Lección 21 - Sábado, 21 de Mayo de 2016

Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día, vol. 5, pág. 1141

1 Juan 4:7; 3:10; Manuscrito 133, 1899” (Hijos e Hijas de Dios, pág. 104)

Amados, amémonos unos a otros; porqueel amor es de Dios. Todo aquel que ama,es nacido de Dios, y conoce a Dios… Enesto se manifiestan los hijos de Dios, y loshijos del diablo: todo aquel que no hacejusticia, y que no ama a su hermano, no esde Dios.La verdadera santificación une a loscreyentes en Cristo, y a los unos con losotros, con vínculos de tierna simpatía.Esta unión permite que fluyancontinuamente al corazón ricas corrientesde amor semejante al de Cristo.Las cualidades esenciales que todosdebieran poseer son las que señalaron laplenitud del carácter de Cristo: su amor, supaciencia, su abnegación y su bondad.Estos atributos se obtienen al realizaractos bondadosos con corazónbondadoso. “‘Este es mi mandamiento:que os améis los unos a los otros, como yoos he amado’. Este es el fruto quedebemos devolver a Dios.

1 Juan 2:9; 3:15; Testimonios para la Iglesia, tomo 3, pág. 69

El que dice que está en la luz, y aborrece a suhermano, está todavía en tinieblas… Todoaquel que aborrece a su hermano eshomicida; y sabéis que ningún homicida tienevida eterna permanente en él.Estos hermanos consanguíneos debenreconciliarse plenamente antes que puedansuprimir de la causa de Dios la deshonra quesu desunión ha causado. ‘En esto semanifiestan los hijos de Dios, y los hijos deldiablo: todo aquel que no hace justicia, y queno ama a su hermano, no es de Dios. El quedice que está en la luz, y aborrece a suhermano, está todavía en tinieblas. Aquellosque trabajan para Dios debieran ser vasoslimpios, santificados para el uso del Maestro.‘Limpiaos los que lleváis los vasos del Señor.‘Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a suhermano, es mentiroso. Pues el que no ama asu hermano a quien ha visto, ¿cómo puedeamar a Dios a quien no ha visto? Y nosotrostenemos este mandamiento de él: El que amaa Dios, ame también a su hermano.

1 Juan 2:10; Gospel Workers, págs. 437, 438 (1892)

El que ama a su hermano, permanece en la luz,y en él no hay tropiezo.El Señor está esperando derramar ricabendición sobre nosotros sí sólo cumpliésemoscon las condiciones. No podemos glorificarlemientras acariciamos la duda. Debemos creerque Él hará exactamente como dijo que haría.Recordemos que tenemos un Salvador vivo. Sino os sentís alegres y gozosos, no deshonréis aDios hablando de vuestros sentimientos.Hablad de las promesas, hablad de ladisposición de Jesús a bendecirnos; y antes deque seáis conscientes de ello, la nube selevantará, entrará luz al alma, y hallaréis paz ydescanso en Jesús. Conservad el amor. ‘Amaoslos unos a los otros con amor fraternal; encuanto a honra, prefiriéndoos los unos a losotros.’ Formad el hábito de hablar palabras dealegre esperanza y ánimo, palabras de amor yaprecio, que unirán a los corazones. ‘Pero siandamos en luz, como él está en luz, tenemoscomunión unos con otros, y la sangre deJesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

1 Juan 3:18, 1 Pedro 1:22, Romanos 12:9; Conflicto y Valor, pág. 357

Hijitos míos, no amemos de palabra nide lengua, sino de hecho y en verdad.Habiendo purificado vuestras almaspor la obediencia a la verdad,mediante el Espíritu, para el amorfraternal no fingido, amaos unos aotros entrañablemente, de corazónpuro.El amor sea sin fingimiento. Aborrecedlo malo, seguid lo bueno.Los incrédulos observan para ver si lafe de los profesos cristianos ejerce unainfluencia santificadora sobre susvidas; y son prestos para discernir losdefectos del carácter y las accionesinconsecuentes. Todos los cristianosson miembros de una familia, hijos delmismo Padre celestial, con la mismaesperanza bienaventurada de lainmortalidad. Muy estrecho y tiernodebe ser el vínculo que los une. ‘Noamemos de palabra’, escribe elapóstol, ‘sino de obra y en verdad.

Juan 14:15, 1 Juan 5:3; Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 109

Si me amáis, guardad mis mandamientos.Pues este es el amor a Dios, que guardemos susmandamientos; y sus mandamientos no songravosos.Muchos no están cumpliendo las condiciones deaceptación por el Padre. Necesitamos examinardetenidamente las disposiciones que se hanhecho para aproximarnos a Dios. Si somosdesobedientes, traemos al Señor un pagaré paraque él lo haga efectivo cuando no hemoscumplido las condiciones que lo harían pagaderoa nosotros. Presentamos a Dios sus promesas yle pedimos que las cumpla, cuando, al hacerlo, éldeshonraría su propio nombre. “La promesa es:‘Si estuviereis en mí, y mis palabras estuvierenen vosotros, pedid todo lo que quisiereis, y osserá hecho’. Y Juan declara: ‘Y en esto sabemosque nosotros le hemos conocido, si guardamossus mandamientos. El que dice, yo le heconocido, y no guarda sus mandamientos, el tales mentiroso, y no hay verdad en él, más el queguarda su palabra, la caridad de Dios estáverdaderamente perfecta en él.

Romanos 15:2, Filipenses 2:4, 1 Timoteo 6:17-19; Testimonios para la Iglesia, tomo 1, pág. 473

Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en loque es bueno, para edificación.No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cadacual también por lo de los otros.A los ricos de este siglo manda que no sean altivos,ni pongan la esperanza en las riquezas, las cualesson inciertas, sino en el Dios vivo, que nos datodas las cosas en abundancia para que lasdisfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos enbuenas obras, dadivosos, generosos; atesorandopara sí buen fundamento para lo por venir, queechen mano de la vida eterna.Pablo muestra el único uso verdadero de lasriquezas, y le ruega a Timoteo que exhorte al rico ahacer el bien, que sean ricos en buenas obras,prontos a dar, dispuestos a comunicar; porque alhacer esto, están atesorando para sí mismos unbuen fundamento contra el porvenir. Lasenseñanzas de Pablo concuerdan perfectamentecon las palabras de Cristo: ‘Ganad amigos pormedio de las riquezas injustas, para que cuandoéstas falten, os reciban en las moradas eternas’. Lapiedad con contentamiento es de gran provecho.

Romanos 12:21, Lucas 6:27; Mateo 5:23, 24, El Ministerio de Curación, págs. 386, 387

No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien elmal.Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que osaborrecen.No os desquitéis. En cuanto os sea posible, quitadtoda causa de falsa aprensión. Evitad la aparienciadel mal. Haced cuanto podáis, sin sacrificar losprincipios cristianos, para conciliaros con los demás.‘Si trajeres tu presente al altar, y allí te acordares deque tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tupresente delante del altar, y vete, vuelve primero enamistad con tu hermano, y entonces ven y ofrece tupresente.Si os dicen palabras violentas, no repliquéis jamáscon el mismo espíritu. La blanda respuesta quita laira’. Hay un poder maravilloso en el silencio. A veceslas palabras que se le dicen al que está enfadado nosirven sino para exasperarlo. Se desvanece el enojocontestado con el silencio, con espíritu cariñoso ypaciente. “Bajo la granizada de palabras punzantesde acre censura, mantened vuestro espíritu firme enla Palabra de Dios. Atesoren vuestro espíritu yvuestro corazón las promesas de Dios.