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LA EDUCACIÓN DE LAS ELITES INDÍGENAS DURANTE LA COLONIA La figura del cacique ha comenzado a cobrar importancia para los historiadores de la Colonia. Trabajos como los de María Rostworowski, Scarlet O'Phelan o la reciente publicación de José de la Puente Luna (Los curacas hechiceros de Jauja) han centrado su atención en esa red de poder local encarnada por el cacicazgo, que -en plena dominación hispana- sirvió de bisagra entre la «república de indios» y la administración colonial. La figura del cacique representa, además, toda la complejidad del proceso de conquista, un hecho que no se dio de la noche a la mañana, sino que se gestó en el tiempo mediante la fuerza, pero también a través de alianzas y estrategias usadas tanto por dominadores como por dominados. Los caciques, esos señores de indios, fueron los que más sintieron la dominación, muchos perdieron la vida, pero otros se adaptaron paulatinamente a los nuevos tiempos. Pasaron a ser elites sojuzgadas, que, sin embargo, mantuvieron ciertos privilegios locales; pues, rápidamente, los españoles entendieron que esta era la única manera de evitar rebeliones y de sellar la conquista. « Esta administración (colonial) para controlar los recursos y recoger el tributo se coló en el molde inca, tratando al cacique de principal y modificando a su vez normas de sucesión al imponer que el hijo mayor heredase el título, según el modelo del mayorazgo », escribe Monique Alaperrine-Bouyer, una peruanista francesa, que ha presentado un libro (La educación de las elites indígenas en el Perú colonial, IEP, IRA, IFEA) que aborda un aspecto esencial para la inclusión del cacique en el mundo colonial: el tema de su educación. En ese primer siglo de dominación las elites indígenas comenzaron su aculturación, aprendieron el catecismo, el español y su escritura, y algunos el latín. Algo sorprendente que nos revela este trabajo que en corto tiempo muchos hijos de curacas no solo dominaron el castellano, sino aprendieron el derecho y la doctrina cristiana, llegando a ser escribanos del nuevo orden colonial. Esto causó temor entre no pocos españoles, quienes creían que esos « indios ladinos » podían poner el conocimiento del derecho y del cristianismo al servicio de los « herejes ». Jerónimo López escribía al emperador en 1541 que « dar instrucción a los caciques equivalía a dar armas al demonio contra los cristianos. Si bien la enseñanza a los primogénitos de los caciques comenzó a darse en los conventos, pronto surgió la idea de fundar colegios para ellos, siguiendo el ejemplo de México. Esto originó un encendido debate entre las órdenes religiosas y las autoridades coloniales, que duró gran parte de los siglos XVI y XVII. Este libro da cuenta de este proceso que significó la fundación de dos colegios para caciques en Lima y Cuzco, ambos administrados por la Compañía de Jesús hasta 1767. ¿Cuál fue la importancia del cacique durante la conquista y la evangelización? ¿Pertenecían todos a la nobleza incaica o eran de otros pueblos? Primero tengo que precisar que el cacique no era forzosamente inca. Es más la mayor parte de ellos no lo era, sino eran descendientes de las elites locales. Los descendientes de los incas se mantuvieron en su gran mayoría en la región del Cuzco. La importancia de los caciques en la época colonial fue disminuyendo a medida que el poder español se afirmaba y organizaba. Al principio, los españoles necesitaban a los caciques para lograr la cristianización de los indios del común y para recoger el tributo: los religiosos eran pocos y los indios muchos. La cuadriculación del territorio que los incas habían

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LA EDUCACIÓN DE LAS ELITES INDÍGENAS DURANTE LA COLONIA

La figura del cacique ha comenzado a cobrar importancia para los historiadores de la Colonia. Trabajos como los de María Rostworowski, Scarlet O'Phelan o la reciente publicación de José de la Puente Luna (Los curacas hechiceros de Jauja) han centrado su atención en esa red de poder local encarnada por el cacicazgo, que -en plena dominación hispana- sirvió de bisagra entre la «república de indios» y la administración colonial. La figura del cacique representa, además, toda la complejidad del proceso de conquista, un hecho que no se dio de la noche a la mañana, sino que se gestó en el tiempo mediante la fuerza, pero también a través de alianzas y estrategias usadas tanto por dominadores como por dominados. Los caciques, esos señores de indios, fueron los que más sintieron la dominación, muchos perdieron la vida, pero otros se adaptaron paulatinamente a los nuevos tiempos. Pasaron a ser elites sojuzgadas, que, sin embargo, mantuvieron ciertos privilegios locales; pues, rápidamente, los españoles entendieron que esta era la única manera de evitar rebeliones y de sellar la conquista. « Esta administración (colonial) para controlar los recursos y recoger el tributo se coló en el molde inca, tratando al cacique de principal y modificando a su vez normas de sucesión al imponer que el hijo mayor heredase el título, según el modelo del mayorazgo », escribe Monique Alaperrine-Bouyer, una peruanista francesa, que ha presentado un libro (La educación de las elites indígenas en el Perú colonial, IEP, IRA, IFEA) que aborda un aspecto esencial para la inclusión del cacique en el mundo colonial: el tema de su educación. En ese primer siglo de dominación las elites indígenas comenzaron su aculturación, aprendieron el catecismo, el español y su escritura, y algunos el latín. Algo sorprendente que nos revela este trabajo que en corto tiempo muchos hijos de curacas no solo dominaron el castellano, sino aprendieron el derecho y la doctrina cristiana, llegando a ser escribanos del nuevo orden colonial. Esto causó temor entre no pocos españoles, quienes creían que esos « indios ladinos » podían poner el conocimiento del derecho y del cristianismo al servicio de los « herejes ». Jerónimo López escribía al emperador en 1541 que « dar instrucción a los caciques equivalía a dar armas al demonio contra los cristianos.Si bien la enseñanza a los primogénitos de los caciques comenzó a darse en los conventos, pronto surgió la idea de fundar colegios para ellos, siguiendo el ejemplo de México. Esto originó un encendido debate entre las órdenes religiosas y las autoridades coloniales, que duró gran parte de los siglos XVI y XVII. Este libro da cuenta de este proceso que significó la fundación de dos colegios para caciques en Lima y Cuzco, ambos administrados por la Compañía de Jesús hasta 1767.¿Cuál fue la importancia del cacique durante la conquista y la evangelización? ¿Pertenecían todos a la nobleza incaica o eran de otros pueblos? Primero tengo que precisar que el cacique no era forzosamente inca. Es más la mayor parte de ellos no lo era, sino eran descendientes de las elites locales. Los

descendientes de los incas se mantuvieron en su gran mayoría en la región del Cuzco. La importancia de los caciques en la época colonial fue disminuyendo a medida que el poder español se afirmaba y organizaba. Al principio, los españoles necesitaban a los caciques para lograr la cristianización de los indios del común y para recoger el tributo: los religiosos eran pocos y los indios muchos. La cuadriculación del territorio que los incas habían instituido para recoger el tributo sirvió a sus vencedores y solo el cacique tenía la autoridad necesaria. Después la población indígena disminuyó y aumentó la española, creándose el oficio de corregidor de indios, que amenazaba y reducía el poder de los caciques. Recientes trabajos se han ocupado del tema de los caciques durante la Colonia. En ese aspecto su libro se centra en un aspecto clave: la educación de los caciques, ¿cuál es el escenario en que se da esta instrucción y de qué manera los españoles asimilaron al cacique en su esquema de dominación? La educación de los hijos de caciques fue una medida dentro del fenómeno conocido como extirpación de las idolatrías. Antes de la fundación de los dos colegios, los caciques se educaban en los conventos o con el doctrinero, pero cuando se constató hacia 1610 que los indios seguían con sus tradiciones religiosas en su gran mayoría, el virrey Esquilache decidió retomar un proyecto que había sido de Francisco de Toledo, más de cuarenta años antes, e institucionalizar la educación de los hijos primogénitos de los caciques fundando dos colegios: uno en el cercado de Lima llamado colegio Real del Príncipe y otro en el Cuzco llamado de San Borja. ¿Qué función cumplieron estos colegios y qué tipo de educación se impartía a los hijos de los caciques, que suponemos era distinta a la ofrecida a indios y a españoles?Estos colegios cumplieron, como ya lo he dicho, la función de una institución, idea que al principio agradaba a los caciques porque representaba un reconocimiento de su nobleza, pero muy pronto, los jesuitas, que dirigían estos colegios, aceptaron a niños españoles pobres, y a otros no tan pobres que pagaban. Entonces, estos colegios, donde al principio se enseñaba latín, se convirtieron en escuelas de educación primaria para todos. En cuanto pudieron los caciques dejaron de mandar a sus hijos y el colegio de Lima, sobre todo, decayó totalmente hasta que después de la expulsión de los jesuitas, se intentó de nuevo darle cierto atractivo. En cuanto a los indios del común, salvo excepción, no aprendían a escribir ni a leer, solo asistían a la doctrina. La oposición de una gran parte de la sociedad colonial a los colegios de caciques fue muy importante, por miedo y por desprecio, creando muchos obstáculos a su funcionamiento.Usted hace un seguimiento de los caciques que pasaron por estos centros, incluso se registra un descendiente del inca Túpac Yupanqui ¿cuál fue el destino de ellos? ¿Existen indios ilustrados en la colonia, cuya vida y acción han pasado desapercibidas? Rastrear a los caciques educados en los colegios de Lima y Cuzco no ha sido una tarea fácil, ya que solo se ha podido conocer a quienes dejaron algunas huellas en pleitos o testamentos. Los destinos de estos hombres son muy distintos, unos fueron buenos caciques que defendieron a

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sus indios contra los abusos de españoles y criollos, tal es el caso de don Juan Picho; otros al contrario se portaron como los dominadores; y otros, como Limaylla, intentaron ser portavoces de otros caciques, reclamando justicia y menos abusos, con una conciencia política muy clara. Sin éxito, claro está. Los indios ilustrados pasaron desapercibidos porque no podían ser escuchados, el caso de Limaylla lo ilustra perfectamente. Las hijas de caciques constituyen una historia aparte, muchas fueron llevadas a los beaterios, sin embargo la figura de la cacica fue también importante en el poder local de los andes, sobre todo en el centro y sur del país, ¿qué referencias tiene al respecto?. La figura de la cacica existió en efecto en ciertas partes de los Andes y de la costa. Lo que pude rastrear es que ciertas mujeres recibían una educación en los conventos, y esto por la voluntad de sus padres. Cuando tenían el título por herencia por falta de hermano varón, eran muy codiciadas como esposas, y no se les exigía saber escribir, ya que el poder efectivo lo tenían los hombres. Esto es lo que pude deducir de algunos casos que se me ofrecieron, pero me centré esencialmente en los colegios de caciques que excluían con toda evidencia a las mujeres.

EL ORIGEN DEL HOMBRE AMERICANOEn el siglo XVI los europeos se dieron cuenta de que no habían llegado a Asia, sino descubierto un nuevo continente al que bautizaron Nuevo Mundo. El continente americano, desde Alaska hasta Tierra del Fuego, también fue nuevo para las migraciones humanas, pues fue el último en poblarse. La biología computacional y la bioinformática han hecho posible determinar el origen y la fecha aproximada de la llegada del hombre a América. Ahora también se ha confirmado la hipótesis de que su origen es único y es asiático.

LA BIOINFORMÁTICALas series policiales de televisión nos han familiarizado con el uso del ADN para identificar individuos y familiares consanguíneos. Si cada individuo tiene un ADN único que lo identifica, sus familiares inmediatos tienen el más parecido. El mismo principio se puede aplicar a grupos más grandes, como puede ser una tribu, y así sucesivamente. A medida que la relación disminuye, aumentan las diferencias. Sin embargo, ciertas características son comunes a grupos mayores y son las que determinan las diferencias raciales. Estas diferencias se produjeron en algún momento en el pasado debido a mutaciones espontáneas en el genoma que han perdurado, probablemente por haber sido ventajosas en determinadas circunstancias. Las divergencias que dieron lugar a las diversas etnias han dejado en el código genético marcas que duran hasta hoy. La aplicación del cómputo con algoritmos y estadísticas ha dado lugar a la llamada bioinformática, que permite analizar datos del genoma. Esta biología computarizada ha sido aplicada a la investigación de las hipótesis sobre las migraciones humanas y la separación de las diversas etnias en el espacio y en el tiempo.

ADÁN Y EVASe ha determinado que ciertas características del genoma, ubicadas en el cromosoma Y se heredan solo del padre (transmisión por línea paterna). Otras características, que se encuentran solo en la mitocondria (mt, un órgano de las células) se heredan por la línea materna. Esto ha permitido buscar en la parte variable del genoma dos marcadores (Y y mt) comunes a toda la humanidad. Al conocerse con bastante aproximación el tiempo que toman las mutaciones aleatorias en establecerse, se ha deducido el tiempo en el que vivieron los antecesores, tanto paternos como maternos, comunes a todos los humanos que viven hoy. A ellos se les ha llamado el Adán y la Eva mitocondrial. De acuerdo con los más recientes estudios, el antecesor común por la línea masculina vivió en África hace unos 60.000 años, mientras que la mujer cuyos genes llevamos todos vivió en el África Oriental (en lo que hoy es Etiopía, Kenia o Tanzania) hace no menos de 140.000 años. Esto no quiere decir que Eva en su momento fuera la única mujer, ni Adán el único hombre en el suyo, pero son los dos cuyos descendientes en línea directa viven hasta hoy. 

LAS MIGRACIONESPara determinar el ancestro de las diversas poblaciones, los genetistas usan los llamados marcadores genéticos: variantes en un solo punto (llamados SNP) del genoma. Estas variantes se agrupan en los llamados haplotipos*, una abreviación de genotipo haploide (del griego 'haploos' = 'simple') donde se transmiten varios SNP juntos. Se ha llamado haplogrupos a las poblaciones que, por compartir estos marcadores en su genoma, tienen un ancestro común. Como era de esperar, tras decenas de miles de años de mezclas y migraciones, el mapa de los haplogrupos es un rompecabezas multicolor. Todo indica que las primeras migraciones, hace unos 50.000 años, fueron del África hacia Asia Menor, de donde se esparcieron hacia el noroeste a Europa y hacia el este al Asia, bajando hasta Australia. Otros subieron hasta el extremo nororiental de Siberia, llamado Beringia por el estrecho de ese nombre. Los haplogrupos más complejos están a partir de la costa asiática del Mediterráneo al centro del continente asiático, los lugares donde las diversas etnias se vienen mezclando desde hace más tiempo. Pero en el mapa destaca con un solo color preponderante todo el continente americano y Groenlandia, donde la población llegó de Asia.

SIGA LEYENDO... DE BERINGIA A TIERRA DEL FUEGOEn el mapa genético, a diferencia de los multicolores marcadores de los genomas asiáticos, los genomas de los nativos de América tienen virtualmente el mismo color, con a lo más dos pequeñas incisiones de otro ancestro. En otras palabras, todos tienen claramente el mismo origen, que comparten con la etnia de Beringia, del extremo nororiental de Asia. Tanto los marcadores Y, que indican el ancestro paterno, como los mt del materno confirman el origen asiático de todos los nativos de América. Esto coincide con el ADN de huesos y coprolitos (heces fosilizadas) encontrados en todas las excavaciones arqueológicas del continente.

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Todo parece indicar que la migración se originó en Siberia y llegó al puente a través del estrecho de Bering hace no más de 30.000 años y posiblemente menos de 22.000 años, coincidiendo con la gran glaciación. Los migrantes demoraron en cruzar el puente y llegaron a América hace no menos de 16.500 años. La migración siguió hacia el sur y el este y les tomó algo menos de dos mil años llegar al extremo sur del continente. Los restos humanos encontrados en Monte Verde, Chile, fechados con carbono 14, tienen 14.600 años.

LA EXPANSIÓNEn un reciente estudio publicado por la revista "Science", antropólogos de dos universidades** presentan un mapa y cronograma tentativo de la expansión de los pobladores de América. Mencionan 43 sitios arqueológicos, desde Tuluaq en Alaska hasta la cueva Fell en Tierra del Fuego, pasando por Pikimachay y la quebrada Jaguar en la costa del Pacífico. Las localidades más alejadas, Pedra Furada y Lagoa Santa, en el este de Brasil, no han sido fechadas pero los indicios arqueológicos (puntas de flechas y herramientas) y genéticos son los mismos en todos los casos.La evidencia geológica coincide con la cronología propuesta. El cruce de Asia a América se habría producido hace unos 22 mil años, cuando la gran glaciación creó un puente entre los continentes. Tras sobrevivir a un clima inhóspito, los colonizadores llegados de Beringia bajaron al sur apenas en la capa de hielo que cubría Canadá y se dividieron en dos corredores, uno en la costa del Pacífico y otro tras las Montañas Rocosas. Las fechas que dan los geólogos coinciden con las de los arqueólogos. En cuanto a los que llegaron a Brasil, no hay rastro de su ruta, pero pudo haber sido por los ríos. Un sitio arqueológico en la isla Santa Rosa, frente a California, fechado en 13 mil años muestra que para entonces los migrantes ya sabían navegar. En ese tiempo en América había mamuts y mastodontes, a cuya extinción colaboraron los colonizadores venidos de Asia, como lo muestran los abundantes restos arqueológicos. Varias de las incógnitas sobre la expansión del hombre americano persisten, pero al parecer ya no hay dudas sobre su origen. Aunque no se sabe exactamente cuándo comenzó, la migración fue una sola y vino de Asia. En cuanto al avance hacia el sur y el este, queda mucho por aclarar. Sin embargo, no hay duda de que para llegar a Chile, los colonizadores tuvieron que pasar por el Perú hace no menos de 14.600 años y sin duda dejaron huellas.

TESIS PERUANAS SOBRE EL DIFERENDO MARITIMO CON CHILE ASUNTOS

PENDIENTES QUE DEBEN RESOLVERSEEditorial del Diario El Comercio (15.04.2007)

Ha sido muy oportuna la acción de la cancillería peruana de enviar a la ONU la Ley de Líneas de Bases de Dominio Marítimo, saliéndole así al frente a las pretensiones

chilenas de apropiarse indebidamente de territorio que, sin lugar a dudas, le pertenece al Perú. No solo intenta apropiarse de un área de terreno equivalente a cuatro manzanas a orillas del mar, sino también, siguiendo la línea del paralelo, proyectarla 200 millas mar adentro, con lo cual el área se incrementa exponencialmente. En el documento presentado a la ONU se precisa que la frontera con Chile es el Punto de la Concordia y no el Hito 1 como pretende nuestro vecino del sur. Para ello han venido creando confusión al mezclar dos asuntos que corren por vertientes separadas: la frontera terrestre y la marítima.

LA FRONTERA TERRESTREEl límite terrestre está perfectamente delimitado por el Tratado de Lima de 1929, el Protocolo Complementario y las actas de la respectiva comisión bilateral demarcatoria de 1930. Hay incluso croquis y mapas firmados por el jefe de la delegación chilena, Enrique Brieba, que no admiten cuestionamiento ni discusión. Sin embargo, Chile pretende establecer que el límite no empieza en la orilla del mar y desconocer lo que firmó en las actas de la comisión demarcatoria con referencia al Punto de la Concordia: "Este punto de intersección del arco trazado con la orilla del mar será el inicial de la línea divisoria entre Perú y Chile" (El subrayado es nuestro). Y claro, si ambos países llegan al mar, el límite tiene que empezar en su orilla. Pretender soslayarlo es contrario a toda lógica y no podría tener otro sentido que el de aprovecharse de la situación.¿Cómo surge entonces el embrollo? Primero: En el año 2000 la Marina chilena --que ha sido aparentemente la responsable de ir atizando el problema-- sostuvo que el límite no está en la orilla del mar sino en el Hito 1 --denominado confusamente Orilla del Mar-- que se ubicó 264 metros tierra adentro (pues se pensaba que de estar en la orilla se habría ido destruyendo con las olas). Segundo: Como el límite pactado no es una línea recta a partir de la orilla sino un arco cuyo vértice está a 10 kilómetros, en el puente del río Lluta, la línea curva que nace del mar sube ligeramente hacia el norte.Se colige entonces que si, según Chile, la frontera se origina no en la orilla sino en el Hito 1 y desde este punto se traza una línea hacia el mar, siguiendo el paralelo geográfico, Chile terminaría apropiándose de 37.610 metros cuadrados (ver zona rayada en mapa 3), unas cuatro manzanas urbanas. Buscando consolidar su infundada pretensión, la Marina chilena levantó en el 2001 una caseta de vigilancia en ese triángulo que, como resulta evidente, es territorio peruano. La justa y rápida reacción peruana obligó a la Marina chilena a desmantelarla.Tercero: En el año 2000 la Marina chilena publica un mapa que, sustentado en su Ley de Línea de Bases Marítimas, señala la frontera marítima chilena mediante una línea horizontal dibujada sobre el mar. ¿Y dónde empieza la línea? ¡Por supuesto! Lo hace arbitrariamente en el Hito 1 y no en el que señala el tratado: el Punto de la Concordia en la orilla del mar. Es decir, pretende apropiarse no solo de las cuatro manzanas de territorio peruano, sino también

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del dominio marítimo proyectado desde el paralelo que empieza en el Hito 1. Cuarto: En enero del 2001 se publica en el diario "El Peruano" la Ley 27415, dirigida a crear un nuevo distrito y señalar los territorios de la provincia de Tacna. Por un error se consignó el punto de la frontera con Chile que se inicia en el Océano Pacífico como el Hito 1. Este error fue corregido por la Ley de Líneas de Bases de Dominio Marítimo del 2005. Pretender endilgarle a este error la facultad de cambiar los límites del Perú, como algunos medios chilenos han intentado, tampoco tiene sentido. La frontera está fijada por el Tratado de 1929 y punto. En todo caso, rige aquí el principio legal de que el error, si lo hubiere, no es fuente de derecho.Es más, un fallo del propio Tribunal Constitucional chileno observó el proyecto de ley que creaba la región Arica-Parinacota, evitando así que el Hito 1 quedara consagrado como el inicio del límite fronterizo. El hecho es que hoy estas cuatro manzanas son pretendidas por Chile.

EL LÍMITE MARÍTIMOA diferencia del terrestre, el límite marítimo constituye un diferendo sobre el que El Comercio editorializó detalladamente el 3 de noviembre del 2005. En él argumentábamos que la línea limítrofe marítima debe ser equidistante para ambos países, posición que propugna la Convención del Mar.Para entender el tema recordemos que la frontera Perú-Chile está en el punto en que la costa del continente cambia de orientación. De venir bajando oblicuamente hacia la derecha (sur-este, ver mapa 4), al llegar a Chile pasa a orientarse hacia el sur. ¿Qué resulta de esto? Si proyectamos la territorialidad marítima de cada país, la línea que traza Chile se orienta directamente hacia el oeste mientras que la del Perú va hacia el sur oeste. Es decir se superponen. (Ver mapa 4). Como consecuencia, puertos peruanos próximos a la frontera terminan, como Sama e Ilo, teniendo la zona de mar controlada por Chile a solo 20 y 40 millas respectivamente (ver mapa 5). Por todo ello, como señala precedentemente la doctrina del derecho del mar --y también la razón-- el límite debiese ser el punto intermedio o equidistante.El hecho es que en el Tratado de 1929 no hay mención a cómo se proyectará esta línea. En 1954 y en 1969 el Perú firmó con Chile unos convenios en los que se le otorga a ese país el derecho de pescar en la zona. Chile asume que esos convenios le confieren la territorialidad, pero en sentido estricto no existe un tratado de límites marítimos. Por su parte, el Perú sustenta, con toda razón, que arreglos provisionales de carácter pesquero, para facilitar la orientación de embarcaciones de escasos recursos náuticos y sin categoría de tratado de límites, no pueden pretender definir los límites fronterizos entre dos países.Sin embargo, si una embarcación pesquera zarpa de Sama y avanza hacia el oeste más de 20 millas entra a espacio irregularmente controlado por Chile y la embarcación es capturada.

¿Por qué firmó el Perú esos convenios? Para muchos habría habido falta de perspectiva. Y la historia parece confirmarlo. Sin embargo, debe tomarse en cuenta el contexto de la época: la prioridad en aquel momento era impulsar y consagrar internacionalmente la nueva doctrina de las 200 millas, enarbolada conjuntamente por Perú, Chile y Ecuador, principalmente para enfrentar la depredación del mar por las grandes flotas pesqueras internacionales. Posteriormente, los problemas demarcatorios con Ecuador y los temas pendientes de cumplimiento del Tratado de 1929 con Chile (El Chinchorro, muelle de Arica, etc., recién resueltos en 1999) habrían hecho que el Estado Peruano tuviese otras prioridades en el tema limítrofe. Sin embargo, ya en 1986 el Ministerio de Relaciones Exteriores cursó una nota a la cancillería chilena para señalar la improcedencia de la línea marítima basada en el paralelo.

¿Qué hacer frente a la situación?Primero: No radicalizar el tema ni exacerbarlo apasionadamente. Por el contrario, dejar que la cancillería peruana trate estas delicadas negociaciones a través de los canales adecuados. Ya ha dado un importante paso con la presentación ante la ONU de la Ley de Líneas de Bases de Dominio Marítimo. Con ello ha puesto en el debido contexto algunos documentos adoptados por el Perú en décadas pasadas y que han llevado a confusión. Segundo: Condenar, a ambos lados de la frontera, el aprovechamiento irresponsable, especialmente de algunos políticos, que actúan sin importarles el grave perjuicio que pueden causarle al país. Tercero: Proceder a formalizar la adhesión del Perú a la Convención del Mar, marco legal que regula el derecho del mar en el mundo de hoy y que permitiría, entre otras ventajas, una sustentación más sólida de la posición peruana con respecto de la línea marítima equidistante.Cuarto: Exhortar al Gobierno a continuar con las acciones necesarias para zanjar el tema del Punto de la Concordia, así como el diferendo marítimo, para lo cual debe aplicar una estrategia firme y coherente que, dentro de los plazos necesarios y sin interrupciones, lleve ambos asuntos a un feliz término. En cuanto a la frontera terrestre, el tema es muy claro: Chile no puede dejar de respetar lo que firmó. Hacer lo contrario sería desconocer el Tratado de 1929 y abrir entonces una caja de Pandora, que sabe Dios qué más contrariedades podrían traer para todos. No es pues un tema que se deba "encapsular"; todo lo contrario, debe solucionarse antes de que continúe entrampando más la relación entre nuestros países. Quinto: En cuanto al diferendo marítimo, al no existir un tratado de límites específico en vigor, se debe encontrar una solución basada en la equidad y el mutuo deseo de arreglar las cosas. Para tan deseado desenlace, Chile, y especialmente su Marina, deberán dejar de lado la obstinada posición de que no hay asuntos pendientes entre los dos países. ¿Es que no existe un área de cuatro manzanas en la costa reclamada por Chile y que pertenece indiscutiblemente al Perú? ¿Es

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que no existe acaso un diferendo marítimo que mantiene en tensión la relación entre ambos países? Nuestra cancillería, junto con la chilena, no pueden dejar de abordar estos asuntos pendientes para solucionarlos civilizadamente dentro de plazos preestablecidos. Empecemos por recordar que el Tratado de 1929 es de amistad y decidamos conversar bajo ese espíritu. Luego se podrá analizar la posibilidad de ir en busca de árbitros o cortes internacionales. Nuestro vecino del sur debe entender que hay mucho en juego. Se abre para ambos un futuro promisorio dentro de la economía mundial. Y cuanto más unidos estemos mejor nos irá. ¿Podemos enfrentarlo con este lastre que perturba nuestras relaciones? ¿No son acaso los sectores radicales y beligerantes de ambos países los que más se benefician con los continuos embrollos, dificultando su solución?No pudiéndose negar a lo evidente, le corresponde ahora a Chile, que fue el gran beneficiado con la Guerra del Pacífico, asumir de manera responsable el cierre definitivo de estos asuntos pendientes. Así, superados estos, podremos mirar en conjunto hacia delante.

OCUPACIÓN PERUANA POR CHILE: Entrevista a Patricio LynchEl 29 de julio, en el Diario LA REPÚBLICA de Lima, se transcribió una Entrevista a Patricio Lynch realizada por un reportero del New York Herald el 7 de setiembre de 1883. Lynch fue el chileno que dirigió a las tropas en los saqueos a las haciendas azucareras del norte del país y, luego, el Comandante en Jefe del Ejército de Ocupación.La entrevista fue hecha en Palacio de Gobierno y muestra la visión que tenía Lynch sobre la terminación de la Guerra del Pacifico y la humillación total del Perú. 

ENTREVISTA AL ÚLTIMO VIRREYLa entrevista, de la que transcribiremos buena parte, por momentos podrá sorprendernos por la admiración que parece profesar el corresponsal norteamericano a Patricio Lynch y que difiere del recuerdo sanguinario que conservamos los peruanos del almirante chileno por las responsabilidades que desempeñó durante el saqueo al norte del Perú en 1880 y la ocupación de Lima a partir de 1881Sin embargo, no olvidemos que la entrevista es realizada por un periodista ajeno a la causa del Perú y también sorprendido por el hecho de que Lynch converse con él en inglés. Durante su juventud Patricio Lynch había servido en la marina de guerra británica durante las guerras del opio en China, siendo inclusive condecorado por la conducta que demostró en aquella ocasión.El corresponsal, cuyo nombre no quedó consignado junto al texto, comienza su artículo explicando cómo se vivía en Lima en aquellos días. Afirmaba que para muchos militares y personal civil chileno el tener que abandonar el Perú sería algo que podrían inclusive lamentar.Puede ser, respecto a la horda de empleados civiles chilenos que están apercibiendo los derechos municipales o de Aduana, que pocos de ellos son de mucha capacidad y que difícilmente podrían ganar en su país lo que obtienen

en el Perú, que consiguen cincuenta o setenta y cinco por ciento más de lo que se paga en Chile por iguales "colocaciones" y que estarán apurados para conseguir empleos cuando cesen sus actuales ocupaciones.Y puede ser que respecto a los quince mil hombres que Chile mantiene al norte de Arica, el hecho de que se les dá "gratificaciones" votadas con liberalidad, en adición a la paga ordinaria; que el servicio de guarniciones, es agradable; que las expediciones al interior, tan duras (como la última contra Cáceres) a las que el almirante Lynch les obliga a veces, no son de frecuente ocurrencia.

EL PALACIO DE LOS VIRREYESSobre Palacio de Gobierno se comenta lo siguiente:Es un edificio extenso, irregular, sin carácter, de varias clases de arquitectura y diversas épocas; siendo una parte del tiempo de Francisco Pizarro.La entrevista se realiza en el cuarto particular de recibo de Lynch. Un cuarto con tapicería de color oscuro y tomando vista sobre la calle del Palacio, que conduce de la Plaza al antiguo Puente de Piedra construido sobre el Rímac… Esto era parte de los departamentos que ocupaban los presidentes del Perú y de donde el dictador Piérola huyó con tanta prisa después de la batalla de Miraflores. Al momento de conocer a Patricio Lynch, el corresponsal norteamericano lo describió de la siguiente manera:A pesar de tener más de sesenta años el Almirante, tiene un semblante tan elástico, una cara tan poco arrugada y gastada y maneras tan poco afectadas, que es imposible atribuirle su edad, ni con quince años de diferencia. Su cabello corto y negro no está todavía mezclado con canas, ni tampoco su tupido y recortado bigote, y sus negros ojos son tan vivos como en la juventud. La elegancia de su figura produce una impresión, que hace creérsele más alto de lo que en realidad es. Lo encontré esa mañana llevando el uniforme de la marina chilena (que se asemeja al nuestro) y sentado delante de su escritorio. Preparando su cigarrillo y moviendo un montón de documentos que cubría la mesa, dirigió su atención hacia el borrador de una carta que en el vapor pasado había dirigido al señor don Joaquín Godoy, ministro de Chile en Washington, relativo a la batalla de Huamachuco y sus probables consecuencias políticas.Habiéndole preguntado al Almirante cuál era su opinión sobre el poder de recuperación del Perú, me contestó:La condición actual del país no es ciertamente de prosperidad; pero considerando el grado y la duración de su desorganización política interna, que su Capital y sus puertos han sido ocupados militarmente por más de dos años y medio, su comercio y su industria se han sostenido admirablemente. Esto es debido sin duda y en gran parte al fuerte elemento extranjero en el Perú y me atrevo a decir también a lo correcto de la administración chilena. 

CONTRIBUCIONES Y CUPOS Pero señor Almirante –interrumpiéndolo–, hay evidentemente muchas contribuciones introducidas por las autoridades chilenas de las que se quejan los peruanos.–A primera vista, las fuertes contribuciones que han sido colectadas, así como los cupos que han sido exigidos, en

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ciertos círculos, pueden ser considerados, lo confieso, como crueles o injustos; pero hay que tener presente que, tuvieron un doble objeto: primero, obligar a los peruanos a que vuelvan en sí y que traten sobre la paz de un modo serio; y segundo para ayudar a nuestros fuertes gastos y evitarnos la necesidad de aumentar después nuestros reclamos en los futuros arreglos con el Perú. Nuestro objetivo ha sido siempre una pronta paz y en las condiciones más suaves de las que corresponden a nuestras victorias y sacrificios.

LOS OBSTÁCULOS DE LA PAZ–Pero –observé yo–, Lima cayó en poder de Chile el 17 de enero de 1881, y hoy día estamos a 13 de agosto de 1883.–La triste condición financiera del Perú, su no cumplimiento de contratos con sus acreedores mucho antes de la guerra y su consiguiente descrédito, hacían que todo proyecto de indemnización a Chile que no fuera basado sobre una cesión de territorio, no fueran sino palabras vanas. Por consiguiente, mientras el Perú declaraba que no estipularía una cesión de territorio, tal declaración cerraba prácticamente la única salida posible para un arreglo: incluía el abandono de toda idea de paz.El Almirante añadió: Chile, en las condiciones que exigía, no hacía más que seguir los antecedentes de los Estados Unidos en sus arreglos con Méjico hace 35 años y con el antecedente más reciente, el de Alemania respecto a Francia.–Pero, señor Almirante –pregunté–: ¿El importe de lo que se saca del Perú no excede a los gastos que exige la ocupación militar?–No, no excede –contestó él–. Sé que se dice que el Tesoro Chileno reporta ventajas pecuniarias de la ocupación; pero puedo asegurar que esto es un error, y que si se toman en consideración todos los gastos que la ocupación impone, se verá que dicho Tesoro aumenta una pérdida con cada día de ocupación. 

IGLESIASEntonces el Almirante continuó con mucho énfasis: Al fin un valiente militar y un patriota bien intencionado, el general Iglesias, se ha presentado para redimir su país. Le damos toda clase de auxilios; le damos dinero y armas; derrotamos a sus enemigos y le damos prestigio. ¿Con qué objeto? Para que pueda venir la pazDespués añadió: Hemos evacuado el Norte del Perú; hemos dado al gobierno de Iglesias la valiosa Aduana de Salaverry (puerto de Trujillo) y sólo por razones de humanidad no sacamos a nuestras tropas de otros muchos lugares porque las poblaciones quedarían saqueadas sin piedad por merodeadores peruanos, si las evacuáramos.Aquí el Almirante encendió otro cigarro y continuó:Ahora o nunca, tiene que establecer el Perú un Gobierno moderado y honrado, y es de esperar que lo que ha sobrevenido podrá ser una lección útil a los peruanos para saber disciplinarse. En cuanto a mí –continuó el Almirante–, si Ud. me permite hacer una observación personal, relativa a mi observación personal, relativa a mi administración en este país, le diré que nunca he traspasado los límites de lo que me obligaba, un deber doloroso, pero ineludible: y nunca he olvidado

que no soy únicamente soldado chileno, sino que yo, como el enemigo, somos del mismo barro.

LA POLÍTICA DE LA EXPOLIACIÓNUna vez terminada la entrevista, y a pesar de la evidente simpatía por el almirante Lynch que profesaba el autor, que era el corresponsal en Lima del New York Herald, se incluye un análisis de la situación en aquel momento de la Guerra del Pacífico en los siguientes términos: En las tres campañas de Tarapacá, Tacna y Lima ha habido un salvajismo de parte de la soldadesca chilena, que por cierto no reprimió la oficialidad, que era quizás incapaz para reprimir. Algunos de los oficiales la excitaban.Después de la ocupación de Lima, el sistema de expoliaciones fue perseguido de un modo tan deliberado que legítimamente se puede estigmatizar con el nombre de sistema político. La desgracia de Chile es que no puede desmentir ese testimonio. Los hechos son demasiado evidentes para cualquier observador. Los están afrontando en los recuerdos militares; los muertos en cada campo de batalla; las desmoronadas murallas de Chorrillos y Miraflores; las salas vaciadas y jardines expoliados de Lima también están afrontando en el rostro de los de Chile… podrían citarse otros muchos ejemplos de expoliación pero los que he citado son suficientes para dar a conocer una faz de esa larga guerra que no honra a los vencedores. 

EN EL PERÚ YA NO HAY LIDERES POLÍTICOS

¿Es muy trágico de mi parte preguntar si no es contradictorio ser uno de los más grandes conocedores de los problemas del Perú y, a la vez, uno de los más optimistas respecto de nuestro país?(Ríe). Parece una contradicción, pero no lo es, porque también he constatado que el Perú es rico, es un país maravilloso. ¿Conoces el valle de Cañete? ¿Conoces Huancaya? ¿No te parece que estar en Huancaya es la gloria del mundo? El nuestro es un país rico y maravilloso. La contradicción es que en este país exista un "Perú oficial" y "otro Perú". Ahora estamos en el mejor momento de nuestra historia, mejor que la época del guano; tenemos plata a chorros, todo, y no lo sabemos aprovechar. Eso es porque nadie lo sabe gobernar, y esa es una de las tragedias del Perú: nunca tuvimos un buen presidente en toda la historia. Nunca, nunca...Han pasado 30 años desde que nos advirtió de ese desborde popular, de esa migración que llegó a Lima buscando que la tomen en cuenta. ¿Por qué no podemos resolver lo del "Perú oficial" y el "otro Perú"? ¿Por qué es tan difícil alcanzar una identidad nacional única?Identidad nacional es mucho pedir… No han entendido que estos migrantes que llegaron a Lima nos vencieron y hoy día esos migrantes son los dueños de Lima. Han creado tres nuevas Lima. De diez millones de habitantes, seis millones y medio viven en Lima Norte, Lima Sur y Lima Este. El

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problema es que los gobernantes no conocen la historia del Perú. Nadie conoce la historia del Perú. Los migrantes le están diciendo al gobierno: “Intégrenos, señor; quiero ser ciudadano peruano por primera vez. Todos igualitos, con obligaciones y deberes iguales, pero intégrenos”.

¿Qué hace falta para integrarlos?Hacer vías de comunicación en cantidades, carreteras, caminos nuevos, aeropuertos, nuevos puertos. Podemos hacer transporte por el mar, ferrocarriles que nos lleven a todo lado. Al momento de integrar, pagar buenos sueldos a los que van a trabajar. Y hacer una reforma de la educación. Parece que el poder no quiere reforma de la educación para que ellos sigan siendo pobres y separados, para que no integren el país, porque si los 30 millones comienzan a ser educados, peligra el "Perú oficial".¿La resistencia al cambio es del "Perú oficial", entonces? ¿Para mantener un statu quo?No solo es que el Estado no quiera, sino que no se da cuenta de que el país está reclamando la integración de los 30 millones de peruanos. Hoy día ellos se lo están ganando solos, a pulso, y por eso está desbordado el Estado. Pero, además de que nunca hubo un buen presidente, todas las instituciones y los organismos son deleznables y precarios. Todo el "Perú oficial" es precario: el Poder Judicial es una mafia, el Poder Legislativo es terrible, el Ejército también es otra cosa, la Iglesia… La corrupción, el narcotráfico y lo ilícito están dominando el país.El Parlamento es una de las instituciones más desacreditadas...El Parlamento da pena… nunca hubo un Parlamento de esta naturaleza. Cada día va para menos. Pero también tenemos que no hay partidos políticos. No se han dado cuenta de que el año 90 se terminó la Guerra Fría y se acabó la lucha entre capitalismo y comunismo. Ahora el problema es otro: hemisferio norte con hemisferio sur. Siria lo está demostrando y nadie estudia Siria. No nos enseñan que el hemisferio norte tiene tal dominio del mundo que ya tiene colonias en la Luna y Marte. Pero acá no se conoce nada de la riqueza del Perú ni que primero tenemos que integrarnos y ser 30 millones de peruanos en igualdad de condiciones. No hay idea de gobierno…No hay idea de gobierno...No hay idea de gobierno… Es que, en realidad, gobernar es una especialidad. Gobernar es como ser cirujano, como ser un gran arquitecto. Gobernar es un arte, hay que saber gobernar.Si ser presidente es una especialidad, ¿deberíamos subirles la valla a quienes quieran gobernarnos, doctor Matos?Hay que subir bien la valla, porque de otra manera no caminamos. Pero qué podemos hacer. Ya no hay ideologías, no hay partidos políticos, ya no tenemos líderes, ni de izquierda ni de derecha, estamos ante una nueva realidad.¿Les pondría más requisitos a quienes aspiran a gobernarnos, más allá de los 35 años mínimos y ser peruano de nacimiento?Yo creo que sí… Estamos en un momento en que hay que construir de nuevo el Perú, como si se estuviera fundando en 1821. Los ocho millones de migrantes han cambiado el

Perú, hace menos de diez años hubo un desborde popular. Hay que ver cómo cambiamos todo esto mediante la concentración de la mayor inteligencia posible de técnicos peruanos, pero agrupados en nuevos partidos políticos. No importa si la ideología es más conservadora o menos conservadora. No vamos a luchar contra el capitalismo, esa ya no es la lucha; tenemos que aprovechar el capitalismo para bien de nosotros.Si hay que fundar nuevos partidos, ¿dónde quedarán el PPC, Perú Posible?Esos son partidos limeños nada más, no tienen nada que ver con el resto del Perú…¿Ni el Apra?El Apra perdió la gran oportunidad, desgraciadamente. Tuvo la oportunidad, pero ahora es un partido fracasado.¿Qué pasará con todos esos partidos? ¿Están condenados a desaparecer?Yo creo que tienen que ser remodelados, reestructurados… El problema es que las nuevas generaciones de jóvenes no reciben educación suficiente para formar partidos. Nadie les enseña ideología, nadie les enseña política, nadie les enseña geografía ni historia del Perú, nadie los incentiva ni motiva.Los jóvenes se alejaron de la política cuando empezó la crisis de los partidos.Es algo que debemos enseñar a la juventud. Yo estoy pretendiendo hacer eso en la universidad Ricardo Palma, donde estoy trabajando en formar nuevos revolucionarios de la cultura.¿Y cómo hacemos para interesar a los jóvenes en esta política que muchas veces les repugna?Ese es el gran problema en el que estoy metido yo también… (Ríe). Ya no cabe decir como en la década del 60: “Al poder, vamos a luchar con armas y tomar el poder”. Además, repito, ya no hay líderes. No hay un solo líder de izquierda en este momento. Muerto (Javier) Diez Canseco, que era un líder pequeño, ya no hay líderes. La derecha también está en una crisis tremenda. Yo pienso que los nuevos líderes políticos deben salir de las provincias, que se debe mandar gente de las grandes universidades –de la Universidad del Pacífico, de la UPC, de San Marcos– para que ayudemos a las regiones a formar a una nueva élite de gente que salga de la provincia…Por cierto, hemos visto partir en las últimas semanas a don Armando Villanueva y a Javier Diez Canseco…Dos líderes…Exactamente. ¿Han partido quizá los últimos líderes históricos que quedaban en el país?Sí, sí, sí. Yo creo que sí. Tiene usted razón. Son históricos, pues, porque Armando era realmente brillante, a pesar de lo limitado, porque estaba metido en el Apra, que había perdido lo que fue al comienzo. Sin embargo, él como persona fue lo último que tuvimos decente en el Apra, que ahora está en una crisis terrible al extremo que no existe, pues. Y Javier era un hombre brillante de 65 años, que aún tenía un gran porvenir. Es una pena… Y ya no hay más. Así que es cierto lo que dices, ya no hay líderes políticos de peso pesado en nuestro país...Carolina, la mujer y compañera de la vida de José Matos Mar, interviene en la conversación y dice: "Queda Lucho Bedoya".

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No, no, Lucho Bedoya ya no participa en nada. En cambio Armando, así, viejo y todo, participaba. Lucho Bedoya sale de vez en cuando. Cada dos años, un año, y para una declaración chica nada más, a pesar de ser un hombre brillante y que ha sido un líder extraordinario. Lourdes también es extraordinaria, pero son locales. Tiene que haber líderes nuevos con partidos nuevos. Así como surgió el Apra de Trujillo, así como surgió la Democracia Cristiana o el PPC de Arequipa, así también tienen que surgir, de las nuevas regiones.Dijo una vez que para el Perú era un lujo tener un Alan García, que lo consideraba el político más inteligente del país...Lo que mencioné fue que de todos los políticos que han pasado, y que he conocido muy bien, evidentemente sobresale Alan García: un político extraordinario que tenía carisma. Alan García tenía todas las condiciones, pero no tenía la decisión ni el conocimiento que él cree, a pesar de que es muy inteligente, de los contrastes y la realidad del Perú. Entonces, el ego lo ganó y destruyó su partido, que pudo ser el gran partido del Perú, como el Pri de México…¿Ser buen político no es lo mismo que ser un buen gobernante?Exactamente, exactamente…¿No cree, entonces, que Alan García se reivindicó de su primer gobierno con el segundo mandato?¡Nooo! Absolutamente nada que ver, nada que ver. Yo creo que esa idea ni pasó por la mente de ellos. Fue simplemente usar el poder, usar el poder para enriquecerse, ganar prestigio, poder. Para mí fue gravísimo; habría que comparar ese segundo gobierno con el gobierno de Fujimori, ah, porque las cosas son muy serias…¿En corrupción?No puedo aseverar eso, pero me refiero al tipo de gobierno, errado completamente. Fujimori, por el robo descarado, destruye al Ejército. Hoy el Ejército no es un poder en el Perú. Creo que es necesario propiciar que de alguna manera se empuje al gobierno a tomar decisiones. Humala se está manejando muy bien en este momento, pero está esperando y esa palabra es grave. De repente espera tanto que de pronto le da el 2016, y esa espera para qué, no llego a nada nunca. Hay que decidirse ya.Al comienzo del gobierno de Humala, dijo que confiaba en que se convertiría en el presidente de los grandes cambios, de las grandes reformas. Pero luego dijo que esperaba más de él...Yo espero mucho más de él, pero creo que tiene las condiciones de ser el hombre atinado y moderado que pueda cambiar el país. Creo que él es consciente y está viendo cómo están sucediendo las cosas. Va a llegar un momento en la coyuntura en que él se decidirá a dar ese paso, a hacer reformas estructurales. Una reforma de la educación, una revolución de integración nacional, poner a trabajar a todo el mundo pero con un sueldo decente; nada de paternalismos, de programa Juntos, de Beca 18, eso ya pasó de moda. Eso es de la Edad Media.¿Esas grandes reformas tienen que ver más con la Gran Transformación o con la Hoja de Ruta?Creo que Humala tiene que olvidarse de la Hoja de Ruta, de la primera vuelta y de la Gran Transformación. Eso parece histórico e irónico. Ahora tiene que pensar en que es

el hombre llamado a salvar al Perú, tiene que darse cuenta de que puede hacer del Perú un país exitoso.¿La controversial compra de Repsol por parte del Estado, que finalmente no se concreto y que causó tanto pánico, sería parte de esa lógica de cambios necesarios?Solo en un contexto de reformas estructurales se puede pensar en lo de Repsol, pero no así, como una medida aislada. Es decir, tendría que evaluarse qué hacemos con ciertos recursos básicos del país: la energía eléctrica, el agua potable, etc, pero tiene que ser un paquete. Eso no ha sido bien estudiado, no ha sido bien analizado.¿El presidente le sigue pidiendo consejo, doctor Matos?Cada vez que tenemos ocasión de vernos, conversamos. Yo lo estimo mucho y tengo todavía confianza en él. Yo soy optimista.Si agobiado por la difícil decisión que debe tomar respecto del indulto a Fujimori, el presidente le dice: "José, o maestro, no sé qué hacer", ¿qué le aconsejaría?Maestro, me dice maestro... Esas decisiones políticas son otra cosa interesante. Una buena decisión quizá sería decirle a los fujimoristas: Miren, Fujimori ha sido presidente y ha llegado a una edad. No está muy grave, no es enfermo terminal. Lo paso a su casa, pero no se mueve de su casa ni me recibe a nadie, ni forma partido político, ni está organizando, porque usted ha pecado gravemente y tiene que pagar eso. Ahora, si los fujimoristas quieren organizar su partido, que los dejen, pero que no me lo toquen a Fujimori.Una suerte de arresto domiciliario.Exacto, un arresto domiciliario. Pero, si él comete el pecado de salir a hacer política o recibir partidarios, vuelve a su cárcel y se acabó. Ya no más.Dijo que su último libro Perú: Estado desbordado y sociedad nacional emergente era un regalo para el país, algo que le debía. ¿Hay algo que sienta que le debe a la vida?Yo siento que aún le debo más a la vida, siento que puedo dar más hasta el último momento de mi vida. Y estoy contento porque creo, como un chico de 15 años, que puedo hacer mucho. Estoy tratando de formar una nueva generación. Mis mejores alumnos han muerto: Fuenzalida, Degregori. Pero los nuevos alumnos no sienten el Perú con la misma intensidad.Pero seguirá dando la batalla.La respuesta es que este señor antropólogo sigue vivo y va a fastidiar bastante todavía a los gobiernos: trabajen bien, manejen bien el país, hagan cambios estructurales, integren bien al país, porque lo que necesita el Perú es la constitución de un nuevo Estado nacional, una nueva relación entre Estado, sociedad y nación

LA MOMIA DE PACHACUTEC ESTARÍA ENTERRADA EN LIMA

Por: Raúl Mendoza Cánepa

Se sabe que hacia 1560, el virrey Marqués de Cañete ordenó depositar en el Real Hospital de San Andrés, en la

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octava cuadra del jirón Huallaga, las momias embalsamadas de tres o cuatro incas que habían sido recogidas en el Cusco. Al parecer, llegaron a Lima: Viracocha, Huayna Cápac, la coya Mama Ocllo y Pachacútec.

¿Usted qué opina sobre Thierry Jamin, el investigador francés que dice que la momia de Pachacútec se encontraría en Machu Picchu?Conozco su propuesta solamente por referencias de prensa. Yo coincido con la opinión de los expertos de la Dirección Regional de Cultura del Cusco, en el sentido de que la momia no se halla bajo los recintos pétreos.Se ha detectado escaleras interiores y metales...He visto que las pruebas del radar penetrante del suelo han arrojado la existencia de cavidades, escaleras interiores y metales no ferrosos.

Si no es la momia, ¿qué es?Podría ser el sitio de enterramiento de su panaca, el Hatun Ayllu.

¿Polo de Ondegardo envió la momia a Lima?Es una versión que corre escrita desde las crónicas del siglo XVI y que ha sido retomada por numerosos investigadores peruanos y extranjeros.Si bien el informe de sus actividades se ha perdido, está claro que en un lapso relativamente breve, habría descubierto y confiscado casi todas las momias de los difuntos soberanos incas. El corregidor enterraría secretamente a muchas de las momias en el Cusco, para evitar que los cuerpos fueran exhumados y entregados a la “idolatría” de los nativos. Pero Ondegardo reservó las momias que estaban mejorpreservadas, o eran objeto de mayor veneración, y las envió a Lima, para que fueran vistas por el virrey y allegados de la corte virreinal.

José de Acosta la describió...Vio la momia de Pachacútec cuando se hallaba expuesta en el Real Hospital de San Andrés, y la describe de esta manera: «Estaba el cuerpo tan entero y bien aderezado con cierto betún, que parecía vivo. Los ojos tenían hechos de una telilla de oro, tan bien puestos que no le hacían falta los naturales, y tenía en la cabeza una pedrada que le dieron en cierta guerra. Estaba cano y no le faltaba cabello, como si muriera aquel mismo día, habiendo más de sesenta u ochenta años que había muerto...»

Pero ya José de la Riva Agüero hizo una excavación y no halló nada.Su excavación se concentró en un lugar a mi parecer equivocado: la cripta debajo de la capilla del Hospital de San Andrés. Los incas eran paganos y no merecían ser inhumados en ese recinto cristiano.

¿La diferencia es un radar?La diferencia está en la tecnología más avanzada de nuestra época y en la noción de que los incas fueron ubicados presuntamente en un “corral” o patio del viejo Hospital de San Andrés, tal como relatan las crónicas de la época temprana colonial. Es bastante probable que el entierro de

los incas en Lima haya permanecido intacto a través de los siglos, ya que la estructura del claustro principal de San Andrés y sus patios adyacentes no ha sido alterada.

¿No debería haber señales?Se trata, aparentemente, de la inhumación de tres incas y dos coyas o reinas. Sin embargo, todo se llevó a cabo con bastante sigilo.

¿Qué se ha encontrado?La investigación en los predios del antiguo Hospital de San Andrés se inició en agosto del 2001, con un equipo de profesionales peruanos y norteamericanos, bajo los auspicios de la National Geographic Society.El proyecto fue debidamente autorizado por el INC. Con la ayuda de un instrumento no destructivo, el radar penetrante del suelo, se logró identificar unas 50 anomalías diferentes, de variados tamaños y profundidades, bajo la superficie de este monumento El informe técnico de las excavaciones arqueológicas realizadas entre julio y octubre de 2005 en San Andrés se encuentra en poder del Ministerio de Cultura (antes INC). Si bien no aparecieron las codiciadas momias de los incas, se abrió una serie de bóvedas, pisos y conductos subterráneos, de donde se extrajo una buena colección de ceramios, metales y huesos.

¿Siente que Pachacútec podría estar ahí en Barrios Altos?Nadie ha podido certificar que las cuerpos de los soberanos incas fueran destruidos, quemados o removidos de allí después de su “desaparición” en el siglo XVII. La actitud propia del científico acucioso debe ser el escepticismo metódico y razonado.Habrá que agotar todas las vías. De todos modos, mi objetivo es también hacer saber públicamente que San Andrés es un verdadero santuario inca en la ciudad de Lima.

EL ROSTRO ANDINO DE LA FUNDACIÓN DE LIMA

Por: María RostworowskiDe manera casi unánime los discursos y artículos periodísticos con ocasión de conmemorarse un nuevo aniversario de la fundación de Lima coinciden en resaltar la participación española en dicho suceso, a la vez que silencian el aspecto andino de aquel episodio fundamental de la colonización del antiguo territorio inca […]. Tanto el curacazgo como el río que atraviesa sus tierras y fecunda sus campos se llamaban Lima o Limac. El quechua de la costa central, más suave que el del Cusco, no usaba la "r" sino la "l". De ahí que las toponimias de los llanos centrales se pronunciaban de distinta manera, según la procedencia del hablante: serrano o yunga.Lima era un pequeño curacazgo supeditado al señorío de Ychma, que comprendía los valles bajos de las cuencas de los ríos Rímac y Lurín. Su sede principal era el centro ceremonial llamado Pachacámac por los conquistadores

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incas en honor del dios del mismo nombre, cuyo culto irradiaba sobre toda la región central del Tahuantinsuyo y alcanzaba también lugares lejanos del ámbito andino. No solo eran apreciados los presagios emitidos por la divinidad, sino que se le veneraba como dios de los temblores. Su ira se manifestaba en la intensidad de las sacudidas y el grado de su enojo, en la fuerza destructora de las ondas sísmicas.Al tiempo de la llegada de los españoles a estas tierras, era curaca de Lima el viejo Taulichusco, personaje que no pertenecía al linaje de los antiguos jefes de la región, a quienes los conquistadores cusqueños reemplazaron por personas adictas […]. Cabe explicar aquí que, según la constante dualidad andina, el curacazgo de Lima se dividía en los bandos de Anan y Lurín, cada uno de ellos con su respectivo curaca […].Los gastos hechos en mantener a los fundadores hispanos y en la construcción de la nueva ciudad recayeron naturalmente sobre los indígenas. Esta pesada carga afectó severamente a los pobladores nativos de Lima, cuyo número no tardó en disminuir de manera alarmante. Según los datos de archivos españoles, el señorío de Lima contaba en 1535 con unos 4 mil tributarios, hombres en edad de trabajar. En 1544, menos de nueve años después, quedaban mil doscientos hombres y solamente 250 en 1557 […].Taulichusco murió antes del asesinato de Pizarro en 1541. La sucesión se realizó sin mayores problemas, pues el nuevo jefe, Guachianiamo, había colaborado en el gobierno de su padre como corregente […]. Su gobierno tuvo corta duración […]. Fue así que se nombró para el cargo de curaca a un hijo de Taulichusco, llamado Gonzalo, de quien sabemos defendió desesperadamente los derechos y las tierras propias de su pueblo […]. Con el correr de los años y el aumento de la población europea, fue dejándose sentir en Los Reyes la falta de terrenos para construir casas y huertas. Por tal razón, en tiempos del Marqués de Cañete, se decidió mudar nuevamente a los naturales de Lima a un lugar más alejado, para así aprovechar sus tierras. Se optó por crear el pueblo y reducción indígena de Santa María Magdalena, al que fueron a vivir no solo los naturales de Lima, sino también los de Maranga, Guatca, Amancaes y Guala […]. Después de tantas injusticias, es tiempo de que la comuna de Lima ofrezca una tardía reivindiación a don Gonzalo y, en su persona, a sus antiguos pobladores […].

SOBRE LA INFLACIÓN EN EL PERÚ

¿Quién hace la inflación?Por: Juan José Marthans

Las cifras de la inflación son claras. El 4,15% acumulado anual a enero del presente año identifica con claridad varios elementos que es preciso analizar con detenimiento. Solo así podremos ser conscientes de sus implicancias; solo así podremos encontrar la senda de la necesaria corrección en materia de política económica que debemos emprender; solo así el fantasma de la incertidumbre y la escasa previsión podrá, en adelante, ser vencido. Se dice

que la inflación tiene un origen importado, esto es una verdad a medias, es decir, un error para el caso peruano, producto de un análisis simplista. Veamos por qué.En principio, por el lado de la evolución de la demanda interna, vemos con preocupación que durante los últimos 24 meses esta continúa disparándose con relación a la expansión del PBI real y potencial. La ausencia de medidas contra cíclicas y el fuerte crecimiento del gasto público explican este desbalance que nunca tuvimos durante la presente década. Una sola cifra para aclarar este panorama, se estima que para este año el gasto no corriente del Gobierno se expandirá en más de 2 puntos porcentuales del PBI con respecto al que tuvimos dos años atrás. Eso no es poca cosa.En segundo lugar, debemos saber que el segmento de influencia de los bienes e insumos importados sobre la canasta presenta una ponderación de solo el 12% sobre el total del cálculo del índice de precios al consumidor (IPC). Además de ello, en el 2007 el componente importado de la inflación llegó a ser 10,3%, cifra idéntica a que experimentamos, en este mismo segmento, el año 2002. Sin embargo, la inflación total hace cinco años fue solo 1,5% anual, es decir, menos de la mitad de la que tuvimos a diciembre del año pasado. La diferencia se explica con claridad por el componente interno de la inflación. Con esto no pretendemos señalar que la inflación importada no exista, lo que remarcamos es que existió en otros momentos también, que no tuvo los mismos estragos de hoy en día y que hay algo detrás de la inflación del año pasado que pesa de manera determinante para explicar cualquier diferencia con el pasado: la variación del IPC interno.Por último, seamos más contundentes aún en nuestros argumentos. El segmento subyacente de la inflación, es decir, aquel desprovisto de los factores volátiles que pueden coyunturalmente acelerar en el corto plazo los estragos del incremento continuo en el nivel de precios, ha venido presentando una tendencia creciente durante el 2007 tremendamente preocupante. Esta llegó al 3,11% y a enero llegó al 3,4%. ¿Qué significa esto? No solo que el BCR viene incumpliendo la meta explícita de inflación por factores coyunturales o volatilidades, sino que la tendencia y la estructura misma de la inflación se vienen desbocando en su esencia misma. El incumplimiento de la meta es a doble nivel, se superó el rango superior 3% en la inflación total y, para que no nos quede dudas sobre su origen, en su segmento subyacente. Tema delicado.Para concluir, en pocas palabras y como hasta hoy no lo quiere decir nadie, el incremento del proceso inflacionario reciente del Perú no se origina, necesariamente, en el segmento importado de la inflación. Además, podemos señalar, sin error, que tiene su esencia en la expansión indisciplinada de la demanda interna. Mientras el impulso de la demanda es restrictivo por un lado, desde el punto de vista monetario, es desordenadamente expansivo desde el punto de vista fiscal. Lo que vivimos en el Perú no es necesariamente una inflación importada, sino una inflación impostada. Como bien sabemos, el engaño solo dura en el corto plazo. En el mediano plazo, cuando sea aun más claro el panorama reseñado, los poco competentes hacedores de política económica nos dirán que todo,

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incluyendo la inflación, fue culpa de la crisis internacional que nadie pudo prever.LO QUE NO SE DICE DE LA INFLACIÓN

Por: Juan José Marthans Hoy en día es importante que los peruanos continuemos ejerciendo nuestro derecho a opinar sin límites impuestos explícitamente o de manera soterrada. Por ello, resulta necesario evaluar algunos aspectos de la inflación, más allá de lo que usualmente se nos informa.Un primer aspecto es la cobertura geográfica del cálculo de la inflación. Hasta hoy el que oficialmente se utiliza para reflejar la inflación del país es el correspondiente a Lima. Somos una de las pocas economías del mundo donde se hace política macroeconómica y se fija una meta inflación con una canasta de bienes que es totalmente ajena al comportamiento de los precios de las provincias. Aunque el INEI calcula una inflación nacional por regiones, esta no se utiliza como medida oficial debido a que, supuestamente, su metodología no está del todo afinada. Claro está, si ese fuese realmente el problema, se podría resolver en el muy corto plazo dotando con más recursos al INEI.Lo cierto es que el IPC nacional, viene creciendo por encima de su equivalente metropolitano entre uno y dos puntos. Si eso es así la inflación anualizada de 5,5% pasaría a 7,5% con lo cual no se nos podría mostrar como una de las economías de más baja inflación en el mundo. En el Perú seguimos comparando internacionalmente la inflación de nuestra capital con las correspondientes a otros países donde no existen problemas de cobertura en la estimación de su IPC. En pleno siglo XXI continuamos fotografiando un árbol para pretender concluir sobre la situación de un bosque y, como si fuera poco, para compararlo con otros bosques. Un segundo problema asociado a la inflación es el peligroso nexo entre esta y su impacto regresivo en la lucha contra la pobreza en provincias. Hoy en día en muchas provincias la inflación duplica la limeña y ya llegó a cifras de dos dígitos. Es decir, en estos lugares la gente no solo es pobre a nivel estructural sino que acentúa aún más su pobreza por la inflación creciente Para nadie es un secreto que no hay mecanismo más regresivo en términos de distribución del ingreso que la inflación. Esto es válido siempre.¿Si se acepta que la inflación es más alta en zonas pobres donde los programas sociales, en los últimos años, no vienen funcionando apropiadamente, cómo se puede explicar paralelamente grandes avances estadísticos en la lucha contra la pobreza? Los promedios anunciados nos alejan del detalle necesario como para ser mucho más agresivos en la acción del Estado. En este caso, también, el problema metodológico para la estimación de la pobreza podría ser discutible, siendo indiscutible el impacto negativo de la mayor inflación en las zonas más pobres. La combinación es explosiva: inadecuada atención por parte del frente público y el doble de la inflación de Lima. Un tercer ambiente a señalar con seriedad es el origen de la inflación. Se continúa mencionando que el causal básico es el componente importado. Ello estadísticamente es correcto. Sin embargo, no se señala que la dinámica de la demanda interna continúa desorbitada con respecto a

nuestra capacidad de expansión sostenible del producto. Se menciona que la inversión crece más que el consumo, pero no se dice nada acerca de que el peso de este último más que triplica al de la inversión. Se menciona que tanto la inflación total como su segmento subyacente ya superaron la meta del 3% anual, pero no se dice, por ejemplo, que el componente doméstico de la inflación, que nada o poco tiene que ver con bienes importados, viene también creciendo los últimos meses de manera sostenida y está a punto de romper el umbral de la meta inflación. Esto en cualquier parte del mundo es sobrecalentamiento e inadecuado direccionamiento de política económica. Lo que hoy es solo 5%, de mantenerse la situación de desbalance internacional y de demanda interna, se puede tornar inmanejable en corto plazo. Esto, claro está, no se aplacará con recetas ingenuas. Ingenuo es, por ejemplo, pretender vencer la inflación mediante reducción de aranceles, ingenuo es pretender encarrilarla con la dinámica presente del gasto público, ingenuo es pretender reducirla recomendando a la población que cambie sus hábitos de consumo, ingenuo es pensar que la culpa la tiene el fantasma de la especulación. Ni en política, ni en economía, debemos ser ingenuos.