LERES SOBRE UD Y GENERO

Organización Panamericana de la Salud 1.992

Las publicaciones de la Organización Panamericana de la Salud están acogidas a las publicaciones de] protocolo 2 de la Convención Universal de Derechos de Autor. Las entidades interesadas en reproducir o traducir, todo o en parte, alguna publicación de la OPS deberán solicitar la oportuna autorización de] Programa Regional Mujer, Salud y Desarrollo, Organización Panamericana de la Salud, Washington D.C. La Organización dará a estas solicitudes consideración muy favorable.

/3/Q5/O)1 /v . 2-

TALLERES SOBRE SALUD Y GENERO

CUADERNO N° 2

Mujer e Historia

.MMBUUO Í ECA INCAP__

ORGANIZACION PANAMERICANA DE LA SALUD Oficina Sanitaria Panamericana, Oficina Regional de la

ORGANIZACION MUNDIAL DE LA SALUD

525 Twenty - third Street, N.W. Washington, D.C. 20037, U.S.A.

Diciembre, 1991

Esta publicación recibió también el apoyo de la Autoridad Sueca para el Desarrollo Internacional (ASDI) y Agencia Noruega para el Desarrollo Internacional (NORAD) en el marco del Proyecto Salud Integral de la Mujer para Centroamérica.

INTRODUCCION

Las páginas siguientes no pretenden ser un relato total de la historia. Se trata de pequeños cuadros que muestran momentos contrastantes. Tampoco estas notas constituyen un saber exacto, cerrado ni absoluto.

Sabemos que la ciencia como ciencia es una interpretación, es decir, una reconstrucción de hechos que sucedieron en el pasado, pero que son articulados y organizados por el historiador el cual nunca puede escapar de su subjetividad. Por lo tanto, en todo discurso o texto histórico interviene el punto de vista de quien lo reconstruye, lo ordena y lo transmite a través de su relato.

El objetivo cie este Cuaderno es mostrar cómo a través de los tiempos históricos, junto a cambios y transformaciones económicas, sociales, políticas y culturales, fue también cambiando el modo de relacionarse de hombres y mujeres, el lugar que cada uno de ellos ocupó y las diversas formas de subordinación de la mujer.

Recorrer la historia y reflexionar sobre estos cambios, es preguntarse sobre los ordenamientos sociales basados en las diferencias "naturales" de los sexos, en la legitimación de las desigualdades de género. Es decir, cómo las diferencias biológicas fueron convirtiéndose y justificándose como desigualdades sociales.

El concepto de división sexual del trabajo es central para una lectura de la historia desde una perspectiva de género.

Hace miles de años apareció sobre la tierra el Homo Sapiens. En esos tiempos prehistóricos la división de trabajo se basaba en la cooperación. De las pinturas rupestres y objetos hallados se dedujo que la relación entre hombres y mujeres era de cooperación, simetría e igualdad. Algunas estatuillas parecían indicar que existía un culto a la fecundidad de la mujer. La crianza de los hijos era una tarea de toda la comunidad y no sólo de los grupos que hoy conocemos como familias.

Más adelante, en el Neolítico, la agricultura, desarrollada fundamentalmente por las mujeres, adquirió tanta importancia como la caza y la recolección, tareas básicas de subsistencia para los grupos del período anterior (Paleolítico). Con esta nueva actividad, la gente comenzó a organizarse formando ciudades y grupos que permanecían trabajando las tierras. Hombres y mujeres comenzaron a "dominar" la Naturaleza. El poder de la fecundidad femenina era comparable a la fertilidad de la tierra que cultivaban y habitaban.

En las sociedades primitivas hombres y mujeres se distribuían por igual las tareas que les aseguraban la

em

supervivencia y estaban unidos por vínculos solidarios y fraternales sobre la base de los principios colectivistas de la vida productiva y social.

Sin embargo esta situación, en los orígenes de la historia de la Humanidad, no era "natural" sino la expresión de las relaciones que los seres humanos establecieron con sus necesidades, de cómo las definían,, de cómo se organizaban y de las posibilidades y modalidades de satisfacción que encontraron.

Este relativo equilibrio se mantuvo hasta que descubrimientos técnicos, científicos o cambios sociales transformaron las relaciones de complementariedad establecida por hombres y mujeres.

Y sucedió así:

Hacia el 1700 AC se establecieron en Mesopotamia, una región del Asia, una serie de normas que quedaron registradas en un código, conocido como Código de Hammurabi. En relación a las mujeres, este código las obligaba a tener hijos durante toda su vida fértil y a ocuparse cíe las actividades domésticas. El mismo código asignaba a los hombres las tareas de la vida pública y a la mujer. las de la vida privada.

Las relaciones entre hombres y mujeres cambiaron. Toda la estructura social comenzó a apoyarse en el poder del padre. El jefe, el faraón, el príncipe tenían el mismo poder, sobre los miembros de la comunidad que el del padre sobre los miembros de la familia.

El poder que ejercían variaba de una sociedad a otra. Pero despótica o permisiva, la autoridad decidía, dominaba, hacía y aplicaba la ley.

7

En todos los casos se encontraron características similares, que sin solución (le continuidad y sólo con pocas modificaciones, se prolongaron hasta el presente: la "división sextal del trabajo", los hombres responsables de la vida pública, de las decisiones; y las mujeres a cargo (le la reproducción y de la educación (le sus hijos, confinadas casi exclusivamente a la vida privada.

La sociedad griega tamhi'n tuvo características patriarcales. Estimulaba en el hombre el valor, la combatividad, el orgullo. La mujer era considerada cuando demostraba su belleza y su fertilidad. Según Pendes, gobernador y filósofo griego, "las mujeres, los esclavos v los extranjeros no son ciudadanos.

En Roma los gru POS vivían unidos bajo la jefaturas (le tina sola personal: el ''pater familia''. Actuaba como juez vv sacerdote y tenía el poder (le decidir la vida, la muerte y la libertad de, las personas a su cargo. Los relatos liistóricos de esta epoca muestran a una mujer siempre sometida al hombre va sea padre, hermano o esposo. No actuaba en Política, no podía ejercer cargos administrativos, eti tampoco comprar, vender o heredan. El casamiento eral para los 10111;1110'111 un deber cívico.

En la América Latina colonial, a la división sexual del trabajo se le añadió la asignación de tareas por razas. Las mujeres blancas eran recluidas en el hogar; su función primordial era tener y criar hijos. Estaban siempre bajo la tutela de un hombre. Las mujeres indígenas, mulatas y negras eran relegadas, según la conveniencia, a trabajar como esclavas en distintos sectores de producción o bien, en tareas domésticas.

En distintos momentos y en diferentes lugares, acompañando los cambios económicos y políticos, la subordinación de la mujer fue adquiriendo diversas modalidades junto a argumentos legales, religiosos y científicos que la justificaban. Se puede decir sin embargo, que las formas de subordinación fueron cambiando, pero siguió existiendo desigualdad. Tanto e►► Grecia en el siglo V a.0 co►►►o en América en el siglo XVI, diferentes pensadores afirmaron que la desigualdad obedecía al orden natural, justificando así las diferencias jerárquicas entre mujeres y hombres, es decir, la desigualdad de género.

En los últimos años del siglo XVIII y al comienzo del siglo XIX, una serie de revoluciones sacudió las monarquías europeas. Las mujeres de esa época plantearon reivindicaciones que aún hoy tienen vigencia. Propusieron diferentes fórmulas, a fin de conciliar las necesidades de reproducción cíe la especie y su libertad personal: matrimonio cie ensayo, libertad durante la convivencia conyugal para disponer de su corazón y de su cuerpo, igualdad cíe deberes y derechos COn el hombre. Pero ninguno de sus reclamos tuvo éxito, ni siquiera el de recibir la misma educación que los hombres.

La revolución francesa, que consagró los principios de igualdad, libertad y fraternidad, no modificó las estructuras que imponían el sometimiento de la mujer y tratamiento como ciudadana de segunda categoría.

Hacia mediados del siglo XIX el trabajo laboral se modificó profundamente: ya no se trabajaría en pequeños talleres y en los hogares, sino en locales donde se instalaron las máquinas.

Así nació la fábrica, lugar en el cual se concentraron máquinas y obreros. Hombres y mujeres trabajaron a cambio de un salario. La industria textil del algodón empleó fundamentamente mano de obra femenina. Estas mujeres no sólo se enfrentaban a las duras condiciones de las fábricas. Las bajas condiciones de seguridad hicieron del trabajo un riesgo permanente.

Si bien los hombres querían construir una nueva sociedad basada en la igualdad y la libertad, las mujeres fueron excluídas de este proyecto. ¿Què necesidad tenían ellas de votar, de educarse, de recibir protección en sus trabajos? Mientras los hombres luchaban por terminar con el patriarcado político, seguían sosteniendo a cualquier precio el patriarcado familiar. En el transcurso de más de dos siglos las mujeres junto a los hombres siguieron, y siguen planteándose aún hoy muchas de esas reivindicaciones.

Hombres y mujeres somos historia y hacemos his-toria. Reflexionar sobre esta afirmación, signi-fica pensarnos como personas activas, implicarnos en procesos de transformación y cambio . Ser protagonistas.

OBJETIVOS GENERALES

• Comprender el concepto de división sexual del trabajo.

• Confrontar una visión biologista y naturalista de los roles de género, con una perspectiva histórica de los vínculos entre hombres y mujeres.

• Comprender el concepto de construcción social e histórica de los roles de género, vinculándolo con la salud.

m

Objetivo

Materiales

Inicio

ACTIVIDAD No. 1

REDESCUBRIENDO A LOS PROTAGONISTAS

• Reflexionar acerca de la noción de protagonismo histórico.

Una lámina sobre el descubrimiento de América

Con base en la lámina el/la facilitador/a hará una re-flexión acerca de lo que plantean muchos historiadores de hoy en día, que tienen en cuenta la existencia de otros protagonistas en la historia, además de los héroes y próceres. Entre estos personajes olvidados se encuentra la mujer.

Una vez hecha esta reflexión, el grupo analizará la lámina considerando los personajes que aparecen, los que faltan y por qué motivos están o no presentes. Se puede sugerir que se creen diálogos imaginarios que aporten elementos a la comprensión de ese pasado teniendo encuenta la importancia de lo que ellos cuenten, y por qué. Posteriormente se divide el grupo en dos. Uno de ellos hace una "defensa" de la escena representada en la lámina; el otro subgrupo la cuestionará. Cada uno debe fundamentar sus argumentos.

Desarrollo

12

ACTIVIDAD No. 2

LA HISTORIA EN HISTORIETA

Objetivos • Incorporar información sobre distintos momentos de la historia en la relación mujer-hombre.

Materiales Tres escenas de historietas que ilustran distintos pe- ríodos históricos.

Inicio El/la facilitador/a leerá algunos datos seleccionados del terna "Mujer e Historia" y a partir de allí sugerirá que se inventen diálogos para cada una de las escenas.

Desarrollo Una vez leída las informaciones entre todos y todas crearán los diálogos de las escenas presentadas.

o o

li' 13

ACTIVIDAD No. 3

EL TUNEL DEL TIEMPO

• Recrear y proyectar características del vínculo mujer-hombre en el pasado, presente y futuro.

• Reflexionar sobre el concepto de construcción social e histórica del vínculo mujer-hombre.

• Tomar conciencia de en que la situación actual aparecen fragmentos de los sucesivos roles desempeñados por hombres y mujeres a lo largo cie la historia.

Se divide el grupos en tres subgrupos. Cada uno de ellos hará una breve representación sobre el mismo tema: ¿Qué sucede en la organización de la vida familiar ante un nacimiento? Cada grupo ambientará su escena en diferentes momentos históricos: el primero mostrará las escena en la prehistoria, el segundo lo hará durante la época colonial y el último la representará en el año 3.000.

Objetivos

Inicio

14

Desarrollo Se da un tiempo (10'-l5' aproximadamente) para la preparación de las escenas. Luego se presentan y se finaliza con un debate general acerca de lo representado y su significación.

Sugerencia Puede darse la consigna en secreto a cada grupo, de tal modo que nadie conozca de antemano lo que va a representar el resto de los grupos.

Y 1III i 1 (~

15

¡. M1:'.: _

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA

Aries, Philipe y Georges, Duby, Historia de la vida privada, Tomos 1 al X, Ediciones Taurus, Madrid,

1.990.

Badinter, Elisabeth, El uno es el otro, Ediciones

Planeta, Barcelona, 1.987.

Giberti, Eva, Ana Fernández, La Mujer y la Violencia Invisible, Ediciones Sudamericana, Buenos Aires, 1.989.

INSTITUTO DE NUTRICION DE CENTRO AMERICA Y PANAMA

Este libro debe ser devuelto a la Biblioteca en la última fecha indicada

P-1695