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Bòlit-La Rambla/Dadespai Rambla de la Llibertat 1, 17004 Gerona Bòlit-Sant Nicolau Plaça de Sta. Llúcia 1, 17007 Gerona Lunes cerrado | Martes: 17 – 20 h Miércoles – domingo y festivos: 12 – 14, 17 – 20 h Limbicus Eija-Liisa Ahtila Jonathan Harris Isaki Lacuesta / Isa Campo Inauguración: 30 de septiembre de 2010 (19.30 h) del 1 de oubre al 12 de diciembre de 2010

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Bòlit-La Rambla/DadespaiRambla de la Llibertat 1, 17004 Gerona

Bòlit-Sant NicolauPlaça de Sta. Llúcia 1, 17007 Gerona

Lunes cerrado | Martes: 17 – 20 hMiércoles – domingo y festivos: 12 – 14, 17 – 20 h

LimbicusEija-Liisa AhtilaJonathan Harris

Isaki Lacuesta / Isa Campo

Inauguración: 30 de septiembre de 2010 (19.30 h)

del 1 de octubre al12 de diciembre de 2010

«No se puede tomar una decisión sin emoción, y todas las decisiones supuestamente lógicas y razonables están contaminadas por una emoción. O existe emoción o no existe decisión.»

Eduard Punset1

«Es hora de reconocer que los humanos somos mejores haciendo que entendiendo, experimen-tando que inventando. Vivimos bajo la ilusión de orden, creyendo que es posible planear y predecir. Nos da pánico lo aleatorio, pero vivimos de sus frutos. Nos da pánico asumir una realidad donde lo aleatorio juega un papel tan importante y donde, en ocasiones, la habilidad y la preparación pueden

desempeñar un rol insignificante y poco relevante. Dejemos que la gente experimente y busque el suceso aleatorio. A veces es un buen camino hacia el éxito.»

Nassim Nicholas Taleb2

Según gran parte de los científicos que lo estudian, el cerebro humano es la máquina más com-pleja e ininteligible en su totalidad que existe, un órgano que conserva, aún hoy, no pocos enigmas por resolver. Uno de ellos está relacionado con su actividad. Algunas investigaciones, como las realizadas

por el neurólogo Marcus E. Raichle3, revelan que el volumen de energía que consume el cerebro para responder a su entorno (un 10%) no se corresponde con el total de energía necesaria para su funcionamiento, siendo la predicción su principal actividad. Como si de una bola de cristal se tratara, el cerebro compara los estímulos externos recibidos con la

información ya procesada, de manera que activa el cuerpo a partir del contraste de la información, an-ticipándose al futuro más inmediato; es decir, prediciéndolo. En opinión de Raichle, para la gestión de esta «energía oscura» es imprescindible el desarrollo y la activación de atributos exclusivos del género humano, como la imaginación y la creatividad.

Desde la práctica del arte, Limbicus alude al sistema límbico y, por tanto, a la zona cerebral que controla la energía emocional que se libera al abordar situaciones vinculadas al entorno físico y social. Es el espacio donde se detectan todo tipo de reacciones mediante las emociones y, por tanto, afecta a la personalidad, la conducta, la memoria y los instintos.

A través del trabajo de los creadores Jonathan Harris (Shelburne, Vermont, EE.UU., 1979), Eija-Liisa Ahtila (Hämeenlinna, Finlandia, 1959) e Isaki Lacuesta/Isa Campo (Girona, 1975 y Oviedo, 1975), Limbicus ofrece un espectro de relatos que compartir y descodificar, y que se extienden desde la cotidianidad ubicua de Internet hasta universos irreales de la psicosis o la magia y la adivinación. Leerlos depende del grado de empatía e identificación, de implicación y compromiso en el juego del azar, con una recomendación: asumir las reglas de lo imprevisto y situarse fuera del escenario de la razón.

Desde que, armado con una linterna, Diógenes (iv a.C.) se paseaba por Atenas con el objetivo de descubrir, escrutando los rostros de las personas con que se topaba, al «único hombre honesto de la Tierra», la historia de la filosofía ha visto incontables intentos de desentrañar el mundo de las emociones,

de analizarlo y de establecer categorizaciones que permitan su conocimiento pormenori-zado y su catalogación.

Pero se trata de una tarea no resuelta. En efecto, la definición concluyente de las emociones no ha sido posible a pesar de los esfuerzos invertidos desde Aristóteles4 hasta Sartre5, pasando por Spinoza6, Hume7, Descartes8, William James9 o Sigmund Freud. Desde la ciencia y la antropología también se han explorado aspectos de la comuni-cación y lectura de las emociones, como hicieron Charles Darwin10 o Margaret Mead, interesados, además, por su motivación y cognición. Cabe destacar también al psicólogo Paul Ekman11, aún hoy dedicado al estudio de las emociones para demostrar su univer-salidad. Tal como relató Malcolm Gladwell en uno de sus lúcidos artículos en The New Yorker,12 Ekman lleva toda una vida ocupado en el estudio de la taxonomía de las expre-siones faciales al objeto de descodificar, a partir de las mismas, las emociones humanas. Seguir sus pasos, como hace Gladwell, revela un proceso tan intenso como sujeto a algo tan escurridizo e inabarcable como el mismo subconsciente. A través de entrevistas vi-deográficas, exploraciones antropológicas y ensayos y estudios de anatomía, Ekman fi-

nalmente ha conseguido seleccionar, entre las 10.000 posibilidades expresivas detectadas en el rostro humano, unas 3.000 correspondientes al repertorio esencial de las emociones, tal como escribe en

por Rosa Pera

El código de la vida

—3 Raichle, Marcus E.: “The Brain’s

Dark Energy” en Science, 24 November2006: Vol. 314. n. 5803, pp. 1249-1250.

—1 Punset, Eduard: El alma está en el cere-

bro. Radiografía de la máquina de pensar. Santillana, Madrid, 2006. pp.209.2 Nassim N. Taleb, entrevistado por

Pablo Triana en “Mis conversaciones con Taleb”, a Bolsa. 2º trimestre, 2009. pp.54.

—4 Acerca del alma, 403 A.C.

5 L’être et le néant, 1943.6 “Del origen y naturaleza de los

afectos”, en Ética, 1677.7 A Treatise of Human Nature, 1739-40.

8 Les Passions de l’âme, 1649.9 What is an emotion?, 1884.

10 Darwin, Charles: The Expression of the Emotions in Man and Animals,

Londres, 1872.11 Ekman, Paul; Davidson, R.: The

Nature of Emotion: Fundamental Ques-tions, Oxford University Press, 1994.

12 Gladwell, Malcolm: «The NakedFace» en The New Yorker (5 agosto 2002).

su Sistema de Codificación de Acción Facial.13 Cabe señalar que este sistema es una herramienta utilizada a menudo tanto por psiquiatras como por animadores digitales de Pixar o DreamWorks, actualmente los más relevantes constructores de emociones desde la ficción.

Pero, ¿qué energía impulsa tantos esfuerzos por desvelar las emociones? Quizá sea la fascina-ción por lo que es apreciable pero no visible, detectable pero intangible; acaso porque, como decía el maestro de Ekman, Silvan Tomkins, «la emoción es el código de la vida». Un misterio del cual tenemos mucha información y muy pocas conclusiones.

Partiendo justamente de esta circunstancia, el artista y científico computacional Jonathan Harris aborda la cuestión desde otra perspectiva: tomar «la temperatura emo-cional del mundo en tiempo real»,14 y hacerlo desde un territorio para muchos «frío» y «aséptico» en cuanto a las maneras de establecer relaciones: Internet. Sin embargo, como rebatió Harris, precisamente por aquí es por donde circulan con mayor fluidez gran parte de los documentos visuales, textuales y sonoros más íntimos, por donde se articulan redes sociales de dimensiones inimaginables hace tan solo algunos años.

¿Es posible, a través de la frialdad de este código, alcanzar un conocimiento inmediato del «sen-tir» de una ciudad? La respuesta es sí, y esta afirmación va más allá de la metáfora. Harris, al cruzar dos elementos en principio distantes, como son las emociones y la estadística, lo ha hecho posible. Mediante la combinación de elementos de la ciencia computacional, la antropología, las artes visuales y el arte de narrar, Jonathan Harris se ha propuesto diseñar un sistema con el que explorar y explicar la naturaleza humana. We Feel Fine (www.wefeelfine.org) es una base de datos de más de un millón de sentimientos hu-manos que diariamente se incrementa con 15.000-20.000 nuevas entradas, en tiempo real. Este trabajo on-line escanea blogs y explota y analiza los contenidos relacionados con el estado emocional de las personas que obtiene en los mismos. Desde el año 2005 y sin interrupción, WFF se alimenta de los posts que rastrea en un gran número de blogs donde encuentra las frases «I feel» (siento) y «I am feeling» (estoy sintiendo). Una vez detectadas, las captura e identifica el «sentimiento» expresado (tristeza, alegría, depresión, etc.). Por otra parte, datos como la edad, el sexo y la situación geográfica del autor se pueden extraer de los mismos blogs y ser contrastados, por ejemplo, con la situación meteorológica en aquel momento. Con toda la información recopilada mediante la técnica de la observación pasiva (por tanto, no mediatizada, con cierto carácter de proceso psicoanalítico), y a partir de toda una serie de interfaces lúdicas, es posi-ble visualizar respuestas a preguntas bastante específicas, como: ¿se sienten los europeos más estresados que los americanos?; ¿las mujeres se sienten gordas más a menudo que los hombres?; ¿afecta la lluvia a cómo nos sentimos?; ¿cuáles son los sentimientos más representativos de las mujeres de Tokio de entre 20 y 30 años?; ¿qué siente ahora mismo la gente de Bagdad?; ¿cómo se siente la gente en Nochevieja?; ¿cuáles son las ciudades más felices del mundo?; ¿cuál es la evolución emocional de los que se jubilan?

Más allá de la carga simbólico-científica que puede tener este sistema, el proyecto contiene aspectos de gran interés. Si generalmente un archivo es considerado como una enorme compilación de datos estática y rígida establecida para ser consultada por expertos que analizarán diversos aspectos, en WFF asistimos a un cambio radical de paradigma: en este caso, el archivo es una estructura dinámica y cambiante a tiempo real, fuertemente accesible y que se nutre por sus propios visitantes, al mismo tiempo habitantes y analistas de datos. Más aún: es un sistema que puede ejercer de interlocutor. Como explica el propio Harris,15 si hay algo que nos une es la necesidad de explicarnos; a lo largo de la historia lo hemos intentado mediante poemas, canciones

—13 Ekman, Paul; Friesen, Wallace. V: Facial Action Coding System/Investigator’s, Consulting Psycholo-gists Pr, junio 1993.14 Harris, Jonathan; Kamvar, Sep: We Feel Fine. An almanac of Human Emotion. Scribner, 2009.—

—*Jonathan Harris y Sep Kamvar: We Feel Fine, 2009.Cortesía del artista.—

—15 www.ted.com/talks/jonathan_harris_tells_the_web_s_secret_stories.html—

o relatos, y ahora disponemos de una audiencia infinita que circula —y nos escucha— a través de Internet. WFF es un archivo donde pasado y presente coinciden orgánicamente, mientras hay miles de personas de todo el planeta que se confiesan, empatizan o simplemente se reafirman, en contraste con otros individuos con los que pueden, si así lo desean, establecer contacto al instante. De esta forma, WFF abre nuevas perspectivas, más democráticas y fluidas, en lo que se refiere a procesos relacionales entre las personas pero también desde procesos introspectivos, ya que no es lo mismo escribir un diario y guardarlo en un cajón que exhibirlo ante los ojos de los internautas o, en un proceso inverso, poder encontrar la distancia justa entre emisores y receptores de confidencias. Así lo explicita una de las entra-das en WFF: «Tengo un problema que estoy segura tienen otros bloggers: me encuentro perfectamente cómoda compartiendo detalles íntimos relativos a mis emociones con extraños que encuentro en Inter-

net, pero me da vergüenza expresar mis verdaderos sentimientos a alguien que conozca en la vida real.»16

En última instancia, WFF puede convertirse en sí mismo en una experiencia vital. Así lo constata el hecho de que el propio Harris mantenga contacto a través de los años con algunos de los protagonistas —como él mismo— de la experiencia WFF. Buen ejemplo de ello son los casos que nos narra este autor en su libro, convertidos en nodos de sus textos, a caballo entre el análisis científico y el relato literario.17

Como Harris, la finlandesa Eija-Liisa Ahtila también parte de la carga emocional que fluye por realidades cotidianas. Mediante filmes de aspecto documental, muestra epi-

sodios de la vida de toda una serie de personajes inmersos en conflictos existenciales, como el paso de la adolescencia a la vida adulta, la superación de la muerte de un familiar o el divorcio de la pareja. Cues-tiones filosóficas y psicológicas de la identidad humana son examinadas desde la perspectiva artística, poniendo de relieve el frágil hilo que separa (pero también une) la realidad y la ficción.

Construidos a partir de entrevistas con personajes de la vida real, los guiones son transmitidos por actores mediante contextos argumentales complejos, a partir de una condensación nada convencio-nal de lenguaje, sonido, imagen y espacio.

En los trabajos de Ahtila, el espacio es percibido como espejo constructor de la propia exis-tencia. A partir de realidades fragmentadas, a veces distorsionadas o trastocadas por el solapamiento de sonidos, palabras y gestos que parecen no encajar, emerge la visión de otros mundos, a menudo surrea-listas, episodios de trasfondo dramático y aire profundamente inquietante.

El uso que Ahtila hace del espacio y del tiempo no se limita solo al que rezuman las imágenes filmadas; el guión y la edición son esenciales, pero aún lo es más la manera en que las imágenes son per-cibidas físicamente. No en vano, Ahtila es sinónimo de innovación en la manera de construir y percibir relatos audiovisuales a través de la creación cinematográfica instalativa. Autora de filmes en 35 mm o de producciones para televisión, estos a menudo derivan en otros trabajos donde el espectador se ve des-plazado de la butaca a un espacio que debe compartir con los coprotagonistas cinematográficos. De pie y sin preámbulos, debe enfrentarse a la situación de descubrir rastros de su propio subconsciente, en un diálogo con historias que absorben su atención y le mantienen clavado en el suelo. Compartiendo espa-cio con personajes que relatan episodios vitales conducidos por una lógica propia, el que en otro tiempo fuera espectador pasivo participa ahora de una narrativa rota no solo en lo que se refiere a la historia que se cuenta, sino también en la estructura, fragmentada hasta las últimas consecuencias: en la forma, mediante diversas pantallas; en la edición, con escenas de cadencias y temporalidades distintas, a veces

—16 Harris, Jonathan; Kamvar, Sep: We Feel Fine. An almanac of Human

Emotion. Scribner, 2009. p. 1.

17 Al respecto, es interesante el rela-to a partir de la experiencia de T. J.

Cardelle (Harris, Jonathan; Kamvar, Sep: op. cit., pp. 26-29).

—* Eija-Liisa Ahtila: The Wind, 2002.

Copyright Crystal Eye Ltd, Helsinki.Cortesía Marian Goodman Gallery,

New York & Paris.—

ralentizadas o reiterativas; y finalmente, también en el lenguaje, con la extrañeza que provoca escuchar el finés mientras leemos el texto subtitulado en inglés, añadiéndose así aún otra capa de interpretación.

The Wind es la derivación instalativa de uno de los episodios que conformaron The Present, un trabajo anterior de Ahtila en el que la artista reunió cinco experiencias ficticias de mujeres en estado psicótico; en ellas, distintos elementos imaginarios se confunden con la realidad, involucrando siempre al espectador, a través de la narración, en un formato —cápsulas cortas y de contenido concentrado— similar al publicitario. En cambio, en The Wind, mediante una multiproyección de tres canales, presenta a una mujer en una habitación, espacio por donde libera sentencias inconexas relativas a episodios pa-sados que mezcla con sensaciones del presente, reales o imaginarias, o todo al mismo tiempo, usando el discurso desbocado de alguien que habla consigo mismo, con su subconsciente, con el espectador, o quizá con la nada. El monólogo, que versa sobre ella misma, supone una tensión constante de los límites entre lo que «es» y lo que «parece», hasta el punto de que ambas apreciaciones se solapan para ocupar una misma perspectiva, como si se tratara de una imagen construida sobre los principios de la ilusión óptica: casi sin movernos del sitio, somos capaces de percibir dos representaciones totalmente distintas, dependiendo del ángulo de visión. De igual manera, el personaje narra sus percepciones, pretéritas y ac-tuales, confundiendo (parece que conscientemente) las perspectivas. Pero en su desasosiego, algo hace que nos preguntemos cuál es la perspectiva «correcta», como por ejemplo, cuando en pleno delirio para disculpar su tendencia compulsiva a morderse las manos, argumenta: «Es el espíritu de rebeldía, el hecho de que no aceptara la realidad como es, y precisamente aquí comienza el paradigma, ¿me explico? Y entonces tienes que empezar a destrozar esta realidad tú misma. Y vives de verdad cuando te encuentras en plena psicosis porque entonces haces las cosas con intensidad, sientes algo...»; y concluye: «Yo hago lo que quiero, y los demás hacen lo que pueden».

Como el viento, que de la habitación se filtra al interior del alma de la protagonista de The Wind, llegando a fundir una cosa con la otra, Ahtila nos incluye física y psíquicamente en sus escenas en calidad de actores partícipes de cada situación, hasta el punto de que si en algún momento los límites de la habita-ción filmada parecen coincidir con los de la que acoge la instalación, puede surgir una especie de empatía con la protagonista. Y notamos, como ella, que las bases de cognición de las cosas se tambalean, y llegamos a dudar sobre aquello que inicialmente estaba claro, sobre lo que es correcto y lo que no lo es. Y quizá, como ella, terminaremos por asumirlo con cierta naturalidad. Llegados a este punto no podemos evitar recordar uno de los episodios narrados por el famoso neurólogo inglés Oliver Sacks,18 a quien uno de sus pacientes —Ray, el ticqueur ingenioso—le pide que le cure de su dolencia, el síndrome de Tourette, pero solo de manera intermitente, dado que la enfermedad y las crisis que le provo-ca le proporcionan una experiencia de la realidad mucho más intensa y plena que cuando se supone que se comporta como una persona sana y equilibrada. Y, como Sacks, nos formula-mos preguntas de nada fácil respuesta: ¿dónde están los límites entre lo «correcto» y lo que no lo es, entre la realidad y la ficción?, ¿cómo calibrarlos?, ¿qué nos aporta la cognición de las emociones al respecto?

Del arte a la neurología, y de esta a la metafísica… es así como a veces los artistas consiguen trascender el mero disfrute visual para hacernos penetrar en otros territorios, en este caso, poniendo a prueba la percepción emocional, cognitiva e, incluso, moral de las imágenes… y de otras cosas.

El cineasta Isaki Lacuesta se aproxima también a los universos emocionales desde otros ámbi-tos —en un primer momento, la ciencia, y ahora, desde lo que en muchos aspectos se podría considerar su reverso, la magia y la adivinación— con una propuesta específica para esta exposición.

En Ressonàncies magnètiques y Microscopías, dos cortometrajes filmados en el año 2003, Lacuesta se acerca a procesos científicos, movido quizá por lo que parece una de las inquietudes que le suelen acompañar en sus creaciones: el deseo de captar lo que en principio no es susceptible de ser grabado. Ya sea un personaje «volatilizado» en la bruma de una travesía ultramarina (Arthur Cravan, en Cravan vs Cravan, 2002), el alma del flamenco (Camarón de la Isla, en La leyenda del tiempo, 2006) o la ausencia misma (Los condenados, 2010), Lacuesta «impregna» el tiempo hasta extraer de él una imagen.

Mientras que en Ressonàncies magnètiques invitó a su compañera, Isa Campo, a someterse a una exploración mediante resonancia magnética en la que Lacuesta captó las imágenes del cerebro de Cam-po mientras esta rememoraba lugares y experiencias compartidas en el pasado, en Microscopías la filmó como protagonista de una película «inexistente» pero que el cineasta «descubrió» al someter unos fo-togramas antiguos a la exploración exhaustiva del ojo del microscopio. De nuevo en colaboración con Isa Campo, Lacuesta retoma ahora el hilo de la magia para ofrecernos un nuevo trabajo, en este caso una instalación audiovisual interactiva que nos permitirá visualizar nuestro pasado, nuestro presente o nuestro futuro, según prefiramos.

Pero antes de recalar en éste hay que pasar por su preámbulo. Mullada Llum (2010) es una instalación hecha a partir de ventanas, imágenes y sombras, un preludio visual que prepara, a modo de iniciación, para el viaje por el destino que vendrá después. Contiguo a Microscopías, es también un comentario a la posibilidad de habitar mundos ilusorios, o de llegar a ser su propia sustancia y, como la Faustine de Morel, habitar en un mundo en el cual ser y parecer, ser y sentir, se confunden. Prisioneros, quizá, de un palíndromo existencial.

—18 Sacks, Oliver: El hombre que confundió a su mujer con un sombrero. Barcelona, Muchnik, 1987.—

Retaule de les endevinacions (2010) es un montaje audiovisual que se presenta en el ábside del Bòlit-SantNicolau. El espectador, que se sitúa en el centro del espacio, rodeado por pantallas de gran formato, puede accionar unos pulsadores para averiguar cuál será su destino, qué fuerzas mueven su presente o escrutar las rémoras del pasado que le empuja. Guiados por el oráculo, podremos disfrutar, como si se tratara de las cartas del tarot, de dos tiradas adivinatorias, en cada una de las cuales aparecen distintos arquetipos que, al combinarse, crean atmósferas en ocasiones inverosímiles y, otras veces, oníricas o mágicas. Cada uno, un pozo (como todos, casi infinito) de posibilidades que se multiplican en la combi-natoria del destino.

Aleatoriamente. Una mujer desnuda y a punto de parir equilibra el cuerpo con gestos lentos, tanteando un centro de gravedad nuevo, a la escucha de instrucciones para cada movimiento, instruc-ciones de una voz que surge desde dentro, desde algún punto latente en lo más recóndito de su cuerpo. Mataderos, escenarios de la muerte calculada, con y sin ritual, sangre y sufrimiento, alimento, muerte y vida, de nuevo, una y otra vez. Las vísceras como método de adivinación, como las ramas de los árboles al viento, las nubes en movimiento o los posos del café. El ciclo de la vida, el círculo de la muerte. Tres generaciones de hombres y mujeres que pasean por el espacio, entrando y saliendo, en un escenario natural que no tiene ni principio ni fin. Cuerpos invertidos que soportan la presión del tiempo. Ciegos que leen textos indescifrables para los videntes. Videntes que hacen profecías sobre el futuro.

Por cierto, ¿es posible traspasar el destino de una persona a otra? Isaki me hace la pregunta, desafiante, mientras me dice que permanecerá atento, para comprobarlo, y declara que quiere escribir una autobiografía en tercera persona. Y las pantallas se llenan con fragmentos de un cuerpo tatuado con textos altamente sugerentes: «No hay nada más subjetivo que no hablar de mí mismo»; en el vientre, el horaciano “mirator cunni”. Una nueva tirada llena las pantallas con vulvas monumentales. L’origine du monde de Courbet cobra ahora vida, autónomo y sin tapujos. Y recuerdo que fue pintado en 1866 para permanecer oculto, primero en la habitación de un diplomático, tras un cortinaje, después escondido bajo un paisaje nevado, y finalmente cubierto por otra vulva, eso sí, abstracta, que pintó en 1955 otro artista —concretamente, André Masson— como encargo de la esposa del último propietario de la tela, el psicoanalista Jacques Lacan. Sin duda, el mejor arquetipo para guiar el oráculo de las predicciones, para desvelar lo oculto.

Isaki comenta que le gustaría crear una pieza inacabable, una máquina de hacer predicciones infinita, de ofrecer recomendaciones… como aquellas, me dice, que descubrimos en las galletas de la suerte después de una comida china.

Un consejo reciente me resuena en la cabeza. Es de la protagonista del The Wind de Ahtila, que, desde la psicosis, nos hace una última recomendación y, con ella, nos transporta de nuevo al mundo desconocido de las emociones y los deseos:

«Guárdate tu propia mierda § En eso me he doctorado yo § No siento ira ni melancolía, sino que soy ira y melancolía».

Como L’origine du monde, paradójicamente explícito y misterioso: sí, contingente al ser. El código de la vida.

—* Isaki Lacuesta / Isa Campo:

L’origen del món. Retaule de les endevi-nacions, 2010.

Cortesía del artista.—

Eija-Liisa Ahtila (Hämeenlinna, Finlandia, 1959)Vive y trabaja en Helsinki

En los inicios de su carrera, el contenido conceptual de las obras de Eija-Liisa Ahtila esta-ba fuertemente influido por la filosofía del arte así como por la crítica a las instituciones artísticas y por el feminismo. El foco de sus investigaciones era la construcción de la imagen, el lenguaje, la narrativa y el espacio .

A partir de los años noventa se adentra en temas que giran alrededor de la identidad individual y el límite entre el ser y el cuerpo en relación con el otro. Sus producciones, que abordan temas como las relaciones humanas, la sexualidad, las dificultades de la comunicación, la identidad individual, su forma-ción y su desintegración, están basadas en la búsque-da entorno a hechos reales o ficticios, así como en experiencias y recuerdos propios y ajenos.

Su proceso de trabajo se materializa en unas videoinstalaciones multipantalla que exploran unas particulares narrativas experimentales basadas en inquietantes dramas humanos, siempre centrados en el ámbito de las relaciones personales.

www.crystaleye.fi

Jonathan Harris (Vermont, EEUU, 1979) Vive y trabaja en Nueva York

Harris lleva a cabo proyectos que reflexionan sobre la manera en que los humanos nos relaciona-mos con la tecnología y entre nosotros. Combinando elementos de ciencia computacional, artes visuales, antropología, y narrativa, sus proyectos van desde la construcción de la cápsula del tiempo más grande del mundo (con Yahoo!) hasta documentar el proce-so de caza de una ballena por un esquimal de Alaska en el océano Ártico.

Es el creador, junto a Sep Kamvar, del trabajo We Fell Fine, que constantemente mide la temperatu-ra emocional de la humanidad a través de un análisis a gran escala de blogs, y ha llevado a cabo otros pro-yectos sobre temas como las citas on line, la mitolo-gía moderna, el anonimato, las noticias y el lenguaje.

Graduado en Princeton, en 2005 colaboró con Fabrica (centro de investigación en comunica-ción de Benetton), y su trabajo ha estado reconocido con diversos premios como los Webby Awards y por diversas instituciones como AIGA, Print Magazine o

The World Economic Forum, que en 2009 lo nombró Young Global Lider.

Ha impartido conferencias en Google, en las universidades de Princeton y Stanford y en TED Conference, entre otros.

Sus proyectos se han expuesto en espacios como el MOMA (Nueva York) y el Centro Pompi-dou (París) y han aparecido en CNN, NPR, BBC, etc.

www.number27.org

Isaki Lacuesta (Girona, 1975)Vive y trabaja entre Barcelona y Girona

Como queda patente en los trabajos que se presentan en la muestra Limbicus, Isaki Lacuesta es un cineasta que explora la naturaleza humana a tra-vés del retrato de particulares universos emociona-les utilizando diferentes disciplinas como estrategia de aproximación.

Su primer largometraje, Cravan vs Cravan (2002) fue premiado en diversos festivales internacio-nales y recibió premios como el RNE-Sant Jordi, el de Mejor Director Novel y el Premio del Público a la Mejor Película en el Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya de Sitges. Por el segundo, La leyenda del tiempo fue seleccionado para el International Film Festival de Rotterdam, y fue reconocida como la mejor película española del año por la Federación Ca-talana de Críticos. Su tercer film, Los condenados (2009), ganó el Premio FIPRESCI en la sección oficial del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.

Nominado en la edición de este año del Fes-tival de Cine de San Sebastián por su cuarta película La noche que no se acaba, actualmente, está finalizando Los pasos dobles, un largometraje realizado con la co-laboración del pintor Miquel Barceló.

Así mismo, Lacuesta ha mostrado su trabajo en diversas exposiciones en centros de arte contem-poráneo y entidades culturales como por ejemplo: Sala Metrònom (Barcelona), CCCB, Instituto de Ar-tes Visuales de Leipzig, Academia Española de Roma, Feria del Libro de Frankfurt, Artium (Vitoria), etc...

Director del Centre d’Estudis Cinematogràfics de Catalunya, Isaki Lacuesta estudió Comunicación Audiovisual en la UAB y posteriormente realizó un master en documental de creación en la UPF, del cual es docente en la actualidad. Además, Lacuesta también ha escrito varios guiones de largometrajes así como numerosos artículos sobre cine, música y literatura.

Actividades integradas

Bòlit DiálogosIsaki Lacuesta, Secundí López-Pousa y Rosa Pera.

Martes 23 de noviembre a las 18.00 h en Bòlit-La Rambla/Dadespai y Bòlit-Sant Nicolau. Inscripción gratuita.

Visita comentada a la exposición guiada por el artista Isaki Lacuesta, Secundí López Pousa, neu-rólogo y profesor de la UdG y Rosa Pera, directora de Bòlit y comisaria de la muestra. Posteriormente, tendrá lugar una conversación donde la experiencia científi-ca y artística se pondrán en relación a la exposición.

Actividad producida por Bòlit, Centre d’Art Contemporani. Girona con la colaboración de la Unidad de Valoración de la Memoria y las Demen-cias (UVaMiD), Centre Sociosanitari La Répública - Institut d’Assistència Sanitària.

Bòlit DiálogosIsaki Lacuesta , Àngel Quintana y Rosa Pera.

Miércoles 10 de noviembre de a las 16.00 h en Bòlit-La Rambla/Dadespai y Bòlit-Sant Nicolau. Inscripción gratuita.

Visita comentada a la exposición guiada por el ar-tista Isaki Lacuesta, Àngel Quintana, profesor de de His-

Bòlit, Centre d’Art Contemporani. Girona

Organización y producción: Ajuntament de Gi-rona y Generalitat de Catalunya. Departament de Cultura i Mitjans de Comunicació.Dirección: Rosa PeraProducción: Farners CabraComunicación, difusión y web: Diana SansAdministración: Airusa AguileraDiseño Identidad – Comité asesor diseño grafico: Estudi Lamosca

Colaboran:

Organiza:

Patrocina:

Miembro de:

Exposición

Comisariado y dirección de proyecto: Rosa Pera Diseño gráfico: ferranElOtro StudioCoordinación de montaje: Xavier Torrent y Anna RibasEquipo de montaje: Miquel Giner y Roger RafartVigilancia salas: Omar Al-Ajvani Vázquez, Adela García-Caamaño y Mariona TerratsVisitas guiadas: Beatriz García MorenoTraducciones: Link traduccions

Más información e inscripciones:www.bolit.cat | [email protected]. (+34) 972 427 627

Agradecimientos:

Agradecimientos especiales:

Centre Cívic Sant Narcís, AVV Sant Narcís, Marta Gili, Marian Goodman Gallery (New York and Pa-ris), Sep Kamvar (kamvar.org), SAM-Servei Atenció als Museus (Girona) y Juanjo Valeros.

toria y Teoría del Cine en la UdG y Rosa Pera, directora de Bòlit y comisaria de la muestra. Posteriormente, tendrá lugar una conversación donde la experiencia cinemato-gráfica y artística se pondrán en relación a la exposición.

Actividad producida por Bòlit, Centre d’Art Contempo-rani. Girona con la colaboración de la UdG.

Proyección DocumentalVa de Bòlit (todo vale) de Joanot Cortès.

Miércoles 27 de octubre a las 20.00 h en el Teatre Auditori Centre Cívic Sant Narcís (Plaça de l’Assumpció 26-27, Girona). Entrada Gratuita.

Trabajo en proceso en el territorio que inci-de en la memoria de un juego ligado a la tradición y a la cultura de la ciudad, Va de Bòlit (todo vale) es un documental rodado durante el Campeonato Mundial de Bèlit 2010 del barrio de Sant Narcís. El film quiere poner de relieve la carga etimológica, lúdica, popular y participativa implícita en la denominación de Bòlit, Centre d’Art Contemporani. Girona, la cual se vincu-la por afinidad a una de las actividades más populares de Girona. Posteriormente a la presentación, el film se convertirá en una cápsula videográfica accesible desde la Web del Centro (www.bolit.cat).

Actividad producida por Bòlit, Centre d’Art Contemporani. Girona con la colaboración del Cen-tre Cívic Sant Narcís y la AVV Sant Narcís.

Visitas Guiadas

Actividad gratuita. Horarios a convenir.Inscripción previa obligatoria.

Incluyen una visita comentada a la expo-sición, tanto a Bòlit-La Rambla/Dadespai como a Bòlit-Sant Nicolau.

Actividades vinculadas

Sínthesis (o el descubrimiento de la miel) de Lluís Sabadell Artiga.

Jueves 11 de noviembre a las 19.30 h en la Capella de Santa Llúcia (Jardines de John Lennon, Porta de la Muralla s/n, Girona). Entrada Gratuita.

Sínthesis (o el descubrimiento de la miel) es una performance que reflexiona sobre la espiritualidad contemporánea y que es entendida como una litur-gia a partir de los elementos que la forman: acción, palabra, canto, música, objetos...

Producida por el Festival EBENT de Perfor-mance de Barcelona con el apoyo del Ajuntament de Girona. y la colaboración de Temporada Alta 2010 Festival de Tardor de Catalunya y Bòlit, Centre d’Art Contemporani. Girona.