libertad! 63 (argentina)

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PUBLICACIÓN DEL GRUPO ANARQUISTA LIBERTAD BUENOS AIRES 63 63 Política, policía, represión, saqueos bombo gorra y bandera llegó para quedarse El partido policial DESDE 1996 FEBRERO 2014 *EDICIÓN DIGITAL * Política, policía, represión, saqueos bombo gorra y bandera

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Edición 63 de la publicación anarquista de Buenos Aires: Megaminería y fracking; El partido policial, nuevo actor político; Proyecto IIRSA; Federación Anarquista Japonesa; Charla de Bonnano en Buenos Aires; Desarrollo del capitalismo a nivel mundial; Sobre la situación del compañero Gustavo Rodríguez

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PUBLICACIÓN DEL GRUPO ANARQUISTA LIBERTAD

BUENOS AIRES

6363

Política, policía, represión, saqueos

bombo gorra y bandera

llegó para quedarseEl partido policial

DESDE 1996

FEBRERO 2014 *EDICIÓN DIGITAL *

Política, policía, represión, saqueos

bombo gorra y bandera

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MEGAMINERÍA Y FRACKING La problemática de la minería a gran escala y sus efectos en el corto y largo plazo, son temas que en las páginas de ¡Libertad! han sido tra-tados en diferentes números. Abordarlo una vez más no es un mero capricho, sino una innegable necesidad teniendo en cuenta la prepon-derancia que hoy día tiene esta temática en el devenir social, económico y político de la Argentina. Hablar de megaminería hace 25 años era algo impensado de acuerdo a los fundamentos sobre los que sustentaba la economía, pero desde la década de 1990 en adelante los planes eco-nómicos viraron rotundamente posicionando entre sus prioridades a aquellas propuestas sustentadas a partir del capital extranjero; básica-mente vinculado a mega proyectos de monocultivos, inmobiliarios y, sobretodo, mineros. Decimos, sobretodo mineros, porque desde principios de 2001 hasta prácticamente el fin de la década, las inversiones anuales de las empre-sas extranjeras vinculadas al sector fue multiplicado por diez, pasan-do de una inversión inicial de 220 millones de dólares a los casi 2230 millones registrados en 2010. Y como era de esperar el crecimiento exponencial de la inversión destinada a investigación y extracción fue acompañado inevitablemente de un crecimiento enorme en cuanto a proyectos mineros en Argentina, ya que en estos últimos 12 años au-mentaron un 907% para llegar a la friolera cifra de más de 400.

Como sostenemos al inicio de esta nota, la megaminería como para-digma económico es relativamente nuevo y está estrechamente vin-culado a los cambios políticos y económicos que se dan a partir de la llamada “década menemista”. En Argentina, hasta ese momento, la producción minera se basaba principalmente en la obtención de “rocas de aplicación” , concentradas en las provincias de Buenos Aires, Cór-doba, Chubut, Entre Ríos, Mendoza y San Juan. Pero a partir del mene-mismo, y producto del cambio de la Ley de Inversión Minera de 1993, la megaminería pasó a ser la cenicienta de la política económica argenti-na.

Es tal la preponderancia dada a la cuestión minera que hoy día es un tema por demás recurrente no solo en la agenda política, sino tam-bién en la realidad mediática que los medios informativos construyen moldeando la opinión pública de acuerdo a específicos intereses. El argumento de los políticos y mass media hacen foco en las estadísticas que posicionan a la Argentina en el sexto lugar mundial en cuanto a po-tencial minero. Lo que no resaltan esos argumentos, aunque por obvias razones, es el impacto, por un lado, ambiental, de la contaminación di-recta e indirecta de la flora y de la fauna; y por otro, el impacto sociopo-lítico, ya que la megaminería, en cualquiera de sus fases, es un ejemplo típico del modelo económico “extractivo-exportador”, debido a que en el circuito inversión/ganancia las únicas beneficiadas son las empresas transnacionales del sector. Tampoco dicen nada los paladines del deno-minado “cuarto poder”, y menos aún sus sostenedores políticos, de que en Chubut la empresa Patagonia Gold posee más de 330 mil hectáreas de tierra, cuando el máximo permitido es de 200 mil, cantidad obscena igualmente se la mire por donde se la mire, aunque para nada incohe-rente desde una óptica capitalista de acumulación. Tampoco dicen nada de que en San Juan el defensor más acérrimo de la megaminería es el gobernador Gioja el cual parece un vocero más de la Barrick Gold.

Una de las características esenciales de la minería a gran escala es su alta tecnicidad. Debido a ello es que inevitablemente necesita de una logística con un alto desarrollo tecnológico muy costoso. A conse-cuencia de ello es que el sector está dominado casi en exclusividad por empresas transnacionales, en su mayoría de capitales canadienses. En la actualidad, existen al menos 30 grandes empresas extranjeras con una influyente actividad en la prospección, exploración y producción de

la minería a gran escala.El Fracking, o como lo económico siempre prevalece desde una óptica capitalista.

En el afán de acumulación y ganancia económica a cualquier precio, las transna-cionales mineras, con el beneplácito de sus socios obedientes, los señores Estados, vienen machacando discursiva y políticamente con el tema del tan mentado Frac-king (fractura hidráulica) como nuevo modelo extractivo para la obtención de gas y petróleo en yacimientos no convencionales. O sea, que al modelo de megaminería impuesto a fuerza de dólares, hay que agregarle esta nueva modalidad desconocida en Sudamérica. Pero, ¿qué es el fracking? “La fractura hidráulica, más conocida por su término anglosajón fracking, es una técnica de extracción de gas y petróleo de yacimien-tos no convencionales, generalmente de formaciones de esquistos (shale), arenas compactas (tight sands) y mantos de carbón (coalbed methane). Estas formaciones geológicas se ubican a varios miles de metros de profundidad y para acceder a ellas se debe perforar hasta la formación que alberga los hidrocarburos, empleando una técnica de perforación mixta. En primer lugar, se perfora verticalmente y posterior-mente se continúa de forma horizontal, a lo largo de varios kilómetros. Los yacimientos no convencionales donde se utiliza el fracking son formaciones poco permeables y compactas, en las que los hidrocarburos se encuentran disper-sos. Para liberarlos se debe fracturar la roca inyectando millones de litros de agua a alta presión (98%), mezclada con arena y una serie de aditivos químicos (2%); la cantidad de litros varía en función de la cantidad de fracturas que se realicen por pozo. Esto posibilita que los hidrocarburos asciendan a la superficie junto con parte de la mezcla inyectada, denominada reflujo (se recupera una cantidad que varía entre un 9 y un 35%). El resto queda en el subsuelo”. Hablar de efectos devastadores para el medio ambiente, la flora y la fauna parece una obviedad, ya que este modelo extractivo no convencional ocasiona múltiples problemas como contaminación, derrumbes, temblores, etc. También la fractura hidráulica representa una ocupación sustancial sobre el territorio a perforar com-parado con la minería tradicional debido a que cada pozo perforado se circunscribe a un radio de 1,5 a 2 hectáreas. Pero el problema del fracking no termina ahí, en los efectos negativos sobre la naturaleza, sino que en realidad es un modelo que desde lo meramente económico, parece ser una apuesta especulativa más que una real fuente de riqueza, si se sigue la lógica capitalista de mayor rédito económico al menor riesgo de inversión posible. Me explico; según algunos estudios recientes publicados en, por ejemplo, The New York Times sostienen que el fracking como modelo extractivo ha sido un fiasco ya que “Se está intentando vender la idea de que es una fuente de energía que nos libe-rará de nuestra dependencia energética exterior, cuando en el fondo en los EE.UU. se ha demostrado que ha sido una manera de arruinarse muy efectiva. Las compa-ñías americanas que se dedican a la extracción de gas de fracking llegaron a perder 10 mil millones de dólares cada trimestre durante el 2010 y el 2011, y en 2012, 10 millones de dólares al año. De hecho, la mayoría de empresas que se dedicaban a ello han quebrado”. Lo que sí es una certeza contrastable es que el sistema de fractura hidráulica sólo se ha podido desarrollar en Estados Unidos a consecuencia de la inyección des-enfrenada de dólares para su investigación, proyección y exploración, aunque por un tiempo limitado. Más allá de estas experiencias, el fracking no ha traspasado su mera intención teórica, aunque en Sudamérica parece que los gobiernos de turno están empecinados en romper toda lógica y para ello están preparando el terreno para que las transnacionales mineras no sólo se instalen con sus proyectos asesinos de minería a gran escala, sino también con el fracking. En la ecuación capitalista hay algo que no cierra ya que el capitalismo, no sólo como relación social, sino también, y sobretodo, como sistema económico, se base en un crecimiento infinito en un mundo social y natural finito. Poner en perma-nente tensión esta contradicción es el primer paso necesario a dar.

Gastón

1 Son aquellas rocas tipificadas como material para la construcción, por sus características de textura y color

2 www.argentinalibredefracking.org

El capitalismo a flor de piel

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Las diferentes organizaciones anarconsindicalistas que le dan forma a la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT) se reunieron en Valencia, España. El XXV Congreso de la AIT se desarrolló durante los días 6, 7 y 8 de diciembre bajo el lema “One World One fight”, 147 años después de su fundación. Más allá de las temáticas propias desarrolladas por las diferentes secciones que componen la AIT, y que formaron parte de las jornadas de Valencia, el objetivo primario del Congreso estuvo centrado en la idea de “la coordinación de la acción sindical de las federaciones autónomas asociadas”. Otro de los temas abordados es el del crecimiento cualitativo que la AIT considera necesario para convertirse en una real herramienta para la lucha económica en los diferentes lugares donde los explotados así lo consideren. Según la Federación Local de Valencia, “La expansión sigue siendo un tema principal que se analiza continuamente, sobresaliendo esta vez la orientación hacia Asia Oriental, con el objetivo de mejorar los contactos ya establecidos e introducir las ideas anarcosindicalistas donde aún no exista presencia de la AIT. El incremento en Asia de la actividad sindical de base, al margen de los sindicatos tradicionales de corte vertical ligados a gobiernos y partidos, siendo China su mayor exponente, aumenta el interés de la internacional en desarrollar estrategias propias de afianzamiento en la zona.” Por último, vale resaltar que el Congreso, con sus temáticas específicas según cada sección componente, fue precedida de las llamadas “Jornadas Culturales”. Éstas trataron diversas temáticas como la represión a la inmigración, reformas económicas y laborales y recuperación de empresas por sus trabajadores, entre otros temas.

Se pensaba que “sin los militares seríamos presa del comunismo”; hoy se piensa que sin la policía seríamos presa de “el narcotráfico y la delincuencia”. El “partido policial” comienza a ganar poder desde el discurso, cuando los medios de comunicación venden inseguridad a cada minuto de programación, metiendo miedos, generando resquemores y pidiendo mano dura. El enemigo puede esperarte en la esquina de tu casa, o asaltarte mientras duermes, ese es el mensaje. Cientos de veces se escucha la frase: “nosotros estamos con miedo y vivimos enrejados, mientras que los delincuentes viven libres en lugar de estar tras las rejas”. La inseguridad ha pasado a ser un tema insoslayable de la agenda política, de cualquier discurso que pretenda ganar una elección. El Estado nacional y las Provincias son quienes brindan esta “preciada seguridad”, más preciada aún por considerársela un bien escaso. Como las fuerzas de seguridad tienen ingresos “extras”, es decir, lo que se denomina la “caja o recaudación”, los políticos han hecho la vista gorda sobre la corrupción de las fuerzas de seguridad, a cambio de pagarles sueldos magros, que luego completarán con esos ingresos espurios. Dentro de la “recaudación”, se incluye a un amplio rubro de fuentes: el narcotráfico, el arreglo con delincuentes que roban para la comisaría, los sobornos de prostitutas, comerciantes, vendedores ambulantes, automovilistas y el “legal” negocio de dar seguridad en los estadios de fútbol. Cuando el 3 de diciembre en Córdoba la policía se auto acuarteló, de inmediato surgieron hordas de saqueadores a robar e incendiar locales. Los episodios fueron azuzados por los efectivos y hay pruebas de que ellos mismos participaron en su organización. Sin policía reina el caos, era lo que querían dar a entender. Y consiguieron un aumento tan grande en su salario,

que si hubieran sido trabajadores honestos, serían un ejemplo de cómo conseguir una victoria contra el patrón. Pero no son trabajadores, ni son honestos: SON POLICÍAS. Y actuaron con espíritu de cuerpo, en defensa de la cúpula policial destituida en septiembre por su escandalosa vinculación con el narcotráfico, del que tenían una buena parte en su bolsillo. Según el periodista Ricardo Ragendorfer: “Fue un mensaje al poder político, al poder judicial y a la sociedad, de que no se metan con nosotros, no se metan con la recaudación, no metan presos a nuestros jefes”; “el reclamo y los saqueos se producen a poco de la caída de esta cúpula”, sostuvo. El ejemplo fue seguido por la policía de varias provincias, generando la misma situación en otros lugares al mismo tiempo, dejando un saldo de 11 muertos, cientos de heridos y cientos de locales destruidos. Los ciudadanos tucumanos se congregaron en la plaza principal para reprocharles a los policías por la situación que habían generado: los rociaron con balas de goma y gases lacrimógenos. Para que quede claro quién es quién. Cuando los pobres y trabajadores protestan, estos policías que se dicen a sí mismos trabajadores en conflicto los reprimen, como al maestro Carlos Fuentealba, asesinado en Neuquén. Cuando los jóvenes no quieren entrar en su red de corrupción los desaparecen como a Luciano Arruga. Cuando quieren protegerse entre sí y buscar un chivo expiatorio, inventan un caso y condenan a un inocente, como ocurre con Fernando Carreras. Cuando alguien se atreve a testificar contra sus jefes, el testigo desaparece sin dejar rastros, como Jorge Julio López. Lamentablemente el “partido policial” llegó para quedarse.

P. Rossineri.

XXV Congreso de la AIT (Valencia, España)

El partido policial, nuevo actor político.

El partido policial, nuevo actor político. Luego de la última dictadura que causó la masacre de 30.000 personas, los juicios a represores lograron la condena de 370 jefes y oficiales criminales, número escaso para la cantidad de participantes en la represión. La mayoría estaban vinculados a las FF.AA, y en algunos casos a la policía. El “partido militar” se llamaba en los 70 y 80 a la corporación de altos oficiales y jerarcas militares que con sus planteos, intentonas y acuartelamientos forzaban a los políticos a tomar decisiones según su propio interés, o directamente en beneficio de la corporación castrense. El caso más recordado es el alzamiento de Semana Santa, liderado por Aldo Rico en 1987, que forzó al presidente Alfonsín a frenar los juicios contra los militares, y que culminó con el indulto de Menem dos años después. El “partido militar” fue perdiendo poder, y a 30 años del fin de la dictadura ya no es un actor político preponderante. Sin embargo, ese lugar dejado vacante por los milicos ha sido ocupado por el “partido policial”. Al cambiar la hipótesis de conflicto del Estado argentino, que en los años de la Doctrina de la Seguridad Nacional consistía en la amenaza exterior de Chile y/o Brasil, la amenaza interior latente del “comunismo internacional” y la “subversión internacional y la guerrilla”, como se las llamaba desde la Escuela de las Américas que formaba a los represores según las políticas del Pentágono, el “partido militar” perdió sentido, peso y poder. El fin de la Unión Soviética y el mundo bipolar, generó la necesidad de buscar un enemigo a combatir, una nueva némesis de la democracia triunfante en el mundo globalizado: el terrorismo fundamentalista, el narcotráfico y la delincuencia. Es así como en las décadas 70-80 se hablaba de subversión, y a partir de los 90 hasta el presente se habla de “inseguridad”.

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A nivel continental existe un proyecto multinacional que los diferentes estados sudame-ricanos vienen moldeando desde hace unos años y que encuentra nulo eco mediático más allá de los medios alternativos o de crítica social. El proyecto en cuestión es el llamado IIRSA, Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sudamericana, y que cuenta con el aval de grandes corporaciones internaciones y de los organismos crediti-cios multinacionales. En pocas palabras, y pese al maquillaje político de presentar dicho proyecto como un foro de intercambio social, económico, social y cultural, el IIRSA no es más que un plan estratégico para construir infraestructura en todo el continente sudame-ricano y favorecer a los capitalistas autóctonos e internacionales. Con ella, las empresas multinacionales podrán extraer y transportar recursos naturales, manufacturas y merca-derías. Para ello se recurrirá a las mismas recetas de siempre, el endeudamiento público y el avasallamiento territorial para la construcción de rutas, ferrocarriles, hidrovías, puertos, gaseoductos, acueductos y telecomunicaciones con el sólo objetivo de beneficiar a las gran-des corporaciones multinacionales. El mega plan continental se estructura a partir de un conjunto de proyectos (se estiman en más de 500) organizados en diez “Ejes de Integración y Desarrollo”. Lo que intentan las burguesías sudamericanas, con el beneplácito y la inyección de divisas de los organismos crediticios mundiales y diferentes oligopolios multinacionales, es eliminar las barreras (naturales y artificiales) que impiden la rápida circulación de las mercancías. A partir de un aceitado andamiaje, el proyecto IIRSA persigue el fin de reducir los costos que, multina-cionales como la Barrick Gold o Monsanto, tienen en el proceso de extracción y avasalla-miento de los recursos naturales. Es tal la importancia dada a esta iniciativa, que cerca de un 90% de los proyectos que componen el IIRSA están destinados al financiamiento de in-fraestructura de transporte terrestre, aéreo y fluvial que les permitan a las multinacionales maximizar sus ganancias en la relación costo/beneficio. Los “Ejes de Integración y Desa-rrollo” privilegian el acceso (y saqueo) de los minerales, el agua y la tierra de las diferentes regiones sudamericanas ricas en biodiversidad. Para tener una idea más acabada de lo que implica este mega proyecto, extractamos parte de un trabajo realizado por la Unión de Asambleas Ciudadanas (UAC) y la Red Nacional de Acción Ecologista (RENACE), entre otros.

Los Proyectos que componen el IIRSA

Es imprescindible citar algunos de los proyectos trazados por IIRSA para dimensionar la magnitud estratégica del despojo. La Hidrovía del Putumayo comprende a Colombia, Perú, Ecuador y Brasil; pretende inte-grar las zonas productivas de Colombia con las amazónicas a través del río Putumayo que será debidamente dragado para incorporar el norte de Ecuador; se construirán carreteras, se renovará el puerto marítimo de San Lorenzo en Ecuador y el puerto fluvial El Carmen, en el río Putumayo. El impacto mayor lo padecerán las comunidades indígenas de los awá, siona, inga y la reserva ecológica Cofán-Bermejo, con su notable biodiversidad alterada. En

el año 2000 se hablaba de una inversión de 350 millones de dólares. Otro proyecto semejante en cuanto a inversión (300 millones de dólares) corresponde a la Hidrovía del Napo, por donde se pretende transportar mercaderías desde los puertos ecuato-rianos de Esmeraldas y Manta hasta el río Napo y luego por vía fluvial hasta el Amazonas para salir al Atlántico por Brasil. Un enjambre de carreteras une la zona petrolera del norte de Venezuela y Guyanas con el Pacífico; el proyecto prevé construir aeropuertos en la Amazo-nía ecuatoriana. Siguiendo por esa línea hacia el sur del continente aparece la carretera Tango María-Pucallpa, en Perú; allí nace un proyecto de 150 millones de dólares para poder trasladar mercadería desde el puerto del Callao, en Lima, hasta el puerto fluvial de Pucallpa, en el río Ucayali, y desde este río hasta el Amazonas: tal circuito atraviesa todos los enclaves mineros de la meseta central de Peru; para ello hay que atravesar y destruir parte del parque nacional Tango María que fuera gestado para preservar una riquísima biodiversidad donde se destacan especies en vías de extinción. Parte principal de la infraestructura del IIRSA es la carretera interoceánica Perú-Brasil que unirá los puertos peruanos de ILo y Matarani, en el Pacífico, con la ciudad de Porto Belho que empalmará a 3700 Km. con la actual ruta brasileña de Sao Paulo, Brasil. Los 2586 Km. por construir consumirán unos 890 millones de dólares presupuestados en el año 2000; parques nacionales, reservas comunales y nacionales en territorio boliviano, sufrirán un impacto que hasta la fecha no ha sido medido ni contemplado. Al mismo tiempo, en el norte caribeño se pretende interconectar Brasil con Guyana, los estados brasileños de Amazonas y Roraima con Guyana; se necesitarán carreteras, puerto de aguas profundas e hidroeléctricas. El proyecto Río Madeira (Perú, Bolivia y Brasil) es tal vez el más ambicioso del IIRSA. Fue tasado en 20.000 millones de dólares, y se trata de una hidrovía que unirá la peruana Madre de Dios, con la población brasileña de Rondonia y Beni, en Bolivia; se construirán cuatro centrales hidroeléctricas, esclusas de navegación y dragado de los ríos intervenidos. Se sabe que afectará a 33 especies de mamíferos en peligro de extinción, 750 especies de peces y otro tanto de aves; mermará la agricultura y la pesca, y se desplazará a 3.000 personas. Más al sur la hidrovía Paraná-Paraguay, requerirá 1.000 millones de dólares para poder aumentar la capacidad navegable y transportar soja, minerales, combustibles y madera, con barcazas de gran porte que unirán los cauces de los ríos Paraguay, Paraná, Uruguay y Río de la Plata. La diversidad biológica que se verá destruida fue cuantificada por orga-nizaciones especializadas y supera en variedad y volumen la afectada por el proyecto Río Madeira que describimos antes. Otros 1.000 millones de dólares fueron calculados para construir el gasoducto del noroeste argentino con Brasil, para abastecer de ese combustible a la región norte y centro de Ar-gentina con la del litoral. Aquí la afectación mayor serán los territorios de las etnias Toba, Pilagá y Mocoví.

Gastón

PROYECTO IIRSA

4 FEBRERO 2014

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Palabras más, palabras menos, Mijail Bakunin argumentó que todo Estado es expansionista, terrorista y represor de acuerdo a sus reales posibilidades. Teniendo en cuenta el desarrollo capitalista desde principios del siglo XX a la fecha, esa máxima anarquista esgrimida por el revolucionario ruso puede ampliarse o completarse de la siguiente manera: toda corporación o multinacional capitalista es expansionista, terrorista y represora de acuerdo a sus reales posibilidades y a los intereses comerciales que ponga en juego. ¿A que viene este argumento? Según estudios realizados por diferentes organizaciones ambientalistas se sostiene que “10 millones de hectáreas es el promedio anual registrado desde 2007 de acaparamiento de tierras por parte de compañías multinacionales que se apoderan de tierras agrícolas en todo el mundo y del agua asociada a ellas. El número de acaparadores de tierras es pequeño, en contraste con el gran número de personas y comunidades desplazadas como consecuencia de su accionar. Mientras el mundo se hunde cada vez más en una crisis alimentaria, son estos nuevos terratenientes quienes manejan el sistema agroindustrial del mundo.” En Argentina, el ejemplo más paradigmático sobre estos nuevos terratenientes especuladores de tierras para cultivo (en el caso argentino hay que hablar de monocultivo ya que las tierras con exclusividad son utilizadas para la siembra de soja transgénica) es el del grupo Cresud de Eduardo Elsztein, el mayor propietario de tierras de cultivo de Argentina y, por consiguiente, uno de los más importantes productores de soja. Actualmente, el grupo inversor Cresud tiene bajo su órbita la suma de 628000 hectáreas de tierra. Aunque su principal inversión es el acaparamiento de tierras para cultivo, también mantiene fuerte presencia en la cría de ganado (en la modalidad feedlot). Pero no todo empieza y termina en Argentina ya que el grupo Cresud también posee tierras en Bolivia (17000 hectáreas), en Paraguay (142000 hectáreas) y en Brasil (175000 hectáreas) dedicadas al monocultivo de soja. ¿Su principal comprador? Cargill, la multinacional norteamericana.

M. Ristori.

USURPADORES

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FEDERACIÓN ANARQUISTA JAPONESA* Extraído del libro “Museihushugi: el anarquismo japonés” de Víctor García

En una de las primeras cartas en que Taiji Yamaga se daba a conocer a los anarquistas de Occidente leemos: “Ocurrida la ocupación por el ejército

americano, cuando por primera vez los soldados japoneses se hallaban desar-mados, pudimos, los anarquistas, con emoción y entusiasmo indescriptibles,

discurrir, organizarnos y propagar el anarquismo en forma como nunca lo habíamos logrado antes. Disponíamos de escasos medios mientras que los

bolcheviques recibían ayuda monetaria de los organismos soviéticos. A pesar de todo nos hicimos presentes.”

Los sobrevivientes de la época heroica se confundieron en un sincero abrazo. Sanshiro Ishikawa, Kenji Kondo, yerno de Toshihiko Sakai, Yamaga, Ogawa, Jo Kubo, Shakimoto, Miura, Soejima y puñados de anarquistas entu-

siastas se volcaron en una labor proselitista que dio positivos frutos logrando el ingreso, en el seno de la corriente libertaria, de muchos jóvenes deseosos

de otras ideologías que las ofrecidas por los marxistas y los parlamentaristas. La abnegación de este primer núcleo de anarquistas, sin medios económicos pero pletóricos de mística revolucionaria, pudo más que el desparrame de la

costosa propaganda de los políticos de todas las tendencias. Es así que el 12 de mayo de 1946 se funda la Federación Anarquista Japonesa

(FAJ) en el seno de su Primer Congreso en el que se aprueba una declara-ción de principios que termina con estos términos: “Confirmamos que el

único camino a seguir es el del anarquismo, combatiendo por una sociedad basada en la libertad, la igualdad y la ayuda mutua. Concebimos la necesidad

de establecer una federación de pueblos libres, y autónomos basada en la in-dependencia de nuestro pueblo y de todos los pueblos del mundo. Instamos

al pueblo japonés y a todos los pueblos del mundo a luchar contra todos los gobiernos, contra el capitalismo y contra la reacción.”

El 15 de julio, dos meses más tarde, aparecía el semanario Heimin Shim-bun, órgano y nombre consagrados durante la época heroica por estar es-trechamente vinculado con las figuras históricas del anarquismo japonés,

Denjiro Kotoku, su fundador en 1903, y Takai Osugi. El primer tiraje fue de 20.000 ejemplares. Estos primeros esfuerzos dieron sus frutos y la Federa-ción Anarquista logró un incremento promisorio. Se crearon grupos anar-

quistas en la mayor parte de las ciudades japonesas y, periódicamente, se celebraron conferencias y mítines en los que se difundía la prensa, literatura

y manifiestos libertarios. El l de mayo de 1948 se celebra el Tercer Congreso de la FAJ, y en el mismo

se reúnen más de 200 delegados de todos los rincones del Japón e, inclusive, provenientes de Corea. En ese congreso se ratifican los principios de acción

directa y se entablan debates sobre las cuestiones sindicales, la ocupación americana de Okinawa y las amenazas crecientes de un gobierno que presio-na frente a las tropas ocupantes de McArthur, sobre la necesidad de disponer

de mayor fuerza represiva y más autoridad sobre la legislación laboral.

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6 FEBRERO 2014

Los temores manifestados en el curso del III Congreso de la FAJ, se justificaron cinco meses

más tarde cuando en diciembre del mismo año, con la autorización y el beneplácito del ocupante,

el gobierno introdujo serias enmiendas a la Ley del Trabajo, con las cuales el derecho de huelga queda-

ba reducido a la mínima expresión. El año 1948 ve la aparición de un boletín men-

sual, Conferencia Anarquista es su nombre, que a partir de febrero se dedica a debatir los problemas

y enfoques internos del movimiento anarquista japonés. La necesidad de engrosar el movimiento

de jóvenes revolucionarios es uno de los temas que con más insistencia aparece. La obra proselitista

resulta obstaculizada por la ausencia total de lite-ratura, dado que durante la Segunda Guerra Mun-

dial desapareció toda. Se inicia la publicación de folletos y algún libro, consistiendo, en su mayoría,

en traducciones de literatura anarquista occidental, bien que merecen mención especial los escritos de

Sanshiro Ishikawa que, bien que ya de edad avan-zada, se esfuerza en ofrecer sus conocimientos a las nuevas generaciones. De él se editan “El anarquis-mo desde el punto de vista estético”, “El anarquis-

mo, sus principios y sus posibilidades”, “Elisee Reclus”, una biografía, así como obras de carácter

histórico cónsonas con su condición de profesor de Historia: “Historia de la Civilización Oriental y

Estudio de la Mitología japonesa”. Los jóvenes lle-gados al movimiento, con un acervo cultural sólido y amplios conocimientos de los idiomas europeos,

aportan su esfuerzo y vierten al japonés obras de interés. Entre ellos descolla Masamichi Osawa, que

ha traducido, entre otros, a Herbert Reed, Rudolf Rocker, Pedro Kropotkin, Berneri y otros.

En 1948 se publican en Tokio dos portavoces del movimiento anarquista coreano, Corea Libre y

Prensa Libre debido, principalmente, a la presen-cia permanente de una numerosa colonia coreana

en el Japón y al interés existente por parte de los coreanos de la península, en organizar una Confe-rencia Anarquista del Asia, cuya realización quedó

frustrada por la guerra de 1950. Además del Heimin Shimbun y Conferencia

Anarquista, ambos publicados en Tokio, muchos de los grupos anarquistas de las diferentes ciudades del Japón publicaban, a su vez, órganos locales de

relativa difusión. En Kioto, en Osaka, en Fukuoka, Hiroshima,

Nagoya aparecían, en forma intermitente, los portavoces de los anarquistas locales. Entre los portuarios de Yokohama, los mineros de la isla

de Kiushu, los pescadores de Chizuoka, los cam-pesinos de Nagano no faltaba nunca el órgano de

expresión y de difusión del ideal libertario Con el crecimiento de la Federación Anarquis-ta Japonesa irrumpieron en el seno de la misma,

discrepancias de interpretación y de tácticas. Una de las polémicas más encarnizadas la motivó la interpretación de la organización. En 1951 dos

bloques se enfrentaban debido a ello, el primero reclamándola como necesaria para fortalecer la ac-

ción anarquista y el segundo rechazándola porque la estimaba como sinónimo de disciplina, lo cual resulta autoritario. El grupo coreano defendía la

primera posición y hasta apuntaba, tímidamente, al programa «plataformista» de los anarquistas rusos,

en completo desacuerdo con todos los japoneses, incluidos los partidarios de la organización, que

pensaban, más bien, en la estructura anarquista de los españoles, cuyo movimiento admiraban por su

fortaleza y valentía. Esta polémica condujo a una

disolución de la Federación Anarquista Japonesa, bien que en julio del mismo año 1951 se organizaba

nuevamente como Federación Anarquista a secas, bien que, como nos indicaba Yamaga al comunicar-

nos el hecho, “para los otros países, y para evitar confusiones, permaneceremos siendo Federación

Anarquista Japonesa”. Otro de los resultados de las polémicas del año

crucial de 1951 fue la desaparición de Heimin Shimbun, lo cual tuvo lugar en mayo del año citado.

Heimin es una voz japonesa que significa ‘gen-te común’ y era una de las castas en que estaban

divididos los japoneses antes de la revolución Meiji, debajo de la cual ya no quedaba más que el

fuera-casta o eta. Para una parte de los anarquistas, los más viejos, el nombre de Heimin Shimbun era una “herencia espiritual”, como señalaba Yamaga, mientras que para los jóvenes significaba un ana-

cronismo. Se impuso el criterio juvenil y el Heimin Shimbun dejó de aparecer, esta vez para siempre,

siendo su último número el 153. En su lugar apare-ció el Jiyukyosan Shimbun (Ciudadano Libre).

No podía faltar, entre los temas de discusión, el impacto comunista. Los jóvenes libertarios, en

efecto, más confiados que los menos jóvenes y sin la experiencia de éstos en cuanto a las consecuen-

cias, siempre graves, de toda unión o pacto con los marxistas, presionaban fuertemente para una

fusión anarco-marxista, a la que se oponía, con más fuerza todavía, la mayor parte del conglomera-

do libertario. La nueva Federación Anarquista presentaba las

siguientes características, según Masamichi Osawa: “La Federación que iniciábamos no era un órgano

de contacto anarquista como antes. Se caracteriza-ba como un grupo anarquista especifico que se pro-

ponía actuar en base al principio y al contrato. No-sotros organizamos la nueva Federación partiendo de los siguientes expuestos: la antigua Federación se limitaba solamente a la reunión social en nom-

bre del anarquismo y no podía tener la fuerza de aquellos movimientos que se proponen la emanci-pación del género humano; es decir, el progreso de

nuestro movimiento no podía ser esperado sin las actividades precisas a través de una organización

basada en el principio y el contrato. A pesar de tales expuestos, el principio y el contrato adoptados por

la Federación no fueron debidamente discutidos por todos los miembros. No todos ellos se han

dado cuenta de la real situación y de las reglas del federalismo libre. Con más razón, todavía, dado que principio y contrato debía ratificarse por los

propios miembros. El espíritu que animara en un comienzo a la Federación Anarquista fue gradual-

mente ignorándose y, en consecuencia, también se ignoró el principio y el significado del pacto.

Cada uno de los miembros de la FAJ, estimó que debía ser activo en los términos en que lo era en la antigua Federación y debido a ello la confusión ha

permanecido presente”. El énfasis dado por Osawa al respecto del con-

trato o pacto pone en evidencia que en el seno de la Federación, y en nombre del anarquismo, había

quien pretendía obrar individualmente y ello en pleno derecho, ya que los acuerdos no se tomaban por mayoría y sólo los que los aprobaban se com-

prometían a ejecutarlos. Es evidente, no obstante, que el ingresar en una federación implica, necesa-

riamente, aceptar un mínimo de compromisos que, a juzgar por las aseveraciones de Osawa, tampoco

eran tenidos en cuenta por algunos. Los que se negaron a incorporarse a la nueva

Federación de 1951 continuaron, de todas maneras, sus actividades, distinguiéndose, entre ellos, un

grupo que era conocido como el Anarkisto Kurabu (Club Anarquista). Jiyuleywan Shimbun tuvo vida

breve y pasó a llamarse, el órgano de la nueva fede-ración, Kuro Hata (Bandera Negra).

El hecho de que la posición de la Federación Anarquista la defienda Osawa en las columnas de otro órgano podría ser síntoma de división, pero fue debido, al parecer, al deseo de hacer conocer

a los anarquistas del extranjero, a través de un portavoz redactado en inglés, las inquietudes y los

problemas presentes en el seno del anarquismo japonés.

En el XI Congreso los libertarios japoneses lan-zaron la propuesta de volver a reorganizar la FAJ, lo que, para los ojos del buen observador, entra-

ñaba una dudosa estabilidad, dado que la nueva estructura era relativamente fresca. Las medidas reformistas del Sexto Congreso, en 1951, no ha-

biendo dado absoluta satisfacción, implicarían ser improvisadas a la idiosincrasia libertaria de los

japoneses. Los militantes libertarios temen las infiltraciones de los cuerpos extraños que desvíen el movimiento anarquista de los derroteros que le son propios. Se pensó, en 1951, que la vieja federación era obsoleta y que bastaba cambiarla para que el anarquismo se posesionara de la situación del país. Diez años más tarde cuando se vuelve la vista atrás, se dan cuenta,

los innovadores, que el problema no estribaba en un cambio cuya trascendencia escapa a nuestro

discernimiento, ya que el libre pacto y su princi-pio podía establecerse sin necesidad de cambio,

en la federación ya constituida. Detrás de aquellas reformas lo que privaba era el abismo generacio-nal, como ocurrirá más tarde, en 1968, cuando se

decide no cambiar de nuevo la Federación sino, simplemente, disolverla.

El mayor problema que enfrentan los anarquistas en la sociedad de consumo actual es la ausencia

de un mensaje de inmediata aplicación que pueda contrarrestar las soluciones, falsas e inexistentes

por lo demás, de los partidos políticos de todas las tendencias. Los pueblos desean una solución anti autoritaria, ya que la corrupción política y admi-

nistrativa alcanza todos los niveles, pero el mensaje anarquista no es lo suficientemente contunden-te como para lograr la captación de las masas. El

pueblo japonés, sumergido con una furia frenética en la fiebre de la producción y en el anhelo de un

puesto en la sociedad de consumo, reacciona como el pueblo norteamericano, el francés, el alemán o el inglés, por lo que los ideales anarquistas tienen grandes inconvenientes en sus empeños divulga-tivos. Para hacer frente a estos obstáculos, las dos

generaciones, la de ayer y de hoy, lograrían mejores resultados continuando juntas.

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FEBRERO 2014 7

Esta disolución tiene lugar por acuerdo del XVIII Congreso de la Federación Anarquista Japonesa

celebrado en Tokio en 1968. El último secretario de la FAJ Selichi A. Miura, consciente del asombro que tal noticia causará en Occidente, en el seno de

los medios libertarios, precisa con claridad en la circular que nos dirige que: “La disolución de la

FAJ no ha sido consecuencia de escisiones ni dis-cordias sino que se trata de una decisión unánime

de nuestro Congreso de 1968”. Añade, después de reseñar los orígenes de la

FAJ, que el anarquismo está en franca expansión al lado de la creciente intensificación de la revuelta estudiantil. Las publicaciones de obras tratando

sobre el pensamiento anarquista se multiplican y en numerosas localidades se forman grupos que se dedican al estudio del anarquismo: “Durante

años la mayoría de los estudiantes japoneses han sido influenciados por el marxismo. Aquellos

que se declaran libertarios se muestran, por otro lado, renuentes a aproximarse, nos encuentran

extraños, como si encontraran ciertos obstáculos a adherirse a nuestra federación. Puede que esto

sea una condición únicamente japonesa Frente a tales circunstancias hemos decidido disolver

nuestra organización y unirnos a los jóvenes de las nuevas generaciones; a la espera del momento en

que se sentirá la necesidad de dar vida a una nueva federación anarquista. [...] Hemos consentido a la

referida disolución con la condición de que todos y cada uno de nosotros trabaje para que la Federación

vuelva a resurgir”. La anarquista Fusako Hirayama, integrante del

grupo editor The Echo, de Kobe, se expresó en parecidos términos en el curso de una entrevista que le hiciera Gregorio Quintana en el verano de

1973, con motivo de un viaje por Europa efectuado por la militante anarquista japonesa. Dicha en-

trevista, publicada en el Nº10 de L’ Internazionale correspondiente al mes de octubre de 1973, señala

que “una crisis de crecimiento y de orientación provocó la resolución que todos consideramos

oportuna y saludable. Después de la disolución de la FAJ se puede comprobar, hoy, que el movimiento

anarquista japonés vive en el seno de numerosos grupos e individuos desperdigados por todo el

país, los cuales participan en reuniones y eventos solidarios en favor de conglomerados autónomos”. (…) El movimiento anarquista no disponía de un

brazo ejecutante en el seno de las masas trabaja-doras. A lo máximo se lograba, en algún sindicato de empresa, ejercer cierta influencia, pero era un

hecho que los mastodontes de la Sohyo, la Domei y las otras centrales obreras abrumaban, con su peso

y su potencial económico y político, toda mani-festación discrepante. Por otro lado, la creciente

intensificación de la revuelta estudiantil”. Asomó, sin embargo, otro argumento de peso

girando en torno a la tan cuestionada disolución. En el Japón existe, como en el resto de los países

del mundo, la célebre brecha generacional. Por su experiencia y por haber sobrevivido la época heroi-ca, los viejos militantes, anarquistas solían hacerse cargo del secretariado de la Federación Anarquista

y, lo que resultaba peor, planteaban el enfoque de la lucha libertaria en forma que la Seinen Anarkisto

Remei (Juventudes Anarquistas), grupo integrado dentro de la FAJ, llegaba a considerar como obsole-

ta. Las discrepancias entre viejos y jóvenes esta-rían, pues, en el origen de la disolución también,

pesando con igual o mayor fuerza que la apreciable estrategia de introducirse, en forma individual, en el seno del conglomerado estudiantil y de la juven-

tud obrera. Desde aquel Congreso constitutivo del mes de

mayo de 1946 el movimiento anarquista japonés se había caracterizado por el gran impulso dado a la

propaganda escrita. Un elenco de escritores libertarios, jóvenes y viejos, se esforzó en aportar a la palestra social

ensayos, historia, controversias, literatura anar-quista múltiple que, a pesar de los escasos medios

económicos disponibles, se lograba difundir entre la juventud inquieta de la fábrica y la universidad.

Se dieron a conocer, por su pluma y su talento, escritores como Masamichi Osawa, Kazuo Otaki,

Takeshi Hasegawa, Yuzuro Kubo, Kou Mukai, Yutaka Hardwa, Hiroshi Ozeki, Kiyoshi Akiyania, Michio Matsuda, Takashi Saito, Kuninosuke Matsuo, Yos-

hiharo Hashimoto, Tei Uomura, Kenji Kondo, Taiji Yamaga, Teiko Kurihara o Atsusha Shirai. Junto con

los temas genuinamente japoneses se traducían los textos de Max Stirner, Kropotkin, Bakunin,

Proudhon, William Godwin, Berdaief, Berkman, Emma Goldman, Martín Buber, Carpenter, Camus,

Orwell, Leval, Malatesta, Guerin, Elztbacher, Paul Goodman, María Luisa Berneri y Camilo Berneri,

Reclus, Vernon Richards, Nettlau, Charles Martín, Maximof, etc.

Cada localidad, en un momento dado de esta etapa organizada que va de 1945 a 1968, tenía su órgano

de expresión y el Heimin Shimbun aparecía en Tokio, en Osaka, en Nagoya, en Fukuoka. El elenco

de la prensa anarquista japonesa asombra por la prolijidad de sus portavoces y nombres: Anarquis-mo, Libertad Juventud Anarquista, Emancipación,

Sociedad Libre, Igualdad, Movimiento Obrero, Ciudadano Libre, Resistencia, Bandera Negra,

Federación Libre, Pensamiento Libre, IOM (espe-rantista), Frente Negro, Aurora, Trabajo y Libertad,

Pensamiento anarquista, Movimiento Anarquista, El Individuo, The Echo, etc. Algunos de estos títu-los continúan apareciendo y otros se han sumado,

después de 1968, a la tarea de la divulgación escrita del anarquismo y la Jiyu Rengo (Federación Libre),

que fuera el órgano oficial de la FAJ continúa pu-blicándose, como mensual, con un tiraje de 2.500

ejemplares. Títulos inconfundibles como Koku Shcku (Bandera Negra), Koro no Techo (Cuaderno

Libre), KoKo (Luz negra), Giyu Gin (El Libertario), Anar-kism, Radical (en inglés), The Echo (en inglés),

Ran (Revuelta), Libera Federo (en esperanto), IOM (en esperanto), Libero (en esperanto) o Saluton

(en esperanto). Existen grupos totalmente volcados a la edición de

obras anarquistas, como el Kokushoku Sensensha (Frente Negro) que es, posiblemente, el más diná-

mico y relevante, bien que merecen mencionarse el Thanatos, el Mugi, The Echo, Giyu Gin y Kuro no Techo y otros que, en forma intermitente, aportan

ediciones de folletos y libros. Por último, y al igual que en Europa y América,

las casas editoras burguesas, habiendo descubierto que el anarquismo es rentable bajo el punto de vista

de la edición, también se logran en el mercado del

libro japonés bellos libros impresos por grandes firmas editoras con títulos tan sugestivos como El apoyo mutuo, de Kropotkin, La capacidad políti-ca de las clases trabajadoras, de Proudhon, Breve historia del anarquismo, de Nettlau, El único y su

propiedad, de Max Stirner, Anarquismo, de George Woodcook, Anarquía y orden, de Herbert Read,

Bakunin, de E. B. Carr, La revolución desconocida, de Voline, Los anarquistas rusos, de Paul Avrich, La Revolución bolchevique, de Alexander Berk-

man, etc. Varios de estos títulos han tenido que ser reeditados por hallarse agotados en el mercado y persistiendo, sobre ellos, gran demanda todavía.

En el seno de las filas anarquistas hay militantes muy preparados que traducen con facilidad de las

lenguas occidentales al japonés. Anarquistas corno Masamichi Osawa, Hiroshi Oseki, Selichi A. Miura,

Tadataka y Fusako Hirayama, Sakan Endo, Yoshi-haro

Hashimoto no tienen problemas de índole técni-ca para vertir al japonés los textos de Proudhon,

Stirner, Woodcook, Carr, Berkman y la mayoría de los teóricos del anarquismo europeo partiendo del

idioma de éstos. A señalar, de modo relevante, la traducción hecha por Ima Mura, militante feme-

nina, de La CNT en la Revolución española, de José Peirats.

La disolución de la Federación Anarquista Japo-nesa dejó en libertad a sus miembros de volcarse, individual o colectivamente, en múltiples activi-

dades en las que el marchamo anarquista podía tener cabida. Algunos grupos, de los integrantes de

la FAJ, acordaron mantener su estructura, deseo-sos, en cierto modo, de no ver sumidos en la nada aquellos esfuerzos ya iniciados con anterioridad a

la disolución de la Federación. En Akita, en el extremo norte de la isla de Hons-

hu, donde naciera Ando Shoeki, los anarquistas del lugar decidieron mantener el Círculo Literario que

habían creado, en torno al cual giraba una intensa actividad entre los estudiantes e intelectuales pro-

gresistas de la región. Lo mismo sucede en Tokio, donde se registra la presencia de algunos grupos

que mantienen un excelente ritmo en sus activida-des. Podernos señalar el Grupo Idea (Shisoo) que

publica, en forma más o menos periódica, Radical, en inglés, gozando de interesante colaboración y

figurando entre lo más selecto en cuanto a los aná-lisis históricos y conceptuales del anarquismo. La

dirección de la publicación está a cargo de Yoshiha-ro Hashimoto, un abnegado trabajador de la causa libertaria. También destaca la labor llevada a cabo

por Selichi A. Miura, incansable editor de Giyu Gin (El Libertario), publicación mensual muy solicita-da en los medios intelectuales nipones y conocida

del anarquismo occidental porque llega a todos los ámbitos anarquistas del mundo. Selichi A. Miura

es un intelectual destacado de prolijos conoci-mientos que pone sus dotes políglotas al servicio de la idea, puesto que ha traducido, del francés y

del inglés, diversas obras anarquistas de los teóri-cos occidentales. Otro grupo, en el que destaca el

militante Masamichi Osawa, edita Koro no Techo. El anarquista Osawa tiene una nómina de obras

escritas muy numerosa y es uno de los traductores más cotizados, en el mundo de la edición japonesa

no necesariamente anarquista. Otro núcleo intere-sante es el Koku Shyoku Sensen Sha (Grupo Ban-

E L M O V I M I E N T O A N A R Q U I S T A D I S U E L V E L A F A J

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dera Negra) sostenido, principalmente, por el viejo anarquista y maestro de escuela Eizahuro Ooshima, radicado en la barriada obrera tokiense de Nakama.

Ooshima, que después de maestro fuera tam-bién campesino y lograra ser poseedor de algunas

tierras, vendió todas sus pertenencias poniendo el fruto de la venta como fondo inicial para la tarea de publicaciones libertarias. Koku Shyoku Sensen Sha

ha publicado numerosos libros y folletos desde el día de su Fundación.

Todos estos grupos suelen fijarse reuniones fijas, semanales o mensuales, en algún lugar céntrico de Tokio, de preferencia Shinjuku, una de las barria-das más animadas de la capital japonesa y es en el

seno de las mismas que se determinan los enfoques de las publicaciones así como otras actividades que

los grupos se asignan. En Himeji y en Nagoya cabe registrar la presen-cia de dos grupos de esperantistas y resistentes a la guerra, animados, entre otros, por el militante libertario Kou Mukai. En Kobe está ubicado otro de los grupos más dinámicos del país, que se ha

asignado como una de sus principales actividades la edición de The Echo. En 1968, con motivo de la

celebración del Congreso Anarquista Internacional de Carrara, asistió al mismo el anarquista Hiros-bi Ozeki, quien tuvo oportunidad, igualmente, de

visitar los movimientos anarquistas en Europa. Una de sus visitas fue dedicada a la CIRA de Lausanne y la idea de formar un archivo anarquista en el Japón fue proyectada allí con notable éxito, ya que desde hace algunos años funciona, al pie del monte Fuji, la CIRA Nipón, que cuenta ya con un buen elenco

de obras y publica, por otra parte, Anarquismo y un boletín informativo Libero, en inglés. Anarquis-

mo es una publicación prolija –alrededor de 70 páginas, en japonés, que conlleva un resumen en

esperanto, permitiendo, de esta manera, una divul-gación de la revista por los países de Occidente. La sede de CIRA-Japón funciona en una original mo-

rada que construyera, con su propio esfuerzo y el de su compañera, el libertario Buichiro Ryo. Se halla al

pie del Fujiyama, en medio de plantaciones de té y es una residencia para jóvenes vacacionistas que se reposan en ella antes de emprender la ascensión de la máxima montaña del país. Esta clase de morada,

que en inglés es conocida como Youth Hostel, recibe anualmente centenares de jóvenes, muchos de ellos

libertarios y todos inquietos, estudiosos y rebel-des, que toman conocimiento del ideal libertario mientras se preparan a escalar la cima del Japón.

La localidad donde se halla la morada de Buichiro Ryo, miembro igualmente de la WRI y esperantista

desde hace años, está enclavada en las afueras de Fujinomiya, no lejos de Numazu, donde se halla el

pequeño museo dedicado al famoso anarquista Taiji Yamaga. Hasta 1973 funcionó un Consejo Socialista Libertario que agrupaba, en su seno, a densos con-tingentes de los “radicales sin secta” de las univer-sidades, sobre todo en las de Waseda y Hinei, pero

se desintegró al disminuir el empuje estudiantil. En cuanto a las individualidades, éstas son nu-

merosas. Por abrazar los conceptos individualistas unas, por no perjudicar a un grupo al adherir a otro,

por discrepar ante la ausencia de una Federación anarquista en el país, son muchos los anarquistas que prefieren actuar solos o, simplemente, ence-rrarse en la impotente torre de marfil. Algunas de

las actividades específicas en las que los anarquistas dedican sus esfuerzos podrían enumerarse así:

Pacifismo. – E1 núcleo más fuerte de la WRI está muy influenciado por los grupos libertarios de Nagoya, Osaka y Himeji que organizan mani-

festaciones, exposiciones, publican manifiestos y llevan a cabo acciones tales como el asalto a la

fábrica Nihon Tokoshyu Kinzu Ku Kabushi Gaiza, dedicada a la fabricación de ametralladoras y otras

armas bélicas. Los Resistentes a la Guerra tienen su propio órgano de expresión Senso Teikosha (Paci-fista) que está a cargo del libertario Kou Mukai. En el campo del pacifismo las actividades que pueden

desarrollarse, son innumerables. La Guerra del Vietnam fue uno de los eventos más explotados por

los pacifistas; la cuestión de Okinawa también fue tema de rigor hasta la reintegración de las islas Ryu Kyu al Japón, por los Estados Unidos, el 14 de mayo

de 1972; el artículo 9 de la Constitución, irrespe-tado por el militarismo y la potente industria; los aniversarios de las bombas de Hiroshima y Naga-saki; la presencia de un submarino de propulsión nuclear y, recientemente, la botadura del primer

barco japonés impulsado por energía atómica; las industrias volcadas, en peligroso porcentaje a la

fabricación de armamentos, son temas que el pa-cifismo abraza. Tampoco faltan las oportunidades,

para los anarquistas, de engrosar organizaciones tales como la Flansen (Los Comités de la Juventud

contra la Guerra) cuyo nombre completo es Ha-lasen Seinen iinkai, integrados mayormente por obreros –unos 20.000 en 1970– no enrolados en

los partidos políticos ni en las centrales sindicales y, posteriormente, el Beheiren, que engrosaba un conglomerado heterogéneo de estudiantes, obre-

ros, oficinistas, jubilados, y puso su mayor énfasis en combatir la guerra contra el Vietnam, logrando

movilizar grandes contingentes de la población, alcanzando cúspides dramáticas como el holocausto

del esperantista Yunoshia Yui, que a la edad de 73 años se convirtió en antorcha viva frente al domici-

lio del primer ministro nipón, para protestar contra la guerra en el sudeste asiático.

Esperanto. – Actividad estrechamente ligada con el pacifismo pero desarrollando actividades propias

sin trabazón forzada con los resistentes a la gue-rra. El esperanto goza de merecida simpatía en el

Japón. Uno de sus fundadores fue Takai Osugi, que ya era esperantista a comienzos de siglo. También

Taiji Yamaga fue un reputado esperantista y muchos militantes anarquistas son, igualmente, esperan-

tistas convencidos. Un occidental puede estudiar el esperanto en tres meses, mientras que un japonés o

un chino precisa, como término medio, de un año. A pesar de ello han sido muchos los japoneses que

han abrazado el idioma internacional para poder romper el cerco de la incomprensión producido por

un idioma como el suyo, de escritura ideográfica y signos silabarios a la vez que de gramática con re-

glas totalmente opuestas a las gramáticas europeas. En el Japón siempre ha habido órganos esperantis-

tas de expresión libertaria, pacifista e internacio-nalista.

Contaminación ambiental. – E1 Japón es el país que más dramáticamente sufre la contaminación

ambiental. Durante el año y en forma intermitente, se decreta la disminución de las actividades fabriles

en Tokio cuando la atmósfera de la ciudad máspoblada del mundo –12.000.000 de habitantes

se vuelve irrespirable. Adquiere condiciones de asesina, simple y llanamente. Los japoneses se han

organizado en comités de barrio, de fábrica, de ciudad para hacer campaña en favor de la salvaguar-

da de la ecología del país y del saneamiento de su atmósfera. Los libertarios de Tokio, Osaka, Nagoya

y las grandes ciudades japonesas han demostrado ser sensibles a estos movimientos esporádicos y

los han engrosado con su presencia al tiempo que

se han esforzado para que mantengan una total independencia frente a los partidos y los sindicatos politizados. Etas y coreanos. – La publicación Atlas

de diciembre de 1968, transcribía un trabajo de The Magazine de Singapur dedicado a los coreanos

radicados en el Japón. Estos gaijin –extranjeros son considerados como el peldaño más bajo, junto

con los etas, de los estratos sociales del país. “El negro del Japón” se titula el artículo. Unos 600.000

coreanos viven en condiciones infrahumanas y abastecen la mano de obra para los trabajos que los japoneses estiman como denigrantes. Los hijos de estos parias sufren, en las escuelas, los vejámenes

de sus compañeros de aulas y ello ha promovido un movimiento igualitario en el seno de los maestros

tendiente a exterminar este sentimiento antisocial y racista. En el Nikkyoso (Sindicato de profesores

y maestros) han sido los profesores libertarios los que han desarrollado mayor actividad en este aspecto, pese al número reducido de los mismos

frente a los profesores y maestros afiliados al mar-xismo y al socialismo estatal.

La disolución de la FAJ fue planteada, entre otras cosas, porque la mayoría de los libertarios quería

estar presente en toda clase de acto o manifestación sin tener que sospechar, todas las veces, si por su condición de militante de un organismo de con-

dición nacional, no incurría en una acción incom-patible con la trayectoria trazada por la Federación

Anarquista. A partir de 1968 todo anarquista decide proyectarse en toda índole de lucha que estime

progresista y beneficiosa para el anarquismo. En mezcolanza con todos los revolucionarios del país,

el anarquista se halla presente en los seat in frente a la Dieta, en las serpientes humanas –manifestacio-nes masivas en las que los manifestantes, en hileras

de diez o doce, unas detrás de las otras, entrecogi-das de los brazos, largos de doscientos y más metros

y zigzagueantes de lado a lado de las amplias ave-nidas, ofrecen un espectáculo de fortaleza y unidad impresionante, sobre todo para el visitante–, en el

Movimiento de Liberación Femenina, en el asalto a las fábricas de armamentos, en la campaña contra el nuevo aeropuerto de Narita, en las manifestaciones

del Primero de Mayo, en las de los aniversarios de Hiroshima todos los 9 de agosto, en los piquetes frente al Ministerio de Educación para protestar contra la restauracióndel Kigensetsu. Ello no es óbice para que el gusanillo de la organización no

cosquillee el espíritu de algunos militantes en forma intermitente pero repetida. El Grupo Kokko

(Luz Negra) de Kioto, integrado en su gran parte por elementos jóvenes y preparados como Noayuki Ha-guma, doctor en psiquiatría, esperantista y arrolla-dor en su activismo, ha hecho, en agosto de 1974, la proposición de organizar de nuevo una Federación

Libertaria. Varias reuniones preliminares han tenido lugar

para discutir la propuesta del Grupo Kokko. El año 1968 no está tan lejos y para algunos la medida, si se acordara, podría ser prematura. Para otros, sin

embargo, la necesidad de organizarse se justificaría al ser otras las condiciones actuales de las de 1968,

cuando la efervescencia estudiantil y trabajado-ra estaba alcanzando su punto culminante. Todos

tienen presente, no obstante, lo que Selichi A. Miura reflejaba cuando terminaba la carta dirigida a

los anarquistas de Occidente: “Todos y cada uno de nosotros [trabajará] para que la federación vuelva a

resurgir de nuevo”.

8 FEBRERO 2014

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Con una presencia estimada en 200 a 250 asistentes se llevó a cabo la charla a cargo de Alfredo Ma-ría Bonanno, compañero anarquista italiano y uno de los más fervientes propagandistas del insurre-cionalismo/informalismo de las últimas cuatro décadas. La convocatoria tuvo lugar el domingo 1º de diciembre en el teatro Verdi de La Boca, lugar tan característico para el movimiento ácrata. La charla que el compañero italiano dio se enmarca dentro de la propuesta en torno a la temática “La lucha insurreccional anárquica”. El ciclo comenzó en Montevideo, siguió en Buenos Aires y Rosa-rio. Como era de esperar, los ejes que estructuraron la exposición y posterior respuesta a las pregun-tas que se le hicieron al compañero, giraron en torno a las ideas sobre grupos de afinidad, proyecto insurrecional e informalismo. Dentro de la propuesta de conferencias por diferentes lugares de Sudamérica estaban incluidas Valparaíso en Chile y México DF, sin embargo, para las autoridades en migración de dichos países, la figura de Alfredo Bonanno no pasó desapercibida, impidiéndole la entrada tanto a Chile como a México. En este último país la represión y control no se centró exclusivamente en Bonanno, sino también en Gustavo Rodríguez, otro de los conferencistas para la cita mexicana (ver nota alusiva a este caso particular en el presente número de ¡Libertad!) Pese a estos contratiempos, desde el grupo editor de ¡Liberad! saludamos e incentivamos este tipo de propuestas tan necesarias para el debate entre compañeros.

El Grupo Editor de ¡Libertad!

Charla de Alfredo Bonanno en Buenos Aires

FEBRERO 2014 9

Al terminar los años 70 y a principios de los 80, el orden industrial productivo de los países más avanzados, en condiciones de guiar el capitalismo en todo el mundo, es-taba en crisis. La relación entre instalaciones y productividad nunca había sido peor. La lucha sindical y proletaria en general, especialmente las manifestaciones más agresivas y violentas guiadas por varias estructuras revolucionarias de clase, había consolidado un costo de la mano de obra totalmente desproporcionado a los ingresos del capital. Parecía que todo el sistema caminara hacia su natural colapso, siendo incapaz de reajustarse internamente o bien no teniendo la fuerza para recurrir a drásticas reducciones del costo del trabajo y la ocupación.

Pero desde ya, en la primera mitad de los años 80 las cosas fueron cambiando veloz-mente. La reestructuración industrial tomó el camino de la electrónica, los sectores productivos , primario y secundario, es decir agricultura e industria, se contrajeron con fuertes reducciones ocupacionales, mientras el sector terciario se amplió con desmesura, absorbiendo una parte de la mano de obra licenciada y atenuando por consiguiente los contragolpes sociales que los capitalistas temían más que cualquier otra cosa.

En suma, no se produjeron aquellas sublevaciones y aquellas revoluciones metro-politanas que los patrones temían, no se produjo una presión real e intolerable del ejército proletario de reserva, sino que todo tendió suavemente hacía una modifica-ción productiva.

Las grandes industrias sustituyeron las instalaciones fijas por nuevas instalaciones robotizadas en condiciones de alcanzar, con modestas inversiones, niveles de flexi-bilidad productiva antes impensables. El costo del trabajo disminuyó en su relación con la producción, sin con ello causar una reducción en la demanda, porque el sector terciario estaba abasteciendo óptimamente líneas de rédito suficientes para bombear el sistema capitalista en su conjunto. La mayor parte de los trabajadores licenciados, si no encontraron otra ocupación, lograron encontrar un modo de apañarse entre los pliegues del nuevo modelo capitalista: flexible y permisivo.

LA NUEVA MENTALIDAD, CAPITALISTA Y DEMOCRÁTICA.

Todo esto no habría sido posible sin el surgir de una nueva mentalidad, flexible en el puesto de trabajo, con reducción de la cualificación profesional y aumento de la demanda de pequeños trabajos complementarios unos de otros, y principalmente sin la consolidación de la mentalidad democrática.

La antigua ilusión jerárquica, sobre la cual se basaban los sueños de la carrera de las clases medias y de mejoras salariales del proletariado, ha muerto para siempre. Y esto fue posible gracias a una intervención articulada a todos los niveles. En la escuela, con la adopción de programas de enseñanza menos rígidos, más asamblea-rios, menos cargados de contenidos, pero más adaptados a construir en los jóvenes estudiantes una personalidad “suave” en grado de adaptarse a un futuro incierto que habría hecho espantarse a sus progenitores. En la gestión política de los países capi-talistas avanzados, donde un autoritarismo a menudo formal se casaba con formulas periféricas de democratización gestionaria, donde la gente es consultada no tanto en

decisiones serias como en los procesos ficticios del mecanismo electoral y refrenda-rio. En la producción donde, como habíamos visto, la desaparición de la cualificación profesional volvía a los productores domesticados y flexibles. En el mismo espíritu de los tiempos, que veía acabar cualquier veleidad de certeza filosófica y científica, para proponer un modelo “débil”, pero basado no sobre la búsqueda de el riesgo y sobre la elección del coraje, sino sobre el arreglo en el periodo más breve, sobre el principio de que nada es seguro pero todo se puede arreglar.

La mentalidad democrática así construida no contribuye solamente a la desaparición del viejo, y por tantos aspectos superado, autoritarismo, sino también a la formación de una condición pasiva de posibles compromisos, al nivel que sea. Una degradación moral en la cual la dignidad del oprimido terminaba por estar controlada y malven-dida tras la garantía de una penosa supervivencia. Las luchas se alejaban y se debili-taban.

OBSTÁCULOS A LA LUCHA INSURRECCIONAL CONTRA EL CAPITALISMO POS-TINDUSTRIAL Y EL ESTADO

Sin duda el primer obstáculo está constituido por esa mentalidad flexible, amorfa, no tanto asistencialista a la vieja manera, en cuanto deseosa solamente de encontrar un nicho en el cual sobrevivir, trabajando lo menos posible, aceptando todas las reglas del sistema, despreciando ideales y proyectos, sueños y utopías. Los trabajadores del capital han hecho un óptimo trabajo en este sentido, de la escuela a la fábrica, de la cultura al deporte, todo colabora y concuerda con construir individuos modestos en todos los aspectos, incapaces de sufrir, de encontrar al enemigo, de soñar, de desear, de luchar, de agitar.

Después, condición relacionada con la precedente, el segundo obstáculo está dado de la marginación del papel productivo en el conjunto del complejo post - industrial. El desmembramiento de la clase de los productores es ya una realidad no sólo un pro-yecto nebuloso, y estas divisiones en tantos pequeños sectores, a menudo antitéticos unos de otros, produce un agravamiento de la misma marginación.

Esto produce la superación veloz de cualquier estructura tradicional de resistencia del proletariado, partidos y sindicatos en primer lugar. Estos últimos años han hecho ver el ocaso progresivo del sindicalismo a la vieja usanza, incluyendo aquel que con-servaba veleidades revolucionarias y autogestionarias, pero más que cualquier otra cosa han hecho ver el ocaso de los partidos comunistas que pretendían imponer la construcción de un estado donde el socialismo se realizaba, en sustancia, a partir del control policiaco y la represión ideologizada.

De frente a estas dos colosales claudicaciones, no se puede decir que haya sido especificada una estrategia organizativa en condiciones de responder a las mutadas condiciones de la realidad productiva y social en su conjunto.

La propuesta que los anarquistas insurreccionalistas han avanzado, especialmente aquellas que más coherentemente se dirigen hacía la constitución de estructuras informales basadas en la afinidad de individuos y grupos, no han sido todavía com-

DESARROLLO DEL CAPITALISMO A NIVEL MUNDIAL

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prendidas en sus posibles desarrollos prácticos, y han recibido una acogida tibia de parte de no pocos compañeros, y esto es debido a una cierta reticencia , en cualquier caso comprensible, a abandonar la antigua mentalidad para aplicar nuevas concep-ciones de lucha y nuevos métodos organizativos.

Más adelante diremos más sobre este punto que en nuestra opinión permanece central en la lucha contra las nuevas estructuras de la represión y el control total por parte del Estado y el Capital.

LA REESTRUCTURACIÓN TECNOLÓGICA.

La revolución tecnológica contemporánea, fundada esencialmente sobre la instala-ción informática generalizada a todos los aspectos de la vida, sobre el láser, el átomo y la ciencia de las partículas subatómicas, sobre nuevos materiales que permiten el transporte y la utilización de energía antes impensable, sobre las modificaciones genéticas aplicadas no sólo a la agricultura y los animales sino también al hombre, no se ha limitado a cambiar el mundo. Ha hecho más. Ha producido condiciones de imprevisibilidad tales que no es posible hacer previsiones o programas atendibles, no sólo por parte de todos aquellos que intentan mantener el estado de cosas pre-sente todo el tiempo posible, sino también por parte de todos aquellos que intentan destruirlo.

El motivo esencial es debido al hecho de que las nuevas tecnologías, interactuando entre nosotros e insertándose en un contexto tecnológico que tiene una historia y un desarrollo de al menos dos mil años de antigüedad, puede producir consecuencias inimaginables, algunas totalmente destructivas, bien al margen de los absurdamente pensables efectos de cualquier explosión atómica

De aquí la necesidad de un proyecto destructivo de la tecnología en su conjunto, de un proyecto de lucha que piensa como fase primera y esencial la destrucción, que funde todo su acercamiento programático, de naturaleza política y social, sobre la indispensabilidad de parar el actual proceso, de otro modo irreversible, de la tecno-logía.

REESTRUCTURACION POLÍTICA, ECONOMICA Y MILITAR.

En la práctica, la reestructuración tecnológica se realiza a través de profundas mo-dificaciones en el sector económico. Estos cambios tienen consecuencias sobre el orden político de los países del capitalismo avanzado, mientras el sector militar sufre ulteriores modificaciones, ya sea seguido de cuanto va aconteciendo en el sector eco-nómico, del cual es inseparable, ya sea seguido de cuanto va acaeciendo en el orden político y en las formas de reunión del consenso.

Las nuevas fronteras del capitalismo post - industrial se basan en procesos de larga difusión y sus disposiciones continuamente en movimiento. A la vieja concepción estática de la producción, legada al volante de las grandes instalaciones, volante capaz de poner en movimiento los multiplicadores del consumo, se va sustituyen-do la idea genial de la velocidad de cambio, de la continua y siempre más aguerrida competencia en la producción especializada, en el detalle dotado de estilo y perso-nalidad. El nuevo producto post industrial ya no tiene necesidad de mano de obra cualificada, sino que viene directamente dispuesto sobre la línea productiva a través de simples programaciones del robot que manejamos. Esto consiente reducciones increíbles de los costos de almacenamiento y distribución, mientras se incrementan los costes derivados de la obsolescencia de los productos no vendidos.

Todo esto, como posibilidad del capital, ideado podríamos decir en torno a la pri-mera mitad de los años 80, se volvió objeto del capital a finales de estos mismos 80. Por lo cual el reflejo político de los nuevos arreglos económicos no podían permane-cer igual que antes. De aquí los considerables cambios del último tramo del pasado decenio y del inicio de este en el que nos encontramos. Estos cambios se orientaban hacia una preventiva y decidida selección de los aparatos de dirección y control, con objeto de abastecer a las nuevas necesidades productivas, por lo cual muchos aspec-tos gubernativos de algunos países industrializados avanzados han visto un periodo de mayor autoritarismo, como ha sucedido en países símbolo de un cierto modelo productivo, USA y Gran Bretaña. Para más tarde pasar a gestiones políticas más articuladas y flexibles, para satisfacer siempre mejor las necesidades económicas de todo un conjunto de países que ahora va tomando un orden coordinado a nivel mundial.

CAÍDA DEL SOCIALISMO REAL, RENACIMIENTO DE NACIONALISMOS DIVER-SOS.

En una realidad capitalista retraída no era pensable un acercamiento de los países del socialismo real más allá de la línea de la cauta y recíproca sospecha. Pero el na-cimiento de un nuevo capitalismo, fundado sobre una capacidad productiva basada sobre la automatización telemática a nivel mundial no sólo ha hecho posible este acercamiento sino que lo ha transformado en un cambio radical primero, y en una caída definitiva e irreversible, cuanto indecente, después. Regímenes fuertemente

autoritarios, fundados sobre el equívoco del internacionalismo proletario (o sobre otro equívoco más o menos aparentemente antitético) regían malamente las nuevas necesidades impuestas por la producción y el enlace económico a nivel mundial. Los regímenes autoritarios que aún quedan, si no quieren quedarse en una precaria y temporal situación marginal, deben abrirse a profundos cambios en sentido demo-crático. Todo endurecimiento constriñe a los grandes partners internacionales del desarrollo industrial a endurecerse y a declarar la guerra, de un modo u otro.

En este sentido también ha cambiado profundamente el papel del instrumento re-presivo militar en sentido específico. Es decir, se ha agudizado su función represiva interna, mientras que la externa se ha adecuado al papel policiaco desarrollado por los USA, papel que debería continuar todavía durante varios años, hasta que nuevas caídas y nuevas crisis puedan intervenir y rediseñar rápidamente nuevos equilibrios tan precarios y peligrosos como los actuales.

En esta perspectiva el renacer del nacionalismo comporta un elemento positivo, aunque sea limitado, y un elemento negativo de considerable peligrosidad. El prime-ro es rápidamente especificado: consiste en el abatimiento y en el relativo desmem-bramiento de los grandes estados. Todo movimiento que se dirija hacia este objetivo es siempre de saludar como un acontecimiento positivo, no como un movimiento regresivo, incluso si en su aspecto exterior se presenta como portador de valores tradicionales y ahistóricos. El segundo elemento, peligroso en grado máximo, viene dado por el riesgo de una progresiva difusión de pequeñas guerras entre pequeños estados, guerras declaradas y combatidas con inaudita ferocidad, capaces de causar sufrimientos inhumanos, en nombre de principios miserables y de intereses otro tanto miserables. Muchas de estas guerras favorecerán a un mejor orden producti-vo del capitalismo post - industrial, muchas de ellas serán pilotadas y gestionadas por su cuenta por grandes colosos multinacionales, pero en el fondo representaran una enfermedad transitoria, una gravísima crisis epiléptica, después de la cual las condiciones sociales podrán desarrollarse hacia la constitución de fuertes estados a nivel internacional, en grado de controlar las estructuras más pequeñas, o hacia violentas transformaciones por añadidura impensables, siempre más destructivas de cualquier recuerdo de los viejos organismos estatales.

De momento, podemos indicar sólo en líneas generales una posible evolución, par-tiendo del examen de las condiciones presentes.

POSIBILIDADES DE DESARROLLO DE LA LUCHA INSURRECCIONAL DE MASAS HACIA EL COMUNISMO ANARQUISTA.

El fin de la función defensiva y resistencial de las grandes organizaciones sindicales de trabajadores, correspondiente a la caída del centralismo clásico de la clase obre-ra, permite hoy examinar de manera diferente una posible organización de lucha partiendo de los posibilidades reales de los excluidos, es decir de esa gran masa de explotados, productores y no productores, que al momento se encuentran desde ya fuera del ámbito salarial protegido o están por ser arrojados fuera.

En efecto, el anarquismo insurreccional y revolucionario, proponiendo un mode-lo de intervención en la realidad de las luchas que se funda precisamente sobre la organización de grupos de afinidad y sobre el coordinamiento operativo de estos grupos con el fin de crear las mejores condiciones para una salida insurreccional de masa, encuentra inmediatamente, también entre los compañeros más interesados, una dificultad inicial no fácilmente superable. Muchos sostienen que se trata de una postura ya fuera de tiempo, válido a finales del siglo pasado pero hoy decididamente “pasado de moda”. Y las cosas serían simplemente así si las condiciones productivas, particularmente la estructura de la fábrica, hubiesen permanecido las mismas que hace cien o ciento cincuenta años. Con aquellas estructuras, y con las correspon-dientes organizaciones sindicales de resistencia, el proyecto insurreccional, vistas las mutadas condiciones conjuntas políticas y militares a nivel internacional, estaría entonces más perdido. Pero esas estructuras no existen ya. También han despare-cido la relativa mentalidad productiva, el respeto por el puesto de trabajo, el placer de la calidad del trabajo, la posibilidad de carrera, el sentimiento de pertenencia a un grupo productivo, del cual se derivaban los sentimientos asociativos del grupo de resistencia sindical, que en caso de necesidad podía también transformarse en grupo de ataque para luchas más duras, para sabotajes, actividad antifascista y cosas así.

Ahora bien, estas condiciones han desaparecido. Todo se ha modificado radicalmen-te. La mentalidad de la fábrica no existe más. El sindicato es una palestra para nego-ciantes y políticos, la resistencia salarial y defensiva en general es un filtro para ga-rantizar pasajes dulces a niveles de costo de la mano de obra cada vez más adaptados a los nuevos ajustes del capital. La disgregación se ha extendido fuera de la fábrica, llegando al tejido social, despedazando vínculos de solidaridad y de significado en las relaciones humanas, transformando a la gente en extraños sin rostro, en autómatas inmersos en el caldo imbebible de la gran ciudad o en el silencio mortal de la provin-cia. Los intereses reales son sustituidos por imágenes virtuales, creadas a propósito y utilizadas para garantizar el mínimo de cohesión indispensable al mecanismo social en su conjunto. Televisión, deporte, espectáculos, arte y cultura tejen una red en la cual permanecen enredados todos aquellos que están en la práctica esperando los

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acontecimientos, aparcados en espera de la próxima revuelta, de la próxima crisis económica, de la próxima guerra civil.

Es esta la condición general que es necesario tener presente cuando hablamos de insurrección. Nosotros anarquistas insurreccionalistas y revolucionarios nos referi-mos a una condición en acto, no a cualquier cosa que debe todavía llegar, que espe-ramos que llegue pero de la cual no estamos seguros. Ni siquiera nos referimos a un modelo lejano en el tiempo, que como soñadores tratamos de reconstruir ignorando las grandes transformaciones presentes. Nosotros vivimos en nuestro tiempo, somos hijos de este fin de milenio, y portadores de la radical transformación de la sociedad que vemos bajo nuestros ojos.

No sólo mantenemos posible una lucha insurreccional, sino que , en la total disgre-gación de los valores resistenciales, pensamos que esta sea la perspectiva a través de la cual nos deberíamos encaminar si no queremos aceptar totalmente las condicio-nes impuestas por el enemigo, si no queremos convertirnos en esclavos lobotomi-zados, peleles sin significado en el mecanismo telemático que nos hospedará en un futuro ya en la puerta.

Franjas cada vez más consistentes de excluidos se están descolgando de cualquier consenso, por tanto de cualquier relación de aceptación y de esperanza en un porvenir mejor. Estratos sociales que antes se consideraban establemente fuera de cualquier riesgo social, están actualmente implicados en una inconsciente precarie-dad, de la cual no pueden salir empleando los viejos métodos de la dedicación en el trabajo y de la moderación en el consumo.

Los anarquistas insurreccionalistas se insertan precisamente en este contexto extre-madamente disgregado, y desde aquí avanzan en su proyectualidad revolucionaria.

LA ORGANIZACIÓN REVOLUCIONARIA ANARQUISTA INSURRECCIONALISTA.

Pensamos que en sustitución de las federaciones y los grupos organizados de modo tradicional, modelos justificados por estructuras sociales de una realidad ya inexis-tente y superada, habrá que construir grupos de afinidad, constituidos por un núme-ro no muy grande de compañeros, ligados por un profundo conocimiento personal, grupos capaces de unirse entre ellos a través de las ocasiones periódicas de luchas, teniendo el objetivo de realizar acciones precisas contra el enemigo.

En el curso de estas acciones se debe poder encontrar el modo de discutir y por tanto profundizar los aspectos teóricos y prácticos de las posibles futuras acciones a realizar.

Respecto a los aspectos prácticos se pondrá de acuerdo para la colaboración entre grupos e individualidades, encontrando los medios, la documentación y todo cuanto sea necesario para la realización de las acciones mismas. Respecto a los análisis se intentará hacerlos circular lo máximo posible, ya a través de nuestra prensa, ya a través de reuniones y debates que tengan por objeto argumentos específicos.

El punto central en torno al cual hacer rotar una estructura organizativa insurrec-cional no es por tanto el congreso periódico, típico de las grandes organizaciones de síntesis o de las federaciones oficiales del movimiento, sino que viene dado por el conjunto de las situaciones de lucha que devienen así en ataques contra el enemigo de clase y momentos de reflexión y de profundización teórica.

Los grupos de afinidad pueden a su vez contribuir a la construcción de núcleos de base. El objetivo de estas estructuras es el de sustituir, en el ámbito de las luchas intermedias, a las viejas organizaciones sindicales de resistencia, también a aquellas que insisten en la ideología anarcosindicalista. El ámbito de acción de los núcleos de base está constituido por tanto por la fábrica, por lo que permanece de esta, los barrios, las escuelas, los guettos sociales y de todas aquellas situaciones en las que se materializa la exclusión de clase, la separación entre incluidos y excluidos.Cada núcleo de base es constituido casi siempre por la acción propulsiva de los anarquistas insurreccionalistas, pero no está constituido sólo por anarquistas. En su

gestión asamblearia los anarquistas deben desarrollar al máximo su función propul-siva contra los objetivos del enemigo de clase.

Diversos núcleos de base pueden constituir coordinadoras con el mismo objetivo, dándose estructuras organizativas más específicas pero siempre fundadas sobre los principios de la conflictividad permanente, la autogestión y el ataque.

Por conflictividad permanente entendemos la lucha ininterrumpida e incisiva contra las realizaciones y los hombres que realizan y gestionan el dominio de clase.

Por autogestión entendemos la independencia absoluta de cualquier partido, sindi-cato... La búsqueda de los medios necesarios para la organización y la lucha debe ser por tanto hecha exclusivamente a base de suscripciones espontáneas.

Por ataque entendemos el rechazo de todo pacto, mediación, pacificación, compro-miso con el enemigo de clase.

El campo de acción de los grupos de afinidad y de los núcleos de base está constituido por las luchas de masas.

Estas luchas son casi siempre luchas intermedias, las cuales no tienen un carácter directamente e inmediatamente destructivo, sino que se proponen a menudo como simples reivindicaciones, teniendo el objetivo de recuperar más fuerza para mejor desarrollar la lucha hacia otros objetivos.

El objetivo final de estas luchas intermedias sigue siendo de cualquier modo el ataque. Naturalmente, compañeros solos o grupos de afinidad, independientemente de cualquier relación organizativa más compleja, pueden decidir atacar directamente estructuras, individuos y organizaciones del capital y del estado.

En un mundo como el que se está consolidando bajo nuestros ojos, donde el capital informático está ya saldando definitivamente las condiciones del control y del domi-nio , a un nivel de totalidad sin precedentes, aplicando una tecnología que no podrá ser nunca usada de un modo diferente a mantener este dominio, el sabotaje vuelve a ser el arma clásica de lucha de todos los excluidos.

POR QUÉ SOMOS ANARQUISTAS INSURRECCIONALISTAS.

Porque luchamos junto a todos los excluidos por aligerar y posiblemente abolir las condiciones de explotación impuestas por los incluidos.

Porque mantenemos que es posible contribuir al desarrollo de las revueltas que van naciendo espontáneamente por todas partes haciéndolas volverse insurrecciones de masa y por tanto reales y verdaderas revoluciones.

Porque queremos destruir el orden capitalista de la realidad mundial que gracias a la reestructuración informática se ha convertido tecnológicamente útil, solamente a los gestores del dominio de clase.

Porque estamos por el ataque inmediato y destructivo contra estructuras concretas, individuos y organizaciones del capital y del estado.

Porque criticamos constructivamente a todos aquellos que se retardan en posiciones de compromiso con el poder o que sostienen ya imposible la lucha revolucionaria.

Porque mucho mejor que esperar, estamos decididos a pasar a la acción incluso cuando los tiempos no están maduros.

Porque queremos acabar con este estado de cosas ya, y no cuando las condiciones externas hagan posible su transformación.

He aquí los motivos por los que somos anarquistas, revolucionarios e insurrecciona-listas.

El pasado 13 de diciembre falleció, a los 66 años, Jorge Etchenique. Fue escritor, docente, historiador y se graduó de Licenciado en Sociología. Una de sus obras princi-pales es “Pampa Libre. Anarquistas en la pampa argentina”. Nació en Colón (Entre Ríos) en 1947. Se graduó de Licenciado en Sociología en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y posteriormente se radicó en La Pampa. Era miembro de la Asociación Pampeana de Escritores y fue integrante del Instituto de Estudios Socio Históricos de la Facultad de Ciencias Humanas de la UNLPam. Como escritor sobresalen sus novelas “La Cruz del Sur. El puente & los bandidos” y “Han matado un forastero y otros cuentos derivados”.

JORGE ETCHENIQUE

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S o b r e l a s i t u a c i ó n d e l c o m p a ñ e r o G u s t a v o R o d r í g u e z

Última actualización: 01 de enero de 2014Tomado textualmente.

Hace unas horas el compañero Gustavo se comunicó después de haber permane-cido desaparecido desde el pasado 29 de diciembre. Brevemente nos relató que fue detenido por agentes federales y que fue sometido a fuertes interrogatorios. Gustavo comenta que fue golpeado y pasadas unas horas, y al no poder acusarlo de nada, fue deportado a Estados Unidos. Esta deportación forma parte de la política anti anarquista que el gobierno mexica-no lleva implementando desde hace meses, por lo que llamamos a estar a atentos a lo que pudiera ocurrir en los días siguientes. Agradecemos a todos los que difundieron el comunicado sobre la desaparición de Gustavo, y pedimos que esta nueva información sea circulada.

¡Solidaridad con Gustavo!¡Libertad a todos!Cruz Negra Anarquista

Compañeros intentaremos ser lo mas breves posibles pero objetivos. Desde la tarde noche del 29 de diciembre, el último día de “las Jornadas informales; Simposio anar-quista internacional”, y hasta el día de hoy, 31 de diciembre, el compañero anarquista Gustavo Rodríguez Romero se encuentra desaparecido. La tarde del 29 aproximadamente a las 7:30 PM, el compañero Gustavo partió él solo del auditorio Che Guevara para dirigirse al metro Copilco para reunirse más tarde con su pareja y emprender el viaje de regreso a casa. Cosa que nunca paso, pues Gustavo nunca llego. Cinco minutos después de la partida de Gustavo una compañera que permanecía en el evento recibió una llamada del teléfono de Gustavo, escuchándose únicamente sonidos raros y tras unos segundos se cortó la llamada. Ante tan sospechoso suceso, la compañera marcó en repetidas ocasiones sin obtener respuesta y asumió que más tarde se reportaría como habían acordado. La tarde de ayer 30 de diciembre, la misma compañera recibió un mensaje de la compañera sentimental y de vida de Gustavo preguntando por él y diciendo que no había llegado a casa, y que cuando esto llega a suceder él siempre avisa y nunca deja de comunicarse, pues Gustavo no juega bromas del tipo ni tampoco es de irse de parranda (fiesta) o cosas así.

Hasta la mañana de hoy, 31 de diciembre, no hemos podido encontrarle en ningún lado, ni en hospitales, ni en comisarías de policía, ni en el centro de detención para extranjeros, pues él es nacido en Cuba y de pasaporte estadounidense, no lo hemos localizado en ningún lado. La PGR (Procuraduría General de la República) ha dicho que no tienen bajo arraigo a ninguna persona con este nombre. Queremos recalcar que esto ha sucedido en medio de un clima de hostigamiento por parte de la policía del GDF, el cual comenzó cuando varios colectivos anti autori-tarios, anarquistas y libertarios afines retomaron el conocido Auditorio Che Guevara que está en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM; pero se intensificó cuando comenzó “El Simposio Internacional Anarquista/ Jornadas informales anárquicas”. Desde ahí hasta el día de hoy a los compañeros que entran y salen del auditorio se les ha estado hostigando, tomando fotografías, seguido a pie y en automóvil, también han estado enviando «periodistas» camuflados para realizar preguntas compromete-doras, etc. Gustavo Rodríguez es un compañero anarquista de unos 54 años, que ha escrito in-finidad de artículos sobre política social, enfocados en su mayoría en el anarquismo, así como ha realizado importantes aportes al desarrollo de la perspectiva anarquista insurreccional. Su último trabajo fue compilar los textos para la edición del libro “Que se ilumine la noche» Génesis, desarrollo y auge de la Tendencia informal anar-quista en México, editado recientemente por las ediciones de la Internacional Negra. Él había acudido al Simposio Informal Anarquista para participar dando una ponen-cia sobre “El anarquismo, la insurrección y la guerra socia” Queremos mencionar que el compañero Gustavo ha tenido también represalias verbales y escritas como respuesta a las críticas que él ha realizado hacia grupos izquierdistas, llegando incluso a intentar señalarlo como el “líder” o cabecilla de grupos de acción anarquista que han actuado en la geografía mexicana.

¡Exigimos la presentación con vida del compañero Gustavo Rodríguez Romero!¡Señalamos como principal responsable al Gobierno del Distrito Federal de esta des-aparición forzada, dado el clima de hostigamiento y represión contra los anarquistas que se ha venido desarrollando en estos meses!¡Incitamos a solidarizarse, pues la solidaridad es nuestra arma!

Cruz Negra Anarquista México

Escrito de los compañeros Mónica Caballero y Francisco Solar pasada la Semana de Solidaridad Internacional

España

Aquí estamos de nuevo, estas paredes de hormigón y barrotes, entre cáma-ras y carceleros. Aquí estamos de nuevo, sin agachar la cabeza y orgullosos de lo que somos. Orgullosos de ser parte del vendaval impredecible que busca acabar con todo atisbo de Poder que una vez más se quita la careta y se deja ver tal cual es, en su brutalidad y también, por que no, en su debilidad. En este caso particular, la colaboración entre el Estado chileno y el español, para lograr nuestro encierro demuestra lo coordinado que puede estar para hacer frente a lo que perciben como amenaza, pero la importancia que nos otorgan estos señores del Poder no refleja otra cosa que su fragilidad. Sus inconsis-tentes discursos de seguridad son el manto que oculta el temor de saber que una casualidad puede desatar el desmadre generalizado. Sus golpes y morda-zas no hacen más que fortalecernos al afilar nuestras ideas y nuestras vidas para cualificarnos en el enfrentamiento permanente.

Saludamos con un fuerte abrazo todas las expresiones de apoyo, son un em-puje que debilita los barrotes. Entendemos la solidaridad como la constante puesta en práctica de nuestras ideas anarquistas, en todas sus formas, que

hacen entender al enemigo que acá nada termina, que todo sigue en la cárcel o en la calle. Desde donde se esté: ni un minuto de silencio y una vida de com-bate. Sobre todo a la inmensa muestra de solidaridad de compañeros que han utilizado su cuerpo como arma llevando a cabo una huelga de hambre.

Saludamos a quienes continúan tejiendo complicidades, a quienes se aventuran a lo desconocido, a quienes los motiva la incertidumbre, a quienes insisten por la anarquía. A ellos todo nuestro respeto y cariño.

Recibimos con mucha tristeza la muerte de Sebastián, pero a la vez nos llena la alegría su vida coherente con sus ideales: un guerrero pleno. Nos encantaría estar con los compañeros que lloran a nuestro caído, pero sólo desde aquí les enviamos mucha fuerza y un «nos veremos pronto».

Mónica CaballeroFrancisco Solar