libro 7 los dominios inmortales eternos! · murmurando consigo mismo mientras se tambaleaba...

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LIBRO 7 LOS DOMINIOS INMORTALES ETERNOS! CAPÍTULO 1029 EL ACADÉMICO BAI! El tiempo pasó. Ya habían transcurrido seis meses desde la destrucción del Reino Alcance Celestial. Unos cielos extraños, una tierra extraña. Ciudades extrañas, personas extrañas… Estas tierras en realidad estaban formadas por cinco gigantescas masas de territorio…y a estos los llamaban los dominios inmortales. Cualquiera de esos dominios inmortales tenía más de diez veces el tamaño del Reino Alcance Celestial. En uno de ellos, en la parte oriental de ese dominio, existía una vasta cadena montañosa que parecía un dragón durmiente. Entre esas montañas se podían ver muchas ciudades, y alrededores de estas había numerosos pueblos. En uno de esos pueblos, se encontraba un joven con unas ropas blancas arrugadas y un rostro sucio y manchado. Parecía estar riendo y murmurando consigo mismo mientras se tambaleaba caminando ebrio por la calle, en su mano sostenía una botella de alcohol, desde la que ocasionalmente tomaba largos tragos. ¿Los dominios inmortales eh…? murmuró. Por la manera en la que se movía, se veía completamente abatido. Ya era el otoño, y un viento punzante recorría estas montañas, el cual levantaba las hojas amarillas a lo largo del sendero. Este pueblo en particular no estaba muy poblado. Se ubicaba en un área relativamente remota, y en su mayor parte, las personas solo estaban pendientes de sus propios asuntos. Debido al frío punzante del viento, las pocas personas que caminaban por ese sendero llevaban ropas gruesas y cálidas, y se movían rápidamente a sus destinos tan rápido como pudieran. Estaba claro que nadie quería estar en las calles durante un atardecer tan frío. Y quienquiera que estuviera por allí claramente quería volver a casa rápido, a dónde era cálido, con sus amigos y familias que los esperaban. Sin embargo, este joven ebrio no parecía tener ningún concepto del hogar. Solo vagaba de manera aparentemente sin rumbo, con una mirada vacía en sus ojos e ignorando completamente ese viento punzante. No parecía que el viento le molestara para nada, de hecho, parecía concordar con la soledad en su corazón. A medida que caminaba en ese sendero nocturno, se lo veía increíblemente melancólico… Las frágiles hojas amarillas flotaban en el aire a su alrededor, como si hubieran encontrado a un espíritu afín al que no querían abandonar.

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  • LIBRO 7 LOS DOMINIOS INMORTALES ETERNOS!

    CAPÍTULO 1029

    EL ACADÉMICO BAI!

    El tiempo pasó. Ya habían transcurrido seis meses desde la destrucción del Reino Alcance Celestial. Unos cielos extraños, una tierra extraña. Ciudades extrañas, personas extrañas… Estas tierras en realidad estaban formadas por cinco gigantescas masas de territorio…y a estos los llamaban los dominios inmortales. Cualquiera de esos dominios inmortales tenía más de diez veces el tamaño del Reino Alcance Celestial. En uno de ellos, en la parte oriental de ese dominio, existía una vasta cadena montañosa que parecía un dragón durmiente. Entre esas montañas se podían ver muchas ciudades, y alrededores de estas había numerosos pueblos. En uno de esos pueblos, se encontraba un joven con unas ropas blancas arrugadas y un rostro sucio y manchado. Parecía estar riendo y murmurando consigo mismo mientras se tambaleaba caminando ebrio por la calle, en su mano sostenía una botella de alcohol, desde la que ocasionalmente tomaba largos tragos. ¿Los dominios inmortales eh…? murmuró. Por la manera en la que se movía, se veía completamente abatido. Ya era el otoño, y un viento punzante recorría estas montañas, el cual levantaba las hojas amarillas a lo largo del sendero. Este pueblo en particular no estaba muy poblado. Se ubicaba en un área relativamente remota, y en su mayor parte, las personas solo estaban pendientes de sus propios asuntos. Debido al frío punzante del viento, las pocas personas que caminaban por ese sendero llevaban ropas gruesas y cálidas, y se movían rápidamente a sus destinos tan rápido como pudieran. Estaba claro que nadie quería estar en las calles durante un atardecer tan frío. Y quienquiera que estuviera por allí claramente quería volver a casa rápido, a dónde era cálido, con sus amigos y familias que los esperaban. Sin embargo, este joven ebrio no parecía tener ningún concepto del hogar. Solo vagaba de manera aparentemente sin rumbo, con una mirada vacía en sus ojos e ignorando completamente ese viento punzante. No parecía que el viento le molestara para nada, de hecho, parecía concordar con la soledad en su corazón. A medida que caminaba en ese sendero nocturno, se lo veía increíblemente melancólico… Las frágiles hojas amarillas flotaban en el aire a su alrededor, como si hubieran encontrado a un espíritu afín al que no querían abandonar.

  • ¿Dominios inmortales? ¿A quién coño le importa…? Al joven lo rodeaba el aroma del alcohol mientras avanzaba a pasos tambaleantes, levantando la botella constantemente por otro trago. Aunque justo en este momento, se dio cuenta de que la botella estaba vacía. Así que maldijo un poco, la levantó y la sacudió un poco para conseguir las últimas gotas restantes. Después de tragarlas, se dio un golpe en los labios. Mientras la luz color ámbar del atardecer resplandecía en sus ojos desanimados, revelaba la amargura y la perdida contenida en lo profundo de estos. Otra vez sin nada que beber…Al menos el alcohol de este mundo es bastante bueno. Agachó la cabeza y empezó a murmurar incoherentemente mientras caminaba a pasos tambaleantes hacia la taberna que frecuentaba, su único compañero era el viento frío del otoño. La taberna no estaba muy lejos, pero el joven caminaba como si tuviera las piernas sumergidas en agua. Le tomó el tiempo que tarda en quemarse un palillo de incienso llegar a su destino. Para ese entonces, ya no quedaba mucho de ese atardecer ámbar. Empujó la puerta y entró, al mismo tiempo que dejaba que una ráfaga de viento frío entrara con él. En la taberna solo había unas siete u ocho mesas, pero todas estaban repletas. Hasta las sillas dispersas aleatorias tenían gente. Entre ellos había bastantes jóvenes que caminaban de un lado a otro entre las mesas, jugaban mientras sus padres charlaban y bebían. No había mucho que hacer en este pueblo remoto, por lo que esta taberna, la cual vendía Licor de Inmortal Ebrio, se había convertido hace mucho en un centro de actividad. Aquí era dónde las personas hablaban de los rumores locales, aquellos sobre los ricos del pueblo e incluso contaban historias sobre inmortales. algunas veces, las personas se emborrachaban y decían sus secretos en voz alta, cosa que siempre traía las risas de sus compañeros. Para la mayoría de la gente del pueblo, su fuente de entretenimiento principal era venir a esta taberna a disfrutar la compañía de los demás. En cuanto el joven entró, algunos de los que frecuentaban el lugar apuntaron hacia él y dijeron riendo, Ah miren, ¡es el Académico Bai! Hey, vendedor, ¡parece que tienes a uno enganchado con tu Licor de Inmortal Ebrio! Tomando en cuenta lo ebrios que estaban todos, era difícil saber si estaban siendo amigables o no. Nadie en el pueblo conocía a este joven, pero los que frecuentaban la taberna lo reconocían. Había aparecido de la nada hacía unos meses. Nunca habló con nadie y nadie sabía siquiera su nombre. Pero estaba claro que era distinto de aquellos pueblerinos un poco más toscos y poco educados. Llevaba una túnica blanca y larga, y se lo veía lleno de dolor y melancolía. Claro, nada de esto pudo evitar que las personas empezaran a intentar especular quien era exactamente esta persona. Se veía cómo un académico, una persona educada, específicamente de aquellos que solo habían pasado los exámenes académicos a nivel de pueblo. Y debido a la túnica blanca que siempre llevaba…las personas empezaron a llamarlo Académico Bai.

  • El Académico Bai debe haber fallado en los exámenes imperiales, y ya no encuentra la dignidad para volver a casa. Por eso está ebrio todo el tiempo… No, no. Escúchenme. Toda la familia del Académico Bai murió, y luego lo robaron los bandidos. Por eso es que se ve tan deprimido, por el dolor de todo lo que ha pasado. Las personas de la taberna se habían dado cuenta de la frecuencia con la que venía a la taberna a comprar alcohol, y por la mirada desesperanzada que tenía, no podían evitar suspirar e intentar especular sobre su pasado. El joven podía escuchar lo que decían sobre él, pero no parecía importarle. Se tambaleó hasta el mostrador, colocó su botella de alcohol y luego dijo con una voz algo incoherente. Vendedor, otra botella…de Inmortal Ebrio. Este Inmortal Ebrio tuyo…es bastante bueno. El vendedor era un tipo mayor con ropas verdes, observó al joven y suspiró. Académico Bai, ya casi termina el año. ¿Por qué no guardas tu plata y vuelves a casa? ¿A casa…? respondió riendo el joven con una mirada vacía en los ojos que parecía llena de dolor. Metió las manos en su túnica sacó un montón de plata y la colocó sobre el mostrador. ¿¡Qué, crees que soy pobre o algo así!? El viejo vendedor frunció el ceño frente a la aparente incapacidad del joven de aceptar su amabilidad. Recibió la plata con una mirada un poco molesta, y colocó otra botella de alcohol en la mesa, entonces procedió a ignorar al joven. El joven sujetó la botella de alcohol con una mirada algo vacía y luego le dio un buen trago. El alcohol le sonrojó el rostro, puso una sonrisa tonta y entonces se fue caminando tambaleante hacia la puerta. A estas alturas, los niños que jugaban por la taberna se habían percatado del joven, y por la manera en la que caminaba tambaleándose, empezaron a bromear y a llamarlo borracho. Al joven no le importaba. Para cuando salió de la taberna, ya estaba oscuro, y el viento estaba aún más frío. Miró sus alrededores, a la luz de las lámparas que se veían en las ventanas de las casas, y su corazón se sintió aún más abatido. Mientras la oscuridad de su corazón parecía extenderse hasta sus ojos, siguió caminando hasta un templo en el que usualmente pasaba la noche. Después de llegar, se tumbó contra la pared y siguió bebiendo… El único sonido que podía escuchar era el del pasar del viento, y el sonido que hacían las hojas que ocasionalmente caían sobre él. A cierto punto, una hoja cayó sobre su mano…e hizo énfasis en una cicatriz que tenía allí que se veía cómo una chispa.

  • Hao’er…murmuró con una voz claramente llena de dolor. En este momento, lo único en lo que podía pensar era beber, usar el Inmortal Ebrio para descender en un entumecimiento. Solo estando ebrio…era que podía olvidar todo su dolor y confusión. ¡Este joven era Bai Xiaochun! Alguna vez había sido una persona feliz, alegre y llena de risas. Pero del mismo modo en el que el verano se iba para dar paso al otoño…estas cosas habían desaparecido y había cambiado. Su hogar también se había ido. Justo antes de caer inconsciente, había escuchado un estallido ensordecedor, y pudo ver como el Reino Alcance Celestial era destruido. Después de eso…despertó en una tierra extraña, para encontrar que todas las personas de su pasado habían desaparecido… Su hogar ya no existía. La Secta Desafiadora del Río. Li Qinghou…La Dama Polvo Rojo. Song Junwan…Todos habían desaparecido. Afortunadamente, el Daoísta Alcance Celestial también había desaparecido. Pero esto no le alegraba para nada, todo solo le daba tristeza. Era un océano de tristeza y en el fondo se encontraba él. Quería entusiasmarse. De hecho, después de haberse teletransportado a este dominio inmortal, había pasado meses buscando. Había hecho todo en su poder, incluyendo el uso de su base de cultivo y su sentido divino. Pero lo único que encontró…fueron cadáveres. Uno tras otro…rastreó a las personas de las tierras de Alcance Celestial que habían sido teletransportadas a este mundo extraño. Ninguno había podido sobrevivir el proceso y solo sus cuerpos llegaron a su destino. Había sido como una pesadilla, y lo llevó a un momento de llanto en el que no pudo más. Durante los meses de búsqueda, encontró muchos cadáveres que incluían a cultivadores en el Alma Naciente e incluso devas. Eventualmente no se atrevió a buscar más. Temía encontrar un día a Li Qinghou, a la Dama Polvo Rojo, a Song Junwan o a otros rostros familiares…como simples cadáveres. La muerte de Bai Hao. El plan del cuidador de tumbas. Las lágrimas de Du Lingfei. La destrucción del mundo. Encontrar un cuerpo sin vida tras otro. Bai Xiaochun eventualmente no pudo más. Estaba completa y absolutamente exhausto, llegó a este pueblo y allí terminó en un estupor ebrio… No era una persona despiadada y ambiciosa como el Daoísta Alcance Celestial. Era Bai Xiaochun…una persona simple que solo quería vivir por siempre y felizmente. Si aún están vivos…¿entonces dónde están todos? dijo con una voz entrecortada mientras cerraba sus ojos y caía inconsciente.

  • CAPÍTULO 1030 UNA HISTORIA. UN FISGÓN!

    Al amanecer. El distante cielo estaba de un color blanco opaco, con nubes oscuras por encima. El sol gradualmente se alzó, haciendo que las nubes se vieran violetas, y luego rojas. La luz del sol eventualmente atravesó las nubes e iluminó el mundo con todo tipo de colores. Más o menos en ese momento, aparecieron un joven y un anciano, estaban caminando a través de los bosques de la montaña. El anciano llevaba una túnica de Daoísta, y aunque mantenía su base de cultivo mayormente oculta, debido al resplandor como de un relámpago que había en sus ojos, era evidente que estaba en la etapa de la Formación del Núcleo. El joven que caminaba con él era apenas un cultivador en la Condensación de Qi. Ambos entraron eventualmente al pueblo y llegaron al templo. Allí afuera de la entrada, el joven pudo ver a Bai Xiaochun, quien estaba tendido contra el muro. Y frunció el ceño. El mundo es un lugar duro y amargo, dijo el anciano. Aquellos que no pueden entender el gran Dao viven sus vidas como insectos. No les hagas caso. Sacudió su cabeza y llevó al joven al interior del templo. El templo se había encendido en llamas y quemado hacía un tiempo. Por lo que estaba en condiciones terribles. Maestro, ¿este es el sitio? El anciano asintió. Si. Hace ya varios años, descendió un fuego de los Cielos y cayó justo aquí. Sumérgete en este lugar, y tu Conjuro Para Encender Fuego se alzará al siguiente nivel. Observó las ruinas del templo a su alrededor y suspiró. Este fue alguna vez un templo dedicado a la Madre Eterna. Asegúrate de pagar tus respetos antes de empezar a meditar. ¿La Madre Eterna? dijo el chico claramente sorprendido. Juntó sus manos rápidamente y se inclinó respetuosamente. Luego le regresó la mirada a su Maestro y le preguntó, Maestro…¿la historia de los Hijos Eternos y el Enemigo de Más Allá es cierta verdad? Y aún podemos ver al Enemigo de Más Allá cuando miramos al cielo, ¿no? La verdad era que el chico ya sabía la respuesta a estas preguntas, pero de todos modos quería escuchar la explicación de su omnisciente y omnipotente Maestro. A estas alturas, la conversación entre este dúo de Maestro y aprendiz había llegado a los oídos de Bai Xiaochun, y este abrió lentamente sus agotados ojos. Tenía una resaca intensa y sentía cómo si le estuvieran golpeando la cabeza. Por el momento, ni siquiera podía ver muy claramente. Pero esto no evitó que surgieran memorias y llenaran su corazón de dolor y confusión. Recordó cómo había sido forzado a fusionarse con Du Lingfei, y como su aprendiz había muerto justo frente a él. Recordó todas las tramas y conspiraciones en juego, y como el mundo entero había sido destruido frente a sus ojos. Las cosas que había vivido eran cosas que la mayoría de los miembros de su generación jamás se hubieran podido imaginar. Debido a eso, ahora estaba confundido, lleno de dolor y amargura. Se sentía perdido.

  • Solo sus sueños ebrios podían hacerle sentir nuevamente alegre y bendecido…Pero después de desembriagarse, alzaba la mirada hacia un cielo que no era el mismo del Reino Alcance Celestial, y su corazón se llenaba de depresión nuevamente. Después de los meses que había pasado vagando por este mundo extraño, ya había escuchado suficientes cosas sobre los locales…para saber que se encontraba en las Tierras Eternas. Hasta los mortales de este lugar conocían las hermosas leyendas sobre este lugar…La verdad era que residían en una flor de tamaño absolutamente descomunal. La Flor Eterna era inimaginablemente vasta, y sus cinco pétalos formaban los cinco enormes distritos a los que llamaban los dominios inmortales. Las personas usualmente se referían a esta flor como la Madre Eterna, a quien adoraban con devoción y fanatismo. Hasta los pueblos pequeños y remotos tenían templos erigidos en su honor. De acuerdo a las leyendas, las personas habían vivido sobre los pétalos de la Flor Eterna por demasiados años como para siquiera contarlos. De hecho, había sido así desde el momento en el que la vida inició en este mundo… En medio de los cinco dominios inmortales, había algo llamado el Mar Eterno…Era un mar de niebla al que los mortales ni siquiera se podían acercar. De acuerdo a las historias…dentro de las profundidades de ese Mar Eterno…¡habían existido alguna vez tres enormes estatuas! Las personas llamaban a esas estatuas, los Hijos eternos. Según las leyendas, esos tres Hijos Eternos habían librado en el pasado una batalla espectacular contra el Enemigo de Más Allá. En esa batalla final, el Enemigo de Más Allá cayó en un profundo sueño, y los tres Hijos Eternos se convirtieron en estatuas. Era una historia que se había pasado de generación en generación dentro de las Tierras Eternas. Por lo general…este tipo de historias transmitidas por las eras tendían a olvidarse o cambiarse. O lo que era más común…las personas dejaban de creer en ellas. Sin embargo…la historia de los tres Hijos Eternos y el Enemigo de Más Allá jamás había sido olvidada. Hasta los mortales tenían fe y certeza de que la historia no era ninguna leyenda. ¡Era la verdad! Bai Xiaochun acercó la botella de alcohol a sus labios y le dio un buen sorbo. A medida que escuchaba la charla del Maestro y su aprendiz en el templo, alzó la mirada hacia el cielo. Hacía más de seis meses, cuando llegó por primera vez a este mundo y despertó…quedó totalmente impactado al mirar el cielo. El cielo se veía muy distinto al que estaba habituado. Ahora, mientras escuchaba la historia del Maestro acerca de las Tierras Eternas, observó nuevamente el cielo con la misma sensación de asombro. A cada lado de este cielo…se podían ver cinco enormes montañas. Y en la base de esos dos conjuntos de cinco montañas había unas masas de tierra enormes, ¡cada una de ellas tan grande como uno de los dominios inmortales! Esas montañas y masas de tierra no se alzaban desde las Tierras Eternas, simplemente flotaban allí…¡cómo si fueran parte de los Cielos!

  • ¿Montañas? ¿Tierras? murmuró Bai Xiaochun No…¡es obvio que esas son manos gigantes! ¡¡Las manos de un gigante descomunal!! Esta había sido su reacción inicial hacía meses cuando observó por primera vez el cielo. La verdad era que hasta los niños en las Tierras Eternas conocían la historia sobre esto…Después de todo…aparte de esas dos enormes manos en el cielo…¡también había un rostro! Ese rostro existía muy, muy lejos en lo alto de los Cielos, pero aun así se podía ver claramente. Era asombroso, duro, cruel…y en general…¡aterrador! ¡El rostro flotaba en todo momento en ese cielo por sobre las Tierras Eternas! Si era cierto que esas montañas y territorios eran manos, tal y como Bai Xiaochun había asumido desde el principio, entonces evidentemente, debido a ese enorme rostro…tenía que haber un gigante espectacularmente inconmensurable en el vacío afuera de las Tierras Eternas. Ese gigante era tan grande que hasta la mitad de su rostro era suficiente para cubrir la mayor parte del cielo por sobre las Tierras Eternas. Y sus manos…¡parecían estar en posición para aplastar por completo las Tierras Eternas! Y él…dijo el viejo del templo, es el Enemigo de Más Allá que se enfrentó a los tres Hijos Eternos. De acuerdo a las leyendas, el Enemigo de Más Allá había destruido todo el cielo estrellado, pero había sido detenido por los tres Hijos Eternos justo afuera de las Tierras Eternas. Esos tres hijos se habían sacrificados para sellar al Enemigo de Más Allá en un estado de sueño. Las historias contaban…que en algún día futuro, ese gigante despertaría…abriría sus ojos e intentaría destruir nuevamente las Tierras Eternas. Bai Xiaochun tomó otro sorbo largo. Había escuchado esta historia muchas veces durante los últimos meses, y cada vez que la oía, recordaba el mural que había visto en la primera cubierta del galeón de huesos hacía tantos años. Parecía…que era la misma historia. Las personas dicen…que después de que los tres Hijos Eternos sellaran al Enemigo de Más Allá, el mundo se llenó de fluctuaciones destructivas. Debido a eso, los Hijos Eternos llevaron a todas las personas al interior de sus cuerpos, y luego se transformaron en tres estatuas enormes que permanecieron en lo profundo del Mar Eterno. También se dice que los Hijos Eternos usaron su última fuerza vital restante para dar a luz a todos los seres vivientes que habitaban los mundos formados dentro de sus cuerpos…Sus descendientes se convirtieron en los clanes imperiales. Y fueron los emperadores los encargados de liderar a su gente, de extender el conocimiento a lo largo del mundo y de enseñar el sendero del cultivo… Las leyendas cuentan que después de muchos años…la primera estatua se quebró…Y las personas emergieron de ese mundo para ser los primeros en posar sus ojos sobre las Tierras Eternas. Cuando vieron las cosas extrañas en el cielo, ya no se sintieron tan alegres como después de su salida inicial. Pero bajo el mando de su emperador, se asentaron en este mundo y se multiplicaron… Mientras Bai Xiaochun escuchaba la historia contada en el templo, quería sonreír, pero era incapaz. Esta no era la primera vez que oía la historia, pero seguía impactándolo cada vez que lo hacía.

  • CAPÍTULO 1031 UNA PIZCA DE CALIDEZ!

    Eventualmente…las personas de ese mundo crearon una poderosa nación que ha existido por generación tras generación hasta el día de hoy. Esa es nuestra nación…la Dinastía del Emperador-Vil, una de las dos dinastías imperiales que existe en las Tierras Eternas…¡y también la más poderosa! Y eventualmente…. la Dinastía del Emperador-Vil se percató de la presencia de las otras dos estatuas de los Hijos Eternos. Sabían que algún día, esas dos estatuas también se abrirían, y aquellos que vivían adentro emergerían. Originalmente, la Dinastía del Emperador-Vil había tenido la intención de recibir a las personas de las otras estatuas, y unir fuerzas con ellos para enfrentarse al gran enemigo. Pero antes de que pudieran prepararse apropiadamente…la segunda estatua se quebró inesperadamente. Las personas adentro fueron teletransportadas por todas las Tierras Eternas. E inesperadamente, no estaban interesados en enfrentarse al gran enemigo. Estaban decididos a conquistar, al final, el Emperador-Vil no tuvo más opción que ir a la guerra…Y fue alrededor de ese momento que apareció un arcaico dentro del clan imperial recién llegado. Afortunadamente, el Emperador-Vil ya se encontraba en ese mismo nivel de cultivo. Para evitar una catástrofe para su gente, acordaron eventualmente la paz. Mientras el anciano suspiraba en el templo, Bai Xiaochun le dio un buen trago al alcohol y sonrió. Bai Xiaochun podía ver la verdad de inmediato. La Dinastía del Emperador-Vil esperaba poder controlar todas las Tierras Eternas, pero la estatua del segundo Hijo Eterno se abrió antes de que pudieran asentar sus bases apropiadamente. Las personas de la segunda estatua se reagruparon y se enfrentaron a la Dinastía del Emperador-Vil, la cual no tuvo más opción que declarar una tregua. ¡Era obvio que la otra fuerza principal era la Dinastía del Emperador-Santo! Originalmente…debía haber habido tres dinastías imperiales…dijo el viejo suspirando nuevamente. Lo sé, Maestro. La tercera dinastía imperial se suponía que fuera la Dinastía del Archi-Emperador. ¿Acaso la gente no ha estado diciendo que la estatua del tercer Hijo Eterno se quebró hace poco? Cuando Bai Xiaochun escuchó las palabras del chico, bajó la mirada hacia su botella de alcohol y su mano estaba temblando. Lamentablemente, la estatua del tercer Hijo Eterno se suponía que engendrara a la Dinastía del Archi-Emperador. Pero…se quebró demasiado tarde…En este momento, la Dinastía del Emperador-Vil básicamente controla tres dominios inmortales. Los otros dos dominios inmortales están mayormente bajo el control de la Ciudad del Emperador-Santo, ¡contra la que la Dinastía del Emperador-Vil no puede hacer nada! Para lo único que sirve la gente de la Dinastía del Archi-Emperador ahora es para apoyar las fuerzas de las otras dos dinastías imperiales. En cualquier caso…la meta final de todo es lidiar con el Enemigo de Más Allá. Por supuesto, la Dinastía del Emperador-Santo son un montón de santurrones, débiles e inútiles. Nuestra Dinastía del Emperador-Vil es la verdadera fuerza de las Tierras Eternas, ¡y su única esperanza! Para cuando el anciano llegó a la última parte de su discurso, su voz resonaba con fanatismo y devoción.

  • Bai Xiaochun aún yacía tendido contra el muro, y su mano temblaba mientras levantaba la botella de alcohol para darle otro trago, como con la esperanza de poder entumecer la amargura de su corazón. Este pueblo se encontraba en el tercer dominio inmortal, el cual estaba controlado por la Dinastía del Emperador-Vil. Los cinco dominios inmortales de las Tierras Eternas tenían tamaños más o menos iguales, y cada uno era mucho más grande que el Reino Alcance Celestial. De hecho, el Reino Alcance Celestial apenas contaría1 cómo una de las muchas prefecturas que existían en cada dominio inmortal. Cada dominio inmortal contenía decenas de prefecturas. Dentro de cada prefectura había decenas de condados, y dentro de cada condado había cientos de ciudades y pueblos de distintos tamaños… El pequeño pueblo en el que estaba Bai Xiaochun era un lugar así. Dentro de las Tierras Eternas, la relación entre los cultivadores y los mortales era un poco distinta a lo que era en el Reino Alcance Celestial. Aquí, los cultivadores se encargaban de cuidar a los mortales y de la tierra. Cada dominio inmortal era regido por un celestial, cuyos subordinados, los semidioses, supervisaban las prefecturas. Por supuesto, los semidioses también tenían subordinados, los devas que administraban los distintos condados. Por lo general, los expertos en el Alma Naciente estarían a cargo de grandes ciudades, y los lugares más pequeños usualmente eran manejados por cultivadores en la Formación del Núcleo. No todos los celestiales tenían asignado el control de un dominio inmortal. Por ejemplo, en la Dinastía del Emperador-Vil, solo había tres celestiales con dicha responsabilidad, mientras que había otro grupo que permanecía estacionado en la Ciudad del Emperador-Vil. ¡Y el Emperador-Vil en persona estaba a cargo de la Ciudad del Emperador-Vil y de las áreas circundantes! Las Tierras Eternas…murmuró Bai Xiaochun. Fuera simplemente su tamaño o el número de expertos presentes, las Tierras Eternas sobrepasaban vastamente al Reino Alcance Celestial. Aquellos como el Daoísta Alcance Celestial, quienes ni siquiera se habían convertido en verdaderos celestiales…no eran algo tan escaso. Solo llegando al Reino Mahayana y convirtiéndose en un verdadero celestial podía alguien ser considerado como un experto poderoso de las Tierras Eternas. Por sobre el Reino Celestial, estaba el Reino Arcaico…Ese era un nivel aterrador, y solo había dos personas con este poder dentro de las Tierras Eternas…los dos emperadores.

  • Por lo que sabía Bai Xiaochun, cuasi-arcaicos eran aquellos en el gran círculo del Reino Celestial, o aquellos que habían fallado en su intento de volverse arcaicos. Me pregunto de dónde vino originalmente aquel rostro de fantasma…pensó. Entonces sacudió su cabeza. Cada vez que sus pensamientos se movían en esa dirección, aparecían todo tipo de imágenes en su mente. Veía a sus amigos y a su familia del Reino Alcance Celestial…personas que no había podido encontrar. Durante sus primeros meses de búsqueda, había sido fácil rastrear el aura del Reino Alcance Celestial. Había encontrado los cuerpos de extraños, y algunos rostros conocidos. Cada vez que lo hacía temblaba y miraba al cielo con su corazón lleno de dolor. Llegado cierto punto, el anciano y el chico se fueron del templo. Cuando lo hicieron, se podía ver que el chico era incapaz de ocultar su emoción por haber obtenido la iluminación con respecto a su técnica mágica. Eventualmente se puso el sol. Bai Xiaochun aún estaba tendido en uno de los muros del templo, tan ebrio como siempre. Casi parecía estar durmiendo. Por lo general, solo salía de este sitio cuando se quedaba sin alcohol. Entonces caminaba casi a rastras hasta la taberna para comprar más, luego regresaba al templo, se tumbaba contra el muro, y se quedaba viendo al amanecer y el anochecer, observando las extrañas manos y el rostro maligno del cielo. Los días no eran más que una imagen borrosa en su mente. Bai Xiaochun no tenía idea de cuánto tiempo había pasado. Ahora tenía una barba desaliñada, y su ropa estaba tan sucia que casi se había puesto negra. Ya no pensaba tanto en el pasado. No quería lidiar con el dolor, entró en un estado mental casi vacío. Algunas veces caía una hoja seca frente a él, y se la quedaba viendo por todo el día…Casi como si al ver esa hoja, pudiera ver toda la felicidad, ira, dolor y júbilo que había experimentado en su vida. Una cosa que le gustaba, era que cuando caía la noche, desde su lugar en el templo, podía ver la luz de las lámparas que llenaban el pequeño pueblo. Cada una de esas luces representaba una familia… Se las quedaba viendo hasta quedarse sin lágrimas. Lamentablemente, la lámpara de su corazón parecía imposible de encender. En una noche de otoño en particular, los truenos retumbaban por el cielo, y empezaron a caer grandes gotas de lluvia, casi tan frías como el hielo. Estaba claro que el invierno estaba por llegar.

  • Bai Xiaochun se quedó mirando al cielo nocturno y la lluvia salpicaba por su rostro. Por primera vez…se sintió frío. Pero en ese mismo momento, bajó la mirada hacia el dorso de su mano, hacia la cicatriz en forma de chispa que era el lugar en el que la última chispa de vida de Bai Hao había perecido. Está cálida…dijo. Hacía tiempo que no hablaba en voz alta, y la sensación era extraña. Se quedó viendo su mano, su cabello arruinado caía y cubría su rostro, pero no podía tapar el asombro confundido en sus ojos. Y repentinamente empezó a jadear. ¿Cálida…? Se estremeció, levantó su mano hasta tenerla justo frente a su nariz. Y por primera vez en mucho tiempo…sus ojos ya no estaban tan apagados o nublados, sino que resplandecían con una luz de sorpresa. En lo profundo de su mirada…una determinación firme se encendió repentinamente. ¡Está cálida! exclamó con una voz temblorosa. No podía evitar que su mano entera temblara y envió un poco de su sentido divino adentro, y específicamente hacia la marca en forma de chispa que había allí. Ya había hecho esto muchas veces antes, pero su sentido divino no había podido detectar nada en particular. Hasta ahora. Sus ojos secos empezaron a llenarse repentinamente de lágrimas. Hao’er…¡no estás muerto! Una emoción enloquecida surgió dentro de él de golpe. Los truenos retumbaban en el cielo, pero no era nada comparado a lo que ocurría en su mente y su corazón. ¡Podía sentir el aura de Bai Hao! En lo profundo de la marca de su mano, ¡podía sentir a Bai Hao, como un alma descarnada increíblemente débil! Era tan frágil como una vela al viento. Pero en lo profundo de esa debilidad, mostraba una determinación tenaz a rehusarse a ser destruido. Lamentablemente, tendrían que pasar muchos, muchos años antes de poder fortalecerse y recuperarse. Bai Xiaochun temblaba físicamente, sujetó su mano con la otra y la presionó contra su pecho. Considerando el estado de su cabello y barba desaliñadas, parecía un mendigo que acababa de encontrar la gema más preciosa. Mientras la lluvia caía sobre él, y por primera vez desde su llegada a las Tierras Eternas…sonrió.

  • CAPÍTULO 1032 ROBANDO A BAI XIAOCHUN!

    Hao’er…murmuró con emoción. Sonreía tal y como lo haría un chico, una sonrisa que solía aparecer a menudo en el Reino Alcance Celestial, pero después de todo lo que había pasado, se había convertido en algo tan raro como una joya. En ese estado desesperanzado en el que se encontraba, las fluctuaciones del alma de Bai Hao se convirtieron en una lámpara que ardía en la oscuridad. A pesar de lo húmeda y gélida que era esa noche, Bai Xiaochun sintió calidez. De vuelta en las Tierras Desoladas, este dúo de Maestro y aprendiz habían dependido el uno del otro para sobrevivir mientras manejaban su pequeña tienda de refuerzo espiritual, y era una memoria que recobró súbitamente el sentido de Bai Xiaochun. Casi como un sol que se alzaba sobre el horizonte. Se quedó viendo su mano, y repentinamente se preguntaba si estaba soñando. Por lo que revisó la cicatriz de su mano una y otra vez para estar seguro. Hasta que finalmente dejó salir un largo suspiro. ¡Bai Hao definitivamente no estaba muerto! O quizás era más apropiado decir que su alma no se había dispersado por completo. Quizás fuera cosa del cuidador de tumbas, o quizás fuera la determinación de Bai Hao. En cualquier caso, de algún modo había sobrevivido en forma de un alma descarnada. En aquel momento, Bai Xiaochun había extendido su mano como para intentar sujetar a Bai Hao, solo para que una pequeña chispa cayera sobre el dorso de su mano. Y esa chispa era el alma descarnada. Era tan débil que parecía poder desvanecerse en cualquier momento. Pero allí estaba, dentro de esa cicatriz. Debido a la serie de eventos catastróficos que habían terminado con la destrucción del Reino Alcance Celestial, Bai Xiaochun no había podido sentir hasta ahora esas fluctuaciones del alma tan débiles. Pero ahora, en este pequeño pueblo, y en su silencioso momento de desesperación, mientras miraba el sol ponerse y alzarse…sintió repentinamente la marca en el dorso de su mano. Aún estás conmigo…murmuró. En su sonrisa se podía ver un poco de dolor y amargura, y levantó su botella de alcohol para darle otro trago. Ya estaba casi vacía. Este Licor de Inmortal Ebrio es muy bueno Hao’er. Se frotó su adolorida sien, y empezó a dirigirse nuevamente a la taberna. A medida que caminaba, hablaba consigo mismo y bebía, las demás personas por ese sendero lo miraban con expresiones extrañas y se apartaban rápidamente de su camino. ¡El Académico Bai está loco! ¿¡Está hablando consigo mismo!? ¿Quién es este tipo Bai Hao? ¿Su asistente o algo así? No se puede evitar sentirse mal por él…Bai Xiaochun ignoró a la gente del pueblo que apuntaba hacia él y susurraba. Se había sentido totalmente solo en el mundo, pero ahora tenía a Bai Hao a su lado.

  • Pasó todo el día bebiendo y hablando con su aprendiz, hasta que eventualmente volvió a rastras al templo y se tumbó contra el muro. Allí se le quedó viendo al cielo con una mirada vacía. Las fluctuaciones del alma de Bai Hao eran como una lámpara en la oscuridad, una que proyectaba su luz en el mundo. Hasta ahora, Bai Xiaochun no había querido considerar el futuro, pero ahora empezó a pensar en eso. Hao’er, ¿qué crees que debería hacer tu Maestro…? Quizás deba buscar a las personas del Reino Alcance Celestial. Pero…ya he revisado. Empecé a buscar desde que desperté…. Y solo pude encontrar cadáveres. Hao’er, ¿recuerdas a Beihan Lie? Ah cierto, nunca lo conociste. Bueno, encontré su cadáver…Bai Xiaochun sacudió su cabeza y sonrió amargamente. Luego tomó otro buen sorbo. No quiero seguir buscando…¿Qué otra cosa se supone que haga en este mundo extraño y desconocido…? Ojalá pudieras despertar. ¡Seguramente tendrías algunas buenas ideas! Siempre las tienes. Bai Xiaochun suspiró y se quedó viendo al sol del atardecer, y al resplandor ámbar que se proyectaba sobre el cielo. Ya era casi de noche para cuando decidió que necesitaba más alcohol. Y como era usual, se puso lentamente de pie y se dirigió a la taberna, en dónde consiguió otra botella. Para cuando regresó en medio de la oscuridad, ya estaba ebrio de nuevo. Ah…la vida de borracho. Así es como es ser feliz…Levantó la cabeza y se rio fuertemente, entonces empezó a llorar repentinamente. Para cuando regresó casi a rastras al templo, ya no tenía energía y colapsó de cabeza al suelo. Su botella de alcohol rodó a un lado derramando bastante. Había varias lámparas encendidas en el pequeño pueblo, pero ninguna era lo bastante fuerte para iluminar las ruinas del templo. Un viento punzante surgió, y fuera por el sonido que hacían las hojas al ser sopladas por el aire, o el susurrar de los bosques de bambú que rodeaban la aldea…todo sonaba muy desolado. La noche se hacía cada vez más oscura y el viento más intenso. Eventualmente, una ráfaga de viento particularmente fuerte movió la botella de alcohol. Esta rodó a un lado hasta caer por una colina cercana, en la que un pie repentinamente la pisó y la aplastó entre el barro. ¡Ese borracho se va a intoxicar hasta morir tarde o temprano! Saben, debe ser bastante rico. ¡Piénsenlo! Lleva meses bebiendo, pero aún tiene dinero para gastar. En realidad estamos haciendo algo bueno aquí. Su dinero servirá más en nuestros bolsillos que siendo desperdiciado por él, bebiendo hasta morir. ¡Mandémoslo a reunirse rápido con su familia muerta! Tres bandidos locales salieron del bosque de bambú cercano, y bromeaban codiciosamente entre ellos mientras se acercaban al templo. Eran miembros de una pandilla local, mortales que hacía tiempo que le habían puesto el ojo a Bai Xiaochun. Al principio no habían pensado gran cosa al respecto, pero cuando se dieron cuenta de que seguía comprando Licor de Inmortal Ebrio constantemente y que nunca parecía quedarse sin dinero, se empezaron a interesar.

  • Para bandidos como estos, un borracho con bolsillos profundos como este era una oveja bien gorda lista para el matadero. Solo uno de los bandidos se acercó realmente a Bai Xiaochun. Los otros dos se dispersaron para vigilar los alrededores. En lo que a ellos concernía, cualquiera de ellos bastaba para acabar tranquilamente con un académico borracho. Uno de los bandidos que vigilaba, dijo riendo, ¡Mátalo rápido Sun Wu! ¡Entonces podemos llevarnos la recompensa al Pabellón de Encaje Rosado para pasar un buen rato! Al que llamaban Sun Wu no dudó ni un segundo. Se acercó a dónde Bai Xiaochun yacía tendido fuera del templo y se agachó a un lado de él. Académico Bai, mientras más pronto mueras, más rápido podrás reencarnar. ¡Solo te estoy ayudando! Dicho esto, sacó una daga de entre sus ropas y la colocó justo sobre el corazón de Bai Xiaochun. Debido a la vida de crímenes que habían llevado, estos tres bandidos habían hecho cosas que la mayoría de las personas ordinarias no habían vivido. Ya habían tomado vidas, y aunque no podían ser considerados particularmente fuertes o peligrosos, sí que eran completamente feroces y despiadados. En ningún momento habían considerado perdonar la vida de Bai Xiaochun. No era más que un foráneo, así que a nadie le importaría mucho si moría. Por otro lado, si lo robaban y dejaban vivo, y luego este reportaba el robo a las autoridades, podría causarles un dolor de cabeza. La luz de la luna hizo que la daga se iluminara de manera siniestra. Sun Wu sonrió fríamente, pero luego se dio cuenta de que, ya que el académico quizás se despertaría por el dolor, mejor sería extender su mano y cubrirle la boca. Ya había matado a personas de este modo antes. Pero…esta vez ocurrió algo diferente. Cuando intentó apuñalar el pecho de Bai Xiaochun con su cuchillo, sintió cómo si hubiera chocado con una pieza de metal. Presionó con fuerza, pero solo terminó dejando salir un pequeño grito de dolor y sorpresa y la daga se rompió. Para el total asombro de Sun Wu, su dedo índice había terminado cortado por la daga rota y empezó a sangrar. Estaba demasiado oscuro para que los demás bandidos pudieran ver lo que ocurría, así que uno de ellos dijo en voz alta, Rápido Sun Wu. ¿¡Qué estás haciendo!? Sun Wu respiró hondo. Observó su daga rota y luego a Bai Xiaochun quien seguía durmiendo y apestaba a alcohol. Primero pensó que había sido un problema con su daga, así que les pidió un sable a sus compañeros y luego lo usó para acuchillar el cuello de Bai Xiaochun. Se pudo escuchar un sonido de golpe, Sun Wu solo pudo gritar y tambalearse hacia atrás, sus brazos vibraban tan fuertemente que pensaba que sus huesos se romperían. Incluso perdió el equilibrio y cayó al suelo, los restos rotos de su sable cayeron a su alrededor. Mientras tanto…Bai Xiaochun seguía roncando como siempre, y no había reaccionado en lo más mínimo Para él, tanto la daga como el sable no se sentían cómo más que un mosquito. Sun Wu y sus compañeros empezaron a sudar intensamente de inmediato, y sus ojos se abrieron de par en par como si acabaran de ver a un fantasma. Él…él…¿¡Cómo puede ser!?

  • CAPÍTULO 1033 UN VIEJO AMIGO. EL PRIMERO!

    El viento frío de esta noche no era distinto de lo usual. Pero cuando sopló por sobre esos tres bandidos temblantes, quedaron empapados de sudor. ¡Un inmortal! dijo Sun Wu súbitamente. ¡¡Definitivamente es un inmortal!! Tan solo pensar en que acababa de atacar a un inmortal hizo que a Sun Wu le dieran ganas de llorar. De hecho, estaba seguro de que su vida estaba por acabar. ¡Y qué importa si es un inmortal! dijo uno de los bandidos. Vi a un inmortal hace algunos años, ¡y lo masacraron como a un puerco! Quizás este tipo estaba confundido con respecto a lo que había visto antes, o quizás simplemente estaba tan aterrado que no pensaba bien las cosas. De cualquier modo, sacó rápidamente un hacha y apuntó a la cabeza de Bai Xiaochun. Si es un inmortal, entonces estamos muertos de todos modos, ¡así que será mejor apostarlo todo! El bandido rugió y blandió su hacha con todas sus fuerzas. Para cuando le impactó, se escuchó un sonido de crujido y el mango del hacha se hizo pedazos. Por otro lado, para el filo del hacha, fue como si hubiera chocado contra una piedra, se convirtió en una luz borrosa que salió disparada de regreso y se plantó en la cara del bandido. Antes de que pudiera siquiera salir sangre por la herida, el bandido se tambaleó hacia atrás, y luego cayó muerto de espaldas. Sun Wu y el otro bandido quedaron aterrados. Y se fueron corriendo mientras gritaban. Estaban totalmente espantados y no se atrevieron a pasar otra noche más en el pueblo. Simplemente se robaron unos caballos y se fueron a la oscuridad de la noche. De vuelta en el templo, el frío viento soplaba el cadáver que tenía el hacha incrustada en su cara. Eventualmente se formó un lago de sangre alrededor de ese cuerpo inmóvil. Así pasó un poco de tiempo, hasta que Bai Xiaochun logró abrir sus ojos. Volteó hacia el bosque de bambú y hacia el cadáver que estaba tendido a su lado, y entonces se puso de pie con esfuerzo. Estaba un poco irritado por despertar con resaca, y se fue tambaleante hacia la taberna para comprar más alcohol. Después de volver, se tumbó contra el muro, como si ni supiera de sus ropas y cabello sucios, y empezó a beber de nuevo. Poco después, el alcohol le permitió volver a sus fantasías y olvidarse de las memorias amargas y dolorosas. A medida que bebía, el cielo se oscureció más. Pero más tarde aparecieron los rastros del amanecer sobre el horizonte, y esa oscuridad nocturna empezó a retroceder. Fue entonces que la expresión de Bai Xiaochun cambió con incredulidad. Se esforzó por centrar sus ojos y se quedó viendo al bosque de bambú que no estaba muy lejos de él…repentinamente empezó a temblar. De hecho, su mano empezó a temblar tanto que soltó la botella de alcohol. Allí, desde el bambú, venía caminando un hombre alto de túnicas negras. Casi parecía ser uno con la noche, envuelto en una energía siniestra y fantasmagórica que transformó al templo y sus alrededores en un infierno del inframundo.

  • El hombre se acercó a Bai Xiaochun caminando, lo miró un poco y luego dejó salir un suspiro de dolor. Hasta que habló con una voz que sonaba profundamente antigua. ¿Te queda un poco en esa botella? ¿Me das un poco? Hermano…¿Fantasma Gigante…? Bai Xiaochun apenas podía quedarse viendo a este hombre de negro con una mirada vacía. En efecto, ¡este era nada más y nada menos que el Rey Fantasma Gigante! ¡Este era el primer amigo vivo que Bai Xiaochun se había encontrado desde su llegada a las Tierras Eternas! Se veía mucho, mucho más viejo de lo que se había visto en el Reino Alcance Celestial. Había cicatrices en su rostro; claramente había pasado por muchas tribulaciones en el medio año que había pasado desde su teletransportación a las Tierras Eternas. Se veía agotado, y así se sentó junto a Bai Xiaochun. Después de inclinarse contra el muro del templo, extendió su mano, sujetó la botella de alcohol y le dio un buen trago. Bai Xiaochun se puso de pie repentinamente y envió un poco de su sentido divino al área. No te molestes, dijo el Rey Fantasma Gigante sin siquiera molestarse en voltear. No tengo idea de dónde está Zimo, ni más nadie. Yo soy…la única persona por aquí. Dicho esto, siguió bebiendo. Bai Xiaochun repentinamente sintió cómo si perdiera la fuerza para seguir de pie. Se tumbó al suelo, le quitó la botella de alcohol al Rey Fantasma Gigante y le dio un buen trago. Pero ya estaba vacía. La sacudió un poco para tratar de sacarle las últimas gotas y luego la arrojó a un lado El Rey Fantasma Gigante no decía nada. ¿Cómo me encontraste? preguntó Bai Xiaochun con una voz áspera. El Rey Fantasma Gigante sacó otra botella de alcohol de su bolso de almacenamiento, le dio un buen sorbo y luego se la arrojó a Bai Xiaochun. ¡Buscando por seis meses! En el momento en el que el mundo colapsaba, Bai Xiaochun había estado seriamente herido debido a su batalla con el Daoísta Alcance Celestial, por lo que perdió la consciencia después de teletransportarse. Pero el Rey Fantasma Gigante no había perdido la consciencia. Había estado allí y pudo ver que al igual que él, Bai Xiaochun había sido llevado al tercer dominio inmortal de la Dinastía del Emperador-Vil. Había empezado a buscar casi de inmediato. Y al igual que Bai Xiaochun, había encontrado tantos cadáveres que eventualmente se sumergió en la amargura y la desesperanza. Sin embargo, se mantuvo firme en su creencia…de que Bai Xiaochun estaba vivo. Esa fe lo impulsó por muchos meses…hasta llegar a este día, en el que por fin encontró a Bai Xiaochun, devastado afuera del templo. La verdad era que el Rey Fantasma Gigante estaba en un estado tan malo como el de Bai Xiaochun. Después de la guerra en las Tierras Desoladas, el mundo había sido destruido y su hija había desaparecido. Alguna vez había sido un poderoso rey celestial de la Dinastía del Archi-Emperador, pero ahora todo había cambiado.

  • La esposa que había tomado en la Ciudad del Fantasma Gigante también había desaparecido. Por lo que el corazón del poderoso Rey Fantasma Gigante eventualmente se oscureció. Las personas sobre las que había regido alguna vez, así como su antigua gloria…habían desaparecido en un abrir y cerrar de ojos. Ahora eran una cosa del pasado. Y aquí estaba él; solo en las Tierras Eternas…empezando de la nada. Tomando en cuenta lo viejo que era ya, la idea de volver al principio lo hizo suspirar amargamente. Cuando sentía que las cosas habían tocado fondo para él, fue que se dio cuenta de que el alcohol de las Tierras Eternas era maravilloso. El alcohol podía embriagar a los mortales…¡y también a los inmortales! Bai Xiaochun tomó otro buen trago y se quedó viendo a la distancia por un momento. Hasta que eventualmente dijo, ¿Viste…? Estaba seguro de que el Rey Fantasma Gigante entendía a qué se refería, y no terminó su frase. Así pasó un momento, y entonces el Rey Fantasma Gigante respondió. ¿Qué si vi a alguien más vivo? Eres el único que he encontrado hasta ahora. Pero…estoy seguro de que, aunque muchas personas murieron durante la teletransportación, hay otros que sobrevivieron. ¡Vi a muchos de ellos volando a través del cielo estrellado! Bai Xiaochun se quedó en silencio observando el cielo nocturno…Mientras hacía esto…otras personas en otros dominios inmortales de las Tierras Eternas hacían lo mismo. Se encontraban en distintos dominios, distintos continentes, distintos condados. Algunos en ciudades, otros en terrenos salvajes. Pero todos tenían la sangre de Alcance Celestial en sus venas, y todos miraban a un cielo nocturno extraño. Eran como esa vasta multitud de estrellas, cada una titilaba con sus propios deseos y esperanzas, indispuestos a resignarse al destino. Li Qinghou. El Patriarca Corriente Espiritual. El Maestro Deidad Adivina. Xu Baocai. Zhou Zimo. Song Junwan… Brutus también estaba allí. Debido a la locura en la que había descendido Bai Xiaochun, había olvidado a Brutus durante los últimos momentos frenéticos del combate. Después de ser teletransportado a las Tierras Eternas, Brutus se encontró a sí mismo rodeado de extraños y estaba asustado. No podía sentir el aura de Bai Xiaochun, pero pudo sentir unas fluctuaciones familiares. Y después de buscar por un tiempo, se encontró con Song Junwan… Fue entonces que se dio cuenta de que esas fluctuaciones familiares no venían de Song Junwan…sino de algo dentro de su vientre…La sangre se le hacía familiar, pero no el aura. Brutus no lo entendía. Pero cuando vio la sonrisa de Song Junwan, supo que tenía que protegerla, ¡y proteger el aura en su interior! Brutus sabía que tarde o temprano volvería a encontrar ese rostro familiar, el cual anhelaba ver en esta tierra tan extraña…

  • CAPÍTULO 1034 FELICIDADES SUEGRO!

    Al día siguiente, el cadáver ya no estaba. Los bandidos que habían robado los caballos desaparecieron en la noche y más nunca volvieron a ser vistos en el mundo. Aunque a Bai Xiaochun no le importaba nada de eso, el Rey Fantasma Gigante quería asegurarse de que no hubiera cabos sueltos. Aunque las personas del pueblo eran solo mortales, de todos modos, no quería arriesgarse a que se divulgara alguna noticia que pudiera causar problemas. La pandilla del pueblo perdió a tres de sus miembros, y aunque investigaron un poco el asunto, no encontraron ninguna evidencia que apuntara a los sucesos y olvidaron rápidamente el asunto. Por su parte, Bai Xiaochun siguió con su rutina usual. La diferencia, era que ahora no bebía solo. Lo acompañaba un tipo mayor siempre que iba a la taberna. El hombre era alto y de apariencia ruda. Aunque estaba viejo, se lo veía poderoso y heroico, y formaba un contraste marcado con el blanco y delgado Bai Xiaochun. De hecho, su figura corpulenta, las cicatrices de su cara, y su apariencia general lo hacían bastante atractivo para muchas de las mujeres del pueblo. Eventualmente pasó un mes. El Rey Fantasma Gigante nunca intentó animar a Bai Xiaochun. Los dos pasaban sus días bebiendo, y sus noches en unos sueños ebrios. Charlaban bastante. El Rey Fantasma Gigante recordaba sus glorias pasadas y alardeaba sobre lo increíble que había sido. Incluso hablaba de las muchas jóvenes nobles que habían terminado en su cama a través de los años. Bai Xiaochun eventualmente empezó a aburrirse de sus historias y empezó a responderle sarcásticamente de vez en cuando. Llegado a cierto punto, bostezó y dijo, Hey, ¿recuerdas a la mujer de aquel clan? Ya me olvidé que clan era. Te olvidaste quién fue el que me pidió que la consiguiera, ¿y luego me convirtió en un chivo expiatorio para todo el escándalo? Viejo pervertido. ¡Nunca nadie supo la verdad en las Tierras Desoladas! Aunque no charlaba tanto como el Rey Fantasma Gigante, tomaba por sorpresa al hombre cada vez que decía algo sarcástico. Después de un momento, el Rey Fantasma Gigante le respondió con enojo, y le recordó a Bai Xiaochun con quién era que estaba hablando. Entonces le quitó a Bai Xiaochun la botella de la mano, lo miró con enojo y rugió, Escucha tonto, ¡soy tu suegro! ¿Crees que no sé nada sobre lo tuyo con Zimo? ¡¡Eso nunca hubiera pasado si yo no estado haciendo de casamentero en secreto!! Dejó salir un frío bufido y le dio un buen trago al alcohol. Después de escuchar el nombre de Zhou Zimo, Bai Xiaochun suspiró deprimido.

  • El Rey Fantasma Gigante se sintió un poco mal al ver eso. Suspiró y dijo, Hey Xiaochun. ¿Sabes por qué los Archi-Emperadores nunca tuvieron muchos hijos? La pregunta tomó un poco de sorpresa a Bai Xiaochun, así que volteó a mirar al Rey Fantasma Gigante. Pocas personas saben la verdad, pero ya que soy un rey celestial, sé muchas cosas que las personas normales no saben. Verás, aquellos que cultivan la Técnica Imperecedera de Vivir por Siempre tienen una energía masculina mucho más fuerte comparados a los cultivadores normales. Debido a eso, es imposible para ellos embarazar a una mortal. Y aunque embaracen a una cultivadora, ¡se necesitarían decenas de años o más para que esa energía masculina forme al bebé! Esta era la primera vez que Bai Xiaochun escuchaba algo así, y aunque estaba un poco impresionado, no le parecía tan sorprendente. Tomó otro buen trago, y el Rey Fantasma Gigante procedió con otro tema. Poco después, Bai Xiaochun se puso tan deprimido y taciturno como antes. El Rey Fantasma Gigante suspiró, pero se podía ver un resplandor de preocupación en lo profundo de sus ojos. Sabía bien que Bai Xiaochun había sufrido un golpe mucho más duro que él. Además, si concernía los años que ambos habían vivido, el Rey Fantasma Gigante realmente contaba como un anciano comparado a Bai Xiaochun. Sin embargo, su esperanza no era encender de inmediato el fuego en el corazón de Bai Xiaochun. Quería ayudarlo a recuperarse lentamente. De hecho, después de un mes, ya se podía ver que Bai Xiaochun estaba un poco distinto. Hablaba más y sonría más a menudo. Así pasaron quince días más. Los que frecuentaban la taberna ya estaban habituados a ver a Bai Xiaochun y al viejo que venían a comprar alcohol. Además, este viejo era bastante distinto a Bai Xiaochun. Si le gustaba charlar, y las personas rápidamente empezaron a sentirse cómodas a su alrededor. Algunos incluso se dieron cuenta de que el viejo se refería a sí mismo como el suegro del Académico Bai. Las personas de la taberna formaron eventualmente su propia versión del origen de Bai Xiaochun. ¡Así que la esposa del Académico Bai murió! ¡Su propia esposa! ¡Con razón ha estado tan abatido! ¡Ahora están juntos para sobrevivir! Hay que admitir que el mundo es un lugar muy loco en este momento. La mayoría de las personas de la taberna suspiraban tristemente al escuchar la historia. Bai Xiaochun y el Rey Fantasma Gigante empezaron a discutir más a menudo conforme el tiempo pasaba. Una noche en el templo, mientras el Rey Fantasma Gigante estaba inclinado sobre el muro bebiendo un poco, observó a Bai Xiaochun y dijo, Xiaochun, te lo estoy diciendo, no hay ninguna flor en el cielo, ¡solo esa cara fea! Mira, nos quedamos sin alcohol. Ve a comprar más.

  • Bai Xiaochun frunció el ceño al verse interrumpido de su ensoñación. Lo miró enojado y luego le arrojó la botella al Rey Fantasma Gigante. ¡Ve tú! le respondió. El Rey Fantasma Gigante se sentó erguido y le gritó, ¡Bai Xiaochun! ¡No te creas que me olvidé de cómo me raptaste y me abofeteaste! Nunca saldamos esa cuenta. Solo te pedí que fueras a buscar más alcohol y sales con un millón de excusas. ¡No te olvides que soy tu suegro! Después de escuchar como el Rey Fantasma Gigante se hacía llamar su suegro por más de un mes, Bai Xiaochun sentía cómo si se le fueran a caer las orejas. Lo miró de reojo con una mirada burlona y dijo, Ah sí, ¡bueno yo soy el Archi-Ancestro! Las palabras de Bai Xiaochun parecieron tomar al Rey Fantasma Gigante completamente por sorpresa, y no se le ocurrió ninguna respuesta. Mientras permanecía allí sentado como pensando, la expresión de Bai Xiaochun cambió. Entonces los dos voltearon hacia la puerta del templo. Después de poco, se pudo escuchar la voz de una mujer que venía de afuera. Escudero Zhou. Académico Bai. ¡Tengo buenas noticias para vosotros! Por la manera en la que hablaba la mujer, sonaba muy alegre y emocionada. Esta entró al templo en medio de sus palabras. La mujer no era ni muy joven ni muy vieja, llevaba ropas finas y la rodeaban varias criadas. Ah, pero si es Madame Sun, dijo el Rey Fantasma Gigante con un resplandor en sus ojos. Ignoró a Bai Xiaochun y se puso de pie. ¡Adelante, hablemos por aquí! Bai Xiaochun suspiró. El Rey Fantasma Gigante había hecho bastantes amigos desde su llegada al pueblo. Bai Xiaochun llevaba más tiempo que él en el pueblo, pero ni se le hubiera podido pasar por la cabeza cual era el nombre de esta mujer en particular. Bai Xiaochun se le quedó viendo al Rey Fantasma Gigante y a la mujer que estaba de pie con él y con quien charlaba, y no pudo evitar maravillarse. Aquí estaba el Rey Fantasma Gigante, un poderoso semidiós, un rey celestial, actuando como un simple mortal. Aunque eso en sí no era necesariamente asombroso, el hecho de que supiera como lidiar con mortales de un modo romántico dejó sin palabras a Bai Xiaochun. Madame Sun repentinamente alejó gentilmente al Rey Fantasma Gigante. ¡Ah eres un diablillo! exclamó. Pasó un resplandor coqueto por sus ojos, pero continuó con una expresión seria, Escudero Zhou, estoy hablando en serio. La Viuda Zhang tiene una tienda en la parte oriental del pueblo. Su esposo murió hace años, ¡y ha mantenido el decoro de una viuda desde entonces! También es una de las mujeres más atractivas del pueblo, ¡y muy rica! Tienes suerte de haber llamado la atención de una mujer así Escudero Zhou. ¡Me pidió que viniera a ver si estarías dispuesto a casarte dentro de su familia! Si lo estás, ¡entonces te dará el treinta por ciento de la tienda como dote!

  • El Rey Fantasma Gigante quedó boquiabierto al escuchar las palabras de Madame Sun. Jamás se hubiera imaginado que le ocurriría algo así en un pequeño pueblo como este… Después de todo…era un poderoso semidiós. Casarse dentro de la familia de una viuda mortal…sería bastante vergonzoso. Sin embargo, la verdad era que a pesar de lo viejo que era, seguía siendo alto, con buena contextura y bastante apuesto. Sería considerado como un hombre muy atractivo para cualquier mujer madura. Bai Xiaochun también estaba impactado. Se le quedó viendo a Madame Sun y luego al Rey Fantasma Gigante, y a pesar de que aún estaba deprimido, no pudo evitar darse un golpe en la pierna y empezar a reír. ¡Felicidades suegro! le dijo. Repentinamente sintió como si un poco de su tristeza y amargura se hubieran derretido un poco. La verdad era que sus charlas y discusiones constantes con el Rey Fantasma Gigante habían estado rompiendo lentamente el hielo que tenía congelado su corazón. Y ahora, su risa hizo que esas grietas se ampliaran y el hielo empezara a caer. Por otro lado, el Rey Fantasma Gigante quedó deprimido por las palabras de Bai Xiaochun. Sin embargo, mientras Bai Xiaochun reía, Madame Sun volteó a verlo mientras estrechaba los ojos. Oh, Académico Bai, dijo con una sonrisa. Me alegra que apruebes del asunto. Que tonta soy, olvidé que también tengo buenas noticias para ti. La Viuda Zhang dijo que, si el Escudero Zhou acepta su propuesta, entonces su hija, cuyo marido murió el mes pasado, y también es hermosa, sería un buen partido para ti. Si ambos aceptan casarse dentro de su familia, ¡te dará el cincuenta por ciento de la tienda! Supongo que su hija debe haber nacido con mala fortuna. Su esposo era una especie de bandido, una verdadera plaga de la aldea. Supuestamente recibió su merecido y terminó como comida de los animales en alguna parte del bosque. Es obvio que no era nada comparado al hombre culto y educado que es usted Académico Bai. Las risas de Bai Xiaochun cesaron repentinamente. Y luego el Rey Fantasma Gigante empezó a reír.

  • CAPÍTULO 1035 EL DECRETO DEL EMPERADOR-VIL!

    Las hojas de otoño ya habían caído, y el frío viento de invierno había llegado. Aunque aún no habían llegado los días más fríos de la temporada, seguía siendo lo bastante frío para que la mayoría de las personas no quisieran salir. Las punzadas causada por el viento se sentían cómo si agujas contra el rostro. Aún se podían ver algunas hojas en el suelo, pero ya estaban todas amarillas y secas, y se hacían pedazos con el más mínimo roce. Solo se podía ver una hoja danzando en el viento de vez en cuando. Pero ahora que el invierno había llegado, ninguna parecía querer quedarse en el pueblo, y la brisa se las llevaba rápidamente. Y en este clima, Madame Sun había salido de la calidez de los edificios del pueblo para venir a este templo dilapidado para charlar con este dúo de padre e hijo que vivían aquí. Después de todo, si lograba su labor, recibiría una compensación considerable por parte de la Viuda Zhang. Debido a eso, no se rendiría fácilmente. Intentó convencer a Bai Xiaochun y al Rey Fantasma Gigante una y otra vez para que aceptaran el acuerdo. Les puso mucho énfasis indicando que era una oportunidad muy escasa que solo se presentaba rara vez, y que definitivamente debían aprovecharla y no dejarla pasar. Mencionó el atractivo de la joven viuda, y repitió constantemente lo rentable que era la tienda. Explicó una y otra vez lo mucho que estarían perdiendo si no aceptaban. El Rey Fantasma Gigante no sabía si reír o llorar. A pesar de ser un semidiós, no había razón para rehusarse de manera cruel. Solo podía decirle a Madame Sun qué pensaría en la propuesta, y luego le pidió que regresara. Después de que esta se fuera, volteó a ver a Bai Xiaochun y suspiró. ¿Ves? Soy demasiado apuesto. Así eran las cosas en la Ciudad del Fantasma Gigante. Tanto así que por eso prefería estar en casa. ¡Las mujeres se volvían locas siempre que salía! ¡Tanto jóvenes como mayores! Aunque hablaba como si estuviera frustrado, no podía ocultar lo satisfecho que estaba consigo mismo. ¿Quién hubiera pensado que ocurriría lo mismo en este pequeño pueblo en el que nadie sabe que soy un cultivador? Supongo que realmente es mi culpa. dijo suspirando. Bai Xiaochun no estaba muy contento al ver como el Rey Fantasma Gigante hacía cómo si se quejara de lo asombroso que era. Y peor aún, la Viuda Zhang obviamente estaba usando a Bai Xiaochun para intentar ganar la aprobación del Rey Fantasma Gigante. De lo contrario, ¿por qué le ofrecería a su hija en matrimonio después de apenas un mes como viuda? No puedo creer que yo, Bai Xiaochun, no sea tan atractivo para estos mortales como este vejete. No estaba dispuesto a aceptar la verdad, miró de reojo al Rey Fantasma Gigante y luego dejó salir un frío bufido. ¡Felicidades suegro! ¿quién hubiera pensado que podrías echar raíces en este pequeño pueblo? ¡Seguro que prosperarás mucho aquí! No puedes rehusarte a esa oferta. Ah, y también necesitarás alcohol para la boda. ¿Así que por qué no vas a buscar otra botella? El Rey Fantasma Gigante miró irritado a Bai Xiaochun como por costumbre y se preparó para discutir. Pero entonces se frotó la barbilla de manera pensativa.

  • Ahora que lo pienso, recuerdo haber visto antes a esta Viuda Zhang. Estoy seguro de que pasé cerca de ella en el sendero para ir a comprar alcohol. Si no mal recuerdo…se sonrojó cuando me vio. Es bastante linda de hecho. Con una buena figura y un trasero atractivo…¡una verdadera belleza! Los ojos del Rey Fantasma Gigante se iluminaron intensamente, especialmente al describir como se veía la Viuda Zhang. Espera un segundo. Debería ir a esa tienda para revisar bien. Después de todo, me está haciendo una oferta de buena voluntad, y siempre he sido una persona directa y sincera. No puedo aprovecharme de esa buena voluntad. El Rey Fantasma Gigante ya había sido un poco pervertido en las Tierras Desoladas, especialmente cuando involucraba a mujeres maduras y atractivas. Esto era obvio por la manera en la que le había pedido a Bai Xiaochun que le trajera una mujer en particular de un clan fuera de la Ciudad del Fantasma Gigante. Y aquí estaba de indigente en las Tierras Eternas, pero su personalidad no había cambiado. Ahora que había despertado sus pasiones, no le importaron qué tipo de cosas sarcásticas le dijera Bai Xiaochun. Sino que salió entusiasmado del templo. ¡Xiaochun! le dijo mientras se iba. Tendrás que beber solo hoy. Volveré tarde. Bai Xiaochun quedó un poco impactado. Aunque sabía que el Rey Fantasma Gigante era un pervertido, jamás se hubiera imaginado que el hombre se vería atraído incluso por las mortales. ¿Cómo podía ser así un experto semidiós…? Bai Xiaochun solo pudo poner una sonrisa irónica al ver el entusiasmo con el que el Rey Fantasma Gigante salía del templo, y estaba a punto de gritarle algo, cuando sus ojos repentinamente cambiaron y se iluminaron con una luz más intensa que cualquier cosa que hubiera aparecido recientemente. Él no fue el único con esta reacción. El Rey Fantasma Gigante se detuvo súbitamente y alzó la mirada. En vez de la luz ardiente de la pasión que había estado en sus ojos hacía un momento, ahora tenía una expresión tan fría como Bai Xiaochun. El frío viento de invierno no podía ni acercarse al frío de sus miradas, es más, el viento ni se atrevía a seguir soplando y se calmó. Poco después, se escuchó cómo un silbido por el aire, acompañado de tres rayos de luz distantes. Cuando se acercaron el pueblo, se pudo ver que en esos rayos de luz…había tres cultivadores devas, ¡eran oriundos de las Tierras Eternas! Dos de ellos simplemente siguieron su camino, pero el tercero se detuvo sobe el pueblo, un hombre de mediana edad con una expresión intimidante. En ese momento, desató un aura deva que llenó el aire de un sonido comparable a truenos de los Cielos. Todos los mortales del pueblo empezaron a temblar de miedo, y sin importar dónde se encontrarán o que estuvieran haciendo, se pusieron de rodillas a hacer kowtow hacia la figura de arriba. En las Tierras Eternas, los mortales no veían a los inmortales como figuras legendarias o de mitos. Aunque no los veían muy frecuentemente, tampoco eran una cosa imposible de ver.

  • De hecho, incluso este pequeño pueblo tenía una residencia oficial apartada para ellos. Cuando las fluctuaciones deva llenaron el pueblo, cuatro figuras salieron de una pagoda relativamente grande. Estas se elevaron rápidamente hacia el deva, y entonces hicieron kowtow como saludo. Uno de ellos era el mismo viejo que había llevado a su aprendiz al templo hacía un tiempo, un cultivador en la Formación del Núcleo. Otro de los cuatro era el mismo aprendiz, el chico al nivel de la Condensación de Qi. Los otros dos eran jóvenes, ambos al nivel del Establecimiento de la Fundación. El grupo entero claramente sudaba mientras saludaban al deva. ¡Saludos Inmortal! dijo el viejo respetuosamente. El deva observó al hombre con una mirada penetrante, luego juntó sus manos en su espalda y habló con una voz que retumbó por todos lados como un trueno. Traigo órdenes del preceptor semidiós de la Prefectura Pico Cruzado, el Maestro Polvo Origen. Por la presente, ¡se les ordena a todos los habitantes de la Prefectura Pico Cruzado a participar en la búsqueda de las personas del Reino Alcance Celestial! ¡Cada uno de ellos deberá ser rastreado y entregado a la prefectura local, incuso sus cadáveres! Quienquiera que ayude o dé asilo a los refugiados de Alcance Celestial será castigado severamente, ¡y probablemente se exterminará su clan! Si alguno es encontrado culpable de negligencia al permitir que los cultivadores de Alcance Celestial residan en su área, ¡su base de cultivo será destruida! ¡No habrá misericordia con este asunto! ¡Y quienquiera que viole a propósito estas órdenes estará buscándose un desastre inimaginable! Cualquier cultivador de Alcance Celestial al nivel del Establecimiento de la Fundación o superior serán de especial importancia. ¡No podéis contener nada para capturarlos! ¡Quienquiera que logre capturar a alguno recibirá una gran recompensa por parte del Emperador-Vil! Pronunció sus palabras de manera severa y dura, y dejó a todo el pueblo temblando, especialmente el cultivador en la Formación del Núcleo. Este se limpió el sudor de la frente y dijo, ¡Seguiremos las órdenes del preceptor! Si aparece algún ciudadano de Alcance Celestial en nuestra área, ¡pondremos nuestra vida en juego para seguir los comandos del preceptor y el Emperador-Vil! El deva asintió lentamente, luego escaneó el área con su sentido divino. No encontró nada inusual así que se volteó y se fue rápidamente al próximo lugar al que debía llevar su anuncio. Por lo general, una transmisión de voz habría sido suficiente, pero para poner énfasis en la importancia del asunto, se ordenó que este deva y sus compañeros llevaran el anuncio personalmente a todos en la Prefectura Pico Cruzado, y al mismo tiempo debían inspeccionar el área. Después de que el deva se fuera, el pueblo no volvió a su estado habitual. Nadie se atrevía a tomar a la ligera las palabras de un deva, por lo que el viejo en la etapa de la Formación del Núcleo transmitió órdenes rápidamente e instruyó a la pandilla del pueblo a llevar a cabo una búsqueda exhaustiva. De vuelta en el templo, los ojos de Bai Xiaochun resplandecían con una luz gélida, al igual que los del Rey Fantasma Gigante. Pude percibir que apestaba a sangre de cultivadores del Reino Alcance Celestial, dijo Bai Xiaochun. El Rey Fantasma Gigante dejó salir un bufido y se elevó por el aire.

  • CAPÍTULO 1036 LA MADRE FANTASMA EN EL PODER!

    A cierta distancia del pueblo, el deva que acababa de llevar a cabo su demostración impresionante se encontraba volando por sobre la Prefectura Pico Cruzado. ¡Todo es culpa de esa plaga del Reino Alcance Celestial! murmuraba. Él era el deva más joven de la Prefectura Pico Cruzado, un hecho del que estaba muy orgulloso e incluso mostraba su arrogancia. Ya que ya poseía estos logros, parecía que sus prospectos futuros eran considerables. Aunque quizás no fuera realista llegar al Reino Semidiós, tenía confianza en poder llegar eventualmente al gran círculo del Reino Deva. ¿Por qué la gente de Alcance Celestial no se entrega como esclavos y ya? ¿Por qué resistirse? ¿¡Cuál es el punto de sus insignificantes esfuerzos!? El hombre rio y recordó la búsqueda de cultivadores de Alcance Celestial que ya llevaba más de medio año en la Prefectura Pico Cruzado. Y pasó un resplandor de desdén por sus ojos. Por lo que escuché, el legado de la Dinastía del Archi-Emperador nunca fue transmitido. ¿Tenían a un tipo que se hacía llamar El Celestial? ¡Cómo se atreve a hacerse llamar así sin siquiera llegar al Reino Mahayana! ¿Y qué hay de ese Archi-Ancestro? El hombre sacudió su cabeza arrogantemente. Aunque supuestamente, las personas con la sangre del Reino Alcance Celestial son muy buenas para el refuerzo espiritual…Eso es bastante asombroso. Entonces sus ojos se iluminaron con anticipación. Al fin y al cabo, las recompensas que ofrecía el Emperador-Vil eran bastante atractivas. Aumentó su velocidad y pensó, Lo mejor sería capturar a uno de los devas de Alcance Celestial… Mientras su corazón se llenaba de emoción, el aire se distorsionó repentinamente a su alrededor. Ocurrió tan rápido que no tuvo tiempo ni de reaccionar. Una mano apareció de la nada repentinamente, ¡la cual se extendió y lo sujetó por el cuello! Tú…Al hombre se le abrieron los ojos de par en par, estaban llenos de un terror y asombro incomparables al ver que no podía resistirse para nada contra esta mano. De hecho, podía sentir que esta mano solo tenía que ejercer un poco de poder y él sería aplastado y erradicado. ¿¡Un semidiós!? Ni tuvo tiempo de transmitir un mensaje antes de que estallara en su interior ese poder que temía. Pero no lo mató, simplemente lo dejó inconsciente. Entonces la mano se lo llevó a rastras y desapareció sin dejar rastro. Desde la aparición de la mano, hasta que ambos se esfumaran, pasó apenas un instante. No quedó ninguna evidencia de lo ocurrido, ni una pizca de fluctuación de energía. De regreso en el templo, se podía ver una expresión fría y seria en el rostro de Bai Xiaochun, estaba sentado contra el muro del templo. Luego entró el Rey Fantasma Gigante con una expresión igual de seria, tenía en su mano a un deva inconsciente del mismo modo en el que uno sostendría un pollo. Arrojó al deva al suelo después de acercarse a Bai Xiaochun. El deva se estremeció y abrió sus ojos. Después de revisar sus alrededores y ver a Bai Xiaochun y al Rey Fantasma Gigante, se quedó sin aliento.

  • ¿¡Quiénes son ustedes!? dijo repentinamente mientras sentía que grandes olas de asombro impactaban su mente y su corazón, y se dio cuenta de que su base de cultivo estaba sellada, haciéndolo poco más que un simple mortal. Por otro lado, el viejo que lo había capturado mantenía relativamente ocultas las fluctuaciones de su base de cultivo, ¡pero el deva podía ver que no era ningún semidiós ordinario! La presión que el deva sentía al verlo era aún más aterradora que las que le transmitía el preceptor semidiós de la Prefectura Pico Cruzado, ¡el Maestro Polvo Origen! Luego volteó hacia Bai Xiaochun quien estaba sentado a un lado con una mirada vacía. Y cuando Bai Xiaochun le regresó la mirada, sintió como si algo intangible le hubiera apuñalado, su mente empezó a dar vueltas y empezó a temblar hasta lo profundo de su ser. Esa era una mirada que contenía un sentido divino capaz de ver hasta el más mínimo aspecto de su ser, por dentro y por fuera. Ahora el deva estaba diez veces más conmocionado. Ce…cele…¡celestial…! dijo tartamudeando. Hacía años, había tenido la oportunidad de acompañar al preceptor semidiós para una visita formal al celestial que regía sobre el tercer dominio inmortal, y había tenido esta misma sensación en aquel entonces. Era como si la persona sentada frente a él no fuera un cultivador, ¡sino un dios! Ya no tenía ni que preguntar quién era esta persona… Eres…¡el Archi-Ancestro Bai Xiaochun! dijo con una voz temblorosa. Ya había determinado que no se resistiría, ni siquiera podría. Los ojos de Bai Xiaochun resplandecían con una luz gélida e intención asesina. El hecho de que esta persona supiera de su identidad en realidad facilitaba las cosas. El Rey Fantasma Gigante estrechó sus ojos y dijo, ¿¡De dónde eres!? Al saber quién era Bai Xiaochun, el deva ya podía empezar a especular quien era este viejo que lo acompañaba, aunque no podía estar seguro. De cualquier modo, ya que era un semidiós, no había manera de ocultarle nada. El deva sabía que, si no hablaba lo suficientemente rápido, el hombre tendría muchas maneras de hacerlo hablar. Cuando vio que Bai Xiaochun fruncía el ceño frente a lo que acababa de decir, su corazón empezó a acelerarse y añadió, El nombre de este junior es Li Hai. Soy un subordinado del preceptor de la Prefectura Pico Cruzado, la prefectura diecisiete del tercer dominio inmortal de la Dinastía del Emperador-Vil. Hay un total de seis celestiales en la Dinastía del Emperador-Vil, los cuales se rotan el mando del segundo y el tercer dominio inmortal, En este momento, la Celestial Madre Fantasma es quien supervisa el tercer dominio inmortal. Los ojos de Bai Xiaochun se estrecharon al escuchar las palabras del hombre, y el corazón del Rey Fantasma Gigante empezó a acelerarse. Ambos estaban familiarizados con el nombre de la Madre Fantasma. Aquella gran batalla entre el cuidador de tumbas y Gongsun Wan’er en las Tierras Desoladas era algo que el Rey Fantasma Gigante jamás olvidaría. ¿La Madre Fantasma? preguntó Bai Xiaochun. ¿No es el Celestial Virupaksa?

  • Las habilidades divinas y magias Daoístas de la Madre Fantasma provenían de la misma línea que las del Rey Fantasma Gigante. A pesar de la manera en la que él y Bai Xiaochun habían pasado los últimos meses, aun así, habían aprendido mucho sobre el tercer dominio inmortal. Por ejemplo, el celestial a cargo no debía ser la Madre Fantasma, sino alguien con el nombre de daoísta, Virupaksa, que significa el que todo lo ve. Después de escuchar esta información distinta por parte de Li Hai, el Rey Fantasma Gigante frunció el ceño, se acercó caminando y sujetó con su mano la cabeza del hombre. En vez de perder tiempo hablando, decidió recurrir a una revisión de su alma. Se escucharon gritos de Li Hai, pero ninguno pudo salir de los confines del templo. Su cuerpo temblaba, y salía sangre por sus ojos, oídos, nariz y boca. No era que no pensara en acabar con el dolor autodestruyéndose, simplemente no podía. De manera similar a los muchos cultivadores de Alcance Celestial a los que él mismo había revisado el alma durante los días recientes, eventualmente empezó a perder la consciencia. El Rey Fantasma Gigante removió su mano después de un rato, entonces Li Hai tosió una bocanada de sangre y cayó muerto de espaldas. ¿Alguna información sobre Hou Xiaomei, el Gran Gordito Zhang o algún otro? preguntó Bai Xiaochun en voz baja. No. Solo sé que la Madre Fantasma tomó la posición del Celestial Virupaksa el mes pasado. En realidad el Rey Fantasma Gigante no conocía ni a Hou Xiaomei ni al Gran Gordito Zhang, pero tampoco había visto ninguna información al respecto en la mente de Li Hai. Ahora la Madre Fantasma está a cargo. Tiene a diecisiete preceptores semidioses bajo su mando, quienes a su vez son los encargados de las diecisiete prefecturas del tercer dominio inmortal. Cada uno de esos preceptores tiene a un buen número de devas subordinados… El Emperador-Vil ha ordenado una cacería humana a gran escala para rastrear a todas las personas del Reino Alcance Celestial, la Madre Fantasma está revisando cuidadosamente todo el tercer dominio inmortal. Incluso están intentando recoger todos los cadáveres… Entre las razones para la búsqueda, está que la Dinastía del Emperador-Vil quiere fortalecer sus propias fuerzas. Pero lo que es más importante…han descubierto que las personas del Reino Alcance Celestial poseen algo especial. Tenemos un tipo de magia Daoísta que nadie puede llevar a cabo en la Dinastía del Emperador-Vil o la Dinastía del Emperador-Santo…¡El refuerzo espiritual! Solo los cultivadores de Alcance Celestial pueden llevar a cabo los refuerzos espirituales. Sin importar que tanto han investigado los cultivadores de las otras dos dinastías, no han podido resolver el asunto. ¡Es una magia que solo pueden realizar los que poseen la sangre de Alcance Celestial! Debido a eso, se está buscando exhaustivamente en los tres dominios inmortales controlados por la Dinastía del Emperador-Vil, y lo mismo va para la Dinastía del Emperador-Santo. La principal diferencia es que la Dinastía del Emperador-Vil expresa abiertamente su intención de esclavizar a los cultivadores de Alcance Celestial. Al menos la Dinastía del Emperador-Santo proclama querer ofrecer ayuda. Una vez terminado su análisis de la revisión del alma que acababa de realizar, el Rey Fantasma Gigante se quedó viendo a Bai Xiaochun con un resplandor en sus ojos. Xiaochun…¡llegó la hora de dejar de quedarnos sentados perdiendo el tiempo!

  • CAPÍTULO 1037 EL RESURGIR DE LA ESPERANZA!

    Era una noche oscura, y el frío viento de invierno solo seguía fortaleciéndose. El viento soplaba y se hacía más frío mientras surcaba la tierra, los pueblos y los millones y millones de residentes de estas tierras. A medida que el viento se elevaba hacia el cielo, se encontraba con las nubes negra de arriba…y con el retumbar de los truenos. Nada más con escuchar esos truenos…cualquiera podía darse cuenta de que estaba por llover, o quizás nevar. Y así fue. Era una lluvia mezclada con nieve, o quizás nieve mezclada con lluvia. Durante esta época, los comienzos del invierno, era difícil saberlo…El templo dilapidado no servía de nada para alejar la nieve o la lluvia, y esta rápidamente empezó a caer sobre Bai Xiaochun y el Rey Fantasma Gigante. Las lluvias agitaban las hojas secas del suelo, como si estas desearan que la nieve se convirtiera en simple lluvia, como olvidándose de que a menudo, la lluvia helada era más fría que la nieve. Bai Xiaochun reaccionó de manera similar frente a las palabras del Rey Fantasma Gigante. Aunque no temblaba, era difícil saber si su corazón se había vuelto tan frío como la nieve, o como la lluvia helada. Tienes razón, murmuró. No podemos dejar que las cosas sigan así. Ha llegado la hora de atacar. Matar a tantos como podamos…Extendió su mano casi por reflejo, sujetó la botella de alcohol cercana y se preparó para darle un buen trago. Pero el Rey Fantasma Gigante dio un paso adelante, y le dio un golpe para sacar la botella de la mano de Bai Xiaochun, sus ojos ardían con ira. Esta dio vueltas a un lado y luego se quebró, el alcohol derramado se mezclaba rápidamente entre la lluvia y la nieve. ¿¡Todavía bebiendo!? dijo el Rey Fantasma Gigante casi gritando. ¿¡Eso es todo lo que sabes hacer!? Sé que has pasado por mucho, ¿pero y qué? ¿Acaso más nadie ha perdido a sus seres queridos? ¿Quién perdió más? ¿Tú? ¿Yo? ¿Qué hay de todos los demás? ¡Todos en el Reino Alcance Celestial han perdido a amigos y seres queridos! Si estas Tierras Eternas estuvieran completamente repletas de maldad y malicia, entonces está bien, puedes beber hasta morirte y no me importaría. ¡Pero eso no es así! ¿Acaso no piensas en Zimo? ¡Has pensado en la vieja generación de tu Secta Desafiadora del Río? ¿Qué hay de todos tus amigos? ¿¡Qué hay de todos los que te veneran y esperan cosas de ti!? Aunque el Rey Fantasma Gigante estaba gritándole a Bai Xiaochun, en cierto modo también era como si hablara consigo mismo. Él también había perdido un poco su camino. ¿¡Atacarlos!? Quienes, ¿tú y yo? ¿Cuántos crees que podamos matar? ¿Te olvidaste de como solías ser en la Ciudad del Archi-Emperador en las Tierras Desoladas? ¿A dónde se fue ese Bai Xiaochun? ¿Recuerdas tus planes astutos? ¿Recuerdas la Proclamación de la Gracia Universal? ¿Recuerdas como convertiste un alma del Establecimiento de la Fundación en un alma deva? ¡Conseguiste el respaldo del Sumo Pontífice del Cielo y forzaste a toda la nobleza y la aristocracia a someterse frente a ti!

  • La masacre debe ser siempre el último recurso. Eso es lo que haces cuando te vuelves loco y no tienes más nada que perder. ¡No vas por ahí matando gente a diestra y siniestra como tu primera jugada! El Rey Fantasma Gigante se veía realmente decepcionado. Hacía tiempo que había comprendido…que a estas alturas, Bai Xiaochun no era el mismo viejo Bai Xiaochun que tanto le temía a la muerte. Era como si se hubiera vuelto loco, ¡como si se hubiera movido de un extremo al otro! Además, el Rey Fantasma Gigante también sabía muy bien que alguien que solo estuviera interesado en matar a sus enemigos jamás sería capaz de alzarse a la prominencia en estas Tierras Eternas. ¡Lo que tenemos que hacer ahora es buscar a la gente del Reino Alcance Celestial! dijo mientras sacudía su manga. Entonces prosiguió, y sus palabras daban justo en el clavo. Nada de ataques. Nada de beber. ¡Nada de ahogarse en la desesperanza! Bai Xiaochun permaneció sentado en silencio. Ahora temblaba visiblemente y tenía los ojos inyectados de sangre. Las palabras del Rey Fantasma Gigante habían llegado muy profundo, apuñalaban su corazón como una cuchilla. Entonces pasó un momento…y alzó la mirada. ¡No me estoy ahogando en la desesperanza! dijo con una voz áspera. ¡Y ya los fui a buscar! Ondeó su mano e hizo que saliera una pequeña pila de medallones de comando de su bolso de almacenamiento y estos se amontonaron a un lado de él. Estos eran los medallones de identidad de muchos cultivadores de Alcance Celestial. Y evidentemente no pertenecían a cultivadores solitarios, sino a cultivadores provenientes de organizaciones poderosas de las Tierras Desoladas y de los cuatro Ríos de Alcance Celestial. Eran objetos que los cultivadores normalmente usaban para transmitir mensajes o para demostrar su identidad. ¿Sabes qué fue lo que encontré? ¡Cadáveres! ¡Todo lo que pude hacer fue enterrarlos y llevarme sus medallones de identidad! Los ojos de Bai Xiaochun parecían sobresalir de su cara mientras hablaba, como si toda la ira y el resentimiento que había acumulado en su interior finalmente estuvieran siendo desahogados. También quiero seguir buscando, siguió con su voz áspera, ¿pero y si solo encontramos más cadáveres? Lo sé…sé que no debería rendirme. ¡Pero las Tierras Eternas son enormes! ¡Apenas una prefectura tiene el tamaño de todo el Reino Alcance Celestial! ¡Tan solo el tercer dominio inmortal podría contener más de una decena de Reinos Alcance Celestial! ¿¡Cómo se supone que busque entre todo eso!? El Rey Fantasma Gigante observó el montón de medallones de comando por un buen rato. Entonces vertió su atención nuevamente en Bai Xiaochun y dijo, Si no podemos encontrarlos…¡entonces quizás podamos hacer que nos encuentren a nosotros! Entonces los ojos del Rey Fantasma Gigante empezaron a iluminarse aún más. Eso les daría esperanzas. Y con esperanzas…podrán resistir. ¡Eso es lo que tenemos que hacer! Esperanza…murmuró Bai Xiaochun. Mientras miraba al Rey Fantasma Gigante, sus ojos finalmente parecían avivarse un poco.

  • Cierto. ¡Esperanza! Los ojos del Rey Fantasma Gigante resplandecían y empezó a caminar de un lado a otro dentro del templo. Xiaochun…¡tenemos que buscar asilo con el Emperador-Santo! El Emperador-Vil solo quiere esclavos. No parece posible llegar a ningún acuerdo con él. Se supone que el Emperador-Santo es un poco santurrón e hipócrita, pero al menos la dinastía proclama abiertamente estar del lado de la justicia. ¡Eso nos da una base sobre la cual llegar a un acuerdo! Sin embargo, si queremos buscar asilo, no podemos ir con las manos vacías. Aparecer y pedir ayuda no es nada sorprendente. Lo que tenemos que hacer…¡es llevarle un tributo de sangre al Emperador-Santo! ¡Eso! ¡La cabeza de un enemigo! Mientras más lo pensaba, más se aclaraba la idea en la mente del Rey Fantasma Gigante. Xiaochun, si queremos preparar un tributo de sangre, tenemos que lograr algo grande en la Dinastía del Emperador-Vil. ¡Tenemos que hacernos famosos! Tenemos que hacer algo que no solo sacuda a la Dinastía del Emperador-Vil…¡sino a todas las Tierras Eternas! Si no podemos encontrar a nuestra gente, ¡al menos podemos dejarles saber que estamos aquí! ¡Dejarles saber dónde estamos! En la noche oscura que son estas Tierras Eternas para la gente del Reino Alcance Celestial…¡nosotros podemos ser las antorchas que iluminen su camino! Mientras más brillantes y resplandecientes seamos, más fácil será para ellos encontrarnos. Y también podremos conseguir posiciones más fuertes. ¡Sacudir a las otras dos dinastías imperiales y conseguir algo de espacio para la gente de Alcance Celestial! Cuando una persona es poderosa…¡nadie se atreve a meterse con él o su gente! Bai Xiaochun estaba casi sin aliento, y claramente conmocionado por lo que decía el Rey Fantasma Gigante. Sus ojos finalmente ya no se veían vacíos, ¡sino llenos de esperanza! Esperanza para el Reino Alcance Celestial…¡y esperanza para sí mismo! Si le ofrecemos un tributo de sangre al Emperador-Santo, ¡no tendrá más opción que darnos posiciones oficiales en el gobierno! ¡Entonces podemos usar a la Dinastía del Emperador-Santo para forjar un nuevo lugar en las Tierras Eternas al que las personas de Alcance Celestial puedan llamar hogar! La estruendosa voz del Rey Fantasma Gigante resonaba por todo el templo. Y la lluvia y la nieve seguían cayendo con cada vez más intensidad afuera. Las paredes y el techo arruinado del templo no podían ocultar para nada el viento. El agua y la nieve se acumulaban constantemente dentro del templo, tanto que las hojas que estaban por allí dispersas terminaron cubiertas por completo. Bai Xiaochun se quedó viendo al suelo por un rato, y entonces alzó la mirada. Su aura cambió repentinamente y sus ojos empezaron a brillar intensamente. ¿¡Qué tipo de tributo de sangre deberíamos preparar!? Cuando el Rey Fantasma Gigante vio la anticipación en los ojos de Bai Xiaochun, su propio corazón empezó a acelerarse. ¿Qué tal las cabezas de algunos semidioses del Emperador-Vil?

  • CAPÍTULO 1038 UNA ESPADA PARA SACUDIR LAS DIECISIETE PREFECTURAS!

    Hay diecisiete expertos semidioses en el tercer dominio inmortal, dijo el Rey Fantasma Gigante. Los locales se refieren a ellos como preceptores. Pero antes de entrar en acción, tenemos que asegurarnos de tener una ruta de escape planeada. Vi un mapa del tercer dominio inmortal en las memorias de ese deva. ¡Hay un majestuoso mar hacia el noroeste! Como a medio camino a través de la prefectura. Dicho esto, sacó una tablilla de jade, la marcó con información usando su sentido divino y luego se la arrojó a Bai Xiaochun. Bai Xiaochun la recibió y la observó. No solo contenía un mapa general del tercer dominio inmortal, también contenía información sobre los semidioses encargados de las distintas prefecturas. Aunque la información no era extremadamente detallada, al menos era bastante completa. Ba