las meninas y el panóptico

Upload: liovegan

Post on 09-Apr-2018

220 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/8/2019 Las Meninas y el Panptico

    1/14

    Las Meninas y elPanptico: Una

    conexin visual

    El siguiente trabajo intenta demostrar la posibilidadde una lectura comn en ambos trabajos deFoucault, atendiendo a elementos estructurales deambos estudios e intentando encontrar conexionesposibles.

    DELGADO ONTIVERO, Lionel Sebastin

    Trabajo mongrfico. Filosofa de la imagen.Septiembre 2010

  • 8/8/2019 Las Meninas y el Panptico

    2/14

    El siguiente trabajo intentar desgranar dos de los estudios ms famosos de

    Foucault: el que realiza sobre la clebre obra de Velzquez Las Meninas, y el que

    desarrolla en Surveiller et punirrespecto al modelo Panptico expuesto por el filsofo

    utilitarista Jeremy Bentham.

    Despus de un breve anlisis de ambos estudios, los cuales intentarn tocar los

    puntos ms problemticos e interesantes de ellos, se pasar al intento de vincularambos estudios, encontrando puntos de unin posibles, conscientes de las limitaciones

    que hay en dicha tarea al tratarse de dos obras muy distintas, muy distanciadas en el

    tiempo, y en la vida del autor perteneciendo cada una de ellas a distintas etapas de su

    estudio: la primera de las obras, Les mots et les choses, forma parte de lo que Miguel

    Morey1 ha considerado como la primera de las preguntas (parodiando las preguntas

    kantianas) en las que se estructura la obra filosfica de Foucault, es decir, la pregunta

    de Qu s?, es decir, qu es el saber? Etapa en la cual su principal preocupacin es

    el saber en sus formaciones histricas, campos de enunciacin y formas cartogrficas

    de visibilidad. No obstante, Surveiller et punirpertenece a la segunda etapa (etapas no

    tan claras, rgidas ni impermeables entre s), caracterizada, segn Morey por la

    pregunta Qu puedo?, es decir, Qu es el poder? Dedicada a analizar el poder como

    fenmenos expresado a travs de estrategias, fuerzas y distintas tecnologas y

    mecanismos de accin, constriendo a la vez que construyendo un tipo de subjetividad

    concreta. Sin embargo, aun a sabiendas de lo arriesgado de la labor, este trabajo

    intentar luchar contra corriente y conseguir demostrar que existe una posibilidad de

    vincular ambas obras atendiendo a elementos explcitos o subyacentes que puedan

    encontrarse.

    1 MOREY, M. Prlogo a la edicin espaola en DELEUZE, G. Foucault, Paids, Barcelona, 1987.

  • 8/8/2019 Las Meninas y el Panptico

    3/14

    Las Meninas

    Breve pero realmente rico y famoso, el primer captulo de Les mots et les choses

    (1966), titulado Las Meninas abrir todo un nuevo campo de interpretacin de la obra

    de Velzquez con el mismo nombre, pintada en la dcada de los cincuenta del siglo

    XVII (en 1656 segn Antonio Palomino) para el monarca Felipe IV.

    Este primer captulo lo aade Foucault en el momento antes de la edicin

    definitiva del libro; dudaba hasta ese momento el hacerlo por resultar, quizs,

    demasiado literario, aunque resulte con los aos uno de sus escritos ms interesantes

    y trascendentes en el mbito histrico-artstico. El hecho de haber sido aadido en el

    ltimo momento hace que presente una cierta independencia (ntese el

    entrecomillado) respecto al resto de la obra y, por lo tanto, puede analizarse sin

    necesidad de referirse a los dems captulos.

    El texto est partido en dos partes. La primera, adems de describir la situacin

    representada, presentar en un primer golpe los problemas que el cuadro presenta, a

    saber, el enigmtico y paradjico lugar del espectador, el misterio del lienzo

    representado y el espejo que ensea sin ser visto. La segunda parte pondr nombre y

    apellidos a cada personaje, adems de desgranar un poco ms cada punto de inters

    del cuadro.

    Superficialmente, el cuadro de Velzquez expone lo que es la vida en la Corte. El

    aparente centro del cuadro, la nia que se identifica con la Infanta Margarita, futura

    emperatriz de Austria, se halla escoltada por todo una banda, en la que se encuentran

    dos meninas pertenecientes a la nobleza (Doa Isabel de Velasco y Doa Mara

    Agustina Sarmiento de Sotomayor) y junto a estas, Mari Brbola y Nicolasito Pertusato(ste ltimo jugando con un mastn espaol que dormita en la escena), adems de

  • 8/8/2019 Las Meninas y el Panptico

    4/14

    Doa Marcela de Ulloa (la Camarera Mayor de la Infanta) y el guardadamas Diego Ruiz

    Azcona. Al final de la estancia, en el foco de luz posterior vemos a Don Jos Nieto

    Velzquez, jefe de la Tapicera y Aposentador de la reina. A la izquierda del cuadro

    vemos cmo el propio Velzquez se encuentra en plena labor de pintar lo que se nos

    esconde al encontrarse su lienzo al revs. Adems de todo esto, vemos cmo nuestra

    vista se va hacia lo que sera el final de saln, hacia ese espejo reluciente que nos

    devuelve la imagen fantasmal de los reyes, Felipe IV y su esposa Mariana de Austria.

    As se nos presenta en un primer encuentro la obra del pintor sevillano. Sin embargo el

    inters por el cuadro no hace ms que empezar.

    El primer enigma que se nos plantea es el del espectador. Velzquez incorpora un

    nuevo elemento a su obra: aparece el espectador. Mas esta presencia se da en tanto

    que nos encontramos en el lugar del objeto de atencin, en el lugar donde deberan

    encontrarse, supuestamente, los reyes. Nos encontramos, pues, con una nueva

    disposicin del cuadro; ste deja de estar completamente cerrado en el lienzo y se abre

    hasta introducir el espectador como nueva variable. Nos encontramos ligados a la

    representacin. Como anota John Searle, el problema con Las Meninas es que tiene

    todas las apariencias de esa pintura [la pintura figurativa ilusionista clsica que sigue la

    ortodoxia de la representacin por la que el espectador ve la obra como vea, o

    imaginaba ver, el artista la escena original], pero no guarda coherencia con esos

    axiomas2

    . En efecto, el cuadro no se nos presenta como tradicionalmente lo haca,como una visin que el artista nos intenta transmitir desde su punto de vista; Las

    Meninas nos presenta al propio artista como parte de la representacin,

    representacin que se dispara desde el punto de vista de un ausente (que se sospecha

    son los reyes) fuera del propio cuadro. As, segn Foucault, este punto central pero

    ausente cumple una triple funcin, En l vienen a superponerse con toda exactitud la

    mirada del modelo en el momento en que se la pinta, la del espectador que contempla

    la escena y la del pintor en el momento en que compone su cuadro (el cuadro material

    que miramos). Estas tres funciones de vista se confunden en un punto exterior del

    cuadro3.

    El otro elemento que desata el problema en esta representacin es el espejo,

    superficie bruida y brillante en la pared del fondo que resalta las dos siluetas que

    resuelven y problematizan el enigma del cuadro. Estas dos siluetas se corresponden a

    las de los dos monarcas. Ambos monarcas se encuentran en el lugar del espectador

    siendo los modelos que tanto el pintor como el resto de los personajes miran con

    2 SEARLE, J.R. Las Meninas y las paradojas de la representacin pictrica en Otras Meninas,Edic. Siruela, Madrid, 2007, Pg. 107.3FOUCAULT, M.Les mots et les choses, Siglo XXI Editores, Argentina, 1968, Pg. 23

  • 8/8/2019 Las Meninas y el Panptico

    5/14

    respeto. El problema comienza con el hecho de que el espejo, en el reflejo que nos

    devuelve, no muestra nada que se encuentre en su campo, salvo las figuras de los

    reyes. Tradicionalmente, como apunta Foucault, los espejos representaban un papel

    de reduplicacin: repetan lo que se daba una primera vez en el cuadro, pero en el

    interior de un espacio irreal, modificado, encogido, curvado4 (vemos, por ejemplo, el

    caso del cuadro flamenco del Matrimonio Arnolfini, deJan van Eyck); sin embargo, en

    Las Meninas, el espejo se salta todo lo que a su paso encuentra para reflejar

    nicamente las siluetas espectrales de los monarcas. Sin embargo, otros estudios,

    como el de Snyder y Cohen5 que niegan el hecho de que el espejo se encuentre en el

    punto de fuga del cuadro y, por lo tanto, que el reflejo que devuelve sea el del

    espectador (aunque no dudan de que s sean los monarcas los reflejados, que estos

    sean los modelos y que se encuentren fuera del plano pictrico). Otras interpretaciones

    defienden que el reflejo, en realidad, puede ser del cuadro que Velzquez se encuentra

    pintando en ese momento, o incluso hay posturas que defienden un significado poltico

    crtico en el hecho de representar a los monarcas fuera de la obra, ausentes y

    espectrales, reducidos a meros reflejos difusos. Sin embargo, estas lecturas no nos

    interesan en este caso. El hecho de que la interpretacin que Foucault realiza del

    cuadro (rechazada por Snyder y Cohen por no ser espacialmente correcta) pueda o no

    pueda estar equivocada por motivos formales no resta la importancia simblica que

    dicha interpretacin tiene para ejemplificar lo que Foucault defiende ms adelante, asaber, los cambios epistmicos a lo largo de la historia.

    Independientemente de que el punto de fuga del cuadro confluya o no lo haga en

    el espejo, Las Meninas de Velzquez sirve para ejemplificar el cambio que se

    experimenta tras el quiebre de la episteme renacentista del siglo XVI. Esta etapa se

    presentaba como el reino exclusivo de la similitud, de las semejanzas semnticas, de

    la consideracin de las imgenes como jeroglficos descifrables con un significado suyo,

    de la no distincin entre lo que se ve y lo que se lee, entre lo observado y lo relatado,

    en consecuencia, de la constitucin de una capa nica y lisa en la que la mirada y el

    lenguaje se entrecruzan al infinito6 (cabra, por lo menos, tener en cuenta las crticas

    que realiza Merquior, uno de los ms importantes crticos de la obra foucaultiana,

    poniendo en duda la extensin de este tipo de pensamiento que atribuye Foucault a

    esta poca, donde ese tipo de pensamiento sola chocar con una oposicin vigorosay

    4 FOUCAULT, M. Op. Cit. Pg. 175

    SNYDER, J. Y COHEN, T. Respuesta crtica. Reflexiones sobre Las Meninas: La paradojaperdida en Otras Meninas, Op. Cit. Pg 113-1276 FOUCAULT, M. Les mots et les choses, Op. Cit. Pg. 47

    http://es.wikipedia.org/wiki/Jan_van_Eyckhttp://es.wikipedia.org/wiki/Jan_van_Eyck
  • 8/8/2019 Las Meninas y el Panptico

    6/14

    no representaban ni mucho menos el conjunto del saber7). Como se ha dicho, esta

    estructura se hundir. Como escribe Martin Jay en Ojos abatidos:

    Una consecuencia del hundimiento de esa unidad, que semanifest por primera vez en Miguel de Cervantes, fue la conciencia

    creciente de la naturaleza representativa y binaria del signo, concienciaque lo liberaba de la asuncin de que mantena una semejanzaintrnseca, ora figurativa, ora icnica, con lo que significa. Herramientahumana y arbitraria, el lenguaje lleg a comprenderse como un medioneutral de comunicacin. () Otra implicacin de ese hundimiento fue laafirmacin compensatoria de la percepcin en general, y de la visin enparticular, como nico medio de obtener un conocimiento fiable delmundo externo () La poca Clsica se encuentra dominada por unanueva fe en el poder de la observacin directa, mejorada por latecnologa, y de una ordenacin taxonmica concomitante de sus

    hallazgos en el espacio visible de la tabla8.

    Vemos en esta poca el triunfo de la vista, estandarte de la ideologa cientfica en

    auge, sobre los dems sentidos, y sobre la capacidad del ser humano de interactuar

    con lo externo a l. En la poca Clsica el dominante ser el conocimiento visual, y con

    esta base tendr protagonismo la idea del ojo observador, franco, seguro y, sobre todo,

    externo a lo visto. Con esto, vemos a Las Meninas como ejemplo perfecto del rgimen

    visual clsico. Escribe Jay:

    En el cuadro, los soberanos ausentes, cuya imagen slo vemosreflejada en el pequeo espejo colocado en la pared del fondo delestudio del pintor, son los que ven el cuadro dispuesto ante nosotros. Enese espacio doble de representacin, el sujeto espectatorial slo puede

    inferirse, pero no percibirse de forma directa9.

    As, nos encontramos con el enigma de Las Meninas y la doble representacin: La

    del espejo, dbil, desapercibida por todos los personajes del cuadro (esta presencia casi

    insultante para un rey, rozando la inexistencia, la desaparicin, adems de extraar, da

    pie a pensar la posibilidad del desprecio del pintor hacia los monarcas, aunque soy

    consciente de la dificultad de poder defender tesis semejante); sin embargo, esta

    presencia ausente de los reyes es fundamental en tanto que, residiendo fuera del

    cuadro, estn retirados en una invisibilidad esencial, ordenan en torno suyo toda la

    representacin; es a ellos a quienes se da la cara, es hacia ellos hacia donde se

    vuelve10. Es este juego entre presencia virtual (la nica que el espectador puede ver,

    pero que los personajes del cuadro descuidan) y ausencia real (aquella que todos los

    7 MERQUIOR, J. G. Foucault o el nihilismo de la ctedra, FCE, Mxico, 1985, cap. 58 JAY, M. Ojos abatidos. La denigracin de la visin en el pensamiento francs del siglo XX, Akal

    ediciones. Madrid, 2007. Pg. 305.9 JAY, M. Op. Cit. Pg. 30610 FOUCAULT, M. Les mots et les choses, Op. Cit. Pg. 23

  • 8/8/2019 Las Meninas y el Panptico

    7/14

    personajes estn viendo solemnemente, pero que el espectador desconoce) en el

    cuadro la que ha dado tanto de qu hablar.

    Habindonos aproximado someramente a lo que el cuadro guarda de intrigante y

    paradjico, tras un similar tratamiento del rgimen panptico, intentaremos visualizar,

    recordando nuevamente lo arriesgado, provisional y, quizs, poco seguro del ejercicio,

    los lazos y uniones que ambos proyectos comparten.

    El Panptico

    En 1787 aparece un texto que, rescatado por Foucault en su Surveiller et punir,

    resulta clave a la hora de entender la topografa institucional desde entonces. El

    Panptico de Jeremy Bentham presenta un modelo perfecto de crcel:

    En la periferia, una construccin en forma de anillo; en el centro,una torre, sta, con anchas ventanas que se abren en la cara interior delanillo. La construccin perifrica est dividida en celdas, cada una de lascuales atraviesa toda la anchura de la construccin. Tienen dosventanas, una que da al interior, correspondiente a las ventanas de latorre, y la otra, que da al exterior, permite que la luz atraviese la celdade una parte a otra. Basta entonces situar un vigilante en la torre centraly encerrar en cada celda a un loco, un enfermo, un condenado, un

  • 8/8/2019 Las Meninas y el Panptico

    8/14

    obrero o un escolar. Por el efecto de la contraluz, se pueden percibirdesde la torre, recortndose perfectamente sobre la luz, las pequeassiluetas cautivas en las celdas de la peri-feria. Tantos pequeos teatroscomo celdas, en los que cada actor est solo, perfectamenteindividualizado y constantemente visible. El dispositivo panpticodispone unas unidades espaciales que permiten ver sin cesar y

    reconocer al punto. En suma, se invierte el principio del calabozo; o msbien de sus tres funciones encerrar, privar de luz y ocultar; no seconserva ms que la primera y se suprimen las otras dos. La plena luz yla mirada de un vigilante captan mejor que la sombra, que en ltimotrmino protega. La visibilidad es una trampa.11

    Vemos aqu la materializacin del sueo omnividente por el cual nada se esconde

    y el ojo desprovisto de los lmites tradicionales puede acceder hasta lo ms profundo

    del cuerpo expuesto. El panptico como modelo puede servir, no nicamente para la

    institucin prisin, sino que es igual de vlida para la escuela, el hospital, el convento o

    el psiquitrico, es una base terica de disposicin del espacio explotando hasta el

    lmite el perfeccionamiento del ejercicio de vigilancia. En el panptico la vigilancia

    total, lograda por una luz acusadora que no deja resquicio para el secreto, es, junto a

    una mirada siempre presente (real o imaginariamente, imposible de saber, y ah

    precisamente se encuentra su poder y su inters, puesto que, al no saber si el ojo est

    o no est mirando, el reo/estudiante/enfermo/loco termina por interiorizarlo y disponer

    de su cuerpo como si el ojo estuviese siempre all: la disciplina es aprehendida

    exitosamente), el mtodo de control ms eficaz y til (recordemos el utilitarismo en

    Bentham). El Panptico es la desnudez total frente al ojo inquisidor que atraviesa y no

    perdona, es la prctica institucional de el infierno son los otrossartriano.

    Poco importa que, histricamente, no se haya llevado a cabo el proyecto de

    Bentham de manera estricta, puesto que en esencia, dicho proyecto, ms que una

    forma nica de gestin del espacio se trata de una forma de control, es sobre todo

    una forma de gobierno; es para el espritu una manera de ejercer el poder sobre el

    espritu12 y 13.

    El proyecto de Bentham puede tambin recordarnos a los espacios de disciplinade Sade ya que este pertenece a ese campo que es el diseo del espacio disciplinario

    11 FOUCAULT, M. Surveiller et punir, Siglo veintiuno editores, Argentina, 2002, Pg. 184, 185.12 FOUCAULT, M. A propsito del encierro penitenciario en Un dilogo sobre poder y otrasconversaciones, Alianza edit. Madrid, 2008, Pg. 77.13 Cabra aqu, quizs, intentar pensar ms seriamente si el sueo panptico se ha quedado enla historia o si, por el otro lado, se han recuperado, ltimamente, sus principios del control ygestin de los cuerpos a travs de la vigilancia. Me refiero a todo un despegue en las ltimasdcadas en tecnologas de vigilancia y control, la datavigilancia de la que habla Roger Clarke:audio-sensores avanzados, cmaras de televisin de circuito cerrado, visores infrarrojos de

    anticipacin, detectores de masa por ondas de milmetros , monitor Van Eck, sistemas detransporte inteligente, dinero digital, y un largo etctera. Sin embargo, esta cuestin merece supropia investigacin y ahora no nos concierne realizarla.

  • 8/8/2019 Las Meninas y el Panptico

    9/14

    mediante la disposicin arquitectnica del cuerpo y su relacin con el espacio que lo

    moldea. Los edificios del placer de Sade escribe Beatriz Preciado en su original

    Pornotopa fueron pensados segn el modelo panptico de la crcel ilustrada. La

    estrategia ilustrada del encierro viene, paradjicamente, acompaada de una demanda

    de trasparencia y de visibilidad total: el cuerpo encerrado debe ser visible, desde las

    estructuras de poder, en todo momento14.

    Conexiones

    Con lo dicho, pasamos ahora al ejercicio de reconocer en estos dos anlisis deFoucault manos estrechadas o, por lo menos, miradas de complicidad y

    reconocimiento, buscando ligar, de manera ms o menos fuerte, estos dos trabajos,

    siempre recordando que nos encontramos con dos etapas en el estudio del filsofo muy

    distintas y distanciadas. Mientras Les mots et les choses sale a la luz en 1966,

    Surveiller et punirlo hace casi una dcada despus, en 1975, no podemos esperar, por

    lo tanto, una continuacin clara y de fcil reconocimiento entre ambas obras, con

    perspectivas muy distintas. Adems nos encontramos con dos proyectos que distan

    entre s ms de un siglo, mientras el cuadro Las Meninas es pintado alrededor de 1656,el texto donde Bentham describe el Panptico ve la luz en 1791. Con esto tenemos que

    vrnoslas con un cuadro sumergido en pleno siglo XVII, cumpliendo con la episteme

    clsica de forma clara (tanto que Foucault la utiliza como ejemplo paradigmtico de

    dicha poca), y un modelo que toca casi el siglo XIX, y hay que tener en cuenta que ya

    hacia finales del siglo XVIII comienzan a verse los primero rasgos del humanismo en la

    necesidad de encontrar en el hombre la justificacin de todo conocimiento. Sin

    embargo, el humanismo como tal no aparecer hasta el siglo XIX. En los siglos XVII y

    XVIII se sigue preocupndose de los cuerpos, pasiones, leyes del espacio, etc. El

    hombre es una creacin moderna, ser con la episteme moderna cuando se produzca

    la instauracin del hombre en el campo del saber, a la vez como sujeto y objeto

    especfico de conocimiento.

    Tambin hay que tener en cuenta que el rgimen disciplinario como nueva

    disposicin de las relaciones de poder tambin surgir bsicamente hacia finales del

    siglo XVIII y, ms que nada, en el siglo XIX. No obstante, el poder disciplinario se forma

    14 PRECIADO, B. Pornotopa. Arquitectura y sexualidad en Playboy durante la guerra fra,Anagrama, Barcelona, 2010, Pg. 125.

  • 8/8/2019 Las Meninas y el Panptico

    10/14

    para Foucault en la tradicin de los reglamentos religiosos, escolares, militares y

    hospitalarios durante la poca clsica, por lo que ya podemos ver los primeros rasgos

    disciplinarios mucho antes, aunque convivan con las tcnicas y mecanismos anteriores

    como el suplicio (recordemos que el espectculo de Damiens con el que se abre

    Surveiller et punirdata de 1757), no tan sutiles y silenciosos como los disciplinarios.

    Con todo esto, repasaremos las conexiones entre ambos proyectos.

    En el intento de reconocer en el estudio de Las Meninas algunos rasgos que nos

    adelanten la filosofa panptica (o viceversa, recordar en el proyecto de Bentham

    rasgos de la pintura de Velzquez), el primer paso lo ha dado Rodrigo Amuchstegui 15,

    quien advierte tambin que en este paralelismo innumerables elementos quedarn de

    lado, como buena parte de las tesis principales de Foucault. El encuentro entre estos

    dos captulos dispare tiene por tanto quizs la forma del azar.

    El primer vnculo que cabe destacar es el ms notable, el de la presencia de los

    reyes. El eje principal del texto de Foucault hemos visto que es el juego de

    visibilidad/invisibilidad en la (no) presencia de los reyes, una doble representacin que

    mantiene a los reyes tanto dentro como fuera del cuadro. Esta invisibilidad no impide a

    los reyes organizar todo el espacio del cuadro a su alrededor. Todas las vistas, toda la

    atencin se encuentra dirigidas hacia ellos. Recordamos la cita ya trada en su

    momento a este trabajo: residiendo fuera del cuadro, estn retirados en una

    invisibilidad esencial, ordenan en torno suyo toda la representacin; es a ellos aquienes se da la cara, es hacia ellos hacia donde se vuelve16. Vemos, pues, el poder

    que la presencia, aunque sea invisible en el cuadro, tiene respecto a los personajes de

    ste. De manera similar, la presencia en el Panptico, aunque invisible (recordamos

    que el reo/enfermo/loco/estudiante no puede ver sino slo ser visto), todo lo ve,

    ordenando los cuerpos disciplinariamente. Vemos a un soberano interiorizado, al que

    no le hace falta una presencia explcita, ya que con el smbolo que l representa basta

    para sentirse observado: el poder del Panptico reside en la no necesidad de la

    facticidad de la visin, con la simple posibilidad es suficiente. En el cuadro esto secumple: los reyes, invisibles, estn presentes implcitamente, y slo de ellos se

    muestra un tenue reflejo, escondido y desapercibido por todos los dems personajes;

    ojo que ve toda la escena sin ser visto o simple idea siempre presente en los

    observados, el reflejo se encuentra presente, aunque se trate de una presencia ficticia,

    cumpliendo su labor de vigilancia sin respiro. Amuchstegui quiere ir un poco ms all

    15 AMUCHSTEGUI, R.H. Paralelismos entre Las Meninas de Velzquez y el Panptico de

    Bentham en Amuchstegui, R.H.: (2009) "Michel Foucault y la visoespacialidad, anlisis yderivaciones", Edicin electrnica gratuita. Texto completo en www.eumed.net/tesis/2009/rha/ 16 Vase nota nmero 9

    http://www.eumed.net/tesis/2009/rha/http://www.eumed.net/tesis/2009/rha/
  • 8/8/2019 Las Meninas y el Panptico

    11/14

    y recuerda que Foucault plantea la ambigedad en las miradas presente en el cuadro:

    la mirada del pintor acepta tantos modelos cuantos espectadores surgen, no se

    trata de un puesto fijo, sino que es mltiple, fluido, variable. Ante esto, Amuchstegui

    afirma que No es muy diferente el principio sustentador del Panptico. Si ste

    funciona como estructura vigilante, no lo hace en nombre de algn titular especfico.

    Cualquiera puede estar en la torre central17.

    Cambiamos de punto, y nos intentamos introducir, siguiendo el anlisis de

    Amuchstegui, en los aspectos que puedan referirse a la luz. Tanto en el cuadro como

    en el Panptico, la luz tiene una presencia notable, en ambos casos, la luz est

    tematizada como un elemento de visualizacin de las escenas. En el cuadro, la luz

    natural irrumpe por las ventanas laterales visibilizando a los personajes,

    descubrindolos al ojo espectador. Tambin destaca el foco de luz de la puerta abierta

    en el fondo del cuadro, donde asoma el aposentador. La luz en el cuadro es una luz

    descubridora, el propio Foucault la defiende como tal, nos vemos vistos por el pintor,

    hechos visibles a sus ojos por la misma luz que nos hace verlo18. En el Panptico, la luz

    cumple una funcin similar. La luz acusadora lo inunda todo, sin dejar resquicio alguno

    sin ser visto. El ojo omnividente necesita de una luz omnipresente, sin sombra, sin

    resquicio para el secreto o la ceguera, la posibilidad del control efectivo reside en esto.

    Sin la luz total, el ojo pierde poder, pierde presencia, la resistencia mediante el secretoy la no-exposicin se hace posible, y la disciplina se debilita perdiendo su razn de ser.

    La luz es fundamental.

    Lo visto hasta ahora pueden ser, quizs, las dos vinculaciones ms fuertes que

    pueden hacerse de las dos obras. No obstante, atendiendo a otros aspectos pueden

    llegar a hacerse otras vinculaciones, pero son tal vez ms arriesgadas y de fcil crtica.

    De todas formas, considero interesante ponerlas en relieve, siempre recordando que se

    trata de similitudes estructurales y no histricas.Amuchstegui pondr sus ojos en el aposentador que se encuentra en el fondo de

    la escena, expectante, observando hacia el espectador, o no? Si pensamos al

    personaje como observando, en lugar a los reyes, a los dems personajes en conjunto,

    podramos llegar a identificar al aposentador como el guardin del panptico, pero un

    guardin subsidiario que observa a los reos, pero a su vez es observado. Amuchstegui

    cita a Foucault:

    17 AMUCHSTEGUI, R.H. Op. Cit. Pg. 249.18 FOUCAULT, M. Les mots et les choses, Op. Cit. Pg. 16

  • 8/8/2019 Las Meninas y el Panptico

    12/14

    El Panptico puede incluso constituir un aparato de control sobresus propio mecanismos. Desde su torre central, el director puede espiara todos los empleados que tiene a sus rdenes: enfermeros, mdicos,contramaestres, maestros, guardianes; podr juzgarlos continuamente,modificar su conducta, imponerles los mtodos que estime los

    mejores19

    .

    Otra de las vinculaciones que Amuchstegui resalta y vale la pena nombrar (hay

    otras que, si bien por su arbitrariedad o su debilidad, no considero que sean

    interesantes de exponer), es la que trata el tema de la enfermedad y la locura. Uno de

    los principales problemas de esta vinculacin es la de la diferencia radical que existe

    entre la forma de entender la locura en el siglo XVII y la de la poca del Panptico.

    Amuchstegui reconoce este problema, pero al tratarse de una vinculacin ms

    estructural que histrica y con el reconocimiento previo de las posibles incoherencias o

    crticas que pueda haber en el encuentro de rasgos entre las dos obras, la similitud

    puede desarrollarse un poco ms. Otro problema es el intentar ver en los bufones a la

    representacin de la locura, pero, intentando salvarse, Amuchstegui cita a Emmers,

    quien identifica tambin a bufones y locura. Entendiendo, pues, a los bufones como

    una especie de locos, y a los enanos como enfermos, a las meninas como nias y al

    guardadamas como obrero, adems de una infanta con ligeros rasgos moglicos,

    segn Esther Dez20, podemos establecer otro vnculo con el Panptico, proyecto que

    polivalente en sus aplicaciones, sirve para enmendar a los presos, pero tambin paracurar a los enfermos, para instruir a los escolares, guardar a los locos, vigilar a los

    obreros, hacer trabajar a los mendigos y a los ociosos21.

    Por ltimo, cabe destacar la vinculacin que puede realizarse entre la presencia

    en el cuadro del perro y el rgimen Panptico. Puede parecer extraa y sin duda

    criticada, sin embargo, como afirma Amuchstegui, no estamos haciendo una

    interpretacin estricta de su obra pictrica, sino del cuadro Las Meninas en la medida

    en que ha sido tematizada por Foucault, y es por ello que creemos posible asociar los

    personajes del cuadro en otra direccin22. Si bien Bentham en ningn momento hace

    referencia a los animales, existe otro modelo panptico que Foucault encuentra y que

    puede ser trado a escena ahora para establecer esta relacin. Cita Foucault en su

    Surveiller et punir a Le Vaux, constructor de la casa de las fieras en el palacio de

    Versalles en 1661, obra que el filsofo francs sospecha como precursora de proyecto

    19 FOUCAULT, M. Surveiller et punir, Op. Cit. Pg. 18820 DEZ,E. Nietzsche entre Las palabras y las cosas , Ponencia leda en el panel Nietzsche enFoucault, en las Jornadas Internacionales Nietzsche 2004, del 14 al 16 de octubre de

    2004.21 FOUCAULT, M. Surveiller et punir, Op. Cit. Pg. 18922 AMUCHSTEGUI, R.H. Op. Cit. Pg. 252

  • 8/8/2019 Las Meninas y el Panptico

    13/14

    de Bentham (aunque en la poca del filsofo utilitarista, dicha casa haba

    desaparecido), ya que es afn al Panptico: la preocupacin anloga de la observacin

    individualizadora, de la caracterizacin y de la individualizacin, de la disposicin

    analtica del espacio23. El vnculo est claro: como contina Foucault, el Panptico es

    una coleccin zoolgica real; el animal est remplazado por el hombre.

    Concluyendo, considero que se ha conseguido, a pesar de las dificultades, llegar a

    establecer unos puntos de unin, de encuentro entre ambos proyectos. Si bien, tanto

    Las Meninas como el Panptico presentan una serie de particularidades histrico-

    sociales que dificultan sobremanera estrechar lazos de unin sin caer en claras

    contradicciones o errores por no hilar tan fino como este ejercicio exige, se ha podido

    crear unos puntos de unin mnimamente firmes, sobre todo respecto a la cuestin de

    la presencia del soberano/ojo. Como se viene repitiendo desde el comienzo, todas las

    vinculaciones que se han hecho presentarn seguramente puntos criticables, no

    obstante, la posibilidad de vinculacin y por lo tanto, el objetivo final de este trabajo, se

    han visto cumplidos.

    Bibliografa

    - Bibliografa principal

    FOUCAULT, M. Les mots et les choses, Siglo XXI Editores, Argentina, 1968 FOUCAULT, M. Surveiller et punir, Siglo XXI Editores, Argentina, 2002 AMUCHSTEGUI, R.H. Paralelismos entre Las Meninas de Velzquez y el Panptico

    de Bentham en Amuchstegui, R.H.: (2009) "Michel Foucault y la visoespacialidad,anlisis y derivaciones", Edicin electrnica gratuita. Texto completo enwww.eumed.net/tesis/2009/rha/

    - Bibliografa secundaria

    FOUCAULT, M. A propsito del encierro penitenciario en Un dilogo sobre poder yotras conversaciones, Alianza edit. Madrid, 2008

    JAY, M. Ojos abatidos. La denigracin de la visin en el pensamiento francs del sigloXX, Akal ediciones. Madrid, 2007

    MOREY, M. Prlogo a la edicin espaola en DELEUZE, G. Foucault, Paids,Barcelona, 1987

    SEARLE, J.R. Las Meninas y las paradojas de la representacin pictrica en OtrasMeninas, Edic. Siruela, Madrid, 2007

    SNYDER, J. Y COHEN, T. Respuesta crtica. Reflexiones sobre Las Meninas: Laparadoja perdida en Otras Meninas, Edic. Siruela, Madrid, 2007

    MERQUIOR, J. G. Foucault o el nihilismo de la ctedra, FCE, Mxico, 1985

    23 FOUCAULT, M. Surveiller et punir, Op. Cit. Pg. 187

    http://www.eumed.net/tesis/2009/rha/http://www.eumed.net/tesis/2009/rha/
  • 8/8/2019 Las Meninas y el Panptico

    14/14

    PRECIADO, B. Pornotopa. Arquitectura y sexualidad en Playboy durante la guerra fra,Anagrama, Barcelona, 2010

    DEZ, E. Nietzsche entre Las palabras y las cosas , Ponencia leda en el panelNietzsche en Foucault, en lasJornadas Internacionales Nietzsche 2004, del 14 al16 de octubre de 2004.