lección 7 15 de agosto de 2009 ¿quién es jesús? · fargo”, sara corbett , the new york times,...

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35 Historia bíblica: Juan 7:1-15, 37, 39; Juan 7:16-36, 40-53; Juan 8:1-11; Juan 8:12-59; Juan 9; Juan 10:1-30. Comentario: El Deseado de todas las gentes, capí- tulos 49-52. Lección 7 15 de agosto de 2009 ¿Quién es Jesús? PREPÁRESE PARA ENSEÑAR SINOPSIS Los judíos gozaban de una rica historia de tra- dición oral, las Escrituras, sus sábados semanales y sus estas anuales, y del Templo, con todos sus rituales y servicios de adoración para prepararlos para reconocer y recibir al Mesías que vendría. Así que, ¿cómo se explica toda esa confusión, rechazo y desprecio hacia él, particularmente por parte de los líderes religiosos? Era como si la mayoría no se im- presionara por sus milagros o por sus enseñanzas. Jesús era muy popular y querido por las personas comunes. Estaban en gran parte convencidos de que era un profeta y un sanador. El problema con Jesús era que había ido demasiado lejos. Realizar mila- gros y mostrar compasión, sonar autoritativo acerca de las Escrituras; todo eso estaba bien. Pero, cuan- do leemos estos capítulos de Juan, queda muy en claro que lo que Jesús estaba armando era su dei- dad. Al hacerlo, tanto en sus enseñanzas como en la manera en que escogía realizar sus milagros, estaba desaando la manera tradicional en que los judíos habían interpretado las Escrituras. Primero y princi- pal: él no era el Mesías que ellos estaban esperando. Esperaban un Mesías que viniera como un Rey glo- ricado y conquistador, para establecer la Nación de Israel y gobernar a todas las naciones por medio de ellos en Jerusalén. Estaban buscando en Jesús lo que nosotros, como adventistas, anticipamos para su segunda venida. Jesús no alcanzó sus expectativas y los decepcionó, porque ellos no querían un reino espiritual, al que se ingresaba mediante el nuevo na- cimiento y la regeneración del corazón humano. OBJETIVOS Los alumnos: * Profundizarán su comprensión de la manera en que Jesús es la mayor expresión del amor de Dios y de su plan redentor para la raza humana. (Conocer.) * Comprenderán mejor que la fe en Jesús no es meramente una creencia religiosa, sino una relación real con Dios. (Sentir.) * Escogerán poner su fe completamente en Jesús, y responderán a su ofrecimiento de vida abundante y a su promesa de satisfacer sus más profundas ne- cesidades. (Responder.) INSTRUCCIÓN I. PARA COMENZAR Actividad Remita a los alumnos a la porción ¿Qué piensas?”, de esta lección. Después de que la hayan completado, ana- licen sus respuestas. Prepare y distribuya guiones de Juan 8 al 10 en forma de un juego. Asigne partes: que alguien lea la parte de Jesús, otro sea el narrador, otros podrían

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Page 1: Lección 7 15 de agosto de 2009 ¿Quién es Jesús? · Fargo”, Sara Corbett , The New York Times, 1° de abril de 2001). Al igual que un chico de los áridos desiertos de Sudán

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Historia bíblica: Juan 7:1-15, 37, 39; Juan 7:16-36, 40-53; Juan 8:1-11; Juan 8:12-59; Juan 9; Juan 10:1-30.Comentario: El Deseado de todas las gentes, capí-tulos 49-52.

Lección 715 de agosto de 2009

¿Quién es Jesús?

PREPÁRESE PARA ENSEÑAR

SINOPSIS Los judíos gozaban de una rica historia de tra-dición oral, las Escrituras, sus sábados semanales y sus fi estas anuales, y del Templo, con todos sus rituales y servicios de adoración para prepararlos para reconocer y recibir al Mesías que vendría. Así que, ¿cómo se explica toda esa confusión, rechazo y desprecio hacia él, particularmente por parte de los líderes religiosos? Era como si la mayoría no se im-presionara por sus milagros o por sus enseñanzas. Jesús era muy popular y querido por las personas comunes. Estaban en gran parte convencidos de que era un profeta y un sanador. El problema con Jesús era que había ido demasiado lejos. Realizar mila-gros y mostrar compasión, sonar autoritativo acerca de las Escrituras; todo eso estaba bien. Pero, cuan-do leemos estos capítulos de Juan, queda muy en claro que lo que Jesús estaba afi rmando era su dei-dad. Al hacerlo, tanto en sus enseñanzas como en la manera en que escogía realizar sus milagros, estaba desafi ando la manera tradicional en que los judíos habían interpretado las Escrituras. Primero y princi-pal: él no era el Mesías que ellos estaban esperando. Esperaban un Mesías que viniera como un Rey glo-rifi cado y conquistador, para establecer la Nación de Israel y gobernar a todas las naciones por medio de ellos en Jerusalén. Estaban buscando en Jesús lo que nosotros, como adventistas, anticipamos para su segunda venida. Jesús no alcanzó sus expectativas

y los decepcionó, porque ellos no querían un reino espiritual, al que se ingresaba mediante el nuevo na-cimiento y la regeneración del corazón humano.

OBJETIVOS

Los alumnos: * Profundizarán su comprensión de la manera en que Jesús es la mayor expresión del amor de Dios y de su plan redentor para la raza humana. (Conocer.) * Comprenderán mejor que la fe en Jesús no es meramente una creencia religiosa, sino una relación real con Dios. (Sentir.) * Escogerán poner su fe completamente en Jesús, y responderán a su ofrecimiento de vida abundante y a su promesa de satisfacer sus más profundas ne-cesidades. (Responder.)

INSTRUCCIÓN

I. PARA COMENZAR

Actividad Remita a los alumnos a la porción “¿Qué piensas?”, de esta lección. Después de que la hayan completado, ana-licen sus respuestas. Prepare y distribuya guiones de Juan 8 al 10 en forma de un juego. Asigne partes: que alguien lea la parte de Jesús, otro sea el narrador, otros podrían

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ser las personas que murmuraban, y otros los fari-seos. Escoja un pasaje que no haya sido usado pre-viamente en La historia; quizá la mujer sorprendida en adulterio o la sanación del ciego. Después de que la clase represente la escena y la reacción de Jesús, analice con ellos qué ideas extrajeron de esta esce-nifi cación de las Escrituras. Luego, pregunte cómo reaccionaron a Jesús y cómo reaccionan las personas hacia él hoy.

Ilustración Comparta esta ilustración con sus propias palabras: En enero de 2001, tres adolescentes, refugiados de la región de Darfur en Sudán, fueron trasladados a Fargo, Dakota del Norte, aterrizando en medio del invierno: “Esta es una cocina. Este es un abre-latas. Este es un cepillo para tus dientes. Estas co-sas nuevas llegaron de la noche a la mañana” (“The Lost Boys of Sudan: the Long, Long, Long Road to Fargo”, Sara Corbett , The New York Times, 1° de abril de 2001). Al igual que un chico de los áridos desiertos de Sudán no sabía lo que era una pradera cubierta por la nieve, muchos moradores de Jerusalén, Nazaret y Galilea no estaban seguros de qué hacer con Jesús. “¿No es acaso el carpintero, el hij o de María y her-mano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están sus hermanas aquí con nosotros?” (Mar. 6:3, NVI). En este caso, la familiaridad con Jesús alimenta-ría un desdén hacia él y una incapacidad del “hij o nativo” de realizar los milagros que había hecho por doquier, diciendo: “En todas partes se honra a un

profeta, menos en su tierra, entre sus familiares y en su propia casa. En efecto, no pudo hacer allí ningún milagro, excepto sanar a unos pocos enfermos al im-ponerles las manos. Y él se quedó asombrado por la incredulidad de ellos” (Mar. 6:4-6, NVI). Cómo vemos a Jesús determina lo que haremos con él. Si todo lo que vemos es un maestro itinerante, no entenderemos su lugar en la Deidad. Si no vemos su papel como Sumo Sacerdote, nuestra compren-sión de su ministerio actual será defi ciente. Y, si no vemos a Jesús como el Rey pronto a venir, nuestra vida transitará por caminos diferentes a los que él desea para nosotros.

II. ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

Puente hacia la historia Comparta lo siguiente con sus palabras: Una de las cosas más importantes que puede ha-cer un seguidor de Cristo es compartir su amor con otros. Cuán bien conocemos a Jesús y nuestra com-prensión de él determinará lo que compartiremos. Al igual que sus primeros discípulos, y como sus vecinos de Nazaret, necesitamos asegurarnos que nuestra visión de Jesús sea completa. Si elevamos a Jesús, a todos atraerá a sí mismo.

Acerca de la historia para maestros Después de leer la sección “La historia” con los alum-nos, utilice lo siguiente con sus propias palabras, para procesarlo con ellos. Utilice un pizarrón y esté preparado para escribir la

ENSEÑAR DESDE...Remita a los alumnos a las demás secciones de su lección.

* Otra mirada Pregúnteles cómo transmiten las citas de “Otra mirada” el punto central de la historia en esta lección.

* Destello Lea la declaración “Destello”, seña-lando que pertenece al comentario de la historia de esta semana, encontrado en el libro El Deseado de todas las gentes. Pregunte qué relación perciben entre la declaración y lo que acaban de analizar en “Acerca de la historia”.

* Un buen remate Señale a los alumnos los versículos enumerados en su lección que se relacio-nan con la historia de esta semana. Invite a que lean los pasajes, y pida a cada uno que escoja el versículo que le hable más directamente hoy. Luego, pídales que ex-pliquen por qué eligieron ese. O puede asignar los pasajes a parejas de alumnos, para que los lean en voz alta y luego los analicen, a fi n de elegir el más relevante para ellos.

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lista de respuestas que surjan a partir de la sesión de pre-guntas y respuestas con su clase.

Pregunte: ¿Qué es lo que los hermanos de Jesús pensaban acerca de él? ¿Creían que era el Mesías?____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________ ¿Cuáles son algunos de los rumores que circula-ban acerca de Jesús?____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________ ¿Cómo respondió Jesús a las preguntas que le ha-cían las personas?____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________ ¿Cuál fue la reacción de los fariseos hacia Jesús?____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________ ¿Por qué los líderes religiosos criticaron la sana-ción que hizo Jesús del ciego? ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________ ¿Qué es lo que los enojó acerca de la respuesta de Jesús a la mujer que había sido sorprendida en pecado?___________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________ ¿Qué afirmaciones hizo Jesús acerca de sí mismo?____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

Diga: Jesús era muy cuidadoso y estratégico con respec-to a la manera en que se presentaba a sí mismo, las palabras que decía y los milagros que realizaba. Por ejemplo, no fue coincidencia que en el momento ante-rior, durante y después de la fiesta de los Tabernáculos, Jesús hiciera estas afirmaciones categóricas: “Yo soy el

pan de vida” (Juan 6:35, NVI). “Yo soy la luz del mun-do” (Juan 8:12, NVI). “En el último día, el más solemne de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: ¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba! De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva” (Juan 7:37, 38, NVI). Pregunte a los estudiantes si saben qué es lo que celebraban en la fiesta de los Tabernáculos. Pida que al-gunos voluntarios lean en voz alta Levítico 23:33 al 36 y 39 al 43. Discutan acerca de todas las provisiones que Dios tuvo hacia los israelitas durante su peregrinaje por el desierto, desde Egipto hasta la Tierra Prometida. Luego, utilizando la sección del contexto y el trasfon-do, lleve a los estudiantes a comprender la manera en que Jesús fue la encarnación física del cumplimiento de las promesas de provisión de Dios para su pueblo.

Para compartir el contexto y el trasfondo Utilice la siguiente información a fin de arrojar más luz sobre la historia para los alumnos. Compártala con sus pro-pias palabras. Justo antes de que Jesús irrumpiera en la Fiesta de los Tabernáculos, en Juan 7, él ya había tenido un con-flicto grande con los líderes religiosos (Juan 6); muchos de sus primeros admiradores lo habían abandonado. ¿Por qué? Después de alimentar a los cinco mil, Jesús había dicho: “Yo soy el pan de vida”. Se estaba compa-rando con el maná enviado del cielo, diciendo que era el verdadero maná. Por esto es que Juan 7 comienza con Jesús haciendo caso omiso del desafío de sus hermanos de ir a la Fiesta de los Tabernáculos en Jerusalén. Los fa-riseos ya habían pedido su sangre. Incluso antes de que Jesús llegara a Jerusalén, las personas hablaban de él y lo esperaban. No fue coincidencia que Jesús se parara en las esca-leras del Templo y declarara: “Yo soy la luz del mun-do” durante la fiesta de los Tabernáculos. Se colocó en el centro de toda la imaginería que Dios había dado, preparándolos para reconocerlo cuando caminara entre ellos y marcara el comienzo de su Reino. Jesús estaba listo para usar esta fiesta como una manera de revelar más de sí mismo y de su misión a los hombres; al igual que Dios, a lo largo de los siglos, ha usado las fiestas como una manera de revelar su plan de salva-ción. Los “Tabernáculos” era un tiempo de celebración de todas las provisiones y la protección que Dios había mostrado para con su pueblo cuando peregrinaban de la esclavitud de Egipto hacia la Tierra Prometida; don-de ellos serían una nación y Dios sería su Rey. Lo ce-lebraban al ir a la ciudad de Jerusalén y fabricar taber-náculos hechos de ramas y hojas de árboles, llevando sus ofrendas de agradecimiento –granos, uvas y acei-te– para presentarlas ante los sacerdotes, en el Templo, como una ofrenda de acción de gracias por su cosecha;

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agradeciéndole a Dios por proveer lluvias y sol para que la tierra rindiera su fruto. También recordaban cómo Dios había provisto comida del cielo –el maná– cuando no tenían un lugar para establecerse y sem-brar en el árido desierto al peregrinar por el desierto. También hizo brotar agua de las rocas cuando el seco desierto no tenía nada para ofrecerles. Satisfi zo todas sus necesidades, protegiéndolos de los animales sal-vajes, las serpientes, los escorpiones, cuidándolos de las naciones y las tribus enemigas. Jehová era su gran proveedor. Y cuando Jesús vio el sol iluminando las murallas de oro del templo, las señaló y dij o: “Yo soy la luz del mundo”. Estas murallas –al igual que la columna de fuego que guió a los israelitas durante la noche por el desierto– siempre habían señalado el Mesías al pueblo de Dios. Allí estaba él, señalando las murallas ¡y proclamando que allí estaba la tan an-helada redención!

III. CIERRE

Actividad Cierre con una actividad e interrogue con sus pro-pias palabras. Que los estudiantes piensen en una nueva si-tuación o un nuevo ambiente: cómo reaccionaron, cómo observaron a las personas allí, y cómo las per-sonas los recibieron. ¿Hubo una conexión? ¿Fueron malentendidos? Si fue lo último, ¿cómo lograr su-perarlo? Jesús no necesitó superar la incompren-sión, solo logró una manera de atraer a las personas a sí mismo. ¿Qué podemos aprender de esto?

Resumen Comparta los siguientes pensamientos con sus propias palabras: Nunca hubo –ni nunca habrá– alguien sobre la tie-rra como Jesús. Fue único. Pero esa singularidad pro-vocó incomprensiones, resentimiento y rechazo. No obstante, en medio de todo eso, Jesús sabía quién era, por qué había venido y lo que tenía que hacer. Su pregunta hacia los discípulos –“Y ustedes, ¿quién dicen que soy?”– no fue para clarifi car alguna confusión de su parte. Fue para agudizar la mente de los discípulos y ayudarlos a entender que este no era otro movimiento agitador; era una misión que cam-

biaría el mundo. Tener una visión correcta de Jesús –Salvador, Redentor, Sumo Sacerdote, el Rey que viene, y el Señor de Señores– es vital para comprender su misión hoy; que en verdad es nuestra misión. Pregunte: ¿Qué visión tenemos de Jesús? ¿Qué vi-sión tienen otros de ti? Cierre con una oración.

CONSEJOS PARA UNA ENSEÑANZA DE PRIMERA

Hazlo personal Como maestros, constantemente tene-mos que lograr un equilibrio entre ser fi eles al contexto histórico de la enseñanza bíblica y contextualizar la historia bíblica a nues-tros tiempos, para que sea relevante para los estudiantes y puedan ponerla en prácti-ca. Si dedicamos mucho tiempo a la exposi-ción y al estudio de las palabras, nos arries-gamos a perder la atención de los alumnos. Si nos movemos demasiado rápidamente a la aplicación moderna, perdemos infor-mación vital que le da al estudiante tiempo para procesar las lecciones espirituales que hay allí para ellos. Una gran forma de manejar esta tensión es hacer vívidas las Escrituras para que los estudiantes se involucren no solo median-te la lectura en grupo o la exposición, sino también cuando las Escrituras se prestan para escenifi carlas. Haga un guión, asigne las partes a los estudiantes, incluyendo el narrador, para brindar el trasfondo. Luego, que un grupo de ellos escenifi que la historia de las Escrituras para toda la clase. Luego, induzca una discusión para hacer explí-citos los matices y los signifi cados de las Escrituras. ¡Se maravillará y se sentirá muy bien con las ideas que surgirán de los estu-diantes!

RA

BIN

O 1

Recuerde a los alumnos el plan de lectura que los llevará a través del co-mentario inspirado de la Biblia, la serie de “El Gran Confl icto”. La lectura que acompaña a esta lección es El Deseado de todas las gentes, capítulos 49-52.