libro de la coviccion

60

Upload: marcolabtopp

Post on 08-Aug-2015

48 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Libro de La Coviccion
Page 2: Libro de La Coviccion

1 2013 • Año de la Convicción

CONTENIDO

Capítulo 1: El entendimiento de la fe

1. Viendo lo que no se ve

2. Convicción: ¿Lo que veo? ¿Lo que oigo?

3. Creyéndole a Aquel a quien amo

Capítulo 2: Las 4 C

1. Convicción

1.1 Implicaciones de la convicción

1.2 ¿En qué debemos cifrar nuestra convicción?

1.3 Aliados de la convicción

1.4 Enemigos de la convicción

1.5 ¿Convicción o condición?

2. Certeza

2.1 "De cierto" o "Desierto"

2.2 "Ciertamente" o "Cierta mente"

3. Confianza

3.1 Confiando en Dios y en Su Palabra

3.2 La fe sí tiene ojos

3.3 Implicaciones

3.4 El caso de Bartimeo

4. Credibilidad

4.1 Lo que obtengo por la fe

4.2 Dando buen testimonio

Page 3: Libro de La Coviccion

2 Familia CENTI

Capítulo 3: ¿Quién soy para Dios?

1. Especial

2. Único

3. Su exclusiva posesión

Aplicación Teoterápica

Page 4: Libro de La Coviccion

3 2013 • Año de la Convicción

Introducción

Sobre la fe se ha hablado ampliamente en la literatura cristiana; y aunque

se ha definido con precisión, para muchos hijos de Dios sigue siendo un

concepto abstracto y poco entendible.

El libro de Hebreos, en su capítulo 11, versículo 1, explica la fe con dos

términos específicos que no admiten erradas interpretaciones: certeza y

convicción: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de

lo que no se ve". La certeza está asociada con el tiempo; la convicción, con

el sentido de la vista.

En cuanto a la vista, tenemos que hay dos tipos de convicción: en lo que

veo y en lo que no veo. La convicción en lo que no veo se llama fe. La

convicción en lo que veo se llama razón. Entonces cabría preguntarse: ¿La

razón es convicción? Algunas personas piensan que no, pero la verdad es

que sí: la razón también es certeza y es convicción. En otras palabras, a la

fe y la razón son inherentes la certeza y la convicción. Cuando hay

algo en el presente y podemos verlo, estamos usando la razón, y cuando

esperamos algo y aún no lo hemos visto, estamos usando la fe.

Como se puede ver, a la vista se suma el tiempo: la razón es la convicción

de lo que se ve en el aquí y en el ahora. La fe es la convicción de lo que no

se ve en el presente, pero se tiene plena certeza de que se verá en el

futuro.

Page 5: Libro de La Coviccion

4 Familia CENTI

Permítame que lo ilustre: Supongamos que estamos frente a una persona

postrada en su lecho, desahuciada por los médicos. Para la razón, con base

en la vista del aquí y el ahora, hay certeza de que es imposible que se

levante nuevamente. Para la fe, en cambio, que no se conforma con el

presente ni con la vista, hay certeza de que se va a levantar en el tiempo

determinado por Dios, pues tiene convicción de lo que no se ve

A lo largo de este libro usted descubrirá que no estamos llamados a

cultivar una fe ciega. Descubrirá que la fe sí ve; ve al Invisible. Como hijos

de Dios no estamos llamados a caminar por lo que vemos, sino a caminar

convencidos de lo que no vemos, según la Palabra que Él nos ha dado.

Page 6: Libro de La Coviccion

5 2013 • Año de la Convicción

CAPITULO 1

El ENTENDIMIENTO DE LA FE

La Palabra de Dios habla de la fe desde Génesis 1:1 hasta Apocalipsis, pues la fe permite que todo el plan de Dios se consume a través de quien es el Autor de ella (Hebreos 12:2).

Dios nos enseña que la fe está asociada con entender; en otras palabras, la

fe me lleva por el camino del entendimiento. Así nos lo dice hebreos 11:3:

"Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de

Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía". Por la fe

entendemos la Creación. Sin embargo, tristemente encontramos a

muchos líderes cristianos que con base en sus propios razonamientos

tratan de explicar la Creación. Dudan del poder de Dios para crear: su fe

no les es suficiente, por lo cual añaden la razón.

1. Viendo lo que no se ve

Hay una frase muy conocida en el mundo: “yo tengo que ver para

creer” ¿De dónde se originó? La pronunció un discípulo de Jesús

llamado Tomás. Lo que Tomás quiso decirle a Jesús fue: “Déjame ver

más de cerca, déjame tocar”. Esa experiencia hubiera sido

convincente para Tomas y lo hubiera llenado de gran satisfacción.

Podemos preguntar, entonces: ¿La fe de un hijo de Dios es ciega?

Aparentemente eta ciega respecto al presente, pero en realidad tiene

una completa certeza respecto al futuro (convicción de lo que no se ve).

Page 7: Libro de La Coviccion

6 Familia CENTI

Dios me lleva a ver lo que no veo, es decir, la fe me permite tener no

vista sino visión. La vista está asociada con el presente; la visión, con lo

que aún no veo pero lo espero. Luego, la fe no es ciega; por el contrario,

nos permite ir más allá y tener visión de lo que vendrá.

Veamos algunos ejemplos:

Noé vio el Diluvio: Por la convicción de lo que no veía Noé preparó el

arca, y de esta manera condenó al mundo. "Por la fe Noé, cuando fue

advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor

preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al

mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe"

(Hebreos 11:7). El mundo tenía una convicción fundamentada en su

razón: en un sistema meteorológico como el de entonces un diluvio de

tales magnitudes era imposible. Pero la convicción de Noé se cimentaba

en su fe: aunque no veía lluvia, tenía certeza de que vendría un diluvio,

conforme a la Palabra que Dios le había dado.

Abraham salió sin saber a dónde iba: Abraham nunca vio a dónde iba,

no conocía ese lugar; pero salió de su tierra porque depositó su fe en la

promesa dada: "Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir

al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde

iba" (Hebreos 11:8).

Moisés dejó Egipto: No temió la ira del rey a quien sí veía, porque se

sostenía viendo al Invisible. "Porte fe dejó a Egipto, no temiendo la ira

del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible" (Hebreos 11:27).

Page 8: Libro de La Coviccion

7 2013 • Año de la Convicción

Esto es una paradoja interesante: vemos lo que es invisible. Debido a

nuestra tendencia humana tememos por lo que vemos; pero lo que nos

sostiene y nos da seguridad es ver lo que no vemos.

2. Convicción: ¿Lo que veo? ¿Lo que oigo?

En la convicción están involucrados dos sentidos: la vista y el oído (lo

que no se ve y lo que oigo). La fe está asociada con el oír; por eso yo

tengo que decidir a quién oigo y qué oigo. Lo que veo es razón, y no

necesita de fe. Por ejemplo, usted no necesita fe para decir que lo que

tiene en este momento delante de sus ojos es un libro.

La fe se origina en el oír. La razón se origina en la vista. “Así que la fe es

por el oír, y el oír, por la palabra de Dios" (Romanos 10:17). De esta

manera, la convicción basada en el oír se llama fe; basada en la vista se

llama razón.

Ahora bien, Dios nos habla a través de Su Palabra. Pero no basta oír; es

necesario oír con fe. "Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el

Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?" (Gálatas 3:2).

Precisamente si hemos recibido al Espíritu Santo ha sido por una

decisión de fe; no por las obras de la ley.

Es cierto que la fe viene del oír; pero el mero oír no causa la fe. Un

ejemplo de esto lo encontramos en los judíos: habían oído

suficientemente una y otra vez, pero seguían desobedeciendo.

Page 9: Libro de La Coviccion

8 Familia CENTI

"Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como

a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de

fe en los que la oyeron" (Hebreos 4:2).

Vemos, entonces, que la Palabra se anuncia a todos, pero para unos es

provechosa y para otros no; si no hay fe, la buena nueva de Dios (Su

Palabra) I resulta vacía e inútil.

El Emisor de la Palabra es el mismo, y la Palabra es la misma; Ia

diferencia es Ia fe del que oye. Si lo que yo Oigo no es convicción de lo

que no se ve, no me aprovecha. Dios no me dice que no vea, pero mi

vista debe estar sujeta y sometida a mi oído (lo que oigo).

Las dificultades presentes no deben ensombrecer la promesa de Dios.

Lo que vemos nos transmite una información, y lo que oímos, otra, de

tal manera que se contradicen; pero yo debo decidir cuál es mi

convicción: lo que veo o lo que oigo.

Con base en lo que oigo (Su Palabra) puedo tener certeza y convicción

en el hoy y en el ahora, aunque aún mis ojos no vean lo esperado. Es

decir, estoy experimentando una realidad pero tengo certeza en la

verdad que espero, aunque todavía no pueda verla.

La pregunta que tenemos que hacernos es: ¿Estamos depositando

nuestra fe en lo que oímos o en lo que vemos? Si la respuesta es en lo

Page 10: Libro de La Coviccion

9 2013 • Año de la Convicción

que oímos, estamos viviendo por fe, y este es el plan de Dios para

nuestra vida: “… Mas el justo por la fe vivirá" (Romanos 1:17).

¿Cuál es mi convicción? Si yo le creo a la Palabra de Dios, Él me

permitirá ver lo que hoy no estoy viendo. Una vez cumplida la Palabra,

si miramos en retrospectiva, estaremos viendo lo que antes no

veíamos. Por ejemplo, si se trata de una sanidad, veríamos en pie a una

persona que ayer estaba postrada en su lecho.

La fe es confianza en la Palabra de Dios independientemente del

entorno que nos rodea. Esa fe nos lleva a confiarle a Dios enteramente

nuestra vida. La pregunta que hemos de respondernos es: ¿Su Palabra

es plenamente confiable para mí?

3. Creyéndole a Aquel a quien amo

No solo es importante que oiga, sino a quien oigo. Cuando me inicié en

la vida cristiana me enseñaron que

Debía poner mi fe en Dios y en Su Palabra, pues la Palabra no puede ir

separada de su Autor.

Las palabras pueden ser muy bonitas pero, dependen de quien las

pronuncie; Sólo si el autor tiene credibilidad, sus palabras también

tendrán credibilidad. Algunos escritores actuales dicen que la palabra

es poder; yo no creo eso.

Page 11: Libro de La Coviccion

10 Familia CENTI

Las palabras son poder en la medida que el autor tenga poder; de lo

contrario, es solo retórica.

Hoy nos están inundando de mensajes muy bonitos. Si usted entra a

una oficina, encontrará un cartel con palabras muy bellas, que

conmueven. En la red circulan cantidad de mensajes motivacionales, Y

le piden a usted que los reenvíe a todos sus contactos para que así el

mundo cambie. En sí estos mensajes que no tienen nada de malo, pero

que para mí no tienen sentido a menos que yo conozca al autor. Si el

autor tiene credibilidad, creo en su palabra; de lo contrario, no. Por

ejemplo: ¿Cómo creer en las palabras de Benjamín Spock, pediatra y

autor norteamericano quien postuló que a los hijos no debía

disciplinárseles par que no se truncara su personalidad, cuando el

propio hijo del doctor Spock se suicidó?

La sugerencia del doctor Spock pudo ser-y aun hoy es adoptada como

una excelente sugerencia, "por I bien de los hijos"; pero no produce

vida. Toca la fibra más sensible de todos los padres y pretende dar una

manera de criar a personas saludables, seguras y equilibradas. Pero es

una teoría sin fundamentos válidos, realmente vacía.

A diferencia de estos mensajes, la Palabra de Dios es viva y eficaz, pues

por ella fue constituido el universo. "Porque la palabra de Dios es viva y

eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta

partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los

pensamientos y las intenciones del corazón" (Hebreos 4: 12).

Page 12: Libro de La Coviccion

11 2013 • Año de la Convicción

Es viva y eficaz porque quien la pronuncia está vivo, y esto garantiza

que se cumpla. El apóstol Pablo, en la primera carta a los Corintios, nos

lo explica: "Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra

predicación, vana es también vuestra fe" (1 Corintios 15: 14).

Si Cristo no hubiera vencido a la muerte, su palabra estaría muerta y

entonces nuestra fe seria vana, pues no tendríamos convicción. Ahora

bien, aunque es Palabra viva y eficaz, no es de provecho si no va

acompañada de convicción; luego la clave radica en mi fe, no en la

Palabra como tal.

Por otro lado, la fe y el amor siempre van juntos; podríamos decir que

son inseparables. El hombre, por naturaleza, sólo confía en quien sabe

que lo ama, y ante el amor responde con confianza. En otras palabras,

yo le creo a ese a Quien amo, y como consecuencia ya no tengo temor.

"En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el

temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha

sido perfeccionado en el amor”. (1 Juan 4: 18). Vemos, entonces, que el

temor no lo generan las situaciones amenazantes de la vida; lo

ocasiona el no tener convicción en lo que oigo. Lo que como hijo de

Dios me hace sentir seguro es la confianza en Aquel a quien amo, y por

esa confianza el temor no me puede doblegar.

Otro aspecto asociado a la convicción es la seguridad. La Palabra de

Dios nos ratifica que nuestra fuente de seguridad y lo que debe

determinar nuestra vida es lo que oímos. "Más el que me oyere

habitará confiadamente y vivirá tranquilo, sin temor del mal"

Page 13: Libro de La Coviccion

12 Familia CENTI

(Proverbios 1:33). Este fue el estilo de vida del apóstol Pablo: en medio

de todas las situaciones tenía convicción y certeza de que nada lo

podría separar del eterno e incondicional amor de Dios (Romanos 8:38-

39).

Hoy nosotros también estamos llamados a acercarnos a Dios con plena

certidumbre de fe, entendiendo la fe como seguridad en Su amor, lo

cual nos llevará a confiarle, como Padre, todo asunto de nuestra vida

(Hebreos 10:22).

Page 14: Libro de La Coviccion

13 2013 • Año de la Convicción

CAPITULO 2

LAS 4 C

A hora, veamos qué es fe. Hay cuatro palabras claves que la definen. Son

palabras complementarias que nos ayudan a entender por qué debemos

vivir por fe. Las he denominado las 4 C:

Convicción

Certeza

Confianza

Credibilidad

1. Convicción

1.1 Implicaciones de la convicción

En Hebreos 11 la Biblia hace una detallada lista de hombres y mujeres

de convicción, y en ellos encontramos unos rasgos comunes.

Veamos a continuación doce términos asociados a la convicción:

Constancia: En la palabra de Dios ser constante es sinónimo de

perseverar, y se refiere a continuar con lo que se ha empezado. Hace

referencia a un esfuerzo continuo. (Hebreos 13:43).

Page 15: Libro de La Coviccion

14 Familia CENTI

Conocimiento: La fe me lleva a crecer en el conocimiento de Dios; no es

sinónimo de ceguera ni de ignorancia (Colosenses 3: 10).

Certidumbre: Es tener plena certeza (Hebreos 10:22a).

Complacencia: La única manera como yo complazco y agrado a Dios es

con una vida de fe y convicción

(Hebreos 11:6).

Crecimiento: La convicción va creciendo; no es algo nominal ni estático.

En la medida en que vamos madurando nuestra fe va creciendo (2

Timoteo 1:3). Cada uno de nosotros tiene una medida de fe: en unos es

poca, en otros puede ser mucha. Hubo ocasiones en que el Señor Jesús

no pudo obrar por la fe de los discípulos. Y Hubo casos como el del

centurión romano en que sorprendió al ver su gran fe, la cual le fue

muy provechosa y efectiva, pues su siervo fue sano (Mateo 8:10, 13).

Corazón puro: La convicción se cultiva en los corazones limpios

(Hebreos 10:22b).

Conciencia: Una persona de convicción tiene la conciencia limpia (1

Timoteo 1:19).

Conversión: Alguien de convicción se ha vuelto de sus caminos y se ha

convertido a Dios (Hechos 3:19).

Page 16: Libro de La Coviccion

15 2013 • Año de la Convicción

Coraza: La fe nos protege como una coraza y nos permite ver, con la

perspectiva de Dios, más de allá de las presentes circunstancias (1

Tesalonicenses 5:8).

Comunicación: A través de la fe tenemos una comunicación efectiva con

Dios para acercarnos y orar con certeza; de lo contrario, nuestras

palabras son inocuas, no valen, no son efectivas (Mateo 21:22).

Caminar: Estamos llamados a andar por fe y no por vista (2 Cor. 5:7).

Convencimiento: Los hombres y mujeres de fe tienen tal

convencimiento que nada puede debilitarlos (Romanos 4:21).

1.2 ¿En qué debemos cifrar nuestra convicción?

Cristo: Nuestra convicción es en Cristo, porque Él es el Autor de la

Palabra. Esta convicción nos lleva a permanecer en Su presencia y en Su

amor. A menos que centremos nuestra mirada en El, titubearemos al

mirarnos a nosotros mismos y al contemplar las circunstancias

presentes (Hebreos 12:1-2).

Cumplimiento de las promesas: Dios tiene promesas para nosotros en

su Palabra, pero la pregunta es:

Page 17: Libro de La Coviccion

16 Familia CENTI

¿Estamos poniendo nuestra convicción en Dios y en Su Palabra o en lo

que vemos? Aplicar convicción implica ya no guiarnos por lo que vemos,

pues si lo vemos, ya no sería promesa.

CEPC-CENTI: Si Dios nos permitió nacer en esta familia en la fe, es

porque tiene un propósito con nuestra vida. Esta convicción no lleva a

tener seguridad en Dios y a creer todo lo que dios habla a través de sus

siervos; de esta manera seremos prosperados (2 Crónicas 20:20).

Cinco visiones: Convicción en las cinco visiones dadas por Dios

como Teoterapia en esta generación.

1. Visión de Dios como Padre, lo cual me lleva a buscarlo, a

conocerlo y a hacer Su voluntad.

2. Visión de mí mismo como hijo de Dios, como hombre de linaje,

ciudadano eterno e instrumento de Dios para Sus propósitos.

3. Visión de Capernaum como el lugar donde nos ha colocado para

ser de bendición y cumplir nuestra misión.

4. Visión de Israel como la tierra escogida por Dios para subir a ella y

volver sobre las huellas frescas de Jesús.

5. Visión del mundo como nuestro objetivo, pues hemos de llevar las

buenas nuevas con un lenguaje Teoterápico a todos los rincones

de la Tierra.

Conquista: Convicción de nuestra visión: cumplirle a Dios, enfrentar a

los gigantes y conquistar nuestros "montes".

Page 18: Libro de La Coviccion

17 2013 • Año de la Convicción

1.3 Aliados de la convicción

El Espíritu Santo: Este maravilloso regalo que nos ha sido dado no es

una figura decorativa. Cuando no lo entristecemos ni apagamos, sino

que vivimos Su total plenitud, indefectiblemente llegamos a ser

hombres de fe (Hechos 6:5).

El amor: El amor es aliado de la fe, pues precisamente la fe obra por

el amor, y estos dos son la base de la Teoterapia; luego, un

teoterapista está llamado a vestirse de amor como el vínculo

perfecto (1 Tesalonicenses 5:8).

La oración: la oración de convicción es una oración de confianza que

refleja una credibilidad total en la fidelidad de Dios y nos permite

tener certeza en lo que esperamos. El apóstol Santiago nos ilustra la

oración de convicción: una persona yace postrada: mi certeza basada

en la razón es la enfermedad; la convicción es que veo delante de mí

a una persona sufriendo. La fe es la convicción de que Dios la va a

levantar y certeza que espero es que va a ser sana. Hoy veo la

sanidad con base en la fe (Santiago 5:15).

La verdad: La fe está asociada con la verdad de Dios, y la razón está

asociada con la realidad del hombre. Nosotros necesitamos decidir

de acuerdo con qué viviremos: con la realidad (lo que veo), o con la

verdad de Dios (lo que me ha dicho). Por eso, la fe nos hacer se

hombres de verdad (1 Timoteo 2:7).

Page 19: Libro de La Coviccion

18 Familia CENTI

La buena doctrina: La fe está asociada con la buena doctrina; es una

combinación maravillosa. En el corazón de un hombre de convicción

mora abundantemente Su Palabra no adulterada (1 Timoteo 4:6).

El arrepentimiento: Nuestro llamado es a testificar a otros acerca del

arrepentimiento y de la fe en Dios. En otras palabras, les hacemos un

llamado a que cambien de actitud con Dios y le confíen su vida. De

eso se trata nuestro testimonio (Hechos 20:21).

La buena conciencia: La buena conciencia también va ligada a la fe.

Cada vez que deliberadamente ignoremos la voz de Dios a través de

nuestra conciencia se endurecerá nuestro corazón y naufragará la fe

(1 Timoteo 1: 19)

La bondad: la fe va ligada a la bondad, pues ambas son fruto de la

llenura del Espíritu Santo. Los propósitos de la bondad de Dios con

nosotros van ligados con las obras de la fe, no con las obras de la ley

(2 Timoteo 1:11).

La esperanza: La fe y la esperanza son inseparables, pero es

necesario comprender que no son sinónimos. La esperanza es una

manera de entender la fe, pero no la única. A la certeza de lo que se

espera se debe añadir la convicción de lo que no se ve (1 Pedro

1:21).

Page 20: Libro de La Coviccion

19 2013 • Año de la Convicción

La paciencia: las promesas de Dios exigen paciencia, pues si no

comienza a decaer la fe y la persona se resiente contra Dios. En el

mundo actual, la gente tiende a ser muy inmediatista e impaciente;

todo lo quiere para ya; pero el hombre de fe y de convicción ejercita

la paciencia hasta que todo se de en el tiempo de Dios (Hebreos

6:12; Apocalipsis 13:10).

1.4 Enemigos de la convicción

Veamos a continuación catorce enemigos que se oponen a la

convicción:

1. La razón: La sabiduría de los hombres se fundamenta en la razón, y

la fe se fundamenta en el poder de Dios. Luego, la sabiduría de los

hombres está en contraposición con la de Dios (1 Corintios 2:5).

2. Las obras de la ley: Cuando deposito mi confianza en el Señor,

soy salvo y declarado justo por mi identificación en Él; de lo

contrario, me muevo por obras y termino como un legalista o

moralista. La vida cristiana no es una vida de obras, sino de fe

(Gálatas 2:16).

3. La incredulidad: Es un gran enemigo de la convicción, pues es lo

opuesto a la fe. En una ocasión los discípulos no pudieron liberar a

un joven oprimido (Marcos 9:17-29).

Page 21: Libro de La Coviccion

20 Familia CENTI

El Señor Jesús les reprochó su incredulidad como algo que le resulta

insoportable: “... ¡Oh generación incrédula! Hasta cuándo os he de

soportar?.. ". En el pasaje paralelo de Mateo 17:19-20 el Señor

asocia la incredulidad con la poca fe: “... por vuestra poca fe;

porque de cierto os digo, que si tuvieres fe como un grano de

mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá y se pasaría"

(Mateo 17:20). Distinto tratamiento le da el Señor Jesús al padre

del joven, quien reconoce que el problema no es lo que está

viviendo su hijo, sino su incredulidad.

Por esto la confiesa y pide ayuda; así muestra su confianza en la

misericordia de Dios. Vemos, entonces, que el verdadero problema

es la incredulidad, y este es el género que requiere oración y ayuno

para ser victoriosos: “... ¿Por qué nosotros no pudimos echarle

fuera? Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración

y ayuno" (Marcos 9:28-29).

4. La sabiduría humana: El apóstol Pablo contrasta la sabiduría de Dios

con la sabiduría del hombre. La sabiduría del hombre 0pera en el

plano de lo racional y natural; por eso necesitamos someter

nuestro entendimiento a la revelación (1 Corintios 2:5).

5. La vista: Nuestro andar lo debe caracterizar no lo que vemos sino lo

que oímos (2 Corintios 5:7).

Page 22: Libro de La Coviccion

21 2013 • Año de la Convicción

6. La duda: Lo opuesto a la fe es la duda. La fe me lleva a creer; la

duda me lleva a la incredulidad. Los hombres de fe, como Abraham,

aunque pase el tiempo, viven convencidos de la promesa (Judas

22).

7. Excelencia de palabras: Pablo era un expositor brillante que podía

mantener cautivados a sus oyentes, pero su convicción no radicaba

en su agudo intelecto o en su habilidad para hablar, sino en la guía

del Espíritu Santo y el poder de la Palabra de Dios (1 Corintios 2:1)

8. Palabras persuasivas: El hombre de convicción no necesita cautivar

con expresiones elocuentes o palabras rebuscadas; tampoco

necesita usar ornamentos retóricos, que no pueden añadir ni un

ápice a la revelación de Dios (1 Corintios 2:4).

9. La incertidumbre: La sabiduría humana está relacionada con lo

natural, con los sentidos y con asuntos de la vida presente; por eso

se manifiesta en actitudes carnales, de miedos y temores. Contrario

a esto, el hombre de convicción tiene sabiduría que desciende de lo

alto y que se manifiesta en forma de certeza, seguridad y paz

(Santiago 3: 17).

10. La hipocresía: El que no vive por fe es hipócrita; duda y tiene

doblez de ánimo. Esto lo lleva a ser inconstante y a guardar imagen

(Santiago 3: 17).

Page 23: Libro de La Coviccion

22 Familia CENTI

11. El temor: Hay momentos en que al guiamos por lo que vemos Y

acudir a la razón nos llenamos de temor. Ante el temor se prueba

la fe, y debo tomar una decisión: basado en lo que he oído confío

en Dios y en Sus promesas, o basado en lo que veo doy lugar al

temor (Salmo 56:3, 11).

12. La confusión: "Cuando confiamos en las promesas de Dios no

pasamos vergüenza alguna ni nos decepcionamos. Todo lo

contrario sucede cuando damos lugar a la incredulidad

(Salmo 31: 1, Isaías 42: 17).

13. El trastorno: La fe está expuesta y puede ser trastornada; por eso

debemos desarrollar convicción en las promesas dadas

(2 Timoteo 2:18)

14. La pereza: Lo contrario a la paciencia es la pereza. El perezoso no

se esfuerza, pero el que confía sí. Hoy hay una tendencia en los

hijos de Dios a ser inmediatistas y cómodos; no se esfuerzan y lo

quieren todo fácil. Estamos llamados a imitar a aquellos que con fe

y paciencia heredaron las promesas (Hebreos 6:12).

Page 24: Libro de La Coviccion

23 2013 • Año de la Convicción

1.5 ¿Convicción o condición?

La convicción de un hijo de Dios debe estar basada en el oír; sin

embargo, vemos que muchos condicionan su fidelidad y su obediencia a

las circunstancias y su propia conveniencia. Es común escuchar

expresiones como: "Si Dios me da lo que le pido, lo busco más", "Si Dios

me da el trabajo que le estoy pidiendo, le sirvo", etc.

El mismo Señor Jesús enfrentó esta situación en su ministerio:

"Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis,

no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os

saciasteis. Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida

que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará;

porque a éste señaló Dios el Padre" (Juan 6:26-27).

La vida de condicionamiento y conveniencia se contrapone a la vida de

fe. De esta manera, estas personas nunca dan pasos de fe, sino que

viven del aquí y del ahora, y de sus razonamientos, su vida es un vaivén

y no tienen certeza para su futuro. Si no reciben lo que están pidiendo,

se llenan de dudas, y de manera absurda se resienten contra Dios.

La convicción de nuestro padre Abraham

Abraham entendió que por la Palabra pronunciada por el Dios vivo se

constituiría su descendencia. Sometió su visión a lo que Dios le dijo:

"Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y

de /a casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una

nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre y serás

Page 25: Libro de La Coviccion

24 Familia CENTI

bendición" (Génesis 12: 1-2). Cuando recibió esta promesa Abram tenía

setenta y cinco años, y su esposa Sarai tenía sesenta y cinco. Después

de veinticinco años, es decir, cuando Abram ya tenía cien años, las

circunstancias empeoraron: Sarai no había sido sanada de su esterilidad

y además ya era menopáusica. Sin embargo, le creyó a Dios y su

promesa y todo se cumplió.

Veamos en qué consistía la convicción de nuestro padre Abraham

(romanos 4: 18-22):

"Creyó en esperanza contra esperanza" (v.18). Abraham antepuso

la esperanza basada en la certeza de lo que Dios le había dicho a la

esperanza basada en el hoy y en el ahora. Podemos decir que su

esperanza estaba en contravía de la razón.

"No se debilitó en la fe" (v, 19). Más bien, su fe se fortalecía ante

las imposibilidades.

"No dudó por incredulidad" (v.20). La incredulidad lleva a la duda,

y siempre se manifiestan juntas. Abraham nunca dudó de la

promesa.

"Se fortaleció en la fe" (v.20). La tendencia humana es que con el

paso de los años nos debilitemos. En el caso de Abraham cuanto

más pasaba el tiempo más crecía su fe.

Page 26: Libro de La Coviccion

25 2013 • Año de la Convicción

"Plenamente convencido" (v.21). Cuando Dios, para probar a

Abraham, le pidió que sacrificara a su hijo Isaac, aun sabiendo que

su descendencia sería en él, obedeció Y se dispuso a entregarlo.

"Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que

había recibido las promesas ofrecía su unigénito, habiéndosele

dicho: En Isaac te será llamada descendencia; pensando que Dios

es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde,

en sentido figurado, también le volvió a recibir" (Hebreos

11: 17-20).

Abraham estaba ante un dilema: si obedecía y le quitaba la vida a

Isaac, con él también se merma la promesa; pero si no obedecía y no le

quitaba la vida a Isaac, significaría I que no se había apropiado de la

promesa, y por lo tanto tampoco tendría descendencia.

Podemos decir, en términos coloquiales, que para Abraham era un

"pierde-pierde": pierde si le quita la vida a Isaac, pero también si no

obedece. En ambos casos no tendría descendencia y su fe moriría.

Abraham obedeció, pes su fe no solo era grande sino que era precisa.

No solo conocía la promesa sino el cómo de Dios: sabía que si

sacrificaba a Isaac, Dios era poderoso para levantarlo de entre los

muertos, como en sentido figurado realmente sucedió. "Plenamente

convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que habla

prometido (Romanos 4:21).

Cuando levantó su mano contra su hijo, Dios se lo impidió, pero

Abraham sí consumó el sacrificio, pues obedeció.

Page 27: Libro de La Coviccion

26 Familia CENTI

Abraham es el padre de la fe, pues fue el primer hombre en creer que

Dios levantaría de los muertos, y el que fue levantado de entre los

muertos fue Jesucristo. Por eso la única manera como yo puedo

experimentar vida y salvación es con la fe de mi padre Abraham: creer

que Dios levantó de los muertos al Señor Jesucristo. Si no creemos

esto, vana es nuestra fe.

Es de suma importancia entender que nuestra fe debe ser la fe de

nuestro padre Abraham. Esa es la decisión más importante en nuestra

vida. De esa fe depende que tengamos eternidad o muerte, determina

si somos o no linaje de Abraham.

Lo que significa ser linaje de Abraham:

La simiente de Abraham es Cristo. Si yo fuera de Cristo y no de

Abraham, Pablo hablaría en plural, pero habla en singular porque se

trata de una sola simiente. "Ahora bien, a Abraham fueron hechas las

promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase

de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo"

(Gálatas 3:16).

Al estar en Cristo la bendición de Abraham nos alcanza y por esa fe

recibimos la promesa del Espíritu. "Para que en Cristo Jesús la bendición

de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe, recibiésemos

la promesa del Espíritu (Gálatas 3: 14).

Page 28: Libro de La Coviccion

27 2013 • Año de la Convicción

Esta herencia viene por la promesa (Palabra de Dios) dada a Abraham,

no por las obras de la ley. Si fuera por las obras de la ley, Sara, que era

estéril, Jamás hubiera concebido, e Isaac hubiera muerto. Pero como

fue por la promesa, Sara concibió mediante la fe de Abraham. "Porque

si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa; ero Dios la concedió

a Abraham mediante la promesa" (Gálatas 3: 18).

La fe de Abraham al creer que Dios levantaría de los muertos

(refiriéndose a Jesucristo) es la fe que me ha sido dada por la promesa;

no ha sido dada de otra manera. "Más la Escritura lo encerró todo bajo

pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a

los creyentes" (Gálatas 3:22).

Somos herederos según la promesa, no según la ley. En Cristo Jesús

todas las promesas que Dios dio a Abraham son para nosotros, pero

necesitamos apropiarnos de ellas como verdaderos israelitas que

somos. "Si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y

herederos según la promesa" (Gálatas 3:29).

Si bien es cierto que somos linaje-de Abraham y herederos de las

promesas, vale la pena preguntarnos: ¿lo estamos viviendo?

A diferencia de los hijos de Dios, los judíos están convencidos de que

son el pueblo de Dios, un pueblo especial, y de que las promesas son

para ellos. En el panorama mundial se destacan por ser prósperos,

creativos, emprendedores y hombres de ciencia. Aunque están

Page 29: Libro de La Coviccion

28 Familia CENTI

convencidos de que las promesas son para ellos, no lo dan por hecho;

se esfuerzan porque conocen su herencia.

A diferencia de esto, tristemente, hoy muchos hijos de Dios no están

experimentando la bendición de los israelitas; más bien experimentan

frustración, confusión y dudas. Son mediocres, conformistas; no brillan,

cuando deberían ser los mejores estudiantes, los mejores empresarios,

los mejores en su oficio o profesión. Esto sucede porque no tienen

convicción de que son descendientes de Abraham y no imitan su fe.

2. Certeza

2.1 "De cierto" o "Desierto"

Asociada con el término certeza encontramos expresión que viene

desde los tiempos de Abraham y que constantemente usaba el Señor

Jesús: "De cierto, de cierto os digo. Siendo el Autor la Palabra, el Señor

la usó cuando quería transmitir un mensaje inequívoco, que con toda

seguridad se cumpliría. Si la parafraseáramos, sería como decir: "tenga

la certeza", "tenga la convicción", "tenga fe en esto...", "crea en

esto….".

En contraste con esta expresión, está el desierto. Si no oímos con fe Su

Palabra, que es certeza para nosotros, vamos a vivir un desierto en

nuestra vida. O nuestra vida es De cierto, de cierto, o va a ser un

desierto; esto lo determina nuestra fe.

Page 30: Libro de La Coviccion

29 2013 • Año de la Convicción

Ahora hagamos un paralelo de las implicaciones, de ambos conceptos:

"DE CIERTO, DE CIERTO"

Bendición y multiplicación - (Génesis 22:18)

Abraham depositó su confianza no en lo que veía sino en Quien le había

dado la promesa.

Sujetó la vista al oído y le creyó al "de cierto" de Dios.

Recompensa (Mateo 10:42) La convicción nos lleva a disfrutar del

galardón.

Lo imposible es posible – (Mateo 17:20)

Tan solo con un poco de convicción, con una fe como un grano de

mostaza, nada será imposible.

Conversión (Mateo 21: 31b) Nos volvemos de nuestros ídolos al Dios

vivo

DESIERTO

Esterilidad y estancamiento Siendo del linaje de Abraham y herederos

de las promesas, muchos hijos de Dios, por incredulidad, no viven como

descendientes suyos.

Page 31: Libro de La Coviccion

30 Familia CENTI

Pérdida

La incredulidad lleva a la pérdida de la recompensa.

Lo imposible es imposible

La razón dice que lo imposible va a permanecer imposible. Lo que

vemos hoyes lo que veremos mañana; es más, será peor.

Moralismo

Nos quedamos señalando a otros conductista e hipócrita.

Arrepentimiento y perdón

(Marcos 3:28) Disfrutamos la gracia de Dios y la proyectamos a otros.

Libertad y credibilidad - (Marcos 10: 15)

Somos como un niño, que basa su fe en lo que oye y cree en su padre y

en la palabra que le da.

Generosidad (Marcos 12:43) En la visión del Señor Jesús la viuda

ofrendó más que todos porque echó lo que tenía.

Eternidad y vida (Juan 5:24) La eternidad se experimenta desde la tierra

y hace referencia a una mejor calidad de vida, una vida de excelencia.

Page 32: Libro de La Coviccion

31 2013 • Año de la Convicción

Paternidad y libertad (Juan 8:34-35)

La convicción lleva a crecer en una relación íntima con Dios como Papá,

lo cual trae cada vez mayor libertad.

Mayores obras (Juan 14: 12) La convicción nos llevará a hacer mayores

obras que las que hizo el Señor Jesús. Respuesta (Juan 16:23)

La oración obtiene respuesta de Dios: un "sí", un "no" o un "espere". El

esperar desarrolla paciencia y perfecciona la fe.

Llenura del Espíritu (Hechos 2:18)

Disfruta la plenitud de la presencia de Dios.

Dureza y culpas

Las culpas nos llevan a sentirnos lejos de Dios y de Sus promesas. Un

triste ejemplo fue Judas: su remordimiento lo llevó a una decisión fatal.

Esquemas mentales y razonamiento

Ha quien no oye la Palabra de Dios como un niño su incredulidad lo

lleva a volverse cuadriculado, rígido, intransigente Y calculador.

Egoísmo

Los discípulos estaban ciegos:

La convicción de lo que se ve (realidad) es ceguera porque la vista se

equivoca.

Page 33: Libro de La Coviccion

32 Familia CENTI

Muerte

Por causa de la incredulidad la vida se vuelve oscura; otra vez se

experimenta separación de Dios.

Orfandad y esclavitud

Aun siendo hijo las marcas de esclavitud no dejan disfrutar la condición

de heredero.

Retórica y conformismo

Al no creerle a Dios la persona se queda solo hablando palabras bonitas.

Frustración

Como no va acompañada de fe, la oración no trae provecho. Dios no

responde una oración que no tenga convicción.

Carencia de poder

Vive como raquítico espiritual, debilitado en su fe y derrotado.

2.2 "ciertamente" o "cierta mente"

Otra expresión muy usada en las Escrituras para referirse a las

promesas de Dios es “Ciertamente”: un hecho certero y convincente

que se espera como resultado de la fe. Esta expresión contrasta con

“ciertamente”, que refleja la tendencia humana a dejarse llevar por lo

que se ve y por la razón.

Page 34: Libro de La Coviccion

33 2013 • Año de la Convicción

Veamos a continuación la comparación de estas dos expresiones:

CIERTAMENTE CIERTA MENTE

Promesa de Dios (Génesis 17:19)

Abraham estaba creciendo en la fe, pues ahora Dios le aseguró que la

promesa del hijo se cumpliría a través de Sara (de edad de noventa

años de edad) y no de otra mujer. Abraham no escuchó su mente sino

el ciertamente de Dios.

Realidad que se opone

Lo que se ve lleva a cuestionar las promesas de Dios, sobre todo cuando

ha pasado mucho tiempo. Abraham pudo haber cuestionado la

esterilidad y la edad de Sara, pero no lo hizo.

Certeza (Génesis 50:24-25) Por la fe José, antes de morir, dio mandato

de que llevaran sus huesos a la Tierra Prometida, y efectivamente así se

cumplió (hebreos: 11:22).

Incertidumbre

Debido a la incredulidad la persona no tiene nada cierto. Ha dado lugar

a la duda y al temor.

Convicción en lo que no se ve El "ciertamente" de Dios para Israel era la

tierra que fluía leche y miel (Números 14:8). La fe no es ciega: Caleb vio

Page 35: Libro de La Coviccion

34 Familia CENTI

a los gigantes, pero exhortó al pueblo a que no olvidaran la promesa de

Dios (Números 13:30).

Convicción en a vista

El "ciertamente" del pueblo es el lamento Y el deseo de regresar a la

esclavitud de Egipto. Un lenguaje de desconfianza, pereza e

Impaciencia. Basaron su convicción en lo que veían y en su razón

(Números 11: 18).

Confianza en la presencia de Dios (Números 14:9)

Josué y Caleb se apartaron del mal informe que dieron los otros diez

espías. Específicamente, Caleb tenía una convicción diferente:

vencerían porque la presencia de Dios estaba con ellos.

Se apropia de la promesa (Josué 14:9) Cuarenta y cinco años más tarde,

Caleb pelea con los gigantes y recibe como heredad el Monte Hebrón,

porque tenía certeza de la promesa dada.

Obedece por fe (1 Samue115:22)

Dios no se complace en sacrificios de machos cabríos, sino en la

obediencia. El sacrificio a Dios hoy en día sigue siendo la obediencia, tal

como lo hizo nuestro padre Abraham.

Temor y justificación Basados en lo que vieron, el informe de diez de los

doce espías que fueron a rece: nacer la Tierra Prometida era

desesperanzador. La "realidad" del presente es 1 que estaban ante un

pueblo más fuerte que, según ellos, ciertamente los derrotaría

(Números 13:27-28,31).

Page 36: Libro de La Coviccion

35 2013 • Año de la Convicción

Perece

La incredulidad no permite alcanzar las promesas de Dios para su vida y

esto lleva a perecer en el desierto de la frustración y la amargura.

Rebelde por razonamiento Contrariando la instrucción de Dios y guiado

por su razón, Saúl preserva lo mejor del ganado destinado al

holocausto. La obediencia es por fe, pero la incredulidad nos lleva a la

rebeldía.

Certeza en el futuro (Salmo 23:6)

David hizo caso omiso a su "cierta mente" y vivió los "ciertamente" de

Dios. Tenía certeza de que en el futuro le esperaban el bien y la

misericordia de Dios. Paciencia (Salmo 25:3)

Quien sabe esperar los tiempos de Dios hereda las promesas y nunca

será avergonzado ni confundido.

Galardón (Salmo 58:11)

Los "ciertamente" de Dios nos llevan a perseverar en Su voluntad,

sabiendo que habrá recompensa.

Es escuchado (Salmo 66:18-19)

La oración de convicción produce la respuesta de Dios y el gozo de

saberse atendido por Él.

Page 37: Libro de La Coviccion

36 Familia CENTI

Acercarse a Dios trae el bien (Salmo 73:1, 27-28) Experimenta en todos

sus caminos la bondad de Dios, pues todo cuanto pase ayuda a bien.

Sirve a Dios (Salmo 116: 16) Tiene certeza en su identidad de hijo-siervo

y vive para agradar al que lo llamó.

Temor al futuro

La falta de convicción genera inseguridad respecto al porvenir. En lugar

de reafirmar las promesas de Dios, se llena de malos presagios.

Confusión

La persona impaciente se angustia con el paso del tiempo, y por eso se

debilita su fe.

Juicio

La razón lleva a claudicar y a seguir su propio camino, desagradando a

Dios.

Siente que Dios no atiende Aunque pide insistente y caprichosamente,

se frustra porque no ve la respuesta.

Alejarse lleva a perecer

No disfruta la Tierra Prometida ni las promesas heredadas. Perece en

sus propios razonamientos.

Page 38: Libro de La Coviccion

37 2013 • Año de la Convicción

Sirve al mundo y a la carne Habiendo entrado en "pacto" con Dios, se

deja seducir de la filosofía del mundo y de sus propios deseos.

3. Confianza

El término fe, en su traducción original, está asociado a confianza. Se

trata, entonces, de creerle a "alguien"; tanto, que le confiamos toda

nuestra vida. Le creemos a Dios Padre y la Palabra que ha pronunciado.

3.1 Confiando en Dios y en Su Palabra.

Una palabra en sí no tiene sentido. El Sentido se lo da quien la

pronuncia; por eso lo importante es a quién estoy oyendo. No importa

lo bello que alguien hable o escriba; es imprescindible la credibilidad

que esa persona tenga. Aquí quiero citar un ejemplo que encontramos

en el libro de Job. Como personaje, Job está asociado con la paciencia.

Es muy conocida la frase "La paciencia del santo Job". Él era un hombre

temeroso de Dios y muy próspero en todo, pero en cierto

momento Dios lo probó permitiendo que pasara por circunstancias

dolorosas: perdió todos sus bienes y su salud y sus hijos murieron.

En este escenario tan desconcertante aparecieron tres "amigos"

aparentemente para ayudarlo, pero sus palabras resultaron inefectivas,

pues no venían de parte de Dios, aunque sonaban muy bonitas.

Page 39: Libro de La Coviccion

38 Familia CENTI

Elifaz, Bildad y Zofar se las daban de espirituales e hicieron un discurso

muy florido, con conmovedoras palabras, acerca de la situación de Job.

Se volvieron cada vez más severos y amenazantes, y al final, haciendo

uso de sus razonamientos, lo acusaron abiertamente: Job debía haber

cometido algún gran crimen para que Dios permitiera su aflicción

(Algunas persona sin respetar el contexto, citan muchas frases de los

tres amigos de Job, si darse cuenta de quiénes las pronunciaron).

Cuando Dios finalmente hizo Su aparición,

Mostró Su desagrado, desaprobó todas estas palabras y los exhortó a

que tuvieran temor de Él como su siervo Job. Ellos podían engañar a

cualquiera, pero no a Dios. En ese momento todas esas bonitas

palabras se cayeron; no tenían ningún sentido (Job 42:7).

En la medida en que confiamos en Dios creemos Sus promesas, porque

Él es un Padre muy confiable y Su Palabra debe sernos suficiente. El

problema, entonces, siempre será en qué creemos y a quién le

creemos. Luego, cuando Papá Dios ha dado promesa, ya no hay

necesidad de pedir más, pues ya no se trata de "si Dios quiere", ya que

Él lo expresó claramente.

Esto lo aprendemos de Abraham. Dios le dio la promesa de una

descendencia, aun antes de llegar a su tierra prometida. Abraham

nunca pidió un hijo; al contrario, era Dios quien le insistía y le ratificaba

la promesa una y otra vez.

Veinticinco años sin respuesta pudieron haber sido un desierto para

Abraham; pero en lugar de esto, como hombre de convicción que era,

él vivió en el "de cierto, de cierto os digo" de Dios. Después de tantos

Page 40: Libro de La Coviccion

39 2013 • Año de la Convicción

años, si alguien tenía derecho a pedir era él; pero le creyó a Dios y cada

vez que Él se lo reiteraba, Abraham lo oía y se convencía más.

Contrario a esta actitud de Abraham, muchos hijos de Dios se acercan a

Él como aquel niño caprichoso que pide insistentemente dulces y llora y

hace pataletas como si su papá fuera sordo. Insisten en una repetitiva

oración y piden siempre la misma cosa, y de manera absurda hay

quienes hasta los admiran y quieren imitarlos.

También son semejantes al niño que hace todo lo contrario a las

instrucciones de su padre. Si le dice, por ejemplo, que se aleje de las

escaleras o de cualquier otro peligro, el niño más bien desafía la orden

dada.

Criticamos a nuestros hijos y decimos que es inexplicable esa conducta,

pero nos comportamos de igual forma con el Señor: nos ha hablado

reiteradamente las mismas cosas a través de Su Palabra y no lo oímos.

Hay quienes después de que Dios les da promesa dicen “Si Dios quiere",

cuando ya es explícito que Dios sí quiere.

Esta frase es una herencia cultural tanto secular como cristiana; es muy

común oír "mañana nos vemos, si Dios quiere". Pero esto no es

convicción sino duda; y es contrario al "ciertamente" y "de cierto, de

cierto" de Dios. Debería bastarnos con que Dios Padre nos diga algo

Page 41: Libro de La Coviccion

40 Familia CENTI

para creerle y vivir de acuerdo con eso, sabiendo que todo podría

derrumbarse a nuestro alrededor y aun así Dios cumplirá lo prometido.

Cuando nuestra credibilidad está basada en las promesas de Dios como

Padre, depositamos nuestra convicción en Él y en lo que ha prometido

hacer, y de ahí en adelante comenzamos a ver de conformidad con lo

que hemos oído.

3.2 La fe sí tiene ojos

La fe no es ciega, pues Dios no nos pide que dejemos de ver; por el

contrario, la fe lo que hace es quitar las fallas de los ojos y permitir ver

claramente. Yo tengo miopía desde hace más de veinticinco años, y con

el paso de los años se me ha ido agravando más; es más, ahora, por la

edad, tengo también astigmatismo. En pocas palabras, ya no veo de

cerca ni de lejos. Si dejo de usar los lentes me da un dolor de cabeza

muy agudo. Frente a esta situación mi esposa me consiguió una cita con

un prestigioso oftalmólogo.

Yo le conté a él cómo me había dado cuenta de que no veía bien: en

una ocasión una persona conocida me pidió que leyera algo, pero no

pude hacerlo; hasta ese momento creía que mi visión era correcta y que

si yo no podía leer algo los demás tampoco podían. Pero realmente el

problema era que mi visión era muy corta frente a lo que debía poder

ver. Por eso me adaptaron lentes y de ahí en adelante comencé a ver

bien.

Page 42: Libro de La Coviccion

41 2013 • Año de la Convicción

Pero tiempo después, tras un examen, el oftalmólogo llegó a la

conclusión de que lo que yo tenía no se podía solucionar ni con una

cirugía, y se iba a agravar cada vez más. Me dio la instrucción de dejar

de usar los

Lentes y hacer unos ejercicios visuales, pues los lentes se convirtieron

en una especie de "muletilla" y mis músculos dejaron de trabajar. Al

atrofiarse ya no se contraían ni se dilataban para enfocar la visión según

la distancia.

Esta experiencia me ilustró que todo es cuestión de tener visión. Como

me ocurrió con los lentes, uno tiene la tendencia a utilizar ciertas

“muletillas” para Incrementar la fe.

No nos basta la Palabra de Dios y queremos apoyamos en la razón,

cuando esta no nos puede guiar en todos los aspectos. Por ejemplo, si

estamos en un lugar oscuro, la razón no sirve para nada; al no poder ver

tropezamos y caemos.

De igual manera, si estamos pasando por un momento oscuro en

nuestra vida ("región de sombra de muerte") y alguien que es

absolutamente confiable para nosotros nos guía, nos dejamos orientar

y seguimos sus Instrucciones.

Si quien está hablando es una persona que quiere que tropecemos o

caigamos, no le haremos caso sino que trataremos de salir de ahí como

podamos y extenderemos los brazos para evitar posibles obstáculos. De

Page 43: Libro de La Coviccion

42 Familia CENTI

eso se trata la vida de fe y convicción: ver lo que Dios nos dice, no lo

que nos dice la razón.

Escuchar a Dios Padre es lo que debe determinar nuestra visión. En la

Palabra de Dios encontramos varios ejemplos de cómo Él nos anima a

ver:

A Abraham Dios le dijo que se fijara en la arena del mar y las estrellas

del cielo, pues así sería su descendencia. Abraham escuchó y con base

en eso fu enfocando su visión, de esta manera, sujeto su vista al oído.

A Moisés le dijo que abriera sus ojos para ver la Tierra Prometida, que

le sería dada a su pueblo. A los doce espías les indicó que miraran la

tierra, sus frutos y sus pobladores.

A Caleb no le dijo que dejara de ver gigantes, sino que cuando los viera

no se amedrentara. Él vio los mismos gigantes que vieron sus amigos,

pero la vista no determinó su convicción.

Contrario a lo que muchos líderes aconsejan a la gente, que no miren

los gigantes porque se debilitan, la instrucción del Señor es que los

miremos, pero que no permitamos que determinen nuestra fe.

Cuando mi vista está supeditada a mi oído, se llama visión. Por eso

tomar la decisión de tener convicción es someter nuestra visión a lo que

oímos de Dios.

Page 44: Libro de La Coviccion

43 2013 • Año de la Convicción

3.3 Implicaciones

A continuación desarrollaremos ampliamente lo que implica la

confianza en Dios:

Viene de depositar nuestra en Él. No es una fe ciega. “Dios mío,

fortaleza mía, en él confiaré; Mi escudo, y el fuerte de mi salvación,

mi alto refugio; Salvador mío; de violencia me libraste.”

(2 Samuel: 22:3).

Nos lleva a vivir como hijos confiados y seguros. Ya no hay lugar

para los temores y las inseguridades: "En paz me acostaré, y

asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado"

(Salmo 4:8).

Causa alegría en nuestra vida. Si un hijo de Dios pierde el gozo y cae

en depresión, es porque no vive por fe: "Pero, alégrense todos los

que en ti confían; den voces de júbilo para siempre, porque tú los

defiendes; en ti se regocijen los que aman tu nombre" (Salmo 5:11)

Nos trae salvación y liberación. "Jehová Dios mío, en ti he confiado;

sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame" (Salmo 7:1)

Page 45: Libro de La Coviccion

44 Familia CENTI

Nos da libertad para acercamos a Dios Papá. La única manera de

acercarnos a Él es por medio de la fe, confiando en que por Su

misericordia nos perdona y nos levanta. No es por las obras de la

ley. "Más yo en tu misericordia he confiado; mi corazón se alegrará

en tu salvación" (Salmo 13:5).

Somos guardados. "Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado"

(Salmo 16:1)

Recibimos fuerza, fortaleza y protección. "Jehová, roca mía y

castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;

mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio”

(Salmo 18:2).

Nunca seremos avergonzados. "Dios mío, en ti confío; no sea yo

avergonzado, No se alegren de mí mis enemigos" (Sal 25:2). El

mismo pensamiento nos lo expresa con claridad el apóstol Pedro

(1 Pedro 2:6b).

Nunca seremos confundidos. La confusión viene cuando lo que

oímos no va acompañado de fe. "En ti, oh Jehová, he confiado; no

sea yo confundido jamás. Líbrame en tu justicia" (Salmo 31:1).

Seremos bienaventurados. "Bienaventurado el hombre que puso en

Jehová su confianza, y no mira a los soberbios, ni a los que se

desvían tras la mentira" (Salmo 40:4).

Page 46: Libro de La Coviccion

45 2013 • Año de la Convicción

Nos mantenemos firmes. "Los que confían en Jehová son como el

monte de Sion que no se mueve, sino que permanece para

siempre" (Salmo 125:1).

Habitamos confiadamente. La fe es esencial para experimentar

diariamente la Teoterapia. "Más el que me oyere habitará

confiadamente y vivirá tranquilo, sin temor del mal"

(Proverbios 1:33).

No temeremos a los hombres. Nuestro único temor será no oír al

Señor y perder nuestra confianza en Él. "En el temor de Jehová está

la fuerte confianza; y esperanza tendrán sus hijos"

(Proverbios 14:26).

Seremos prosperados. Cuando el oír va acompañado de fe, nuestra

vida experimentará prosperidad total. "El altivo de ánimo suscitara

contiendas; mas el que confía en Jehová prosperará"

(Proverbios 28:25).

Seremos exaltados. Dios honra a quienes depositan su confianza en

Él. "El temor del hombre pondrá lazo; mas el que confía en Jehová

será exaltado" (Proverbios 29:25).

Page 47: Libro de La Coviccion

46 Familia CENTI

Experimentamos paz. La paz no viene de lo que vemos, sino de lo

que oímos. No importa lo que veamos, nos sostenemos como

Moisés: viendo al Invisible. "Tú guardaras en completa paz a aquel

cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado"

(Isaías 26: 3).

Experimentamos todo el bien de Dios Padre. "Bendito el varón que

confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová " (Jeremías 1'7:7). Lo

contrario también se experimenta cuando dejamos a Dios y

confiamos en el hombre (Jeremías 17:5).

Seremos guardados de todo daño. Daniel vio leones, pero depositó

su confianza en lo que oía de Dios. "Entonces se alegró el rey en

gran manera a causa de él, y mandó sacar a Daniel del foso; y fue

Daniel sacado del foso, y ninguna lesión se halló en él, porque había

confiado en su Dios" (Daniel 6:23).

Seremos guardados de confiar en las riquezas. El problema no son

las riquezas, sino depositar nuestra confianza en ellas. "Los

discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús,

respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en

el reino de Dios a los que confían en las riquezas!" (Marcos 10:24).

Tendremos acceso a Su presencia. "En quien tenemos seguridad y

acceso con confianza por medio de la fe en él" (Efesio: 3: 12).

Page 48: Libro de La Coviccion

47 2013 • Año de la Convicción

Cristo será magnificado en nosotros, y en nada seremos

avergonzados. "Conforme a mi anheló y esperanza de que en nada

seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre,

ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o

por muerte" (Filipenses 1:20).

Perseveramos hasta el fin. "Porque somos hechos participantes de

Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza

del principio” Hebreos 3:14

Alcanzamos misericordia. "Acerquémonos, pues, confiadamente al

trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el

oportuno socorro" (Hebreos 4:16).

Tendremos certeza de ser oídos. "Y esta es la confianza que

tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad,

él nos oye" (1 Juan 5: 14).

3.4 El caso de Bartimeo

De camino a Jerusalén, Jesús entró a Jericó. Allí se encontraba un

ciego mendigando junto al camino, el cual le gritó con fuerte voz:

"Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!" (Marcos 10:47). Aunque

lo reprendían para que no gritara, Bartimeo seguía clamando.

Page 49: Libro de La Coviccion

48 Familia CENTI

Al oírlo Jesús lo mandó a llamar: " Entonces Jesús, deteniéndose,

mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza;

levántate, te llama. " (Marcos 10:49). La capa era muy importante

para un ciego, pero ante esta invitación, Bartimeo la echó fuera y

corrió al encuentro del Señor. "Respondiendo Jesús, le dijo:

¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la

vista. Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la

vista, y seguía a Jesús en el camino" (Marcos 10:51-52). Acudió con

confianza y recibió respuesta.

De esta manera, vemos que a nuestro clamor por misericordia, Dios

responde pidiéndonos confianza. En vano clamamos si no nos

acercamos a Él confiadamente.

4. Credibilidad

4.1 Lo que obtengo por la fe

A continuación se expone todo lo que obtenemos y nos pertenece

legítimamente por medio de la fe:

Somos Bendecidos. Al ser del linaje de Abraham hemos sido

justificados por la fe al estar en Cristo Jesús y como consecuencia

recibimos todo el bien de Dios para nuestra vida. "La Escritura,

Page 50: Libro de La Coviccion

49 2013 • Año de la Convicción

previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, dio de

antemano la buena nueva a Abraham, diciendo: En ti serán

benditas todas las naciones. De modo que los de la fe son

bendecidos con el creyente Abraham" (Gálatas 3:8-9).

Vivimos por fe. Por fe nos movemos, nos acostamos, nos

levantamos, confiando siempre en Dios y en Su Palabra. “Y que por

ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo

parla fe vivirá" (Gálatas 3: 11).

Disfrutamos de la paternidad de Dios. Como hijos de Dios, nos

acercamos a Él con libertad para disfrutar como herederos, y con

esa visión le servimos. "Pues todos sois hijos de Dios por la fe en

Cristo Jesús" (Gálatas 3:26)

Nos apropiamos del amor incondicional de papa Dios. Vivimos con

la certeza de que hará que aumente o disminuya el amor que Dios

nos tiene. Dejaremos de "mendigar" amor, y nos convertiremos

más bien en canales para que ese amor fluya hacia otros, "Por lo

cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni

principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto,

ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del

amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro" (Romanos

8:38-39).

Somos llenos del Espíritu Santo. Es un acto de fe vaciar nuestra vida

de nuestro ego y rendiría para disfrutar de la total plenitud del

Page 51: Libro de La Coviccion

50 Familia CENTI

Espíritu Santo. "Esto solo quiero saber de vosotros: “Recibisteis el

Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe?” (Gálatas 3:2).

Permanecemos firmes. La fortaleza (musculatura) de un hombre de

Dios está en su fe; no puede estar cimentada en la razón. Ser de

convicción nos hace fuertes frente a cualquier situación que

enfrentemos. "No que nos enseñoreemos de vuestra fe, sino que

colaboramos para vuestro gozo; porque por la fe estáis firmes" (2

Corintios 1:24).

Andamos por fe. Nuestro andar es guiado por lo que hemos oído de

Dios Padre, no por lo que nuestros ojos ven. "Porque fe andamos,

no por vista" (2 Corintios 5:7).

4.2 Dando buen testimonio

La palabra testimonio está siempre asociada a la fe. La extensa lista de

personas de fe que aparecen en Hebreos capítulo 11 tienen algo en

común: todas dieron buen testimonio por su fe, y eso las hizo diferentes

a los demás. No se trató, entonces, de que tuvieran buena conducta. "Y

todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no

recibieron lo prometido" (Hebreos 11:39).

Page 52: Libro de La Coviccion

51 2013 • Año de la Convicción

La lista es muy larga. Se citan sólo algunos de estos testimonios:

Abel ofreció más excelente sacrificio, y con esto dio testimonio de que

era justo (Hebreos 11:4). Enoc dio testimonio de haber agradado a Dios,

por lo que no vio la muerte (Hebreos 11:5).

Noé fue hecho heredero de la justicia, y con su fe condenó al mundo

(Hebreos 11:7).

Rahab no pereció en el juicio contra Jericó (Hebreos 11:31).

Queda claro, entonces, que el testimonio de un hijo de Dios es su fe;

cuanto mayor sea su fe, mayor será su testimonio. En la actualidad

muchos cristianos creen que el testimonio es una conducta o un

comportamiento, como si se tratara de hacer unas cosas y dejar de

hacer otras, basándose en estándares aceptables socialmente.

Lo que da testimonio es vivir y actuar basado en lo oído de Dios. “Pero

sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se

acerca a Dios crea que le ahí, y que es galardonador de los que le

buscan.” (Hebreos 11:6).

Page 53: Libro de La Coviccion

52 Familia CENTI

CAPITULO 3

¿QUIÉN SOY PARA DIOS

El autoconcepto es el conjunto de ideas que tenemos acerca de nosotros

mismos. Actualmente en los cursos de superación personal a la gente se le

enseña a tener claridad sobre quiénes son para ellos mismos y para los

demás. En la Biblia encontramos que cultivar un adecuado autoconcepto

tener convicción de quiénes somos para Dios. Es aprender a vernos como

Él nos ve.

En la Teoterapia el aspecto clave para tener una adecuada imagen de

nosotros mismos es tener una visión clara de quien es Cristo,

identificándonos con Él y Apropiarnos de esa posición que ahora tenemos.

Esto nos llevará a interiorizar el concepto que Dios Padre tiene de

nosotros.

La verdad de la Biblia referente a usted y a mi es el punto de partida para

formar un concepto saludable de quiénes somos, independientemente de

la "realidad" dé nuestras circunstancias.

Como hijos de Dios estamos llamados a opinar de nosotros mismos

solamente después de haber escuchado al que nos creó y nos redimió; de

esta manera nos miraremos y actuaremos como Él quiere que lo hagamos.

Page 54: Libro de La Coviccion

53 2013 • Año de la Convicción

Si somos de Cristo, descendientes de Abraham somos; luego, todas las

promesas dadas son para nosotros. Sin embargo, no basta saberlo; se

requiere vivir de acuerdo con esa verdad y renunciar a la incredulidad ya la

razón.

1. Especial

Cuando algo se define como especial es porque es muy valioso, de una

gran significancia, de la más alta valía. Lo contrario sería algo ordinario,

común. Luego, como hijos de Dios no somos uno más; somos especiales

tesoros. "Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu

Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los

pueblos que están sobre la tierra. No por ser vosotros más que

Todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros

erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová

os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha

Sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre,

de la mano de Faraón rey de Egipto.

“(Deuteronomio 7:6-8). En este pasaje encontramos una aparente

contradicción: Israel era el pueblo más insignificante, pero algo lo hacía

especial: que Dios lo había amado.

Esto aplica perfectamente para nuestras vidas como linaje de Abraham:

somos especiales para Dios no por nuestro mérito sino porque Dios nos

ha amado. Ahora bien, si creemos realmente que Dios nos ama y nos ha

Page 55: Libro de La Coviccion

54 Familia CENTI

hecho por una razón especial, tal como la Biblia lo enseña, podemos

aceptar con gratitud nuestra apariencia, capacidades, linaje y medio

ambiente. Una vez aceptamos estas cosas por fe resulta fácil

aceptarnos y amarnos a nosotros mismos.

La pregunta es: ¿Nos hemos apropiado del amor de Dios? Con

demasiada frecuencia olvidamos que Dios nos ama con amor

incondicional, inmerecido e inmotivado; amor que fue demostrado al

mandar a Su Hijo a morir por nosotros. Quizá hemos aceptado de un

modo "intelectual" este amor. ¿Pero lo estamos experimentando? La fe

y la convicción nos permiten apropiarnos de esa verdad y creerle a Dios

y Sus promesas para vivir y actuar como personas especiales.

2. Único

Dios lo hizo a usted para que fuera Su hijo, y como buen Padre puso en

usted lo mejor; por eso lo ve de una forma única y especial.

Luego, hemos de hablar un lenguaje personalizado: no es "soy un hijo

de Dios más", sino “ Soy el hijo amado de Dios". "Porque eres pueblo

santo a Jehová tu Dios, y Jehová te ha escogido para que le seas un

pueblo único de entre todos los pueblos que están sobre la tierra."

(Deuteronomio 14:2).

Lo singular es irrepetible, no es clonado; por lo tanto, es escaso. ¿Por

qué son tan costosos los diamantes? Precisamente porque son difíciles

Page 56: Libro de La Coviccion

55 2013 • Año de la Convicción

de hallar, de extraer y de refinar. No se encuentran en todas partes

como las rocas, pues si así fuera nadie los usaría o serían muy baratos.

Ahora bien, no se trata solamente de la hermosura de los diamantes; es

además el más fuerte de los minerales. Un diamante solamente puede

ser cortado por otro diamante; ningún otro elemento lo puede cortar o

rayar.

Dios tenía una idea muy clara de cómo íbamos a ser, aun antes de que

naciéramos; sabía lo que estaba haciendo cuando nos hizo" ¡y lo hizo

bien! En la vida de todo hijo de Dios ha sido colocada una huella, una

marca de bendición. Esta huella nos ha dado características propias y

singulares, diseñadas para que vivamos según nuestro linaje. Esta

convicción nos llevará a agradecerle a Dios por ser objeto de Su amor y

por habernos hecho tal y como nos hizo.

Somos valiosos porque somos una creación única de Dios Padre y

fuimos redimidos en la cruz. No somos un código o número más. Somos

ese diamante de gran valor para Dios. Pero, ¿le creemos?

3. Su exclusiva posesión

Nada ejerce tanta influencia negativa sobre nuestra vida como el

sentimiento de soledad y orfandad. En todo tiempo necesitamos sentir

que pertenecemos a alguien: ¡necesitarnos un Padre!

Page 57: Libro de La Coviccion

56 Familia CENTI

En Su Palabra Dios Papá nos ha declarado que somos Suyos, le

pertenecemos; luego, no nos va a dejar ni a descuidar. "Y Jehová ha

declarado hoy que tú eres pueblo suyo, de su a exclusiva posesión,

como te lo ha prometido para que guardes todos sus mandamientos; a

fin de exaltarte sobre todas las naciones que hizo, para loor y fama y

gloria, y para que seas un pueblo santo a Jehová tu Dios, como él ha

dicho" (Deuteronomio 26: 18-19).

Como amoroso Padre, Dios nos ha tenido paciencia, soporta nuestras

inmadureces y no nos dejará hasta que cumpla su buen propósito con

nuestra vida. Porque somos de su exclusiva posesión se ha propuesto

exaltamos sobre todos los demás pueblos, de tal manera que Su

nombre sea conocido y glorificado.

Así nos ve Dios Papá: especiales, únicos y de Su exclusiva posesión.

Nuestro problema es que a causa de nuestra incredulidad no nos vemos

como Él nos ve ni queremos vivir conforme a nuestra herencia.

En la medida que les demos más crédito a los pensamientos de Dios

que a los nuestros cambiaremos la percepción que tenemos de

nosotros mismo y le confiaremos a El nuestra vida. De eso se trata

tener convicción de lo que somos para Dios.

Page 58: Libro de La Coviccion

57 2013 • Año de la Convicción

Aplicación Teoterápica

Hoy abundan los cristianos pero escasea la fe. Aunque aumentan los

templos y las congregaciones, tristemente lo que está menguando es la fe.

Esto necesariamente es señal de que se está enfriando el amor hacia Dios,

pues uno confía es en Aquel a quien ama.

La pregunta obligada es: "...pero cuando venga el Hijo del Hombre,

¿Hallará fe en la tierra?" (Lucas 18:8).

En la actualidad cada vez hay menos hombres de convicción; por eso

entre los hijos de dios hay más debilidad, confusión, trastorno,

incredulidad y duda.

La vida de convicción es la única vida que le agrada a Dios. Esto implica las

obras de la fe y no las de la ley; de lo contrario, terminamos en una vida

conductista y moralista.

La Biblia está llena de promesas; pero, ¿por qué la inmensa mayoría de los

hijos de Dios no las experimentan en su vida? La respuesta nos la da la

misma Palabra de Dios: no les aprovecha porque aunque la oyen no la

acompañan de fe.

La fe es característica de los del Linaje de Abraham. Hoy somos hijos de

Dios; Sin embargo, ¡qué lejos estamos de vivir la vida de convicción que sí

viven los judíos! Adonde quiera que van sobresalen y prosperan porque se

Page 59: Libro de La Coviccion

58 Familia CENTI

saben herederos de las promesas. Ahora bien, no se trata simplemente de

creer en las promesas de Dios, sino de creerle al que las pronunció; esto es

lo que nos llevará a confiarle nuestra vida a Él.

Dios no nos invita a una fe ciega ni nos dice que dejemos de ver; esto sería

fanatismo. Nos pide que veamos conforme a lo prometido; no basando

nuestra convicción en lo que vemos, sino en lo que hemos oído. La única

vida que le agrada a Dios es la vida de fe; por eso nuestro desafío es que

mientras estemos en esta Tierra seamos personas de convicción.

¿Cuál va a ser su decisión? ¿Vivir como Abraham, plenamente convencido

de lo que le dice Dios en su Palabra, o con base en la razón, vivir de lo que

en el hoy y en el ahora?

Page 60: Libro de La Coviccion

59 2013 • Año de la Convicción

Contraportada

En marcha hacia el Cumplimiento y en la Conquista de nuestro "Monte

Hermón", presentamos ante toda la familia de la Cruzada Estudiantil y

Profesional de Colombia, del CENTI y a todo el pueblo cristiano, el tercer libro de

la SERIE CUMPLIMIENTO. Este se titula "LA CONVICCIÓN", Módulo 1.

En un mundo donde abundan los cristianos pero escasea la fe, estamos

llamados a vivir el linaje de Abraham siendo hombres y mujeres de convicción.

Hoy, como nunca, se hace necesario que como hijos de Dios ya no vivamos por

"vista" sino por las promesas que hemos oído de nuestro Padre Celestial.

Hoy tenemos el desafío de vivir como Abraham, plenamente convencidos y en

"esperanza contra esperanza", para alcanzar las promesas de Dios en esta

generación.