lenguaje del chat

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José Antonio Millán, escritor, filólogo, impulsor del Centro Virtual Cervantes y blogger: "El lenguaje verdadero funciona al margen de las academias"

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Jos Antonio Milln, escritor, fillogo, impulsor del Centro Virtual Cervantes y blogger: "El lenguaje verdadero funciona al margen de las academias"

Poeta, novelista, fillogo en ejercicio, antiguo atleta lanzador de peso, blogger preocupado tanto por lo que ocurre dentro como fuera de la Red, director de la primera edicin en CD-ROM del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Espaola... Todo esto y mucho ms es Jos Antonio Milln; tal vez la persona que ms al tanto est sobre los profundos cambios que las nuevas tecnologas est operando en el espaol. Sus trabajos, de gran amplitud temtica, fueron premiados el pasado invierno por los periodistas digitales espaoles, reunidos, como viene siendo habitual, en Huesca. Pero ante todo Milln es un optimista que asegura que nuestro idioma es un ser vivo que se enriquece da a da a la vez que se globaliza.

Autor: Por JORDI SABAT

Fecha de publicacin: 17 de agosto de 2006

Sin duda las nuevas tecnologas son una puerta de entrada masiva a neologismos de todo tipo y pelaje, un torrente de 'genes lingsticos' que invaden da a da nuestro idioma. Esta perdiendo fuerza el espaol en la nueva sociedad digital, o por el contrario se est viendo renovado?

"Estos neologismos de las nuevas tecnologas acabaran siendo tan propios como los anglicismos 'gol' o 'chutar'"

Bueno: me gusta pensar en las palabras nuevas como en organismos vivos que vienen a pastar a las anchas praderas de nuestra lengua, y por supuesto, no las veo como una 'invasin'. Como deca un autor en el siglo XVI: "Habis de saber que los lenguajes tienen muchas veces tanta conformidad y amistad unos con otros que se prestan vocablos, y de tal manera que algunas veces los dejan olvidados hasta que el largo tiempo y el uso los vienen a hacer propios". Estos neologismos de las nuevas tecnologas (que muchas veces reintroducen en nuestra lengua races latinas o griegas) acabaran siendo tan propios como los anglicismos 'gol' o 'chutar'. En septiembre saco en RBA un libro, 'El candidato melanclico', cuyo subttulo es: 'De dnde vienen las palabras, cmo viajan, por qu cambian y qu historias cuentan'. He estado ao y medio materialmente sepultado en los viajes de las races indoeuropeas, o en las palabras persas, rabes, griegas e incluso chinas coladas en nuestra lengua. Con esa perspectiva, no dudo de que el espaol saldr de la revolucin digital bastante ms rico y animado.

Usted ha dicho en una entrevista: "El espaol no corre peligro, el espaol seguir en uso, pero acabaremos pagando por usarlo". Qu quiere decir con esto?

Hablo de su utilizacin mediada en los ordenadores. Cada vez usamos ms tecnologas lingsticas. Por ejemplo, cuando el buscador nos propone una palabra en vez de la que le hemos dado mal escrita, cuando traducimos automticamente un texto, cuando hablamos por telfono con un sistema automtico, cuando un procesador de textos nos corrige un error o nos propone un sinnimo. Usamos la lengua de nuestros padres gratis, pero en el medio digital hacemos uso, muchas veces sin darnos cuenta, de unos programas que no han desarrollado empresas de pases hispanohablantes. A eso llamo yo pagar por usar nuestra lengua!

De momento la Real Academia parece muy callada ante la avalancha de neologismos que aparecen cada da en Internet, o ante las simplificaciones ortogrficas en los mensajes va SMS. Como director de la primera edicin en CD-ROM del Diccionario de la Real Academia: cree que hay desconocimiento del fenmeno de esta mutacin lingistica o sencillamente impotencia para regular?

"En el medio digital hacemos uso de unos programas que no han desarrollado empresas de pases hispanohablantes"

A m las simplificaciones grficas de los SMS no me preocupan, como no me preocupaba la prosa de telegrama, o las abreviaturas en los toldos de los comercios: son recursos que se usan, y no plantean grandes problemas. Algunos, incluso adquieren carta de naturaleza, como la abreviatura medieval de la doble ene, que dio lugar nada menos que a la , nuestra letra fetiche! Pero respecto a los neologismos, yo creo que la Academia no est nada callada: ah estn los setenta trminos o acepciones informticas que incorpor el Diccionario en el 2001, como el feo 'cederrn' [de CD-ROM] (que, por cierto, nadie usa). Luego el Diccionario Panhispnico de Dudas ha incorporado muchos otros, con ms manga ancha en lo que se refiere a aceptar extranjerismos. Otra tema es que estas cosas luego calen en la gente: en lengua las cosas funcionan por sufragio universal y mayora absoluta. Ya puede la Academia, o quien sea, proponer algo, que si a los hablantes no les gusta, no lo usarn: mire usted lo que pas con 'gisqui'.

Pero, aparte de incorporar algunas palabras, lo mximo que han hecho es donar el 'corpus lingstico' del espaol a Microsoft para que, al menos, sus programas conserven cierta coherencia con las normas...

Sobre el acuerdo de la Academia y Microsoft yo no s nada a ciencia cierta, ms que lo que han dicho ellos (que ha sido muy poco): para que los correctores de Word se coordinen con las normas acadmicas slo hace falta pasarles el diccionario y una Ortografa: el 'corpus' es para investigacin y generacin de programas lingsticos. Si Microsoft est usando para investigacin el 'corpus' de una institucin financiada en gran parte con dinero pblico, supongo que habr alguna contrapartida (aunque no s cul), y que otra empresa tambin podra usarlo.

Se puede luchar desde la ortodoxia academicista contra la llegada de verbos como 'googlear', 'indexar', 'clicar'...? Lo digo porque describen acciones muy difciles de traducir si no se conocen y no se viven las nuevas tecnologas.

"Ya puede la Academia, o quien sea, proponer algo, que si a los hablantes no les gusta, no lo usarn"

De nuevo, yo no hablara de 'lucha' (que implica que alguien ataca, y a nadie le ha agredido nunca una bandada de 'clics' ni un racimo de 'googles'): Frente a la entrada tumultuosa de palabras nuevas, hay algunas normas sencillas (dictadas por el sentido comn, y no ya por ninguna ortodoxia) que cualquier hablante debera poder seguir, y que se ejemplifican muy bien con los verbos que me ofrece. Si en espaol hay una palabra que es 'ndice', el verbo no debera ser 'indexar' (del ingls 'index', aunque en el fondo sea latn!), sino 'indizar'. 'Clic' aparece en el diccionario en 1984 como onomatopeya del ruido del beso, en 1992 de un interruptor, y en el 2001 del ratn. Lleva ms de veinte aos dando vueltas por la lengua. El Panhispnico dice que no le gusta 'clicar' ni 'cliquear', sino 'hacer clic'... A m me pasa lo mismo, pero a ver quin gana. Y por cierto, a ver quin gana en Latinoamrica, que es donde estn ms de las nueve dcimas partes de los hablantes de espaol. Por ltimo, hay cientos de palabras que empezaron siendo marcas comerciales y ahora estn plenamente integrados: 'futboln', o 'kleenex'. 'Googlear' (o 'guglear') puede ser otra ms...

Debemos acostumbrarnos a tener un espaol mestizo y cambiante? Tal vez a jugar con distintas versiones del espaol a la vez, como si de repente las fronteras lingsticas con Latinoamrica y la comunidad hispana de Estados Unidos se hubiesen difunimado?

Yo creo que las personas nos ceimos bastante a la forma de hablar que hemos recibido (la lengua materna), aunque la mayora manejamos varios registros, como es lgico (ms culto, ms relajado...). Por ms conocimiento que tengamos de otras variedades del espaol, y ms contactos que haya entre ellas, sera absurdo que cambiramos nuestra forma de hablar: va a hablar uno de Orense como el natural de Zacatecas? Otra cosa es que en Espaa aprendamos a reconocer (y a respetar, que es la parte ms importante!) variedades latinoamericanas: conocer su vocabulario, saber evitar sus trminos tabes (que a lo mejor no son los nuestros), etc. Se ha sealado todo lo que han hecho las telenovelas por la entrada de palabras latinoamericanas en nuestra lengua. Pero eso no nos ha dado un habla mestiza, aunque ya sepamos usar 'chvere'! En lo que respecta a la coexistencia lingstica, el futuro ideal ser ser ciudadanos sesquilinges, es decir: capaces de comprender otras lenguas y otras variantes de nuestra lengua, aunque no seamos necesariamente capaces de hablarlas. Recomiendo mucho la lectura del libro del lingista Juan Carlos Cabrera, 'De Babel a Pentecosts. Manifiesto plurilingista'.

Cree que el espaol de hoy en da se parecer mucho al de dentro de 50 aos?

"Hay cientos de palabras que empezaron siendo marcas comerciales y ahora estn plenamente integrados: 'futboln', o 'kleenex'"

sta es la tpica pregunta que un lingista debera negarse a responder! Pero voy a contestar como novelista... En las obras de ciencia ficcin tipo Heinlein o as, el viajero del tiempo o el hibernado que se alejaba unas dcadas se encontraba una lengua bastante similar a la que haba dejado, con la salvedad de algunos cientos de palabras, completamente desconocidas... Si alguien de la dcada en que nac oyera esta frase de hoy: "Te mando un link a un clip que he descubierto gugleando" no entendra nada, aunque la sintaxis y la fontica sigan iguales. Pero todo esto no es nuevo: fjese en lo que deca un autor del siglo XVI!: "Cada da dejamos unos vocablos e inventamos otros nuevos, de tal manera que cada cincuenta o sesenta aos parece que es otro lenguaje nuevo". Probablemente la lengua popular cambie en ms aspectos, aparte de la inclusin de palabras nuevas: nuestro sistema pronominal es inestable, sobre todo en los complementos, y podra dar sorpresas; stas se podran encontrar tambin en la fontica (adopcin general del seseo, que ya es dominante en el espaol). Slo puedo decir que me gustara presenciar estos cambios... con buena salud.

El software se est convirtiendo en una herramienta de comunicacin social casi tan importante como la charla de bar. Pero detrs del software no suele haber lingistas sino, como mucho, programadores bien intencionados, cuando no multinacionales ms interesadas en el beneficio que en ajustarse a los criterios semnticos de cada lengua. Cmo se puede evitar que el significado de las palabras, lo que es correcto o incorrecto, lo que es censurable o no... lo determine un ejecutivo de Microsoft, por ejemplo?

Por lo general los fabricantes de software, como antes los de coches, los de tocadiscos, etc., como los fsicos cunticos o los bilogos, no intentan especialmente aumentar el vocabulario de las lenguas de sus compradores (incluyendo sus propios paisanos): los primeros slo quieren vender y los segundos hacer su ciencia. Dicho esto, muchos fabricantes se han dado cuenta de que les trae ms cuenta respetar las circunstancias de quienes les compran, y eso incluye muy especialmente la lengua. Si se compara la traduccin de manuales de hace quince aos con la actual, se ver todo lo que hemos mejorado. Quedan lagunas anecdticas, como el hecho de que Microsoft utilice la pareja 'ratn/mouse' (porque la primera palabra es tab en partes de Latinoamrica). De todas formas, a las personas excesivamente preocupadas por la influencia de la ciencia y la tecnologa extranjeras en el espaol les pedira que se dedicaran a fomentar la investigacin y el desarrollo en los pases hispanohablantes, de modo que los inventos y avances de las siguientes dcadas salgan al mundo directamente en espaol.

Por otro lado: no tiene tambin un efecto positivo el que el lenguaje escape de las academias y sea instituido por gente no docta pero s que vive el lenguaje real de la calle o de la Red? No puede convertise en un agente dinamizador?

"Muchos fabricantes [de software] se han dado cuenta de que les trae ms cuenta respetar las circunstancias de quienes les compran, y eso incluye muy especialmente la lengua"

De verdad: el lenguaje verdadero, el lenguaje de donde beben todos los dems, incluso el acadmico, funciona al margen de las academias: es el habla de la calle, de los centros de trabajo, de los grupos de amigos, de la intimidad de las parejas... Es una lengua dinmica, cambiante y a veces muy bella: lo ha sido siempre. Hay una tendencia a confundir la lengua con la lengua escrita. Es lgico que los peridicos, las editoriales de libros sigan normas de unificacin, y si no existen academias (como en el ingls) alguna otra institucin se erige en el referente del 'buen estilo'. Lo que es demencial en el espaol es que siempre hay gentes ms papistas que el Papa: la Academia, por ejemplo, decide (y a mi entender sin gran motivo) que se puede quitar el artculo antes de las cifras de ao 2000 y superiores: '6 de octubre de 2006', pero dice que la otra forma es tambin correcta. A m me suena fatal: siempre he odo y dicho "6 de octubre del 2006". Pues bien, esto, que sera una simple metedura de pata, se convierte en una aberracin en manos de las personas y los medios que han decidido que la Academia 'ordena' que se escriban esas fechas sin artculo. Y me escriben cartas regandome por no seguir sus indicaciones!

Usted fue director del proyecto del Centro Virtual Cervantes, que trata de difundir la cultura espaola en la Web. Cree que la globalizacin que permite Internet favorecer el conocimiento de las grandes obras narrativas espaolas? No estn expuestas a un cierto grado de deformacin, modificacin e incluso mejora, tal como sucede con el software libre? Aceptaramos un Don Quijote mejorado por un profesor de la Universidad de Arkansas? Quiero decir si lo admitiramos; si admitiramos que ha mejorado, por ejemplo, el ritmo de los captulos que Cervantes dedica a los cuentos renacentistas...

Cuando naci el proyecto del Centro Virtual Cervantes, en 1996, realmente era una propuesta atrevida. Haba una situacin un poco rara, en la que era ms probable encontrarte una obra clsica espaola en un servidor de la Universidad de Texas que en uno espaol. La verdad es que ellos haban empezado antes, y eso era completamente lgico. La situacin ha cambiando mucho, y hoy las obras literarias espaolas e hispanoamericanas estn por toda la Red, puestas por nosotros. Por supuesto, eso aumentar la difusin y el conocimiento de esas obras, y cuando una obra se difunde, ya se sabe lo que pasa: fructifica y se expande, y uno (por fortuna) pierde el control. A m me gusta pensar en lo que pas con la tradicin literaria de Cervantes, con la que hoy se llenan la boca nuestros gobiernos: sencillamente, en el XVIII en Espaa el Quijote dej de leerse, y slo se public en ediciones baratas y malas. La tradicin narrativa de Cervantes pas a los ingleses, que la editaron, la leyeron y la continuaron. Sterne y Dickens son autores de lo ms cervantino cuando en Espaa nadie segua su escritura. Fue el joven Galds, traduciendo los Papeles de Pickwick quien se la reencontr.

Usted es novelista y tiene varias obras publicadas, pero a la vez mantiene su propia web con multitud de textos y una elevada popularidad. Incluso sus trabajos digitales han sido premiados por la comunidad periodistica (gan el Premio Blasillo este ao). Cree que merece la pena seguir publicando en papel (obviando la cuestin econmica) cuando el verdadero combate cultural se ha trasladado ya a la Red?

"Los libros, hoy por hoy, pueden proporcionar ingresos como el publicar en la Web jams puede dar"

Bueno: por qu habramos de obviar la cuestin econmica? Al contrario: empecemos por ella. Los libros, hoy por hoy, pueden proporcionar ingresos como el publicar en la Web jams puede dar, ni aunque uno la llene de anuncios. Alguien que aspire a vivir, al menos en parte, de la escritura no puede renunciar a publicar en papel. Pero publicar en la Red me ha servido tambin para publicar en papel. Eso me ha ocurrido con artculos como ste, que primero escrib en la web, y luego vend, o uno de mis libros que va a aparecer en el otoo en la editorial Melusina, que es la transposicin directa de una seccin de la seccin 'Flor de Farola' de mi web. Por otra parte, la publicacin en la Web me da placeres inmensos: all puedo ejercer sin cortapisas la libertad de expresin o de crtica, la experimentacin, el dilogo con los lectores, o el control de mi obra (por encima de erratas, errores o intervenciones de mis editores). No creo que el verdadero debate cultural se haya trasladado a la Web: para m ahora mismo est absolutamente repartido entre el papel y la Web, que aparecen como lo que son: medios complementarios. Esto lo ha entendido, incluso con una perspectiva empresarial, Google, en el proyecto Google Libros.

Tiene futuro el texto escrito? O bien la voz y la imagen predominarn mayoritariamente en las pocas venideras?

El texto tiene muchas ventajas. Uno de ellos es la economa: en la cantidad de bits en que se mete un par de frases habladas te cabe casi una novela. Luego, la facilidad de acceso: se puede buscar fcilmente una palabra determinada en un milln de documentos, pero pruebe a buscar una palabra pronunciada en un montn de archivos .MP3. Incluso si no hablamos de texto digital, sino de facsmiles (fotografas de textos antiguos, por ejemplo), localizar algo es mucho ms sencillo que en archivos de sonido. Si lo vemos desde el punto de vista de la produccin y el consumo, la comodidad de la palabra hablada es relativa: gente como yo tecleamos tan rpido como hablamos. O ms. Y por supuesto leemos a una velocidad muy superior a la que escucharamos un audio.

Cree en la propiedad intelectual de la obra escrita como un medio para obtener beneficios derivados, o bien apostara por que el creador enajenara sus beneficios de la difusin libre de su obra? Estamos preparados para un escenario as o seguimos necesitando a los intermediarios (editores, agentes, correctores, impresores...)?

"Tengo la sensacin de que los editores estn incumpliendo cada vez ms el pacto con sus autores"

Creo que son dos cuestiones distintas. La licencia Creative Commons que permite compartir sin uso comercial, a la que est sujeta parte de mi obra, es una herramienta de difusin (y por tanto de publicidad, de influencia...) muy grande. Lo explico en el artculo 'La gestin del entusiasmo'. Pero eso no impide que cuando se quiera hacer uso comercial, mi agente literario le venda a un editor el derecho a publicarla. Los intermediarios son una cuestin distinta. Tengo la sensacin de que los editores (y hablo en genrico: yo tengo hoy en da de los mejores editores que se puedan encontrar) estn incumpliendo cada vez ms el pacto con sus autores. En parte por la creciente degradacin del circuito distribuidor-librera, y en parte porque estn reduciendo costes de manera radical, y eso se nota en la calidad del producto final. Eso puede forzar a muchos a buscar medios alternativos de difundir su obra. Entre que te edite alguien que va a distribuir mal tus libros (porque los va a tener dos semanas en las libreras) y otro que los va a tener constantemente disponibles en una librera virtual, y los va a imprimir con impresin bajo pedido ('print on demand') a medida que los necesite y los va a enviar a los compradores, la eleccin va a ser bien clara. Claro, que al final habremos sustituido un intermediario (el editor) por otro (la librera virtual, o un proyecto como Google Libros). El panorama se est rehaciendo... Respecto a los agentes y los correctores, me siguen pareciendo importantes en el medio digital.

Usted es un valedor de la Wikipedia en espaol. En los ltimos tiempos se ha abierto un debate entre los editores de la Wikipedia en castellano y la comunidad blogger, que ha apadrinado, y llevado a cabo, iniciativas como la de duplicar el nmero de entradas en nuestro idioma. El resultado ha sido un rechazo bastante frontal por parte de los 'wikipedistas' a dichas aportaciones por considerarlas poco rigurosas. No hay una cierta contradiccin en esta actitud con la filosofa de base de la Wikipedia, que pretende ser libre, abierta y autoregulada por la comunidad?

"El placer que supone acceder a una entrada, ver que algo est factualmente mal, y cambiarlo sobre la marcha es inenarrable"

Estoy en general a favor de la Wikipedia, que me ha resuelto muchos problemas, aunque comprendo lo difcil que debe de ser gestionarla. No soy parte de la comunidad que la lleva, de modo que no he seguido de cerca estas tensiones que me relata. En general, yo no me opondra a que se aumentaran las entradas: es mucho mejor tener una esquemtica que no tenerla..., vamos, digo yo. La Wikipedia en ingls (que est mucho ms desarrollada que la espaola) me ha dado acceso a muchos datos, bibliografa, etc. Otra cosa es que no voy a utilizarlos sin una comprobacin paralela, pero esto es algo que los investigadores solemos hacer con todo tipo de fuentes. Pero el placer que supone acceder a una entrada, ver que algo est factualmente mal, y cambiarlo sobre la marcha es inenarrable...

El lenguaje del chat los SMS: un nuevo gnero discursivo?

Se ha instalado en los medios de difusin un debate respecto de si el lenguaje del chat "empobrece" la capacidad de los jvenes para expresarse y trasmitir ideas.

En el comienzo de las clases ese debate recrudece, y los medios en general expresan al respecto una postura catastrofista. Por eso resulta interesante escuchar otras opiniones, distintas del discurso meditico predominante (que en ocasiones es encarnado por voces tan representativas como el presidente de la Academia Argentina de Letras).

Presentamos entonces dos materiales: un video con un fragmento de una emisin de El Monitor, un programa del Canal Encuentro, que depende del Ministerio de Educacin. En ese programa se cuenta el trabajo realizado en el taller extracurricular de escritura de una escuela de Pujato, una localidad de 4000 habitantes de la provincia de Santa Fe. Es ilustrativo ver la propiedad y la claridad con que se expresan las jvenes estudiantes entrevistadas (quienes seguramente, cuando chatean, recurrirn a las abreviaturas propias del lenguaje del chat). Parafraseando a un post que citamos ms abajo: estas jvenes saben construir puentes entre las distintas formas de comunicarse.

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Por otra parte, Editexto, una lista de distribucin de noticias y contenidos sobre edicin e idioma, rescata un post del blog La pea lingstica, del lingista peruano Miguel Rodrguez Mondoedo. Es un post del ao pasado, originado en unas declaraciones del director de la Academia Argentina de Letras, Pedro Luis Barcia (declaraciones que tambin tuvieron eco entre los alumnos de la escuela de Pujato).

Barcia deca:

"Antes del chateo, nunca nadie haba escrito tanto -digitalmente- y tan mal. No existe un lenguaje del chat, sino deformaciones de la lengua. Y, en este sentido, si impulsamos el chat como una diversin, estamos discapacitando al alumno. Con este ejercicio de balbuceo primitivo de la lengua, que hace un jibarismo de las expresiones, estamos convirtiendo al chico en un inepto expresivo y, por lo tanto, en un ciudadano de segunda en el futuro" (La Gaceta, 16 de junio del 2006).

Y Rodrguez Mondoedo comenta:

"Esta es una opinin bastante tpica entre personas que ven un peligro para la integridad del idioma en las nuevas formas que adopta el espaol (as como otras lenguas) cuando es usado en la internet. Sin duda el chat transforma las expresiones; buena parte de las modificaciones consiste en una reduccin de la forma escrita (xq en vez de porque, por ejemplo); eso es precisamente lo que asusta a ilustres acadmicos como el doctor Barcia, que los llama jibarismos (una palabra que se usa generalmente para indicar reducciones salvajes o simplificaciones sin ton ni son), aludiendo, me imagino, al hecho de que destruyen una venerable tradicin escrita que los acadmicos se esfuerzan en preservar.

No podemos dejar de advertir, sin embargo, que jibarismo no es tampoco una expresin sancionada por la Real Academia, que no la recoge en su diccionario. Esto nos deja con una cuestin peculiar. Por qu si el doctor Barcia se permite usar una forma no sancionada por el discurso prescriptivo no les permite a los dems hacer lo mismo? Las formas que adopta el espaol en los chat no son expresiones caticas, por el contrario, se ajustan a las necesidades especficas de ese medio de comunicacin y, efectivamente, configuran un nuevo gnero discursivo, que ya ha llamado la atencin de los lingistas, por razones que van mucho ms all de lo meramente ortogrfico. Como muestra del inters terico que estas nuevas formas despiertan, puede verse aqu una coleccin de artculos sobre estos temas; conviene atender la advertencia de los editores de esta publicacin:

"el ordenador ha transformado los discursos sociales creando nuevos gneros que implican diferentes estrategias de intercambio de informacin, produccin, comprensin y lectura de textos. La comunicacin por Internet, ltima forma de comunicacin humana, se ha desarrollado en todos los esferas sociales y, por una parte, ha sustituido, en gran medida, a gneros tradicionales como la carta, el dilogo, la conversacin o el debate y, por otra, ha modificado, a su vez, los gneros del discurso de transmisin de conocimientos como los diccionarios y los mtodos de enseanza. (Covadonga, Lpez Alonso y Arlette Sr. Nuevos gneros discursivos: los textos electrnicos , 2006)

No hay pues motivo de alarma. Para el lingista, las innovaciones representan ms bien la oportunidad de explorar las posibilidades a las que nos conduce el lenguaje, que son en buena cuenta las de la mente humana."

"2b or nt 2b"

Copiamos un prrafo de otro post, "2b or nt 2b", de ese mismo blog :

"Es decir, no se trata de rasgarse las vestiduras, como si escribir 2b or nt 2b fuera un insulto a la memoria de Shakespeare (quien, como Cervantes, no se priv de usar expresiones antinormativas), sino de construir un puente (una traduccin, si se quiere) entre los usuarios de esas expresiones y los de otras prcticas comunicativas. Que la lengua se va a modificar en ese trnsito? Claro. No debemos olvidar, sin embargo, que la tradicin ms constante e imperecedera es el cambio. Y nada refleja eso de modo ms transparente que la lengua".Material en educ.ar para enriquecer este debate:El reinado del SMS: Mi accin, Tu accin, Nuestra reflexin, por Pablo BongiovanniLos mensajes de texto: una prctica global?, por Carolina GruffatMs material en la red:El lenguaje verdadero funciona al margen de las academias, entrevista a Jos Antonio Milln.