león: bosques y humedales

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Bosques y humedales

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IntroducciónAbedulares de Omaña

Castaños deLas Médulas

Lago La Baña

Lago Truchillas

Robledal de El Castillo

Sabinar de Mirantes de Luna

Hayedo de Cabornera

Faedode Ciñera

Hayedo de Valporquero

Pinarde Lillo

Sabinar de Crémenes

Hayedos de Picos de Europa

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Guía Bosques y Humedales 3


Abedulares de Omaña Faedo de Ciñera Hayedos

Castaños de Las Médulas

Sabinares

Robledal de El Castillo

Humedales Información útil

Pinar de Lillo

Consorcio Provincial de Turismo de Leónwww.turisleon.com

Diputación de LeónEdita:

Fotografía: Norberto Cabezas

Depósito Legal:ISBN: 978-84-938435-1-9

Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con la autorización expresa y por escrito del Consorcio Provincial de Turismo de León. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y siguientes del Código Penal).


Abedulares de Omaña

La comarca de Omaña guarda con sigilo nume-rosos secretos, algunos de ellos tan magníficos como las numerosas formaciones boscosas de abedules que jalonan los valles de la cabecera del río que la da nombre. No en vano, lo usual es que en estas latitudes los escasos ejempla-res existentes de este árbol estén presentes en bosques de otras especies, pero no conforman-do una unidad propia (algo que en el norte de España sólo se da en Omaña y en algunos pun-tos concretos de la Cordillera Cantábrica). Esta presencia se explica por la gran adaptación a

los periodos fríos demostrada por los abedules, así como por la base silícea que tienen los sue-los donde han establecido su hogar.Gracias a ello es posible contemplar conjuntos tan bellos como los abedulares de Murias de Paredes, Montrondo y Fasgar, fácilmente iden-tificables por la característica corteza blanca de estos árboles, especialmente brillante cuando sus ramas están desprovistas de hojas y su tronco recibe directamente la luz del sol. Un brillo que nunca pierde totalmente, ya que el follaje de este tipo de árboles no es excesiva-

mente denso, lo que a su vez permite que en el interior del bosque abunden diferentes tipos de arbustos y plantas.Por las combinaciones de tonalidades y aromas resulta especialmente recomendable visitar cualquiera de estos abedulares en otoño e in-cluso a finales de verano, ya que se trata de un entorno que permite escapar del extenuante calor. Si se decide acercarse a ellos en invierno, hay que tener en cuenta que habitualmente están cubiertos de nieve y que presenciar esta bella estampa requiere ir bien pertrechado.

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Faedo de Ciñerason muy diferentes. A un lado se sitúa el Faedo de Ciñera, cuyas características remiten funda-mentalmente a la vertiente atlántica, mientras que al otro se encuentran diversos encinares propios de la mediterránea. Este contraste es posible por distintos motivos, entre los que cabe destacar la diferente orientación de las laderas de las montañas. Así, las encinas dominan las orientadas al sur, al requerir menos agua y grandes periodos de exposición solar, mientras que las hayas pueblan con desparpajo las más sombrías, haciendo gala de su mayor resisten-

cia a las bajas temperaturas y su capacidad para retener la humedad en sus hojas y evitar la transpiración durante parte del día. Lo hacen con tal intensidad y belleza que en 2008 el Fae-do de Ciñera fue distinguido por el Ministerio de Medio Ambiente con el título de “Bosque Mejor Conservado de España”.Como colofón de esta fusión de ambientes, al fondo emergen las Hoces del Villar, que acogen en sus recortadas paredes de piedra caliza una amplia variedad de especies vege-tales y animales.

El arroyo de Ciñera o del Villar (se le conoce de las dos formas) marca en su discurrir la separa-ción de dos hábitats que, pese a ser contiguos y llegar en algunos momentos a darse la mano,

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Hayedo de CaborneraEl Hayedo de Cabornera es uno de los nume-rosos bosques poblados por esta especie ar-bórea en el Valle de Geras (fundamentalmen-te en las laderas orientadas hacia el norte). Aquí, las habituales brumas y nieblas de este privilegiado enclave, próximo a la frontera natural con Asturias, favorecen enormemen-te la proliferación de hayas, que aprovechan esta humedad reteniéndola en sus hojas para reducir la transpiración durante parte del día, o absorbiéndola a través de sus raíces más superficiales cuando se decanta en forma lí-

quida hacia el suelo. Éste es un dato a tener muy en cuenta, puesto que el haya no sopor-ta la sequía, debido a la transpiración intensa de su follaje. Es más, en Cabornera se puede apreciar perfectamente la diferencia existen-te entre las denominadas hojas de sol y las de sombra, que son más delicadas, grandes y con menos estomas (poros localizados en la superficie de las hojas). De tal forma que pueden contemplarse en un mismo ejemplar, situándose las de sol en las zonas más ilu-minadas, al existir mayores posibilidades de

sufrir pérdidas de agua, y las de sombra en las menos expuestas a la luz solar.Otro fenómeno perceptible en este hayedo es la gran sensibilidad de sus hojas a las heladas tardías (mayor cuanto más jóvenes son). Así, pese a su pilosidad, muchas hayas se ven obligadas durante una misma prima-vera a generar nuevas hojas en más de una ocasión, para sustituir a las afectadas por el hielo (los árboles de la parte más elevada del hayedo tienen un tamaño menor que el resto al ser los que más padecen este problema).

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Hayedo de ValporqueroEl haya es una de las especies arbóreas que mejor se adapta a las condiciones de vida con escasa luminosidad, de ahí que en Valporque-ro se extienda principalmente por las laderas orientadas al norte. En cuanto a la estructura de este bosque, cabe destacar que en parte también está determi-nada por la gran actividad kárstica registrada en la zona. De este modo, fenómenos como la existencia de pequeñas depresiones del terreno por las que penetra el agua (dolinas), determi-nan la presencia de suelos poco profundos que limitan el crecimiento del arbolado y posibilitan la aparición de claros. Además, hay que tener también en cuenta que, por sus características intrínsecas, el haya in-fluye decisivamente sobre la vegetación que tiene a su alrededor (su frondoso ramaje impi-de que la luz llegue a las especies situadas en un plano inferior). Así, el acebo es uno de los pocos árboles capaces de sobreponerse a este déficit, sirviendo además en Valporquero como refugio invernal para la fauna cuando las hayas muestran sus ramas desnudas, e incluso como fuente de alimento (su fruto son las bayas).

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Hayedos de Picos de Europa

Las imponentes cumbres de Picos de Europa albergan en sus pendientes y valles espectacu-lares bosques. Entre ellos abundan las forma-ciones de hayedos, por su buena adaptación a las difíciles condiciones climáticas del entorno, especialmente en las laderas de mayor umbría (no hay que olvidar que pueden aguantar tem-peraturas de hasta -25ºC). Hayedos como los de Soto de Sajambre, Vegabaño o Pico Baeza, por poner sólo algún ejemplo, ofrecen paisajes de gran belleza, especialmente en otoño, cuan-do los tonos ocres, anaranjados y rojizos de las hojas se combinan con la paleta de verdes in-tensos de los musgos y el brillo de los troncos provocado por los haces de luz que se cuelan entre las copas. No obstante, también resulta aconsejable visitarlos en la época estival, ya que algunos de ellos están incluidos en los re-corridos de las rutas guiadas gratuitas que cada verano lleva a cabo el Parque Nacional de Picos de Europa, pudiendo así conocerse de la mano de auténticos especialistas en la materia.

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Los castaños de Las MédulasEl castaño es la especie forestal preponderante en El Bierzo, especialmente en el oeste. En Las Médulas (suroeste) los soutos y ladeiros bercia-nos cobran una personalidad aún más acusada. Introducido como cultivo por los romanos, ha pervivido hasta nuestros días, convirtiéndose en una seña de identidad de este enclave, decla-rado Patrimonio de la Humanidad. No en vano, sus características parecen hechas a medida para los castaños, con laderas frescas y um-brosas, pero al mismo tiempo abrigadas.En general, los ejemplares que pueblan estos parajes son de tronco grueso y corto en los

cultivados, y más limpio y esbelto en los bra-vos. Sus ramas florecen de mayo a junio en retamas, madurando las castañas entre octu-bre y noviembre (en los cultivados la caída se adelanta). Llegado este momento, los bercianos agradecen las cosechas celebrando los popu-lares magostos que, como no podía ser de otra forma, giran en torno a las castañas, en este caso asadas. De este modo, cualquiera de las dos épocas resulta recomendable para visitar la zona: cuando florecen para ver las hermo-sas tonalidades blanquecinas que ofrecen sus ramas, y cuando se recoge su fruto para degus-tarlo junto a un buen fuego.

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Pinar de LilloIncluido dentro de la Reserva Regional de Caza de Mampodre, el Pinar de Lillo se en-cuentra situado en la cabecera del Río Por-ma, en la vertiente meridional de las Sierras de Sentiles (2.155 metros) y Mangallo (1.889 metros), y en la occidental del macizo del Mampodre (2.192 metros), entre el Puerto de las Señales y Cofiñal.

Es uno de los escasos pinares autóctonos que se conservan en España, aunque en él también existen abedules y hayas. Destaca por albergar cantaderos de urogallos, rebe-cos, ciervos...Está asentado sobre sustrato silúrico, prin-cipalmente cuarcitas. En los fondos de va-lle, especialmente en las zonas con mejor

terreno, pueden contemplarse ejemplares con más de 150 años de edad, que sobre-pasan los tres metros de perímetro y los 30 de altura. Para poder visitarlo es necesario solicitar un permiso al Director del Parque de Picos de Europa, a través del número de teléfono 987 29 61 72/78.

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Robledal de El CastilloSituado en la comarca de Omaña, el robledal de El Castillo es una masa arbórea densa y extensa a la que, sin embargo, el hombre fue arrebatando terreno para usos agrícolas, fun-damentalmente de secano (muchos de ellos actualmente han sido abandonados, dando paso a diferentes tipos de matorrales). De este modo, la mayor parte del robledal se si-

túa actualmente en las laderas de sombra. La importancia de este bosque radica en gran medida en el cobijo y alimento que ofrece a especies cinegéticas como el ciervo, el corzo o el jabalí, y aves como el párido o el zorzal, ya que el Valle de Omaña no destaca espe-cialmente por contar con amplias extensio-nes arbóreas.

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Sabinar de Mirantes de LunaLa resistencia y perdurabilidad de las sabi-nas permitió que poblaran buena parte de la península tras las últimas glaciaciones. Sin embargo, la mejora de las condiciones climatológicas hizo que fueran perdiendo terreno frente a otras especies, siendo apar-tadas poco a poco hacia lugares en los que únicamente ellas pueden subsistir. Es el caso del conocido como Sabinar de Mirantes de Luna, en el que, por increíble que parezca, estos árboles echan raíces sobre la roca cali-za. Adoptan para ello mil formas, buscando la que mejor les permita subsistir. Así, el verde oscuro de sus hojas (predomina la sabina albar) se alterna con el gris de la piedra en numerosos claros.Si se accede al bosque se podrá comprobar como en diferentes puntos el tomillo y la la-vanda lo realzan con sus fragancias, o como distintos tipos de reptiles buscan el calor de las calizas.


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Sabinar de CrémenesSituado en la ladera caliza existente entre Las Salas y Crémenes, este sabinar presenta dos estratos, uno superior, caracterizado por ser un bosque poco denso en el que pre-domina la sabina albar, mezclada con algunas encinas carrasco y

quejigos; y otro inferior, dotado de mayor continuidad merced a la abun-

dancia de sabinas rastreras y enebros.

La sabina albar es un árbol dioico, lo que su-pone que hembra y macho se dan en distinto pie. Su copa está siempre verde, el tronco es grueso, corto y tiende a retorcerse con los años, mientras que la corteza presenta largas grietas verticales, que se desgajan en astillas, y un color parduzco. La Junta de Castilla y León ha clasificado este sabinar como Zona de Reserva dentro del Espacio Natural de Picos de Europa, de

acuerdo con la Ley de Espacios Naturales de la Comunidad. Como tal se entiende aquel espacio que por sus características natura-les necesita de una especial protección, por tratarse de un ecosistema poco modificado por la actuación humana que, o bien cons-tituye un hábitat vital para la supervivencia de determinadas especies, o bien conserva recursos valiosos por su representatividad o singularidad.

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HumedalesLa orografía leonesa, las habituales y abun-dantes precipitaciones y la actividad agrícola han hecho surgir humedales, en algunos casos estacionales, en diferentes puntos de la provincia. Espacios a los que suelen acu-dir buscando refugio diferentes especies de aves acuáticas ivernantes. Tanto es así que, según los datos oficiales de la Junta de Cas-tilla y León, en enero de 2009 se censaron en ellos casi 8.500 aves de 27 especies di-ferentes (aunque esta cifra incluye también los ejemplares localizados en los pantanos y embalses).Se trata de enclaves como la balsa de Riego de Santa Cristina del Páramo, el balsón de Sardonedo (Órbigo), la Laguna Rey (Chozas de Abajo), la de Bercianos o la de Antimio de Abajo por poner sólo algunos ejemplos, ya que sería casi imposible enumerarlos todos.No obstante, si es necesario resaltar que algu-nos de ellos cuentan con niveles especiales de protección. Es el caso, por ejemplo, de las la-gunas esteparias estacionales pertenecientes al Lugar de Interés Comunitario (LIC) Lagunas de los Oteros (Tierra de Campos, al sureste de la provincia). Su importancia se debe a las poblaciones reproductoras de avutarda, cernícalo primilla y aguilucho lagunero que habitan en el entorno, así como a las espe-ciales características limnológicas del mismo. De hecho, la mayor parte de estos humedales están también incluidos en la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) Oteros-Cea.

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Laguna de Chozas de Abajo

Laguna Gallega (Municipio de Villamejil)

Embalse de Benamarías (Municipio de Magaz de la Cepeda)


Lago La BañaUbicado en el extremo suroccidental de la provincia de León, donde confluyen la Sierra de Mina y la Sierra de La Cabrera, su origen y configuración geomorfológica responden al más clásico de los modelos de la erosión gla-ciar. El Lago aparece rodeado de un perfecto circo, que a su vez está rematado por las al-tas cumbres (sobrepasan los 2.000 metros de altura) de Peña Trevinca y Peña Surbia.Desde el punto de vista geológico destaca la bien conservada y enorme morrena, com-puesta por lajas de pizarra, que sirve para cerrar este Lago del que bebe uno de los más importantes afluentes del Sil: el río Cabrera.Está rodeado por un gran anfiteatro de mon-taña, de paredes casi verticales, por las quese desprenden en cascadas torrentes proce-

dentes del deshielo de algunos neveros, junto a los que pueden apreciarse restos de rebolla-res y abedulares con mezcla de acebos, tejos, serbales, brezos, retamas y arándanos, que aportan una riqueza cromática insuperable.

El rebollo, que representa la vegetación clí max, es una excepción al común deno-minador de la degradación. Además, este Monumento Natural presenta botánicamente un interés especial, al tratarse de un enclave de la serie supra-mediterránea orensanosa-nabriense de abedul. La parte occidental del Lago está presidida por un bosque de abe-dules adultos mezclados con tejos, acebos, rebollos, serbales, arándanos, retamas y bre-zos. En su extremo meridional el bosquete se hace más laxo, con presencia de especies pascícolas y entre ellas helechos.En cuanto a la fauna, es necesario reseñar la presencia de especies cinegéticas como el corzo, el conejo, la liebre o la perdiz, y de rapaces como el ratonero común, el águila perdicera, la culebrera, la real o el azor. Entre los carnívoros se ha detectado la presencia de lobos, zorros, gatos monteses, nutrias, garduñas… Tampoco se puede obviar la abundancia de reptiles como las lagartijas serrana y roquera, los lagartos ocelado y verdinegro, las culebras bastarda y de collar y la víbora de Seoane.Además, en los alrededores del Lago abun-dan anfibios como la salamandra común, lostritones jaspeado, ibérico, alpino y palmeado; el sapo común, el sapo corredor y las ranas de San Antonio, patilarga, bermeja y común. Aunque estas limpias y frías aguas están do-minadas por la trucha común.

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Lago Truchillas

En el entorno de la Sierra de La Cabrera los fenómenos glaciares han dejado huellas úni-cas en lugares de gran interés paisajístico, ecológico y didáctico. Circos, lagunas y valles en forma de artesa junto a rocas aborrega-das, acumulaciones de piedra y un sinfín de pequeños fenómenos morfológicos componen un entorno sin igual, declarado Monumento Natural por la Junta de Castilla y León.La geología de la zona es una mezcla bastan-te heterogénea de pizarras, cuarzitas y gneis,

todas ellas de tipo metamórfico, con distinto grado de descomposición y erosión. El Lago Truchillas es del tipo de cabeza de glaciar, es decir, se sitúa al inicio del mismo. Las pare-des que lo rodean integran lo que se conoce como circo glaciar, mientras que las rocas sueltas de gran tamaño existentes a lo lar-go de todo el valle, incluido el propio camino del Lago en algún tramo, son las morrenas laterales, rocas que erosionaba la lengua del glaciar en su movimiento. De tal forma que la típica sección en “U” de los valles glaciares se puede apreciar aquí perfectamente desde el cruce con el arroyo de Piniello. Las tonalidades corren a cargo de bosques de abedules, acebos, pinos, álamos negros,

chopos, serbales y tejos, así como en menor medida de robles rebollo, manzanos, brezos, bojs, castaños, enebros, retamas e incluso arándanos en la última zona de ascensión al Lago. La fauna está integrada por mamíferos como lobos, zorros, corzos, jabalíes, conejos y comadrejas, junto a los que también está pre-sente el desmán de los Pirineos, perteneciente a la familia de los topos. Especies a las que cabe unir reptiles como lagartijas y culebras.Las rapaces están representadas por lechu-zas, búhos, águilas y halcones. Aunque el Lago también es sobrevolado por perdices, codornices, palomas, golondrinas y gorrio-nes, mientras las orillas son espacio de sapos y ranas y en el agua abundan las truchas.

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Datos útilesComunicacionesAeropuerto de LeónSituado a 6 kilómetros de León en la localidad de La Virgen del Camino.Información AENA. Tfno. 902 40 47 04Parking gratuitoEstación de Autobuses de LeónIngeniero Sáenz de Miera, s/nTfno. 987 21 10 00Estación de Autobuses de PonferradaAvenida Libertad, 15Tfno. 987 40 10 65Estación de Autobuses de AstorgaAvenida Murallas, 52Tfno. 987 61 91 00ADIFInformación: 902 24 02 02Estación de LeónAstorga, s/nEstación de PonferradaAvenida del Ferrocarril, 9Estación de AstorgaPlaza de la Estación, s/nEstación de FEVE de LeónAvenida Padre Isla, 48Tfno. 987 22 59 19

CarreterasDesde Madrid: A-6Desde Asturias: N-630 o AP-66Desde Coruña: A-6Desde Pontevedra: N-120Desde Burgos: A-231Desde Valladolid: N-601Información Dirección General de TráficoTfno. 900 12 35 05Información MeteorológicaTfno. 987 30 03 26Agencia Estatal de Meteorologíawww.aemet.es

Asistencia SanitariaLa provincia ofrece una completa cobertura sanitaria a través de hospitales y centros de salud públicos y servicios sanitarios privados.Urgencias Sanitarias. Tfno. 112Urgencias Cruz Roja Tfno. 987 22 22 22

HospitalesLeón Hospital de LeónTfno. 987 23 49 00Ponferrada Hospital del BierzoTfno. 987 45 52 00Villablino Hospital Valle de LacianaTfno. 98747 09 33

SeguridadGuardia CivilTfno. 062Policía NacionalLeón, Ponferrada, San Andrés del Rabanedo. Tfno. 091Astorga Tfno. 987 61 60 91

Cuerpos especialesGREIM Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña de la Guardia CivilTfno. 987 71 80 04Seprona, Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil. Tfno. 062

Información turísticaAlija del Infantado*Tfno. 987 66 75 31Astorga*Tfno. 987 61 82 22Boca de HuérganoTfno. 987 74 01 03BoñarTfno. 987 73 50 03Caboalles de ArribaTfno. 987 49 20 54CacabelosTfno. 987 54 69 93LarioTfno. 987 74 22 15La MagdalenaTfno. 987 58 16 66CistiernaTfno. 987 70 00 02León*Tfno. 987 23 70 82La Bañeza*Tfno. 987 65 67 37Los Barrios de LunaTfno. 987 58 14 92Mansilla de las MulasTfno. 987 31 00 12MolinasecaTfno. 987 45 30 85Oseja de SajambreTfno. 987 74 03 04Ponferrada*Tfno. 987 42 42 36

Posada de ValdeónTfno. 987 74 05 49Puebla de LilloTfno. 987 73 10 91Puente de Domingo Flórez*Tfno. 987 46 03 71RiañoTfno. 987 74 06 13Sahagún*Tfno. 987 78 21 17Valencia de Don JuanTfno. 608 77 17 25VegacerveraAyto. 987 59 13 87Vega de EspinaredaTfno. 987 56 86 19Villablino*Tfno. 987 471 984Villafranca del Bierzo*Tfno. 987 54 00 28

Otras direccionesConsorcio Provincial de TurismoTfno. 987 29 22 67Fax 987 23 52 [email protected]ón de Leónwww.dipuleon.esGrupos de Acción Localwww.montanariano.comwww.cuatrovalles.eswww.asodebi.orgwww.montanasdelteleno.comwww.poeda.comwww.adescas.orgPatronato de Turismode El Bierzowww.ccbierzo.comTurismo de Castilla y Leónwww.turismocastillayleon.comJunta de Castilla y Leónwww.jcyl.es

* Abierto todo el año


Información útil

Vista del Hayedo de Cabornera


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