéis? diceel Santo. Levantad en alto vuestrosojos, y mirad quién creó estascosas; él saca y cuenta su ejército;a todas llama por sus nombres;ninguna faltará; tal es la grandezade su fuerza, y el poder de sudominio (Isaías 40:22 y 25-26).

Este pasaje probablemente sea el másosado vuelo de la imaginación jamáshecho por la mente humana. Aquí enIsaías tenemos eso que es más vasto eimponente que cualquier cosa que hayapodido salir de la mente de

Shakespeare. Es el pensamiento del granDios, el Pastor del universo, que semueve a través de su universo, con susmiles de millones y billones de años luz,con sus mundos tan grandes que todonuestro sistema solar se vería como ungrano de arena en comparación. Y Diossobresale por allí y llama a estosmillones de mundos sus ovejas; losllama a todos por nombre y los guía através del vasto cielo.

Diría que este es el pensamiento máselevado que conozco, dentro o fuera dela Biblia. Y Dios hace esto por “lagrandeza de su fuerza, y el poder de sudominio” (Isaías 40:26). Así como unpastor cuida a todas sus ovejas yninguna se le pierde, Dios guarda todo

su universo. Los hombres señalan lasestrellas con sus pequeñísimas gafas yhablan con erudición, pero solo hanestado contando las ovejas de Dios,nada más. Dios es quien gobierna suuniverso.

Y en los Salmos leemos:

Bendice, alma mía, a Jehová.Jehová Dios mío, mucho te hasengrandecido; Te has vestido degloria y de magnificencia. El que secubre de luz como de vestidura,Que extiende los cielos como unacortina, Que establece susaposentos entre las aguas, El quepone las nubes por su carroza, Elque anda sobre las alas del viento

(104:1-3).

Eso es grandeza, la inmensidad de lainmanencia de Dios, comparada con lavastedad y la pequeñez del mundo.Porque Juliana dijo: “Vi toda suvastedad reducida, y vi cuán grande eraen verdad, comparada con el Diostodopoderoso. ‘Era del tamaño de unaavellana’”. Luego dijo: “Me maravillóuna sola cosa”. Y yo pensé: “Memaravillé de lo que podría mantenerlounido”.

Dios protege lo que ama¿Se preguntó usted alguna vez qué es

lo que sostiene juntas todas las cosas?

¿Se ha preguntado alguna vez por quélas cosas no se desintegran? ¡Yo sí! Mehe preguntado cómo es que las cosas nose vienen abajo. “Me maravilló”, dijoella, “cuánto podría durar”. Aunque ladistancia lo envuelve todo y aunque lamateria depende de la Palabra de Dios,y aunque la vida es un rayo desde elcorazón de Dios, ¡no hay mucho de quépreocuparnos! Pero ella dijo: “¿Cuántopodría durar? ¿Cómo podría esomantenerse unido?”. Luego dijo: “Loentendí. Vi que todas las cosas fueroncreadas por el amor de Dios y que Él lashizo y las ama y las guarda”.

Por eso es que usted no se desintegra:porque Dios lo hizo, Dios lo ama y loguarda. Dios ama lo que hace, porque

sería inconcebible que Dios hiciera algoque no amase.

Un sujeto me trajo hace poco uncuadro en el que había estado trabajandodurante un tiempo y me lo mostró paraver si me gustaba. Sería inconcebibleque a él no le gustara su propia pintura.A mí también me gustó, pero me lamostró porque a él le gustaba. Nos gustalo que hacemos nosotros mismos. Diosama lo que Él hizo. Y como lo hizo, loama y porque lo ama, lo cuida.

Las personas no van a perder nadaque amen si pueden evitarlo. Una madrepuede perder a su bebé si muere, perono lo hará si puede ayudarlo. Un hombrepuede perder una propiedad o suautomóvil o su empleo, pero no lo hará

si puede evitarlo. Y así el Diostodopoderoso está en una posición de noperder nunca nada porque es capaz deno perderlo. Él lo guarda porque lo amay lo ama porque lo hizo—¿o lo hizoporque lo ama?—no lo sé.

Escuché predicar a un párrocoepiscopal un sermón sobre lainmortalidad. Dio una de los másmagníficos razonamientos sobre lainmortalidad que jamás había oído. “LaBiblia dice que Abraham era amigo deDios”, dijo el párroco. “Ahora bien,¿cómo podría ser que un hombreabandonara a sus amigos? Si un hombrees su amigo, usted no lo va a perder sipuede evitarlo. Y si muriera ustedtrataría de traerlo de vuelta si pudiera.

Usted conservaría a su amigo porque essu amigo.

“Bien, el Dios todopoderoso puedeconservar a su amigo. Por eso sabemosque Abraham regresará de entre losmuertos, porque es amigo de Dios y Élno permitirá que su amigo esté sepultadoy se pudra para siempre. Él lo traerádesde la tumba. Y es por eso que yocreo en la inmortalidad. Creo que Diosnos hizo y nos ama y Él guarda lo queama”.

Así que todas las cosas tienen su seren Dios. Quiero que usted piense enDios el Creador: Dios el Padretodopoderoso, Creador de los cielos yla tierra. Quiero que piense en el Diosamante: “Porque de tal manera amó Dios

al mundo, que ha dado a su Hijounigénito” (Juan 3:16). Y quiero quepiense en Dios el Guardador, si usted esun verdadero cristiano. Si no esrealmente un cristiano, si usted no hanacido de nuevo y no se ha lavado en lasangre del Cordero, esto no se le aplica,y no tiene sentido que yo trate de hacerque se le aplique. Pero si es unverdadero cristiano esto se aplica austed.

¿Por qué no somos felices?Cuando lady Juliana pensó en esto,

dijo: “Si todo esto es cierto, entonces¿por qué no tenemos todos una gran pazen el alma y en el espíritu? ¿Por qué los

cristianos no son las personas másfelices, más reposadas de todo elmundo?” Entonces ella respondió supropia pregunta: “Porque buscamosnuestro descanso en cosas que sondemasiado pequeñas. Esta avellana en lacual todo esto está condensado:procuramos encontrar placer en esaspequeñas cosas”.

¿Qué es lo que lo hace feliz a usted?¿Qué es lo que lo alegra y le levanta lamoral? ¿Es su trabajo? ¿El hecho de quetiene buena ropa? ¿Es porque se hacasado bien y tiene una buena posición?¿Qué es exactamente lo que le producegozo?

Ese en nuestro problema. Sabemosque Dios es tan inmenso que en

comparación todo tiene el tamaño de unaavellana. Y sin embargo no somospersonas felices porque nuestra menteestá puesta en cosas. Multiplicamoscosas, las acrecentamos y lasperfeccionamos. Embellecemos lascosas y ponemos nuestra confianza enellas y en Dios. Tenemos nuestro trabajoy a Dios; a nuestro esposo y a Dios;nuestro fuerte cuerpo y Dios; nuestrobuen trabajo y Dios; nuestro hogar yDios. Tenemos nuestra ambición en elfuturo y Dios, y de esa manera ponemosa Dios como un signo más después detodas las demás cosas.

Todas las grandes almas del mundodesde David y Pablo y Agustín y todaslas demás hasta las de hoy, todo escritor

responsable que ha sido iluminadodesde las Escrituras por medio delEspíritu Santo ha dicho lo mismo. Y seaque venga de una escuela depensamiento cristiano o de otra,mientras sea ortodoxo y espiritual dirálo mismo: nuestro problema es queponemos nuestra confianza en cosas y noen Dios. Y Juliana dijo: “Dios memostró que todas las cosas son apenasdel tamaño de una avellana. ¿Por quéponemos nuestra confianza en cosas tanpequeñas que Dios mantiene juntas?¿Por qué habría yo de confiar en cosas?”

Las multiplicamos, las acrecentamos,y seguimos estando ansiosos einsatisfechos. ¿Por qué? Porque todo loque esté por debajo de Dios no nos

satisfará. Dios lo hizo a su imagen yusted es así. Dios no hizo al chimpancéa su imagen. No hizo al caballo, esasinfonía en movimiento, a su imagen.Dios no hizo a su imagen a ese preciosopájaro del cual el poeta dice: “Canta alanochecer . . . su nota nocturnal” a suimagen. Dios lo hizo bello, pero no lohizo a su imagen.

Dios solo lo hizo a usted a su imageny usted está pegado a Él, tantopecadores como cristianos. Usted fuehecho a la imagen de Dios, y nadamenos que Dios puede satisfacerlo. Yaunque espere ser de esos cristianos que“meten la moneda en la ranura (es decir,con la certeza de obtener algo acambio), obtienen la salvación, escapan

del infierno y van al cielo” (esa pobrevisión infantil del cielo) recuerde unacosa: con el paso de los años encontraráque no está satisfecho con “cosas másDios”. Usted necesitará tener a Diosmenos todas las cosas.

Usted podría preguntarme: “¿Usted notiene cosas?” Seguro que las tengo. Diossabe que no tengo mucho, solo unmontón de libros. Tengo una esposa,hijos, nietos y amigos: tengo todo eso.

Pero apenas ponga mis esperanzas ymi comodidad en esas cosas y en esaspersonas perderé algo de mi corazón.Mejor que no sea cosas y Dios, mejorque no sean personas y Dios: debe serDios y nada más. Luego, todo lo demásque Dios nos dé, podemos tomarlo en

nuestros brazos y quererlo en nombre deJesús. Y podemos amarlo por Él, perosin que sea necesario para nuestrafelicidad. Si hay algo que es necesariopara su felicidad eterna además de Dios,usted no es todavía la clase de cristianoque debería ser. Porque solo en Dioshay verdadero descanso.

Dios se complace cuando un almadesamparada va hacia Él sencillamente,sin rodeos e íntimamente. Siente placeren que lleguemos a Él, Esta clase decristianismo no atrae grandes multitudes.Atrae solo a quienes tienen su corazónpuesto en Dios, que quieren a Dios másque a ninguna otra cosa en el mundo.Estas personas quieren la experienciaespiritual que viene de conocer a Dios

por lo que Él es. Podrían quitarles todo,pero ellos seguirían teniendo a Dios.

Estas personas no son muy numerosasen ninguna localidad dada. Esta clase decristianismo no atrae a grandesmultitudes, pero seguramente atraerá alos hambrientos y sedientos y a algunosde los mejores. Y por ello Dios secomplace tanto cuando gentedesamparada va hacia Él, sencillamente,sin rodeos e íntimamente. Él quiere quevayamos sin toda la gran carga de lateología. Él quiere que vayamossencillamente y sin rodeos, como unniño pequeño. Y si el Espíritu Santo lotoca, usted será así.

El entusiasmo de DiosComo dije en el capítulo anterior,

Dios es ilimitadamente entusiasta. Mealegra que alguien lo sea, porque noencuentro muchos cristianos que lo sean.Si lo son, su entusiasmo no estáconcentrado en las cosas importantes. Sivan a ver una película, esta puedeobnubilarlos. Se alborotan por ir a uncrucero a la luz de la luna. Pero si unotan solo les dice: “Mira, mira, ¡mira aDios, mira a Dios!”, no obtienedemasiado entusiasmo.

Dios es entusiasta. Se entusiasmaconsigo mismo en las Personas de laTrinidad. Las Personas de la Trinidad sedeleitan infinitamente cada una con lasotras. El Padre está infinitamente

complacido con el Hijo y el Hijo estáinfinitamente complacido con las otrasdos personas de la Trinidad. Él sedeleita en toda su creación, y enespecial en los hombres hechos a suimagen. La incredulidad llega y arrojaun velo sobre nosotros y no deja pasarla luz de Dios, y entonces no creemosque Dios se deleita, se deleitainfinitamente con nosotros.

Aquí le comparto una oración hechapor lady Juliana:

Oh Dios, dame tu bondad, porquetú eres suficiente para mí, y nopodría pedir nada más ni encontrarhonra en nada además de ti. ¡Diosdame de ti!

Decimos que hay un avivamientocuando todo el mundo corre y se caeencima de los demás y dicen:“Perdóname por haber tenido un malpensamiento sobre ti. Perdóname por loscinco centavos que olvidé devolverte”.O decimos que los avivamientosconsisten en gente que se pone muyruidosa. Bueno, eso puede suceder en unavivamiento, pero la única clase deavivamiento que podría haber aquícuando los mundos se enciendan, es elavivamiento que comienza con la frase:“Oh Dios, dame de ti! Porque nada fuerade ti puede llenarme”.

Hambre de Dios

“Jamás he querido”, dijo lady Juliana“algo [que fuera] menos que Dios”. Megusta esa expresión. Traducido alespañol moderno se diría: “No me seríasuficiente”. Juliana en efecto dijo: “OhDios, si tuviera toda la avellana—todo,desde el protón hasta el cuerpo celestemás remoto, hacia arriba y hacia abajoen la escala de todas las cosas bellas dela tierra, el cielo, el mar, los diamantesde las minas, la madera de los bosques,el encanto de un paisaje y la riqueza delas ciudades—si tuviera todo eso perono te tuviera a ti, siempre me haríasfalta”. No sería suficiente.

El problema del mundo de hoy es quetodos dicen: “siempre me harías falta”,pero no saben qué. Hay un pequeño altar

dentro de usted, un altar tan profundoque nadie lo conoce, solo usted. Y en laparte más interna, más profunda de esealtar, “un huerto en Edén, al oriente”(Génesis 2:8). Yace en la enorme almade ustedes, esa alma que es más grandeque el universo estrellado. Hay un altarallí, un jardín y un trono. Y sin importarqué pase, usted recibirá un grito desdeese trono: ¡Siempre me harías falta!¡Oh, Dios! ¡Sigo estando hambriento,sigo estando hambriento!

¿Quién se suicida? No el pobre: elrico. No el desconocido de la calle: sonlos actores de cine y los políticos ygente que es muy conocida. Como dicela canción: “Quédate con el mundo perodame a Jesús”. Podríamos tener todo el

mundo pero no tener a Jesús, y entonceshabría un clamor muy adentro denosotros: “Siempre me haces falta”.

Esta es la peor calamidad para unalma humana: haber sido hecha a laimagen de Dios, con un espíritu tangrande que puede contener el universo,pero que clama por más. Imagine unalma más grande que los cielos y loscielos de los cielos, pero vacía de Dios.Imagine ir por la eternidad gritando:“Nunca me faltes, oh Dios”, por siemprey siempre. “Oh Dios, estoy hambriento yno puedo comer; estoy sediento y nopuedo beber. Envíame a Lázaro para quemoje la punta de su dedo en agua, yrefresque mi lengua; porque estoyatormentado en esta llama” (vea Lucas

16:24).Me pregunto si las llamas del infierno

no serán atizadas desde lo profundo enese santuario [del corazón] donde, árida,deshecha y reseca, el alma del hombreclama: “Oh Dios, nunca me faltes. Lohe tenido todo: religión, posición,dinero, un cónyuge e hijos, ropas, unbuen hogar; pero todo eso es como unapequeña avellana: no es nada. Oh, Dios,¡perdí lo que más quería!”.

Muy en el fondo, ese es el problema.Ese es el problema en Rusia, enWashington, en todos lados: siempre,siempre lo han querido, aunque lo tienentodo. Usted debe conocer la historia deAlejandro Magno, quien conquistó todoel mundo y lloró porque no había más

mundo para conquistar. El hombre haido al Polo Norte y al Polo Sur y ahoravuelve sus codiciosos ojos hacia la lunay los planetas. Tiene y obtiene, obtiene ytiene.

La nación más rica de la tierra esEstados Unidos. Creemos que estamosen una recesión, pero los autos se siguenhaciendo más largos, más grandes ycada vez se parecen más a una máquinade discos. Y cada vez hay más dinero enmás cuentas bancarias. Se le hacendeducciones a su salario, pero despuésque le hayan sacado todo lo que ustedpueda imaginar, el hombre promediosigue teniendo más dinero del que teníaantes.

Cuando yo era joven, un hombre

podía criar a diez hijos con un dólar pordía y lo hacía bien. Ahora tenemos todo,absolutamente todo. ¿Pero qué país entodo el mundo es el que tiene másproblemas, más crisis, más locura, másasesinatos, más triángulos, máshospitales mentales, más psiquiatras ydivanes?

Dios debe estar primeroEs un pensamiento más bien cínico, e

irónico, que la nación más rica delmundo tenga la mayor tasa de divorcios,de suicidios y de delincuencia juvenil.Eso vuelve a probar que sin importarcuánto se le dé al hombre, si pierde aDios clama: “Por siempre me faltas”, y

sale a cometer un crimen. Si usted le datodo y luego añade a Dios, lo haceequivocar, y él se equivoca en su propiaalma. Porque Dios quiere ser el primeroy el todo.

El dinero no es todo. Si usted aceptael reino de Dios y su justicia, Dios leañadirá dinero: el que usted necesite. Siusted acepta el reino de Dios y sujusticia, Dios puede enviarlo a queaprenda arte, música u otros amoresterrenales legítimos. Dios puedeenviarle todo y dejar que usted lo tenga.Pero siempre en el entendimiento de queÉl puede volver a quitárselo todo sinsiquiera una queja de su parte. Ustedsigue teniendo a Dios, y Dios es todo.

Isaías escribió: “No se pondrá jamás

tu sol, ni menguará tu luna; porqueJehová te será por luz perpetua, y losdías de tu luto serán acabados” (Isaías60:20). El tejedor de seda alemánGerhard Tersteegen, escribió ciertaalocada paráfrasis de esto:

Oh rápido, y se ha ido,Cuán grande es Dios,Cuán pequeño soy yo,Una partícula en el cielo sinlímites,Y dejemos que la gloria profunda,ancha y altaDel sol sin nubes del cielo,Nunca jamás yo olvidePerdido, consumido en la

inmensidad del amor.El mar que no conoce ruidos nicostas,Solo Dios está allí, no yo,Se me puede acercar, tan cercacomo estoy de mí mismoAsí que me he perdido alencontrarlo a Él.El cielo ilimitado de tu eterno amorA mi alrededor, por debajo y porencimaEn la gloria de aquel dorado día,Las cosas viejas pasaron,Sí, pasaron.

Casi hemos perdido nuestracapacidad de arrodillarnos con los pies

descalzos ante una zarza ardiente comoesta.

Cuando la Iglesia haya restaurado laclase de espíritu que puede entender loque Isaías quiso decir y lo queTersteegen significó cuando parafraseó aIsaías, entonces sí tendremos unavivamiento: la clase de avivamientoque tuvieron los cuáqueros y losmetodistas, y que hubo en Pentecostés.

Así que me he perdido alencontrarlo a Él.Me he perdido para siempre, ohHijo tuyo,El cielo ilimitado de tu eterno amorA mi alrededor, por debajo y porencima.

¡Este es Dios!

Ahora recuerde nuevamente elversículo: “Escondida con Cristo enDios” (Colosenses 3:3). Si usted ganaratodo el mundo y no encontrara a Dios ensu alma, ¿qué tendría?

Nada tendría valor para usted.Busquemos, oremos, quedémonosquietos, hagamos silencio. Aprendamosla maravilla del silencio. Aprendamosla belleza, el secreto de buscar a Dios.Con nuestra Biblia abierta ante nosotrose inclinados de rodillas, solos enhumildad y arrepentimiento, clamemos:“¡Solo Dios, solo Dios y Diossolamente! ¡Quédese con el mundo, perodeme a Jesús!” ¿Haría usted eso?

Necesitamos eso en la Iglesia. Que Diosnos lo conceda en Jesucristo nuestroSeñor.

Ahora, Padre, ¿querrías bendecir atodo aquel que reciba este mensaje?¿Nos concederás, te rogamos, quepodamos olvidar las cosas que estánatrás y avanzar hacia las que estándelante? ¿Permitirás que podamos vertodo lo que existe como apenas deltamaño de una avellana y a nosotrosmismos en Dios como vastos, tanvastos, que abarquemos los mundospero estemos completamente vacíos sinti? Llénanos, oh Dios, llénanos de ti,porque sin ti todo nos faltará. Llénanosde ti en el nombre de Jesucristo. Amén.

Capítulo 3

La bondad de Dios

Bueno eres tú, y bienhechor(Salmo 119:68).

De las misericordias de Jehováharé memoria, de las alabanzas deJehová, conforme a todo lo queJehová nos ha dado, y de lagrandeza de sus beneficios hacia

la casa de Israel, que les ha hechosegún sus misericordias, y segúnla multitud de sus piedades (Isaías63:7).

¡Cuán preciosos me son, OhDios, tus pensamientos! ¡Cuángrande es la suma de ellos! (Salmo139:17).

Porque Jehová volverá agozarse sobre ti para bien(Deuteronomio 30:9).

¡Cuán preciosa, oh Dios, es tumisericordia! Por eso los hijos delos hombres se amparan bajo lasombra de tus alas (Salmo 36:7).

Gustad, y ved que es buenoJehová (Salmo 34:8).

Pues si vosotros, siendo malos,sabéis dar buenas dádivas avuestros hijos, ¿cuánto másvuestro Padre que está en loscielos dará buenas cosas a los quele pidan? (Mateo 7:11).

Durante más de treinta años he habladode la bondad de Dios. Es muyimportante que conozcamos su bondad yque sepamos qué clase de Dios es.¿Cómo es Dios? Es una pregunta quedebe ser respondida si de alguna maneraqueremos ser cristianos. No dé esto porsupuesto ni diga: “Ya lo sé”.

Hay quienes dicen que la religión esalgo injertado en el hombre como

resultado de su debilidad o superstición.Sin embargo, la historia indica queninguna tribu o nación se ha elevadomoralmente por encima de su religión.Si ha tenido una religión degradada hatenido un pueblo corrompido, y si elpueblo no está degradado la religión,aunque no sea el cristianismo ni eljudaísmo, ocupa un nivel relativamentealto en la escala de las religiones noreveladas. Y recuerde que ningunareligión se ha elevado por encima de suconcepción de Dios. Si los paganoscreen que Dios es tramposo,malhumorado, horrible y embustero, sureligión será edificada en torno de eseconcepto. Intentarán ser taimados con sudios y actuarán de la forma en que

actúan sus dioses.Si creen, por otro lado, que Dios es

uno, que es un Dios enaltecido, fiel ynoble, entonces, aunque no hayan sidoredimidos, su religión tenderá a seguirsu concepto de un Dios enaltecedor,aunque sea una religión pagana y nolleve a la redención.

El cristianismo de cualquier época hasido fuerte o débil dependiendo de suconcepto de Dios. E insisto en lo que hedicho muchas veces: el problema básicode la Iglesia de hoy es su indignaconcepción de Dios. Hablo con eruditosy gente piadosa de todo el país, y todosopinan lo mismo.

Los no creyentes dicen: “Toma tu diosvaqueroa y vete a casa”, y nosotros nos

enojamos y decimos: “Son vilespaganos”. No, no son viles paganos, o almenos no es por eso que hablan así. Nopueden respetar a nuestro “dios delvaquero”. Y como el evangelicalismo seha pasado de la raya con su “religión delvaquero”, su concepción de Dios esindigna de Él. Nuestra religión espequeña porque nuestro dios espequeño. Nuestra religión es débilporque nuestro dios es débil. Nuestrareligión es innoble porque nuestro dioses innoble. No vemos a Dios como Éles.

El salmista dijo: “Engrandeced aJehová conmigo” (Salmos 34:3).“Engrandecer” puede significar doscosas: “hacer que se vea más grande de

lo que es” o “verlo tan grande como es”.El salmista usó esta última acepción de“engrandecer”.

Si usted quiere examinar una cantidadmuy pequeña de materia, la coloca en elmicroscopio y la agranda para que sevea más grande de lo que es. Pero esimposible hacer que Dios se vea másgrande de lo que es. Cuando decimos:“Engrandeced a Jehová” nos referimos aque tratemos de ver a Dios de un modosimilar a lo inmenso que es. Esto es loque yo quiero hacer. Esto es lo que, conla ayuda de Él, me he dedicado a hacer.

Una iglesia local solo será tan grandecomo su concepción de Dios. Uncristiano será exitoso o fracasarádependiendo de lo que piense de Dios.

Es de fundamental importancia quetengamos conocimiento del Santo, quesepamos cómo es Dios. Por supuestosolo podemos conocerlo mediante lasEscrituras: es de donde obtenemosnuestra información. También podemosaprender algo de la naturaleza: “Loscielos cuentan la gloria de Dios, y elfirmamento anuncia la obra de susmanos” (Salmo 19:1). Pero aunque lapluma de la naturaleza escriba sindemasiada claridad, la Palabra de Dioses muy, muy clara.

Es muy importante que sepamos queDios es bueno. Leemos que Dios esbueno y hace el bien y que su amorosabondad (misericordia) está sobre todassus obras y todos esos pasajes de las

Escrituras citados antes. Tome laconcordancia y busque la palabra“bueno” o la palabra “misericordia” yvea cuánto tiene para decir la Bibliasobre que Dios es de buen corazón, tantoen el Antiguo como en el NuevoTestamento.

Lo que significa “bueno”Dios es de buen corazón, gentil,

amable y benevolente en su intención.Recordemos que Dios también escordial. En realidad, nosotros solopensamos que creemos. Somos creyentesen un sentido, y confío en que creamoslo suficiente como para ser salvos yjustificados por gracia. Pero no creemos

con la intensidad y la intimidad quedeberíamos. Si lo hiciéramos,creeríamos que Dios es un Dios cordial,que es gentil y que sus intenciones sonamables y benévolas. Deberíamos creerque Dios nunca piensa algo malo sobrenadie, y jamás ha tenido un malpensamiento sobre alguien.

Ahora, todo lo que he dicho significaque Dios es bueno. Todo eso Él lo esinfinitamente. ¿Por qué digo esto?Porque la infinitud es un atributo deDios. Y es imposible que Dios sea algopero no sea completamente,infinitamente lo que es. Es posible queel sol sea brillante, pero noinfinitamente brillante porque no tienetoda la luz que hay. Es posible que una

montaña sea grande pero noinfinitamente grande. Es posible que unángel sea bueno, pero no infinitamentebueno. Solo Dios puede reclamarinfinitud. Cuando digo que Dios esbueno, que tiene un buen corazón, quierodecir que tiene un corazón infinitamentebueno y que no tiene límites para ello.Cuando digo que Dios es amable, buenoy comprensivo por naturaleza, quierodecir que Él es infinitamente así.

Dios no solo es infinitamente bueno,también es perfectamente bueno. ¡Diosnunca es parcialmente algo! Cuandodigo que Dios es de buen corazón, merefiero a que es perfectamente de buencorazón. No significa que pueda haberveces en que Dios no se sienta bien y no

sea bondadoso.Nunca habrá un momento en que Dios

no sea cordial. Hasta el mejor de loscristianos no es cordial siempre. Quizásno durmió bien, y aunque no esté loco yviva como cristiano, quizás no le gustehablar por las mañanas. No se sientecordial; no es comunicativo; no esentusiasta. Pero nunca hay un momentoen que Dios no lo sea. Porque lo queDios es, lo es perfectamente.

Con gozo le anuncio que lo que Dioses, es inmutable. Dios nunca cambia. Loque Dios fue, eso es. Lo que Dios fue yes, eso será. Jamás habrá un cambio enDios. No me llame hereje, averígüelo.Vaya a la Palabra y vea si esto escorrecto. Si usted fuera un buen bereo

iría a las Escrituras e investigaría siestas cosas son ciertas (vea Hechos17:10-11), eso es todo lo que le pido.

Recuerde que Dios es entusiastarespecto de sus obras. Dios no es uningeniero ausente que dirige su mundopor control remoto. Las Escrituras dicenque Él “sustenta todas las cosas con lapalabra de su poder” (Hebreos 1:3). Lapresencia de la Palabra invisible en eluniverso hace que las cosas funcionen.Dios es el creador perfecto y manejatodo al estar presente en sus obras. Esose ve en los profetas, los Salmos y ellibro de Job, todo en el AntiguoTestamento.

Cuando llegamos a la era de laciencia nos olvidamos de todo eso;

ahora hay “leyes”. La Biblia no sabíanada sobre “las leyes de la naturaleza”.La Biblia solo sabía que Dios estabaallí. Si llovía, era Dios que regaba lascolinas desde sus aposentos. Si habíarayos, era Dios, y si eran truenos, era la“voz de Jehová que desgaja las encinas”(Salmo 29:9).

Los escritores de la Escritura teníanaguda conciencia de Dios y nunca sesentían solos porque Dios estaba allí.“Ciertamente Jehová está en este lugar, yyo no lo sabía” (Génesis 28:16). Estaidea de que Dios es un ingeniero ausenteque maneja su universo por controlremoto está completamente equivocada.Él está presente con un entusiasmocontinuo y perpetuo, con todo el fervor

de su extasiado amor impulsado por susdesignios santos. Si usted no siente deesta manera, es la incredulidad lo quehace que se sienta así; es lapreocupación de este mundo. Si usted lecreyera a Dios, sabría que esto esverdad.

La bondad de Dios significa que Él nopuede sentirse indiferente hacia nadie.Las personas son indiferentes, pero Diosno. Dios ama con una energíaabsolutamente ilimitada u odia con fuegoconsumidor. Se ha dicho sobre lasegunda persona de la Trinidad: “Hasamado la justicia, y aborrecido lamaldad, por lo cual te ungió Dios, elDios tuyo, con óleo de alegría más que atus compañeros” (Hebreos 1:9). El

mismo Señor Jesús que amó con unilimitado y arrollador amor tambiénodió con terrible fuego consumidor yseguirá haciéndolo por los siglos. Labondad de Dios exige que no puedaamar el pecado.

Nuestra razón de vivirLa bondad de Dios es la única razón

válida para la existencia, la única razónque subyace tras todas las cosas.¿Imagina usted que merece haber nacido,que merece estar vivo? El incrédulopoeta Omar Khayyám dijo:

Llegado a este Universo el porquéignorando y el de dónde, como

agua que, quiera o no quiera,corre,

salgo de él como el viento que eldesierto cruzando, sin saber haciadónde, quiera o no sigue andando.b

Y luego acusó a Dios por todoaquello y dijo: “Por todo lo malo que hehecho, oh Dios, perdóname y recibe miperdón”. Él creía que Dios le debíaalgo. Pero recuerde que usted puederesponder cada pregunta con estaexpresión: “Dios en su bondad lo quiso.Dios por su generosidad lo quiso”.

¿Por qué fuimos creados? ¿Fueporque merecíamos ser creados? ¿Cómopuede nada merecer algo? Hubo untiempo en el que no había raza humana.

¿Cómo podría una raza que no existíamerecer algo? ¿Cómo podría un hombreque todavía no había sido creado ganaralgo o acumular mérito? No podría serasí. Dios por su bondad nos creó. ¿Porqué no fuimos destruidos cuandopecamos? La única respuesta es queDios en su bondad nos perdonó. EseDios, cordial y bien intencionado, nosperdonó.

¿Por qué el Hijo eterno de Dios habrádado su sangre por nosotros? Larespuesta es: por su bondad y sumisericordia. “¡Cuán preciosa, oh Dios,es tu misericordia! Por eso los hijos delos hombres se amparan bajo la sombrade tus alas” (Salmo 36:7). ¿Por qué meva a perdonar Dios si he pecado una, y

otra, y otra vez? Porque Dios, en subondad, actúa de acuerdo con ella yhace lo que su amoroso corazón le dicta.

¿Por qué responde Dios lasoraciones? No imaginemos que lo haceporque alguien es bueno. Nosotros, losprotestantes, decimos que no creemos enlos santos, pero sí creemos. Loscanonizamos: tenemos a san GeorgeMueller, a san C. H. Spurgeon, a san D.L. Moody y a san A. B. Simpson.Tenemos la idea de que Dios respondiólas oraciones de ellos porque eranrealmente buenos. Si ellos estuvieranaquí, lo negarían fervientemente.

Nadie jamás obtuvo nada de Diossobre la base de sus méritos. Habiendocaído, el hombre solo merece castigo y

muerte. Así que si Dios respondenuestras plegarias es porque es bueno.¡Por su bondad, su misericordia, susbuenas intenciones y benevolencia Dioslo hace! Esa es la fuente de todo.

Estos son los únicos motivos por loscuales cualquiera ha sido salvo desde elcomienzo del mundo. Está muy difundidala idea de que en el Antiguo Testamentolos hombres eran salvos por la ley y queen el Nuevo Testamento somos salvospor gracia. Lo segundo es correcto, perolo primero está equivocado. Nadie hasido salvo jamás, desde el día en queAbel ofreció la sangre de su cordero enun altar casero, hasta el últimoconvertido de hoy, sino por la bondad deDios. Por la gracia de Dios, su

misericordia, su buen corazón, subondad y su gentileza, su cordialidad ylo accesible que es, salvó amablementea las personas. Hemos tomado lapalabra “gracia” y la hemos convertidoen un término técnico.

La gente del Antiguo Testamento no sesalvaba por hacer algo, porquemerecemos el infierno, y si Dios actuarasolamente de acuerdo con su justicia,simplemente hubiera quitado el tapón ynos hubiera arrojado a todos al infiernoy listo. Pero Dios, por su bondad ygracia misericordiosa perdonó a quieresaceptaron las condiciones queestableció. Todos son salvos por gracia.Abel fue salvo por gracia. Noé fue salvopor gracia: “Pero Noé halló gracia ante

los ojos de Jehová” (Génesis 6:8). Asísucedió con Moisés y con todos losdemás hasta la venida de Jesús y sumuerte en la cruz. Todos fueron salvospor gracia por la bondad de Dios. Ytodos han sido salvos por gracia por labondad de Dios desde entonces.

Bondad y severidadPero no nos ahoguemos en almíbar.

Dios no solo es bueno; Dios es severo.Romanos 11:22 nos habla de laseveridad de Dios: “Mira, pues, labondad y la severidad de Dios” y diceque como Israel se apartó de Dios, Diosfue severo con Israel y lo cortótemporalmente del buen olivo e injertó a

los gentiles en su lugar. Mire, pues, labondad y la severidad de Dios.

Dios es bueno con todos los queaceptan su bondad. Y por quienesrechazan su bondad, no hay nada que elDios todopoderoso pueda hacer sipermite al hombre su libre albedrío, yyo creo en el libre albedrío. El librealbedrío es un don de Dios: de susoberanía absoluta nos ha dado un pocode soberanía provisional. Él dijo: “Lespermitiré, dentro de ciertos límites, quesean sus propios jefes y que elijan ir alcielo o al infierno”. Si un hombre noacepta la bondad de Dios, deberáaceptar su soberanía hacia todos los quecontinúan en rebelión moral contra eltrono de Dios y se rebelan contra las

virtuosas leyes de Dios. No hay nadaque Dios pueda hacer y por ello sujusticia dispone de todos.

¿Pero qué sucede con quienes se hanrendido a su amor? Dios es tan santocomo bueno, tan justo como bueno yamable, y nosotros somos pecadores,entonces ¿no estamos necesariamenteperdidos? ¿No debemos perecer? ¿Nosería moralmente lógico quepereciéramos?

Permítame citar del libro de ladyJuliana: “Dios, en su bondad, haordenado medios para ayudarnos,completos, justos y muchos; el mayor fueque tomó sobre sí la naturaleza delhombre”. Al venir a la tierra comohombre, Dios vino a donde estamos

nosotros, y al haber venido nos entiendecon simpatía y empatía.

La simpatía es una buena palabrapasada de moda en nuestra región: “-patía” tiene la misma raíz que pathos,que significa: “sentimiento o sufrimientofrecuente”; “sim-” significa “juntos”,como en el caso de la palabra sinfónica(un grupo de músicos que tocan juntosen armonía). La simpatía, entonces, esDios que siente y sufre junto connosotros. La empatía, por supuesto, esun poco diferente. Significa lacapacidad de proyectarse en otro ysentir como él siente. Es un temamaravilloso, y cada vieja abuela decualquier granja de Tennessee sabe loque significa la empatía. Pero se

necesitó un buen científico para darle unnombre.

Permítame leérselo de la Biblia, enlenguaje bíblico en lugar de lenguajepsicológico:

Por lo cual debía ser en todosemejante a sus hermanos [es decir,cuando Él tomó sobre sí la semillade Abraham], para venir a sermisericordioso y fiel sumosacerdote en lo que a Dios serefiere, para expiar los pecados delpueblo. Pues en cuanto Él mismopadeció siendo tentado, espoderoso para socorrer a los queson tentados (Hebreos 2:17-18;explicación entre corchetesañadida).

Porque no tenemos un sumosacerdote que no puedacompadecerse de nuestrasdebilidades, sino uno que fuetentado en todo según nuestrasemejanza, pero sin pecado.Acerquémonos, pues,confiadamente al trono de la gracia,para alcanzar misericordia y hallargracia para el oportuno socorro(Hebreos 4:15-16).

Estos pasajes están llenos de empatía.No solo Él siente lo mismo que nosotrosen nuestra desdicha, sino que también escapaz de proyectarse en nosotros, parasaber cómo nos sentimos y sentirlo connosotros. Eso es buena teología.

Ahora Dios en su bondad ha ordenadomedios, “completos, justos y muchos”. Ytodo salió de la bondad de Dios. Aveces decimos: “La justicia de Diosrequiere que Él haga tal y tal cosa”.Jamás utilice ese lenguaje, ¡ni aunqueme oyera a mí hacerlo! No hay nada querequiera que Dios haga algo. Dios hacelo que hace por causa de lo que Él es, yno hay nada que se levante fuera de Élpara requerirle hacer algo. Él hace loque hace por su corazón. Todos losatributos de Dios son simplementefacetas de un Dios en tres Personas.

¿Qué son estos “completos, justos ymuchos” medios que Dios ha preparadopara sus hijos? Son los preciososremedios que Él ha hecho para los

pecados del hombre, “convirtiendo todanuestra culpa en adoración eterna”.

Podemos acercarnosconfiadamente a Él

A veces en oración le digo a Dioscosas que son terriblemente atrevidas,casi arrogantes, y nunca he sidoreprendido por Dios. Se dicen de Lutero(ciertamente no estoy haciendo ningunacomparación; ¡me hubiera encantadolimpiar sus zapatos y ponerlos en lapuerta de su habitación!) que cuando selo oía orar era una experiencia enteología. Cuando comenzaba a orar, lohacía con tal autorrenunciamiento, talhumildad, tal arrepentimiento que

despertaba compasión. Pero cuandoseguía orando, lo hacía con tal audaciaque causaba temor.

A veces en mis oraciones privadas heido a Dios con pensamientos que dudoen mencionar, pero voy a nombrar uno.Hace un tiempo le dije a Dios enoración: “Me alegra haber pecado,Dios; me alegra haber pecado, porque túviniste para salvar a los pecadores”(vea 1 Timoteo 1:15).

No soy un hombre bueno; soy un . . .bueno, ¡usted tendría que usar unlenguaje callejero para describirme! Soyasí por naturaleza. Y cuando vi esacaracterística en mis hijos, no los culpé.Les di una zurra, pero no los culpé. Nopuedo ir a Dios y decirle: “Dios, no hice

lo que hizo esa persona”. He hecho—enrealidad o con el pensamiento—todo loque puede ser hecho. El mismísimodiablo no podría haber pensado lascosas que yo he pensado a lo largo demi vida. De manera que yo estabaorando a Dios acerca de eso y le decía:“Oh Dios, estos buenos hombres”—ycomencé a nombrar a muchos que,comparados conmigo, eran buenoshombres—“no te pueden amar tantocomo yo te amo, porque al que mucho sele perdona, mucho ama” (vea Lucas7:47).

Si un doctor salva la vida de unhombre al que solo le gotea la nariz, nova a escribir un libro sobre eso. Elhombre se habría mejorado de todos

modos. Pero el doctor que recibe a unhombre con un tumor cerebral, loduerme y con sumo cuidado, oración ycapacidad le devuelve la vida, sí hahecho algo.

Él “salvó a un desgraciado como yo”.Él “convirtió nuestra culpa en eternaadoración”. Creo que la Biblia enseña—nuestro Señor lo insinuó y luegoPablo lo desarrolló más a fondo—quellegará un día en que nos juntaremos detodos lados y diremos: “Considera lasmaravillas de Dios”. Usted lee en ellibro de los Hechos (4:14) que veían alhombre que había sido sanado, queestaba de pie junto a ellos, y no podíandecir nada en contra. Al ver a esemalvado pecador allí de pie, solo

podemos decir: “El Cordero que fueinmolado es digno de tomar el poder”(Apocalipsis 5:12). Y la dignidad es labondad de Dios que de su infinitagenerosidad, su perfecta e inmutablemisericordia, Él hizo para nosotrosremedios “completos, justos y muchos”convirtiendo nuestros pecados enadoración eterna.

La bondad de DiosJesús es Dios. Y Jesús es el hombre

más bondadoso que haya vivido en estatierra. Su bondad es algo que nosotrosdebemos tener. Debe ser un reflejo, unpersistente aroma, como una vieja vasijaque alguna vez contuvo bellas flores.

Aunque la vasija se haya roto, el aromade esas rosas permanece a su alrededor.Así sucede con la humanidad, caídacomo una vasija rota, hecha añicos en elpavimento y astillada en millones depedazos, pero todavía conserva algo quellamamos bondad.

Supongo que uno de los hombres másbondadosos de los Estados Unidos fueAbraham Lincoln. Cuando Lincoln visitóel hospital yacía allí un joven oficial delejército del norte tan malherido que eraobvio que iba a morir. Las enfermeras lesusurraron: “Señor presidente, él no lova a lograr”. Y el gran presidente, alto,sencillo, entró a la sala del hospital ycaminó entre aquellos hombres. Y luegose volvió hacia ese oficial agonizante y

se detuvo, lo besó en la frente y le dijo:“Teniente, usted se tiene que ponermejor por mí”. Y las enfermeras que losrodeaban dicen que escucharon unsusurro: “Señor presidente, lo haré”. ¡Ylo hizo!

En otra ocasión entraron a una oficinadonde él estaba sentado mirando elcésped por una ventana y le dijeron:“Señor presidente, se lo ve muy seriohoy”.

“Sí”, dijo él, “hoy es el ‘día delasesino’. Van a matar a muchos jóveneshoy en el ejército por batirse en retiradaante los disparos o por hacer alguna otracosa en la guerra. No culpo a esosmuchachos; no fueron cobardes. Suspiernas lo hicieron”. Con lágrimas, dijo:

“Estoy repasando la lista, y voy a salvara todos los que pueda”.

Es por eso que amamos a Lincoln, nosolo porque liberó a los esclavos ysalvó la Unión, sino porque tenía un grancorazón. Pero hasta él tenía un límite. Sedice que una vez alguien llegó al céspedde la Casa Blanca y la esposa deLincoln, Mary, estaba corriendo ygritando. El gran presidente, alto comoera, la seguía con una palmeta.

“¿Qué está pasando aquí?”, preguntóesa persona.

Él respondió: “Ella no quiereobedecerme”.

Ve, él podía enojarse. Y podía sercruel, pero Jesús no. El hombre másbondadoso que ha existido es Jesús.

Un grupo de literatos estaba hablandodel patetismo en la literatura. Estabanhablando de libros que los habíanconmovido hasta las lágrimas. MatthewArnold dijo de Burns que su poesía eratan dolorosamente bella,desgarradoramente conmovedora, que aveces era difícil leerla porque heríademasiado profundamente. Alguien lepreguntó al señor Dickens qué literaturacreía que tenía el mayor patetismo.“Oh”, dijo, “no hay duda: la historia delhijo pródigo. No hay nada que se lecompare en toda la literatura”.

¿Quién escribió esa historia? Dios.¿Quién la contó? El hombre másbondadoso de todo el mundo. Cuandoleo las Escrituras y llego a ese pasaje:

“Un hombre tenía dos hijos” (Lucas15:11), instintivamente agacho micabeza. Algo en mí quiere inclinarse enreverencia ante el corazón que pudopensar esa historia.

A Dios no le repugnan nuestrasmiserias. Él no tiene ningún pesar pornada de lo que ha hecho, ni desdeñaservir a nuestro cuerpo en el más simplede los oficios. El Señor será suEnfermero, su Cuidador, su Ayudador, yno le repugna nada de usted. Él anhelaque usted se goce con Él. Elmaravillosamente eterno y alto, supremoamor de Dios, en su bondad nos veperfectos aunque no lo somos. Y quiereque nos gocemos en Él.

Dios quiere complacernosÉl no encuentra placer alguno en las

lágrimas humanas. Él vino y lloróporque podría detener para siempre lafuente de lágrimas humanas. Él vino yafligió a su madre para poder sanartodas las aflicciones. Vino y perdió todoporque podría sanar las heridas quetenemos por las cosas que perdimos. Yquiere que encontremos placer en Él.Hagamos a un lado todas nuestras dudasy confiemos en Él.

Dios quiere complacerlo. Él secomplace cuando usted es su hijo,cuando se rinde a Él, cuando su voluntades la de Él y la voluntad de Él es lasuya, cuando usted no es rebelde y nobusca su propia voluntad. Dios ama

complacer a su pueblo.¿Usted vio alguna vez a un padre

trayendo regalos a sus hijos? ¿Vioalguna vez a un novio trayendoobsequios a su novia? Él quierecomplacer a la gente que ama y que loama a Él. La idea de que Dios siemprelo hace sentir triste no es bíblica.Jesucristo conocía a Dios y sufrió losinconvenientes y las persecuciones delmundo, la amargura de sus corazonescontaminados. Le dificultaron mucho lascosas. Pero Él estaba complacido conDios y Dios con Él. “Este es mi Hijoamado, en quien tengo complacencia”(Mateo 3:17). “Bien, buen siervo y fiel”(Mateo 25:21). Ahora Dios puededecirle eso a su pueblo.

Dios no se alegra cuando usted sesiente abatido. Él hará que se sientatriste si no lo obedece, pero si se rinde aÉl y es obediente, la bondad que Diostrajo por medio de Jesucristo ahoraquiere complacerlo a usted. Y quiereresponder sus oraciones para que estécontento con Él. Él quiere hacer todoeso. Hagamos a un lado todas nuestrasdudas y confiemos en Él.

Gerhard Tersteegen escribió unacanción:

En medio de la oscura tormenta y eldolorVeo un intenso brilloBien sé que el mañana serábendecido

Cristo vendrá por mí.

Luego escribe otras seis estrofas, ylas últimas cuatro líneas dicen:

Él y yo en esa radiante gloria,Un profundo gozo compartiremos.Mío, para estar por siempre con Él,Y de Él, porque yo estaré allí.

¿Alguna vez se detuvo a pensar queDios va a estar tan contento de que ustedesté en el cielo como lo estará usted deestar allí? La bondad y la misericordiade Dios, la benignidad del Señor, ¡sonalgo maravilloso! Él puede llevarnos auna relación tal que puede complacernossin malcriarnos. Nos complace, y Él se

complace cuando nosotros estamoscontentos. Y cuando nosotros estamoscontentos, Él se pone feliz.

Una común alegría quecompartiremos: “mía por estar porsiempre con Él, y de Él porque yo estaréallí”. ¡Gracias Dios, gracias Dios!Alabemos la benignidad de Dios porsiempre, porque su bondad no tiene fin.¡Amén! ¡Amén!

Capítulo 4

La justicia de Dios

Lejos de ti el hacer tal, quehagas morir al justo con el impío,y que sea el justo tratado como elimpío; nunca tal hagas. El Juez detoda la tierra, ¿no ha de hacer loque es justo? (Génesis 18:25).

Porque Jehová vuestro Dios es

Dios de dioses y Señor de señores,Dios grande, poderoso y temible,que no hace acepción de personas,ni toma cohecho (Deuteronomio10:17).

El temor de Jehová es limpio,que permanece para siempre; losjuicios de Jehová son verdad,todos justos (Salmo 19:9).

Para anunciar que Jehová mifortaleza es recto, y que en él nohay injusticia (Salmo 92:15).

Nubes y oscuridad alrededor deél; justicia y juicio son el cimientode su trono (Salmo 97:2).

Y ajustaré el juicio a cordel, y anivel la justicia; y granizo barreráel refugio de la mentira, y aguas

arrollarán el escondrijo (Isaías28:17).

Y oí al ángel de las aguas, quedecía: Justo eres tú, oh Señor, elque eres y que eras, el Santo,porque has juzgado estas cosas.Por cuanto derramaron la sangrede los santos y de los profetas,también tú les has dado a bebersangre; pues lo merecen. Tambiénoí a otro, que desde el altar decía:Ciertamente, Señor DiosTodopoderoso, tus juicios sonverdaderos y justos (Apocalipsis16:5-7).

Si usted conoce a Dios, sabe que Él es

absoluta y perfectamente justo. Peroprimero tenemos que definir estetérmino. ¿Qué queremos significar conjusticia?

Investigando esto cuidadosamente enlas Escrituras, encuentro que la justiciaes indistinguible del juicio en el AntiguoTestamento. Es la misma palabra raízcon variaciones según la parte de laexpresión que se use. Significaintegridad u honradez. Decir que Dioses justo o que la justicia de Dios es unhecho es decir que hay integridad yrectitud en Dios. El Salmo 89:14 dice:“Justicia y juicio son el cimiento de tutrono”. El Salmo 97:2 dice: “Justicia yjuicio son el cimiento de su trono”.Justicia y juicio son indistinguibles el

uno del otro.Decir que Dios es justo es decir que

es equitativo, que es moralmente recto.Si usted va a Ezequiel 18:25 encuentra aDios reprendiendo a Israel. Le dice: “Ysi dijereis: No es recto el camino delSeñor; oíd ahora, casa de Israel: ¿No esrecto mi camino? ¿no son vuestroscaminos torcidos?”. Esa expresión“torcido” significa simplementeinjusticia. ¿Sabía usted que injusticia einiquidad son la misma palabra? Lapersona inicua es moralmente no recta,moralmente no armónica, torcida en símisma.

La palabra “juicio” tal como es usadaen los textos anteriores, es la aplicaciónde la justicia a una situación moral,

favorable o desfavorable. Cuando Diosjuzga a un hombre trae justicia a la vidade ese hombre. Él aplica justicia a lasituación moral que la vida del hombreha creado. Y si los caminos del hombreson rectos, la justicia lo favorece. Perosi los caminos del hombre no son rectos,por supuesto que Dios sentencia alhombre.

La justicia no es algo que Dios tiene.La justicia es algo que Dios es. Ungramático podría modificar la frase:“Justo es algo que Dios es”. Pero yodigo: “No, la justicia es algo que Dioses”. Dios es amor y, así como Dios esamor, Dios es justicia.

Usted a veces oye decir: “La justiciarequiere que Dios haga esto”.

Probablemente yo mismo use estaexpresión, aunque sea semánticamenteimpropia. El lenguaje humano vacilacuando tratamos de usarlo para describira Dios. Los profetas del AntiguoTestamento y los apóstoles del Nuevopusieron tal presión/esfuerzo en ellenguaje que las palabras gimen yrechinan en el esfuerzo por contar lahistoria. Debemos recordar que lajusticia no es algo externo a Dios a locual Dios debe conformarse. Nadajamás le exige a Dios hacer nada. Siusted tiene un dios al que se le exigehacer algo, entonces tiene un dios débilque debe uncir su cuello a un yugo yallanarse ante la presión externa.Entonces la justicia es mayor que Dios.

Pero eso es pensar erróneamente.Todas las razones de Dios para hacer

algo están situadas dentro de Dios. Noson traídas desde afuera para que Él lascargue. Ellas residen dentro de Dios, esdecir, ellas son lo que Dios es. Y lasrazones de Dios para hacer lo que hacebrotan de lo que Dios es. Nada le hasido añadido a Dios desde la eternidad.Y nada ha sido quitado de Dios desde laeternidad. Nuestro Dios es exactamentelo que era antes de que un simple átomofuera creado. Él será exactamente iguala lo que es cuando los cielos ya no seanmás. Él nunca ha cambiado en ningúnsentido, porque es un Dios inmutable.

Dios, siendo perfecto, es incapaz deperder o de ganar algo. Es incapaz de

hacerse más grande o más pequeño. Esincapaz de conocer más o menos. Dioses simplemente Dios. Y Dios justamentedesde su interior, no en obediencia aalguna ley imaginaria; Él es el Autor detodas las leyes, y actúa como Él mismoen todo tiempo.

Se nos ha mentido, hecho trampa,traicionado y engañado tanto incluso porparte de quienes admiramos yrespetamos, que hemos llegado aproyectar nuestro cinismo al propiotrono de Dios. Y sin darnos cuentatenemos en nuestras mentes unsentimiento de que Dios también es así.Permítame decirle que Dios siempreactúa como Él mismo. No hay arcángel,ni 10 000 ángeles con espadas, ni

querubines o serafines que puedanpersuadir a Dios de actuar de otramanera. Dios siempre actúa como Él hasido y como siempre será.

Él debía redimir al hombre dentro deese poderoso, ilimitado marco. Él nopodía cambiar, o habría ido de mejor apeor o de peor a mejor. Y siendo Dios ysiendo perfecto no podía ir en ningunadirección. Él debía seguir siendo Dios.Así en el libro de Apocalipsis, lajusticia de Dios es cantada por sussantos.

Teólogos, tanto judíos comocristianos, hablan de la justicia comouno de los atributos de Dios. Dios esjusticia, y Dios siempre actúajustamente, no por compulsión desde

afuera sino porque esa es la manera enque Él mismo es. La justicia siempredebe prevalecer porque Dios es elsoberano Dios que siempre prevalece.

Si esto es verdad, ¿dónde entramosusted y yo?

Hubo un antiguo teólogo de nombreAnselmo que ya no es muy leído ahora.Él fue uno de los grandes padres de laiglesia, de los grandes teólogos, de losgrandes santos, de los grandespensadores. Fue llamado un segundoAgustín. Y Anselmo le formuló a Dios lapregunta: “¿Cómo perdonas al malvadosi tú eres justo, supremamente justo?”

No nos preocupamos mucho por estacuestión, porque en este día hemosabaratado la salvación. Hemos

degradado nuestro concepto de Dios alpunto que esperamos toparnos con laspuertas de perlas y golpear la puerta ydecir: “¡Hola, Dios, aquí estoy!” y queDios nos haga pasar. Haríamos mejor entomar la cuestión de los antiguosteólogos que se daban cuenta de quedebemos temer ir presuntuosamente a lapuerta del cielo y que no nos dejenentrar.

El viejo hermano Anselmo seconfortaba a sí mismo con estepensamiento: “Vemos donde el río fluye,pero las fuentes de donde nace no lasvemos”. Él sabía lo que Dios puede,pero no sabía cómo Dios puede.“¿Cómo puedes tú justificar a un hombremalvado y seguir siendo justo?”,

preguntaba. Para esa pregunta hay tresrespuestas felices.

1. La unidad de DiosUna respuesta es que el ser de Dios

es unitario. ¿Qué significa eso?Significa que Dios no está compuesto departes. Usted no es un ser unitario. Ustedestá compuesto de espíritu, alma ycuerpo. Usted tiene memoria y olvido.Usted tiene atributos que le fuerondados. Algunas cosas pueden serquitadas de usted, pero aun así ustedpermanece. Hay secciones enteras de sucerebro que pueden ser destruidas yusted puede seguir viviendo: es asíporque usted no es unitario. Esto es,

Dios lo hizo a usted, e “hizo” significacompuesto. Dios lo juntó a usted. Pusola cabeza al tope del torso y las piernasbajo el torso y le puso su torrentesanguíneo, su sangre, ventrículos yaurículas y venas y arterias y nervios yligamentos. Fuimos hechos así y puedeapartar una asombrosa cantidad delhombre y él seguirá estando allí. Perousted no puede pensar así de Dios,porque el ser de Dios es unitario.

Los judíos siempre creyeron en elDios unitario. “Oye, Israel: Jehovánuestro Dios, Jehová uno es”(Deuteronomio 6:4). Pero los judíos nosolamente dijeron que hay un solo Dios.Los judíos enseñaron el ser unitario deDios, y la Iglesia enseña (en la medida

en que la Iglesia enseña algo ahora:usted puede ir a la iglesia toda la vida yno obtener mucha teología) que el ser deDios es unitario. “Hay un Señor” nosignifica meramente que solo hay unDios; significa que Dios es uno.

¿Ve usted la distinción que hay allí?No debemos pensar a Dios comocompuesto de partes que trabajanarmoniosamente. Debemos pensar aDios como uno. Porque Dios es uno, losatributos de Dios nunca discrepan unosde otros. Porque el hombre no esunitario sino hecho, porque escompuesto, el hombre puede serfrustrado. Puede tener esquizofrenia, yparte de él puede guerrear con otra partede él. Su sentido de justicia puede

guerrear con su sentido de misericordia.El juez muchas veces se sienta en eltribunal y queda atrapado entre lamisericordia y la justicia y no sabe cuálejercer.

Está esa famosa historia del hombreque, en víspera de la guerra a la cualdebe ir a pelear por su país, le dijo a sunovia que la amaba y planeabadesposarla: “No podría amarte tanto, sino amara más el deber”. Ese es unhombre atrapado entre el amor a unamujer y el amor al deber. Eso es porqueel hombre está hecho de partes. Es poreso que tenemos psiquiatras: para tratarde volver a juntar nuestras partes. No lologran, usted lo sabe, pero lo intentan;debemos darles el crédito por intentarlo.

Dios no tiene partes más de lo que undiamante tiene partes. Dios es todo unDios, y todo lo que Dios hace armonizaperfectamente con cualquier otra cosaque Dios hace porque no hay partes quedeban juntarse ni atributos que seenfrenten en lucha unos con otros. Todoslos atributos de Dios son uno, y estánjuntos.

Algunas veces, cuando predico enservicios evangelísticos, caigo en elmismo error semántico. Pensamos aDios como presidiendo una corte legalen la cual el pecador ha quebrantado laley de la justicia. Imaginamos que esajusticia está en algún lugar allí afuera,fuera de Dios. El pecador ha pecadocontra esa justicia externa y es esposado

y llevado al tribunal ante Dios. Luegopensamos que la misericordia de Diosquiere perdonar al pecador pero que esajusticia externa dice: “No, él haquebrantado mis leyes. Debe morir”. Yasí nos representamos dramáticamente aDios sentado en su trono con lágrimas enlos ojos dictando la sentencia de muertea un hombre que su misericordia querríaperdonar pero que no puede porque lajusticia no se lo permite. Bienpodríamos ser paganos y pensar acercade Dios a la manera en que lo hacen lospaganos. Esa no es teología cristiana:nunca lo fue y nunca lo será. Es erróneopensar de esa manera, porque estamoshaciendo como si Dios fuera un hombre.

“Pensabas que de cierto sería yo

como tú”, dice Dios (Salmo 50:21).Nuestros jueces sientan en el tribunal ysus corazones quieren perdonar, pero laley no les permite hacerlo y ellos estánatrapados en el medio. Me han dichoque a veces los jueces empalidecen y seaferran a la mesa que tienen delantecuando sentencian a muerte a hombres.Su misericordia no está en armonía consu sentido de justicia. La justicia externase para allí como una ley y dice: “Esehombre debe morir”, pero lamisericordia dice: “¡Por favor, porfavor, perdónalo!”.

Pero pensar eso de Dios es pensarerróneamente de Dios. Todo lo que Dioses y hace armoniza con todo lo demásque Dios es y hace. Probablemente yo

no debería usar siquiera la palabra“armonía” porque la armonía requiere almenos dos que se junten y por un tiempose conviertan en uno. Pero no hay nadacomo eso en Dios; ¡Dios solo es!Cuando usted ora, dice: “Padre nuestroque estás en los cielos”. ¡Dios solo es!

Por consiguiente, la primera respuestaa la pregunta “¿Cómo puede Dios,siendo justo, sin embargo absolver almalvado?”, brota del ser de Dios comounitario. La justicia de Dios y lamisericordia de Dios no discrepan unade la otra.

2. La pasión de CristoLa segunda respuesta deriva del

efecto de la pasión de Cristo. La palabra“pasión” ahora significa “deseo sexual”,pero antes, en los tiempos antiguos,significaba un sufrimiento profundo yterrible. Por eso llamaron al ViernesSanto “Tiempo de Pasión” y nosotroshablamos de “la pasión de Cristo”. Es elpadecimiento de Jesús mientras hacíacon su propia sangre su ofrendasacerdotal por nosotros.

Jesucristo es Dios, y todo lo que hedicho acerca de Dios describe a Cristo.Él es unitario. Tomó sobre sí lanaturaleza de hombre, pero Dios laPalabra Eterna, quien fue antes hombre yquien creó al hombre es un ser unitario yno hay división en su sustancia. Y asíese Santísimo sufriente, y su sufrimiento

al dar su propia sangre por nosotros fuetres cosas. Fue infinito, todopoderoso yperfecto.

Infinito significa sin perímetro y sinlímites, sin orillas, sin fondo, sin tope,por siempre, sin ninguna posible medidani limitación. Y así el sufrimiento deJesús y la expiación que hizo en esa cruzbajo ese cielo oscurecido fueroninfinitos en su poder.

No solamente fue infinito sinotambién todopoderoso. Es posible parabuenos hombres “casi” hacer algo o“casi” ser algo. Esos son intentos de laspersonas, porque son personas. Pero elDios todopoderoso nunca es “casi” algo.Él es el Todopoderoso. Isaac Watts dijorespecto a su muerte en la cruz: “Dios el

Poderoso Hacedor murió por el hombrey su pecado”. Y cuando Dios elPoderoso Hacedor murió, todo el poderestuvo en esa expiación. Usted nuncapodrá exagerar la eficacia de laexpiación. Usted nunca podrá exagerarel poder de la cruz.

Y Dios no es solamente infinito ytodopoderoso sino también perfecto. Laexpiación en la sangre de Jesucristo esperfecta; no hay nada que le pueda serañadido. Es intachable, impecable,perfecta. Es perfecta como Dios esperfecto. Así que la pregunta: “¿Cómopuedes tú perdonar al malvado si eresjusto?” es respondida desde el efecto dela pasión de Cristo. Ese santosufrimiento allí en la cruz y esa

resurrección de entre los muertoscanceló nuestros pecados y abrogónuestra sentencia.

¿Dónde y cómo obtuvimos esasentencia? La obtuvimos por laaplicación de la justicia a una situaciónmoral. No importa cuán bueno yrefinado y amoroso usted piense ser,usted está en una situación moral: loestuvo, lo está y lo estará. Y cuandoDios lo confrontó, la justicia de Diosconfrontó una situación moral y loencontró a usted inadecuado, lo encontróinjusto, encontró iniquidad.

Como encontró iniquidad allí, Dios losentenció a usted a muerte. Todosestuvimos o estamos bajo la sentenciade muerte. Me pregunto cómo la gente

puede estar tan alegre bajo la sentenciade muerte. “El alma que pecare, esamorirá” (Ezequiel 18:20). Cuando lajusticia confronta una situación moral enun hombre, mujer, joven o cualquieramoralmente responsable, justifica ocondena a esa persona. Es así comoobtuvimos esa sentencia.

Déjeme señalar que cuando Dios ensu justicia sentencia a muerte al pecador,no discrepa con la misericordia de Dios;no discrepa con la bondad de Dios; nodiscrepa con su compasión o piedad,porque todos ellos son atributos de unDios unitario, y no pueden discreparunos con otros. Todos los atributos deDios concurren en la sentencia a muertede un hombre. Los propios ángeles en el

cielo exclaman: “Justo eres tú, oh Señor,el que eres y que eras, el Santo, porquehas juzgado estas cosas . . . Ciertamente,Señor Dios Todopoderoso, tus juiciosson verdaderos y justos” (Apocalipsis16:5,7).

Usted nunca hallará en el cielo ungrupo de santos seres encontrando fallasen la manera en que Dios conduce supolítica exterior. El Dios todopoderosoestá conduciendo su mundo, y todacriatura moral dice: “Tus juicios sonverdaderos y justos Justicia y juicio sonel cimiento de tu trono” (Apocalipsis16:7; Salmo 89:14). Cuando Dios envíaun hombre a morir, la misericordia y lapiedad y la compasión y la sabiduría yel poder concurren: todo cuanto es

inteligente en Dios concurre a lasentencia.

Pero ¡oh el misterio y el asombro dela expiación! Para el alma queaprovecha esa expiación, que se lanzasobre esa expiación, la situación moralha cambiado. ¡Dios no ha cambiado!Jesucristo no murió para cambiar aDios; Jesucristo murió para cambiar unasituación moral. Cuando la justicia deDios confronta a un pecadordesprotegido esa justicia lo sentencia amorir. ¡Y todo lo que Dios es concurre aesa sentencia! Pero cuando Cristo, quees Dios, fue al madero y murió allí eninfinita agonía, en una plétora desufrimiento, ese gran Dios sufrió más delo que ellos sufrirían en el infierno. Él

sufrió todo lo que ellos podrían sufrir enel infierno. Él sufrió con la agonía deDios, porque todo lo que Dios hace, lohace con todo lo que es. Cuando Diossufrió por usted, mi amigo, Dios sufriópara cambiar su situación moral.

El hombre que se entrega a lamisericordia de Dios tiene cambiada lasituación moral. Dios no dice: “Bueno,bueno, excusemos a este hombre. Éltomó una decisión y fue perdonado. Élfue al salón de oración, y fue perdonado.Está yendo a unirse a la iglesia; pasemospor alto su pecado”. ¡No! Cuando Diosmira a un pecador que ha recibido laexpiación, no ve la misma situaciónmoral que cuando mira a un pecador quesigue amando su pecado. Cuando Dios

mira a un pecador que sigue amando supecado y rechaza el misterio de laexpiación, la justicia lo condena amuerte. Cuando Dios mira a un pecadorque ha aceptado la sangre del pactoeterno, la justicia lo sentencia a vivir. YDios es justo al hacer ambas cosas.

Cuando Dios justifica a un pecadortodo en Dios está del lado del pecador.Todos los atributos de Dios están dellado del pecador. No sucede que lamisericordia está implorando por elpecador y la justicia está tratando deempujarlo a la muerte, como a vecesnuestros predicadores lo hacen parecer.Todo en Dios hace todo lo que Dioshace. Cuando Dios mira a un pecador yno ve en él la expiación (que él no quiso

aceptar la expiación; que piensa que nole es aplicable), la situación moral es talque la justicia dice que debe morir. Ycuando Dios mira al pecador que tienela expiación, que en fe sabe y acepta quese hizo expiación por él, ¡la justicia diceque debe vivir! El pecador injusto nopuede ir al cielo más de lo que elpecador justificado puede ir al infierno.¡Oh, amigos! ¿Por qué estamos tantranquilos? ¿Por qué estamos tansilenciosos? ¡Deberíamos regocijarnos ydar gracias a Dios con todas nuestrasfuerzas!

Vuelvo a decirlo: la justicia está dellado del pecador arrepentido. Primerade Juan 1:9 dice: “Si confesamosnuestros pecados, él es fiel y justo para

perdonar nuestros pecados, y limpiarnosde toda maldad”. La justicia está ahorade nuestro lado porque el misterio de laagonía de Dios en la cruz ha cambiadonuestra situación moral. Así la justiciamira y ve igualdad, no iniquidad, ysomos justificados. Eso es lo que lajustificación significa.

¿Creo en la justificación por fe? ¡Oh,mi hermano, sí que creo en ella! Davidcreyó en ella y lo escribió en el Salmo32. Después fue citado por uno de losprofetas. Pablo lo recogió y lo escribióen Gálatas y Romanos. Estuvo perdidapor un tiempo y relegada al tacho depolvo y luego volvió a salir y fue traídaal frente y enseñada por Lutero y losmoravos y los Wesley y los

presbiterianos. “Justificación por fe”:sobre ella nos afirmamos hoy.

Cuando hablamos de la justificación,no se trata de manipular un texto.Debemos ver quién es Dios y ver porqué esas cosas son verdad. Somosjustificados por fe porque la agonía deDios en la cruz cambió la situaciónmoral. Nosotros somos esa situaciónmoral. A Dios no lo cambió en absoluto.La idea de que la cruz limpió el ceñofruncido de la cara de Dios y que Él aregañadientes comenzó a sonreír es unconcepto pagano y no cristiano.

Dios es uno. No solo es que hay unsolo Dios, sino que el único Dios esunitario, uno consigo mismo, indivisible.Y la misericordia de Dios es

simplemente Dios siendomisericordioso. Y la justicia de Dios essimplemente Dios siendo justo. Y elamor de Dios es simplemente Diosamando. Y la compasión de Dios essimplemente Dios siendo compasivo.No se trata de algo que sale de Dios: ¡esalgo que Dios es!

3. La inmutabilidad de Dios¿Cómo puede Dios ser justo y seguir

justificando a un pecador? Hay unatercera respuesta. La compasión fluye dela bondad y sin embargo la bondad sinjusticia no es bondad. Usted no puedeser bueno y no ser justo, y si Dios esbueno debe ser justo. Cuando Dios

castiga al malvado, hace una cosa justa,porque es congruente con lo que mereceel malvado. Pero cuando Dios perdona aun hombre malvado también es justohacerlo, porque es congruente con lanaturaleza de Dios. Así tenemos a Diosel Padre, el Hijo y el Espíritu Santoactuando siempre como Dios. Su esposapuede ser rezongona, su mejor amigopuede estar distante, guerras foráneaspueden estar en marcha, pero Diossiempre es el mismo. Dios actúasiempre de acuerdo a sus atributos deamor, justicia y misericordia.

Siempre, siempre, siempre Dios actúacomo Dios. ¿No le alegra no tener queentrar a hurtadillas en el cielo por unaventana del sótano? ¿No le alegra no

estar yendo a obtenerlo como algunospredicadores obtienen gradosacadémicos, pagando veinticincodólares por un diploma comprado?

¿No le alegra no entrar al cielo por undescuido de Dios? Dios está tanocupado con su mundo que usted se metede contrabando en él. ¡Y está allí unosmiles de años antes de que Dios lo vea!

¿Está contento de que no lo obtendrámeramente por ser miembro de unaiglesia? Dios dice: “Bueno, esta es unaiglesia bastante bonita. Permitamos queél venga a ella”. Y así usted ingresa,pero más tarde Él encuentra sus puntosmalos ¡y quizás usted sea echado!

Esa es la parábola del hombre queapareció en la boda sin la ropa

adecuada. “Amigo, ¿cómo entraste aquí,sin estar vestido de boda? Mas élenmudeció. Entonces el rey dijo a losque servían: Atadle de pies y manos, yechadle en las tinieblas de afuera”(Mateo 22:12-13). No puede haber nadacomo eso en el reino de Dios, porqueDios el Omnisciente conoce todo lo quepuede ser conocido. Él conoce a todos:lo conoce a usted. Y Dios el Todo Justonunca permitirá que el hombre de dobleánimo entre allí. “¿Hasta cuándoandaréis vacilando entre dosopiniones?”, dijo Elías (1 Reyes 18:21,LBLA). Eso es inconstancia, iniquidad. Yel hombre que es inicuo nunca entraráallí. ¡Jamás!

Toda esa charla barata sobre San

Pedro dándonos un examen para ver siestamos bien: ¡solo es una insensatez! Elgran Dios todopoderoso, siempre unoconsigo mismo, mira una situación moraly ve o muerte o vida. Y todo Dios estádel lado de la muerte o de la vida. Sihay un pecador inicuo, inconstante, noreconciliado, inmundo, sin cobertura desu pecado, solo hay una respuesta: todoDios dice “Muerte e infierno”. Y ni todoel cielo puede levantar a ese hombre.

Pero si él se golpea el pecho y dice:“Dios, ten piedad de mí, pecador”(Lucas 18:13, LBLA), y se apropia losbeneficios de la infinita agonía de Diosen la cruz, Dios mira esa situación moraly dice: “¡Vida!”. Y ni todo el infiernopuede arruinar a ese hombre. ¡Oh, la

maravilla y el misterio y la gloria delser de Dios!

Capítulo 5

La misericordia de Dios

Misericordioso y clemente esJehová; lento para la ira, ygrande en misericordia. Nocontenderá para siempre, ni parasiempre guardará el enojo. No hahecho con nosotros conforme anuestras iniquidades, ni nos hapagado conforme a nuestros

pecados. Porque como la altura delos cielos sobre la tierra,engrandeció su misericordia sobrelos que le temen. Cuanto está lejosel oriente del occidente, hizoalejar de nosotros nuestrasrebeliones. Como el padre secompadece de los hijos, secompadece Jehová de los que letemen. Porque él conoce nuestracondición; se acuerda de quesomos polvo. El hombre, como lahierba son sus días; florece comola flor del campo que pasó elviento por ella, y pereció, y sulugar no la conocerá más. Mas lamisericordia de Jehová es desde laeternidad y hasta la eternidad

sobre los que le temen, y sujusticia sobre los hijos de los hijos(Salmo 103:8-17).

Bendito sea el Dios y Padre denuestro Señor Jesucristo, Padre demisericordias y Dios de todaconsolación (2 Corintios 1:3).

Habéis oído de la paciencia deJob, y habéis visto el fin del Señor,que el Señor es muymisericordioso y compasivo(Santiago 5:11).

El Señor no retarda su promesa,según algunos la tienen portardanza, sino que es pacientepara con nosotros, no queriendoque ninguno perezca, sino quetodos procedan al arrepentimiento

(2 Pedro 3:9).

La misericordia, entonces, es unatributo de Dios.

En Éxodo se halla una declaraciónmaravillosamente conmovedora de queun atributo de Dios es la misericordia.

Y Moisés . . . se levantó de mañanay subió al monte Sinaí . . . Y Jehovádescendió en la nube, y estuvo allícon él, proclamando el nombre deJehová. Y pasando Jehová pordelante de él, proclamó: ¡Jehová!¡Jehová! fuerte, misericordioso ypiadoso; tardo para la ira, y grandeen misericordia y verdad; que

guarda misericordia a millares, queperdona la iniquidad, la rebelión yel pecado (34:4-7).

Y en Segundo de Crónicas, en eltemplo, hay otra magnífica declaraciónde la misericordia de Dios:

Cuando sonaban, pues, lastrompetas, y cantaban todos a una,para alabar y dar gracias a Jehová,y a medida que alzaban la voz contrompetas y címbalos y otrosinstrumentos de música, y alababana Jehová, diciendo: Porque él esbueno, porque su misericordia espara siempre; entonces la casa sellenó de una nube, la casa de

Jehová. Y no podían los sacerdotesestar allí para ministrar, por causade la nube; porque la gloria deJehová había llenado la casa deDios (5:13-14).

Estos dos pasajes exponen en unestilo bastante formal una declaraciónde que Dios es misericordioso. Comodije acerca de otros atributos de laDeidad, la misericordia no es algo queDios tiene sino algo que Dios es. Si lamisericordia fuera algo que Diostuviera, probablemente podría perderlatemporalmente o agotarla. Podríadisminuirse o incrementarse. Pero, comoes algo que Dios es, debemos recordarque es increada. La misericordia de

Dios no tuvo origen. La misericordia deDios siempre existió, pues lamisericordia es lo que Dios es, y Dioses eterno. Y Dios es infinito.

Ha habido mucha enseñanza pococuidadosa que insinúa que el AntiguoTestamento es un libro de severidad yley, y que el Nuevo Testamento es unlibro de ternura y gracia. Pero ¿sabeusted que, aunque tanto el Antiguo comoel Nuevo Testamento declaran lamisericordia de Dios, la palabramisericordia aparece en el AntiguoTestamento cuatro veces másfrecuentemente que en el Nuevo? Eso esun poco difícil de creer, pero es verdad.

Esta idea popular es un gran errorporque el Dios del Antiguo Testamento y

el Dios del Nuevo es un único Dios. Élno cambió. Es el mismo Dios, y al ser elmismo Dios y no cambiar, debe sernecesariamente el mismo en el Antiguoque en el Nuevo. Él es inmutable, ycomo es perfecto no se le puede añadirnada. La misericordia de Dios era tangrande en el Antiguo Testamento comolo fue y lo es en el Nuevo.

La bondad es la fuente de lamisericordia. Debo disculparme aquípor mi necesidad de usar lenguajehumano para hablar de Dios. El lenguajese refiere a lo finito, y Dios es infinito.Cuando tratamos de describir a Dios ode hablar de Dios siempre estamosquebrando nuestras propias reglas ycayendo en las pequeñas trampas

semánticas en las que no queremos caer,pero no podemos evitar. Cuando digoque un atributo es la fuente del otro, noestoy usando el lenguaje correcto, perolo expreso así para que usted puedacaptarlo. Si tratara de usar absolutos,todos ustedes se quedaríanprofundamente dormidos.

La infinita bondad de Dios esenseñada a lo largo de toda la Biblia. Labondad es eso de Dios que desea lafelicidad de sus criaturas y esairresistible urgencia de Dios por otorgarbienaventuranza. La bondad de Dios sedeleita en el deleite de su pueblo.Desearía poder enseñar a los hijos deDios a saber esto. Por mucho tiempo senos ha machacado que si somos felices,

Dios está preocupado por nosotros.Creemos que Él nunca está totalmentecomplacido si somos felices. Pero laestricta y verdadera enseñanza de laPalabra es que Dios se deleita en eldeleite de su pueblo, siempre que supueblo se deleite en Dios.

De las misericordias de Jehováharé memoria, de las alabanzas deJehová, conforme a todo lo queJehová nos ha dado, y de lagrandeza de sus beneficios hacia lacasa de Israel, que les ha hechosegún sus misericordias, y según lamultitud de sus piedades. Porquedijo: Ciertamente mi pueblo son,hijos que no mienten; y fue su

Salvador. En toda angustia de ellosél fue angustiado, y el ángel de sufaz los salvó; en su amor y en suclemencia los redimió, y los trajo,y los levantó todos los días de laantigüedad (Isaías 63:7-9).

Dios se deleita en el deleite de susamigos, y sufre junto con esos amigos.Él no se deleita en el sufrimiento de susenemigos. “Vivo yo, dice Jehová elSeñor, que no quiero la muerte delimpío, sino que se vuelva el impío de sucamino, y que viva” (Ezequiel 33:11).Dios nunca menosprecia ni se regocijaal ver que alguien se retuerce de dolor.Si Dios tiene que castigar, no se agradadel castigo. “No quiero la muerte del

impío.”Según el Antiguo Testamento, la

misericordia tiene ciertos significados:inclinarse bondadosamente hacia alguieninferior, sentir piedad por alguien y seractivamente compasivo. Solía usarseuna forma verbal de la palabracompasión, pero ya no la empleamosmás, tal vez porque ya no tenemos eseconcepto. Dios “se compadece”activamente del sufrimiento de loshombres: eso me gusta muchísimo. Puesuna cosa es que Dios sienta compasión adistancia, pero que Dios tengaactivamente compasión de las personases otra cosa. Lea lo que dice la Palabrade Dios al respecto:

Y los hijos de Israel gemían acausa de la servidumbre, yclamaron; y subió a Dios el clamorde ellos con motivo de suservidumbre. Y oyó Dios el gemidode ellos, y se acordó de su pactocon Abraham, Isaac y Jacob. Ymiró Dios a los hijos de Israel, ylos reconoció Dios (Éxodo 2:23-25).

Ese es el final del segundo capítulode Éxodo. Y el tercer capítulo comienzacon la zarza ardiente y sigue con lacomisión a Moisés para que vaya aliberar a Israel de Egipto.

Cuando Dios ejerció activamente lacompasión sobre este pueblo, hizo

cuatro cosas: oyó los gemidos; recordósu pacto; miró sus sufrimientos y secompadeció de ellos; e inmediatamentedescendió a ayudarlos. Lo mismo ocurreen el Nuevo Testamento, donde se dicede nuestro Señor Jesús que cuando Élvio las multitudes “tuvo compasión deellos, porque eran como ovejas que notenían pastor” (Marcos 6:34). Les dijo alos discípulos: “Dadles vosotros decomer” (6:37). Eso es ser activamentecompasivo.

Una gran cantidad de personas sonmuy misericordiosas en sus camas, ensus hermosas salas de estar, en susnuevos automóviles. Tienen compasión(un sustantivo), pero nunca “secompadecen” (un verbo). Leen algo en

el periódico acerca de alguien y dicen:“¡Ah! ¿No es terrible? A esa pobrefamilia se le incendió la casa y está enla calle sin tener un lugar a donde ir”, yluego encienden la radio y escuchanalgún programa. Son muy compasivos—por un minuto y medio—pero “no secompadecen”; es decir, no hacen nada alrespecto. Pero la compasión de Dios loconduce a compadecerse activamente.Lo hizo al enviar a Moisés para liberara los hijos de Israel.

Un hecho relativo a la misericordiade Dios es que nunca comenzó a existir.He oído de hombres que fueron duros decorazón o descuidados, perocomenzaron a ser conmovidos y lamisericordia empezó a florecer en ellos.

Nunca fue así con Dios. Dios nunca fueun apático sin compasión. Lamisericordia de Dios es simplemente loque Dios es: increada y eterna. Nuncacomenzó a ser; siempre fue. El cielo y latierra aun no habían sido creados y lasestrellas todavía no habían sidoformadas, y ese espacio del cual loshombres ahora hablan era solamente unpensamiento en la mente de Dios. Diosera tan misericordioso como es ahora. Yno solo nunca comenzó a ser, sino que,además, la misericordia de Dios nuncafue más de la que es ahora.

Los científicos nos dicen que haycuerpos celestes que desaparecieron enuna gran explosión a muchísimos añosluz de distancia, pero pasarán miles de

años terrenales antes de que su luz dejede brillar. La luz todavía está viniendo,aunque la fuente de la luz hace tiempodejó de existir. Y hay estrellas queagotaron su brillo y se volvieron oscuraslentamente, pero la misericordia de Diosnunca ha sido más de la que es ahora,por la sencilla razón de que lamisericordia de Dios es infinita, y algoque es infinito no puede ser menos de loque es, ni más que lo que es. Es infinita,sin fin, ilimitada; no tiene medida deninguna clase. Las medida son cosascreadas, y Dios es increado.

La misericordia de Dios nunca hasido más que ahora, y la misericordia deDios nunca será menos que ahora. Noimagine que cuando llegue el día del

juicio Dios desconectará sumisericordia como el sol se ocultadetrás de una nube o como usted cierrauna canilla. No piense ni por un minutoque la misericordia de Dios dejará deexistir. La misericordia de Dios nuncaserá menos que ahora, porque lo infinitono puede dejar de ser infinito, y loperfecto no puede admitir unaimperfección. Y una vez más, nada queocurra puede incrementar lamisericordia de Dios ni disminuirla, nialterar la calidad de la misericordiadivina.

Por ejemplo, la cruz de Cristo.Cuando Jesús murió en la cruz, lamisericordia de Dios no se volviómayor. No podía volverse mayor, pues

ya era infinita. Tenemos la rara nociónde que Dios está mostrandomisericordia porque Jesús murió. No:Jesús murió porque Dios está mostrandomisericordia. Fue la misericordia deDios la que nos dio el Calvario, no queel Calvario nos dio la misericordia deDios. Si Dios no hubiera sidomisericordioso, no habría habidoencarnación, ningún bebé en el pesebre,ningún hombre en una cruz, y ningunatumba abierta.

Dios tiene suficiente misericordiapara abrazar el universo entero en sucorazón, y nada que alguien hicieraalguna vez podría disminuir lamisericordia de Dios. Un hombre puedealejarse y apartarse de la misericordia

de Dios, como hizo Israel y comohicieron Adán y Eva por un tiempo,como han hecho las naciones del mundo,y como hicieron Sodoma y Gomorra.Podemos hacer que la misericordia deDios sea inoperante hacia nosotros pornuestra conducta, ya que somos agentesmorales libres. Pero eso no cambia nidisminuye el poder de la Palabra deDios ni la misericordia de Dios. Y noaltera la calidad de ella.

La intercesión de Cristo a la diestrade Dios no incrementa la misericordiade Dios hacia su pueblo. Si Dios nofuera ya misericordioso, no habríaintercesión de Cristo a la diestra deDios. Y si Dios es mínimamentemisericordioso entonces es infinitamente

misericordioso. Es imposible que lamediación de Jesús a la diestra delPadre haga que la misericordia de Diossea más de la que es ahora.

Ningún atributo de Dios es mayor queotro. Eso creemos. Pero como todos losatributos de Dios son simplemente Dios,es imposible que algo de Dios pueda sermayor que otra cosa de Dios. Eso esbuena teología. Usted no puederebatirla; es verdad.

Y sin embargo hay atributos de Diosque pueden necesitarse más endiferentes ocasiones. Por ejemplo,cuando el buen samaritano pasó y vio alindividuo que había sido golpeado porlos ladrones yaciendo allí, el atributoque más se necesitaba en ese momento

era la misericordia. Necesitaba aalguien que “se compadeciera” de él. Yasí el buen samaritano descendió de sucabalgadura y acercándose “secompadeció” de él. Eso era lo que élnecesitaba en ese momento.

Y es por eso que la misericordia deDios es tan maravillosa para un pecadorque viene al hogar, que quiere escribirsobre ella y hablar de ella siempre. Eralo que él necesitaba tandesesperadamente en ese momento.Nosotros cantamos “Sublime gracia delSeñor”, y sin embargo la gracia de Diosno es mayor que la justicia de Dios, o lasantidad de Dios. Pero para las personascomo usted y yo, ella es lo quenecesitamos más desesperadamente. No

es Dios quien es diferente; somosnosotros. Usted podría ir al cielo ydecirle a un ángel: “¿No es maravillosala misericordia de Dios?” Él sabrá quesí, pero no la comprenderá comonosotros la comprendemos.

Charles Finney lo dijo en su pequeñogran himno: “Estas criaturas que rodeanel trono, nunca, nunca han conocido unmundo pecaminoso como este”. Ellas nopueden apreciar el amor y lamisericordia de Dios como nosotros.Ellos hablan de la santidad, del juicio yde la justicia de Dios, y le cantan a Él“tus juicios son justos” (Apocalipsis16:7), porque nunca han conocido elpecado. Por lo tanto no necesitan de lamisericordia como usted y yo.

Dios es igual a sí mismo siempre.Pero cuando usted está en problemas,usted necesita de ciertos atributos másque de otros. Cuando estoy en elconsultorio del médico necesitocompasión. Necesito ayuda. Puedo mirarla pared y ver sus diplomas y saber queestá capacitado. Pero lo que necesito esque sea amable conmigo porque siempreestoy aterrado cuando voy al médico. Ycuando nosotros venimos a Dios nuestranecesidad determina cuáles atributos deDios celebraremos en ese momento. Ytendremos miles de ellos para celebrar.

La operación de lamisericordia de Dios

El juicio de Dios es la justicia deDios confrontando la injusticia moral yla iniquidad. Cuando la justicia ve lainiquidad, cae el juicio. La misericordiaes la bondad de Dios confrontando laculpa y el sufrimiento humano. Cuandola bondad de Dios confronta la culpa yel sufrimiento humanos, Dios escucha,Dios oye, y el balido del cordero llega asu oído y el gemido del bebé llega a sucorazón, y el clamor de Israel sube hastasu trono. La bondad de Dios estáconfrontando el sufrimiento y la culpahumanos, y eso es misericordia.

Todos los hombres son destinatariosde la misericordia de Dios. No piense nipor un minuto que cuando usted searrepintió y volvió desde el corral de

cerdos a la casa del Padre, fue cuando lamisericordia comenzó a operar. No; lamisericordia había estado operandotodo el tiempo. Lamentaciones 3:22dice: “Por la misericordia de Jehová nohemos sido consumidos, porque nuncadecayeron sus misericordias”. Por tanto,recuerde que si no hubiera tenido todo eltiempo la misericordia de Dios,compadeciéndose, reteniendo el juicio,usted habría perecido hace muchotiempo. El dictador cruel es destinatariode la misericordia de Dios. El asesinomalvado es destinatario de lamisericordia de Dios. Y el corazón másentenebrecido que yace en la más bajamiseria en el campo es destinatario de lamisericordia de Dios. Eso no significa

que serán salvos o convertidos yfinalmente alcanzarán al cielo. Perosignifica que Dios está retrasando sujusticia porque está teniendomisericordia. Está esperando por causade un Salvador que murió. Todosnosotros somos destinatarios de lamisericordia de Dios.

Usted puede preguntar: “Cuando soyperdonado, purificado y liberado, ¿no eseso la misericordia de Dios?” Seguro,eso es la misericordia de Dios parausted, pero todo el tiempo en que ustedestuvo pecando contra Él, Él estuvoteniendo compasión de usted. “El Señor. . . no queriendo que ninguno perezca”(2 Pedro 3:9). Romanos 2:4 dice: “¿Omenosprecias las riquezas de su

benignidad, paciencia y longanimidad . .. ?” Él está esperando. Dios podríatomar este mundo y apretarlo en su manocomo un niño puede apretar un huevo demirlo, y destruirlo completamente parasiempre, si no fuera porque es un Diosmisericordioso. Él ve nuestras lágrimasy oye nuestros gemidos con todo amor ymisericordia. Él es consciente de todosnuestros sufrimientos aquí abajo.

Todos los hombres somosdestinatarios de la misericordia de Dios,pero Dios ha pospuesto la ejecución,eso es todo. Cuando la justicia de Diosconfronta la culpabilidad humana, hayuna sentencia de muerte, pero lamisericordia de Dios—porque ese esademás un atributo de Dios, que no

contradice al otro sino que obra con él—pospone la ejecución.

La misericordia no puede cancelar eljuicio sino mediante la expiación.Cuando la justicia ve la iniquidad, debehaber juicio. Pero la misericordia llevóa Cristo a la cruz. No pretendo entendereso. Soy muy feliz por las cosas que sé,y sumamente feliz por las cosas que nosé.

No sé lo que pasó exactamente allí, enesa cruz; sé que Él murió. Dios elpoderoso Hacedor murió por el pecadodel hombre, la criatura. Sé que Dios ledio la espalda a ese Hombre santo,santo, santo. Sé que Él entregó elespíritu y murió. Sé que en el cielo estáregistrada la expiación por toda la

humanidad. ¡Sé eso! Y todavía no sé porqué, y no sé lo que ocurrió.

Solamente sé que en la infinitabondad de Dios y en su infinitasabiduría Él elaboró un plan por mediodel cual la segunda Persona de laTrinidad, encarnada como un hombre,pudo morir a fin de que pudierasatisfacerse la justicia mientras lamisericordia rescataba al hombre porquien Él murió.

Esa es la teología cristiana.Cualquiera sea su denominación, eso eslo que usted necesita para ir al cielo.Usted no puede ir al cielo por “negrospirituals”, coros y libros baratos, sinoque puede ir al cielo por la misericordiade Dios en Cristo. Eso es lo que enseña

la Biblia. La justificación significa quela misericordia y la justicia hancolaborado a fin de que cuando Dios seda vuelta y ve la iniquidad, y después veal hombre de iniquidad corriendo haciala cruz, Él ya no ve más la iniquidadsino la justificación. Y así somosjustificados por fe.

El sufrimiento de DiosAntes dije que Dios se deleita en el

deleite de su pueblo y sufre junto consus amigos. “En toda angustia de ellos élfue angustiado” (Isaías 63:9). Si usted esun pensador estricto, puede preguntar:“¿Cómo puede sufrir un Dios perfecto?”.El sufrimiento significa que en algún

lugar hay un desorden. Usted no sufremientras tiene orden psicológico, mentaly físico; cuando se sale del orden, sufre.

Puesto que se declara en la Biblia,usted debe tomarlo por fe, y decir:“Padre, lo creo”. Y luego, porque cree,trata de comprender. Y si puedeentender, entonces da gracias a Dios; supequeño intelecto puede divertirsesaltando y regocijándose en Dios.

Pero si usted lo lee en la Biblia y suintelecto no lo puede comprender, hayuna sola cosa por hacer, y eso eslevantar sus ojos y decir: “SeñorJehová, tú lo sabes” (Ezequiel 37:3).Hay muchísimo que no sabemos. Elproblema con nosotros los evangélicos¡es que sabemos demasiado! Tenemos

demasiada verbosidad; tenemosdemasiadas respuestas. Busco alindividuo que diga: “Yo no sé, SeñorJehová; tú lo sabes”. He aquí alguienque es espiritualmente sabio.

De modo que, ¿cómo puede Diossufrir? El sufrimiento parecería indicaralguna imperfección, y sin embargosabemos que Dios es perfecto. Elsufrimiento parecería indicar algunapérdida o falta, y sin embargo sabemosque Dios no puede sufrir ningunapérdida ni tener falta de nada, porque esinfinitamente perfecto en todo su ser. Nosé cómo explicar esto. Solamente sé quela Biblia declara que Dios sufre con sushijos y que en toda angustia de ellos Éles angustiado. En su amor y en su

misericordia Él los lleva y les preparasu lecho cuando están enfermos. Sé estopero no sé cómo es.

Un gran teólogo antiguo dijo en unaocasión: “No rechace un hecho porqueno conoce un método”. No diga que esono es así porque usted no sabe cómo esque es así. Hay mucho que usted nopuede explicar. Si viene a mí y mepregunta el cómo de las cosas, le haréveinticinco preguntas, una detrás de laotra, acerca de usted mismo: su cuerpo,su mente, su cabello, su piel, sus ojos,sus oídos. Usted no podrá responder niuna pregunta. Pero usa todas esas cosasaunque no las comprende. Yo no sécómo Dios puede sufrir. Eso es unmisterio que podré no conocer jamás.

Muchos escritores de himnos quepodrían haber estado cortando el céspeden ese momento, en cambio, han escritocanciones. Uno de ellos dice esto: “Mepregunto por qué, me preguntó por quéÉl tanto me amó. Amaré y oraré quepueda saber por qué Él tanto me amó”.Usted nunca va a saber eso. Hay unasola respuesta a por qué Dios lo amó:porque Dios es amor. Y hay una solarespuesta a por qué Dios tienemisericordia de usted: porque Dios esmisericordia, y la misericordia es unatributo de la Deidad. No le pregunte aDios por qué, sino agradézcale porquerealmente lo hace y de una manera taninmensamente maravillosa.

Voy a parafrasear una pequeña estrofa

de cuatro versos escrita por Faberacerca de cómo puede Dios sufrir:

Cómo puedes sufrir tú, oh mi Dios,Y ser el Dios que eresEs oscuridad para mi intelectoPero sol para mi corazón.

Yo no sé cómo lo hace, pero sé quecuando estoy enfermo, Dios está triste, ysé que cuando estoy abatido, Dios sufrejunto conmigo. Y sé que en toda mienfermedad, Él preparará mi lechoporque su nombre es bondad y sunombre es misericordia.

La cercanía de la

misericordia de DiosLa cercanía de la misericordia de

Dios es “como el padre se compadecede los hijos” (Salmo 103:13). Despuésde la Primera Guerra Mundial losEstados Unidos con su gran corazóndieron grandes sumas de dinero a loshuérfanos refugiados de Europa, pero notenían suficiente para satisfacer lanecesidad. En uno de los lugares dondeestaban recibiendo huérfanos, entró unhombre, muy delgado, con ojos grandesy anormalmente brillantes, mejillassumidas y brazos delgados, llevando unaniñita. Ella también tenía signos dedesnutrición: ojos demasiado grandes ybrillantes, su pequeño abdomenhinchado, y sus piernitas y brazos

demasiado pequeños y demasiadodelgados para su edad.

Este hombre la condujo adentro y dijoa la persona que estaba a cargo:“Quisiera que admita a mi niñita”. Y lepreguntaron si ella era su hija.

“Sí”, dijo él.“Bien”, dijeron, “lo lamentamos

mucho, pero nuestra regla aquí es quesolamente los huérfanos pueden recibirayuda. Si uno de los padres vive nopodemos asumir la responsabilidadporque no tenemos lo suficiente. Haydemasiados totalmente huérfanos paraque admitamos a los que no lo son”.

Y él miró a su hijita, y ella lo miró demanera inquisidora con ojos grandes ydemasiado brillantes, y él se dio vuelta

y dijo: “Bueno, usted sabe, no puedotrabajar. Estoy enfermo. He sidomaltratado. He estado en prisión. Casihe muerto de hambre, y ahora estoyviejo y no puedo trabajar. Apenas pudetraerla tambaleando hasta aquí. Pero latraje para que ustedes cuiden de ella”.

Y dijeron: “Lo sentimos mucho, perono hay nada que podamos hacer”.

Él dijo: “¿Quiere decir que si yoestuviera muerto, cuidarían de mi niñitay la alimentarían y podría vivir y tenervestimenta y un hogar?”. Respondieron:“Sí”. Entonces se agachó, y asió elcuerpecito flacucho de ella y la abrazófuerte y la besó. Luego puso la mano deella en la mano del hombre delescritorio y dijo: “Yo arreglaré eso”, y

salió de la habitación y se suicidó.Oí esa historia hace años y todavía no

la he olvidado. Sigo viendo la imagendel hombre que estaba demasiadoenfermo para trabajar, pero queintervino para que su hija obtuvieracomida y vestimenta apropiada. Y éldijo: “Me ocuparé de eso”, y lo hizo.Eso es misericordia: como un padre secompadece de sus hijos, así el Señor secompadece de los que le temen.

Jesús dijo: “El Hijo del Hombre seráentregado en manos de hombres, y lematarán” (Marcos 9:31). Pedro dijo:“Señor . . . en ninguna manera esto teacontezca” (Mateo 16:22). Pero Jesúsdijo, realmente: “Si no lo hago, novivirás”. Y así salió, no para matarse

sino para ponerse donde ellos podíanmatarlo. La misericordia estabamostrando compasión de la únicamanera que podía en ese momento,muriendo. De modo que Cristo Jesúsnuestro Señor murió allí en esa cruz,porque nos amó y se compadeció denosotros como un padre se compadecede sus hijos.

Nuestra respuesta a lamisericordia de Dios

Nosotros los que hemos recibidomisericordia debemos mostrarmisericordia. Debemos orar que Diosnos ayude a mostrar misericordia. Larecibimos; tenemos que mostrarla. Esta

misericordia solamente viene por laexpiación. La misericordia solo puedeoperar hacia nosotros a causa de laexpiación. Pero la expiación ya ha sidohecha.

En un himno escrito respecto del librode Hebreos se dice:

En lo alto donde se halla el templocelestial.La casa de Dios no hecha demanos,El gran Sumo Sacerdote se viste denuestra naturaleza,Aparece el Guardián de lahumanidad.

Aunque ya ascendió a lo alto

Se inclina a la tierra con ojos dehermano.Partícipe del nombre humano,Conoce la fragilidad de nuestrocuerpo.

Nuestro Compañero en elsufrimiento conservaFamiliaridad con nuestros pesares,Y todavía recuerda en los cielosSus lágrimas, sufrimientos y gritos.

En cada punzada que desgarra elcorazónEl Varón de Dolores tiene parte.Se compadece de nuestra penaY al que sufre envía alivio.

Confiadamente, pues, al tronoTraigamos todos nuestros pesaresPidiendo auxilio al poder celestialPara que nos ayude en el día malo.

¡Qué maravilloso es esto! Nuestrogran Sumo Sacerdote, quien es elGuardián del hombre, se viste de nuestranaturaleza ante el trono de Dios. Si ustedsubiera allí cerca del trono de Dios yDios le permitiera mirar—aunque no sécómo podría usted mirar esa imponentevisión—habría criaturas que no podríaidentificar. Habría criaturas extrañas allídelante del trono, con cuatro caras y“seis alas; con dos cubrían sus rostros,con dos cubrían sus pies, y con dosvolaban” (Isaías 6:2). Usted vería allí

ángeles extraños tal como vio Abraham,y como vio Jacob subiendo y bajandopor la escalera. No los podríaidentificar porque usted nunca ha vistoun ángel. Supongo que hay otrascriaturas allí; leí acerca de ellas enDaniel y Apocalipsis.

Pero sé que al acercarse al trono,usted reconocería una clase de ser.Usted diría: “Mira, mira, mira,¡reconozco a este! Esta forma me esfamiliar; ¡conozco esta forma! Este es unhombre, este tiene dos piernas, este tienedos brazos, ¡este es un hombre!”.

“El gran Sumo Sacerdote se viste denuestra naturaleza, y el Guardián de lahumanidad aparece”. Aunque ustedpodría parecer un extraño entre esas

extrañas criaturas, allí habría un Ser aquien conocería. Diría: “Crecí entreellos; los conocí; los he visto por lacalle; he visto pequeños y grandes, ynegros y amarillos y pelirrojos. Sé queeste es un hombre”.

Y Él sonreiría desde el trono, porque“aunque ahora ascendió a lo alto, seinclina a la tierra con ojos de hermano.Partícipe del nombre humano, Él conocela fragilidad de nuestro cuerpo”.

No tenga lástima de sí mismo. Notema contarle a Dios todos susproblemas. Él sabe todo acerca de susproblemas. Hay una cancioncita quedice “Nadie sabe el problema que hevisto”, pero hay Alguien que sabe, bien.Y nuestro Compañero en el sufrimiento

sigue estando familiarizado con nuestrosdolores y en los cielos sigue recordandosus lágrimas, sus sufrimientos, y susgritos, aunque ahora está a la diestra delPadre todopoderoso, sentado y coronadoen gloria, aguardando, por supuesto esegran día de la coronación que todavíaestá por venir. Pero aunque está allí yaunque claman a su alrededor: “Dignoes el Cordero” (Apocalipsis 5:12), Élno nos ha olvidado, y no ha olvidado losclavos en sus manos, las lágrimas, lossufrimientos y los gritos.

Él sabe todo sobre usted. ¡Él sabe! Élsabe cuando el médico detesta decirle loque a usted le pasa, y sus amigos vieneny tratan de ser alentadores de manerapoco natural. ¡Él sabe!

Confiadamente, pues, al tronoTraigamos todos nuestros pesaresPidiendo el auxilio al podercelestialQue nos ayude en el día malo.

“La misericordia de Dios es unocéano divino, un torrente infinito einsondable”. Sumerjámonos en lamisericordia de Dios y conozcámosla.Espero que usted crea esto, porque va anecesitar desesperadamente estamisericordia si aun no la tiene. Lamisericordia de Dios en Cristo: ¡amén yamén!

Capítulo 6

La gracia de Dios

Pero Noé halló gracia ante losojos de Jehová (Génesis 6:8).

Y Jehová dijo a Moisés:También haré esto que has dicho,por cuanto has hallado gracia enmis ojos, y te he conocido por tunombre (Éxodo 33:17).

Ciertamente él escarnecerá alos escarnecedores, y a loshumildes dará gracia (Proverbios3:34).

Porque de su plenitud tomamostodos, y gracia sobre gracia. Puesla ley por medio de Moisés fuedada, pero la gracia y la verdadvinieron por medio de Jesucristo(Juan 1:16-17).

Siendo justificadosgratuitamente por su gracia,mediante la redención que es enCristo Jesús (Romanos 3:24).

Si por la transgresión de aqueluno murieron los muchos,abundaron mucho más para losmuchos la gracia y el don de Dios

por la gracia de un hombre,Jesucristo (Romanos 5:15).

Para alabanza de la gloria desu gracia, con la cual nos hizoaceptos en el Amado, en quientenemos redención por su sangre,el perdón de pecados según lasriquezas de su gracia (Efesios 1:6-7).

Mas el Dios de toda gracia, quenos llamó a su gloria eterna enJesucristo, después que hayáispadecido un poco de tiempo, élmismo os perfeccione, afirme,fortalezca y establezca (1 Pedro5:10).

Como hemos dicho antes, un atributoes algo que Dios es, no algo que Diostiene. La gracia es por lo tanto algo queDios es. Su significado es muy similar,aunque no el mismo, a misericordia. Asícomo la misericordia fluye de la bondadde Dios, también la gracia fluye de labondad de Dios.

La gracia fluye de la bondadde Dios

Sin embargo, la misericordia es labondad de Dios confrontando laculpabilidad humana, mientras que lagracia es la bondad de Diosconfrontando el demérito humano. (Hay

una diferencia entre no mérito ydemérito. No mérito es simplemente unafalta; demérito significa que, nosolamente no hay mérito, sino queademás existe lo opuesto al mérito).Cuando la justicia confronta unasituación moral, pronuncia muerte; hayuna desaprobación divina al punto de lacondenación. Dios debe oponerse alhombre, porque el hombre se afirma enel pecado; la justicia debe juzgar. Aunasí, la bondad de Dios anhela otorgarbienaventuranza incluso a quienes no lamerecen, sino que tienen un deméritoespecífico; y esa bienaventuranza es lagracia.

La gracia es el buen placer de Dios, yes como Dios es. He dicho una y otra

vez que uno de los grandes problemasde la Iglesia es la pérdida del apropiadoconcepto de cómo es Dios. Y sipudiéramos volver a restaurarlo,podríamos tener un ejército depredicadores yendo y viniendo por elpaís predicando acerca de lo que Dioses. Los pastores y maestros comenzaríannuevamente a decirle a la gente cómo esDios. Eso podría dar fuerza yfundamento a nuestra fe. La gracia es esode Dios que otorga favor a uno que esjustamente desaprobado. En realidadsigo apegándome mucho a lasdefiniciones del hebreo y del griego.Gracia y favor, dicho sea de paso,suelen usarse intercambiablemente en laBiblia inglesa. Se habla cuatro veces

más acerca de la misericordia en elAntiguo Testamento que en el Nuevo.Pero extraña y maravillosamente, sehabla tres veces más de la gracia en elNuevo Testamento que en el Antiguo.

“La ley por medio de Moisés fuedada, pero la gracia y la verdad vinieronpor medio de Jesucristo” (Juan 1:17).Cristo es el canal por el cual fluye lagracia. Es posible malentender esto.Hemos hecho que signifique que Moiséssolo conocía la ley y Cristo conocesolamente la gracia. Esta es laenseñanza típica de este tiempo, pero noes la enseñanza de nuestros padres.Usted no la encontrará en John Bunyan,ni en John Owen, ni en Henry Scougal,ni en ninguno de los puritanos. No la

encontrará siquiera en Calvino. No laencontrará entre los grandesevangelistas ni en los padres de laIglesia ni en los reformadores.

Pensar que porque la ley fue dada porMoisés, Moisés no conoció la gracia, esmalinterpretar ese pasaje. Génesis 6:8dice: “Pero Noé halló gracia ante losojos de Jehová” antes de que fuera dadaninguna ley. Y después de que la ley fuedada, después de que Moisés estuvo enel monte durante cuarenta días ycuarenta noches, y que Dios hizodescender el fuego y la tormenta, y consu dedo cinceló los Diez Mandamientosde las tablas de piedra, dice: “Porcuanto has hallado gracia en mis ojos, yte he conocido por tu nombre” (Éxodo

33:17).Dios no trató con Moisés sobre la

base de la ley; trató con Moisés sobre labase de la gracia. Y Moisés lo sabía, ydijo: “Ahora, pues, si he hallado graciaen tus ojos, te ruego que me muestresahora tu camino, para que te conozca, yhalle gracia en tus ojos” (33:13).

¿Cómo podría ser que Dios actuarasolamente en la ley en el AntiguoTestamento y solo en la gracia en elNuevo, si Dios no cambia? Si lainmutabilidad es un atributo de Dios,entonces Dios siempre debe actuar comoÉl mismo. La gracia no va y viene comola marea; no viene como el clima. Diossiempre debe actuar como Él mismo:antes del diluvio y después del diluvio;

cuando fue dada la ley y después de quefue dada. La gracia es un atributo deDios; es decir, algo que Dios es y que nopuede ser quitado de Dios sin que dejede ser Dios. Siempre hubo gracia en elcorazón de Dios, y ahora no hay másgracia que la que hubo siempre, y nuncahabrá más gracia que la que hay ahora.

La gracia: el único medio desalvación

Aquí tenemos dos importantesverdades. (Y quiero que usted las aceptey, la próxima vez que oiga a un profesoro a un predicador decir lo contrario,vaya hacia él y le recuerde esto). Laprimera verdad es que nunca nadie fue

salvado, ni nadie ahora es salvado, ninadie será salvado jamás, excepto por lagracia. Antes de Moisés nadie fuesalvado excepto por gracia. Durante eltiempo de Moisés nadie fue salvadoexcepto por gracia. Después de Moisésy antes de la cruz, y después de la cruz ydesde la cruz y durante toda esadispensación, durante cualquierdispensación, en cualquier parte, encualquier tiempo—desde que Abelofreció su primer cordero ante Dios enel altar humeante—nadie fue salvadojamás de ninguna otra manera que por lagracia.

La segunda verdad es que la graciasiempre viene por Jesucristo. La ley fuedada por Moisés, pero la gracia vino

por Jesucristo. Esto no significa queantes de que Jesús naciera de María nohabía gracia. Dios trató en gracia con lahumanidad, mirando hacia laencarnación y muerte de Jesús antes deque Cristo viniera. Ahora, desde que Élvino y fue a la diestra del Padre, Diosvuelve a mirar hacia la cruz cuandonosotros nos volvemos a mirarla. Todosdesde Abel en adelante fueron salvosmirando hacia la cruz. La gracia vinopor medio de Jesucristo. Y todo el queha sido salvo desde la cruz es salvo porhaberse vuelto hacia la cruz.

La gracia siempre viene porJesucristo. No llegó con su nacimiento,sino en el antiguo plan de Dios. Ningunagracia fue jamás administrada a nadie

excepto por, y por medio de, y enJesucristo. Cuando Adán y Eva no teníanhijos Dios perdonó a Adán y Eva porgracia. Y cuando ellos tuvieron a susdos hijos, uno ofreció un corderodiciendo de ese modo: “Miro hacia elCordero de Dios”. Él aceptó la graciade Jesucristo miles de años antes de queeste naciera, y Dios le dio testimonio deque fue justificado.

La gracia no vino cuando Cristo nacióen un pesebre. No vino cuando Cristofue bautizado o ungido por el Espíritu.No vino cuando Él murió en la cruz; nivino cuando resucitó de los muertos. Novino cuando Él fue a la diestra delPadre. La gracia vino desde los remotoscomienzos por medio de Jesucristo el

Hijo eterno, y fue manifestada en la cruzdel Calvario, en ardiente sangre ylágrimas y sudor y muerte. Pero siempreha estado operando desde el principio.Si Dios no hubiera operado en graciahabría barrido a la raza humana. Habríaaplastado a Adán y Eva bajo sus talonesen terrible juicio, pues eso venía sobreellos.

Pero como Dios es un Dios de gracia,Él ya tenía planeada una eternidad: elplan de la gracia, “el Cordero que fueinmolado desde el principio del mundo”(Apocalipsis 13:8). No hubo turbaciónen la estrategia divina; Dios no tuvo queretroceder y decir: “Lo siento, peroconfundí las cosas aquí”. Simplementesiguió adelante.

Todos reciben en algún grado lagracia de Dios: la mujer más baja delmundo; el hombre más pecador ysanguinario del mundo; Judas; Hitler. Sino hubiera sido porque Dios fuemisericordioso, ellos habrían sidocortados y muertos, junto con usted yconmigo y todo el resto. Me pregunto sihay mucha diferencia entre nosotros lospecadores después de todo.

Cuando una mujer barre una casa,algo del polvo es negro, algo es gris,algo de colores claros, pero todo espolvo, y todo va delante de la escoba. Ycuando Dios mira a la humanidad ve aalgunos que son moralmente de coloresclaros, algunos que son moralmenteoscuros, algunos que son moralmente

con pintitas, pero todo es polvo, y todova delante de la escoba moral.

De modo que la gracia de Dios estáoperando hacia todos. Pero la graciasalvadora de Dios es diferente. Cuandola gracia de Dios entra en operación pormedio de la fe en Jesucristo acontece elnuevo nacimiento. Pero la gracia deDios no obstante, retrasa el juicio quevendría hasta que Dios en su bondadhaya dado a todos una oportunidad dearrepentirse.

La gracia es lo que Dios esLa gracia es la bondad de Dios, la

amabilidad del corazón de Dios, labuena voluntad, la profunda

benevolencia. Es como Dios es. Dios esasí todo el tiempo. Usted nunca seencontrará con un estrato en Dios quesea duro. Siempre encontrará a Diosmisericordioso, en todo momento, yhacia todas las personas siempre. Nuncaencontrará ninguna mezquindad en Dios,nunca ningún resentimiento ni rencor niinquina, porque no hay nada allí. Diosno tiene inquina contra ningún ser. Dioses un Dios de absoluta bondad,cordialidad, buena voluntad ybenevolencia. Y sin embargo todas estasobran en perfecta armonía con la justiciay el juicio de Dios. Creo en el infierno ycreo en el juicio. Pero creo además queestán aquellos a quienes Dios deberechazar por causa de su impenitencia,

aunque haya gracia. Dios seguiráextendiendo su gracia hacia todo suuniverso. Él es Dios y no puede hacerotra cosa.

La gracia es infinita, pero no quieroque usted haga un gran esfuerzo porcomprender la infinitud. Tuve latemeridad de predicar sobre la infinitudunas pocas veces, y me fue bien; almenos a mí me fue bien. Tratemos decompararla con nosotros mismos, no conDios. Dios nunca compara nada de símismo con ninguna otra cosa de sí. Esdecir, Dios nunca compara su gracia consu justicia, o su misericordia con suamor. Dios es todo uno. Pero Dioscompara su gracia con nuestro pecado. “. . . abundó la gracia de Dios para los

muchos . . . ” dice Romanos 5:15 (BTX);“según las riquezas de su gracia”(Efesios 1:7). Y dice Romanosnuevamente: “mas cuando el pecadoabundó, sobreabundó la gracia” (5:20).Dios dice “sobreabundó la gracia”, peroDios no tiene grados. El hombre tienegrados.

Una de las peores cosas que ustedpuede hacer es tomarle a la gente un testde coeficiente intelectual (CI). Cuandoestaba en el ejército me hicieron un testde CI y saqué un puntaje muy alto, y hetenido toda una vida para tratar de evitarrecordar eso y mantenerme humildedelante de Dios. Pienso en como tuve elpuntaje más alto en la cima del cuatropor ciento de todo el ejército, y por

supuesto, usted sabe lo que eso hace auna persona. Usted tiene que seguirmanteniéndose humilde, y Dios tiene quealeccionarlo para mantenerlo rendido.

Pero no hay nada en Dios que puedacompararse con otra cosa de Dios. ¡Dioses lo que es! Cuando la Escritura diceque la gracia “sobreabunda” no significaque la gracia sobreabunda más quecualquier otra cosa en Dios, sino quesobreabunda más que ninguna otra cosaen nosotros. No importa cuánto hayapecado un hombre, literal yverdaderamente la gracia abunda sobreese hombre.

El viejo John Bunyan escribió lahistoria de su vida y la llamó—y creoque es uno de los más magníficos títulos

que se le hayan dado a un libro—GraceAbounding To the Chief of Sinners(Gracia abundante para el mayor de lospecadores). Bunyan creía sinceramenteque era el hombre que menos derechotenía a la gracia de Dios. ¡La graciaabundó! Para quienes estemos bajo ladesaprobación de Dios, quienes por elpecado yacemos bajo sentencia del Dioseterno a la eterna reprobación ydestierro, la gracia es unaincomprensiblemente inmensa yabrumadora plenitud de benevolencia ybondad. Si solo pudiéramos recordaresto, no jugaríamos ni nos distraeríamostanto. Si solo pudiéramos recordar lagracia de Dios hacia nosotros que notenemos otra cosa que demérito,

estaríamos abrumados por este atributoincomprensiblemente inmenso, tangrande, tan enorme, que nadie puedejamás captarlo o esperar comprenderlo.

¿Nos habría soportado tanto tiempoDios si Él solo tuviera una cantidadlimitada de gracia? Si Él solo tuvierauna limitada cantidad de algo no seríaDios. No debería usar la palabra“cantidad”, porque “cantidad” significa“una medida”, y usted no puede medir aDios en ninguna manera. Dios no moraen ninguna dimensión y no puede sermedido de ninguna manera. Las medidaspertenecen a los seres humanos. Lasmedidas pertenecen a las estrellas.

La distancia es el trayecto que loscuerpos celestiales recorren en el

espacio que ocupan y su relación conotros cuerpos celestiales. La luna está auna distancia de 250.000 millas. El sol auna distancia de 93 millones de millas, ycosas así. Pero Dios nunca le da cuentaa nadie por nada de lo que Él es. Lainmensidad de Dios, la infinitud de Diosdebe significar que la gracia de Diosdebe ser siempre inmensurablementeabundante. Cantamos “Sublime gracia”,¡por supuesto que sí es sublime! ¿Cómopodemos comprender la plenitud de lagracia de Dios?

Cómo mirar a la graciaHay dos maneras de pensar respecto a

la gracia de Dios: una es mirarse a sí

mismo y ver cuán pecador era y decir:“La gracia de Dios debe ser grande,debe ser inmensa como el espacio paraperdonar a un pecador como yo”. Esa esuna manera y es una buena manera, yprobablemente esa es la manera máspopular.

Pero hay otra manera de pensar en lagracia de Dios. Piense en ella como lamanera en que es Dios: como Diossiendo Dios. Y cuando Dios muestragracia a un pecador Él no está siendodramático; está actuando como Dios. Élnunca actuará de otra manera sino comoDios. Por otro lado, cuando ese hombrea quien la justicia ha condenado da laespalda a la gracia de Dios en Cristo yrehúsa permitirse ser rescatado, vendrá

el tiempo en que Dios deba juzgar alhombre. Y cuando Dios juzga al hombreactúa como Él mismo juzgando alhombre. Cuando Dios muestra amor a laraza humana actúa como Él mismo.Cuando Dios muestra el juicio a “losángeles que no guardaron su dignidad”(Judas 6), Él actúa como Él mismo.

Dios siempre actúa de conformidadcon la plenitud de su propia naturalezasimétrica absolutamente perfecta. Diossiempre siente esa abrumadora plenitudde bondad y la siente en armonía contodos sus otros atributos. No hayfrustración en Dios. Todo lo que Dios eslo es en completa armonía, y nunca hayfrustración en Él. Pero todo esto Él lodepositó en su Hijo eterno.

Muchas personas hablaron de labondad de Dios y luego se volvieronsentimentales al respecto y dijeron:“Dios es demasiado bueno para castigara alguien”, y así han descartado elinfierno. Pero el hombre que tiene unaadecuada concepción de Dios no creerásolamente en el amor de Dios, sinotambién en la santidad de Dios. No solocreerá en la misericordia de Dios, sinotambién en la justicia de Dios. Y cuandousted ve al Dios eterno en su santa yperfecta unión, cuando ve al Dios únicoactuando en juicio, sabe que el hombreque elige el mal nunca debe morar en lapresencia de este Dios santo.

Pero muchas personas han idodemasiado lejos y han escrito libros y

poesía que deja a todos creyendo queDios es muy bueno, amoroso y tierno.Dios es tan bueno que la infinitud nopuede medirlo. Y Dios es tan amorosoque es inmensurablemente amoroso.Pero Dios también es santo y justo.

Recuerde que la gracia de Diossolamente viene por medio deJesucristo, y solo es canalizada pormedio de Jesucristo. La segunda Personade la Trinidad abrió el canal y la graciafluyó. Fluyó desde el día en que Adánpecó a través de todos los tiempos delAntiguo Testamento, y nunca fluye deninguna otra manera. De modo que noescribamos poesía fantasiosa acerca dela bondad de nuestro Padre celestialquien es amor: “El amor es Dios y Dios

es amor, y el amor es todo en todos, ytodo es Dios, y todo estará bien”. Eso esun resumen de la enseñanza de estosdías. Pero es una falsa enseñanza.

La gracia es manifestada enla cruz

Si yo quiero conocer esta graciainmensurable, esta irresistible,asombrosa bondad de Dios, tengo quepasar bajo la sombra de la cruz. Tengoque venir adonde Dios manifiesta lagracia. Debo estar anhelándola ovolverme hacia ella. De una u otramanera debo mirar a esa cruz dondeJesús murió. La gracia fluyó de sucostado herido. La gracia que fluyó allí

salvó a Abel, y la misma gracia lo salvaa usted. “Nadie viene al Padre, sino pormí”, dijo el Señor Jesucristo (Juan14:6). Y Pedro dijo: “No hay otronombre bajo el cielo, dado a loshombres, en que podamos ser salvos”,excepto el nombre de Jesucristo(Hechos 4:12).

La razón para eso es, por supuesto,que Jesucristo es Dios. La ley pudovenir por medio de Moisés y solo la leypudo venir por Moisés. Pero la graciavino por Jesucristo. Y vino desde elprincipio. Solo podía venir por mediode Jesucristo porque no había nadie másque fuera Dios y que pudiera morir.Nadie más podía tomar sobre sí la carney seguir siendo el Dios infinito. Y

cuando Jesús caminó por la tierra yacarició cabezas de bebés, perdonó alas rameras, y bendijo a la humanidad,Él era simplemente Dios actuando comoDios en una situación dada. En todo loque Dios hace actúa como Él mismo.

Pero este acto de Jesús, este actodivino, es además un acto humano. Nopodía ser solamente un acto divino, puestenía que ser por el hombre. No podíaser un acto solamente humano, puessolamente Dios podría salvar. Fue unacto divino y un acto humano. Fue unacto histórico, un acto hecho de una vezy para siempre, hecho allí en laoscuridad del madero, oculto allí, eseacto secreto en la oscuridad, nuncarepetido. Perteneció a Dios y fue

aceptado por Dios el Padretodopoderoso que lo levantó de losmuertos al tercer día y lo llevó a supropia diestra.

De modo que no nos degrademos anosotros mismos vulgarizando laexpiación. Durante la última, o las dosúltimas generaciones, algunospredicadores populares hancomercializado la expiación. Sonbuenos hombres, y han ganado a algunospara Cristo, y doy gracias a Dios portodos los que han sido ganados, pero auncuando gane personas para Cristo,aunque los gane en grandes cantidades,usted puede estar muy errado yestablecer un énfasis equivocado,iniciando una tendencia que es mala.

Estos predicadores hancomercializado la expiación dándonosla doctrina de “pagar un precio”. Creoque Él pagó bien el precio, y yo puedocantar “Jesús lo pagó todo, le debo todoa Él”, pero no debemos simplificarlo eilustrarlo, o vulgarizamos la expiación.No sé cómo lo hizo. Solo puedo estar depie como estuvo Ezequiel en el valle delos huesos secos, levantar mi cabezahacia Dios y decirle: “Señor Jehová, túlo sabes” (37:3). Volviendo allí, cuandoel profeta dijo que Él volvería, y quesería el rescate por muchos, ellos nosabían bien sobre qué estabanescribiendo, dice Pedro (vea 1 Pedro1:10-11). Y hasta los ángeles mirabanlas plumas que escribían sobre el papel

antiguo la historia del Mesías venidero.Mirando por encima del hombro de losprofetas mientras escribían, los ángelesdeseaban mirar en eso (1:12). Nisiquiera los ángeles con visión agudaque rodean el trono de Dios saben cómoÉl lo hizo.

Algunas cosas que nosabemos

En secreto, allí en la oscuridad, Élhizo un acto de una vez y para siempre,que nunca se hizo antes y que nunca sevolverá a hacer. Y porque Él hizo eso, lagracia de Dios fluye hacia todos loshombres. Recordemos que ángeles yprofetas, y aun Pablo dijo: “E

indiscutiblemente, grande es el misteriode la piedad: Dios fue manifestado encarne, justificado en el Espíritu, visto delos ángeles, predicado a los gentiles,creído en el mundo, recibido arriba engloria” (1 Timoteo 3:16). Muchoseruditos serios y respetables estánprestos a decir que la mente de Pablofue una de las más grandes que jamás sehayan conocido en la raza humana,excepto, por supuesto, por la perfectamente de Cristo. Pero esta poderosamente nunca trató de entenderlo. Dijo:“Grande es el misterio de la piedad”(3:16), y eso es todo.

Nosotros somos salvos por su sangre,pero ¿cómo somos salvos por su sangre?Estamos vivos por su muerte, pero ¿por

qué estamos vivos por su muerte? Laexpiación se realizó en su muerte, pero¿cómo se realizó la expiación en sumuerte? No la vulgaricemos tratando deentender esto. Pero pongámonos de pie ymiremos a la cruz, y digamos: “OhSeñor Jehová, tú lo sabes. Digno es elCordero que fue inmolado”.

Y si los ángeles pueden serenvidiosos, miran sobre nosotros lospecadores rescatados y desean mirar enello. Pero Dios dijo a los ángeles, losespíritus que están allí delante del tronoque pueden soportar la ardiente dicha,pero que nunca han conocido un mundopecador como este: “Vayan a ayudar ami pueblo”. Los envía para ser espíritusministradores de aquellos que serán

herederos de la salvación. Pero Él nuncase los explica. Y dudo que haya un ángelo un arcángel en algún lugar del cieloque comprenda lo que sucedió allí enesa cruz.

Sabemos que Él murió; sabemos queporque Él murió nosotros no tenemosque morir. Sabemos que Él resucitó delos muertos y porque Él resucitó de losmuertos, nosotros que creemos en Élresucitaremos de los muertos. Sabemosque Él fue a la diestra de Dios y sesentó, perfectamente aprobado, en mediode las aclamaciones de la multitudcelestial. Y sabemos que porque Él lohizo nosotros iremos allí con Él. Pero¿por qué? Dios ha silenciado parasiempre este secreto en su propio gran

corazón. Y solo podemos decir: “Dignoes el Cordero”.

Cree solamenteBien, no intentemos entender, solo

creamos. Hace cien años que la Iglesiacomenzó a intentar explicar laexpiación. ¡Cien años! Los padres nuncalo intentaron; Pablo nunca lo intentó;Pedro nunca lo intentó. Fue solamentecuando entró la influencia griega que loshombres comenzaron a tratar de pensar asu manera en eso y a darnosexplicaciones. Y yo aprecio esasexplicaciones. Pero, por mi parte, solome pongo de pie, lo miro a Él, y digo:“¡Yo no sé, yo no sé!”

No sé cómo lo hizo o lo que significatodo eso más que un bebé de dos añosque mira el rostro de su madre y dice:“Madre, ¿como llegué aquí?” La madresonríe y dice: “Lo sabrás después”. Ellasabe que un intelecto de dos años nocomprenderá. Creo que cuando decimos:“Oh Dios, ¿cómo es esto?” Dios nodice: “Lo sabrás después”. Creo quedice: “Cree en mi Hijo”. Porque lo quees de la tierra Él nos permite saberlo,pero lo que es del cielo, lo guarda en supropio gran corazón. Y lo que no dirá alos ángeles, quizás no nos lo dirá anosotros.

¡Oh la maravilla de esto, lamajestuosidad de esto! ¿Podemospredicar demasiado acerca de esto?

¿Podemos cantar demasiado acerca deesto? ¿Podemos orar demasiado,podemos insistir demasiado? Tal vezdeberíamos dejar de esforzarnos porcomprender y simplemente oír lahistoria de la gracia contada por elSeñor de toda gracia y fuente de todamisericordia, creída por los de sencillocorazón:

Un hombre tenía dos hijos; y elmenor de ellos dijo a su padre:Padre, dame la parte de los bienesque me corresponde; y les repartiólos bienes. No muchos díasdespués, juntándolo todo el hijomenor, se fue lejos a una provinciaapartada; y allí desperdició susbienes viviendo perdidamente. Y

cuando todo lo hubo malgastado,vino una gran hambre en aquellaprovincia (Lucas 15:11-14).

Y este ingrato muchacho, que habíademandado su parte antes de la muertede su padre, violando así uno de los másdelicados convencionalismos de lasociedad humana, fue y pidió un empleopara alimentar cerdos ¡y él era judío!Las cosas empeoraban más y más y él notenía nada; finalmente tuvo que empujara un lado a un cerdo y tratar de comeralgunas de las vainas. Y los quealimentaban a los cerdos no le dabannada. Le dijeron: “Déjalas; son para loscerdos”. Pero él logró mantenerse convida.

Hasta que un día “entró en razón”(15:17, NTV). Él había sido otro, peroahora volvió en sí. ¡Eso esarrepentimiento! Y pensó en su hogar, ensu Padre, y supo que su Padre no habíacambiado. Eso es lo que Jesús tratabade decirnos: el Padre no ha cambiado.

Hace mucho tiempo, cuando teníapoco más de veinte años, oí que el hijopródigo era un reincidente, pero no loleí en el capítulo quince de Lucas. Él nopudo ser un reincidente y adecuarse atodas las circunstancias. Había oído queél era un pecador, pero no pude oír aDios hablar de un pecador: “Este mihijo muerto era, y ha revivido”. Él no seadecuaba a las circunstancias.

De modo que fui a Dios y le dije:

“Dios, ¿me muestras?” Luego me apartéa solas. Súbitamente el entendimientodestelló sobre mí, y nunca he tenidorazones para dudar de que ese fue Diosenseñándome su Biblia. Nunca he oído anadie decir esto, y no hice muchoalboroto al respecto. Pero Dios dijo ami corazón: El hijo pródigo no es unreincidente ni un pecador. El hijopródigo es la raza humana; se fue alchiquero de cerdos en Adán y volvió enCristo, mi Hijo.

Hay otras dos parábolas allí enLucas: la parábola de la oveja perdida yla parábola de la moneda perdida. Laoveja que vagaba era parte de la razahumana que sería salvada, y cuandoregresa es parte de la raza humana que

es redimida y acepta la redención. Demodo que todos los de toda raza y colordel mundo que han vuelto, todosvolvieron en Cristo. Y todos han vueltoen la persona de ese pródigo.

¿Sabe usted cómo encontraron que erael Padre? Encontraron que Él no habíacambiado en absoluto, a pesar de losinsultos, las injusticias, y sus vecinosque lo apenaban diciendo: “Oh, ¿no esterrible la manera en que ese muchachotrató a su pobre y anciano papá?”. Supadre fue humillado y avergonzado,dolido, angustiado y desconsolado, perocuando el muchacho regresó, él no habíacambiado en absoluto.

Jesús nos estaba diciendo: “Ustedesse alejaron en Adán, pero están

volviendo en Cristo. Y cuándo vuelvanencontrarán que el Padre no hacambiado. Él es el mismo Padre que eracuando todos se fueron, cada hombrepor su propio camino. Pero cuandovuelvan en Jesucristo lo encontraránexactamente igual que cuando lodejaron: sin cambios”. Y el Padre corrióy lo abrazó y le dio la bienvenida, y lepuso una túnica y un anillo y dijo: “Estemi hijo muerto era, y ha revivido”(15:24). Esta es la gracia de Dios. ¿Novale la pena creerla, predicarla,enseñarla, y cantar acerca de ellamientras el mundo permanezca?

Dónde está la gracia

Si usted está fuera de la gracia deDios, ¿sabe dónde está la gracia? Elevesus ojos a Jesús, y allí está la gracia deDios fluyendo gratuitamente para usted:toda la gracia que usted necesita. Siusted aprieta los dientes contra Él, lagracia de Dios podría incluso no existirpara usted. Y Cristo incluso podría nohaber muerto. Pero si se entrega a Él yvuelve al hogar, entonces toda lairresistible, incomprensible plenitud debondad y benevolencia de lasmagníficas e ilimitadas riquezas de lanaturaleza de Dios están de su lado.Hasta la justicia está del lado delpecador que vuelve: “Él es fiel y justopara perdonar nuestros pecados” (1 Juan1:9). Todos los infinitos atributos de

Dios se regocijan juntos cuando unhombre cree en la gracia divina y vuelveal hogar.

Padre: oramos por todos nosotros,que tú quites nuestra pretensión desuperioridad moral, incluso todopequeño y andrajoso rastro desanturronería que hubiere quedado.Sálvanos de nosotros mismos. Que lagracia del Calvario abunde, yenséñanos que no es por gracia y algomás, sino solamente por gracia, tubondad, tu favor en Cristo Jesús. Estolo pedimos en el nombre del Señor quenos ama. Amén.

Capítulo 7

La omnipresencia de Dios

Pero ¿es verdad que Diosmorará sobre la tierra? He aquíque los cielos, los cielos de loscielos, no te pueden contener;¿cuánto menos esta casa que yo heedificado? (1 Reyes 8:27).

¿Soy yo Dios de cerca

solamente, dice Jehová, y no Diosdesde muy lejos? (Jeremías23:23).

Para que busquen a Dios, si enalguna manera, palpando, puedanhallarle, aunque ciertamente noestá lejos de cada uno de nosotros.Porque en él vivimos, y nosmovemos, y somos (Hechos 17:27-28).

A Jehová he puesto siempredelante de mí; porque está a midiestra, no seré conmovido (Salmo16:8).

¿A dónde me iré de tu Espíritu?¿Y a dónde huiré de tu presencia?Si subiere a los cielos, allí estástú; y si en el Seol hiciere mi

estrado, he aquí, allí tú estás. Sitomare las alas del alba y habitareen el extremo del mar, aun allí meguiará tu mano, y me asirá tudiestra (Salmo 139:7-10).

Estos pocos textos ciertamente noagotan la gran riqueza de pasajes de laEscritura que tratan el tema de laomnipresencia de Dios. Pero me gustaexplicar las cosas remontando todohasta Dios mismo y mostrando que lasenseñanzas de las Santas Escriturastienen su origen en la naturaleza deDios. Son lo que son porque Dios es loque es. Estas enseñanzas se basan en elcarácter de Dios y están garantizadas

por los inmutables atributos del SeñorDios todopoderoso, el Anciano de Días.

Lo que es la omnipresenciaQuiero explicar brevemente lo que es

la omnipresencia y luego mostrar lo quesignifica en la experiencia humana. QueDios es omnipresente, se cree, porsupuesto, en todas las iglesias que creenen la Biblia. No estoy presentando nadanuevo. La omnipresencia significa queDios está presente en todo lugar. Diosestá cerca (pues eso es lo que la palabrasignifica: “junto a, cerca de, aquí”) entodo lugar. Él está cerca de todo y detodos. Él está aquí; Él está junto a usteddonde sea que usted pueda estar. Y si

usted lanza la furiosa pregunta: “¿OhDios, dónde estás?”, vuelve larespuesta: “Yo estoy donde tú estás;estoy aquí; estoy a tu lado; estoy cercaen todo lugar”. Eso es lo que dice laBiblia.

Hay razón para esto además de laevidencia de la Escritura. Si tuviéramosla Escritura y ninguna razón, loseguiríamos creyendo. Pero comotenemos Escritura para declararlo yrazones para gritar: “Es verdad, yo séque es verdad”, podemos estar segurosde que Dios es omnipresente. Si hubieraalgún límite para Dios, si hubiese algúnlugar donde Dios no estuviera, ese lugarmarcaría los confines o límites de Dios.Y si Dios tuviera límites, no sería el

Dios infinito. Algunos teólogos llamaninmensidad a la infinitud de Dios, peroesa no es una palabra lo suficientementeamplia. Inmensidad simplementesignifica que, sea lo que fuere a lo queusted se esté refiriendo, es tremenda ysumamente grande. Pero infinitudsignifica que no hay manera de decir queDios es grande. Como es infinito,solamente podemos decir que no tienetamaño alguno; no se puede medir aDios en ninguna dirección. Dios esinfinito y perfecto. Siempre que se tengafinitud se tiene algo creado, no a Dios.

Dios está igualmente cercano a todaslas partes de su universo. Pensamos demanera correcta en Dios y en las cosasespirituales cuando descartamos

totalmente el concepto de espacio. Dios,siendo infinito, no mora en el espacio;Él absorbe todo el espacio. La Escrituradice: “¿No lleno yo, dice Jehová, elcielo y la tierra?” (Jeremías 23:24) yeso suena como si Dios estuvieracontenido en el cielo y la tierra. Pero enrealidad Dios llena el cielo y la tierracomo el océano llena un balde que hasido sumergido en él a una milla deprofundidad. El balde está lleno delocéano, pero el océano rodea al baldeen todas direcciones. De modo quecuando Dios dice que Él llena el cielo yla tierra, Él lo hace. Pero el cielo y latierra están sumergidos en Dios, y todoel espacio también. “Los cielos y loscielos de los cielos no pueden

contenerlo” (2 Crónicas 2:6). Dios no escontenido. Dios contiene. Y allí está ladiferencia. “Porque en él vivimos, y nosmovemos, y somos” (Hechos 17:28).

Hablamos de que Dios está cerca denosotros o del problema de que Diosesté lejos. No pensamos de maneracorrecta porque pensamos geográfica oastronómicamente; pensamos en años luzo metros o pulgadas o millas o leguas.Pensamos que Él mora en el espacio, loque no hace. En realidad Él contiene alespacio de modo que el espacio está enDios. Nunca hay problema en cuanto aque Dios esté en algún lugar, pues elhecho es que, como dice el texto, Diosestá en todo lugar.

Yo creo lo que Dios dice y dejo los

problemas a quienes no creen. LaEscritura dice: “Si subiere a los cielos,allí estás tú; y si en el Seol hiciere miestrado, he aquí, allí tú estás” (Salmo139:8). No lo comprendo, pero recuerdeque John Wesley decía que norechacemos algo solo porque no lopodamos entender. La omnipresencia deDios requiere que donde sea que hayaalgo—incluso en el infierno—lapresencia de Dios debe estar.

¿Por qué es, entonces, que el mundopiensa que Dios está infinitamentedistante, o como dice la canción: “muylejos, más allá del cielo iluminado porestrellas”? Cuando el mundo ora,generalmente ora sin la menor sensaciónde la cercanía de Dios. Siempre Dios

está en algún otro lugar. Siempre Diosestá lejos. ¿Por qué es esto?

Nuestra lejanía de DiosLa razón es que en las cosas

espirituales la cercanía y la similitud dealgo son lo mismo. La lejanía significadisimilitud.

Cuando se trata de personalidad,cuando se trata de espíritus, cuando setrata de lo que no es material, ladistancia no significa nada. Jesús pudoirse a la diestra de Dios el Padre y aundecir a las personas de la tierra: “Yoestoy con vosotros todos los días”(Mateo 28:20) porque Jesucristo esDios, y Dios, siendo espíritu, puede

estar instantáneamente en todo lugar almismo tiempo.

Pero estamos separados de Dios—noporque Dios esté espacialmente lejos denosotros, no porque Él esté distantecomo una galaxia o estrella lejana—sinoporque hay una disimilitud denaturaleza. Cuando pensamos en lascosas espirituales, proyectamos sobreellas nuestros propios conceptoshumanos. Uno de los desafíos delmaestro de la Biblia es quebrar esosconceptos humanos, aunque no muchosde ellos lo intentan. Uno de los desafíosdel Espíritu Santo—si es que Él tienedesafíos—es que su pueblo seespiritualice tanto que ya no piense enconceptos materiales.

Por ejemplo, sus amigos son quienesestán más cerca de usted, y cuanto másíntimo sea el amigo, más cerca esprobable que esa persona esté. Pero suenemigo quiere poner tanto espacioentre usted y él como sea posible. Demodo que tendemos a pensar quenuestros amigos están cerca de nosotrosy nuestros enemigos, lejos. Como elmundo lo entiende, cuanto más lejos estésu enemigo, mejor, porque usted piensaen términos espaciales.

Esa no es la manera en quedeberíamos pensar en Dios. No hayningún lugar adonde usted pueda ir y noencuentre a Dios. El salmista dice: “Sidijere: Ciertamente las tinieblas meencubrirán; aun la noche resplandecerá

alrededor de mí. Aun las tinieblas noencubren de ti, y la noche resplandececomo el día; lo mismo te son lastinieblas que la luz” (Salmo 139:11-12).No hay ningún lugar al que podamos irporque “Tú has conocido mi sentarme ymi levantarme; has entendido desdelejos mis pensamientos” (Salmo 139:2).No tenemos el problema de la distanciao la lejanía cuando venimos a Dios. Loque hace de esto una asamblea cristianaes que Dios está aquí.

Dos criaturas pueden estar en lamisma habitación y sin embargo estarseparadas millones de millas. Porejemplo, si fuera posible colocar a unsimio y a un ángel en la mismahabitación, no habría compatibilidad, ni

comunión, ni entendimiento, ni amistad;solo habría distancia. El ángel relucientey el simio baboso e incoherente estaríanmuy, muy separados uno del otro.Cuando se trata de algo que esintelectual o espiritual o del alma, elespacio, la materia, el peso y el tiempono significan absolutamente nada.

Por esa razón puedo pararme con unasonrisa ante todos los “muchachosespaciales”. Ellos nos dicen que si sepudiera acelerar una regla de docepulgadas a la velocidad de la luz,perdería su longitud y no tendría ningunaen absoluto: sería “carente de longitud”.¿Sabía usted eso? Se supone que esainformación lo dejaría a usted helado yharía que dejara de orar. A mí no me

impide orar, porque yo no pienso entérminos espaciales. No pienso entérminos de velocidad o distancia,porque Dios, siendo espíritu, estáprecisamente aquí. Y nunca estará lejos,y nunca podrá estar más cercano de loque está ahora mismo.

La razón por la cual sentimos queDios está lejos es porque hay unadisimilitud entre caracteres morales.Dios y el hombre son disímiles ahora.Dios hizo al hombre a su imagen, pero elhombre pecó y se hizo diferente de Diosen su naturaleza moral. Y debido a quees diferente de Dios, la comunión estárota. Dos enemigos pueden odiarse yestar separados y lejos aunque por unmomento se vean obligados a estar

juntos. Hay una separación allí y así esexactamente como la Biblia llama a laincompatibilidad moral entre Dios y elhombre.

Dios no está lejos en distancia, peroparece estarlo porque está lejos encarácter. Él es diferente al hombreporque el hombre ha pecado y Dios essanto. La Biblia tiene una palabra paraesta incompatibilidad moral, estadiferencia espiritual entre Dios y elhombre: separación.

El libro de Efesios nos dice qué es loque al mundo le da la sensación de queDios está “lejos, más allá del cieloiluminado por las estrellas”:

Y él os dio vida a vosotros,

cuando estabais muertos envuestros delitos y pecados, en loscuales anduvisteis en otro tiempo,siguiendo la corriente de estemundo, conforme al príncipe de lapotestad del aire, el espíritu queahora opera en los hijos dedesobediencia, entre los cualestambién todos nosotros vivimos enotro tiempo en los deseos denuestra carne, haciendo la voluntadde la carne y de los pensamientos,y éramos por naturaleza hijos deira, lo mismo que los demás(Efesios 2:1-3).

Luego en el capítulo cuatro leemos:

Esto, pues, digo y requiero en elSeñor: que ya no andéis como losotros gentiles, que andan en lavanidad de su mente, teniendo elentendimiento entenebrecido,ajenos de la vida de Dios por laignorancia que en ellos hay, por ladureza de su corazón; los cuales,después que perdieron todasensibilidad, se entregaron a lalascivia para cometer con avideztoda clase de impureza (4:17-19).

¿Podrían estos versículos describir aJesús, que es Dios encarnado, que es encarácter todo lo que Dios es, de maneraperfecta? ¡No! Describen al pecadoralienado, que tiene el entendimiento

entenebrecido. ¿Describen al gloriosoHijo de Dios: ignorante, duro decorazón, sin sensibilidad, entregado a lalascivia, andando en impureza y avidez?¡Por supuesto que no! Describenexactamente lo contrario de Jesús.

Esos versículos muestran que elpecador es tan disímil a Dios que ladistancia es de carácter, no de espacio.Dios no está ni una pulgada lejos delpecador. Y sin embargo, está alejado delpecador. ¿Me estoy contradiciendo? ¡Enabsoluto! Como Dios es omnipresente—cercano a todo lugar, próximo a todolugar—la distancia es la del carácter, nola del espacio.

Cuando el pecador ora: “Oh Dios,sálvame y perdóname por los méritos de

Jesús”, él no llama a Dios para quedescienda de su altísimo trono. Dios yaestá allí. Y él sabe en ese momento queDios está allí. Pero es una disimilitud decarácter lo que hace la diferencia.

Suponga que un hombre muy, muypiadoso, y un hombre muy licencioso,abandonado y malo fueran obligados asentarse juntos en un viaje. ¿De quépodrían hablar? Tendrían que hallar untema en común, y podría ser el paisaje oaquel hermoso árbol, pero nuncapodrían tener comunión. Podrían si elpecador escuchara el testimonioapremiante del hombre bueno. Peromientras el pecador se cerrara y dijera:“Usted no puede hablarme de Dios”, nohabría comunión. Estarían separados por

millas aunque fueran de la mismanacionalidad, la misma edad, y viajaranen el mismo vehículo.

Así es con Dios y el hombre. Diosestá lejos del hombre, y el hombre estálejos de Dios, y es por esa razón que elmundo busca a Dios “si en algunamanera, palpando, puedan hallarle”(Hechos 17:27). Ellos no lo hallanporque Dios y el hombre son disímilesen su naturaleza moral. Dios está encompleta santidad; el hombre encompleta iniquidad; y las dos nuncapueden reunirse. Por esa razón Diosparece tan lejano.

Ilustraciones de la Escritura

Cuando Adán pecó corrió y seescondió de la presencia de Dios. Oíhablar a un rabino judío la otra nochepor radio, y dijo que una vez un rabinojudío muy piadoso estaba en la cárcel.El carcelero sentía interés por elanciano. Fue hacia el rabino y le dijo:“Rabino, tengo una pregunta teológicaque quisiera hacerle, de su propiaBiblia. ¿Usted cree que Dios lo sabetodo?”

“Oh, ciertamente”, dijo el rabino.“Bueno, ¿cómo es entonces que Dios

dijo: ‘Adán, donde estás’? Si Dios sabíadonde estaba, ¿por qué preguntó?”.

“Bueno, hijo”, respondió el rabino,“eso no es difícil. Dios dijo ‘Adán,¿dónde estás?’ no porque Él no supiera

donde estaba Adán, sino porque Adánno sabía donde estaba. La pregunta erapara Adán. Adán estaba perdido, noDios”.

Dios sabía donde estaba Adán, peroél no sabía donde estaba. Adán estabaseparado de Dios, y creo que el ancianorabino tuvo la explicación correcta. Demanera similar, en Génesis 18:21 Diosdijo: “Descenderé ahora, y veré”, peroeso no significaba que Dios descenderíapara obtener información como unreportero de un periódico. El gran Diossabe todo en un acto instantáneo yperfecto. Y sin embargo Él desciendeentre nosotros y actúa como nosotros ydice: “Descenderé y veré”.

Cuando Jonás rehusó obedecer a

Dios, se fue y enajenó su corazón, sesubió a un barco para huir de lapresencia de Dios. Él pensaba quepodría huir de Dios. ¡Qué necio de suparte creer que podría huir de Dios!Luego ahí estaba Pedro, que se arrodillóy dijo: “Apártate de mí, Señor, porquesoy hombre pecador” (Lucas 5:8).

Es el corazón el que pone distanciaentre nosotros y Dios. No debemospensar a Dios como estando lejos, por larazón de que Dios no mora en el espacioy “los cielos de los cielos no puedencontenerlo” (2 Crónicas 2:6), sino queÉl contiene los cielos de los cielos. Ypor lo tanto Dios está cerca de ustedahora, más cerca de lo que usted está desí mismo.

Y no obstante el pecador está lejos deDios. No está lejos de Dios, pero loestá. Dios no está lejos como un diosromano allí arriba de un monte santo.Dios en su santa disimilitud está lejos detodo lo pecaminoso. Él está lejos en elsentido de separación y enemistad. Elhombre natural no puede agradar a Dios(vea Romanos 8:8), pues Dios y elhombre están separados. Esta es laterrible ley del mundo: separación.

La dicha de las criaturasmorales

Como Dios no puede tener en su cielosanto a seres que son moralmentedisímiles a Él, tiene que haber un lugar

para poner a los que se rehúsan avolverse como Dios. Debemos ser comoÉl para entrar allí; lo veremos y seremoscomo Él, dice el Espíritu Santo enPrimera Juan 3:2. Esto—la presencia deDios—es la dicha de toda criaturamoral. Nuestros padres la llamaban laVisión Beatífica.

Así como la luz del sol es la dicha detodas las criaturas que aman el sol, ysalen de su escondite para volar oarrastrarse o nadar cuando el solregresa, así la presencia de ese DiosSanto es la dicha de todas las criaturasmorales. Y la ausencia de ella es elterror, la angustia, y el dolor de todaslas criaturas caídas. No hablo de lapresencia de Dios, sino de la presencia

manifiesta de Dios. Existe una grandiferencia.

La presencia de Dios está incluso enel infierno, dice el Santo Espíritu en elSalmo 139, pero su presencia manifiestasolamente está en el cielo y donde estánlas almas buenas. Por lo tanto, estamostan cerca de Dios que Él puede oírnuestro más leve susurro, y, sinembargo, una persona puede tener talsensación de separación y lejanía queirá al río y se suicidará, pensando queno existe Dios en ninguna parte deluniverso.

Esto explica nuestras muchasactividades; esto explica prácticamentetodos los entretenimientos del mundo. Lagente inventa toda clase de

entretenimiento porque no puede vivirconsigo misma sabiendo que estáseparada de Dios. No puede vivirsabiendo que hay una disimilitud moralque eternamente y para siempremantendrá una sensación de infinitodistanciamiento entre su alma y su Dios,quien es su vida y su sol.

Si no hubiera fuego en el infierno, yno hubiera “gusano . . . [que] no muere”(Marcos 9:48), el infierno seríasuficientemente infierno, porque lascriaturas morales están cortadas parasiempre de la luz del rostro de Dios. Ysi no hubiera calles de oro, ni muros dejaspe, ni ángeles, ni arpas, ni criaturasvivientes, ni ancianos, ni mar de cristal,el cielo sería suficientemente cielo,

porque veremos su rostro y su nombreestará en nuestras frentes.

Es la presencia manifiesta yconsciente de Dios lo que hace que elcielo sea cielo. Y es el rechazo de Diosa manifestar su presencia a quienes noquieren ser buenos lo que hace alinfierno lo que es, y hace al mundo loque es. Si Dios manifestara su presenciaa todas las personas en toda la tierra,todo club nocturno estaría vacío, o seconvertiría en un dichoso lugar deoración. Toda casa de mala fama sevaciaría en cinco minutos, y todos conprofundo arrepentimiento y angustia decorazón, estarían de rodillas ante Diospidiendo perdón y llorando con lágrimasde felicidad. Es la presencia de Dios lo

que da dicha a las criaturas morales y laausencia de Dios, lo que les trae eternaaflicción.

La gente rechaza el sol y siguequeriendo un día brillante. De modo queinventa toda clase de luces imaginablesy hace girar toda clase de lámparasromanas sobre sus cabezas para obtenerun poco de luz. A eso lo llamamosentretenimiento, teatro y todo lo demás.Ayuda a la gente a olvidar que está sinDios.

La naturaleza humana es tan disímil ala naturaleza de Dios que crea unabismo remoto, eterno e infranqueable.El etíope no puede cambiar su piel, ni elleopardo sus manchas (vea Jeremías13:23); en otras palabras, la persona

nacida en pecado no puede salir de él.Dios nunca cambiará y el hombre nopuede cambiarse a sí mismo. ¿Cómopueden entonces Dios y el hombrereunirse alguna vez?

La reconciliación de lodisímil

La disimilitud solo puede serreconciliada por Uno que es tanto Dioscomo hombre. El hombre no puedeeducarse a sí mismo a la de Dios y nopuede cultivarse a sí mismo a lasemejanza de Dios. Puede comenzar a ira galerías de arte y leer a Shakespeare;visitar las noches de estreno de la ópera,y educar su pronunciación para sonar

muy “culto”, pero cuando todo terminaél sigue siendo interiormente lo que eraantes, andando en la vanidad de sumente, cegado por la ignorancia que hayen él, cortado de la vida de Dios, “sinesperanza y sin Dios en el mundo”(Efesios 2:12).

El hombre no puede arreglarse a símismo. Las religiones lo han intentado,las filosofías lo han intentado, lossistemas académicos lo han intentado, lapolicía lo ha intentado. Intentamos entodas partes traer una similitud que Diosreconozca, de modo que en vez de teneresa sensación de infinita lejanía,podamos decir con Jacob: “CiertamenteJehová está en este lugar” (Génesis28:16). Pero no podemos lograrlo.

¿Cómo se puede hacer?Dice en Segunda Corintios 5:19 que

“Dios estaba en Cristo reconciliandoconsigo al mundo”. El amor de Dios enCristo estaba reconciliando. ¿Cómopuede Dios reconciliar la naturalezadisímil del hombre con la suya propia?La reconciliación puede realizarse dedos maneras:

Una manera en que puede lograrse esque las dos partes que están separadascedan y así se reúnan. Si este hombre yyo tuviéramos cuatro proposiciones quenos mantuvieran separados, podríamosreunirnos, orar y decir: “No quiero estarenemistado contigo, y por lo tanto haréuna concesión en esto”. Y él diría:“Bueno, de acuerdo entonces, yo haré

una concesión en esto”. Si él se movierala mitad del camino, y yo me moviera lamitad, podríamos reconciliarnos.

Pero ¿cómo puede Dios decirle alpecador: “Me moveré la mitad delcamino”? ¿Puede Él decir: “Eres ciego,así que me moveré y seré medio ciego; ytú te moverás y serás medio ciego. Túestás muerto, yo me moveré y estarémedio muerto; y tú te moverás y estarásmedio muerto”? Y así al moverse Diosla mitad del camino y cediendo,¿podrían Él y el hombre reconciliarse?Para hacer eso Dios tendría queinvalidar su divinidad y dejar de serDios.

Mejor iría al infierno antes de ir a uncielo presidido por un dios que cediera

al pecado; y creo que todo hombre ymujer verdaderos sentirían lo mismo.Queremos que Dios sea el Dios santoque es. Dios nunca puede transigir; nofunciona de esa manera. El hijo pródigoy su padre no se encontraron a mitad decamino del país lejano. El muchachovolvió indudablemente a dondepertenecía. Y así el pecador en suarrepentimiento hace todo el camino deregreso hacia Dios, y Dios no se muevede su santa posición de infinita santidad,justicia y belleza, el mundo sin fin.

Dios nunca transige ni desciende lamitad del camino. Dios sigue siendo elDios que es. Este es el Dios queadoramos: nuestro fiel, inmutable Amigocuyo amor es tan grande como su poder

y no conoce límite ni fin. No queremosque Dios transija. No queremos queDios haga la vista gorda a nuestrainiquidad. Queremos que Dios haga algoal respecto.

¿Qué hizo Él al respecto? Éldescendió y se convirtió en carne y seconvirtió tanto en Dios como en hombre,exento de pecado, a fin de poder,mediante su muerte, remover todoobstáculo del camino para que elhombre pudiera volver. Él no podríavolver si Cristo no hubiera venido ymuerto. Pero ahora, porque Él vino ymurió, removió del camino todoobstáculo moral para que el hombrepueda volver a casa.

Pedro, enfocándolo desde otra

dirección, dice que Dios nos ha dejadolas promesas del evangelio, “para quepor ellas llegaseis a ser participantes dela naturaleza divina” (2 Pedro 1:4).¿Qué significa eso? Significa quecuando un pecador vuelve a casa, searrepiente y cree en Cristo comoSalvador, Dios implanta en el corazóndel que antes era pecador algo de supropia naturaleza. Y entonces lanaturaleza de Dios y la naturaleza delpecador ya no son disímiles, sino una.El pecador está en el hogar y ladisimilitud se fue; la diferencia esquitada. La naturaleza de Diosimplantada en el hombre ahora hacemoralmente apropiado que el hombre yDios tengan comunión.

Sin transigir en modo alguno, Diosahora recibe al pecador que vuelve ypone un depósito de su propia naturalezay vida en ese pecador. Eso es el nuevonacimiento. No es unirse a una iglesia,no es bautizarse, ni dejar este o aquelmal hábito, aunque todos dejarán susmalos hábitos. El nuevo nacimiento esuna implantación de vida divina.

Volvamos a mi propia ilustraciónbastante torpe del simio y el ángel en lamisma habitación, observándose. No hayunión. ¿Cómo podría usted lograrla? Siel gran Dios todopoderoso depositara lagloriosa naturaleza celestial del ángel enel simio, éste se pondría en pie de unsalto, saludaría al ángel y lo llamaríapor su nombre, porque la similitud

estaría allí instantáneamente. Peromientras uno tenga la naturaleza de unsimio y el otro la de un ángel, no puedehaber nada sino eterna disimilitud.

De la misma manera, el mundo contodo su dinero, cultura, educación,ciencia y filosofía, sigue siendo un simiomoral. La Biblia lo ha dicho. El Diossanto no puede transigir para tenercomunión ni tampoco ese hombre puedecomprender a Dios; pues el hombrenatural no puede entender a Dios, y allíno puede haber comunión.

Pero Dios se movió en Cristo y murióen una cruz quitando así los obstáculos.Por el nuevo nacimiento, Él da alpecador algo de su propia preciosanaturaleza divina. Y el pecador eleva su

mirada y dice: “Abba, Padre” (Romanos8:15; Gálatas 4:6) por primera vez en suvida. Ahora, él o ella se han convertido.

Eso es lo que le ocurrió a Jacob. Élse convirtió en Génesis 28 cuando vio laescalera al cielo, y fue lleno del EspírituSanto en Génesis 32 en el río Jaboc: dosobras de gracia. Él era un viejo pecadorde nombre Jacob, que significa“suplantador”; era deshonesto.

Salió, pues, Jacob de Beerseba, yfue a Harán. Y llegó a un ciertolugar, y durmió allí, porque ya elsol se había puesto; y tomó de laspiedras de aquel paraje y puso a sucabecera, y se acostó en aquellugar. Y soñó: y he aquí una

escalera que estaba apoyada entierra, y su extremo tocaba en elcielo; y he aquí ángeles de Diosque subían y descendían por ella(28:10-12).

Y Dios y Jacob se encontraron yJacob creyó en su Dios. “Y despertóJacob de su sueño, y dijo: CiertamenteJehová está en este lugar, y yo no losabía. Y . . . No es otra cosa que . . .puerta del cielo” (28:16-17). Era lapuerta del cielo tanto cuando se acostócomo cuando se despertó. Pero dijo:“Yo no lo sabía”. La presencia de Dioshabía estado allí todo el tiempo, peroahora, por obra de Dios, él tuvoconciencia de esa presencia de Dios.

Comunión con DiosEs por eso que un pecador

profundamente convertido, que tieneconciencia del trasplante de lanaturaleza divina a su corazón por la feen Jesucristo, es probable que estéasombrosamente feliz. Él dice conJacob: “Esta es puerta del cielo. Diosestá en este lugar y yo no lo sabía”. Laconciencia de la presencia de Dios le hasido restaurada.

¿Qué es lo que hace cielo al cielo?¡La inmaculada presencia de Dios, sinobstáculos! ¿Qué es lo que hace infiernoal infierno? ¡La ausencia de concienciade la presencia de Dios! Esa es ladiferencia entre una reunión de oración yun salón de baile. El omnipresente Dios

llena el cielo y la tierra, contiene alcielo y la tierra y está presente en todolugar. Pero en la reunión de oración unaancianita se arrodilla y dice: “Oh Jesús,donde están dos o tres congregados en tunombre, tú estás en medio de ellos” (veaMateo 18:20). Dios está allí. En el salónde baile se avergonzarían si semanifestara la presencia de Dios.

Es por eso que las conversiones sonaguadas en estos días. Los sacamos desu caparazón y tratamos de refregarlesen la nariz textos en letra roja parahacerles pensar que están convertidos.No han tenido una implantación de lavida divina—no hay similitud—y por lotanto Dios y el hombre no se encuentranen la zarza. Pero donde sea que Dios y

el hombre se encuentran, hay una gozosarestauración del espíritu humano. Serestaura la similitud, y en vez de queDios esté a millones de años luz, elhombre apenas puede creerle a supropio corazón cuando clama: “Oh Diosestá en este lugar y yo no lo sabía”.

Ah, volver a tener algunas de lasantiguas conversiones. No he vistodemasiadas de esa clase, pero síalgunas: conversiones en que un hombrese arrodillaba estallando en lágrimas dedolor, confesaba sus pecados a Dios,creía en Jesucristo y se ponía de pie conuna luz en su rostro, caminaba saludandoa todos, conteniendo las lágrimas lomejor que podía, y sonriendo con laslágrimas que no podía contener. Lo que

causa esa clase de conversión no es solola consciente liberación del pecado,sino la consciente presencia de Diosrevelada adentro, al corazón.

Ese es el gozo de la conversión: notraer a Dios desde una estrella lejana,sino conocer a Dios por un cambio denaturaleza.

Capítulo 8

La inmanencia de Dios

Pero ¿es verdad que Diosmorará sobre la tierra? He aquíque los cielos, los cielos de loscielos, no te pueden contener;¿cuánto menos esta casa que yo heedificado? (1 Reyes 8:27).

Para que busquen a Dios, si en

alguna manera, palpando, puedanhallarle, aunque ciertamente noestá lejos de cada uno de nosotros.Porque en él vivimos, y nosmovemos, y somos (Hechos 17:27-28).

¿A dónde me iré de tu Espíritu?¿Y a dónde huiré de tu presencia?Si subiere a los cielos, allí estástú; y si en el Seol hiciere miestrado, he aquí, allí tú estás. Sitomare las alas del alba y habitareen el extremo del mar, aun allí meguiará tu mano, y me asirá tudiestra (Salmo 139:7-10).

Dios es omnipresente, lo cual significa

que Dios está en todas partes. Dios esademás inmanente, lo que significa queDios permea todas las cosas. Esto esdoctrina cristiana estándar, creídaincluso en los más remotos días deljudaísmo. Dios es omnipresente einmanente, penetra todo aunque Élcontiene todas las cosas. El balde que eshundido en las profundidades del océanoestá lleno del océano. El océano está enel balde, pero además el balde está en elocéano, rodeado por él. Esta es la mejorilustración que puedo dar de cómo Diosmora en su universo y sin embargo, eluniverso mora en Dios.

En el capítulo anterior traté el hechodel distanciamiento—esa distancia esdisimilitud—y señalé que el infierno es

para los que son diferentes a Dios. Ladisimilitud moral crea el infierno. Paraaquellos seres que son moralmentedisímiles a Dios, el infierno es su lugarfinal. Para aquellas criaturas que sonmoralmente similares a Dios, con ciertasemejanza a Dios, el cielo es su lugarporque su naturaleza pertenece allí. Lareconciliación con Dios está aseguradapor tres actos divinos: la expiación, lajustificación y la regeneración.

La expiación, por supuesto, es la obraobjetiva de Cristo. Es lo que Él hizo enla cruz antes de que viviéramos nosotroslos que ahora estamos vivos. Es algoque hizo Él solo en la oscuridad. Esobjetivo; es decir, es externo a nosotros.No tuvo lugar dentro de ninguno. Tuvo

lugar objetiva, externamente. La lanzafue a su costado solo y Él sufrió. Losclavos estuvieron en sus manos y suspies. Eso es expiación.

Podría haberse hecho sin afectar anadie; fue hecha, y todavía hay millonesque han muerto sin ser afectados porella. Pero aquí está la belleza de esto:que este acto que Él realizó allí en laoscuridad hace posible la justificación.

La justificación es el segundo actoque Dios realiza para reconciliarconsigo al hombre. La justificación es loque declara justo al pecador, y esotambién es externo a nosotros; es decir,no tiene contacto con nosotros. Laspersonas justificadas pueden no sermejores por su justificación, si eso es

todo lo que les ocurrió, porque lajustificación es algo legal. Ellos podríanestar de pie ante un tribunal y serdeclarados inocentes de un crimen, peroeso no los cambia. Pesan exactamente lomismo que antes, y tienen las mismasrelaciones. Son en toda manera lasmismas personas que eran antes, exceptoque son judicialmente libres, declaradasinocentes ante la ley.

Podría tener un efecto subjetivo siellos lo averiguaran y se regocijaran,pero la obra no está hecha en ellos. Laobra se realizó en la mente de losjurados y ante la ley. Es algo judicial.De modo que la justificación es elsegundo acto que Dios realiza paralograr reconciliarnos con Él.

El tercer acto es la regeneración. Laregeneración, por supuesto tiene lugar almismo tiempo que la justificación. Dijeque cuando Dios justifica a una persona,esa persona puede estar justificada y noser mejor. Eso es técnicamente posiblepero en la realidad no es así, porquecuando Dios justifica a una personatambién la regenera. Nadie fue jamásjustificado y no regenerado. Usted puedepensarlas por separado, aunque enrealidad no las puede separar.

La justificación y la regeneración noson lo mismo. Esta es la teologíacristiana básica más común que todosdeben conocer. La regeneración tienelugar en la vida de la persona, dentrodel corazón de la persona. Es algo

subjetivo; trata con la naturaleza de lapersona. Llega adentro de la persona.Porque Jesús murió en la oscuridad yporque Dios aceptó eso como expiaciónpor nuestro pecado, si creemos enCristo, Dios puede justificarnos,declararnos justos y regenerarnosimpartiéndonos la naturaleza de Dios.Pues Dios nos dice que es por medio deestas promesas que somos “participantesde la naturaleza divina” (2 Pedro 1:4).

Restauración de la similitudmoral

Una persona regenerada es alguienque tiene participación en la naturalezadivina, que tiene una nueva relación con

Dios, lo cual le da a esa persona la vidaeterna. Esto reconcilia a Dios y a lapersona, y restituye cierto grado desemejanza moral a dicha persona. Elconvertido más reciente que nació denuevo hoy (nacer de nuevo yregenerarse tienen el mismosignificado) tiene un grado de semejanzamoral con Dios lo que le da una medidade similitud.

El cielo es un lugar de completasimilitud, y el pecado introdujo laincompatibilidad entre Dios y elpecador. No puede haber ningunasimilitud o comunión entre los dosporque el pecado introduce esa cualidadque pone a los seres humanos y a Diosen desacuerdo unos con otros. Pero

cuando un pecador cree en la sangre dela expiación y pone su confianza enCristo, es justificado en el cielo yregenerado en la tierra. La tierra es elúnico lugar donde usted es regenerado:no espere a morir, ¡porque no hay lugara regenerarse después de que estémuerto!

Cuando confía en Cristo, usted esregenerado; le es dada una medida delcarácter de Dios, de modo que hayasuficiente de la imagen restaurada paraque pueda ser una medida bastantecompleta de similitud. Y esa similitudpermite que Dios se acerque conprofunda emoción a una persona. Y esohace a la comunión moralmentecongruente.

Usted no pede tener comunión dondehay completa disimilitud. Usted puedeacariciar la cabeza de un perro, pero nopuede tener comunión con el perro; hayuna disimilitud de naturaleza demasiadogrande. De la misma manera, Dios nopuede tener comunión con un pecadorporque hay una tremenda diferencia, unadisimilitud que hace imposible lacomunión.

Pero dice en Colosenses 3:10: “y oshabéis vestido del nuevo hombre, elcual se va renovando hacia un verdaderoconocimiento, conforme a la imagen deaquel que lo creó” (LBLA). Ese nuevohombre que hay dentro de usted es elhombre regenerado: el nuevo hombreque es usted, comenzó su camino hacia

la semejanza de Dios. Y hay suficienteallí, aun en el nuevo convertido, paraque Dios pueda tener comunión sin quehaya incongruencia.

Dios, siendo el Dios que es, nuncapuede tener comunión con nada exceptocon su propia semejanza. Y donde nohay semejanza no puede haber comuniónentre Dios y esa cosa diferente. Elversículo dice que nos hemos “vestidodel nuevo hombre”. Estos cristianoscolosenses no eran perfectos en muchosaspectos, pero se revistieron del nuevohombre. La semilla que estaba en ellos,la raíz del asunto, estaba en suscorazones. Fueron regenerados para queDios pudiera tener comunión con supropia imagen en ellos y ver un poquito

de su propio rostro allí y mantener lacomunión con su pueblo. Es por eso quepodemos decir: “Abba, Padre”(Romanos 8:15; Gálatas 4:6).

Un joven padre va al hospital a ver asu heredero recién nacido. Mira a travésdel cristal, y nunca hubo un padre que noestuviera emocionado, asustado,perplejo, y decepcionado. Sus ojosrecorren los veinticinco o cincuentabebés en la guardería, y elige unohermoso y espera que sea el suyo. Luegocuando lo dan la vuelta y ve que no es,se decepciona.

Pero cuando la gente le dice al padre:“Es tu propia imagen”, ¡el padre sonríeradiante! En realidad no es un cumplido:la cosita es una mansa amorfa que se

retuerce y succiona y se mueve, con pielroja y sin pelo. Sin embargo, hay unpoquito de semejanza allí; hay unasimilitud.

De manera más profunda, un nuevoconvertido, el individuo que acaba denacer de nuevo, por cierto puede noasemejarse mucho a Dios, pero tienealgo de la semejanza de la deidad, y asíDios puede reconocerlo como suyo. Losángeles pueden reconocerle un aire defamilia.

¿Por qué entonces este serio problemaentre verdaderos cristianos, estesentimiento de que Dios está muy lejos ode que nosotros estamos muy lejos deDios? Es difícil regocijarse si usted estásufriendo esa sensación de distancia.

Creo que la mayoría de los cristianossufre de una sensación dedistanciamiento divino. Saben que Diosestá con ellos y están seguros de que sonhijos de Dios. Pueden llevarlo a usted asu Nuevo Testamento marcado yprobarle seria y sobriamente que sonjustificados y regenerados, quepertenecen a Dios, que el cielo va a sersu hogar y que Cristo es su Abogado enel cielo. Tienen la teología; saben todoesto en su cabeza, pero están sufriendouna sensación de distanciamiento.

Saber algo en su cabeza es una cosa;sentirla en su corazón es otra. Y piensoque muchos cristianos están tratando deser felices sin tener un sentir de laPresencia. Es como tratar de tener un día

brillante sin tener el sol. Usted podríadecir: “Según mi reloj, han pasadoquince minutos del mediodía, y por lotanto el sol está alto. Regocijémonos enel sol. ¿No es hermoso y brillante?Tomémoslo por fe y regocijémonos deque el sol esté arriba, que todo estébien, y el sol esté alto”.

Usted puede señalar hacia arriba ydecir: “El sol está alto”, pero se estáengañando a sí mismo. Mientras estéoscuro, sombrío y lluvioso, y las hojasempapadas de lluvia sigan chorreando,usted no tendrá un día radiante. Perocuando el sol salga, podrá regocijarseen la presencia del sol.

Ansia de DiosHoy en día la mayoría de los

cristianos son cristianos teológicos.Saben que son salvos; alguien les hadado un Nuevo Testamento marcado; yes adecuado que lo hagamos hasta queellos capten correctamente su teología.Pero están tratando de ser felices sinsentir la Presencia. El sentido de laPresencia está ausente y esa ansia queusted ve es un deseo de estar más cercade Dios.

Usted hallará esa ansia en doslugares: oraciones e himnos. Si cree quesolo estoy inventando cosas, vaya a lapróxima reunión de oración yarrodíllese con los hermanos yescúchelos orar. Todos oran de manera

semejante. “Oh Señor, ven; oh Señor,acércate; oh Señor, muéstrate; acércate amí, Señor”. Si eso no es suficiente,escúchenos cantar “Ven, Fuente de todabendición”, o “Acércame más y más ymás, bendito Señor”.

El ansia de estar cerca de Dios y deque Dios se acerque a nosotros esuniversal entre los cristianos nacidos denuevo. Y hasta pensamos que Dios vienehacia nosotros desde la distancia,cuando la Biblia y la teología cristiana,remontándose hasta David, declaran queDios ya está aquí, ahora. Dios no moraen el espacio, y por tanto, Dios no tieneque venir como un rayo de luz desdealgún lugar remoto. No hay lugaresremotos en Dios; Él contiene toda la

lejanía y todas las distancias en supropio gran corazón.

¿Por qué entonces lo sentimosdistante? Es la disimilitud de nuestranaturaleza; es la desemejanza. Tenemossuficiente semejanza para que Diospueda tener comunión con nosotros yllamarnos sus hijos, y que podamosdecirle: “Abba, Padre”. Pero en lapráctica, percibimos nuestra disimilitud,y por esa razón Dios parece remoto.

Lo que estoy tratando de explicar essencillamente esto: la cercanía a Diosno es una cuestión geográfica o astronó-mica. No es algo espacial. Es algoespiritual, que tiene que ver con lanaturaleza. Y entonces cuando oramos:“Dios, acércame”, o “Dios, acércate”,

no estamos orando (si somos buenosteólogos) que Dios descienda desdealguna distancia remota. Sabemos queDios está aquí ahora. Jesús dijo: “Heaquí, yo estoy con vosotros todos losdías” (Mateo 28:20). El Señor está aquí.Jacob dijo: “Ciertamente Jehová está eneste lugar, y yo no lo sabía” (Génesis28:16). No dijo: “Dios vino a estelugar”; dijo: “Dios está en este lugar”.

¿Para qué estamos orando entonces?Oramos por una manifestación de lapresencia de Dios. No por la presencia,sino por la manifestación de lapresencia. ¿Por qué no tenemos lamanifestación? Porque permitimos ladisimilitud. Permitimos la disimilitudmoral. Esa “sensación” de ausencia es

el resultado de la disimilitud que quedadentro de nosotros.

Este deseo, esta ansia de estar cercade Dios es, en realidad, un anhelo de sersemejante a Él. Es el anhelo del corazónrescatado de ser como Dios para quepueda haber perfecta comunión, paraque el corazón y Dios puedan unirse enuna comunión que es divina.

Hay una similitud que hace que seacompatible y apropiado que Dios tengacomunión con sus hijos, hasta el máspobre y más débil de sus hijos. Perotambién hay disimilitudes, tales que noexiste el grado de comunión que deberíahaber. No existe esa perfección delsentido de la presencia de Dios quequeremos y anhelamos, por la cual

oramos, y de la cual cantamos.¿Cómo vamos a saber como es Dios

para poder saber si somos como Dios?La respuesta es: Dios es como Cristo,porque Cristo es Dios manifestado a lahumanidad. Mirando a nuestro SeñorJesús sabremos cómo es Dios ysabremos cómo tenemos que ser paraexperimentar la ininterrumpida ycontinua presencia de Dios.

La presencia está aquí, pero elsentido de la presencia está ausente.Sabemos que el sol está allí, aunque lasnubes pendan tan bajas que podamosestirarnos y tocarlas. Aunque sabemosque el sol está allí en medio del cielo,tenemos que encender las luces delautomóvil por seguridad. Como hay

nubes en el camino, no sentimos nivemos el sol, pero sabemos que estáallí.

Y nosotros los cristianos sabemos queDios está aquí, pero tenemos lasensación de que está ausente. Unhombre siente que el sol se fue para novolver; él sabe más, pero no puede estarcontento porque no puede ver el sol.Sentimos que Dios esta lejos aunquesabemos que está presente, y que nopuede manifestarse como desea porciertas razones.

La santidad de CristoObservemos algunas de las

cualidades de Cristo. La primera, por

supuesto, es la santidad. Nuestro Dios essanto y nuestro Señor es santo, y alEspíritu lo llamamos Espíritu Santo.Ahora piense qué manchado y quécontaminado y qué carnal es el cristianopromedio. Permitimos manchas:pasamos meses sin arrepentimiento.Pasan años sin que pidamos purificacióno la tomemos. Luego cantamos“Acércame más y más, bendito Señor”.U oramos: “Ven, Señor, ven a estareunión”. Bueno, el Señor está allí.

Lo que estamos orando es: “Señor,muéstrate”, pero el Señor no puede; unDios santo no puede mostrarse en plenacomunión a un cristiano impuro. Ustedpregunta: “¿Es posible ser cristiano yser impuro?”. Es posible ser un cristiano

carnal. Usted puede tener en sí lasimiente de Dios, estar regenerado yjustificado y seguir siendo impuro enalgunos de sus sentimientos, deseos ydisposición internos.

La generosidad de CristoLa segunda cualidad es la

generosidad. ¿Ha notado que Jesucristoera absolutamente generoso y se dio a símismo? Pero ¡qué egocéntricos eindulgentes con nosotros mismos somosla mayoría de los cristianos! Hastacuando leen libros sobre avivamientossiguen siendo egocéntricos. Hastacuando oran por avivamiento siguensiendo autoindulgentes. Un avivamiento

es, entre otras cosas, una manifestaciónrepentina. Es una irrupción del sol através de las nubes. No es la llegada delsol; es la irrupción del sol a través delas nubes.

Estoy harto de mi propio corazón,harto de mí mismo, harto de mis amigos,harto de los predicadores y susministerios. Cuán completamenteegocéntricos nos podemos volver.Vivimos para el ego, hablamos en vozalta de glorificar a Dios, y nos jactamosy decimos: “Esto es para la gloria deDios”, y sin embargo somosegocéntricos. Usted sabe que esegocéntrico si alguien lo contraría y sepone furioso. No sonría por eso. No esgracioso: ¡es grave!

Hay suficiente dinero, potencialmente,en la congregación promedio no solopara mantener funcionando la iglesiasino para duplicar la ofrenda misionera.Habría suficiente, si no fuéramos tancomplacientes con nosotros mismos. Porsupuesto, un Cristo completamentedesinteresado quien se dio a sí mismo,se entregó y no tiene egoísmo, no puedecaldearse con el corazón cristiano quees autocomplaciente y egocéntrico. Élnos ama; es nuestro Pastor; Él es nuestroAbogado allí arriba, quien defiendenuestra causa en el cielo. Somos sushermanos en Cristo y Dios su Padre esnuestro Padre. Pero nuestro egoísmo nosimpide disfrutar la comunión, la dulzuraque transforma a algunas personas en

santos mientras caminan sobre la tierra(y quiero decir santo en más que unsentido técnico).

El amor de CristoLa tercera cualidad es el amor. Él

amó tanto que dio todo. Pero ¡quécalculadores somos muchos de nosotros!Decimos: “Bueno, puedo ir a estareunión pero no puedo ir a aquella; eldoctor me dijo que no me exijademasiado”. Así que tenemos todoresuelto. Ponemos nuestra vidaespiritual en un presupuesto. Noinvertimos en Dios nada a menos quepodamos justificarlo en las columnas denuestro presupuesto. Qué manera barata

y carnal de vivir, y sin embargo escierto, ¡lo hacemos! Qué limitado es elpueblo de Dios.

El amor del Señor Jesucristo era algogrande, apasionado, desbordante, quehizo que Él se entregara por completo.Se dijo: “Ni aun Cristo se agradó a símismo” (Romanos 15:3). Aun nuestroSeñor no se agradó a sí mismo. Pero,¿sabe lo que está mal en nosotros?Somos autocomplacientes. Vivimos paranosotros mismos.

Hay personas que se comprarían unautomóvil nuevo aunque eso significaraque su iglesia quiebre y tenga que cerrarsus puertas. Hay mujeres que vestiríancon al último grito de la moda aunquemuriera la causa misionera y todos los

misioneros tuvieran que volver a casa.Sin embargo somos santos, somosnacidos de nuevo, somos creyentes,¡tenemos marcado nuestro NuevoTestamento!

Podemos ser cristianos, pero el amorque tenemos es un amor calculador ylimitado, un amor que no se entrega. Yentonces, ¿cómo puede Él, quien se dioa sí mismo tener comunión connosotros? ¿Quiere una ilustraciónbíblica de esto? Permítame dársela. Estáen el capítulo quinto del Cantar de loscantares de Salomón, ese delicado,dulce, maravilloso, y hermoso libro delcual el Dr. Scofield dijo: “El pecadocasi nos ha privado de la capacidad dearrodillarnos ante esa zarza ardiente”.

Usted recordará que el novio (querepresenta a Jesús) había dado regalos aquien sería su esposa. Él estaba afueracuidando sus ovejas, entre los lirios. Elrocía caía y sus cabellos estabanmojados con el rocío de la noche (5:2).Estaba fuera haciendo lo que susintereses requerían de él, lo que sucorazón quería hacer.

Él vino y golpeó la puerta paradecirle: “¿No vendrás conmigo?”. Elladijo: “¿Cómo puedo? No estoy vestidapara eso. Estoy vestida para el lecho yel hogar, y hasta mis manos gotean losungüentos que me has dado. No puedoir”. Y él desapareció (5:3-6). Él seguíasiendo su enamorado y queriendocasarse con ella (y finalmente lo hizo,

gracias a Dios, y todo resultó bien).Él estaba allí fuera dándose, y ella

estaba en su casa admirándose y oliendoel perfume que él le había dado, paradaante el espejo y admirando lasvestiduras y las joyas que él le habíadado. Él la quería, pero ella quería susjoyas y sus perfumes. Luego por fin tomaconciencia y se viste rápidamente, atoda prisa, en realidad sin ropa de calle.Pero se puso algunas ropas y una túnicay salió a buscar a su amado.

Preguntó al guarda: “¿Dónde estáél?”. Y el guarda la golpeó (5:7), dijoque era una ramera y que se fuera a sucasa. Siguió tambaleándose bajo losgolpes y no pudo hallarlo. Y mientras lobuscaba, sus amigas le dijeron: “¿Qué

ocurre? ¿Por qué no vas a tu casa?”.Dijeron: “¿Qué es tu amado más queotro amado?” (5:9). Y entonces ellairrumpe en un hermoso cántico dealabanza, diciendo: “Mi amado esblanco y rubio”—lo describe de pies acabeza—”señalado entre diez mil”(5:10).

Él quería su comunión y ella fuedemasiado egoísta y egocéntrica. Porsupuesto, no podía haber comuniónmientras él estuviera fuera haciendo unacosa, y ella permaneciera egoístamenteen la casa haciendo otra.

Otras cualidades de CristoOtra cualidad de Cristo es la bondad.

Piense en cuan absolutamentebondadoso es nuestro Señor Jesús. Elamor de Dios es más bondadoso de loque puede concebir la mente delhombre. Piense en la bondad de Jesús encontraste con la aspereza, la severidad,la brusquedad, la amargura, la acidez dela vida de muchas personas. ¿Cómopuede un Salvador sentirseperfectamente en casa con un cristianoáspero?

Después está el perdón. Él es unSeñor perdonador y los perdonómientras ellos lo golpeaban. Losperdonó mientras lo ponían sobre lacruz. Pero ¡qué duros y vengativos sonmuchos de los hijos del Señor! ¿Puedeusted recordar cosas malas que le

ocurrieron hace veinte años? Usted nose lo puede quitar de encima; dice quelo ha perdonado, pero no. Usted esvengativo; Él es perdonador. Y Él probóque era perdonador al morir de maneraviolenta. Usted prueba que es vengativoy duro con muchas muestras ydemostraciones.

Luego piense en el celo de Jesús. “Meconsumió el celo de tu casa” (Salmo69:9). Piense en el celo de Dios. “Elcelo de Jehová de los ejércitos haráesto” (Isaías 9:7). Lo más celoso queconozco es el fuego. Donde sea que ardael fuego, arde con intenso celo. Y elcorazón de Jesús era así. Pero piense enel cristiano tibio, en cristianos que nohan estado en reuniones de oración

durante años, en el cristiano descuidadoy aletargado: el letargo que está sobre laIglesia de Dios.

Luego está la humildad de Jesús.Aunque fue el altísimo, Él se humilló yactuó como el más bajo. Y aunquenosotros somos los más bajos, a vecesactuamos como los más orgullosos yarrogantes. Qué absolutamentediferentes de Jesús, qué diferentes deDios.

La semejanza no es lajustificación

¿Estoy diciendo que somosjustificados por ser como Dios? Espero

haber dejado en claro que somosjustificados por ser declarados justospor el Dios todopoderoso, quien basa susentencia en la cruz de Jesús y la muertedel Salvador en la oscuridad allí en elmonte. Entonces, puesto que Él hizoexpiación, Dios justifica. Y cuando Éljustifica, regenera. Usted es salvo por lajustificación y la regeneración.

Pero la regeneración no perfeccionala imagen de Dios en usted. La imagende Dios debe continuar creciendo yavanzando, como un artista trabaja enuna pintura. Primero es solo un bosquejoy una confusión general, pero el artistasabe lo que hay, y lentamente comienza asacarlo a luz. Y así Dios parece muylejano de nosotros porque somos

diferentes a Él.Horace Bushnell y su amigo fueron a

un monte a orar, y se sentaron y hablaronde Dios hasta que lentamente se puso elsol, salieron las estrellas, y la oscuridadlos rodeó mientras estaban sentados enla hierba. Después, antes de irse,Bushnell dijo: “Hermano, oremos antesde irnos”. Así que allí en la oscuridad,Bushnell elevó su corazón a Dios, ydespués su amigo dijo: “Apreté fuertemis brazos a mi alrededor. Tenía miedode estirarlos y tocar a Dios”.

En una ocasión me arrodillé bajo unmanzano en un campo, junto con variosotros predicadores, y un hombre delEjército de Salvación, el CapitánIreland. Todos oramos y cuando el

Capitán Ireland comenzó a orar,súbitamente noté una cercanía. HabíaUno allí, que no había venido, sino quehabía estado allí todo el tiempo. “¿Soyyo Dios de cerca solamente, diceJehová, y no Dios desde muy lejos?”(Jeremías 23:23).

¿Cómo puede manifestarcontinuamente su presencia al orgullosoy al arrogante cuando Él es tan manso yhumilde? ¿Al tibio y al descuidadocuando Él es tan celoso? ¿Al duro y alvengativo cuando Él es tan perdonador?¿Al áspero y rígido cuando Él es tanbondadoso? ¿Al calculador cuando suamor lo llevó a morir? Cuando estamostan manchados, ¿cómo podemos tenercomunión con Él?

Y luego la celestial actitud de Jesús,¡oh piense en eso! Él estaba con elPadre, en el seno del Padre mientrasestaba aquí en la tierra. Él dijo: “Elunigénito Hijo, que está en el seno delPadre” (Juan 1:18). Observe que diceestá, no estaba; Él nunca dejó el senodel Padre mientras estuvo aquí en latierra. La única vez que Él lo dejó fue enesa horrible y cruenta agonía cuandoDios le dio la espalda en la cruz paraque pudiera morir por la humanidad.Pero ninguna otra vez jamás.

Él habló del otro mundo. “Yo soy dearriba” (Juan 8:23); “Descendí delcielo” (6:38). Él vivió en el corazón deDios y el otro mundo, el mundo dearriba, era el mundo en que Él habitaba.

Y piense qué terrenal es su pueblo y quémundano. Hablan de mobiliario, deseries de televisión, del baseball, delfútbol, de los automóviles, de losventanales, de las casas en dos niveles,de política: de cualquier cosa exceptodel cielo y Dios.

Después queremos orar: “Acércamemás y más”. Usted está tan cerca comopuede estar, en lo que a distancia serefiere. Pero Él no puede manifestarseporque hay una disimilitud denaturaleza. Usted tiene bastante de lanaturaleza de él, ya que es justificado yregenerado, pero no lo suficiente paraperfeccionar la comunión. Elperfeccionamiento de la comunión, esoes lo que necesitamos

desesperadamente.Hubo una vez un hombre que seguía a

Jesús desde lejos. Pero no pudo vivircon eso. Algunos de ustedes hanaprendido a vivir con eso. Hanenvejecido y han aprendido a vivir en lapenumbra y no les importa. Hanaprendido a vivir en la frialdad y no lesimporta. ¿Qué puedo hacer por ustedes?¿Cómo puedo ayudarlos? No conozconinguna manera. Pedro seguía de lejospero no lo pudo soportar, y el Señor sedio vuelta y lo miró. Entonces Pedrosalió fuera y lloró amargamente.

¿Llora usted algunas lágrimas por sudisimilitud? ¿Tiene algunas lágrimas poresa distancia entre usted y Dios que sabeque no existe y sin embargo siente que

está allí? Usted no está disminuyendo deningún modo las cosas que Dios ya hahecho en su vida. Usted está agradecidoy lleno de gratitud por cada bendición,por la justificación, por la buena graciade Dios en su vida. Pero no puedeescapar a la sensación dedistanciamiento, y muchas veces el díaes una carga porque Dios parece lejosde usted. Usted sabe que Él no lo está,pero siente que sí. Él no puede mostrarsu rostro. Usted ha permitido que laautoindulgencia, la aspereza, el espírituvengativo, la tibieza, el orgullo y lamundanalidad pongan una nube sobre elrostro de Dios.

Creo que es necesario elarrepentimiento. Necesitamos

arrepentirnos de la disimilitud; de laimpureza en la presencia de lo santo; dela autoindulgencia en la presencia delCristo desinteresado; de la aspereza enla presencia del Cristo bondadoso; de ladureza en la presencia del Cristoperdonador; de la tibieza, en lapresencia del Cristo celoso, ardientecomo una llama intensa; de lamundanalidad y terrenalidad en lapresencia del Cristo celestial. Creo quedebemos arrepentirnos.

¿Qué va a hacer usted al respecto?¿Ha abierto Él su corazón?

Capítulo 9

La santidad de Dios

¿Quién como tú, oh Jehová,entre los dioses? ¿Quién como tú,magnífico en santidad? (Éxodo15:11).

He aquí, en sus santos noconfía, y ni aun los cielos sonlimpios delante de sus ojos (Job

15:15).He aquí que ni aun la misma

luna será resplandeciente, ni lasestrellas son limpias delante desus ojos; ¿Cuánto menos elhombre, que es un gusano? (Job25:5-6).

Pero tú eres santo, tú quehabitas entre las alabanzas deIsrael (Salmo 22:3).

El temor de Jehová es elprincipio de la sabiduría, y elconocimiento del Santísimo es lainteligencia (Proverbios 9:10).

Y el uno al otro daba voces,diciendo: Santo, santo, santo,Jehová de los ejércitos; toda latierra está llena de su gloria

(Isaías 6:3).

Se dice que cuando Leonardo Da Vincipintó su famosa Última Cena tuvo pocadificultad excepto con los rostros. Luegopintó los rostros sin demasiadoproblema excepto uno. Él no se sentíadigno de pintar el rostro de Jesús. Lopospuso y siguió posponiéndolo, sindisponerse a abordarlo pero sabiendoque debía hacerlo. Entonces en elimpulsivo desgano de la desesperación,lo pintó rápidamente y lo dejó. “Es envano”, dijo, “no puedo pintarlo”.

Yo me siento de manera muy similarrespecto a explicar la santidad de Dios.Creo que esa misma sensación de

desesperación está en mi corazón. Es envano que cualquiera de nosotros intenteexplicar la santidad. Los más grandesoradores sobre este tema pueden tocarsus arpas de oratoria, pero suena a lata eirreal, y cuando acaban usted haescuchado música pero no ha visto aDios.

No podemos comprender lasantidad

Supongo que lo más difícil decomprender intelectualmente acerca deDios es su infinitud. Pero usted puedehablar de la infinitud de Dios y nosentirse un gusano. Pero cuando ustedhabla de la santidad de Dios, no solo

tiene el problema del entendimientointelectual, sino además una sensaciónde vileza personal, que es casidemasiado para soportar.

La razón de esto es que somos serescaídos: espiritual, moral, mental yfísicamente. Hemos caído en toda formaen que el hombre puede caer. Cada unode nosotros nació en un mundocontaminado, y aprendemos la impurezadesde nuestra cuna. La mamamos con laleche de nuestra madre, la respiramos enel aire mismo. Nuestra educación laprofundiza y nuestra experiencia laconfirma: impurezas malignasdondequiera. Todo está sucio; hastanuestro blanco más blanco es sucio gris.

Nuestros héroes mas nobles son

héroes dañados, todos ellos. Así queaprendemos a excusar y a pasar por altoy a no esperar demasiado. Noesperamos toda la verdad de nuestrosmaestros, y no esperamos lealtad denuestros políticos. Los perdonamosrápidamente cuando nos mienten yvolvemos a votar por ellos. Noesperamos honestidad de nuestroscomerciantes. No esperamos completahonradez de nadie. Y logramos andarpor el mundo solamente aprobando leyespara protegernos no solo del elementocriminal sino de las mejores personasque existen que podrían, en un momentode tentación, aprovecharse de nosotros.

Esta clase de mundo se mete ennuestros poros, en nuestros nervios,

hasta que perdemos la capacidad deconcebir lo santo. Pese a ello, meesforzaré en discutir la santidad deDios, el Santo. No la podemoscomprender, y por cierto no la podemosdefinir.

La santidad significa pureza, pero“pureza” no la describe suficientementebien. Pureza meramente significa que noestá mezclada, no tiene nada más en ella.Pero eso no es suficiente. Hablamos dela excelencia moral, pero eso no esadecuado. Ser moralmente excelente esexceder a otro en carácter moral. Perocuando decimos que Dios es moralmenteexcelente, ¿a quién es que excede? ¿Alos ángeles, los serafines? Ciertamenteque sí, pero eso todavía no es suficiente.

Queremos decir rectitud; queremos decirhonor; queremos decir verdad y justicia;queremos decir todas estas cosas,increadas y eternas.

Dios no es más santo ahora de lo queantes fue. Pues Él, al ser inmutable einvariable, nunca puede volverse mássanto de lo que es. Y nunca fue mássanto de lo que es, y nunca será mássanto que ahora. Su excelencia moralimplica existencia por sí mismo, pues Élno obtuvo su santidad de nadie ni deningún lugar. Él no fue a algún ámbitovasto e infinitamente distante y absorbióallí su santidad; Él mismo es laSantidad. Él es el Santísimo, el Santo;Él es la santidad misma, más allá delpoder del pensamiento para captarlo o

de las palabras para expresarlo, másallá del poder de toda alabanza.

El lenguaje no puede expresar losanto, de modo que Dios recurre a laasociación y a la sugerencia. Él nopuede decirlo directamente porquetendría que usar palabras cuyosignificado no conocemos. Tuvo quetraducirlo bajándolo a nuestraprofanidad. Si Él tuviera que decirnoscuán blanco es, solo lo entenderíamoscomo un sucio gris.

Dios no puede decírnoslo mediante ellenguaje, así que usa la asociación y lasugerencia y nos muestra cómo lasantidad afecta lo impuro. Muestra aMoisés en la zarza ardiente ante la santay ardiente Presencia, arrodillado para

quitarse el calzado de sus pies,escondiendo su rostro, pues temíalevantar la mirada hacia Dios.

Entonces Jehová dijo a Moisés:He aquí, yo vengo a ti en una nubeespesa, para que el pueblo oigamientras yo hablo contigo, ytambién para que te crean parasiempre. Y Moisés refirió laspalabras del pueblo a Jehová. YJehová dijo a Moisés: Ve alpueblo, y santifícalos hoy ymañana; y laven sus vestidos, yestén preparados para el díatercero, porque al tercer día Jehovádescenderá a ojos de todo elpueblo sobre el monte de Sinaí. Y

señalarás término al pueblo enderredor, diciendo: Guardaos, nosubáis al monte, ni toquéis suslímites; cualquiera que tocare elmonte, de seguro morirá. No lotocará mano, porque seráapedreado o asaeteado; sea animalo sea hombre, no vivirá. Cuandosuene largamente la bocina, subiránal monte. Y descendió Moisés delmonte al pueblo, y santificó alpueblo; y lavaron sus vestidos(Éxodo 19:9-14).

Moisés hizo lo mejor que pudo.Descendió y trató de limpiar el grissucio de ellos.

Aconteció que al tercer día,

cuando vino la mañana, vinierontruenos y relámpagos, y espesanube sobre el monte, y sonido debocina muy fuerte; y se estremeciótodo el pueblo que estaba en elcampamento. Y Moisés sacó delcampamento al pueblo para recibira Dios; y se detuvieron al pie delmonte. Todo el monte Sinaíhumeaba, porque Jehová habíadescendido sobre él en fuego; y elhumo subía como el humo de unhorno, y todo el monte seestremecía en gran manera. Elsonido de la bocina iba aumentandoen extremo; Moisés hablaba, y Diosle respondía con voz tronante. Ydescendió Jehová sobre el monte

Sinaí, sobre la cumbre del monte; yllamó Jehová a Moisés a la cumbredel monte, y Moisés subió. YJehová dijo a Moisés: Desciende,ordena al pueblo que no traspaselos límites para ver a Jehová,porque caerá multitud de ellos(19:16-21).

Todo el sonido de bocina y la voz y elfuego y el humo y el temblor del monte:eso era Dios diciendo por sugerencia yasociación lo que no podemoscomprender con palabras.

Dos palabras para la santidadHay dos palabras específicas para

santo en la Biblia hebrea. Una palabrase usa casi exclusivamente para el DiosSanto y rara vez se usó para algo oalguien excepto el Dios Santo. EnProverbios 9:10 dice: “El temor deJehová es el principio de la sabiduría, yel conocimiento del Santísimo es lainteligencia”. Estoy grandementefascinado por el hecho de que la Bibliainglesa King James haga la referencia enabstracto: “lo santo” en vez de “elSanto”. Y sin embargo la Biblia judíadice “el conocimiento del Santo”.

Proverbios 30:3 también usa estafrase: “Yo ni aprendí sabiduría, niconozco la ciencia del Santo”.Nuevamente, la Biblia judía lo traduce“el conocimiento del Santo” o “del

Santísimo”. Los traductores judíosencontraron exactamente la mismapalabra más de cuarenta veces y latradujeron “el Santo”. Así que¡obviamente este es Dios! Y sin embargohay suficiente vaguedad al respecto paraque los traductores de la versión KingJames se sintieran libres de dejarlo enabstracto y llamarlo “lo santo”.

Hay otra palabra para “santo” que nose aplica a Dios con frecuencia. No esuna palabra tan “sublime”; suele usarserespecto a las cosas creadas. Es algoque es “santo por contacto o asociación”con algo santo. Oímos del suelo santo oel sábado santo o la ciudad santa o elpueblo santo o las obras santas. No es lamisma palabra asombrosa, llena de

reverencia que Él usa cuando dice “losanto” o “el Santo”.

En el Nuevo testamento, tenemos unapalabra griega acerca de que Dios essanto. “Sed santos, porque yo soy santo”(1 Pedro 1:16). Observo que ladefinición de esa palabra griega es“cosa terrible (que causa terror)”. Ahorapiense en eso. Lo terrible—ese es unsignificado de la palabra santo—¡elSanto!

Pensemos un poco en el Santo y ensus criaturas. Vemos que este Santo solopermite seres santos en su presencia.Pero en nuestro tiempo humanista—nuestro tiempo de cristianismo diluido,sentimental, que se suena fuerte la narizy hace a Dios un anciano pobre, débil y

lloroso—en este tiempo terrible, esesentido de lo santo no está en la Iglesia.

Oigo de mucha gente que tieneministerios especializados en estos días.Si vamos a ser especializados entoncescreo que debemos especializarnos en locorrecto. Y por lo tanto si voy aenfatizar a Dios y la santidad de Dios yla cualidad terrible e inaccesible quepuede ser llamada “esa Cosa terrible”,creo que estoy en el buen camino. No hadesaparecido completamente, pero esalgo que casi hemos perdido en nuestrotiempo. Hemos perdido el sentido delSanto casi por completo.

Y todos los ángeles estaban enpie alrededor del trono, y de los

ancianos y de los cuatro seresvivientes; y se postraron sobre susrostros delante del trono, yadoraron a Dios, diciendo: Amén.La bendición y la gloria y lasabiduría y la acción de gracias yla honra y el poder y la fortaleza,sean a nuestro Dios por los siglosde los siglos. Amén. Entonces unode los ancianos habló, diciéndome:Estos que están vestidos de ropasblancas, ¿quiénes son, y de dóndehan venido? Yo le dije: Señor, tú losabes. Y él me dijo: Estos son losque han salido de la grantribulación, y han lavado sus ropas,y las han emblanquecido en lasangre del Cordero. Por esto están

delante del trono de Dios, y lesirven día y noche en su templo; yel que está sentado sobre el tronoextenderá su tabernáculo sobreellos” (Apocalipsis 7:11-15).

Hay personas en la presencia de Dios,pero están allí por una redencióntécnica. Me preocupa en este tiempo queseamos “técnicamente” cristianos.Podemos probar que lo somos, porquecualquiera puede abrir un diccionariogriego y mostrarle que usted es un santo.Pero tengo miedo de esa clase decristianismo. Si no he experimentado lasensación de vileza en contraste con esesentido de santidad inaccesible eindescriptible, me pregunto si he sido

impactado lo suficiente como paraarrepentirme de verdad. Y si no mearrepiento me pregunto si puedo creer.

Hoy en día se nos da una soluciónrápida y se nos dice que simplemente locreamos, y luego damos nuestrosnombres y domicilios y estamos bien.Pero me temo que nuestros padresconocían a Dios de manera diferente.James Ussher, el arzobispo irlandés delsiglo diecisiete, solía salir a la riberadel río, arrodillarse junto a un tronco yarrepentirse de sus pecados toda la tardedel sábado, aunque probablemente nohubiera un hombre más santo en toda laregión. Sentía cuán indeciblemente vilera; no podía soportar el sucio gris queera lo más blanco que podía poner frente

a la radiante blancura inaccesible queera Dios.

La ardiente santidad de DiosVaya al libro de Isaías: “Por encima

de él [el trono] había serafines; cada unotenía seis alas; con dos cubrían susrostros, con dos cubrían sus pies, y condos volaban” (6:2, aclaración entrecorchetes añadida). No había nada de laindiferencia que vemos ahora. No habíaninguna tendencia a ser más graciosoque un payaso. Había un sentido de laPresencia, y las criaturas santas cubríansus pies. ¿Por qué? Cubrían sus pies pormodestia, y cubrían su rostro enadoración, y usaban las otras alas para

volar. Esos eran los serafines; sonllamados “seres ardientes”. Luego estáEzequiel, capítulo 1, donde las criaturassalen de un fuego.

Dios con frecuencia habla de símismo como fuego. “Nuestro Dios esfuego consumidor”, dice en Hebreos12:29. Y en Isaías 33:14: “¿Quién denosotros morará con el fuegoconsumidor? ¿Quién de nosotroshabitará con las llamas eternas?”.

La gente a veces usa este texto parapreguntar: “¿Quién de ustedes va a ir alinfierno?”, pero si usted lo lee en sucontexto esto no describe el infierno.Casi todos los comentaristas concuerdanen esto, porque el versículo siguientedice que es “El que camina en justicia y

habla lo recto; el que aborrece laganancia de violencias, el que sacudesus manos para no recibir cohecho, elque tapa sus oídos para no oírpropuestas sanguinarias; el que cierrasus ojos para no ver cosa mala” (33:15).

¿Qué es ese fuego consumidor? No esel infierno, sino la presencia de Dios¿Quién de nosotros morará en las llamasardientes? ¿No sabe usted que el fuegopuede morar con el fuego? Puedecolocar hierro en el fuego y el hierroaprende a vivir con el fuegoabsorbiéndolo, y empezando aresplandecer con brillo incandescente enel fuego. Así moraremos en el fuego;estas criaturas en Ezequiel salían delfuego, y bajaban sus alas para adorar. A

la orden de la Palabra de Dios seapresuran a hacer la voluntad de Dios,estas asombrosas criaturas de las cualessabemos muy poco y de las quedeberíamos saber más.

Dios se manifestó Él mismo comofuego cuando le habló a Moisés desde lazarza ardiente (Éxodo 3:2). Él iba conellos en la columna de fuego:

Y Jehová iba delante de ellos dedía en una columna de nube paraguiarlos por el camino, y de nocheen una columna de fuego paraalumbrarles, a fin de queanduviesen de día y de noche.Nunca se apartó de delante delpueblo la columna de nube de día,

ni de noche la columna de fuego(Éxodo 13:21-22).

Dios moraba allí en ese asombrosofuego. Después cuando se construyó eltabernáculo y los querubines de orocubrían el propiciatorio, ¿qué era lo quedescendía entre las alas de losquerubines? ¿Qué era eso que solamenteun hombre podía ver, y él solamente unavez al año con la sangre? Me preguntocuántos sacerdotes miraron la Shejiná,apese a toda la protección de la sangreexpiatoria y el mandamiento de Dios. Elsacerdote atravesaba el velo grande ypesado que requería cuatro hombre paraabrirlo. Y este hombre entrabatemblando a la Presencia.

Me pregunto si, siendo judío yadorando al gran Dios todopoderoso, elSanto de Israel, uno de cada veinte seatrevió alguna vez a contemplar esefuego. No se le dijo que no podía, perome pregunto si alguien se atrevió ahacerlo alguna vez. Observo que hastalos serafines mismos cubrían susrostros. Moisés “cubrió su rostro,porque tuvo miedo de mirar a Dios”(Éxodo 3:6). Juan cayó cuando vio alSalvador y tuvo que ser levantado casicomo de los muertos (Apocalipsis1:17).

Cada encuentro con Dios ha sido talque ese hombre caía al suelo y quedabaciego. Pablo quedó ciego en el camino aDamasco (vea Hechos 9). ¿Qué fue la

luz que lo cegó? ¿Fue un rayo cósmicoque descendió de algún cuerpo queexplotó o de dos galaxias quecolisionaron? ¡No! Fue el Dios deAbraham, de Isaac y de Jacob, el Diosque moraba en la Shejiná entre las alasde los serafines.

Cuando estaban todos juntos en unlugar y de repente vino del cielo unestruendo como de un viento recio quesoplaba y apareció fuego y se posócomo lenguas repartidas, como de fuego,sobre cada uno de ellos (vea Hechos2:1-3), ¿qué fue eso? ¿Qué pudosignificar sino que Dios los estabamarcando en sus frentes con su ardientesantidad para decir: “Ahora ustedes sonmíos”?

La Iglesia nació del fuego, así comolas criaturas de Ezequiel 1 surgieron delfuego. Hoy tenemos grises cenizas, perodebemos ser hombres y mujeres defuego, porque ese es nuestro origen.

He aquí las palabras que nos dicencómo un día Dios desenterrará loscielos:

Pero los cielos y la tierra queexisten ahora, están reservados porla misma palabra, guardados parael fuego en el día del juicio . . . loscielos pasarán con grandeestruendo, y los elementos ardiendoserán deshechos, . . . los cielos,encendiéndose, serán deshechos, ylos elementos, siendo quemados, se

fundirán . . . (2 Pedro 3:7, 10, 12).

¿Qué es ese fuego? ¿Tiene que ser elfuego atómico de una bomba dehidrógeno? No se deje engañar por loscientíficos. No permita que susconceptos y percepciones espiritualessean arrastrados a una investigación dellaboratorio. El asombroso fuego fueradel cual se movían los serafines, esefuego que moraba entre los querubines yesa luz resplandeciente que derribó aPablo, ese es el mismo fuego quedisolverá el cielo y la tierra: lamajestuosa presencia de esa Cosa santa,esa Cosa terrible. (No se ofenda porquedigo Cosa: sé que Él es una Persona,Dios el Santo de Israel. Pero hay algo

respecto a Él que es formidable yterrible).

El Santo y el pecadorEste Santo confronta al pecador, quien

cree que va a decidir cuándo servirá aCristo. Él va a mangonear a Dios. Va adecidir si acepta a Jesús o no, si va arecibirlo o no, a obedecerle o no. Él vaa ir por el atrio con orgullo y sacandopecho.

El pecador, que esta noche apoyará lacabeza en la almohada con un latidoentre él y la eternidad, se dice a símismo: Yo decidiré esta cuestión. Soyun hombre con libre albedrío. Dios noestá forzando mi voluntad. No, Él no lo

hará; pero yo tengo unas palabras parael pecador. “¿No eres tú desde elprincipio, oh Jehová, Dios mío, Santomío? Muy limpio eres de ojos para verel mal, ni puedes ver el agravio”(Habacuc 1:12-13).

La gente dice: “¿Sus problemas sondemasiado para usted? Jesús manejarásus problemas. ¿Está mentalmenteatribulado? Jesús le dará paz mental.¿Tiene problemas en la oficina? Jesús leayudará en la oficina”. Todo eso escierto, pero, ¡oh qué lejos está de lareligión bíblica! ¡Dios estaba en mediode ellos!

¿Qué fue lo que reunió a la gente en ellibro de los Hechos? Ellos ministrabanal Señor, ayunaban y oraban. Y allí en la

formidable presencia oyeron la voz delEspíritu Santo que dijo: “Apartadme aBernabé y a Saulo” (Hechos 13:2).Ahora cuando la iglesia se reúne, nosabocamos a nuestro plan, a nuestrorazonamiento y a nuestro pensamiento,cuando el Dios grande y santo está enmedio de nosotros.

Le recomendaría que recuerde estaspalabras: “Muy limpio eres de ojos paraver el mal”. Usted tiene mal en su vida,en su corazón, en su hogar, en sunegocio, en su memoria, todo lo noconfesado, no perdonado y nopurificado. Recuerde que es solo por lainfinita paciencia de Dios que usted noes consumido (vea Lamentaciones 3:22).“Nuestro Dios es fuego consumidor”

(Hebreos 12:29). Y también está escrito:“Seguid . . . la santidad, sin la cual nadieverá al Señor”. De todas partes vienenmaestros con sus interpretaciones grissucio, tirando abajo esto, explicándolo ydiciendo: “Vean la nota sobre esto oaquello”. Pero sigue vigente: “Santidad,sin la cual nadie verá al Señor”.

Si usted puede interpretar esoclaramente e irse a su casa sin serincomodado, me pregunto si sus ojos hancontemplado alguna vez esa cosaterrible. Me pregunto si tiene “elconocimiento del Santísimo”(Proverbios 9:10). Me pregunto si esasensación de la abrumadora y aplastantesantidad de Dios ha venido alguna vez asu corazón.

Era común en otros tiempos, cuandoDios era el centro de la adoraciónhumana, arrodillarse en el altar ysacudirse y temblar, llorar y transpiraren la agonía de la convicción de pecado.Se la esperaba en ese tiempo. No lovemos ahora porque el Dios quepredicamos no es el Dios eterno yterrible: “Santo mío”, que es “muylimpio . . . de ojos para ver el mal”.

Hemos usado la interpretación técnicade la justificación por fe y la imputaciónde la justicia de Cristo hasta diluir elvino de nuestra espiritualidad. ¡Dios nosayude en esta hora mala!

Nosotros entramos a la presencia deDios con almas contaminadas. Venimoscon nuestros propios conceptos de

moralidad, que hemos aprendido de loslibros, de los periódicos y de la escuela.Venimos sucios a Dios: nuestro blancomás blanco está sucio, nuestras iglesiasestán sucias y nuestros pensamientos sonsucios, ¡y no hacemos nada al respecto!

Si viniéramos a Dios sucios, perotemblando, impactados y atemorizadosen su presencia, si nos arrodilláramos asus pies y lloráramos como Isaías: “¡Ayde mí! . . . perdido estoy, pues soyhombre de labios inmundos” (Isaías 6:5,LBLA), entonces podría comprender.Pero entramos saltando en su presenciaterrible. Estamos sucios, pero tenemosun libro llamado Siete pasos hacia lasalvación que nos da siete versículospara sacarnos de nuestros problemas. Y

cada año tenemos más cristianos, másgente asistiendo a la iglesia, másiglesias construidas, más dinero y menosespiritualidad y menos santidad. Nosestamos olvidando de la “santidad, sinla cual nadie verá al Señor”.

Le digo esto: Quiero que Dios sea loque Dios es: el santo impecable, lainaccesible Cosa santa, el Santísimo.Quiero que Él sea y siga siendo ELSANTO. Quiero que su cielo sea santo ysu trono sea santo. No quiero que Élcambie o modifique sus requerimientos.Aunque me dejara afuera, yo quiero quequede algo santo en el universo.

Usted puede unirse casi a cualquieriglesia hoy en día. Oí recientemente decierta iglesia en la cual al cantar el

último himno abren las puertas ycualquiera puede unirse. Un gánsterpuede unirse. Yo digo: “¡Nunca, nunca,nunca!”. Si no pueden entrar al cielo, ¡nodeberían poder entrar a nuestrasiglesias! Permitimos que nuestrasiglesias permanezcan gris sucio en vezde suplicar por la blancura santa.

Tan pronto como alguien comienza apedir que los cristianos sean santos,alguien viene y dice: “Bueno, hermano,no te entusiasmes demasiado con esto;no te conviertas en un fanático. Dioscomprende nuestra carne; Él sabe que nosomos sino polvo”. Él sabe que nosomos sino polvo, pero también diceque Él es “muy limpio . . . de ojos paraver el mal” y que sin santidad “nadie

verá al Señor”.Thomas Binney escribió una de las

cosas más admirables y maravillosasque se hayan escrito jamás:

¡Luz eterna! ¡Luz eterna!Qué pura debe ser el alma

Cuando, colocada en tu vistainquisitivaNo retroceda, sino que con calmodeleitePueda vivir y mirarte a ti.

Los espíritus que rodean tu tronoPueden soportar tu ardiente gozo;Ciertamente solo ellos,Ya que nunca jamás han conocido

Un mundo caído como este.¡Oh!, ¿Cómo podré yo, cuyo ámbitonativoEs oscuro, cuya mente es opaca,Ante el Inefable aparecer,Y en mi espíritu natural soportarEl haz de luz increado?

“¿Cómo podré yo . . . en mi espíritunatural soportar el haz de luz increado”:ese ardiente haz, del cual surgieron los“seres ardientes” que cantan: “Santo,Santo, Santo es el Señor Diostodopoderoso”? ¿Cómo puedosoportarlo?

Todas sus ayudas religiosas, todas susBiblias marcadas, todos sus amigoscristianos joviales, bromistas, que

celebran banquetes, todo eso nosignificará nada cuando cada uno denosotros sea llamado “a comparecerante el Inefable y nuestro espíritudesnudo soporte el haz de luz increado”.

¿Cómo vamos a hacerlo?

Hay una manera de que el hombrese eleve,A ti, sublime Morada;Una ofrenda y un sacrificio,La energía del Espíritu Santo,Un Abogado con Dios:

Estos, estos nos preparan para verLa santidad arriba;Los hijos de la ignorancia y lanoche

Pueden morar en la Luz eterna,Por medio del eterno Amor.

Creo que esa es una de las cosas másmagníficas jamás escritas por hombremortal. No lo cantamos mucho; esdemasiado terrible y tenemos temor deél.

“Los espíritus que rodean tu trono”—los serafines, querubines, ángeles,arcángeles, principados, las potestades,las criaturas caídas—“pueden soportarel ardiente gozo”, pero eso es porque“ellos nunca jamás han conocido unmundo caído como este”.

Pero, ¿cómo puedo yo “soportar esteardiente gozo”? No es suficiente quealguien marque un Nuevo Testamento y

frote mi nariz en él y trate deconsolarme. ¡No quiero ser consolado!Quiero saber como será ese tiempocuando deje a mi esposa, a mis hijos, amis nietos y a todos mis buenos amigos.No hay ni uno de ellos que puedaayudarme en esa hora terrible cuando yoaparezca ante el Inefable, y el haz de luzincreado impacte sobre mi espíritudesnudo.

Hay una manera. Es por medio de la“ofrenda y el sacrificio” de “el Abogadopara con Dios”. Pero no tome eso a laligera. La conversión era una cosarevolucionaria, radical, maravillosa,terrible, y gloriosa. Pero no quedamucho de eso. Hemos olvidado queDios es el Santo de Israel.

Oh Dios, el tiempo corre, volandocomo un pájaro asustado. El pájaro deltiempo está volando y tiene pococamino para revolotear. El vino de lavida se está yendo gota a gota, y lashojas de la vida están cayendo una auna. Pronto, ante el Inefable todohombre debe aparecer para rendircuentas por los hechos realizados en elcuerpo. Oh, Padre, mantén en nosotrosun sentido de santidad para que nopodamos pecar y justificarlo, sino queel arrepentimiento sea profundo ennuestras vidas. Te lo pedimos en elnombre de Cristo. Amén.

Capítulo 10

La perfección de Dios

De Sion, perfección de hermosura,Dios ha resplandecido (Salmo50:2).

En este versículo tenemos tres palabrasen especial relación unas con otras:“perfección”, “hermosura” y “Dios”. Y

aunque es Sion la que es llamadaperfección de hermosura, es laperfección de hermosura porque Dios haresplandecido en ella.

Al tratar de comprender elcristianismo actual (y con eso no quierodecir el liberalismo ni el modernismo;quiero decir el evangelicalismo ocristianismo evangélico) debemos teneren cuenta dos cosas que han ocurrido enlos últimos cincuenta años. Debemostener en cuenta las ganancias obtenidas ylas pérdidas que hemos sufrido.

Nuestras ganancias ypérdidas

Que las iglesias han obtenido algunasganancias en los últimos cincuenta añosno puede ser negado por nadie quequiera ser veraz. Por ejemplo, va a laiglesia un porcentaje de la poblacióntotal mayor que el que solía ir, y hay unmayor número de personas que sellaman a sí mismas cristianas. Y ademásse multiplican las escuelas y seminariosteológicos, escuelas bíblicas, institutoscristianos de varias clases. Hay unasiempre creciente inundación deliteratura cristiana que está siendopublicada y difundida.

Luego está la popularidad de lareligión en nuestro tiempo. Supongo quecuando las cosas son populares es másfácil propagarlas que cuando no lo son.

Y por cierto el evangelio es bastantepopular ahora. Tenemos como ventajamejores sistemas de comunicación:radio, televisión (si a usted le gusta),teléfono y todos los demás mediosmodernos de comunicación. Hemosincrementado el transporte que permitiráa un predicador predicar en Chicago a lamañana y en Nueva York a la noche. Ytenemos varias organizacionesmisioneras que han surgido a lo largo delos años.

Estaba pensando que no hay un sologrupo lingüístico, étnico, o social enningún parte que no tenga alguien que seincline a evangelizarlo. Tenemos a losque quieren evangelizar a los judíos, alos hombres de negocios, a los

estudiantes, a quienes están en loshospitales, a los que están en prisión, y atodos, en todo lugar. No podemos negarque se está haciendo mucho bien y elevangelio está siendo propagado. Esasson las ganancias que hemos obtenido, yhay muchas otras.

Pero hemos sufrido algunas pérdidasen el ínterin. Quiero mencionar anteusted estas pérdidas. Hemos perdido ennuestro cristianismo evangélico casitotalmente lo que la gente solía llamartemor de Dios. Y junto con nuestrapérdida del temor de Dios vino unacorrespondiente ligereza yfamiliaridades hacia Dios que nuestrospadres nunca conocieron.

Falta de conciencia de loeterno

Hemos perdido además la concienciade lo invisible y lo eterno. El mundoestá demasiado con nosotros así que loinvisible y eterno parece estar bastanteolvidado, o al menos no somosconscientes de él. Solo tomamosbrevemente conciencia de eso cuandoalguien muere. La Iglesia ha perdido laconciencia de la divina Presencia y elconcepto de majestad.

En una ocasión dije en un servicioque habíamos organizado tanto nuestrasiglesias que Dios podría irse sin que nosenteráramos. Durante la semana recibíuna llamada de una señora que había

estado en ese servicio, pero que asistíaa una iglesia evangélica diferente. Ellano fue crítica ni áspera, pero parecíaestar angustiada. Dijo: “Señor Tozer, oílo que usted dijo, que Dios podría dejaruna iglesia sin que nos enteráramos.Quisiera decirle que Dios ha dejadonuestra iglesia”.

Yo no quería ser culpable de hablarcontra la iglesia o ayudarla en su críticaa la iglesia, así que dije: “Tal vez elEspíritu Santo está contristado en suiglesia”.

“Oh, eso pasó hace tiempo”, dijo ella.“Hace tiempo que el Espíritu fuecontristado. Dios el Espíritu se haretirado.”

No sé cuán veraz era su juicio al

respecto. Ella era muy amable ydelicada. No estaba criticando mucho yaque solo expresaba lo que creía que eraun hecho. La conciencia de la divinaPresencia parece haberse marchado delas iglesias a un grado realmenteterrible.

Nosotros también parecemoshabernos alejado totalmente delconcepto de majestad. Esta es la era delhombre común y junto con el hombrecomún ha venido el dios común. Ya notenemos héroes, porque cualquiera esigual a todos los demás, y el hombrecomún tiene ahora el control. Pero juntocon el hombre común, digo, está el dioscomún, y con él la pérdida absoluta delconcepto de majestad.

Pero usted dice: “Señor Tozer, ¿ya nohay concepto de majestad? ¿El mundoentero no concurrió cuando la reina fuecoronada hace algunos años?”.1 Esecirco que hicieron en televisión no tieneen absoluto ningún sentido de majestad.No hubo majestad allí. Hemos coronadoreinas de la calabaza y reinas delalgodón y otras clases de reinas en estepaís, y fue la misma mezcla deteatralidad y sexo que se encuentra entodo lugar. Si esa muchacha hubiera sidouna anciana dama hogareña no se habríahecho mucho. Pero era una hermosamuchacha de modo que tuvimos un granmomento, pero faltaba la majestad.Podían decir: “Su Majestad”, pero no losentían.

El cristiano moderno ha perdido elsentido de la adoración junto con elconcepto de majestad y, por supuesto,también la reverencia. Ha perdido sucapacidad de hacer introspección y tenercomunión con Dios en el lugar secreto,en el santuario profundo de su propioespíritu. Esto es lo que hace alcristianismo, y no hemos hecho más queperderlo. Añadimos números, sí, peroperdimos el temor. Multiplicamos lasescuelas sí, pero perdimos la concienciade lo invisible. Toneladas de literaturason difundidas, por supuesto, pero sinconciencia de la divina Presencia.Mejor comunicación, ciertamente, peronada para comunicar. Organizacionesevangelísticas, sí, pero el concepto de

majestad, adoración y reverencia casi seha ido.

Ganancias externas, pérdidasinternas

El resultado total ha sido que nuestrasganancias fueron externas y nuestraspérdidas, internas. Esta es la grantragedia de esta hora. Y al fin nuestrasganancias pueden probar que no son másque pérdidas esparcidas en un áreamayor. Cualquiera puede ver que, si lacalidad de nuestra religión esperjudicada, aunque la estemosextendiendo a más personas, estamosperdiendo en vez de ganar. Y si solotenemos tanta gloria y la extendemos

escasamente, no hemos ganado nada.Creo que es ahí donde estamos. Y creoque nunca podremos recobrar nuestragloria hasta que volvamos a ser llevadosa ver la terrible perfección de Dios.

A lo largo de los años ha crecido miconvicción de que debemos recobrar elconcepto de la perfección de Dios.Debemos volver a ver cuán terrible[completamente formidable] es Dios,cuán hermoso y cuán perfecto. Ydebemos comenzar a predicarlo, acantarlo, a escribir sobre él, apromoverlo, a hablarlo, a contarlo y aorarlo hasta que hayamos recobrado elconcepto de majestad, hasta que laconciencia de lo divino vuelva a nuestrareligión, hasta que hayamos recuperado

la capacidad y el deseo de retirarnosdentro de nuestros corazones y adorar aDios en el silencio de nuestros propiosespíritus.

He tratado de hacer volver a la gentede lo externo de la religión a lo interno.He intentado quitar las nubes y mostrar aDios en su gloria. Me he levantado casisolo a predicar esto, y ha sido algoextraño. Es raro oír a un hombrepredicar acerca de Dios el Santo. A laspersonas les gusta oír sobre eso, y meinvitan aquí y allá a predicarlo. Pero,¿por qué no podemos captar esteconcepto? No sé por qué, pero no medesanimo.

Si continuamos como estamos,esparciendo nuestra deteriorada

religión, nuestro debilitado cristianismohasta que el Señor venga, el Señoratravesará las nubes y se manifestarámajestuoso y maravilloso arriba en elcielo y abajo en la tierra y debajo delmar, y en todo lugar se inclinarán y loreconocerán como Señor y Rey. Peroquisiera ver que eso vuelva a la Iglesiaantes de que llegue esa dramática hora.Quisiera ver que lo sepamos ahora.

¿Qué es la perfección?¿Qué significa perfección? Según

Webster, perfección significa “el gradomás elevado posible de excelencia”. Loque es perfecto no carece de nada quedebiera tener y no tiene nada que no

debiera tener. La perfección es plenitudy completud. Algo que es perfecto nocarece de nada y no tiene nada que nodeba tener.

Esta palabra “perfección” o“perfecto” es una palabra relativa. Seencuentra bastante poco en la Biblia,porque es la traducción al español devarias palabras hebreas y griegas.Significa “lo que es excelente, lo que esel grado más elevado posible deexcelencia”. Por supuesto es una palabrarelativa y la usamos de diversasmaneras. Hablamos de que esta oaquella cosa terrenal es perfecta; laBiblia hace lo mismo.

La perfección es estar completo en sunaturaleza. Es decir, es ser perfecto en

lo que a usted se refiere. Si otra cosa deotra naturaleza fuera como usted, esosería imperfecto. Permítame ilustraresto. Cuando nace un niño, una de lasprimeras cosas que el médico hace, yuna de las primeras cosas que la madreansiosa hace, es examinarlo y ver si estábien. Buscamos dos piernas, dos brazos,dos ojos, dos orejas, una nariz. Ycuando encontramos que todo tiene elnúmero correcto y está en el lugarcorrecto sonreímos y decimos: “Bueno,gracias a Dios por un pequeño bebésaludable”. Eso es perfección para unniño humano.

Pero suponga que en la granja nace unpotrillo y es examinado por el ansiosogranjero. Él no busca dos patas; busca

cuatro. Y si el animal tuviera dos seríadeforme. Si el bebé tuviera cuatropiernas sería deforme. Perfección estener solo lo que se debería tener, ser loque es. La perfección en esa manerarelativa significaría completud yplenitud de lo que usted es. Pero nopodemos pensar así en Dios. Superfección significa el grado máselevado posible de excelencia, entoncesde ningún modo podemos aplicar a Dioseste concepto. ¿Cómo podemos aplicar aDios “lo más alto posible”? ¿Hay algoque no sea posible con Dios? ¿Cómo siDios hubiera sido creado y hubierahecho lo más elevado posible, que Élfuera tan perfecto como fuera posiblepara Él? No, eso no se puede aplicar a

Dios; es solamente aplicable a lascriaturas.

Dios no conoce medidaCuando explicaba la infinitud de Dios

señalé que en Dios no conoce medida.Dios no está en la cumbre máxima deuna siempre ascendente perfección delser, desde el gusano hacia arriba hastaque alcanzamos finalmente a Dios. Porel contrario, Dios es completamentediferente y separado, así que Dios noconoce medida. Dios es simplementeDios, una infinita perfección de plenitud,y no podemos decir que Dios es un pocomás o un poco menos. “Más” y “menos”son palabras para las criaturas.

Podemos decir que un hombre tiene unpoco más de fuerza hoy que ayer.Podemos decir que un niño es unpoquito más alto este año; él estácreciendo. Pero no se puede aplicar máso menos a Dios, pues Dios es elPerfecto; sencillamente, es Dios.

A veces cuando hablamos de laperfección usamos la palabraexcelencia. ¿Alguna vez se detuvo apensar lo que significa esa palabra?Significa “estar en un estado desuperación”, lo cual implica uncomparación con algo o alguien. Laexcelencia en un músico significa que éles mejor músico que los demás músicos.Si él tiene un alto grado de excelencia,podríamos decir que tiene perfección en

su campo. Él no, pero nosotrospodríamos usar la palabra.

Pero cuando se trata de Dios, Él dice:“¿A qué, pues, me haréis semejante o mecompararéis? dice el Santo” (Isaías40:25). Usted no compara a Dios.Decimos que Dios es incomparable, ycon eso queremos decir que solo Diospermanece como Dios, que nada puedecompararse con Él. Isaías fue muycategórico aquí, y usó un lenguaje muyhermoso y elocuente, diciéndonos queno debemos comparar a Dios con nadani nadie: nada arriba en los cielos ninada abajo en la tierra.

La ley de Moisés decía: “No te harásimagen, ni ninguna semejanza de lo queesté arriba en el cielo, ni abajo en la

tierra, ni en las aguas debajo de latierra” (Éxodo 20:4). Hubo gente quepensó que eso significaba que nunca sedebía hacer ninguna obra de arte. Peroel hecho es que en el templo había obrasde arte ordenadas por Dios. De modoque Dios no estaba en contra de lasobras de arte; Él estaba en contra desustituir a Dios por ellas o pensar queeran como Dios.

“¿A qué, pues, me haréis semejante ome compararéis?”, dijo Dios. Y sinembargo, la Biblia usa esta palabraperfecto todo el tiempo, y la aplica aDios y a cosas que no son Dios. Porejemplo, está el mandamiento del Señor:“Sed, pues, vosotros perfectos, comovuestro Padre que está en los cielos es

perfecto” (Mateo 5:48). En el originalgriego, exactamente las mismas palabrasque se aplican a Dios se aplican tambiéna las personas.

¿Sabe por qué Dios usa la mismapalabra? Porque no hay ninguna otrapalabra. No se puede hallar el idiomaque diga lo que Dios es. Así que Dioshace lo mejor que puede, considerandoquiénes y cómo somos, para darse aconocer a nosotros. Dios no estálimitado en sí mismo. Él está limitado ennosotros. Pablo dijo: “Sois estrechos envuestro propio corazón” (2 Corintios6:12), lo cual significa “Son ustedesmismos: ustedes son estrechos en suspropios corazones”. La incapacidad deDios para comunicarse con nosotros no

es debida a la imperfección del GranDios, sino a la imperfección del hombrea quien Él esta tratando de darle laverdad.

Cuando aplicamos la perfección aDios, queremos decir que Él tieneabsoluta plenitud y completud de todo loque tiene. Tiene absoluta plenitud depoder. Tiene además absoluta completudde sabiduría. Él tiene absolutoconocimiento. Él tiene absolutasantidad.

Cuando digo que un hombre es uncantante perfecto, restrinjo eso en mimente. Pienso: Bueno, él hace lo mejorque una persona puede hacer. Pero,cuando digo que Dios es santo, no lorestrinjo. Quiero decir eso absoluta y

completamente. Dios es lo que es y esoes. El poder y el ser de Dios, susabiduría y conocimiento, su santidad ysu bondad, su justicia y su misericordia,su amor y su gracia—todos estos y másde los atributos de Dios—son de unaperfección increada, brillante yabsoluta. Se los llama la hermosura delSeñor nuestro Dios en la versión enespañol de Casiodoro de Reina (Bibliadel Oso) y en la Reina Valera Revisión2000.

“Y sea la hermosura del SEÑORnuestro Dios sobre nosotros” dijoMoisés en el Salmo 90:17 (RV2000 yBiblia del Oso). Y David dijo: “Unacosa he demandado a Jehová, éstabuscaré; Que esté yo en la casa de

Jehová todos los días de mi vida, paracontemplar la hermosura de Jehová, ypara inquirir en su templo” (27:4). “Lahermosura del Señor” significa que Diostiene todo lo que debería tener de todo,una completud de todo. Si es amor,entonces no hay límite para el amor deDios. Si es misericordia, no hay límitepara la misericordia de Dios. Si esgracia, no hay fronteras para la gracia deDios. Si es bondad, no hay límites parala bondad de Dios. Y a esto se le llamala hermosura del Señor nuestro Dios.

“De Sion, perfección de hermosura,Dios ha resplandecido” (Salmo 50:2).¿Por qué Sion era la perfección terrenalde hermosura? Porque su hermosuraprovenía del Dios resplandeciente que

moraba entre las alas de los querubines.No era solo arquitectónicamentehermosa sino que todos los conceptosacerca de ella eran hermosos. Suhimnodia era hermosa. Sus ideas deadoración eran hermosas, brillando allíen el sol, sabiendo que Dios estaba allíentre las alas de los querubines morandoen la Shejiná.2 Era hermosa sobre todala tierra. Todas las cosas cuando seacercan a Dios son hermosas. Y son feascuando se alejan de Él.

Lo que honra a Dios eshermoso

A medida que envejezco amo más los

himnos y menos la música secular. Lamúsica secular, por más hermosa yartística que pueda ser, y por más quepueda expresar la genialidad delcompositor, tiene una joya faltante en sucorona. Pero un himno, aunque no reflejeel mismo grado de genialidad y un buenmúsico pudiera hallar fallas en él, sinembargo es hermoso porque tiene a Diosallí. El canto que honra a Dios es seguroque es hermoso.

Por esa razón el Salmo 23 es tanbello: porque honra a Dios. Y así ocurrecon la propia Biblia entera; es un librohermoso y brillante. Es hermoso, seaque esté encuadernado con el papel máseconómico o con el cuero más costoso;sea impreso en papel de prensa o en el

más delicado papel de la India. Es unhermoso libro.

La teología misma es algo hermoso,hermoso porque es la mente razonandoacerca de Dios. Es la mente de rodillasen un estado de apasionada devoción,razonando acerca de Dios, o deberíaserlo. Es posible que la teología seconvierta en algo muy difícil y distante,y que podamos sacar a Dios de nuestrateología. Pero la clase de teología de lacual hablo, el estudio de Dios, es algohermoso.

Por eso supongo que cuando unhombre envejece va más a David ymenos a Platón. Por eso es que va menosa Aristóteles y más a Pablo. Hayhermosura en Pablo y en David, porque

Pablo y David celebraban la perfecciónde Dios, mientras que los otros tratabancon otras cuestiones en general.

El cielo es el lugar de supremabelleza. Creo que debemos repensartodo nuestro concepto del cielo;debemos comenzar a orar y a escudriñarlas Escrituras al respecto. Si usted fueraa ir a París al menos miraría un folletopara conocer adonde iría. Y si usted vaa ir al cielo creo que debe saber algoacerca de él.

Se dice mucho al respecto en lasEscrituras, pero estamos tan ocupadosviviendo aquí abajo que no estamos muyinteresados en él. No voy a tratar dedescribirlo; me temo que la mente decualquiera que intente describir el cielo

se trastornaría por el peso mismo. Esono puede hacerse. Pero el cielo es ellugar de suprema belleza, eso es lomáximo que podemos decir. ¿Y por qué?Porque la perfección de la belleza estáallí.

“Sea la hermosura del SEÑORnuestro Dios sobre nosotros” (Salmo90:17, RV2000). ¿Hubo jamás algo máshermoso que la historia del nacimientode Jesús? ¿Hubo jamás algo máshermoso que la imagen de Jesúsandando entre los hombres con ternura yhumildad, sanando a los enfermos yresucitando a los muertos, perdonando alos pecadores y restaurando a lasociedad a la pobre gente caída? ¿Hayalgo más maravilloso que Él yendo a la

cruz para morir por aquellos que loestaban crucificando?

¿Hubo algo más hermoso que ser elCreador de su propia madre, haberhecho el mismo cuerpo que le dioprotección y finalmente lo dio a luz almundo? ¿Hubo algo más terrible ymagnífico y misterioso que el Dios-Hombre caminando entre los hombres,diciendo: “Yo veía a Satanás caer delcielo como un rayo” (Lucas 10:18) y“Antes que Abraham fuese, yo soy”(Juan 8:58)? Él era “el unigénito Hijo,que está en el seno del Padre” (Juan1:18).

La belleza se centra en Cristo

Toda belleza se centra alrededor deJesucristo. Por esa razón, dejando aparteel comercialismo, la Navidad es algotan hermoso. Y es por eso que la Pascuaes tan hermosa. Para mí, la Pascua esmás hermosa que Navidad porque laPascua celebra un triunfo, y la Navidadcelebra la llegada de Alguien quetodavía no había luchado. Él habíanacido para luchar, pero no habíaluchado. Pero cuando llega la Pascua,cantamos: “Los tres días tristes pasaronpronto; Él resucita glorioso de losmuertos”.3 Y hay hermosura allí, aunqueno está la belleza del color, de lostrazos, o de la proporción física. Ustedpuede adorarlo a Él en un establo; puedeadorarlo en una mina; puede adorarlo en

una fábrica.No es la belleza externa la que es

hermosa sino la interna. El cielo eshermoso porque es la expresión deaquello que es la perfección de lahermosura. Y aunque esto es verdad delcielo, debo decir además que el infiernoes el lugar de absoluta y monstruosafealdad, porque no tiene perfección;solamente existe la monstruosadeformidad moral. No hay nada hermosoen el infierno. Y en el cielo, porsupuesto se halla la suprema hermosura.

La tierra se halla en medio. La tierraconoce la fealdad y la hermosura; sehalla entre el cielo y el infierno. Y loshabitantes de la tierra deben decidir sivan a buscar la hermosura del cielo o la

monstruosa, absoluta fealdad delinfierno.

La gente se preocupa por si hay fuegoo no en el infierno. No tengo razonespara no creerlo; lo que la Biblia dice lotomo como la verdad. No dudaría enreferirme al fuego del infierno, pues laEscritura habla del “lago de fuego”(Apocalipsis 20:14-15). Pero si nohubiera fuego en el infierno, si elinfierno fuera un país habitable, aun asísería el país más feo del universo, ellugar más terriblemente deformeconocido en la creación porque no haynada de la perfección de la hermosura.Solo Dios es absolutamente perfecto.

Nada malo es hermosoNo es posible que algo malo sea

hermoso. La Escritura dice “Adorad aJehová en la hermosura de la santidad”(Salmo 29:2). Es posible que algoimpuro sea lindo o atractivo, hastafascinante. Pero no es posible que seahermoso. Solamente lo que es santopuede ser básicamente hermoso.

“Adorad a Jehová” dice la Escritura,“en la hermosura de la santidad”. No esuna mención superficial, ni una relacióncasual de palabra con palabra: lahermosura de la santidad y la perfecciónde la hermosura, y el hecho de que soloDios sea perfecto. Todas encajan juntashermosamente, y caen en su lugar, puesDios es hermoso más allá de lo

descriptible. “Cuán hermoso debe server a Dios” dice el himno. Y cuánindeciblemente horrible debe ser ver elinfierno.

Si usted pudiera pensar en unaprisión, si pudiera pensar en un lugar delque toda esperanza y toda misericordiahan huido, entonces podría pensar en elinfierno. Si pudiera pensar en un lugardel que estuviera ausente toda lasabiduría moral, donde no hubierasantidad y la bondad estuviera ausente,donde no hubiera justicia, misericordia,amor, bondad, gracia, ternura o caridad,sino solamente una monstruosa plenitudde impureza multiplicada, locura moral,odio, crueldad, e injusticia, entoncespensaría en el infierno. Es por esta razón

que Dios nos llama hacia sí mismo.¿Cuándo vamos a levantar una

cosecha de predicadores que comiencena predicar la perfección de Dios y digana la gente lo que debe oír: que Jesucristonació de la virgen María y sufrió bajoPoncio Pilato para morir y volver avivir? Él resucitó para poder salvarnosde las eternas monstruosidades, y lasfealdades que están lejos de Dios, queno son Dios. Él nos acerca a lahermosura que es Dios. Él vino allamarnos a que nos alejemos delpecado, nos alejemos de la deformidady la fealdad eterna que es el infierno, yvayamos hacia la santidad, la perfeccióny la hermosura eternas.

Jesucristo es Dios que viene a

nosotros, pues “Dios estaba en Cristoreconciliando consigo al mundo” (2Corintios 5:19). Oh, ¡qué hermoso esese pensamiento de que Dios vino anosotros en ese humilde pesebre! ¡Quéhermoso que Él vino a nosotros ycaminó entre nosotros! Él vino connuestro cuerpo y forma, cargando sobresí mismo nuestra humanidad, para poderlimpiarnos, purificarnos, purgarnos,rehacernos y restaurarnos, a fin devolver a llevarnos con Él a ese lugarque es la perfección de la hermosura.

No sé donde está el cielo. Leí que lagente del programa espacial lanzó unaflecha bañada en oro, a sesenta y tantosmiles de millas de distancia, y algunosse preguntan si al fin podría estar

llegando o no al cielo. Tuve que sonreírante eso, porque Dios no mora en elespacio; el espacio es nada para Dios.El gran corazón infinito de Dios reúneen sí mismo a todo el espacio.

Nuestro programa espacial es comoun bebé que juega con una pelota degoma en Wrigley Field. No puede hacernada sino golpearla por allí y arrastrarsetras ella. Si la envía a dos pies, grita conplacer como si hubiera lanzado unjonrón. Pero allí fuera, a 400 pies dedistancia, se extiende el campo. Serequiere de un hombre fuerte para enviarla pelota sobre la valla.

Cuando el hombre envía su pequeñaflecha, y alcanza la luna y entra en órbitaalrededor de ella, se jacta de ello

durante años. Continúa muchachito,juega con tu pelota de goma. Pero elgran Dios que rige el universo sonríe ensu corazón. No está impresionado. Élestá llamando a la humanidad hacia símismo, hacia su santidad, su hermosura,su amor, su misericordia y su bondad.Ha venido para reconciliarnos y nosllama a volver.

Nada maravilloso hay en elmundo

Le pregunto, ¿qué tiene para ofrecerel mundo? Nada. Estamos siendobombardeados constantemente poranunciantes que están tratando dehacernos creer que los aparatos que

fabrican merecen nuestra atención.Claro, si usted quiere ir a algún lugar ynecesita un automóvil, obtenga uno, perono imagine que eso sea maravilloso. Siquiere volar a San Francisco, vuele,pero no imagine que eso seamaravilloso. No imagine que nada seamaravilloso.

“Y será llamado ConsejeroMaravilloso” (Isaías 9:6, NTV), y soloÉl puede hacer participar y maravillar aángeles, serafines, querubines,arcángeles y todos los seres y criaturas.Solamente Él es maravilloso, y vino anosotros para reconciliarnos consigomismo. ¡Cuán hermoso, cuánmaravilloso!

Hay una canción que dice “Toma

todos mis intereses mortales y déjalosmorir, y dame solo a Dios”. Si usteddesea orar estratégicamente, de unamanera que agrade a Dios, ore que Dioslevante hombres que vean la hermosuradel Señor nuestro Dios y comiencen apredicarla y extenderla a la gente, en vezde ofrecer paz mental, liberación delcigarrillo, un mejor empleo y una casitamás linda.

Dios sí libera a los hombres delcigarrillo; sí ayuda a los hombres denegocios; sí responde la oración. Peroeso son solo añadiduras. Son el nivel dejardín de infantes de la religión. ¿Porqué no podemos ir más allá y decir conel salmista: “De Sion, perfección dehermosura, Dios ha resplandecido”

(Salmo 50:2), y mirar a la cima delmonte y ver la ciudad de nuestro Dios,la nueva Jerusalén? Dios, la Maravilladel universo, está brillando desde allí.

¿De qué sirve toda nuestra ajetreadareligión si Dios no está en ella? ¿De quésirve si hemos perdido la majestad, lareverencia, la adoración, la concienciade lo divino?

¿De qué sirve si hemos perdido elsentido de la Presencia y la capacidadde replegarnos a nuestro propio corazóny encontrarnos con Dios en el huerto? Sihemos perdido eso, ¿por qué construirotra iglesia? ¿Por qué lograr másconvertidos a un cristianismodecadente? ¿Por qué traer gente para quesiga a un Salvador desde tan lejos que

Él ya no los reconozca?Necesitamos mejorar la calidad de

nuestro cristianismo, y nunca lo haremoshasta que volvamos a elevar nuestroconcepto de Dios al que tenían losapóstoles, sabios, profetas, santos yreformadores. Cuando volvamos a ponera Dios donde le corresponde, instintivay automáticamente volveremos aavanzar; toda la espiral de nuestradirección religiosa será ascendente.Pero tratamos de solucionarlo conmétodos; tratamos de producirlo contecnología; tratamos de crearavivamientos con maniobraspublicitarias.

Tratamos de promover la religión,olvidando que descansa sobre el

carácter de Dios. Si tengo un bajoconcepto de Dios, mi religión solopuede ser un asunto barato y diluido.Pero si mi concepto de Dios es digno deDios, entonces puede ser noble y digna;puede ser reverente, profunda, hermosa.Esto es lo que quiero ver una vez másentre los hombres. Ore de esta manera,¿quiere hacerlo?

Oh, Dios Padre nuestro, qué fácil esreincidir, estar viviendo y sin embargoestar muerto. Cuán fácil es convertirseen parte de un tropel de gente deiglesia jovial, que charla y ríetontamente, mientras el mundoenvejece, el juicio se acerca, el infiernoensancha sus límites y el anticristo se

prepara para tomar el mando. Mientrasel mundo se unifica y se alista para unrey, oh Dios, mi iglesia está jugando ydiciendo: “Yo soy rico, y me heenriquecido, y de ninguna cosa tengonecesidad” (Apocalipsis 3:17).Tenemos más gente que asiste, tenemosmás dinero que lo que jamás tuvimos.Nuestras iglesias cuestan más ynuestras escuelas están llenas ynuestros programas son muchos. Peroestamos olvidando, oh mi Dios, que lacalidad de nuestro cristianismo ha sidograndemente afectada.

Oh, restaura otra vez, clamamos,vuelve a restaurar a tu Iglesia su visiónde ti. Vuelve a restaurar a tu Iglesia lavisión del Gran Dios. Muéstranos tu

rostro, tu hermoso rostro, unapermanente visión de la Majestad. Note pediremos un haz de luz fugaz;queremos una permanente visión de tien toda tu maravilla.

Oh Dios, los hombres pecan una yotra vez mientras se ríen de la religión;se ríen de ella y la toleran. Pero, ohDios, hemos perdido nuestro temor ynuestro sentido de majestad y nuestroasombro. Vuelve a darnos, oramos, lamajestad de los cielos; vuelve a danosuna visión de la majestad para quepodamos saber cuán maravilloso eres.“Tu majestad, cuán brillante; cuánhermosa tu misericordia en lasprofundidades de la ardiente luz”.

Envíanos adelante a orar, a caminar

sabiendo que en verdad estamos en elhuerto, así como caminabas tú “en elhuerto, al aire del día” (Génesis 3:8), yAdán se escondió. Oh cuántos denosotros, Señor, nos escondemos detrásde una cosa o de otra porque noestamos preparados moral yespiritualmente para salir y caminarcontigo. Pero “Caminó, pues, Enoc conDios, y desapareció, porque le llevóDios” (Génesis 5:24). Moisés miró turostro y su rostro brilló (vea Éxodo34:29). Oh Dios, envíanos no solo ahacer conversos, sino a glorificar alPadre y a presentar la hermosura deJesucristo a los hombres. Todo esto lopedimos en el nombre de Jesucristonuestro Señor. Amén.

Notas finales

CAPÍTULO 10LA PERFECCIÓN DE DIOS

1. La coronación de Isabel II, Reina deInglaterra, ocurrida en 1952.2. Shejiná: Un término hebreo aplicadoa la manifestación visible de lapresencia de Dios.3. “The Strife Is O‘er” (El conflicto esarriba), traducido al inglés por Francis

Pott.

Notas de la traducción

CAPÍTULO 3LA BONDAD DE DIOS

a. “Dios vaquero”, “religión delvaquero”. Entendemos que el siguientepárrafo de un artículo de Tozer puedeayudar a comprender el concepto: “Elacto de adorarlo, o no, dependerá delconcepto que tengamos de Dios; es porello que yo desconfío de esos vaquerosconvertidos a medias, que se refieren a

Dios como ‘al Hombre de allá arriba.’No creo que lo adoren para nada porquesu concepto de Dios no es digno ni de Élni de ellos. La enfermedad horrible queexiste en la iglesia de Cristo, es que novemos su grandeza. Estamos demasiadofamiliarizados con Él”. A.W. Tozer,“Aquella joya perdida de la adoración”,Revista Rhema Nº 58.http://www.peniel-argentina.org/rhema/rhema%2058/articulo2.htm(Consulta en línea, 26 de febrero de2013).b. Fuente:http://www.amediavoz.com/khayyam.htm#LAVIDA UNIVERSAL (Consulta en línea,17 de febrero de 2013).

CAPÍTULO 9LA SANTIDAD DE DIOS

a. Shejiná: Término hebreo aplicado ala manifestación visible de la presenciade Dios.

Contenido

Reconocimientos

Cómo usar esta guía

Sesión 1: Introducción

Sesión 2: Capítulo 1. La infinitud deDios

Sesión 3: Capítulo 2. La inmensidad de

Dios

Sesión 4: Capítulo 3. La bondad deDios

Sesión 5: Capítulo 4. La justicia deDios

Sesión 6: Capítulo 5. La misericordiade Dios

Sesión 7: Capítulo 6. La gracia de Dios

Sesión 8: Capítulo 7. La omnipresenciade Dios

Sesión 9: Capítulo 8. La inmanencia deDios

Sesión 10: Capítulo 9. La santidad deDios

Sesión 11: Capítulo 10. La perfecciónde Dios

Sesión 12: Revisión

Reconocimientos

Mucha gente me ha ayudado en esteesfuerzo, pero quiero agradecerespecialmente a:

Jon Graf, que pavimentó elcamino para las guías de estudio deTozer con su Study Guide for ThePursuit of God (Guía de Estudio deLa búsqueda de Dios), que usécomo modelo para esta guía.

Dan Bareman y su clase deImmanuel Alliance, por dedicar untrimestre de la Escuela Dominical aponer a prueba estas lecciones.

Mi esposa, que valientementerenunció a tantas horas de estarjuntos para esto.

Cómo usar esta guía

Esta guía de estudio ha sidodesarrollada para ayudarlo a usted aobtener lo mejor de Los atributos deDios volumen uno, de A. W. Tozer. Esole posibilitaría a usted entender másclaramente lo que Tozer está diciendo yaplicar a su propia vida las verdadesque él establece.

La guía de estudio está diseñada parauso tanto personal como grupal. La

sección de estudio personal (el materialque se presenta primero en cada sesiónde esta guía) debería leerse después deque usted haya leído el correspondientecapítulo de Los atributos de Diosvolumen uno. Permita que suscomentarios y preguntas lo ayuden areflexionar sobre los principales puntosque Tozer formula. También le proveeráversículos adicionales para leer yestudiar. La sección para el estudio engrupo ofrece un plan de lección ypreguntas para la discusión para quienesdeseen utilizar Los atributos de Diosvolumen uno como texto para una clasede adultos de la Escuela Dominical o unestudio en grupos pequeños.

Estudio personalYa sea que estudie usted

personalmente o como líder de una claseo grupo pequeño, debe comenzar porleer la sección de estudio personal de lasesión 1. Eso le proveerá deinformación sobre los antecedentes deA. W. Tozer y los dos volúmenes de Losatributos de Dios.

Desde ese punto en adelante, el mejormétodo de estudio será leerdetenidamente un capítulo de Losatributos de Dios volumen uno y luegoseguir con la correspondiente lección dela guía de estudio. A menos que ustedsea líder de un grupo, no necesitará leerla sección “PLAN DE LECCIÓN—Estudio grupal”.

Estudio Grupal: instruccionespara el líder

Para preparar cada sesión de su claseo grupo, usted deberá leer toda lasección de esta guía que coincide con elcapítulo de Los atributos de Diosvolumen uno que su grupo estéestudiando. En otras palabras, deberáleer tanto la sección para estudiopersonal como el plan de lección para elgrupo.

En los planes de lección para el grupose usan los mismos subtítulos que parael estudio personal. Se hace así paraayudarlo a encontrar información

rápidamente. Cuando la actividadrecomienda que usted lea una cita deLos atributos de Dios volumen uno,generalmente se indican los números depágina del texto del libro, o la cita estáen la sección de estudio personal de estaguía bajo el correspondiente subtítulo.La sección de estudio personal tambiénle sugerirá aspectos significativos queusted podría querer destacar.

Naturalmente, todos los miembros delgrupo deben tener un ejemplar de Losatributos de Dios volumen uno ymantenerse al día con las tareas delectura. Estas lecciones, sin embargo,están diseñadas para que aun losmiembros que no hayan cumplido lastareas de lectura puedan obtener algunos

beneficios de la clase.

Sesión 1

Introducción:A. W. Tozer y los atributos de Dios

Estudio personalMaterial complementario: David J. Fant,Jr., A. W. Tozer: A Twentieth-CenturyProphet [A. W. Tozer: un profeta delsiglo veinte] (Camp Hill, PA:WingSpread Publishers, 1964; reprint,

2002); James Snyder, In Pursuit of God:The Life of A. W. Tozer [En busca deDios: La vida de A.W. Tozer] (1991); A.W. Tozer: The Knowledge of the Holy(San Francisco: Harper and Row, 1961)[Hay edición castellana: Elconocimiento del Dios santo, EditorialVida, 1996].

Bienvenido a Los atributos de Diosvolumen uno. Antes de comenzar elprimer capítulo, le ayudará conocer unpoco acerca del autor de este libro y decómo llegó a existir este volumen.

A. W. Tozer nació en una pequeñagranja de la Pensilvania rural. Vino aCristo siendo joven y comenzó el

ministerio pastoral sin habersepreparado en ninguna universidad niseminario. Sirvió solamente en unaspocas iglesias en sus cuarenta y cuatroaños de ministerio, treinta y uno de ellosen una modesta congregación deChicago. Nada en sus antecedentesindica el profundo impacto que tendríasobre las vidas de millones de creyentesde todo el mundo.

Aunque disfrutó de una saludablereputación como predicador, si nohubiera sido por su habilidad comoescritor jamás habría alcanzado laprominencia mundial que logró. Sus doslibros más populares—La búsqueda deDios y El conocimiento del Dios santo—son considerados clásicos en los

géneros de vida cristiana y teologíapopular.

Los dos volúmenes de Los atributosde Dios tienen cierta combinación deesos dos best sellers, en cuanto cubrenlos mismos tópicos que El conocimientodel Dios santo (los atributos de Dios) ytienen el sabor devocional de Labúsqueda de Dios. Cada atributo deDios que es discutido en esos dos libroses presentado a la luz de la relaciónpersonal del creyente con Dios.

Ambos volúmenes de Los atributosde Dios comenzaron siendo una serie demensajes grabados, lo que habría sidoun inconveniente para otro predicadorque no fuera Tozer. La transcripción dela mayoría de los sermones, aunque

muchos son realmente buenos, puedehacer aburrida su lectura porque hay unadefinida pérdida en el poder deexpresión cuando el mensaje pasa delhabla viva a la página impresa. Pero noes así en Tozer. Se ha dicho que élescribió sus sermones con el formato deun artículo de revista, lo que explicaríapor qué ellos retienen en el papel tantode su dinamismo.

Además, he editado cuidadosa perolevemente el material para recortar lascasi inevitables redundancias y frasespoco claras propias de cualquiermensaje hablado. Me he esforzado enmantener la “voz” de Tozer aunquelimando asperezas del texto hacia la altacalidad de sus otras obras escritas. El

resultado es una serie de capítulosbastante amenos sobre los atributos deDios, compilados en un formato quepienso que Tozer habría encontradoaceptable.

Al comenzar este estudio, usted sepreguntará: ¿Qué llevó a Tozer apredicar sobre los atributos de Dios? Larespuesta a eso está envuelta en laconsumidora ambición a la cual éldedicó su vida.

Tozer fue un hombre impulsado por eldeseo de conocer a Dios en plenitud.Jon Graf, en su guía de estudio de Labúsqueda de Dios, dice que Tozer leconfesó una vez a Robert Battles, suamigo de toda la vida: “Quiero amar aDios más que ninguno de mi

generación”. Graf manifestó: “Paraalgunos de nosotros eso puede sonaregoísta y arrogante, pero para Tozer noera así. Eso simplemente surgía de susincero deseo de enriquecer su relacióncon el Señor”.

El deseo de conocer a Dios másprofunda e íntimamente guío de modonatural a Tozer a estudiar los atributosde Dios. Como él mismo dice en estevolumen:

El cristianismo de cualquierépoca ha sido fuerte o débildependiendo de su concepto deDios. E insisto sobre esto y lo hedicho muchas veces, que elproblema básico de la Iglesia de

hoy es su indigna concepción deDios (capítulo 3 del libro para elestudio).

Pondere por un momento estos otroscomentarios de Tozer sobre nuestranecesidad de conocer acerca de Dios siverdaderamente intentamos conocer aDios:

Es vitalmente importante quepensemos concienzudamenterespecto a Dios. Dado que Él es elfundamento de todas nuestrascreencias religiosas, se sigue que sierramos en nuestras ideas de Dios,nos descarriaremos respecto a todolo demás.

This World: Playground orBattleground? (Este mundo: ¿patio de

juegos o campo de batalla?)La esperanza de la Iglesia reposa

en la pureza de su teología, esdecir, sus creencias acerca de Diosy el hombre y sus recíprocasrelaciones.

The Set of the Sail (Hacerse a la mar)Con bastante frecuencia se nos

ha advertido que la moralidad decualquier nación o civilización sesigue de sus conceptos de Dios.Una verdad paralela se oye menosfrecuentemente: cuando una iglesiacomienza a pensar impura einadecuadamente acerca de Dios,

empieza a declinar.Debemos pensar noblemente y

hablar dignamente de Dios. NuestroDios es soberano. Haríamos bienen seguir a nuestros antepasadoschapados a la antigua que sabían loque era arrodillarse en adoraciónadmirados, sin aliento, en lapresencia del Dios que estádeseoso de reivindicarnos como supropiedad por gracia.

Jesus, Our Man in Glory (Jesús, nuestrohombre en la gloria)

La adoración, digo, se eleva ocae según nuestro concepto deDios; es por eso que no creo enesos vaqueros convertidos a

medias que llaman a Dios “elHombre de arriba”. No creo queellos adoren en absoluto, porque suconcepto de Dios es indigno deDios e indigno de ellos. Y si hayuna enfermedad terrible en laIglesia de Cristo es que no vemos aDios tan grande como es.

Worship: The Missing Jewel(Adoración: La joya perdida)

A medida que avance en estaguía de estudio, sea individual ogrupalmente, responda lassiguientes preguntas:

• ¿Qué implicaciones tiene mientendimiento de este particularatributo para mi relación con Dios?

• Si verdaderamente entiendo y creo eneste atributo de Dios, ¿cómocambiaría eso mi modo de vivir?Creo que si usted mantiene en su

mente esas preguntas mientras lee yestudia, obtendrá el máximo beneficiode Los atributos de Dios volumen I.Que el Señor lo bendiga en su viajehacia el corazón del Padre.

PLAN DE LECCIÓN—Estudio grupal

Propósito: Ayudar a mis estudiantesa prepararse para este estudio delos atributos de Dios definiendo loque es un atributo y discutiendo porqué Tozer elige predicar acerca deellos.

Introducción1. Comience con oración.2. Haga que alguien lea Jeremías 9:24.

Haga que el grupo discuta lo quesignifica “entender” y “conocer” alSeñor.

Aprender sobre los atributosde Dios1. Lea las citas de Tozer en el estudio

personal (al comienzo de la Guía deEstudio de este capítulo). Respondalas siguientes preguntas:

a. ¿Qué relación establece Tozerentre nuestro concepto de Dios ynuestro caminar cristiano?b. ¿Es una afirmación válida? ¿Porqué sí o por qué no?

2. Lea la siguiente definición de lapalabra atributo: “Una característicao cualidad de una persona o cosa”(Webster’s New World Dictionary,Third College Edition, Simon &Schuster, 1988). Discuta con la clasecómo aprender acerca de los atributosde Dios puede perfeccionar nuestroconcepto de Dios.

3. Si todavía no ha repartido losejemplares de este libro, hágalo ahora.Dedique unos minutos a examinar losdiversos atributos mencionados en la

tabla de contenido. Pregunte: “¿Quéatributos los intrigan especialmente?¿Por qué?”.

4. Basándose en el estudio personal,explique un poco la vida de A. W.Tozer y cómo este libro llegó a existir.Deberá decir algo que puedaconvencer a los miembros de su clasede que deben leer el libro capítulo acapítulo, de cabo a rabo.

Cierre1. Asigne la tarea de leer el capítulo 1

del libro. Para despertar el apetito desu grupo, usted puede leer una breve eincisiva cita del capítulo.

2. Cierre con oración.

Sesión 2

Capítulo 1:La infinitud de Dios

Estudio personal• Reriérase al capítulo 1 del libro para

el estudio.• Material complementario: Juliana de

Norwich, Revelations of Divine Love[Revelaciones del Amor Divino]

(New York:Penguin Classics, 1999).

Parece natural que al hablar de losatributos de Dios, Tozer comience por lainfinitud. Como Tozer la define,infinitud significa que “todo lo que Dioses, lo es sin límites ni fronteras”.Probablemente el mayor peligro alestudiar los atributos de Dios es laposibilidad de llegar a pensar, al menosde modo subconsciente, que podemosentender completamente a Dios. Tozerseñala de inmediato ese errorconceptual resaltando que Dios esinfinito: nunca podemos llegar al fin denuestro conocimiento de Él.

Sin embargo, ¿no es raro que

comience su mensaje con el siguienteversículo?

Si, pues, habéis resucitado conCristo, buscad las cosas de arriba,donde está Cristo sentado a ladiestra de Dios. Poned la mira enlas cosas de arriba, no en las de latierra. Porque habéis muerto, yvuestra vida está escondida conCristo en Dios (Colosenses 3:1-3).

Extraño, ¿verdad? El pasaje parecediscutir la posición del creyente enCristo, más bien que la infinitud deDios. ¿Por qué el capítulo comienzaaquí? La respuesta a esa pregunta es elhilo que corre a través de los dosvolúmenes de Los atributos de Dios: En

cada capítulo, Tozer procura mostrarcómo los atributos de Dios se relacionandirectamente con nuestra vida en Él.

El viaje al infinito“Las últimas ocho palabras de este

versículo, dice Tozer, constituirían unbuen sermón para cualquiera: ‘Vuestravida está escondida con Cristo enDios’”. En esta vida escondida en Dioses en donde la infinitud de Dios seencuentra con nuestra necesidadespiritual. Para ilustrarlo, Tozer cita deRevelations of Divine Love[Revelaciones del amor divino], de laautora medieval lady Juliana deNorwich: “Súbitamente la Trinidad

llenó mi corazón de gozo. Y entendí queasí sería en el cielo, por la eternidad”.Tozer comenta que esa es una visión delcielo claramente diferente del cielo“utilitario” con el que mucha gentesueña. Lea la descripción de Tozer deesas dos concepciones del cielo alcomienzo del capítulo. ¿Cuál está máscerca de su concepto del cielo?

La vida escondida empieza, diceTozer, cuando nos damos cuenta de que“Dios es todo cuanto podríamos tener ypodemos desear”. Una vez querealmente creemos que todo cuantonecesitamos y deseamos se encuentrasolamente en Dios, la significación de lainfinitud de Dios es sobrecogedora.Como Tozer lo expresa;

El cristianismo es una puertahacia Dios. Y entonces, cuandousted entra en Dios, “con Cristo enDios”, está en un viaje hacia loinfinito, a la infinitud. No haylímites ni lugar para detenerse. Nohay solo una obra de la gracia, niuna segunda o tercera, y eso estodo. Hay innumerablesexperiencias y épocas y crisisespirituales que pueden ocurrir ensu vida mientras usted viaja haciael corazón de Dios en Cristo.

¡Dios es infinito! Ese es elpensamiento más difícil que lepediré que capte. Usted puede noentender lo que significa infinito,pero no deje que eso lo moleste;

¡yo no lo entiendo y estoy tratandode explicárselo a usted!.

El infinito no puede sermedido

Tozer trata de ayudarnos a concebir lavastedad de la infinitud de Diosmostrándonos cuán diferente es Él de lascosas creadas. “No hay nada ilimitadosino Dios, y nada infinito sino Dios.Dios existe por sí mismo y es absoluto;todo lo demás es contingente y relativo”.

Mi ilustración favorita es la que éltoma prestada de C. S. Lewis:

C. S. Lewis dijo que si usted

pudiera pensar en una hoja depapel extendida infinitamente entodas direcciones, y si tomara unlápiz e hiciera una línea de unapulgada de largo, eso sería eltiempo. Donde usted empieza apresionar el lápiz representa elcomienzo del tiempo y donde lolevanta del papel, el fin del tiempo.Y alrededor, infinitamenteextendido en todas direcciones,está Dios.

En todo esto, Tozer nos está invitandoa expandir nuestras mentes—a ejercitarnuestra imaginación—para concebir lagrandeza de Dios. No, por supuesto, nopodemos captar la vastedad de Dios con

nuestras pequeñas, finitas mentes, peroeso es un comienzo hacia tener unaconcepción de Dios que sea más dignade Él. Tozer dice que esa clase deejercicios mentales son “una buena curapara este pequeño dios barato quetenemos ahora”.

De la misma manera que evaluó suconcepto del cielo al comienzo de estalección, piense en su concepto de Dios.Aunque nadie puede esperar concebir aDios de una manera que siquiera seaproxime a su infinita majestad, hágase así mismo estas preguntas: ¿Es miconcepto de Dios demasiado pequeño?¿Es digno del Dios a quien sirvo?¿Cómo podría una idea de Dios másgrande afectar la manera en que vivo?

Dios se complace consigomismo

Algunas personas parecen temer talconcepción de Dios alto y magnánimo,porque en sus mentes aparece frío,impersonal y distante. Tozer, sinembargo, no tiene tal temor ni talconcepto erróneo. Por eso nos recuerdaque Dios se complace consigo mismo ycon su creación.

Una madre no tiene quelevantarse para alimentar a su bebéa las dos de la madrugada. No hayninguna ley que la obligue ahacerlo. La ley probablemente laobligará a cuidar del pequeño

pillo, pero no tendría la obligaciónde darle ese amoroso cuidado quele brinda. Ella quiere hacerlo. Yosolía hacerlo por nuestrospequeños, y lo disfrutaba. Unamadre y un padre hacen lo quehacen porque les gusta hacerlo.

Lo mismo sucede con nuestroformidable, eterno, invisible,infinito, sabio, omnisciente Dios, elDios de nuestros padres, el Dios yPadre de nuestro Señor Jesucristo yel Dios a quien llamamos “nuestroPadre que está en los cielos”. Él esilimitado e infinito; no puede serpesado ni medido; no se le puedenaplicar la distancia, el tiempo ni elespacio, ya que Él hizo todas las

cosas y todas las cosas en Élsubsisten, en su propio corazón.Aunque se levanta por encima detodo, al mismo tiempo este Dios esun Dios amigable, agradable, y sedeleita consigo mismo.

¿Describe esto su relación con Dios?¿Es Él su Padre infinito pero personal yamoroso? ¿Sabe que Él se deleita enusted?

Dios se deleita en su obraSi queda alguna duda de que el

infinito Dios se deleita en nosotros,Tozer refiere la parábola de la ovejaperdida de Lucas 15, donde el pastor,

cuando encuentra la oveja perdida,“regocijándose, la pone sobre sushombros” (15:5, BTX).

Tozer dice que Dios estáentusiasmado con toda su creación.“Este Dios infinito está disfrutando.Alguien la está pasando bien en el cieloy en la tierra y en el mar y en elfirmamento”. Al meditar en la vastainfinitud de Dios, no debemos imaginarde ningún modo que la grandeza de Diosdisminuya ni por un momento su interésy solicitud por todas las obras de susmanos. Este es el gran Dios al queservimos: infinito, pero íntimo.

Cantar con júbilo

Tozer señala también que hubocánticos en la creación (“cuandocantaban juntas las estrellas del alba”[Job 38:7, LBLA]), y que habrá cánticosal fin de tiempo (“y cantaban un nuevocántico” [Apocalipsis 5:9]), así como enotros eventos principales del eterno plande Dios. Todas las obras de Dios sonuna jubilosa celebración.

Esto nos trae de nuevo a la cita delady Juliana, del comienzo del capítulo:“Súbitamente la Trinidad llenó micorazón de gozo. Y entendí que así seríaen el cielo, por la eternidad”. Dios nosllama a unirnos a la celebración con elPadre, el Hijo y el Espíritu Santo. LadyJuliana también dijo: “Donde apareceJesús se entiende la bendita Trinidad”.

Como Tozer dice:La infinita Deidad nos invita a

que vayamos a Él a compartir lasintimidades de la Trinidad. YCristo es el camino.

La luna y la tierra giran de talmanera que solo vemos un lado dela luna y nunca vemos el otro. Eleterno Dios es tan inmenso, taninfinito, que no puedo tener laesperanza de conocer todo lo quehaya para saber de Él. Pero Diostiene un lado enfocado hacia elhombre, así como la luna tiene unlado enfocado hacia la tierra. Asícomo la luna siempre tiene esa carasonriente hacia la tierra, Diossiempre tiene un lado enfocado

hacia el hombre, y ese lado esJesucristo.

¿Qué podemos aprender de esteestudio de la infinitud de Dios?Descubrimos un Dios que está más alláde nuestra comprensión, pero que estáíntimamente interesado en nosotros. Másque eso, nos invita a relacionarnos conÉl. Él es el Dios de quien nuncallegaremos a aburrirnos, el Dios a quienpodemos conocer, pero sin alcanzarnunca su fin. ¡Este es el Dios al queadoramos!

PLAN DE LECCIÓN—Estudio grupal

Propósito: Ayudar a mis estudiantesa comprender el atributo de

infinitud de Dios, y cómo se aplicaa las relaciones con Él.

Introducción1. Comience con oración.2. Haga que alguno lea Colosenses 3:1-

3. Discutan cómo se relaciona estepasaje con la infinitud de Dios.

El viaje al infinito1. Pida a los estudiantes que busquen y

relean la definición de Tozer de lainfinitud de Dios en el texto delcapítulo. (Pista: está bajo estesubtítulo.)

2. Discutan lo que Tozer quiere decircon “el viaje al infinito”. Para romperel hielo, lea esta afirmación: “No haysolamente una obra de la gracia, ni unasegunda o tercera, y eso es todo. Hayinnumerables experiencias y épocas ycrisis espirituales que pueden ocurriren su vida mientras usted viaja haciael corazón de Dios en Cristo”.

El infinito no puede sermedido1. Pida a los estudiantes que dediquen

un momento a meditar en silencio en lailustración de C. S. Lewis.

2. Tozer dice que muchos cristianos

tienen una inadecuada idea de Dios.“Este pequeño dios barato que hemosinventado puede ser su compinche: ‘elde arriba’, el que lo ayuda a ganar losjuegos de béisbol”. ¿Es justa estaafirmación? Discútanlo.

Dios se complace consigomismo1. Formule esta pregunta a la clase:

“¿Por qué Tozer cambia de tema eneste punto y comienza a hablar de queDios se complace consigo mismo ycon las obras de sus manos?”.

2. Lean Filipenses 2:5-8. Compare esteversículo con lo que Tozer dice acerca

de la actitud de Cristo hacia laencarnación.

Dios se complace en su obraDiscutan las siguientes dos afirmacionesde Tozer:1. “Hay entusiasmo en la Deidad, y hay

entusiasmo en la creación”.2. “Deberíamos dejar de pensar como

científicos y pensar como salmistas”.

Cantar con júbilo1. Haga que la clase forme una lista de

los actos significativos de Dios quesegún Tozer comprenden cánticos.

Pregunte si alguno puede pensar enotros principales acontecimientosbíblicos que incluyan cantos yregocijo.

2. Discutan la importancia de cantar queestá presente en todos esosacontecimientos.

Cierre1. Lean el párrafo sobre “la luna y la

tierra” bajo el subtítulo cantar conjúbilo. Pregunte a los estudiantes quéhan aprendido de este estudio de lainfinitud de Dios.

2. Asigne la tarea de leer el capítulo 2del libro.

3. Cierre con oración.

Sesión 3

Capítulo 2:La inmensidad de Dios

Estudio personal• Refierase al capítulo 2 del libro para

el estudio• Material complementario: Juliana de

Norwich, Revelations of Divine Love[Revelaciones del amor divino] (New

York: Penguin Classics, 1999).

Este particular capítulo se singularizaen que, junto con selectos pasajes de laEscritura, Tozer abre el mensaje con unaoración. Y a que esa oración es esta:“¡Padre, somos indignos de tener estospensamientos y nuestros amigos nomerecen escucharlos. Pero trataremos deescuchar y hablar dignamente . . .¡Muéstrate a nosotros, oh Dios!”. Es unaoración que sería apropiada parapreceder cualquiera de estos capítulossobre los atributos de Dios.

Tozer también realiza un trabajopreparatorio para capítulos posteriorescon una discusión sobre dos clases de

fe: nominal y real.La fe nominal es fe que acepta lo

que se ha dicho y puede citar textotras texto para probarlo . . . . Perohay otra clase de fe: es la fe quedepende del carácter de Dios . . . .El hombre que tiene fe real en vezde fe nominal ha encontrado unarespuesta correcta a la pregunta:“¿Cómo es Dios?” No existe unapregunta más importante que esa.El hombre de fe verdadera haencontrado una respuesta a esapregunta por revelación eiluminación.

La dificultad con la Iglesia dehoy—incluso la Iglesia que cree enla Biblia—es que nos hemos

detenido en la revelación. Pero larevelación no es suficiente.

IluminaciónLo que Tozer quiere decir con esto es

que la revelación (la Palabra escrita deDios) debe ser suplementada por lailuminación de la Palabra por el EspírituSanto. “La revelación dada es un mediopara un fin, y Dios es ese fin, no el textoen sí mismo”. Él hace un señalamientosimilar en un capítulo de La raíz de losjustos, titulado “¿Enseña la Biblia oenseña el Espíritu?”:

Es totalmente posible serinstruido en los rudimentos de la fey seguir sin tener un verdadero

entendimiento de lo que se trata. Yes posible seguir adelante hastallegar a ser experto en doctrinabíblica y no tener iluminaciónespiritual, con el resultado de quequeda un velo sobre la mente,impidiendo aprehender la verdaden su esencia espiritual.

¿Qué tiene que ver todo esto con lainmensidad de Dios? Una vez más Tozerestá enfatizando que el propósito deaprender los atributos de Dios no esmeramente conocer acerca de Dios, sinoconocer a Dios mismo. (¿Recuerda laoración del inicio? “¡Muéstrate anosotros, oh Dios!”. Y esto es departicular importancia cuandoconsideramos la inmensidad de Dios,

como veremos.

El tamaño de las cosasTozer vuelve a referirse al libro

Revelations of Divine Love(Revelaciones del amor divino) de ladyJuliana de Norwich, en el que elladescribe una visión que tuvo de “unobjeto muy pequeño, del tamaño de unaavellana”. Cuando preguntó qué podíaser eso, le fue revelado que “eso es todolo que está hecho”: toda la creación, eluniverso entero. Dios le estabamostrando cómo se ve el universo desdesu perspectiva.

Compare esto con lo que Tozer citaque Pascal dice de la perspectiva

humana sobre el tamaño de las cosas:“Nosotros estamos a mitad de caminoentre la inmensidad y lo que esinfinitesimalmente pequeño”.Comparativamente hablando, los sereshumanos son creaciones que están en elpunto medio entre la vastedad delespacio y la pequeñez del átomo. “Nohay manera de probar eso”, admiteTozer, “pero es una situación aterradoraestar en el punto medio de algo tangrande como el universo y también dealgo tan pequeño”.

Es tentador comenzar a extraerconclusiones en este punto, pero Tozertiene aun otra perspectiva de la relaciónde dios con el universo para quepensemos al respecto.

La inmanencia de DiosEl atributo de inmanencia (que

trataremos con mayor detalle en elcapítulo 8), es que Dios está en todaspartes y en todas las cosas, penetrando yperneando todo el universo. Esteatributo es diferente del de laomnipresencia de Dios (el cual, por otraparte, es tratado en el capítulo 7). “Nohay ningún lugar en el que Dios noesté”, como Tozer señala.

La inmensidad de DiosY sin embargo, añade Tozer, Dios es

tan inmenso que el universo no puedecontenerlo. Aunque está en todas las

cosas, Él no está confinado a ni escontenido por su creación. En cambio,Él la contiene a ella. Como ejerciciopara ver cómo esta visión de Dios sebasa en la Escritura, medite en Isaías 40.Note cómo se relacionan ciertosversículos con lo que Tozer ha dichohasta ahora sobre la inmensidad deDios. Es especialmente interesantecomparar el versículo 15 con la visiónde lady Juliana sobre la avellana.

Dios sostiene lo que amaCuando el universo es visto desde

esta perspectiva usted puedepreguntarse, junto con lady Juliana yTozer, qué sostiene juntas a todas las

cosas. La respuesta, por supuesto, esDios. “Dios ama lo que Él hizo. Y comolo hizo, lo ama, y porque lo ama, locuida”. El cuadro que Tozer pinta paranosotros es un Dios Creador queamorosamente nutre y abriga todo lo queha hecho, “sosteniendo todas las cosaspor la palabra de su poder” (Hebreos1:3).

¿Por qué no somos felices?El conocimiento de que Dios nos

guarda por su poder debería hacernos lagente más feliz del mundo, dice ladyJuliana. ¿Por qué no lo somos? Larespuesta a esta pregunta, y a todo eltema de este capítulo, es: Nos hace más

felices depender del mundo—esapequeña avellana—que de Dios.Tratamos de encontrar placer en cosasque son demasiado pequeñas, quesolamente nos pueden dejarinsatisfechos.

Después, tras haber desbarajustadonuestras vidas con cosas, queremosañadir a Dios a la mezcla. Como diceTozer, tratamos de tener a Dios con unsigno más—Dios más esto, o Dios másaquello—, lo que no puede funcionarnunca:

Usted fue hecho a la imagen deDios, y nada menos que Dios puedesatisfacerlo. Y aunque espere serde esos cristianos que “meten lamoneda en la ranura (es decir, con

la certeza de obtener algo acambio), obtienen la salvación,escapan del infierno y van al cielo”(esa pobre visión infantil delcielo), recuerde una cosa: con elpaso de los años encontrará que noestá satisfecho con “cosas másDios”. Usted necesitará tener aDios menos todas las cosas.

Eso puede sonar como si Tozer nosestuviera diciendo que vivamos como unermitaño en una cueva, y ciertamente, unmal entendimiento de esta verdad esprobablemente la fuente de muchos delos extremismos de varias épocas de lahistoria de la Iglesia. Pero Tozer nosestá diciendo que podemos tener cosas,

y aun amar cosas como dones de Dios,mientras no hagamos que seannecesarias para nuestra felicidad.

¿De qué maneras depende usted de lascosas del mundo para su felicidad?¿Podría sobrevivir su fe a la pérdida detodas las cosas?

El entusiasmo de DiosRetornando a un tema del capítulo 1,

Tozer nos recuerda que Dios esentusiasta respecto de su creación,especialmente nosotros, la única partede su creación que está hecha a supropia imagen. Pero, como dice Tozer, acausa de que “no creemos que Dios sedeleita, se deleita infinitamente con

nosotros”, nos resulta difícil tener elmismo entusiasmo por Él.

Tal entusiasmo es la clave para elavivamiento, cuando sinceramentepodemos orar con lady Juliana: “¡OhDios, dame de ti! Porque nada fuera deti puede llenarme”. Esa oración mereceser orada cada día.

Hambre de DiosEn su manera medieval de expresarlo,

lady Juliana dice que “jamás he queridoalgo [que fuera] menos que Dios”, locual significa “no me sería suficiente”.Esta hambre de Dios—desconocida einexpresada para la mayoría de la gente—es lo que Tozer ve como la causa raíz

de la enfermedad mental, el asesinato, elsuicidio y otras miserias humanas.

Esta es la mayor calamidad paraun alma humana: haber sido hecha ala imagen de Dios, con un espíritutan grande que puede contener eluniverso, pero que clama por más.Imagine un alma más grande quelos cielos y los cielos de loscielos, pero vacía de Dios. Imagineir por la eternidad gritando:“Nunca me faltes, oh Dios”, ¡porsiempre!

Me pregunto si las llamas delinfierno no serán atizadas desde loprofundo en ese santuario [delcorazón] donde, árida, deshecha yreseca, el alma del hombre clama:

“¡Oh Dios, nunca me faltes! Lo hetenido todo: religión, posición,dinero, un cónyuge e hijos, ropas,un buen hogar; pero todo eso es unapequeña avellana: no es nada. ¡Oh,Dios, perdí lo que más quería!”.

Dios debe ser lo primeroJesús dijo que de nada vale ganar el

mundo entero si usted pierde su alma(Marcos 8:36). Tozer advierte que estono significa que usted pueda meramente“añadir” a Dios a una vida llena deotros amores: Él debe ser lo primero, yen todo. Esta es la única manera de quesu vida pueda verdaderamente estar“escondida con Cristo en Dios”

(Colosenses 3:3). Luego Dios puedebendecirlo con cosas tales como dinero,educación, familia y amigos, pero solocon el entendimiento de que él puedequitarlos, que ellos nunca deben tratarde usurpar el trono de su corazón.

Como al inicio del mensaje, Tozer locierra con una oración. Es una que bienmerece ser orada también por nosotros:

Ahora, Padre, ¿querrásbendecir a todo aquel que recibaeste mensaje? ¿Nos concederás, terogamos, que podamos olvidar lascosas que están atrás y avanzarhacia las que están delante?¿Permitirás concedernos quepodamos ver que todo lo queexiste como apenas del tamaño de

una avellana y a nosotros mismosen Dios como vastos, tan vastosque abarquemos los mundos peroestemos completamente vacíos sinti? Llénanos, oh Dios, llénanos deti, porque sin ti todo nos faltará.Llénanos de ti, en el nombre deJesucristo. Amén.

PLAN DE LECCIÓN—Estudio grupal

Propósito: Ayudar a mis estudiantesa entender cómo la inmensidad deDios se refleja en el vacío denuestros corazones que solamenteÉl puede llenar.

Introducción1. Empiece con oración.2. Haga que alguien lea los tres pasajes

del comienzo del capítulo (Mateo16:25-26; Colosenses 3:3; Filipenses3:8). Discutan cuál es el tema comúnde esos pasajes. Pregunte si la oracióninicial que aparece al final delcapítulo da una pista sobre ese temacomún.

3. Pida a la clase que identifique lo queTozer quiere decir con fe nominal y fereal.

IluminaciónTozer dice que la respuesta apropiada

a la pregunta: “¿Cómo es Dios?” seencuentra mediante la iluminación de laPalabra de Dios por el Espíritu Santo.Pregunte a la clase cómo se relacionaesto con la inmensidad de Dios (vea elestudio personal [Guía de estudio deeste capítulo]).

El tamaño de las cosasDiscutan la visión de lady Juliana

donde todas las cosas creadas son “deltamaño de una avellana”. Pregunte cómoesa visión cambia nuestra perspectiva.

La inmanencia de DiosHaga que alguien lea el Salmo 139:8-

10, y luego que alguien lea la definiciónde inmanencia dada en el estudiopersonal (Guía de estudio de estecapítulo). Discútanlo.

La inmensidad de DiosHaga que alguien lea Isaías 40, con

especial énfasis en el versículo 14.Basándose en esta escritura, pregunte enqué difiere la inmensidad de Dios de lainmanencia de Dios.

Dios sostiene lo que amaDiscutan la explicación de Tozer de

por qué las cosas no caen: Dios las hizo,Dios las ama, Dios las guarda. ¿Qué

significado tiene eso para nuestrasvidas?

¿Por qué no somos felices?Formule al grupo estas preguntas:

¿Por qué andar buscando cosas nos dejainsatisfechos? ¿Cuál es la solución?

El entusiasmo de DiosDiscutan por qué Tozer trae a

colación el “entusiasmo de Dios”, untema del capítulo previo. ¿Cómo loaplica a nuestra necesidad de buscarlo aÉl?

Hambre de DiosPregunte si alguien del grupo ha

experimentado el hambre de corazón porDios que describe Tozer. Invítelos acompartir sus testimonios.

Dios debe ser lo primeroDiscutan la diferencia entre tratar de

“añadir a Dios” y tener su vida“escondida con Cristo en Dios”.

Cierre1. Lean juntos la oración que está al

final del capítulo 2.2. Asigne la tarea de leer el capítulo 3

para la próxima clase.3. Cierre con oración.

Sesión 4

Capítulo 3La bondad de Dios

Estudio personal• Refiérase al capítulo 3 del libro para

el estudio• Material complementario: Juliana de

Norwich, Revelations of Divine Love[Revelaciones del amor divino] (New

York: Penguin Classics, 1999). DavidJ. Fant, Jr., A. W. Tozer: A Twentieth-Century Prophet [A. W. Tozer: unprofeta del siglo veinte] (Camp Hill,PA: WingSpread Publishers, 1964;reprint, 2002).

A poco de iniciar este capítulo sobrela bondad de Dios, Tozer formula unaafirmación realmente provocativa: “Elcristianismo de cualquier época ha sidofuerte o débil dependiendo de suconcepto de Dios”. Tozer continúasugiriendo que el cristianismo de suépoca era débil por causa de una indignaconcepción de Dios. Eso fue hace unoscincuenta años, pero ¿hay alguna

evidencia de que nuestro conceptopopular de Dios haya mejorado?

Tozer también se refieredespectivamente a la “religión delvaquero”, por lo cual él muyprobablemente se refiere a la tendenciade los cristianos a imitar las últimasnovedades de Hollywood, que por esetema incluían westerns y baladascountry (vea, por ejemplo, el ensayocitado en la biografía de Tozer de DavidFant. ¿Cuál piensa usted que es elequivalente moderno de la “religión delvaquero”?

La solución a un concepto de Diospoco profundo, dice Tozer, es:“engrandeced al Señor” (Salmo 34:3).La palabra engrandecer, en este sentido,

significa ver la grandeza de Dios,cambiar nuestro concepto de Dios a unocercano a la realidad, aunque debemosreconocer que el infinito Dios nuncapodrá ser completamente comprendidopor nuestras mentes finitas y caídas.

Todo esto es presentado paraestablecer el nivel para una visión másrealista de la bondad de Dios.

Qué significa “bueno”Probablemente Tozer comienza

expresando preocupación por nuestroconcepto de Dios porque la bondad esel primero de los atributos que discuteque nosotros también podemos poseer,lo cual inmediatamente nos pone en

peligro de ver a Dios en términoshumanos. Es fácil comprenderpropiamente un atributo de Dios talcomo la infinitud, que es poseídosolamente por Él. Pero aquellosatributos tales como la bondad de Dios,que pueden ser parte de la personalidadhumana redimida (llamados a veces los“atributos morales” por los teólogos),pueden ser malinterpretados. Podemosfácilmente deslizarnos hacia laconsideración de la bondad humana, locual no puede empezar a describir labondad de Dios.

Es por esto que Tozer explica cómolos diferentes atributos de Diosinteractúan unos con otros. Por ejemplo,Dios es infinito. Por consiguiente, si Él

es bueno, es infinitamente bueno. Si esinmutable (que nunca cambia), entonceses inmutablemente bueno. Así quemientras nosotros poseemos (al menosuna persona redimida) la capacidad deser buenos, no debemos confundir esocon la infinita, inmutable bondad deDios.

Un verdadero entendimiento de labondad de Dios refuta el deísmo, al queTozer define como el concepto de Dioscomo “un ingeniero ausente que dirigesu mundo por control remoto”. Pero labondad de Dios es tal que Él no puedeser indiferente a su creación. ¿No esgrandioso saber que Dios estáparticipando activamente en el universocomo una expresión de su bondad?

Nuestra razón de vivirLa respuesta para toda pregunta,

sostiene Tozer, es “Dios en su bondad loquiso”. Esa es la razón por la quefuimos creados, por la que Dios nodestruyó a Adán y Eva cuando cayeron ypor la cual Dios envió a su único Hijo amorir en la cruz por nuestros pecados.La palabra operativa aquí es gracia: elfavor inmerecido de Dios, derramadasobre nosotros por la única razón de queÉl es bueno.

Es también por eso que Dios contestanuestras oraciones. Es probablemente ungran golpe a la teología de alguna genteoír a Tozer declarar: “Nadie jamásobtuvo nada de Dios sobre la base desus méritos”. Lo interesante, sin

embargo, es que nos pone a todosnosotros en el mismo plano. No haygrandes santos cuyas oraciones Diosresponde por causa de sus méritos. Ellosno son más meritorios que cualquieradel resto de nosotros. Todos somoselegibles por la gracia de Dios. ¿Porqué? ¡Porque Él es bueno!

Tozer suena de una manera similar ensu libro Christ the Eternal Son (Cristoel Hijo eterno):

Recordemos esto: Todo lo queDios hace es por gracia, porque nohay hombre, no hay criatura, no hayser que merezca nada. La salvaciónes por gracia, la creación es porgracia: todo lo que Dios hace espor gracia y cada ser humano ha

recibido de su plenitud.Esta gracia ilimitada debe

operar donde sea que lo que no esDios apele a lo que es Dios; dondesea que la voz de la criatura cruceel vasto golfo hasta los oídos delCreador . . .

Todo lo que usted tiene ha salidode su gracia. Jesucristo, la eternaPalabra, que se hizo carne y habitóentre nosotros, es el canal abierto através del cual Dios se mueve paraproveer todos los beneficios que Élda a santos y pecadores.

¿Y qué pasa con los años, elresto de su existencia?

Usted no puede creer que losmerezca, Usted no puede creer que

eso tenga algo que ver con queusted sea bueno o malo.

Confiese que eso viene de sugracia, porque el universo entero esel beneficiario de la gracia y labondad de Dios.

Bondad y severidad¿Qué decir de quienes rechazan la

bondad de Dios? Podemos hacerloporque tenemos libre albedrío o, comoTozer lo llama, “soberanía provisional”.Tenemos en nuestras vidas una pequeñamedida de autoridad (pequeña encomparación con la absoluta autoridadde Dios), para elegir ya sea servir aDios o a nosotros mismos, ir sea al cielo

o al infierno.Aun aquí, sin embargo, Dios en su

bondad ha provisto para nosotros. Tozervuelve a citar a lady Juliana: “Dios, ensu bondad, ha ordenado medios paraayudarnos, completos, justos y muchos;el mayor fue que tomó sobre sí lanaturaleza del hombre”. La capacidad deDios para simpatizar y empalizar connosotros se encuentra en Hebreos 2:17-18 y 4:15-16. Su provisión para nuestraredención (en las palabras de Juliana),actúa “convirtiendo toda nuestra culpaen adoración eterna”.

Podemos acercarnosconfiadamente a Él

La bondad de Dios significa quepodemos ser audaces—casi arrogantes,dice Tozer—en nuestras oraciones aDios. Y vuelve a enfatizar que nuestrosméritos no tienen valor alguno anteDios. “No soy un hombre bueno . . . Nopuedo ir a Dios y decirle: ‘Dios, no hicelo que hizo esa persona’. He hecho—enrealidad o con el pensamiento—todo loque puede ser hecho”. Y él ama a Diosmás que todos, porque “al que mucho sele perdona, mucho ama” (vea Lucas7:47).

La bondad de DiosTozer nos recuerda que “Jesús es

Dios. Y Jesús es el hombre más

bondadoso que haya vivido en estatierra”. Es por esto que no podemos verla bondad humana y esperar captar unaidea de cómo es la bondad de Dios.Todos los ejemplos humanos palidecenen comparación. Como el padre queacepta en casa a su hijo descarriado enla parábola del hijo pródigo, a Dios nole repugnan nuestras miserias. Él nos veperfectos aunque no lo somos, por causade su bondad.

Dios quiere complacernosJesús vino a poner fin a todas las

lágrimas humanas. Quiere que noscomplazcamos en él. El consejo deTozer—que repite una segunda vez para

enfatizarlo—es: “Hagamos a un ladotodas nuestras dudas y confiemos en Él”.

Es gracioso que nuestras dudas acercade la bondad de Dios parezcan centrarseen nosotros mismos: “¿Cómo Diospuede ser bueno conmigo, siendo tanmalo como soy? Alguno podría decirnosque sufrimos de baja autoestima ¡y quenecesitamos estimularnos a nosotrosmismos hasta que pensemos que somosmerecedores de su bondad! Pero en vezde magnificarnos a nosotros mismos—tratando de creer la mentira de quesomos más grandes de lo que realmentesomos—deberíamos magnificar a Dios.Debemos esforzarnos para verlo a Él tangrande como es, tan bueno como es—tanbueno que nos ama a pesar de nuestras

miserias. Piense en todo el esfuerzo queDios ha hecho—y continúa haciendo—para sacarnos de nuestras miserias yprepararnos para estar con Él en elcielo. Es por esto que Tozer cierra estecapítulo con un pensamiento realmentesorprendente, una verdad resonante:

“¿Alguna vez se detuvo a pensar queDios va a estar tan contento de que ustedesté en el cielo como lo estará usted deestar allí?”. ¡Alabado sea Dios por subondad!

PLAN DE LECCIÓN—Estudio grupal

Propósito: Ayudar a mis estudiantesa entender la inmensidad de labondad de Dios para con nosotros,

especialmente en su don de lasalvación.

Introducción1. Empiece con oración.2. Haga que el grupo discuta esta

afirmación de Tozer: “El cristianismode cualquier época ha sido fuerte odébil dependiendo de su concepto deDios”.

3. Pregunte al grupo lo que Tozer quisodecir con “religión del vaquero”.¿Hay un equivalente moderno de eso?

Lo que significa “bueno”

Haga que alguien lea los siete pasajesde la Escritura que están al comienzodel capítulo (Salmo 119:68; Isaías 63:7;Salmo 139:17; Deuteronomio 30:9;Salmo 36:7; Salmo 34:8; Mateo 7:11).Pregunte: “¿Cómo difiere la bondad deDios de la nuestra?”.

Nuestra razón de vivirHaga que la clase enumere algunas de

las cosas que nosotros—comocreyentes, pero también como serescreados por Dios—tenemos por causade la bondad y la gracia de Dios.Guarde esta lista para el final, cuandodediquen tiempo como grupo a dargracias a Dios por su bondad.

Bondad y severidadHaga que alguien lea Hebreos 2:17-

18 y 4:15-16. Discutan qué bendicioneshemos recibido como resultado de queel Hijo de Dios tomara la naturalezahumana.

Podemos acercarnosconfiadamente a Él

Discutan lo que Tozer quiere decirpor ser audaces en nuestras oraciones aDios. ¿Cómo se relaciona esto con suposterior confesión de supecaminosidad?

La bondad de DiosLean en el libro el primer párrafo que

sigue a este encabezado. Pregunte:“¿Cómo podría afectar nuestra manerade vivir el conocimiento de la bondadde Dios?”.

Dios quiere complacernosDiscutan la repetida afirmación que

Tozer: “Hagamos a un lado todasnuestras dudas y confiemos en Él”. ¿Quénos está pidiendo Tozer para queconfiemos en Dios?

Cierre

1. Lean los dos últimos párrafos delcapítulo. Dediquen algún tiempo comogrupo a alabar a Dios por su bondad.

2. Asigne la tarea de leer el capítulo 4para la clase de la semana próxima.

3. Cierre con oración.

Sesión 5

Capítulo 4:La justicia de Dios

Estudio personal• Refiérase al capítulo 4 del libro para

el estudio• Material complementario: Anselmo,

Anselm of Canterbury: The MajorWorks (Oxford: Oxford Univ. Press,

1998).

Buscando definir la justicia, Tozerdeclara que “la justicia es indistinguibledel juicio en el Antiguo Testamento”.Consulté una concordancia y veo que élestá totalmente en lo correcto: la mismapalabra hebrea es traducida “justicia” enalgunos versículos y “juicio” en otros.

Tozer también dice correctamente quela palabra hebrea para justicia/juiciotiene implícito un significado de“rectitud” o “equidad”. Y señala que,por contraste, la palabra iniquidadsignifica “torcido”. Es por esto queEzequiel 18:25 dice: “Oíd ahora, casade Israel: ¿No es recto mi camino? ¿no

son vuestros caminos torcidos?”. Hayaquí mucho más que Tozer apenas roza;la idea de un Dios “moralmente recto”sería un sermón en sí misma.

Cuando Tozer nos dice que Dios nosolamente es justo, que Él es justicia,eso es más que mera semántica (¡opobre gramática!). Dios es realmentejusto de una manera diferente a comonosotros lo somos. Nosotros somosjustos si seguimos más o menos losestándares de justicia exteriores anosotros mismos: un estándar bíblico ypiadoso, es de esperar. Pero Dios nosigue un estándar: Él es el estándar.Cuando Tozer dice que Dios es justicia,dice que Dios inventó la idea. Asícuando alguien dice que la justicia

requiere que Dios haga algo, es unaafirmación sin sentido, ¡similar a decirque mi hijo me requiere ser su padre!

Tozer define el juicio como “laaplicación de la justicia a una situaciónmoral”. Dios, siendo moralmente recto,nunca es desproporcionado o injusto ensus juicios. Todas las cosas tendránigual valor al fin, y todos tendrán lo quemerecen. Pero ¿no es de eso de lo quedebemos tener miedo? Si el cielo fuerasolo para quienes lo merecen ¿cómopodríamos muchos de nosotrosmerecerlo?

Es por esto que Tozer nos presenta lacuestión que Anselmo formula en suProslogium: “¿Cómo perdonas almalvado si tú eres justo?”. Tozer dice

que ya no nos preocupemos más por estacuestión, porque hemos “abaratado lasalvación” al convertirla en una fríatransacción legal. Me parece que otrarazón para que no nos hagamos hoy lapregunta de Anselmo es porque nopensamos de nosotros mismos—o decasi nadie, de ninguna otra persona, enrealidad—como verdaderamente“malvados”, así que la cuestión de cómoDios perdona al malvado es un puntodiscutible. (Tal actitud es en sí mismabastante malvada, ¿no le parece?)

De todas formas, Tozer correctamentedeclara que esta cuestión es digna deconsideración, y presenta tres respuestasa ella.

1. La unidad de DiosUna respuesta a la pregunta de

Anselmo está envuelta en la propianaturaleza de Dios: específicamente, suunidad.

Dios no está hecho de partes, comonosotros lo estamos. “Oye, Israel:Jehová nuestro Dios, Jehová uno es”(Deuteronomio 6:4). Por esta causa, susdiversos atributos “nunca discrepanunos de otros”, como dice Tozer. Diosnunca tiene una personalidad dividida.

Dios es justo pero perdona lamalvado por causa de la unidad de sunaturaleza. En otras palabras, su justiciay su misericordia no están en guerra unacon la otra; ambas son expresiones de su

única naturaleza. Dios es todomisericordia pero al mismo tiempo estodo justicia. Mientras que los humanosdeben armonizar esas actitudes en suinterior, Dios no debe armonizarlas antetodo porque no están en conflicto unacon la otra.

Así que la pregunta a cómo puedeDios ser justo y perdonar al malvadoestá envuelta en la unidad de Dios: sujusticia y misericordia son una.

2. La pasión de CristoUna segunda respuesta que da Tozer a

la cuestión de Anselmo es una que todosconocemos y entendemos, o al menospensamos que lo hacemos. La pasión de

Cristo (un sufrimiento terriblementeprofundo) en la cruz canceló la deudadel pecado. Tozer enlaza la unidad deDios a la pasión de Cristo en la cruz ypuntualiza que la expiación por elpecado mediante la sangre de Cristo esun acto “infinito, todopoderoso yperfecto”. “Usted nunca podrá exagerarel poder de la cruz”, declara.

Tozer también apela a la unidad deDios para disipar un malentendidoacerca de la muerte de Cristo:“Jesucristo no murió para cambiar aDios; Jesucristo murió para cambiar unasituación moral”. La cruz no cambió loque Dios pensaba de nosotros, cambiónuestra situación moral. Estábamosperdidos en nuestro pecado; Dios en su

justicia nos sentenció a muerte: unadecisión que no discrepa con sumisericordia, bondad o compasión. Perocuando el pecador reniega de su pecadoy va hacia Dios, aceptando la muerte deCristo en la cruz como pago por supecado, Dios en su misericordia le da alpecador vida eterna: una decisión queno discrepa con su justicia.

A Tozer le preocupa mucho quepodamos deshacernos de cualquier ideade que la misericordia y la justicia“luchan” una con la otra, porque esoimplicaría que Dios estuviera enconflicto consigo mismo: algo imposibleya que Dios es unidad. “La idea de quela cruz limpió el ceño fruncido de lacara de Dios y que Él a regañadientes

comenzó a sonreír es un conceptopagano y no cristiano”.

Es por eso que Tozer puede decir conseguridad que: “La justicia está del ladodel pecador arrepentido”. Quienes searrepienten y vuelven a Dios puedenhacerlo confiados en su misericordia ygracia, porque la justificación por fe essiempre el modo en que Dios trata conel hombre. Aun en el AntiguoTestamento, David proclamó el perdónpara todos los que se arrepienten yconfiesan:

Bienaventurado aquel cuyatransgresión ha sido perdonada ycubierto su pecado. Bienaventuradoel hombre a quien Jehová no culpade iniquidad y en cuyo espíritu no

hay engaño. Mientras callé, seenvejecieron mis huesos en migemir todo el día, porque de día yde noche se agravó sobre mí tumano; se volvió mi verdor ensequedades de verano. Selah. Mipecado te declaré y no encubrí miiniquidad. Dije: “Confesaré misrebeliones a Jehová”, y túperdonaste la maldad de mi pecado(Salmo 32:1-5).

3. La inmutabilidad de DiosLa pregunta de Anselmo también

puede ser contestada apelando a lanaturaleza inmutable de Dios. Él es ysiempre ha sido justo y amoroso y

bueno. Tozer señala cómo los atributosde Dios, lejos de “pelear” uno con otro,se complementan perfectamente entre sí.Su atributo de bondad implica suatributo de justicia, porque si no fuerajusto no sería posible que fuera bueno.

Tozer destaca una interesante ironíaacerca de la justicia de Dios: Aunquecastigar a los malvados es justo, porquese lo merecen, perdonar y justificar a losmalvados también es justo, “porque escongruente con la naturaleza de Dios”:los atributos divinos de compasión ymisericordia. El malvado, el pecadorimpenitente, es justamente condenado alinfierno, pero al pecador arrepentido,creyente, le es justamente dado el don dela vida. Y todo esto es porque “siempre

Dios actúa como Dios”. Siempre esconsecuente.

Como resultado, nos asegura Tozer,los que hemos creído en su Hijoseremos introducidos en el cielo, paradisfrutar “el reino preparado para[nosotros] desde la fundación delmundo” (Mateo 25:34). No deberemosentrar a hurtadillas por el sótano niestaremos allí por accidente.Deberíamos regocijarnos por esto cadadía y unirnos a Tozer para exclamarasombrados: “¡Oh, la maravilla y elmisterio y la gloria del ser de Dios!”.

PLAN DE LECCIÓN—Estudio grupal

Propósito: Ayudar a mis estudiantes

a entender la justicia de Dios, yespecialmente a ver que no hayconflicto con su misericordia y elperdón a los pecadoresarrepentidos.

Introducción1. Empiece con oración.2. Haga que alguien lea los siete pasajes

de la Escritura que están al comienzodel capítulo (Génesis 18:25;Deuteronomio 10:17; Salmo 19:9;Salmos 92:15; 97:2; Isaías 28:17;Apocalipsis 16:5-7).

3. Formule a la clase estas dospreguntas:

• ¿Cuál es la definición común dejusticia, según la mayoría de la gente?

• ¿Cuál es la definición de Tozer de lajusticia de Dios, y si es diferente de ladefinición común?

4. Lean la siguiente pregunta expresadapor Anselmo:

“¿Cómo puede Dios ser justo y seguirperdonando al malvado?”Antes de desarrollar los tres criteriosde la respuesta de Tozer para estapregunta, haga que la clase discuta silos creyentes hacen frecuentementeeste tipo de preguntas, y por qué sí opor qué no.

1. La unidad de Dios

Discutan el concepto de que “elhombre está hecho de partes”, pero“Dios es unitario”. ¿En qué nosdiferencia esto de Dios? ¿Cómo afectaesto nuestra capacidad para entender lajusticia de Dios? Formule otra vez lapregunta de Anselmo. ¿Cómo responde aesta cuestión el concepto de unidad deDios?

2. La pasión de CristoPregunte: “¿Qué quiere expresar

Tozer cuando dice: ‘Jesucristo muriópara cambiar una situación moral’?”.Formule nuevamente la pregunta deAnselmo. ¿Cómo responde esta preguntael concepto de la pasión de Cristo?

3. La inmutabilidad de DiosDiscutan lo que significa decir que

los actos de Dios en un sentido soncongruentes con su naturaleza. Formulenuevamente la pregunta de Anselmo.¿Cómo responde a esta pregunta elconcepto de la naturaleza inmutable deDios?

Cierre1. Lean los dos últimos párrafos del

capítulo. Dediquen un momento aagradecer a Dios, como clase, porqueen su justicia Él nos salvó de nuestrospecados.

2. Asigne la tarea de leer el capítulo 5

para la próxima clase.3. Cierre con oración.

Sesión 6

Capítulo 5:La misericordia de Dios

Estudio personal• Refiérase al capítulo 5 del libro para

el estudio• Material complementario: A. W. Tozer,

Faith Beyond Reason (Camp Hill, PA:WingSpread Publishers, 1989) [Hay

versión castellana: Fe más allá de larazón, Ed. Portavoz, 2008]; C. S.Lewis, Mere Christianity (New York:Simon and Schuster, 1996). [Hayversiones en castellano: Cristianismo¡y nada más!, Ed. Caribe, 1977; Merocristianismo, Ed. Rialp, Madrid,2005; Ed. Rayo, E.U.A., 2006.]

Los capítulos 5 y 6 tratan de lamisericordia y la gracia: dos de losatributos de Dios que están tanestrechamente entrelazados que serequiere un teólogo para distinguirlos.Por eso este estudio de los atributos deDios está hecho para nosotros, sidefinimos un teólogo como alguien que

está tratando de conocer y entendermejor a Dios. (Demasiada genteconsidera que teólogo es otra palabrapara decir fariseo, pero nada podríaestar más lejos de la verdad. ¡Si losfariseos hubieran sido buenos teólogos,hubieran seguido a Cristo!)

Parece lógico, sin embargo, que alcomienzo del capítulo Tozer haya dadouna definición de misericordia:“inclinarse bondadosamente haciaalguien inferior, sentir piedad poralguien y ser activamente compasivo”.Pero primero, se esfuerza en estableceruna base bíblica para construirla. Loscuatro pasajes que cita al comienzo(Salmo 103:8-17; 2 Corintios 1:3;Santiago 5:11 y 2 Pedro 3:9) están

cuidadosamente elegidos. Dedique unmomento a releerlos ahora. Observe quetienen cuatro diferentes autores—David,Pablo, Santiago y Pedro—, pero todostienen el mismo tema: que Dios esmisericordioso para con nosotros, nonos trata de acuerdo con nuestrospecados. Es interesante que el pasaje dePedro no use la palabra misericordia,pero se trata de eso, ¿verdad? ¡Estáempapado de la misericordia de Dios!

Los siguientes dos pasajes que cita(Éxodo 31:4-7; 2 Crónicas 5:13-14)muestran que la misericordia de Dios eseterna e infinita (lo cual no nossorprende; si algo hemos aprendido delas lecciones pasadas es que todos losatributos de Dios reflejan su naturaleza

unificada). Ambos pasajes son delAntiguo Testamento, porque Tozertambién quiere dejar sentado que Diossiempre ha sido compasivo ymisericordioso, no solamente desde queJesús vino.

La idea de que “el AntiguoTestamento es un libro de severidad yley, y que el Nuevo Testamento es unlibro de ternura y gracia” es una herejíaque se remonta a la Iglesia Primitiva.Marción, cuyas enseñanzas erróneasllegaron a ser una amenaza deproporciones para el cristianismo delsiglo dos, llevó esta noción a suconclusión lógica y dijo que el Dios delAntiguo Testamento ¡era un Diosdiferente al Dios del Nuevo Testamento!

Tozer está sumamente interesado enque no caigamos en este error deenfrentar una parte de la Biblia con laotra, y por eso destaca que la palabramisericordia es usada en el AntiguoTestamento cuatro veces más que en elNuevo. Eso es cierto, de hecho, Tozersubestima el caso. Cuando se toman encuenta las palabras misericordia ymisericordioso, la proporción estodavía más alta en el AntiguoTestamento.

La misericordia de Dios es unaconsecuencia de su bondad, su “urgencia. . . de otorgar bienaventuranza”.Invocando a Isaías 63:7-9 y Ezequiel33:11, Tozer muestra que Dios secomplace en bendecir, no en maldecir.

Aunque en su justicia Él debe considerarnecesario castigar, no disfruta hacerlo.Eso me recuerda una historia que C. S.Lewis cuenta en Mero cristianismo,sobre un escolar al que se le preguntabacómo era Dios. ¡Él decía que Dios erala clase de persona que siempre estabatratando de impedir que la gentedisfrutara! Podemos reírnos de eso, pero¿no caemos a veces nosotros mismos enesa clase de pensamiento? Debemos vera Dios como un “Dios misericordioso yclemente, lento para la ira, y grande enmisericordia y verdad” (Salmo 86:15).

La misericordia de Dios, dice Tozer,es “activamente compasiva”, unconcepto que parece haberse perdido enel mundo de hoy. En Éxodo 2:23-25, la

compasión de Dios lo mueve a ayudar alos israelitas. En Marcos 6:34, lacompasión de Jesús por las multitudeslo mueve a alimentarlas (6:37 y ss.).Aunque mucha gente siente compasión“por un minuto y medio”, como expresaTozer, eso no la mueve a la acción. Perola compasión y misericordia de Dios lollevan a la acción: en última instancia, amorir en una cruz por el mundo entero.

La misericordia de Dios siempre fuey siempre será. No comenzó cuandoJesús murió; Jesús murió por causa deldeseo de Dios de mostrar misericordia.Como es ilimitada e inmensurable, nohay nada que podamos hacer nosotros ninadie para aumentar o disminuir lamisericordia de Dios. “Ningún atributo

de Dios es mayor que otro”. Pero Tozerhace un importante señalamiento: lamisericordia de Dios puede parecer“más grande” que otros atributos,porque nosotros la necesitamos tanto.“Nuestra necesidad determina cuálesatributos de Dios celebraremos en esemomento”.

La operación de lamisericordia de Dios

Luego Tozer sugiere otra definiciónde la misericordia de Dios, que enfatizacómo opera en nuestras vidas: “Lamisericordia es la bondad de Dios frentea la culpa y el sufrimiento humano”.Cuando la justicia de Dios confronta

nuestro pecado, el resultado es juicio.De la misma manera, cuando la bondadde Dios confronta nuestra culpa ysufrimiento, el resultado esmisericordia. Todos recibimosmisericordia de Dios, sin importarquienes seamos, porque de otra manerahubiéramos perecido hace tiempo(Lamentaciones 3:22). Dios podríadestruir al mundo entero pero, a causade su misericordia, retiene el juicio paradar al inconverso una oportunidad dearrepentirse y venir a Cristo en fe(Romanos 2:4, 2 Pedro 3:9).

La misericordia retiene el juicio, perono lo cancela. Esto solo puede hacersemediante la expiación, nos recuerdaTozer. La misericordia trajo a Cristo a la

cruz, pero el verdadero cómo y por quéde la muerte de Cristo en la cruz siguensiendo un misterio; Tozer dice que no loentiende.

En una clase de teología seríaprobable que usted oyera varias “teoríasde la expiación” para explicar elmisterio. No creo que Tozer se hubieraopuesto a tales teorías, siempre ycuando reconociéramos que hasta la másexhaustiva explicación teológica es untosco intento de discutir algo que estámás allá de nuestra comprensión. Megusta cómo explica Tozer lo que sucedióen la cruz:

La justificación significa que lamisericordia y la justicia han

colaborado a fin de que cuandoDios se da vuelta y ve la iniquidad,y después ve al hombre deiniquidad corriendo hacia la cruz,Él ya no ve más la iniquidad sino lajustificación. Y así somosjustificados por fe.

El sufrimiento de DiosOtra cosa que excede nuestra

comprensión es el aspecto de lamisericordia en el cual Dios participaen nuestro sufrimiento: “En toda angustiade ellos él fue angustiado” (Isaías 63:9).Pero si la aflicción y el sufrimientosignifican que uno tiene falta de algo oun desorden, ¿cómo puede Dios sufrir?

Tozer dice que esto es algo que debemostomar por fe. Debemos aprender aaceptar que nuestras pequeñas mentes nopueden comprender siempre, y unirnos aEzequiel diciendo: “Señor Jehová, tú losabes” (Ezequiel 37:3).

Un problema de los creyentes de hoy,dice Tozer, es que pensamos que losabemos todo. “Tenemos demasiadaverbosidad; tenemos demasiadasrespuestas”. La verdadera sabiduríaespiritual, sin embargo, es aprender aaceptar que no podemos comprendercompletamente. Aunque no podemoscomprender cómo funciona, lo podemosseguir apreciando, así como podemosusar nuestros ojos y oídos a pesar deque en realidad no podemos comprender

cómo funcionan.Tozer añade que algunos escritores de

himnos han hablado insensatamente deesperar que algún día conozcamos porqué Dios nos ama, lo que no puedensaber. Todo lo que ellos pueden saber esque “Dios es amor” (1 Juan 4:16). ¿Porqué Dios tiene misericordia de usted?Porque Dios es misericordia. ¡Nopregunte por qué! Simplemente debemostomar por fe el hecho de la divinaempatía y creer que Él “ablandará sucama en la enfermedad” (Salmo 41:3,RV95). Cuando sufrimos, Dios sufrejunto con nosotros.

La cercanía de la

misericordia de DiosDespués de citar el Salmo 103:13,

que dice que la misericordia de Dios senos muestra “Como el padre secompadece de los hijos”, Tozer cuentala historia de un refugiado de la PrimeraGuerra Mundial que se suicidó para quesu hijita pudiera ser cuidada en unorfanato. “Eso”, dice, “es misericordia”.

La comparación obvia es Jesús yendoa morir en la cruz por nosotros. En Femás allá de la razón, Tozer habla así deeso:

¿Qué hace diferente, inusual, a lamuerte de Jesús? Que fue la muertedel justo por el injusto. Fue sumuerte sacrificial. Su muerte

vicaria. Él pagó una deuda que nohabía contraído en beneficio deotros demasiado profundamenteendeudados para poder pagarla.

Jesús no tenía que morir en esa cruz:¡Él eligió hacerlo! Como un padre secompadece de sus hijos, Jesús nos amóy se apiadó de nosotros lo bastantecomo para morir en nuestro lugar.

Nuestra respuesta a lamisericordia de Dios

Tozer nos anima a mostrarmisericordia porque hemos recibidomisericordia. Piense por un momento enmaneras en que podemos mostrar

misericordia a otros. Si no viene nada asu mente, piense cómo Dios nos muestramisericordia cada día.

Esa es una manera en que podemosresponder a la misericordia de Dios.Otra es hablarle a Dios de nuestrosproblemas. Tozer nos recuerda que elSeñor entiende, con unas pocas líneas deun himno no identificado, “escritorespecto del libro de Hebreos”:

Nuestro Compañero en elsufrimiento conservaFamiliaridad con nuestros pesares,. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. .Confiadamente, pues, al tronoTraigamos todos nuestros pesares

¡Qué invitación nos hace Tozer comoconclusión de este capítulo!“Sumerjámonos en la misericordia deDios y conozcámosla”. ¿Por qué?¡Porque la vamos a necesitar!

PLAN DE LECCIÓN—Estudio grupal

Propósito: Ayudar a mis estudiantesa entender la misericordia de Dios,y aprender a confiar en sumisericordia en tiempos denecesidad.

Introducción1. Comience con oración.2. Haga que alguien lea los pasajes de la

Escritura que están al comienzo delcapítulo (Salmo 103:8-17; 2 Corintios1:3; Santiago 5:11; y 2 Pedro 3:9).Pregunte al grupo qué idea está siendoexpresada respecto a la misericordiade Dios (ella es para nosotros).

3. Lean los dos pasajes siguientes(Éxodo 34:4-7; 2 Crónicas 5:13-14).Pregunte cuál es el principal conceptoque se está formulando respecto a lamisericordia de Dios (ella es eterna einfinita).

4. Lean la definición de Tozer demisericordia que se encuentra en elcapítulo 5. Discutan si esta definiciónes adecuada o no. ¿Qué significa ser“activamente compasivo”? ¿Cómopodemos llevar esto a nuestras

propias vidas? Pida que den ejemplosde la vida real.

5. Pregunte si se han encontrado a símismos teniendo una idea sombría delAntiguo Testamento por causa de su“severidad” o habiendo adoptadoinconscientemente la idea escolar deDios como un “aguafiestas”. (Si ustedcomo maestro puede confesar habertenido cualquiera de esas actitudes,ayudará a que los otros también loadmitan.) Pregunte si este capítulosobre la misericordia de Dios los haayudado a combatir esas falsas ideas.

La operación de lamisericordia de Dios

Lea en voz alta la definiciónoperativa de la misericordia que daTozer en el capítulo 5: “La misericordiaes la bondad de Dios confrontando laculpabilidad y el sufrimiento humano”.Haga que la clase discuta esto comopueda hacerlo en sus propias palabras.Luego, en la misma página, Tozerafirma: “Todos los hombres sondestinatarios de la misericordia deDios”. ¿Como aplicar a eso estadefinición?

El sufrimiento de DiosTozer dice que no puede entender

cómo Dios puede sufrir y seguir siendoel infinito, perfecto ser que es. Pregunte

al grupo si también tiene problemas enentender esto, y si la decisión de Tozerde creer sin entender es una conclusiónsatisfactoria.

La cercanía de lamisericordia de Dios

Haga que alguien lea el Salmo103:13. Discutan la historia el refugiadode la Primera Guerra Mundial y su hija.¿Cómo nos ayuda esta historia aentender la naturaleza de Dios?

Nuestra respuesta a lamisericordia de Dios

Discuta con la clase manerasprácticas en que podemos mostrarmisericordia a otros, tanto comopodemos “sumergirnos en” lamisericordia de Dios.

Cierre1. Tomen un tiempo para guardar

silencio como grupo y hablarle a Diosde sus problemas, y pedirle que lesmuestre cómo apropiarse de sumisericordia.

2. Asigne la tarea de leer el capítulo 6para la clase de la semana próxima.

3. Cierre con oración.

Sesión 7

Capítulo 6:La gracia de Dios

Estudio personal• Refiérase al capítulo 6 del libro para

el estudio• Material complementario: A. W. Tozer,

The Root of the Righteous [La raíz delos justos. Ed Clie, Barcelona, 1994]

(Camp Hill, PA: WingSpreadPublishers, 1955, 1986); A. W. Tozer,Whatever Happened to Worship?(Cap DaHill, PA; WingSpreadPublishers, 1985). [Hay versióncastellana: ¿Qué pasó con laadoración? Ed. CLC Colombia, 2010.Edición de bolsillo.]

No se sorprenda si tiene una sensaciónde “dejà vu” cuando estudie estecapítulo. La gracia es un atributo muysimilar a la misericordia, pero no es lomismo. Relea los ocho pasajes de laEscritura que están al comienzo delcapítulo. Luego, lea los pasajes queestán al comienzo del capítulo previo.

¿Comienza a ver la diferencia entremisericordia y gracia? Si no, sigaleyendo. Comenzará a hacérsele másclaro a medida que continúe el estudio.

La gracia fluye de la bondadde Dios

Como la misericordia, la gracia fluyede la bondad de Dios. Tozer hace ladistinción de esta manera: “Lamisericordia es la bondad de Diosconfrontando la culpabilidad humana,mientras que la gracia es la bondad deDios confrontando el demérito humano”.Esta es una definición desde laperspectiva de Dios. Un predicador mehabló una vez de una buena manera de

distinguir a las dos desde el punto devista humano: la misericordia es cuandoDios no nos da lo que merecemos(castigo); la gracia es cuando Dios nosda lo que no merecemos (bendición). Lajusticia de Dios declara culpable alpecador, pero la misericordia retiene eljuicio que merecemos. La justicia deDios nos declara indignos del másmínimo de sus favores, pero la gracia“es eso de Dios que otorga favor a unoque es justamente desaprobado”.

Si bien Tozer dice “otorga favor a unoque es justamente desaprobado”, laBiblia inglesa kjv usaintercambiablemente “gracia” y “favor”.Por ejemplo, en Lucas 1:20, el ángelanuncia a María que ella ha hallado

“favor” con Dios, mientras que enEfesios 2:8 se nos dice que somossalvos por “gracia”, ¡pero se trata de lamisma palabra griega!

Tozer señala que el Nuevo Testamentousa la palabra gracia tres veces másfrecuentemente que el AntiguoTestamento, pero como ha dicho en elcapítulo anterior sobre la misericordia,enfatiza que la gracia es el modo en queDios ha operado siempre. Estociertamente tiene sentido, si la gracia esun atributo de Dios; como Dios nocambia, debe haber operado siempre enla gracia, y siempre lo hará.

Alguna gente piensa que Juan 1:17(“la ley por medio de Moisés fue dada,pero la gracia y la verdad vinieron por

medio de Jesucristo”) significa queMoisés no supo nada acerca de lagracia. Fácilmente puede probarse queeso está errado, por versículos talescomo Éxodo 33:13 y 17, pero el errortambién se puede probar mediante unalectura cuidadosa de Juan 1:17. Observeque dice “la gracia y la verdad vinieronpor medio de Jesucristo”. Si decimosque ese versículo significa que Moisésno supo nada acerca de la gracia,también debe significar que no suponada acerca de la verdad, ¿no es así?Debemos entender que este versículodice que Jesucristo es el canal de lagracia y la verdad, y que lo ha sidodesde antes de la fundación del mundo.

La gracia: el único medio desalvación

Tozer continúa este tema en sudiscusión de la salvación. Sus dosprincipales afirmaciones son: Nadie fue,es ni será salvo, excepto por gracia; y“la gracia siempre viene porJesucristo”. “La gracia vino desde losremotos comienzos por medio deJesucristo el Hijo eterno, y fuemanifestada en la cruz del Calvario”. Espor esto que se hace referencia aJesucristo como “el Cordero que fueinmolado desde el principio del mundo”(Apocalipsis 13:8). La vía de salvaciónfue planeada antes del tiempo.

La gracia salvadora opera mediante la

fe en Cristo; es privilegio solo dequienes han experimentado el nuevonacimiento. Pero Tozer nos recuerda queuna medida de gracia es dada a todos. Sino se acepta la gracia, el juicio caerá;pero Él les da una oportunidad dearrepentirse. “SEÑOR, si tú tuvieras encuenta las iniquidades, ¿quién, oh Señor,podría permanecer?” (Salmo 130:3,LBLA). Admiro la disposición de Tozer aincluirse a sí mismo con Judas y Hitlercuando concluye bastante tristemente:“Me pregunto si hay mucha diferenciaentre nosotros los pecadores después detodo”.

La gracia es como Dios es

Dios es siempre bueno y clemente contodas las personas de todo lugar en todotiempo; no hay mezquindad,resentimiento ni dureza en Dios, nosasegura Tozer. La gracia no es solo algoque Él viste como un manto; es lo que Éles en su naturaleza, en el núcleo de suser. Esta sección del capítulo merecuerda un ensayo de Tozer en La raízde los justos titulado “Es fácil vivir conDios”. Es un mensaje que a cadacristiano debería serle recordado de vezen cuando. Esta es una porción de él:

Es de la mayor importancia paranuestra guerra espiritual quesiempre conservemos en nuestrasmentes una correcta concepción deDios. Si lo pensamos como frío y

riguroso encontraremos imposibleamarlo, y nuestras vidas seránatormentadas por el miedo servil.Si, en cambio, lo percibimossiendo amable y comprensivo todanuestra vida interior reflejará esaidea.

La verdad es que Dios es el másadorable de todos los seres y suservicio uno de los más indeciblesplaceres. Él es todo amor, yquienes confían en Él no necesitansaber de Él nada más que ese amor.Él es justo, por cierto, y noconsiente el pecado; pero mediantela sangre del pacto eterno puedeactuar hacia nosotros exactamentecomo si nunca hubiéramos pecado.

Hacia los confiados hijos de loshombres su misericordia siempretriunfa sobre su justicia.

¿Está Tozer siendo blando con elpecado? ¡No más blando que Dios! Esverdad que el juicio seguirá cayendosobre quienes rehúsen arrepentirse, peroseguirá habiendo gracia.

La gracia es inconmensurable, comotodos los atributos de Dios. Y Tozer nosdice que si queremos ver cuán grande esla gracia de Dios, debemos medirla enrelación con nuestro pecado: “mascuando el pecado abundó, sobreabundóla gracia” (Romanos 5:20). Él añadeque la frase “sobreabundó la gracia” esuna colosal sutileza: una acomodación a

nuestras mentes finitas. ¿Recuerda queen el capítulo 1 dijimos que “Dios notiene grados”? Estamos comparando lofinito (nuestro pecado) con lo infinito (lagracia de Dios). La gracia de Dios estan vasta “que nadie puede jamáscaptarla o esperar comprenderla”.

No importa cuánto hayamos pecado,la gracia abunda para nosotros. Tozerdice que deberíamos estarcontinuamente abrumados por lainmensidad de la gracia de Dios hacianosotros—que estamos bajo el juiciodel pecado—para poder tener lacorrecta perspectiva de la vida. “Si solopudiéramos recordar esto [lainmensidad de la gracia de Dios], nojugaríamos ni nos distraeríamos tanto”.

Cómo mirar a la graciaTozer nos ha mostrado claramente

cómo debemos mirar a la gracia encomparación con nuestro pecado yconcluye que eso es verdaderamenteasombroso, porque “salva a unmiserable como yo”. Esa es laperspectiva humana. Ahora nos pide quemiremos a la gracia desde laperspectiva de Dios: pensar al respectocomo “Dios actuando como Él mismo”.En otras palabras, cuando Dios opera engracia—con bondad, amabilidad ymisericordia y sin sombra de malicia oresentimiento—Dios solo está actuandotal como es.

Cuando Tozer nos pide que veamoslas cosas desde la perspectiva de Dios,

debemos tomar conciencia de que nopodemos comenzar por comprender sunaturaleza; la mayor parte de esodebemos tomarla por fe. Nosotrosestamos hechos de “partes”, pero Diosestá unificado, así que todos susatributos están integrados en unapersonalidad. Nosotros somos finitos yÉl es infinito. Y, finalmente, nosotrosestamos caídos y Él es santo.

Así que cuando oímos a alguiendeclarar algo como “Dios es demasiadobueno para castigar a la gente”, debemosreconocer que es un falsosentimentalismo, porque está viendo aDios desde una perspectiva humana,finita. La justicia de Dios trae bajojuicio al pecador que ha vuelto sus

espaldas a la gracia de Dios, pero Dios,siendo perfecto, infinito y santo, puedejuzgar justamente a ese pecadorimpenitente, y hacerlo sin ningún trazode resentimiento o mezquindad. Aun enel juicio, Él sigue siendo un Dios degracia.

¿Puede usted imaginarse eso? Si no,sencillamente tómelo por fe. Pero piensoque puedo imaginar un juez humano quees amoroso, amable y misericordioso,pero que debe condenar a un malhechorimpenitente. En realidad, un juez que esbueno y amable, ¿no debería ser el máscapacitado para juzgar justamente almalhechor?

La gracia se manifiesta en lacruz

Para conocer la inconmensurablegracia de Dios, dice Tozer, debemos“pasar bajo la sombra de la cruz”.Citando Juan 14:6, que dice que nadieviene al Padre si no por Jesús, y Hechos4:12 que dice que no hay otro nombrepor el cual podamos ser salvos, Tozerconcluye que la cruz es donde la graciade Dios es manifestada. Así como losprofetas que predijeron la expiación nosabían bien de qué estaban hablando, ylos ángeles desean mirar en estas cosas(1 Pedro 1:10-12), nosotros nonecesitamos comprender totalmente lanaturaleza de la expiación.

Tozer se queja de que algunospredicadores son culpables de“vulgarizar” y “comercializar” laexpiación por describir de modosimplista la muerte de Cristo en la cruzcomo “pagar un precio”. Tozer no estárechazando esta descripción; creo quemeramente está rechazando la idea deque esa sea la plena explicación de laexpiación. Algunos creyentes gustantener todo en una pulcra cajita; sesienten incómodos con la idea delmisterio. En ¿Qué pasó con laadoración?, Tozer trata este mismoproblema:

Hay quienes pretenden conocertodo acerca de Dios; quienespretenden que pueden explicarlo

todo acerca de Dios, de sucreación, de sus pensamientos y desus juicios. Ellos se han unido a lasfilas de los evangélicosracionalistas. Terminan sacando elmisterio fuera de la vida y fuera dela adoración. Cuando han hechoeso, también han sacado afuera aDios.

El tipo de actitud “lo sé todo”acerca de Dios que vemos enalgunos maestros hoy los deja enuna posición muy dificultosa. Ellosdeben criticar y condenarrotundamente a cualquier otrohombre que tome una posición unpoco diferente de la suya.

Nuestra habilidad y facundia y

soltura bien pueden delatar la faltaen nuestros espíritus de ese divinosobrecogimiento, silencioso yasombrado, que exhala un susurro:“Oh, Señor, tú lo sabes”.

Algunas cosas que nosabemos

Incluso un pensador de tanta honduray un teólogo tan profundo como elapóstol Pablo dijo: “Grande es elmisterio de la piedad” (1 Timoteo 3:16).¿No podemos vivir con un poco demisterio? Dios es infinito, así que ¿cómopodemos esperar entenderlocompletamente?

Así que no tratemos de entenderlo,nos aconseja Tozer. Simplementemantengámonos en reverencia por lo queDios ha hecho. Sabemos que el Hijo deDios murió y resucitó por nosotros.“Pero ¿por qué? Dios ha silenciado parasiempre este secreto en su propio grancorazón. Y solo podemos decir: ‘Dignoes el Cordero’”.

Cree solamenteComo estudiante en las clases de

teología, encontré que cada intento dedesarrollar una “teoría de laexpiación”exhaustiva se quedaba corto,incluso pese a que algunas teorías eransólidamente bíblicas en sus

fundamentos. No se trata de que esasteorías carezcan de algún valor; essimplemente que, como el ejemplo deTozer del niño de dos años que pregunta“¿Por qué estoy aquí?”, debemosreconocer que algunas cosas están másallá de nuestra capacidad decomprenderlas. “Porque lo que es de latierra Él nos permite saberlo, pero loque es del cielo, lo guarda en su propiogran corazón”.

Tozer nos lleva luego a la paráboladel hijo pródigo (Lucas 15:11-24), lasuprema historia de gracia. Destaca enprimer lugar que el hijo de la historiadebía cambiar—debía arrepentirse—para volver a su padre. Pero cuandovuelve, encuentra que su padre no había

cambiado. Seguía siendo el mismopadre amable, misericordioso yamoroso que había conocido siempre.

En segundo lugar se refiere a lainterpretación de la parábola. Elpródigo no encaja enteramente en laimagen de un pecador que viene a Diospor la primera vez, ni un reincidente quevuelve a Dios. ¿La razón? Él representaa ambos: en realidad, representa a todala raza humana. Nos fuimos al chiqueroen Adán y volvemos en Cristo.

¿Dónde está la gracia?Poniendo juntas estas dos

afirmaciones, Tozer concluye que siestamos fuera de la gracia de Dios

necesitamos regresar. Solo podemosregresar en Cristo, porque es donde estála gracia de Dios. Si intentamoscualquier otro camino aparte de Cristo,no tendremos retorno. Seguiremosestando en el chiquero. “Si usted aprietalos dientes contra Él, la gracia de Diospodría incluso no existir para usted”.Pero si volvemos en Cristo, hallaremosque toda la naturaleza de Dios está denuestro lado, incluso su justicia (1 Juan1:9).

La oración de cierre de Tozer, queDios barra toda pretensión desuperioridad moral, es una que merecerepetirse. Parece ser un tema recurrentepara muchos de nosotros que la malezade la pretensión de superioridad moral

debe ser continuamente arrancada deljardín de nuestros corazones. Dediquealgún tiempo buscando en su corazónmalezas para arrancar. Pídale a Diosque le dé una renovada conciencia deque su nueva vida con Cristo essolamente por gracia.

PLAN DE LECCIÓN—Estudio grupal

Propósito: Que mis estudianteslogren una renovada comprensiónde la gracia de Dios, especialmenteen sus propias vidas.

Introducción1. Empiece con oración.

2. Haga que alguien lea los ocho pasajesde la Escritura que están al comienzodel capítulo (Génesis 6:8; Éxodo33:17; Proverbios 3:34; Juan 1:16-17;Romanos 3:24; Romanos 5:15; Efesios1:6-7; 1 Pedro 5:10). Anote en lapizarra diferentes aspectos de lagracia que el grupo pueda derivar deesos pasajes.

La gracia fluye de la bondadde Dios1. Pida a la clase que explique las

diferencias entre misericordia ygracia. Si es necesario, remítase a loscomentarios del estudio personal de lasubsección del capítulo.

2. Lean Juan 1:17. Pregunte cuál es laenseñanza típica acerca de esteversículo, la que Tozer desaprueba. Sies necesario, lean Éxodo 33:13, 17para refutar la popular idea de que“Moisés conoció solamente la ley”.

La gracia: el único medio desalvación

Pregunte cómo eran salvos loscreyentes del Antiguo Testamento.¿Sobre qué base fueron salvos ellos?(¡Por cierto, sobre la base de la gracia.¿De qué piensa que trata este capítulo?)Lean Apocalipsis 13:8 y señale que laidea del tiempo de Dios es diferente dela nuestra, así que los creyentes del

Antiguo Testamento pudieron “miraradelante” hacia el perfecto sacrificio deCristo.

La gracia es lo que Dios esLean el pasaje de La raíz de los

justos en el estudio personal (Guía deEstudio de este capítulo. Pregunte algrupo si esto cambia su opinión de Dios.¿Afecta la manera en que ellos serelacionan con Dios?

Cómo mirar a la graciaHaga que la clase discuta la

afirmación: “Dios es demasiado buenopara castigar a nadie”. ¿Cuál es el error

en esta línea de razonamiento?

La gracia es manifestada enla cruz

Tozer dice que describir la muerte deCristo en la cruz meramente como el“pago de un precio” es “vulgarizar laexpiación”. ¿Qué quiere decir él conesto?

Algunas cosas que nodebemos saber

Lean Primera de Timoteo 3:16.Pregunte al grupo qué es un “misterio”[algo que nosotros no sabemos, no

podemos explicar o entender]. ¿Por quées tan difícil para los estadounidensesdel siglo veintiuno vivir con misterio?

Creer solamenteLean Lucas 15:11-24. ¿Qué aspectos

de la gracia de Dios están retratados enesta historia?

Dónde está la graciaPregunte cómo pudo el hijo pródigo

apropiarse de la gracia [volviendo a supadre], ¿Cómo podemos apropiarnos dela gracia de Dios para nuestras vidas?

Cierre1. Pida al grupo que cierren los ojos

mientras usted lee la oración de cierrede Tozer del capítulo.

2. Asigne la tarea de leer el capítulo 7para la próxima clase.

3. Cierre con oración.

Sesión 8

Capítulo 7La omnipresencia de Dios

Estudio personal• Refiérase al capítulo 7 del libro para

el estudio• Material complementario: A.W. Tozer:

God Tells the Man Who Cares [Diosle habla al hombre que está atento]

(Camp Hill, PA: WingSpreadPublishers, 1992); C.S. Lewis: TheGreat Divorce (New York:Macmillan, 1946); A.W. Tozer: TheKnowledge of the Holy (SanFrancisco: Harper and Row, 1961).[Hay edición castellana: Elconocimiento del Dios santo, E. Vida,Deerfield, Florida, 1996.]

En capítulos previos hemos visto cosastales como la misericordia y la gracia:atributos de Dios con los que nosotrospodemos relacionarlos e incluso emular,en cierta limitada medida. Podemos sermisericordiosos y conceder gracia,siendo así “hijos de [nuestro] Padre que

está en los cielos” (Mateo 5:45; textoadaptado entre corchetes). Pero con laomnipresencia, volvemos a un atributoque nosotros no podemos compartir conDios. No podemos entenderlo bien,porque es una función de su ser infinito,y nosotros somos criaturas finitas.

Como en otros capítulos, Tozercomienza con varios versículos, peroaquí da una muy inesperada explicaciónde por qué lo hace. Yo suponía que éldecía que esos versículos eran dadospara probar la base bíblica de ladoctrina de la omnipresencia de Dios.En cambio, son dados para mostrar que“las Santas Escrituras tienen su origenen la naturaleza de Dios”. ¡Quéinteresante giro del pensamiento!

Lo que es la omnipresenciaTozer establece al menos tres

aspectos de la omnipresencia de Dios:Dios está cerca en todo lugar; de todapersona y de toda cosa; Dios no tienelímites; y Dios no tiene tamaño. Elprimer aspecto es la tradicionaldefinición de omnipresencia; cuando laescuchamos sacudimos nuestras cabezasy decimos que hemos entendido. Losotros dos aspectos—que Dios no tienelímites ni tamaño—pueden parecerextraños a nuestros oídos, porque nuncahemos pensado en las implicaciones delprimer aspecto.

Si Dios está en todas partes, no puedetener límites, porque un límite indica elpunto en el cual algo termina. Como

Dios no tiene fin, sino que es infinito, nopuede tener límites. Y Dios no puedetener tamaño, porque tamaño indica quealgo es mensurable. Si Dios es infinito,no puede ser medido. (Usted puedehacer esta misma discusión en elcapítulo de la infinitud de Dios).

Esto no es mera semántica; Tozer estátratando de limpiar de nuestras mentesnuestra pequeña imagen de Dios:“Pensamos de manera correcta en Dios yen las cosas espirituales cuandodescartamos totalmente el concepto deespacio”. Jeremías 23:24 nos dice queDios llena los cielos y la tierra. Megusta cómo Tozer compara esto con lamanera en que el océano “llena” unbalde, ¡pero sigue quedando una

enormidad de océano! “Los cielos y loscielos de los cielos no puedencontenerlo” (2 Crónicas 2:6).

Es importante que ensanchemosnuestras mentes dando vueltas a estospensamientos, para que podamos vernuestro error al pensar a Dios comoestando “muy lejos, más allá del cieloiluminado por estrellas”. En God Tellsthe Man Who Cares (Dios le habla alhombre que está atento), Tozer trata estaactitud con ironía:

La Biblia nos enseña bastanteclaramente la doctrina de la divinaomnipresencia, pero para las masasque profesan ser cristianas esta esla era del Dios ausente. La mayoríade los cristianos habla de Dios de

la manera usualmente reservadapara un ser amado que ha partido . ..

Seguramente Dios no nos habríacreado para no estar satisfechoscon nada que sea menos que supresencia si Él se hubierapropuesto que solamente noslleváramos bien con su ausencia.

Así que ¿por qué pensamos a Dioscomo remoto?

Nuestra lejanía de DiosEn el reino del espíritu la distancia es

irrelevante. Jesús puede estar en el cieloy seguir estando siempre con nosotros

(Mateo 28:20). Así que si nos sentimosdistantes de Dios, nos recuerda Tozer,hay una causa diferente. “Pero estamosseparados de Dios . . . porque hay unadisimilitud de naturaleza”. Él ilustra esta“disimilitud de naturaleza” pidiéndonosque imaginemos un ángel y un simio enla misma habitación. Por causa de quesus naturalezas son tan diferentes, nopodrían tener comunión nicompatibilidad.

Dios está siempre aquí mismo.Entonces, ¿por qué pensamos que estátan lejos? Porque nuestro pecado noshace disímiles de Dios en nuestranaturaleza moral. En Efesios 2:1-3 y4:17-19, hay una palabra que identificaeste sentimiento de estar “tan lejos”:

separación. Como un hombre realmentepiadoso y un hombre malvado, pecador,que se sientan juntos en un tren tienenpocos intereses comunes para llevaradelante una conversación, nosotros notenemos intereses comunes con Dioscuando seguimos estando en pecado.

Sentimos separación de Dios porqueÉl habla el lenguaje del espíritu,mientras que nosotros hablamos ellenguaje de la carne. Dios vive en unacultura de santidad, mientras quenosotros vivimos en una cultura depecado. Dios está cerca, pero tanalejado en naturaleza.

Pablo describe de esta manera labúsqueda de Dios por la humanidad:“que busquen a Dios, si en alguna

manera, palpando, puedan hallarle”(Hechos 17:27). Eso suena como unhombre ciego andando a tientas en unahabitación desconocida, o como unhombre que no conoce el lenguajetratando de comunicarse por señas.

Ilustraciones de la EscrituraNuestra lejanía de Dios me recuerda a

la esposa que se le quejaba al esposo:“Ya no nos sentamos juntitos en elautomóvil”. Él replicó: “Querida, estoysentado delante del volante; si noestamos tan cerca como solíamos estar,¡no soy yo quien debe moverse!”.

La realidad es que somos nosotrosmismos quienes ponemos la “distancia”

entre nosotros y Dios, porque nopodemos soportar la disimilitud ennuestras naturalezas morales. Tozerilustra esto con ejemplos de laEscritura: Adán escondido en el huertocuando pecó (Génesis 3:8); Jonástratando de huir de Dios cuando rehusóhacer lo que Dios quería (Jonás 1:3);Pedro diciéndole a Jesús que se apartarade él “porque soy hombre pecador”(Lucas 5:8). “Es el corazón el que ponedistancia entre nosotros y Dios”.

La dicha de las criaturasmorales

Hay una experiencia opuesta a estesentido de separación. Es la pura dicha

de la presencia manifiesta de Dios. Estepodría ser el punto más importante queTozer señala en este capítulo: Hay unadiferencia—una enorme diferencia—entre la presencia de Dios (que está entodos lados) y su presencia manifiesta(cuando Él se revela al hombre). Supresencia manifiesta es la experienciaexclusiva de aquellas criaturas moralesque le permiten que Él las cambie a susemejanza. Es por esto que Primera deJuan 3:2 nos dice que en el cieloseremos semejantes a Él.

Como Tozer lo dice, la presenciadivina manifiesta es lo que hace cielo alcielo, y la falta de ella es lo que haceinfierno al infierno. En El gran divorcio,la alegoría de C. S. Lewis acerca de un

viaje en bus desde el infierno al cielo,los residentes del infierno encuentranque no pueden disfrutar del cielo porqueno está hecho para ellos. Es de esto delo que Tozer está hablando. Los hombrespecadores no pueden experimentar lapresencia manifiesta de Dios porque sonmoralmente disímiles. Entonces,pregunta Tozer, ¿cómo podrán loshombres pecadores acercarse alguna veza Dios?

La reconciliación de lodisímil

Para responder a esta pregunta, Tozerse vuelve hacia el personaje de Jacob enel Antiguo Testamento. Si algún hombre

fue diferente de Dios en su naturalezamoral, fue el engañador y conspiradorJacob cuyo propio nombre (que significa“suplantador”) traiciona su naturalezaagresiva y avariciosa. Pero ese es elmismo hombre que dijo: “CiertamenteJehová está en este lugar, y yo no losabía” (Génesis 28:16), lo cual indicabaque él había comenzado a sentir lapresencia manifiesta de Dios. ¿Cómoocurrió esto?

Después de haber establecido que elhombre no puede cambiar por sí mismopara llegar a ser como Dios, Tozerconcluye que debe haber reconciliaciónentre Dios y el hombre. Gracias a Diosque esto sucedió en Cristo (2 Corintios5:19). Pero ¿cómo?

Una forma de que dos partes sereconcilien es que lleguen a transigir.El problema aquí, sin embargo, es queno se trata simplemente de unadiferencia de opinión entre Dios y elhombre, sino de una diferencia denaturaleza entre Dios y el hombre.¿Pueden Dios y el hombre hacerseconcesiones? ¡Por supuesto que no!¿Cómo podría Dios decir: “Bien, tú séun poco más santo y yo seré un poco máspecador, y nos encontraremos a mediocamino”? No puede ser, no porque Diossea obcecado, sino porque Dios es Dios.¿Cómo puede Dios ser algo menos queperfectamente santo y justo? Si algohemos aprendido de estos estudios sobrelos atributos de Dios, ¡que al menos sea

esto!Irónicamente, Dios resuelve este

problema no viniendo a mitad decamino, ¡sino haciendo todo el camino!Dios se hizo hombre en la persona deJesucristo, pero sin comprometer susanta naturaleza. Y Jesús murió en lacruz por nuestro pecado,reconciliándonos con Dios y dándonosuna oportunidad para que tambiénhagamos todo el camino. Nosotrospodemos ser “participantes de lanaturaleza divina” (2 Pedro 1:4). Tozerexplica: “[Eso] Significa que cuando unpecador vuelve a casa, se arrepiente ycree en Cristo como Salvador, Diosimplanta en el corazón del que erapecador algo de su propia naturaleza”.

Tozer retoma la ilustración de “elsimio y el ángel” para puntualizar que:

Si el gran Dios todopoderosodepositara la gloriosa naturalezacelestial del ángel en el simio, éstese pondría en pie de un salto,saludaría al ángel y lo llamaría porsu nombre, porque la similitudestaría allí instantáneamente.

Es por esto que Jacob pudo decir:“Ciertamente el Señor está en este lugar,y yo no lo sabía” (Génesis 28:16, LBLA).Tozer observa que Jacob dice: “el Señorestá en este lugar” (tiempo presente), y“yo no lo sabía” (tiempo pasado). Diosestuvo allí todo el tiempo, pero a Jacoble sucedió un cambio—se convirtió—ysúbitamente supo lo que no había sabido

antes: la manifiesta presencia de Dios.

Comunión con DiosEs por esto, dice Tozer, que los

nuevos convertidos son tan felices: Laconciencia de la presencia de Dios le hasido restaurada. La conciencia de lapresencia de Dios es lo que hace cieloal cielo, y la ausencia de conciencia desu presencia es lo que hace infierno alinfierno. Si verdaderamente hemosvenido a la fe en Cristo, nuestro espírituse junta con su Espíritu, participamos desu naturaleza y disfrutamos en lapresencia de Dios.

¿Está diciendo Tozer que el cristianonacido de nuevo debería estar siempre

delirantemente feliz? Para nada. En sulibro El conocimiento del Dios santo,Tozer observa que un niño puede llorarincluso en la seguridad y protección delos brazos de su madre. Similarmente, lapresencia manifiesta de Dios no es unescudo que nos aísle de todos losdolores de la vida. Pero el sentido deseparación, la soledad de la separaciónde Dios, se ha ido para siempre, siconocemos a Cristo.

PLAN DE LECCIÓN—Estudio grupal

Propósito: Que mis estudiantespuedan tener un nuevoreconocimiento y conciencia de lapresencia de Dios en sus vidas.

Introducción1. Comience con oración.2. Haga que alguien lea los cinco

pasajes de la Escritura que están alprincipio del capítulo (1 Reyes 8:27;Jeremías 23:23; Hechos 17:27-28;Salmo 16:8; Salmo 139:7-10).

Lo que es la omnipresencia1. Pida a la clase que defina la

omnipresencia. ¿Qué hace que esteatributo sea para nosotros más difícilde comprender que lo que hemosestudiado recientemente, tales como lamisericordia, gracia y justicia deDios? (Es un atributo que no podemos

compartir con Él, porque somoscriaturas finitas.)

2. Discutan lo que Tozer quiere decircuando expresa que Dios no tienelímites ni tamaño.

Nuestra lejanía de Dios1. Si Dios está en todas partes, ¿por qué

la gente suele hablar de Él como muylejano? Tozer culpa de esto a “unadisimilitud de naturaleza moral”. ¿Quéquiso significar con eso? Discútanlo.

2. Pregunte si algunos han pasadotiempo en un país extranjero,interactuando con gente de una culturadiferente. Invítelos a compartir lo quesintieron al ser “diferentes” de algún

otro (o, si usted ha tenido talexperiencia, comparta sus propiossentimientos de separación). Luegolean Hechos 17:27 y discutan cómovivir en una cultura extranjera essimilar a la descripción de Pablo de labúsqueda de Dios por la humanidad.

Ilustraciones de la EscrituraPresente los ejemplos de Adán

después de pecar (se escondió), Jonásdespués de que Dios le habló (huyó), yPedro después de ser testigo de uno delos primeros milagros de Jesús (le pidióal Señor que se apartara de él). ¿Por quées esta nuestra reacción natural a lapresencia de Dios?

La dicha de las criaturasmorales

¿Qué es la presencia manifiesta deDios? ¿Cuál es el prerrequisito paraexperimentar la presencia manifiesta deDios? Lea Primera de Juan 3:2 parapresentar o confirmar la respuesta aestas preguntas.

La reconciliación de lodisímil1. Discutan cómo habría respondido

Tozer a la pregunta: “¿Por qué Dios nopuede llegar a un acuerdo:simplemente pasar por alto nuestrasdiferencias y dejarnos entrar al

cielo?” (La falacia de esta pregunta esel tema de El gran divorcio de C. S.Lewis.)

2. Lean Segunda de Pedro 1:4. Discutanlas implicaciones de ser“participantes de la naturalezadivina”. (No permita que la claseeluda esto con respuestas estándar de“Escuela dominical”. Haga que lidiencon la pregunta de tener al infinitoCreador morando dentro de ellos.)

Comunión con DiosSi hemos llegado a la fe en Cristo y

podemos experimentar la consciente,manifiesta presencia de Dios, ¿por quéno vivimos en constante felicidad?

(Porque seguimos viviendo en un mundocaído, y tenemos muchas de las mismasnecesidades y problemas que el restodel mundo. La diferencia es nuestraconstante comunión con Dios, que nosayuda enfrentar lo peor que la vidapueda darnos.)

Cierre1. Pida a la clase que cierren los ojos y

mediten en la presencia de Dios.Después de un momento de silencio,invite a que levante la mano todo elque quiera experimentar una medidamás profunda de la presenciamanifiesta de Dios en su vida.

2. Asigne la tarea de leer el capítulo 8

para la clase de la semana próxima.3. Cierre con oración, recordando

especialmente a los que levantaron lamano.

Sesión 9

Capítulo 8La inmanencia de Dios

Estudio Personal• Refiérase al capítulo 8 del libro para

el estudio• Material adicional: A. B. Simpson,

Loving as Jesus Loves (Amar comoJesús ama). (Camp Hill, PA:

WingSpread Publishers, 1996).

Como en todos los capítulos de estelibro, Tozer presenta mucho más que unárido tratado doctrinal sobre ciertosatributos de Dios. Más bien, trata derelacionar la forma en que este atributoafecta nuestra relación personal conDios. Al principio puede parecer queTozer, con la inmanencia, está cubriendoen mucho el mismo terreno que con laomnipresencia en el capítulo anterior. Yes cierto que la omnipresencia (Diosestá en todas partes) está íntimamenterelacionada con la inmanencia (Diospermea todas las cosas). “Dios mora ensu universo y sin embargo el universo

mora en Dios”.Sin embargo, el capítulo anterior está

dirigido a los no cristianos,esencialmente. Los creyentes puedenrelacionarse con el mensaje del capítulo(el sentimiento de que Dios está lejos),pero solamente cuando ven que les dicelo que eran, no la manera en que sonahora (o deberían ser, al menos). En estecapítulo, Tozer admite francamente quela mayoría de los cristianos (y él mismose incluye) sigue teniendo la sensaciónde distanciamiento de Dios. Por qué esesto y qué puede hacerse al respecto, esel tema central de este mensaje.

Tozer comienza presentando los tresactos divinos que nos dan la salvación:la expiación, la justificación y la

regeneración. De estos tres, solamente laregeneración es subjetiva, teniendo lugaren el corazón y haciéndonos “partícipesde la naturaleza divina” (2 Pedro 1:4).

Restauración de la similitudmoral

Una persona regenerada, habiendosido hecha partícipe de la naturalezadivina, tiene una semejanza moral, ocompatibilidad, con Dios. Nuestrasemejanza moral con Dios “permite queDios se acerque con profunda emoción auna persona”. No puede haber comuniónentre dos seres que son completamentedisímiles uno del otro. Y Dios, diceTozer, es “tremendamente diferente” del

pecador. Pero si somos regenerados,podemos “revestirnos del nuevohombre” (Colosenses 3:10), que tienesemejanza con Dios, “un aire defamilia”.

Hasta aquí Tozer no dice mucho quesea diferente del capítulo anterior. Peroen este punto, marca un nuevo rumbocuando pregunta: “¿Por qué entonceseste serio problema entre verdaderoscristianos, este sentimiento de que Diosestá muy lejos o de que nosotrosestamos muy lejos de Dios?”.

En ese punto, el lector que esperabaun tratado teológico sobre la inmanenciade Dios probablemente sienta que Tozerestá desviándose del tema. Pero enrealidad él está un paso adelante de

estos lectores en su consideración. Él yaha definido la inmanencia de Dios;ahora la está aplicando a nuestrarelación con Él.

Si la presencia de Dios penetra eimpregna el universo, si “en él vivimos,y nos movemos, y somos” (Hechos17:28), ¿por qué no sentimos supresencia ubicua a cada momento? ¿Porqué somos como un hombre que muerede inanición sentado ante un banquete?Por cierto, el no creyente no puedesentir la presencia de Dios, pero quieneshemos nacido de nuevo, quienes somoshijos de Dios, ¿por qué nos sentimos tandistanciados?

Una escuela de pensamiento sobreesto es que simplemente debemos

tomarlo por fe, regocijarnos en lapresencia de Dios aunque no la“sintamos”. Hay algo de verdad en esto,y Tozer mismo nos ha advertido en otraparte de sus escritos que no deberíamosvivir por sentimientos. Y ¿quién argüiríacontra la fe? Pero vivir por fe nosignifica que debamos ignorarcompletamente nuestros sentimientos. Aveces un sentimiento, tal como unasensación de estar lejos de Dios, es unaseñal de que algo anda mal.

En definitiva, si aseguramos estarregocijándonos en la presencia de Dioscuando nos seguimos sintiendodistanciados, nos estamos engañando anosotros mismos. Como lo dice Tozer:

Saber algo en la cabeza es una

cosa; sentirlo en el corazón es otra.Y pienso que muchos cristianosestán tratando de ser felices sintener un sentir de la Presencia. Escomo tratar de tener un día brillantesin tener el sol.

Ansia de DiosEstos creyentes que tratan de vivir sin

una consciente, manifiesta presencia deDios en sus vidas son llamadas porTozer “cristianos teológicos”. Elloscomprenden que son salvos y tienen enclaro todos los hechos, y no hay nadamalo en eso. Pero muy profundamente ensu interior tienen ansia de Dios, sinimportar lo mucho que ellos quieran

negarlo. Surge en oraciones tales como:“Señor, ven y manifiéstate a nosotros”, oen himnos como “Más cerca oh Dios deti”.

Esta ansia de Dios es realmente algobueno. Tozer declara:

Este deseo, esta ansia de estarcerca de Dios es, en realidad, unanhelo de ser como Él. Es el anhelodel corazón rescatado de ser comoDios para que pueda haber perfectacomunión, para que el corazón yDios puedan unirse en unacomunión que es divina”.

En La búsqueda de Dios Tozer seextiende sobre el tema:

Haber encontrado a Dios, y

seguir buscándolo, es una deaquellas paradojas del amor, quemiran despectivamente algunosministros que se satisfacen conpoco, pero que no satisfacen a losbuenos hijos de Dios de corazónardiente . . .

Acerquémonos a los santoshombres y mujeres del pasado, y notardaremos en sentir el calor de suansia de Dios. Gemían por Él,oraban implorando su presencia, ylo buscaban día y noche, en tiempoy fuera de tiempo. Y cuando lohallaban, les era tanto más grato elencuentro tras el ansia con que lohabían buscado.

Lo que estamos anhelando es unamanifestación de la presencia de Dios:un anhelo que deberíamos cultivar, noignorar. Este deseo de estar cerca deDios es un anhelo de ser como Dios.Pero ¿cómo sabemos cómo es Dios,para poder saber dónde fallamos? Tozertiene una respuesta sencilla: ¡Dios escomo Cristo!

La santidad de CristoUna cualidad de Jesús, por ejemplo,

es la santidad. Pero nosotros nosmanchamos y contaminamos con elmundo, dice Tozer, y permitimos quepasen meses, hasta años, sinarrepentirnos. Esto me recuerda algo

que una vez le oí decir a Fred Hartley enun sermón: “Sé que me he arrepentidode mis pecados, ¡porque me sigoarrepintiendo!”. El arrepentimiento noes una acción de una vez; es una formade vida, una actitud perdurable delcorazón.

Un cristiano carnal puede serregenerado, pero seguir teniendosentimientos, deseos y motivacionesimpuros. ¿Cómo puede un Dios santotener comunión con tal carnalidad? Estascosas nos impiden experimentar lapresencia manifiesta de Dios, así comolas nubes espesas oscurecen el sol. Esnecesario que nos arrepintamos.

La generosidad de CristoJesús además es generoso. Él se dio a

sí mismo por nosotros. Sin embargo,muchos cristianos son egocéntricos yautocomplacientes. Tozer tiene unabuena manera de probar esta área de suvida: “Usted sabrá que es egocéntrico sialguien lo contraría y se pone furioso”.Cuán cierto, ¡y cuán frecuentementecierto de mí mismo y de otros!

Nuestra autoindulgencia se evidenciaen lo que gastamos nuestro tiempo ynuestro dinero. ¿Qué dicen, por ejemplo,nuestros hábitos de gastos, de nuestrosdeseos, de nuestras prioridades? ¿Puedeun Cristo sin egoísmo tener comunióncon un cristiano egocéntrico yautoindulgente? Me pregunto si alguien

que esté envuelto en su propio egopuede tener mucha comunión conalguien.

El amor de CristoÍntimamente relacionado con la

generosidad se halla el amor. Cristo nosama tanto que dio todo, sin retener nada.Tozer protesta de que, por el contrario,demasiados cristianos son “tacaños” conDios: “Ponemos nuestra vida espiritualen un presupuesto”. Pero “ni siquieraCristo vivió para agradarse a sí mismo”(Romanos 15:3, NTV).

Algunos podrían cuestionar cómonuestra falta de amor y generosidadpuede impedir que Dios tenga comunión

con nosotros. Pero necesitamos darnoscuenta de que somos nosotros quienesbloqueamos el camino, no Dios. Comoprueba, Tozer se remite al Cantar de losCantares 5:2-6. El novio (Cristo) quiereque su novia se una a él. Pero ella noquiere salir de su cama. Para cuandoella sale, él ya se ha ido. No tienencomunión porque ella es muy egoísta. Enla última parte del capítulo, la noviaestá anhelando el regreso de él.

A. B. Simpson comenta este pasaje ensu estudio devocional del Cantar de losCantares, Loving as Jesus loves (Amarcomo Jesús ama):

Las causas del fracaso de laamada fueron su indolencia y suautoindulgencia. Esto fue un gran

desprecio a su señor. Ella habíapreferido su confort al de él. Podíayacer en lujoso descanso mientrasél estaba afuera en la puerta, con lacabeza mojada por el rocío . . . quétriste, triste símbolo del SeñorJesucristo con respecto a la propiaIglesia que Él ha redimido ydesposado consigo mismo. Ella enel lujo y el egoísmo, y Él afuera enel frío y la oscuridad.

Otras cualidades de CristoHay otras cualidades de Cristo que

contrastan mucho con lo quefrecuentemente se ve en nuestras vidas.Él es bondadoso, pero nosotros a

menudo somos ásperos. Él perdonó aquienes lo torturaron, pero nosotrospodemos ser muy mezquinos yvengativos. Él es celoso, mientras quenosotros solemos ser tibios. ¡Imaginecuán distante se siente el humilde Cristode nosotros cuando actuamos con tantoorgullo y arrogancia!

¿Usted ya siente convicción depecado? ¡Sé que yo sí! Tozer predicóesto hace al menos cuarenta años; ¿cómopudo saber lo que yo soy hoy? ¡Laverdad es que no hay mucha originalidaden el pecado!

La semejanza no es lajustificación

¿Todo esto significa que no somossalvos? No, en absoluto. Tozer nosrecuerda que la justificación no es lomismo que la semejanza con Dios. Porla muerte de Cristo en la cruz, somosregenerados, de modo que la semilla dela vida está plantada en nosotros. “Perola regeneración no perfecciona laimagen de Dios en usted”. La semillatiene que crecer. Tozer compara esto aun artista con una pintura. Primero, élhace trazos generales sobre el lienzo, yagrega sombreado, hasta quegradualmente aparece la imagen y secompletan los detalles.

Nuestra disimilitud nos impideexperimentar la presencia manifiesta deDios. La única solución es arrepentirnos

de nuestra disimilitud. Tozer lo comparacon Pedro, quien, justo antes de negar alSeñor, “le seguía de lejos” (Mateo26:58). Pero después de su negación, sedio cuenta de cuán lejos estaba de suSeñor, y “lloró amargamente” (26:75).

A decir verdad, muchos de nosotrosestamos cómodos en esta condición: noshemos acostumbrado a seguir a Jesús“de lejos”. Es una patética forma devivir. Necesitamos considerarseriamente la dolorida pregunta deTozer: “¿Llora usted algunas lágrimaspor su disimilitud?”.

PLAN DE LECCIÓN—Estudio grupal

Propósito: Ayudar a mis estudiantes

a comprender la diferencia entre lapresencia de Dios y su presenciamanifiesta, y alentarlos a crecer ensu deseo de tener comunión conDios.

Introducción1. Comience con oración.2. Haga que alguien lea los pasajes de la

Escritura que está al comienzo delcapítulo (1 Reyes 8:27; Hechos 17:27-28; Salmo 139:7-10).

3. Comience pidiendo al grupo ladefinición de inmanencia. ¿En quédifiere de la omnipresencia?

4. Aunque sabemos que Dios siempre

está cerca, nuestra percepción de supresencia puede variar. Pida a losestudiantes que realicen un gráfico(entregue papel y lápices si esnecesario) mostrando cuán cerca sesintieron de Dios la semana pasada.(El gráfico es para la propiareferencia del individuo; no debe sercompartida con el resto de la clase).

Restauración de lacompatibilidad moral1. Lean Colosenses 3:10. Discutan lo

que significa “revestirse del nuevohombre”.

2. Como cristianos tenemos que vivir

por fe, no por sentimientos. Sinembargo, Tozer nos dice quedeberíamos prestar atención al“sentimiento” de distanciamiento deDios. ¿Es contradictorio esto? ¿Cómohacemos ambas cosas? Discútanlo.

Ansia de Dios1. Lean la cita de La búsqueda de Dios

de la sección de estudio personal(Guía de estudio de este capítulo).Pregunte cómo se relaciona esto connuestros sentimientos dedistanciamiento de Dios.

2. ¿Qué estándar deberíamos usar paramedir nuestra semejanza con Dios?[Cristo].

La santidad de CristoTozer pregunta: “¿Es posible ser

cristiano y ser impuro?”. Discútanlo.

La generosidad de CristoPida respuestas a este comentario del

estudio personal: “Nuestraautoindulgencia se evidencia en lo quegastamos nuestro tiempo y dinero. ¿Quédicen, por ejemplo, nuestros hábitos degastos, de nuestros deseos, de nuestrasprioridades? (Guía de estudio de estecapítulo).

El amor de Cristo

1. ¿Qué quiere decir Tozer cuandoexpresa: “Ponemos nuestra vidaespiritual en un presupuesto”?

2. Lean Cantar de los Cantares 5:2-6.Pregunte cuál es la actitud de la noviaen el versículo 3; en el versículo 4; yen el versículo 6. Señale que el tonodesesperado de este versículo (“Lollamé, y no me respondió”) no es elfinal de la historia, ¡y tampoco tieneque ser el final de nuestra historia!

Otras cualidades de CristoEnumere en una pizarra los cuatro

atributos de Cristo que Tozer mencionaen esta sección: bondad, perdón, celo yhumildad. Pida a la clase que sugiera

acciones específicas de sus vidasdiarias que cambiarían si ellos fueranmás como Cristo en esas áreas. (Podríanser ejemplos el actuar más cortésmentecon la familia y los amigos, ser másdiligente en los devocionales diarios,etc.)

La semejanza no es lajustificación1. ¿Cuál es la diferencia entre ser

regenerado y ser como Cristo?2. ¿Por qué “nos acostumbramos” a estar

distanciados de Dios? ¿Qué podemoshacer para salir de esa rutina?

Cierre1. Antes de orar, invite a quienes tengan

convicción de su disimilitud con Diosa que levanten la mano como unaexpresión de arrepentimiento. (Nopida a la clase que cierre los ojos; elarrepentimiento debe ser algopúblico.)

2. Asigne el capítulo 9 como lecturapara la clase de la próxima semana

3. Concluya en oración, recordando alos que han levantado las manos.

Sesión 10

Capítulo 9La santidad de Dios

Estudio personal• Refiérase al capítulo 9 del libro para

el estudio• Materiales adicionales: Jonathan

Edwards: “A Treatise ConcerningReligious Affections” (Tratado de los

afectos religiosos), en The Works ofJonathan Edwards (Obras de JonathanEdwards), Vol.2, ed. Perry Miller(New Haven: Yale Univ. Press, 1957);A.W. Tozer: Worship: The MissingJewel (Adoración: La joya perdida).(Camp Hill, PA: WingsSpreadPublishers, 1992).

Si hay un atributo de Dios que se ubicapor encima de los demás, tiene que serla santidad, Jonathan Edwards dijo: “Unverdadero amor de Dios debe comenzarcon un deleite en su santidad, y no conun deleite en ningún otro atributo; puesningún otro atributo es verdaderamenteprecioso sin este”. Y sin embargo,

¿cómo desarrollamos un “deleite” en lasantidad? Es un “suelo extraño” paranosotros las criaturas pecaminosas ycaídas. Tozer encontraba difícil predicaral respecto, porque sentía que nuncapodría hacerlo como el tema lo merece.

No podemos entender lasantidad

Existe una dificultad dual encomprender la santidad de Dios. Juntocon el desafío intelectual de comprendera un Dios infinito, debemos lucharademás con nuestro propio sentido devileza al contemplar a un Diosinfinitamente santo. Fuimos hechos paraser santos como nuestro Creador, pero

“somos seres caídos: espiritual, moral,mental y físicamente. Hemos caído entoda forma en que el hombre puedecaer”. Y cada aspecto de la sociedadestá caído junto con nosotros.

Si somos seres caídos en un mundocaído, ¿cómo podemos comprender lasantidad de Dios? ¿Un pez sabe que estámojado? “Esta clase de mundo se meteen nuestros poros, en nuestros nervios,hasta que perdemos la capacidad deconcebir lo santo”. Hasta nuestraspalabras (pureza, excelencia moral,rectitud, honor, verdad, justicia) pareceninadecuadas para describirlo.

Las Escrituras usan la sugerencia y laasociación para describir la santidad deDios, dice Tozer, porque el lenguaje es

inadecuado. Lea Éxodo 19 y busquemanifestaciones de Dios que sugieran oestén asociadas a su santidad.

Dos palabras para la santidadComo señala Tozer, hay dos palabras

principales para “santo” en el AntiguoTestamento: una que usualmenterepresenta a Dios y a menudo se traducecomo “el Santo”, y una que generalmentees usada para describir cosas creadas(incluyendo a los humanos) y significa“santo por contacto o asociación (conDios)”. Estas dos palabras parecensugerir que Dios puede impartir susantidad a su pueblo.

En el Nuevo Testamento la palabra

para santidad literalmente significa “unacosa terrible [que causa terror]”. Esto,dice Tozer, es lo que nos falta hoy endía. Bajo la influencia de la enseñanzahumanista, nos “tomamos demasiadaslibertades” con Dios; hemos perdido elsentido de su majestuosa santidad, su“cualidad terrible e inaccesible”. Sí,créase o no, esto proviene del mismoTozer que en otro lugar nos llama aacercarnos a Dios en intimidad, como unniñito. ¿Está siendo contradictorio? Enabsoluto. En Worship: The MissingJewel (Adoración: La joya perdida),Tozer explica esta aparente paradoja:

La adoración, digo, se eleva ocae según nuestro concepto deDios; por eso es que no creo en

esos vaqueros convertidos amedias que llaman a Dios “elHombre de arriba”. No creo queellos adoren en absoluto, porque suconcepto de Dios es indigno deDios e indigno de ellos. Y si hayuna enfermedad terrible en laIglesia de Cristo es que no vemos aDios tan grande como es. Nostomamos muchas libertades conDios.

La comunión con Dios es unacosa: el exceso de confianza conDios es algo bastante diferente.

La ardiente santidad de DiosEl concepto de la presencia de Dios

como “fuego consumidor” y “llamaseternas” (Isaías 3:14) es, debo confesar,un pensamiento abrumador para mí.Supongo, sin embargo, que tiene unpropósito. Al citar varios pasajes de laEscritura que representan a Dios comofuego, Tozer está tratando de ayudarnosa ver más allá de la actitud poco seriaque muchos tienen hacia Dios hoy endía. Carecemos de un respetoasombrado y lleno de temor reverencialpor su santa majestad.

No somos los únicos. El Señorreprendió al pueblo de Israel, diciendo:“Pensabas que de cierto sería yo comotú” (Salmo 50:21). C. S. Lewis se haceeco de la opinión de Tozer en uncomentario en Mero cristianismo:

Dios es el único consuelo, Él esademás el supremo terror . . .Algunas personas hablan como siencontrarse con la mirada de laabsoluta bondad de Dios fueradivertido. Necesitan pensar otravez. Solamente están jugando conla religión.

¿Cómo podemos, nosotros quedeseamos acercarnos a Dios,aproximarnos a la llama inaccesible?Hay una solución, nos dice Tozer. Siusted pone un trozo de hierro en elfuego, “el hierro aprende a vivir con elfuego absorbiéndolo, y empezando aresplandecer”. Esta es una ilustracióncomún usada por los escritores

medievales piadosos para explicar laobra del Espíritu Santo en el creyente, yotra vez, otra sugerencia de que Diospuede impartir su santidad a su pueblo.

La idea de Tozer de “la ardientesantidad de Dios” y su majestadinaccesible puede malinterpretarsefácilmente. Podemos malinterpretarla ypensar que Dios es demasiado“peligroso” para aproximarnos, así queno deberíamos intentarlo. La puraverdad es que Dios quiere que nosaproximemos a Él, ¡pero no podemosesperar salir ilesos de la confrontación!¿Recuerda cómo Jacob salió de allí conuna cojera crónica? La buena noticia esque lo único que realmente muere esnuestro pecado y egoísmo. Como dijo C.

S. Lewis en El león, la bruja y elropero: “Él no es un León domesticado,¡pero es bueno!”.

El Santo y el pecadorTozer entonces fija sus ojos en el

presuntuoso pecador, que cree quepuede decidir cuándo querrá volver aDios, o quien se vuelve a Dios solo paraobtener algo de Él. Debemos darnoscuenta de con Quien estamos tratandocuando nos aproximamos a Dios. Situviéramos una mejor imagen de suterrible santidad, no descuidaríamos elarrepentirnos de esos pecados“pendientes”. No insultaríamos sumajestad viniendo a Él en oración con

“una lista de compras”. Él es el Diosque es “muy limpio . . . de ojos para verel mal, ni puedes ver el agravio”(Habacuc 1:13), y “Por la misericordiade Jehová no hemos sido consumidos”(Lamentaciones 3:22).

La escritura más importante a la cualTozer dirige nuestra atención es Hebreos12:14: “Seguid . . . la santidad, sin lacual nadie verá al Señor”. Él aduce queel creyente moderno no toma esteversículo seriamente, porque tratamosde reinterpretarlo para que signifiqueotra cosa. Además nos justificamosdiciendo que Dios “sabe que solo somospolvo”.

Tozer no lo acepta, y nosotrostampoco deberíamos hacerlo. Adoramos

a un Dios que es demasiado puro paraver el pecado, el Santo y terrible. Y nosha dicho que seamos santos como Él essanto (Levítico 11:45; 1 Pedro 1:16).Una verdadera visión de su santidad nosharía vivir vidas de arrepentimientopara que nunca podamos tener nadaentre nosotros y el Santo de Israel.

PLAN DE LECCIÓN—Estudio grupal

Propósito: Ayudar a mis estudiantesa captar una visión de la terriblesantidad de Dios, y tomarconciencia de nuestra necesidad devivir vidas santas también.

Introducción1. Comience con oración2. Haga que alguien lea los seis pasajes

de la Escritura que están al comienzodel capítulo (Éxodo 15:11; Job 15:15,25:5-6; Salmo 22:3; Proverbios 9:10;Isaías 6:3).

No podemos comprender susantidad

Pida a dos voluntarios que seaventuren a dar una definición desantidad. Luego lea el penúltimo párrafode la página 147 del libro. ¿Por qué nosresulta difícil comprender la santidad?

Dos palabras para la santidad1. Explique que hay dos palabras

importantes para “santo” en el AntiguoTestamento: una que usualmentedescribe a Dios, y otra que usualmentesignifica “santo por asociación”.Discutan lo que eso significa paranosotros en nuestra relación con Dios.

2. Discutan lo que Tozer quiere decircuando dice que muchos cristianos “setoman demasiada confianza” con Dios.¿Somos culpables de eso hoy en día?¿Cómo concuerda esto condeclaraciones previas de Tozer quenos llaman a acercarnos a Dios en unarelación íntima?

La ardiente santidad de Dios1. Discutan la imagen que Tozer presenta

de Dios como fuego. ¿Cómo podemosver a Dios como “fuego consumidor”y aun así acercarnos? ¿Cómo podemosverlo como “el supremo terror”, comodice C. S. Lewis, y seguirdeseándolo?

2. Lean en este capítulo bajo el subtítuloLa ardiente Santidad de Dios lospárrafos que hablan del libro acercade “el hierro en el fuego” y discutancómo ilustra eso la obra del EspírituSanto en la vida de la persona.

El Santo y el pecador

Haga que diferentes miembros de laclase lean los siguientes versículos, eneste orden: Habacuc 1:13;Lamentaciones 3:22; Hebreos 12:14; 1Pedro 1:15-16. ¿Cómo se relacionanestos versículos con nuestro andarcristiano diario? ¿Qué dicen acerca denuestras prioridades de cada día?

Cierre1. Haga que la clase se reúna en oración

al final del capítulo.2. Asigne la tarea de leer el capítulo 10

para la clase de la próxima semana.3. Cierre con oración.

Sesión 11

Capítulo 10:La perfección de Dios

Estudio personal• Refiérase al capítulo 10 del libro para

el estudio• Materiales adicionales: Stanley Grenz

y Roger Olson, Who needs Theology?(¿Quién necesita la teología?).

(Downers Grove, IL: InterVarsityPress, 1996); Larry Dixon, Heaven:Thinking Now About Forever (Elcielo: Pensar ahora en lo eterno)(2002).

Tozer comienza este mensaje citandoun solo versículo (Salmo 50:2) yseñalando las tres palabras prominentesdel pasaje: perfección, hermosura yDios. Desde allí se lanza rápidamente auna crítica del cristianismo evangélicode los últimos cincuenta años. Esteabrupto cambio de tema puede molestara algunos lectores; después de todo,¿qué tiene que ver esto con la perfecciónde Dios? Pero sea paciente; Tozer

mostrará a su debido tiempo cómo estose relaciona con el tema principal.

Mientras lee lo que Tozer tiene quedecir acerca de “nuestras ganancias ynuestras pérdidas”, recuerde que élhabla a mediados de la década de 1950,de modo que, para él, “los últimoscincuenta años” son la primera mitad delsiglo veinte. Como cristianos del sigloveintiuno, debemos decidir si su críticase aplica también a nuestro pasadoreciente.

Nuestras ganancias ypérdidas

Tozer identifica varias positivas

ganancias que hemos disfrutado losevangélicos, incluyendo el incrementode la asistencia a la iglesia, más genteque se identifica como cristiana, elincremento del número de escuelas,universidades y seminarios, el drásticocrecimiento de la literatura cristiana, elaumento de la popularidad delevangelio, mejor comunicación ygrandes pasos en el evangelismomundial. “No podemos negar”, admite,“que se está haciendo mucho bien y queel evangelio está siendo propagado”.Sin embargo, agrega, hemos tenido unapérdida del “temor de Dios”, queconduce a “ligereza y familiaridadeshacia Dios”.

Falta de conciencia de loeterno

Tozer también identifica en la Iglesiauna pérdida de la conciencia de loinvisible y lo eterno, la conciencia de ladivina presencia y de la majestaddivina. Se hace eco de lo mismo cuandodescribe el servicio de la iglesiaevangélica promedio en God Tells theMan Who Cares (Dios le habla alhombre que está atento):

En la mayoría de nuestrasreuniones, hay apenas un rastro depensamiento reverente, no sereconoce la unidad del Cuerpo, haypoco sentido de la divinaPresencia, no hay momentos de

quietud, no hay solemnidad, no haymaravilla, no hay temor santo. Perofrecuentemente hay undespreocupado o dinámico líder dealabanza lleno de bromasembarazosas, además de unmoderador que anuncia cada“número” con el discursito decontinuidad típico de la antiguaradio en un esfuerzo por hacer quetodo concuerde.

La verdadera adoración—en realidad,la esencia del cristianismo—es definidapor Tozer como la “capacidad de hacerintrospección y tener comunión con Diosen el lugar secreto, en el santuarioprofundo de su propio espíritu

escondido”. Casi hemos perdido estacapacidad, dice él.

Ahora que usted ha oído la crítica deTozer a la situación que había durante suvida, ¿qué piensa? ¿Podrá ser quedescriba certeramente nuestrasganancias y pérdidas de las últimasdécadas? Me aventuro a sugerir que sí,porque Tozer aquí esta identificando unciclo en el que la Iglesia parece caercontinuamente.

Ganancias externas, pérdidasinternas

El ciclo puede definirse así: Cuandonuestras ganancias son mayormente

externas, comenzamos a tener pérdidasque son internas. Tozer no dice quenuestras ganancias externas han causadonuestras pérdidas internas, sino que esposible enfocarse en lo externo endesmedro de nuestra relación interiorcon Dios. La causa de nuestras pérdidases más profunda: es una falta dereconocimiento de quién es Dios. “Creoque nunca podremos recobrar nuestragloria”, sostiene Tozer, “hasta quevolvamos a ser llevados a ver la terribleperfección de Dios”.

¿No le dije? Puede tomar un tiempo,pero finalmente Tozer vuelve al temaprincipal, en este caso, la perfección deDios. En este momento, Tozer comienzaa analizar el atributo de la perfección,

pero comienza presentando una aparentecontradicción entre la perfección y lainfinitud.

¿Qué es la perfección?Si se define la perfección como “el

grado más elevado posible deexcelencia”, ¿cómo puede aplicarse esoa Dios si nada es imposible para Él?Perfecto significa tener todo lo que sesupone que debe tener (un bebé es“perfecto” si tiene dos brazos, dospiernas, diez dedos en las manos, diezdedos de los pies, etc.) y nada de lo quese supone que no debe tener (¡ningúndedo extra en las manos o en los pies!).Pero, ¿cómo podemos aplicarle eso a

Dios, que es infinito?Pensamos en lo perfecto como una

palabra absoluta, y concluimos que“nadie es perfecto, excepto Dios”. Perola Biblia usa perfecto como una palabrarelativa, para comparar una criatura conotra. Dios no es una criatura y no puedeser comparado con nadie ni con nada.Entonces, ¿por qué la Biblia usa lapalabra “perfecto” para referirse a Dios,además de a las cosas creadas? ¡Suenacomo si Tozer quedara arrinconado poreste argumento!

Dios no conoce medidaSi usted recuerda lo que Tozer dijo en

el capítulo sobre la infinitud de Dios

acerca de que “Dios no conoce medida”,esto comenzaría a tener más sentido. Nopodemos decir (estrictamente hablando)que Dios es “excelente”, porque si algose destaca, es en comparación con otracosas, y Dios no es comparable con lascriaturas finitas. “¿A qué, pues, meharéis semejante o me compararéis?”(Isaías 40:25). Dios es incomparable.Tozer sugiere que este puede ser elorigen del mandamiento contra forjarimágenes en Éxodo 20:4.

A pesar de todo esto, Jesús usó lamisma palabra para perfecto tanto paraDios como para nosotros, cuando dijoque debemos ser perfectos como nuestroPadre del cielo (Mateo 5:48). ¿Por qué?Tozer dice que son las limitaciones del

lenguaje y el pensamiento humano lasque nos impiden concebir la plenitud ycompletud absolutas de Dios. Cuandodecimos que un ser humano es perfecto,queremos decir que hace lo mejor queun ser humano puede hacer. Pero cuandodecimos que Dios es perfecto, lo es sinrestricción.

Aquí Tozer retorna al pasaje de laEscritura con el que comenzó: “De Sion,perfección de hermosura, Dios haresplandecido” (Salmo 50:2). ¿Quéhacía a Sion tan perfectamente hermosa?Era “el Dios resplandeciente quemoraba entre las alas de losquerubines”. Porque la gloria Shejiná deDios estaba allí, Sion era hermosa.Todas las cosas son hermosas cuando se

acercan a Dios, y feas cuando se alejan.

Lo que honra a Dios eshermoso

Esto es lo que hace hermoso a unhimno, aunque artísticamente pueda noser tan pulido como alguna músicasecular: que honra a Dios. Es lo quehace hermosa a la Biblia. Es lo que hacehermosa a la teología.

La hermosura de la teología, sinembargo, puede ser difícil de ver paraalgunos creyentes. La palabra“teología”, para muchos de nosotros,evoca visiones de escépticos en torresde marfil, forjando grandes argumentos

contra la autoridad de la Escritura y todafe genuina. Pero cuando consideramosque la teología, en su definición mássimple y pura es “pensar acerca deDios”, nos damos cuenta de que todospractican teología. (Para una exposiciónexcelente y fácil de leer sobre este tema,vea Who Needs Theology? (¿Quiénnecesita la teología?), de Stanley Grenzy Roger Olson.) Tozer define a lahermosa teología de esta manera:

Es la mente de rodillas en unestado de apasionada devoción,razonando acerca de Dios, odebería serlo. Es posible que lateología se convierta en algo muydifícil y distante, y que podamossacar a Dios de nuestra teología.

Pero la clase de teología de la cualhablo, el estudio de Dios, es algohermoso.

El cielo, agrega Tozer, “es el lugar desuprema belleza”, porque “la perfecciónde la hermosura está allí”. Debemosrevisar nuestras ideas acerca del cielo,dice Tozer, pensando y aprendiendo másacerca de él. Larry Dixon, en su libroHeaven: Thinking Now about Forever(El cielo: Pensar ahora en lo eterno), sehace eco de la plegaria de Tozerdiciendo que los cristianos modernoshemos permitido que el cielo nos sea“robado” por las preocupaciones de estemundo.

Finalmente Tozer nos conduce a la

suprema belleza: Cristo mismo.

La hermosura se centra enCristo

La hermosura se centra en Cristoporque Él mismo es Dios, la fuente detoda hermosura. Esta es una bellezainterna, no externa. El cielo es hermosoporque Jesús está allí. Y en el extremoopuesto de la escala, el infierno debe deser la máxima fealdad e imperfección,porque está tan lejos de Dios.

Esto pone a la tierra a mitad decamino, donde vemos hermosura yfealdad a nuestro alrededor. Nuestraelección, la mayor elección que

debemos realizar, es si pasaremosnuestras vidas buscando la hermosura ola fealdad.

Nada malo es hermosoNada que sea malo puede ser

hermoso, concluye Tozer.Es posible que algo impuro sea

lindo o atractivo, hasta fascinante.Pero no es posible que seahermoso. Solamente lo que es santopuede ser básicamente hermoso.

Cristo vino a salvarnos de la fealdaddel infierno y llevarnos al cielo, el lugarde la perfección de la hermosura.

No hay nada maravilloso enel mundo

Es por eso que el mundo no tiene nadaque ofrecernos, dice Tozer, porquesolamente Dios es hermoso ymaravilloso. Gastamos demasiadotiempo y esfuerzo en cosas mortales,cuando Dios quiere darnos su presencia.

¿De qué sirve toda nuestraajetreada religión si Dios no estáen ella? ¿De qué sirve si hemosperdido la majestad, la reverencia,la adoración, la conciencia de lodivino? ¿De qué sirve si hemosperdido el sentido de la presencia yla capacidad de replegarnos anuestro propio corazón y

encontrarnos con Dios en el huerto?Si hemos perdido eso, ¿por quéconstruir otra iglesia? ¿Por quélograr más convertidos a uncristianismo decadente? ¿Por quétraer gente para que siga a unSalvador desde tan lejos que Él yano los reconozca?.

Tozer termina este mensajellamándonos a mejorar nuestrocristianismo elevando nuestro conceptode Dios, el cual era, si usted recuerda,su principal propósito al enseñar acercade los atributos de Dios.

Si tengo un bajo concepto deDios, mi religión solo puede ser unasunto barato y diluido. Pero si mi

concepto de Dios es digno de Dios,entonces puede ser noble y digna;puede ser reverente, profunda,hermosa. Esto es lo que quiero veruna vez más entre los hombres. Orede esta manera, ¿quiere hacerlo?.

Su oración final, la más extensa dellibro, no es sino un ruego poravivamiento. Valdría la pena dedicartiempo a leer esa oración, meditarla yhacerla.

PLAN DE LECCIÓN—Estudio grupal

Propósito: Ayudar a mis estudiantesa comprender la perfección deDios y a desarrollar un concepto deDios que sea digno de Él.

Introducción1. Comience con oración.2. Haga que alguien lea los pasajes de la

Escritura que están al comienzo delcapítulo (Éxodo 15:11; Job 15:15;25:5-6; Salmo 22:3; Proverbios 9:10;Isaías 6:3).

3. Lean el Salmo 50:2 y pida a losestudiantes que identifiquen las trespalabras más importantes de esteversículo (perfección, hermosura yDios). Señale el cambio de tema deTozer hacia una crítica de la Iglesiaevangélica y explique que supropósito se verá con claridad másadelante. Recuérdeles que Tozerestaba criticando la Iglesia de la

década de 1950.

Nuestras ganancias ypérdidas

Enumere en una pizarra las“ganancias” que Tozer menciona alcomienzo del capítulo 10. (una listasimplificada se halla en el estudiopersonal bajo este subtítulo [Guía deestudio de este capítulo]). Luegocompare las ganancias de la década de1950 con nuestras ganancias de hoy endía. ¿Hay otras que Tozer podríamencionar si estuviera aquí hoy?

Falta de conciencia de lo

eterno1. Ahora enumere en la pizarra las

“pérdidas” que Tozer identifica en eleste capítulo (enumeradas también enel estudio personal bajo este subtítuloen la Guía de estudio). Pregunte a laclase si esto refleja con exactitud a laIglesia de hoy, así como a la de ladécada de 1950.

2. Lea la definición de adoración deTozer (citada en el estudio personalbajo este subtítulo en la Guía deestudio). ¿Es esta una definiciónexacta de adoración? Sobre la base deesta definición, ¿cuánta adoracióntiene lugar en el servicio de la iglesiapromedio?

Ganancias externas, pérdidasinternas

Discuta con la clase cómo serelacionan las prioridades externas conlas prioridades internas en el Cuerpo deCristo. Las ganancias externas ¿debenestar acompañadas de pérdidasinternas? ¿Cómo podemos tener ambas?(Ayude a su clase a llegar a laconclusión de que concentrarnos ennuestra relación interna con Diosusualmente resultará en un crecimientoexterno, pero que concentrarnos en elresultado externo por lo generalconducirá a pérdidas, tanto interna comoexternamente). Presente la siguientesección diciendo que el antídoto de

Tozer para la pérdida del sentido de lapresencia interior de Dios es una visióncorrecta de las perfecciones de Dios.

¿Qué es la perfección?Pida a los estudiantes que propongan

una definición de perfección. (Remítaseal estudio personal si se quedanatascados [Guía de estudio de estecapítulo].) Discutan la declaración deTozer acerca de que perfección es “unapalabra relativa . . . que solamente seaplica a las criaturas”.

Dios no conoce medida1. Lea para la clase los párrafos del

libro, que explican lo que Tozer quieredecir al expresar que “Dios no conocemedida”, bajo el subtítulo El infinitono puede ser medido del capítulo 1.Discutan cómo se relaciona esto conlas palabras “perfección” y“excelencia”. ¿Cuál es la explicaciónde Tozer para el uso que hace laBiblia de estas palabras para referirsea Dios?

2. Lean otra vez el Salmo 50:2. Discutanla siguiente declaración del estudiopersonal: “Todas las cosas sonhermosas cuando se acercan a Dios, yson feas cuando se alejan” (Guía deestudio de este capítulo).

Lo que honra a Dios eshermoso1. Pregunte a la clase qué piensan de la

definición de teología de Tozer: “Lamente de rodillas en un estado deapasionada devoción” (Guía deestudio de este capítulo). ¿Es esta suexperiencia de pensar y aprenderacerca de de Dios?

2. Analicen la opinión de Tozer de quenecesitamos “repensar todo nuestroconcepto del cielo”. ¿Cuáles sonalgunos de los conceptos erróneos quelas personas tienen respecto al cielo?¿Cómo volvemos a un conceptocorrecto de nuestro hogar eterno?

La hermosura se centra enCristo

Tozer dice que el cielo es laperfección de la hermosura y el infiernola suprema fealdad, con la tierra enalgún lugar del medio. Discutan lo queél quiere decir con “hermosura”. ¿Cuáles nuestra responsabilidad respecto a lamezcla de hermosura y fealdad en latierra?

Nada malo es hermosoDiscutan el comentario de Tozer de

que las cosas impuras no pueden serhermosas (citado en el estudio personalbajo este subtítulo [Guía de estudio de

este capítulo]) ¿Cómo algo puede ser“lindo”, “atractivo” o “fascinante” sinser hermoso?

Nada maravilloso hay en elmundo

Tozer quiere decir en este punto quecon frecuencia nos enamoramosdemasiado de las cosas del mundo comopara acercarnos más al Señor. ¿Quépodemos hacer para ser libres denuestro deseo de cosas?

Cierre1. Lean la oración de Tozer que está al

final del capítulo. Pida a los miembrosde la clase que levanten la mano sidesean orar por una nueva visión deDios en su hermosura.

2. Explique que la clase de la semanapróxima será una revisión de todo ellibro.

3. Concluya con oración, recordando aquienes levantaron las manos.

Sesión 12

Revisión

Esta lección está diseñada como unarevisión al final de su estudio. Elpropósito es simplemente discernir quéimpacto han tenido las lecciones enusted (o en sus estudiantes, si este es ungrupo de estudio) y revisar una vez máslos puntos principales.

Tiempo de testimoniosLa mejor revisión podría ser

determinar lo que usted ha obtenido deeste estudio. Si hace un estudioindividual, escriba sus pensamientos enun diario. Si es un estudio grupal,háganlo en una discusión grupal.Comparta una lección significativa queel Señor le ha enseñado, o lo másimportante que ha aprendido a través deeste estudio. Permítase tanto tiempocomo necesite para este valiosoejercicio.

RevisiónSiéntase en libertad de enfatizar los

puntos que considere más necesarios. Loque se provee en esta revisión sonsolamente los principales puntos decada capítulo visto y algunasafirmaciones, preguntas o versículosrelacionados con cada punto.

Capítulo 1: La infinitud deDios• “Todo lo que Dios es, lo es sin límites

ni fronteras”.• ¿Es mi concepto de Dios demasiado

pequeño? ¿Es digno del Dios a quiensirvo? ¿Cómo podría afectar lamanera en que vivo una visión mayorde Dios?

• Reflexione sobre colosenses 3:1-3 a laluz de esta cita de Tozer: “Elcristianismo es una puerta hacia Dios.Y entonces, cuando usted entra enDios, ‘con Cristo en Dios’, está en unviaje hacia lo infinito, a la infinitud.No hay límites ni lugar paradetenerse”.

Capítulo 2: La inmensidad deDios• El hombre que tiene fe verdadera más

que fe nominal ha encontrado unarespuesta correcta a la pregunta:“¿Cómo es Dios?”.

• Dios es tan inmenso que el universo no

puede contenerlo. Aunque está entodas las cosas, Él no está confinado ani es contenido por su creación. Envez, Él lo contiene. Medite en Isaías40.

• “Usted fue hecho a imagen de Dios, ynada que sea menos que Dios podrásatisfacerlo”. ¿De qué maneradepende usted de las cosas del mundopara ser feliz? ¿Podría su fesobrevivir a la pérdida de todas lascosas?

Capítulo 3: La bondad deDios• Si Dios es bueno, es infinitamente

bueno. Así que aunque poseemos (almenos una persona redimida) lacapacidad de ser buenos, no debemosconfundir eso con la infinita,inmutable bondad de Dios.

• La capacidad de Dios para simpatizary empalizar con nosotros se encuentraen Hebreos 2:17-18 y 4:15-16.

• “Jesús es Dios. Y Jesús es el hombremás bondadoso que haya vivido enesta tierra”. No podemos mirar labondad humana y esperar hacernos unaidea de cómo es la bondad de Dios.Todos los ejemplos humanospalidecen en comparación.

• Dios quiere que nos complazcamos enÉl. Tozer nos advierte: “Hagamos a unlado todas nuestras dudas y confiemos

en Él”.

Capítulo 4: La justicia deDios• “La justicia es indistinguible del juicio

en el Antiguo Testamento”. La palabrahebrea para juicio/justicia tieneimplícito el significado de “igual” o“equidad”. Vea Ezequiel 18:25.

• Anselmo formula la pregunta: “¿Cómoperdonas al malvado si tú eresjusto?”. Tozer dice que la respuesta aesta pregunta se encuentra en la unidadde Dios, la pasión de Cristo y lanaturaleza inmutable de Dios.

• Aunque castigar a los malvados es

justo porque así obtienen lo que semerecen, perdonar y justificar a losmalvados también es justo, “porque escongruente con la naturaleza de Dios”,los atributos de Dios de compasión ymisericordia.

Capítulo 5: La misericordiade Dios• Tozer dice que misericordia significa

“inclinarse bondadosamente haciaalguien inferior, sentir piedad poralguien y ser activamente compasivo”(vea el Salmo 103:8-17; 2 Corintios1:3; Santiago 5:11; 2 Pedro 3:9).

• La misericordia de Dios es un

desbordamiento de su bondad, su“urgencia por otorgarbienaventuranza” (Isaías 63:7-9;Ezequiel 33:11).

• “Sumerjámonos en la misericordia deDios y conozcámosla”. ¿Por qué?¡Porque la necesitamos!

Capítulo 6: La gracia de Dios• “La gracia es la bondad de Dios

confrontando el demérito humano”.• Lea Juan 1:17 y luego lea Éxodo 33:13

y 17. ¿Dios trata con Moisésbasándose en la gracia, o no?

• Nadie fue ni nadie será salvo, exceptopor gracia; y la gracia siempre viene

de Jesucristo. Lea el Salmo 130:3.• Para conocer la inmensurable gracia

de Dios, debemos “pasar bajo lasombra de la cruz”. La gracia de Dios,liberada en la cruz, es un misterio (1Timoteo 3:16).

Capítulo 7: La omnipresenciade Dios• Dios está cerca en todo lugar, de todo

y de toda cosa; Dios no tiene límites yDios no tiene tamaño (Jeremías23:24).

• Dios está siempre precisamente ahí.Así que ¿por qué pensamos que estátan lejos? Porque nuestro pecado nos

hace disímiles de Él en nuestranaturaleza moral. Efesios 2:1-3 y4:17-19 identifican este sentimiento de“estar lejos” como separación.

• Jesús murió en la cruz por nuestrospecados, reconciliándonos con Dios(2 Corintios 5:19). Al poner sunaturaleza dentro de nosotros (2 Pedro1:4), Dios ha removido la disimilitud,así que podemos volver a gozarnos ensu presencia consciente.

Capítulo 8: La inmanencia deDios• “Dios mora en su universo y sin

embargo el universo mora en Dios”.

La presencia de Dios penetra ypermea el universo (Hechos 17:28).

• Si la presencia de Dios penetra ypermea el universo, ¿por qué nosentimos su penetrante presencia entodo momento? ¿Porque somos comoun hombre que se muere de inaniciónsentado frente a un banquete?

• De lo que tenemos ansia es de unamanifestación de la presencia deDios, un ansia que debemos cultivar,no ignorar. Esta ansia de estar cercade Dios es un anhelo de ser semejantea Él. No nos conformemos con nuestradesemejanza con Dios, sino queanhelemos ser como Cristo.

Capítulo 9: La santidad deDios• Como seres caídos en un mundo caído

“perdemos la capacidad de concebirlo santo”. Es por eso que Dios usa lasugerencia y la asociación paradescribir la santidad. Lea Éxodo 19 ybusque manifestaciones de Dios quesugieran o estén asociadas a susantidad.

• Nos falta un terrible, completamenteformidable respeto por la majestad deDios (Salmo 50:21).

• Una verdadera visión de la santidaddivina puede hacer que vivamos vidasde arrepentimiento pues nunca podríahaber habido nada entre nosotros y el

Santo de Israel (Habacuc 1:13;Lamentaciones 3:22; Hebreos 12:14).

Capítulo 10: La perfección deDios• Lea el Salmo 50:2 y piense acerca de

la relación entre las tres palabrasprominentes del pasaje: perfección,belleza y Dios.

• Es posible concentrarnos en asuntosexternos descuidando nuestra relacióninterior con Dios. Dedicamos muchotiempo y esfuerzo a las cosasmortales, cuando Dios quiere darnossu presencia.

• Todas las cosas son bellas cuando se

acercan a Dios, y feas a medida que sealejan de Él.

• “Si tengo un bajo concepto de Dios, mireligión solo puede ser un asuntobarato y diluido. Pero si mi conceptode Dios es digno de Dios, entoncespuede ser noble y digna; puede serreverente, profunda, hermosa”.

Conclusión• Esta cita del capítulo 3 resume

completamente lo más importante deLos atributos de Dios volumen I:

El cristianismo de cualquierépoca ha sido fuerte o débildependiendo de su concepto deDios. E insisto en lo que he dicho

muchas veces: el problema básicode la Iglesia de hoy es su indignaconcepción de Dios.

• Cierre con oración, pidiendo que esteestudio pueda ayudar a cada persona atener un concepto más digno denuestro grande y maravilloso Dios.