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Leer… tu deporte favorito

Autores: Francisco Martínez Fonseca y José Luis Sánchez Tapia Dirigido: Niños de 9 a10 años Duración: 5 Sesiones de 90 minutos cada una

Objetivo:

Exhortar a los niños y niñas en la práctica del deporte y la literatura, por medio de lecturas de cuentos e historias de los deportes más significativos en el mundo. También podrán realizar actividades deportivas y recreativas, con lo que indudablemente se promoverán tanto los beneficios que trae consigo el binomio literatura-deporte, como la equidad de género y la inclusión.

Justificación:

El político español Jaime Lissavetsky, que entre otros cargos ha sido secretario de Estado para el Deporte y consejero de Educación, Cultura y Deportes de la Comunidad de Madrid, menciona que sin embargo, da la sensación de que literatura y deporte han llevado vidas separadas. Pero ambos comparten un territorio mucho mayor del que a simple vista podría parecer: el juego, la fantasía, la evasión, el sabor y la épica del triunfo y de la derrota. (“Hay derrotas que tienen más dignidad que una victoria”, dijo Borges), el placer. El Arte. Mente sana en cuerpo sano.

Conscientes de los beneficios de la salud física y mental, se invitará a todos los usuarios que lo deseen, a que se den la oportunidad de compartir lecturas, al tiempo que podrán realizar algunas actividades deportivas entretenidas, y así colaborar en el proceso formativo-educativo de las niñas y los niños, en un ambiente sano. La finalidad de este taller es que todos conozcan y practiquen diferentes actividades competitivas, con el propósito de fomentar el hábito del deporte y la lectura.

Requerimientos:

Equipo de cómputo: computadora, bocinas, cañón Reproductor de música (grabadora e incluso teléfono móvil) 5 Botellas de plástico (agua, refresco) Un lienzo de tela (que se tenga y pueda cortarse) o papel kraft 3 cajas de cartón Un carrete de hilo cáñamo Paquete de hojas blancas Lápices o plumas Una bolsa de globos del # 9 Lazo o cuerda gruesa de 2 metros, aproximadamente Una pelota por participante Silicón frío o resistol 8 cartulinas del color de preferencia Cinta métrica Una regla de 1 metro 4 reglas de 30 cm. Tijeras

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7 pliegos de fomi 1 metro de velcro 1 carrete de listón Cuerdas para saltar (también sirve el lazo) 5 o 6 tapas metálicas (mayonesa, mermelada) 6 hojas de rotafolio o un lienzo de tela delgada (para sombras) Una lámpara

Sesión 1. Zigzagueando… a la lectura

Para iniciar, da la bienvenida a los niños. Diles que en este taller conocerán y practicarán disciplinas deportivas así como reflexionar sobre el hábito de la lectura, a través de actividades lúdicas, lo que sin duda contribuirá a llevar una vida más creativa y saludable. Posteriormente, realiza la dinámica de presentación “Cadena de nombres”. En círculo el primer participante dice su nombre y el deporte que más le gusta, al tiempo que realiza un movimiento del juego; el segundo dará el nombre y movimiento del anterior y los suyos; y así sucesivamente, hasta que se presenten todos. A continuación lee o comenta. El fútbol femenino ha evolucionado mucho en los últimos años y la distancia que le separaba del masculino ya no es tan grande. Los aficionados son cada vez más conscientes de que las jugadoras son capaces de dar un espectáculo digno de ser visto. Su calidad y dedicación no han pasado inadvertidas para los seguidores del llamado el deporte rey y grandes futbolistas han contribuido a su popularidad, aquí unas de ellas; Birgit Prinz puede presumir de ser una de las mejores futbolistas de la historia de Alemania; Marta Vieira da Silva, “La Ronaldo”, jugadora brasileña que milita en el conjunto sueco del Rosengard, considerada la mejor jugadora que jamás haya pisado un campo de fútbol y 5 veces ´FIFA World Player’ entre 2006 y 2010; y Alex Morgan, delantera de los Portland Thorns una excelente jugadora, entre muchas otras.

Actividad de lectura

Pide que tomen asiento y escuchen la lectura en voz alta del cuento “La aventura de Arturito y el balón encantado”, de Miguel Ángel Cuevas Guinto.

Arturito era un niño muy inquieto pero responsable, en las tardes, después de hacer la tarea jugaba en el patio con sus tres inseparables amigos: Julio, Juan y Pedro. Ese día de costumbre iban contentos, como siempre iba Luki, la mascota de Arturito un perro juguetón que saltaba y ladraba de un lado a otro, mientras Arturito hacia malabares con la pelota de Pedro. La llegar al patio donde siempre jugaban se dieron cuenta que unos niños mayores jugaban fútbol y se rieron de ellos cuando pidieron jugar la cascarita. Dos niños grandes y gordos les dijeron que si querían jugar trajeran un balón para enfrentarse en una cascarita, que sólo con esa condición les permitirían jugar con ellos en el patio. Y que si eran capaces de ganarles podrían jugar siempre en el parque. —No es justo —protestó Julio— ustedes son más grandes. —Tendrán que jugar al fútbol o buscar un nuevo lugar —le respondieron los muchachos. Tristes y desconsolados veían a los niños divertirse en el hermoso y verde patio donde habían pasado tardes felices correteando la pelota que siempre llevaban; Luki los vio tan desconsolados que quiso alegrarlos con sus piruetas y ladridos que los invitaban al juego.

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—Siéntate Luki —le dijo Arturito—, hoy no jugaremos; sentados bajo un almendro veían a los niños correr con el bonito balón que rodaba suavemente en el césped; Luki le ladraba cuando este pasaba cerca e invitaba a los niños a unirse al juego. —Nunca más volveremos a jugar en nuestro patio —se quejó Juan—, esos niños se lo han apropiado. Aún si tenemos el balón, no podremos con ellos, son muy grandes. —Ellos son cuatro —dijo Arturito— y nosotros también somos cuatro y quizá con un poco de suerte podamos derrotarlos, con Luki y yo en la delantera, bien podemos meter algún gol. Luki ladró con aprobación, secundando lo dicho por su amo ¡guau guau, claro que sí, guau guau, mañana jugaremos! Y saltó orgulloso de su velocidad y la velocidad de Arturito. Se retiraron confiados de regresar mañana por la tarde con un verdadero balón de fútbol para jugar y derrotar a quienes los habían echado del patio donde siempre jugaban. Regresaban por un atajo cuando oyeron que los llamaban — ¡Hey Muchachos!—, desconfiados regresaron a ver de qué se trataba, pues sus padres siempre les han recomendado no hablar con desconocidos; pero en cuanto reconocieron al dueño de la voz se acercaron contentos y asombrados. Era Peluf quien los llamaba, el futbolista más grande del mundo. — ¡Muchachos! Sé que mañana tienen un partido muy importante y que los rivales son muy grandes y peligrosos. Yo los voy ayudar. —Nos entrenarás —dijo Arturito. —Algo mucho mejor —dijo Peluf, el gran futbolista— ¡les regalaré mi balón mágico! Con él jamás he perdido un encuentro y anoto muchos goles, cuídenmelo bien, mañana después del partido pasaré por él. Arturito recibió el precioso y encantado balón de manos de su ídolo, quien le guiñó un ojo y le dijo — ¡Tú puedes campeón!, mañana anotarás muchos goles. Llevando el balón como verdadero y precioso tesoro, éste relucía en manos de Arturito, era color blanco y parecía no haber sido tocado nunca —En realidad es un balón encantador— comentaron los muchachos —Peluf ha metido miles de goles con él y sigue completamente nuevo. Arturito se durmió soñando con el balón encantado, y al otro día, después de sus obligaciones escolares partió con sus amigos a jugar el gran partido. Los muchachos grandes en verdad lo eran, gordos y fuertes estaban seguros de ganar y pensaron que Arturito y sus amigos tendían miedo de venir o no conseguirían balones. Pero cuando los vieron venir con un balón tan hermoso quedaron impresionados — ¡Es profesional y muy bonito!— dijo uno de ellos. ¡Juguemos! Dijo Arturito, seguro de la magia del balón. —No pueden jugar con cuatro!, nosotros somos cinco les dijeron los muchachos grandes. —Mi perro jugará— contestó Arturito riendo. —Los perros no saben jugar —dijeron asombrados los muchachos mayores. —El mío juega muy bien respondió orgulloso y, toco el balón iniciando el partido. En verdad que los muchachos eran grandes y fuertes, pero Arturito y sus amigos eran demasiado hábiles con el balón encantado. Luki era tan veloz que marcó el primer tanto y lo festejó con una gran marometa. Cuando el balón encantado se encontraba entre los pies de nuestros amigos, éste parecía seguirlos en sus fintas y dribles metiendo tantos goles que los muchachos mayores avergonzados prometieron no molestarlos más y que buscarían un nuevo lugar donde jugar. Arturito les propuso noblemente que podían compartir el área de juego, que había espacio para todos y que podían regresar cuando quisieran. Orgullosos y contentos buscaron con la mirada al dueño del balón encantado, al gran astro Peluf; en verdad era un gran balón lleno de magia; pero ahora se veía un poco maltratado y temían que el gran crack mundial del fútbol se molestara con ellos.

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Pero el gran futbolista no se presentó, lo buscaron para entregarle su balón, lo esperaron ansiosos para darle las gracias por su ayuda y seguía sin aparecer. —Vamos a casa que se hace tarde —dijo Arturito, quien siempre procuraba cumplir con el horario que sus padres le establecían para el juego—, mañana regresaremos a buscar al gran Peluf. Se marcharon comentando alegremente del gran partido jugado y la gran ayuda del balón encantado, sin la cual no hubieran podido obtener tan grande triunfo. Luki saltaba y presumía sus dos grandes goles, mientras Julio, Juan y Pedro asumían las poses de los grandes goleadores, en especial la pose favorita del gran Peluf. Cuando Arturito llegó a su casa quedó boquiabierto al ver al ídolo en compañía de sus padres y dijo: —Señor yo le aseguro que no pretendíamos robar su balón encantado, lo hemos buscado ara devolvérselo. El gran astro del fútbol sonrió diciéndole: —El balón es un regalo para el hijo de un amigo mío, puedes quedártelo. —Pero señor Peluf es su balón encantado con el que ha ganado tantos partidos, sólo lo hemos lastimado un poco, pero está bien. El gran Peluf lanzó una carcajada y les dijo: —El balón no tiene nada de magia, ustedes ganaron el partido por sus méritos. Yo estaba cerca de ustedes cuando decidieron jugar y pensé que algo de confianza no les vendría mal, ¡Ustedes son grande futbolistas! ¡Amigos míos la magia del triunfo ya está en sus corazones! Una vez terminada la lectura, motiva a los participantes a que realicen comentarios sobre el cuento. Actividad Lúdica. “Zigzagol” Forma dos equipos y pídeles que le pongan un nombre. Luego, fórmalos en dos filas en frente de la manta con cinco hoyos, en la que intentarán meter una pelota en cualquiera de éstos, cada uno tendrá el valor que tú determines, para completar 100 puntos. Para mayor emoción, coloca cuatro botellas de plástico o cualquier obstáculo a cada equipo (en línea a 40 o 50 cm) por las cuales, cada uno de los tiradores las pasará en zigzag sin derribarlas. Si un jugador derriba alguna, tendrá que iniciar, si no es así realizará su tiro hacia la manta, tratando de meter la pelota. El participante del equipo que realice más puntos, contará una anécdota ya sea de su equipo donde juega; porqué cierto jugador llegó a ser su preferido; contar alguna hazaña deportiva de su papá o de algún familiar.

Nota: Diseña la manta con hoyos a tu gusto, antes de iniciar la actividad. No es necesario que tenga los marcos, así que sólo amárrala de los extremos. En este juego se fomentará la inclusión de la mujer a este deporte.

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Actividad creativa. Taumatropo de fútbol Un taumatropo es un juguete óptico inventado en 1824 por John Ayrton en Inglaterra, para demostrar la persistencia de la retina. Consiste en un disco con dos imágenes diferentes en ambos lados y un trozo de cuerda a cada lado del disco. En este caso, es un cartón redondo en el que se encuentra pegado un dibujo en cada cara y cuando se hace girar a toda velocidad, una ilusión óptica permite ver los dos dibujos superpuestos, como por arte de magia y comprobarás que fabricarlo es realmente simple. Para ello necesitarás: cartón, cáñamo, resistol, perforadora de papel u objeto con punta, tijeras y las plantillas. 1. Corta dos círculos de cartón de 8 o 9 cm. de diámetro y pégalos. Imprime la imagen que se encuentra en los anexos. 2. Recorta por separado ambos círculos, con su ilustración (jugador y balón). 3. Pega los dos círculos en los de cartón, espalda contra espalda, es decir, uno al revés del otro, de forma que no queden como si sólo fueran anverso y reverso. 4. Luego, perfora donde se ubican los puntos verdes de los extremos. 5. Corta dos tramos de cuerda de 10 cm. cada uno y engancha un cabo a cada agujero. 6. Finalmente, toma cada extremo de cuerda y deslízala por tus dedos. Eso hará que el círculo de papel gire sobre sí mismo y aparecerán simultáneamente el jugador y el balón, como si estuvieran en la misma cara y éste pateara el esférico.

Al concluir la actividad, motívalos a que lo muestren a sus papás el taumatropo que hicieron, e invítalos a la siguiente sesión y pide que vengan con mucha energía. Sesión 2. Basqueleyendo Recibe a los participantes con mucho ánimo y realiza la dinámica “Los deportes”, en la que te colocarás al centro para dar indicaciones. Nombrarás un deporte y todo el grupo realizará movimientos que lo representen. Ejemplo: básquetbol y tendrán que realizar acciones alusivas a éste, ya sea botar el balón o encestar. Motiva a que lo hagan con entusiasmo. Posteriormente, les hablarás de la historia de esta disciplina, ya sea que la leas o la prepares con anterioridad, para que se las cuentes con mucha emoción. La espectacularidad de las finales de la NBA (La National Basketball Association, por sus siglas en inglés), nada tienen que ver con sus modestos orígenes a casi 120 años desde su creación. Fue en 1891, en un frío invierno en Springfield, Massachussets,

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que este deporte comenzó a cobrar vida, como una salida a las bajas temperaturas imperantes, que impedían la práctica deportiva al aire libre. Cestos para frutas fueron los primeros aros que se utilizaron en un partido de básquetbol. Su historia se remonta a cuando este deporte fue inventado en Estados Unidos, pese a que su creador es canadiense. Se trata del profesor de Educación Física James Naismith, quien asumió el desafío de dar vida a una disciplina que fuera basada más en la destreza que en el contacto y la fuerza física, que son dos de las principales variantes de los deportes estadounidenses favoritos. Bajo las órdenes de Luther Gulick, quien estaba a cargo de Educación Física en la Escuela de Trabajadores Cristianos, Naismith fue encomendado para dar vida en un plazo de 14 días a una actividad atlética que permitiera a los jóvenes distraerse de la ferocidad del invierno en Nueva Inglaterra. Fue así como él comenzó a escribir la historia del básquetbol e ideó un juego consistente en hacer caer una pelota —los primeros partidos se jugaron con balones de fútbol— sobre unas cestas colgadas. Versiones sobre los orígenes del básquetbol difieren respecto de si eran cestos para recoger manzanas o duraznos, pero coinciden en que se trataba de cestos fruteros y que, cada vez que el balón caía en su interior, los jugadores debían detener el partido para sacarlo y continuar con el juego. Éstos fueron clavados a una altura de 10 pies (3,05 metros), que es la misma en la que se ubican hoy los aros de básquetbol profesional, de acuerdo a los normas de la FIBA, entidad mundial que regula esta disciplina. Para dar inicio al juego, los primeros exponentes de la historia del básquetbol fueron divididos en dos equipos, y como había 18 participantes, cada equipo lo integraron 9 miembros: tres en la defensa, tres en el centro y tres en la delantera. De acuerdo a los antecedentes, el creador del juego ideo 13 reglas que difieren bastante de las actuales, pero que en su espíritu buscaban evitar los roces físicos y favorecer la destreza con el balón. “No se permite cargar con el hombro, agarrar, empujar, golpear o hacer zancadillas a un oponente. La primera infracción a esta norma por cualquier persona, contará como una falta, la segunda lo descalificará hasta que se consiga una canasta o si hay una evidente intención de causar una lesión durante el resto del partido. No se permitirá la sustitución del infractor”, establecía otra de las reglas. La fotografía del primer equipo de básquetbol de la historia, posa en la escuela de trabajadores Cristianos, en Springfiel, Massachussets. Las 13 reglas originales del básquetbol fueron publicadas el 15 de diciembre de 1892 en The Triangle, el periódico del Springfield College, con lo que comenzó a extenderse la práctica de este deporte. Sin embargo, su evolución a la forma en como la conocemos hoy, tomó largo tiempo. A modo de ejemplo, la pelota anaranjada actual fue recién introducida en los años cincuenta. El paso del tiempo ha visto cómo este deporte avanza, y las finales de la NBA —el punto más alto de todas las ligas que se juegan en el orbe— fue una muestra más del lugar que ocupa el baloncesto en las preferencias a nivel mundial. Al término de la historia del básquetbol motiva al grupo a que realicen comentarios, después darás a conocer la historia de los Niños triquis.

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“Los gigantes descalzos de las montañas”. Hace tres años, un grupo de niños conmocionó al país. Jugaban basquetbol increíblemente, con un gesto característico: se movían descalzos, ligeros, como entre nubes. Estos chicos captaron la atención de miles de personas, no sólo en México, sino en el mundo. Después de obtener su primer campeonato en Argentina, los niños, procedentes de diversas comunidades de la sierra oaxaqueña, fueron bautizados como “Los gigantes descalzos de la montaña”. Su historia, sin embargo, comenzó a trazarse muchos años antes, cuando Sergio Zúñiga llegó a Oaxaca como jugador de primera fuerza de la liga mexicana de básquetbol. La región estaba llena de canchas de baloncesto… que históricamente habían servido —además de cumplir su fin original— como helipuertos, para que la policía o el ejército llegaran directamente a las comunidades, sobre todo en caso de algún desastre natural o un conflicto social. Se movían descalzos, ligeros, como entre nubes Como narra Zúñiga en una entrevista publicada por Contenido, fue en esa región donde comenzó a formular el proyecto “Cambio de actitud en comunidades rurales”. Sin embargo, hasta el 2009 pudo platicar con los dirigentes del Movimiento de Unificación de Lucha Triqui (MULT), con los líderes locales y el Consejo de Ancianos, y plantearles su iniciativa. Ese preámbulo tuvo dos grandes razones: la zona sigue rigiéndose por usos y costumbres, mientras que el idioma puede llegar a ser un problema. En la región se hablan, al menos, nueve lenguas indígenas con sus variantes, y no siempre se utiliza el español. Cuando Zúñiga les mostró su plan muchas de las autoridades se resistieron. No sólo por creerlo imposible, sino por temor a que el basquetbolista fuera parte del “Servicio Secreto”, que traficara con niños, o que en última instancia, dejara a las familias sin una fuerza importante de trabajo, pues en estas comunidades, los niños y las niñas son parte de las actividades económicas para sostener a las familias, por lo que entre más ayuda para la faena en el campo, mejor. “Cuando los papás vieron que se estaba logrando algo diferente para la región, es cuando ya los mandaron a hacer deporte. Anteriormente, los niños no pensaban en estudiar, sino que su horizonte era trabajar en el campo y cumplir su sueño americano, que es irse a EEUU, ganar un poco de dinero, regresar y casarse. Al final, eso hace que vuelvan a la misma vida de sus papás.”, nos dijo Sebastián Ortiz García, entrenador deportivo de los niños que conforman la selección Triqui de basquetbol. Él conoció a Zúñiga cuando llegó a su comunidad como maestro de educación física, y ahora forma parte del grupo de 25 entrenadores indígenas del proyecto, que inició con quinientos niños y ahora prepara a más de 2 mil 500. Al finalizar motívalos a que realicen comentarios e invítalos a efectuar la siguiente actividad.

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Actividad lúdica. “Básquetbol con globos” Divide al grupo en dos equipos, se ubicarán en su lado correspondiente de la cancha e iniciarán el juego. La salida es desde su canasta (puede ser un cesto de basura o una caja) y con su respectivo globo tendrán que soplarle hasta encestarlo en la canasta contraria. Se vale que el rival impida el encesten, soplando al globo contrario. En el caso de que el globo se caiga, el equipo será penalizado y el oponente tendrá la posibilidad de encestar con 5 oportunidades y continúa el partido. Tú determinarás el tiempo. Con este juego se promueve el trabajo en equipo. Actividad de lectura. “El jugador de baloncesto” Solicita que retomen sus lugares para escuchar la lectura en voz alta del cuento “El jugador de baloncesto”. Había una vez un chico que vivía con su padre al que le encantaba el baloncesto. Desde muy pequeño le había apasionado ese deporte, y pertenecía al equipo de la escuela aunque siempre estaba en el banquillo de suplente. Aun así, su padre asistía a todos los partidos y le animaba siempre desde la grada. El muchacho creció y fue a la universidad, donde se apuntó en el equipo de baloncesto. Si le cogieron fue más por su ánimo contagioso que por su forma de jugar. Llamó a su padre cuando se lo anunciaron y se alegraron los dos. Después de una larga temporada bastante buena en la que no salió a jugar en ningún partido, llegó la final en la que se decidiría si el equipo de su universidad ganaría o no. Ese día por la mañana, durante el entrenamiento, se le acercó el entrenador al muchacho y le dijo muy bajito: —Verás, chico, es un poco difícil de decir, pero… tu padre ha muerto esta mañana. Acaba de llegar un telegrama. El chico tragó saliva y comenzó a temblar. El entrenador le abrazó y le dijo: —Hijo, tómate la tarde libre y no vengas al partido de esta tarde. Lo siento mucho. Y se fue. Por la tarde el equipo no jugó muy bien. Durante la primera parte del partido apenas encestaron, y el otro equipo era muy bueno. Iban perdiendo por 40 puntos en el descanso, cuando de repente entró el chico en el vestuario y le dijo al entrenador que quería salir a jugar. El entrenador le dijo que no, pues no quería que su peor jugador saliese al campo. —Por favor, entrenador, déjeme salir una vez. No le defraudaré. Necesito jugar este partido. El entrenador al final accedió, pues el muchacho le daba pena. "Seguro que aún está afectado por la muerte de su padre", pensó. El chico salió y comenzó a hacer unos pases increíbles y a meter canastas imposibles. Todos los espectadores estaban asombrados de ver al joven del banquillo, que jugaba como el mejor. Hasta el entrenador estaba admirado, pues no sabía de donde sacaba semejantes fuerzas y ánimo para jugar de ese modo.

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Faltaban dos minutos para el final del partido, y el muchacho sin ayuda de nadie había conseguido recuperar los puntos y empatar. En el último minuto, metió la canasta que les dio la victoria. El público, los jugadores y el entrenador comenzaron a aplaudir a rabiar, y al muchacho se le vio feliz. Al finalizar el partido, se fue a una esquina del vestuario, solo. El entrenador se le acercó y le felicitó diciendo: —Has jugado estupendamente. ¿Cómo es que hoy hiciste todas esas canastas en el campo? Nunca habías jugado así. Usted sabía que mi padre había muerto esta mañana, pero, ¿sabía usted que era ciego? —dijo el muchacho levantando la vista. Cuando venía a los partidos lo hacía para alentarme, pero no me veía. Hoy era el primer día que podía verme jugar, y yo le quería demostrar que podía hacerlo.

Publicado en el Blog de Giancarlo López González

Después de la lectura, propicia que hagan comentarios sobre lo leído. Actividad creativa. Canasta de básquetbol Paso 1. Con una hoja tamaño carta realizar lo siguiente: tomar la punta superior derecha y doblarla hasta que quede en línea con el borde izquierdo vertical. Hacer lo mismo con la punta izquierda.

Paso 2. Los dobleces forman una cruz. Voltear la hoja y en cada marca colocar un dedo para doblarla y quede como en la tercera imagen.

Paso 3. Tomar las puntas y se doblan formando un círculo, una de las puntas se introduce en el hueco que se forma en la otra punta.

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Paso 4. Por último, doblar los dos extremos y así quedará terminada la canasta de básquetbol. Indica que hagan una bolita de papel y jueguen en su mesa. Agradece su presencia y solicítales traer una cuerda para brincar a la tercera sesión. Sesión 3. Sparring a la lectura Recibe a los participantes fuera de la biblioteca e informa que para entrar tendrán que realizar 10 saltos con su cuerda. Una vez dentro, solicita que ocupen sus lugares y lee o comenta sobre el box en México, tanto masculino como femenino. El box es un deporte de contacto en el que dos contrincantes luchan utilizando únicamente sus puños con guantes, golpeando a su adversario de la cintura hacia arriba, dentro de un cuadrilátero especialmente diseñado para tal fin, en breves secuencias de lucha denominadas asaltos o rounds. Se rige por un reglamento, para establecer categorías de pesos y duración del encuentro. Nuestro país ha sido cuna de grandes boxeadores y semillero de muchos campeones que dejaron una huella no sólo a nivel profesional, sino amateur. Se ha destacado de los pesos livianos posiblemente por las características físicas del mexicano. Es la segunda potencia mundial en esta disciplina. A lo largo de su historia cuenta con 144 campeones mundiales, muy por encima de otros, como por ejemplo, Canadá con sólo 18 títulos. Antiguamente se permitían acciones que hoy día ya no proceden como el uso de amoníaco para despertar a un boxeador noqueado, aventar al ring la toalla para entregar el combate cuando se veía perdido (de ahí viene la frase: "tirar la toalla”), las peleas no se detenían si el boxeador estaba siendo aporreado en exceso, sino que el referí le insistía a dar espectáculo, exhortándolo a pelear en lugar de parar la pelea. Los combates eran de máximo 12 asaltos y 15 las de campeonato. En la actualidad el amoníaco es ilegal; no se permite lanzar la toalla para darse por vencido, sino que el mánager se debe subir al ring durante la pelea para descalificar a su boxeador. Hay más protección para los boxeadores, por ejemplo: las cortadas las revisa un médico y si el boxeador se levanta pero el réferi lo ve noqueado, ya no lo pide seguir e incluso puede parar la contienda. Las peleas son de máximo 10 asaltos y de campeonato 12, entre otras acciones. Eustacio el "zurdo" Bautista, originario de Veracruz y que aunque no fue muy reconocido, era competitivo. Boxeador de un estilo singular que daba la casta por todo y que varias veces peleó en las condiciones que ahora la comisión ha cambiado. El norte ha tenido mucho que ver en el boxeo nacional, pues éste es de gran tradición y de grandes plazas, como Mexicali y Baja California, ésta última llegó a tener 5 campeones al mismo tiempo. Por otro lado, también el barrio bravo de Tepito en la ciudad de México, es de donde surgieron muchos y grandes boxeadores.

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Grandes Boxeadores Mexicanos: Julio César (El cirujano) Chávez, campeón súper pluma, ligero y súper ligero. 12 años invicto, destrozador de boricuas (4 de sus campeones castigados). Su triunfo más importante fue contra Héctor "Macho" Camacho, donde desplegó tal castigo que la velocidad y piernas del contrario, de nada le sirvieron. Salvador (La leyenda) Sánchez, campeón pluma. Dueño de la mejor combinación entre ofensiva y defensiva que ha tenido ningún otro boxeador mexicano, pero de corta carrera. Venció al mejor peleador boricua y al mejor púgil que ha salido de África. Su mayor triunfo fue el nocaut (KO) a Wilfredo Gómez, el depredador de mexicanos, no le vio ni la sombra. Carlos "Cañas" (Señor KO) Zarate. Campeón gallo, verdadero decapitador de los cuadriláteros. Ganó el 90 por ciento de sus peleas por KO, dueño del gancho de izquierda más potente. Su victoria: KO a Alfonso Zamora, demostró ser el mejor gallo del mundo. Juan Manuel "Dinamita" (Contragolpe) Márquez. Campeón pluma, súper pluma y ligero, dueño de cinturones en las cuatro reconocidas asociaciones AMB, CMB, FIB y OMB. El hombre que improvisa más exitosamente durante la pelea y el mejor de México actualmente. Nunca ha perdido por KO. Su mayor victoria fue el KO a Juan Díaz, cuando todo el mundo pensaba estaba acabado. Vicente (Señor Hielo) Saldívar. Campeón pluma. Uno de los peleadores más metódicos, modestos y silenciosos de México, el primero en tener un reinado largo como campeón mundial y verdugo de uno de los más carismáticos boxeadores en México: Ultiminio "Sugar" Ramos. Un hombre experto en la defensa antigua de brazos pegados. La historia del boxeo femenil se remonta a los años ochenta, cuando una joven abogada egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México que gustaba de practicar el deporte, combatió por los derechos de las mujeres al subirse al ring. Laura Serrano fue la joven pionera que continúo con su lucha hasta ver aprobado el boxeo femenil en México, que cuenta con grandes peleadoras, llenas de técnica y fortaleza, e incluso con una campeona mundial en los pesos completos: Alejandra ‘’Tigre’’ Jiménez. Campeonas pugilistas mexicanas:

Ana María Torres, una verdadera gladiadora, llena de virtudes sobre el ring, poseedora de un caminado sin igual y una potente pegada, que la convierten en una de las leyendas del boxeo femenil mexicano y a la que recordaremos siempre por sus inolvidables e impresionantes batallas contra Jackie Nava.

Consideramos que con justicia, Ibeth “Roca” Zamora debe ser considerada como “La Peleadora del año”, ya que durante 2015 demostró nuevamente que su fortaleza es demasiado para sus enemigas, lo que le permitió consumar dos defensas venturosas de su título minimosca del Consejo Mundial de Boxeo, para acumular ya cinco

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exposiciones de su cetro. La “Roca” ha tenido la virtud de coronarse dos veces fuera del país, lo que significa otro gran logro. Otra peleadora mexicana que brilló intensamente en el año fue Jessica “Kika” Chávez. La sensual boxeadora que dirige Nacho Beristáin, se proclamó campeona mundial mosca del Consejo Mundial de Boxeo, al derrotar por decisión a la regiomontana Arely Muciño en Ecatepec, la noche del 19 de septiembre de 2015 y el 12 de diciembre consumó la primera defensa de su cetro al derrotar a Simona Galassi por decisión en el Distrito Federal. El gran retorno del boxeo femenil se dio el 29 de septiembre de 2012, cuando Zulina Muñoz volvió a los encordados para derrotar por puntos en volcánica contienda a la uruguaya Gabriela Bouvier, en el deportivo Olímpico de Pantitlán, en lo que fue la séptima defensa de la peleadora mexicana, que a sus 28 años de edad acumula marca de 45-1-2, con 27 nocauts. Yazmín “Rusita” Rivas fue de las campeonas mundiales mexicanas la más activa ya que consumó tres defensas del cetro mundial gallo del Consejo Mundial de Boxeo. Originaria de Torreón con 27 años de edad, su marca profesional es de 34-8, y 10 nocauts. En 2014 se coronó campeona del orbe al imponerse a la alemana Alesia Graf e hizo una defensa ante Susie Ramadán. Comparte con los participantes esta crónica de la tercera pelea Pacquiao-Márquez. Léela con la entonación de un narrador de televisión, es decir, con emoción, llevando al escucha a imaginar la pelea. Desde el campanazo inicial ambos boxeadores salieron en busca del triunfo, Juan Manuel motivado por los gritos de "México, México", ante un rival filipino que empezó precavido y tiró pocas combinaciones desde su guardia izquierda. En el sexto round se dieron intercambios de golpes, para la ventaja del filipino por su mayor velocidad y que castigó la zona abdominal del capitalino, que respondió con rectos de derecha a la cara del asiático. Juan Manuel tuvo su mejor momento en el noveno asalto al superar al filipino en el intercambio de golpes en el centro del ring que pusieron de pie a los fanáticos. En el último asalto, el campeón buscó conectar a su rival en busca del nocaut, pero Márquez evadió sus atropelladas ofensivas con movimientos de cintura ante la desesperación del "Pacman". Con este polémico resultado, Manny Pacquiao defendió su título welter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y mejoró su récord a 54 victorias, con 38 nocauts y tres derrotas. Juan Manuel Márquez quedó con 52 triunfos, con 38 antes del límite, seis reveses y un empate, quien en fases del combate exhibió las deficiencias del filipino. Al término de la lectura comenta que realizarán una de las dos actividades que te mostramos a continuación. Actividad Lúdica

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La primera tiene por nombre Spiribol o (enredando la pera), se basa en hacer girar la pelota alrededor del mástil para enrollar la cuerda. Gana quien logra enrollar por completo la pelota en el mástil. Menciona a los participantes el desarrollo del juego, para el que se precisa contar con un palo, tubo, varilla, árbol, o con los postes de la cancha de voleibol. Del extremo superior cuelga una cuerda de 2 m. y de ésta pende una pelota de tenis-spiribol, o cualquiera otra que tengas. En el juego original se ocupan raquetas de madera, pero en este caso le pegaremos con la mano, pinta un círculo alrededor del mástil de aproximadamente 2 m. de diámetro, divídelo en cuatro, enseguida forma equipos de dos participantes, realiza un sorteo para saber qué equipos inician el juego, coloca en las divisiones del círculo a los primeros equipos, uno en cada división, tal como se muestra en la imagen, de manera que queden frente a frente los contrincantes y en diagonal con su compañero. La dirección del saque es arbitraria, esto es, el jugador que tiene el servicio decide la dirección del móvil y el transcurso del juego.

Los jugadores que logren enrollar la pelota en sentido opuesto al

oponente será el ganador. Con esta actividad se estimulan los reflejos y en especial la coordinación óculo manual, que tiene como campo de acción la visión y la delicada motricidad de la mano y dedos. Otra actividad, como una opción más, tiene por nombre “Sombras vivas”. Para llevarla a cabo necesitarás, tela (puede ser una cortina o sábana que tengas en casa) o 6 hojas de rotafolio unidas con masking tape o diurex y una lámpara que alumbre a los boxeadores, de tal manera que sus sombras se reflejen en el lienzo. Dividirás al grupo en equipos de tres, dos serán boxeadores y uno el réferi, que mencionará los golpes que tendrán que simular sus compañeros para realizar una pelea de box y practicarán algunos golpes básicos. Posteriormente cambiarán de rol, hasta que hayan hecho el papel de

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boxeador o réferi. Puedes darle las palabras de los golpes de box que se encuentran en la sopa de letras de esta misma sesión. JAB: es el golpe más básico del boxeo, se utiliza para mantener la distancia, iniciar una combinación, como golpe de engaño para otra acción posterior, “preocupar” al rival. RECTO: es una técnica que se caracteriza por su largo alcance y velocidades, de más contundencia que el JAB. El púgil que lo ejecuta tiene que estar bien apoyado en el cuadrilátero y con mayor impulso de la cadera, el hombro y del giro del cuerpo. Se utiliza para frenar al rival que “entra”, para desestabilizarlo y golpear con dureza. UPPERCUT o GANCHO: es un golpe que se dirige de abajo a arriba buscando el mentón del adversario.

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CROCHET: es un golpe lateral con trayectoria paralela al suelo que se dirige al rostro del rival. Al concluir con la actividad que hayas elegido, pide que de nuevo tomen asiento en sus respectivos lugares, para que escuchen la lectura en voz alta del siguiente cuento, de Floridor Pérez. Actividad de lectura. “El diablo y el boxeador” Cada vez que andan mal los negocios del infierno y sus clientes disminuyen, el Diablo parte en gira de propaganda por el mundo. Disfrazado de simple mortal, recorre campos y ciudades, haciendo tentadoras ofertas de riqueza a quienes acepten venderle su alma. Así llegó a una caleta de pescadores, donde yo solía veranear. El demonio hacía todo lo posible por ganarse el alma de un joven boxeador, que se iba convirtiendo en la atracción del lugar. Durante el día, cada persona en la caleta cumplía sus propias tareas: los habitantes, trabajar como hormigas; los turistas, nadar como peces. Pero al caer la tarde se terminaban las diferencias y de uno en uno, de pareja en pareja, compadres y comadres, todos se encaminaban a la escuela, donde había instalado un ring para el entrenamiento del Pulpo López. Le llamaban así porque tiraba los puños con tal rapidez que, al término de un combate, su rival declaró: “Sentí como si me golpeara con muchos brazos”. El Pulpo era el ídolo de la comarca y el Demonio pensó que conquistarlo le abriría las puertas de toda la región. Pero ni el joven le hacía el menor caso, ni el Malo se daba por vencido. Camuflado entere el público, el Diablo observó sus zapatillas gastadas, su pantalón anticuado, su bata desteñida. —Puedo darte mucho dinero —le dijo al pasar—. ¡Mucho! —Yo necesito poco dinero y sé cómo ganarlo —respondió el joven, que trabajaba con su padre en faenas de buceo. Leyendo los diarios regionales, que empezaban a llamarlo “la nueva esperanza del box chileno”, Satanás pensó vencer su resistencia despertando su ambición. Como si fuera uno de esos fanáticos que subían al ring a pedirle un autógrafo, le acercó una libreta en la que había escrito: — ¡Puedo hacerte campeón! Por toda respuesta, el joven simuló lanzarle un recto al mentón y el público aplaudió la broma. Eso le dio la endemoniada idea de atacar directamente al amor propio del Pulpo. —¡Atencióóón! —Anunció al público— ¡Atencióóón! —Su campeóóón… Dará hoy día una exhibicióóón… Peleará un solo round cooon… ¡Este humilde servidor! (Puso una mano en su pecho y se dobló en una aparatosa reverencia. Algunos rieron, otros aplaudieron.) Si me gana —siguió diciendo— yo donaré veinte millones de pesos para su preparación. (Ya nadie rió. Todos aplaudieron.) —Y si pierdes —dijo en voz baja al joven— te daré mucho más, mucho más. ¡Pero yo ganaré tu alma! Ya antes habían llegado a la caleta varios empresarios a tentar al Pulpo López, pero al público le pareció que ésta era la mejor oferta y la recibió con entusiasmo. El joven se sentía comprometido con la esperanza de su gente y no pudo rechazarla. —Una sola cosa pido —dijo el desconocido al párroco, al profesor y al sargento, que serían los jurados del combate. —Lo escuchamos —dijo el sargento. —Nos

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cambiaremos el calzado: él peleará con mis zapatos de paseo y yo con sus zapatos de trabajo. El joven se apresuró a darle la mano en señal de acuerdo y, en secreto, envió a su hermano menor de ida y vuelta a casa. El Diablo fue el primero en subir al ring, llevando en la mano sus zapatos, que pensaba cambiar ventajosamente por los del joven. Tras él, subió el Pulpo, que tomó el calzado del desafiante y dejó en su lugar unos rarísimos zapatos de plomo, que Satanás no había visto en su vida. —Son los zapatos de trabajo de su rival —le explicó amablemente el árbitro enseñándole a ponérselos. Con dificultad, el Demonio lograba dar tres pasos seguidos con ellos, mientras el Pulpo se desplazaba ágilmente, avanzando y retrocediendo, girando en torno a su rival, sin golpearlo todavía, solo indicándole con los guantes el rostro, el estómago, las costillas a izquierda y derecha, todos los lugares donde podría golpearlo sin piedad, semianclado como estaba al piso por el peso de esos zapatos. No llevaba un minuto sobre el ring, cuando el Demonio, alzando los brazos, se negó a continuar el combate. Llamó al árbitro y se acercó al jurado. — ¡Estas no son las condiciones pactadas! —alegó—. Yo pedí pelear con los “zapatos de trabajo” del boxeador, que son esos botines largos y livianos con que he visto entrenar a este jovencito cada día… —Eso es verdad —le explicó amablemente el profesor—, pero usted está peleando con mi ex alumno Tato López, el mejor buzo de la caleta: ése es su trabajo y ésos son sus zapatos de buzo. Por ahora, el box es sólo su afición… —Aunque gracias a su generoso aporte —agregó ceremonioso el sargento— estoy seguro que pronto se convertirá también en su nueva profesión. El único corresponsal de prensa que había en la caleta andaba ese día tierra adentro, visitando a un compadre, de modo que no quedó registro gráfico del más breve y famoso desafío de box que se vio en el vecindario. Al faltar su entrevista, tampoco se supo el nombre de su curioso desafiante y los diarios regionales debieron hablar solo de “un benefactor desconocido”. En cuanto al Pulpo López, al que empezaban a llamar el buzo-boxeador, “se limitó a decir que no haría declaraciones”. Y si él no hablaba, tampoco yo iba a andar contando la última conversación con su rival, que oí por pura casualidad: —Si usted aún no me ha reconocido, jovencito —le dijo con falsa amabilidad Satanás—, llámeme a las doce en punto de esta noche y yo vendré encantado a probarle quién soy. —No es necesario —respondió sonriente el Pulpo López. — ¡No olvide, caballero, que en mi trabajo estoy obligado a ver debajo del agua…! El Patas de Hilo se fue echando chispas por los ojos. Al finalizar la lectura, motívalos a que hagan comentarios sobre lo leído, posteriormente invítalos a resolver la siguiente sopa de letras con nombres de algunos boxeadores y palabras de golpes de box. Para realizar la actividad debes contar con las copias necesarias, puedes fotocopiar en hojas de reúso. Te anexamos la sopa de letras resuelta. Actividad creativa Dar a cada participante una copia y en una hoja de rota folio escribe las palabras a buscar e informa que al terminar, escribirán una crónica de box, con algunos de los nombres de los golpes y los boxeadores a su elección. Al terminar su crónica exhórtalos a que la narren a sus compañeros, como si estuvieran en radio o televisión.

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B F K J B A J S G H R A

K J O G D E L A H O Y A

V T H D F J D U E Y C N

P C C A D I R E C T O U

A H N Z W R T F X G P P

Q O A X C H J I S P L X

U R G G A Z G E T L R

I C Z X R K N R E R Y E

A L P J S W Q E C C S C

O C H A V E Z Q L K F T

X B H K L O A Y Z O P O

D M A R Q U E Z O F V J

1. CANELO, 2. CHAVEZ, 3. PAQUIAO, 4. DE LA HOYA, 5. MARQUEZ, 6. JAB, 7. RECTO, 8. DIRECTO, 9. UPPER, 10. GANCHO

Después de escuchar sus crónicas, invítalos a la siguiente sesión. Sesión 4. Pichando la lectura Nuevamente recibe a los participantes fuera del recinto y pide que formen una fila de menor a mayor estatura, para lanzar una pelota de esponja a una cubeta que insertarás en la pared con anterioridad (ya sea clavar la base o en otro lugar). Cada participante tendrá dos oportunidades. Después de que hayan ingresado, solicita que se sienten en sus respectivos lugares y cuéntales la historia real de los Niños Campeones de Béisbol de 1957. Fue en una tarde del verano de 1957. El lugar: Williamsport Pensilvania. Ángel Macías salió al terreno de juego con la convicción reflejada en el rostro. Detrás del espigado jugador, saltaron al campo sus compañeros quienes representaban a la liga de

B F K J B A J S G H R A K J O G D E L A H O Y A V T H D F J D U E Y C N P C C A D I R E C T O U A H N Z W R T F X G P P Q O A X C H J I S P L X U R G G A E T L R I C Z X R K N R E R Y E A L P J S W Q E C C S C O C H A V E Z Q L K F T X B H K L O A Y Z O P O D M A R Q U E Z O F V J

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Monterrey México. Estaban listos para tomar sus posiciones. No lo sabían, pero estaban a punto de escribir historia. Sus rivales: los altos y fornidos integrantes del equipo de béisbol de la liga de La Mesa, en el próspero estado norteamericano de California. Las diferencias entre los integrantes de ambas escuadras era notoria: los californianos altos, provenientes de una liga que se jugaba entre los habitantes de una próspera región de clase media alta del sur de los Estados Unidos. Los mexicanos provenían de los barrios más pobres de la aún semi industrializada Monterrey. Mientras unos estaban acostumbrados al triunfo, los otros apenas se presentaban por primera vez en la Serie Mundial de Ligas Pequeñas. Los norteamericanos lucían orgullosos sus uniformes recién hechos para el partido. Los mexicanos, solían remendar y lavar sus uniformes después de cada encuentro. Unos se sentían los dueños del deporte y otros estaban a punto de tomarlo en glorioso comodato. Ángel Macías tenía entonces 12 años (como la mayoría de sus compañeros de equipo) y poseía la capacidad de subirse al montículo y lanzar tanto con el brazo derecho, como con el izquierdo. Aquella tarde de 1957, el país entero se paralizó. Las calles de las principales ciudades se vaciaron. La radio, el principal medio de comunicación de aquel entonces, consiguió los derechos para transmitir en vivo aquel juego final que definiría al campeón del mundo en ligas pequeñas. En casas, comercios o cantinas, la gente se arremolinaba alrededor del aparato para escuchar los pormenores del partido. Los chicos no los defraudaron. Roberto Maíz, quien era otro de los integrantes de aquel equipo, hace poco contaba en una entrevista: "Nunca olvidaré ese día mientras viva. Yo jugaba el jardín izquierdo. Nunca me llegó la pelota. Esta apenas salió del cuadro. Hubo 11 ponches y siete roletazos o globazos en el terreno. Yo anoté empujé la primera carrera y anoté la tercera". Cuando llegó el tercio final de la séptima y última entrada, el estadio entero se había vuelto loco. Cuentan las crónicas que en México ese día había demasiado silencio. Sólo se escuchaba la emocionada voz de un narrador que poco a poco fue describiendo la manera como Ángel Macías retiraba uno a uno a los poderosos bateadores del que era considerado el mejor equipo del mundo en su categoría. Nunca le encontraron la pelota. El último lanzamiento, según cuentan, fue antológico: una impresionante recta que el americano en turno abanicó con toda su frustración. Macías lo había logrado. Tiró un juego perfecto (es decir, cero hits, cero bases por bolas, cero carreras) y consiguió así una hazaña sin precedentes en la historia del deporte mexicano. Los "pequeños gigantes" regiomontanos habían conseguido el título mundial de beisbol infantil. El país entero estalló en júbilo. Los chicos tardaron un mes en regresar a nuestro país. Antes fueron recibidos por Dwight D. Eisenhower, el entonces presidente de Estados Unidos, quien les ofreció un desayuno en la Casa Blanca reconociendo así su victoria. Cuando llegaron a México, el país entero les rindió tributo. Habían conseguido lo que antes se consideraba imposible: un título mundial en el entonces deporte más popular de la nación. Actividad lúdica. “Béisbol a la Tarzán” Para este juego debes grabar música... Anima el tradicional juego de béisbol pateado al tiempo que pongas música rápida de fondo, ya sea de banda, rock o alguna canción popular con mucho ritmo, así como el famoso grito de Tarzán (largo, fuerte y

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descontrolado). La música debe durar por lo menos 15 minutos y de 6 a 8 gritos, intercalados. Divide al grupo en dos equipos. Uno comenzará con la defensa de las bases y el otro pateará. Con la música de fondo, juega béisbol pateando una pelota de fútbol (en lugar de batear) y agrega lo siguiente: cuando los jugadores escuchen el grito de Tarzán, tienen que parar el juego, sin importar en qué situación están, correr a su "casa" y agacharse rápidamente. La casa del equipo que esté pateando será en el centro del campo de juego y la casa del equipo que defiende, se ubicará detrás del plato de pateo. Esto provocará que los equipos se crucen en las corridas y le dará sin dudas mucha emoción al juego. El equipo que logre llegar completo y agacharse, recibe 10 puntos. Una vez que se determina el ganador de éstos, el juego se reanuda donde se cortó. Los corredores vuelven a su base y la pelota al que la tenía. Las carreras y entradas se cuentan como en un partido regular de béisbol. (Predetermina las reglas entre todos). El equipo que tenga mayor cantidad de entradas al terminar el período de tiempo, gana. Designa un juez que te ayude a determinar quién obtiene los 10 puntos. Y deja que cada equipo cumpla los dos roles: defender y patear. Al finalizar pide que tomen asiento y pongan atención a “La historia de un héroe, un niño con discapacidad llamado Shaya” que les leerás en voz alta. Actividad de lectura El Doctor Wayne W. Dyer es un escritor estadounidense de libros de autoayuda. Es psicoterapeuta y tiene doctorado en psicología por la universidad del estado de Wayne y de la Universidad de Michigan, y ha enseñado a muchos niveles, desde preparatoria hasta universidad. En su libro, El Poder de la Intención, cuenta una historia real, la de Saya, un niño de Brooklyn con discapacidad, que un buen día se une a un partido de béisbol. En Brooklyn, Nueva York, se encuentra una escuela para niños de lento aprendizaje. Algunos niños pasan ahí el resto de su vida escolar, mientras que otros pueden ser enviados a otras escuelas convencionales. En una cena que tuvo el personal de la escuela, estaba el padre de uno de estos niños preparando un discurso para que nunca lo pudieran olvidar todos los que lo escucharan. Después de la cena todo el grupo puso atención en lo que el padre iba a manifestar: “¿Dónde está la perfección en mi hijo Shaya? Todo lo que Dios hace, está hecho a la perfección. Pero mi niño no puede entender cosas que otros niños si entienden. Mi niño no puede recordar hechos y figuras que otros niños si recuerdan. ¿Dónde está la perfección de Dios?”. La audiencia quedó sorprendida ante esta pregunta viendo la cara angustiada del padre, y murmurando entre ellos. “Yo creo”, dijo el padre, “que cuando Dios nos brinda un niño así al mundo, la perfección de él, está en la forma de reaccionar de la gente ante estos niños”. El después contó la siguiente historia acerca de su hijo Shaya: Una tarde, Shaya y su padre caminaban en el parque donde algunos niños estaban jugando béisbol. “Crees que ellos me dejen jugar?”, dijo el niño. El padre de Shaya sabía que su hijo no era para nada un atleta y que los niños no lo querrían a él en su equipo.

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Pero el papá de Shaya entendió que había escogido jugar beisbol porque le daba a él una confortable idea de pertenecer a un grupo de “normales”. El padre de Shaya llamó a uno de los niños en el campo, y preguntó si Shaya podía jugar. El chico miró a sus compañeros de equipo. Sin obtener respuesta alguna de ellos, él tomó la decisión y dijo: “Nosotros estamos perdiendo por 6 carreras, y el juego está en la octava carrera. Yo creo que él puede estar en nuestro equipo y nosotros trataremos de colocarlo a él en el bat en la novena carrera”. El padre de Shaya estaba atónito ante la respuesta del niño y Shaya sonrío satisfactoriamente. Shaya estaba diciendo que lo pusieran en una base y así dejaría de jugar en corto tiempo, justo al final de la octava carrera, pero los niños hicieron caso omiso a lo que Shaya decía, el juego se estaba poniendo bueno, el equipo de Shaya anotó de nuevo y ahora estaba con 2 outs, y las bases llenas con el mejor jugador de todos corriendo a base, y Shaya estaba preparado para empezar. ¿Dejaría el equipo realmente que Shaya fuera al bate y dejar ir la oportunidad de ganar el juego? Sorpresivamente, Shaya estaba tomando el bate. Todos pensaron que todo había terminado, porque Shaya no sabía ni siquiera como tomar el bate apropiadamente. De cualquier forma, cuando Shaya estaba parado en el plato, el pitcher se movió algunos pasos para lanzar la pelota suavemente para que Shaya pudiera al menos hacer contacto con ella. La primera bola venía y Shaya falló. Uno de sus compañeros de equipo se acercó a Shaya y juntos tomaron el bate y encararon al pitcher esperando por la siguiente bola. El pitcher volvió a dar unos pasos para lanzar suavemente la pelota a Shaya. Cuando el pitcher venía, Shaya y su compañero tomaron el bate, y juntos dieron un golpe lento a la pelota que regresó inmediatamente a las manos del pitcher. El pitcher tomó la pelota y pudiendo fácilmente lanzar la pelota a primera base, ponchando a Shaya para que terminara rápidamente de jugar quedando fuera. Pero instantáneamente el pitcher tomó la pelota y lanzó la pelota lo más lejos que pudo de primera base. Todos empezaron a gritar: “Shaya corre a primera, Corre a primera”. Nunca en su vida Shaya había corrido a primera base. El vio toda la línea de juego donde le indicaban cual era la primera base. Al tiempo que él corrió a primera base, el oponente tenía la bola en sus manos. Él podía lanzar la bola a la persona de la segunda base y dejar fuera a Shaya que estaba todavía corriendo, pero el oponente entendió las intenciones del pitcher y lanzó la bola lo más alto y lejos de la segunda base. Todos gritaron: “Corre a segunda, corre a segunda”. Shaya corrió a segunda base y los demás corredores junto con él corrían y le daban ánimos para que él continuara su carrera a segunda. Cuando Shaya toco la segunda base, el opositor paró de correr hacia él, le mostró la dirección de la tercera base y grito: “Corre a tercera”. Conforme corría a tercera, los niños de los dos equipos ya estaban corriendo junto a él gritando todos a una sola voz: “Shaya corre a cuarta”. Shaya corrió a cuarta y paró justo en al plato de “home”, donde todos los 18 niños lo alzaron en sus hombros y lo hicieron sentir un “héroe”, mientras él sabía que había hecho “una gran carrera” y ganó el juego por su equipo. “Aquel día”, –dijo el padre de Shaya suavemente con lágrimas rodando por sus mejillas, “aquellos 18 niños mostraron con un gran nivel –la Perfección de Dios–”. Al concluir con la lectura solicita que externen sus opiniones.

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Actividad creativa Primer paso: medir el contorno de tu cabeza con cinta métrica y añadirle 2 cm. más. Y plasmarlo en la cartulina, de ambos lados largos de esta, que unirás y así quedará una línea que te servirá para guiarte.

Segundo paso: medir con la cinta la frente que lo harás de la ceja hasta donde inicia tu cabello. Después donde empieza el cabello a la parte media de tu cabeza, medidas que marcarás en la cartulina.

Tercer paso: corta con las tijeras tus medidas que plasmaste en la cartulina, ya que lo realizaste mide un centímetro en la parte inferior derecha de la cartulina y únela.

Cuarto paso: dobla la cartulina a la mitad teniendo como referencia la línea de 1 cm. Con tu mano o una regla remarca bien el doblez.

Quinto paso: nuevamente dobla a la mitad, toma de referencia el centímetro que quede libre, remarca bien el nuevo doblez, tratando siempre que quede lo más derecho que se pueda.

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Sexto paso: gira tu cartulina de izquierda a derecha y desdobla el último doblez de derecha a izquierda, ahí veras las líneas echas a lápiz, lo volteas y el rectángulo más grande quedará arriba, dobla nuevamente por la mitad, sin tomar en cuenta el centímetro.

Séptimo paso: trazarás un triángulo sobre el rectángulo más largo, recortarás y así queda listo tu molde.

Octavo paso: pega con diurex el molde sobre el pliego de fomi para que no se te mueva al trazar.

Noveno paso: recorta los trazos que realizaste en fomi y pega con silicón los dos extremos y las puntas, siempre las que estén de frente.

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Decimo paso: recorta un círculo pequeño y pégalo donde se unen las puntas, ahora forma la vicera, en un trozo de fomi. Marca el contorno de la gorra, recorta y pegala, quita los exesos de foami con las tijeras, donde pegaste la vicera pegale una tira de foami para que no se vea el silicon, y tu gorra quedará terminada.

Indícales que pueden personalizarla o decorarla como gusten. Da las gracias por su participación e invítalos a

la última sesión y pide que lleven una pelota.

Sesión 5. Voleando la lectura Da la bienvenida y forma un círculo. Informa que realizarán una clavada como en los mejores partidos de voleibol, a la cuenta de tres, todos aventarán su pelota al aire y harán la clavada y pasarán a sus respectivos lugares. Después les contarás la historia del voleibol que prepararás con anterioridad, hazlo con mucho gusto. Algunos historiadores dicen que este deporte se practicaba en la Roma imperial, 200 años antes de Jesucristo. Otros afirman que en la Edad Media era el "juego de balón" que posteriormente se llamaría en Alemania, "Faustball". El voleibol fue creado en 1895 por William G. Morgan. Era entonces director de Educación Física en el Ymca de Holihoke, en Massachusetts y había establecido, desarrollado y dirigido, un vasto programa de ejercicios y de clases deportivas masculinas para adultos. Su motivación principal era crear un juego de entretenimiento y competencia, diferente al baloncesto creado en 1891, buscando evitar la rudeza y el choque de este nuevo deporte. Su idea surge con la red de tenis, pero a mayor altura (2.13 m.) y utilizando la cancha del baloncesto y un nuevo tipo de balón, para ser lanzado por encima de la malla al campo contrario, evitando que tocara el suelo. En ese entonces no había restricciones respecto al número de jugadores ni de contactos con el balón. El nombre inicial fue el

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de Mintonnette, rebautizado como Voleibol porque sólo se jugaba de volea o batida de dedos. Esta propuesta la hizo el profesor Halstead. Gracias al YMCA el juego del voleibol fue introducido en Canadá y en muchos países. Las fuerzas del ejército de los Estados Unidos contribuyen a su expansión en Europa durante la Primera Guerra Mundial, en el continente asiático fue llevado por los misioneros. Los primeros campeonatos nacionales de voleibol tuvieron lugar en los Estados Unidos en 1922, y es en 1928 cuando se crea el USVA: la United States Volleyball Association. En 1938 se establecieron unos contactos internacionales entre Polonia y Francia. En 1946, con ocasión de un partido internacional entre Checoslovaquia y Francia en Praga, bajo el impulso de la Federación Francesa de Voleibol, se organizó una reunión. Se decidió realizar un Congreso Constitutivo en París para 1947. El Sr. Libaud y la Federación Francesa fueron los encargados de poner en pie esta organización. Las 13 Federaciones presentes en éste, establecieron los estatutos y reglamentos de las Federación Internacional de Voleibol y pusieron en concordancia las reglas de juego americanas y europeas. El primer Campeonato de Europa tuvo lugar en Roma en 1948, y el primer Campeonato del Mundo en Praga en 1949. Mientras tanto, en Japón y en la mayor parte de los países asiáticos, el juego era practicado por nueve jugadores sobre un terrero de 11 x 21 metros. Sin embargo, en el Congreso de Florencia en 1955, la Federación Japonesa decidió introducir poco a poco las reglas internacionales en su país y en toda Asia. Se eligió un despacho fijando la sede en París. La Federación Internacional de Voleibol (FIVB) surgió de un Congreso internacional por iniciativa de 16 países y actualmente son 120 naciones las que la conforman, representando más de 65 millones de jugadores en el mundo. Los primeros campeonatos mundiales fueron organizados en 1949 para hombres y en 1952 para mujeres, generando entusiasmo inmediatamente, y el número de jugadores y federaciones nacionales se afiliaron con gran velocidad al FIVB. El Voleibol se popularizó tanto que la FIVB empezó a promover los eventos, organizando cada cuatro años campeonatos mundiales dentro de la liga mundial de voleibol, que prepara a los equipos para los juegos olímpicos. Por el prestigio alcanzado, en 1957 el IOC incluyó el Voleibol como un Juego Olímpico el cual se jugó como deporte de medalla. Este primer juego se realizó con equipos de 10 hombres y de 6 mujeres en los Juegos olímpicos de 1964 en Tokio. El Voleibol Playero hizo su debut Olímpico en los Juegos de Atlanta de 1996. Al concluir forma parejas e indica que con su pelota practiquen algunos de los diferentes golpes utilizados en el voleibol. Actividad lúdica Por pareja realizarán “Manejo del balón”, esto es que por espacio de 5 minutos practicarán cada uno de los golpes básicos del voleibol.

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Saque: la acción de poner en juego el balón, lanzando o soltando el balón y golpeando con la mano. Su finalidad principal es ofensiva, marcar punto al contrario, o dificultar al máximo la recepción por parte del contrario. Está totalmente prohibido darle al balón con cualquier otra extremidad del cuerpo. (Saque por arriba) (Saque por abajo)

Golpe bajo, de antebrazos o fildeo: unidas las manos por el dorso y ayudado por la flexión de las piernas, el balón es golpeado desde abajo hacia arriba por ambos antebrazos logrando así un rebote vertical con una gran elevación. Es la forma habitual de realizar la recepción del saque. Toque de dedos o voleo: el balón se pasa utilizando suavemente las manos, por encima de la cabeza y con las yemas de los dedos hacia arriba; impulsándolo en la dirección deseada pero sin agarrarlo ni lanzarlo.

Remate: acción que pone fin a una jugada ofensiva. El jugador corre, salta y golpea el balón por encima de la red tirando el balón contra el suelo.

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Bloqueo: toda acción destinada a interceptar el ataque del equipo contrario, saltando junto a la red, con los brazos alzados y sin meterlos en el campo contrario. Está prohibido bloquear el saque adversario Para finalizar con la actividad coloca una red o si no cuentas con ella, un lazo. Forma dos equipos para que se enfrenten en gran partido de voleibol. Motívalos a poner en práctica lo ensayado, que realicen los tres toques reglamentarios y no pasar la pelota al primer golpe. Al término del juego pídeles amablemente pasen a sus lugares, para escuchar la lectura en voz alta del cuento “La jugadora de voleibol” Actividad de lectura Era una mujer de 33 años, estaba casada y tenía 2 hijos. Su nombre es Lisette Watts Santana. Era maestra de educación física y también jugadora de voleibol superior. Un día, Lisettese encontraba en la cancha, en una den sus prácticas. En la cual, alguna de sus compañeras no asistieron y el trabajo fue más agotador. Aun así, ella ni nadie sabía del súper poder que tenía y era la mejor jugadora. El dirigente al finalizar la práctica, les dijo que les avisara a las demás jugadoras para la próxima práctica y poder realizar las técnicas de juego. Lisette les avisó. Luego, en la otra práctica fueron las demás compañeras, empezaron corriendo y haciendo físico. Después empezaron hacer las destrezas del juego. Cuando Lisette va a rematar, hace un súper remate que todos se quedaron sorprendidos. Le preguntan; “¿Cómo lo hiciste?” Ella respondió: “De verdad no lo sé, me sorprendí al igual que ustedes.” Todo se quedó allí y siguieron la práctica. Al acabarse, les notifican que tienen juego el domingo, que por favor lleguen todas. Lisette al llegar a su casa, le cuenta a su marido lo ocurrido, él se asombró y le dijo: “Puede que seas la mejor rematadora del equipo, pero eso que me acabas de decir es asombroso pero a la vez raro.” El esposo no dejó que contestara, preocupado y sin poder creerlo dijo: “Ven te llevaré donde un brujo.” Le dejan los hijos a la abuela y van directamente donde el brujo. Al llegar, el brujo los atiende rápido, la chequea y con cara de sorprendido dijo: “Usted tiene un súper poder.” Ambos contestaron: “¿Cuál?” El brujo tardó unos minutos en contestar, y cuando contesta dice: “El del súper remate.” Lisette mira al esposo y le dice: “Ya todo tiene lógica, por eso los remates así.” El esposo responde: “Si ya todo tiene sentido.” El brujo les cobra, se despiden diciendo muchas gracias y se van para la casa. Al llegar a la casa, Lisette agotada se va a descansar, ya que al otro día tenía el juego de la final. Llego a la cancha, fue a donde sus compañeras pero no comentó nada sobre su poder. Empezó el juego, Lisette jugó normal con sus extraordinarios remates. Ganaron el primer set, el segundo y a punto de ganar el rumbo al campeonato, sirvió el equipo contrario, recibieron, le acomodaron el balón a Lisette e hizo su súper remate. Quedaron campeonas y todos celebrando felicitaron a Lisette por su gran juego y por su gran remate, el cual nadie supo que era su poder.

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Ya que terminaste la lectura en voz alta pide amablemente que hagan comentarios, y después da las indicaciones de cómo elaborar una medalla que intercambiaran con sus compañeros. Actividad creativa. Medallas de premiación Con el material sobrante de la gorra y un metro de velcro, pueden elaborar las medallas para todo el grupo. Así que en papelitos escribe los nombres de los participantes. Cada uno tomará el suyo para saber a quién le tocará hacerle su presea, en la que pondrán el porqué es el/la número 1. Todos serán premiados. Nota: el ejemplo está dirigido a la mamá pero en este caso será a nuestro compañero. 1. Con una tapa (medida deseada) marcar su contorno en fomi y recortar.

2. Para el número, marcar en fomi de otro color y recortar. Pedir con antelación un metro de listón del color que más les agrade para el colgante.

3. Posteriormente pega con silicón el listón, uniendo los 2 círculos y luego el colgante.

4. Corta un círculo de cartulina o cartoncillo un poco menor que los de fomi y pégalo. En revistas o periódicos busca una imagen que para ti represente al compañero a quien darás la medalla, recórtala y pégala.

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5. Para concluir pega el número 1 y en el interior un pedacito de velcro (hembra y macho) en las orillas, para cerrarlo. Escribe porqué tu compañero/a es el número 1. Ejemplo: Por ser el más cumplido/a; buen deportista; la mejor jugadora….

Al concluir, formarán un círculo para entregar y recibir su medalla. Da las gracias por su participación y pide que cierren el círculo y griten una porra a la biblioteca. Referencias electrónicas https://www.youtube.com/watch?v=gfn3-Qoynvk http://es.hellokids.com/c_27793/actividades-manuales/el-taumatropo-de-futbol http://cuentosamorosos.blogspot.com/2009/10/el-jugador-de-baloncesto.html https://www.youtube.com/watch?v=BCdPoy576HQ http://www.soloboxeo.com/2016/01/04/4-grandes-campeonas-mexicanas-del-cmb/ http://www.efdeportes.com/efd64/spiribol.htm http://www.cultura.gob.cl/wp-content/uploads/2014/01/un-cuento-al-dia-antologia.pdf http://ccumbres.blogspot.com/2008/10/nios-campeones-de-beisbol-de-1957.html http://dinamicasojuegos.blogspot.com/2010/04/beisbol-la-tarzan.html http://www.dakari.org/esta-es-la-historia-de-un-heroe-un-nino-con-discapacidad-llamado-shaya/ http://blogs.monografias.com/andres-casanova/2010/10/01/el-beisbol-de-mi-infancia-y-un-cuento-mio-sobre-este-deporte/ https://www.youtube.com/watch?v=BFCy16wVbnc http://mundovoley.galeon.com/aficiones1507578.html https://voleibolaspectosclave.wordpress.com/golpes/ http://www.cuentacuentospr.com/mis-cuentos/41185 http://eleconomista.com.mx/deportes/2011/11/13/pacquiao-marquez-cronica-tercer-combate http://terceravia.mx/2016/12/la-historia-de-los-ninos-triquis/