las

35
Las Guerras Médicas fueron una serie de conflictos entre el Imperio Aqueménide de Persia y las ciudades- estado del mundo helénico que comenzaron en 499 a. C. y se extendieron hasta 449 a. C. La colisión entre el fragmentado mundo político de la antigua Grecia y el enorme imperio persa comenzó cuando Ciro II el Grande conquistó Jonia en 547 a. C. y tuvo sus puntos álgidos en dos fallidas expediciones persas contra Grecia, en 490 y 480-479 a. C., conocidas como Primera y Segunda Guerra Médica. El enfrentamiento entre griegos y persas, del que las guerras Médicas fueron sólo una fase, duró en total más de dos siglos y culminó con la conquista y disolución del imperio Aqueménide por Alejandro Magno en el siglo siguiente. Los propios griegos se refirieron a estas guerras como el «Asunto Medo» (Μηδικά, Mĕdiká), pues aunque eran perfectamente conscientes de que el imperio Aqueménide, su enemigo, estaba gobernado por una dinastía persa, conservaron para éste el nombre con que fue conocido antes, Media, una región contigua a Persia sometida a su imperio. Tras el duro golpe dado a las polis jonias, Darío I se decidió a castigar a aquellos que habían auxiliado a los rebeldes. Según la leyenda, preguntó: «¿Quién es esa gente que se llama

Upload: david-villero

Post on 17-Jul-2015

25 views

Category:

Education


3 download

TRANSCRIPT

Page 1: Las

Las Guerras Médicas fueron una serie de conflictos entre

el Imperio Aqueménide de Persia y las ciudades-

estado del mundo helénico que comenzaron en 499 a. C. y se

extendieron hasta 449 a. C. La colisión entre el fragmentado

mundo político de la antigua Grecia y el enorme imperio persa

comenzó cuando Ciro II el Grande conquistó Jonia en 547 a.

C. y tuvo sus puntos álgidos en dos fallidas expediciones

persas contra Grecia, en 490 y 480-479 a. C., conocidas

como Primera y Segunda Guerra Médica. El enfrentamiento

entre griegos y persas, del que las guerras Médicas fueron sólo

una fase, duró en total más de dos siglos y culminó con la

conquista y disolución del imperio Aqueménide por Alejandro

Magno en el siglo siguiente.

Los propios griegos se refirieron a estas guerras como el

«Asunto Medo» (Μηδικά, Mĕdiká), pues aunque eran

perfectamente conscientes de que el imperio Aqueménide, su

enemigo, estaba gobernado por una dinastía persa,

conservaron para éste el nombre con que fue conocido

antes, Media, una región contigua a Persia sometida a su

imperio.

Tras el duro golpe dado a las polis jonias, Darío I se decidió a

castigar a aquellos que habían auxiliado a los rebeldes. Según

la leyenda, preguntó: «¿Quién es esa gente que se llama

Page 2: Las

ateniense?», y al conocer la respuesta, exclamó: «¡Oh Ormuz,

dame ocasión de vengarme de los atenienses!». Después, cada

vez que se sentaba a la mesa, uno de sus servidores debía

decirle tres veces al oído «¡Señor, acordaos de los

atenienses!».1 Por eso encargó la dirección de la represalia a

su sobrino Artafernes y a un noble llamado Datis.

Mientras tanto, en Atenas algunos hombres ya veían los signos

del inminente peligro. El primero de ellos fue Temístocles,

elegido arconte en 493 a. C. Temístocles creía que la Hélade

no tendría salvación en caso de un ataque persa, si Atenas no

desarrollaba antes una poderosa marina.

De esta forma, fortificó el puerto de El Pireo, convirtiéndolo en

una poderosa base naval, mas pronto surgiría un rival político

que impediría el resto de sus reformas. Se trataba de Milcíades,

miembro de una gran familia ateniense huida de las costas

del Asia Menor. Se oponía a Temístocles porque consideraba

que los griegos debían defenderse primero por tierra,

esperanzado en la supremacía de las largas lanzas griegas

contra los arqueros persas. Los atenienses decidieron poner en

sus manos la situación, enfrentando así la invasión persa.

La flota persa se hizo a la mar en el verano de 490 a. C.,

dirigidos por Artafernes, conquistando las islas Cícladas y

posteriormente Eubea, como represalia a su intervención en la

Page 3: Las

revuelta jonia. Posteriormente, el ejército persa, comandado por

Datis, desembarcó en la costa oriental del Ática, en la llanura

de Maratón, lugar recomendado por Hipias (anterior tirano de

Atenas, a favor de los persas desde su exilio) para ofrecer

batalla, por considerarla el mejor lugar para que actuara la

caballería persa.

Segunda guerra

Tras la muerte de Darío, su hijo Jerjes subió al poder,

ocupándose los primeros años de su reinado en reprimir

revueltas en Egipto y Babilonia, y preparándose a continuación

para atacar a los griegos. Antes había enviado a Grecia

embajadores a todas las ciudades para pedirles tierra y agua,

símbolos de sumisión. Muchas islas y ciudades aceptaron, pero

no Atenas y Esparta. Se cuenta que los espartanos, al igual que

sucedió en Atenas, ignorando la inmunidad diplomática,

respondieron a los embajadores: «Tendréis toda la tierra y el

agua que queráis», y los tomaron y arrojaron a un pozo. Era

una declaración de intenciones hostiles definitiva.

Sin embargo, en Esparta se empezaron a

dar augurios nefastos, causados por la ira de los dioses debido

a este acto de insolencia. Se llamó a los ciudadanos

espartanos para solicitar si alguno de ellos era capaz de

sacrificarse para satisfacer a los dioses y aplacar su ira. Dos

Page 4: Las

ricos espartanos ofrecieron entregarse al rey persa, y se

encaminaron hacia Susa, donde los recibió Jerjes, quien quiso

obligarles a postrarse ante él. Sin embargo, los emisarios

espartanos se resistieron, y le respondieron: «Rey de los

medos, los lacedemonios nos han enviado para que puedas

vengar en nosotros la muerte dada a tus embajadores en

Esparta». Jerjes les respondió que no iba a hacerse reo del

mismo crimen, ni creía que con su muerte los liberaría de la

deshonra.

Las Termopilas

Artículo principal: Batalla de las Termopilas

Leónidas en las Termopilas, por Jacques-Louis David (1814).

El poderoso ejército de Jerjes, que se estima en alrededor de

500.000 hombres (sin embargo, se considera hoy en día que la

logística de la época sólo podría haber alcanzado para unos

250.000), mejor equipados que aquellos bajo el mando de

Darío, partió el 480 a. C.

Llevaban en la cabeza una especie de sombrero llamado tiara, de fieltro de

lana; alrededor del cuerpo, túnicas de mangas guarnecidas a manera de

Page 5: Las

escamas; cubrían sus piernas con una especie de pantalón largo; en vez de

escudos de metal portaban escudos de mimbre; tienen lanzas cortas, arcos

grandes, flechas de caña de aljabas y puñales pendiendo de la cintura.

Tercera guerra medica

Durante esta época los atenienses y los espartanos fundan

la Liga Ático-Délica en memoria de la simaquia, que tendría

como principal objetivo el proteger a Atenas y las colonias

jonias del Asia Menor. Esta liga estaría totalmente comandada

por Atenas, llevando así las directrices en todos los aspectos

posibles, por lo que de esta manera se convierte en el mayor

pueblo de Grecia política, económica, social, cultural y

militarmente, sobrepasando a la propia Esparta.

En este momento Temístocles es mal visto por el pueblo

ateniense y es exiliado, de modo que huye a las fronteras

del Imperio aqueménida, y allí se pone bajo el mando del nuevo

soberano persa, Artajerjes I, que junto a sus influencias y el

acérrimo odio que ambos sentían por la cultura griega, se

decide avanzar hacia las costas griegas para someterla

definitivamente bajo el dominio persa.

Cimón, hijo de Milcíades, enterado de las intenciones de

Artajerjes I, avanza hasta la actual Turquía y derrota al ejército

persa en la batalla del ríoEurimedonte en el 467 a. C.

Page 6: Las

Tras esta gran victoria, Cimón decide que se debe de nuevo

promulgar la amistad y paz con el pueblo espartano, pero los

atenienses no consideran esa opción de igual manera y los

destierran por orden de Efialtes, cuyo mandato no duró mucho

y fue sucedido por Pericles, que dominó Atenas hasta su

muerte en el 429 a. C. Pericles continua la guerra contra Persia,

en la que destacan dos decisiones que realizó, la primera la de

solicitar a Cimón su vuelta del destierro y la segunda, la firma

de un tratado de paz con Artajerjes I, el cual lo acepta,

llamado Paz de Cimón en el 448 a. C. que estipula ciertas

condiciones para ambos pueblos y que es presidido por éste,

razón por la que fue mandado de vuelta del exilio, aunque

realmente demostrado que fue presidido por Calias, ya que en

el año del tratado, Cimón ya había muerto, por lo que se piensa

fue realizado en su honor y recuerdo.

Las guerras médicas llegan a su fin mediante las condiciones

impuestas por los griegos a los persas, a saber:

Obligación a los persas de desistir definitivamente en su conquista y expansión a Grecia.

No volver a navegar por el mar Egeo

Se les permite comerciar con las colonias griegas de Asia Menor.

Page 7: Las

La guerra del Peloponeso (431–404 a. C.) fue un conflicto

militar de la Antigua Grecia que enfrentó a la Liga de

Delos (conducida por Atenas) con la Liga del

Peloponeso (conducida por Esparta).

Tradicionalmente, los historiadores han dividido la guerra en

tres fases. Durante la primera, llamada la Guerra arquidámica,

Esparta lanzó repetidas invasiones sobre el Ática, mientras que

Atenas aprovechaba su supremacía naval para atacar las

costas del Peloponeso y trataba de sofocar cualquier signo de

malestar dentro de su Imperio. Este período de la guerra

concluyó en 421 a. C., con la firma de la Paz de Nicias. Sin

embargo, al poco tiempo el tratado fue socavado por nuevos

combates en el Peloponeso lo que llevó a la segunda fase. En

415 a. C., Atenas envió una inmensa fuerza expedicionaria para

atacar Siracusa, en Sicilia. La expedición ateniense, que se

prolongó del 415 al 413 a. C., terminó en desastre, con la

destrucción de gran parte del ejército y la reducción a

la esclavitud de miles de soldados atenienses y aliados.

Esto precipitó la fase final de la guerra, que suele ser llamada

la Guerra de Decelia. En esta etapa, Esparta, con la nueva

ayuda de Persia y lossátrapas (gobernadores regionales)

de Asia Menor, apoyó rebeliones en estados bajo el dominio de

Atenas en el Mar Egeo y en Jonia, con lo cual debilitó a la Liga

Page 8: Las

de Delos y, eventualmente, privó a Atenas de su supremacía

marítima. La destrucción de la flota ateniense

en Egospótamos puso fin a la guerra y Atenas se rindió al año

siguiente.

La guerra del Peloponeso cambió el mapa de la Antigua Grecia.

A nivel internacional, Atenas, la principal ciudad antes de la

guerra, fue reducida prácticamente a un estado de

sometimiento, mientras Esparta se establecía como el mayor

poder de Grecia. El costo económico de la guerra se sintió en

toda Grecia; un estado de pobreza se extendió por el

Peloponeso, mientras que Atenas se encontró a sí misma

completamente devastada y jamás pudo recuperar su antigua

prosperidad.1 2 La guerra también acarreó cambios más sutiles

dentro de la sociedad griega; el conflicto entre lademocracia

ateniense y la oligarquía espartana, cada una de las cuales

apoyaba a facciones políticas amigas dentro de otros estados,

transformó a las guerras civiles en algo común en el mundo

griego.

Las guerras griegas, mientras tanto, que originariamente eran

una forma de conflicto limitado y formal, se convirtieron en

luchas sin cuartel entreciudades estado que incluían

atrocidades a gran escala. La guerra del Peloponeso, que

destrozó tabúes religiosos y culturales, devastó extensos

Page 9: Las

territorios y destruyó a ciudades enteras, marcó el dramático

final del dorado siglo V a. C. de Grecia.3

Preludio[editar]

Recreación moderna de una fila de hoplitas.

En la Historia de la Guerra del Peloponeso, libro uno, sección

23, Tucídides aclara que Esparta entró en guerra con Atenas

«porque temía que los atenienses se hicieran más poderosos,

al ver que la mayor parte de Hellas se encontraba bajo el

control de Atenas».4 Ciertamente, los casi cincuenta años de

historia griega que precedieron al inicio de la guerra del

Peloponeso habían estado marcados por el desarrollo de

Atenas como uno de los poderes principales en el mundo

mediterráneo. Tras rechazar los griegos la invasión persa en el

año 480 a. C., Atenas lideró la coalición de polis (ciudades

estado) griegas que continuaron las Guerras Médicas conocida

como la Liga de Delos, atacando territorios persas en

el Egeo y Jonia. Lo que siguió fue un período al cual se ha

denominado Pentecontecia (nombre dado por Tucídides), en el

Page 10: Las

cual Atenas fue conocida más ampliamente por la historiografía

griega con el de Imperio ateniense,5 impulsando una guerra

agresiva contra el Imperio aqueménida. Para mediados del

siglo, los medos habían sido expulsados del Egeo y obligados a

ceder el control de una amplia cantidad de territorios a los

atenienses. Al mismo tiempo, Atenas incrementó su poder.

Durante el curso del siglo, varios de sus ex aliados

indepedientes fueron reducidos al estatus de estados tributarios

de la Liga de Delos; estos tributos fueron empleados para el

mantenimiento de una poderosa flota y, luego de mitad de siglo,

para financiar grandes programas de trabajos públicos en

Atenas.6

Catalizadores de la guerra[editar]

Dos acontecimientos condujeron a la reanudación de la guerra

que rompía la Paz de los Treinta Años firmada

en 446/445 a. C.:

la guerra entre Corinto y Corcira

y la defección de Potidea, colonia de Atenas.

Dos hechos trascendentales fueron los detonantes de la

conflagración:

el decreto ateniense contra Megara, descrito más abajo.

y el mencionado crecimiento extraordinario del poder de Atenas.14

Guerra entre Corinto y Corcira[editar]

Page 11: Las

En el 435 a. C., Corcira y Corinto rompieron hostilidades.

Corinto, con colonias en el Adriático, intervino en

la stasis (guerra civil) entre demócratas y oligarcas de su

colonia de Epidamno y envióclerucos (colonos) y

una guarnición. Los oligarcas pidieron ayuda a Corcira, antigua

colonia de Corinto, y aquella asedió por mar a la ciudad de

Epidamno con 40 barcos y la cercaron por tierra los exiliados de

esta ciudad y sus aliados ilirios. Los corintios enviaron

una expedición formada por naves y contingentes peloponesios

y jonios aliados de algunos miembros de la Liga del

Peloponeso, como los tebanos. Los corcireos fueron a Corinto y

solicitaron el arbitraje de la Liga del Peloponeso y del oráculo

de Delfos. Como los corintios se opusieron, se entabló

una batalla naval frente alpromontorio de Leucimna, en Corcira,

en la que vencieron los corcireos, que expugnaron Epidamno,

la cual firmó la capitulación.15

Dos años después de su victoria naval, en 433 a. C., Corcira

solicitó su inclusión en la Confederación de Delos, puesto que

los corintios estaban preparando una gran flota para consumar

su venganza.16

Según Plutarco, los atenienses, a sugerencia de Pericles, les

enviaron una flota de diez trirremes, una

mínima escuadra disuasoria, bajo el mando de Lacedemonio

Page 12: Las

(hijo de Cimón de Atenas),17 y posteriormente otro contingente

de 20, con la orden expresa de no trabar combate con los

corintios si estos no atacaban a la ciudad de Corcira.

En la batalla de las islas Síbota,18 se enfrentaron las flotas

corcirea y corintia pero, antes de la inminente victoria de los

corintios, estos divisaron una escuadra de veinte naves

atenienses que se acercaban. Los corintios, que ignoraban cuál

era o podría ser la magnitud de la flota ateniense, se retiraron.

Corcira concluyó un epimachía (alianza defensiva) con Atenas

para no vulnerar las cláusulas de la Paz de los Treinta Años,

que conllevó la presencia ateniense en los puertos de Corcira,

impidiendo a Corinto frenar la expansión ateniense hacia

Occidente.19

Defección de Potidea[editar]

Artículo principal: Batalla de Potidea

Los intereses atenienses y corintios chocaron también en el

norte del mar Egeo. Potidea, ciudad de Calcídica, miembro de

la Confederación de Delos, mantenía relaciones con

su metrópoli, Corinto, que seguía enviando a los epidemiurgos.

Atenas ordenó a Potidea derribar la muralla del lado del mar,

que la separaba de la península de Palene, que entregasen

rehenes y que no aceptase la presencia de

los magistrados corintios.

Page 13: Las

Potidea contaba con el apoyo de Esparta y del rey

macedonio Pérdicas II, por lo que se negó. Los espartanos les

habían prometido invadir el Ática en el caso de que los

atenienses atacasen Potidea. Ésta anunció su retirada de la

alianza ateniense en el 432 a .C., y acogió dentro de sus

murallas a un cuerpo expedicionario de corintios y

peloponesios, comandados por Aristeo de Corinto, lo que casi

supuso la ruptura del pacto del 446 a .C. por parte de los

corintios, ya que la expedición estaba formada por voluntarios.

Atenas envió sus fuerzas a Tracia a principios del 432 a .C

contra Pérdicas al estallar la rebelión de Potidea. Según

algunos historiadores que se basan en las listas de tributos del

432 a .C, es posible que Atenas, con vistas a la guerra con este

rey, aumentara de 6 a 15 talentos el tributo (phoros) de Potidea.

La rebelión de Potidea había sorprendido al cuerpo

expedicionario ateniense de 30 trirremes enviado contra

Pérdicas y que resultaban insuficientes para asediar Potidea.

Por ello, primero se apoderó de Terma, después sitió Pidna y

obligó a los macedonios a firmar la paz con Atenas.

Poco después Atenas ordenó el ataque a Potidea y envió

nuevas tropas mandadas por Calias y por Formión. No envió

más contingentes en previsión de que Esparta cumpliera la

promesa hecha a Potidea de invadir el Ática.20

Page 14: Las

El Decreto de Megara[editar]

Artículo principal: Decreto de Megara

En 447 a. C., después de la derrota de los atenienses, batidos

por los beocios en Coronea, los megarenses se rebelaron. Con

la ayuda de los corintios, sicionios y epidaurios masacraron

la guarniciónateniense.21 Megara que se había unido a Atenas

al separarse de la Liga del Peloponeso, cambió su alianza. En

respuesta Atenas envió tropas para

reconquistar Pegas.22 La Ekklesía (Asamblea del pueblo

ateniense) promulgó un decreto que les excluía de todos

los puertos y fondeaderos del Imperio ateniense. Tales medidas

afectaron gravemente a la economía de Megara, que pidió a

Esparta y a la Liga del Peloponeso la guerra contra Atenas.

Esta fue una de las causas que precipitaron el inicio de la

guerra.23

La ruptura de la paz[editar]

En 440 a. C., la Paz de los Treinta Años fue puesta a prueba

cuando Samos, uno de los aliados más poderosos de Atenas,

se rebeló contra la alianza. Los rebeldes se aseguraron

rápidamente el apoyo de un sátrapa persa, y Atenas se

encontró ante la necesidad de encarar revueltas a lo largo de

su imperio. Los espartanos, cuya intervención hubiese

desatado una guerra para determinar el destino del imperio,

convocaron a sus aliados a un congreso para discutir la

Page 15: Las

posibilidad de entrar en guerra con Atenas. No obstante, la

decisión del congreso fue no intervenir; los atenienses

aplastaron la revuelta y la paz se mantuvo.24

La segunda prueba para la paz, y la causa inmediata de la

guerra, llegó en la forma de varias acciones atenienses

específicas que afectaron a los aliados de Esparta,

principalmente a Corinto. Atenas había sido convencida de

intervenir en una disputa entre Corinto y Corcira respecto de la

guerra civil en Epidamnos y, en la Batalla de Síbota, un

pequeño contingente de trirremes atenienses jugaron un papel

sumamente importante al evitar que la flota corintia capturase

Corcira. Sin embargo, cabe notar que los atenienses habían

recibido instrucciones indicándoles que no interviniesen en la

batalla. La presencia de navíos de guerra de Atenas

posicionados cerca del lugar donde tenía lugar la batalla fue

suficiente para disuadir a los corintios de aprovechar su victoria,

salvando así a la mayor parte de la derrotada flota corcirea.

Después de eso, Atenas sitió Potidea, un aliado tributario de los

atenienses y ex colonia de Corinto.

Véase también: Asedio en la Antigua Grecia

Page 16: Las

Polis griegas del Egeo septentrional en431 a. C.

Ultrajados, los corintios comenzaron a presionar a Esparta para

que tomara alguna medida en contra de Atenas. Mientras,

Corinto ayudaba de manera no oficial a Potidea infiltrando

grupos de soldados dentro de la ciudad sitiada para ayudar en

su defensa. Estos acontecimientos fueron una violación directa

al Tratado de los Treinta Años, que, entre otras cosas, había

estipulado que las Ligas de Delos y del Peloponeso respetarían

mutuamente sus autonomías y cuestiones internas.

Una nueva provocación surgió en la forma de un decreto

ateniense (establecido en 433/2 a. C.) que imponía estrictas

sanciones comerciales contra Megara (otra aliada de Esparta

tras la Primera Guerra del Peloponeso). Las sanciones,

conocidas en conjunto como el Decreto de Megara, fueron

ignoradas mayormente por Tucídides, pero los historiadores

económicos modernos han notado que prohibir a Megara

comerciar con el próspero Imperio ateniense habría sido

Page 17: Las

desastroso para Megara y, por lo tanto, consideran al decreto

como una causa más de la guerra.25

En medio de estos eventos, los espartanos llamaron a una

reunión de la Liga del Peloponeso en Esparta en el

año 432 a. C. Esta reunión recibió a representantes de Atenas

al igual que a aquellos provenientes de las ciudades miembros

de la Liga, y se convirtió en el escenario del debate entre

atenienses y corintios. Tucídides informó que, hasta ese

momento, los corintios habían condenado la inacción de los

espartanos, advirtiéndolos de que, si seguían pasivos, pronto

se hallarían rodeados de enemigos y sin ningún aliado.26 Como

respuesta, Atenas recordó a Esparta su historial de victorias

militares contra Persia y la previno de los peligros de

enfrentarse a un Estado tan poderoso.27 Imperturbable, la

mayoría de la asamblea espartana votó que los atenienses

habían roto la paz, declarando, en esencia, la guerra.28

El historiador Simon Hornblower afirma que de la narración de

Tucídides se desprende que la causa profunda de la guerra se

gestó durante la Pentecontecia, los 50 años que mediaron entre

el final de la Segunda Guerra Médica y el estallido de la Guerra

del Peloponeso. Dice también que el relato tucidídeo de los

acontecimientos de la década 445-435 a. C. «son tratados no

como parte de esos cincuenta años, a los que pertenecen

Page 18: Las

estrictamente hablando, sino como parte de la sucesión de

hechos que fueron la causa inmediata de la guerra».29 Añade

que Tucídides en el libro I.23.6, «desarrolla la primera teoría de

la causalidad histórica»,29 donde dice que:

La causa más verdadera, aunque la que menos se manifiesta en las

declaraciones, pienso que la constituye el hecho de que los atenienses, al

hacerse poderosos e inspirar miedo a los lacedemonios, los obligaron a

luchar. Pero las razones declaradas públicamente, por las cuales rompieron

el tratado de la Paz de los Treinta Años y entraron en guerra, fueron las

siguientes...

La guerra arquidámica[editar]

Los Muros Largos que rodeaban Atenas y la unían con El Pireo.

Artículo principal: Guerra arquidámica

Esparta y sus aliados, excepto Corinto, eran dominios con base

predominante en tierra, capaces de convocar a grandes

ejércitos terrestres que eran prácticamente invencibles (gracias

a las legendarias fuerzas espartanas). El Imperio ateniense,

Page 19: Las

pese a tener base en la península del Ática, se extendía entre

las islas del mar Egeo; los atenienses obtenían su riqueza del

tributo que pagaban esas mismas islas. Atenas mantenía su

imperio por medio de su poderío naval. Por este motivo ambos

estados eran relativamente incapaces de plantar una batalla

decisiva.

La estrategia espartana durante la primera guerra, a la que se

denomina guerra arquidámica, por el rey Arquídamo II de

Esparta, era invadir el territorio que rodeaba a Atenas. Pese a

que esta invasión privó a Atenas del producto de las tierras

circundantes, los atenienses conservaron su acceso al mar y no

sufrieron mucho el asedio. Muchos de los pobladores del Ática

abandonaron sus granjas y se trasladaron dentro de los Muros

Largos que conectaban Atenas con su puerto de El Pireo. Los

espartanos también ocuparon Ática durante períodos

intermitentes de tres semanas; siguiendo la tradición

del sistema hoplítico, los soldados esperaban regresar a sus

casas para participar en la cosecha. Además, era necesario

mantener el control sobre los esclavos espartanos, conocidos

como ilotas, quienes no podían quedar sin supervisión por

períodos prolongados. La invasión espartana más extensa,

en430 a. C., duró apenas cuarenta días.

Page 20: Las

Véase también: Invasiones espartanas del Ática durante la guerra

arquidámica

Inicialmente, la estrategia ateniense la fijaba el strategos, o

general, Pericles, quien aconsejaba a los atenienses evitar la

batalla en terreno abierto contra los numerosos y bien

entrenados hoplitas, y depender de su flota. La marina de

guerra ateniense, la de mayor predominio en toda Grecia,

asumió la ofensiva, consiguiendo una victoria en la batalla de

Naupacto. Sin embargo, en 430 a. C. unaplaga golpeó a

Atenas. La plaga arrasó la población de la ciudad y, a largo

plazo, fue una de las causas principales de su derrota final. La

plaga mató, antes de que se extinguiera en el año 427 a. C., a

más de 4000 hoplitas, 300 soldados de caballería y un número

indeterminado de ciudadanos de las clases bajas y de

marineros, quizás un tercio de la población de

Atenas,30 incluidos Pericles y sus hijos.31 En consecuencia, la

cantidad de soldados se vio reducida drásticamente, e incluso

los mercenarios extranjeros se negaban a ser contratados por

una ciudad asolada por la plaga. El temor era tal que la invasión

espartana a Ática fue abandonada, puesto que las tropas no

deseaban arriesgarse a contraer la enfermedad.

Tras la muerte de Pericles, los atenienses abandonaron en

cierto modo su estrategia conservadora y defensiva, adoptando

Page 21: Las

una más agresiva y llevando la guerra a Esparta y a sus

aliados. Cleón, líder de la facción más militarista dentro de

la democracia ateniense, adquiría cada vez mayor importancia.

Dirigidos militarmente por un astuto nuevo

general, Demóstenes (quien no debe ser confundido con

el orador ateniense), los soldados atenienses lograron algunos

triunfos mientras continuaban con sus ataques navales sobre

el Peloponeso. Atenas extendió su actividad militar

a Beocia y Etolia, y comenzó a fortificar sus bases militares

alrededor del Peloponeso. Una de ellas se encontraba cerca

de Pilos en una pequeña isla llamada Esfacteria, que en el

curso de la primera guerra se posicionó a favor de Atenas. La

base, establecida en las afueras de Pilos, golpeó a Esparta en

su punto más débil: su dependencia de los ilotas. Esparta era

dependiente de una clase de esclavos, conocidos como ilotas,

para que se encargaran de las plantaciones mientras los

ciudadanos se entrenaban para convertirse en soldados. Los

ilotas hacían posible el sistema espartano, pero ahora la base

ateniense en Esfacteria estaba atrayendo a los ilotas fugitivos.

Además, el temor de una revuelta general de ilotas acicateados

por la presencia ateniense hizo que los espartanos entraran en

acción. Demóstenes, sin embargo, realizó una contramaniobra

y atrapó a un grupo de soldados espartanos en Esfacteria,

esperando que se rindieran, pero semanas más tarde, aún era

Page 22: Las

incapaz de acabar con ellos. Después de jactarse de que él

podría poner fin a los asuntos en la Asamblea, el inexperto

Cleón logró una gran victoria en la batalla de Pilos y la

sucesiva batalla de Esfacteria en 425 a. C. Los atenienses

capturaron entre 300 y 400 hoplitas espartiatas; los prisioneros

fueron utilizados por Atenas como elementos de negociación.

Posteriormente a la batalla, Brásidas, uno de los generales

espartanos, reunió un ejército de aliados e ilotas y se dirigió

hacia una de las fuentes del poderío de Atenas:

la colonia de Anfípolis, que controlaba a un gran número

de minas de plata cercanas, que Atenas empleaba para

financiar la guerra. Cabe destacar que en esta época el

historiador Tucídides ostentaba el cargo de general ateniense y

que fue exiliado por su fracaso, al impedir que Brásidas

conquistase Anfípolis. Tucídides llegó demasiado tarde para

reforzar las tropas que defendían la ciudad, hecho que llevó a

que lo culparan de su caída. En batallas posteriores, tanto

Brásidas como Cleón fueron muertos (véase batalla de

Anfípolis). Esparta y Atenas acordaron cambiar a los

prisioneros por las ciudades capturadas por Brásidas, y

firmaron una tregua.

Paz de Nicias[editar]

Artículo principal: Paz de Nicias

Page 23: Las

Tras la muerte de Cleón y Brásidas, fervientes guerreros de

ambas naciones, la Paz de Nicias duró alrededor de seis años.

No obstante, esta fue una época de escaramuzas constantes

en el interior y en las inmediaciones del Peloponeso. Mientras

los espartanos se contuvieron de entrar en acción, algunos de

sus aliados comenzaron a hablar de revolución. Estas ideas

eran apoyadas por Argos, un poderoso Estado del Peloponeso

que había permanecido independiente de Lacedemonia. Con la

ayuda de los atenienses, los argivos tuvieron éxito forjando una

coalición de estados democráticos en el Peloponeso que incluía

a estados importantes como Mantinea y Elis. Los primeros

intentos de Esparta por quebrar la coalición fracasaron, y

comenzó a cuestionarse el liderazgo del rey de Esparta,Agis II.

Envalentonados, los argivos y sus aliados, con el apoyo de un

pequeño ejército ateniense al mando de Alcibíades, se pusieron

en marcha para tomar la ciudad de Tegea, cercana a Esparta.

La batalla de Mantinea (418 a. C.) fue la mayor batalla librada

dentro del territorio griego durante la guerra del Peloponeso.

Los lacedemonios, junto con sus vecinos tegeatas, se

enfrentaron al ejército combinado de Argos, Atenas, Mantinea

y Arcadia. En la batalla, la coalición aliada logró varias victorias

iniciales, pero fracasó en capitalizarlas; esto permitió que las

fuerzas de élite espartanas derrotaran a la coalición. El

resultado fue una victoria total para Esparta, que rescató a su

Page 24: Las

ciudad del borde de la derrota estratégica. La alianza

democrática se fracturó y muchos de sus miembros regresaron

a la Liga del Peloponeso. Mediante su victoria en Mantinea,

Esparta consiguió recuperarse de una mala situación y

restablecer su hegemonía a lo largo del Peloponeso.

La expedición a Sicilia[editar]

Artículo principal: Expedición a Sicilia

Itinerario de la flota ateniense a Sicilia.

En el decimoséptimo año de la guerra (415-414 a. C.), llegó la

noticia a Atenas de que uno de sus aliados más lejanos

en Sicilia, Segestahabía entrado en guerra con Selinunte, entre

otras cosas, por disputas fronterizas. Los selinuntios invocaron

la alianza común con Siracusa, ciudad que atacó a Segesta por

tierra y mar. Segesta, recordó a Atenas la alianza de esta última

con la ciudad de Leontino, existente desde la primera

Page 25: Las

expedición ateniense a Sicilia en 427 a. C., bajo el mando

del estratego ateniense Laques. El pueblo de Siracusa era

étnicamentedorio (al igual que los espartanos), mientras que los

atenienses y sus aliados en Sicilia eran jonios. Atenas sintió la

obligación de ayudar a sus aliados, sobre todo por el temor,

manifestado y no infundado, de los habitantes de Segesta, de

que Siracusa podría aniquilar a todos los aliados que aún les

quedaban a los atenienses y segestanos en tierras sicilianas, y

de que los siracusanios pudieran prestar ayuda militar a las

demás polis dorias de la isla y, por tanto, menoscabar el

poderío de Atenas. Segesta prometió sufragar los gastos que

ocasionaría la guerra.32 Como primera medida,

la asamblea ateniense decretó, tras oír a los embajadores de

Segesta, enviar una delegación a la ciudad aliada para

averiguar de cuánto dinero disponía en realidad, e informarse

de la situación de la guerra contra Selinunte.33

Los atenienses no actuaron únicamente desde una visión

altruista: respaldados por Alcibíades, el líder de la expedición,

soñaban con la conquista de toda Sicilia. Siracusa, la ciudad

principal de Sicilia, no era mucho más pequeña que Atenas, y

conquistar Sicilia habría llevado a Atenas una inmensa cantidad

de recursos. Durante los últimos estadios de las preparaciones,

personas desconocidas mutilaron las hermai(estatuas

religiosas) de Atenas, y Alcibíades fue acusado de crímenes

Page 26: Las

religiosos (Cf. Hermocópidas). Alcibíades exigió que lo

enjuiciaran de inmediato para poder defenderse antes de la

expedición. Los atenienses sin embargo le permitieron que

partiera en la expedición sin ser enjuiciado (muchos creyeron

que la razón fue prepararse mejor en su contra). Tras llegar a

Sicilia, Alcibíades fue llamado de regreso a Atenas para el

juicio. Temeroso de que lo condenaran injustamente, Alcibíades

se pasó al bando de Esparta y Nicias quedó al mando. Luego

de su traición, Alcibíades informó a los espartanos de que

Atenas planeaba utilizar Sicilia como trampolín para la

conquista de Italia, y emplear los recursos y soldados obtenidos

con esas nuevas futuras conquistas para dominar todo el

Peloponeso.

Las fuerzas atenienses consistían en más 100 trirremes y 5000

hombres entre infantería y tropas ligeras. La caballería se

limitaba a unos 30 caballos, lo cuales demostraron no estar a la

altura de la mayor y mejor entrenada caballería siracusana. Con

su llegada a Sicilia, varias ciudades se unieron en el acto a la

causa ateniense. Nicias pospuso el ataque en lugar de

efectuarlo de inmediato, y así la campaña terminó el año

415 a. C. con poco daño para Siracusa. El invierno se

aproximaba y los atenienses debieron retirarse a sus cuarteles,

pasando la dura estación reuniendo aliados y preparándose

para destruir Siracusa. El retraso permitió a los siracusanos

Page 27: Las

solicitar la ayuda de Esparta, quien envió al general Gilipo a

Sicilia con refuerzos. Una vez en Italia, Gilipo montó

un ejércitoformado por varias ciudades sicilianas y acudió al

rescate de Siracusa. Después de tomar el mando de las tropas

siracusanas, y tras una serie de batallas, el espartano derrotó a

las fuerzas atenienses, evitando que invadieran la ciudad.

Nicias solicitó a Atenas refuerzos, siendo enviado Demóstenes

con una nueva flota para unir sus fuerzas con las de Nicias. Se

sucedieron más batallas y los siracusanos y sus aliados

volvieron a derrotar a los atenienses. Demóstenes abogaba por

una retirada a Atenas, pero al pricipio Nicias se negó. Tras

nuevos reveses, Nicias estuvo de acuerdo en la retirada hasta

que ésta fue demorada por un mal augurio (un eclipse lunar). El

retraso forzó a los atenienses a una batalla en el puerto de

Siracusa. Los atenienses fueron completamente derrotados y

Nicias y Demóstenes condujeron al resto de sus fuerzas tierra

adentro en busca de aliados. La caballería siracusana los atacó

sin piedad, matando o esclavizando a quienes quedaban de la

poderosa flota ateniense.

La segunda guerra: Guerra de Decelia[editar]

Artículo principal: Guerra de Decelia

Los lacedemonios no se limitaron simplemente a enviar ayuda a

Sicilia; también resolvieron llevar la guerra a territorio ateniense.

Page 28: Las

Con el consejo de Alcibíades, fortificaron Decelia, cerca de

Atenas, y evitaron que los atenienses pudieran utilizar sus

tierras durante todo el año. La fortificación de Decelia impidió el

envío de suministros a Atenas por tierra, obligando a que fueran

transportados por mar con un coste mayor. Lo peor de todo

quizá fuera que el trabajo en las minas de plata cercanas fue

completamente interrumpido, ya que unos

20.000 esclavos atenienses fueron liberados por

loshoplitas espartanos en Decelia. Con los 1000 talentos del

tesoro y reservas de emergencia diluyéndose, los atenienses

tuvieron que demandar mayores tributos a sus aliados,

aumentando aún más la tensión y la amenaza de

otra rebelión dentro del Imperio.

Los corintios, los espartanos y otros miembros de la Liga del

Peloponeso enviaron más refuerzos a Siracusa, esperando

rechazar a los atenienses; pero en lugar de retirarse, estos

mandaron otras cien naves y 5000 hombres a Sicilia. Bajo las

órdenes de Gilipo, los siracusanos y sus aliados consiguieron

derrotar totalmente a los atenienses en tierra; además, Gilipo

alentó a los siracusanos a construir una armada, la cual logró

vencer a la flota ateniense cuando intentaban la retirada. El

ejército de Atenas, buscando escapar por tierra a otras

ciudades más amistosas de Sicilia, fue dividido y derrotado; los

Page 29: Las

soldados del ejército ateniense fueron vendidos como esclavos

y toda la flota fue destruida.

Tras la victoria sobre los atenienses en Sicilia, todos creían que

el fin de su Imperio estaba próximo. Su tesoro casi se había

agotado, sus astilleros estaban vacíos y sus jóvenes muertos o

prisioneros en territorio extranjero. Sin embargo, la fuerza del

Imperio ateniense fue subestimada, aunque ciertamente el

comienzo del fin estaba cerca.

Atenas se recupera[editar]

Después de que la fuerza expedicionaria ateniense fuera

destruida, Lacedemonia fomentó la revuelta por parte de los

aliados tributarios de Atenas, y gran parte de Jonia se levantó

contra los atenienses. Los siracusanos pusieron su flota a

disposición de los peloponesios, y los persas decidieron apoyar

a los espartanos mediante dinero y barcos. Las revueltas y las

diversas facciones amenazaban a la mismísima Atenas.

Los atenienses lograron sobrevivir por varias razones: Corinto y

Siracusa tardaron en trasladar sus flotas al Egeo, y los demás

aliados de Esparta también se retrasaron aprovisionando sus

tropas y barcos. Los estados jonios que se rebelaron esperaban

recibir protección, por lo que muchos regresaron al bando

ateniense. Incluso los persas se demoraron en proveer los

Page 30: Las

fondos y naves que habían prometido, frustrando los planes de

batalla.

En el momento en que comenzó la guerra, los atenienses

habían ahorrado un poco de dinero y tenían 100 navíos para

ser empleados como último recurso. Una vez que zarparon,

esas naves se convirtieron en el centro de la flota ateniense

durante el resto de la guerra. En Atenas tuvo lugar

una revolución oligárquica donde un grupo de 400 personas

tomaron el poder. La paz con Esparta habría sido posible, pero

la flota de Atenas, ahora con base en la isla de Samos, se negó

a aceptar los cambios políticos. En 411 a. C., esta misma flota

se enfrentó a los espartanos en la batalla de Sime. La flota

designó a Alcibíades como su líder y continuó la guerra en

nombre de Atenas. Su oposición llevó a que se restituyera el

gobierno democrático a los dos años.

Alcibíades, pese a ser repudiado por traidor, aún tenía peso

dentro de Atenas. Evitó que la flota ateniense atacase su

metrópoli, ayudando a restaurar la democracia por medios de

presión más sutiles. También convenció a la flota de Atenas de

atacar a los espartanos en la batalla de Cícico (410 a. C.).

Durante esta batalla, los atenienses aniquilaron a la flota

espartana y lograron restablecer la base financiera de su

Imperio.

Page 31: Las

Entre 410 y 406 a. C., Atenas obtuvo varias victorias continuas

y recuperó una buena parte de su Imperio. En gran parte, todo

esto se debió a Alcibíades.

El triunfo de Lisandro y la rendición de Atenas [editar]

Las acciones clave de cada fase.

A continuación de una victoria menor de Esparta por parte del

hábil general Lisandro en la batalla naval de Notio en 406 a. C.,

Alcibíades no fue reelegido general de los atenienses y se

autoimpuso el exilio de la ciudad. Atenas resultó victoriosa en

Page 32: Las

la batalla naval de Arginusas, donde la flota espartana

comandada por Calicrátidas perdió 70 navíos y 25 los

atenienses. Sin embargo, debido a las pésimas condiciones

climáticas, los atenienses no pudieron rescatar a las

tripulaciones varadas ni acabar con la flota espartana. Pese a la

victoria, estos fracasos fueron causa de indignación en Atenas

y desencadenaron un polémico juicio El proceso judicial acabó

con la ejecución de seis de los mejores comandantes navales

de Atenas. Ahora la supremacía marítima ateniense podía ser

desafiada debido a la pérdida de sus líderes más capaces y la

baja moral de los tripulantes.

A diferencia de algunos de sus predecesores, Lisandro, el

nuevo navarco (almirante) espartano, no era miembro de la

familia real de Esparta y era formidable en cuanto a estrategias

navales; era un hábil diplomático que incluso había cultivado

una buena relación personal con el príncipe persa Ciro el

Joven, hijo de Darío II. Aprovechando la oportunidad, la flota

espartana partió de inmediato hacia el Helesponto, la fuente de

suministro de cereales de Atenas. Bajo la amenaza de

la hambruna, la flota ateniense no tuvo otra opción que

enfrentarse a los espartanos. Por medio de una astuta

estrategia, Lisandro derrotó completamente a la flota ateniense

en 405 a. C., en la batalla de Egospótamos, destruyendo 168

navíos y capturando entre 300 y 400 marineros atenienses.

Page 33: Las

Sólo 12 barcos atenienses escaparon, y varios de estos

navegaron hacia Chipre, llevando al strategos Conón, quien

deseaba evitar el juicio de la Asamblea.

Debido al hambre y las enfermedades causadas por un asedio

prolongado, Atenas se rindió en 404 a. C. y sus aliados hicieron

lo mismo al poco tiempo. Los demócratas de Samos, leales

hasta el final, continuaron resistiendo y se les permitió huir para

salvar sus vidas. Las condiciones de la rendición privaron a

Atenas de sus muros, su flota y todas sus posesiones de

ultramar. Corinto y Tebas exigieron la destrucción de Atenas y

la esclavitud para todos sus ciudadanos. Sin embargo, los

espartanos anunciaron su rechazo a destruir una ciudad que

había prestado servicio a Grecia en tiempos de gran necesidad;

Esparta incorporó a Atenas a su propio sistema político; ahora

tendría «los mismos amigos y enemigos» que Esparta.

Los victoriosos espartanos fueron clementes con Atenas, pese

a la oposición de Corinto y Tebas.

Consecuencias

Durante un corto periodo, Atenas fue gobernada por los "Treinta

Tiranos", suspendiéndose el régimen democrático. Este nuevo

gobierno reaccionario fue establecido por Esparta.

En 403 a. C., Trasíbulo derribó a los oligarcas y restauró la

democracia.

Page 34: Las

Pese a que el poderío ateniense estaba fracturado, la guerra de

Corinto supuso una pequeña mejoría y Atenas siguió teniendo

un papel activo en la política griega. A su vez, Esparta fue

derrotada por Tebas en la batalla de Leuctra en 371 a. C., pero

la conquista de Grecia por parte de Filipo II de Macedonia puso

fin a todo unos años más tarde.

La guerra del Peloponeso continúa fascinando a las

generaciones posteriores debido al modo en que hundió al

mundo griego y porque la democracia ateniense cayó ante una

Esparta mucho más militarizada. Además, la visión que

da Tucídides sobre las motivaciones de los contendientes es

mucho más profunda con respecto a cualquier otra guerra de la

antigüedad.

Page 35: Las