lo local y el desarrollo argentino...

24
1 V1 SEMINARIO NACIONAL DE LA RED DE CENTROS ACADEMICOS PARA EL ESTUDIO DE GOBIERNOS LOCALES Córdoba, 9 y 10 de Septiembre de 2004 LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLE Autor: Arq. Ricardo D. Zammito Introducción Cuando tuve que preparar mis clases para el curso de Capacitación de la CGT Nacional, me preguntaba si les interesaría a dirigentes sindicales –algunos con muchos años de experiencia gremial– oír hablar de desarrollo local. En general, los dirigentes sectoriales –me cuestionaba– están abocados a los intereses específicos de sus gremios, y en rigor de verdad, el tema que nos ocupa dista bastante de ser encerrado en un sector para poder concitar su interés. Pero mi desconfianza comenzó a disiparse promediando la primera clase, al observar como estos dirigentes se iban involucrando en el tema. ¿Por qué había más interés en este grupo que cuando son planteados los requerimientos de un genuino desarrollo local entre intendentes de muchas ciudades?. Este segundo cuestionamiento puede encontrar respuesta por un lado en la íntima relación que puede existir entre desarrollo local y regional y a su vez éste, con el desarrollo del país , sin confundirlos porque son diferentes, dado que la sustancia destinataria de las acciones del desarrollo son diferentes aunque integradas en la unidad. Por otro lado la respuesta puede estar en la lógica del desarrollo local y en los términos de su sustentabilidad: la cualidad del municipio y su gobierno, la modalidad de participación de los actores, la delimitación del territorio donde se implementarán las acciones planificadas y las características de la economía local para la inclusión social , y todo referido al objetivo estratégico de la Recuperación Nacional . En síntesis no íbamos a tratar de zanahorias y rabanitos orgánicos –no porque las huertas no cumplan ninguna función en la alimentación familiar– ni de ver como podemos “colgarnos en algún programa” de estos que se ofrecen por docenas y que cuentan con financiamiento externo desde antes de saber para que sirven –no porque se pretenda proponer el suicidio de eliminarlos de un día para el otro–. Como mis interlocutores y yo no estábamos en la comercialización de hortalizas ni de votos, decidimos descartar algunas opciones de “desarrollo local”. El tema central del VIº Seminario de REDMUNI es muy importante porque se hace necesario lograr una inteligibilidad común entre los que estamos dedicados a actividades teóricas o prácticas de desarrollos locales y el modo de lograrlo es ir dilucidando todos los aspectos de un genuino desarrollo local y por contraste ir desechando conceptos y acciones no conducentes al fin que nos ocupa o al

Upload: ngongoc

Post on 19-Sep-2018

220 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLEmunicipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/zammito.pdf · 2009-04-17 · fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato

1

V1 SEMINARIO NACIONAL DE LA RED DE CENTROS ACADEMICOSPARA EL ESTUDIO DE GOBIERNOS LOCALES

Córdoba, 9 y 10 de Septiembre de 2004

LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINOPOSIBLE

Autor: Arq. Ricardo D. Zammito

Introducción

Cuando tuve que preparar mis clases para el curso de Capacitación de la CGT Nacional, me

preguntaba si les interesaría a dirigentes sindicales –algunos con muchos años de experiencia

gremial– oír hablar de desarrollo local. En general, los dirigentes sectoriales –me cuestionaba– están

abocados a los intereses específicos de sus gremios, y en rigor de verdad, el tema que nos ocupa

dista bastante de ser encerrado en un sector para poder concitar su interés. Pero mi desconfianza

comenzó a disiparse promediando la primera clase, al observar como estos dirigentes se iban

involucrando en el tema. ¿Por qué había más interés en este grupo que cuando son planteados los

requerimientos de un genuino desarrollo local entre intendentes de muchas ciudades?. Este segundo

cuestionamiento puede encontrar respuesta por un lado en la íntima relación que puede existir

entre desarrollo local y regional y a su vez éste, con el desarrollo del país, sin confundirlos

porque son diferentes, dado que la sustancia destinataria de las acciones del desarrollo son diferentes

aunque integradas en la unidad. Por otro lado la respuesta puede estar en la lógica del desarrollo

local y en los términos de su sustentabilidad: la cualidad del municipio y su gobierno, la

modalidad de participación de los actores, la delimitación del territorio donde se implementarán

las acciones planificadas y las características de la economía local para la inclusión social, y

todo referido al objetivo estratégico de la Recuperación Nacional. En síntesis no íbamos a tratar

de zanahorias y rabanitos orgánicos –no porque las huertas no cumplan ninguna función en la

alimentación familiar– ni de ver como podemos “colgarnos en algún programa” de estos que se

ofrecen por docenas y que cuentan con financiamiento externo desde antes de saber para que sirven

–no porque se pretenda proponer el suicidio de eliminarlos de un día para el otro–. Como mis

interlocutores y yo no estábamos en la comercialización de hortalizas ni de votos, decidimos descartar

algunas opciones de “desarrollo local”.

El tema central del VIº Seminario de REDMUNI es muy importante porque se hace necesario lograr

una inteligibilidad común entre los que estamos dedicados a actividades teóricas o prácticas de

desarrollos locales y el modo de lograrlo es ir dilucidando todos los aspectos de un genuino desarrollo

local y por contraste ir desechando conceptos y acciones no conducentes al fin que nos ocupa o al

Page 2: LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLEmunicipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/zammito.pdf · 2009-04-17 · fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato

2

menos jerarquizarlos. El ámbito de los seminarios de REDMUNI es adecuado para este fin. Sería

también de gran trascendencia, debido a la densidad de nuestra Red Nacional de Centros Académicos

y al involucramiento del Estado en mano del INAP, intensificar los esfuerzos de llegada a los gobiernos

locales en su condición de agentes del desarrollo local y a todo organismo que pueda ejercer

influencia sobre el tema, con recomendaciones consensuadas en REDMUNI. Éstas, lejos de la

búsqueda de novedades por las novedades mismas, deberían constituir los elementos esenciales de la

inteligibilidad común referida y ser pautas de acciones concretas.

DESARROLLO LOCAL Y REGIONAL EN EL CONTEXTO DE UN DESARROLLO ARGENTINO

Cuando analizamos en nuestra historia larga –no con toda la ciencia del historiador aunque con

apetito de verdad–, para extraer algunas conclusiones prácticas que nos puedan servir hoy, vemos

que en la evolución de la ocupación de nuestro Territorio Nacional y su estructura espacial, es fácil

encontrar la correspondencia entre estas y las acciones planificadas, políticas y económicas y los

agentes que las originaron.

Vamos a enfocar el análisis particularmente en el período colonial, es decir desde el Descubrimiento –

fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato del Río de la Plata –fines del XVIII–.

Recordemos que luego del Descubrimiento de América hubieron tres corrientes colonizadoras1: La del

Este, en 1516 con Solís, que descubre el Mar Dulce. En 1536, producto de los planes de conquista de

la Metrópoli, Pedro de Mendoza funda por primera vez Buenos Aires, estableciendo el asiento de las

exploraciones; manda a Ayolas que remonte el Paraná fundando este Candelaria y dejando a Irala.

Ayolas muere y Mendoza al retornar a la Metrópoli, muere también. Transcurrido algunos años, en

1540, Álvar Núñez busca comunicación con Perú, sucediéndolo Irala. Las fundaciones

interrelacionadas comienzan a estructurar el territorio. La corriente colonizadora del Norte, tiene su

origen en la acción planificada de expansión hacia el sur del Virreinato del Perú, enviando a Núñez del

Prado que funda la Ciudad del Barco, próxima a la actual Santiago del Estero; en 1565 Villaroel funda

Tucumán; en 1573 Jerónimo Luis de Cabrera funda Córdoba; en 1582 Lerma funda Salta; en 1591

Ramírez de Velazco funda La Rioja y en 1593 Argañaráz funda Jujuy por orden de Velazco. Ya queda

organizado lo que hoy denominaríamos el sistema urbanístico que estructura la actual Región NOA de

Argentina. La corriente del Oeste se produce por la reivindicación política para Valdivia, conquistador

de Chile, que en una puja de intereses con la corriente del Norte explora Cuyo, y en 1561, Del

Castillo, por orden del gobernador de Chile, funda Mendoza; en 1562 Jufré funda San Juan y en 1593

Jofré de Loaisa funda San Luis. Otro “sistema urbanístico” y otra Región estructurada en el lapso de

algo más de treinta años.

1 Ianantuoni Domingo, Cultura Ciudadana. La Economía Argentina, Ed. Chile, Buenos Aires 1955, pag. 10

Page 3: LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLEmunicipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/zammito.pdf · 2009-04-17 · fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato

3

Las primeras rutas comerciales2 posibilitarán la infraestructura para la integración interregionales,

trazarán el esbozo de unidad geopolítica continental y su vínculo con la Metrópoli. Éstas eran La

Continental, que arribando desde Cádiz “las dos Flotas”, pasaba una hacia el actual Méjico y la otra

que nos compete, de “Tierra Firme”, llegaba a Portobello, donde se celebraban 40 días de ferias para

intercambiar productos con la Metrópoli, luego cruzaba el istmo de Panamá, tocaba Quito, Lima –

Capital del Virreinato– y desde aquí por tierra: La Paz, Potosí, Jujuy, Salta, Tucumán, Córdoba y

Buenos Aires. Las interiores, fluvial y terrestre, estructuraban “la red urbana y el sistema

económico interior”, vinculando los “subsistemas productivos regionales”, aunque modestos

poblados, vivían intercambiando abundante producción realizada y distribuida por agentes locales,

significando también crecimiento, consolidación e intercambios sociales. No obstaba para ello, la

relación con la Metrópoli que contribuía al crecimiento con nuevas especies animales y vegetales. El

Norte ofreció maderas, algodón, caña de azúcar, tejidos, yerba y resinas; el Litoral, ganado, cueros,

carne, sebo y harinas y el Oeste, frutas licores, vinos y dulces. Las rutas oceánicas, que desde

principios del siglo XVI comunicarán la Metrópoli con Buenos Aires, no sólo modificará flujos internos y

externos, sino que producirá significativas modificaciones en la conformación de nuestro territorio,

pero recién a partir de la creación del Virreinato del Río de la Plata. Podemos decir que esta realidad

territorial regional “argentina”, Litoral, Tucumán y Cuyo se mantuvo durante 300 años. En 1602 con la

Real Cédula de Franquicias Comerciales gestionada por Hernandarias, rompe el monopolio de las Dos

Flotas permitiendo exportar a Brasil y Guinea desde Buenos Aires. Esto hizo que Buenos Aires

desplazara en importancia a Asunción, proponiendo Hernandarias la creación de la Gobernación del

Río de la Plata en 1617. Antes de esta situación política, económica y social, era más relevante El

Tucumán que Buenos Aires, que sólo era una aldea y en sus proximidades, sólo pampa habitada por

salvajes. Cobra una impronta nueva nuestro Territorio con la Pragmática del Comercio Libre de 1778,

la que se inscribe en la decisión política de la Metrópoli de crear el Virreinato del Río de la Plata en

1776. En lo concerniente al comercio exterior, pasamos de un monopolio absoluto de “las Dos Flotas”

–Puerto de Cádiz a Portobello y Veracruz en América–, a uno relativo –13 puertos en la Península y 24

en América–. Si le agregamos para el análisis, el Auto de Libre internación del Virrey Cevallos de 1777

que pone fin a la Aduana seca de Córdoba creada por el Virreinato del Perú3, vemos delineada la

estructura espacial de la actual República Argentina –por supuesto sin considerar las mutilaciones

territoriales–. Es decir, Buenos Aires como capital de un vasto territorio nacional y regiones

interiores. El interés que reviste analizar el período colonial no se debe a reminiscencias folclóricas –

que no estaría mal– sino a las enseñanzas prácticas que nos pueda proporcionar en orden al

Desarrollo Local y Regional. En este período no existía el Capitalismo Internacional tal como se

articuló luego de la Revolución Industrial y ahora no existe con la globalización económica, sociedad

industrial. Antes las regiones interiores eran “regiones urbanas”, por la influencia de los cabildos

sobre un territorio muchísimo más amplio que el del ejido municipal. En términos actuales, no se

hubiera podido hablar de desarrollo local, diferenciándolo del desarrollo regional. Hoy cada vez más

2 Íd., pag. 143 Aquí podemos analizar la conjunción de intereses políticos – defensa de las economías locales de parte del Virreinato del Perú– y comerciales, por la competencia de los productos que ingresaban desde Buenos Aires. Al pasar por Córdoba se debíaabonar el equivalente al 50% del valor de la mercadería ingresada.

Page 4: LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLEmunicipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/zammito.pdf · 2009-04-17 · fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato

4

adquiere trascendencia la ciudad para el desarrollo local y regional y en el presente trabajo lo que

pretendemos es poner en relieve dos elementos indispensables para cualquier propuesta valedera: un

dominio, aunque más no sea relativo sobre un territorio delimitado y el desarrollo de nuevas pautas

de economía social en ese territorio. Los Cabildos no tenían soberanía –ésta radicaba en la Metrópoli–.

Hoy las ciudades tampoco la tienen, y la soberanía tampoco radica en el territorio nacional. Pero pese

a esta “desmayada impotencia ante el proceso globalizador... que sirve a los intereses específicos de

grupos a los que les conviene un Estado que ha dejado de ser estado... eso no es inevitable”4 y nada

obsta proponer desarrollos locales con epicentros en los municipios, células jurídico-políticas y base de

sustentación posible del Estado-Nación, cuyo régimen constitucional es federal. Nuestro país se

constituyó como una confederación de provincias, pero estas tienen su origen en ciudades

territoriales, por eso podemos hablar de regiones urbanas. Los cabildos, además de las funciones

político-administrativas autónomas, dominaban un amplio espectro funcional –Educación, Justicia y

Defensa– aunque en nuestro análisis nos interesa destacar el dominio del territorio y la economía

local. Herencia de la cultura hispánica de implantar –conforme a las Leyes de Indias– ciudades

territoriales de raigambre romana manifiesta en el orden intra y extra urbano y expresado en sus

formas: plaza, cabildo, iglesia, casas de principales, casas, huertas, chacras, caminos vinculantes

(cardo y decúmano), etc., que la volveremos a encontrar en los fortines, reducciones y en la evolución

natural de ciudades que nacieron en oratorios antes de la inmigración europea de los siglos XIX y XX.

¿Qué elementos actuaron favorablemente para el desarrollo de la economía colonial hasta la creación

del Virreinato del Río de la Plata?. Para mencionar alguno de ellos, en primer lugar hay que destacar

las excelentes condiciones del territorio para una producción abundante y diversificada y el

espíritu emprendedor de los colonizadores y gobernantes. Se intensificó la producción primaria y se

diversificó en función de las distintas condiciones geográficas. Por los altos precios de la

importación y elevados aranceles, se desarrolló la manufactura en el interior. España no tuvo el

afán enfermo que tuvo Gran Bretaña de inundarnos con sus manufacturas. Las huellas de

carretas iban consolidando la trascendencia de las rutas interiores para el mercado interno, y

este para la economía. “La mayor producción y el crecimiento de la población determinaron un

consumo mayor. Por eso se intensificó el intercambio”5 y por consiguiente se generó un aumento

de la producción. Se mantuvo completo el ciclo económico: la producción primaria, como ya lo

expresamos, diversificada regionalmente. La industria también difería según las regiones, por

ejemplo Tucumán y Mendoza fabricaban carretas, volantas, diligencias, púlpitos y retablos. En

Corrientes se destacó la industria de los astilleros, se construían navíos, bajeles y otras

embarcaciones. La industria yerbatalera del noreste abasteció a todo el país y la industria textil fue la

industria popular por excelencia. Las mulas santafesinas se vendían muy bien en el Alto Perú y la

industria del cuero trajo sus derivados: lomilleros y talabarteros, creándose nuevas fuentes de trabajo.

¡Ni que decir de los vinos que se producían en Cuyo!. Nuestras carnes llegaban hasta Cuba e Islas de

Cabo Verde. Los saladeros se multiplicaban y a la par se multiplicaban las fuentes de trabajo. La

orfebrería no sólo era una industria destacada, sino que produjo un arte peculiar. En cuanto al

4 O’Donnell Guillermo, “Hay una visión mítica de lo global”, en diario La Capital, Rosario, 12-11- 20005 Ianantuoni Domingo, op. cit. Pag. 24

Page 5: LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLEmunicipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/zammito.pdf · 2009-04-17 · fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato

5

comercio interior podemos destacar que mientras existió la Aduana seca de Córdoba, los artículos

importados por Buenos Aires se veían obstaculizados de penetrar el mercado interno y cuando se la

suprimió, estos comenzaron a penetrar como en abanico. Por supuesto que no ignoramos los

inconvenientes, como ser el contrabando para el comercio interior, la piratería para el comercio

exterior o el altísimo costo de algunos productos importados o las injusticias en las encomiendas. Lo

que se pretende destacar es que existió durante 300 años una verdadera economía municipal, sino

¿cómo se explica dado que España, una nación con 4 millones de habitantes, de territorio reducido,

no industrializada, con el comercio con sus colonias monopolizado, en menos de 100 años del

Descubrimiento había sentado los fundamentos de más de 200 pueblos y ciudades desde California a

Buenos Aires?6. Los cabildos fijaban precio a los artículos de primera necesidad: pan, vino, carne,

calzado, ropa, etc. Disponían de las vaquerías y bagualadas –recordemos que en esa época el ganado

era cimarrón– y cobraban los derechos de exportación. Del comercio exterior podemos referir que su

importancia fue creciendo simultáneamente con la importancia de las rutas oceánicas y del Puerto de

Buenos Aires; de la libertad de comercio, de la reducción de aranceles y de la ingerencia

británica, indirectamente primero y abiertamente después, trayendo aparejado el deterioro, en

paralelo, de las economías regionales. Se podrá decir que esos sistemas económicos municipales no

permitía la libertad de movimiento para sus sociedades y eran cerrados. Por un lado esto no era

absolutamente así y hoy “en este mundo no hay libertad, en realidad, nada más que para que circulen

los capitales y el dinero. Porque para que los seres humanos salten de una frontera a otra, deben

sortear enormes dificultades. Basta recordar cómo se vigila la frontera entre México y Estados Unidos.

No es verdad que haya plena libertad de movimientos de los recursos. Hemos construido un planeta

en el que el dinero tiene más libertad que el ser humano”7. En cuanto al consumo y nivel de vida, de

los “vecinos y domiciliados” era superior al de los “jornaleros y esclavos”. Los primeros gozaban de

abundante y variada alimentación, vestían finos ropajes, poseían viviendas con detalles de lujo y se

daban frecuentes fiestas hogareñas, bailes, etc.. En cuanto a los segundos, su alimentación no le

faltaba, vestían con lo necesario, disponían de vivienda amplia, no eran, diríamos hoy, población con

NBI, supuestas también las injusticias sociales. Pero actualmente “La Argentina tiene hoy la peor

distribución del ingreso desde que el INDEC mide, a partir de la década del 70, cuánto ganan y

cómo se reparte la riqueza de los argentinos. De acuerdo a las cifras oficiales de Capital y Gran

Buenos Aires, en octubre pasado (última medición) el 10% más rico de la población recibió el

37,3% de los ingresos totales. En tanto, al 10% más pobre le correspondió apenas el 1,3%. Así,

los más ricos recibieron 28,7 veces más que los más pobres. En 1974 esa brecha era de 12,3

veces.”8. Otra medición circunscripta a la Capital Federal de julio de 2003, indicaba que el 10% de

población más rica ganaba 195 veces más que el 10% más pobre9. Hoy, según el INDEC, casi la mitad

de la población argentina vive en la pobreza, aun habiéndose hecho cargo el Estado de casi 2 millones

de nuevos “jornaleros y esclavos”.

6 Ianantuoni Domingo, op. cit. Pag. 337 Dicho por el catedrático andaluz Juan Torres López, doctor en Economía, en “El neo-liberalismo convirtió al mundo ensociedad de riesgo”, en Clarín, 23-06-028 “Los más ricos ganan 28 veces más que los más pobres”, en Clarín, 31-03-029 “La disparidad de ingresos entre los porteños bate oto record”, en La Nación, 28-07-03

Page 6: LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLEmunicipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/zammito.pdf · 2009-04-17 · fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato

6

LA LÓGICA DEL DESARROLLO LOCAL.

Uno es el desarrollo del país y otros son los desarrollos locales. Los desarrollos locales no son partes

de un desarrollo más amplio, ni el simple efecto de éste sobre el territorio de aquel. El lenguaje, el

sentido común y la etimología (localis: lugar) refieren a un lugar singular, personal, no a un fragmento

indefinido y la inmediata asociación mental lo ubica en lo municipal o provincial. Esto no va en

detrimento de un orden arquitectónico y jerárquico entre municipios, provincias y Estado dentro de la

cosmovisión del Orden Natural de la Sociedad sobre el Territorio Nacional. Aquí sí cabe el aforismo

“pensar globalmente y actuar localmente”, si por global entendemos la visión integral del país

para que el desarrollo sea sustentable también jurídica y políticamente, dado que

mundialmente no reconocemos un orden soberano. Sí reconocemos la existencia de organismos en

donde participamos los estados soberanos para una armónica y justa convivencia internacional,

aunque sistemáticamente sea avasallada. Recordemos que el aforismo se difundió “coincidentemente”

con la legítima preocupación por la defensa del medio ambiente y la enunciación de los “límites del

crecimiento” de los ’70, impuesto al Tercer Mundo por los poderosos, agrupados en el Club de Roma –

potencias coloniales y corporaciones transnacionales, sostenidas intelectualmente por cerebros de

relevancia mundial– para poder conducir los procesos económicos mundiales prescindiendo de los

estados soberanos10. Salvando la necesaria defensa de la ecología por todos los habitantes de la

Tierra, no podemos aceptar un pensamiento global que anule o restrinja la autonomía de nuestro

modo de pensar como Comunidad Nacional.

Cuando hablamos de un lugar singular, es porque la sociedad local tiene un modus vivendi, que

reconocer y respetar. Un modo de relacionarse, de producir, transformar la producción e

intercambiarla, de estudiar, curarse y elevar su espíritu. Hoy también tiene el desafío de generar

empleo y de distribuir el ingreso. Un desarrollo que vulnerare alguno de estos aspectos, anulando

esenciales libertades humanas y obligando al desarraigo, ya sea en nombre del “desarrollo

económico”, de la “seguridad nacional”, de la “reorganización nacional”, de la “democracia y los

derechos humanos con punto final, de la estabilidad, de los derechos humanos sin punto final” no es

precisamente un desarrollo humano integral, sino totalitarismo. Respetar la identidad cultural del

10 Friedman John, Weaver Clyde, Territorio y Función. La evolución de la Planificación Regional. Ed. Instituto de Estudios deAdministración Local, Madrid, 1981, pag. 239. El tercer informe del Club de Roma de 1976, esta vez firmado por el premioNovel de economía, Jan Tinbergen. Decía en el capítulo “La necesidad de una reinterpretación de la soberanía nacional”: “Laparticipación y el control social sugieren una interpretación de la soberanía en una línea funcional más que en una líneaterritorial, o la jurisdicción sobre determinados usos, más que sobre el espacio geográfico. Conceptualmente, esta interpretaciónhará posible la progresiva internacionalización y socialización de todos los recursos mundiales –materiales y nomateriales –basados en el principio de la herencia común de la Humanidad... La aceptación del concepto de la soberaníafuncional requerirá la creación de nuevas clases de instituciones internacionales... El objetivo debe ser: confederacionesfuncionales de organizaciones internacionales descentralizadas al nivel operacional y centralizadas al nivel político.Definitivamente debemos buscar una soberanía planetaria descentralizada, con una red de instituciones internacionalesfuertes que las hagan posible”. Y un apéndice técnico del mismo informe relativo a la “misión” de las compañíastransnacionales expresa: “Si sus mercados tuvieran que ser desunidos y basarse fundamentalmente en las culturas locales yen los gustos regionales, su razón de ser podría estar fuertemente comprometida. El interés de las transnacionales descansano en la máxima respuesta a los requerimientos locales, sino en incorporar la capacidad local a los modelos de consumoglobales, donde ellas son los productores predominantes”

Page 7: LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLEmunicipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/zammito.pdf · 2009-04-17 · fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato

7

“lugar” no sólo es un deber, sino una condición para lo que Arocena denomina “gestión de la

diferencia”, algo tan sencillo, pero tan difícil para tanta intelectualidad inficionada de racionalismos o

idealismos. “Argentinos a las cosas”, nos recomendaba hace 7 décadas Ortega y Gasset.

Pese que en nuestra patria tenemos la rica tradición añeja de la vida local, como vimos, centrada en

los cabildos y anulada por el liberalismo, se comienza a difundir las bonanzas de lo local hacia fines de

los ’7011. El famoso libro de Schumacher “Small is bautiful” aparece en 1978, revalorizando la pequeña

dimensión como una alternativa a la alta tecnología aplicada a la producción y sus derivaciones

negativas. A un cuarto de siglo de esa propuesta podemos afirmar con el experto uruguayo en

desarrollo local, José Arocena que el desarrollo local “tiene más ventajas que otras formas de acción...

para establecer tejidos complejos... de negociación... y para reconocer las especificidades de los

recursos naturales”. Es necesario “tomar la integralidad del hecho local como la única forma de

consolidar ese proceso que se llama desarrollo”12. El esfuerzo intelectual, libre de prejuicios

ideológicos, debe estar concentrado en la inteligibilidad del todo común “en abstracto”, a los efectos

de una acción descentralizada circunscripta sobre la parte, sin que vulnere la integridad de la

totalidad. Los argentinos nos debemos un proyecto de país elaborado por todos los sectores de la vida

nacional en un “ámbito de Coincidencia Nacional”13. Sigue tan despreciada como vigente la propuesta

al país lanzada por el General Perón poco antes de su muerte en 1974, ofreciendo como modelo su

dilatada trayectoria de estadista, lógicamente incorporando las transformaciones producidas en los

treinta años que distan de ese trabajo, sobre todo la revalorización posterior de lo local.

Naturaleza del Municipio

Ciudad tiene la misma raíz que Civilización. La vida en la ciudad debe servir para el perfeccionamiento

del Hombre. Desarrollo local y vida municipal concurren al mismo fin. Por eso queremos recordar

escuetamente la enseñanza tradicional sobre esta institución intermedia territorial, esencial a la

constitución jurídico-política del Estado, tanto cuanto es la base de sustentación del edificio, el

Régimen Político Federal. Décadas de abandono del interior de nuestro país con sus economías

regionales arruinadas, producto de un endémico centralismo político y concentración económica,

arrastraron a estas instituciones a la condición de meros prestadores de servicio. Con la derrota de la

Confederación Argentina en Pavón en 1861 se consolida un modelo de país funcional a los intereses

del libre cambio y del Imperio Británico cuyo centro político, administrativo, económico y cultural es el

Puerto y la Ciudad de Buenos Aires. Ya Rivadavia le había dado un golpe mortal en 1826, al suprimir

los cabildos de Buenos Aires y Luján. Con el aniquilamiento de los caudillos, las provincias pasan a ser

instrumento del grupo de poder porteño. También concepciones filosóficas que niegan el Derecho

Natural, han contribuido a considerar el municipio como creación del legislador o como mera

“administración de los intereses locales”. Se confunde municipio con municipalidad, que es la

organización gubernativa y administrativa del municipio. O peor aun, se lo considera en la práctica

11 Arocena, José. “El Desarrollo local. Un desafío contemporáneo”. Ed. Nueva Sociedad. Caracas, 1995, pag. 3012 Íd. Pag. 3113 Perón Juan, “El Proyecto Nacional”, Ed. Cid Editor, Buenos Aires, Caracas, Barcelona, 1981, pag. 27

Page 8: LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLEmunicipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/zammito.pdf · 2009-04-17 · fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato

8

una sucursal del Estado nacional o provincial y es aquí donde se observan las obstrucciones a las

libertades elementales de las familias, de las asociaciones productivas y de las entidades intermedias

en general para el logro de sus bienes comunes parciales. Es oportuno recordar las palabras del

entonces Vicepresidente de la Nación Cnel. Perón en la “Primera Reunión Nacional de Municipios”

organizadas por el Consejo Nacional De Post-Guerra: “Concibo el Municipio como una comunidad de

vida con un gobierno propio, cuyos problemas han de enfocarse, plantarse y resolverse teniendo en

cuenta la naturaleza de la propia comunidad, sus necesidades y sus fines, su situación y sus

recursos”. Paradójicamente se admite la autonomía en la Constitución Nacional y en la mayoría de las

provinciales, pero en los hechos se conculcan las libertades de los municipios. La naturaleza de la

propia comunidad hace que las familias se unan por una amistad social –porque el hombre es una

criatura naturalmente social– arraigados en un territorio que le es propio y esencial para el logro del

bien común de dicha comunidad de vida municipal. No es el bien común político pleno porque éste

sólo puede conseguirse en la Comunidad Nacional Organizada como Estado. Al Municipio lo

denominamos cuasi-político porque es inferior al estado y superior a la familia –intermedio– aunque

anterior a aquel. Superior a la familia, porque es más amplio, no de mayor calidad, abarcativo de casi

la totalidad de las necesidades, porque la familia, como primera manifestación de la sociabilidad

humana, brinda el espacio necesario para la procreación, la manutención, la educación y la

transmisión de la cultura que es el rasgo distintivo de la personalidad social. Estas necesidades no

están cubiertas de un modo completo en el seno de la familia, cuando comienzan a adquirir

complejidad aparece la necesidad del municipio. Por eso abandonar al municipio, significa un

abandono de las familias, de los problemas de desempleo, de la niñez, de la ancianidad y de la

discapacidad que podrían estar contenidos y resueltos en el seno de familias protegidas en un

municipio fortalecido. Como en toda comunidad, en el municipio aparece la autoridad, como

expresión de la unidad: el gobierno municipal, y la diversidad social se manifiesta en las diferentes

familias, organizaciones productivas, del trabajo y del capital, instituciones educativas, culturales, de

esparcimiento, de culto, etc. Así como las familias y las demás organizaciones necesitan de

autonomía apropiada a su carácter para el cometido de sus bienes comunes parciales –que el

municipio sobre la base de la subsidiariedad deberá promover– éste necesita de autonomía política,

administrativa, económica y financiera para lograr el bien común municipal. Cuando el desarrollo

institucional del municipio lo impone, este debe darse su carta orgánica. Es entonces cuando cuenta

con autonomía institucional plena y ningún poder superior debe avasallarla, por el contrario, a través

del mismo principio de subsidiariedad, debe contribuir a su fortalecimiento para procurarla y sin

pretender inmiscuirse en las actividades de competencia municipal.

La mejor doctrina municipalista indica que se debe cumplir con dos aspectos fundamentales: la

escala humana, es decir que no se pierdan las relaciones personales entre vecinos, pero a la vez

deberá tener una base socio-económica y cultural adecuada para cumplir con su finalidad. Si la

población supera los 100.000 habitantes no cubre el primer aspecto y si no llega a contar con 10.000

no cubre el segundo. Cuando la población de las ciudades supera la escala municipal aludida se hace

necesario una descentralización político-administratica considerando los barrios históricos, como

Page 9: LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLEmunicipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/zammito.pdf · 2009-04-17 · fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato

9

núcleos territoriales descentralizados. En el mismo discurso mencionado expresa Perón: “Se

comprenderá pues que concibiendo el municipio como una comunidad de vida, no participe de la

concepción abstracta de unos municipios sujetos a un modelo único, al que deban ajustarse desde el

municipio rural de pocos vecinos, hasta el de la gran metrópoli porteña”.

Las cartas orgánicas de los municipios son análogas a las constituciones de los estados nacionales. Si

bien los municipios no son meras administraciones de los intereses locales, tampoco son “estados en

pequeño”. Las cartas orgánicas onforman el ordenamiento normativo fundamental y permanente del

municipio, limitado a sus competencias, ni más ni menos, en donde no sólo se enmarca la obra de

gobierno sino la participación y representación política orgánicas de la comunidad municipal.

Este ordenamiento debe estar jerárquicamente articulado en un ordenamiento mayor, cual es el

Régimen Político del Estado Nacional y sin contradicciones. Se requiere precisar el concepto de

autonomía acompañándolo del de competencia, porque no hay contradicción cuando hablamos de

autonomía municipal y de autonomía provincial, cada uno es autónomo en el orden de sus

competencias. Sólo el Estado Nacional es soberano. La Carta Orgánica Municipal, como manifestación

de la Autonomía plena del Municipio, es la consecuencia de la vigencia del Federalismo en

nuestra Patria.

El orden de prelación legislativo es el siguiente: Constitución Nacional; Constitución Provincial y Carta

Orgánica Municipal o Ley Orgánica de Municipios y comunas para aquellos que tienen autonomía

semiplena o para los que no cuentan con ella. A modo de esquema podemos decir que las cartas

orgánicas tienen tres partes:

Los Principios fundamentales. En la Constitución Nacional, por ejemplo, se los encuentra en el

Preámbulo y en las Declaraciones, Derechos y Garantías. Constituyen la pauta de interpretación de

todo el articulado.

Las competencias municipales. Suponen los derechos y facultades que asume el municipio sobre

personas y sociedades menores o iguales, cosas y actividades, dentro de la jurisdicción territorial

municipal, con el objeto de cumplir con su fin propio: el bien común municipal. Son de distinto orden:

políticas, administrativas, económico-financieras, Este tema es concluyente y es fuente de

avasallamientos del poder superior respecto del inferior cuando no están debidamente deslindadas.

Elementos e Instituciones de la organización municipal. Esta parte es el diseño orgánico del Municipio

–no sólo de la Municipalidad– que anhela una comunidad determinada para su correcto

funcionamiento. Pueden incorporarse sociedades intermedias con intereses que no son político-

partidarios, sino socioculturales, socioeconómicos, deportivos, etc., ampliando los esquemas

habituales de representación y participación políticas sin confundirlos con ellos.

Page 10: LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLEmunicipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/zammito.pdf · 2009-04-17 · fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato

10

El Municipio y su territorio14. Tomás Diego Barnard plantea tres variantes jurisdiccionales (hasta donde

ejerce su autoridad el gobierno municipal): el municipio ciudad, limitado a su ejido; el municipio

distrito, algo más extenso que el ejido, incluye el área rural hasta donde llegan los servicios

municipales; y el municipio partido, de dilatado espectro territorial, involucra otros poblados y la

sumatoria de partidos cubre la totalidad de la provincia. Las mejores escuelas municipalistas adoptan

el municipio-distrito. No es lo mismo que el área de influencia de la ciudad intermedia (cuando

hablemos de distritos de desarrollo). Este, al igual que el organismo para el Área Metropolitana, no

tiene función de gobierno, aunque imprime pautas de gobierno a los municipios y comunas

involucrados con planes y regulaciones comunes, pudiendo contar con una ley o formalizarse

convenios entre partes.

Importancia actual de las ciudades

Con la caída del Estado benefactor comienza un proceso descentralizador, haciendo descender hacia

provincias y municipios sin preocupación de los recursos, responsabilidades otrora en manos del nivel

nacional. El último nivel institucional –el municipal– es el más expuesto ante la demanda social y los

municipios acrecientan sus servicios. Por otra parte en nuestro país, el 85% de su población vivimos

en ciudades de más de 2000 habitantes15. Todos los acontecimientos culturales se desenvuelven en

ciudades. Si en otras épocas podíamos hablar de la región como hacedora de ciudades, por ejemplo si

nos referimos al momento de la expansión de nuestras fronteras agropecuarias de fines del siglo XIX

y principios del XX. La “explotación” de los recursos naturales con la tecnología de la época que

requería mucha mano de obra rural, iba a dar lugar al poblamiento. La realidad actual hace que la

vida se organice en todos sus aspectos, sociales, económicos, políticos, culturales, en el medio urbano

y la tecnología y tipo de producción agropecuaria, sumado a influencias culturales, induce cada vez

más al despoblamiento del campo y aumento de población urbana. Hoy no se concibe la región sin un

centro urbano que la articule e inerve: la ciudad hace la región; expresado esto sin hacer distinciones

de escala. Si observamos la República Argentina “en clave” urbana tenemos de mayor a menor

rango16 Buenos Aires, una única supermetrópoli –hecho inédito– que supera en más de 10 veces la

población del próximo espécimen: Córdoba y Rosario. Bajando de rango encontramos las metrópolis

de escala nacional, además de las nombradas, Mendoza, Tucumán, Salta, San Juan, Resistencia,

Corrientes, Santiago del Estero y Posadas; y las metrópolis de escala regional, La Plata, Mar del Plata,

Santa Fe, Paraná y Bahía Blanca. Luego vienen las ciudades intermedias, las que por su tamaño,

posición y jerarquía, funcionan como centros naturales de verdaderos subsistemas potenciales de

escala comarcal –intermedios– y por último los núcleos subsidiarios: pueblos vinculados por caminos o

FFCC a las ciudades intermedias a una distancia de entre 100 y 150 Km y que funcionan

complementariamente con estas y es el hecho urbano que está en íntima relación con el ambiente

14 Revista Civilidad Nº 2315 Randle, Patricio y otros. “Ciudades Intermedias. Su reactivación en la región pampeana. Bases para una política dereordenamiento de su red urbana para un más orgánico desarrollo nacional y regional”. Fundación Banco de Boston. BuenosAires, 1992, pag. 9

16 Ibídem, pag. 8

Page 11: LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLEmunicipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/zammito.pdf · 2009-04-17 · fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato

11

rural. En síntesis tenemos el Sistema Urbano Nacional, que encabezado por la supermetrópoli,

comprende las metrópolis y sus regiones, los subsistemas intermedios y sus regiones, en donde

cada centro en su rango articula e inerva desde la totalidad del territorio nacional, pasando por las

distintas escalas regionales, hasta el ambiente rural. Se habla de sistema y subsistemas porque las

ciudades no conforman un modelo estático, sino que articuladas como una red, poseen un alto grado

de interdependencia.

Sistema Urbano Nacional. Dificultades para abordarlo integralmente.

Desde hace bastante tiempo se vienen realizando planes en distintas ciudades del país, de distinto

tamaño, y están en vigencia en muchas de ellas, Planes Reguladores de 40 años o más de vida, que

han sufrido muchas actualizaciones y contradicciones. No nos detendremos en el planeamiento como

“plástica y confort urbanos”17 al que solemos ser muy afectos los arquitectos, pese a constituir una

etapa superada de nuestra formación profesional. El tema que nos ocupa es el desarrollo. También

hubieron planes regionales y nacionales de envergadura, pero no sin lamentación decimos que más

han servido para adornar anaqueles que para la eficacia de traslación a las acciones políticas

concretas. “El Sistema Nacional de Planeamiento y Acción para el Desarrollo” del año 1966, puesto en

marcha con la ley 19964/66 y DR 1907/67, pese a venir de un gobierno militar, fue el último intento

serio18 de abordar una planificación regional en el marco de “las políticas y estrategias para el

desarrollo nacional” para el “largo y mediano plazo” dando además “directivas para la programación

de corto plazo y para la elaboración de los presupuestos, programas y proyectos correspondientes” ,

sancionando “las directivas a que debe ajustarse el sector público nacional, provincial y municipal...

para el desarrollo” y “orientar las actividades privadas hacia el logro de los objetivos de desarrollo”

evaluando además como los objetivos “pueden revertir en bienestar social... y la proyección

internacional de la Nación”. Para darle cuerpo al Sistema se constituyó el Consejo Nacional de

Desarrollo (CONADE), presidido por el presidente de la Nación e integrado por los ministros

nacionales, además se crearon 14 Oficinas sectoriales en las esferas de las Secretarías de Estado. Lo

que más nos interesa destacar en la creación de las Oficinas Regionales de Desarrollo, análogas

al CONADE, que funcionaban en las “cabeceras” de las “regiones de desarrollo” para la aplicación de

los objetivos del Sistema en cada región. Coordinaban con el sistema, el Consejo Federal de

Inversiones (CFI) creado en 1959, La Comisión Nacional de la Cuenca del Plata creada en 1967, el

Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) creado en 1968, el Fondo Nacional Permanente

para Estudios de Pre-inversión creado en 1967. Las regiones conformadas fueron: 1) Patagonia:

Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego; 2) Comahue: Neuquen, Río Negro, La Pampa y partidos del

suroeste de Buenos Aires; 3) Cuyo: San Juan y Mendoza; 4) Centro: La Rioja, San Luis y Córdoba;

5) NOA: Catamarca, Salta, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero; 6) NEA: Formosa, Chaco,

Corrientes, Misiones y los 3 departamentos norteños de Santa Fe; 7) Pampeana: resto de Santa Fe,

Entre Ríos y resto de Buenos Aires menos los distritos pertenecientes a la Región Metropolitana; y 8)

Metropolitana: Capital Federal y los partidos bonaerenses del Gran Buenos Aires. El Sistema generó

17 Vigliocco Miguel, “Urbanización y Planeamiento”, Ed. Civilidad, Buenos Aires, 1995, pag. 329

Page 12: LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLEmunicipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/zammito.pdf · 2009-04-17 · fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato

12

los “lineamientos de un nuevo proyecto nacional” que tiene como precedente uno similar del

gobierno peronista de 1954. Como corresponde a las mejores tradiciones argentinas, la caída de éste

y el cambio de mano en el gobierno de la “Revolución Argentina” de los militares nacionalistas a los

liberales, lo hicieron abortar. En 1973 el gobierno nacional elabora el “Plan trienal para la

Reconstrucción y la Liberación Nacional” arranca con un paquete de leyes proteccionistas de la

industria nacional, para incrementar las exportaciones y para expandir la demanda interna a través del

incremento salarial. La muerte de Perón en 1974, la guerra de guerrillas para la “desestabilización del

Estado”19, la crisis por su sucesión... y finalmente el golpe militar. En síntesis, no hubo ni

Reconstrucción ni Liberación, ni planes hasta los ’90 que se lanzaron a la fama los planes estratégicos

en muchas ciudades del país, sobre todo en los grandes aglomerados urbanos, pero al no tener un

marco estratégico que oriente al Bien Común Nacional, en términos generales significan maravillosas

idealizaciones o “le hicieron la letra” del rol que las ciudades deben cumplir en los mercados globales.

A la par de propuestas para los asentamientos irregulares que crecen a un ritmo vertiginoso, van

multiplicándose los “country” como expresiones antisociales y anti urbanas. Ante la pérdida de los

marcos referenciales de lo unitivo donde se inserten con coherencia las particularidades, se ha hecho

patética la fragmentación social. Es interesante observar como estos planes estratégicos se han

sostenido en ciudades representadas por administradores “progresistas”, estos planes cuyos

contenidos metodológicos provienen del campo militar20, utilizados durante la 2ª Guerra Mundial, para

asegurarse la producción de armamentos. Posteriormente estos conceptos se trasladaron a las

corporaciones transnacionales y hoy sin una clara distinción entre la finalidad de la empresa –el lucro–

y el fin del gobierno local –el bien común local– son trasladados a los planes estratégicos de las

ciudades. Debido a esta sustancial diferencia, no podemos compartir la asimilación que hacen en

EEUU del manager público a lo que debe ser el gobernante local. En estos típicos movimientos

pendulares argentinos se ha pasado de una planificación estatal centralizada a planes

descentralizados que han enfatizado las pautas impresas por los mercados globales, contando con la

apoyatura de la intelligenza. Analicemos lo que expresa “Ciudad Política”: “Las ciudades son el nexo

entre lo local y lo global... Tenemos que encontrar nuestro lugar en la globalización... Las ciudades

que poseen la infraestructura social, económica, cultural, y tecnológica son las protagonistas en este

proceso. Son las ciudades globales de las que habla Saskia Sassen. Funcionan como nodos de una red

global, que trasciende fronteras, pero que son decisivas para el desarrollo de las sociedades

nacionales que poseen el precioso capital que significa tener una gran ciudad... la ciudad global

conecta otras localidades nacionales que no poseen la infraestructura suficiente y multiplica el

bienestar... El avance de la globalización económica y el consiguiente debilitamiento del rol de los

estados nacionales... y las posibilidades abiertas para el protagonismo de la sociedad civil confluyen

en todas partes para generar una crisis generalizada en los mecanismos de representación y de los

sistemas políticos tradicionales... Para escapar a dicha contradicción los gobiernos más lúcidos han

18 Íd., pag. 19019 Expresado de este modo por Perón en su discurso del 24-01-74, con motivo del sangriento intento de copamiento delBatallón de Azul.20 Daneke Gregory y Steiss Alan, del Instituto Politécnico de Virginia, “Análisis de la Planificación y de las Políticas para losAdministradores Públicos”

Page 13: LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLEmunicipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/zammito.pdf · 2009-04-17 · fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato

13

emprendido un vasto esfuerzo de descentralización del estado”21. Si son “nodos de una red global” en

el contexto de ausencia de plan nacional y presencia omnímoda de planes globales no precisamente

diseñados por nosotros, ante la evidencia de la mayor crisis de la historia Argentina, por más que

contabilicemos en nuestro haber “el precioso capital que significa tener una gran ciudad” es una

falacia decir “son decisivas para el desarrollo de las sociedades nacionales” y que “multiplica el

bienestar”espontáneamente. Esto podría ser una realidad no con el abandono sino con un verdadero

“esfuerzo de descentralización del estado” que retrotraiga el ejercicio de las autonomías de las

provincias en el contexto del ejercicio de la soberanía del Estado Federal, superando su rol actual de

apéndices estatales de recepción de migajas coparticipables. Descentralización política necesaria

también de las provincias hacia los municipios, reconociéndoles su autonomía; posibilitando en los tres

niveles jurídico-políticos, una participación institucionalizada de las entidades intermedias

representativas del trabajo y del capital; y de la educación y de la cultura, lógicamente conforme a las

competencias funcionales y sobre el nivel correspondiente. No rechazamos, antes concordamos con la

conveniencia de la participación del capital en determinadas políticas públicas locales, pero no

consentimos poner el “caballo detrás del carro”. Con la concentración del gran capital en las grandes

ciudades, es fácil deducir las consecuencias para las ciudades menores y ambientes rurales que no

son atractivos para el modelo de crecimiento económico acumulativo y competitivo, sin justicia

distributiva. Debe volverse sobre la necesaria implementación en todas las ciudades del país de planes

urbanísticos-territoriales22, que juntamente con las modernas técnicas presupuestarias, constituyen

verdaderas herramientas del gobierno local. Este, para el logro del Bien Común Local, toma

jerárquicamente los valores de una vida civilizada, y no todos cotizan en la Bolsa.

El día que Argentina se vuelva a pensar para sí, único modo de insertarse en el mundo, y tenga un

plan, hay muchos elementos que, sin prejuicios ideológicos, podrían asimilarse, adaptándolo a la

época, en el Sistema Nacional de Planeamiento. Las principales consideraciones que cabrían son: la

descentralización del Estado a la que aludimos; la trascendencia actual de las ciudades para

el desarrollo; planeamiento urbanístico-territorial y presupuestos participativos; la

participación del capital en determinadas políticas públicas locales para el desarrollo de economías

urbanas conducidas por los gobiernos locales, subordinando el capital a la economía y ésta al

bienestar social; operativamente, aislar los subsistemas urbanos, “actuando localmente y

pensando globalmente”; institucionalizar la participación de las entidades intermedias del

capital y del trabajo, y de la educación y la cultura (Consejo Consultivo); legalizar la asociación de

municipios en el contexto del subsistema como unidad de planificación y ejecución para el

desarrollo.

Sistemas Urbanos intermedios.

21 Tonelli Luis, “Las ciudades. Protgonistas del siglo XXI”, miembro de Ciudad Política, Ponencia al Seminario de ManagementPolítico, publicada en su página www.ciudadpolitica.com , el 20-10-0222 Vigliocco Miguel, profesor titular de planeamiento UNLP, “Plan estratégico, plan urbanístico-territorial, gobierno local ydesarrollo regional”, en Revista Civilidad Nº 28, noviembre de 1999.

Page 14: LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLEmunicipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/zammito.pdf · 2009-04-17 · fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato

14

Intelectuales argentinos reconocidos vienen abordando la trascendencia de las ciudades pero

mayormente refieren sus estudios a las áreas metropolitanas. Ya hemos mencionado las dificultades

presentes a la hora de formular propuestas de desarrollo que tengan que ver con el Sistema Urbano

Nacional y las metrópolis de escala nacional requieren un tratamiento inter jurisdiccional donde la

presencia del Estado Nacional es ineludible. El trabajo que obtuvo el primer premio del Concurso

Bienal “Metas para el Futuro Argentino” de la Fundación Banco de Boston del año 1989, titulado

“Ciudades Intermedias”23 arroja luz para abordar el desarrollo regional y local, aun dentro del contexto

nada favorable actual.

Estas, que existen en número algo mayor de 100 en nuestro país (de estar relevado el Sistema

Urbanístico Nacional, podríamos precisar), son ciudades, cuyo número de habitantes no supera los

200. 000, sirven de enlace a núcleos subsidiarios que se encuentran a una distancia de ellas no mayor

que 150 Km.. Poseen la condición de centralidad en el radio de influencia con servicios mayores a los

necesarios para abastecerse y suficientes para cubrir las necesidades de dicha área. Mientras mayor

sea ese “plus” en cantidad y calidad, mayor será la condición de centralidad. O sea que no solamente

su peso demográfico debe ser ostensible en la región, sino que se debe registrar una mayor

diversificación funcional. Habitualmente se destaca la importancia en el ciclo económico como centro

terciario, pero no hay que desdeñar la trascendencia que puedan tener como centro secundario.

Cuando dijimos que la ciudad hoy hace la región, en su escala, la ciudad intermedia inerva el nivel

regional intermedio, siempre y cuando haya un mercado laboral adecuado e incentivos para la

radicación de inversiones, no necesariamente, más bien lo contrario, del “gran capital” y menos del

transnacional, generalmente asociados. Otras condiciones que hacen a esta categorización son su

vocación de liderazgo y las características de su equipamiento y servicios. El educacional no solo será

variado sino que debe contar con el superior. Debe tener todos los atributos de la vida urbana,

brindando variados servicios socioculturales. Su ubicación en el territorio deberá garantizar la fluidez

de los flujos exógenos (con la metrópoli) y endógenos (con los núcleos subsidiarios). “Es

indispensable remarcar que un aspecto básico de la ciudad intermedia reside en su carácter de núcleo

de transición entre pequeñas y grandes ciudades para la oferta de servicios a la región...su posición

en el cuadro territorial es el punto de partida para cualquier decisión a nivel intra urbano”24. Con

mucho menor nivel de inversiones que las que se aplican el las granes ciudades, estas pueden ser un

atractivo para el súper plus de población de las metrópoli. Dentro del Sistema Nacional, ofician de

equilibrador dinámico. Existen experiencias como estas, exitosas, en Alemania y Francia. Es curioso

que junto a Italia y Gran Bretaña, por poner ejemplo de países centrales, hayan ignorado la

significación de los planes estratégicos. En cuanto al aspecto metodológico, se sugiere la elaboración

de modelos prospectivos, tomando la realidad y con amplios criterios participativos tanto en las

políticas de obras públicas, como en la orientación de las inversiones. La riqueza de esta política

territorial radica en que nos ubicamos en un punto intermedio también, entre el país real y el país

23 Randle Patricio y Otros, op. cit. Prólogo24 Randle Patricio y Otros, op. cit. pag. 113

Page 15: LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLEmunicipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/zammito.pdf · 2009-04-17 · fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato

15

legal: un federalismo de hecho más que de derecho. En otro lugar hemos propuesto25 desde donde

puede ser adecuado trabajar, poniendo a consideración el trabajo de esta Oficina, más teórico que

práctico, dado que no contamos aun con un modelo a presentar (quizá para los próximos Seminarios

de REDMUNI), pero que nos allana la dificultad de la inexistencia en el “país legal” de un instrumento

para la acción, ni público ni privado, que aborde el desarrollo integralmente. Quedamos abiertos a

toda sugerencia que nos pueda significar perfeccionamiento a nuestra posición ante el desarrollo.

Sistemas Urbanísticos provinciales. Dificultades para abordarlos integralmente. El caso

santafesino.

Si bien los sistemas urbanísticos intermedios no son abarcativos de la totalidad espacial nacional y son

cerrados en cuanto se los aborda individualmente y aislando las variables no controlables26, en su

déficit está la virtud, porque es un modo posible de ir reconstruyendo el país real sin violentar la

naturaleza de las cosas. En la medida que se vaya logrando la coincidencia con el país legal; que sea

posible la verdadera descentralización política en los tres niveles jurídico-políticos; y que se inserte la

propuesta, ampliándose progresivamente y abarcando todo el Sistema en el marco político

institucional de una provincia, estamos a un paso de que la propuesta tenga significación nacional.

Pese a su devaluada funcionalidad, las provincias siguen siendo la “bisagra” entre lo local y lo

nacional. Para nosotros, “el federalismo argentino representa el modo natural e histórico de ordenar

las relaciones entre las ciudades–provincias fundantes primero, y el conjunto de provincias y

municipios que conforman la Nación Argentina después”27. El modelo prospectivo en este caso sería la

provincia en el contexto nacional. Dentro de un sistema urbanístico provincial podemos encontrar

todas las escalas de ciudades, por lo tanto no en todas las ciudades el poder provincial tiene dominio

exclusivo. Es el caso de las metrópolis a escala nacional. “El reto es... conseguir un gobierno del

territorio en un sistema que implica la acción concurrente de una pluralidad de gobiernos”28.

Existe un trabajo sobre el sistema urbano provincial de Santa Fe que data de 1977. Urge pues

actualizar el relevamiento.

En nuestra provincia existe una dicotomía real pero intencionalmente manipulada. Por un lado cuenta

con grandes potencialidades para el crecimiento, localizadas en Rosario –sin ser ésta sede del

Gobierno Provincial– pero que paradójicamente es centro también de los más notorios desequilibrios.

Por otro lado la ciudad de Santa Fe, Capital Provincial, es una de las trece “ciudades regionales”,

25 ZAMMITO, Ricardo Daniel. RÍOS, Ernesto Adolfo. Ponencia: “Oficina Interdisciplinaria para el Desarrollo”. Participaciónen el IVº Seminario Nacional de REDMUNI. “Articulaciones Interinstitucionales para el Desarrollo Local”, organizado por elInstituto de Investigación y Análisis Político, Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Católicade Córdoba y el Instituto de Investigación y Formación en Administración Pública, Universidad Nacional de Córdoba; Córdoba,noviembre de 2002

26 Randle Patricio y Otros, op. cit. pag. 2427 Garat, Pablo. Programa Argentino de Desarrollo. “Principios para la recuperación de la República Federal”. Ed. Civilidad.Presentación en la UCA, Buenos Aires, 7 de abril de 2003, pag. 6.

28 Parejo Alfonso, Luciano. “La evolución de los sistemas urbanos”, ponencia Congreso Iberoamericano de Municipios, OICI,Lisboa, 1996, en revista Administración Local y Derecho, abril de 1997, Ed. Ciencias de la Administración SRL, Buenos Aires,1997, pag. 4

Page 16: LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLEmunicipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/zammito.pdf · 2009-04-17 · fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato

16

cabezas de las provincias fundacionales de lo que actualmente es la República Argentina; su peso

específico histórico, cultural e institucional, es más relevante que sus características físico-espaciales y

su condición “capitular” para la Nación histórica es necesario preservarla. Hay también una tensión

insoslayable entre la globalización de los mercados –campo de operaciones donde incrementar

nuestras riquezas– y los espacios físicos locales –escenario de nuestra felicidad o de nuestra

desdicha– cuya resolución no pasa por la confrontación dialéctica sino por un punto de equilibrio:

Plantear el desarrollo provincial integralmente, si es que hay vocación política de dejar de ser furgón

de cola del gobierno federal. Un pre-diagnóstico del Sistema Urbanístico Provincial indica que Santa Fe

cuenta con dos sub-sistemas intermedios pertenecientes a la Región Pampeana, cuyos centros son:

1) Rafaela y 2) Venado Tuerto con notoria vocación de liderazgo regional y 3) Reconquista,

cabecera del departamento General Obligado, perteneciente a la Región NEA; sin excluir prima-

facie otras ciudades intermedias que pudieran surgir del relevamiento completo del sistema

urbano provincial. Contamos además con 4) La Metrópoli Capitalina, funcionalmente integrada a

Paraná29, de escala regional y 5) La Metrópoli Rosarina de escala nacional. El caso de Rosario es el

más complejo y requiere un tratamiento desdoblado: 5-1) Institucionalizar el Área

Metropolitana de Rosario y 5-2) La descentralización política de la urbe rosarina, que

aunque competencia del municipio, al afectar los intereses provinciales y nacionales, es una variable

insoslayable para la planificación. En síntesis: Santa Fe “leída” en clave urbana para el desarrollo como

un sistema articulado de cinco subsistemas relativamente independientes, aunque en la realidad

funciona como tramas yuxtapuestas. Debido a las discordancias entre regionalización legal o

institucional y la realidad geográfica, se requiere flexibilidad al delimitar el área de influencia de cada

centro, sobre todo en las metrópolis que pueden ser múltiples como múltiples sean las funciones

analizadas separadamente, superponiéndose a las regiones intermedias. No obstante la necesaria

comprensión cabal del Sistema Provincial, el interés particularizado de esta ponencia son las ciudades

intermedias. En este caso “nos interesa determinar y delimitar la relación entre cada ciudad

intermedia y los núcleos subsidiarios que existen en torno a ella”30

Necesidad de institucionalizar el Área Metropolitana rosarina

Luego de la valiosa experiencia interjurisdiccional reconocida por diversos sectores políticos y

profesionales, de la Prefectura del Gran Rosario, disuelta por el gobierno de facto en 1976, se produjo

un vacío en la estructura metropolitana de Rosario. Había sido creada por ley provincial Nº 6551 de

1969 para el planeamiento y la acción para el desarrollo, siendo su principal objetivo la integración de

intereses socio-económicos del área, abarcando aspectos físicos, económicos, sociales y

administrativos. No tenía funciones de gobierno, pero como ente estatal intermedio entre Rosario y las

comunas que se integraron a la zona, y la provincia, tenía la misión de armonizar las determinaciones

de cada jurisdicción para lo que concebía como una unidad geo económica; coordinar los servicios

comunes; controlar el crecimiento y el ordenamiento demográfico. Abarcaba hacia el norte hasta

29 Randle Patricio y Otros, op. cit., pag. 6130 Randle Patricio y Otros, op. cit., pag. 24

Page 17: LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLEmunicipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/zammito.pdf · 2009-04-17 · fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato

17

Puerto General San Martín, hacia el sur, hasta Arroyo Seco y Fighiera y hacia el oeste-suroeste, Funes,

Zavalla, Álvarez y Villa Amelia. Su directorio estaba constituido por representantes de la

Nación, Provincia y Municipios y una secretaría técnica de planificación, elaboraba los estudios y

proyectos. Dictaba las normas generales para los planes reguladores del área. Tuvo como

antecedente la Comisión Coordinadora, Urbanística, Ferroviaria, Vial y Portuaria para la Ciudad de

Rosario, surgida del Convenio General Tripartito de 1968, firmado por el Gobernador de la Provincia,

el Intendente Municipal y el Presidente de la Empresa Ferrocarriles Argentinos. Tuvo la relevante

significación que por primera vez la ciudad tallara sobre servicios esenciales para el funcionamiento

del Área Metropolitana.

En 1995 se presentó un proyecto que en esencia la reeditaba y durmió el sueño de los justos en la

Legislatura Provincial. Nuevamente el año pasado fue presentado con algunas correcciones, y dicho

por su autora, está corriendo la misma suerte junto con otro similar. Ahora duermen dos. Luego de la

inoperancia del Plan Estratégico de Rosario durante siete años (reconocida por integrantes del PER y

del PEM), este año se constituyó en su reemplazo el Plan Estratégico Metropolitano. Es un poco más

grande que el otro. el Consejo Técnico Consultivo del PER reconoció (septiembre de 2002) que “Es

evidente que el actual cuadro político-institucional no sólo no estimula sino que desalienta la

intervención a un nivel o en una escala supra-local y de tal forma se pierde la oportunidad de ir

integrando las respuestas a un problema que de por si se manifiesta en una escala “integral” (es decir

en un nivel intermunicipal-comunal)”. Mientras tanto presenciamos “la desconexión prácticamente

absoluta de la gestión del sistema urbano (prefiguración planificadora del desarrollo urbano y de la

ocupación del suelo, programación y esquema financiero específicos al servicio de la planificación

urbanística) y del gobierno local “general” (dotado de un sistema de toma de decisiones, de

programación y de trabajo propios de corte departamental o especializado por sectores, basado en

todo caso en el ciclo político marcado por los mandatos políticos representativos y el presupuesto

anual). Esta separación y, por tanto, incoordinación entre la gestión general y la urbanística produce

disfunciones en una y otra”31. El acertado diagnóstico pese a que cabe a nuestra realidad, no es para

Rosario ¿será porque viene de la madre patria de los planes estratégicos?.

Tampoco Rosario tiene ingerencia práctica en las políticas económicas sectoriales. El Área

metropolitana rosarina contribuye con más del 50% del PBI provincial, posee más de la mitad del

empleo industrial y más del 60% de la producción total provincial. Posee el 50% del peso demográfico

del territorio provincial, sin ser la capital. En cuanto al sector productivo orientado a las exportaciones,

concentra casi la mitad de la oferta. El área de influencia del Área Metropolitana Rosarina con

todo su equipamiento, servicios, infraestructura, irradiación cultural, científica,

tecnológica y académica, es regional y macro regional. Es el Gobierno Provincial el que

debe “tomar el toro por las astas” y asimismo establecer con realismo las articulaciones

interinstitucionales en los ámbitos nacional e interprovincial. Se brinda como alternativa,

resguardando el ambiente, para las inversiones de envergadura favorables para nosotros por su

31 Parejo Alfonso Luciano, op. cit., pag. 7

Page 18: LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLEmunicipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/zammito.pdf · 2009-04-17 · fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato

18

rápido recupero para la expansión de la economía regional, a la vez que desconcentradora de Buenos

Aires, sin dejar de compartir los frutos de la generación de divisas. Cierto es que por esta vía, las

condiciones de competitividad hacen que más bien se pierdan antes que recuperen puestos de

trabajo, dada la incorporación de mayor nivel tecnológico que la competitividad y el mismo

crecimiento traen aparejados. Es conveniente que esta producción se seleccione y oriente hacia la

exportación, que tenga el mayor valor agregado posible y no se introduzca en el mercado interno,

dado que competiría con la producción promovida desde los municipios, con inferior nivel tecnológico

destinada al consumo interno y a la creación de puestos de trabajo, cuyos costos no competitivos con

la anterior no permitirían su desarrollo. Es evidente la necesidad de un organismo que emule la

Prefectura (con la misma salvedad que hicimos a la adaptación de la época para el Sistema Nacional

de Planeamiento), donde coexistan los distintos niveles interjurisdiccionales y exista representación

institucional de los actores sociales y económicos de competencia regional. La expulsión de mano de

obra, realidad irreversible por el nivel tecnológico aplicado a la producción en las grandes ciudades, no

preocuparía y por el contrario favorecería a la disminución del número de habitantes de la metrópoli,

descomprimiéndola, siempre y cuando existan políticas de empleo y de relocalización poblacional en el

resto del territorio provincial.

Rosario debiera ser el foco de atención de todos los santafecinos para la resolución del desequilibrio

social que padecemos. La ciudad está a merced de las fuerzas del mercado. Mientras construimos

nuestro “Alto Palermo” y se instalan enormes cadenas de supermercados del gran capital, la exclusión

social y las migraciones internas empeoran día a día (estadísticamente ingresa a Rosario una persona

por día proveniente del Chaco o de Reconquista). Se va consolidando una población marginal con

políticas sociales y de vivienda que ofician de imán, aumentando las cifras a diario de población con

NBI y la inseguridad. ¡Cuanta acción social, cuantos micro emprendimientos podrían encararse con los

u$s 43.000.000 del crédito del BID para el Programa Hábitat de la Municipalidad de Rosario para

procurarles una subsistencia digna, no permitiendo el desarraigo y proporcionándoles desarrollo a

nuestros hermanos de Reconquista y del Chaco en sus lugares de origen!. Con un aporte local de

28.700.000 suman 71.000.000 millones de dólares. El programa está siendo duramente cuestionado.

Más allá de la entrega de viviendas muy reducidas, no es demostrable aporte alguno al desarrollo.

Ahora que en nuestra provincia se debate la autonomía municipal, la que debido a la decisión de

todas las fuerzas políticas, será un hecho de aquí a dos años. La autonomía para nuestros municipios,

auspiciosa en sí misma, de no mediar propuestas de desarrollo planificadas para la totalidad de la

Provincia, una aparente equidad en el reparto de los fondos coparticipables provinciales en el contexto

de una marcada política clientelar y estatista, puede conducirnos a una injusticia mayor, es decir

mayor concentración del poder económico, financiero, demográfico y político-partidario; con el liso y

llano abandono y “muerte por inanición de coparticipación” de la Capital santafesina, corriendo igual

suerte que el resto del territorio también abandonado a su propia suerte, menos Rosario; agregado a

este panorama, la no descartada hipótesis de segregación de la individualista “hija del progreso que

se hizo sola” (Rosario) del resto de la provincia (ver encuesta reciente).

Page 19: LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLEmunicipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/zammito.pdf · 2009-04-17 · fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato

19

La economía de acumulación, para la región visualiza una integración de provincias para darle

sustento político. Se trata de la Región Centro, denominación que no corresponde a la histórica que

hemos mencionado. Integrada por Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, tiene un eje geo político este-

oeste, bioceánico (Valparaíso-Río Grande do Sul). Para nuestro desarrollo no tienen valor las grandes

regiones geográficas del nivel nacional e internacional sin pasar por lo local. Concebimos la

integración de menor a mayor, de abajo hacia arriba, territorial, no funcional, respetuosa de las

soberanías nacionales (primero la nuestra). Se ha incorporado infraestructura estratégica (puente

Rosario-Victoria), pero de no ir acompañado este avance con un desarrollo regional, para Rosario,

sólo servirá como comunicación de las riquezas entre puntos distantes, sin que esa riqueza se

distribuya en la ciudad y la región y con efectos contraproducentes más que beneficiosos para una

pequeña ciudad en la otra cabecera, que aunque cerca, desvinculada del Área Metropolitana Rosarina.

Los mercados transnacionales necesitan conectar los centros de transferencia de riquezas, por eso

hay financiamiento externo (puente, accesos a las metrópolis, etc.). Las comunidades rurales, las

aldeas, los pueblos y aun las ciudades intermedias del interior del país, profundizan y consolidan la

exclusión y la postración o llanamente la extinción (pueblos fantasmas). Las escalas inferiores, cuando

no cuentan con un nivel de servicios a la medida del interés de las transnacionales, no son de su

interés, análogamente como no les interesa al mercado los trabajadores que quedan excluidos del

aparato productivo. Con esta “integración funcional, no territorial” –usando palabras de Friedmann–,

las metrópolis se integran, con los servicios e infraestructura necesarios, para la explotación de los

recursos de la macro región y para la transferencia de riquezas. A la macro-región también

corresponde un centro que puede o no estar ubicado en nuestro país, porque las fronteras nacionales

para este esquema son irrelevantes y las provincias inexistentes. Les interesa delimitar las grandes

áreas geográficas como soporte material de un mercado transnacional y luego dotar de

infraestructura a la región, principalmente, a sus metrópolis como concentradoras de servicios para

dicho mercado. Lo reiteramos, si las ciudades no tienen su política, habrá otros que la tracen por ella.

Primero la política urbana-regional, luego el proyecto y construcción de la infraestructura necesaria y

no al revés.

La prognosis no puede ser menos desoladora donde lo único que se observa es la cada vez mayor

tendencia al monocultivo que genera mayor concentración económica, mayor problema ambiental,

mayor exclusión social, mayor desempleo y más traslado de la pobreza del norte provincial a la

periferia rosarina, alimentada por el asistencialismo. En este contexto ¿para que servirán los mayores

recursos coparticipables, si tendrán que destinarse para la contención de la creciente pobreza?. La

provincia le pide a la Nación porque vendemos más soja, y Rosario le pide a la Provincia porque

seremos autónomos. ¿Quién gana si la pobreza aumenta?. El que pueda transformar la pobreza en

votos, pero es un negocio de corta mira, por la agudización de la crisis social.

Se observa que las dificultades en los Sistemas Nacional y Provincial, son de orden político interno

más que externo; de omisión más que de acción. Hoy más que nunca está vigente ese lema de Perón

cuando, parafraseando a Alberdi dijo: “gobernar es crear trabajo”. Perón en los ’50 se “enancó” sobre

el Estado Benefactor de la era del desarrollo industrial nacional, insertó a las grandes masas urbanas

Page 20: LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLEmunicipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/zammito.pdf · 2009-04-17 · fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato

20

al proceso productivo y distributivo, manejó el consenso y se mantuvo en el poder aún a 15.000 Km

de distancia. Esa realidad histórica fue superada. Hoy como ayer podrá mantenerse en el poder quien

domine los engranajes de inserción de la población en el proceso productivo y distributivo con la

diferencia que el desarrollo posible hoy con inclusión social, es el Desarrollo Local, que sólo es

sustentable con un reordenamiento territorial y con redistribución armónica de la población. Otro

modo de mantenerse en el poder –ya sea con signo neoliberal o socializante, lo mismo da– es

continuar con las inercias pendulares de la era de globalización; con el crecimiento exponencial de los

planes sociales para contener y conservar la clientela, la deuda externa, el conflicto permanente, el

vaciamiento del interior, el hacinamiento en las periferias de las grandes ciudades y la inseguridad,

hasta que el colapso produzca un cambio de mano, que aprovechándose de la fragmentación social y

–porque no– con el consenso organizado por los grandes medios, decida eliminar la población

marginal, que es otro modo de “solucionar” el problema.

EL DESARROLLO LOCAL, SINÓNIMO DE LA CREACIÓN DE EMPLEO

La economía de inclusión social en Distritos intermedios.

Este modo de considerar la economía, hasta hace poco despreciados por la intelligenza, se están

tratando en círculos académicos económico-sociales con sostenida extensión. José Luis Coraggio32 lo

aborda en la escala metropolitana. Propone tres subsistemas integrados 1) economía empresarial,

cuya lógica es la acumulación de capital y sus agentes las empresas y corporaciones ad hoc; 2)

economía pública, cuya lógica es la acumulación de poder y sus agentes las organizaciones estatales,

partidos, etc.; y 3) economía popular, cuya lógica “la reproducción ampliada de la vida y sus agentes,

las unidades domésticas. Ya Friedmann y Weaver, a la vanguardia mundial de la planificación

regional, al visualizar la acción de las transnacionales y potencias hegemónicas hacia fines de los ’70,

proponen una economía paralela sobre el territorio: “el desarrollo agropolitano”.

Con los avances tecnológicos actuales, la recuperación del empleo no pasa por el aumento de la

escala de producción, sino por el desarrollo local, desarrollo humano o desarrollo integral, con el

concurso activo de la comunidad organizada sobre el territorio. De las diversas maneras que al mismo

lo podemos concebir, hay una que por el hecho de aplicar al mismo nuestros propios recursos y poner

en acto nuestras potencialidades descentralizadamente, y con más posibilidades de superar los

obstáculos. Es decir, es sustentable en la medida que su propia lógica no se vea anulada por las

lógicas de la globalización económica-financiera y de la partidocracia, concentradora y centralizante,

respectivamente. Estos obstáculos son directamente proporcionales a la escala de ciudad, y ésta lo es

también a la posibilidad de desarrollo, de ahí la posición intermedia. “La actividad económica y la

forma en que ella se estructure, centralizada o descentralizada, es lo que maneja la distribución del

32 Investigador-Docente Titular y Director del Instituto del Conurbano de la Universidad de General Sarmiento

Page 21: LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLEmunicipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/zammito.pdf · 2009-04-17 · fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato

21

ingreso, la distribución del empleo y de la población en el territorio”33. Se logra planificando Distritos

Intermedios de Desarrollo, concebidos como subsistemas (cerrado en sí mismo, pero relacionados por

los flujos de ingreso y egreso), cuyo centro es una ciudad intermedia. El crecimiento vegetativo en las

ciudades intermedias (ver último censo) es muy superior a la de las grandes ciudades, que ven

aumentar el número de ancianos. No sólo es posible retener la población que espontáneamente

emigra hacia la gran ciudad, sino que es factible incrementarla, atrayendo el exceso de las metrópolis.

La producción que debe organizarse en los distritos intermedios no es de cualquier manera ni de

cualquier cosa. Requiere un análisis en primer lugar de la relación tecnología-capital invertido. La

tecnología intermedia hace que aunque no sea elevada, pueda ser sostenible, el objetivo es que la

productividad no arroje retrocesos. Es necesario hacer tender que el capital invertido sea

destinado casi en su totalidad a la creación de puestos de trabajo, por ejemplo cada $ 10.000 que se

invierten al año se debe crear un puesto de trabajo. La oferta laboral en un distrito es indicativa del

monto de inversión que debe realizarse en dicho distrito. En una comunidad territorial, donde su base

demográfica está en retracción y constituida mayormente por ancianos, consume, si es que tienen

elevado poder adquisitivo, artículos sofisticados de elevada tecnología y si el poder adquisitivo es

bajo, consume a los sistemas previsionales y hospitales públicos, nada que favorezca a la producción

descrita. Si la base poblacional es joven y en expansión, consume bienes y servicios básicos –comida,

vivienda, ropa, educación básica– acordes al tipo de producción que se necesita promover. Por eso

tiene enorme importancia la Demografía social y es criminal en un país despoblado como el nuestro,

el control poblacional mediante políticas antinatalistas financiadas por los organismos multilaterales y

sumisamente puestas en práctica por gobiernos nacional y provinciales. En la sociedad argentina este

problema está mal planteado, se lo presenta como una lucha de la Iglesia contra “sectores

progresistas”. El ex presidente Perón decretó en marzo de 1974 “el control de la comercialización y

venta de productos medicinales anticonceptivos mediante el sistema de receta por triplicado, así como

también prohibir el desarrollo de actividades destinadas directa o indirectamente al control de la

natalidad, procurando, simultáneamente llevar a cabo una campaña intensiva de educación sanitaria

que destaque a nivel popular los riesgos que amenazan a las personas que se someten a métodos y

prácticas anticonceptivas”34. Es factible organizar una comunidad como un mercado diferencial

cerrado en el distrito, una nueva economía conviviendo con la economía clásica, sin mezclarse.

Puede hacerse la comparación con un edificio que tenga alimentación eléctrica desde dos fuentes:

desde la red pública y de un grupo electrógeno propio. Según se programe la instalación

eléctrica, la energía puede venir mayormente de la red o a la inversa, incluso ante cortes de

suministro público, funciona sólo el generador propio en los circuitos vitales, o si este deja de ser

necesario, toda la energía viene de la red. También en industrias que tienen grupos electrógenos de

gran tamaño, además de autoabastecerse, suelen vender energía. No pueden incidir sobre la red

pública, pero si dimensionar el generador o generadores o cambiarlo. Los miembros de esta

comunidad producen lo que consumen y consumen lo que producen. Al darle significación al mercado

interno vemos que la producción y la distribución se condicionan mutuamente. Se trata de construir

33 Garda Ortiz Ignacio, “Gobernar para las familias”. Ed Civilidad, Bs.As. 2002, pag. 10734 AICA, Buenos Aires, 05-06-03

Page 22: LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLEmunicipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/zammito.pdf · 2009-04-17 · fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato

22

una unidad descentralizada, autónoma, de producción: Un Distrito de Desarrollo

jurisdiccionalmente delimitado, unidad funcional, unidad de planeamiento, unidad de

financiación y unidad económica cuyo agente, garante, coordinador de la demanda y

organizador de la oferta es el gobierno municipal. Problema no sólo económico, sino político a

escala local, demostrativo del perfil de intendente y gabinete locales. Si además de producir lo que

necesite consumir la comunidad, se produce lo que resulte atractivo para otros mercados por fuera

del Distrito, significará expansión de la nueva economía. El objetivo de mínima es la contención social

sin erogaciones del Estado y con dignidad para la familia, evitando el desarraigo del interior y de los

poblados rurales evitando las migraciones indeseables, el hacinamiento en la periferia, la

marginalidad, el asistencialismo que genera endeudamiento y manipulación de la gente, la

inseguridad; etc. La Organización de la Comunidad, tiene para nosotros en la familia, una referencia

permanente. En las sociedades desarrolladas la vida económica asume complejidades que exceden la

vida familiar, pero el interés económico siempre debe ser la propia familia. Allí tiene su comienzo y allí

retorna. La sociedad local es una sociedad infrapolítica, y tiene un obrar propio. Así como el Estado

Nacional debe organizar nacionalmente su economía, ésta debe organizar localmente la suya. Debe

también diversificar su riqueza económica y procurar integrar su economía en un sistema

regional de economías diversas y complementarias, es decir interrelacionar los distritos de

desarrollo. Para que exista un verdadero desarrollo económico local, éste debe ser armónico en todos

sus sectores: primario, secundario y terciario y cerrar el ciclo producción-distribución-

consumo dentro del distrito.

Mecanismos alternativos para el arraigo y la circulación del capital en el territorio

provincial35 .

El objeto del presente tópico es aportar una síntesis de ideas innovadoras acerca de “porque” y

“como” es posible capturar el ahorro de la sociedad por fuera del sistema financiero (banca mayorista

y minorista comercial). Asimismo, se intentará reflejar los beneficios para la economía real de ésta

propuesta, al generar un aumento en la velocidad de circulación del dinero –y por ende en la actividad

económica– en un espacio territorial determinado, generando un clima socioeconómico de

“reciprocidad en el intercambio” entre tomadores y dadores de créditos productivos, sin generar

transferencia de recursos desde el sector productivo al sector financiero. Un dato de la realidad es que

en los últimos 120 años aproximadamente, salvo breves interrupciones, el monopolio del crédito

concentrado en los bancos, ha producido una impresionante transferencia de riqueza desde las

familias y los sectores de la producción (la demanda de dinero) hacia la Banca Comercial (la oferta de

dinero). Si estamos en presencia de un fenómeno que se alimentó a sí mismo en este lapso, nada

hace suponer que el mero devenir de los tiempos ponga punto final a ésta realidad. Se trata de

buscar nuevos mecanismos de captación del ahorro de particulares y empresas que beneficien a la

economía, no a los banqueros. En nuestro caso a la economía urbana-regional-distrital. Una buena

forma de desarticular ésta estructura centralizada en los bancos de captación del dinero , es

35 Palomeque Diego, “El Crédito como multiplicador de la actividad económica”. Rosario, 2003

Page 23: LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLEmunicipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/zammito.pdf · 2009-04-17 · fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato

23

sencillamente “atomizarla” en “N” cantidad de pequeñas estructuras crediticias,

absolutamente comprometidas con su realidad territorial. Si queremos verlo en el contexto de la

propuesta de desarrollo santafesino, deberíamos contar con cinco entidades. ¿Porque no podemos

pensar que en ese mismo ámbito territorial se capture y administre el crédito productivo ?. La

provincia, disponiendo de sus recursos naturales, coordinará políticas de promoción industrial que no

envilezcan la vida familiar, vecinal y cultural, que posean criterios de sustentabilidad. Debe acompañar

a reforma financiera, la fiscal. Es más ordenado al bien común, que el municipio sea el único ente

recaudador y agente de retención de los impuestos provinciales y nacionales. El municipio pagaría su

impuesto provincial y la provincia a la Nación y cada jurisdicción haría su aporte a cajas

compensatorias para las zonas deprimidas. Se hace necesario “tapar todos los agujeros de la

manguera para que riegue adentro”. También es lógico que lo que la familia se priva de consumir se

vea reflejado en mejor salud y educación pero también en el acceso por el mismo ahorro a la vivienda

propia, favoreciendo el arraigo y generando incremento de la productividad con la industria de la

construcción tradicional, que mueve más de treinta gremios, la mayoría de los insumos son de

producción local, y da de comer a la familia de los arquitectos. El orden económico es inseparable

del orden social y el orden social no está dado por una sumatoria de individuos sin

localización sino por familias vinculadas por lazos de vecindad y arraigadas en un

territorio determinado donde, además de trabajar, se asocian, se educan, rezan, se curan, se

divierten, es decir ejercitan reales libertades.

La legislación debe contemplar la figura del Banco Municipal-Regional, con su propia carta orgánica y

con independencia del poder político municipal y dotarlo de instrumentos de crédito que apoyen la

realización de proyectos productivos, sea por inversiones o por aumento del capital de tarabajo. Es

posible “asociar” al gerenciamiento de ese Banco (la forma del vínculo se puede discutir), a las

instituciones intermedias de la ciudad o región que ya operen en la actividad socioeconómica

(cooperativas de trabajo o crédito, mutuales, asociaciones empresarias) , de manera que la definición

de cómo y a quien prestar los fondos sea definida de consuno con aquellas fuerzas vivas, que

“conocen el paño” y son directos beneficiarios de la mayor producción-consumo que resultará de la

aplicación del crédito. El gobierno municipal, podrá tomar fondos de ese banco, mediante la emisión

de “Títulos de Deuda” siempre que el Órgano Directivo del banco así como el Cuerpo Consultivo (las

fuerzas vivas socioeconómicas) consideren viable la operación. Existen experiencias concretas en

nuestro país. Remitimos al lector interesado al Programa Títulos de Obras Públicas Municipales de

Guaymallen (TOG 2)36.

Esta propuesta no es antitética de la economía “convencional”, porque si le sumamos el acceso que

actualmente tienen los municipios a los mercados internacionales, la realidad les impone un fuerte

protagonismo, que redunda en peso político y económico, siempre y cuando estén en condiciones de

asumirlo. La provincia debe facilitar una articulación vertical y una asociatividad horizontal entre

municipios para potenciarlos y también gozar de sus beneficios. Surge como necesidad, las alianzas

36 Garda Ortiz Ignacio, op. cit. pag. 133

Page 24: LO LOCAL Y EL DESARROLLO ARGENTINO POSIBLEmunicipios.unq.edu.ar/modules/mislibros/archivos/zammito.pdf · 2009-04-17 · fines del siglo XV– hasta la creación del Virreinato

24

del municipio con el sector privado y con centros tecnológicos. Potencialmente pueden realizarlo las

ciudades intermedias, porque las que cuentan con una base poblacional inferior a los 10.000

habitantes, en términos generales, no tienen el soporte de servicios, el equipamiento, la

infraestructura y el atractivo cultural-académico para el arraigo de todas las familias de los distintos

niveles sociales que integran el factor productivo. Estos poblados menores, integrados en el

Distrito, deben tener un rol complementario y subsidiario respecto del centro haciendo

que la vinculación funcional entre ellos y con el centro, implementando todo tipo de

comunicaciones, haga irrelevante la discontinuidad espacial. Si no alcanzare la

subsidiariedad del centro del Distrito, es la provincia la que debe velar que no falten los

servicios indispensables para retener la población rural, inclusive fomentando y

promocionando con campañas ad hoc las virtudes de la vida rural. Se puede organizar en

estos poblados a pequeños productores independientes en comunidades de producción y consumo,

con emisión de vales en el municipio, canjeables en una caja de conversión municipal, para adquirir

los elementos que no puedan producir, liberarlos de impuestos y generarles mercados en otras

regiones. Esta economía no significa nada para el PBI, pero es más digna que los planes, no arroja

gasto para el estado ni deuda externa, no permite el desarraigo del ambiente rural o semi-urbano y

fomenta la solidaridad. Como se observa, la promoción y las actuaciones que deben realizarse no son

sólo económicas, aunque sin dominio sobre su economía ninguna comunidad puede ser libre.

Septiembre de 2004