los años 50. la arquitectura española y su compromiso con la historia

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Los aos 50: La arquitectura espaola y su compromiso con la historia.

Pamplona, 16/17 marzo 2000 ESCUELA TCNICA SUPERIORDE

ARQUITECTURA UNIVERSIDAD

DE

NAVARRA

ACTAS DEL CONGRESO INTERNACIONAL

Los aos 50: La arquitectura espaola y su compromiso con la historia.Se celebr en Pamplona los das 16 y 17 de Marzo de 2000 en la Escuela Tcnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Navarra.

Comit Cientfico Secretario Coordinador Maquetacin Diseo portada Edicin Fotomecnica Impresin Depsito legal ISBN

Juan Jos Lahuerta Juan Miguel Ochotorena Jos Manuel Pozo Carlos Sambricio Carlos Chocarro Jos Manuel Pozo Ana Gozalo Ignasi Lpez Iaki Bergera T6 Ediciones S.L. Contacto Grfico, S.L. Navaprint Grficas NA: 1013/2000 84-89713-33-2T6 ediciones 2000 Escuela Tcnica Superior de Arquitectura. Universidad de Navarra. 31080 Pamplona. Espaa. Tel. 948 425600. Fax 948 425629. e-mail: [email protected]

NDICE

JOS MANUEL POZO Presentacin LECCIN INAUGURAL DE VITTORIO MAGNAGO LAMPUGNANI Cosa rimane del progetto Moderno. Considerazioni sullArchitettura di fine millennio PONENCIAS MARA JOS CASSINELLO Razn cientfica de la modernidad espaola en la dcada de los 50

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21 39 49

CARLOS SAMBRICIO La vivienda espaola en los aos 50 ANTONIO PIZZA Malos tiempos para la lrica. Esperanza y desesperanza en la Europa de la posguerra COMUNICACIONES SECCIN I: INDUSTRIALIZACIN Y ARQUITECTURA CARMEN DEZ Industrializacin y prefabricacin en Alemania

61 67 77 90

CELESTINO GARCA Donde la construccin late CARLOS LABARTA Arquitectura de Jos de Yarza JAIME SEPULCRE Los comedores de la SEAT: aterriza el aluminio SECCIN II: EL DEBATE SOBRE LA VIVIENDA ANA AZPIRI Aportacin del COAVN a la V Asamblea Nacional de Arquitectos ANTN CAPITEL Teora y prctica de la vivienda madrilea MARTN CHECA La vivienda social vista por los catlicos ANA ESTEBAN Poblados dirigidos EVA HURTADO El Hogar del empleado M. ANGELES JIMNEZ El barrio de San Pedro

101 109 115 125 133 141

MIGUEL LASSO DE LA VEGA La labor de la Obra Sindical del Hogar XOS LUIS MARTNEZ El Poblado de Fontao ASIER SANTAS Un reto para la vivienda social en Espaa: la vivienda sin pasillo SECCIN III: LA INCIPIENTE REFLEXIN TERICA IIGO BEGUIRISTIN Los aos 50: la vivienda unifamiliar y la bsqueda del ideal orgnico IAKI BERGERA Institutos laborales JUAN CARLOS COLL Orans House ANA ESTEBAN Modernidad o Tradicin: el papel de la RNA y del BDGA ANA BELN ISLA El Gobierno Civil de Tarragona U.P.W. NAGEL Der vertane dialog des Darmstdter Gesprch MARISA NAVARRO Alberto Sartoris y el itinerario de la modernidad en Espaa JAVIER PREZ Divinos palacios SANTIAGO QUESADA La arquitectura del silencio GABRIEL RUIZ CABRERO El moderno en Espaa JORGE TORRES La mirada italiana JORGE TORRES Valencia: la arquitectura de los aos 50

151 163 171

181 195 205 241 251 257 265 275 283 291 295 303

Presentacin

MIRANDO AL FUTURO GRACIAS AL PASADOJos Manuel Pozo No han transcurrido an dos aos desde la clausura del Congreso De Roma a Nueva York, itinerarios de la nueva arquitectura espaola 1950-1965, en el que se sentaron las bases para la celebracin de este Congreso de 2000. Esta segunda convocatoria ha estado mucho ms abierta que la de hace dos aos, pues aunque este Congreso se plante desde el principio como un foro para el debate e impulso de la investigacin sobre la arquitectura espaola, buscando dar cabida a todas las investigaciones actualmente en marcha acerca de nuestra arquitectura, tanto en Espaa como fuera de ella, en aquella ocasin los contenidos de las ponencias estuvieron condicionadas por la celebracin, en el seno del Congreso, del homenaje a Javier Carvajal. Por eso es una satisfaccin contar entre los asistentes con investigadores provenientes del otro lado de los Pirineos. Confiemos en que dentro de dos aos, as como en futuras ediciones, esta participacin se extienda, enriquecindose las sesiones con numerosas aportaciones de quienes ven y estudian nuestra arquitectura desde fuera. En estos meses transcurridos, de octubre de 1998 a hoy, han tenido lugar en Espaa algunos hechos y acontecimientos reseables relativos a la investigacin sobre la historia de la arquitectura espaola moderna, que vienen a corroborar no slo el inters que el tema suscita, sino la actualidad de muchos fenmenos y realizaciones arquitectnicas del pasado, que lejos de ser meros retazos de historia, son fenmenos cuyo estudio es necesario para comprender el camino recorrido por la arquitectura espaola para llegar al punto en el que ahora se encuentra. La profundizacin en ese conocimiento har posible a su vez arrojar algo de luz sobre el camino que debemos recorrer para seguir avanzando; de modo que, desde el estudio de la historia, podamos contribuir no slo a conocer el pasado sino a construir el futuro, al descubrir el origen de los aciertos de quienes nos precedieron; sabemos que para que la arquitectura pueda seguir siendo nueva y vibrante, debe ser profundamente tradicional, en el sentido que Moya daba al trmino tradere1: entregar lo que se ha recibido, para poder llegar ms lejos. Es importante saber qu se ha recibido para evitar que la herencia se empobrezca por ignorancia. Entre esos acontecimientos dignos de mencin que han tenido lugar durante estos dos ltimos aos debemos mencionar sin duda la celebracin del segundo seminario del Docomomo Ibrico, que tuvo lugar en Sevilla en noviembre ltimo, as como la celebracin del cincuenta aniversario de la Universidad Laboral de Gijn, de Moya. Pero, sin desdear el inters de estos

1. MOYA, L., Tradicionalistas, funcionalistas y otros, Revista Nacional de Arquitectura, 1962

Jos Manuel Pozo Municio

eventos, me parece que debemos destacar, sobre todo, algunas exposiciones celebradas en estos meses pasados, tanto por su contenido, como por las investigaciones que las han precedido, que han proporcionado informacin nueva, que documenta hechos poco conocidos o valorados de nuestro pasado reciente. De entre stas destacara, por su inters, la organizada en Barcelona acerca de la arquitectura de Sostres y la ms reciente celebrada en Madrid acerca de la vivienda en los aos cincuenta, de las que han quedado como legado dos excelentes publicaciones que vienen, la primera2, a devolver a Sostres parte de la estima que algunos le haban negado injustamente durante dcadas, restando importancia tanto a su aportacin al Grupo R como a su contribucin al desarrollo de la moderna arquitectura espaola; la segunda, debida a Sambricio3 en su mayor parte, ofrece una completsima documentacin acerca del modo en el que se abord el grave problema de la vivienda en Madrid en torno a los aos cincuenta, que nos permite el conocimiento y anlisis de los modelos y estrategias con los que la arquitectura y el urbanismo dieron respuesta en Espaa a la acuciante necesidad de alojamientos. En ambos casos, sin embargo, no es la calidad de las exposiciones ni la de las correspondientes publicaciones lo que ms debemos valorar, sino la voluntad que muestran de construccin e interpretacin de la historia desde la objetividad, apoyada en la recuperacin y ordenacin sistemtica de la documentacin relativa a los hechos que se desean analizar. Tal vez pueda parecer superfluo defender algo tan obvio, pero se trata de una actitud verdaderamente novedosa en relacin a la historia de la arquitectura espaola contempornea; que est permitiendo por una parte, como primer beneficio, salvar muchos documentos, en papel y en piedra, cuya conservacin estaba en peligro, en ocasiones por pura ignorancia. Pero sobre todo, es algo que va a permitir que, poco a poco, vaya vislumbrndose la posibilidad de llegar a a disponer de la historia de lo realmente sucedido con la arquitectura espaola del siglo veinte, partiendo de los hechos verdaderamente acontecidos, sin injustas interpretaciones apriorsticas; que puede proporcionarnos una esperanza cierta de poder hacer de la tradicin un trampoln hacia el progreso. Deca Ortiz-Echage en 19664 que lo normal es que lo que hoy vemos publicado, ser quizs lo que se construya masivamente dentro de unos decenios. Pienso que no se equivocaba. Por eso, como la historia si no se repite s mantiene ciertas constantes, cabe plantearse si no sera conveniente, en cada poca, tambin en la presente, conocer muy bien lo hecho tres o cuatro dcadas antes para poder comprender de verdad lo que sucede alrededor. Ms an; conformarse con conocer bien tan slo lo realizado unas dcadas atrs puede ser algo excesivamente limitado, carente de la adecuada perspectiva, pues no parece exagerado en absoluto buscar las races de la arquitectura europea contempornea en las obras de los arquitectos revolucionarios de la Ilustracin, como hicieron Giedion, Collins o Frampton, o en los adelantos tcnicos introducidos en la construccin por los ingenieros en la segunda mitad del siglo pasado. La admiracin y el respeto que hoy en da, genricamente, despierta en todo el mundo la arquitectura espaola, nos debe llevar, en buena lgica, a6

2. SOSTRES, Jos Mara, Arquitecto; ed. COAC, Barcelona, 1999. 3. A.A.V.V., La vivienda en Madrid en la dcada de los 50, Madrid, Electa Ed., 1999. 4. ORTIZ-ECHAGE, C., Nuestra arquitectura, conferencia en la Escuela de Arquitectura de Madrid, diciembre de 1966.

Presentacin

desear conocer la que la ha precedido, para intentar descubrir cuales son las races culturales que la han alimentado; de este modo, con ese conocimiento, tal vez pudisemos asegurar que dentro de varias dcadas se pueda seguir disfrutando de una arquitectura brillante, conforme al aserto de Ortiz-Echage al que me refera. En aquella misma ocasin Ortiz-Echage defenda que(...) la dcada de 1945 al 55 es quizs una de las ms interesantes de nuestra arquitectura actual. Es una poca de lucha, en la que los arquitectos que se proponen incorporar de nuevo a Espaa a las grandes corrientes arquitectnicas universales, tropiezan con una serie de dificultades que, en mi opinin, resultaron muy beneficiosas. La escasez de trabajo llev a disponer de ms tiempo para cada proyecto; la escasez de ambiente a 'dejarse la piel' para demostrar que aquello tena valor; la escasez econmica y de materiales a buscar soluciones muy pensadas y muy autnticas; la escasez de documentacin extranjera impidi un exceso de influencia ajena. En las numerosas conferencias que sobre nuestra arquitectura he dado en casi toda Europa, son las obras de este perodo las que ms inters despiertan. Los casi ingenuos institutos laborales de Fisac, las sencillas viviendas unifamiliares de Coderch y Valls, las construcciones pegadas al terreno en Herrera de Pisuerga o en Miraflores de la Sierra de Corrales y Molezn, las blancas casas llenas de ritmo de Jos Luis Fernndez del Amo en Vegaviana, las austeras viviendas de la calle Pallars de Bohigas y Martorell en Barcelona.

Si hace aos, cuando Flores y Bohigas ofrecan en Zodiac su versin para Europa de lo acontecido en Espaa en la primera mitad de siglo, era aceptable su interpretacin parcial de los acontecimientos, a causa del evidente deseo que les mova al escribirla de no mirar hacia atrs, juzgando la arquitectura desde premisas polticas, hoy parece superficial seguir considerando que la arquitectura espaola de los aos cincuenta pudiese surgir casi espontneamente, planteando una extraa e inexplicable pirueta histrica mediante la cual se relacionaban, sin nexos intermedios, los logros de los aos treinta con los de los sesenta; como si los arquitectos hubiesen logrado, en un instante, asimilar los aciertos de los maestros europeos y americanos, desechando adems, a la vez, muchos de sus errores.

La urgencia manifiesta con la que muchos estudiosos y editoriales espaolas se propusieron en estos aos pasados la confeccin de historias y guas definitivas acerca de nuestra historia de la arquitectura se han demostrado en buena medida intiles precisamente porque la prisa con la que se han tenido que elaborar no ha permitido llevar a cabo la tarea previa, necesaria, que sigue pendiente, de documentacin y anlisis histrico, que ahora poco a poco se est pudiendo hacer. Es una tarea cuyos frutos permitirn, en un futuro prximo, componer un relato ms equilibrado de nuestra historia de la arquitectura, por supuesto, pero sobre todo, convenientemente documentado. Sin esa tarea la historia degenera, como mucho, en ensayo, tal vez brillante, feliz e inspirado, pero muy arriesgado. Pues para una interpretacin y valoracin de los datos se necesita su previo conocimiento. Por eso debemos celebrar la reciente publicacin aparecida acerca de la arquitectura comprometida' de Galicia y Len5, as como las publicaciones que, sin prisa pero sin pausa, sigue preparando el Colegio de Arquitectos de Barcelona, a travs de las cuales, poco a poco, se va reuniendo un fondo documental que permite un conocimiento real de nuestra arquitectura.7

5. GARCA BRAA, Celestino y AGRASAR QUIROGA, Fernando, Arquitectura moderna en Asturias, Galicia, Castilla y Len, A Corua, Colegio Oficial de Aequitectos de Asturias, Galicia, Len y Castilla Len Este, 1998.

Jos Manuel Pozo Municio

Tambin debemos mencionar en ese mismo sentido la aparicin en octubre pasado de los dos primeros volmenes de la coleccin Arquitecturas Contemporneas, promovida por la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra, dedicados al edificio de la Confederacin Hidrogrfica del Ebro, en Zaragoza AACC1, y al de los Comedores de la SEAT en Barcelona AACC2. Esperamos poder contar pronto con nuevos volmenes de esta misma coleccin, y que surjan ms iniciativas semejantes, que permitan disponer de nuevos fondos documentales. De todos modos, la consideracin de esa imprescindible labor previa, que en Espaa est an pendiente en buena parte, no puede hacernos pensar que esa es toda la tarea del historiador que se ocupa de la arquitectura, pues la arquitectura no es un simple reflejo de los gustos artsticos de una poca, ni su historia un mero objeto de anlisis para nostlgicos, romnticos o 'taxonomistas'. La arquitectura hace la sociedad, y su estudio y anlisis no pueden desvincularse ni de su vertiente antropolgica ni de su protagonismo social. La intervencin de Vittorio M. Lampugnani en ese sentido, apelando a la necesidad de buscar en la arquitectura los valores de sostenibilidad, de defensa del hombre y de la naturaleza, constituye una buena referencia para no perder de vista la responsabilidad que sigue pesando sobre los arquitectos como autores o causantes de muchos de los aciertos y errores que pueblan nuestras ciudades. La intervencin del profesor Hines, cerrando este Congreso, abre una puerta a la necesidad de profundizar en el estudio, no muy desarrollado, de la influencia que ejerci la arquitectura norteamericana en Espaa, reconocida de mala gana por cierta crtica propensa a defender el origen europeo de la arquitectura moderna. Si el progreso verdadero no parece posible sin un conocimiento de la tradicin, la profundizacin en el conocimiento de las fuentes que realmente la han alimentado resulta imprescindible. Para terminar, deseo recordar la figura de Zevi, no slo como homenaje, teniendo tan cercana su muerte, a principios de este ao 2000, sino porque a l se debe en gran medida el comienzo de la ponderada valoracin del papel desempeado por la arquitectura de Wright como catalizadora y fermento de los anhelos e inquietudes de las vanguardias europeas en la dcada de los veinte. La determinacin de las verdaderas influencias que movieron la arquitectura espaola de este siglo, sera un buen homenaje a la memoria del historiador italiano.

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Leccin inaugural

COSA RIMANE DEL PROGETTO DEL MODERNO? CONSIDERAZIONI SULLARCHITETTURA DI FINE MILLENNIOVittorio Magnago Lampugnani Sul proseguimento o abbandono del progetto architettonico del Moderno si discusso e si continua a discutere animatamente. Ma loggetto della discussione gi in s un fenomeno tuttaltro che chiaramente definito, storicamente, esteticamente e concettualmente univoco. Dal punto di vista storico, la sua espressione pi programmatica, il Movimento Moderno, affonda le radici nella corrente della Lebensreform (riforma della vita) tedesca, attraversa i grandi sconvolgimenti della prima guerra mondiale e sboccia nellimmediato dopoguerra, assieme alle speranze di una societ migliore, pi giusta e pi felice alimentata soprattutto dalla Rivoluzione dottobre del 1917. Prospera nellEuropa degli anni venti, particolarmente in Olanda e nella Germania della Repubblica di Weimar, viene risucchiato nel vortice di una delle peggiori crisi economiche mai vissute e presto emarginato con lascesa al potere di regimi totalitari. Torna alla ribalta dopo la seconda guerra mondiale in modo tanto spettacolare quanto discutibile. Sulle spalle dei suoi protagonisti grava la pesante responsabilit di progettare e costruire in tempi brevi, con mezzi semplici e a basso costo case funzionali, igieniche e decorose per risolvere il problema dellabitazione degli strati sociali meno abbienti, problema rimasto insoluto sino dalla Rivoluzione industriale. Una tecnica in rapida evoluzione, che si avvale di nuovi materiali edili quali il ferro, il cemento e il vetro, della costruzione in serie di componenti prefabbricate e delle forme dellestetica della macchina, costituisce una sfida allettante. I movimenti artistici radicali, il Cubismo francese, il Futurismo italiano, lEspressionismo tedesco, il Costruttivismo russo e il Neoplasticismo olandese, infondono alla cultura architettonica internazionale nuovi impulsi creativi e la incitano a liberarsi da una tradizione considerata ormai un peso e un impedimento.

LIMITI E DIVERSITDal punto di vista estetico, larchitettura delle forme astratte, dei colori primari, dellintonaco bianco, delle eloquenti trasparenze e dei decori di provenienza nautica, divenuta ben presto lemblema del Moderno tout court, rappresenta solo una minima parte dei progetti e della produzione edilizia dei primi trentanni del XX secolo. Salvo poche eccezioni, i maestri del Moderno esordiscono con opere improntate allo Jugendstil, al classicismo o al tradizionalismo. Anche in seguito non mancano gli interpreti pi o meno dotati dello storicismo, alcuni classicisti convinti - in particolare Heinrich Tessenow nella Germania settentrionale con i suoi esperimenti rigoristi, improntati alla tradi-

Heinrich Tessenow: Progetto per una stanza di soggiorno, ca. 1917

Vittorio Magnago Lampugnani

Hannes Meyer: Co-op-Interieur, 1926.

zione edile anonima - e naturalmente gli architetti conservatori, tradizionalisti e talvolta nazionalisti. I Blaue Bcher di Walter Mller Wlkow, un compendio attento, equilibrato e oggettivo della produzione edile degli anni venti, presentano un quadro sorprendente e vivo della diversit dellarchitettura (in questo caso tedesca) di allora. Anche tra le scarne fila degli architetti avanguardisti si ritrovano gli uni accanto agli altri i sogni di cristallo di un Bruno Taut, i funzionalismi pragmatici di un Walter Gropius, le curve espressive di un Erich Mendelsohn, le laconiche geometrie di un Ludwig Mies van der Rohe, le forme organiche di un Hugo Hring, i raffinati purismi di un Le Corbusier, i tratti sinuosi di un Alvar Aalto e i classicismi essenziali di un Giuseppe Terragni. Dal punto di vista del contenuto, in seno alla dottrina funzionalista esistono e perdurano diversit di concezione che vanno dallidea degli ampi spazi indifferenziati di Mies van der Rohe (nei quali si pu far tutto) a quella delle piante e distribuzioni impostate organicamente secondo funzioni e flussi di traffico ben precisi di Hring o Hans Scharoun. Gi nel 1926, i razionalisti italiani del gruppo 7 redigono un manifesto quadripartito che prende le distanze dallestetica avanguardista della macchina e rivendica nuovi riferimenti alla tradizione. La grande crisi del 1929 mette definitivamente in discussione la costruzione del Movimento moderno internazionale e insinua il dubbio che i nitidi piani di un mondo razionale e ordinato soffrano di una carenza di calore e di identit, elementi essenziali del concetto di Heimat in architettura. Nel suo libro Architektur als Symbol (1931), Josef Frank chiede provocatoriamente:A cosa serve questa smania di inventare una nuova scrittura se la vecchia offre ancora cos tante possibilit? Si dovr riscoprire che le antiche teorie sulle proporzioni, leterna armonia delle singole componenti tra di loro e con lintero significano tutto (...).

Nel 1943, Sigfried Giedion, Fernand Lger e Josep Lluis Sert stilano il manifesto Neun Punkte ber Monumentalitt - Ein menschliches Bedrfnis.. Dopo lVIII Congrs International dArchitecture Moderne, svoltosi a Hoddesdon nel 1951, Jacqueline Tyrwhitt, Josep Lluis Sert ed Ernesto Nathan Rogers pubblicano The Heart of the City (1952), un documento in cui postulano nuovamente la dimensione simbolica per larchitettura contemporanea e smentiscono taluni principi fondamentali del Movimento moderno. Il progetto architettonico del Moderno si presenta storicamente unico e irripetibile, esteticamente eccezionale e poliedrico nonch addirittura decisamente contraddittorio nei contenuti; e ci anche quando lo si identifica con la sua manifestazione pi estrema, il Movimento moderno. Le sue contraddizioni intrinseche si manifestano con evidenza ancora maggiore, i suoi confini si fanno ancora meno nitidi se lo si osserva al di l delle sue delimitazioni strette e storiograficamente ortodosse.

L ALTRO MODERNOQuesta visione allargata tanto pi necessaria quanto la storia dellarchitettura del XX secolo stata per molto tempo soltanto la storia dellavanguardia. I motivi sono pi duno. Innanzitutto i movimenti davanguardia con i loro manifesti suggestivi e la dimensione spettacolare delle loro opere fanno parlare di s pi degli altri. Poi prendono alla lettera il proprio nome e si atte10

Leccin inaugural

giano a precursori di tutte le altre correnti e tendenze architettoniche affini. Ma soprattutto dalle loro fila, o almeno dalle loro cerchia, che emergono i primi autori che trattano dal punto di vista storiografico il passato pi recente, ovviamente con palese parzialit. Se non ci si lascia condizionare dai loro pregiudizi, il Moderno si rivela un fenomeno ben pi ampio e complesso di quanto non suggerisca la storiografia classica. Molto di ci che fino a oggi stato considerato una prerogativa dellavanguardia si pu infatti ravvisare altrove e con un vantaggio temporale considerevole rispetto a coloro che si erano autonominati precursori. In effetti, proprio quel Paul Schultze-Naumburg che negli anni Trenta si profiler come uno dei pi accaniti sostenitori dellideologia del Blut und Boden a tematizzare dal 1902 in poi nei suoi straordinari Kulturarbeiten la protezione del paesaggio e le questioni ambientali che nella Charte dAthnes verranno inserite, e non senza esitazioni, soltanto nel 1933. Le prime proposte concernenti la casa per il minimo esistenziale che il Movimento moderno scriver a larghe lettere sulla propria bandiera vengono formulate da architetti quali Tessenow gi agli inizi del secolo (progetto di case a schiera per quattro famiglie, 1904/05). Il pioniere dello Zeilenbau non , come si erroneamente creduto a lungo, un intrepido avanguardista, bens il cauto e riflessivo Theodor Fischer che nella Siedlung Alte Heide di Monaco (1918-30) sperimenta per la prima volta nel XX secolo un tipo di costruzione che la Nuova oggettivit avrebbe eletto a proprio emblema. Personalit quali Paul Mebes (Dal punto di vista estetico, unopera architettonica senza ornamenti pi che sufficiente) e Friedrich Ostendorf (Progettare significa trovare la forma espressiva pi semplice) tematizzano in teoria e in pratica il principio della semplificazione ben prima degli architetti del Movimento moderno. Un orizzonte cos allargato non sminuisce il progetto del Moderno, ma riduce a evento marginale il modernismo come stile. Laccento viene posto sul contenuto piuttosto che sulla forma, sulla sostanza reale piuttosto che sul mito. la sostanza di unarchitettura che non segue una moda, bens che affronta le condizioni della nuova epoca del Moderno nel XX secolo.

Paul Schultze-Naumburg: Kulturarbaiten. Bd 1, Hausbau, 1901. Esempio e contraesmpio.

TEMI DEL XX SECOLOQuesta architettura ha a che fare con la chimera delluomo nuovo prefigurato negli avvincenti libri di Friedrich Nietzsche ed evocato quale sogno e promessa, fine e obiettivo in quasi tutta la cultura degli inizi del XX secolo. Ha a che fare con la nuova societ, e con la sfida di alloggiare un numero sino allora impensabile di persone in concentrazioni urbane in espansione altrettanto impensabilmente rapida. Ha a che fare con lideologia socialista e con limpegno di ripartire citt, villaggi e campagne in modo equo tra i loro abitanti, offrendo a tutti condizioni dignitose. Ha a che fare con lindustrializzazione e con processi produttivi sempre pi razionalizzati, standardizzati e meccanizzati, impiegati per la fabbricazione in massa di beni a basso costo, di buona qualit e di larga distribuzione. Ha a che fare con la tecnicizzazione che consente alledilizia di realizzare manufatti innovativi, ma anche con la rivoluzione telematica che crea condizioni assolutamente nuove per il trasferimento di informazioni, la comunicazione e di riflesso anche per la convivenza degli11

Heinrich Tessenow: Piano per una casa nel Mecklemburgo, ca. 1913.

Vittorio Magnago Lampugnani

esseri umani. Ha a che fare con la questione politica e tecnica della salvaguardia della natura e dellecologia, dunque con la necessit di gestire con accortezza e parsimonia le risorse limitate di una terra che deve ospitare e sfamare un numero crescente di persone con esigenze sempre maggiori. Ha a che fare, infine, con il fenomeno culturale della semplificazione, prima suggerita dalle nuove necessit sociali e tecniche e in seguito eletta a principio artistico, addirittura etico, dalla cultura progressista. Larchitettura del Moderno affronta e cerca di svolgere tutti i grandi temi del XX secolo. Quali di questi temi sono rilevanti per il prossimo secolo e per il prossimo millennio? Di quali e come deve occuparsi larchitettura per restare moderna, ossia al passo con il proprio tempo? In sintesi: cosa rimane, oggi, del progetto architettonico del Moderno?

IL MODERNO, UN TENTATIVO FALLITO?Molte sono le ragioni che potrebbero indurre a considerare lesperimento fallito e a immediatamente interromperlo. Il sogno delluomo nuovo naufragato nellincubo delle cosiddette pulizie etniche che hanno raggiunto il loro apice nello sterminio sistematico di popoli perpetrato nei campi di concentramento nazisti. La societ di massa ha contribuito ovunque allappiattimento e alla distruzione del territorio e della cultura. Lideologia sociale stata usata in malafede e quale pretesto da sedicenti regimi socialisti che hanno ben presto assunto caratteristiche totalitarie. Lindustrializzazione non ha soltanto distrutto vasti settori dellartigianato, ma anche innumerevoli paesaggi e, in molti luoghi, la coscienza della qualit. La tecnica ha smesso di aiutare luomo per mettersi al servizio del profitto ed causa diretta o indiretta delle maggiori catastrofi del secolo. Lecologia sembra diventare sempre pi uno slogan privo di significato, unetichetta alla moda con la quale si stimola un pubblico viziato e stanco a consumare prodotti vecchi, programmi politici compresi, che vengono solamente confezionati e commercializzati in maniera diversa. Il principio artistico della semplicit sopravvive nel migliore dei casi come stile e nel peggiore come concessione a esigenze biecamente commerciali. Allocchio sereno, attento e un po smaliziato non possono tuttavia sfuggire gli aspetti positivi e produttivi dei grandi fenomeni del Moderno: aspetti che hanno contribuito a dare splendore al secolo che sta per finire e che possono infondere speranza allesordio nel nuovo millennio. In effetti, la societ di massa non soltanto un mostro avido di inghiottire silenziosamente ogni espressione artistica emergente. anche e soprattutto un potenziale pubblico che pu farsi carico sia di una politica intelligente che di una buona architettura. Pu costituire la base per quel consenso differenziato che serve alluna come allaltra per diventare uno strumento di autodeterminazione e di presa di coscienza. Del resto, da decenni ormai non pi questione, in Europa, di dare a ogni costo un tetto a qualcuno che non ce lha, meno ancora di ampliare le citt o addirittura di costruirle da zero, a condizione che non siano state distrutte di proposito come Saraievo o Belgrado. Ridistribuzione, compensazione, stabilizzazione e delimitazione sono le esigenze attuali dei centri urbani occidentali. Tali esigen12

Leccin inaugural

ze non richiedono grandi interventi, bens lavoro minuto, eseguito con sensibilit e sostenuto da idee-guida chiare.

UNIFORMIT, STANDARD E DISCREZIONELideologia sociale, oggi spesso e volentieri considerata obsoleta nella riscoperta entusiastica del cosiddetto libero mercato, nelleuforia della privatizzazione sconsiderata e nella minacciosa follia della deregolamentazione, non soltanto lo slogan preferito da regimi senza scrupoli, bens principio tuttora fondamentale per un mondo stabile e dignitoso: un mondo nel quale gli esseri umani possano convivere in pace, a parit di diritti, e, se appena possibile, felici. Larchitettura ne pu e ne deve mutuare la propria ispirazione e la propria sostanza. Il principio delleguaglianza, o perlomeno quello dellanalogia, devono prevalere soprattutto nel contesto urbano: dove non esistono differenze sostanziali, le differenze non vanno nemmeno suggerite artificiosamente. In Hausbau und dergleichen, gi nel 1916, Tessenow si dichiara favorevole gi nel 1916 alluniformit nel lavoro artigianale e nellarchitettura: lUniform gli sembra rappresentare qualcosa di naturalmente giusto e soprattutto costituire un patrimonio sicuro. Un decennio pi tardi circa, Hans Schmidt va ben oltre, esortando se stesso e i propri colleghi a ripetersi allinfinito: ogni edificio deve assomigliare allaltro. Dietro questa proposta non si cela tanto la volont di razionalizzare quanto quella di ottenere una parit sociale e (anche se pu sembrare paradossale) la libert individuale. Per il suo radicalismo lassunto pu risultare schematico, ma nella sua essenza indica la via per evadere dallisteria della personalizzazione e dellabbellimento che perdura tuttora. Naturalmente, nemmeno in una societ egualitaria tutti gli edifici devono essere uguali, ma in un mercato delle vanit una societ siffatta non si rispecchia di sicuro. Le differenze si affineranno, non per una regola imposta, ma per autolimitazione; e reimpareremo a riconoscere e apprezzare gli scarti sottili e quasi impercettibili. Analogamente alla societ di massa, nemmeno lindustrializzazione un orco che divora cultura e vita. Da tempo ormai le grandi imprese sono luoghi ove non si produce soltanto merce e profitto, ma in molti casi anche cultura. Per larchitettura, i grandi gruppi possono essere alleati, non esclusivamente committenti. In particolare nel processo di costruzione lindustrializzazione diventata una condizione intrinseca; ma non sempre e ovunque, e non a tutti i costi. Quale mezzo per produrre meglio e a minor prezzo, pu e deve essere impiegata per elementi che si ripetono: pilastri e travi, pannelli e rivestimenti, porte e finestre, termosifoni e lampade. La produzione industriale di parti di edifici peraltro una realt sin dallepoca dellantichit romana e in misura maggiore a partire dal XIX secolo. La massiccia invasione del mercato edile da prodotti industriali di pessima qualit per contro un fenomeno che si registra solo da qualche decennio: facciate continue sovraddimensionate con tolleranze larghe un dito che dopo il montaggio effettuato alla meno peggio vengono sigillate con limmancabile silicone, finestre mal proporzionate e raffazzonate superficialmente con profili di plastica assemblati rozzamente, termoconvettori, interruttori e zoccoli invadenti, buttati gi in tutta fretta da designer pi o meno famosi e prodotti a basso costo da fabbricanti avidi per gabbare a breve termine un mercato gi saturo. Questa barbarie non tuttavia legata fatidica13

Ernst May: Colonia sperimentale Praunheim, Francoforte sul Meno, 19281930. Montaggio degli edifici con lastre prefabricate.

Studio del Bauhaus: Normen Menschen..., 1930.

Lavoro nella fabbrica Bata a Zln, 1930er Jahre.

Vittorio Magnago Lampugnani

mente alla produzione industriale, che per contro ha raggiunto un livello di flessibilit che le consente di creare una vasta gamma di prodotti belli e di buona qualit. Prodotti che per devono prima essere disegnati da architetti che non rincorrono una moda trascurando la sostanza del progetto. Levoluzione della tecnica strettamente collegata a questa dinamica. Il Moderno del XX secolo, per essere pi precisi: una buona parte del Moderno del XX secolo vi ha riposto le speranze pi audaci di autoliberazione dellumanit e di felicit facilmente ottenibile. Di fronte alle innumerevoli recenti catastrofi causate proprio dalla tecnica - o meglio, dalla tecnica usata male e con leggerezza - non possiamo pi condividere tali speranze. Eppure sarebbe precipitoso rifiutare per questo il progresso tecnico tout court.. un progresso che non pu essere arrestato e che implica vantaggi quanto pericoli. Le finestre di oggi vantano prestazioni maggiori rispetto a quelle di una volta: se sono pi brutte la colpa non del livello tecnico, bens della nostra incapacit a dare a questo livello una forma adeguata. La casa di oggi pi confortevole di quella di ieri, anche grazie a numerosi apparecchi elettronici. Se il fascino della sua opinabile intelligenza ci porta a trascurare le qualit intrinseche dellarchitettura come lo spazio, il volume, la superficie, le proporzioni, il gioco dei pieni e dei vuoti, il rapporto tra esterno e interno, se disseminiamo la casa di accessori ipertecnologici anche dove non sono necessari o risultano addirittura dimpiccio, significa solo che non abbiamo ancora imparato a usarli assennatamente. Lo avremo imparato quando li applicheremo in modo che siano daiuto non solo a noi stessi, ma anche alle nostre case, diventando discreti e perlopi invisibili.

Rosy-Girls, 1926.

IL PRINCIPIO DELLA SOSTENIBILITAncora pi ferocemente disillusa della speranza in un progresso tecnico fonte di felicit quella di disporre di risorse materiali inesauribili. Una parte del Moderno tradizionalista aveva intuito presto che il paesaggio, la natura e le materie prime sono preziosi e vanno protetti. I suoi scrupoli vennero per spazzati via dal mito della macchina e dalla fiducia nel progresso. Una tale incoscienza definitivamente superata. Se vogliamo ripartire intelligentemente la terra sulla (e della) quale viviamo senza sprecarne la ricchezza e appianarne le differenze, dobbiamo usare la tecnica in modo da non compromettere ancora di pi lequilibrio ecologico gi gravemente minacciato. E dobbiamo prepararci a ridefinire le nostre esigenze al risparmio e a produrre soltanto ci che strettamente necessario. Anche in architettura. Il paesaggio una delle risorse pi importanti di cui disponiamo. Non possiamo permetterci di continuare a destinare alledilizia sempre nuovi terreni ai margini delle citt e distruggere cos la natura con uninvasione di case perlopi unifamiliari creando incessantemente periferie che non sono n urbane n rurali. Dobbiamo stringerci. Dobbiamo mantenere, perfezionare e addensare le citt che abbiamo. Unaddensamento intelligente non far che renderle pi urbane e pi forti. Anche nei paesi e in campagna non si pu costruire sconsideratamente. Gli edifici esistenti vanno restaurati, adibiti a nuovi usi, revitalizzati. Le nuove costruzioni sono accettabili solo se a monte vi un bisogno effettivo e imprescindibile.14

Leccin inaugural

Colonia Zalesn della Bata presso Zln, ca. 1925

Ma se si restaura, se si costruisce, il risultato deve perlomeno essere duraturo. Votata a creare luoghi stabili, protetti e ben riconoscibili, larchitettura da sempre lo strumento umano della sostenibilit. Unarchitettura che prende sul serio le proprie responsabilit ecologiche deve costituire un investimento a lungo termine: uno spreco inaccettabile di materiale, di lavoro e di denaro costruire edifici e poi subito demolirli. E unarchitettura che prende sul serio le proprie responsabilit sociali deve proporre, ben al di l del gesto spettacolare effimero, unestetica valida nel tempo e diventare cos un luogo in cui chi vi abita possa sentirsi a casa. Le due funzioni sono concatenate: non solamente perch la costanza delle circostanze della vita e della percezione, ci insomma che Martin Heidegger chiama Bleiben, costituiscono la condizione necessaria della Heimat. Costruire con parsimonia significa anche tener conto delle specifiche condizioni climatiche, impiegare materiali reperibili in loco, applicare tecniche di costruzione in uso nella regione, rispettare le tradizioni culturali ed estetiche locali. Ne deriva necessariamente unarchitettura regionale, ma niente affatto regionalista; unarchitettura che si contrappone con naturalezza e tranquillit a quella globalizzazione per effetto della quale un aeroporto nellIraq uguale a un aeroporto in Siberia e una casa nel Pakistan assomiglia a una casa nella Svizzera centrale. A ci si aggiunge limpegno di consegnare un lascito alle generazioni future. Viviamo in citt e campagne che sono state coltivate e costruite nel corso di millenni. Le usiamo, le visitiamo e le ammiriamo addirittura come opere darte: traiamo vantaggio dal lavoro e dallinventiva di chi ha vissuto prima di noi. Dobbiamo anche noi trasmettere qualcosa che possa durare nel tempo, che possa essere riutilizzato, che possa anche rendere pi bella e stimolante la vita a chi verr dopo di noi. Il fondamento della sostenibilit culturale dellarchitettura la sua storia. In quanto memoria della disciplina, essa assicura anche al di l dellesperienza singola e immediata la permanenza delle immagini nella memoria collettiva. Il mito del Moderno quale fenomeno storico una forzatura del Postmoderno che ha in tal modo giustificato la propria esistenza: quale compensazione di un deficit. In verit, il deficit non mai stato cos grande come i posteri vollero far credere. vero che nel suo piano di studi per la Graduate15

Lake Front Apartments, Chicago.

Lake Front Apartments, Chicago. Il far saltare in aria.

Vittorio Magnago Lampugnani

Ludwig Mies van der Rohe, Progetto per un complesso di uffici fatto di cemento, 1922.

School of Design dellUniversit di Harvard Gropius non contemplava lezioni di storia dellarchitettura, perch temeva che i gli esempi del passato compromettessero limpegno degli studenti nei confronti del presente. Ma leloquente manifesto del Moderno architettonico, Vers une architecture di Le Corbusier, attinge dagli insegnamenti della storia almeno tanto quanto da quelli dellestetica della macchina. Solo pochi e isolati protagonisti dellavanguardia persero davvero il senso della propria tradizione. Postulare la sostenibilit nellarchitettura significa contrapporsi decisamente alla spensieratezza dei Futuristi, che chiedevano a gran voce che ogni generazione si costruisse la propria casa e la propria citt. In effetti, dobbiamo congedare la chimera modernista della tabula rasa e linfantile illusione della rottura con il passato. La citt storica e la campagna storica esistono, perlomeno in Europa: non si tratta di distruggerle, bens di misurarsi con loro. Questo vale anche per la citt del XIX secolo, che non deve pi essere considerata n un errore storico n uno sfondo cupo davanti a cui far meglio risaltare i luminosi cristalli di un Taut o di un Mies van der Rohe, ma assurge piuttosto a modello altamente istruttivo, bens sicuramente migliorabile. Postulare la sostenibilit nellarchitettura significa contrapporsi anche ai meccanismi economici che governano il nostro mondo. Generalmente oggi non si costruisce quando si ha il capitale necessario, bens non appena si ha accesso al credito che la banca calcola sulla base dellaffitto previsto. Le conseguenze sono una fretta che non consente una progettazione accurata e una pressione sui costi che non consente unesecuzione a regola darte. Gli edifici vengono costruiti il pi rapidamente possibile, con budget esigui e forme vistose, e possono tranquillamente cadere a pezzi una volta ammortizzati, lasciando cos spazio a nuove e pi redditizie utilizzazioni del lotto. In primo piano non c larchitettura, bens la rendita. Ma ci deriva dalla speculazione edilizia nel capitalismo avanzato, non dal Moderno. Larchitettura non pu sottrarsi alla speculazione, ma pu e deve opporsi a processi diretti contro un mondo che dobbiamo conservare e curare.

Victor Gruen, The Hert of our cities, 1964: The masked builder strikes again

SEMPLICIT VERSO PRIMITIVISMOSi impone, per tutto questo, lestetica della semplicit. Si addice alla societ di massa perch funge da minimo comune denominatore che fa da tramite alle diverse opinioni. Si addice allideologia socialista perch la riduzione allessenza consona alluguaglianza e alla parit di trattamento. Si addice allindustrializzazione perch le forme rigorose sono pi facilmente normalizzabili, standardizzabili e producibili in vasta scala. Si addice alla nuova tecnologia i cui apparati scompaiono sempre pi per lasciare spazio a un nuovo arcaismo. Si addice agli imperativi ecologici perch nella semplicit ogni spreco bandito e la durata garantita dalla classicit. Questa semplicit non ha nulla a che vedere con la trivialit o il primitivismo, anzi. Nel 1909 Paul Klee annotava nel suo diario:Se le mie opere danno a volte una sensazione di primitivo, questo primitivismo si spiega con la mia disciplina di ridurre a pochi livelli. solo parsimonia, ossia ultima conoscenza professionale. Ossia il contrario del vero primitivismo.

Paul Klee: Italienische Stadt, 1928

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Leccin inaugural

Poco pi di trentanni dopo, Bertolt Brecht associava il principio della semplificazione a quello del classico, evidenziandone limmanente ricchezza:Se da un canto tralascio abbastanza, per la sola parola notte - per esempio nella frase quando scende la notte - ottengo piena ricompensa nellimmaginazione del lettore. (...) sbagliato affermare che i classici dimenticano i sensi del lettore. Al contrario, vi fanno affidamento.

Anche nellarchitettura la semplicit costruita coscientemente non il risultato di noncuranza o di pigrizia, ma processo poetico. E diventa il mezzo per trasformare il linguaggio architettonico in uno strumento culturale efficace e comprensibile a tutti.

UN CLASSICO E UN UOMO NUOVORimane da esaminare, tra i temi fondamentali del XX secolo elencati in esordio, quello delluomo nuovo. stato lasciato alla fine di queste considerazioni perch ne rappresenta il momento pi delicato e al contempo la chiave di volta. A questo punto risulta ormai evidente che non n dato portare avanti il progetto del Moderno con ingenuo entusiasmo n rifiutarlo categoricamente. Il progetto del Moderno un classico, come suggerisce anche la definizione classico moderno. In quanto tale pu e deve essere costantemente reinterpretato, mettendo da parte i condizionamenti del momento storico specifico, destillandone la sua qualit sovrattemporale e rendendola produttiva per il prossimo futuro. Soggetto e contemporaneamente oggetto di questa reinterpretazione la figura delluomo nuovo, ineffabile, talvolta un po minacciosa, ma pur sempre foriera di speranza. Sembra giungere da un tempo altro e remotissimo, e invece probabilmente il pioniere di una nuova generazione: una generazione che con volontaria autolimitazione si oppone allinfinita libert di scelta del (tardo) XX secolo e alla crisi dei valori che ne discende. I suoi rappresentanti non aderiscono a tutti i canali mediali raggiungibili e nemmeno a tutte le ideologie alla moda. Al contrario, creano un proprio sistema immunitario contro il bombardamento di stimoli esterni che li assilla. Riducono consapevolmente la complessit della loro vita, limitano deliberatamente le loro possibilit di scelta, cercano di far confluire le affermazioni del proprio io e le libert personali in nuove convenzioni. E soprattutto pensano e agiscono in maniera indipendente, differenziata e controcorrente. Che orrore, esclamer allarmato qualcuno, sono conservatori! Forse sono conservatori. Forse per sono i veri individualisti e anticonformisti in un mondo nel quale lindividualismo diventato un conformismo sociale. E dunque anche i veri innovatori sui quali il nuovo millennio deve costruire, e non soltanto in campo architettonico, le proprie speranze.

Le Corbusier, Kommende Baukunst, 1926: Rapprasentazione dellAcropoli di Atene secondo Auguste Choisy.

Oskar Schlemmer, Studio preliminare de un dipinto murale per il museo Folkwang a Essen, 1928.

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PONENCIAS MARA JOS CASSINELLO Razn cientfica de la modernidad espaola en la dcada de los 50 CARLOS SAMBRICIO La vivienda espaola en los aos 50 ANTONIO PIZZA Malos tiempos para la lrica. Esperanza y desesperanza en la Europa de la posguerra

Seccin I: Industrializacin y arquitectura

RAZN CIENTFICA DE LA MODERNIDAD ESPAOLA EN LA DCADA DE LOS 50Mara Jos Cassinello Los precursores de la Modernidad llamaron a su arquitectura -moderna o racional- porque queran resaltar el hecho de que deba responder a la ms radical actualidad de principios del siglo XX , basada en la racionalizacin de los procesos de produccin generados por el maquinismo y la aparicin de nuevos materiales elaborados en tubos de ensayo, pero, aunque nunca la llamaron cientfica, esta fue la razn detonante que le dio la oportunidad de ser, y en la que Le Courbusier1 bas su elocuente e internacional defensa de una Nueva Arquitectura .En el primer congreso CIAM celebrado en 1929 se puso de manifiesto la necesidad de hacer partcipe a la Arquitectura de la actualidad cientfica que estaba transformando el mundo y generando una nueva forma de vida. La Arquitectura no poda quedarse al margen, era necesario iniciar con urgencia las investigaciones necesarias para alcanzar finalmente la revolucionaria meta de los sistemas de produccin del siglo XX: La Prefabricacin, consecuencia directa del maquinismo que ya haba iniciado la transformacin del mundo -ms all de la propia arquitectura- los avances cientficos y tcnicos alcanzados haban revolucionado el mundo de la produccin con la aparicin de nuevos procesos, nuevos materiales, nuevas teoras y mtodos de clculo estructural..., generando una nueva organizacin del trabajo que aportaba mejoras sociales y econmicas. Cuando Le Corbuiser dijo aqu y ahora 1927 ha nacido la nueva Arquitectura2 , no hablaba solo de arquitectura, estaba proclamando el nacimiento de un nuevo modelo de pensamiento que se vena fraguando desde finales del siglo XIX3, y que desde entonces se extendera sin reconocer fronteras porque su razn no estaba basada en una idea o un deseo de cambio en s mismo, su razn era la necesaria adaptacin a la actualidad cientfica y tcnica que imparablemente transformara el mundo. Se haba convenido la necesidad de dar muerte a la artesana, y producir una Nueva Arquitectura susceptible de ser modulada, estandarizada , prefabricada, desde su proceso proyectual, clculo, produccin y puesta en obra. De nada servira la bsqueda de nuevos sistemas para proyectar una Arquitectura Normalizada susceptible de ser prefabricada,si la industria no abandonaba su artesanal sistema de produccin. El mundo era consciente de que cambiar los sistemas de produccin slo era posible desde el camino de la investigacin experimental .Cada pas necesitaba actualizar sus cadenas de produccin, pero antes debera decidir qu deba fabricar y cmo para poner en el mercado una suficiente variedad de elementos prefabricados y tcnicas de puesta en obra generando la que Le Corbusier denomin caja de elementos4 a disposicin del arquitecto , sin la que ste estara obligado a seguir construyendo de forma artesanal, pese a que proyectase una imagen formalmente moderna. No se

1. LE CORBUSIER:O est larchitecture?, LArchitecture Vivante, Pars, 1927, pp. 7-11: (...) en este momento preciso de hoy (1927) (...). es necesario realizar una adaptacin a las nuevas condiciones de un mundo fundamentalmente trastornado, inmensa y totalmente revolucionado por el maquinismo; cuando la Arquitectura, tras haber agonizado en las cornisas, los frontones, las cpulas de cuatro siglos de eclecticismo, se ensimisma en la bsqueda de medios autnticos , medios tcnicos (nuevos materiales y clculos), medios espirituales (revolucin social y econmica, organizacin de la produccin, organizacin de la sociedad, de la familia...) Henos aqu por ello hablando de racionalizacin, industrializacin, taylorizacin (...) Nada es posible sin anlisis e investigacin. 2. bidem. 3. Desde mediados del siglo XIX, se empieza a predecir la aparicin de una nueva Arquitectura que responder al desarrollo cientfico-comercial de las nuevas estructuras de hierro y hormign armado y sus nuevos sistemas de produccin. Pichett recoge estas revolucionarias ideas en su publicacin A New System of Architecture, 1845; Fergusson en su History of Archiyecture, 1862; Cesar Daly en un artculo en The Builder, 1864... La tradicin de los sistemas constructivos y estructurales se ve claramente amenazada por los avances tecnolgicos y la aparicin de nuevos materiales y empieza a generarse el debate previo al nacimiento de una nueva Arquitectura, basada en la libertad que producen los avances cientficos que el hombre alcanza a finales del XIX. 4. LE CORBUSIER, JEANNERET, Pierre, Consideraciones sobre la Construccin en ROTH, Alfred, Zwei Wohnhuser von Le Corbusier und Pierre Jeanneret, Stuttgart, Akadem.Verlag Dr. Fr. Wedekind und Co, 1927: (...) La construccin es la unin eficaz y consecuente de los elementos constructivos. Se constituyen industrias y empresas tcnicas que se ocupan de fabricar estos elementos que, gracias a la fabricacin en serie, se vuelven precisos, baratos y buenos. Se pueden fabricar de antemano en cualquier nmero. Las industrias se cuidan de completar y perfeccionar ininterrumpidamente los elementos. Con ello, el arquitecto dispone de una Caja de Construccin y su talento arquitectnico se puede manifestar libremente.

Mara Jos Cassinello

trataba de defender la imagen de una nueva Arquitectura -como si se tratara de una nueva moda de vestirla- desprovista de cornisas y frontones, levantada sobre pilotes con entramado de prticos como estructura portante, con planta y fachadas de libre composicin, ventanas corridas y cubierta plana-jardn. Quienes lo entendieron fueron conscientes de que se trataba de contribuir a un cambio cuya raz estaba en la imparable y necesaria revolucin de los sistemas productivos en todos los campos, y que en la arquitectura deba iniciarse desde la propia elaboracin de los materiales, dando lugar a elementos estructurales y constructivos fabricados en serie, repercutiendo este hecho directamente en una nueva organizacin social del trabajo. Para que el arquitecto contara con la caja de elementos a la que Le Corbusier se haba referido, era necesario iniciar el camino de la racionalizacin y este camino no era posible sin la necesaria investigacin cientfica .Bloques aligerados de pomez utilizados por Le Corbusier y Piere Jeanneret en las Viviendas de la Weissenhof de Stuttgart 1927.

En los aos treinta la construccin europea era fundamentalmente artesanal, pero ya exista una clara toma de conciencia de la necesidad de alcanzar la industrializacin de su proceso de produccin. Aquellos pases que, como Alemania, Suiza, Francia o Inglaterra, iniciaron en dcadas anteriores su camino hacia la produccin en serie de elementos desde su previa normalizacin, en 1937 haban conseguido racionalizar en gran mediada la totalidad del proceso arquitectnico y, en algunos casos, incluso reducir sus costes en un 30% frente a la construccin artesanal por el claro ahorro efectuado frente a la ya encarecida mano de obra. Espaa, sin embargo, debido en gran parte a la guerra civil, no slo segua siendo fundamentalmente artesanal, sino que su falta de medios econmicos y su abundante y barata mano de obra impeda que se hiciera realidad su deseo de alcanzar la ms importante razn de la modernidad, la racionalizacin cientfica del proceso Arquitectnico. La historia de la modernidad espaola nos ha legado numerosas obras de arquitectura y obra civil iniciadas por el GATEPAC y la Generacin del 25, que resurgi con un carcter especial en la dcada de los cincuenta, fundamentalmente en los Poblados Dirigidos y Concursos de Viviendas sociales, dando lugar a los actuales Catlogos de Arquitectura Moderna que recogen los ms importantes ejemplos que han permanecido en las tramas urbanas de nuestras ciudades como muestra viva del largo proceso seguido, durante el cual cada autor lleg hasta donde pudo en base a la precaria caja de elementos con la que poda contar en un pas deprimido y devastado por una guerra civil. Pero, para completar la historia de nuestra modernidad, falta incluir algo que no se puede recoger en un catlogo y que sin embargo nos permite entender y encadenar consecuentemente cada obra, cada imagen cada hecho acontecido, la labor cientfica -razn de ser de la modernidad- realizada en Espaa desde que naci ese nuevo modelo de pensamiento proclamado y defendido en el primer congreso CIAM. Sin duda, los logros alcanzados son la suma de los esfuerzos de muchos pero el protagonista indiscutible de esa importante labor fue el Instituto Eduardo Torroja.

EL INSTITUTO - EJECUTOR CIENTIFICO DE LA MODERNIDAD ESPAOLALa revolucin cientfica acaecida en el campo de la construccin civil y arquitectnica impuls a nivel mundial la rpida aparicin de Centros de Investigacin especializados en cuyas manos estaba el futuro de su evolucin22

Seccin I: Industrializacin y arquitectura

y desarrollo. Pero, mientras que en algunos pases como Estados Unidos, Alemania, Inglaterra o Suiza, no slo el gobierno, sino tambin las propias empresas constructoras y productoras contaban con centros de experimentacin que podran garantizar el progreso de la construccin con nuevos materiales y elementos estructurales y constructivos, en otros pases ms deprimidos, como Espaa, ni el gobierno ni las pequeas empresas e industrias particulares del gremio podan costear Centros de Investigacin experimental con capacidad suficiente como para impulsar la necesaria evolucin de los sistemas constructivos hacia la industrializacin desde la propia elaboracin del material. Bien es cierto que Espaa contaba con un laboratorio estatal desde el Real Decreto del 12 de agosto de 1898 en el que la Reina Cristina5, en su nombre como Reina Regente del Reino y en el de su hijo, el Rey Alfonso XIII, decreta la creacin del Laboratorio Central para Investigacin y Ensayos de Materiales Aplicables a las Construcciones. Pero este Laboratorio, inaugurado en abril de 1899 como un servicio anejo a la Escuela Especial de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid, no cont hasta el ao 1943 ni con los medios, ni con un edificio capaz de albergar las dependencias, maquinaria, y personal suficiente para poder acometer -en la forma deseada- la importante y relevante labor para la que fue creado. Pero antes de que esto ocurriera, en el ao 1934, un grupo de ingenieros y arquitectos espaoles entre los cuales se encontraba el insigne Eduardo Torroja, decidieron por su cuenta poner fin a esta lamentable laguna cientfica, cambiando el rumbo de nuestra historia, acelerando el desarrollo de la industria de la construccin en nuestro pas, haciendo partcipes a la Ingenieria Civil y a la Arquitectura de los nuevos materiales y sistemas de produccin. Fue entonces cuando ocurri, cuando realmente el camino hacia el progreso y el desarrollo de la deprimida y artesanal Espaa, empez a deslizarse bajo nuestros pies impulsado por la fuerza de unos pocos que fueron capaces de movilizar al pas entero. Este grupo estaba formado por : Modesto Lpez Otero, Alfonso Pea, Gaspar Blein, Manuel Snchez Arcas, Jos Mara Aguirre, Jos Angel Petrirena y Eduardo Torroja; fue la primera organizacin creada en Espaa libremente por particulares con una finalidad mucho ms ambiciosa que la recogida en el Real Decreto de 1898 : Investigar , Promover y Divulgar, sobre todos los campos relacionados con la construccin desde todos y cada uno de sus aspectos tcnicos y cientficos para fomentar el progreso en una anticuada industria que poda producir ms y mejores obras de arquitectura e ingeniera revolucionando los sistemas de produccin desde la manipulacin del propio material, forzando a la evolucin hacia la deseada normalizacin e industrializacin. El camino estaba abonado, los tcnicos y cientficos del pas estaban vidos de informacin -eran conscientes de los retrasos con los que estaban conviviendo- y empezaron a recibir la mejor, la ms actual y especfica, no slo a travs de la revista - Hormign y Acero - en la que se hablaba de las ltimas novedades acaecidas en el resto del mundo. Los 40 socios de los primeros meses empezaron a multiplicarse y con ellos las cuotas que facilitabanla vertiginosa velocidad que el recin creado Instituto de la Construccin bajo la direccin de Eduardo Torroja haba alcanzado, empezando pronto a saltar las fronteras para ser conocido en otros pases por sus actividades .Era un momento clave y decisivo de transformacin radical, no slo de las tcnicas de construccin, sistemas de clculo y conocimiento de nuevos materiales, sino23

III Coloquio de Directores y Tcnicos de Fbricas de Cemento .Mayo 1.960. Celebrado en el saln de actos del Instituto Eduardo Torroja.Delegado del Gobierno seor Vierna, Director del Laboratorio del Ejrcito, Torre-Encino, Consejero del Instituto seor Rezola y Eduardo Torroja (en pie) durante la presentacin.

5. Gaceta de Madrid, 13 de agosto de 1898, Tomo II, p. 695.

Mara Jos Cassinello

Vista general de las instalaciones del Instituto Eduardo Torroja, 1960.

tambin del propio proceso proyectual que exiga la necesidad de generar una Arquitectura susceptible de ser industrializada. Haca pocos aos que se haban publicado las experiencias de Adams, de Bolomei, de Cross, se empezaba a dominar el clculo estructural, aparecan por primera vez los Pliegos de Condiciones , se perfilaban balbuceantes normativas tcnicas de fabricacin y puesta en obra de muy diferentes materiales, aunque sin duda el gran protagonista era el hormign armado y pretensado. Freysinet publicaba su famoso folleto Una revolucin en Hormign, Torroja construa algunas de sus ms importantes obras como las estructuras laminares del Hipdromo de Madrid o el Viaducto Martn Gil, que se constituira en el mayor rcord de luz del momento, pero Espaa era eminentemente artesanal y el buen hacer no estaba reglamentado ni se contaba con la necesaria difusin ordenada de los imprescindibles conocimientos tcnicos y cientficos que garantizaran que el largo camino hacia la racionalizacin del proceso arquitectnico estuviera marcado en nuestro pas. Eduardo Torroja impulsa y difunde desde el Instituto el camino cientfico adecuado, pero no slo cubriendo con relevancia internacional aspectos tcnicos, sino que estos siempre se mantienen ligados a potenciar el desarrollo de la ms progresista arquitectura. Hay que tener presente que la arquitectura que predominaba en Espaa en la dcada de los treinta no era la del GATEPAC, la mayor parte segua de espaldas a la modernidad, reproduciendo anodinos clasicismos folklricos, adems de ser eminentemente artesanal. Pero coexistieron tambin otras arquitecturas progresistas no pertenecientes a la ortodoxia del racionalismo proclamado por el CIAM, pero sin duda de relevante importancia, y ligado a ellas estuvo en todo momento Eduardo Torroja, no slo proyectndolas y construyndolas, sino tambin eligiendo en ellas su vivienda. En 1931, Eduardo Torroja form parte de los vecinos del Parque-Residencia (Cooperativa de Casas Econmicas), obra de Rafael Bergamn en colaboracin con Blanco Soler, donde se alojaron un gran nmero de profesionales e intelectuales progresitas, al igual que en la posterior Colonia de El Viso (1933-36), en la que se alojaron Jos Ortega y Gasset, Angel Ferrant, Luis Feduchi Eduardo Torroja colabora con algunos de los ms prestigiosos arquitectos pro24

Seccin I: Industrializacin y arquitectura

gresistas del momento: con Carlos Arniches, Martn Domnguez construyendo el famoso Hipdromo de la Zarzuela de Madrid (1936), cuyas bvedas laminares de hormign armado constituyen una de las ms famosas y conocidas obras espaolas; con Snchez Arcas construye el Mercado de Algeciras (193335); con Zuazo, el desaparecido Frontn Recoletos de Madrid (1935), realizando adems los viaductos de la Ciudad Universitaria de Madrid. La guerra civil paraliz momentneamente la actividad del Instituto pero nunca la inquietud de sus fundadores, que retomaron con ms fuerza su labor, contando a partir de entonces con apoyo estatal, haciendo posible que el pequeo grupo de tcnicos que lo formaban se viera incrementado substancialmente por personal de muy diferentes especialidades que fueron formndose bajo la direccin de Eduardo Torroja, quien consigui que el Instituto, a travs de sus investigaciones cientficas propias, adquiera una enorme relevancia internacional en los avances tcnicos y cientficos de la obra civil y arquitectnica. Hay que entender la especial situacin econmica de nuestro pas, en el cual, y en contraposicin con los ms ricos como Norte Amrica, ni las empresas productoras ni las constructoras privadas podan contar con laboratorios y personal de investigacin propia para garantizar la calidad de su produccin, cobrando por ello mayor importancia el hecho de que existiera un Instituto capaz de albergar la totalidad de las investigaciones necesarias en todos los campos relacionados con la construccin, y fuera a la vez capaz de ordenar, reglamentar y difundir los conocimientos y cambios que a nivel mundial se estaban produciendo. Por esta razn, y por la precaria situacin de nuestras ciudades y pueblos tras la guerra civil, el Instituto consigue ser financiado estatalmente, reiniciando un camino que estuvo durante estas dcadas basado en la libertad y el entusiasmo de cuantos tcnicos y operarios a l pertenecieron, no dependiendo de intereses particulares de fabricantes, patentes, sistemas de clculo o produccin. En el ao 1940 es nombrado Eduardo Torroja Director del Laboratorio Central, de tal forma que nuestro gran maestro est ahora en las principales entidades cientficas relacionadas con la construccin del pas, hecho que, unido a las innovadoras obras que particularmente ya haba realizado Torroja, pone a Espaa en un lugar preferente en los debates internacionales que se estn desarrollando sobre materiales,nuevos mtodos de clculo, produccin, normativas... El Instituto -manteniendo la libertad de su clara lnea de pensamiento-, pasa a formar parte como adherido del Consejo Superior de Investigaciones Cientficas que rene la mayora de las actividades relacionadas con la investigacin, y en el ao 1946 pasa a formar parte del Patronato Juan de la Cierva como independiente, pero recibiendo una pequea subvencin, y trasladndose a la calle Ruiz de Alarcn, amplindose sus dependencias y sus actividades no slo de investigacin, sino de divulgacin en diferentes pases. En el ao 1948 nace en el Instituto una nueva revista que alcanzara reconocimiento en Europa y Amrica, Informes de la Construccin, dedicada a los materiales que protagonizaban los principales y ms novedosos avances en acero y hormign y a divulgar todas las obras de ingeniera civil y arquitectnica ms importantes que en todo el mundo se estaban construyendo, aportando un anlisis tcnico de las mismas, as como artculos de carcter puramente cientfico, bibliografas y las noticias ms relevantes acaecidas en el mundo de la construccin. Los seis primeros nmeros de la nueva revista se agotaron y tuvieron que reeditarlos, cuadruplicando la primitiva tirada. La investigacin que desde25

Mara Jos Cassinello

el Instituto estaba realizando Espaa interesaba al resto del mundo cuando tan slo haca diez aos que ste haba empezado a funcionar, con un largo perodo de silencio debido a la Guerra Civil . El Instituto tena clara su lnea de pensamiento y actuacin, y no se trataba slo de divulgar entre los profesionales -Ingenieros y Arquitectos- los nuevos procedimientos de clculo, la nueva aparicin de materiales, las normativas... para conseguir racionalizar el proceso proyectual; el fin era ms amplio: se aspiraba a conseguir el progreso de la sociedad espaola poniendo a la tcnica a su servicio, por ello haba que llegar a la industria y revolucionarla. El Instituto organizaba cursos de formacin profesional especfica para tcnicos y auxiliares de empresas dedicadas a la fabricacin de materiales diversos para conseguir que la industria contara con personal capacitado para el cambio6. Anunciaba estos cursos a travs de esta revista, inventaba continuamente concursos de las ms variadas ideas relacionados con la industria, la tcnica y la investigacin cientfica, estimulando de forma activa el mercado. Pona sus publicaciones a disposicin de los industriales -de forma gratuita- para ofrecer a sus lectores unas fichas coleccionables con las que poco a poco se consigui un importante fichero en el cual se clasificaban la mayor parte de las industrias espaolas en base a su especifica labor y fabricacin. Convocaba concursos de investigacin sobre temas variados : clculo de hormign armado, soldadura, detalles constructivos, carpinteras metlicas, mtodos de medicin de obras, insonorizacin, ventilacin, prefabricacin... motivando el ingenio de tcnicos y especialistas en muy diferentes materias, manteniendo de forma continuada el original Concurso Permanente de Ideas. El Instituto lider sin duda el desarrollo tcnico y cientfico de Espaa creando asociaciones espaolas e internacionales relacionadas con todas y cada una de las actualidades tcnicas y cientficas que estaban revolucionando el mundo de la construccin arquitectnica haciendo realidad la caja de construccin demandada por Le Corbusier. En 1949, se crea la Asociacin Espaola de Pretensado, adscrita al Instituto Eduardo Torroja, la A.E.H.P, activo medio de informacin y difusin, y cuando posteriormente, en el ao 1951, se funda la Federacin Internacional de Pretensado, es la A.E.H.P. la llamada a representar a Espaa, no independizndose del Instituto hasta la dcada de los setenta. En 1959, Torroja7 funda y preside la Asociacin Internacional de Estructuras Laminares (I.A.S.S ), liderando las nuevas tipologas estructurales que protagonizan las ms importantes y ambiciosas construcciones en aquellos momentos.8 Pero todava invent el Instituto ms mtodos para involucrarlos, para involucrar al pas entero: ingenieros, arquitectos, qumicos, fsicos, cientficos, industrias, operarios, albailes, carpinteros..., llegando amotivar a los propios organismos oficiales que pronto empezaron a compartir con el Instituto este tipo de actividades, tomando posteriormente la iniciativa en algunas ocasiones, despus de haberse contagiado del entusiasmo que el Instituto supo arrancar de una Espaa pobre y deprimida. No en vano, Pier Luigi Nervi, antes de iniciar su intervencin en el Instituto con motivo de la sesin acadmica conmemorativa del 25 aniversario de su fundacin, dijo:(...) la Arquitectura y sus procesos constructivos cada vez evolucionan ms estrechamente unidos, y en el caso de Espaa esta evolucin se produce de forma ms acelerada debido principalmente a la existencia y eficacia de este Instituto. 26

Primer Concurso Nacional Laboral, 1949.

Ensayos sobre modelos reducidos en polyester. Asociacin Internacional de Estructuras Laminares, fundada y presidida por Eduardo Torroja, 1960.

6. Las actividades desarrolladas por el Instituto Tcnico de la Construccin (Instituto Eduardo Torroja) fueron pioneras en Espaa, cubriendo importantes lagunas como la formacin profesional de operarios relacionados con la construccin. Los cursos impartidos por el Instituto tuvieron especial relevancia al adelantarse a la Ley del 16 de julio de 1949 que estableci en Espaa la Enseanza Media Profesional. 7. El primer Symposium sobre estructuras laminares se celebr en Londres en junio de 1952 y el segundo en Oslo en 1957. El gran nmero de tcnicos que participaron indic la conveniencia de establecer un Organismo Internacional permanente que se ocupara de organizar reuniones y debates y de difundir informacin. Este Comit organiz el primer Symposium especializado sobre Procesos no Convencionales de Cons-truccin celebrado en Madrid en septiembre de 1959. Como resultado de ste, se constituy la Asociacin Internacional de Estructuras Laminares (International Association for Shell Structures ), I.A.S.S, nombrndose Presidente de la misma a Eduardo Torroja y editndose desde entonces una revista internacional. 8. A final de los aos sesenta, el Instituto Eduardo Torroja figuraba, entre otras, en las siguientes Organizaciones Internacionales: A.I.P.C (Association Internationale des Ponts et Charpentes), A.C.I. (American Concrete Institute), A.C.M (Association for Computing Machinery), A.S.T.M (American Society for Testing Materials), A.S.H.V.E (American Society for Heating and Ventilanting Engineers), C.I.B (Conseil International du Btiment), C.R.L.G (Concrete Research Liaison Group), F.I.P (Federation Internacionale de la Precontrainte), R.I.LE.M (Reunion Internationale des Laboratoire ), I.S.S.M (International Society of Soil Mechanies), I.A.S.S (International Association of Shell Structures), A.I.D (Association Intewrnationale de Documentation), A.W.S (American Welding Society), C.E.B. (Comit Europen du Beton), C.E.M.B (Cembureau the European Cement Association).

Seccin I: Industrializacin y arquitectura

LA MQUINA DE HABITAR. VIVIENDA ESPAOLA EN LOS 50La valiente modernidad espaola desarrollada en los aos 20 y 30 se ejecut con la caja de elementos vaca, no era posible construir racionalizando su proceso en la medida deseada porque estaba por llegar la revolucin cientfica que trazara el camino adecuado para la industria. Tras la guerra civil, en dcada de los 40, se produce un tiempo de silencio frente a la Modernidad casi inexistente en las tramas urbanas de nuestras ciudades, y sin embargo se desarrolla en Espaa una importante labor cientfica -razn de ser de la modernidad-, el camino estaba trazado y la caja medio llena, por ello, en la dcada de los 50, existi una poderosa razn para que resurgiera una arquitectura moderna que respondi de alguna forma ante una de las asignaturas pendientes: la produccin en serie de viviendas. El Instituto inicia el ao 1949 con una revolucionaria idea, convocar un Concurso Internacional para avanzar en el grave problema que preocupa a casi todos los pases del mundo, especialmente en Europa: la necesidad de viviendas econmicas. El hecho denunciado aos antes por Le Corbusier no haba obtenido todava una resolucin clara:(...) hemos conducido la arquitectura hasta la casa, hasta la vivienda. Antao la arquitectura se ocupaba de templos y palacios, nosotros en cambio hemos llevado la arquitectura hasta la casa y hemos abandonado los templos y palacios. Y por ello nos hemos inmerso en un gran problema: el de darle a una sociedad nueva las casas adecuadas. Esto supona en definitiva investigar el tipo de casa de hoy, un tipo que fijase el contenido, la dimensin, la distribucin de una clula de un hombre, ya no provinciano o nacional, sino la clula de un hombre de la poca, clula equivalente en todos los pases en el mundo entero: un esfuerzo internacional.9

Visita al Hipdromo de Madrid de los asistentes al I Coloquio Internacional de la IASS.

La Arquitectura deba cambiar segn el nuevo modelo de pensamiento, el objeto fundamental era la vivienda y el objetivo a alcanzar su produccin en serie. La mquina de habitar demandaba un nuevo proceso proyectual en el que la Arquitectura se racionalizaba como cualquier otro elemento de fabricacin industrial, con el agravante de tener que dar soluciones rpidas para paliar el problema de alojamiento de las grandes ciudades, cada vez ms colapsadas. En Espaa, la magnitud del problema era de extrema gravedad debido a la concurrencia del constante crecimiento demogrfico (300.000 habitantes anuales) y la tendencia de la poblacin rural a establecerse en la ciudad, generndose un importante dficit de alojamiento (50.000 viviendas anuales) que los sistemas tradicionales y artesanales de construccin no podan absorber. Se estaba avanzando en el camino adecuado para conseguir la necesaria transformacin, no slo del proyecto arquitectnico, sino de la adaptacin de la industria, pero todava Espaa era eminentemente artesanal, y el proceso productivo era insuficiente para hacer frente a las necesidades reales de alojamiento. Por esta razn, el Instituto -con el reconocimiento mundial en sus manosconvoca por su cuenta, a travs de su revista Informes de la Construccin en febrero de 1949 un Concurso Internacional para premiar al mejor proyecto de organizacin industrial para la produccin de maquinaria, elementos y materiales necesarios, encaminado a la industrializacin de la construccin de viviendas en nmero capaz de alojar 50.000 familias espaolas anualmente. Torroja divulga con esta convocatoria la mayor de las preocupaciones del Instituto: Conseguir el progreso econmico y social de Espaa poniendo la industria de la construccin a su servicio.27

Portada del primer nmero del Boletn de la IASS.

9. Informes de la Construccin, .Instituto Eduardo Torroja, 1949. Torroja es adems miembro fundador de la Asociacin Internacional de Directores de Centros Experimentales de Investigacin de las tcnicas de construccin .La primera sesin se celebr en este mismo ao 1949.

Mara Jos Cassinello Estamos ante un problema econmico-social de gran envergadura como nunca ha tenido nuestro pas. El dficit de viviendas, su alto coste obligan a vivir en precariedad y los mtodos tradicionales de construccin se muestran impotentes para afrontar la situacin. Es necesario, como se ha hecho en otros campos de la industria, abandonar los clsicos y deficientes sistemas de trabajo, adoptando una nueva organizacin-produccin en serie, racionalizacin del trabajo con objeto de mejorar y abaratar la produccin... puede ser necesaria una total reorganizacin de la economa nacional que sea afectada por los nuevos procedimientos.

Instalaiones del Instituto Eduardo Torroja en Costillares, Madrid, 1951.

El Instituto manifiesta que considera insuficiente la informacin de que dispone sobre la influencia que la adopcin de nuevos mtodos tendra con respecto al coste de la construccin y as del precio de las viviendas y que, dado que es un problema mundial en el que otros pases han iniciado experiencias muy diferentes, este Concurso puede representar una importante ayuda, ya que desde sus propias base los participantes estn obligados a especificar las soluciones para el caso concreto de Espaa existiendo incluso la importante exigencia de que solamente se podrn emplear elementos de fabricacin nacional, aunque se prevean establecimientos de nuevas empresas. La repercusin mundial de este Concurso obliga al Instituto a retrasar el fallo hasta marzo de 1950, ampliando el plazo de recepcin de propuestas. Mientras tanto, acontecen hechos de especial relevancia que incrementan considerablemente la capacidad de liderazgo del Instituto10 y con ella las posibilidades de generar en Espaa el deseado desarrollo y progreso. Es en el ao 1949 cuando el Instituto se fusiona con el Instituto del Cemento, en cuyo consejo Tcnico Administrativo se encontraba tambin Torroja, pasando a ser el Instituto de la Construccin y del Cemento, aunando intereses sobre investigacin as como incrementndose satisfactoriamente los medios econmicos para poder llevar a cabo el progreso y desarrollo deseados, pese a que este hecho en la historia del Instituto llegara a restarle a travs de los aos pequeos jirones de su siempre defendida libertad. En 1951, Eduardo Torroja, director del Instituto, as como todos los miembros del Consejo presidido por Federico Turell: Jos Mara Aguirre, Manuel Escolano, Modesto Lpez Otero, Marcelo Lumbier, Pedro de Novo, Patricio Palomar, Eduardo Requena y Julin Rezola, deciden que ha llegado el momento -trascurridos tan solo 17 aos- de que el Instituto cuente con un gran conjunto de edificios propios donde se puedan albergar todas las importantes labores de investigacin y divulgacin que se tienen que desarrollar. Se trata del actual Conjunto de Edificios situado en Costillares, cuyo proyecto fue redactado bajo la direccin de Eduardo Torroja, construido e inaugurado el mismo ao 1951.Con una extensin de 5 hectreas de solar -El Bosque-, ubicado en Chamartn de la Rosa. A partir de este momento, el Instituto cuenta no slo con el prestigio internacional, el personal especializado y considerablemente ms medios econmicos, sino tambin con el espacio fsico necesario para poder desarrollar con mayor intensidad todas sus actividades de investigacin y divulgacin, conferencias, cursos, publicaciones, concursos, ensayos de materiales, anlisis de idoneidad tcnica de elementos constructivos y estructurales, ensayos sobre modelos reducidos, desarrollo de normativas, etc. Desde esta nueva posicin, ganada con un tremendo esfuerzo y la hbil gestin de Don Eduardo11, el Instituto deposita sus mayores esfuerzos en colaborar a nivel nacional e internacional en la bsqueda de soluciones para poder producir viviendas en serie, manteniendo siempre la idea que Walter Gropius difundi desde 1.909 y por la cual lucho desde los aos treinta a su28

Silo de almacenamiento. Instituto Eduardo Torroja, 1951

10. En el ao 1949, se crea la Asociacin Espaola de Pretensado adscrita al Instituto Eduardo Torroja, la A.E.H.P, activo medio de informacin y difusin y cuando se funda, en 1.951 la Federacin Internacional de Pretensado, es la A.E.H.P la llamada para representar a Espaa. Hasta los aos 70 no se independiz del Instituto. 11. En el Instituto, as como en su ms estrecho pero amplio- crculo de trabajo , Eduardo Torroja era conocido como Don Eduardo.

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llegada a Estados Unidos tras abandonar Weimar: La no escisin entre el desarrollo industrial y la propia Arquitectura a la que este debe servir de medio para configurarse en realidad12. Las experiencias europeas y americas sirven para ir perfilando soluciones adaptables a la situacin especfica de Espaa en la que el Instituto Nacional de la Vivienda13 promueve concursos y desarrolla diversos planes de construccin de viviendas en busca de paliar la situacin deficitaria de las mismas, tratando siempre de optimizar costes y plazos de ejecucin. El Instituto colabora de forma activa en la mayor parte de ellos de muy diferentes formas; en algunos casos, cediendo la utilizacin sus propias patentes de sistemas constructivos, elaboradas en base a la valiosa experiencia y documentacin obtenida a travs de sus propios concursos e investigaciones, como es el caso de la Viviendas Econmicas construidas en 1953 en Sevilla por Francisco Lucini; en otros, facilitando apoyo y asesoramiento tcnico especfico o sirviendo de laboratorio analtico y experimental nacional de nuevas patentes generadas con motivo de dichos concursos, como en el caso del Concurso convocado por el Ministerio de la Vivienda en el ao 1956.14 Esta nueva situacin alcanzada a finales de los aos cuarenta motiva el debate nacional desarrollado y difundido en la dcada de los aos 50 desde la Revista Nacional de Arquitectura e Informes de la construccin del Instituto sobre la Arquitectura en una lucha por abandonar de forma radical las tendencias historicistas y la todava reinante artesana. Pero, aunque la discusin abarca toda la Arquitectura, el tema de la vivienda econmica es el principal problema pendiente de resolucin y por ello se analizan y difunden las muy diferentes soluciones y estudios experimentales que a este respecto se estn desarrollando en el resto de Europa y en Amrica, en un intento de adaptarlas a nuestras especiales condiciones polticas, sociales, industriales y econmicas que obligaban a realizar una rigurosa seleccin y planificacin de mtodos y metas parciales que deberan ser desarrolladas paulatinamente sin alegres despilfarros, encauzando la industrializacin paso a paso; normalizacin, coordinacin dimensional, racionalizacin, mecanizacin y automatizacin, aprovechando las experiencias extranjeras para acotar errores imprevistos. Apenas existan unos cuantos elementos producidos en serie que eran fabricados por industrias en su mayora obsoletas que utilizaban sistemas de produccin casi artesanales no automatizados y apenas mecanizados, pero el mayor problema era que los fabricantes no podan contar con un exhaustivo rigor en el control de calidad por falta del correspondiente desarrollo cientfico-tcnico especfico, sin el cual no era posible establecer las adecuadas normativas de produccin, puesta en obra... Abordar la normalizacin de muy diferentes materiales y elementos estructurales y constructivos era el primer escaln pendiente, sin el cual no se podan establecer los tipos de elementos y las caractersticas especficas que cada tipo debera cumplir; materiales, formas, caractersticas resistentes La definicin de tipos normalizados de muy diferentes elementos deba realizarse tomando como base las necesidades funcionales y la coordinacin dimensional de la propia arquitectura, no dejando slo en manos de cientficos y fabricantes el futuro de la industrializacin de la construccin. Por esta razn, Torroja defini claramente las bases del Concurso Internacional del 49 en busca de soluciones aplicables al panorama espaol, al igual que el planteamiento del Concurso de Viviendas Experimentales del 5615, dificultando29

Walter Gropius. Casa unifamiliar prefabricada , construccin seca con armazn metlico. Werkbund Exibition Stuttgart. 1.927.

Concurso de Viviendas Experimentales, 1956. Propuesta de Fisac de bloques.

12. GROPIUS, W; WACHASMANN, K, :The dream of the factory-made house. Cambridge (Massachusetts), Herbert Gilbert, MIT Press, 1981 13. La actividad desarrollada por el Instituto Nacional de la Vivienda ha sido ampliamente estudiada por Carlos Sambricio en diversas publicaciones como, La Vivienda en Madrid en la dcada de los 50. Plan de Urgencia Social, Electa, Ministerio de Fomento, Ayuntamiento de Madrid, Gerencia Municipal de Urbanismo,1.999. 14. Concurso de Cercos Metlicos. Instituto Eduardo Torroja, convocado por el Instituto Nacional de la Vivienda (1956). Informes de la Construccin, n 84. El Instituto realiz los ensayos sobre los cercos presentados por 15 casas comerciales, as como anlisis econmico, ahorro de material y garanta de suministro, ganadores: COMELSA (Pamplona), 200.000 cercos , INDUSTRIAS CUSI (Barcelona) 100.000 cercos, 15. En el Concurso de Viviendas Experimentales del 56 intervinieron un importante grupo de arquitectos jvenes en colaboracin con las ms punteras empresas constructoras de aquel momento: Jos Romay y E. Snchez Lozano con Helma, L. Cubillo de Arteaga y I. lvarez Castelao con Constructora Asturiana, J. Senz de Oza con San Martn, Fernando Cassinello con Colomina G. Serrano, M.Sainz de Vicua y L. M. Escola Gil con Velzquez, C. de Miguel con Saconi , Miguel Fisac con Dirisol, Carlos Sobrini, Emilio Malumbres y Felipe Heredero con Huarte y CIA, Juan M. Crdenas y F. Cabrera Corral con Entrecanales y Tavora, Luis de la Sala con Dragados y Construcciones, etc.

Mara Jos Cassinello

Bungalow 49.Patente de Albert 1.949. Una vivenda en 48 horas con tres operarios

desde sus propias bases la aparicin de propuestas que potenciaran soluciones industrializadas semejantes a las ms criticadas por Gropius y Neutra como gran parte de los sistemas americanos de construir viviendas unifamiliares prefabricadas tan extendido en aquellos aos, en los cuales el arquitecto no tena ninguna funcin, existiendo una figura nueva en el mercado de la construccin denominado home builders, empresarios de gran capacidad de produccin de elementos prefabricados con los que construan enormes grupos de viviendas a muy bajo costo con reconocida y garantizada calidad de materiales pero ausentes de funcionalidad y racionalidad arquitectnica. Era una de las pocas ventajas que posea Espaa en aquellos momentos, poder encauzar el camino hacia la industrializacin y prefabricacin en la forma correcta sin cometer los graves errores que los pases ms industrializados estaban cometiendo, alejando a la propia arquitectura de sus futuros procesos de produccin. Normalizar, industrializar, prefabricar... pero qu y para qu? Gropius16 defenda que la vivienda nunca podra ser producida en serie de forma masiva , compacta e impersonal como un coche, una nevera, un avin o un pequeo ventilador... los elementos constructivos y estructurales -ya sean lineales, superficiales o clulas tridimensionales- debern industrializarse de forma que garanticen mltiples posibilidades de unin y macla para dar opcin a personalizar, no slo el espacio habitable, sino tambin la propia imagen arquitectnica, garantizndose sin embargo las ventajas de su produccin en serie -calidad, bajo coste y fcil montaje- Pero frente a esta opinin compartida por un grupo de profesionales cada vez ms numeroso, exista todava una generalizada y errnea interpretacin de la prefabricacin, creyndola portadora de monotona y falta de libertad, como si los sistemas constructivos artesanales fueran el paradigma de la libertad proyectual. A travs del Instituto, se analizan todas las propuestas de racionalizar la construccin de viviendas que van apareciendo en el mercado mundial, porque todas y cada una de ellas podan colaborar a determinar el camino especfico de actuacin y pensamiento que debera seguir Espaa segn su realidad; se debaten incluso las propuestas que de ms difcil adopcin en aquellos momentos, por tratarse de avanzadas soluciones con patentes y materiales demasiado costosos, como es el caso del Bungalow 49, desarrollado en Francia por Albert, para cuya construccin se precisaban tan slo 48 horas con tres operarios, sin necesidad de andamios por estar formado por la macla simple de paneles de armazn de aluminio con relleno interior de dufaylita y revestimientos de madera bakelizada; o las diferentes patentes del genial Jean Prouve17, que tanto revolucion la industria francesa, resueltas en general con estos mismos materiales, como las viviendas Nancy y Alba de 1953; o las de Charles Eames y Eero Saarinen; o la patente de estructura metlica prefabricada Trusteel. Pero cobran mayor protagonismo, pese a su planteamiento ambicioso an en nuestra precaria economa, aquellas soluciones que se desarrollan a travs de una racional mezcla entre prefabricacin avanzada y procedimientos artesanales. Es el caso de la Unidad de Habitacin de Marsella, proyectada por Le Corbusier en 1949, que responde a un nuevo concepto de vivienda colectiva dotada de todo tipo de servicios comunes: guardera, gimnasio, cafetera..., adems de a una original resolucin tipolgica constructiva y estructural en la que combina procedimientos tradicionales con prefabricados; cuenta con un armazn estructural de prticos de hormign armado en el que se insertan30

Charles Eames y Eero Saarinen . Vivienda con armazn de acero laminado

16. GIEDION, Sigfried, Walter Gropius. Work and Teamwork, New York, Reinhold Publishing Corporation, 1.954 17. COLEY, Catherine, Jean Prouve, Pars, Editions du Centre Pompidou, 1993.

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mdulos prefabricados de viviendas, revistindose el edificio con mdulos prefabricados de fachada; as, el bloque de viviendas en Sotteville-Les-Rouen, de Marcel Lods, con estructura de prticos de hormign armado, tambin mezclaba sistemas tradicionales avanzados con prefabricados: revestimientos de fachada en hormign armado, forjado de placas en T sin entrevigado, tabiques interiores con muebles empotrados; o las viviendas obreras desarrolladas en el Plan Nacional de Venezuela, como Cerro Grande y Quinta Crespo; o los bloques experimentales de Pont de Svres de Pars, proyectadas por Zehrfuss y Sebag en 1953. Tambin se contemplaron soluciones menos convencionales en cuanto a su forma geomtrica, como las cupulares y abovedadas: las casa globo construidas en Dakar en 1951 con encofrado globo armadura y gunita, los estudios realizados por Moreno Barbera en forma de catenaria invertida, similares a los de Rafael de Hoz, o los utilizados por Cavestany en el Concurso del 56. O los sistemas constructivos por s mismos, como el novedoso ejecutado en la Universidad de Texas de construir forjados superpuestos en el suelo y luego levantarlos, y, por supuesto, la racionalidad que posteriormente utilizan de diversas formas Alvar Aalto, Gropius, Jacobsen, Senn..., .en Berln en 1957.18 A travs de la propuestas del Concurso de Viviendas Experimentales del 56, se puede conocer hasta dnde haba llegado la racionalizacin de la Arquitectura espaola y con qu contbamos en nuestra particular caja de construccin, porque desde las bases del Concurso se potenci la idea utilizar el mayor nivel de prefabricacin posible que fuera rentable en Espaa en aquellos momentos para paliar el dficit de viviendas econmicas. La respuesta fue casi unnime en cuanto al resurgimiento de la imagen y funcionalidad espacial de la modernidad que ya se estaba desarrollando desde el inicio de la dcada en los poblados dirigidos y planes de urgen