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TOMAS SANHUEZA MAGARIÑOS
Editorial
FANTASIAS
INDICE
LA LUNA DE QUESO
EL FUTBOLISTA
EL NIÑO DESOBEDIENTE
EL SEÑOR PUK
El niño piloto
Cuando llovieron sombreros
El árbol si hojas
Corre y escapa
La luna de queso
Había una vez una luna de queso,
todos querían ir a la luna pero
costaba mucho ($1, 000,000 de
dólares la hora).
Entonces la luna de queso se hizo
famosa, pero muy poquitas personas
podían ir…
Hicieron una rifa, pusieron entradas
de cine en los chocolates y los que lo
encontraban tenían que ver una
película, las 5 personas que dieran
el mejor resumen iban a la luna
gratis.
Un niño de bajos recursos le
regalaron un chocolate, él lo abrió
y ahí estaba el boleto de cine. Se
emocionó tanto que se puso a correr
como loco por toda la ciudad. Pero
después pensó que todavía tenía que
hacer el resumen de la película.
Bueno, llegó el día. Él estaba muy
nervioso y cuando comenzó la
película empezó a sudar de los
nervios, pero después se relajó.
Vio la película tranquilo y después
les dio el resumen.
Él estaba muy nervioso luego vio que
uno de los señores se le acercaba
con la hoja en la mano que decía si
ganaste o no…
Cuando finalmente llegó, le dijo que
si había ganado y que se iba a la
luna con su familia por un día entero.
Gritó de la felicidad. Cuando llegó a
casa prepararon todo y al día
siguiente partieron a la luna de
queso.
Comieron tanto queso que les dejó de
gustar. Así el niño fue la persona
más feliz del mundo.
fin
El futbolista
Había una vez un niño llamado
Sebastián que tenía 12 años.
Sebastián era un niño de bajos
recursos, no tenía papás y vivía con
los tíos y sus primos en un barrio que
quedaba en las afueras de la ciudad.
A él le encantaba jugar fútbol,
jugaba y practicaba fútbol todo el
día y la noche. En la noche él jugaba
en una cancha sin luz porque él se la
sabia de memoria. Iba a prácticas de
fútbol a la ciudad, a un club donde lo
mandaba la tía a la ciudad. Todos los
días se tomaba la buseta y tardaba
más de una hora para ir y otra para
volver a su casa. Después se bañaba,
cenaba y se tenía que ir a dormir
para empezar de nuevo el día, cuando
iba al colegio.
Un día una persona lo vio jugando
fútbol y le dijo a los tíos que
Sebastián tenía futuro y que él le
prometía que lo convertiría en el
mejor futbolista del mundo. El tío y
la tía aceptaron y el señor se llevó
a Sebastián.
Sebastián pronto comenzó a
entrenar día y noche, aunque igual
tenía que terminar el colegio. Entro
a jugar a varios equipos de su país
natal para que poco a poco lo vieran
de todos lados del mundo. Lo
compraron en Europa y jugó varios
años, ya ha participado en un Mundial
y espero que le queden muchos más
por jugar. Hoy en día Sebastián,
juega para el mejor equipo del
mundo, donde hará una buena
carrera.
fin
El niño desobediente
Había una familia que tenía 4 hijos,
entre ellos estaban 1 niño y 3 niñas.
Las niñas era súper obedientes,
hacían caso a todo lo que les decía
papá y mamá, pero el niño era súper
desobediente y muy grosero, y uno
tenía que discutir con el niño todas
las mañanas para que se vistiera,
para ir al colegio, el niño parecía un
bebé porque uno tenía que darle todo
como él quería, tenía una empleada y
le daba tanta rabia al escuchar que
le contestaba mal a la mamá. La
empleada no podía hacer nada, sólo
escuchar y callar
A pesar del mal comportamiento del
niño, los papás lo consentían en todo
porque era el hijo mayor, a las
hermanas no les gustaba jugar con
él porque les pegaba y cuando las
niñas le decían al papá, él le pegaba
al niño y se ponía a llorar, entonces
se encerraba en la habitación. Un día
el niño se fue a una fiesta de
cumpleaños de un amigo. Las
hermanas se quedaron en la casa con
la empleada porque la mamá y el
papá se habían ido a la reunión del
colegio, entonces las niñas hicieron
una piyamada, invitaron a sus amigas
y jugaron, charlaron, y contaron
chistes, cosas de terror,
adivinanzas, y cuentos; cuando
llegaron los papás las regañaron y
las castigaron. Cuando llegó el niño
los papás se dieron cuenta y lo
regañaron porque ellos no lo habían
dejado ir.
fin
El señor Puk
Había una vez un señor llamado
señor Puk. El señor Puk era la
persona más rica del mundo y tenía
dinero de todo el mundo.
Un día el señor Puk quiso hacerse una
casa en el desierto. Todo hecho de
dinero. Las ventanas, las puertas,
las paredes, la cama, las sabanas
etc.
el señor Puk dijo “quiero que mi casa
tenga 365 habitaciones, una por cada
día del año, 12 pisos, uno por cada mes
del año y 52 escaleras, una por cada
semana; “todo hecho con mi dinero”
Llevo 20 años y 3.000.000 de
trabajadores y al terminar la obra,
todos se fueron y el señor Puk se
quedó solo en su enorme casa.
Una noche llegaron unos ladrones a
robarle y entraron y no miraron a su
alrededor que todo estaba hecho de
dinero. Solamente buscaban la
cartera del señor Puk, pero sucede
que el señor Puk no tiene cartera.
Al principio les dio risa pero después
se echaron a llorar porque ellos
habían atravesado todo el desierto
para efectuar este robo y no
consiguieron nada.
Otra noche se acercó un niño pobre
para pedirle plata pero el señor Puk
no tenía dinero. Todo lo había
gastado haciendo su casa, entonces
les regalo una puerta hecha de
billetes de 10 dólares.
Luego se fundió la noticia de que el
señor Puk se había vuelto amable,
entonces le empezaron a llegar
personas pobres de todo el mundo y
así el señor Puk fue regalando toda
su casa y todo el mundo le reconoció
lo amable y aunque el señor Puk
quedo triste por perder su casa fue
la persona más importante y amable
de mundo.
fin
El niño piloto
Había una vez un niño que estaba
jugando a ser piloto de avión. Su
mama le decía que lo olvidara pero
él no lo podía olvidar.
Un día fue de visita a ver a su abuela
y a su abuelo que era piloto. Cuando
el abuelo llevo al niño al avión, él
se sintió libre, una experiencia única
porque el abuelo lo había dejado
tomar el control del avión. El niño se
puso muy feliz y desde entonces le
encantan los aviones.
Al niño no le importaba las
catástrofes aéreas o los
secuestros, al revés lo ayudaban a
entender más sobre aviones.
El abuelo llevaba al niño a todos
los partidos de Barcelona en todo el
mundo porque ambos eran fanáticos.
Una vez el abuelo había sacado al
niño a volar y se quedó sin
combustible e hizo un aterrizaje de
emergencia exitoso.
Desde entonces el niño quiso a su
abuelo más que nunca, ellos se
hicieron inseparables, iban a todos
lados juntos, se divertían, jugaban,
molestaban, pero siempre la
pasaban bien.
fin
Cuando llovieron sombreros
Hace mucho tiempo había un señor de
40 años llamado Baltazar de muy
bajos recursos que vivía en
Afganistán.
Un atardecer, él estaba sentado en
su silla tomando el té y de pronto
empezaron a caer flores y pasteles.
Él recogió un pastel de pie de limón y
un ramo de flores, feliz y agradecido
por el momento, se dirigió a la casa
de su madre, que con alegría lo
recibió y compartieron un hermoso
momento de recuerdos felices.
30 años después Baltazar era todo
un empresario. Tenía una exitosa
tienda de sombreros. El recordó
cuando llovieron flores y pasteles.
Baltazar se convirtió en empresario
de una forma diferente a todos.
Baltazar era muy religioso y
siempre estaba con dios.
Este hombre le pidió a dios que
hiciera llover sombreros en el patio
de su casa, pero Baltazar también le
hizo una promesa y esta era la
siguiente. (Dame lo que te pido pero
te prometo que no seré egoísta,
compartiré mis riquezas con todos
los que la necesitan, no me dejare
caer en la tentación). Dios le otorgo
lo que Baltazar le había pedido.
Pero Baltazar no cumplió con lo
prometido.
Baltazar por no cumplir su promesa
quedo en la ruina por egoísta.
La moraleja de esta historia es que
no hay que pedir, prometer y no
cumplir.
fin
El árbol sin hojas
Había una vez un árbol en el medio
de la montaña que nunca tenía hojas
y nadie sabía por qué. Todo el mundo
se preguntaba porque nunca tenía
hojas. Los investigadores siempre
buscan respuestas pero nunca las
encontraban. Mucho que investigar,
mucho que saber de árboles para
saber porque no tiene hojas. Un niño
muy pequeño de 8 años fue un día a
ver el árbol y vio que no tenía hojas
porque nunca nadie se había dado
cuenta de que el árbol es de la
prehistoria, entonces les dijo a los
investigadores que era de la
prehistoria pero ellos escucharon
mal, ¡escucharon que creció mal!
Ellos hicieron lo que pudieron pero no
pudieron salvarlo, todo el mundo se
puso triste menos el niño porque
sabía que la culpa fue de los
investigadores por escucharlo mal,
entonces el niño agarro las semillas
del árbol y nuevamente las plantó y
crecieron. Todo el mundo miro al niño
de 8 años que salvo a un árbol. No es
un milagro para el mundo. En ese
momento lo que pasó en la montaña
con el árbol, los investigadores y el
niño salió en todas las noticias,
periódicos, revistas, comerciales de
televisión y mucho más, en todo el
mundo. El niño se fue muy feliz a la
casa porque el salvo un árbol que
para los humanos es lo más lindo.
fin
Corre y escapa
Había una vez un niño llamado
Sebastián. El lunes fue su primer día
en el colegio y estaba nervioso
porque era nuevo. Se enamoró de una
niña llamada Leila. El vio a una
persona que lo miraba con mala
cara y no sabía por qué. De pronto
sonó el timbre y el niño que lo
miraba se acercó y le dijo: aléjate
de mi novia y Sebastián respondió
perdón no sabía que era tu novia no
volverá a pasar, te lo prometo.
Julián, el novio de Leila le dijo, más
te vale y no le vayas a decir a la
profesora o a tu mama lo que paso
hoy. Cuando Sebastián llego a la
casa estaba asustado y la mama le
pregunto qué le pasaba. Sebastián
le conto a la mama lo que paso en el
colegio. La mamá preocupada llamó
al colegio y les dijo lo que paso, la
directora no lo podía creer y llamó a
la mama de Julián. La mama se enojó
tanto que lo castigo por 1 mes sin
televisión, computadora, nintiendo,
video juegos etc. El martes
Sebastián sabía que iba a ser niño
golpeado por Julián, el niño más malo
y rudo de la escuela. Estaba tan
asustado que se escondió y no salió
hasta que sonara el timbre porque
sabía que lo estaba esperando
Julián. Cuando al final Julián se
encontró con Sebastián y le dio la
mano, diciéndole: “Perdóname Por
amenazarte” y sebastián le dijo
“bueno” y desde ese entonces fueron
grandes amigos.
fin