lecturas para un periodista

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LECTURAS PERIODISMO ESPECIALIZADO SEMANA 1 TEMA: Cómo escribir LECTURA: Consejos para un joven que quiere ser cronista, por Alberto Salcedo Ramos Si no eres porfiado, olvídalo. De entrada te dirán que no hay espacio, ni dinero, ni lectores. En vez de perder tiempo quejándote, pon el trasero en la silla como proponía Balzac. Y cuando empieces a trabajar escucha el consejo de Katherine Ann Porter: no te enredes en asuntos ajenos a tu vocación. A un narrador lo único que debe importarle es contar la historia. Cuando la historia es buena y está bien contada posiblemente le interesará a algún editor. Pero nadie te lo garantiza. En caso de que no la publiquen, por lo menos te quedará una crónica ya terminada. Guárdala como un tesoro: podría motivarte a hacer otra. Si dejas de escribir cuando los editores te cierran las puertas, tal vez mereces que te las cierren. Aunque tengas un trabajo de tiempo completo en un periódico o manejes un camión de carga, debes escribir. Ninguna excusa es válida. Si solo atiendes los llamados del estómago, ¿para qué seguimos hablando? Cree en los temas que te impulsen a escribir. Ya lo dijo Mailer: cuando un tema atrape tu atención no lo sometas a la duda.

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Para todo periodista!

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LECTURAS PERIODISMO ESPECIALIZADO

SEMANA 1

TEMA: Cmo escribirLECTURA:

Consejos para un joven que quiere ser cronista, por Alberto Salcedo Ramos

Si no eres porfiado, olvdalo. De entrada te dirn que no hay espacio, ni dinero, ni lectores. En vez de perder tiempo quejndote, pon el trasero en la silla como propona Balzac. Y cuando empieces a trabajar escucha el consejo de Katherine Ann Porter: no te enredes en asuntos ajenos a tu vocacin. A un narrador lo nico que debe importarle es contar la historia.

Cuando la historia es buena y est bien contada posiblemente le interesar a algn editor. Pero nadie te lo garantiza. En caso de que no la publiquen, por lo menos te quedar una crnica ya terminada. Gurdala como un tesoro: podra motivarte a hacer otra. Si dejas de escribir cuando los editores te cierran las puertas, tal vez mereces que te las cierren.

Aunque tengas un trabajo de tiempo completo en un peridico o manejes un camin de carga, debes escribir. Ninguna excusa es vlida. Si solo atiendes los llamados del estmago, para qu seguimos hablando?

Cree en los temas que te impulsen a escribir. Ya lo dijo Mailer: cuando un tema atrape tu atencin no lo sometas a la duda.

Puedes escribir sobre lo que quieras: sobre un asaltante de caminos, sobre las enaguas de tu abuela, sobre el escolta del presidente, sobre la caspa de Tarzn, sobre lo triste, sobre lo folclrico, sobre lo trgico, sobre el fro, sobre el calor, sobre la levadura del pan francs o sobre la mquina de afeitar de Einstein. Pero por favor no aburras al lector. Escribir crnicas es narrar, narrar es seducir. Los buenos contadores de historias convierten el verbo narrar en sinnimo de encoar. Son como Don Vito Corleone: le hacen al lector una oferta que no puede rechazar.

Confieso que me producen alergia las historias que lo reducen todo al blanco y al negro. Desconfo de las moralejas y por eso no leo fbulas. O las abandono a tiempo para que el lobo viva tranquilo despus de comerse a Caperucita Roja y para que el dueo de la gallina de los huevos de oro pueda sacrificarla sin remordimientos.

Algunos pretenden escribir mientras bailan una cumbiamba o asisten a un partido de ftbol. Pero el trabajo es una cosa y el recreo, otra. Concntrate en tu oficio. Si no le dedicas al texto toda tu atencin, posiblemente el lector tampoco lo har.

Estar aislado es duro, te lo advierto, en especial cuando escribes historias de largo aliento. Sabes cundo comienzas pero no cundo terminas. En cierta ocasin me sent tan oprimido por el encierro que consider como mi gran utopa salir a pagar el recibo del telfono. Luego estn las dificultades propias del oficio: en una jornada solo alcanzas a precisar un adjetivo, y al da siguiente lo borras porque ya no te gusta. Acurdate de Dorothy Parker: odio escribir, pero amo haber escrito.

Si cuidas la escritura, si no te conformas con juntar las palabras de cualquier manera, lo ms seguro es que tiendas a bloquearte. Bloquearse es un gaje del oficio. Indica que asumes el trabajo en serio. Sal a la calle a renovarte. Tomar distancia tambin es una forma de escribir.

Si eres de los reporteros que no leen ms que noticias, declrate perdido. Hay que tener buenos referentes en el oficio. Solo al or las voces de los maestros Talese, Capote, Hemingway y mirar el mundo con curiosidad genuina aprenders a encontrar tu propia voz.

Por mucho que ciertos reporteros y editores ortodoxos renieguen de la crnica, t tienes que creer. La crnica le pone rostro y alma a la noticia para atender a un tipo de lector que no solo quiere atragantarse de datos. Algunos suponen que las verdades que no contienen el destape de una olla podrida son indignas de ser publicadas. En un continente saturado de corrupcin siempre ser apreciada la figura del higienista que fumiga a las alimaas. Sin embargo, me temo que la verdad no se encuentra solamente regando plaguicidas o frecuentando los manteles de los poderosos, sino tambin prestndole atencin a la gente comn y corriente, aquella que, por desdicha, solo existe para la gran prensa en la medida en que muere o mata.

LECTURA 2

TEMA: LA CRISIS DEL PERIODISMO

CRISIS ACTUAL POR NEGOCIOS, NO POR LOS MEDIOS.A lo largo del siglo pasado, en Amrica Latina imper elmodelo estadunidensede medios de comunicacin masiva, basado en la propiedad de los mismos por parte de grandes empresas privadas, pero en los ltimos tres lustros, a partir de la llegada degobiernos progresistasen naciones como Venezuela, Brasil, Ecuador y Argentina, el Estado ha explorado laregulacinde dichos monopolios mediticos.

Esos gobiernos, agreg ayer el acadmico argentino Guillermo Mastrini, han presentado alternativas almodelo neoliberaly discursos crticos a la situacin econmica, poltica y social de dichas naciones. Con caractersticas especficas para cada una, Mastrini mencion puntos en comn, como la intencin de modular el mercado, redistribuir la riqueza, organizar la participacin ciudadana y profundizar la discusin sobre los medios de comunicacin.

Mientras, Carlos Dada, fundador y director del reconocido diarioon line salvadoreoEl Faro, destac que, confundidos con los nuevos trminos y tendencias, y urgidos de adaptarse a las vanguardias tecnolgicas, los peridicos y periodistasno se han dado cuentade que la actual es una crisis de modelos de negocios, no del periodismo en s, lo que ha generado que pierdan su razn de ser y sentido original, que esinformar para conocernos mejor como sociedad.

Mastrini y Dada participaron durante el ltimo da del seminario Libertad de expresin, disidencia y democracia, realizado en el Senado, en el centro histrico, en el contexto del centenario del asesinato del legislador Belisario Domnguez por la dictadura del general Victoriano Huerta.

Entre varios argumentos para la regulacin estatal de los medios, Mastrini mencion la tendencia a los monopolios y la necesidad actual de que el Estado garantice la libertad de expresinpara todos, con el fin de que no sea slo un privilegio de los sectores sociales que los poseen.

El especialista en industrias culturales lanz una pregunta fundamental que hoy es discutida en naciones sudamericanas:Por qu los medios de comunicacin deben tener fines de lucro.

Reconoci que pese a varios intentos, todava no se logra una reorientacin de los medios de comunicacin pblicos, pues se siguen adaptando a los intereses de los gobiernos en turno, ms que a los de la sociedad.

Dada, quien vivi un tiempo en Mxico durante la violencia de los aos 80 en El Salvador, plante que el periodismo es unagente transformadorcuando provee informacin y reflexin a los ciudadanos para que puedan tomar decisiones y vigilar a las autoridades. Otro rol del periodismo, consider, es posicionarse ante el poder.

Todo lo anterior, insisti,no cambia con la llegada de las nuevas tecnologas. Y record que desde el surgimiento deEl Faro,hace 15 aos, le han augurado lamuerte inmediata por no seguir los dictados de los grandes gurs: brevedad de textos y velocidad de difusin.

Pero nosotros apostamos por los textos largusimos, con el fin de investigar, contar historias y crear un espejo en el cual los salvadoreos podamos mirarnos. Pese a todo, se dijooptimistaporque el periodismo ha comenzado de nuevo a contar esas historias.

LECTURA 3TEMA: SOBRE PERIODISMODiez razones por las que vale la pena estudiar Periodismo (o reinventarlo si ya no tienes edad para volver a las aulas)1. Porque siempre ser necesario gestionar informacinTal vez fueran los adivinos y los brujos los primeros periodistas. Si el hgado del roedor mostraba tonalidades verdosasadivinabanque no era buena idea erigir el campamento junto a aquella laguna sospechosa; si descubran una zona de hongos alucingenos, decidan enseguida que esa informacin en cambioera reservada. Tenan que poseer fuentes fiables, ser convincentes, buenos comunicadores, en ese contexto en que el mito todava no haba empezado a ser substituido por el logos (se completar algn da ese proceso de substitucin?). Siempre ha habido datos valiosos con los que traficar. La modernidad multiplic exponencialmente su valor simblico. La contemporaneidad convirti en cotidianos prefijos como mega o giga. La informacin no va a parar de crecer: siempre sern necesarios sus gestores. Los periodistas no son ms que un tipo de gestor, como los bibliotecarios, los archiveros, los analistas o los profesores. Al igual que ellos, deben ser capaces de localizar rpidamente el dato significativo. Recubrirlo de discurso. Saber interpretarlo.

2. Porque a veces la vocacin no se eligeNo es tan frecuente como uno se imagina, pero hay quien atesora una fuertevocacin meditica. Hay quien desde siempre ha deseado ser periodista. En esos casos no hay nada que hacer: no tiene ningn sentido quedarse encerrado en el armario. Sal de l. S periodista. Pero ten claro que la licenciatura en Periodismo, el mster, el doctorado, ni siquiera el trabajo en una de las ltimas redaccionescual ltimo mohicanosern suficientes. El periodismo es un modo de mirar el mundo, de sonsacarlo, de elaborarlo narrativamente, de transmitirlo. Puede ser su contenedor, pero no su contenido. De manera que tienes que formarte, al mismo tiempo, en otros mbitos. Leer, ver, visitar, pensar. Economa, derecho, sociologa, humanidades, cine, televisin, viajes. El periodismo le dar herramientas narrativas a tu mirada, pero sers t quien la llenar del conocimiento que te permita domesticar la infinita informacin.

3. Porque existen Mongolia y OrsaiNo te hagas ilusiones, lo ms probable es que no te den trabajo. O que cuando termines la carrera o la reorientacin laboral hayan dejado de existir (y en cambio pervivan diarios centenarios). Lo que importa es que demuestran que otro mundo es posible: precisamente tu mundo. Un mundo en que la firma ha sido sustituida por la marca. En que los contratos indefinidos se han transformado en colaboracionesfreelance. En que el periodista es tambin comisario, profesor, bloguero, DJ. En que casi todo tiene que recrearse, repensarse, reimaginarse. En que las hemerotecas se han vuelto virtuales. En que las grandes cabeceras se atomizan en un sistema solar de micromedios. En que el periodista se inserta en una dimensin superior, la de la comunicacin, que a su vez forma parte de la supergalaxia de la circulacin informativa. Es difcil pensar hoy en da en campos acotados, en cotos de caza: incluso las revistas independientes son tambin editoriales, foros, puntos de encuentro, hasta pizzeras; sobre todo: comunidades. Antes era posible lanzar al mercado una nueva revista y construir despus un pblico. Ahora es preciso crear primero un crculo de cmplices, que con el tiempo se vuelva campamento del salvaje oeste, ciudad circular en tierra de nadie, satlite, planeta. La esfera en cuyo corazn despus se instalar el medio informativo, como antao lo haca el televisor en el centro del saln.

4. Porque estamos viviendo la gran explosin del datoUna de las consecuencias ms difciles de predecir del 11-S ha sido la eclosin delBig Data,es decir, de la gestin de monstruosas cantidades de datos. Una vez ms han sido los servicios de inteligencia y la industria militar quienes han impulsado lo que llamamos elavance humano. Las ingentes, casi ingobernables cantidades de informacin que acumulan los ordenadores precisan de intrpretes. Los analistas deberan comenzar a fusionarse con los periodistas para construir, a partir delBig Data, lo nico que puede dotar de sentido tal magnitud informativa:Big Narratives. Si en 1999Mark KurlanskypublicBacalao: biografa del pez que cambi el mundo, un recorrido por cmo la pesca de bancos de bacalao o la evolucin de sus tcnicas de conservacin generaron cambios geopolticos de primera magnitud, no sera de extraar que dentro de algunas dcadas aparezca un libro que se titule:Cmo los bancos de datos cambiaron el mundo, una vez ms.El periodista como pescador de altura: no est mal la metfora, habr que afilarla.

5. Porque todos tenemos alma de hackerSe me ocurren pocos impulsos tan humanos como el que nos precipita en el abismo del chisme. Cotillear, chafardear, poner verde al vecino o a lacelebrity: intercambiar informacin a veces contrastada y otras no. Si el periodista tiene que aliarse con el analista (o transformarse en l), no hay duda de que tambin hace buena pareja con elhacker. Solo hay que echarle un vistazo a las series de televisin o a los peridicos: elnerd, elgeeko el friki son personajes cmicos, pero elhackeres un personaje trgico, uno de los grandes hroes o antihroes de nuestra poca. No hace falta serJulian Assange, no hace falta ni siquiera vulnerar la ley, solamente sumarle a la formacin estadstica y a la capacidad de observar arcos narrativos algunas nociones de bsqueda de datos a travs de computadoras y redes. Cuantas ms, mejor. Digamos: el periodista como unhackerlegal. El periodista informtico.

6. Porque est por reinventar la figura del periodistaEn el imaginario colectivo el periodista todava se vincula con la redaccin. Pero ese es solo uno de sus espacios posibles. El hogar se convierte en laboratorio, en taller, en superficie de posproduccin. Los frentes en los que se multiplican las posibilidades del artista de lo real son mltiples. Algunos podran ser: el transmedia (Malvinas 30), el arte contemporneo como prctica documental o histrica (El Camp de la Bota, deFrancesc Abad), el periodismo en vietas (Joe Sacco), la inteligencia colectiva (Wikipedia), el desarrollo deprogramas estadsticos, la escritura de novelas de no ficcin (Emmanuel Carrre) o la produccin de juegos. Los newsgamesnos obligan a pensar lo real a travs de la interaccin y de la reflexin: quin le iba a decir a tu madre que su hijo iba a ejercer el periodismo diseando videojuegos?

7. Porque el periodismo est en casi todas partes pero no obstanteEstamos en tiempos dehazlo t mismoy de amateurs que se convierten en profesionales a golpe de visitas de blog, de retuiteos o de visionados de Youtube. Pero la tcnica, la artesana no siempre puede aprenderse intuitivamente. Y, sobre todo, solo puede mejorarse, perfeccionarse gracias a la prctica crtica y al estudio. Estudiar Periodismo es obligarse a una disciplina de aprendizaje, de lectura, de evaluacin. Para que despus, durante toda tu vida, ya puedas aprender, leer y evaluarte por tu cuenta. Ese impulso es necesario, para luego interiorizar la inercia. Porque sin esa energa interna que te impulsa hacia adelante (aunque en el horizonte haya un barranco), al ritmo de las zancadas del presente, la realidad y sus noticias dejaran de interesarte. Y sera el fin.

Porque siempre nacern nuevos hobbies, nuevas pasiones, nuevas tendenciasNo se me ocurre palabra ms precisa para nombrar a la tendencia que la palabra tendencia. Tecnolgicos, artsticos, profesionales o sociales, constantemente surgen nuevos modos de relacionarse con aquello que nos hace humanos: la moda, la ciudad, los territorios, la imaginacin, los otros. Entre las muchsimas utilidades del periodismo est la de justificar tu adiccin, tu aficin, tu pasin. Ya sea en un blog, en una revista, en un programa de radio o en un diario, si te conviertes en un autntico erudito en un lenguaje o una prctica que acaba de empezar a desarrollarse y que, por tanto, todava no cuenta con expertos, no hay duda de que podrs generar discurso periodstico en ese mbito. Por supuesto es ms difcil conseguirlo en disciplinas y temas que se considerenclsicos. Pero eso no debera abocar al desnimo. Al fin y al cabo, el propio periodismo ya es una prctica y un rea de conocimiento con varios siglos de tradicin.

Porque algo hay que estudiarArquitectura no porque no se construye obra nueva. Derecho no, porque sobran abogados y no se convocan plazas de jueces. Medicina y Magisterio tampoco, porque se est recortando en sanidad y en educacin. Entonces? Pareca que invertir en formacin en nuevas fuentes de energa resultaba conveniente, pero el sector no acaba de arrancar. Qu queremos, que toda una generacin estudie Informtica y Gastronoma? Qu haremos con una generacin entera de programadores y cocineros? A diferencia de los estudios absolutamente tcnicos, con una proyeccin laboral muy definida, el periodismo y la comunicacin audiovisual (maldito el da que los separaron), como las matemticas o las humanidades, deberan educar sobre todo metodologas de anlisis y de formulacin, de observacin y de relato. Conocimientos de adaptacin a todo tipo de medios.

Porque merece la pena sentirse parte de una noble tradicinEnLa banda que escriba torcido, la imprescindible historia del Nuevo Periodismo firmada porMarc Weingarteny publicada por Libros del K.O., encontramos mltiples ejemplos de cmo el periodismo como cualquier otra tradicin intelectualse construye como una sucesin de artesanos que aprenden de otros artesanos, de maestros y discpulos, de referentes clsicos y de nuevos faros contemporneos. SobreJoan Didion, leemos: ahorr suficiente dinero para comprarse una mquina de escribir Olivetti Lettera 22; aprendi por s misma a unir frases reescribiendo a mquina los pasajes de sus libros favoritos. Cules seran esos maestros, nuestrofavoritos? Quieres ms a mam o a pap? Eres del Bara o del Madrid? DeEnric Gonzlezo deMaruja Torres? DeJuan Villoroo deMartn Caparrs? DeGabriela Wienero deManuel Jabois? DeAna Pastoro deJorge Lanata? Qu te tira ms,SalvadosoInforme semanal? De ambos, de todos, de alguno, de ninguno? Unos son ms deHunter S. Thompsono deNorman Mailer; otros, en cambio, admiran aJosep Plao aManuel Vzquez Montalbn. Hay quien reivindica los reportajes deGabriel Garca Mrquezo deRodolfo Walsh; y quien va ms atrs, aNellie Blyo aDaniel Defoe. Pero sobre todo estn los periodistas casi annimos, nuestros primeros jefes, los primeros que editaron textos nuestros, los profesores de la facultad, el redactor del semanario de nuestro pueblo, el chico de segundo de bachillerato que diriga la revista del instituto y que nos pidi una crnica o un cmic. Todos los autores de todos los textos que hemos ledo a lo largo y ancho de nuestras vidas. Todo eso forma una maraa. Una tradicin polimorfa de la que vale la pena sentirse parte. O simplemente una banda: las de quienes escribimos torcido. No somos gente especialmente recomendable, pero nos gusta nuestro oficio y creemos en l. Te unes al club?

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LECTURA 4

TEMA: CONSEJOS PARA ESCRIBIR

CRNICAS: 10 CONSEJOS PARA ESTUDIANTES DE PERIODISMOLa profesora de Periodismo de Investigacin de la Universidad de Zaragoza, Mara Angulo, recomienda 10 valiosos consejos para los estudiantes que desean redactar crnicas periodsticas.

Creo que escribir crnicas dignas, de las que uno se pueda sentir satisfecho, aunque sea un oficio, tiene que ser tambin un placer, una forma de vida. Una forma de vida que a muchos les gustara llevar, seguro, lo s, pero no les dejan, reflexiona la doctora en Filosofa y Letras por la Universidad Autnoma de Madrid, quien ofreceren Ciudad de Mxico el tallerCrnica, femenino singular(no se lo pueden perder).

Veamos a continuacin 10 consejos de Angulo:

En primer lugar hay que salir a la calle a buscar historias y personajes.

Prestar atencin al entorno, a lo que cuenta la gente y a cmo lo cuenta.

Observar para poder contar algo y, desde luego, querer contar algo.

Para escribir en crnica hay que documentarse y tambin hay que reportear. Otra cosa es montarse un ensayo ms o menos lcido, segn el bagaje de cada cual, o un relato autobiogrfico.

Recomendara a al principio optar por la tercera persona y desaparecer tcnicamente todo lo posible del relato.

Es bsico leer mucho: ficcin y no ficcin. Y fijarse, claro. Prestar atencin no solo a las historias y argumentos, sino a las estrategias narrativas. Educando un poco la mirada, todos podemos detectar algunas de las herramientas discursivas habituales de los cronistas. Cmo alternan escenas y dilogos, por ejemplo, cmo emplean la descripcin, cmo tratan siempre de presentar un conflicto argumental para que el texto pueda avanzar; cmo emplean o no las metforas, las analogas y los smbolos; cmo generan tensin o cmo emplean la irona, por ejemplo.

Y despus escribir, imitar esas estrategias que se hayan percibido en otras historias.

Escribir mucho, siempre, a diario, para ir adquiriendo primeramente destrezas.

Revisar lo escrito pasados unos das, autoeditarse una y otra vez, dejando pasar el tiempo, para tomar perspectiva sobre lo escrito.

Contar con unpersonal training. Ah es donde cumplen una buena funcin los talleres de crnica y las buenas clases de redaccin periodstica de las universidades.

LECTURA 5TEMA: CRISIS DEL PERIODISMOLA PROPIEDAD DE LOS MEDIOS, LA PROPIEDAD DE LA INFORMACINPedro RamiroRevista Pueblos

Alguien dijo que en los Estados Unidos se puede escribir contra el presidente demcrata o contra el presidente republicano, pero nunca se podr publicar la noticia de que se haya descubierto una mosca en una botella de Coca-Cola. As comienza Una mosca en una botella de Coca-Cola, el documental producido recientemente por OMAL-Paz con Dignidad y Producciones CMI (con direccin de Javier Couso y guion de Pablo Iglesias[1]) en el que se analiza la relacin que existe entre los principales medios de comunicacin y las grandes multinacionales espaolas. Porque, como se pregunta en el documental, quin elige a los presidentes?, la ciudadana o los medios de comunicacin? Quin se atrevera a ensear la mosca en la botella de Coca-Cola?

Tomando como base la investigacin que Pascual Serrano ha hecho sobre los grandes grupos de comunicacin que operan en el Estado espaol[2], este documental nos cuenta cmo buena parte de la informacin que vemos, omos y leemos pertenece al BBVA, a Repsol, al Grupo Planeta, a La Caixa, al Banco Santander, a Telefnica o a Silvio Berlusconi. Son grandes corporaciones multinacionales y agencias de publicidad las que controlan lo que ves, lo que oyes y lo que lees. De ah que en estos medios podamos ver con frecuencia noticias en las que se destaca el comportamiento ejemplar de las multinacionales espaolas en Amrica Latina. Ser una casualidad que los presidentes de los gobiernos latinoamericanos que han apostado por reforzar el papel del Estado y ejercer una mayor soberana sobre sus recursos naturales sean, precisamente, los peor tratados por losmass mediaen este pas?

Medios de comunicacin y multinacionales espaolasEn el prlogo del libroPapel mojado,Pere Rusiol, ex redactor jefe deEl Pasy adjunto a la direccin dePblicohasta el cierre de su edicin impresa, afirma que hoy casi todos los grandes medios de Espaa han sido absorbidos por el poder financiero. No con la clsica dependencia de la influencia publicitaria o de los crditos, sino de forma mucho ms profunda: directamente en la propiedad[3]. Por eso se explica, por ejemplo, que en el diarioEl Pas,propiedad de un grupo empresarial como Prisa que, a su vez, ha pasado a ser controlado por grandes bancos como el Santander y La Caixa, siempre ocupen titulares destacados las declaraciones de Emilio Botn sobre la recuperacin de la economa espaola; mientras, por el contrario, escndalos como el del acuerdo del presidente del Santander con Hacienda para evitar ser condenado por evasin fiscal o el del indulto a su ex consejero delegado, concedido por el ejecutivo Zapatero justo antes de dejar el gobierno y posteriormente anulado por el Tribunal Supremo, pasen desapercibidos. Como cuenta Rusiol, en otras pocas el increble indulto a Alfredo Sanz abrira el peridico en lugar de estar arrinconado en un faldn perdido[4].

Existen pocos estudios que nos muestren el entramado de los grandes medios, nos expliquen sus relaciones con la banca o analicen sus conexiones con las empresas transnacionales.Traficantes de informacin,editado finalmente por Akal tras la negativa de los accionistas y directivos de Pennsula (editorial controlada por el Grupo Planeta) a publicarlo a pesar de haberlo encargado y contar con el visto bueno del editor, es una de las pocas excepciones a esta regla. A partir de este libro de Pascual Serrano, el documental nos recuerda las conexiones entre las compaas multinacionales y los principales grupos mediticos espaoles: Prisa, editora deEl Pasy duea de la cadenaSER,est en manos de fondos de inversin como Liberty y de bancos como La Caixa, Santander y HSBC; Vocento, responsable deABCy diversos diarios locales, tiene entre sus propietarios al BBVA y Ferrovial; Unidad Editorial, empresa a la que pertenecenEl Mundo, MarcayExpansin,tambin se encuentra controlada por un grupo financiero.

Eso por no hablar de cmo otros grandes grupos de comunicacin, vinculados a diferentes familias del empresariado espaol (entre ellos estn el Grupo Zeta, Planeta, Libertad Digital o el Grupo Intereconoma), concentran la propiedad de buena parte de los medios que vemos habitualmente en los quioscos y la televisin. Los dueos, los accionistas, los anunciantes esos son los verdaderos intocables, dice Serrano como conclusin de su entrevista en el citado documental.

Noticias y tratamiento informativoA nadie puede extraar, en este contexto, el tratamiento informativo (por llamarlo de alguna manera) que dispensan los grandes medios de comunicacin privados a las noticias relacionadas con las multinacionales espaolas. En el mismo sentido, los gobernantes de pases como Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina, que han puesto en marcha polticas econmicas contrarias a los intereses de estas mismas empresas (nacionalizaciones, subidas de impuestos, expropiaciones), son objeto de todo tipo de descalificaciones y comentarios agresivos por haberse atrevido a mostrar las moscas en las botellas de Coca-Cola. Ha sido una informacin manipulada, agresiva y completamente sesgada, aplicando un doble rasero que no se aplica a otros pases con bastante ms deficiencias democrticas, afirma en el documental Ignacio Escolar, director deeldiario.es.Y tenemos mltiples ejemplos de ello.

Expolio. Atropello. Saqueo. Tropela. A mediados de abril de 2012, los principales peridicos de este pas sacaban toda su artillera pesada y abran sus ediciones con titulares como estos para descalificar la decisin del gobierno argentino de nacionalizar la petrolera YPF, filial de la multinacional espaola Repsol. Populismo intimidatorio, matonismo, cacicada, peronismo trasnochado, nacionalismo visceral, guerra sucia, reflejo propio de otra poca Todo vala con tal de criticar la medida del gobierno de Cristina Fernndez (que, por cierto, contaba con un amplio respaldo de la poblacin argentina segn las encuestas) ya que, como dijo entonces el ministro de Asuntos Exteriores, se asuma que se trataba de una decisin contra Repsol y, por tanto, contra Espaa y contra el gobierno de Espaa[5].

Algo similar ocurri en 2006, cuando el entonces recin elegido presidente Evo Morales promulg la nacionalizacin de los hidrocarburos. Segn el editorial que publicEl Mundo,el decreto dinamita la libertad econmica, un concepto ya de por s muy devaluado en el pas andino. Haciendo causa comn con los intereses de grandes compaas espaolas como Repsol, el diario de Unidad Editorial se preguntaba: Con qu seguridad invertir a partir de ahora en Bolivia una empresa extranjera sabiendo que sus negocios pueden evaporarse en slo unas horas?[6] Ms recientemente, los episodios de conflicto de Sacyr en Panam[7] y de las nacionalizaciones de las filiales de Iberdrola, Red Elctrica y Abertis en Boliva, nos sirvieron para comprobar que la reaccin de las instituciones que nos gobiernan iba a ser la misma: El gobierno espaol defiende siempre los intereses de las empresas espaolas, estn dentro o estn fuera de Espaa, declar el ao pasado el ministro de Industria y Energa[8].

Que se trate de confundir los intereses de nuestras empresas y de todo lo que representa lamarca Espaacon los intereses generales de la poblacin no es algo que sea demasiado novedoso[9]. La lgica es simple: identificar las ganancias obtenidas por la reducida minora que posee la propiedad accionarial y ocupa la alta direccin de las grandes corporaciones con el progreso y el bienestar de las mayoras sociales. Tras la crisis financiera y la cada de la demanda en los pases centrales, hoy que la ortodoxia dominante impone sus recetas para salir de la crisis y la internacionalizacin empresarial y la atraccin de inversin extranjera se presentan como los pilares fundamentales para la ampliacin de mercados y la recuperacin econmica, esta idea se ha visto todava ms reforzada (a pesar de que se demuestra su falsedad cada vez que se hacen pblicos los datos de los dividendos empresariales y los sueldos de los grandes ejecutivos y se comparan con las condiciones laborales de la mayora de la poblacin). Y los medios de comunicacin cumplen un papel central en todo ello: Nos estn obligando a creer que los intereses de las multinacionales espaolas son nuestros intereses, cuando es precisamente lo contrario, afirma enUna mosca en una botella de Coca-Colala periodista Olga Rodrguez.

El Grupo Prisa como ejemploDice Pere Rusiol que los medios de referencia son parte fundamental de este sistema en crisis y difcilmente pueden ser, en consecuencia, los ms adecuados para narrar esta crisis[10]. Podemos comprobarlo siguiendo la trayectoria de, por ejemplo, el Grupo Prisa.

Este gran grupo empresarial de comunicacin ha venido organizando en los ltimos aos, tanto en Amrica Latina como en Espaa, los encuentrosInvertir enContando con la colaboracin de los respectivos gobiernos y con el patrocinio de las principales empresas espaolas presentes en cada uno de estos pases, el diarioEl Passe ha dedicado a favorecer la expansin de los negocios de las transnacionales y promocionar las bondades de la inversin extranjera en Mxico, Brasil, Chile, Per, Colombia y Panam. En enero de este ao, sin ir ms lejos, Prisa organiz la jornadaInvertir en Colombia.En ella participaron el presidente del gobierno colombiano, Juan Manuel Santos; Felipe Gonzlez, ex presidente del gobierno espaol y consejero de Gas Natural Fenosa; altos directivos de esta empresa gasista, Ferrovial, Indra y Telefnica. Y toda la imagen que dieron de Colombia los reportajes, entrevistas, tribunas de opinin y hasta el propio editorial deEl Pas,como no podra ser de otra manera, gir en torno a las oportunidades de negocio para las empresas espaolas en el pas andino.

Fuera del relato oficial, cualquier molestia a los intereses del capital: nada de mencionar los ndices de pobreza y desigualdad, ningn dato sobre la violencia poltica y las amenazas a los dirigentes sindicales, nada de hacer referencia a las protestas y movilizaciones populares contrarias a la creacin de la sociedad neoliberal del post-conflicto. Como escriba Erika Gonzlez, ya sea por el hecho de que el Grupo Prisa es una compaa con inversiones en Colombia, o bien porque los grupos empresariales presentes en la jornada financien la publicidad de esta transnacional de la comunicacin, el mensaje a transmitir se resuma en una idea: lo que es bueno para las transnacionales espaolas es bueno para la poblacin colombiana[11].

Como nos cuenta elInforme Mongoliasobre los principales medios de comunicacin espaoles, estos no son solo intermediarios: son agentes clave en la crisis. Y efectivamente, sus conexiones con la banca y las grandes corporaciones, su dependencia tanto de las empresas anunciantes como de las entidades financieras que han pasado a controlar sus consejos de administracin, les ha llevado a que cualquier conflicto de estas empresas en el mundo es un problema automticamente asumido como propio por ms agentes: por los bancos accionistas y por los medios propiedad de estos[12]. Pero se no es nuestro problema.

LECTURA 6TEMA: SOBRE PERIODISMODOCE PERIODISTAS GRANDES TE HABLAN AL ODO. ESCCHALOS.RECOPILACIN ALBERTO SALCEDORecomendaciones sobre el periodismo seleccionadas por Alberto Salcedo Ramos

1. De Ryszard Kapuscinski

Herdoto era un hombre curioso que se haca muchas preguntas, y por eso viaj por el mundo de su poca en busca de respuestas. Siempre cre que los reporteros ramos los buscadores de contextos, de las causas que explican lo que sucede. Quiz por eso los peridicos son ahora ms aburridos y estn perdiendo ventas en todo el mundo. Ninguno de los 20 finalistas de la ltima edicin del Lettre-Ulysses del arte del reportaje [premio que se otorga en Berln], y del que soy miembro del jurado, trabaja en medios de comunicacin. Todos tuvieron que dejar sus empleos para dedicarse al gran reportaje. Este gnero se est trasladando a los libros porque ya no cabe en los peridicos, tan interesados en las pequeas noticias sin contexto.

2. De David Remnick, editor de The New Yorker.

"Cualquier periodista joven cuando escucha la grabacin de una de sus entrevistas, si es honesto consigo mismo, llega siempre a esta conclusin: habl demasiado".

3. De Gay Talese, periodista.

Cen con l (Tom Wolfe) hace un par de semanas. Por cierto, vamos a aparecer juntos en una recopilacin de artculos sobre el asesinato de John Fitzgerald Kennedy que va a publicar Life Books. La historia es muy interesante. El da en que asesinaron al presidente Kennedy me encargaron que saliera a la calle para observar las reacciones de la gente. Me puse a dar vueltas por la ciudad y al cabo de no mucho tiempo me di de narices con Tom Wolfe. Tom! Qu haces? El reportero jefe me ha pedido que me d una vuelta por Manhattan para ver cmo reacciona la gente al atentado de Dallas. Pues a m me han pedido la misma historia. Qu te parece si cogemos un taxi a medias y compartimos gastos? Estuvimos cuatro o cinco horas juntos. Fuimos a Chinatown, Little Italy, Wall Street, el Upper West Side, Broadway, y en ningn lugar vimos nada digno de mencin. Nadie salt por la ventana, no haba gente tirada en el asfalto llorando. El ambiente de la calle era de total normalidad. Nos despedimos. Cuando volv al peridico, le dije a mi editor que me gustara escribir acerca de la falta de emocin de la gente ante una noticia de tal calibre. Mejor djalo, me respondi. Al da siguiente, lo primero que hice nada ms levantarme fue comprar el Herald Tribune para ver qu haba escrito Tom. Mir el peridico de arriba abajo y tampoco encontr nada. Ni rastro de nuestro paseo por la ciudad el da anterior. De modo que a los supuestos gigantes del llamado nuevo periodismo les haban encargado escribir acerca de algo tan potente como el asesinato de JFK y ninguno de los dos consigui colocar su reportaje. El otro da, cenando con l, lo recordamos. Dos viejos sabuesos evocando los tiempos en que ramos unos jovenzuelos pletricos de energa que cuando entregaron su crnica sobre el magnicidio de Dallas se la tumbaron. Y ahora que Life va a publicar un volumen con motivo del 50 aniversario del crimen, por fin van a ver la luz. (En entrevista al reportero Eduardo Lago).

4. De Ben Bradlee, exdirector de The Washington Post.

"Peor sera tener que trabajar". Aviso que este clebre periodista tena en su oficina para cuando llegaban los redactores a quejarse de cualquier cosa.

5. De Oriana Fallaci

Amo el periodismo por esto. Temo al periodismo por aquello. Qu otro oficio permite a uno vivir la historia en el instante mismo de su devenir y tambin ser un testimonio directo? El periodismo es un privilegio extraordinario y al mismo tiempo terrible.

6. De Miguel ngel Bastenier

Yo distingo entre periodista 'tout court' y escritor de peridico, que puede ser algo menos pero tambin algo ms. El periodista, animal de redaccin, puede prolongarse hasta escritor de peridico, y el escritor de peridico englobar en s mismo al periodista. El que llega a escritor de peridico habiendo vivido la redaccin, puede decir que ha hecho el viaje completo a Itaca o a la ltima Thule, de ida y vuelta. Sin los escritores de peridico los diarios no existiran. Se me dir que sin los periodistas de a pie tampoco; pero solo con ellos, con nosotros, haramos peridicos opacos, dignos, quiz, pero, especialmente en este tiempo tan digital, 'en lnea' como le llamamos en Amrica Latina, gravemente insuficientes.

7. De Robert Capa

Si tus fotografas no son lo suficientemente buenas tal vez es porque no has estado lo suficientemente cerca.

8. De Julio Villanueva Chang

Para m un editor es un ignorante especialista en hacer preguntas.

9. De Jon Lee Anderson

Hay que abrir un gran debate a ver si se llega a alguna claridad. Estamos en un mundo muy dinmico en el que prcticamente todos los ciudadanos son informadores. Cualquiera con un celular es un informador social. Sin embargo, hace falta que esa informacin se ponga en contexto. Estamos viviendo cambios. Un montn de especies morirn, otras transmutarn, entre esas nosotros. De aqu a unos aos seremos distintos, pero seguiremos siendo importantes, quiz ms importantes que nunca porque siempre ha hecho falta que la sociedad tenga narradores de su historia mientras sucede. Que la voluntad es todo. Si lo quieres hacer, hazlo, y ya. Deja de hablar y pasa a la accin. (En entrevista con Mara Paulina Ortiz)

10. De Alma Guillermoprieto, periodista.

Qu es lo primero que hace cuando llega a una ciudad a reportear?

Caminar. Adonde me lleve la caminata. Tomo un taxi y le pido que me lleve a cualquier parte, tomo un bus y me bajo en donde sea, y empiezo a caminar. Camino a comprar peridicos, camino hasta donde tengo una entrevista, salgo de la entrevista y camino por los alrededores, camino horas enteras. Y, a partir de ah, siento que voy acercndome. (En entrevista con Diego Salazar).

11. De Daniel Samper Pizano, periodista.Jams cometer la infidencia de hacer pblico algo que supe como amigo. Lo puedo ilustrar con una historia: yo estaba en la casa de Vctor Manuel y Ana Beln, que son muy amigos nuestros, el da que le dio la isquemia a Joaqun Sabina. No se saba qu iba a pasar, si iba a quedar invlido y por supuesto, en ese momento no queran que se supiera la noticia. Si yo hubiera credo que la chiva (primicia) est por encima de todo, habra cogido un telfono y El Tiempo habra tenido la noticia en exclusiva. Pero yo lo supe como camarada de ellos, y tena que ser leal con unos amigos que me abrieron las puertas de su casa y que hablaron de ese tema frente a m. (En entrevista con Fernando Quiroz).12. De Toms Eloy Martnez. Periodista y escritorEl nico patrimonio del periodista es su buen nombre. Cada vez que se firma un artculo insuficiente o infiel a la propia conciencia, se pierde parte de ese patrimonio, o todo. Recordar siempre que el periodismo es, ante todo, un acto de servicio. Es ponerse en el lugar del otro, comprender lo otro. Y, a veces, ser otro.

LECTURA 7TEMA: CRISIS DEL PERIODISMOELFORO DE PERIODISMO ARGENTINO (FOPEA)COMPARTI EN SU PGINA WEB UN SONDEO EN EL QUE PARTICIPARON 830 PERIODISTAS.La consultora CIO realiz el informe en mayo de este ao para revelar las preocupaciones y los problemas de los colegas argentinos a la hora de ejercer la profesin.

LAS CONCLUSIONES: El principal problema que los propios periodistas mencionan es el bajo nivel salarial (48%), sobre todo en Buenos Aires y en la regin Centro del pas.

En segundo lugar, tenemos la dependencia de la publicidad oficial y la falta de rigor profesional de los periodistas, ambas con el 37%.

El nivel de credibilidad de los periodistas argentinos en la sociedad de hoy es medio (5.6).

La evaluacin del nivel de independencia en el ejercicio de la profesin es de 6,4.

En el medio donde trabajan, el 60% percibe influencias del Departamento Comercial en la sala de redaccin.

El 53% contest que en sumedio existe autocensura.

Los periodistas entre 21 y 30 aos de antigedad en la profesin son los que registran msautocensura (59%) y las periodistas mujeres presentan ms autocensura que los periodistas.

Los principales temas de inters pblico que no se publican, o se publican en forma insuficiente, por autocensura de los periodistas, son los temas vinculados al gobierno nacional (48%), trata de personas (31%) y en tercer lugar el narcotrfico (30%).

El 45% de los periodistas encuestados manifest que existen temas que deberan cubrirse pero no se hace por temor a la reaccin de la audiencia, o de un sector especfico de la audiencia.

LECTURA 8

TEMA: CRISIS DEL PERIODISMO

Consejos que me hubiera gustado recibir cuando estudiaba periodismo

NOVIEMBRE 12, 2013BYDELIA35 COMMENTSQuerida Delia

Soy tu yo del futuro y como no tengo nada mejor que hacer quiero decirte algunas cosas ahora que ests estudiando Periodismo en la Complutense.

Hiciste bien eligiendo esta carrera. La ley es: si tienes vocacin y dinero, estudia otra cosa y cmprate las prcticas haciendo un postgrado; si no tienes dinero y tienes vocacin, haz periodismo y ponte a trabajar cuanto antes; si no tienes ni dinero ni vocacin, elige cualquier otra carrera.

Tus compaeros te conseguirn tus primeros trabajos. Por eso debes estar en la facultad de Periodismo, porque si no cmo vas a conocerlos? Despus tirarn de ti los amigos que vayas haciendo en tus primeros lugares de trabajo. El mercado laboral periodstico es invisible, subterrneo, injusto, basado en contactos y muy difcil de atacar desde fuera. Una vez dentro es todo ms sencillo.

Por si eso fuera poco, te va a sorprender lo hereditaria que es esta profesin.

Cuando termines, rodate siempre de periodistas (te mantendrn dentro) pero no SOLO de periodistas, que para eso ya se inventar una cosa llamada Twitter.

La frase ms importante que puedes or es: Se est montando un medio nuevo que

Enseguida descubrirs que la carrera no es seria, pero no te quejes porque te va a beneficiar: as podrs trabajar a la vez. Ya te apuntars a Filosofa por la UNED cuando tengas 30 y te sientas culpable (lo dejars en los presocrticos pero la lgica te vendr bien).

Haces bien despachando tus estudios sin matarte por la excelencia. Lo que quieres es ser buena periodista, no ser una buena estudiante de periodismo.

Aprovecha el tiempo ganado en los dos puntos anteriores para viajar, leer, escribir y convertirte en una persona interesante.

Obsesinate con cosas, por raras que parezcan, y aprende todo sobre ellas. Una ser tu especializacin. Todas te servirn para algo.

Si el trabajo te hace estar a punto de no terminar la carrera, vas por el buen camino. Si consigues terminar gracias a tus compaeros,s agradecida.

En quinto te van a pasar unos apuntes falsos y te dirn mal aposta la hora de un examen. No te lleves un disgusto, tambin forma parte del aprendizaje del oficio.

Tu primer trabajo ser en La Razn, montando la web, trabajando de noche, sin cobrar ni librars un da durante tres meses seguidos. No dejes que nadie te diga que hiciste mal, porque fue el mejor inicio laboral posible.

Hay que aprender ingls, pero no desperdicies los veranos en ello. Es ms importante hacer prcticas. Si te vas a Londres y te descuelgas de los crculos periodsticos puede que no tengas a nadie a quien llamar a la vuelta.

Ten una visin en conjunto de tu carrera. Una vez te desviars y tendrs un trabajo estupendo, interesante, bien pagado y aburrido a muerte. Para volver al periodismo tendrs que aceptar cobrar la mitad. Ser una de las mejores decisiones de tu vida.

Escribe a los seores. Hasta que consigamos cambiarlo, son los seores los que dan y quitan trabajo. Aprovecha que se aburren como todo el mundo y mndales un correo. Si necesitas trabajo, pdeselo, aunque sean casi desconocidos. Nunca minusvalores ni su vanidad ni su necesidad de hacer una buena accin aleatoria de vez en cuando

Aprende a facturar

Lee y escribe. Desconfa de aquellos a los que no les gusta ni leer ni escribir y dicen que da igual porque quieren hacer radio o tele.

Ten un blog. Nunca, jams, sabes quin va a leer algo que has escrito. No desperdicies la mquina de serendipias que es internet. Tu trabajo ms divertido lo conseguirs porque alguien te mand un correo al formulario de tu pgina y tuvo que contestar al captcha Es el rosa un color estpido?

Se agradecida por tu beca de educacin, que se terminarn

Sigue de alquiler

Aprende a cocinar

LECTURA 9

TEMA: CRISIS DEL PERIODISMO

A los periodistas se nos olvid quines somos y para qu existimos

Giannina Segnini

Agradezco profundamente al Consejo Rector y a la Fundacin Gabriel Garca Mrquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano este gran reconocimiento que, adems de ser un gran honor, implica una tremenda responsabilidad que estoy complacida de asumir.

Deseo aprovechar estos minutos para ser portadora de buenas noticias.

Una sombra de confusin y de temor inyecta pronsticos pesimistas en la discusin sobre la sostenibilidad del periodismo; sin embargo, con total conviccin, creo que este es el mejor momento para ser periodista.

Nunca antes tuvimos enfrente tantas oportunidades para encontrar y contar historias relevantes, y para difundirlas en tan slo unos segundos por todo el planeta; y nunca antes vivimos mejor coyuntura para apropiarnos del futuro de nuestra profesin e irrumpir como protagonistas en la concepcin, la experimentacin y la consolidacin de nuevos modelos para hacer periodismo.

Cuando empec mi carrera, hace ms de 20 aos, era imposible revisar cien expedientes impresos de contratos estatales, trabajo necesario para escribir un reportaje. En cambio, este lunes en la tarde, antes de venir a Colombia, mi equipo y yo entrevistamos millones de esos registros en tan slo minutos.

Tres dcadas atrs, slo en un captulo de la serieStar Trekse poda mapear en segundos las especies plantadas en una extensin de mil hectreas de terreno.

Hoy, si quisiramos verificar en el terreno la inversin de millonarios incentivos forestales, es cada vez ms accesible enviar un dron teledirigido equipado con cmara y GPS, tomar imgenes multiespectrales y levantar una base de datos georreferenciada que revelara en detalle la densidad y la composicin del bosque y, en ltima instancia, si en verdad se plantaron o se mantuvieron las especies por las que se pag.

Sin embargo, no nos confundamos; no son los drones, los datos en tiempo real ni las herramientas para procesarlos los que salvarn al periodismo, sino la combinacin de esos recursos con las ideas para hacer periodismo de calidad y de impacto social; y la disposicin para experimentar y descubrir -de la mano del poder de la tecnologa- nuevos modelos que lo hagan sostenible.

La primera gran confusin que provoca miedo consiste en pensar que el periodismo es el que est en decadencia, o que lo est su impacto en la democracia; pero la nica entidad agonizante hoy es la industria de los medios como la conocamos, no el periodismo, que -en medio del ruido moderno- prevalece como una de las nicas disciplinas capaces de revelar verdades ocultas y decodificar fenmenos sociales.

Los periodistas estbamos muy cmodos, desplegando nuestro idealismo y buscando cmo alinearlo al de empresas de medios que se enriquecieron legtimamente durante dcadas gracias a su posicin hegemnica en el mercado.

Hoy, estos seores estn en problemas porque el modelo econmico tradicional que conocan se agot. Muchos estn abandonando el barco y buscan rditos en otras actividades lucrativas; otros continan administrando su decadencia, enfermos de elefantiasis, con atrofiadas burocracias que no reaccionan a la velocidad que demandan los tiempos; y algunos pocos continan luchando para sostener sus operaciones al tiempo que hacen lo que pueden para reinventarse.

Hace pocos meses, cuando slo faltaba tocar la Communio para culminar el Rquiem, a la industria cenicienta de los medios empezaron a aparecerle prncipes azules: los billonarios de Sillicon Valley, quienes prometen mantener y fortalecer los valores ms sublimes del periodismo dinamizando su operacin, dispuestos a perder unos cuantos millones en el proceso.

Mientras tanto, la mayora de los periodistas esperamos como simples espectadores a que alguien ms rescate el rancho y nos devuelva la tranquilidad de la quincenodependencia.

Continuamos tecleando las mismas historias y creyndonos dueos exclusivos del puente que hay entre el conocimiento y nuestras audiencias, de nuestras fuentes, de nuestras interpretaciones y del mediocre lente con el que a veces ojeamos la realidad para contarla encapsulada en hemorrgicos tuits o notitas rpidas.

Este -no la transicin de la industria- es el mayor de los problemas. Se nos olvid quines somos y para qu existimos.

Olvidamos que somos tercos y apasionados, perspicaces y humanistas; exploradores incansables, dotados de una capacidad particular para afrontar las situaciones ms adversas con tal de defender aquello en lo que creemos.

Se nos olvid que somos amantes y guardianes de la verdad y que slo en ella encontramos la verdadera paz.

El miedo y la angustia nos impiden ver la esperanzadora realidad: que el periodismo de calidad nunca ha sido ms relevante y necesario; que las democracias actuales lo piden a gritos; que tenemos mucho que aprender, pero tambin todos los recursos disponibles para hacerlo; que para crecer debemos dejar de divagar como lobos solitarios y trabajar en verdadero equipo entre nosotros y con otras disciplinas que nos tienden la mano; que existe un ocano inexplorado de posibilidades para la experimentacin de nuevos modelos, y que tenemos el temple y la capacidad para ser protagonistas, no espectadores.

Hoy, muchos de los mejores periodistas de todos los tiempos -acostumbrados a conducirse con sus libretas chorreadas de caf en frecuentes citas incgnitas- estn aterrorizados y enfurecidos al ver a los jovencitos de las nuevas redacciones hacerlo todo al mismo tiempo: editar videos, mapear, tuitear, storifiar, embeber aplicaciones y hasta programar.

Esos nuevos tecnoperiodistas -algunos sin el rigor, el conocimiento histrico ni la experiencia periodstica suficientes- asumieron, sin dudarlo, el reto de generar contenidos multiplataforma. Su llegada intimida especialmente a sus editores, quienes rpidamente los convierten en editores o -como los llaman ahora- community managers y los exponen a tomar decisiones soberanas de la agenda noticiosa en lnea y dispositivos mviles, como si las publicaciones digitales e impresas tuvieran dos estndares diferentes de credibilidad.

Con la creciente separacin de estos dos mundos, las herramientas y los juegos pirotcnicos estn prevaleciendo sobre las ideas y el inters social, y ello acrecienta an ms la brecha de desarrollo que siempre ha existido entre el periodismo y la ciencia.

Es que los periodistas solemos llegar 30 40 aos tarde a la adaptacin de tecnologa. Lo que los periodistas hoy llamamos "futuro" es un pasado ya superado para la comunidad cientfica.

El mejor ejemplo es lo que hoy denominamos periodismo de datos y al que calificamos de ser el futuro del periodismo; pero, desde hace ms de 40 aos, los cientficos y las comunidades de inteligencia y de negocios procesan y analizan grandes volmenes de datos para detectar patrones, tendencias y situaciones atpicas, o para explicar fenmenos y enfermedades, e incluso para anticipar comportamientos.

La buena noticia es que estamos a tiempo de revertir esa brecha si nos atrevemos a experimentar.

Como dice una cancin del grupo irlands U2: la meloda ms dulce es la que an no hemos escuchado. Perdamos el miedo y empecemos a tocar melodas diferentes. No hay nada tan complicado all fuera que no podamos aprender si nos esforzamos, pedimos ayuda con humildad y empezamos a trabajar en equipo.

Para terminar quiero agradecer a mis padres Martica y Chepito por los valores que me inculcaron, a mis hermanos, a mis queridos primos, sobrinos y amigos, pero sobre todo a mis hijos Carolina, Fiorella y Santiago, por haberme acompaado y apoyado siempre en esta aventura.

Tambin agradezco a los editores de quienes aprend los valores del periodismo, en especial a Alejandro Urbina, Eduardo Ulibarri y Marcela Angulo; y al peridicoLa Nacinpor haberme dado la confianza y el espacio, durante los ltimos 20 aos, para hacer periodismo de investigacin independiente.

A mis queridos compaeros de la Unidad de Investigacin: Rigoberto, Ronny, Hassel, Matthew y Mariana; a los compaeros de diseo e infografa, de Sistemas de Informacin Geogrfica y de Inteligencia de Mercados, y a todos los que me han acompaado antes -muy en especial al maestro y amigo, Ernesto Rivera- les digo que este tambin es un reconocimiento para ustedes. Sin su pasin y entrega, todos mis esfuerzos hubieran sido en vano.

Buenas noches a todos.

(Discurso de la periodista costarricense Giannina Segnini tras recibir el Premio Garca Mrquez de periodismo, el 20 de noviembre de 2013, en Medelln, Colombia.)

LECTURA 10

TEMA: PERIODISMO Y TICA

El "periodismo" de copiar y pegar

Alfredo OchoaLeyendoel artculo sobre pirateracon el que abrimos nuestra portada de este lunes, me acord del plagio al que est expuesto nuestro sitio de noticias da a da.Apenas la semana pasada hice la bsqueda en Google de una nota que uno de mis colegas haba escrito, porque estaba recopilando informacin para investigar el tema sobre el contrabando de armas en Amrica Latina.

Lo interesante del asunto fue que consegu la nota de BBC Mundo pirateada en decenas de sitios web de noticias. Mucho, pero mucho ms abajo en la bsqueda apareci la nota original que estaba persiguiendo.

En algunos casos donde la nota fue pirateada nos daban el crdito, pero en lneas generales hacan un burdocopy and paste. Incluso algunos cometieron el exceso de firmarla como propia.

Ms all de las obvias violaciones a los derechos de propiedad intelectual que el periodista o el medio tienen sobre esa nota, est el tema de la cada vez ms escurridiza posibilidad de conseguir cosas originales en internet, en especial en castellano.

Pareciera existir un creciente reciclaje de material periodstico en el hiperespacio que da vueltas de tal forma que finalmente se transforma en una especie de crculo vicioso de fuentes, citas y datos -que de tanto aparecer- terminan convirtindose en informacin "verificada".

Lo que no sabemos es que el dato parti lamentablemente de un artculo original, que luego fue multiplicndose exponencialmente hasta tal punto que muchos lectores lo dan como un hecho comprobable de tanto verlo en diferentes sitios.

Las fuentes en este caso se corrompen y en vez de ser herramientas de ayuda, los buscadores en internet terminan siendo unos recicladores y multiplicadores de informacin que no se puede verificar.

La vuelta a los orgenesSuena trillado e incluso obvio, pero el trabajo periodstico de verdad est en la calle y se consigue con un micrfono y una cmara.

Internet no puede suplantar ese principio.

La creciente presin de financiacin de los medios debido a una tambin creciente competencia de fuentes de informacin no tradicionales lamentablemente ha llevado a peridicos, emisoras de radio y canales de televisin a usar con menos frecuencia a su mano de obra por excelencia -los periodistas- y depender ms de fuentes de fcil acceso, pero de dudosa credibilidad.

Muchos periodistas han terminado convirtindose en secretarios de redaccin de quinta categora y excelentes candidatos al Premio Pulitzer de "copiar y pegar".

Y esto no significa robar informacin o material grfico de otros sitios periodsticos en internet, sino adems transcribir entrevistas y citar declaraciones de otras plataformas.

El impacto negativo de esto se pierde en el horizonte y podramos estar escribiendo miles de lneas sobre el efecto multiplicador nefasto de esta situacin.

Una de las caractersticas editoriales de BBC Mundo es intentar contar historias originales. Ellas surgen de la observacin de la "realidad real", no de la realidad virtual.No estamos hablando solamente de reproducir lo que otro periodista vio sin su autorizacin, sino de, por ejemplo, esperar a que una rueda de prensa salga al aire en un canal de televisin para transcribir lo que dice la fuente.

Eso no suplanta, ni suplantar la diferencia que existe de estar en el lugar, as slo se trate de una simple conferencia de prensa.

En la medida en que los medios entiendan eso, el periodismo seguir siendo una necesidad, un servicio pblico con una amplia demanda.

De lo contrario, las fuentes de informacin alternativa seguirn ganando la batalla, como en efecto est ocurriendo.LECTURA 11

TEMA: CRISIS DEL PERIODISMO

Los siete pecados capitales del mal comunicador

El primer grado de sabidura es saber callar; el segundo es saber hablar poco y moderarse en el discurso; el tercero es saber hablar mucho, sin hablar mal y sin hablar demasiado,el abate DinouartenEl arte de callar

Manuel Campo Vidalnos ofrece en su ltimo libroPor qu los profesionales no comunicamos mejor?una muestra de su extraordinario bagaje como periodista, profesor y directivo de comunicacin.

Reparte consejos y recomendaciones con la determinacin que le ofrece la experiencia pero con la sutileza de quien maneja con soltura los mltiples resquicios del arte de comunicar y persuadir.

Y el resultado es una obra de fcil y enormemente recomendablelectura que esconde muchas enseanzas:

Cules son los siete pecados capitales del mal comunicador

1. La improvisacin

Cualquier acto de comunicacin debe prepararse y ensayarse.

2. La falta de escucha

Para comunicar es fundamental mirar a los ojos.El conferenciante que no mira a los ojos de su auditorio es como el conductor que en ningn momento consulta los indicadores del tablero de mandos de su automvil y no se percata de que se le acaba el combustible, o si ha surgido alguna avera en la maquinaria que pilota.

3. El descontrol del tiempo

Se ha estimado en 21 minutos el tiempo que una persona atiende sin distraerse a una comunicacin, as que conviene respetar el tiempo previsto de intervencin y, si puede ser, es preferible siempre pecar por defecto que por exceso.

Esas conferencias de dos horas en cualquier pas deberan estar tipificadas en el Cdigo Penal ().Antonio Garrigues, abogado y presidente de una de los principales despachos legales de Espaa.

4. La arrogancia

Cada vez que se presume de algo, se muestra una carencia.Armando Liussi, director creativo de 2shareworld.

La opinin pblica valora a quienes admiten sus errores y detesta a quienes no los reconocen.

Cada cerradura tiene su llave y los golpes[la arrogancia]no suelen abrir llaves.

La humildad, sin embargo, nos permite conectar con nuestro pblico y lo predispone a aceptar mucho mejor nuestro mensaje.

5. No saber empezar ni saber terminar

El primer minuto es muy importante. Hemos de crear un inicio que atrape y capte la atencin del pblico.

Y se debe contar, igualmente, con un final impactante.

Est demostrado que el inicio y la despedida son los dos momentos que concitan una mayor atencin del pblico.

6. Descuidar la comunicacin no verbal

Hemos de sincronizar nuestras palabras con el lenguaje no verbal, si tratamos de entusiasmar con nuestro verbo, nuestra actitud debe ser igualmente enrgica y activa.

7. Dficit o exceso de emocinHay que comunicar con entusiasmo pero sin perder el control de las emociones.LECTURA 12

TEMA : TICA

"El periodista y el asesino", o sobre los lmites ticos del periodismoPorMaximiliano Tomas| Para LA NACIONDnde estn, entonces, los lmites a la hora de trabar relacin con un entrevistado, cunta fidelidad se le deben a sus palabras y a su persona a la hora de escribir una historia como sta?

Pocos periodistas pueden jactarse de haber escrito un comienzo as para alguno de sus libros. Eso, en el caso de que realmente existan, ms alla de la propiaJanet Malcolm:"Todo periodista que no sea tan estpido o engredo como para no ver la realidad sabe que lo que hace es moralmente indefendible. El periodista es una especie de hombre de confianza que explota la vanidad, la ignorancia o la soledad de las personas, que se gana la confianza de stas para luego traicionarlas sin remordimiento alguno". Estas lneas an generan debate, a ms de veinte aos de ser publicadas como primer prrafo del libroEl periodista y el asesino.Y si en algn lado se sigue discutiendola pertinencia o no de esta afirmacines porque se trata de una de las situaciones moralmente ms delicadas en el trabajo de un escritor de no ficcin (Malcolm se refiere a los periodistas de largo aliento, los que escriben reportajes que muchas veces se transforman en libro, o a los escritores de novelas reales, un gnero muy difundido en los Estados Unidos desde elA sangre frade Truman Capote). Pero cmo lleg Malcolm, periodista y crtica literaria checa nacionalizada estadounidense, colaboradora deThe New Yorker,a arrojar esta provocacin en el comienzo de su libro ms conocido, considerado uno de los cien mejores del siglo XX en lengua inglesa porThe Modern Library?El 17 de febrero de 1970 la mujer embarazada y las dos hijas de un mdico del ejrcito de los Estados Unidos llamado Jeffrey MacDonald fueron violentamente asesinadas. MacDonald declar que un grupo de hippies al estilo Charles Manson lo haban abatido y llevado a cabo la masacre, y ms tarde fue encontrado inocente en un juicio militar. Pero nueve aos despus la justicia criminal lo declar culpable de las muertes, por lo que todava sirve las tres cadenas perpetuas de su condena, que finalizaran en el 2071. Poco antes del juicio, MacDonald conoci a un periodista y escritor de bestsellers llamado Joe McGinniss y lo convenci de contar su historia. McGinniss se asoci con MacDonald en las futuras ventas del libro, cobr un generoso adelanto de la editorial, tuvo libre acceso a la causa (incluso integr el equipo de la defensa, para tener un conocimiento ms profundo del caso) y estableci una suerte de amistad con el acusado. Luego de que MacDonald fuera condenado, su trabajo sigui, y los dos (periodista y supuesto asesino) siguieron conversando, encontrndose y mandndose centenares de cartas.

Lo que sucedi al final fue que sin advertir de nada a MacDonald, McGinniss termin confeccionando un despiadado retrato de su socio, escribi una historia en la que lo sealaba como un "narcisista patolgico", un fro asesino, crey haber descubierto las causas del asesinato y public la historia sin mostrarle antes al preso (su fuente de informacin fundamental) una sola pgina. MacDonald se enter de todo esto en vivo, durante la primera entrevista que dio en la televisin por la aparicin del volumen, llamadoFatal Vision,y que fue un xito. Traicionado en su confianza, llev entonces a juicio a McGinnis en 1984, proceso en el que el periodista fue pblicamente humillado hasta que acept pagar un resarcimiento de ms de 300 mil dlares.

Esta es la historia con la que se top Malcolm mientras el proceso por calumnias e injurias se llevaba a cabo. Y la que le sirve para escribir un libro(El periodista y el asesino)sobre otro libro(Fatal Vision),pero sobre todo acerca del proceso de investigacin periodstica y la relacin personal y profesional que suele establecerse entre autor y entrevistado: un complejo e involuntario tratado de periodismo. "Algo extrao le ocurre al individuo cuando conoce a un periodista, y lo que sucede es exactamente lo contrario de lo esperado", escribe. "Cabra imaginar que se impondra la extrema cautela, pero en realidad la confianza e impetuosidad infantiles son mucho ms comunes. El encuentro periodstico parece tener el mismo efecto regresivo sobre el sujeto que el encuentro psicoanaltico. El sujeto se convierte en una especie de hijo del escritor, a quien ve como permisiva madre, tolerante e indulgente, y espera que sea ella quien escriba el libro. Por supuesto, quien lo escribe es el padre estricto, riguroso e implacable", agrega Malcolm, para ejemplificar por qu no existe un solo entrevistado que al leer sus palabras impresas en una nota quede conforme con el resultado.

El libro (en el que la autora se pone en contacto y habla durante meses con todos los implicados en el proceso) se interroga todo el tiempo sobre los lmites ticos del trabajo de investigacin y reporteo periodstico, sobre cmo debe tratarse a los entrevistados y acerca de si es lcito ocultarles informacin, o directamente mentir, con la finalidad de obtener una mejor historia o una nueva revelacin que la haga ms completa y verdadera. Escribe Malcolm: "A diferencia de otras relaciones que tienen un fin determinado y estn claramente delineadas como tales (dentista-paciente, abogado-cliente, profesor-alumno), la relacin de autor y persona a la que entrevista parece depender, para perdurar, de una especie de oscuridad, de encubrimiento de sus fines. Si todo el mundo pone sus cartas sobre la mesa la partida se acabar. El periodista debe realizar su trabajo en un estado de anarqua moral deliberadamente producido". Se cuenta que esa especie de obsesin por el trabajo realizado y esa licencia moral del autor fue la que llev al propio Truman Capote a confesar que deseaba ver la ejecucin en la horca de los dos asesinos de su libro para poder escribir el final, yverlo publicado de una vez por todas.Dnde estn, entonces, los lmites a la hora de trabar relacin con un entrevistado, cunta fidelidad se le deben a sus palabras y a su persona a la hora de escribir una historia como sta? Existen esos lmites? Son morales o ticos? Son normas cuya infraccin es judicializable? Para empezar, dice Malcolm, "lo que le da al periodismo su autenticidad y vitalidad es la tensin que hay en la ciega entrega de la persona entrevistada y el escepticismo del periodista. Los periodistas que se tragan por entero la versin de las personas entrevistadas son no periodistas sino publicistas". Y en el eplogo, donde cuenta cmo ella tambin fue demandada por el personaje de uno de sus libros al que no le gust la manera en que lo retrat, afirma que s, que el del periodista es un oficio que tiene sus normas: "El autor de una obra de no ficcin est sujeto a un contrato con el lector y por ese contrato se limita a tratar slo acontecimientos que realmente ocurrieron y personajes que tienen sus rplicas en la vida real; pero no puede embellecer la verdad de esos acontecimientos o de esos personajes (.) La idea de un periodista que invente, en lugar de informar, es repugnante y hasta siniestra".

Pero el dilema moral que es el centro del libro, y que trata la relacin entre el cronista y su entrevistado, queda abierto. Es una lstima queEl periodista y el asesino,que tiene traduccin al castellano desde 2004 y va por su tercera edicin en Espaa, no pueda conseguirse en las libreras argentinas. Como se ve, hay otro tipo de debates que tambin valen la pena dar sobre el oficio

SEMANA 13

TEMA: LA ENTREVISTA

Cmo hacer buenas entrevistas a personajes insoportables

Parece sencillo, pero es uno de los gneros ms difciles delperiodismo. Hacer una entrevista no es tomar notas o poner unagrabadora. Es sacar lo mejor de un personaje.

Pero qu pasa si es un tipoinsoportableo una mujer desconfiada? Cmo ganarlos para nuestra causa? Qu hacer si responden con monoslabos? Y si solo nos conceden unos minutos? Cmo obligarles a responder preguntas incmodas? Cmo seducirles?

He aqu una serie de consejos:

1. Estudia detenidamente elperfildel personaje: sus gustos, sus orgenes, sus manas.. porque eso te servir para desarrollar tu estrategia. No falles en este punto.

2. Cuando entres en su despacho, busca unafotode la familia, y elogia la belleza de cada uno de los miembros: esposa, marido, hijos, nietos. Sonreir. Ya lo tienes en el bolsillo. Casi todos los empresarios (incluidos los insoportables) de este pas tienen marcos con retratos de familia.

3. Si no hay foto de familia, busca a lamascotay juguetea con ella. D que te encantan los perros, que tienes periquitos, que tu mejor regalo de nio fue cuando recibiste una pecera...

4. Si no hay foto de familia, ni animales de compaa, entonces echa un vistazo a loslibrosy qudate pasmado por sus gustos literarios.Si no hay libros, busca algo que delate unhobbyy d que t lo coleccionas tambin. Xavier Sala i Martn, el economista cataln, tiene en su despacho todos los muequitos de los dibujos animados de la Warner.

5. Menciona lo bien que secomeen su tierra: por ejemplo, si es asturiano, funciona muy bien apostar por el 'mejor restaurante donde sirven fabada". Infrmate en las webs de comentarios de comidas como11870. La solidaridad gastronmica es una de las mejores puertas de entrada a los banqueros, empresarios y polticos.

6. Si es un personaje del deporte, te lo ganars si le preguntas por susvalores espirituales. Ningn periodista deportivo hace esas preguntas. Cuentan que Jess Gil, presidente del Atltico de Madrid, haba concedido solo 15 minutos a un periodista. Cuando ste le pregunto por 'sus valores espirituales', la entrevista se alarg dos horas. Falt caf, copa y puro.

7. En el caso de que sea un personaje que nunca ha sido entrevistado y que desconfa de la prensa, llvale undetalle personalpara que compruebe que vas en son de paz. Bombones, libros, flores...

8. Puede suceder que te conteste conmonoslabos. Entonces, saca ese papel donde escribiste 50 preguntas y ensaselo diciendo: 'Vengo preparado'.

9. A veces el entrevistado se enfada y alza la voz. Haz como queapagasla grabadora, pero no la apagues. Mrale a los ojos y dile que es la primera vez en tu vida que te pasa eso.

10. Cuando el entrevistado se niega a responder, hay que usar la tcnica de Oriana Fallaci:"Perdone que le repita la pregunta que usted no quiere responder". Eso les pone un poco furiosos pero responden. A veces, ah est el titular.

11. No hagas las preguntas msprovocadorasal principio. Corres el riesgo de que te pase como aJulio Anguita Parradocuando entrevist al pseudo obispo Milingo, de la secta Moon. Dijo con sarcasmo: "Cmo quiere que me dirija a usted?: Obispo Milingo o Seor Milingo?". Ah acab la entrevista.

12. Si no funciona ningn truco, recurdale que tienederecho a leerla entrevista antes de que se publique. Eso le relaja. Pero recurdale tambin que no puede manipular las respuestas. Solo matizarlas.

SEMANA 14

TEMA: periodismo

Consejos

Arturo Prez revete

Sintate aqu chaval.

Cuando el periodismo an se pareca al Periodismo, y eras un redactor novato que pisaba por primera vez la redaccin, haba dos personajes a los que mirabas con un respeto singular, mayor que el que te inspiraban los redactores jefes en mangas de camisa con tirantes y una botella de whisky metida en un cajn de la mesa, o los grandes reporteros con firma en primera pgina, a cuyas leyendas soabas con unir un da la tuya. Los dos personajes a los que ms poda respetar un joven periodista eran el corrector de estilo y el redactor veterano. El primero sola ser un seor mayor con la mesa cubierta de libros y diccionarios, encargado de revisar todos los textos para detectar errores ortogrficos o gramaticales antes de que se convirtieran en plomo de linotipia. A veces, a medio redactar un artculo, te levantabas e ibas a plantearle una duda. Solan ser cultos, educados y pacientes. A uno del diarioPueblo-lamento no recordar ya su nombre- debo desde 1973 un truco para no equivocarme nunca, despus, al manejardebeydebe de. Cuando es obligacin, me dijo, pon siempre debe. Cuando es suposicin, debe de. Tampoco he olvidado su aclaracin sobre lesmo y losmo:Lo viol a l, la viol a ella, les viol la correspondencia.

El otro personaje era el redactor veterano. El primer da de trabajo, cuando te internabas entre aquel incesante tableteo de mquinas de escribir y teletipos mirando en torno con aire de parvulito desamparado, siempre haba un fulano de cierta edad, sonrisa fatigada y ojos vivos, que sealaba la mesa que tena al lado y deca: Sintate aqu, chaval. As lo hacas; y de l, en los siguientes das y meses, aprendas sobre tu oficio ms que cuanto escuelas de periodismo y universidades podan ensearte jams. Sola tratarse de periodistas curtidos en la redaccin; hombres en su mayor parte, aunque no faltaban mujeres. Annima infantera, toda ella, sin demasiado futuro. Veteranos maduros, desprovistos ya de ilusiones o esperanzas, seguros de que su carrera profesional no ira mucho ms lejos de aquella mesa y de la desvencijada Olivetti que haba encima. Conscientes, a esas alturas, de que nunca llegaran a redactores jefe, y tal vez ni siquiera a jefes de seccin. Ese periodista veterano sola ser poco gregario, vagamente cnico, con un punto de simptica misantropa. Respetado por todos, aunque a menudo se mantuviera algo aparte de los compaeros que an tenan ambicin y esperanza. Y t, intuyendo que era precisamente l quien posea las claves del oficio, la experiencia y las certezas que te faltaban, te dejabas adoptar con aplicacin y respeto, procurando hacerte digno de su estima. Aprendiendo a la vez de sus conocimientos, su cinismo y su ternura. Yndote luego de madrugada, al cierre de la edicin, a tomar con l una copa -ese personaje sola beber hasta el amanecer- y formular las preguntas oportunas para hacerlo hablar, y contarte. Para escuchar de su boca los secretos fundamentales del oficio y de la vida. Y l lo haca con gusto, cmplice, generoso como si tu futuro empezase exactamente all donde terminaba el suyo. Contagindote el amor por el oficio, la fiebre que en su juventud tuvo, y que al hablar le afloraba todava, pese a los desengaos, en las palabras y la sonrisa. Y el da que, al fin, firmabas en primera pgina, te miraba orgulloso como un padre mirara a un hijo, o un maestro a un alumno aventajado. Sabiendo que tu triunfo tambin era suyo.

Ya no hay gente as en las redacciones. Ni corrector de estilo, ni viejos maestros con la clave del gran periodismo en los ojos cansados. Ni siquiera quedan apenas redacciones. Los tiempos cambiaron mucho las cosas, los peridicos de papel mueren despacio, las ediciones digitales sustituyen a los grandes rotativos que antes se apilaban en los quioscos -edicin especial: Franco ha muerto-, y los propietarios de medios informativos, prensa, radio y televisin, hace tiempo jubilaron a esa clase de gente. Nadie quiere correctores de un estilo que no importa un carajo, y que adems se consigue gratis, aunque de manera torpe e imperfecta, con los correctores informticos. Tampoco hacen falta, ni conviene tenerlos cerca, molestos veteranos que abran los ojos a la carne de can barata que ahora exigen las empresas: jvenes becarios mal pagados, pendientes de una pantalla de ordenador, nutridos con notas de prensa y mediante Internet, que ni siquiera duran all lo suficiente para ensear al joven que los sustituir en el periodismo superficial e irresponsable, al que nuestro tiempo nos condena. Sin nadie que el primer da de trabajo, al sealar una mesa cercana y decir sintate aqu, chaval le abra generoso, desinteresado, las puertas del que en otro tiempo fue el oficio ms hermoso del mundo.

SEMANA 15

TEMA: PERIODISMO DE VERDAD

El periodismo, registro de la historia

Juego de Ojos

A cinco aos del fallecimiento de Kapuscinskies necesario honrar su labor periodstica.

Reporteros como John Reed y Martn Luis Guzmn demostraron que el periodismo, la literatura y la historia pueden ejercerse en conjunto.

El gran debate sobre si el periodismo es o no literatura, o si el periodismo es o no el registro cotidiano de la historia queda solucionado con estos ejemplos, dice Snchez de Armas.

Publicado originalmente en la Revista Mexicana de Comunicacin:

Cuentan que a Ryszard Kapuscinskislo lo pudieron separar de su mquina de escribir cuando lo llevaron al quirfano, y que despert de la anestesia para despedirse y morir. Tena 74 aos. Pienso que tal vez ms que de enfermedad, muri de tristeza al saber que su carrera haba llegado al final.

Hay hombres que forjan sus propias leyendas y Kapuscinskifue uno de estos privilegiados. Estudi historia y abraz el oficio de reportero en un pequeo diario de su natal Polonia. Por confesin propia lleg a los 25 aos de edad sin haber ledo una obra verdaderamente importante, pero no corri la suerte de tantos y tantos colegas que languidecen sin pena ni gloria en el oficio o que entran en un proceso de degeneracin, sin ideales, sin fe, pero eso s Manuel Buenda dixit-, con un gran apetito de rpidas ganancias.

De esos modestos inicios se alz para ser considerado el padre del nuevo periodismo, un reportero a quien Garca Mrquez llam maestro. Tienen fuego en el vientre dicen los anglosajones de esas personalidades indmitas que parecen no conocer fronteras. En el caso de Kapuscinski, quiz sea el ttulo del penltimo de los quince libros que escribi el que mejor explique el camino que eligi: Los cnicos no sirven para este oficio.No me equivoco, entonces, si propongo que a Kapuscinskilo movi el amor. El amor y el respeto por s mismo y por su profesin. El amor por la verdad. El amor por la palabra. El amor por la inteligencia y el conocimiento.

En Los cinco sentidos del periodista escribi: Por qu algunos textos pueden vivir cien aos y otros textos mueren al da siguiente de su publicacin? Por una diferencia capital: los textos que viven cien aos son aquellos en los que el autor mostr, a travs de un pequeo detalle, la dimensin universal, cuya grandeza dura. Los textos que carecen de este vnculo desaparecen.

Antoine de Saint Exupry explic este principio con otras palabras: Si quieres construir un barco, no reclutes hombres para que recojan madera, ni dividas el trabajo, ni des rdenes. En vez eso, mejor ensales a anhelar el inmenso e infinito mar.

Este anhelo de lo inmenso e infinito, si lo pensamos bien, explica que la obra de Kapuscinskisea de las que durarn cien aos. El polaco subi al Panten en donde habitan otros periodistas que trascendieron las limitaciones artificiales de nuestro oficio: John Reed, Jos Alvarado, Louis Fischer, Arthur Koestler, George Orwell, George Polk, Manuel Buenda, Edmundo Valads, Andr Malraux, Walter Lippmann, Martn Luis Guzmn, Hctor Prez Martnez, Edgar Snow, por citar algunos nombres que me vienen a la mente.

Es claro que Kapuscinsky supo reconocer y fue heredero de una gran tradicin periodstica. Muy joven decidi salir de Polonia y durante aos fue corresponsal en las ms recnditas regiones del planeta. Algunas de sus hazaas me recuerdan la que consignan Christian Brincourt y Michel Leblanch en un tomo maravilloso titulado Los reporteros, publicado a principio de los setentas del siglo pasado:

Publicado originalmente en la Revista Mexicana de Comunicacin: El periodismo, registro de la historia | Revista Mexicana de Comunicacin

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A comienzos de este siglo la simple palabra reportaje era sinnimo de hazaa, y los que lo efectuaban eran, por supuesto, periodistas, pero tambin, y quizs ante todo, aventureros. En aquella poca no haba jets y el telfono no funcionaba en el mbito internacional. El reportaje en el extranjero era una expedicin.El 1 de enero de 1930, el diario Le Matin envi a Joseph Kessel, uno de sus grandes reporteros, a seguir las rutas de los mercaderes de esclavos en Abisinia. [...] Para trasladarse a la base de su reportaje, Kessel y sus amigos navegaron durante tres semanas. Formaban su equipo cuatro hombres: el teniente de navo La Blanche, un mdico meharista que hablaba rabe, Emile Peyr, y Henry de Monfreid, indiscutiblemente el rey del trfico en el Mar Rojo. Monfreid era el hombre clave del reportaje. Gracias a l Kessel pudo llegar hasta las rutas secretas de los mercaderes de esclavos. El conjunto de la operacin, financiada por Le Matin, deba durar algunas semanas. En realidad, las semanas se convirtieron en seis meses y el reportaje tuvo por escenario Etiopa, el desierto de Somalia, el Mar Rojo y el Yemen.Durante seis meses de reportaje, Kessel y su equipo vivieron mil aventuras en mil escenarios distintos. El Rey de Reyes les condecor; se vieron mezclados en la terrible guerra tribal de los dankalis y los issas; estrellaron un avin en los altiplanos de Abisinia, compraron mulas y camellos para atravesar durante quince das un desierto abrasador, viviendo nicamente de dtiles y de arroz, y descubrieron finalmente las caravanas de esclavos. Asistieron al rapto de pastores que eran vendidos en el mercado de esclavos, cambiaron bloques de sal por monedas de oro; se enfrentaron con un motn de sus camelleros; buscaron refugio en los fortines somales; cruzaron el Mar Rojo en una barca de pesca durante una terrible tempestad y esperaron un mes en el Yemen la autorizacin del Imn que les permitiera visitar Sanaa, la capital de la esclavitud. Y descubrieron al ltimo gran seor turco, Ramhib Baj, asistieron a la revuelta yemenita y presenciaron cmo eran decapitados los prisioneros. Al regreso, el reportaje de Kessel fue anunciado con carteles por las calles de Pars. Le Matin tir 120 mil ejemplares adicionales. El reportaje haba costado en aquella poca un milln de francos.---

Esta pieza periodstica alert a los gobiernos de la poca sobre un lucrativo comercio de humanos que se supona erradicado, y supongo, aunque no lo puedo documentar, que se tomaron medidas para atajarlo.

El reportaje de Kessel ilustra una de las consecuencias del periodismo ejercido con profesionalismo y a conciencia: arrojar luz sobre hechos que tienen impacto social, en trminos de la memorable metfora del faro de Lippmann, cuyo haz alumbra, aqu y all, elementos de la realidad y los desvela al escrutinio social.

La historia de nuestra profesin est salpicada de narraciones que tuvieron un impacto ms all de lo periodstico. De memoria cito algunas:

John Reed cabalga con la Divisin del Norte en 1911 y sus crnicas, recogidas en Mxico Insurgente, cambian la percepcin de la Revolucin mexicana en Estados Unidos. En 1917 reportea la Revolucin de octubre y su libro Diez das que estremecieron al mundo es la mejor crnica de aquel evento. Fue enterrado en las murallas del Kremlin.

Edgar Snow es el primer periodista occidental que visita el centro de mando del Ejrcito Rojo y entrevista a Mao Tse Tung en 1936. Su libro Estrella roja sobre China es clave para comprender aquel movimiento que derrotara a los nacionalistas de Chiang Kai Shek. Fue enterrado en Pekn.

Louis Fischer sigui a Gandhi en sus jornadas por la Independencia de la India y escribi una biografa del Mahatma gracias a la cual hoy valoramos las dimensiones de la lucha de ese gran dirigente. El texto de Fischer fue el libreto para la pelcula Gandhi de Richard Attenborough.

Martn Luis Guzmn nos dej en La sombra del caudillo uno de los ms vvidos retratos del momento fundacional del pas que somos. Sus pginas, y la pelcula secuestrada durante aos por el autoritarismo, nos permiten apreciar mejor de dnde venimos y por lo tanto tener mayor claridad sobre nuestro futuro.

El gran debate sobre si el periodismo es o no literatura, o si el periodismo es o no el registro cotidiano de la historia queda solucionado con estos ejemplos. Honremos la memoria de Kapuscinski, fallecido hace cinco aos este mes