lla es una mujer mágica, vibrante, aguerrida y...

13

Upload: lamnguyet

Post on 20-Sep-2018

223 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Ella es una mujer mágica, vibrante, aguerrida y luchadora.

Y esta es la historia de esa mujer que gracias a su coraje ante las

adversidades es capaz de alterar su destino para vivir un gran amor.

Una cocinera maravillosa y un millonario

devenido en asistente de cocina…

La chef y su ayudante…

Dos seres desvalidos, solitarios, sin pasado, que lo único que tienen

es una gran pasión que los enciende… como el fuego de las hornallas.

Antes de Conocerse:

A fuego Lento

Nuestra historia comienza en México… En un pueblo perdido en el

mapa, un lugar donde el tiempo parece haberse detenido. Ahí vive Celestina, a quien todos llaman “La Novia Eterna”.

Ella es… CELESTINA

Una mujer que lo único que desea en la vida es casarse, tener hijos, formar un hogar… Algo que parece sencillo, pero que ninguna de las mujeres de su familia pudo conseguir.

Todos la conocen en el pueblo. Es imposible no verla a cada paso que da. Su mirada es penetrante y ardiente. Su andar, seguro. Respira con fuerza, comiéndose el mundo.

Lleva un rosario de su abuela, de pétalos de rosa, que se esconde en su escote. Ama el viento y rara vez usa zapatos. Adora sentir la tierra bajo sus pies y recibir su poderosa energía. Para ella, su posada y su cocina son sus logros y su mayor orgullo.

Celestina, Tina para los que ella quiere, trabaja desde niña entre

sartenes y ollas. Es una mujer intensa. Habla alto, ríe fuerte, se traga la vida de un sorbo.

Es una mujer muy alegre, que encara todo con una sonrisa. Optimista, viendo siempre el medio vaso lleno, divertida, su lema es: esto también pasará.

Y por eso, acepta las dificultades con coraje, sin perder la risa. Es solidaria y le encanta ayudar en todo lo que puede.

Prepara comida para los niños del pueblo que no tienen qué comer, los perros abandonados terminan en el jardín de su casa, enseña a cocinar a los chicos, a los ancianos. Ella siempre está disponible para dar una mano.

Pero, aunque viva rodeada de gente, está sola en el mundo. Sus ollas, sus sartenes, los perros, los niños, los que van a comer a su posada… Ellos son su compañía.

Tiene un don especial para cantar. Su voz encierra, enamora. Quien la escuche, puede quedarse horas envuelto en su canto.

Podría ser una mujer como tantas pero no lo es.

Ella lleva un estigma. El mismo que hace varias generaciones cargan en sus espaldas todas las mujeres de su familia, como una cruz.

Una maldición.

Es sabido en el pueblo que los hombres que se casan con las mujeres de su familia, indefectiblemente mueren el día de su boda.

Así le sucedió a su bisabuela, a su abuela y a su madre. Todas se casaron embarazadas y sus maridos murieron el día del casamiento.

Por eso, para muchos del pueblo Celestina es una bruja, para otros una

hechicera que con sus platos provoca estados alterados, seduce, hipnotiza. Todos insisten en que sus preparaciones cautivan, estimulan, generan sensaciones.

Celestina no cree totalmente en esto. Pero… por las dudas ha decidido diferenciarse de sus antepasados y no entregarse a ningún amor antes de una boda…

Piensa que no casarse embarazada es la única manera de terminar con el estigma y cambiar la leyenda de la maldición….

Aunque ninguno de los novios que tuvo en su vida tuvo el coraje de entrar a la iglesia con ella y decir: Sí… Quiero!

El primero se quebró una pierna el día antes de la boda… Mala suerte. Todo comenzó a derrumbarse a partir de eso.

El segundo, minutos antes de dar el gran paso, huyó despavorido, según

dicen a África, con tal de alejarse de ella.

El tercero, sufrió una alergia repentina y se brotó entero.

En fin… Nadie pudo llegar con ella hasta el altar.

Hasta que un día, Celestina cree al fin haber encontrado el verdadero

amor. Llega al pueblo Ulises un joven apuesto, hijo de una de las familias más adineradas del lugar y queda rendido ante ella.

Él no cree en cuentos de pueblo ni maldiciones… Sólo cree en la pasión que brota de sus ojos y en el amor que irradia su corazón.

Por eso decide, a pesar de la oposición de toda su familia, casarse con

Celestina. Sueñan con una vida juntos en Nueva York donde él tiene que ir a trabajar, un restaurante de comida mexicana, hijos…

Llega el día de la boda. Y en la fiesta, después de la Iglesia, cuando están bailando el vals, el novio cae como fulminado por un rayo y muere en el instante.

Nuevamente la maldición le acaricia el pelo.

Nuevamente la desgracia.

Y se desata la tragedia.

Celestina es echada del funeral de su amado y cuando llora en su

posada, los habitantes del pueblo, enfurecidos y creyéndola una bruja, incendian su hogar sin saber que nada de lo que pasó fue obra de

hechizos ni maldiciones... El novio de Celestina fue asesinado por

razones muy lejanas a ella. Celestina huye con las pocas pertenencias que consigue salvar y viaja a Nueva York (nota: la locación puede ser NY o DF) en busca de otra oportunidad. Un lugar donde nadie la conoce… Un lugar donde nadie la llame “la maldita”… La sigue un perro fiel…

Y se va pensando en empezar una nueva vida.

El es… MAXIMO

Lo tuvo y lo tiene todo. En su diccionario, la palabra “no”, no existe. Es simpático y carismático. Se sabe un privilegiado. Siempre organizó las mejores fiestas, tuvo los mejores autos, las mejores mujeres.

Empresario exitoso, abogado criminalista, triunfador. Excelente administrador, apasionado de la Bolsa y de todo lo que provoque adrenalina extra. Aunque está casado con la mujer políticamente correcta, él hace en su intimidad todo lo políticamente incorrecto.

Su esposa Leonor Santamaría es tan bella como frívola y superficial.

Adicta a las cirugías, al yoga, a los tratamientos de estética, su cuerpo es su bien más preciado.

Cree que quien tiene belleza, no necesita mucho más. Vive cuidando las formas y las apariencias, es impecable, correcta, incapaz de levantar el tono de voz en público, porque para todos, ella y Máximo son la pareja perfecta. Y así debe seguir siendo, cueste lo que cueste.

Sus hijos, de veinte años, son casi dos desconocidos a los que siente unos verdaderos extraños.

Pero aún para quien todo lo tiene, llega alguna vez lo impensado Una aventura. Una mujer peligrosamente hermosa. Y la mafia que no perdonará la traición.

Máximo de pronto se encuentra sumergido en un grave problema.

Matilda, Su amante aparece muerta y él entiende que sus días están

contados. Y no se equivoca porque al poco tiempo sufre un atentado que lo hace tomar conciencia de que no hay guardaespaldas ni policías que lo

puedan proteger. Tuvo un romance con la mujer de un mafioso, Paulo

Bonnano. Ella lo pagó con su vida y él está a punto de pagarlo con la

suya. Sabe que está condenado a terminar un metro bajo tierra si no hace algo… Ya.

Gracias a un amigo tiene todo listo para escapar y convertirse en otra persona.

Una muerte fingida, documentos falsos, nueva ropa, otro corte de pelo y la posibilidad de empezar una nueva vida. Pero a veces, no todo sale tal cual está planeado…

Su mejor amigo lo traiciona y lo deja solo, con poco dinero y falsa documentación. No es posible volver atrás. Él sabe muy bien que la falsificación de documentos y haber fingido su propia muerte pueden llevarlo a la cárcel…

Y entonces llega lo que nunca imaginó. Una nueva vida… pero en la más absoluta pobreza.

La ciudad los encuentra…

Celestina, con un perro que esconde en un bolso para que le vayan

alquilando distintas pensiones, va a comer a un restaurante mexicano. Ese día en el lugar se prepara un evento para 40 personas y el chef les falla. Ella se hace cargo, manejando la cocina y los empleados con excelencia y la contratan para trabajar allí. Eso más una buena compañera moza del lugar, que le ofrece compartir departamento justo enfrente del restaurante y que además acepta que ella tenga un perro, hacen que sienta que su vida quizás empieza a cambiar.

Máximo solo tiene cincuenta mil dólares en el bolsillo. Lo que para algunos sería mucho, para él no es nada.

Con ese dinero alquila un buen auto y se instala en un buen hotel, de esos a los que él está acostumbrado y creyó que jamás iba a tener que renunciar. Cree que va a ser fácil tener una nueva vida. Pero rápidamente se dará cuenta que no es así cuando su amigo lo estafa.

El gran hotel cinco estrellas se convierte entonces en uno de tres, luego en uno de dos. Del mismo modo que los autos alquilados se vuelven cada vez más modestos. Los restaurantes que empezaron siendo los mejores de Nueva York, van disminuyendo hasta el punto de buscar alguno que ofrezca un almuerzo ejecutivo.

Las mujeres que se derretían cada vez que las pasaba a buscar con su auto, comienzan a evitarlo y dejan de responder sus llamadas, a medida que el dinero se va terminando. Ya no le resulta fácil acceder a la buena ropa y termina revolviendo canastos de saldos. Vende su costoso reloj, su pulsera de oro, pero nada es suficiente.

Un día comprende que tendrá que trabajar para sobrevivir, pero no como abogado criminalista, sino como cualquier otra cosa. Y como no tiene experiencia, no llegan a tomarlo de los trabajos para los cuales él se postula que por supuesto son grandiosos.

Piensa en regresar a su casa, con su mujer a quien imagina llorando, con sus hijos a quienes imagina desconsolados. Pero, vaya sorpresa. Su esposa ya está en los brazos de su amigo. Y sus hijos no sólo no lo lloran sino que ni siquiera lo visitan en la tumba, porque nunca fue un buen padre para ellos.

Máximo comprende que lo ha perdido todo. No sólo su dinero, su ritmo de vida, su éxito con las mujeres. Ha perdido algo mucho más grave. A él. El ya no se encuentra. El ya no es quien era.

Entonces decide no regresar. Al menos no inmediatamente. Tiene que pensar un plan para recuperar a sus hijos… y para vengarse del desgraciado de su amigo y de su mujer.

Cuando se Conocen:

A Punto Caramelo Así, caminando por las calles de NY un mediodía ve en la vidriera de un restaurante mexicano, el anuncio de un almuerzo ejecutivo. Cuenta el dinero que lleva encima, le alcanza. Entra y se sienta a comer. El plato le

sabe delicioso. A Emilia, la dueña del restaurante, él también le resulta

delicioso. Apenas lo ve, siente una fuerte atracción y es así como consigue su primer trabajo.

El cree que le van a dar la gerencia del restaurante mexicano, que se hará cargo de los números y quizás, quién sabe, hasta se convierta en socio. Pero el puesto que le ofrecen es como asistente de cocina de la

chef del lugar que no es otra que… Celestina.

Tacos de Carnitas para el mal de amores. Enchiladas rojas para despertar pasiones adormecidas. Sopa de Flor de Calabaza y Tomatillo para apaciguar la soledad. Una carta que incita al amor.

Pero lo que pasa en la cocina, en principio, es todo lo contrario. El

encuentro entre Celestina y Máximo es, digamos que… explosivo.

No se llevan nada bien. Él quiere imponer sus órdenes, olvidándose de que fue contratado como asistente. Tiene aires de jefe y no se ubica en su rol de empleado. Ella no puede soportar que él no sepa nada de cocina y no entiende cómo consiguió el puesto.

No le importa que Máximo posea un paladar es exquisito y sepa muchísimo de vinos. Simplemente, ella no lo tolera.

Celestina ya no canta como en el pueblo, sólo guarda su voz para

cuando está sola y no puede creer que él se ponga a cantar en medio del restaurante con los mariachis. Es capaz de sacar a bailar a cualquier mujer hermosa y hacer lo que Celestina llama “papelones” y Máximo considera “tácticas amatorias”.

Ella es testigo que él no sabe cocinar ni tiene idea de lo que es una

cocina pero de a poco Máximo se irá ganando el corazón de esta mujer

que juró no volver a enamorarse nunca más.

Él en su intimidad se burla de esta cocinera solitaria. Y ella lo enfrenta por su soberbia. Por su parte, Emilia le sigue los pasos como una sombra, casi obsesionada por conseguir el amor de Máximo. Siente muchos celos de

Celestina porque aunque ellos se lleven mal, Emilia intuye que del odio al amor…

Y no se equivoca… Del odio al amor hay sólo un paso que se da un día cualquiera, sin causa ni razón aparente, sin planes ni estrategias. Y se cumple aquel dicho popular: Quien desprecia, compra.

Una noche, cuando uno de los shows previstos debe suspenderse de forma

inesperada, Celestina se encarga de hacer el show. Máximo queda

fascinado al escucharla. El show resulta un verdadero éxito.

Emilia le ruega que siga cantando cada noche, sabiendo que el restaurante

explotará de gente. Y no se equivoca. Pero a la vez, este éxito de Celestina no hace más que alimentar más y más sus celos y su envidia hacia ella.

Y una madrugada, cuando el restaurante está cerrado y Celestina se cree

sola en la cocina, empieza a cantar una canción de amor. Y canta como nunca… como siempre… Y esa voz, atrae a Máximo que regresó sin que ella lo sepa, a buscar su celular que había olvidado.

Ella canta y él avanza hacia ella, como poseído por el canto de las sirenas. Ella canta y él ruega que esa música no se detenga nunca, que lo siga acariciando con la voz, que lo siga besando con las palabras…

Así llega el día en el que los dos se animarán a vivir su historia de amor. Y se amarán en esa cocina que los hizo encontrar.

Máximo va a vivir con Celestina lo que jamás se imaginó.

Conocerá a una mujer diferente a todas. Sencilla, encantadora, simple.

Él le enseñará a beber. Ella le enseñará a cantar. Él le enseñará sobre arte. Ella hará arte con sus besos. Él le enseñará sobre viajes, mundos, culturas. Ella hará de sus noches el Universo.

Un día, ella le pide que sea su pareja en un concurso de cocina. Máximo no puede aceptar pero se da cuenta que ella es lo que más quiere… Y le dice que sí. Ella lo entrena y lo termina convirtiendo en su mejor alumno.

Pero… en la misma cocina donde calientan su amor, un día, el pasado volverá.

Máximo no es un hombre libre y Celestina sabe que aunque haya huido muy lejos de su pueblo… hay cosas de las que nunca se puede escapar…

Los hijos de él, la ex mujer, el amigo, la familia millonaria que culpa a Celestina de la muerte de su hijo… El mafioso que se entera que el que fuera amante de su mujer está vivo… Todos complicarán un amor que no se va a dejar vencer fácilmente.

Cuando se Separan:

Hierviendo a Borbotones

Pero el amor de Celestina no puede contra todo. Un día ella lo

abandona para protegerlo, porque tiene miedo… por él, por su vida. Y se aleja. Pero se aleja de él teniendo un plan. Quiere salvarlo, aún en la distancia. Quiere cuidar de él. Quiere averiguar todo lo que sea posible de ese socio traidor y de esa esposa que lo lloró demasiado poco tiempo…

Es así que termina como cocinera en la mansión donde aún vive la familia

de Máximo. Leonor sigue siendo una mujer rica y despiadada, que parece

no tener alma. Sus dos hijos, jóvenes, caprichosos, altaneros.

Grande es su pena cuando descubre una foto de Máximo en la casa, en honor al supuesto muerto. Ya nadie le pone flores. Ya nadie lo llora. Ya nadie lo recuerda. Mientras, él que está decidido a buscarla por cielo y tierra, regresa a su casa. Tiene el plan para no ir preso, demostrar la estafa y recuperar su fortuna.

Es entonces cuando llega a la mansión dispuesto a todo. A dejar en la ruina a su mujer, a vengarse de su ex amigo y a recuperar lo perdido.

No tiene en cuenta que regresar esconde un gran peligro: Paulo

Bonnano es un hombre que no olvida. Y apenas lo sepa vivo, volverá por revancha.

Para Celestina, también hay un peligro: la familia de Ulises, su novio muerto, su marido por horas, que irá tras ella en busca de venganza, seguros de que es la culpable de su muerte. Allí se encuentran los dos, cada uno con un gran riesgo acechándolos.

Máximo vuelve a su vida pero quiere compartirla con ella que lo va a

ayudar a recuperar a sus hijos…

Porque a pesar de la distancia que imponen esos dos chicos, Celestina con paciencia, con ternura, con amor, consigue acercarse a ellos como nadie pudo. Como no lo consiguieron ni siquiera sus propios padres.

Gracias a sus consejos y a su ayuda, Máximo se convierte en el padre que siempre debió ser. Ella saca lo mejor de él. Quiere que sea su mujer. Y ella se muere por aceptar… pero…

Y si él se muere por casarse con ella?

Celestina hizo un juramento. Allá lejos, hace tiempo, decidió que nunca se casará. Que estará condenada a ser por siempre…