lezama lima cuentos completos

106
7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 1/106 Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM 3

Upload: perla-altschuler

Post on 14-Apr-2018

258 views

Category:

Documents


3 download

TRANSCRIPT

Page 1: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 1/106

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM3

Page 2: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 2/106

 Tomada de la edición: Editorial Letras Cubanas, 1987

Edición: Miriam MartínezDiseño interior y de cubierta: Berardo Rodríguez CadalsoCorrección: Delia M. SolaComposición computarizada: Evelio Almeida Perdomo

© Todos los derechos reservados

© Sobre la presente edición:Editorial Letras Cubanas, 1999

ISBN 959-10-0495-8

Instituto Cubano del LibroEditorial Letras CubanasPalacio del Segundo CaboO’Reilly 4, esquina a TacónLa Habana, Cuba

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM4

Page 3: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 3/106

5

NOTA EDITORIAL

La obra poética, narrativa y ensayística de José LezamaLima (1910-1976), bien conocida entre nosotros, fuedescubierta fuera de Cuba —tardíamente— por edi-tores y críticos gracias a la irrupción de una novelaque forzaba los límites del género, se reía de gramáti-cas y de preceptivas, e imponía al fin su verbo inago-table y su mundo poderoso: Paradiso (1966).

 Julio Cortázar, que puso de relieve con tantapasión e inteligencia la importancia literaria deParadisoante lectores miopes, se hubiera visto enun aprieto, sin embargo, en el trance de defenderlos cuentos de Lezama. El escritor argentino supodemostrar que Paradiso, aunque traspasaba lasfronteras de lo novelesco para ser también un «tra-tado hermético» y una «poética», terminaba re-afirmándose como una gran novela.

Respecto a los cuentos, no se trata simplementede diferencias de calidad entreParadisoy sus her-

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM5

Page 4: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 4/106

6

manos menores. En primer lugar, el osado expe-rimentador de Rayuela y de algunos libros multi-formes, mixtos, inclasificables, cuando tropeza-ba con el cuento propiamentedicho, se hacía cau-teloso y se apegaba a ciertas estructuras «clásicas».Usando una metáfora boxística, recordaba que lanovela puede ganar por puntos; pero el cuentotiene que noquear, y las claves del éxito las situa-

ba en lo que llamó la intensidado la tensión. Ensegundo lugar, los cinco textos que Lezama con-sideró cuentos —incluidos en el presente volu-men— dinamitan las propuestas de Cortázar, eldecálogo de Quiroga, y cuanto modelo pudieraextraerse desde Poe hasta Hemingway, pasandopor Chejov y Maupassant.

El propio Lezama, refiriéndose en una carta a lapetición de un editor deseoso de publicar sus cuen-tos, sólo recuerda «Fugados», «Juego de las decapi-taciones» y «El patio morado», mostrando una sig-nificativa despreocupación por el destino de su na-rrativa corta. Súmese —para complicar las cosas—que anteriormente había autorizado la inclusión deun poema en prosa deLa fijezaen una antología delcuento fantástico.

La presente edición recoge «Fugados», «El pa-tio morado», «Para un final presto», «Juego de lasdecapitaciones» y «Cangrejos, golondrinas». Se ex-cluyen los textos que Lezama clasificó de otro modo

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM6

Page 5: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 5/106

7

por el propio hecho de colocarlos en sus libros depoesía o ensayo: los casos, por ejemplo, de «No-che dichosa», «Invocación para desorejarse» y«Cuento de un tonel», entre otras prosas deLa fije-za, o páginas tan curiosas como «La mayor fine-za» de Tratados en La Habana.

Los cuentos recogidos en este libro muestran unacausalidad diferente, donde la vivencia oblicua hace

de las suyas, donde en cada párrafo —en cada lí-nea— nos aguarda una sorpresa. Lezama, como elmago Wang Lung, protagonista de «El juego de lasdecapitaciones», prefirió una vez más que los nú-meros de su repertorio juguetearan con lo imposi-ble.

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM7

Page 6: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 6/106

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM8

Page 7: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 7/106

FUGADOS

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM9

Page 8: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 8/106

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM10

Page 9: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 9/106

11

No era un aire desligado, no se nadaba en el aire.Nos olvidábamos del límite de su color, hasta pare-cer arena indivisible que la respiración trabajosa-mente dejaba pasar. Llovía, llovía más, y entre llu-via y lluvia lograba imponerse un aire mojado, queaislaba, que hacía que nos enredásemos en las co-lumnas, o que mirásemos a los hombres iguales quepasaban a nuestro lado durante muchos días y enmuchos cuerpos distintos. Hubo una pausa que fueaprovechada por Luis Keeler, para dirigirse a la es-cuela apresurando el paso, no obstante se detuvopara contemplar cómo el agua lentísima recorrien-do las letras de un escudo que anunciaba una joye-ría había recurvado hacia la última letra, parecien-do que allí se estancaba, adquiría después una tona-lidad verde cansado, se replegaba, giraba asustada,sin querer bordear el contorno del escudo, dondetendría que esperar que la brisa se dirigiese —podía

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM11

Page 10: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 10/106

12

también coger otro rumbo— directamente al escu-do, cuyas letras desmemoriadas surgían ya con es-fuerzo, ante la nivelación impuesta por la brisa ypor las lluvias, y por último la gota después de reco-rrer las murallas y los desiertos desdibujados delescudo saltaba desapareciendo.

Armando Sotomayor había aprovechado tambiénla pausa colocada entre las lluvias, para dirigirse al

colegio, que ofrecía un aspecto deslustrado, como sila voz de los profesores hubiera ido formando unacostra húmeda que separaba la pared de las miradas.El recuerdo de la lluvia y del agua enfermiza quesaltaba de las casas al suelo azafranado, donde se ibaborrando, como si la suela de los zapatos limpiaselas caras inverosímiles grabadas sobre el asfalto blan-duzco. Era como si una idea se dirigiese recta a adi-vinar el objeto enfrentado, y al encontrar las pare-des, verde, amarillo-escamoso, del colegio, saltase almar para borrarse a sí misma.

Luis y Armando se miraron. Armando obser-vó que al mismo tiempo que ya empezaba a sentirla humedad del agua evaporándose de su chaquetaazul oscuro, con rayas blancas, desde lejos grises,vio como también asomaban con nuevos coloresque se secaban lentamente, como después de pen-sarlo mucho, dejando en las paredes mareadas, patasde moscas, caras viejas, casi resquebrajadas. Arman-do ya no miraba las paredes húmedas, mareadas,

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM12

Page 11: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 11/106

13

como si la lluvia se hubiese entretenido en exten-der sobre las paredes piel estirada de gamo, sopla-do estrellas, trazando una esfumada cartografía si-deral. Los ojos de Armando giraron lentamente,los dejó caer sobre Luis que llegaba. Sin saludarlole dijo: No entremos, en el malecón las olas estánfuriosas, quiero verlas.

Luis, más joven, alegre por la primera palabra

de Armando, lo saludó primero con alegría di-simulada, después rápidamente respondió: Va-mos.

La humedad persistía, se notaba más que en loszapatos húmedos, en el sudor de la cara de Luis.La última gota se demoraba en el escudo de la jo-yería, hasta que al fin caía tan rápidamente que laabsorción de la tierra daba un grito. Luis parecíafijarse en el peligro de la próxima lluvia, en la dis-culpa que daría en su casa si sus padres descubríanel improvisado paseo. Aunque cualquier preguntade Armando fuese demasiado brusca, no se fijabaen la cara de él, como quien goza la presencia deun espejo empañado o se imagina muy espesa laatmósfera lunar o demora la papilla de puré en lalengua. La emoción de escaparse del colegio teníademasiada importancia para dirigir su mirada a lacara de Armando, aunque es casi seguro que la fi- jase en sus ojos. Sin embargo, cada palabra de ésteera una mirada, hasta casi pensaríamos que habla-

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM13

Page 12: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 12/106

14

ba para encontrar en los ojos de Luis la colmaciónde sus palabras, más que necesaria respuesta.

No deberíamos, pensaba, nada más que ir alcolegio por la mañana, todo lo demás sobra. Escierto que las mañanas casi siempre son húmedas,que ablandan las cosas, que inutilizan las palabras.Cuando veo venir a mi tía, oleaginosa blancura yhumedad de la mañana, con los ojos pinchados,

con la ropa bruscamente lanzada contra el cuerpoinmóvil, me parece que la veo llegar montando enuna vaca y descendiendo muy lentamente —comosi quitásemos paños sudorosos de una estatua deyeso— del globo de la mañana. La contemplacióndel café con leche mañanero produce una volup-tuosidad dividida, que se convierte en poca cosacuando los garzones van penetrando en las acade-mias. Un sabor espeso va penetrando por cada unode los poros que se resisten, una paloma muere alchocar con la columna de humo de un cigarro, lasaguas algosas van alzando el cadáver de un mari-nero ciego que deja caer pesadamente las manos,ostentando en las narices tatuadas el esfuerzo porquerer sobrevivir en aquellas aguas espesadas porlas salivas y por los papeles mojados.

Habían llegado ya al lugar esperado, las olasentraban por la mirada, luego se producía una deses-perada oquedad ocupada rápidamente por las nu-bes. El paisaje estrenaba una apariencia distinta

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM14

Page 13: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 13/106

15

frente al estilo o la manera distinta de las miradas.Las olas saltaban aceradas alrededor de un puñoque les prestaba un esqueleto férreo y algoso. Seformaba el público que sobra siempre en las ciuda-des para bostezar en los incendios, para encenderun quinqué en las inundaciones. Luis y Armandohabían llegado frente a las olas un tantodesmemoriados, aquello parecía no ser su finali-

dad. Momentáneamente había servido, pero lesgolpeaba un secreto más escurridizo. Las huidasdel colegio son el grito interior de una crisis, dealgo que abandonamos, de una piel que ya no nosdisculpa. Habían perdido una tarde de colegio,ahora dejaban caer las manos, ladeaban un poco lacabeza, todos corrían y Luis se dejaba mojar loszapatos sin levantar la mirada de la próxima ola.Comprendía que el día era gris, que se habían fu-gado de la escuela, que Armando estaba a su ladoocupando un espacio maravilloso, doblemente ce-rrado, espacio rítmico, pues de vez en cuando sellevaba la mano a los cabellos como para obligar-los a mantener una postura irreal, movediza. Loscabellos le desobedecían, huían, como si aquél nofuese el sitio indicado para su sueño, rehusando eldominio de la mano que no reconocían como suya.Luis adivinaba que unas cuantas gotas eran pocacosa para sus zapatos. No había oído los gritos, losmenudos papeles blanquísimos que al huir le tira-

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM15

Page 14: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 14/106

16

ban a la ola, que cortés volvía después a olvidar ya recogerlos. La curvatura de las olas, la groseraasimilación de la ola por otra ola producía una ondade vapores exenta de recuerdos. Como si las nubesse fuesen extendiendo entre ellos y convirtiesen alos niños fugados en unos archipiélagos húmedos.Un barco los golpea suavemente y se ve lentamen-te rechazado por las manecillas de un reloj. Cam-

biaron de rumbo, la finalidad que los había unidose perdía invisiblemente. Se iban a mantener mástensas y secretas las palabras que los enlazaban. Losdos se fueron replegando, ignorándose. Se aleja-ban de las olas creyendo que cansadas de estilizarel litoral se perderían en una aventura más com-prometedora. Más que ver las olas las habían adi-vinado entrando en la atmósfera acuosa que des-alojaban, les llegaba un ruido lejano, una ola em-pujaba a la otra, impulsando curvados sonidos quese adelgazaban para penetrar en la bahía algodonosade los oídos. Ya habían decidido pasear. La incita-ción primera se había convertido en el tedio lleva-dero del tener que pasear. Armando se fijaba enuno de los dos botones que se apartaban de la co-loración azul con rayas blancas del traje de Luis,invariablemente uno le parecía distinto, despuésempezaba el nuevo agrado descubriendo que losdos eran iguales. Ya no esperaba la próxima ola,sino la cambiante atracción de los botones azulosos,

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM16

Page 15: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 15/106

17

iguales, desiguales, aparecían, se sumergían. La olaque se tendía, después la fijeza de uno de los boto-nes, el otro era tan improbable. La mirada hume-decida alargaba peces asfaltados. Era como si unagrulla, ave blanda, fuese absorbida por el asfaltoexigente que podía lucir así su nueva marca de gru-lla asfaltada. Todo tan diluido que no se diría lagrulla escudo sobre el asfalto, como aquel que de-

moraba la última gota en el anuncio de la joyería.Luis se estremeció, como si hubiese chocado conuna nube o como si se hubiese despertado. Se oyóuna voz más espesa, menos infiltrada de humedad.Se sintió aterrorizado como cuando nos enteramosque el escaro, pescado exquisito, sólo tiene los in-testinos comestibles. Luis sentía la humedad invi-sible en su paseo con Armando. Ningún puntofijo podía obligarlo, cualquier línea clareadora eratan alargada que moría en el agua electrizada. Ver-de de luna palustre, adivinando verdor de juncosenlunados. Había surgido Carlos —la obligacióncon el nombre, la esclavitud a la línea y al pun-to—, mayor que Armando, diciéndole imperiosa-mente, era esa la palabra que Luis no decía, peroque sentía, pero que oía desgarrándole: ¿No ha-bíamos quedado en ir al cine? Todavía podemosir. Armando, secamente, sin mirar a Luis, que hatomado una figura insignificante, le dice: Adiós,me voy. Secamente, sin la mirada decisiva, sin in-

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM17

Page 16: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 16/106

18

tentar por última vez discriminar el colorido delos botones de su chaqueta azul con rayas blancas.Nuevos pájaros nevados dejan caer sus picos sobrelas mandolinas que silabean numeradas elegías. Elsueño se va espesando en el recuerdo de aquellaúltima ola que definitivamente se marmolizó. Laola es el monstruo que busca el tazón de alabastrocuando dos manos viajeras deciden desembarcar a

la misma hora.Siguió con la mirada la curva de los paredones,

que parecían inútiles, pues las olas desmemoriadasse detenían en un punto prefijado, trazado en elvértice de la ola y de la gaviota. Vio también cómosu brazo giraba, se perdía, hasta que adormecidolentamente se iba curvando, obligado por el girarde las gaviotas que trazaban círculos invisibles, notan invisibles, pues al querer extender el brazo sen-tía las picadas de los peces-arañas, y al alzar losojos veía a la gaviota esconderse en un puntogeométrico, o entrar como flecha albina en un granglobo de cristal soplado. Ya no podía aislar el re-cuerdo de los peces-arañas, ni el brazo lentamentecurvado de la mansa compasión de las gaviotas.No podía aislar en su cajita de níquel cromo losfósforos de las agujas. Ni el libro de las preguntasde las respuestas madreselvas, de los grupos de co-rales, de las más podridas anémonas. Las nubes seabrían rápidamente mostrando el castillo que se

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM18

Page 17: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 17/106

19

desangraba. Las nubes destetadas hacían un pocomás rosado el nácar de aquella agonía. Siguiendolas vueltas de las gaviotas aparecían una docena deadolescentes ocultando en las arenas sus flautascremosas, dejando en recuerdo sus orejas enterra-das. En el centro de la pecera se ven flotar, dimi-nutos, otra docena de guerreros romanos.

Se sentó en el muro, el agua ya no rebotaba en

las piedras. Se dirigía a los oídos con pasos secre-tos, rebotando contra el castillo, sin timbre o le-brel que partiesen aquella humedad, que avivasenla oportunidad de aquel secreto oleaje. Vio comola uniformidad marina se abría en un remolinosomnoliento, vislumbró un alga verde cansado, grisperla, adivinanza congelada, secreto que fluye. Lle-gaba una olita, fabricada por los juncos tejidos,guiada tan sólo por el ruido que forman los pecesal virarse para pellizcarse el cuello; parecía queavisada el alga, ya empezaba a oír su nombre in-distinto, iba a incrustarse en la piedra. Insatisfechomomento y el alga diferenciada, un tanto marea-da, volvía a ocupar el mismo sitio. Luis Keeler sin-tió la fijeza del alga, sintió también su carrera invi-sible hacia el paredón musgoso. Quedando así elalga, como una corona que desciende hasta la raízdel castillo que se desangra sobre el río. El algaclamaba por la monarquía del sueño intermina-ble. Entre los pasos de la codorniz y la raíz del

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM19

Page 18: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 18/106

20

castillo, la fotografía tomada a la sombra del hú-medo ruido y a la ligereza, podía garantizar el sur-gimiento de las algas diferenciadas.

Cuando el alga rebotó por última vez contra lapiedra ablandada, Luis Keeler se fue hundiendoen el sueño. Un sueño blando, rodeado de algas,algodones, de manos que tocan blandamente unsaco de arena y de puntillas. Cartas persas, las co-

dornices de servicios domésticos, las peceras vol-cadas después del crimen. En su afán de buscar laúltima palabra y el nivel del sueño la codorniz ti-raba desesperadamente de los labios. En el paraísoel agua corría de nuevo y se fabrica el cielo. Lalínea del paredón se alargaba, y él fue también es-tirando, adelgazando. Sintió que el pensamientose le escapaba como había sentido los pasos de lacodorniz, para ocupar el centro de aquella alganombrada, diferente, que podía ostentar su orgu-llo y sus voluntarios paseos. El tacto insatisfechoya no podía prolongarse en la mirada o en aquelúltimo fragmento de sus labios. Espeso sueño comode quien pudiese hablar con la boca llena de agua.Absolutista alga que separaba el cristal de la diva-gación de los recuerdos y de las nubes.

 Traspasó una línea marinera, que había sido tra-zada por los juncos antes de convertirse en pájaro-moscas. La última se extendió por el cuerpo deLuis Keeler, quedando también adormecida en la

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM20

Page 19: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 19/106

21

arborescencia de sus nervios. Uno de sus ojos, tras-pasando el globo de porcelana, que había sido traí-do junto con el taladro de los granates, se fijó en lapunta del dedo de un bandolero agilísimo. Triun-fó, una ruedecilla recorría la distancia que separa-ba la mirada del objeto ceniciento.

Después el otro ojo se fijó en la condecoracióndejada por el carapacho de las aguas quemantes, de

las lavas y de los punzones. Puesto ya de pie, todaslas algas huidas y borrado el límite de los paredo-nes, la noche le empapaba las entrañas, creciendocomo un árbol que sacude la tinta de sus ramas.Hubiera sido decoroso dar un grito, pero en aquelmomento se vaciaba la jaula de los cines y de lavida clamante de las algas había surgido un abso-luto sistema de iluminación. Dar un grito le hu-biera costado partirse un pie o adivinar los últi-mos cabeceos de las algas o como circula la sangreen los granates.

Publicado por primera vez en Grafos,noviembre, 1936.

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM21

Page 20: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 20/106

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM22

Page 21: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 21/106

EL PATIO MORADO

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM23

Page 22: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 22/106

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM24

Page 23: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 23/106

25

E l paño morado de una prolongada tristeza col-gaba de los largos patios, de las cámaras abullonadasque formaban el palacio del obispado. En el centroel gran patio cuadrado parecía inundado de amisto-sas sombras desde la muerte de Monseñor. Los pa-sos fríos de los sacerdotes, que parecían contadospor una eternidad que se divierte, lo atravesabancomo el eco baritonal de un sermón fúnebre. Siem-pre había sido un palacio melancólico, no como sontodos los palacios, sino con la melancolía que nosinvade más que nos posee cuando contemplamosun surtidor de escarcha. Ahora era algo más que unpalacio melancólico, una tristeza fuerte e invasorapesaba no como una sombra, sino como el crepús-culo que va quemando sus diminutos címbalos, susúltimas llamas ante la invasión de la lluvia tenaz.

El patio en el centro del palacio, y en el patio,esquinado, el loro. La humedad era imborrable: el

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM25

Page 24: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 24/106

26

que por allí pasaba después recordaba aquella frial-dad en el calambre que ocupaba la punta de undedo o que rociaba un buen fragmento de su espal-da. Las paredes de aquel patio parecían intentarasimilar cada una de las lagartijas que manchabansu epidermis; gigantescos sumandos de colas de la-gartijas habían depositado un blando tegumentoparecido al sudor del caballo. Todo lo contrario

sucedía en las plumas del loro: la humedad picadaen uno de sus puntos por la tangente del rayo deluz producía un vicioso deslumbramiento.

La capa blanducha depositada en las paredes ten-dría el mismo espesor que lentas pisadas, en oca-siones rapidísimas, había ido depositando sobre elsuelo. Estas pisadas tenían tanta relación con la apa-rición de ciertos pensamientos, como el desenvol-vimiento de la figura en el tiempo. Si es un pasolento, fraguado laboriosamente, un pensamientoespeso, impenetrable, le va dictando casi en ondasmarmóreas su continuidad inalterable. Cuando elpaso se hace más ligero, el pensamiento se detiene,busca apoyarse en los objetos. En ocasiones no lo-gra apoyarse, sólo roza al pasar, o los roza tan sólocon la mirada. Las cosas decisivas y concretas —la jarra con heliotropos o el pájaro que conduce algirasol en su pico rosado—, tendrían que ser barri-das con el tacto. ¿Una mirada es insuficiente paracongelarlos en su carrera? No es la mirada entera-

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM26

Page 25: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 25/106

27

mente lineal la que los detiene, logrando sólo pro-ducir una invisible malla que como el tufo del plo-mo detiene la oxidación de la sangre. El paso po-día ser raudo, o casi inmóvil, pero las baldosas secontentaban con crujir como el misal que aun apre-tado levemente suena como la seda cuando el cu-chillo la pulimenta sin rasgarla.

—«Las alondras del obispo»— exclamaban los

muchachos cuando penetraban furtivamente en elpatio. Después muy cerca formaban una turbadoraconversación. De pronto, se apartaba lentamenteuno de los muchachos como si sintiera que lo lla-maban del patio del obispado. Era algún encargo:traería agua con limón, o iría un poco más lejos acomprar hilo morado. Dos o tres de esos ociososdonceles muy raras veces prorrumpían en el patio,pero el eco diciéndonos que esa visita no era de-seada, se decidía a imponerles la separación. Enrealidad el patio estaba ocupado por tres misteriosde indudable atracción: el eco, peligrosa divinidad,el loro y una jaula conteniendo las alondras delObispo, situada frente a las babilónicas llamas quelanzaba el plumaje del loro. En la tarde, un hom-bre abundante de las células estrelladas que formanel tejido adiposo, con su voz como la de barítonocastrado, abría la portezuela de la jaula. Alguna delas alondras, a las que los años de prisión habíancasi cegado, permanecían inalterables, pero las más

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM27

Page 26: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 26/106

28

 jóvenes buscaban codiciosas la luz. La más recien-te de las alondras se apartaba de las que no desea-ban salir de la jaula y del grupo más numeroso delas que se reunían para la hora de paseo que lesconcedía aquel hombre gordo, rojizo, reiterado, queera como la caricatura que las sombras producíanal apoyar sus pantuflas en los palios y en las corti-nas moradas. La alondra marcada con un pequeño

lazo amarillo para distinguirla de las demás, salta-ba para posarse en los palos cruzados donde seapacentaba el loro. Era una fiesta veneciana, unpaisaje de arrozales en Ceylán, el momento en queel sol se subdividía en tal forma que parecía comosi los dos animales, uno al lado del otro, rodeadospor un halo de agua tornasol, soltasen diminutasfuentes, donde la maravilla no fuese el líquido cho-rro ascensional, sino la ascensión de los peces ocul-tos en el mismo chorro.

Otras veces el peligro era inverso. El loro se in-troducía momentáneamente en el centro de la jau-la de las alondras. Entonces todo el color se ibareconcentrando en un punto que aumentaba hastareventar. A su alrededor cada alondra parecía na-dar en su canto, prescindiendo de aquel bulto detan mal gusto que el loro colocaba; colocándoseen el centro de todas las alondras.

Esto hacía que el que entraba con precipitaciónen el patio del obispado, dudase, sobre todo cuan-

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM28

Page 27: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 27/106

29

do el sol se entretenía en sus cegadores manotazos,de la verdadera situación del loro y de la verídicaextensión del canto de las alondras.

Un día de atmósfera tibia el loro se mecía tran-quilamente, cuando un grupo de muchachos pe-netró en el patio. El portero observaba con susojos de refracción acuosa. Era el intermediarioentre la inmovilidad del palacio y las cosas que

pasaban en la esquina o en el café de la otra esqui-na; primero que nadie sabía cuándo había habidouna reyerta en el café «El triunfo de Babilonia», ocuándo la policía, esto lo comentaba muy secreta-mente, se había llevado a dos muchachos que élconocía desde pequeños, por consumidores de dro-gas. No era que fuera un hombre de aventuras, susmaneras lentas y circulares le impedían los largospaseos. Conocía su barrio como Champollion unpapiro egipcio. Y en él se revelaba todos los díasun maestro silencioso que podría desenvolversegracias a que nadie sabía donde estaba escondidoese enemigo delicioso. Inmóvil gustaba de contem-plar cómo los más pequeños muchachos del ba-rrio no se decidían a prolongar sus juegos, dejan-do en la misma mañana más sobrantes para laspalabras transparentes, o las más rápidas compren-siones.

Aquel día los muchachos jugaban con un pe-queño anillo de hierro donde habían engastado un

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM29

Page 28: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 28/106

30

pedazo de vidrio morado que la tarde anterior ha-bía saltado de una ventana, cuando ésta había reci-bido la visita intempestiva de una pelota en cuyointerior sonreía una tripita de pato. Ya el porteroestaba acostumbrado a verlos entrar en el patio, alprincipio muy despaciosos, como si siguiesen conel oído los pasos de una codorniz atravesada en sugarganta por la tangente del rayo de sol, viéndose

al fondo las tubas del órgano del obispado. A esahora la luz luchando con la humedad lograba unamatización violeta, morado marino, sumando porpartes desiguales una figuración plástica que le pro-vocaría un sueño glorioso a un primitivo. Aunqueel portero permaneció inmóvil, permanecer inmó-vil era su ocupación predilecta —gimnasia difícil ala que únicamente había llegado después de habervigilado durante más de veinte años el patio delobispado. Se había dado cuenta de que algo raro sehinchaba ante sus ojos, por lo menos su cara refle- jó la extraña sensación que se apoderaría de ella eldía en que leído el testamento del Obispo otorgán-dole un chapín, o aquellas flores de oro, que élsabía que no eran de oro, pero que colocadas en lasparedes de su alcoba vinieron a ser como la pelusillasuave de una mano que nunca le había envuelto enlas pesadillas ni en la más comúnicas venturas.

Le poseía la agradable visión de que los mucha-chos no penetraban en el patio más allá de aquel

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM30

Page 29: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 29/106

31

punto invisible pero nunca cambiable en el que depronto retrocedían y partían hacia la calle. Para suvida serenísima un pellizco adquiría la dimensiónde un globo de fuego y una jarra que oscilara ycayera como un volcán que le hacía pensar conespanto sagrado lo que se derivaría si él hubiesetenido familia en esa no precisada ciudad italiana.Pero no sólo prosiguieron su marcha, sino que a

partir de aquellas columnas de Hércules de su pru-dencia, su marcha adquirió una finalidad determi-nada por días de anteriores meditaciones.

Dos infantes se destacaron del grupo. Dis-pensadme esta descripción rápida e imprecisa. Unode ellos existía tan sólo por sus ojos que parecíanfijarse constantemente en el vértice de su ángulode visión, pero aunque su haz de rayos visuales—cuya esperada coincidencia le comunica una es-pléndida alegría al trabajo de los ópticos—, con-vergía en el punto apetecido a semejanza de todoslos humanos, los haces en este caso especial esta-ban tan tensos que sufrían la influencia de la osci-lación impuesta por la marcha. De tal manera quecomo sus pasos eran incesantes y violentas las ne-cesidades de la carrera, sus miradas parecían decontinuo agitadas y refractadas. Cosa para ser vis-ta pero difícil de comunicar, muy semejante a lostemblores que una pequeña caja de cristal, llena dealfileres y agujas, aun situada en la última pieza de

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM31

Page 30: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 30/106

32

la casa, siente cuando pasa el tranvía. El otro mu-chacho existía por su voz, de igual calidad que laperfección de sus años, un tanto burlona con laindecisión, con la falta de continuidad de la voz delos adolescentes. Voz que no parecía producida porlas entrañas, sino por los extraños oficios de la flui-dez de un río breve y domesticado aunque se sabede ajena y misteriosa pertenencia. El portero con-

tinuaba inmutable con la misma pesadez de la nubeque mezcla a dosis iguales el barro y el esmalteblanco. Al principio los muchachos lo miraron dereojo, ahora lo colocaban en la categoría de la ver- ja pintada de blanco para los bautizos, o de losescaparates toscos donde se guardaban las casullasde los días de ceremonia mayor, una de ellas, deseda blanca combinada en tal forma con hilos pla-teados que producía al ser contemplada una sensa-ción cremosa, enviada por León XIII. Los dos mu-chachos ya no miraban hacia atrás, empezaba unalabor donde la punta de los dedos estaba impulsa-da por la rapidez de las miradas. Junto con el ani-llo de hierro enarbolaban una finísima tira de lino.Rápidos los dedos apresaban las paticas del loroque estaba en su trono de mediodía —las dos ma-deras cruzadas eran suficientes para construirle unalbergue señorial—, ostentando una siesta impe-netrable, único momento en el que no miraba la jaula de las alondras, para poner allí después de

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM32

Page 31: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 31/106

33

todo un poco de necesaria confusión. Mientras unode los muchachos procuraba estirar la fina pata deloro, el otro lograba hacer un lazo con la tira delino de donde pendía el anillo de hierro. Mirabanal portero no para ser impedidos, sino para com-prender qué haría después que ellos se hubieranretirado. Permanecía el portero inmóvil, sin asen-tir ni reaccionar. No se sonreía, pero tampoco se

levantaría para sujetar entre sus manos aquella bru-ñida pata de loro y deshacer con una grasosa deci-sión, toda la labor breve pero conducida por unagraciosa indecisión. Unos golpes leves, una manoque convierte en escala las paticas apresadas, cae elanillo de hierro y la tira de lino lo retiene. Signifi-caba ese pequeño lazo en la vida del loro una pers-pectiva ilimitada. La tira de lino del loro se habíaenroscado en el palo que lo sostenía, adquiriendouna nueva feria de diversión. Daba un pequeñosalto aventurero, y caía en tal forma que el anillode hierro se le introducía en una de las patas, mien-tras que con un golpe de ala lograba asirse total-mente de la tira. Era un movimiento violento, nolo podría prolongar mucho tiempo, pero se podíaobservar que tenía el loro un regusto en aventurarse,en acometer aquella pequeña travesura. Con esepequeño riesgo borraba la monotonía de las tar-des, pues el sol en constante refracción sobre lasplumas del loro, provocaba breves incendios de

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM33

Page 32: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 32/106

34

coloreada plenitud, que le impedían quedarse ador-mecido, sin que instantáneamente viese cómo pre-cisos alfileres venían a revolar primero —cartogra-fía impresionista—, y a clavarse después—estructurada saeta del Chirico—, con la preci-sión de un corolario en una tumba de hielo, másque en la carne, en aquel delicioso abultamientoque rodeaba el globo óptico del loro. Se encogía

con movimientos tardos que sólo el calor tornabadisculpable, caía sobre la pequeña tira de lino, dela misma manera que un anciano cuya adolescen-cia transcurre entre elegante competencia de nata-ción y que ya en la hora de su muerte al apoyarseen la eternidad, le naciera una vejiga natatoria quefavorecía su entrada en un mundo desconocidopero suavizado por el recuerdo de sus gestas mari-nas, de tal modo que su alma no sentía la violenciade la despedida de su cuerpo, si no siguiese apo-yándose en un punto intermedio de líquido equi-librio y buscando un punto final de reposo en lamisma y última dirección de la ola.

Uno de sus atrevimientos más vistosos, mostra-do casi siempre antes de irse volando a la jaula delas alondras, consistía en dejar repentinamente eltosco trapecio en que se apoyaba, buscando alcan-zar el anillo que colgaba de la tira de lino. Cuandolo realizaba lo apretaba entre sus dedos y prorrum-pía en un grito mate. A causa de la sacudida ner-

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM34

Page 33: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 33/106

35

viosa perdía aislados grupos de plumas, pero lucíacon obstinación furiosa el anillo apretado, y des-pués desentumecía, lo soltaba como si sus dedosse hubiesen rodeado de un fango blanco, y esboza-ba, desinflando sus plumas un gesto de entonadasatisfacción. Otras, las menos, no lograba que alcerrar los ojos y saltar sus dedos apresaran el ani-llo, cayendo al suelo, marchándose cubriendo la

silenciosa ebullición de sus plumas deescoriaciones, de adherencias arcillosas, como side pronto desapareciese en una civilización anti-gua el culto al sol porque unos guerreros enanos yzambos, distrajesen sus noches fabricando unosídolos con el fango sagrado de un río ancestral.Pero manchadas sus plumas, sonando como la pa-labra de un reloj su risa espesa de delantal con vian-das groseras, tendría que salvarse en el collarín decarne fatigada que rodeaba su ojo, ya que alrefractarse con la tangente del rayo de sol, avivabael carbunclo de sus plumas, logrando el rebrillonecesario para producir la visión. Su ojo de carnedesgastada y venerable, el alba de sus plumas queaún guardaba adheridas gotas de fango, hasta elmomento en que las patas se crispaban, eran sulujo principal. Y de pronto el genio solar pulveri-zando, destruyendo momentáneamente aquella avesin gracia, transfigurándola, quedando tan sólodespués de ese deslumbramiento su nariz que cae

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM35

Page 34: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 34/106

36

y sus dedos crispados que han fracasado de nuevo,que no han encontrado en el abismo el anillo deasidero.

El mismo sol al lanzarse sobre unos rastrojos quecrecen en las paredes del patio, produce un círculodonde predominan paradojalmente los colores dela humedad, acentuando los islotes violetas, peque-ños pinares y florecillas de alambre pascual.

Así continuaba aquel juego y así también todoslos días visitaba el café de la esquina, a una horaespecial alejada de las vulgares del desayuno o dela merienda. El hombre que sin ser leproso se ta-paba la cara con un periódico; el que realizaba elmilagro extraordinario, pero cotidiano y humildede ingerir el líquido posando sus labios sobre uncristal; el que intentaba leer el periódico por enci-ma del hombro de su vecino, sacudiendoindolentemente la ceniza de su cigarro sobre unaconsumida taza de café; el que cuenta mentalmen-te los pasos de un balcón cerrado y pregunta lahora con sílabas largas. Todos juntos en una horaespecial convirtiendo el vulgar café de la esquinaen el barco fantasma o en el trirreme, que con laproa incendiada, hace más de cien años que conti-núa su travesía.

Atravesaba el patio, la rapidez con que lo hacíaborraba la sensación de deslizarse, lo que recupe-raba por el silencio con que ganaba la gran puer-

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM36

Page 35: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 35/106

37

ta, aumentándola después cuando ya en la calleno entornaba los ojos ante la soberbia de la luz.Seguía su deslizamiento ante la tediosa linealidadde la calle que se insinuaba frente a él, pero nosentía ningún afán de apoderamiento, de justifi-cación. Llegaba hasta el café. Los extraños y di-vertidos personajes que allí se encontraban no semovían ni estaban ansiosos de integrar nuevas

combinaciones. Helados, muertos dentro de untémpano, podían parecer vikingos, bretones, nor-mandos, que seguían los rasgos en la nieve de unaexpedición perdida. El hastío formaba la nieblaespesa y metálica y la ceniza que se fracturaba delcigarro igual podía ser una orden de muerte, queuna manera brusca de abandonar aquella piedradel hastío, en un lago de fango blanco. Entraba elportero en aquella inmóvil fauna, cambiaba unaspalabras rápidas con el hombre que servía y pe-netraba de nuevo en el patio. En ese momento elloro lucía sus ojos blandamente cerrados y dosniños de túnica bermeja penetraban en el patiopara ver furtivamente el lenguaje de las maneci-llas del reloj. Extraño personaje que también ocu-paba aquel patio, pero con una solemnidad tansuperficial que nos gana la mención, pero no lamención honorífica que reservamos íntegra parael loro y para el portero, frenético amante de lossecretos inútiles.

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM37

Page 36: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 36/106

38

A veces en sus pasos demasiado ligeros se esbo-zaba la sombra de una expiación. Sus vesperalesexcursiones al café estaban unidas a un deslumbra-miento: a una hora fija esperaba un blando come-ta amable. Un suave crujir de sedas y moradosrebrillos y por la escalera lateral descendía Monse-ñor. En ocasiones el descenso era solitario, perocasi siempre algún acompañante obstinado en cu-

chichear al oído de su Eminencia le acompañaba.Al pasar por su lado, él se curvaba radicalmente.Monseñor, con una voz semiapagada, le decía:«Puedes ir.» Esas palabras lo impulsaban, no seponía en marcha hacia el café con el pasomascullado de las otras ocasiones cuando esa pala-bra no caía en sus oídos agrandándose como elapacible ocio de una flauta. Cuando se acercaba elatardecer, esperaba siempre esa visión. Se repetíacon continuidad esa sensación tibia y perfecta, yentonces su intranquilidad se mantenía pensandoen los días desolados y venideros cuando Monse-ñor pasaría por su lado sin decirle la frase que locolmaba. Dos o tres días en que la para él cegadoravisión olvidaba decir su frase, y el día en que la oíade nuevo le parecía que entraba en un sublimadoparaíso regalado. Pero esa visión llegaba a límitesextremos y curiosos, cuando coincidía con la en-trada del loro en la jaula de las alondras. Llegabaentonces con el «puedes ir» pegado a la oreja como

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM38

Page 37: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 37/106

39

una tapa sometida a las leyes de la ebullición, alcafé de la esquina. Esas sensaciones superpuestasal principio, y después agitadas y confundidas, leproducían la agradable atmósfera de vivir un se-creto inexistente, sin principio ni fin, rocío o gro-sera adherencia, bastante a producir en el dormi-do una locuacidad progresiva y peligrosa, hasta quelentamente vuelve a caer en su clausura de inter-

minable extensión. Ya era la tarde y el portero se dirigía de nuevo

al café de la esquina, que era, como ya dijimosanteriormente, para un portero guardador delpatio morado de un obispado como convertirseen el tripulante último del buque fantasma. «Pue-des ir, café de la esquina, tira de lino, anillo dehierro», se habían convertido en él en ásperas yzumbadoras mitologías, en carretas trasladadorasde ciudades. Aislaba siempre la magnificencia deese «puedes ir», como un filósofo que subraya elacierto de los patronímicos homéricos: «el doma-dor de potros, el de la larga nariz, el que ciñe latierra». Vio como por el extremo de la calle avan-zaba una inundación, que los infantes furtivos queentraban en el patio a ver la hora o a colocar enla pata bruñida del loro la tira de lino, se zambu-llían, saltaban, parecían ir desarrollando la inun-dación, prolongándola en fragmentos menos pe-ligrosos, o ya peinando las aguas que avanzaban,

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM39

Page 38: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 38/106

40

levantaban cortos remolinos. Abrió la boca alsentir la extraña descarga que receptaba y se des-plomó. Ágiles y silenciosos los muchachos logra-ron arrastrarlo hasta la gran puerta que protege elpatio morado. En la otra esquina otro grupo sereía lenta y suficientemente. Después por la no-che lucía en las habitaciones inferiores la ilumi-nación que era de ritual. Solamente lograron en-

contrarle una manta ya vieja, que sin haber sidonunca usada parecía haberse consumido en mu-chos otoños secretos.

Pero fue otra la suerte de la cotorra. Sus miem-bros se desperezaron, aún más crujieron algunasarticulaciones. Creía que su fuerza para el vuelosólo le duraría lo suficiente para llegar hasta la jaula de las alondras. La inundación avanzaba sinsobresaltos, ocupando el gran molde que le esta-ba señalando, con la misma tranquilidad con queun artesano vierte sin medidas previas la suficientecantidad de bronce en el molde que va adquirien-do la curvatura de un brazo o el torneado de unpie que puede ser de una Diana o de una galgarusa. Las nubes eran impulsadas por un vientoque las obligaba a tomar figuras groseras: un co-che, un establo, una barcaza de Sorolla. El vientoque al llegar al patio del obispado se arremolina-ba y parecía jugar con los manteos, convirtién-dolos en la tienda de un circo visto el único día

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM40

Page 39: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 39/106

41

del año que el elefante furioso rompe todos lospostes sostenedores, descansando después en unainconfundible calma, sin ver siquiera los destro-zos causados. Una estremecida potencia recorríaal loro otorgándole un poderoso don de vuelo.Durante tres noches la impulsión no cesaba, sincontemplar siquiera que ya sólo volaba sobre unaextensión ocupada por un cono de rocas y sobre

un mar apagado donde las olas se sucedían a lasolas como los invisibles lamentos de una natura-leza enfriada. El ave sin gracia caía en el momen-to en que la envoltura de la ola la recogía suave-mente. Todo parecía indicar que aquella sucesiónde elegantes curvaturas la depositaría en un ban-co de arena hasta el final de sus días. El cuerpo dela cotorra un tanto relajado por la violencia fre-nética de la marcha impuesta, había perdido suscoloraciones y se había declarado impotente pararefractar la esbeltez del rayo de sol. Calzaba de supata, más morada por la falta de circulación quebruñida por el cuidado del portero, la misma tirade lino que sostenía el mismo anillo de hierro.Recordaba que había sido un sostén y un iniciode juego cuando saltaba para apresar en sus dedosel anillo, cayéndose, pero mostrándolo en otrasocasiones acompañado de un grito mate, ridícu-lo y aplastado, mientras su ojo se irisaba con to-dos los cambiantes de una furia tenebrosa. Podía

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM41

Page 40: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 40/106

42

comenzar de nuevo su diversión, sólo que las ro-cas en torno vendrían a reemplazar la jaula de lasalondras. La experiencia del largo vuelo le acu-ciaba la temeridad. Sostener tan sólo entre susdedos el anillo de hierro le parecía pequeña proe-za al alcance de cualquier Walhalla. La decora-ción imponente exigía la variabilidad respetable,un hecho que a todos convenciese. Dio su salto

de siempre, con poca destreza y estirando susdedos para aprisionar el objeto en la brevedad deaquel espacio saltado, introdujo el cuello en elanillo, y como antes en apretarlo entre sus dedos,quería ahora el garbo de su cuello a través de aquellímite de hierro. Sus músculos, sus definiciones,la brevedad de su cuello tenía que lucir aquellaúltima adquisición. Pensaba que su cuello estabahecho para el anillo, dada la tendencia de sus pa-tas para crisparse. Aquella tramoya wagnerianahecha con grandes armaduras de cartón requeríael sacrificio de su cuello para atrapar el anillo caí-do. Como un rey que se inclina quedaría el anilloen su cuello. No resonó el acostumbrado gritomate después de cada una de sus proezas. La cur-va del oleaje fue modificada por la ola siguiente,conduciendo el cuerpo inservible del ave retado-ra, depositándola en el coro de las rocas. La con-tinuidad indeterminable de la espuma en aquelconfín frío e inanimado ha venido a reemplazar

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM42

Page 41: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 41/106

43

a la jaula de las alondras que antaño atolondrarael loro, manchando la callada perfección que denoche lucía el patio del obispado.

Publicado por primera vez en Espuela dePlata,febrero, 1941.

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM43

Page 42: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 42/106

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM44

Page 43: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 43/106

PARA UN FINAL PRESTO

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM45

Page 44: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 44/106

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM46

Page 45: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 45/106

47

Una muchedumbre gnoseológica se precipita-ba desembocando con un silencio lleno de agude-zas, ocupa después el centro de la plaza pública.Su actitud, de lejos, presupone gritería, y de cerca,un paso y unos ojos de encapuchados. Eran trans-parentes jóvenes estoicos, discípulos de Galópanesde Numidia, que aportaban el más decidido con-tingente al suicidio colectivo, preconizado por lasecta. Ese fervor lo había conseguido Galópanesabriendo las puertas de sus jardines a jóvenes dequince a veinte años; así logró aportar trescientostreinta y tres decididos jóvenes que se iban a preci-pitar en el suicidio colectivo al final de sus leccio-nes. La secta denominada El secuestro del tamborilpor la luna menguante, tenía visibles influenciasorientales, y por eso, muchos padres atenienses,que amaban más al eidos que al ideal de vida refi-nada, si mandaban a sus hijos a esos jardines era

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM47

Page 46: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 46/106

48

para permitirse el áureo dispendio, de que sus hi- jos, sin viajar, pudiesen hablar de exotismos.

La primera idea de fundar El secuestro del tam-boril, había surgido en Galópanes de Numidia, alobservar cómo el rey Kuk Lak, al verse en el tran-ce de ejecutar a un grupo de conspiradores, habíatenido que arrancarlos de la vida amenazadora quellevaban y lanzarlos con fuerza gomosa en la Moira

o en Tártaro, según estuviesen más apegados a lareligión que nacía o a la que moría. Al verGalópanes los crispamientos y gestos desiguales eincorrectos de los jóvenes ajusticiados decidió idearnuevos planes de enseñanza. Un jardín de amisto-sas conversaciones, donde los jóvenes fuesen cons-piradores o amigos, pero donde pudiesen irse pre-parando para entrar en la muerte, cuando se cum-pliesen los deseos del Rey. Así una de las frasesque había de seguir en la academia: un joven des-melenado, o que pasea perros o tortugas, es tanincorrecto o alucinante como el león que en la sel-va no ruge dos o tres veces al día. Con esos recur-sos los jóvenes iban conversando y preparándosepara morir, mientras el Rey afinaba mejor sus ociosy buscaba con detenimiento las mejores cabezas.

Habían acudido los trescientos treinta y tres jó-venes estoicos para cerrar el curso con el suicidiocolectivo. Existía en el centro de la plaza públicaun cuadrado de rigurosas llamas, donde los jóve-

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM48

Page 47: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 47/106

49

nes se iban lanzando como si se zambullesen enuna piscina. El fuego actuaba con silencio y el cuer-po se adelantaba silenciosamente. Esa decisión eimposibilidad de traición, ninguno de los jóvenestransparentes habían faltado, únicamente podíahaber sido alcanzada por las pandillas disemina-das de estoicos contemporáneos. Aun en el SanMauricio el Greco, lo que se muestra es patente: se

espera la muerte, no se va hacia la muerte, no seprolonga el paseo hasta la muerte. Solamente losestoicos contemporáneos podían mostrar esa cali-dad; ningún traidor, ningún joven vividor y apre-surado había corrido para indicarle al Rey que los jóvenes que él utilizaba para la guerra iban conpasos cautelosos a hacer sus propios ofrecimientoscon su propio cuerpo ante el fuego.

Las lecciones de los últimos estoicos transcurríanvisiblemente en el jardín. Sus cautelas, sus fraseslentas, los mantenía para los curiosos alejados decualquier decisión turbulenta. Muy cerca, en sóta-nos acerados, una banda de conservadores chinos,en combinación con unos falsificadores de diaman-tes de Glasgow, había fundado la sociedad secretaEl arcoiris ametrallado. En el fondo, ni eranconservadores chinos ni falsificadores de diaman-tes. Era esa la disculpa para reunirse en el sótano,ya que por la noche iban a los sitios más concurri-dos del violín, la droga y el préstamo. Querían

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM49

Page 48: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 48/106

50

apoderarse del Rey, para que el hijo del Jefe, quetenía unas narices leoninas de leproso, utilizadas,desde luego, como un atributo más de su temeri-dad, fuese instalado en el Trono, mientras el Jefedisfrutaría con su querida un estío en las arenas deLong Beach.

La policía vigilaba copiosamente a la banda dechinos y falsificadores. Pero sufrirían un error

esencial que a la postre volaría en innumerableserrores de detalles. De esos errores derivarían ungrupo escultórico, una muerte fuera de todacausalidad y la suplantación de un Rey. Era el díaescogido por los estoicos de Galópanes para ini-ciar los suicidios colectivos. El frenesí con quehabían surgido los gendarmes de la estación, lesimpedía entrar en sospechas al ver los pasos len-tos, casi pitagorizados de los estoicos. A las pri-meras descargas de la gendarmería, los estoicosque iban hacia la hoguera silenciosamente, pro-rrumpían en rasgados gritos de alborozo, de talmanera que se mezclaban para los pocos especta-dores indiferentes, los agujeros sanguinolentos quese iban abriendo en los cuadros de los estoicossuicidas y las risas con que éstos respondían. Alcontinuar las detonaciones, las carcajadas sefrenetizaron.

El capitán que dirigía el pelotón tuvo una intui-ción desmedida. La situación siguiente a la muerte

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM50

Page 49: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 49/106

51

de su tío, poseedor de un inquieto comercio decerámica de Delft, y ya antes de morir serenamen-te arruinado, con quien había vivido desde los cin-co años; al ocurrir la muerte de su tío, se obligabaa aceptar esa plaza de capitán de gendarmes, brin-dada por un cuarentón comandante de húsares aquien había conocido en un baile conmemorativodel 14 de Julio. Nuestro futuro capitán de

gendarmes había asistido al baile disfrazado decomandante de húsares, mientras el comandantede húsares asistía disfrazado de cordelero francis-cano. Éste fue el motivo de su amistad iniciada porunas sonrisas mefistofélicas, continuada por la es-pera de la plaza demandada, y terminada, comosiempre, por una apoplejía fulminante.

El comandante cuando se embriagaba abría suBagdad de lugares comunes. Uno de los que recor-daba el actual capitán de gendarmes era: queunacarga dehúsares era la antítesis del suicidio colectivodelos estoicos. Más tarde, al recibir una beca en Yale para estudiar el taladro en la cultura eritreaen relación con el culto al sol en la cultura totoneca,había aclarado esa frase que él creía sibilina al bro-tar mezclada con los eructos de una copa deborgoña seguida por la ringlera inalcanzable detragos de cerveza. Un insignificante estudiante defilosofía de Yale, que presumía que había frustra-do su vocación, pues él quería ser pastor protes-

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM51

Page 50: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 50/106

52

tante y poseer una cría de pericos cojos del Japón,le reveló en una sola lección el secreto, lo que élhabía creído en su oportunidad un dictado del co-mandante en éxtasis.

La plaza pública ofrecía diagonalmente la pre-sencia del museo y de una bodega de vinossiracusanos. El capitán decidió utilizar los servi-cios de ambos. Así, mientras lentamente iban ce-

sando las detonaciones mandaba contingentesbifurcados. Unos traían del museo ánforas ylekytosaribalisco, y otros traían borgoña espumosode la bodega. Los estoicos se iban trocando en ceji- juntos, aunque no en malhumorados. El jefe,Galópanes de Numidia, había trazado el plan don-de estaban ya de antemano copadas todas las sali-das. Días antes del vuelco definitivo de los estoi-cos suicidas en la plaza pública, había hecho traerde la bodega sus colecciones de vinos, con la dis-culpa de consultar etiquetas y precios para la festi-vidad trascendental. Los había devuelto, alegandootras preferencias y la excesiva lejanía aun del festi-val, pero regresaban los frascos portando los vene-nos más instantáneos. Los gendarmes que creíantransportar en esas ánforas líquidos sanguinososcordiales reconciliaciones con el germen y el trans-curso, se quedaban absortos al observar cómo abre-vando los estoicos entraban en la Moira. Los estoi-cos, con dosificado misterio causal provocado,

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM52

Page 51: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 51/106

53

morían al reconciliarse con la vida y el vino lesabría la puerta de la perfecta ataraxia.

El Rey vigilaba a los conspiradores que no eranconspiradores, pero desconocía a los estoicos deGalópanes. Creía, como al principio creyó el capi-tán, que la salida era la de los conspiradores falsa-rios. Desde una ventana conveniente contemplóel primer choque de los gendarmes con los estoi-

cos pero al observar posteriormente cómo condu-cían hasta los labios de los que él presuponía cons-piradores, las ánforas vinosas, creyó en la traiciónde ese pelotón, y desesperado, irregular, ocultadizo,corrió a hacer la llamada a otro cuartel donde élcreía encontrar fidelidad.

Ante esa llamada y su noticia, la tropa saliócomo el cohete sucesivo que permitiría aEndimión besar la Luna. Pero entre la llamada yla salida a escape habían sucedido cosas que sonde recordación. En ese cuartel, en la manipula-ción de los nítricos, trabajaba un pacifista deses-perado. Fundador de la sociedad La blancura co-municada, cuya finalidad era hacer por injertossucesivos, precioso trabajo de laboratorismo sui-zo, del tigre, una jirafa, y del águila, un sinsonte;asistía furtivamente a las reuniones de los estoi-cos; en sus paseos digestivos sorprendía a ratosaquellos diálogos la preparación de la muerte, ysabía la noche en que los estoicos caerían sobre la

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM53

Page 52: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 52/106

54

plaza pública. El día anterior se introdujo valero-samente en el almacén del cuartel y le quitó acada rifle tornillos de precisión, debilitando ental forma el fulminante que el plomo caía a po-cos pies del tirador, formándose tan sólo el halodetonante de una descarga temeraria.

Al llegar a la plaza la tropa del cuartel y contem-plar a los gendarmes y a los supuestos conspirado-

res, alzando el ánfora de la amistad, lanzaron de in-mediato disparos tras disparos. Los estoicos ya ibancayendo por el veneno deslizado en las ánforas, perola tropa del cuartel admiraba su puntería, la cegado-ra furia les impedía contemplar que el plomo caía,pobre de impulso, en una parábola miserable. Cuan-do creían que la muerte lanzada con exquisita geo-metría daba en el pecho de los conspiradores, el azarle comunicaba a sus certezas una vacilación disfra-zada tras lo alcanzado, tan distante siempre de loserrorespreparados por los maestros de ajedrez quesaben distribuir un fracaso parcial, o el detalle im-perfecto de algunos retratos de Goya, el perrilloWatteau que tiene una cabeza de tagalo combatien-te, hecho maliciosamente para que el conjunto ad-quiera una deslizada exquisitez.

El Rey formaba un grupo escultórico. Detrásde la ventana contemplaba la muerte refinada acti-vísima y las detonaciones bárbaras eternamenteinútiles. Cuando llegó a la plaza pública la tropa

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM54

Page 53: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 53/106

55

del cuartel, y vio sus detonaciones, corrió a llamara los otros cuarteles, anunciándole paz tendida ymuy blanca.

El grueso de sus tropas vigilaba las fronteras. El Jefe de la pandilla acariciaba sus parabrisas y vigi-laba todo posible gagueo de sus ametralladoras. Alpasar el Jefe por la estación del capitán degendarmes notó una ausencia terrible: más tarde

al no encontrar resistencia por parte de la tropadel cuartel, pensaron que todos esos guerreros equí-vocos estaban rodeando al Rey para preparar unadefensa real.

Al pasar por la plaza pensaron en el regreso delas tropas fronterizas en abierta pugna con aspi-rantes consanguíneos. Ya aquí pensaron que les se-ría fácil apoderarse del Rey, pero extremadamentepeligroso abrir las ventanas del Rey puesto, frentea esa plaza, donde no se sabía cuándo sería el últi-mo muerto, y con quién en definitiva se abrazaría.

La jornada de los conspiradores falsarios eracomo un largo brazo que va adentrándose en unoleaje. Pudieron resbalar en Palacio hasta llegarfrente a la antecámara. Aquí el Jefe y su hijo, el delas narices leoninas de leproso, se adelantaron, fi-nos, capciosos, con sus dedos como un instrumen-tal probándose en la yugular regicida.

Un año después, el Jefe, con su querida, se estiray despereza en las arenas de Long Beach. Contem-

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM55

Page 54: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 54/106

56

pla la cáscara de toronja que las aguas se llevan, yel peine desdentado, con un mechón pelirrojo, quelas aguas quieren traer hasta la arena.

Publicado por primera vez en Literatura.Revista Popular, Núm. 4, febrero, 1944.

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM56

Page 55: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 55/106

 JUEGODE LAS DECAPITACIONES

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM57

Page 56: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 56/106

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM58

Page 57: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 57/106

59

Wang Lung era mago y odiaba al Emperador;amaba en doblegada distancia a la Emperatriz. Co-diciaba una piedra de imanes siberianos, un zorroazul; acariciaba también la idea de sentarse en el Trono. Poder así, por su sangre recostada en laCostumbre, convertir sus baratijas, sus bastones ysus palomas hechizadas, en quebradizas varas denardo y nidos de palomas salvajes, liberando susejercicios de los círculos concéntricos. Recorría lasaldeas del norte disfrazado de agente del apio, tras-ponía El Amarillo, penetrando en los puertos. Enlas posadas mientras él dormía, Cenizas del moli-no frenteal río, vigilaba, jorobadita y huérfana, losbaúles. Ponía en sus baúles, en el piso superior, lasmaderas olorosas y la pólvora, madre de las floresvoladoras. En el piso secreto guardaba los candela-bros, las cintas de las patas de su paloma favorita yel Tao TeKing. Vigilaba con doble ceño cuando

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM59

Page 58: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 58/106

60

llegaban a la corte, por el gran número de cortesa-nos arruinados y por sus hijos más jóvenes quetenían extrañas amistades entre los bandidos de lascordilleras.

Había llegado a la corte, y después del primerdía de recuperarse, entró por la noche en la salaprincipal del palacio imperial. Lo esperaban elEmperador y los altos dignatarios; cuando entró

sorprendió risitas ceremoniosas. La magia no lohabía liberado de que los altos dignatarios a escon-didas, lo vieran con inferioridad. Como buen magoera ceremonioso, era lento; no obstante, al pene-trar en la sala, no pudo evitar una nieve en su me-moria, vaciló. Lo que al principio había entradopor sus ojos como una cigüeña de seda, ahora, mássaboreado, se mostraba en un dibujo de perlas quedaba varias vueltas a una casaca, en el detalle pues-to en una manga para hincharla, mejor que en unacadera para ceñirla. Desde los remotos fríos ha-bían venido señores para contemplar la magia,desprendiéndose ese sólido cuchicheo que se eva-pora de los chinos cuando están reunidos. Un pocomás alejados del cuadro espeso de los dignatariosse situaba la pareja imperial. El Emperador, inmu-table, como si contemplase una ejecución. La Em-peratriz, mutable, como si observara una maripo-sa posada en la gran espada, reposada en un ángu-lo del salón, de la época del Veedor del silencio.

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM60

Page 59: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 59/106

61

Mago de feria, de asociaciones impetuosas, tuvoel error provinciano de mostrar primero sus inno-vaciones. Su arte consistía en un gran refinamien-to de la técnica manual —pasaba una moneda portodos los dedos en el tiempo en que un ejecutanterecorre todo el teclado—, unido a la música y a lapólvora. En la mañana, en el reparto que habíahecho de su aprendizaje secular, hacía los ejerci-

cios de acoplamiento del músculo y el instante,bien para ocultar una anilla o para soplar vida sú-bita a una paloma, a dos faisanes o a un largo des-file de gansos. Por la tarde, dirigía, escrutaba suorquesta de cinco profesores de cuerda y un pífano;vigilaba el pequeño abismo rosa de uno de los com-pases para situar una aventura en la interrupción. Y por la noche, oculto en su más oscura cámara,preparaba sus efectos con la pólvora colorante, paraprovocar la gran canasta de peras multicolores quese rompe en el cielo en lluvia de manecillas, guan-tes y estrellas.

A pesar de sus innovaciones, su colección desentencias lo emparentaba con el estilo de la ma-gia de la gran época. Acostumbraba decir que lamagia consiste en pasarse una moneda por todoslos músculos en el tiempo en que el espectadortiene que hacer un gesto para demostrarnos y de-mostrarse que no es una estatua, como un cambioen la posición del brazo, extender un poco más las

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM61

Page 60: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 60/106

62

piernas, o pestañear, mover el cuello. Mientras talcosa sucede, añadía con crueldad maliciosa, el magotiene que parecer que está soplando en un pífanoinvisible. Invisible él también. En una ocasión de-sesperada en que un mandarín arruinado le espetóesta dolorosa pregunta: ¿por qué no empleas el artede la magia en darle vida a los muertos? WangLung, ceremonioso, contestó: porque puedo sacar

de las entrañas de los muertos una paloma, dosfaisanes, una larga hilera de gansos.

Después de sus innovaciones, sabía Wang Lungque aquella masiva solemnidad reunida en el pala-cio querría sus vulgaridades, y ya aprestaba su jue-go de cuchillas para decapitar a la doncella que seaburría mientras el público aclamaba. De las don-cellas de la Emperatriz se aprestaba la más delgadade todas, cuando un gesto del Emperador demos-tró que quería dar otro curso al final del espectá-culo del mago. Indicó con frío ceremonial quequería que esa suerte, para el mago la más plebeyade todas, se ejercitase en el cuello de la Empera-triz. Los espectadores temblaron, creyendo quealgunas intrigas de la corte habían coincidido paraque decidiese un final en que se mezclase lo espe-luznante con la alegría secreta de los cortesanos.So Ling, menuda y agilísima, interpretó rectamenteel signo y se dirigió hacia Wang Lung, que ya apres-taba los espejos y las cuchillas, los ángulos de som-

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM62

Page 61: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 61/106

63

bra y las incidencias, igualando el cuello de unarata con el de la Emperatriz. La cuchilla caía y sealzaba, alzando en cada una de esas ausencias elcuello aislado, sin gotas de sangre y convertido enuna entelequia. So Ling, menuda y agilísima, selevantó después que Wang Lung hubo mostradosu última vulgar destreza, y volvió a sentarse allado del Emperador.

El Emperador reaccionó ante la más vulgar des-treza que puede realizar un mago ante el ceremo-nial de la corte, encarcelando a Wang Lung. Conesa decisión intentaba demostrar la superioridadde la Autoridad sobre la Magia, y además prepara-ba una trampa visible: que So Ling visitase de in-cógnito al mago y preparase la fuga hacia los fríosdel norte. En el fondo, el Emperador reaccionabaante el espectáculo del mago con otro más vulgar,y no ante la corte, sino ante el pueblo. Encarcelan-do al mago, el pueblo creía que el Emperador se jugaba una carta desesperada, ya que luchaba confuerzas que él no podía detener como el rayo ne-gro. Después, al fugarse el mago con So Ling, elEmperador se mostraba ante el pueblo en una so-ledad nostálgica que lo neutralizaba para ser ataca-do. Y así So Ling, que comenzó sus visitas al pri-sionero llevándole panes y almendras, pudo pos-teriormente allegar un trineo y doce perros vola-dores para escapar hacia el norte, con tan escasa

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM63

Page 62: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 62/106

64

persecución que pronto pudo el trineo sonar suscampanillas.

La aldea a la que se iba acercando adquiría en lanoche una calidad de amarillo con lengüetas súbi-tas de rojo ladrillo. Los grandes faroles de las casasmás ricas, al moverse soplados por el viento deotoño, parecían pájaros que transportasen en supico nidos de fuego. Cuando el viento arreciaba y

el farol chocaba con la pared, volvían a parecerpájaros que al volar se golpeasen el pecho con lamedalla de las ánimas del purgatorio. Al divisarlas luces, los fuegos fragmentados, Wang Lung sesintió apuñalado por deseos disímiles, sucesivos,de diversos tamaños. Las luces lo tentaban de lejosy se mostraban en innumerables rostros, en acla-maciones de fuego trastocado. Las llamas levanta-das en sitios estratégicos para ahuyentar a los zo-rros —y el pequeño centinela rojo ladrillo que seencargaba de avivarlas—, trepaban y se fugaban porsu espalda y por sus brazos, produciéndole un des-perezarse multiplicado por pinchazos incesantes.Hizo un gesto despacioso, detuvo el trineo y saltópara abandonarlo. So Ling semidormida sintiócómo él la cubría con las mantas y levantaba elpuño para golpear con el latiguillo a los perros.Saltó también So Ling y se le prendió del cuello,clavándole el gesto como un alfiler largo para queno se le escapase. Pero él, resuelto, la empujó den-

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM64

Page 63: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 63/106

65

tro del trineo, y ante sus insistencias, levantó lamano como para golpear aquella mejilla que tantose brindaba. Un latigazo dado a los perros y sealejaban las campanillas, y Wang Lung, ceremo-nioso, entró en la aldea, después de sacudir sumalhumor.

So Ling dejó que los perros sintiesen lo intermi-nable de ese latigazo, y durante tres días,

entrecortados por la lejanía del agua y su encuen-tro, y por el tiempo más lento en que los perroshundían su hocico en el agua para comer pecesaún vivos, mezclándose el sonido de su masticacióny el de la agonía de los peces. Dormía y se desper-taba sobresaltada, para volverse a dormir, mien-tras el trineo sobre su propia única luz nocturnase nutría de una extensión infinita. Cuando losperros sacudieron sus campanillas, So Ling creyóingenuamente que el cansancio les doblegaba laspatas, sorbiéndole el frío los tuétanos.

Las manos que sujetaban los perros del trineose fueron reduciendo a una sola mano de tamañomayor, que acariciaba su cuerpo con la mismalentitud que el agua elabora un coral. Así en no-ches sucesivas, hasta que So Ling, que ya habíaabierto los ojos totalmente, conoció que habíapasado de un palacio a una fuga, de una fuga a uncampamento. Y que quien la acariciaba, iba cre-ciendo de caricioso a bandido y cazador, espec-

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM65

Page 64: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 64/106

66

táculo aumentado en las sucesivas caricias hastaconvertirse en el pretendiente al Imperio. Le de-cían El Real, y por una heráldica de peldaños ro-tos y reconstruidos se consideraba que su sangreera más pura que la de Wen Chiu, y que él era elhijo del cielo, y Wen Chiu un perro salido delinfierno. Hasta Wen Chiu habían llegado distin-tas noticias de El Real, considerándolo como un

bandido que sólo atacaba a los campesinos ricosque abandonaban sus granjas para pedir en algu-na puerta distante algunas semillas de melocotón.Los cortesanos disimulaban, por cautelosa pru-dencia, que las aspiraciones deEl Real fueran hastael mismo trono; sin embargo, como operaba porel norte del imperio, Wen Chiu lo ignoraba, de- jándolo por las aldeas del norte, como si dejase aun monstruo pacer en un tapiz mientras losbucolistas soplaban en sus trompillas. Como erade esperarse, la mujer que rodea a un hombreenclavado entre el bandolerismo y las pretensio-nes reales, tenía que ser la amante que traiciona asorbos de té; que va de un campamento a otropara vigilar el sueño que se concentra en la tien-da de los combatientes. Y colocar en la cesta, quehabía entrado con unas botellas de vino, una ca-beza separada del tronco con tan graciosa limpi-dez que las gotas de sangre parecen cera mezcladacon cerezas.

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM66

Page 65: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 65/106

67

Retomemos de nuevo al mago Wang Lung, per-dido, despreocupado gustoso por las provincias delnorte. Así como en la corte se le pedía siempre alfinalizar, los números de fácil virtuosismo: el de ladecapitación; en esas aldeas se abandonaba a susmás peligrosos juegos en espiral, abandonando lasvariaciones y las seguridades anteriores, brindadaspor el estilo fugado. En lugar de extraer de sus

mangas el ganso o el pelícano, se adelantaba haciael proscenio, con la mano izquierda en la cintura,y mientras la misma manga se iba agrandando a lolargo de todo el brazo, hasta adquirir la dimensiónpropia de la manga de campana; iba muy lenta-mente convocando y variando la atención de losespectadores, alzando la mano derecha, y apun-tando hacia el cielo, señalaba la bandada de gavio-tas, permanecía en esa posición hasta que se apar-taba del grupo una que portaba en el cuello unacinta, que venía en vuelo aceitado a introducirseen la manga. Mientras la gaviota venía a guarecer-se en la gruta de su manga, Wang Lung parecíacumplir una orden de Diaghilev, contrastaba suseguridad alegre con la expectación tensa, un tan-to mortificada. Wang Lung, que había mantenidosu vocación de mago lo mismo en la corte que enla aldea, pensaba con tristeza, que si ese númerohubiera sido reemplazado por el ganso que sale dela manga impulsado por un disparo cortante y gro-

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM67

Page 66: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 66/106

68

sero, la misma expectación del público se hubiesemantenido en igualdad de frecuencia. Ese pensa-miento fugazmente lo turbaba, pero él prefería esegesto de ballet, el índice alzado con artesana alti-vez, y la gaviota que se apartaba de la bandada yvenía a domesticarse en su manga.

Así transcurría, hasta que un capitán que en suvisita a la capital, había oído el relato del mago y

su fuga, decidió asistir a sus juegos, interrogarlodespués, y mandarlo a la corte para que decidiesende su suerte. Cuando estuvo en presencia del Em-perador, éste permaneció indiferente, ordenandoque lo recluyeran en prisión militar, pero con elmismo gesto de absentismo con que firmaría lasentencia de muerte para el ladrón del caballo fa-vorito de uno de sus favoritos.

En el subterráneo se veía obligado a abandonarsu técnica anterior; tenía necesidad de verificar, demontar sus juegos ante la imposibilidad total de es-pectadores. ¿Era un deseo demoníaco, o la necesi-dad de diseñar las excepcionales agudezas de sus ten-siones, o un simple juego angélico interesado en sa-carle el sombrero a los hombres los días de frío, loque lo guiaba en su vocación de mago? Sin respon-der, podemos ahora añadir que se veía obligado aprescindir de su pequeña orquesta y de su delicioso jardín zoológico, teniendo que sacar de las mismasparedes sus últimas destrezas. Colocaba al borde de

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM68

Page 67: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 67/106

69

la mesa el plato de madera, lo presionaba con eldedo anular con fuerza giratoria hasta tenerlo ele-vado en el centro de la celda. Si sobre el plato, mar-tillaba instantáneamente una impulsión giratoria,sobre el tenedor el índice al golpear con velocidadinicial y uniformemente acelerada hacía que fuese aclavarse en el centro del plato. Cuando regresaba elcarcelero, se limitaba con gesto frío y malhumora-

do, a despegarlo, pues ya el plato de regreso, en lamesa, Wang Lung por divertissement, provocaba quela vuelta del plato hacia la mesa fuese lentísima,incrustándosele el tenedor como un jinete que des-pedido de la montura por un ciclón se entierra depiernas en la tierra húmeda. El carcelero tenía laindecisa visión de haber visto, paseándose por elpatio, a Wang Lung, con la puerta de su celda cerra-da. Para aliviarlo de esta desazón que provoca lapresencia de lo extrasensorial, Wang Lung le anun-ció la muerte de una hija en las provincias del arroz.Al verificarse, días más tarde, esa muerte, Wang Lungconsiguió una de sus más incalculables destrezas:desdivinizarse y situarse en una posición de profe-cía extremadamente favorable para él. Desde enton-ces el carcelero le traía la misma agua transparente,goteada de limón que tomaba con los soldados deposta.

So Ling iba comprendiendo que ser la amantedel pretendiente después de haber sido Empera-

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM69

Page 68: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 68/106

70

triz, era una posición de un lirismo neblinoso ygrosero. Creyó que traicionar al pretendiente, des-pués de su fuga banal, era volver de nuevo a la clá-sica línea de su estirpe. Al encontrarse de nuevofrente al Emperador, no se daba cuenta que estabadesinflada, seca y sin armas. Que se había aparta-do de la ortodoxia y de la herejía, y que girabacomo un reloj inspeccionado por una gata persa.

Al principio le decía a So Ling, que El Real era unbandido, que ella lo conocía a saciedad, que notemiese. Después, cambiaba; ahora El Real habíaconsultado con los más pacientes escribas erudi-tos, y le habían informado, con citas especiales ybien pagas del Libro Sagrado, que en su sangre pe-saban unas gotas de oro, con más multiplicaciónque en las del Emperador. Después, So Ling llora-ba o adoptaba la posición de quien en su silenciocontraído oculta un secreto. De nada le valió, conmás displicencia aún que cuando El Mago fue re-mitido a prisión subterránea, So Ling fue encarce-lada y obligada para escarnio a llevar al cuello uncollar de cuentas de madera del tamaño de un ojode buey disecado. A quien se le acercaba para verlaparecía una campesina estúpida o una emperatrizenloquecida por el alcohol.

El Real hizo una encaramuza para tantear lasdefensas de la ciudad. Creía que cada una de esasembestidas, que le rendían un barrio, representa-

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM70

Page 69: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 69/106

71

ban un fragmento que ya era suyo, aunque des-pués tenía que retroceder y contar sus pérdidas.Pero ese fragmento, suyo mientras se combatía, lle-vaba ya la señal de la posible suma total, que sederivaría cuando ya él hubiese atacado los restan-tes barrios. Había logrado llegar hasta donde em-pezaban los mercados, y al pasar por los alrededo-res pobres donde estaba la prisión, pudo casi inad-

vertidamente poner en libertad a Wang Lung.Contrastaba el gesto furioso de El Real, pintadoaún con los atributos de guerrear, que al entrar enla prisión para dar las libertades, parecía por sufuror que luchaba con los soldados para que no loencarcelaran. Wang Lung mostraba, por el contra-rio, una candidez irónica. Los guerreros tuvierontiempo para constatar un asombro: de la mangade Wang Lung se iba desprendiendo una rama has-ta alcanzar tres metros, surgiéndole retoños rojos.Wang Lung tiró contra el cielo la rama y apretó lamano de El Real. Cargaban con certeza las tropasdel Emperador y el pretendiente tuvo que retroce-der, abandonar el barrio conquistado, llevándosea Wang Lung hacia las provincias del norte.

En el campamento deEl Real se tenía por WangLung una veneración delicada. Se le considerabade una sustancia especial y no se le exigía la cons-tante demostración de su poderío. Cuando uncampesino, por ejemplo, le mostraba un potro

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM71

Page 70: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 70/106

72

fuerte, clásicamente herrado, lo hacía con ingra-videz, no temía que se fuese a romper la relaciónque existe entre el caballo, la herradura y la deli-cadeza con que pellizcaba los músculos del caba-llo para que nos mirase artificialmente a la caracon ese metal y esos clavos. Cuando Wang se ale- jaba, el caballo tenía sus cuatro patas sobre la tie-rra y el campesino también se alejaba. Así logra-

ba con sus poderes convivir, y no verse obligado,al habitar una lejanía, a perder la diaria distribu-ción de sus instintos. Se deslizaba así en unaintercomunicación hialina, se sentía flotar en elpolvillo de la luz, observando desde lejos el fue-go de toda palpitación y evitando de cerca la rumiavegetativa del aliento. Gozaba así, por la transpa-rencia con que revertían hacia él, de un inmensocampo óptico, semejante a esos cuadros primiti-vos, donde unas tentaciones con cara de escor-pión luchan por enceguecer a un adolescente queno se quiere abismar, percibiéndose allá en el fon-do de la tela, una felicísima cocinera que al mis-mo tiempo se aprovecha para ver desde la venta-na un espectáculo que la hace reír nerviosamen-te, asomando de nuevo su cabeza, dispuesta a pro-longar su curiosidad hasta un cansancio que des-emboca en la infinitud.

El pretendiente rehizo su ejército y embistió denuevo contra la ciudad. Como la preparación de

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM72

Page 71: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 71/106

73

la defensa había sido más lenta, el ataque fue súbi-to. Las vicisitudes del encuentro anterior se per-dieron, y la estrategia empleada se había converti-do en una especie de prueba de tubas de órgano.Se presionaba una pequeña tecla, que rezaba: órga-no tempestuoso (tempête), y contestaba una ramazónsonora, o contestaba a la presión flauta, una vacie-dad, y nos convencíamos que el órgano estaba des-

inflado. Así El Real atacó un fragmento, un barrioya escogido, y todos los puntos de defensa estabantan ferozmente obturados que la retirada fue casiinmediata. Pero en ese barrio había una prisión, yallí So Ling pudo, muy asustada, recobrar de nue-vo su libertad. El pretendiente la examinó rápida-mente, y ya empezaba a caminar So Ling con len-titud, cuando fue lanzada sobre el caballo, enlaza-da y sacada hacia el campamento del que ella ha-bía huido.

El Real preparó en marfil su crueldad. Queríaque el mago y So Ling se vieran de improviso enel acto que él había preparado para comunicarleun disfraz brillante a su derrota. Después del des-canso, de las palmadas, guitarras, juegos de armasy lazos, se hizo un silencio para la acción del mago.De una a otra tienda, situadas en los extremosdel tinglado, salieron Wang Lung y la Empera-triz, se saludaron, rieron, se hicieron cortesías confrialdad redondeada. Encuentro que no revelaba

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM73

Page 72: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 72/106

74

una fuga, el odio por el abandono estepario, re-miniscencia, deseo, trineo, frialdad o calor bajolas mantas. Cada uno retrocedió y fueron a sen-tarse en sus sillas, la de So Ling más cerca de ElReal. La multitud se tragaba su silencio y lo de-volvía en forma de mosca fría. El pretendientegolpeó en un gong. Los caballos fueron sacadosmás allá del río que formaba el límite del campa-

mento, para no oír el descarado ruido de sus cas-cos.

El Real hizo una señal de nerviosa ordenanza.Quería que el festival comenzase por el acto de ladecapitación. Wang asintió, y So Ling, con genti-leza, se dirigió a la mesa y se ofreció a la cuchilla.Con una gravísima limpidez se vio a su cabezacobrar una momentánea independencia, pero des-pués ya saludaba, y se dirigía de nuevo a ocuparsu silla más cerca de El Real. Algunos distraídosque presumían de estar en el secreto, esperabanque el pretendiente hubiese dado órdenes secre-tas a Wang o que éste fingiese un desmayo paraque la cuchilla siguiese hasta el final. Pero el magoprefirió su acto puro, su diestro artificio, interrum-piendo, aislando momentáneamente, pero sinponer un dedo siquiera en la gran obra de conti-nuidad secreta y ajena. La cortesía encerraba susejercicios, y la cortesía no era para él otra cosaque la igualdad que se deriva del timor Dei.

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM74

Page 73: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 73/106

75

En la corte el aplauso era un terciopelo mortal.Era siempre un final. Potenciaba tan sólo el silen-cio posterior. En el campamento de El Real, losaplausos, ya rítmicos, eran la introducción al fre-nesí. Después de haber empezado por ese númerotan fastidioso para el mago, pudo aunar las destre-zas que había adquirido durante su estancia en laprisión, con su clásica habilidad para hacer pasar

sus dedos entre la pólvora y su orquesta invisible.Llegó a marear, se embriagó a sí mismo, y el cam-pamento acuchillado por las hogueras vigilantes,parecía la gran piel que revienta, el cuero mayorque contiene a una inundación. Sin embargo, lossituados en las últimas filas, los vacilantes, oyeronun temblor como de jinetes que se acercaban. Selimitaron a mover sus cabezas y a ser los primerosen retirarse a dormir.

Sería entrada la noche, cuando Wang Lung sa-lió de su tienda. Un silencio frío, acompañado porlas asperezas del grillo untado de rocío, se hacíamás pesado a medida que adelantaba su curiosi-dad. Vio a So Ling que también salía de su tiendahaciéndole señas, indicándole que terminaría consu curiosidad. ¿Qué pasaba? Con numerosísimoejército el Emperador había salido a darle caza aEl Real. Al avisar muy oportunamente los centi-nelas de la numerosidad de las huestes que se acer-caban, el pretendiente levantó el campamento.

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM75

Page 74: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 74/106

76

Aprovechándose del aislamiento silencioso quequedó como residuo de la gran noche del mago, yque pesaba muy especialmente sobre la pareja,huyó tendido hacia el norte. Pensó que al dejarabandonados a So Ling y al mago, el furor delEmperador se calmaría. Otro error suyo. Al verlos restos del campamento abandonado, el Empe-rador temió alguna encerrona, y siguió la persecu-

ción con más furia. Lo persiguió hasta llevarlo denuevo a la tierra donde viven los bandidos delnorte. Desistió, pensaba que sería más convenien-te tener en sus dominios un bandido más que unpretendiente ajusticiado. Inició el regreso cuandola humedad, los arneses y el búho mojado estabandentro de un círculo.

 Ya está Wang Lung en la tienda de So Ling, seextiende sobre las pieles. Wang la acaricia con pre-cipitación incorrecta, sus gestos se van refinandomientras convergen hacia la garganta. So Ling reíacon el mismo gozo con que veía avanzar la cuchi-lla, como quien se oculta de una oscuridad súbitaque le rebana de los espectadores. Una curiosidaddesatada gobernaba los dedos del mago que ibanapretando incesantemente, mientras So Ling con-tinuaba riendo, creyendo que era el juego anteriorde los espejos, cuando ella aparecía para el reverso,como escindida por la cuchilla, teniendo tan sóloque retener un poco la respiración.

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM76

Page 75: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 75/106

77

Después Wang Lung manteniendo la mismacuriosidad que ya comenzaba a congelarlo, fuedeteniendo los golpes rítmicos de su respiraciónhasta indiferenciarse totalmente, y así decididoinvisible entró en el clarísimo laberinto. Los cadá-veres del mago y de So Ling, lucían como si elhálito no se hubiese escapado, sino como si entreesas muertes fluyesen los siglos de un estilo diver-

so. Asomaba, en uno, la espiral incesante de sucuriosidad; en el otro, la sonrisa de una total aco-modación, de una confianza clásica. Al congelarsehicieron visibles sus estilos.

Las tropas del Emperador que regresaban, queda-ban de frente al reverso del tinglado. Ordenó descan-so, mientras él se aventuraba por la región donde nohabía espectadores. Penetró en la tienda, y al con-templar los cadáveres, entró de súbito en un especialtipo de locura cantable. Alzados los brazos, pasabacon rostro invariable de las canciones infantiles a loscantos guerreros. Salió de la tienda, y manteniendoel mismo canto ligero y grave, se dirigió al pozo, quees siempre la peligrosa encrucijada de todo campa-mento, y se precipitó. Penetraba en la oscuridad pro-gresiva con un tono de voz hecho por las divinidadesenemigas para aislar el pensamiento de la voz, y éstaa su vez de toda extensión oscura.

El Real regresaba, perseguía al ejército fiel y au-mentaba sus contingentes. Perdía los pasos del ejér-

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM77

Page 76: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 76/106

78

cito que él buscaba, y eso le hacía pensar que esta-ban dispuestos para recibirlo, y no con recepciónde la corte. Cuando su ejército y el del Emperadorse encontraron, pudo percibir que algo de rica ex-pectación transcurría. Al encontrarse, el ejército delEmperador permanecía inmóvil; el de El Real, seadelantó, y con el mismo silencio se unieron losdos bandos. La petrificación del ejército del Empe-

rador, se debía a que éste no regresaba, permane-ciendo las tropas en parada descanso; así el otro ejér-cito pudo sumársele, añadiéndole nuevas divisiones,colores, y armas. El Real, se adelantó más allá deltinglado, llegó hasta la tienda y percibió indiferentelos dos cadáveres y sus incomprensibles gestos. Seadelantó más aún y llegó hasta el río que servía delímite natural al campamento. Notó que el pico deun flamenco progresaba en las entrañas de un cuer-po envuelto en unas sedas mordidas por unas insig-nias que tenían que ser calificadas de únicas. Mante-nía las manos alzadas y la boca entreabierta se ha-bía congelado en el diseño del canto. Al sumergirseen el pozo había sido arrastrado por aguas subterrá-neas hasta el río que iniciaba su destrucción lentacon pájaros e insectos. Arrastró con limpia elegan-cia el cadáver del Emperador y lo mostró ante lastropas. Puso en el mismo trineo al mago, a So Lingy al Emperador, y ordenó marcha forzada sobre laciudad mayor del Imperio.

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM78

Page 77: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 77/106

79

La ciudad se apretaba en una concentraciónmáxima a la vista de El Real. Los vigías contem-plaron la unión de los dos ejércitos y los cuerposque regresaban en trineo. A la vista de las mura-llas, el pretendiente hizo levantar un tablado incli-nado, donde colocó los tres cadáveres sobre ramasy hojas, quedando como un relieve sobre fondovegetativo. Algunos curiosos que se aventuraban

más allá de las murallas podían alcanzar así ciertasprecisiones que trasladaban después a loscontemplativos de intramuros. Veían figuras quese desplegaban en espirales uniformemente acele-radas. El Emperador, con el agujero dejado por elpico del flamenco debajo de la tetilla izquierda,continuaba con sus brazos alzados, seguía impul-sando sus romanzas. Los de intramuros pensabanque ese canto se debía a queEl Realhabía decapita-do a So Ling, cobrándole su traición; que el Em-perador daba gracias por la huida de sus enemigos,cuando un horóscopo incomprensible se desató yel pico del flamenco rasgó sus entrañas. El magoquedaba como el curioso ante el retorno, la huida,el cuello de So Ling; curiosidad pasiva que cuandoalcanzaba su perfección tenebrosa, podía contenerla respiración y contestar a las preguntas que nosenvían unos arqueros flagelados.

Después que exhibió los cadáveres durante tresdías en el tablado inclinado, cogió una vara gigan-

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM79

Page 78: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 78/106

80

te rociada con resina olorosa, y le otorgó fuego alas ramas del lecho de los muertos. Cuando el fue-go se extinguió, los curiosos que paseaban fuera delas murallas retrocedieron con una confusión deli-rante. Quedaban marcados con una complejidadque les prohibía hablar o pasear con tanta lujosacalma como hasta que habían contemplado esa des-trucción de la plástica de la muerte.

El Real se acostó en el trono cincuenta años.Ningún fuego prendido con una vara resinosa se-ñalaba un comienzo o una despedida. Los curio-sos que habían visto los cadáveres sobre el tablado,cuando volvían a la ciudad, quedaban imposibili-tados para llevar sus paseos más allá de las curiosi-dades visibles. Buscaban después soluciones domés-ticas, favorecían el despacioso crecimiento de susárboles. Los que no se habían atrevido a ir másallá de las murallas les quedaba ese interior remo-lino secreto, dispuestos a aceptar el primer humollegado como un presagio, como los chirridos in-sistentes del pájaro que transporta una voz.

Cuando los nuevos magos visitaban la corte, sebrindaba el mismo Emperador a que el acto de ladecapitación fuese elaborado en su propia cabeza.Cuando regresaba a sentarse en el trono, los corte-sanos fingían un asombro helado y bien pronto re-cobraban su inmovilidad. Se había hecho demasia-do visible el artificio del instante en que su cabeza

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM80

Page 79: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 79/106

81

liberada inciaba una oscura conquista, que los cor-tesanos no hacían coincidente, ni por el ceremo-nial, con el descenso horrorizado de los párpados.Los ojos de los cortesanos seguían la cabeza separa-da, como si, por el contrario, fijaran con exceso,molieran un insecto en una pieza de cerámica.

Consultado por los cortesanos El Claustro Im-perial deLojanes acerca de cómo remediar la es-

pantosa sequía de espectáculos que seguían a lamuerte de El Real, dictaminó que era necesariohacer las exequias en la puerta mayor, donde coin-cidían los pasos de los que se atrevían a ir más alláde las murallas, con los más prudentes que sólovigilaban la verticalidad de las mismas murallas.Durante tres días su cadáver se mostró envueltoen los cueros y metales de su realeza; se mostróacompañado de rocío, de sol, y al tercer día, al lle-gar las lluvias, se quedó en una soledad marmórea,pues los curiosos huían... El martín pescador seobstinaba en pasar su cuerpo a través de un anillode plata martillada. El halcón, noble dueño de suprecipitarse, abría lo circular, hasta trocarlo encurso y recurso, convirtiéndolo en el espíritu este-pario. El otro halcón, breve, tornasolado, raspabacon furia en un dedo de rotación incesante.

Publicado por primera vez en Orígenes,Primavera, año I, Núm. 1, 1944.

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM81

Page 80: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 80/106

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM82

Page 81: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 81/106

CANGREJOS, GOLONDRINAS

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM83

Page 82: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 82/106

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM84

Page 83: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 83/106

85

Eugenio Sofonisco, herrero, dedicaba la maña-na del domingo a las cobranzas del hierro traba- jado. Salía de la incesancia áurea de su fragua yentraba con distraída oblicuidad en la casa de losmayores del pueblo. No se podía saber si era grie-go o hijo de griegos. Sólo alcanzaba su plenitudrodeado por la serenidad incandescente del me-tal. Guardaba un olvido que le llevaba a ser irre-gular en los cobros, pero irreductible. Volvía siem-pre silbando, pero volvía y no se olvidaba. Teníaque ir a la casa del filólogo que le había encarga-do un freno para el caballo joven del hijo de suquerida, y aunque el ayuda de cámara le salía alpaso, Sofonisco estaba convencido de que el filó-logo tenía que hacer por la mano de su ayuda decámara los pagos que engordaban los días domin-gos. Para él, cobrar en monedas era mantener laeternidad recíproca que su trabajo necesitaba.

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM85

Page 84: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 84/106

86

Mientras trabajaba el hierro, las chispas lo man-tenían en el oro instantáneo, en el parpadeo este-lar. Cuando recibía las monedas, le parecía que ledevolvían las mismas chispas congeladas, corta-das como el pan. Agudo y locuaz, le gustaba apa-recer como lastimero y sollozante. El domingoque fue a casa del filólogo se entró al ruedo, obli-cuo como de costumbre, y al atravesar el largo

patio que tenía que recorrer antes de tocar la pri-mera puerta, vio en el centro del patio una mon-tura con la inscripción de ilustres garabatosaljamiados. I lustró la punta de sus dedos reco-rriendo la tibiedad de aquella piel y la frialdad delos garabatos en argentium de Lisboa. Apoyadoen su distracción avanzaba convencido, cuandola voz del mayordomo del filólogo llenó el patio,la plaza y la villa. Insolencia, decía, venir cuandono se le llama, nos repta en el oído con la puntade sus silbidos y se pone a manosear la monturaque no necesita de su voluptuosidad. Orosmes,soplillo malo. No vienes nunca y hoy que se teocurre, mi señor el filólogo fue a desayunar a casadel tío de un meteorólogo de las Bahamas quenos visita, y no está ni tiene por qué estar. Ustedviene a cobrar y no a acariciar la plata de lasmonturas que no son suyas. Empieza por hacerlas cosas mal, y después acaricia su maldad. Unherrero con delectación morosa. Te disfrazas de

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM86

Page 85: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 85/106

87

distraído amante del argentium, pero en el puñose te ve el rollo de los cobros, las papeletas de laanotación cuidadosa. Te finges distraído y acari-cias, pero tu punto final es cerrar el pañuelo conarena aún más sucia y con las monedas en que terecuestas y engordas. No te quiero ver más poraquí, te presentas en el instante que sólo a ti co-rresponde, alargas la mano y después te vas. No

tienes por qué acariciar la plata de ninguna mon-tura. La voz se calló, desaparecieron los carros deese Ezequiel, y Sofonisco saltó de su distraccióna una retirada lenta, disimulada.

El domingo siguiente se levantó con una vehe-mencia indetenible para volver a repetir la cobran-za en casa del filólogo. Se sentía avergonzado delos gritos del mayordomo, vaciló, y le dijo a sumujer la urgencia de aquel cobro y el malestar quelo aguantaba en casa. La mujer de Sofonisco se cam-bió los zapatos, se alisó, mientras adoptaba la di-rección de la casa del filólogo. Se le olvidó acari-ciar la montura antes de que su mano cayese tresveces en el aldabón.

No le salió al paso el mayordomo, sino la espo-sa del filólogo. Insignificante y relegada cuando suesposo estaba en casa, si éste viajaba adquiría unaposición rectificadora y durante la ausencia delesposo presumía de modificar y humillar al ma-yordomo. Le había mandado que ayudase a fregar

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM87

Page 86: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 86/106

88

la loza, que abandonase el plumerillo y sus insis-tentes acudidas a la más lejana insinuación a supresencia, llenada con mimosas vacilaciones. Ha-bía visto la humillación de la noble distracción deSofonisco, anonadado por la crueldad y los chilli-dos del mayordomo. Y ahora quería limpiarle elcamino, reconciliarse.

A la presentación del deseo de cobranza, con-

testó con muchas zalemas que su esposo conti-nuaba las visitas dominicales al meteorólogo delas Bahamas, ya que tenían mucho que hablaracerca de la influencia de la literatura birmana enel siglo II de la Era Cristiana. Ella no tenía dineroen casa, pero se afanaría por hacer el pago en cual-quier forma. Sorprendió una indicación lejana.Ah, sígame, le dijo. La traspasó por pasadizoshasta que llegaron como a un oasis de frío, esta-ban en la nevera de la casa. Le enseñó colgadauna buena pierna de res. Es suya, le dijo, se lacambio por el recibo. No tengo por ahora otramanera de pagarle. Quizás el domingo siguienteel mayordomo le entregue unas cuantas monedasque le envía mi esposo el filólogo. Pero no, dijocomo iluminada, prefiero pagarle yo ahora mis-mo. Es suya, llévesela como quiera, pero no laarrastre, requiere un buen hombro. Vaya a bus-car a su esposo. Las puertas quedarán abiertas paraque no se moleste. Dispense, adiós.

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM88

Page 87: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 87/106

89

Al llegar a su casa el herrero descansó la piernade la res cerca del baúl, indeciso ante la situacióndefinitiva del nuevo monumento que se elevabaen su cámara. Tenía unos fluses que nunca usaba,esperando una solemnidad que nunca lo saludaba,los empapeló y los llevó hasta una esquina dondefueron desenvueltos en un cromatismo xántico. Izóla pierna y la situó en el respeto de una elevación

que no evitase la tajada diaria al alcance de la mano,y salió a airearse, el olor penetrante de la res lehabía comunicado una respiración mayor que ne-cesitaba de la frecuencia de los árboles en el aireque él iba a incorporar.

La esposa se desabrochó, esperando el regresodel herrero para hacer cama. Desnuda se acercó ala pierna de la res, la contempló, acariciándola conlos ojos desde lejos. La pierna trasudó como unagota de sangre que vino a reventar contra su seno.No reventó; al golpe duro de la gota de sangre enel seno sintió deseos de oscurecer el cuarto antesde que regresase el herrero. Sintió miedo de verseel seno y miedo de ver al esposo. El sueño, uno allado del otro, los distanció por dos caminos queterminaban en la misma puerta de hierro con ins-cripciones ilegibles. Cierto que ella era analfabeta;él, había comenzado a leer en griego en su niñez; acontar los dracmas limpiando calzado en Esmirnay había hecho chispas en los trabajos de la forja

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM89

Page 88: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 88/106

90

colada en la villa de Jagüey Grande. Cuando dor-mía, después que había penetrado con su cuerpoen su esposa, diversificaba su sueño, ocurriéndoseleque recibía un mensaje de Lagasch, alcalde deMesopotamia, comprando todas sus cabras. Al ter-minar el sueño, soñaba que estaba en el principiode la noche, en el sitio donde se iniciaba la inscrip-ción de los soplos benévolos.

Al despertar la esposa tuvo valor para contem-plarse el seno. Había brotado una protuberanciacarmesí que trató de ocultar, pero el tamaño pos-terior la llevó a hablar con Sofonisco de la nuevavergüenza aparecida en su cuerpo. Él no le dijo loque tenía que hacer. Se sintió tan indeciso, des-pués consideró la aparición de algo sagrado, luegorespetaba más que nunca a su mujer, pero no latocaba ya. Todos los vecinos le hablaron del negro Tomás, cuyo padre había alcanzado una edad quelos abuelos del pueblo en su niñez ya lo recorda-ban como viejo. Había curado viruelas, andaba conlargo cayado de rama de naranjo, cuando se torna-ban negras, abrazándose con blancas. Allí fue y elnegro le habló con sílaba lenta, de imprescindiblerecuerdo: me alegra el herrero y me voy a entrete-ner en devolverle a su esposa como un metal. Hayque hacer primero túnel y después salida. Yo ten-go el aceite del túnel, no preveo la salida que Diostiene que ayudar. Hay un aceite de nueces de

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM90

Page 89: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 89/106

91

Ipuare, en el Brasil, que es caliente y abre brecha einicia el recorrido. Con esa dinamita aceitada supelota desaparecerá, no desaparecer, va hacia den-tro, buscando una salida. Se lo pone una semana,dejando caer la gota de aceite hirviendo a la mis-ma altura donde cayó la gota de sangre. Después,vuelva. Algo tiene que ocurrir. Ya no se espera quealgo ocurra. Antes, cuando tocaban la puerta, se

sentía que podía ser Dios. Ahora se piensa que seaun cobrador y no se abre. Mientras se aplica elaceite hirviendo, tiene que tocarla su esposo todoslos días. Ya tiene túnel, ahora espere salida.

Se sentía penetrada, la penetración estaba entan mínima dosis en su recorrido que no sentíadolor. El topo seguido de la comadreja, el osohormiguero seguido de una larga cadena la reco-rrían. Buscaban una salida, mientras sentía quela protuberancia carmesí se iba replegando en elpozo de su cuerpo. Un día encontró la salida: poruna caries se precipitó la protuberancia. Desdeentonces empezó a temblar, tomar agua —orinar—tomar agua, se convirtió en el terrible ejerciciode sus noches. Estaba convencida que había sana-do. ¿Acaso no había visto ella misma la protube-rancia caer en el suelo y desaparecer como unanube que nunca se pudo ver? Tuvo que ir denuevo a ver al negro Tomás. Hubo túnel y salida,le dijo, ésta la ganó usted. Yo no podía prever que

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM91

Page 90: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 90/106

92

una caries sería la puerta. Ahora le hace falta noel aceite que quema, sino el que rodea la mirada. Yo no podía ver a una caries como una puerta,pero conozco ese aceite de calentura natural quese va apoderando de usted como un gato conver-tido en nube. Vaya a ver al negro Alberto, y él,que ya no baila como diablito, le ofrecerá los co-lores de sus recuerdos, las combinaciones que le

son necesarias para su sueño. Usted fue recorridapor animales lentos, de cabeceo milenario. Aho-ra salga, siga con sus pasos la lección que le va adictar su mirada. Tiene que convertir en cuerdafloja todo cuanto pise.

Fue a ver al negro Alberto. Vivía en una casaseñorial de Marianao, la casa solariega de losMarqueses de Bombato había declinado lenta-mente hacia el solar. En 1850, los Marquesesdaban fiestas nocturnas, maldiciendo la llegadade la aurora. En 1870, se había convertido enuna casona gris de cobrar atribuciones. En 1876,era el estado ciudad de un solar de Marianao.Ahora se guardaba una colilla para ser fumadatres horas después, en el blasón de una puertade caoba. La pila bautismal recibía diariamentela materia que hace abominables a las pajareras.El negro Alberto estaba sentado en una piezaque tenía la destreza de trabajo de un sillón deVoltaire con la destreza simbólica de un sillón

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM92

Page 91: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 91/106

93

Flaubert. Al verla se levantó para otorgarle lasprimeras palmatorias.

¿Ya hubo túnel?, le preguntó con una solemni-dad jacarandosa. Con una elasticidad madura queguardaba la enseñanza de sus gestos.

Lo hubo y la caries sirvió de puerta. Pero a pe-sar de que yo vi, estaba muy despierta, rebotar labolita contra el suelo que todos los días abrillanto,

no me siento bien y sufro.Alberto había sido diablito en su juventud.

Cuando era adolescente bailaba desnudo, a medi-da que recorría los años iba aumentando su colec-ción de túnicas. Cuando se retiró, mostraba suscolecciones a los enviados por el negro Tomás confines curativos. Transcurría diseñando los vestidosque ya no podía ponerse para ninguna fiesta, y sumujer costurera copiaba como si en eso consistie-se su fidelidad. Algunos se complicaban en labe-rintos de hilos, sedas y cordones, que rememorabana Nijinsky entrevisto por Jacques Emile Blanche.Otros se aventuraban en el riesgo sigiloso de doscolores contrastados con una lentitud de trirreme.Los fue entreabriendo en presencia de la esposa deSofonisco. Las correas con campanillas que ceñíansus brazos y piernas estaban invariablemente re-sueltas siguiendo las vetas de oro en el fondo verdeoscuro del cobre. Las más retorcidas combinacio-nes dejaban impávida a la mujer del griego. Pare-

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM93

Page 92: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 92/106

94

cía que ya Alberto tocaría el final de su colecciónde túnicas y ni él se intranquilizaba ni la visitantemostraba la serenidad que había ido a rescatar. Porfin, mostró entre las últimas túnicas, la lila quemostraba grabada en sus espaldas una paloma. Loscollares que ceñían sus brazos y sus piernas ya noeran circulares. En la boca de la paloma no se ob-servaban ramas de trigo o aceitunas, sino muy roja,

mostraba su boca en doble rojez. Alberto anotófríamente en su memoria: blanco, lila y rojo. Comoquien vuelve del sueño aparta los pañuelos que sele tienden, la esposa del herrero dijo: ya estoy en laorilla.

Fue a pagarle los servicios suntuosos del negroAlberto. Recordó lo horrible que era para ella co-brar, llevar a su casa aquella enorme pierna de res.Pensó que pagar era como lanzar una maldición aun rostro que no la había provocado.

No busque, le dijo Alberto, coja el hueso de lapierna y entiérrelo. Recuérdelo, pero no lo mire.La ironía del túnel es la paloma, siempre encuen-tra salida. Yo creí que había que despertarla, perosu propia sangre la llevaba a poner la mano en uncuerpo blanco. La paloma blanca y la lengua rojacolocan su mirada en lo cotidiano de la mañana.

Sin embargo, le contestó, el negro Tomás meaconsejaba que Sofonisco me tocara y yo compren-día que él me tenía miedo. Me pasaban cosas extra-

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM94

Page 93: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 93/106

95

ñas y él huía. Me abrazaba, pero mostraba en elfondo de sus averiguaciones carnales una indife-rencia, como si me hubiese convertido en unaimagen desatada de la carne. Ahora me recordarácon más precisión y podré caber de nuevo dentrode él sin atemorizarlo. Entonces se sacó del senoun hilo que el negro Alberto, siempre avisado, fuetirando, cuando todo el hilo estaba desconcertado

por el suelo, lo cogió y lo lanzó en la saya de sumujer que seguía cosiendo, recorriendomansamente sus diseños.

Habían pasado los años que ya mostraba el hijode Sofonisco y el pitagórico siete se mostraba conel ritmo que golpeaba la pelota contra el suelo.Su frenesí lo llevaba a golpear tan rápidamenteque parecía que en ocasiones la pelota buscaba sumano como si fuera un muro, con la confianzade ser siempre interrumpida. Otras veces, despuésde tropezar con el suelo la pelota se levantabacomo si fuese a trazar la altura de un fantasmaimposible. La madre contemplaba con una lán-guida extrañeza aquel frenesí de su hijo. Crecía,se volvía rojo como cuando el padre martillabalas chispas. Parecía estar ciego en el momento enque le pegaba a la pelota contra el suelo y luego,casi con indiferencia, no recobraba el orgullo dela mirada al ver la altura alcanzada. Al alcanzaruna altura increíble para el golpe de su pequeña

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM95

Page 94: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 94/106

96

mano, alcanzó una altura misteriosa que ya másnunca podría rebasar. La pelota vaciló, recorrióuna canal invisible y al fin se quedó dormida enla pantalla de grueso cartón verde que cubría elbombillo. La madre del nuevo Sofonisco, se mo-vilizó jubilosa para entregarle a su hijo la alegríadel reencuentro. Como si hubiese resuelto la in-vención de poblar el aire de peces, fue al patio y

cogió la vara que alzaba a la tendedera lo más altoposible de las manchas de la tierra. Le dio un gol-pe muy ligero a la pelota para ver que rodase porla pantalla. No pudo prever la velocidaddevoradora que adquiriría la pelota, muy supe-rior a la huida de sus piernas. Le cayó en la nuca.El niño escondió la pelota para que llenase elmismo tiempo que le estaba dedicado al día si-guiente. El herrero se fue a dormir, sus músculosestaban muy espesos por su ración diaria demartillazos y necesitaba del aceite flexible del sue-ño. El niño necesitaba esconder algo para dor-mirse. Ella ocupó su lugar: dormir sin despertaral que estaba a su lado. Soñó que por carecer depiernas, circulizada, se movía pero sin poder de-finir ningún camino. Con una lentitud secular soñóque le iban brotando retoños, después prolonga-ciones, por último, piernas. Cuando iba a precisarque caminaba se encontró la entrada de un túnel. Ya ella sabía, el sueño era de fácil interpretación

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM96

Page 95: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 95/106

97

llevado por sus recuerdos y se sintió fatigada alsentirse la más aburrida de las aburridas.

Dejó el sueño en el momento en que entraba enel túnel, pero al despertar se llevó la mano a la nucay allí estaba de nuevo la protuberancia carmesí. Yaestá ahí, dijo, como quien recibe lo esperado.

Viene como siempre, contestó Sofonisco desper-tándose, a hacer su mal y lo peor es que tenemos

que salir con él. Cualquiera que se quede sin elotro hasta el último momento, hasta entrar, es elque no podrá recordar.

Hay que averiguarlo, seguirlo, dijo ella, ya es lasegunda vez y ahora viene a destruir como quientrabaja sobre un cuerpo relaxo que no tiene pro-longaciones para atraer o rechazar. Puerta, túnel,caries, la paloma encuentra salida, todo eso está yadesinflado. Y no sé si el negro Tomás, al surgir elnuevo hecho en la misma persona no se distraerá,fingirá que se pone al acoso para descansar. Yomisma he borrado la posibilidad de la sorpresa quemi cuerpo recién lavado puede ofrecer. Me veoobligada a recorrer un camino donde los deseosestán cumplidos.

Sí, dijo Sofonisco, que ya no se rodeaba de unhalo de chispas, pero eso sucede delante de mí yno puedo contemplar un espectáculo tan terriblecuando estoy dormido y siento que te acuestas ami lado.

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM97

Page 96: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 96/106

98

Entonces, dijo ella, tengo que buscar tu salud yaunque estoy ya convertida en cristal, tengo quegirar para que tus ojos no se oscurezcan.

De pronto, cuando llega el cangrejo, dijo el he-rrero tiritando, me veo obligado a retroceder y yano puedo tocarte. Cuando tú luchas con esas con-tradicciones que te han sido impuestas, me asomoy veo que lo que me transparentaba se borra, que

es necesario reencontrarlo después de un parénte-sis peligroso. Aunque tú ya no tengas curiosidad,me es necesario comprender una destreza, la for-ma que tú adquieres para caer en tu separación demi cuerpo. Esa monotonía que tú esbozas, esa im-pertinencia para comprobar tus deseos, revela unendurecimiento que yo disculpo, pues en los ca-minos que te van a imponer, requieres una granopacidad, ya que la luz te iría reduciendo, descu-briéndote en un momento en que ya tú no puedesser conocida por nadie.

Ah, tú, silabeó la esposa, ahora es cuando surgesy ya no necesitas tocarme. Cuando surge ese escor-pión sobre mi cuerpo te entretienes con los esfuer-zos que yo hago para quitármelo de encima. Cuan-do veas que ya no puedo quitármelo entonces em-pezará tu madurez. Al día siguiente, con la flor delaretillo sobre el seno, fue a ver al negro Tomás.

Atravesó la bahía. El negro la situó entre unaesquina y un farol que se alejaba cinco metros.

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM98

Page 97: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 97/106

99

Precipitadamente le dejó el frasco con aceite y elnegro se hizo invisible. La esposa del herrero dis-tinguió círculos y casas. El semicírculo de la líneade la playa, el círculo de los carruseles que lanza-ban chispas de fósforo y latigazos, y más arriba lascasas en rosa con puertas anaranjadas y las verjasen crema de mantecado. Negros vestidos de diablitoavanzaban de la playa a los carruseles y allí se di-

solvían. Empezaban desenrollándose acostados enel suelo, como si hubiesen sido abandonados porel oleaje. Se iban desperezando, ya están de pie yahora lanzan gritos agudos como pájaros degolla-dos. Después solemnizan y cuando están al ladode los carruseles las voces se han hecho duras, uni-das como una coral que tiene que ser oída. Loscarruseles como si mascasen el légamo de ultra-tumba cortan sus rostros con cuchilladas que de- jan un sesgo de luna embetunada con hollín y ca-labaza. La calabaza fue una fruta y ahora es unamáscara y ha cambiado su ropa ante nuestro ros-tro como si la carne se convirtiese en hueso y porun rayo de sol nocturno el esqueleto se rellenasecon almohadas nupciales. Aquellas casas girandoparecen escaparse, y golpean nuestro costado. Eslo insaciable; los diablitos avanzan hasta loscarruseles y éstos los rechazan otra vez y otra has-ta la playa. Los soldados momificados soportanaquella lava. Uno saca su espada y surge una nalga

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM99

Page 98: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 98/106

100

por encantamiento y pega como un tambor. Unnegrito de siete años, hijo de Alberto el de las túni-cas, vestido de marinero veneciano, empina unpapalote para conmemorar la coincidencia de laespada y la nalga. La esposa, portadora del cangre- jo, acostumbrada a las chispas del herrero griego,retrocede de la esquina hasta el farol. Cuando losdiablos son botados hasta la playa, ella avanza cau-

telosamente hasta la esquina. Cuando los diablitosllegan hasta los bordes del carrusel, ella retrocedehasta el farol. Sintió pánico y la voz le subía hastaquerer romper sus tapas, pero el cangrejo que lle-vaba en la nuca le servía de tapón. Las grandespresiones concentradas en los coros de los negrosse sintieron un poco tristes al ver que nada máspodían trasladarla de la esquina hasta el farol. Y ala limitación, a la encerrona de su pánico oponíanla altura de sus voces en un crescendo de mareassinfín. Después supo que un poeta checo que asis-tía para hacer color local, acostumbrado a los cre-púsculos danzados en el Albaicín, había comenza-do a tiritar y a llorar, teniendo un policía que pro-tegerlo con su capota y llevarlo al calabozo paraque durmiese sin diablos. Al día siguiente, las pá-ginas de su cuaderno lucián como pétalos idiotasentre el petróleo y la gelatina de las tambochas,devueltas por los pescadores eruditos a las aguasmuertas de la bahía.

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM100

Page 99: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 99/106

101

 Y más allá de los carruseles, las casas pobladashasta reventar, con las claraboyas cerradas paraevitar que la luz subdivida a los cuerpos. Bailán-dole a las esquinas, a los santos, al fango tiradocontra cualquier pared, en cada casa apretada serepite la caminata de la playa hasta el carrusel. Depronto, un cuerpo envuelto en un trapo anaranja-do es lanzado más allá de las puertas. Los soldados

enloquecidos lanzan tiros como cohetes. Pero lascasas cerradas, llenas hasta reventar, desdeñan elfuego artificial. «Aquí te encontré y aquí te maté.» Y la cuchillada... Ah... La esposa del herrero sien-te que le clavan la cabeza y retrocede hasta el farol.Pasan por encima de ella, como en un asalto, todoel botín de la fiesta. Recibe una claridad, la maña-na comienza a acariciarla. Empieza a sentir, a re-cuperar y sorprende que el frasco de aceite del Bra-sil hierve queriendo reventar. Cree que aún separaa los grupos, pide permiso y nadie la rodea. Lalancha que la devuelve como única tripulante, lepermite un sueño duro que galopa en el petróleo.Sale de la lancha con pasos raudos, como si la fue-se a tripular de nuevo. Cuando llega a su casa per-cibe a su esposo y a su hijo respetuosos de las cos-tumbres de siempre. Y lleva el aceite hirviendohasta su nuca. Ya encontró camino, le dice de nue-vo el negro Tomás cuando lo visita, y saldrá másallá del túnel. Por la mañana lanza de nuevo la

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM101

Page 100: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 100/106

102

protuberancia carmesí. Ahora ha saltado por eltúnel de la cuenca del ojo izquierdo. Pero la zozo-bra que la continúa es insoportable. El esposo ale- jado de ella, en una soledad duplicada se lleva decontinuo el índice a los labios. Y aunque está soloy muy lejos de ella, repite ese gesto, que la vecineríaa su vez comenta y repite. Y el hijo, más huraño,antes de entrar en el sueño, se obstaculiza a sí mis-

mo en tal forma que la pelota rueda como si fueseagua muerta o una cucaracha despreciada cuyovuelo es seguido con indiferencia.

¿Qué les pasa a ustedes?, dice después de la so-bremesa, lanzándole la pelota a su hijo, que la dejacorrer, importándole nada su desenvolvimiento.

Estás en vacaciones, ahora se dirige al esposo,para ver si tiene mejor suerte, no quieres hacer naday las monturas de hierro van formando por toda lacasa una negrura que será imposible limpiar cuan-do nos mudemos.

Nos mudaremos, le contesta casi por añadiduray los hierros se quedarán, ya con ellos no se puedehacer ni una sola chispa. Me gusta más ver unaluciérnaga de noche que arrancarles una chispa aesos hierros de día.

Ahora, le decía días más tarde el negro Tomás,no puedo predecir el combate de la golondrina yla paloma. Ni en qué forma le hablarán. Sé que lagolondrina no puede penetrar en la casa y conoz-

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM102

Page 101: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 101/106

103

co la sombra de la paloma. Sin embargo, una go-londrina se obstinará en penetrarla y la paloma lehará daño. Siempre que pelean la golondrina y lapaloma se hace sombra mala.

Buscaba la huida de su casa. Con un paquete asu lado, por si tenía que permanecer en los par-ques a la noche, mostraba aún sobre su seno la flordel aretillo. En varias ocasiones la flor rodaba,

queriendo escapársele, pero su indiferencia aúnpodía extender la mano y recuperarla. Su atenciónfue indicando los carros de golondrinas que borra-ban las nubes. No era su intención, hasta donde sumirada podía extenderse, poner la mano en el cue-llo de ninguna de ellas. El verso de Pitágoras, do-mésticas hirundines nehabeto, que aconseja no lle-var las golondrinas a la casa, existía para ella. Ob-servaba sus perfectas escuadras, sus inclinacionesincesantes y geométricas. Apenas pudo hacer unvertiginoso movimiento con la mano derecha paraahuyentar a una golondrina que se apartaba de labandada y había partido como una flecha marca-da a hundirse en su rostro. Rechazada, volvió uninstante a la estación de partida como para no per-der la elasticidad que la lanzaba de nuevo, como elrayo se hace visible mientras la nube retrocede.Aterrorizada asió a la golondrina por el cuello ycomenzó a apretarla. Cuando sintió la frialdad delas plumas, asqueada abrió las manos para que se

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM103

Page 102: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 102/106

104

escapase. Entontada, el ave ya no tenía fuerza paraalejarse y la rondaba a una distancia bobalicona.Le hacía señas y gritos a la golondrina para quehuyese, pero ella insistía, idiotizada como en lascaricias de un borracho. Tuvo que huir volviendoel rostro para asegurar que el ave ya no tenía fuer-zas para perseguirla. A la otra mañana, como su-cede siempre en la vergüenza de la conciencia, re-

pasó aquel sitio donde se había manifestado el con- juro. Al lado del paquete, la golondrina lucía consofocada torpeza la última frialdad. Pudo oír loscomentarios de las esquinas que le indicaban quela golondrina había hecho esfuerzos contrahechospara acercarse al paquete. Esa misma noche soñó,mientras el herrero y su hijo guardaban de ella unadistancia regida por la prudencia: la golondrina erade cartón mojado; el rocío había traspasado lospapeles del paquete y algodonado los cordeles quelo custodiaban. Dentro, un niño gelatinoso,deshuesado en una herrería que manipulaba conmartillos de agua, ofrecía un ombligo con una pro-tuberancia carmesí para que abrevase el pico decaoba de la golondrina.

Después de tanto guerrear había ido volviendoa sus paseos del crepúsculo. Tuvo deleite de atardos recuerdos, entremezclándolos y separándoledespués sus pinzas irónicas. Creían que la habíandejado serena, no la huían, pero ya a su lado nada

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM104

Page 103: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 103/106

105

se le ponía en marcha para su destino. Creía recor-dar las cosas que pasaban a su lado con una durezade arañazo. Alejaba tanto el rostro que se le acerca-ba o la mano que se le tendía que los gozaba comouna estampa borrosa. Podía reducir el cielo al ta-maño de una túnica y la paloma que le echaba lasombra a la otra inmovilizada con su lengua derojez contrastada en la túnica lila. Gozaba de una

sombra que enviaba la paloma que no se acercanunca tanto como la golondrina cuando está mar-cada. La luz la iba precisando cuando ya el herreroy su hijo no sentían el paseo del cangrejo por sunuca o por el seno que había impulsado con leve-dad acompasada la flor del aretillo. El cangrejosentía que le habían quitado aquel cuerpo que élmordía duro y que creía suyo. Le habían quitadoaquel cuerpo que él necesitaba para lo propio suyo,semejante al enconado refinamiento de las alfom-bras cuando reclaman nuestros pies.

Publicado por primera vez en Orígenes,Primavera, Año I I I, Núm. 9, 1946.

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM105

Page 104: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 104/106

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM106

Page 105: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 105/106

ÍNDICE

Nota editorial / 5Fugados / 9El patio morado / 23Para un final presto / 45 Juego de las decapitaciones / 57Cangrejos, golondrinas / 83

Untitled-1 11/25/2002, 2:42 PM107

Page 106: Lezama Lima Cuentos Completos

7/30/2019 Lezama Lima Cuentos Completos

http://slidepdf.com/reader/full/lezama-lima-cuentos-completos 106/106