las misiones pedagogicas en asturias · la constitución, rodaje de discos con canciones populares,...

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Los Cuadernos de Asturias LAS MISIONES PEDAGOGICAS EN ASTURIAS 50 Aniversario Leonardo Borque López A penas mes y medio después de la procla- mación de la República -el 30 de mayo de 1931- se publicaba el Decreto por el que se organizaban las Misiones Pe- dagógicas. Este nombre ya nos evoca el afán que animaba esta empresa; se trata de enviar «misio- neros» que, como aquellos otros de siglos pasados en América, emprendieran la tea de difundir la cultura por la atrasada España rural de los años treinta. Según el preámbulo de aquel Decreto se trataba de «llevar a las gentes, con preferencia a l que habitaban en localides rurales, el aliento de progreso y los medios de participar en él, en sus estímulos morales y en los ejemplos del avance universal, de modo que los pueblos todos de España, aún los apartados, participen en las ventajas y goces reservados hoy a los centros urbanos». El Decreto creaba las Misiones con un triple objetivo: dundir la cultura gener, la moderna orientación docente y la educación ciudana en pueblos y villas. El primer aspecto necesitaría de la utilización de ciertos medios (Bibliotecas, con- ferencias, cinematógrafo, gramónos, un museo ambulante... etc.). El segundo apartado suponía contribuir a una renovación pedagóca que podría ser a través de cursillos, conrencias a maestros, lecciones prácticas... etc.), y finalmente la «edu- cación ciudada» se intentaría por medio de «reuniones públicas donde se men los princi- pios democráticos que son los postulados de los pueblos modernos», «conrencias y lecturas donde se examinen las cuestiones pertinentes a la estructura del Estado y sus poderes, Administra- ción Pública y sus organismos, participación ciu- dadana en ella y en la activid política...». Esta «educación ciuda» es complementaria en la pctica con el reparto de ejemplares de la Consti- tución de la República. Para organizar esta enorme labor se creaba un Patronato del cual sería más tde nombrado pre- sidente Manuel Btolomé Cossío. Este nom- bramiento y el hecho de que se señala como sede del Patronato la del Museo Pedagógico Na- cion nos indica la vinculación de esta iniciativa ministerial con las ideas de los hombres de la Institución Libre de Enseñanza, verdadera «alma» de esta obra republicana que nos ocupa. La Secre- taría del Patronato la ejercería un asturiano ilus- tre: Luis Alvarez Santullano. 83 Alandro Casona. l. ORGANIZACION DE LA MISION La organización de una Misión la decidía el Patronato previa petición e inrme del Inspector, Maestro u otro organismo interesado por un pue- blo o zonas determinados. La Misión se proyectaba con un programa a desaollar mediante conferencias, lecturas dirigi- das, proyecciones, audiciones de discos... etc. Esto suponía la utilización de unos «Servicios»: Bibliotecas, Música, Cinematógro, Museo Am- bulante y Teatro y Coro de las Misiones. Los dos primeros solían qued organizados de rma permanente en el pueblo visitado. El cine, museo o teatro iban con la misión y también hacían visi- tas por separado.

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Los Cuadernos de Asturias

LAS MISIONES

PEDAGOGICAS EN

ASTURIAS

50 Aniversario

Leonardo Borque López

A penas mes y medio después de la procla­mación de la República -el 30 de mayo de 1931- se publicaba el Decreto por el que se organizaban las Misiones Pe­

dagógicas. Este nombre ya nos evoca el afán que animaba esta empresa; se trata de enviar «misio­neros» que, como aquellos otros de siglos pasados en América, emprendieran la tarea de difundir la cultura por la atrasada España rural de los años treinta. Según el preámbulo de aquel Decreto se trataba de «llevar a las gentes, con preferencia a las que habitaban en localidades rurales, el aliento de progreso y los medios de participar en él, en sus estímulos morales y en los ejemplos del avance universal, de modo que los pueblos todos de España, aún los apartados, participen en las ventajas y goces reservados hoy a los centros urbanos».

El Decreto creaba las Misiones con un triple objetivo: difundir la cultura general, la moderna orientación docente y la educación ciudadana en pueblos y villas. El primer aspecto necesitaría de la utilización de ciertos medios (Bibliotecas, con­ferencias, cinematógrafo, gramófonos, un museo ambulante ... etc.). El segundo apartado suponía contribuir a una renovación pedagógica que podría ser a través de cursillos, conferencias a maestros, lecciones prácticas ... etc.), y finalmente la «edu­cación ciudadana» se intentaría por medio de «reuniones públicas donde se afirmen los princi­pios democráticos que son los postulados de los pueblos modernos», «conferencias y lecturas donde se examinen las cuestiones pertinentes a la estructura del Estado y sus poderes, Administra­ción Pública y sus organismos, participación ciu­dadana en ella y en la actividad política ... ». Esta «educación ciudadana» es complementaria en la práctica con el reparto de ejemplares de la Consti­tución de la República.

Para organizar esta enorme labor se creaba un Patronato del cual sería más tarde nombrado pre­sidente Manuel Bartolomé Cossío. Este nom­bramiento y el hecho de que se señalara como sede del Patronato la del Museo Pedagógico Na­cional nos indica la vinculación de esta iniciativa ministerial con las ideas de los hombres de la Institución Libre de Enseñanza, verdadera «alma» de esta obra republicana que nos ocupa. La Secre­taría del Patronato la ejercería un asturiano ilus­tre: Luis Alvarez Santullano.

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Alejandro Casona.

l. ORGANIZACION DE LA MISION

La organización de una Misión la decidía elPatronato previa petición e informe del Inspector, Maestro u otro organismo interesado por un pue­blo o zonas determinados.

La Misión se proyectaba con un programa a desarrollar mediante conferencias, lecturas dirigi­das, proyecciones, audiciones de discos ... etc. Esto suponía la utilización de unos «Servicios»: Bibliotecas, Música, Cinematógrafo, Museo Am­bulante y Teatro y Coro de las Misiones. Los dos primeros solían quedar organizados de forma permanente en el pueblo visitado. El cine, museo o teatro iban con la misión y también hacían visi­tas por separado.

Los Cuadernos de Asturias

11. MISIONES REALIZADAS EN ASTURIAS

La región asturiana tenía amplios precedentes de afanes de difusión cultural extraescolar como el que suponía las Misiones. Ahí estaban los esfuer­zos de la Extensión Universitaria y las actividades de los numerosos Ateneos existentes en la región. Pero entre estas experiencias y la que nos ocupa hay una diferencia importante; las primeras habían ido dirigidas fundamentalmente a la Asturias cen­tral y proletaria mientras que la actividad de las Misiones van a ir más hacia la Asturias rural y periférica.

La primera que reseña la «Memoria tuvo lugar en Degaña del 18 al 23 de mayo de 1932. El equipo de misioneros estaba formado por don Ale­jandro Rodríguez («Casona»), Inspector de Pri­mera Enseñanza en Madrid y hombre vinculado a la Institución, el Inspector-Jefe de Oviedo (Anto­nio J. Onieva), una doctora en medicina especia­lista en niños y un maestro. Recorrió la Misión los pueblos de Carredo y Degaña. «Con motivo de esta visita se incoan dos expedientes de creacio­nes escolares resueltos favorablemente» (1). La presencia de la doctora en este equipo como en otros, supone que las misiones no sólo tenían un afán de difusión cultural sino también asistencial. Veamos los recuerdos sobre aquella visita.

« ... se les habla con palabra cordial y sencilla de cosas que les interesan: Formación de Cooperati­vas de labradores, comentarios a la Constitución, enfermedades contagiosas más comunes y manera de evitar el contagio, higiene, vida de mujeres ilustres, la superstición (todavía muy arraigada en estos pueblos escondidos y pobres), etc.

Terminada la sesión que suele durar de dos a tres horas, el pueblo perdida ya su desconfianza, animado y deseoso de preguntar sobre infinidad de cosas nos rodea. Este es el momento de más rendimiento de la Misión si se aprovecha bien, pues no existe otro medio que supere a éste de la convivencia y aproximación por medio de la pala­bra y el diálogo. ¿Cómo hacer para producir luz eléctrica? La gran sorpresa de esta gente es ver la plaza del pueblo iluminada por un potente foco eléctrico, esta plaza que jamás vio más luz que la de los primitivos candiles y gavitas.

¿Cómo pueden moverse las figuras del cine si son pintadas? ¿Cómo pudieron retratar esos ani­males feroces? ¿ Cuándo vuelven por aquí otra vez? ¿Dónde van mañana? ... Algo lejos está, pero iremos.

Sus preguntas no se agotan hasta que la hora avanzada de la noche nos hace pensar en que hay que recogerse.

La multitud se desparrama en todas direcciones por los innumerables senderos que se ciñen a la montaña, que se deslizan por barrancos y al borde de despeñaderos, que para nosotros son difíciles a plena luz del día; pero que ellos conocen palmo a palmo y recorren con seguridad a la mortecina luz del farol.

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Risas, gritos, alegría ruidosa y espontánea de aldeanos que siguen su ruta cantando y corriendo con elásticos brincos.

Paulatinamente los puntitos amarillos de los fa­roles y las asturianadas que entonan van debili­tándose en la noche ... » (2).

La siguiente misión asturiana tuvo lugar en Be­sullo, del 13 al 21 de agosto de 1932. A su frente también figuraba «Casona». Visitaron además otros pueblos cercanos (Posada, Trones, Noceda, Otriello, Irrondo, Iboyo, El Pomar y Las Monta­ñas). He aquí el contenido de una sesión nocturna en la plaza pública:

l.º Pueblos cazadores, pastores y agricultores.Industrialización moderna de estas actividades. Proyección de la película «Ganado lanar».

2.0 El Cid en la Historia y en la Poesía. El Poema del Mío Cid. Lecturas: La Jura de Santa Gadea (romance) y «Castilla» (A. Machado).

3.0 Los volcanes. Proyección: «Islas Hawai». 4. 0 La poesía en la Escuela. Tagore. Lecturas:

«Poemas de la Luna Nueva». 5.0 El Renacimiento. Proyección: «Tesoros

artísticos del Vaticano» ( durante la proyección, audición de cantos gregorianos: coros de la abadía de Solesmes).

6.0 Música Descriptiva. Audición comentada: «En las estepas de Asia Central» (Borodine), «La Mañana» (Grieg).

7.º Poesía Moderna. «Los motivos del lobo»(Rubén Darío).

8.° Cine cómico: «Caricatos» (3).

Al verano siguiente ( 1933) volvió nuevamente Casona con otro equipo misionero. Sus experien­cias reflejadas en la memoria del Patronato fueron muy positivas: «Dejó la Misión un gramófono y discos, una biblioteca grande y seis escolares en los pueblos de alrededor y se repartieron trescien­tos ejemplares de la Constitución» ( 4). Los besu­llenses recuerdan muy gratamente aquellas visitas culturales impulsadas por su paisano a juzgar por este testimonio: «Lo que sí constituyó un espectá­culo grandioso fue el cine mudo de las Misiones Pedagógicas a cargo de Casona, que se proyectaba a base de pilas en la plaza frente a la panera de Cachoupo. La falta de luz eléctrica no impedía que el lugar se abarrotara con el público del pue­blo y de innumerables aldeas, que bajaban de no­che a la luz de un farol de aceite. La gente se reía hasta reventar con las escenas de Chaplin, de Keaton y de Hnos. Marx, haciendo que viejos y jóvenes lloraran de alegría. Se sentían trasladados a un mundo de ensueño» (5). Tenemos además estas evocadoras impresiones escritas por los mi­sioneros referidas a las visitas de 1932 y 1933 en la comarca de Cangas del N arcea.

« .. .la llegada de los misioneros con todo el apa­rato de cine, gramófono, cámara fotográfica, bi­blioteca, etc., sobrecogió momentáneamente a los vecinos. Pero convencidos de que nuestro afán era desinteresado y de que íbamos a convivir con

Los Cuadernos de Asturias

Aquí escribía Casona en su casa de Besullo.

ellos unos días, pronto fueron nuestros mejores amigos y aliados.

Con los niños celebramos sesión por la mañana y con los vecinos por las noches. Las sesiones matinales se reducían a reunir a los niños en la plaza pública y a contarles cuentos, interpretarles estampas y grabados, celebrar clases de conversa­ción y practicar ejercicios de gimnasia rítmica y respiratoria. A partir del primer día, venían los niños a buscarnos a nuestro alojamiento y ya no nos dejaban en paz durante unas horas.

Para las sesiones de la noche hacíamos previa­mente un programa en el que alternaban la pro­yección de películas con lecturas comentadas de la Constitución, rodaje de discos con canciones populares, consejos elementales de higiene dedi­cados por lo común a las madres, lecturas de poesías y narraciones amenas e instructivas.

Las sesiones duraban dos horas pero a petición de los circunstantes que eran todo el pueblo con más los circunvecinos, solían prolongarse media hora más.

Hiciéronse Misiones en Degaña y Cerredo, pueblos de osos, muchos de cuyos habitantes no habían visto jamás el cinematógrafo ni oído el gramófono ... » (6).

En el verano de 1934 volvió por tercera vez Casona a Besullo en misión de una semana de duración. Le acompañaba en esta ocasión Ale­jandro Rodríguez, Director de la Escuela Gra­duada del Fontán (Oviedo) y actuaron por tercera vez en los pueblos de Irrondo y Besullo (7).

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111. EL SERVICIO DE BIBLIOTECAS

EN ASTURIAS

Al Patronato de las Misiones se le confió tam­bién, por Decreto de 7 de agosto de 1931, la coor­dinación de las Bibliotecas Escolares que se crea­ban en aquella misma norma. Para esta labor se le asignó un presupuesto de cien mil pesetas.

Según el propio Patronato el fondo de las Bi­bliotecas se hallaba integrado por «obras de la Literatura Universal y Española, clásica y mo­derna, arte, ciencias aplicadas, Historia, Geogra­fía, técnica agrícola e industrial, viajes, biografías, diccionarios ... ». Cada biblioteca escolar com­prendía cien volúmenes y en las concesiones que de ellas hacía el Patronato tenían preferencia las localidades rurales. Había además otras bibliote­cas más cuantiosas para casos especiales. La dis­persión de la población asturiana y el entusiasmo en las peticiones parece que fueron las causas de que Oviedo fuese una de las provincias más favo­recidas en el reparto de bibliotecas; un total de 159 entre 1932 y 1934 (8). La llegada de los lotes de libros era motivo de pequeñas fiestas escolares o actos culturales que se reflejaban en la prensa.

Los informes sobre el funcionamiento de estasbibliotecas son enormemente positivos. Por ejem­plo la de Tineo, para la que se pide que sea reno­vada y ampliada. Hay que destacar una particula­ridad reseñada; estaba organizada por los mismos niños (9).

Los Cuadernos de Asturias

IV. SERVICIO DE MUSICA

Como se ha dicho anteriormente este serv1c10 disponía de gramófonos y colecciones de discos que acompañaban a la misión y servían para ame­nizar las proyecciones o charlas y conocer la mú­sica misma. En algunos casos estos equipos que­daban en la escuela local. Las disponibilidades del Patronato en este capítulo eran muy escasas y así este servicio sólo se estableció en Oviedo, Alevia (Panes), Besullo, Castropol, La Moñeca (Siero) y Puentecastro (Tineo).

El repertorio abarcaba obras clásicas y de fol­klore español en general. Se aspiraba a suscitar el buen gusto musical según queda manifiesto en es­tas palabras de los misioneros que realizaron las audiciones en Castropol en 1933, en el local de la Biblioteca Popular:

«Así, en toda selección de discos enviados con los gramófonos van algunos de los más asequibles de la música de arte de tipo folklórico o muy melódica, verbigracia, la jota de «La Dolores», las «Canciones» de Falla; la «Rapsodia húngara» de Liszt; el «Capricho español», de Rimsky, entre los primeros, y la «Marcha turca», «El barbero de Sevilla» o «Danza de Anitra», entre los segundos. De todo ello lo que más gusta es la jota de Bretón o la de las «Canciones» de Falla; la «Marchaturca» algunos la encuentran alegre y piden que serepita; en algún lugar (San Juan) se recibió exce­lentemente la Rapsodia de Liszt, que en otrossitios no gustó. Pero, en general, en cuanto óyenmúsica de orquesta el conjunto los desconcierta yse les va la atención a otra parte.

Los discos de música popular tienen, en cam­bio, una acogida siempre entusiasta. Y es que para derrotar al mal gusto propagado por los fonógrafos de los «americanos» hay un arma excelente: el gusto por la música popular, que está latente, como dormido, y a la más leve incitación se con­sigue reavivarlo. Así, hoy no se escucha en las aldeas, tan frecuentemente como en otro tiempo, canciones tradicionales y los bailes de la tierra han caído en completo olvido. Pero no bien se los recuerda con cierta insistencia parecen surgir de todas partes y vuelven a popularizarse.

Hemos podido comprobarlo con las canciones asturianas y gallegas que hacen oír los gramófonos de Misiones ... » (10).

V. SERVICIO DE PROYECCIONES.

CINEMATOGRAFIA

El Servicio de Cine era considerado como un elemento muy importante para la misión por la expectación que suscitaba. El Patronato llegó a disponer de 36 proyectores y 174 películas. En los pueblos donde faltaba la electricidad se proyec­taba a base de acumuladores. Además de estos problemas técnicos había otros: «El problema se planteaba por la escasez de buenas películas ... », «sobre todo temas para que los españoles conoz­can España ... », «el Servicio procura revisar las

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Eduardo Martínez Torner.

películas y ajustar sus montajes y letras a la sensi­bilidad campesina ... , pero no está satisfecho de su resultado por el motivo indicado» (11).

En Asturias el Servicio de Cine visitó Besullo, Castropol, Cerecedo, Cerredo y Degaña durante 1932. En Besullo se registró un número de pro­yecciones muy superior al del resto de las locali­dades. En 1933 visitó Las Montañas, El Pomar, y Lorante y al año siguiente Besullo y Castropol. Desde ésta última el Servicio salía a los pueblos circundantes: Barres, Figueras, Moldes, Viladeve­lle, Seares, San Juan, Tol, Puerto de Vega, Obanza, Piñeira y Paleiras (12).

VI. MUSEO CIRCULANTE

Estaba constituido por dos colecciones de co­pias de obras de Berruguete, Sánchez Coello, El Greco, Ribera, Velázquez, Zurbarán, Murillo y Goya. Además, al finalizar las visitas se repartían copias de tamaño reducido. La Secretaría del Pa­tronato confeccionaba los itinerarios del Museo. Previamente se contactaba con alcaldes y maes­tros para anunciar la llegada y facilitar la instala­ción. Las copias eran transportadas en camionetas de alquiler lo que impedía el acceso de este Servi­cio a los pueblos mal comunicados. Se llevaban también otros accesorios: «gramófono, colección de discos, aparato de proyecciones ... para hacer más agradables las exposiciones» (13). El único pueblo visitado en Asturias por el Museo Ambu­lante fue Castropol, en 1933, sirviéndose de la organización de la Biblioteca Popular de Castro-

Los Cuadernos de Asturias

pol. Estos son los recuerdos e impresiones de aquella visita: «A las siete y media se verificó la inauguración para el público en general. Después de unos párrafos sobre el significado de las Misio­nes Pedagógicas, sus métodos y sus fines, Sán­chez Barbudo dio una charla sobre el panorama espiritual e histórico de la Edad Media y a conti­nuación habló Gaya sobre las obras expuestas de Berruguete y Sánchez Coello. En días sucesivos continuaron estas charlas, que dieron al público un panorama excelente de la evolución de nuestra pintura y del ambiente en que se produjo. El jue­ves 30 se habló del Renacimiento y de El Greco, Ribera y Zurbarán; el l.º de diciembre, de la época de Felipe IV y de Velázquez y de Murillo, y el último día, lunes 4, del romanticismo y Goya. La parte histórica, a cargo de Sánchez Barbudo, y de Gaya la pictórica, quienes lograron interesar al público en tal forma que de día en día crecían el auditorio y el entusiasmo con que aplaudían hasta rayar en la apoteosis el último» (14). Acudieron también a visitarlo los niños de otros pueblos del concejo, se proyectaron películas de carácter ar­tístico y monumental y finalmente se repartieron las reproducciones de diversas obras.

VII. CORO Y TEATRO DEL PUEBLO. GUI­

ÑOL

Estos servicios dirigidos respectivamente por dos conocidos personajes asturianos: Eduardo M. Torner y Alejandro R. (Casona) no llegaron a visi­tar Asturias. Por diversas razones parece que sus salidas se limitaron a pueblos de la provincia de Madrid y limítrofes. En su repertorio de represen­taciones figuraban obras del teatro español clásico y moderno.

Sin embargo la prensa asturiana de estos años hace referencia a la actuación en Asturias del grupo «La Barraca», bajo la dirección de F. Gar­cía Lorca y Eduardo Ugarte y también vinculado a las Misiones. Visitó diversos pueblos asturianos: el 1 de septiembre de 1932 actuó en Grado (al aire libre) representando «La cueva de Salamanca», «El pícaro hablador» y «La guarda piadosa» ( 15). Al día siguiente pasó a Avilés y finalmente lo hizo en Oviedo, en la plaza de El Fontán donde la F.U.E. tributó un homenaje al grupo (16).

No llegaron a celebrarse en Asturias cursos para maestros a cargo de las Misiones Peda­gógicas. La renovación pedagógica era, como se recordará, otro de los objetivos asignados al Patronato. Pero solamente se llegaron a celebrar diez de estos cursos en toda España, parece que por dificultades presupuestarias. Esto no quiere decir que no existiera un movimiento de renova­ción pedagógica e interés por estas cuestiones pues sabemos que sí lo hubo y concretamente en Asturias tuvo mucha importancia en estos años de la II República.

Esta es. en resumen, la actividad que desarro­llaron las Misiones Pedagógicas en Asturias du­rante los tres años que tuvo de vida el Patronato,

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pues la llegada al poder de la derecha supuso elfinal de los créditos para 1935 (17). Con ello se .dejaba morir una experiencia, que aún econ sus limitaciones, mereció elogios enel extranjero y todavía hoy suscita simpa-tías ( 18).

NOTAS

(1) Patronato de las Misiones Pedagógicas. «Septiembre de 1931. Diciembre de 1933» (Memoria). (En adelante «Memoria de 1931-33»), p. IX.

(2) Boletín de Educación de Oviedo. Núms. 1 y 2, enero-febrero de 1934, p. 55.

(3) Patronato de ... «Memoria de 1931-33», pp. 11 y 12.( 4) Ibídem., pp. 43 y 44.(5) Teodoro Rodríguez, «Besullo en la mente de Nardín».

Murcia, 1981, p. 37. (6) Boletín de Educación de Oviedo, núms. 1 y 2, enero-fe­

brero de 1934. (7) Patronato de las Misiones Pedagógicas, «Memoria de la

misión pedagógico-social en Sanabria (Zamora). Resumen de los trabajos realizados en 1934». Madrid, 1935. (En adelante «Memoria de 1934»), pp. 63 y 64.

(8) Véase Patronato ... «Memoria de 1931-33», pp. 64, 65 yPatronato ... «Memoria de 1934», p. 76.

He aquí la relación de pueblos a los que se distribuyeron biblioteca� en los años 1932 y 1933: Abrandames, Agones, Alea, Arenas de Cabrales, Arriondas, Avilés, Bárcena del Mo­nasterio, Barcia, Barres, Beleño, Belarda, Caso, Belmonte, Beloncia, Bendón-Allande, Berbes, Besullo, Bonielles, La Borbolla, Boves, Camuño, Cangas del Narcea, Cangas de Onís, Carballedo, Casares, Castropol (Biblioteca Popular Cir­culante), Cayés, Ceceda, Cecos, Celorio, Ciaño (2 bibliotecas), Colunga, Comba, Cornellana (Centro Instructivo Mercantil), Curiego, Las Defradas, Engertal, La Espina (1 biblioteca a escuela y l a la Agrupación Cultural), Faedo, La Felguera, Figaredo, Figueras, Fresno, Gijón (4 bibliotecas), Godina, Hontoria, La Hueria (Centro de Colaboración Pedagógica), !bias, Inclán, Irrondo, Lada, Lastres, Latores, Lavio, Lorio,El Monte, Luarca (Biblioteca Popular Circulante), Lué, Lla­nes, Llanos de Somerón, Margolles, Malleza, La Moñeca, LasMontañas, Moreda-Aller, Muñas, Muros de Nalón, Naraval,Navia, Ortiguera, Oviedo (5 bibliotecas), Pampiedara, Parres,Peón, Peral, Piloñeta, Pirniango (2 bibliotecas), Piñera (Biblio­teca Popular Circulante), El Pito (Escuelas Selgas), Pola deSomiedo, Pota de Lena, Porrúa, Posada de Besullo, Pravia,Presno (Sindicato Agrícola), Puentecastro, Puerto de Leitarie­gos, Quintes, Rales, Riberas de Pravia, La Regla de Perando­nes, El Remedio, Ruenes, Sama de Langreo, San Esteban dePravia, San Facundo, San Juan de Moldes (Biblioteca PopularCirculante), San Julián de Martiporra, San Pedro de Arbás,San Román de Candamo, Santianes, Santullano de las Regue­ras, Selce-Formiellas, Serantes de Abajo, Sornado, Soto delBarco ( l biblioteca a escuela y l a la Biblioteca Pública),Tarallé, Taramundi, Tene, Tineo, Tresali, Trones, Valdecuna(Juventud Socialista), Vega de los Molinos (Alianza Agrope­cuaria), Vegadeo, Viabaño, Villamar de Salas, Villavaler dePravia, Villayón (Memoria de 1931-33, pp. 176 y 177).

(9) Patronato ... «Memoria de 1934», pp. 81 y 82. (10) Patronato ... «Memoria de 1931-33», pp. 189 y 190.(11) Patronato ... «Memoria de 1934», p. 95.(12) Ibídem, pp. 69 y 70. (13) Patronato ... «Memoria de 1931-33», pp. 106 y 107.(14) Ibídem, pp. 186 y 187. (15) Diario «La Voz de Asturias». Oviedo, 2 de septiembre

de 1932. (16) Ibídem, 6 de septiembre de 1932.(17) Véase Mariano Pérez Galán: «La Enseñanza en la II

República». Madrid, 1975, pp. 364, 365 y 366. (18) Después de redactado este original ha aparecido en el

extraordinario I (núms. 7 y 8) de la Revista de Occidente, correspondiente a noviembre de 1981, un excelente artículo de Eleanor Krane Paucker dedicado al tema de las Misiones Pe­dagógicas durante la II República.