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ti g acc.i6n da ,ritat 1 y Sanas utas Ced aer »420 1:44440 Ario VI $E PUI3L1041 LOS DOMINSOS Núm. 266 D. Manuel A-Zamora Gómez, Emilio Fernández Priego de Córdoba, 3 Noviembre 1957 Lo que es Juan Ramón. toda su hu- mana y profunda personalidad, es al- go que ya todo el mundo sabe. La fa- ma vocinglera del premio Nobel—¡tan merecido!—se ha encargado de lan- zarlo a los cuatro vientos. Cc n todo, hemos de detenernos en un detalle: Juan Ramón no es poeta de masas. «A la minoría siempre. suele escribir al comienzo de sus libros para dar a entender que su voz va so l o al público formado. Su biografía podía llamarse muy bien «la biografía del silencio» como llama Valbuena a la de Calderón de la Barca. Nada exterior hoy en su vida que nos llame la aten- ción: Nace en Moguer—Nochebuena de 1881—estudia con los jesuitas, hace algunos años de Derecho en Sevilla, se casa y escribe libros. Nada exterior. ¡En cambio, qué cúmulo , qué montañas de vida interior! Consecuencia de esto, su obra es to- da alma, interioridades. Solo puede gustar a un público que sepa sentir y ver como él. Frente a un Lorca de una popularidad casi prejudicial, Juan Ra- món escribe solo para un público culto, para la aristocracia del espíritu. ¿Y cómo ve y siente este hombre ex- traordinario el color? De esto vamos a hablar hoy. Desde sus primeros versos se da un encanto exquisito de belleza, de color y musicalidad, sus colores son apaga- dos, sin extridencias: «Se paraba la rueda de la noche... Vagos ángeles malvas apagaban las verdes estrellas». Hay un predomio de colores mean- cólicos, difuminados y diluidos como en la paleta de un pintor romántico. Predominan los grises, los malvas y violetas. Corresponden estos tonos a una poesía esencialmente paisajista; Juan Ramón ama el paisaje y lo pone en contraste con el prosaismo de la vida: «Jueces de paz, peritos agrícolas, docto- res, perdonad a este humilde ruiseñor del paisaje». Este paisaje, este color, es siempre una proyección espiritual del alma del poeta. Los sentimientos suyos los co- munHa a las cosas como anteriormen- te hicieren los románticos.Todos los gri- ses de su alma melancólica los vuelca sobre las cosas y los paisajes que le rodean: «Mi alma es hermana del cielo gris y de las hojas secas Poesía musical, estilizada, llena de color; versos hermanos de los cuadros impresionistas de Menet. Los colores oscuros y los tonos grises se hacen algo insistente, obsesionante, en su poesía: Mira el cielo ceniciento, mira el campo inundado de tristeza...» Y en otro de sus poemas nos confie- sa con sinceridad su amor por estos colores tristes: «Yo amo estos fondos de de las tardes grises, viejos, hondos magos..,» Sus colores, en esta primera época nos recuerdan vagamente los que Béc- quer vertió en sus «Rimas»: «Un cielo gris, un horizonte eterno...» nos dice Gustavo Adolfo. Otras veces, para destacar mejor es- tos tonos cárdenos los hace contrastar con un blanco purísimo: «La tarde moría en idealismos violetas y blancos lo mismo que lirios». Todo esto que acabamos de decir es al principio. Son los años de juventud, los años de influencias románticas y modernistas. Pero Juan Ramón evolu- ciona, llega a un mayor enriquecimien- to externo y se adentra en la esencia de las cosas. Federico de Onís lo ha dicho con estas palabras: «El mundo, el de monio y la carne han entrado en el al- ma del poeta» El equilibrio de entes se rompe de pura emoción poética. ¿Y los colores cómo son en este se- Confíe sus encargos de y Zecatadó« a una firma de garantía: 73, lié km: qatcía (Nombre registrado) Jaime, 1 - Teléfonos 96 y 325 oeucafta gundo momento? Son intensos, fuertes, brillantes: «Sueña el sol vivos fuegos en las cristalerías». Todo es vivo, fuerte. Los ejemplos podríamos traerlos a montones. El poeta ha evolucionado, se ha supera- do; las tonalidades de gama fría del primer momento ahora se han trocado en una fuerte intensidad colorista: «Una fantasía blanca y carmesí. El pinar blanco prende el verdor goteante...» ¡Qué sensación de color, de paisaje, de fuerza y lirismo al mismo tiempo! Solo un pintor—y Juan Ramón lo era— podía darnos tal calidad y variedad de matices, de tonalidades. Y aparece el blanco, depuración y síntesis total de todos los colores por- que en é están reunidos los demás to- nos del espectro de luz: te mecías indolentemente blanca y blanca,bajo las blancas muselinas de seda». Estamos asistiendo ya a la última visión colorista del poeta: los blancos. Corresponde este momento a una con- densación espiritual del autor que ha- ce su poesía sumamente estilizada. El blanco, a medida que avanzamos en sus libros, se hace cada vez más insistente, casi una obsesión. «Perduran los blancos», dice él mismo en un ver- so muy significativo. Por aquellos mismos años, saludaba al maestro nuestro poeta, Federico, con estos versos que tienen el blancor de nuestra sierra cubierta de nieve. «En el blanco infinito, nieve, nardo y salina, perdió su fantasía. En el blanco infinito, ¡qué pura y larga herida dejó su fantasía!». ¡Qué bien supiste tú, Federico, calar en el alma inmensa del maestro! Su blancura es deseo de estilización, de espiritualidad, preocupación religiosa y depuración artística. Es todo esto y mucho más porque Juan Ramón no se agota con las cuatro palabras de un articulo. Pero de todo esto ¡y de tantas cosas! ya hablaremos otro día. Por hoy ya está. Y mientras escribo estas últimas palabras me quedo pen- sando en los versos de Lorca que com- pendian, que resumen, estos poemas coloristas de Juan Ramón, «En el blanco infinito, nieve, nardo, y salina...» Awbcioaa 7 elakialía L'I 5enticto del colot en gaan )Qamón

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gacc.i6n da ,ritat ► 1 y Sanas utas Ced aer»420 1:44440

Ario VI $E PUI3L1041 LOS DOMINSOS Núm. 266

D. Manuel A-Zamora Gómez,

Emilio Fernández Priego de Córdoba, 3 Noviembre 1957

Lo que es Juan Ramón. toda su hu-mana y profunda personalidad, es al-go que ya todo el mundo sabe. La fa-ma vocinglera del premio Nobel—¡tanmerecido!—se ha encargado de lan-zarlo a los cuatro vientos.

Cc n todo, hemos de detenernos enun detalle: Juan Ramón no es poeta demasas. «A la minoría siempre. sueleescribir al comienzo de sus libros paradar a entender que su voz va so l o alpúblico formado. Su biografía podíallamarse muy bien «la biografía delsilencio» como llama Valbuena a la deCalderón de la Barca. Nada exteriorhoy en su vida que nos llame la aten-ción: Nace en Moguer—Nochebuenade 1881—estudia con los jesuitas, hacealgunos años de Derecho en Sevilla,se casa y escribe libros. Nada exterior.¡En cambio, qué cúmulo , qué montañasde vida interior!

Consecuencia de esto, su obra es to-da alma, interioridades. Solo puedegustar a un público que sepa sentir yver como él. Frente a un Lorca de unapopularidad casi prejudicial, Juan Ra-món escribe solo para un público culto,para la aristocracia del espíritu.

¿Y cómo ve y siente este hombre ex-traordinario el color? De esto vamos ahablar hoy.

Desde sus primeros versos se da unencanto exquisito de belleza, de colory musicalidad, sus colores son apaga-dos, sin extridencias:

«Se paraba

la rueda

de la noche...

Vagos ángeles malvas

apagaban las verdes estrellas».

Hay un predomio de colores mean-cólicos, difuminados y diluidos comoen la paleta de un pintor romántico.Predominan los grises, los malvas yvioletas. Corresponden estos tonos auna poesía esencialmente paisajista;Juan Ramón ama el paisaje y lo poneen contraste con el prosaismo dela vida:

«Jueces de paz, peritos agrícolas, docto-

res, perdonad a este humilde ruiseñor del

paisaje».

Este paisaje, este color, es siempreuna proyección espiritual del alma delpoeta. Los sentimientos suyos los co-munHa a las cosas como anteriormen-te hicieren los románticos.Todos los gri-ses de su alma melancólica los vuelcasobre las cosas y los paisajes que lerodean:

«Mi alma es hermana del cielogris y de las hojas secas

Poesía musical, estilizada, llena decolor; versos hermanos de los cuadrosimpresionistas de Menet.

Los colores oscuros y los tonos grisesse hacen algo insistente, obsesionante,en su poesía:

Mira el cielo ceniciento,

mira el campo

inundado de tristeza...»

Y en otro de sus poemas nos confie-sa con sinceridad su amor por estoscolores tristes:

«Yo amo

estos fondos de de las tardes

grises, viejos, hondos magos..,»

Sus colores, en esta primera épocanos recuerdan vagamente los que Béc-quer vertió en sus «Rimas»: «Un cielogris, un horizonte eterno...» nos diceGustavo Adolfo.

Otras veces, para destacar mejor es-tos tonos cárdenos los hace contrastarcon un blanco purísimo:

«La tarde moría

en idealismos

violetas y blancos

lo mismo que lirios».

Todo esto que acabamos de decir esal principio. Son los años de juventud,los años de influencias románticas ymodernistas. Pero Juan Ramón evolu-ciona, llega a un mayor enriquecimien-to externo y se adentra en la esencia delas cosas. Federico de Onís lo ha dichocon estas palabras: «El mundo, el demonio y la carne han entrado en el al-ma del poeta» El equilibrio de entesse rompe de pura emoción poética.

¿Y los colores cómo son en este se-

Confíe sus encargos de

y Zecatadó«a una firma de garantía:

73, lié km: qatcía(Nombre registrado)

Jaime, 1 - Teléfonos 96 y 325

oeucafta

gundo momento? Son intensos, fuertes,brillantes:

«Sueña el sol vivos fuegos

en las cristalerías».

Todo es vivo, fuerte. Los ejemplospodríamos traerlos a montones. Elpoeta ha evolucionado, se ha supera-do; las tonalidades de gama fría delprimer momento ahora se han trocadoen una fuerte intensidad colorista:

«Una fantasía blanca

y carmesí. El pinar blanco

prende el verdor goteante...»

¡Qué sensación de color, de paisaje,de fuerza y lirismo al mismo tiempo!Solo un pintor—y Juan Ramón lo era—podía darnos tal calidad y variedad dematices, de tonalidades.

Y aparece el blanco, depuración ysíntesis total de todos los colores por-que en é están reunidos los demás to-nos del espectro de luz:

te mecías indolentemente blanca y

blanca,bajo las blancas muselinas de seda».

Estamos asistiendo ya a la últimavisión colorista del poeta: los blancos.Corresponde este momento a una con-densación espiritual del autor que ha-ce su poesía sumamente estilizada.

El blanco, a medida que avanzamosen sus libros, se hace cada vez másinsistente, casi una obsesión. «Perduranlos blancos», dice él mismo en un ver-so muy significativo.

Por aquellos mismos años, saludabaal maestro nuestro poeta, Federico,con estos versos que tienen el blancorde nuestra sierra cubierta de nieve.

«En el blanco infinito,

nieve, nardo y salina,

perdió su fantasía.

En el blanco infinito,

¡qué pura y larga herida

dejó su fantasía!».

¡Qué bien supiste tú, Federico, calaren el alma inmensa del maestro! Sublancura es deseo de estilización, deespiritualidad, preocupación religiosay depuración artística. Es todo esto ymucho más porque Juan Ramón no seagota con las cuatro palabras de unarticulo. Pero de todo esto ¡y de tantascosas! ya hablaremos otro día.

Por hoy ya está. Y mientras escriboestas últimas palabras me quedo pen-sando en los versos de Lorca que com-pendian, que resumen, estos poemascoloristas de Juan Ramón,

«En el blanco infinito,

nieve, nardo, y salina...»

Awbcioaa 7 elakialía

L'I 5enticto del colot en gaan )Qamón

R

Eat-eatetetía

VINOS

CERVEZA

EXQUISITO CAFÉ

LICORES

COCINA SELECTA

BODEGA A TODO CONFORT

44A1,104DIZEL IGIOSA

Hoy es domingo 21, después de Pen-tecostés. Ornamentos verdes.

Epístola B. Pauli ad Ephesios, 6, 10-17.Evangelio según San Mateo. Cap. 18.Vr. 23-35. Prefacio de la Santísima Tri-nidad.

Parece que esta dominica y las quele siguen, están íntimamente relaciona-das según observa Durando de Men-de, con el Evangelio de las bodas de ladominica 19 y viene a ser como suampliación. Como el peor enemigo delos convidados a bodas es la envidia deSatanás, por eso la Iglesia trata de laguerra que éste hace contra el hombre.El Evangelio nos ofrece un medio segu-ro de saldar nuestras cuentas con Dios, yes apelar a su misericordia infinita y asu imitación, mostrarnos igualmentemisericordiosos con nuestro prójimo.

MUNICIPA L

La Comisión Municipal Permanente,en Sesión ordinaria del día 28 Octubrede 1957, presidida por el Alcalde DonManuel Mendoza Carreño y los Te-nientes de Alcalde Sres. Don ManuelGámiz Luque y D. Rafael Siles Luque,asistidos de los Sres. Secretario e Inter-ventor titulares adoptó los siguientesacuerdos:

Se acepta propuesta del Gremio fis-cal de Cafés, Bares, etc. para el pagode arbitrios municipales.

Se aprueba presupuesto de blanqueodel Cementerio por 1.360 pesetas.

Se autoriza a D. Antonio Luque Gar-cía, para la reparación de una tuberíade desagüe.

Se aprueban altas en el suministrode aguas.

Se desestiman reclamaciones formulacias por D. José Expósito Mérida yD. Francisco Roldán Zcpater.

El Pleno de este Excmo. Ayuntamien-to, en sesión ordincrinctria celebradael dio 30 de Octubre de 1957 y presidí-da por el Sr. Alcalde D. Manuel Men-doza Carreño, con asistencia de losConcejales Sres. D. Rafael Siles, D. LuísCalvo, D. Paulino Muñoz, D. AntonioAguilera y D. Manuel Ibáñez, con losSres. Secretario e Interventor de fondostitulares; adoptó los siguientes acuer-dos:

Aprobación del Escalafón de fun-cionarios de este Ayuntamiento, excluí-dos los pertenecientes a Cuerpos Na-cionales, totalizado al 31 de Diciembrede 1.956, desestimando reclamaciónformulada poi el Sr. Perito AparejadorD. Libado Cabezas Bergillos.

Se aprueba informe relacionado conel servicio de Clasificación de las VíasPecuarias de este término, disponiendose remita a la Dirección General deAgricultura.

Anuncios por palabras

ASERRADORA A DOMICILIO,Mercedes, 23

LEÑA TROZADA.—Mercedes, 23

La Sociedad al habla

ViajerosRegresó de su viaje por Italia y Fran-

cia D. Antonio M.° Ruiz-Amores Rubio.De Ecija D. Manuel Romero Uclés y

señora.De sus respectivos viajes nupciales

los Sres. de Rico Jiménez (D. Francisco),y Vida Carrillo (D. Antonio).

NataliciosLa Sra. de D. Rafael Cano Rubio, de

soltera Rosario Ortiz Cañizares, ha da-do a luz un niño imponiéndosele en elbautismo el nombre de Antonio.

También ha tenido un niño—bauti-zado con el nombre de Rafael—doñaMercedes Rosa Palacios, esposa deD. Rafael Luque Gámiz.

Petición de mano y firmade esponsales

En la tarde del pasado domingo, porD. Santiago Pérez Jurado y su esposaD.° Eduardo Delgado González y parasu hijo D. Antonio, fué pedida a doñaAngeles Ruiz Jurado viuda de Núñez,la mano de su simpática hija Angelita.

Acto seguido ante el Párroco delCarmen Rvdo. Sr. D. Rafael Romero Lo-renzo tuvo efecto la firma de esponsa-les, siendo testigos por ambas partesD. Manuel Arroyo Serrano, D Francis-co Ruiz Jurado, D. José López Roldán,D. Francisco Conejo Jiménez, D. Anto-nio Torralvo Ropero, D Avelino SillerPrats, D. Antonio Serrano García y donMiguel Quintero Ruiz.

Los invitados pasaron al «Rinconci-lloP donde les fué servido un espléndi-do lunch.

La boda quedó fijada para fechapróxima.

Bendición de una clínicaodontológica

Por el Párroco de Ntra. Sra. del Car-men Rvdo. Sr. Romero Lorenzo, tuvolugar el domingo anterior, la bendiciónde la nueva clínica del Dr. Aguilera Be-nítez.

Al acto asistieron todos los Médicosy Practicantes de la ciudad, los cuales,al igual que numerosos invitados, fue-ron obsequiados al término de la cere-monia.

Deseamos toda clase de triunfos aljoven Doctor.

Movimiento demográficoNacimientos, 13 - Defunciones, 7.

E teléfono 340es de Foto CALVO

LLAMELE si QUIERE ser ATENDIDOen su PROPIO DOMICILIO

Igual le hace una foto de carnet,

un reportaje que la foto más perfecta

FallecimientoEl domingo ultimo dejó de existir en

esta Ciudad, D. Gregorio Serrano Agui-lera, de 63 años de edad, después derecibir los Auxilios Espirituales.

Descanse en paz.A su esposa D.° Mercedes Bermúdez

Marín, hi j os D. Antonio y D.° Dolores,hijos políticos y demás parientes, envíaADARVE su sincero dolor a la vez queruega a los lectores una oración por eleterno descanso del alma del extinto

Peiufuetla LOLAComunica a su clientela, es-tará ausente del i al lo delactual, para asistir en Ma.,drid a los cursillos organi-

zados por L' OkEAL

FUTBOLEsta tarde, a las 4-30, se celebrará en

el Campo de Deportes San Fernando,un interesantísimo partido de futbolentre los equipos del F. de Ji. de Cabray Priego.

El encuentro está organizado parorecoger fondos con destino o los cam-nificados de Valencia.

PÉRDIDADe un tresillo caballero en el trayectoCarretera Nueva a Héroes de Toledo.Se gratificará a quien lo entregue casade D. Francisco González Penche.

Los 333Asociación Amigos de la Niñez

Socios favorecidos últimamente:

Manuel Gallardo, Enriqueta Poveda-no, Irene Samaniego, Francisco Calvo,Isaac de la Rosa, Maravillas Carrillo yEnrique Diaz Oria.

HISPANO OLIVETTI - CONTABILIDAD - MECANOGRAFIA: AVELINO SILLER

¡Ubico remedio contra la GRIPE!...

Representante con Depósito:

ANTONIO TORRALBO ROPERO

3 de floulembre de 1957 ADAR.VE

Pág. 3

PRIEGUENSESValencia, la ciudad de las flores y de

la luz, a la que, por vínculos espiritua-les tan unidos estamos (os recuerdo lasactuaciones de su Sinfónica en días dejúbilo para nosotros) sufre en su carnedolorida los graves padecimientos quetodos conocemos a través de las noti-cias de prensa y radio.

Esta prueba en el dolor de los valen-cianos, debe ser también prueba paratodos los españoles en la unidad de lastierras de España.

Ciertamente no podemos volver a lavida a aquellos que rindieron su últimajornada en la tragedia, por quienesofrecemos nuestras oraciones, pero sípodemos, prieguenses, ayudar a tantosdesgraciados que todo lo perdieron enlas inundaciones con nuestros mediospuestos a contribución juntamente conEspaña entera para restaurar íos da-ños materiales y devolver la alegría ala noble y trabajadora tierra valen-ciana.

Como hijos de un pueblo generosoque sabe sufrir con el prójimo, os con-voco para que, en las cuentas corrien-tes abiertas bajo el título «Valencia»en el Banco Español de Crédito y Cen-tral y Monte de Piedad, aportéis vues-tros donativos (no importa sean modes-

tos) para los valencianos, en estas ho-ras desgraciadas.

Ya se ha hecho constar nuestro pe-sar por la desgracia a las Autoridadesde la ciudad del Turia que tanto hanagradecido.

Os ruego de todo corazón vuestraeficaz ayuda en nombre de aquel rin-cón dolorido de España que es ahorapedazo dolorido de nosotros mismos.

("amito. Acatie

NOTA.—Los obreros de las distintasempresas pueden hacer su ingreso ba-jó el nombre de las empresas respecti-vas; los alumnos de los Centros docen-tes a nombre de estos Centros, y losparticulares a su propio nombre.

N. de la R.—ADARVE publicará gus-toso los donativos y unirá también elsuyo.

En menxeria de los caídos

Misa en el aniversario dela fundación de la Falange

El día de los caídos en el XXIV ani-versario del Discurso de la Comedia se,celebró en nuestra ciudad con una Mi-sa en la Parroquia de las Mercedesque ofició el Párroco titular don Do-mingo Casado Martín. A la misma asis-tieron camaradas del Movimiento,alumnos del Instituto Laboral y fielesen general. Presidió el Alcalde y Jefelocal Sr. Mendoza Carreño, TenienteJefe de Línea de la Guardia Civil donVicente García Blanco y numerososmiembros del Consejo local y Ayunta-miento.

El comercio espontáneamente cerrósus puertas durante el acto.

Por la tarde, en un acto íntimo, secelebró en el Hogar del F. de el pa-se de los camaradas de la Organiza-ción al Movimiento.

GASPAR DE MONTELLANO «Adarve>,

X XVII

DONDE EL AUTOR SE CON-

VIERTE EN ACTOR

Tiempo es ya, lector amable, de que miactuación en esta historia, anunciada en elprólogo, llegue a vías de hecho, no por invento o resorte del novelista, sino por im-perio de las circunstancias.

La ocasión, no buscada, pero sí aceptada,va a convertirme en un actor más de losque integran la obra y a darme motivo paraque bucee en su fondo misterioso y desen-trañe al cabo el terrible secreto que en ellase encierra.

Dicha ocasión se me presentó en un viajeque hice a Madrid.

Con efecto; al mes siguiente de los últi-mos acontecimientos narrados, tuve quepartir a la Corte para un asunto meramentepersonal y de fácil y breve resolución.

— 332 —

tejo formado por las autoridades, la fuerzaarmada y los criminales, el sentimiento po-pular, hasta entonces contenido, se desbor-dó exteriorizándose en una general protestade indignación.

Los ¡mueras! al Marquesito menudeabany acrecían con tenacidad alarmante.

Y no se crea que tales manifestacioneseran hijas de un malsano espíritu de ven-ganza, no; eran hijas de los dictados de lajusticia, inmanente en todo pecho honrado.

Con efecto; aquel hombre fatal habíaconculcado todas las leyes divinas y huma-na, siendo la encarnación del vicio y hacien-do la apoteosis del escándalo; había llevadola muerte y la desolación a muchos hoga-res, y porque en esta ocasión resultara aúnmás sombría y fatídica su figura, el pueblosupo aquella mañana con verdadero estu-por, que en la pasada noche y a consecuen-cia del asalto perpretado en su casa, habíamuerto el respetable señor Don Fabián deMontellano.

— 329 —

ENVOLTURASimpresas papel de SEDA, para

MANTECADOS-y POLVORONES

BANDEJAS DE CARTONy moldes de todos tamaños

LIBRERIA HILARIO ROJASMesones, 11 - Telf. 250

los huevos a tres pesetas,y al mismo precio el carbón.

Y si quieren saber más,amigos míos planetas,los pasteles seis realesy el picón a dos pesetas.

Buscarme colocaciónque quiero aquí trabajar.Los inventos de la Tierra,es una temeridad.

Le ruego por compasiónque no quiero más ensayosni quiero volver allí,con lo que han lino «Los Payos».

Doy el último mensaje,el que lanzo desde aquí;al decir que no me esperenni Kruschef ni Bulganín.

¡Adiós! Mundo peligrosoatómico y embustero.¡Si quieres algo de mí,aquí en la Luna te espero!

YR. 1114u,17,02 ukacta

Pág. 4

ADARVE

3 de noviembre de 1951

HABLA EL SATELITE

Nací por experimentode inventores y de ilusoshecho por los alemanesy lanzado por los rusos.

Ya estoy cruzando los airesconteplando zonas bellas...y es posible pueda seramigo de las estrellas.

Coma aquí llevo mi Radio,televisión y emisorale podré contar al mundotodo lo que vea ahora.

Aquí me tienen ustedesmetido en la estratosferadando vueltas de campanaen dislocada carrera.

Conseguí la libertaddejando el telón de acero;ellos mismos me han salvadoy os contaré algo nuevo.

Aunque llevo pocos díasde recorrer el espacioconozco ya los planetasy hasta la estrella del Rabo.

Saturne desprevenidoy Marte muy preocupadome preguntan sorprendidos:¿Quién por aquí te ha enviado?

Soy estrella artificialque corro y vuelo sin rumbo¿Queréis saber la verdad¿¡Soy alma del otro mundo!

La ciencia aquí me lanzóen cohete dirigido;he traspasado las nubesy vuelo como un silbido.

Os pido astros queridosayuda por compasión;vengo huyendo de la Tierra,que me ha dado el achuchón.

En la órbita me encuentropor un disparo certero;que preparó Bulganín,y Kruschef el gran cohetero.

Traigo también propagandaa repartir una a una;por si existen habitantes,meter un lío en la Luna.

Pero yo no quiero esoni quiero revolución,mi deseo es enchufarme,en una constelación.

Ya estoy harto de la Tierra,que no se puede vivir,los precios son elevadosy vamos a sucumbir.

Volver otra vez al Mundono lo quiero ni pensar;iré de una estrella a otra,a poderme colocar.

Ya he visto como se viveen las alturas secretasy lo bien que disfrutáisSatélites y Cometas.

El placer y la gran vidase nota aquí en lo alto;tenéis grandes extensiones,para vivir muy barato,

Al venirme de la Tierraeran grandes las protestas,las patatas y las frutas,subieron a las veletas.

La carne, como el pescado,la gran exageración,

CARLOS VALVERDE LÓPEZ

Presupuestos tales hechos y circunstan-cias, ¿qué de particular tenía que la concien-cia popular, siempre honrada, y la de Frie-go honradísima, se pronunciase violenta yhasta amenazadora contra el infame autorde tantas vilezas y crímenes tantos?

Por eso al bajar el séquito desde el extre-mo barrio donde la captura fué hecha has-ta la plaza, el gentío engrosaba por momen-tos y los denuestos y las increpaciones to-maban cada vez más serio y agresivo cariz.

Pero he aquí, que en el preciso instanteen que la comitiva llegaba al recinto de laplaza, otra comitiva, más triste aún, un en-tierro, de severa pompa revestido, prove-niente de distinto punto, confluía con laprimera formando una especie de vértice.

Al ingreso en la plaza del entierro, elprimer cortejo se paró respetuoso cediéndo-le el paso; los paisanos se descubrieron; losguardias se cuadraron saludando en formamilitar, y la triste comitiva avanzó impo-nente, en medio de un silencio religioso, tan

— 330 —

GASPAR DE MONTELLANO

solo interrumpido por el doblar de las cam-panas y por el canto de las salmodias fú-nebres.

Seis recios mocetones a quienes dirigía ypresidía una especie de gigante, llevaban elféretro a hombros.

El muerto era D. Fabián de Montellano.El coloso que acompauiaba a los conduc-

tores, Petrón.Por respeto a la santidad de la muerte, la

multitud, como he dicho, se mantuvo calla-da y correctísima durante el tétrico desfile,mas cuando este terminó, terminaron tam-bién los miramientos; el alma del pueblo,estremecida de espanto, quiso ver en aquelprovidencial encuentro de la víctima con suverdugo, algo así como una acusación for-midable dictada por la justicia divina, y sur-gió un movimiento colectivo de acometida alos reos, del que no escaparan con bien, si elAlcalde no impusiera su autoridad y lafuerza pública sus armas, formando en de-rredor de aquellos un círculo de hierro paradefender sus vidas miserables...

— 331 —

nig noviembre de 1957

ADARVE páá 5

A los pies del Alcázar...(Viene de la pág. 6.°)

por la sangre de sus defensores, fuerontestigos de cruentas batallas y sacrifi-cios que no supieron nunca de rendi-ción. A los pies del Alcázar toledano,en los jardines construidos en depen-dencias derruidas, he hablado con untoledano que, al igual que devorabaansioso un bocadillo, ponía patéticaemoción al relatarnos los hechos des-arrollados en aquellos lugares; si nofuera por que es harto conocida estaefemérides, bien valdría la pena eltranscribirla de nuevo...

Seguidamente admiramos el célebrecuadro del Entierro del Conde de Or-gaz en la Iglesia de Santo Tomé, elMuseo y la Casa del Greco, la Sinago-ga del Tránsito, así como la famosa Ca-tedral; todo tan valioso que llenaronel espíritu de gozo. Por si esto fuerapoco, gracias a una simpática jovenque nos iré explicando amablemente,pudimos contemplar también un tallerde artesanía toledana, donde a visade expertas manos, se trabajaba el da-masquino, grabado, espadería y lasrenombradas labores de lagartera...

Por último, nuevamente ante la«Vespa», emprendemos un tole hastacubrir felizmente la distancia que hoynos separa de aquellos bellos e inolvi-dables lares...

A. ano,

FARMACIA de guardia

Lcdo. D. F. Calvo

PublicacionesBÚCARO DE JAZMINES

por Juan de la Cruz Lebrero

El inspirado poeta vallisoletano y es-timado colaborador de ADARVE donJuan de la Cruz Lebrero, acaba de pu-blicar, en ocasión de sus Bodas de Pla-ta, un libro de poesías titulado " Búca-ro de Jazmines» del que ha tenido lagentileza de enviarnos un ejemplar conamable dedicatoria.

El elegante tomo está editado en Va-lladolid por «Gráficos Iglesias» y cons-ta de buen número de páginas que re-cogen 67 poemas del autor y 3 de su

esposa Doña Felisa Briso Montiano.En nuestro «Rincón Poético» inserta-

mos hoy el que se titula ¡CON QUEENVIDIA NOS MIRABAN!, uno de lostres de D.° Felisa. En números sucesi-vos daremos otros a conocer.

Ante todo y sobre todo Juan de laCruz Lebrero es un lírico por excelen-cia. Cantor de buena cepa y de puroarrebato, sobre todo religioso, que se-guramente encontró el germen de sussimientes en el movimiento renovadorde Rubén.

Su poesía—como su prosa rimada—tiene pe rsonalidad en metros sonoros,en desbordamientos sensitivos, no

bella mur"-alidad.

°nimios metalices 1111161111115"

Para protección contra aluviones,corrimientos de tierras, etc. enarroyos, márgenes de ríos y con-tención de terrenos accidentados

Para informes:

D. Pedro Serrano Pérez-RosasRamón y Cajal, 7

1

SEGUNDO ANIVERSARh,

ROGAD A DIOS EN CARIDAD POR EL ALMA

DEL SEÑOR

-AlettaPivadviera Sánch5DE 70 AÑOS DE EDAD

Que falleció en esta Ciudad el día 9 de Noviembre de 1.955, después de recibir losAuxilios Espirituales y la Bendición de Su Santidad

D. E. P.

gu elpma, hqad. patí,bicad,, nieta4.

cien ,i (am/itia,

Le ruegan su asistencia a las misas que, por su eterno des-canso, se dirán el día 9 del actual, a las 8 de la mañana en laIglesia de San Pedro; 8-30 en las Angustias y a las 9 en SanFrancisco (Capilla de N. P. Jesús en la Columna) y en la Parro-quia de las Mercedes, por cuyo favor les quedarán agradecidos.

Priego de Córdoba, noviembre de 1957

REFLEJOS DE UN VIAJE—›

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“Pala"Peluquería de Señoras -

Nuevo domicilio:

calle ARGENTINA(frente al Corazón de Jesús)

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¡CON QUÉ ENVIDIA NOS MIRABAN!

Del libro « Búcaro de Jazmines», de Juan de la CruzLebrato Escudero, que nos ha sido dedicado.

Cuando los frescos rosalestrepaban por mi ventanay se envolvían las rejasde pétalos y guirnaldas,las capullos silenciososcon su sedeña fraganciacompartían los coloquiosdeleitando sus miradas,radiantes, llenos de luzsus corolas argentadasbordaban linfas de oropara ofrendar su plegariay en éxtasis amoroso,¡con qué envidia nos miraban!

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Aquellas tardes celestesde suspiros y romanzas,que conjugando el amorflorecía en nuestras almas,llenando de resplandores

con sus saetas doradasaquella glorieta verdeque la luz acariciabay las estrellas fulgíanbuscando nuestras miradasy escuchando nuestro idilio'nos besaba emocionada.También la bella praderacompartiendo tus baladasy nuestro idilio amoroso,¡con qué envidia nos miraba!

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Cual esas tardes floridasde suspiros y romanzas;como aquel bello rosal,que robó nuestras miradas;igual que aquel corazón,igual que tu llamarada,conservo todo mi amory mi alma enamorada.

Echar una «canita al aire» suelo de-jar casi siempre rastros más o menosdesagradables de los cuales, las másde las veces, aunque tarde, llegamos aarrepentimos. No así, pongo por caso,ésta del viaje ha poco realizado y delcual sucintamente voy a ocuparme,no por que sea extraordinario y sinigual, sino por que ha satisfecho lasansias de conocer una capital españo-la, Toledo.

Desde hacía varias décadas sentía-mos honda nostalgia por admirar ellugar de emplazamiento de un hechohistórico de la pa tría: El Alcázar deToledo. No quiere esto decir que nues-tro espíritu se incline, ni mucho menos,por ideas belicistas—que siempre de-paran destrucción y muerte—pero estono quita para ser fervientes admirado-res de aquella gloriosa gesta que pusomuy en alto el sentido de no querer sersojuzgados por ninguna nación, y quetuvo paralelo con aquella otra delSantuario de la Cabeza, de la cual fui-mos testigos desde el observatorio delcastillo de Porcuna.

Consignado todo esto, también es ne-cesario y justo decir que el viaje nofué realizado en puntual y lujoso «tal-go» ni en cómodo «haiga», sino que los420 kilómetros a Madrid fueron sobreel velocípedo asiento de una «Vespa»que, sin idea propagandística, resultóencantador y maravilloso, desde el mo-mento mañanero que por las típicasAngosturas iniciábamos el viaje conansias devoradoras de kilómetros ymás kilómetros...

A las nueve de la mañana penetrá-

bamos en la Catedral de Jaén, dondedespués de orar ante la capilla del San-to Rostro, admiramos su valor arqui-tectónico, hincándonos de rodillas an-te Jesús Sacramentado en la misa queen aquellos momentos se celebraba.

Dejamos atrás la Capital del Reinoprosiguiendo la serpenteante carreterahasta llegar a tierras manchegas, nosin antes haber echado repuesto enLa Carolina, para ya después en Valde-peñas refrescar la moto y... nuestrosestómagos. La subida de Despeñape-rros la culminamos en su típico mira-dor, donde al murmullo de la cristalinafuente y del ruidoso grajeo de centena-res de aves, «poso» ante la cámara deJuanito Calvo que, además de buen fo-tógrafo es un excelente conductor. Enel poco tiempo dedicado a este lugar,son varios los coches de turistas quetambién hacen escala y que, en lenguafrancesa, no podemos entablar conver-sación a pesar de su intento.

En el trayecto hasta Puerto Lápiche,la ráfaga de coches con matrícula ex-tranjera pasa veloz, y en sus largasrectas las agujas de velocidad son tér-mino de su fuerza expulsiva...; tanto esasí que llegamos a presenciar el volarde un coche que, al salirse del asfalta-do, patinó, dando unas vueltas apara-tosas y clavándose por último su partetrasera sobre la tierra colindante. Nohubo que lamentar víctimas persona-les, pero el coche no ha de lucir más subuen tipo por las carreteras españo-las...

En el campo serio, casi solitario de

la Mancha y en un altozano, un moli-no de viento trae a la mente la siluetade Don Quijote, tal vez sonriente delnuevo método de galopar por el suelode sus extraordinarias aventuras ca-ballerescas. De un «tirón» llegamos aAranjuez y después de contemplar suencantador Palacio y bellos jardinesjunto al manso río, la autopista a Ma-drid. A la altura del Cerro de los An-geles, la capital está solo a unos minu-tos de distancia que, alegremente sal-vados, nos encamina por el Pacíficoarriba, hacia la señorial y bulliciosaPlaza de las Cibeles, en plena tardede un otoño azul y casi veraniego...

Tres días en Madrid, después de unperíodo de veinticuatro años de la úl-tima estancia, es poco más que nadapara poder admirar lo mucho y buenoque ha progresado en su aspecto gene-ral, la villa del «oso y del madroñc».No podíamos dejar de visitar la Casade Córdoba y, en verdad, fué halaga-dora su estancia; traspasados los um-brales de la señorial mansión caras co-nocidas nos estrechaban la mano, a lavez que nos presentaban a otros com-provincianos que, en unión de bellasy simpáticas señoritas, eran fiel pre-sencia del garbo andaluz y eco cordo-bés. Un descendiente de Valera y ungran poeta egabrense—Manuel RuizMadueño, a quien desde aquí acompa-ñamos en su dolor por el reciente falle-cimiento de su madre—nos sirven decicerones recorriendo las dependenciasde la casa, y con unas copas de vino«nuestro» decimos adiós a aquella em-bajada cordobesa, para solo anotar dela capital madrileña, en grado super-lativo, la célebre frase de: «¡Es mu-cho Madrid!»

Después de dejar atrás la gran urbeeuropea con su enorme gentío y tráfi-co mecanizado, sus enormes edificiosy rascacielos, con un derroche de luzfluorescente incomparable y toda su -historia política, artística y cultural,apenas una hora de carretera nos en-contramos en la Plaza de Locodover,centro de la capital toledana. El pri-mer aspecto que nos producen sus ca-lles y plazas, confirmado después, es lade que nos encontramos en una ciudadmilenaria. Entramos en el Hotel Suizoy la voz de lenguas dispares nos hacever que casi todo el porcentaje dehuéspedes son extranjeros.

No hemos de preguntar por la metade este viaje, ya que a pocos pasos semuestra erguida, arrogante y majes-tuosa una de las fachadas del históri-co Alcázar toledano. Con minuciosodetenimiento damos la vuelta al edifi-cio—donde aún se notan las huellasdemoledoras de la metralla—hasta lle-gar al río Tajo, donde aguas teñidas

(Pasa a la pág. 5.°)