liderazgo y la sanidad

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LIDERAZGO ESTILO JESÚS LIDERAZGO Y LA SANIDAD LUCAS 8:40-56; MATEO 9:18-34; 12:22-37; MARCOS 5:21-43 Repaso y Mapa. Ser: Orar, Amar, Obedecer, Autoridad, todo en Fe Hacer: Sembrar la palabra — quien es Jesús. Video: Mateo 9:18-34. Juego de Autores: Mateo 9:18-34; Lucas 8:40-56; Marcos 5:21-43. Observaciones: ¿Que aprendimos de la sanidad en estas historias? Jesús tiene poder de sanar a la gente que era enfermo por mucho tiempo (12 años). Jesús tiene poder de resucitar muertos. Jesús tiene poder de sanar ciegos y mudos. Con solo tocar Su manto uno puedo ser sano. Jesús siempre viviendo en la presencia de Dios en dependencia a la oración, sanó a la gente en amor, con autoridad y en obediencia al Padre y siempre en fe. ¿De donde viene la enfermedades que hay? Dificilísimo que aceptar, el origen de todo la enfermedad es Jesús. “Porque por medio de él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles, sean tro- nos, poderes, principados o autoridades: todo ha sido creado por medio de él y para él. “ — Colosenses 1:16 Jesús creó la enfermedad y el dolor para que la obra de Dios se manifiesta en nuestras vidas. “Ni él pecó, ni sus padres respondió Jesús, sino que esto sucedió para que la obra de Dios se hiciera evidente en su vida.” — Juan 9:3 La Sanidad Física: En realidad era el Padre en Jesús sanando la gente físicamente (Juan 4:10-11). Jesús sanó un montón de personas físicamente y sigue sanando las personas. Pero Jesús no sana todos. (Marcos 6:5; Juan 5:39). Todo la gente que Jesús sanó físicamente fue una condición temporal. Todos volvió de ser enfermos. Todo la gente que Jesús se resucitó de los muertos fue una condición temporal. Todos murió. La Sanidad Espiritual: En realidad era el Padre en Jesús sanando la gente espiritualmente (Juan 4:10-11). Todo la gente que Jesús sanó espiritualmente fue sanado por la Eternidad. Conclusiones sobre Liderazgo y Sanidad: Solo el Padre puedo sanar a la gente espiritualmente y a ficicamente y Él lo uso lo que a Él tiene la gana. “Nuestro Dios está en los cielos y puede hacer lo que le parezca. “ — Salmos 115:3 Por la sanidad espiritual: Dios manda a sus líderes de sembrar la palabra generosamente a todo tipo de tierra de corazón. Dios salva la gente no yo. Yo siembro,y riego pero Dios causa la crecimiento. “Yo sembré, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento. Así que no cuenta ni el que siembra ni el que riega, sino sólo Dios, quien es el que hace crecer. “ — 1 Corintios 3:6,7 Por la sanidad física: Dios manda a sus líderes de orar y unjan con aceite en el nombre del Señor. “¿Está enfermo alguno de ustedes? Haga llamar a los ancianos de la iglesia para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor.” — Santiago 5:14

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  • Liderazgo estiLo JessLiderazgo y La sanidad

    Lucas 8:40-56; Mateo 9:18-34; 12:22-37; Marcos 5:21-43

    Repaso y Mapa. Ser: Orar,Amar,Obedecer,Autoridad,todoenFe Hacer: SembrarlapalabraquienesJess.

    Video: Mateo 9:18-34. Juego de Autores: Mateo 9:18-34; Lucas 8:40-56; Marcos 5:21-43.

    Observaciones: Que aprendimos de la sanidad en estas historias?Jesstienepoderdesanaralagentequeeraenfermopormuchotiempo(12aos).Jesstienepoderderesucitarmuertos.Jesstienepoderdesanarciegosymudos.ConsolotocarSumantounopuedosersano.JesssiempreviviendoenlapresenciadeDiosendependenciaalaoracin,sanalagenteenamor,conautoridadyenobedienciaalPadreysiempreenfe.

    De donde viene la enfermedades que hay?Dificilsimoqueaceptar,elorigendetodolaenfermedadesJess.

    Porque por medio de l fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles, sean tro-nos, poderes, principados o autoridades: todo ha sido creado por medio de l y para l. Colosenses1:16

    JesscrelaenfermedadyeldolorparaquelaobradeDiossemanifiestaennuestrasvidas.Ni l pec, ni sus padres respondi Jess,

    sino que esto sucedi para que la obra de Dios se hiciera evidente en su vida. Juan9:3

    La Sanidad Fsica:EnrealidaderaelPadreenJesssanandolagentefsicamente(Juan4:10-11).Jesssanunmontndepersonasfsicamenteysiguesanandolaspersonas.PeroJessnosanatodos.(Marcos6:5;Juan5:39).TodolagentequeJesssanfsicamentefueunacondicintemporal.Todosvolvideserenfermos.TodolagentequeJessseresucitdelosmuertosfueunacondicintemporal.Todosmuri.

    La Sanidad Espiritual:EnrealidaderaelPadreenJesssanandolagenteespiritualmente(Juan4:10-11).TodolagentequeJesssanespiritualmentefuesanadoporlaEternidad.

    Conclusiones sobre Liderazgo y Sanidad:SoloelPadrepuedosanaralagenteespiritualmenteyaficicamenteyllousoloquealtienelagana.

    Nuestro Dios est en los cielos y puede hacer lo que le parezca. Salmos115:3Por la sanidad espiritual: Diosmandaasuslderesdesembrarlapalabragenerosamenteatodotipodetierradecorazn.Diossalvalagentenoyo.Yosiembro,yriegoperoDioscausalacrecimiento.

    Yo sembr, Apolos reg, pero Dios ha dado el crecimiento. As que no cuenta ni el que siembra ni el que riega, sino slo Dios, quien es el que hace crecer. 1Corintios3:6,7

    Por la sanidad fsica:DiosmandaasuslderesdeoraryunjanconaceiteenelnombredelSeor.Est enfermo alguno de ustedes? Haga llamar a los ancianos de la iglesia para que

    oren por l y lo unjan con aceite en el nombre del Seor. Santiago5:14

  • Liderazgo estiLo JessLiderazgo y La sanidad

    Lucas 8:40-56; Mateo 9:18-34; 12:22-37; Marcos 5:21-43

    Repaso y Mapa. Ser: Hacer:

    Video: Mateo 9:18-34. Juego de Autores: Mateo 9:18-34; Lucas 8:40-56; Marcos 5:21-43.

    Observaciones: Que aprendimos de la sanidad en estas historias?

    De donde viene la enfermedades que hay?

    La Sanidad Fsica:

    La Sanidad Espiritual:

    Conclusiones sobre Liderazgo y Sanidad:

    Por la sanidad espiritual: 1Corintios3:6,7

    Por la sanidad fsica:Santiago5:14

  • Liderazgo y La SanidadLucas 8:40-56; MAtEo 9:18-34; MArcoS 5:21-43

    Cuando Jess regres, en la barca al otro lado del lago, se reuni alrededor de l una gran multitud, por lo que l se qued en la orilla. La multitud se alegr de verlo, pues todos estaban esperndolo. En esto lleg, al ver a Jess, un hombre llamado Jairo, que era uno de los jefes de la sinagoga, un dirigente judo lleg, se arrodill a los pies de Jess suplicndole con insistencia que fuera a su casa, porque su nica hija, de unos doce aos, se estaba murien-do y le dijo: Mi hijita se est muriendo. Ven y pon tus manos sobre ella para que se sane y viva. Jess se levant y fue con l, acompaado de sus discpulos, y lo segua una gran multitud. Jess se puso en camino y las multitudes lo apretujaban. Haba entre la gente una mujer que haca doce aos padeca de hemorragias. Haba sufrido mucho a manos de varios mdicos, y se haba gastado todo lo que tena sin que le hubiera servido de nada, pues en vez de mejorar, iba de mal en peor. Cuando oy hablar de Jess, se le acerc por detrs entre la gente y le toc el borde del manto. Pensaba: Si al menos logro tocar siquiera su ropa, quedar sana. Al instante ces su hemorragia, y se dio cuenta de que su cuerpo haba quedado libre de esa afliccin. Al momento tambin Jess se dio cuenta de que de l haba salido poder, as que se volvi hacia la gente y pregunt: Quin me ha tocado la ropa? Ves que te apretuja la gente le contestaron sus discpulos, y aun as preguntas: Quin me ha tocado? Como todos negaban haberlo tocado, Pedro le dijo: Maestro, son multitudes las que te aprietan y te oprimen. No, alguien me ha tocado replic Jess; yo s que de m ha salido poder.

    Pero Jess segua mirando a su alrededor para ver quin lo haba hecho. Jess se dio vuelta, la vio y le dijo: ni-mo, hija! La mujer, sabiendo lo que le haba sucedido, al ver que no poda pasar inadvertida, se acerc temblando de miedo y se arroj a sus pies. En presencia de toda la gente, cont por qu lo haba tocado y le confes toda la verdad, cmo haba sido sanada al instante. Hija, tu fe te ha sanado! le dijo Jess. Vete en paz y queda sana de tu afliccin.

    Todava estaba hablando Jess, cuando llegaron unos hombres de la casa de Jairo, jefe de la sinagoga, para decirle: Tu hija ha muerto. Para qu sigues molestando al Maestro? No molestes ms al Maestro. Al or esto, sin hacer caso de la noticia, Jess le dijo a Jairo: No tengas miedo; cree nada ms, y ella ser sanada. No dej que na-die lo acompaara, excepto Pedro, Jacobo y Juan, el hermano de Jacobo. Cuando llegaron a la casa de Jairo, del dirigente , y jefe de la sinagoga, Jess vio a los flautistas y not el alboroto, y que la gente lloraba y daba grandes alaridos muy afligidos por ella. Entr y les dijo: Por qu tanto alboroto y llanto? Dejen de llorar les dijo Jess. Vyanse. La nia no est muerta sino dormida. Entonces empezaron a burlarse de l, porque saban que estaba muerta. Pero cuando se les hizo salir, l los sac a todos, tom consigo al padre y a la madre de la nia y a los dis-cpulos que estaban con l, y entr adonde estaba la nia. No dej que nadie entrara con l, excepto Pedro, Juan y Jacobo, y el padre y la madre de la nia. El tom de la mano a la nia y le dijo: Talita cum (que significa: Nia, a ti te digo, levntate!). La nia, que tena doce aos, recobr la vida y al instante se levant en seguida y comenz a andar. Jess mand darle de comer. Ante este hecho todos se llenaron de asombro y los padres se quedaron atnitos. Pero l les advirti y dio rdenes estrictas de que nadie se enterara de lo ocurrido, y les mand que le dieran de comer a la nia. La noticia se divulg por toda aquella regin.

    Al irse Jess de all, dos ciegos lo siguieron, gritndole: Ten compasin de nosotros, Hijo de David! Cuando entr en la casa, se le acercaron los ciegos, y l les pregunt: Creen que puedo sanarlos? S, Seor le respondieron. En-tonces les toc los ojos y les dijo: Se har con ustedes conforme a su fe. Y recobraron la vista. Jess les advirti con firmeza: Asegrense de que nadie se entere de esto. Pero ellos salieron para divulgar por toda aquella regin la noticia acerca de Jess. Mientras ellos salan, le llevaron un mudo endemoniado. As que Jess expuls al demo-nio, y el que haba estado mudo habl. La multitud se maravillaba y deca: Jams se ha visto nada igual en Israel. Pero los fariseos afirmaban: ste expulsa a los demonios por medio del prncipe de los demonios.

  • Lucas 8:40-56

    Cuando Jess regres, la multitud se alegr de verlo, pues todos estaban esperndolo. En esto lleg un hombre

    llamado Jairo, que era un jefe de la sinagoga. Arrojndose a los pies de Jess, le suplicaba que fuera a su casa,

    porque su nica hija, de unos doce aos, se estaba muriendo. Jess se puso en camino y las multitudes lo apre-

    tujaban. Haba entre la gente una mujer que haca doce aos padeca de hemorragias, sin que nadie pudiera

    sanarla. Ella se le acerc por detrs y le toc el borde del manto, y al instante ces su hemorragia. Quin me ha

    tocado? pregunt Jess. Como todos negaban haberlo tocado, Pedro le dijo: Maestro, son multitudes las que te

    aprietan y te oprimen. No, alguien me ha tocado replic Jess; yo s que de m ha salido poder. La mujer, al ver

    que no poda pasar inadvertida, se acerc temblando y se arroj a sus pies. En presencia de toda la gente, cont

    por qu lo haba tocado y cmo haba sido sanada al instante. Hija, tu fe te ha sanado le dijo Jess. Vete en paz.

    Todava estaba hablando Jess, cuando alguien lleg de la casa de Jairo, jefe de la sinagoga, para decirle: Tu hija

    ha muerto. No molestes ms al Maestro. Al or esto, Jess le dijo a Jairo: No tengas miedo; cree nada ms, y ella

    ser sanada. Cuando lleg a la casa de Jairo, no dej que nadie entrara con l, excepto Pedro, Juan y Jacobo, y el

    padre y la madre de la nia. Todos estaban llorando, muy afligidos por ella. Dejen de llorar les dijo Jess. No est

    muerta sino dormida. Entonces ellos empezaron a burlarse de l porque saban que estaba muerta. Pero l la

    tom de la mano y le dijo: Nia, levntate! Recobr la vida y al instante se levant. Jess mand darle de comer.

    Los padres se quedaron atnitos, pero l les advirti que no contaran a nadie lo que haba sucedido.

    MAtEo 9:18-34

    Mientras l les deca esto, un dirigente judo lleg, se arrodill delante de l y le dijo: Mi hija acaba de morir. Pero

    ven y pon tu mano sobre ella, y vivir. Jess se levant y fue con l, acompaado de sus discpulos. En esto, una

    mujer que haca doce aos padeca de hemorragias se le acerc por detrs y le toc el borde del manto. Pensaba:

    Si al menos logro tocar su manto, quedar sana. Jess se dio vuelta, la vio y le dijo: nimo, hija! Tu fe te ha sa-

    nado. Y la mujer qued sana en aquel momento. Cuando Jess entr en la casa del dirigente y vio a los flautistas

    y el alboroto de la gente, les dijo: Vyanse. La nia no est muerta sino dormida. Entonces empezaron a burlarse

    de l. Pero cuando se les hizo salir, entr l, tom de la mano a la nia, y sta se levant. La noticia se divulg por

    toda aquella regin. Al irse Jess de all, dos ciegos lo siguieron, gritndole: Ten compasin de nosotros, Hijo de

    David! Cuando entr en la casa, se le acercaron los ciegos, y l les pregunt: Creen que puedo sanarlos? S, Seor

    le respondieron. Entonces les toc los ojos y les dijo: Se har con ustedes conforme a su fe. Y recobraron la vista.

    Jess les advirti con firmeza: Asegrense de que nadie se entere de esto. Pero ellos salieron para divulgar por

    toda aquella regin la noticia acerca de Jess. Mientras ellos salan, le llevaron un mudo endemoniado. As que

    Jess expuls al demonio, y el que haba estado mudo habl. La multitud se maravillaba y deca: Jams se ha

    visto nada igual en Israel. Pero los fariseos afirmaban: ste expulsa a los demonios por medio del prncipe de los

    demonios.

  • MArcoS 5:21-43

    Despus de que Jess regres en la barca al otro lado del lago, se reuni alrededor de l una gran multitud, por

    lo que l se qued en la orilla. Lleg entonces uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo. Al ver a Jess, se ar-

    roj a sus pies, suplicndole con insistencia: Mi hijita se est muriendo. Ven y pon tus manos sobre ella para que

    se sane y viva. Jess se fue con l, y lo segua una gran multitud, la cual lo apretujaba. Haba entre la gente una

    mujer que haca doce aos padeca de hemorragias. Haba sufrido mucho a manos de varios mdicos, y se haba

    gastado todo lo que tena sin que le hubiera servido de nada, pues en vez de mejorar, iba de mal en peor. Cuando

    oy hablar de Jess, se le acerc por detrs entre la gente y le toc el manto. Pensaba: Si logro tocar siquiera su

    ropa, quedar sana. Al instante ces su hemorragia, y se dio cuenta de que su cuerpo haba quedado libre de

    esa afliccin. Al momento tambin Jess se dio cuenta de que de l haba salido poder, as que se volvi hacia la

    gente y pregunt: Quin me ha tocado la ropa? Ves que te apretuja la gente le contestaron sus discpulos, y aun

    as preguntas: Quin me ha tocado? Pero Jess segua mirando a su alrededor para ver quin lo haba hecho.

    La mujer, sabiendo lo que le haba sucedido, se acerc temblando de miedo y, arrojndose a sus pies, le confes

    toda la verdad. Hija, tu fe te ha sanado! le dijo Jess. Vete en paz y queda sana de tu afliccin. Todava estaba

    hablando Jess, cuando llegaron unos hombres de la casa de Jairo, jefe de la sinagoga, para decirle: Tu hija ha

    muerto. Para qu sigues molestando al Maestro? Sin hacer caso de la noticia, Jess le dijo al jefe de la sinagoga:

    No tengas miedo; cree nada ms. No dej que nadie lo acompaara, excepto Pedro, Jacobo y Juan, el hermano

    de Jacobo. Cuando llegaron a la casa del jefe de la sinagoga, Jess not el alboroto, y que la gente lloraba y daba

    grandes alaridos. Entr y les dijo: Por qu tanto alboroto y llanto? La nia no est muerta sino dormida. Enton-

    ces empezaron a burlarse de l, pero l los sac a todos, tom consigo al padre y a la madre de la nia y a los dis-

    cpulos que estaban con l, y entr adonde estaba la nia. La tom de la mano y le dijo: Talita cum (que significa:

    Nia, a ti te digo, levntate!). La nia, que tena doce aos, se levant en seguida y comenz a andar. Ante este

    hecho todos se llenaron de asombro. l dio rdenes estrictas de que nadie se enterara de lo ocurrido, y les mand

    que le dieran de comer a la nia.