línea base en manejo y gestión de cuencas

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1 CENTRO AGRONÓMICO TROPICAL DE INVESTIGACIÓN Y ENSEÑANZA CURSO DE MAESTRÍA MANEJO Y GESTIÓN INTEGRAL DE CUENCAS HIDROGRÁFICAS I LÍNEA BASE PARA EL MANEJO, GESTIÓN Y COGESTIÓN DE CUENCAS HIDROGRÁFICAS Francisco Jiménez O. TURRIALBA, COSTA RICA 2011

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Page 1: Línea Base en Manejo y Gestión de Cuencas

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CENTRO AGRONÓMICO TROPICAL DE INVESTIGACIÓN Y ENSEÑANZA

CURSO DE MAESTRÍA

MANEJO Y GESTIÓN INTEGRAL DE CUENCAS HIDROGRÁFICAS I

LÍNEA BASE PARA EL MANEJO, GESTIÓN Y COGESTIÓN DE CUENCAS HIDROGRÁFICAS

Francisco Jiménez O.

TURRIALBA, COSTA RICA

2011

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TABLA DE CONTENIDO

1. Introducción 3 2. Indicadores y su importancia 4

2.1 ¿Qué es un indicar y para qué sirve? 4 2.2 ¿Qué atributos o características deben tener un indicador? 5 2.3 ¿Cómo se expresan los indicadores? 6 2.4 Tipos de indicadores 6 2.5 Ámbitos de selección de indicadores en gestión de cuencas 8 2.6 Métodos para obtener los indicadores 8

3. Indicadores de manejo, gestión y cogestión de cuencas 9

3.1 Indicadores de manejo de cuencas 10 3.2 Indicadores de gestión y cogestión de cuencas 12 3.3 Estándares referenciales para cada indicador 16 3.4 Algunas experiencias de uso de indicadores 16 3.5 Algunas lecciones aprendidas sobre uso de indicadores en sistemas de

monitoreo 19 4. La línea base en el manejo, gestión y cogestión de cuencas 20

4.1 El objetivo de una línea base en cuencas 21 4.2 Metodología para elaborar una línea base 22 4.3 Protocolos para el monitoreo de indicadores 24

5. Bibliografía 26

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1. INTRODUCCIÓN

Uno de los problemas más importantes que enfrentan los países del trópico americano es el incremento poblacional y el aumento de la pobreza, especialmente concentrada en las zonas rurales. Esta problemática está estrechamente vinculada con la degradación de los recursos naturales y el ambiente, debido a un uso y manejo inadecuado de los mismos, a la falta de planificación y ordenamiento territorial, a la inequidad y falta de oportunidades, a la poca participación activa de los diferentes actores en la toma de decisiones bajo un enfoque de organización e institucionalidad y a la ocurrencia de desastres socionaturales. En el ámbito internacional, regional y nacional, el tema de cuencas hidrográficas y el uso de este espacio territorial como unidad básica para el manejo, gestión y cogestión de los recursos naturales y el ambiente, adquiere cada día mayor importancia, no solamente por el interés y preocupación de los actores e interesados directos tales como comunidades, organizaciones y gobiernos locales, instituciones nacionales, etc., sino también de los organismos donantes y cooperantes. El manejo y gestión de cuencas están articulados en un conjunto lógico y secuencial de pasos que incluye desde el reconocimiento de la cuenca y los actores, la caracterización y diagnóstico, la zonificación y ordenamiento del territorio, el establecimiento de la línea base, la formulación del plan de manejo o gestión, la implementación del mismo, el seguimiento, monitoreo y evaluación y finalmente la sistematización de experiencias y la comunicación. Dentro de esta lógica, el sistema de monitoreo tiene su fundamento en un conjunto de indicadores que permiten identificar, caracterizar, cualificar o cuantificar la situación de partida, a fin de tener elementos objetivos con base en los cuales analizar y evaluar los avances, problemas, y resultados de las intervenciones, en el corto, mediano y largo plazo. A ese conjunto de indicadores se les denomina línea base y se considera hoy día un componente esencial de todo proyecto o programa manejo y gestión de cuencas hidrográficas. La gestión de cuencas tiene múltiples objetivos, además de que sus actividades cambian con el transcurso del tiempo, como también lo hacen las condiciones sociales, económicas y ambientales. Esto presenta un desafío considerable para el monitoreo, el cual, en primer lugar, parte de un marco de referencia y una línea base para conocer los cambios a suscitarse en el proceso, y en segundo, debe ser enfrentado, ya que la razón de un enfoque estratégico es aprender y adaptarse. Por lo tanto, el requerimiento central del monitoreo es seguir sistemáticamente las variables y procesos claves en un período de tiempo y en el espacio, y con base en ello, ver cómo se suscitan los cambios en dicho proceso. En los últimos años, se ha reconocido cada vez más, la importancia y necesidad del monitoreo como componente indispensable para el análisis, la retroalimentación y la toma de decisiones en el ciclo del manejo, gestión y cogestión de cuencas hidrográficas. El elemento fundamental para cualquier sistema de monitoreo es la identificación y caracterización de los indicadores que servirán de línea base para evaluar los cambios que se generen en el proceso de manejo y gestión de la cuenca. En términos de la gestión y la cogestión de cuencas es recientemente que el CATIE ha propuesto metodologías de establecimiento de línea base y monitoreo, con indicadores seleccionados, discutidos, analizados, priorizados y consensuados por los actores locales, con un procedimiento de validación en el campo, con protocolos metodológicos detallados y la aplicación en condiciones reales de una cuenca, de estos indicadores, bajo un esquema de sistema de monitoreo.

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2. INDICADORES Y SU IMPORTANCIA 2.1 ¿Qué es un indicar y para qué sirve? El indicador es una expresión sintética y específica, que señala una condición, característica, comportamiento o valor determinado en el tiempo (¿cuándo?), en la cantidad (¿cuánto?) y en la calidad (¿de qué tipo?) de un fenómeno, situación, proceso, recurso, objeto o sistema. En general los indicadores expresan variaciones, incrementos o bien, muestran estructuras y/o situaciones. Los indicadores pueden ser cualitativos y cuantitativos, dependiendo de la naturaleza de lo que se requiere monitorear y evaluar. Pueden ser biofísicos, socioeconómicos, ambientales y deben permitir el reconocimiento del éxito, fracaso o avance de la intervención. Los indicadores conducen a clarificar el significado y cumplimiento de los objetivos del plan, así como monitorear los avances. Mediante la definición correcta de los indicadores se asegura que los objetivos del programa, proyecto o plan sean claros y precisos, ya que justamente sirven para demostrar, con la evidencia correspondiente, los logros obtenidos y poder consecuentemente monitorear y evaluar los avances. Los indicadores facilitan la comparación de un evento con respecto de sí mismo en diferentes tiempos y son útiles cuando se busca conocer la evolución en el tiempo de un determinado evento, también expresan la forma en que un grupo de datos se distribuye de acuerdo con sus características particulares. Al identificar y seleccionar los indicadores para una línea base es necesario tener en cuenta que estos son índices que permiten describir, medir y evaluar los cambios, efectos e impactos de las actividades realizadas por la intervención de un plan, programa o proyecto. Además, deben permitir valorar las condiciones iniciales o de base del proyecto y cuantificar los cambios producidos en el tiempo. Los indicadores también deben hacer posible la evaluación de las estrategias administrativas y políticas implementadas durante el plan o proyecto. Un buen indicador debe ser útil, preciso, relevante, sensible a cambios durante la ejecución, de costo razonable y sencillo de calcular.

Los indicadores deben ser desarrollados de acuerdo a las aplicaciones definidas para cada caso, lo que requiere datos básicos y estadísticas confiables, precisas y concretas. A causa de los requerimientos y prioridades de los diferentes ecosistemas en que se encuentran las cuencas hidrográficas, será difícil o innecesario llegar a un único conjunto de indicadores. Sin embargo, un agregado común de indicadores clave o indicadores mínimos podrá ser usado como base para comparaciones entre microcuencas, subcuencas o cuencas.

Los indicadores son necesarios para poder valorar y conocer las mejoras, cambios, avances o impactos. Lo que no se mide no se puede controlar, y lo que no se controla no se puede gestionar, es un concepto muy utilizado en la gestión de programas, planes y proyectos.

Es necesario hacer una distinción entre indicadores y otro tipo de datos estadísticos. Las mediciones de algunos procesos, eventos o fenómenos producen materiales básicos, los cuales después de ser procesados, a menudo se constituyen en datos estadísticos (umbrales de información). Estos datos estadísticos pueden proporcionar información fundamental o ser indicadores si tienen alguna significación agregada o están ligados a un problema específico. Si el número de indicadores se reduce a causa de su agregación en algún tipo de fórmula, son llamados índices. Algunos ejemplos de índices útiles son el Índice de Desarrollo Humano, el Índice de Calidad del Agua (ICA), etc.

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2.2 ¿Qué atributos o características deben tener u n indicador? Los atributos de los indicadores pueden ser intrínsecos a estos, o estar relacionados al proceso de generarlos.

Intrínsecos Relacionados al proceso

Determinante Sistemático Confiable Sencillo Válido Oportuno Claro Bajo costo Consistente Relevante Suficiente Sensible Determinantes . Deben ser los que mejor expresen la naturaleza del resultado objeto de medida o análisis. Los indicadores deben ser pocos, para facilitar su integración o ponderación. Se recomienda utilizar el criterio de Pareto, es decir, elegir los pocos indicadores determinantes y dejar de lado los que no influyen significativamente. Confiable. Deben de permitir llegar a la misma conclusión, sin importar quien conduce la evaluación, en qué periodo o bajo qué condiciones se realiza. Válido. La forma de elaborarlo, así como la interpretación que se hace del mismo debe de ser aceptado por quienes lo utilizan, asimismo los resultados obtenidos deben de ser correctos. Claro . Debe de señalar de forma adecuada el fenómeno y sus dimensiones que mide. Significa también que debe especificar un solo resultado y no una combinación de variables, excepto en los casos de indicadores integradores, por ejemplo índices de calidad de agua. Consistente . Las conclusiones o resultados que indiquen deben de mantenerse estables, independientemente de la persona u organización que lo utiliza. Suficiente. La necesidad de información debe ser cubierta, si requerir de otra explicación complementaria. Sistemáticos . Deben de surgir de una metodología que permita su correcta elaboración y utilización. Sencillos. El esfuerzo para su cálculo debe ser razonable, incluyendo el esfuerzo para obtener la información necesaria. Los indicadores deben ser generados en un medio participativo e involucrar de una u otra manera a los responsables de las decisiones y de los procesos en la elaboración de los mismos. Oportuno. El cálculo del indicador debe de estar en el tiempo requerido, para que permita tomar las decisiones oportunas. Bajo costo. El costo de obtenerlo debe ser menor al beneficio que se obtiene por tenerlo. Relevante . El indicador debe estar relacionado con lo que realmente se quiere monitorear y evaluar, según los objetivos del programa, plan o proyecto. Sensible . El indicar debe ser sensible a los cambios del sistema que se desea monitorear y evaluar, a fin de que permita identificar claramente las tendencias.

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2.3 ¿Cómo se expresan los indicadores? Los indicadores se pueden expresar de diferentes modalidades o formas:

a) Cifras absolutas: se utilizan para reflejar en términos absolutos la situación, avances, procesos e impactos.

b) Porcentajes: destacan aspectos de distribución al relativizar los valores absolutos.

c) Promedios y otras medidas estadísticas de tendencia central: representan comportamientos típicos, ubicando fenómenos o procesos en alguna escala numérica.

d) Tasas de variación: para mostrar la evolución o comportamiento de un fenómeno o proceso en el tiempo

e) Escala relativas de avance de procesos: para cambios cualitativos; pueden utilizarse escalas tipo Likert, Guttman.

f) Imágenes en el tiempo: para mostrar, por ejemplo, a través de fotografías convencionales, imágenes de satélite, radares, etc., cambios o variaciones de un rasgo o característica (ej. cobertura vegetal) en el tiempo, en un espacio geofísico determinado.

g) Descripciones basadas en cuestionarios: para indicadores complejos, que requieren responder a una serie de preguntas, para determinar el estado. Por ejemplo el indicar “funcionamiento del comité de cuencas”.

2.4 Tipos de indicadores Existen diferentes formas de clasificar los indicadores, lo importante es establecer en cada caso lo que se quiere monitorear y evaluar, en función de los objetivos del plan, programa o proyecto de manejo, gestión o cogestión de cuencas. De acuerdo al nivel de planificación y los objetivos establecidos en cada nivel se pueden distinguir cuatro tipos de indicadores:

a) Indicadores de productos : muestran lo que el plan efectivamente entrega, en función de cómo son invertidos los recursos. Se pueden relacionar con planes operativos anuales; por lo que se deben establecer y darles seguimiento, según los mecanismos establecidos, en ese contexto temporal. La información referente a los indicadores de productos proviene generalmente de registros contables y de administrativos, como parte del sistema de información gerencial.

b) Indicadores de resultados : relacionados con los logros y las contribuciones del

plan, programa o proyecto a resolver directamente problemas y necesidades específicas del manejo, gestión o cogestión de la cuenca. Deben mostrar cambios cuantitativos y cualitativos vinculados a los objetivos específicos en la gestión de la cuenca. Por ejemplo, cambios en el uso de tecnologías agrosilvopecuarias amigables con el ambiente, protección de las fuentes de agua para consumo humano, creación de una organización de cuencas, etc.

c) Indicadores de proceso : muestran el avance en procesos definidos en el plan, sin que ello signifique necesariamente que hay un producto, un resultado o un impacto concreto. Se puede relacionar a informes de avance del plan en función de procesos (ej. avances en el proceso de cambio de actitudes, de fortalecimiento de la capacidad local, etc.).

d) Indicadores de impacto : relacionados principalmente con los logros a largo plazo y las contribuciones del plan, programa o proyecto al cumplimiento de la misión u

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objetivo superior de manejo, gestión o cogestión de la cuenca. Con frecuencia los proyectos, por su visión de corto plazo (menos de 5 años) difícilmente pueden lograr impactos en la gestión de la cuenca, por ejemplo cambios en la cobertura vegetal, cambios de actitudes en la población, mecanismos sostenibles de financiamiento, institucionalidad sostenbile, mejoramiento de la calidad y disponibilidad de agua, etc.

Con base en los factores de agregación de las actividades, variables y de sus interacciones, los indicadores se pueden clasificar en:

• Indicadores globales : en los proyectos de manejo de cuencas, recursos naturales o manejo del ambiente, la interacción e integración de acciones, generan productos variados en cantidad y complejidad. Muchos de ellos están agregados o relacionados a diferentes acciones; por ejemplo, la calidad del agua depende del manejo de la cobertura, uso y manejo del suelo y del comportamiento hidrológico, pero también para monitorear la calidad del agua se puede considerar muchos indicadores (físicos, químicos, biológicos). Evaluar una gran cantidad de indicadores puede resultar en un alto costo y difícil de monitorear, y en casos de no requerir detalles de variables, es mejor utilizar indicadores globales, que integren información para conocer el impacto del proyecto. Los indicadores globales generalmente no se utilizan para tomar decisiones de diseños o acciones específicas, sino más bien para aspectos estratégicos y decisiones generales.

• Indicadores específicos : son los que permiten el monitoreo y aportan a la

evaluación de componentes, procesos y acciones específicas del programa, plan o proyecto de cuencas, en los cuales cada objetivo específico pretende influir. Deben ser cuidadosamente seleccionados y bien establecido el protocolo de evaluación, que expresen el efecto principal y que permitan evaluar la intervención planificada en el programa, plan o proyecto, ya que deben orientar la tomar decisiones más importantes, bajo el enfoque de manejo y gestión adaptativa.

De acuerdo al modelo de presión-estado-impacto-respuesta, los indicadores se clasifican en:

a) Indicadores de presión : expresan la relación entre oferta o disponibilidad de los recursos naturales, calidad del ambiente y las necesidades o demanda de las poblaciones y sus actividades. Estas relaciones se cuantifican en el espacio y tiempo, permitiendo proyectar la problemática ambiental y las necesidades de las poblaciones rurales y urbanas respecto a lo que el ambiente les provee. b) Indicadores de estado : expresan el modelo de estado, sobre el cual se manifiestan los problemas de degradación y deterioro de los recursos naturales y la problemática socioeconómica. Es el resultado de la presión actual sobre el ambiente, por ejemplo la contaminación de las aguas, la deforestación de áreas protegidas, etc. c) Indicadores de impacto : expresan efectos directos producto de las intervenciones en la cuenca a través de los diferentes componentes del plan de acción, manejo o gestión de la cuenca. d) Indicadores de respuesta : son el resultado de las acciones que se realizan para controlar los procesos negativos sobre el ambiente; expresan además el logro de la sostenibilidad y sus efectos sobre la calidad de vida de las poblaciones. Por ejemplo, la reducción de la erosión hídrica al nivel de parcela, por la aplicación de prácticas de conservación de suelos.

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2.5 Ámbitos de selección de indicadores en gestión de cuencas Al nivel de cobertura espacial

� Cuencas � Subcuencas � Microcuencas � Áreas críticas o prioritarias � Unidades de producción individuales o asociadas � Áreas de trabajo comunitario � Comunidades y municipios � Familias rurales (fincas)

Al nivel de variables determinantes

� Físicas � Biológicas � Sociales � Económicas � Ambientales

Al nivel de los componentes o actividades de un pro yecto o programa

� Institucionalidad, gobernanza e incidencia � Organización, participación y empoderamiento � Capacitación y educación ambiental � Fortalecimiento de la capacidad local � Coordinación institucional y organizacional � Ordenamiento y zonificación territorial � Capacidad de gestión � Tecnologías agrosilvopecuarias sostenibles � Mecanismos de financiamiento � Sistematización de experiencias y lecciones aprendidas

2.6 Métodos para obtener los indicadores a) Indicadores biofísicos y ambientales

� Revisión de información secundaria, acceso a bases de datos con información biofísica, datos históricos, mapas, documentos, investigaciones, tesis, etc.

� Mediciones directas mediante métodos de muestreo. � Establecimiento de instrumentos de medición permanente � Aplicación de herramientas SIG para procesar y generar información (mapas, etc.) � Aplicación de modelos de simulación, hidrológicos, erosión, etc.

b) Indicadores socioeconómicos

� Revisión de información secundaria, bases de datos con información social y económica, datos históricos, estudios, investigaciones, etc.

� Aplicación de encuestas institucionales, organizacionales y comunales. � Entrevistas abiertas y semiestructuradas con actores locales clave � Herramientas y metodologías participativas (reuniones con actores e informantes

claves, grupos focales, recorridos de campo, talleres, etc.). � Herramientas y metodologías de recopilación de información (análisis CLIP, análisis

de redes, observación participante, FODA, lluvia de ideas, etc.

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3. INDICADORES DE MANEJO, GESTIÓN Y COGESTIÓN DE CUENCAS Es difícil separar la relación entre estos indicadores porque existen elementos o factores que hacen indivisible el manejo de la gestión y la cogestión de una cuenca. Se gestiona para lograr el manejo, pero sin plan de manejo o de no se puede realizar gestión. En todo caso existe una gestión para elaborar el plan de manejo, allí se inicia el proceso. Precisamente la gestión ha tomado relevancia por que muchas veces solo se elaboraba el plan de manejo, sin concretar el como implementarlo; algunos planes de manejo se han elaborado integrando los aspectos de la gestión, pero con una acentuada particularidad “solo el proceso técnico o institucional” el vacío fue la falta de participación y toma de decisiones de quienes implementarían el plan. Esto origina la planificación participativa derivando los planes participativos de cuencas, sin embargo la debilidad se mantuvo en la medida que las instituciones gubernamentales o externas lideraban la planificación con la presencia de los actores. En los años reciente la participación de los actores que realizan el manejo de cuencas es diferente, porque toman decisiones, asumen responsabilidades, administran los recursos y definen políticas locales; muchas de estas modalidades corresponden a comités de cuencas u organizaciones afines.. Por lo general nunca un solo indicador da cuenta del resultado o el impacto de un proceso, por lo tanto, es necesario construir un sistema de indicadores. Los sistemas no pueden pre-elaborarse, requieren de una ubicación en el contexto de una realidad específica, así cada realidad requiere de escalas diferentes de indicadores o hasta indicadores diferentes según el momento o el avance (por ejemplo en manejo o la rehabilitación de una cuenca). En conclusión los indicadores de manejo, gestión y cogestión de cuencas son diferentes y pueden agruparse en los siguientes: Indicadores de manejo (ámbito de los recursos naturales, medio físico/biológico). Que expresan cambios, efectos o impactos producidos por actividades de conservación de suelos, conservación de áreas protegidas, manejo forestal, agroforestería, manejo agroecológico, manejo de los recursos hídricos, riego, etc. Como por ejemplo: mejora en la calidad del agua, incremento de la cobertura vegetal permanente en la cuenca, reducción de contaminantes al suelo y agua. Indicadores de gestión (ámbito socioeconómico, medio organizacional / institucional). Que se expresan en actitudes, capacidades o desarrollo de procesos producidos por actividades de organización, fortalecimiento de capacidades, formación de fondos para el manejo de cuencas, incidencia en políticas, institucionalidad y gobernabilidad. Como por ejemplo: formación de comités de cuencas (organismos de cuencas o similares), capacitación para la gestión de proyectos, mecanismos para el financiamiento (pago o compensación por servicios ambientales, canon, tarifas, etc), ordenanzas municipales, ordenamiento territorial. Aquí también se pueden incluir los de gestión administrativa. Indicadores de cogestión (ámbito de la gestión part icipativa). Que se expresa en modalidades de participación, toma de decisiones, responsabilidades o cooperación producidos por actividades de planificación y ejecución participativa, desarrollo de alianzas, convenios y sinergias, financiamiento compartido (local, municipal, gobierno, empresa privada), trabajo colectivo, integración y coordinación sectorial. En la práctica los indicadores de gestión pueden aplicarse a la cogestión, siempre que estén orientados a la gestión participativa que integre esfuerzos y acciones colectivas.

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3.1 Indicadores de manejo de cuencas En un estado inicial cuando las cuencas no habían sido intervenidas, sus características y cualidades biofísicas respondían a factores naturales (tipo de ecosistema, clima, geomorfología, etc.), así sus recursos naturales básicos agua, suelo y bosque podían cuantificarse y describirse como el estado inicial de las cuencas. Con la intervención del ser humano y algunos cambios naturales intensos (geodinámica del suelo, cambios climáticos), los recursos naturales se han ido utilizando en una forma apropiada muchas veces y en otras en forma muy desordenada e inapropiada, generando impactos negativos o degradación. Esta situación ha dado lugar a cambios notables en las cuencas, con alto grado de deterioro, contaminación, perdida de capacidad productiva, etc., en esta dinámica los recursos naturales renovables son los que mayor impacto sufren y hoy en día se puede calificar que muchas cuencas sufren severos impactos negativos. En esta actividad de aprovechar las bondades y recursos de las cuencas, las familias, organizaciones, instituciones gubernamentales y otros actores han realizado importantes tareas y funciones, que se deben valorar como parte integral de la situación de las cuencas, tal es así que una situación actual, previa a la intervención sobre la cuenca, compromete a caracterizar el medio social y económico y no solo el natural. El establecimiento de indicadores de manejo de cuencas dependerá del medio físico natural (ecosistema) en el cual se encuentre, así como del nivel de vulnerabilidad natural y de la capacidad de carga de sus recursos naturales. Otro aspecto importante a señalar es que en muchos casos se confunden indicadores que pueden ser representativos de actividades que se realizan en las cuencas, con indicadores del manejo de las cuencas, la diferencia es notable. Los indicadores de manejo de cuencas son aquellos que tienen como base el enfoque integral, las externalidades, interacciones e interrelaciones; algunos ejemplos se muestran en el cuadro 1. Cuadro 1. Ejemplo de indicadores relacionados al manejo de cuencas (Faustino 2006)

Indicador Ejemplo de e lementos de análisis 1. Cantidad de agua Variación de la escorrentía

Oferta hídrica Reserva de agua subterránea

2. Calidad de agua Demanda bioquímica de oxígeno Concentración de sedimentos Oxígeno disuelto

3. Área afectada por inundaciones

Eventos o variaciones extremas Vulnerabilidad de terrenos

4. Área afectada por sequía o escasez de agua

Eventos o variaciones extremas Vulnerabilidad de terrenos

5. Frecuencia a deslizamientos y movilización de terrenos

Estabilidad de terrenos y pendientes Grado de protección del suelo

7. Índice/Área de cobertura vegetal permanente

Áreas protegidas o de conservación Manejo de bosques, reforestación y regeneración natural Cultivos permanentes y agroforestería

8. Área de suelos degradados Porcentaje de tierras alcalinizadas o salinizadas. Compactación de suelos Grados y tipos de erosión de suelos (pendientes) Quemas e incendios Usos inapropiado del suelo (conflictos)

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Los indicadores de manejo de cuencas bajo el enfoqu e temporal Los efectos producidos por el manejo de cuencas son variables en función del tiempo. Estos pueden ser de corto, mediano y largo plazo, según su naturaleza y grado de intervención. Cualquiera de los efectos logrados deben traducirse en impactos de carácter económico, social o ambiental, solo así se podrá respaldar con mayor facilidad la continuidad de inversiones en manejo de cuencas. La importancia de los efectos es que sean significativos, perdurables o incrementables en el tiempo y que generen cambios positivos y otorguen beneficios a favor de las familias, de los recursos naturales y del ambiente. Una de las limitantes que siempre se presentan en los impactos a largo plazo es la poca posibilidad de mantener un sistema de información para monitorear los cambios; esta solo se podría garantizar con un comité de cuenca o por medio del seguimiento de una entidad local con apoyo gubernamental.

Ejemplos de impactos de corto plazo (3 años) podría n ser los siguientes: • Los cambios en la producción de los cultivos por aplicación de fertilizantes, manejo y

nuevas variedades, varían de un ciclo a otro o por periodos anuales. • Disminución de la contaminación del agua por agroquímicos por la aplicación de un plan

de uso racional o de manejo integrado de plagas. En algunos casos estos pueden pasar a mediano plazo cuando dejan efectos residuales.

• Disminución de las quemas, por una decisión inmediata de manejar el barbecho y rastrojos.

• Incremento en la aplicación de tecnologías y prácticas agropecuarias para el manejo de cuencas.

Los proyectos, programas y planes de mediano plazo, que ya son diseñados considerando los enfoques de manejo de cuencas, de recursos naturales, ambiente o de desarrollo sostenible, deben construir una base de datos de efectos de corto y mediano plazo. Para estos casos hay que asociar estos cambios con los sistemas de información geográficos, bases de datos y sistemas de información gerencial. Ejemplos de impactos de mediano plazo (4 a 8 años) podrían ser los siguientes: • La diversificación de cultivos en la finca, que le generan nuevos ingresos. • Aplicación de prácticas de agricultura orgánica, que redundan en disminución de costos

para la producción y menor contaminación. • Mejoramiento de la fertilidad del suelo, por el uso de prácticas conservacionistas y de

mejoramiento del suelo. • Disminución de la erosión del suelo, por efecto de la funcionalidad de las prácticas

antierosivas y la mayor cobertura del suelo. • Incremento en la capacidad de retención de humedad en el suelo por efecto de las

prácticas de conservación de agua y la mayor cobertura vegetal. • Incremento de la cobertura vegetal de los suelos, por la diversificación, cultivos

permanentes, prácticas agroforestales y las áreas reforestadas. • Fortalecimiento de las organizaciones, por efecto de la capacitación, procesos

participativos y sobretodo por los beneficios logrados. • Uso intensivo de prácticas de conservación de suelos, agroforestería y reforestación, por

sus beneficios en la finca (humedad, leña, follaje y mejoramiento del ambiente). • Establecimiento de cultivos permanentes, por ejemplo café en plena producción. En el caso de programas de largo plazo, el monitoreo y seguimiento ambiental será estructurado convenientemente para asegurar el registro y conocimiento de los cambios y procesos que están ocurriendo en las cuencas intervenidas. En muchos casos esta información no solamente respalda las decisiones de inversiones en la cuenca, si no

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también ayudan a estructurar el financiamiento por los mecanismos del uso de las externalidades y el pago de servicios ambientales que produce la cuenca o microcuenca.

En este horizonte muchos de los indicadores de impacto servirán para evaluar los cambios en la línea base. En manejo de cuencas, es en este periodo donde se podrán asegurar los cambios, impactos y resultados sostenibles, es decir, aquellos que aún cuando han pasado muchos años, se mantienen positivos y favorables. El gran problema es cuando no hay seguimiento y monitoreo continuo. Para ello se requiere organización y capacidades operativas, tal como promueven los organismos de cuencas, por ejemplo juntas de agua, patronatos de agua, unidades ambientales municipales o comités de cuencas. Ejemplos de impactos de largo plazo (más de 8 años) podrían ser los siguientes: • Incremento de la biodiversidad, por efecto de la cobertura vegetal y el uso de prácticas

conservacionistas. • Mejoramiento de la estabilidad de los suelos, por efecto de las prácticas forestales y de

manejo del agua. • Incremento en la calidad y cantidad de agua, por efecto integral de la intervención. • Incremento en los ingresos económicos por el beneficio de las prácticas agroforestales. • Recuperación de las áreas degradadas por efecto de la reforestación y uso apropiado

del suelo. • Adopción de las prácticas y tecnologías de manejo de cuencas, por efecto de los

beneficios logrados a nivel de finca y de la cuenca/microcuenca. • Disminución de riesgos ambientales, por efectos asociados de todas las prácticas. • Concientización de la población, por efecto de la educación ambiental y por los

resultados visibles. • Valoración de los servicios ambientales, por efecto de la concientización de los usuarios. • Disminución de costos por efectos de menor sedimentación de embalses y menor costo

de tratamiento de las aguas en los reservorios de uso poblacional. • Mejoramiento de la capacidad de gestión de los pobladores y de sus organizaciones. • Establecimiento de sus comités de cuencas. 3.2 Indicadores de gestión y cogestión de cuencas Un elemento que hay que considerar al definir indicadores de gestión, es que esta actividad tiene su reflejo en el manejo de cuencas, por lo tanto, un indicador de manejo está muy relacionado a un indicador de gestión o de cogestión. Tal como se indicó en los conceptos de gestión y cogestión, aquí los indicadores estarían fuertemente ligados a los aspectos sociales, institucionales y económicos, cuyos objetivos se complementan con el objetivo y enfoque de manejo de cuencas. Con base en estas consideraciones se presenta el cuadro 2 de indicadores sugeridos para la gestión de cuencas en este caso para la región centroamericana.

El programa Innovación, comunicación y aprendizaje para la cogestión adaptativa de cuencas (FOCUENCAS) implementado por el CATIE en América Central, propuso un set mínimo de seis indicadores (CATIE 2006) que se deben tener en cuenta para el monitoreo de la cogestión de cuencas (cuadro 3).

Rascón (2007) desarrolló una metodología participativa para el establecimiento de la línea base y el monitoreo de la cogestión de cuencas. En total de propusieron nueve indicadores (cuadro 4) por parte de los actores locales de la microcuenca donde se aplicó el sistema.

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Cuadro 2. Ejemplos de indicadores relacionados a la gestión y cogestión de cuencas

Indicador Elementos de análisis 1. Capitalización e inversiones

Mesa de cooperantes Fondo ambiental (para manejo de cuencas) Proyectos financiados (participación de H y M) Pago por servicios ambientales Formación de ecoempresas Tasas y compensación ambiental

2. Nivel de institucionalidad Mesa de gestión Comité de cuencas y actores organizados Ordenanzas aplicadas Coordinación a todos los niveles Planes de gestión reconocidos

3. Fortalecimiento de capacidades

Formación de recursos humanos Sistema de información para la toma de decisiones Cambios de actitud y aptitud Planes y proyectos elaborados, gestionados e implementados

4. Grado de convergencia Asociatividad e integración de esfuerzos Alianzas Convenios

5. Ordenamiento territorial y gestión de riesgos

Zonificación y cambios de uso de la tierra Normativas establecidas y aplicadas Incentivos para el ordenamiento Catastro urbano y rural Niveles de vulnerabilidad

9. Nivel de organización y participación de actores

Organismo de cuencas con competencia establecida o Comités Interinstitucionales, plataformas de concertación Organizaciones locales participando en comités de cuencas Organizaciones comunitarias o municipales que realizan actividades de cuencas (juntas de agua)

10. Nivel de planificación y ejecución de planes y proyectos para el manejo de cuencas

Planes y proyectos elaborados Planes y proyectos ejecutados Organizaciones que participan en la planificación e implementación de planes y proyectos de cuencas

Cuadro 3. Criterios e indicadores relacionados al manejo y a la cogestión de cuencas para elaborar línea base y su monitoreo en micro y subcuencas de América Central

Criterios

Indicadores básicos

Actores y responsables

Instrumento y forma de medición

Escala espacial

Escala

temporal

1. Disponibilidad de agua en cantidad y calidad

Variación de los caudales en las fuentes y salidas de la cuenca

Juntas de agua, Organizaciones locales Comités de cuencas Instituciones del Estado

Correntómetro, aforos , etc.

Fuentes, pozos y cauces de la cuenca

Bianual: en época seca y lluviosa

Características físicas, químicas y biológicas

Juntas de agua, Organizaciones locales Comités de cuencas Municipio

Metodologías visuales, in situ y de laboratorio

Fuente, pozos y cauces de la cuenca

Bianual: en época seca y lluviosa

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2. Cobertura vegetal permanente y su régimen de uso apropiado en zonas críticas

Extensión, forma y grado de protección de zonas de recarga hídrica y zonas ribereñas

Juntas de agua, Comités de cuenca, Municipios, Instituciones del Estado, Organizaciones locales

Mapeo de la vegetación por transeptos, fotos aéreas, o imágenes de satélite, fotos desde puntos estratégico

Zonas de recarga hídrica de los principales fuentes de agua zonas ribereñas, humedales y manglares de la cuenca

Anual

Área afectada por incendios forestales

Municipio, Comités de cuenca, Cuerpo de bomberos, Instituciones del Estado, organizaciones locales

Mapeo de la vegetación por transeptos, fotos aéreas, imágenes de satélite.

Cuenca, Municipio, Mancomunidad

Anual

Área en reforestación, Regeneración de otras zonas de riesgo ambiental.

Municipio, Comité de Cuenca, Instituciones del Estado, Organizaciones locales

Mapeo de la vegetación o fotos aéreas, fotos de papel o digital

Zonas críticas de pendientes de altos riesgos de deslizamiento y de erosión

Bianual

3. Patrones de producción, consumo y comercialización amigables al medio ambiente

Manejo de pesticidas y fertilizantes en zonas de recarga y otras áreas críticas.

Propietarios, Instituciones del Estado, Comité de cuenca

Encuesta

Zona de recarga y fuentes de agua, unidades de producción

Anual

Implementación de tecnologías para el uso eficiente del agua y de energía.

Municipio, Comité de cuenca, Instituciones del Estado

Observaciones, Registro, Encuesta

Cuenca, Comunidad

Anual

Fincas con producción integrada, orgánica o fincas con determinada cobertura forestal y arbórea en zonas críticas.

Municipio, Organización empresarial, Comité de Cuenca, Instituciones del Estado

Registro de empresas

Empresas, Cooperativas Cuenca

Anual

4. Incidencia del manejo del agua en la salud pública

Manejo de desechos, aguas servidas y condiciones de la higiene sanitaria.

Municipio, Ministerio de Salud, Comité de Cuenca

Encuesta, fotos

Comunidad, Municipio, Cuenca

Anual

Frecuencia de enfermedades humanas de origen hídrico.

Municipio, Ministerio de Salud, Comité de Cuenca

Registros

Ministerio de Salud, Comité de Cuenca

Anual

5. Grado de organización, participación equitativa y convergencia para la gestión conjunta de cuenca

Funcionamiento eficiente de un comité de cuenca o

organización equivalente en aspectos técnicos, organizacionales y financieros (participación y equidad).

Comité de Cuenca, Consejo Municipal, Juntas de Agua, actores claves.

Autoevaluación Registros Encuesta

Comité de Cuenca Anual

Grado de articulación óptima de organizaciones locales e instituciones públicas y incidencia en la gestión y manejo de cuencas.

Municipio, Comité de Cuenca, Organizaciones locales, Instituciones del Estado

Grupos focales Registros

Municipio, Mancomunidad, Cuenca

Anual

Implementación de acciones prioritarias de interés colectivo de protección y gestión del riesgo ambiental.

Comité de Cuencas, Comisiones de gestión riesgo, Municipio, Organización local, Instituciones del Estado

Planes Registros

Comunidad, Municipio, Mancomunidad, Cuenca

Anual

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Frecuencia y resolución de conflictos sobre el uso de agua.

Comité de Cuenca, Municipio, Juntas de Agua, Instituciones del Estado

Grupos focales Comunidad, Municipio, Cuenca

Anual

6. Políticas y normas locales o nacionales para el manejo y gestión de cuencas

Vigencia, operatividad, y cumplimiento de ordenanzas municipales y leyes nacionales para la protección ambiental y de la cuenca.

Municipio, Comité de Cuenca, Instituciones del Estado

Actas Publicaciones Observación directa Grupo focal

Municipio, Cuenca, Macomunidad

Anual

Elementos de manejo de cuencas en planes de desarrollo municipal y de ordenamiento.

Municipio, Comité de Cuenca

Registros Planes de inversiones Planes de ordenamiento

Municipio, Mancomunidad, Cuenca

Anual

Mecanismos de financiamiento o fondo ambiental para el manejo de cuencas.

Comité de cuenca, Municipio, Instituciones y Organizaciones de la cuenca

Registro Encuesta

Municipio, Maconcomunidad, Cuenca

Anual

Cuadro 4. Indicadores de cogestión de cuencas seleccionados por los actores locales en la microcuenca la Soledad, en Valle de Ángeles, Honduras

Indicador Actor responsable

Forma de medición Escala espacial

Escala temporal

1. Elaboración e implementación del plan de cogestión de cuencas

Consejo de Cuenca

-Grupo focal con preguntas orientadoras

Microcuenca y Municipio

Dos veces al año

2. Funcionamiento del Consejo de Cuenca

Consejo de Cuenca

-Observación participativa - Entrevista estructurada con preguntas abiertas. -Grupo focal con preguntas orientadoras

Consejo de cuenca

Dos veces al año

3. Mecanismos de financiamiento para la cogestión de cuencas

Consejo de Cuenca

-Análisis de documentos - Grupo focal con preguntas orientadoras

Consejo de cuenca

Anual

4. Calidad del agua en las fuentes de la cuenca

Consejo de Cuenca

-Instrumentos de laboratorio Fuentes de agua de la microcuenca y del municipio

Anual

5. Cantidad de agua Juntas administradoras de agua y Alcaldía municipal

-Aforo volumétrico Dos veces al año

6. Frecuencia de enfermedades de origen hídrico

Centros de salud de Valle de Ángeles y Cerro Grande

-Extracción de registros Microcuenca y Municipio

Mensual

7. Áreas afectadas por incendios, inundaciones, deforestación y deslizamientos

Cuerpo de Bomberos del municipio

-Fotografía aérea -Reconocimiento en campo -Análisis de documentos y registros

Microcuenca y Municipio

Mensual

8. Vigencia, operatividad y cumplimiento de leyes nacionales y ordenanzas municipales para la protección ambiental y de la cuenca

Corporación municipal y dirección de justicia del municipio

-Análisis de documentos -Observación participativa -Entrevistas estructuradas -Encuestas -Reflexión conjunta

Microcuenca y Municipio

Anual

9. Extensión y forma de protección de las zonas aparentes de recarga hídrica

Unidad Municipal Ambiental (UMA)

-Análisis de documentos -Fotografías aéreas -Reconocimiento en campo

Zona aparente de recarga hídrica

Dos veces al año

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3.3 Estándares referenciales para cada indicador Así como cada indicador tiene una expresión en el momento de su medición y este es un referencial para su comparación en otro momento (monitoreo), existe una referencia que permite evaluar el estado del recurso, proceso u objeto denominado valor estándar, ideal o propuesto a lograrse para que se pueda considerar útil o suficiente a los fines que le corresponda (cuadro 5). En principio el impacto de un proyecto, programa o plan se habrá logrado cuando los indicadores sean compatibles con la sostenibilidad. En algunos casos este referencial se puede tomar desde normativas de salud (calidad del agua), en otros casos corresponde a condiciones naturales (protección de fuentes de agua), calidad (organización eficiente y eficaz) y en otros casos se busca un equilibrio (balance hidrológico). Cuadro 5. Ejemplo de estándares de calidad de agua desde el punto de vista de la salud humana.

Indicador / Variable Unidad Estándard Calidad bacteriológica en las fuentes abastecedoras de agua para consumo humano

Coliformes fecales

U/ml 0

Calidad física en la captación de agua del acueducto

Turbidez Unidad 0 – 5 UNT Sólidos totales mg/L 0

Calidad química en la captación de agua del acueducto

pH Unidad 6.5 – 8.5 Nitritos mg/l 0 – 0,1 Cloruros mg/l 0 – 100 DBO mg/l > 4

Calidad bacteriológica en la salida de la cuenca

Coliformes totales UC 0

3.4 Algunas experiencias de uso de indicadores Según Becerra (1993), la FAO ha elaborado criterios o indicadores de carácter físico, biológico, administrativo, social y de equidad en el ámbito de las cuencas, dentro de los que se encuentran: indicadores del desarrollo institucional, indicadores del aprovechamiento de los recursos naturales, mejoramiento ambiental, disminución de daños económicos aguas abajo, educación ambiental. Müller (1996) presenta una propuesta para el área de la agricultura y de los recursos naturales, la cual se llevó a cabo por el IICA y la Cooperación Alemana para el Desarrollo. El proyecto estuvo dirigido a proveer a la región de las herramientas necesarias para formular políticas que promuevan la agricultura y el manejo sostenibles de los recursos naturales. Se dio mayor énfasis a la cuestión de cómo medir el progreso de la sostenibilidad y de cómo definir indicadores que aporten esa información. Para llevarse a cabo se tomó como ejemplo la cuenca hidrográfica del río Reventado en Costa Rica y se propuso un enfoque metodológico para el diseño de indicadores al nivel de finca y de la cuenca. Estos se definieron de acuerdo con la situación específica o problema que debe ser analizado. En este caso particular se consideró a los agroecosistemas como la unidad apropiada para el análisis de la agricultura y la sostenibilidad, confrontándose las tres dimensiones: ecológica, económica y social. También se identificaron cuatro propiedades fundamentales de los agroecosistemas sostenibles: productividad, estabilidad, resiliencia y equidad. Finalmente, considerando las

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dimensiones y las propiedades fundamentales, los indicadores se clasificaron por nivel de cuenca hidrográfica, con un total de 48; por nivel de finca, con un total de 45. Otro ejemplo sobre identificación e implementación de indicadores es el caso de la OIMT (1998), que marcó su orientación futura de trabajo y actividades para fomentar la conservación, la ordenación y el desarrollo sostenible de los bosques tropicales dentro del marco del Convenio Internacional de las Maderas Tropicales de 1994, identificando criterios e indicadores para la ordenación sostenible de los bosques tropicales naturales, basándose en los criterios aprobados por todos los miembros de la Organización a fines de 1991 y publicados en marzo de 1992. Los criterios e indicadores iniciales de la OIMT, por ser los primeros en su género, cumplieron un importante papel en el proceso hacia la ordenación sostenible de los bosques tropicales, especialmente en el contexto del objetivo del año 2000 de la OIMT, ofreciendo un centro de atención para la acción urgente y para la cooperación y asistencia internacional. El propósito de los criterios e indicadores de la OIMT es facilitar a los países miembros una herramienta depurada para evaluar las tendencias y los cambios observados en las condiciones del bosque y los sistemas de manejo a nivel nacional y a nivel de la unidad de ordenación forestal. Al identificar los principales elementos de la ordenación forestal sostenible, los criterios e indicadores ofrecen un medio para evaluar el progreso realizado en el logro del objetivo del año 2000: “Aumentar la capacidad de los miembros para aplicar una estrategia para conseguir que para el año 2000 las exportaciones de maderas y productos de maderas tropicales provengan de recursos forestales ordenados de forma sostenible”, además de constituir un instrumento para seguir los nuevos avances alcanzados en el próximo siglo. Estos indicadores identifican la información necesaria para seguir los cambios, tanto en el bosque mismo (indicadores de resultados) como en los sistemas de ordenación forestal y ambiental (indicadores del proceso). Si los valores de los indicadores se colocan en una secuencia temporal o cronológica, pueden dar información sobre la dirección del cambio, ya sea en favor o en contra de la ordenación forestal sostenible. En total fueron establecidos 7 criterios y 66 indicadores: establecimiento de las condiciones necesarias para la ordenación forestal sostenible (9 indicadores), seguridad de los recursos forestales (5), estado y salud del ecosistema forestal (5), producción forestal (12), diversidad biológica (8), suelos y recursos hídricos (9) y aspectos sociales, culturales y económicas (18). Dentro del marco del proyecto IICA/GTZ sobre agricultura, recursos naturales y desarrollo sostenible, Müller et al. (1998) realizaron una investigación sobre indicadores de sostenibilidad, el objetivo fue analizar el impacto del uso de la tierra sobre la calidad de los suelos en la cuenca media del río Reventado en Costa Rica. Para tal fin se identificaron indicadores de calidad del suelo que permitieran medir cambios en las características del suelo en función del uso de la tierra. Se compararon dos tipos de uso agropecuario que diferían en términos de la intensidad de la intervención humana: áreas usadas como potreros para una ganadería extensiva y áreas dedicadas a un uso intensivo de producción hortícola. Los indicadores considerados fueron: contenido de materia orgánica, índice estructural del suelo, erosión visible, grosor del horizonte A y acidez (pH y contenido de aluminio). Los resultados indicaron que la producción intensiva de hortalizas conduce a una degradación de los suelos.

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El CIAT (2000), en colaboración con el Banco Mundial y el PNUMA, llevaron a cabo un proyecto que se enfocó en el desarrollo y uso de indicadores para medir la sostenibilidad rural en América Central y hacerle seguimiento. En vista de la necesidad existente en América Central, de integrar los aspectos ambientales, económicos y sociales en los procesos de toma de decisiones sobre el desarrollo al nivel regional, nacional y local, en 1998, se inició este proyecto basándose en una iniciativa anterior desarrollada por el CIAT y el PNUMA, sobre indicadores ambientales y de sostenibilidad para la región de América Latina y el Caribe. Si bien se encontraban disponibles algunos indicadores económicos y sociales que influían en ciertas decisiones políticas, fue necesario establecer indicadores comparables para apreciar, monitorear y evaluar, los cambios e impactos en el estado y la calidad del medio ambiente y de los recursos naturales. Finalmente se identificaron cuatro grupos de indicadores de acuerdo al modelo presión-estado-impacto-respuesta:

� Indicadores básicos por componente: 24 en total, distribuidos en 6 distintos componentes (social, económico, ambiental, socioambiental, económico-ecológico y socioeconómico).

� Indicadores básicos por problemas: con 11 problemas identificados (uso de tierras, bosques, aguas dulces, biodiversidad, recursos marino-costeros, atmósfera, energía, dinámica social, dinámica económica, infraestructura, eventos naturales), dando un total de 44 indicadores.

� Indicadores por componentes: consideran los 6 componentes del grupo I, en total suman 116 indicadores.

� Indicadores complementarios por problemas: consideran los 11 problemas del grupo II y suman en total 95 indicadores.

Una vez identificados los distintos indicadores se realizaron dos estudios de caso para poner en práctica algunos de ellos; el primer estudio fue sobre la dimensión político-administrativa, que se centró en el departamento de Matagalpa, en Nicaragua. El segundo estudio fue sobre la dimensión ecológica, que se centró en la cuenca del río Tascalapa, en Honduras. El ICE (2002) a través de la Unidad de Manejo de Cuenca del Río Reventazón (UMCRE), a partir del 2001, implementa anualmente una serie de indicadores divididos en cinco grandes programas, con el fin de dar seguimiento a las actividades consideradas en el plan de manejo de la cuenca:

1) General: número de instituciones participantes, número de publicaciones técnicas, número de convenios firmados, etc.

2) Agrosilvopastoril: número de fincas con ganadería semiestabulada, con café, con lombricomposteras, número de biodigestores, etc.

3) Manejo de cobertura vegetal: número de viveros establecidos, árboles producidos, reforestados, árboles sembrados, monitoreados, planes de manejo de áreas de protección formulados.

4) Educación ambiental: número de módulos publicados, escuelas involucradas, eventos, número de estudiantes, proyectos individuales realizados en escuelas jóvenes, etc.

5) Infraestructura: número de obras diseñadas, presupuestadas, construidas y número de asesorías brindadas.

Fajardo (2002) formuló un estándar de principios, criterios e indicadores para el manejo sostenible de bosques en Honduras, con énfasis en la protección de cuencas hidrográficas.

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Tomando en cuenta que dicho país no disponía de un estándar que permitiera medir la efectividad del manejo del recurso forestal con un enfoque de manejo de cuencas, la autora elaboró una metodología que permitiera monitorear las acciones de manejo que realizan las municipalidades, con el fin de reorientar las políticas y decisiones al respecto. El trabajo se desarrolló en forma participativa, definiendo niveles de consulta: expertos nacionales, actores locales de la cuenca del río Catacamas, usuarios del agua potable, representantes de instituciones y habitantes de la cuenca, con el propósito de considerar las necesidades y opiniones de todos los sectores involucrados en el manejo de la cuenca. La investigación se desarrolló en cuatro etapas metodológicas: caracterización de la cuenca, formulación del estándar inicial (mediante revisión bibliográfica y la experiencia profesional), selección y priorización de los indicadores, y formulación del estándar final y propuesta metodológica para monitorear el manejo forestal con un enfoque de cuencas hidrográficas. El estándar final propuesto está integrado por 4 principios, 17 criterios y 41 indicadores agrupados en dimensiones: ambiental, social, económica e institucional. Ammour et al. (s.f.) validaron una metodología de monitoreo y evaluación para fortalecer la estrategia participativa de desarrollo del Estero Real en Nicaragua, cuyo objetivo fue contribuir a fortalecer los procesos de decisión de los actores sobre el uso de la tierra en el ecosistema de manglar. El trabajo se realizó durante un año, en tres fases:

1) Diseño de la estructura de evaluación: los intereses de los actores participantes fueron considerados como los aspectos a ser evaluados dentro de la estructura y de ellos se derivaron 14 variables y 48 indicadores.

2) Determinación de línea base y su evaluación: consistió en la búsqueda de información para alimentar las bases de datos, la agregación de indicadores, análisis de información y reflexión.

3) El diseño del sistema de monitoreo y la toma de decisiones: concluyó con el inicio del montaje del sistema de monitoreo y evaluación, las recomendaciones y las actividades prioritarias para promover el desarrollo de la zona.

Los resultados de la línea base demostraron que, acorde con la escala de sostenibilidad definida en las dimensiones seleccionadas (socioeconómica y ecológica), la zona de estudio fue clasificada como potencialmente insostenible. El trabajo permitió ajustar la estructura de evaluación construida con los actores, de manera a identificar aquellos indicadores prioritarios a ser incluidos dentro del sistema de monitoreo del área con sus respectivos responsables. Adicionalmente, se identificaron los vacíos de información necesarios de completar para poder monitorear y evaluar los indicadores ecológicos y algunos del aspecto organizativo. Por último, los autores señalan la importancia del estudio, ya que se generó una de las primeras experiencias de evaluación de la sostenibilidad de una zona con la participación activa de los actores involucrados en el uso, control y regulación de los recursos naturales del área. 3.5 Algunas lecciones aprendidas sobre uso de indic adores en sistemas de monitoreo El CIAT (2000) describe una serie de lecciones aprendidas en América Central respecto al desarrollo de indicadores, dentro de los que destacan:

• Sin la participación de los usuarios, de los encargados de tomar decisiones y de

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otros grupos interesados, una labor de desarrollo de indicadores no será eficaz ni sostenible.

• Es necesaria una comprensión integral de los procesos para que un proyecto de indicadores sea eficaz.

• Si se desea generar habilidades en forma sostenible, no basta con dar a las instituciones herramientas ya elaboradas. Tiene igual o mayor importancia capacitarlas en la manera de elaborar y mejorar esas herramientas.

• La limitada capacidad de las instituciones, el intercambio inadecuado de información entre ellas y la falta de sostenibilidad de muchas iniciativas dirigidas al desarrollo de indicadores son tres obstáculos que se oponen al éxito de un proyecto de indicadores.

• La interacción que se haga sólo con técnicos que trabajan con grupos de interés, no es suficiente cuando los resultados se usan en la formulación de políticas y si se espera que el proyecto sea sostenible.

Fajardo (2002), en su propuesta de estándar para monitorear el manejo del bosque con enfoque de cuencas, afirma que las inquietudes manifestadas por los actores locales, respecto a los factores a considerar para la formulación de dicho estándar, se enmarcan en la falta de aplicación de las leyes ambientales, el poco control que ejercen las autoridades en el uso del recurso forestal y la poca capacidad de las municipalidades para involucrar a la población local. Además, la autora señala que los actores locales identificaron las debilidades institucionales como uno de los principales factores que impiden el manejo sostenible del recurso forestal en las cuencas abastecedoras de agua potable. En este sentido, resaltó la limitada capacidad técnica y económica de las municipalidades. Un aspecto importante es el hecho de que el estándar no pudo validarse en campo debido a las limitantes de tiempo y recursos financieros, por lo que la metodología deberá ser implementada en diferentes cuencas para mejorar los indicadores propuestos. Respecto a las lecciones aprendidas por Ammour et al. (s.f.) sobre la aplicación de la metodología de monitoreo, se pueden rescatar los siguientes puntos:

� El proceso participativo no fue factible en todos los momentos de aplicación de la metodología, especialmente para los participantes de las comunidades rurales. La parte correspondiente a definición de variables e indicadores son ejercicios muy técnicos que es difícil compartir con los representantes comunitarios.

� Los momentos en que la participación de los pobladores es altamente necesaria son, entre otros: la identificación de intereses a evaluar, la identificación de rangos óptimos y mínimos para cada indicador y la definición de acciones de acuerdo a los resultados.

� Las marcadas diferencias académicas obliga a desarrollar algunos pasos del proceso en espacios diferenciados para no perder el análisis de las realidades e intereses de cada grupo (pobladores, funcionarios a nivel local).

4. LA LÍNEA BASE EN EL MANEJO, GESTIÓN Y COGESTIÓN DE CUENCAS

El manejo y gestión de cuencas están articulados en un conjunto lógico y secuencial de pasos que incluye desde el reconocimiento de la cuenca y los actores, la caracterización y diagnóstico, la zonificación y ordenamiento del territorio, el establecimiento de la línea base, la formulación del plan de manejo o gestión, la implementación del mismo, el seguimiento, monitoreo y evaluación y finalmente la sistematización de experiencias y la comunicación. Dentro de esta lógica, el sistema de monitoreo tiene su fundamento en un conjunto de

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indicadores que permiten identificar, caracterizar, cualificar o cuantificar la situación de partida, a fin de tener elementos objetivos con base en los cuales analizar y evaluar los avances, problemas, y resultados de las intervenciones, en el corto, mediano y largo plazo. A ese conjunto de indicadores se les denomina línea base y se considera hoy día un componente esencial de todo proyecto o programa de manejo y gestión de cuencas hidrográficas. La línea base refleja la situación inicial de la población objetivo en relación con las dimensiones o problemas que el plan o proyecto pretende abordar. Es la medida inicial de las variables y procesos que se esperan modificar con la intervención, pero incluye, además, la primera medida de las variables de contexto que enmarcan los procesos que se quieren modificar. Es el punto de partida de la intervención y, por lo general, recoge datos tanto de carácter agregado como de tipo específico sobre la población objetivo. En este sentido, es la primera contribución hacia la precisión del diseño de la intervención y hacia las decisiones de procedimiento de la intervención. La línea base es ese conjunto de indicadores que sirven como marco de referencia cualitativo y cuantitativo para poder verificar, analizar, monitorear, dar seguimiento y evaluar los resultados, impactos y cambios a nivel biofísico, socioeconómico y ambiental, relacionados con la implementación de actividades de un plan, un proyecto o un programa de manejo de cuencas hidrográficas. Los indicadores de línea base se pueden determinar a partir de la caracterización y el diagnóstico y con base en la experiencia y conocimientos de expertos. La línea base se fundamenta en indicadores cuantitativos y/o cualitativos relacionados con los problemas priorizados en el diagnóstico. Si no existe información, el proyecto, plan de acción, manejo, gestión o cogestión, o el programa debe establecer una referencia directa sobre la cual se podrá evaluar el proceso de manejo de la cuenca. En el proceso de desarrollo o determinación de la línea base es importante tener en cuenta tres preguntas fundamentales: la primera trata de especificar los estudios realizados, contestando a la pregunta: ¿Se han documentado los procesos sociales, económicos, ecológicos, productivos relativos al uso y manejo de los recursos naturales de la cuenca? La segunda cuestión se refiere a la participación de los grupos de interés en la documentación de las condiciones de la línea base, es decir, ¿Quiénes participan en la construcción de la línea base y con qué niveles de poder de decisión? Finalmente, la tercera interrogante tiene que ver con la funcionalidad de la línea base, o sea, ¿Se considera que la línea base es adecuada para servir como referencia para el análisis de los cambios futuros que se pretenden impulsar? Las respuestas a estas preguntas ayudan a precisar y ajustar el contenido de la línea base a los alcances y objetivos del proceso de intervención en la cuenca. 4.1 El objetivo de una línea base en cuencas El objetivo general es establecer los indicadores de comparación para medir en el tiempo (anualmente o un periodo mayor) la evolución de los indicadores relacionados con la situación o procesos de cambios de los aspectos físicobiológicos o naturales (recursos agua, suelo, vegetación) y socioeconómicos. Esto permite elaborar la referencia o punto inicial de la cuenca como estaba la cuenca antes de intervenir con el plan de manejo o el plan de gestión.

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4.2 Metodología para elaborar una línea base a) Consideraciones generales y alcances Por lo general en levantamiento de una línea base esta vinculada al diagnóstico o análisis de contexto territorial, sin embargo, estos, en la mayoría de los casos, solo cumplen con reunir información sobre los aspectos biofísicos y socioeconómicos que existen en una cuenca, sin llegar a profundizar sobre la expresión cuantitativa o cualitativa del estado de la cuenca, lo cual se alcanza con el indicador y los índices. En la actualidad se torna necesario contar con parámetros de medición más completos y de esta forma poder visualizar los cambios que están existiendo en la cuenca en los aspectos ambientales más relevantes o aquellos que tengan mayores impactos. En el levantamiento de líneas bases, la mayor experiencia acumulada se ha realizado en las EIA (Evaluaciones de Impacto Ambiental) estas no son más que la expresión general del levantamiento de una línea base en el ámbito de cuenca, sin precisar las externalidades o beneficios de las cuencas. Cabe mencionar que el levantamiento de las líneas bases en la medición de impactos ambientales lleva implícito el levantamiento de una línea base para el manejo de cuencas hidrográficas. Los datos e información necesaria para establecer un indicador del estado de la cuenca no siempre están disponibles, ya sea por falta de series continuas de tiempo, por limitantes en la calidad, o por no corresponder a la misma posición geográfica. En el caso de la información socioeconómica las estadísticas están referidas a territorios político-administrativos, limitando su expresión a los territorios de cuencas hidrográficas. Para el caso de cuencas pequeñas, microcuencas o cuencas de poca importancia (hidroeléctricas principalmente), generalmente no presentan registros apropiados de información para generar los indicadores. Se espera que el equipo o actores que participen en el levantamiento de la línea base de una cuenca sean capacitados y entrenados, además de contar con guías, manuales y metodologías claras y precisas de lo que se debe realizar al tomar un dato. También es importante mencionar que la línea base será el instrumento especial, para medir el estado en que se encuentra una cuenca, y de esa información partir para las siguientes evaluaciones que se desarrollaran en ella, a razón de observar el grado de avance o retroceso que se haya logrado por la ejecución del plan de manejo de la cuenca, o sobre los impactos negativos más relevantes que se hayan encontrado al momento de levantar la línea base (indicador). b) Etapas para determinar participativamente la lín ea base 1) Definición de la organización interesada y responsable El paso inicial corresponde a una parte del proceso de planificación (elaboración del plan de manejo de la cuenca), entonces se debe identificar quién o quiénes serían los responsables de apoyar este trabajo, son ellos los que utilizarán los resultados. Entonces se deben definir las responsabilidades, necesidades, compromisos y capacidades de la organización o de los responsables. En ausencia de un comité de cuencas se suele trabajar con un comité gestor, el comité ambiental municipal o la unidad municipal ambiental

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2) Reuniones divulgativas Es fundamental que el comité y otros actores analicen la necesidad de elaborar una línea base que exprese la situación de partida, integrando los aspectos de manejo y gestión de la microcuenca, ya que eso les permitirá conocer cómo se producen los cambios e impactos a favor tanto del manejo como de la gestión, o cómo influye la gestión en el manejo. El consejo o la organización deben estar convencidos sobre la importancia de elaborar este instrumento orientador, que le permitirá ajustar y tomar decisiones para mejorar la planificación de actividades o respaldar su toma de decisiones. Posteriormente es conveniente elaborar un listado de instituciones presentes en la microcuenca y otro tipo de actores locales vinculados con su manejo para convocarlos a una reunión. Dicha reunión es útil como acercamiento entre el consejo de cuenca y los actores locales. Asimismo, es oportuna para ver la disponibilidad de participación, definir contactos para la facilitación de información necesaria sobre la zona de estudio, identificar algunas limitaciones para la implementación de la investigación y finalmente, conviene se fije una fecha de reunión en la que se identificarán los indicadores de gestión y cogestión de cuencas. 3) Organización de equipos de trabajo Con la aprobación de realizar el trabajo para elaborar la línea de base, el comité organizará dos equipos de trabajo: uno para recopilar la información disponible y otro para apoyar en el trabajo de campo (levantamiento de información complementaria que pueda ser requerida). Posteriormente se analizará que información es importante recopilar (indicando fuentes, año, autores, etc.) y la forma preferible de su recopilación, de acuerdo a los indicadores que se definan o identifiquen. 4) Identificación de indicadores Una vez establecidos los contactos con actores de la microcuenca, se realiza un taller con todos los interesados en participar para identificar cuáles son los indicadores que consideran relevantes para que estos sean parte de una línea base. Como punto de partida es conveniente proponer un listado de indicadores y repartirlo a cada asistente para posteriormente abordarlos de uno en uno, explicando en qué consisten y el trabajo que involucra cada indicador. Además de los indicadores propuestos, debe quedar abierta la posibilidad de incluir otros de relevancia en la zona de estudio. Posteriormente, se deja un espacio para preguntas, comentarios y sugerencias respecto a cada indicador, donde los participantes tengan oportunidad de abordarlos refiriendo su importancia, utilidad, relevancia, etc., incluso relacionando los indicadores con sus actividades cotidianas. Otro aspecto importante en este taller es analizar el costo, el esfuerzo y compromiso para levantar y organizar la información y cómo se podrá monitorear posteriormente (debiendo ser relevantes, flexibles y de fácil medición por los actores locales). Después del periodo de análisis y discusión por parte de los asistentes, se procede a definir los indicadores adecuados para ser incluidos en la línea base y posterior monitoreo. Este proceso participativo con todos los actores, permite generar una lista de indicadores, los cuales se agrupan en un cuadro que describa el indicador, los actores responsables para la validación, la forma de medición, la escala espacial y temporal. Además, este espacio es oportuno para nombrar un coordinador por cada indicador seleccionado.

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5) Recopilación y análisis de información Consiste en la búsqueda de toda información / datos referente a la cuenca y que tenga relación con los indicadores propuestos (paso anterior). El análisis de información se realizará para valorar la calidad y utilidad de información recopilada, determinando la necesidad de completar la información revisando otras fuentes u obtener datos de campo ya sea para actualizar o levantar nuevos datos. Criterios de temporalidad (datos actualizados o registros históricos) y nivel de detalle deben considerarse para cada indicador y no solo la calidad. En muchos casos será necesario generar la información, pues no existe. Se recomienda revisar las estadísticas oficiales, los planes estratégicos (y su fuente original de datos), así como los planes rectores, diagnósticos, estudios de tesis para las cuencas, mapas y otros estudios relacionados. Esta información se organiza en una base de datos documental.

6) Establecimiento de los indicadores Con la información levantada y la disponible, se realizarán un taller para socializar y discutir el valor inicial (en el caso de indicadores cuantitativos) o la descripción que caracteriza la situación de partida (indicadores cualitativos) para cada indicador. Esa información será integrada en los protocolos de monitoreo de los indicadores, que se describe luego. 4.3 Protocolos para el monitoreo de indicadores Una vez identificados los indicadores se procede a elaborar un protocolo para cada indicador seleccionado. Dicho protocolo se compone de tres secciones:

1) Caracterización del indicador. Cada indicador es caracterizado mediante los siguientes atributos: tipo de indicador, descripción del mismo, importancia y utilidad, frecuencia de monitoreo, actor responsable del indicador, coordinador responsable del indicador, personal comprometido para levantar o recopilar, usuarios de la información, lugar o sitio específico donde se levantan los datos, técnicas e instrumentos utilizados para obtener la información, costo y tiempo necesario para obtener la información, red de información entre personal operativo y usuarios de la información, forma de registrar y almacenar los datos, responsable de organizar la información, monitoreo posterior y capacitación y supervisión para la toma de los datos. La caracterización es lo más técnica posible, ya que no siempre será la misma persona quien realice la medición, esta explicación debe ser sencilla y de fácil comprensión para el tipo de personal que realice el monitoreo

2) El formato para recopilar la información: varía de acuerdo a cada indicador, desde una

tabla estructurada, hasta un listado de preguntas orientadoras.

3) El instructivo para llenar el formato: detalla paso a paso la forma de tomar los datos necesarios y registrarlos en el formato.

Para la elaboración de los protocolos se requiere un amplio conocimiento de cuenca, de ahí la importancia de hacer una búsqueda de toda información de la misma, relacionada con su manejo y gestión, pero principalmente con los indicadores propuestos. En esta etapa se tiene un acercamiento directo e intensivo con los actores seleccionados como responsables de validar los indicadores, para analizar la información con la que disponen, así como sus actividades cotidianas, las cuales deben estar directamente

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relacionadas con los indicadores, tratando en todo momento que el contenido de los formatos esté de acuerdo a sus capacidades y que las acciones para recabar la información necesaria para determinar el estado del indicador, no requieran esfuerzo, tiempo y recurso mayor al invertido en sus tareas diarias. Posteriormente se hace un análisis de la información recabada para valorar su calidad y utilidad, determinando la necesidad de completar la información revisando fuentes bibliográficas y obteniendo datos de campo, ya sea para actualizar o levantar nuevos datos. En el estudio de tesis de Rascón (2007), usted puede revisar, el desarrollo detallado de estos protocolos, aplicados a diferentes tipos de indicadores de manejo, gestión y cogestión de cuencas hidrográficas.

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5. BIBLIOGRAFÍA

Ammour, T; Gallo, M; Paniagua, C; Imbach A. s.f. Validación de una metodología para la consolidación de un sistema de monitoreo y evaluación de la estrategia participativa de ordenamiento de los recursos naturales del estero Real, Nicaragua. CATIE/UICN. Consultado 9 oct. 2006. Disponible en: http://www.rimisp.cl/webpage.php?webid=438

Becerra. E. 1993. Monitoreo y Evaluación de logros en proyectos de ordenamiento de

cuencas hidrográficas. VE, FAO. 24 p. CATIE (Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza). 2006. Protocolos para

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CIAT (Centro Internacional de Agricultura Tropical). 2000. Desarrollo de indicadores:

lecciones aprendidas de América Central. US, CIAT/Banco Mundial/PNUMA. 55 p. Fajardo, EN. 2002. Indicadores para el manejo de bosques en Honduras con énfasis en

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