El poder de mi deseo: soy creadora!

Por muchos años, he disfrutado de una abundante jornada de lectura. Comencé con la literatura española. Mi dulce aventura con ella resultó en una obsesión con España, su paisaje, su gente, su historia y algunos años de estudiar en Toledo. Cuando me repuse de semejantes tongoneos, me quedó una absoluta certeza de que quería algo más y seguir ese camino me encaró con mi más pura verdad.

Por eso, poco después de graduarme de universidad, me dirigí hacia una dirección diferente con mi amor y hambre por la lectura. Básicamente descarté todo tipo de ficción y me rendí al sonido de los textos de no-ficción.Me sentí tan libre de los juicios en torno a lo que es un buen escritor y acerca de lo que escribe un buen escritor que muchas veces me sentía rebotar contra las paredes de alegría y alivio. No fue hasta entonces, cuando fui capaz de sentir y escuchar otras voces dentro de mí.

Todavía recuerdo el ejercicio de visualización que me hizo trazar la imagen de un inmenso mar enfrente mío para ejemplicar la abundancia que está a mi servicio, cuando leí por primera vez “Usted puede sanar su vida” de Louise L. Hay. Asimismo, todavía puedo experimentar el sentimiento de libertad y paz que me daba una reflexión del mismo libro. Así de cierto es lo que digo que aún puedo recitarla de memoria después de más de diez años.

Durante una etapa de mi vida cuando conducía por dos horas a las 4:00 a.m., con mi hijo de dos años entonces, para llegar a la escuela donde enseñaba, encontré que Deepak Chopra me había dado el regalo de enfocarme en la esencia de quienes realmente somos. Dios adquirió una nueva dimensión ante mis ojos y su rostro siguió definiéndose. El libro “Las siete leyes espirituales del éxito” se sintió frecuentemente como un lugar donde ser Yo. Lo leí decenas de veces ese semestre.

Luego, me topé con otros autores que ciertamente me hicieron seguir creciendo. Ecknath Easwaran, Eckhart Tolle, Iyanla Vanzant, el libro “Un Curso en Milagros”, entre otros, y la experiencia del Kriya Yoga ofrecida de manera divinamente dulce de la mano de Paramahansa Yoganada, continuaron dando la dirección, el significado y el sentido de certeza a mi vida que había comenzado a formarse como niña católica en la iglesia y escuela en la que estudié.

Incluso, me reencontré con un autor del que había escuchado, pero del que nunca había leído nada en realidad: Dr. Wayne Dyer. Fue una sorpresa muy grata enterarme, cuando leía su libro “El Poder de la Intención”, que él había conocido personalmente a Yogananda y a otros yoguis a los que admiro profundamente aún hoy. Sin embargo, todavía, en aquel entonces, no me sentía yo muy cómoda con aceptar algo que se repetía en todo el libro. Dyer afirmaba una y otra vez que todo cuanto nos rodea es un espejo de nosotros mismos.

Hoy día sé porqué era tan incómodo aceptarlo y ahora también sé lo que ese planteamiento realmente significa. Significa que siempre he tenido el control de mi vida y de todo lo que se manifiesta en ella. Es todo mi diseño creativo. ¿Cuánto más formidable puede esto ser? Recordar el poder de profecía que descansa en mi Deseo, se ha convertido en mi Estrella del Norte.

Ahora no sólo acepto que

cuanto me rodea es un espejo

de mí misma, sino que me

enorgullezco en decir que he

decidido en todo momento

aquello de lo que he querido

rodearme. Libertad y gozo:

no puede haber algo mejor.

¡Prueba y verás!

Nosotros, fabulosos creadores conocedores, vinimos a esta vida con el propósito de experimentar Gozo. Del gozo de crear es que se trata Dios, la Fuente y cada uno de nosotros.

La Fuente y tú son UNA sóla cosa. Experimenta lo que es SER Fuente/Dios/Pura Energía Positiva/Amor y manifiesta todos tus deseos escuchando Tu voz interna.

La vida es divertida. Ve juega y disfruta este fabuloso viaje.

Virmared Santiago