literatura medieval
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Vayse meu corachón de mib:ya Rab, ¿si se me tornarád?¡Tan mal meu doler li-l-habib!Enfermo yed, ¿cuánd sanarád?
(hacia los siglos X-XI)
(Mi corazón se me va de mí.Oh Dios, ¿acaso se me tornará?¡Tan fuerte mi dolor por el amado!Enfermo está, ¿cuándo sanará?)
“Con sus ojos muy grandemente llorando
tornaba la cabeza y estábalos mirando”
FINALES DEL S. XII -
INICIOS DEL S. XIII
EL POEMA DEL MÍO CID
“Era un simple clérigo pobre de clerecía
dicié cutiano missa de la Sancta María;
non sabié decir otra, diciéla cada día,
más la sabié por uso que por sabiduría. “
Milagros de Nuestra Señora
"Si quisieres amar dueñas o otra cualquier muger,
muchas cosas avrás primero a aprender;
para que ella te quiera en amor acoger,
sabe primeramente la muger escoger.”
Libro del Buen Amor
“Otro día, hablando de sus asuntos el Conde Lucanor con Patronio, le dijo: -Patronio, algunos me aconsejan que reúna la mayor cantidad posible de dinero, y aun me dicen que
esto me conviene más que ninguna otra cosa. Por eso os ruego que me deis vuestra opinión sobre este asunto.
-Señor conde -dijo Patronio-, aunque a los grandes señores os sea necesario tener dinero en muchas ocasiones y, sobre todo, para que nunca incumpláis vuestros deberes por su falta, no por eso podéis
pensar en reunir sólo dinero, abandonando otras obligaciones que tenéis con vuestros vasallos, así como las propias de vuestro estado y dignidad, pues si actuarais de ese modo podría sucederos lo que a un
lombardo que vivió en Bolonia. El conde le preguntó qué le había sucedido.”
El Conde Lucanor
“¡Abenámar, Abenámar,
moro de la morería,
el día que tú naciste
grandes señales había!
Estaba la mar en calma,
la luna estaba crecida,
moro que en tal signo nace
no debe decir mentira.”
Romance de Abenámar
DESDE EL S. XIV HASTA NUESTROS DÍAS
Recuerde el alma dormida, avive el seso e despierte
contemplando cómo se passa la vida,
cómo se viene la muerte tan callando;
cuán presto se va el plazer,
cómo, después de acordado, da dolor;
cómo, a nuestro parescer, cualquiere tiempo passado
fue mejor.
Coplas por la muerte de su padre
“CALISTO.- En esto veo, Melibea, la grandeza de Dios.
MELIBEA.- ¿En qué, Calisto?CALISTO.- En dar poder a natura que de tan perfecta hermosura te dotase, y hacer a mi inmérito tanta merced
que verte alcanzase, y, en tan conveniente lugar, que mi secreto dolor manifestarte pudiese. Por
cierto, los gloriosos santos que se deleitan en la visión divina, no gozan más que yo ahora contemplándote.”
La Celestina