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Las medidas de reducción de gases de
efecto invernadero en el transporte
marítimo y su impacto sobre el costo
de las exportaciones argentinas
Mayo 2019
Centro de Economía Internacional
Subsecretaría de Estrategia Comercial y Promoción Económica Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales
La presente publicación no necesariamente conforma la opinión del Ministerio de Relaciones
Exteriores y Culto.
Se autoriza la reproducción total o parcial citando fuentes.
i
Las medidas de reducción de gases de efecto invernadero en el transporte marítimo y su impacto sobre el costo de las
exportaciones argentinas1
Resumen ejecutivo
La reducción de la emisión de los gases de efecto invernadero (GEI) que genera el transporte
marítimo internacional se debate en la Organización Marítima Internacional (OMI). En abril de 2018,
los países acordaron un plan de acción denominado “Estrategia inicial de la OMI sobre la reducción
de las emisiones de GEI procedentes de los buques”, que busca mejorar la eficiencia energética de
los buques nuevos, disminuir la intensidad de la emisión de CO2 y reducir el total de emisiones de GEI
en al menos 50% hasta el 2050 respecto de los niveles de 2008.
Para ello se proponen medidas operativas, tecnológicas y de mercado. Entre las operativas
propuestas se destacan la optimización y reducción de la velocidad y el impulso de actividades
portuarias para que los buques emitan menos GEI; entre las tecnológicas se pueden mencionar las
relacionadas con la mejora de la eficiencia energética y la utilización de combustibles alternativos de
bajo o nulo contenido de carbono; y entre las medidas basadas en el mercado se encuentran los
permisos negociables de emisión y los impuestos a la emisión.
En este contexto, e trabajo tiene tres objetivos relacionados entre sí: 1) repasar las alternativas
tecnológicas y operativas para reducir la emisión de CO2 y ver cuáles son sus costos; 2) analizar en
qué condiciones estos son asumidos por el exportador o el importador; y 3) estimar los efectos sobre
el costo de exportar desde la Argentina de dos medidas de política ambiental: el uso de mecanismos
basados en el mercado y la reducción de velocidad de los buques. Para ejemplificar los efectos sobre
productos de interés en el caso argentino se eligieron los porotos de soja que se venden a China y la
harina y pellets de soja que se exportan a los Países Bajos.
Respecto al primer objetivo, vale resaltar que, como algunas medidas de reducción de la emisión
conllevan un ahorro de combustible, el costo de su implementación puede ser negativo si el valor del
ahorro de combustible supera al de la puesta en marcha de la medida. Esto resulta de las funciones
de costo marginal de reducción de la emisión. Algunas estimaciones muestran que entre 20% y 30%
de las emisiones del sector se reducirían con costo negativo o nulo.
1 Se agradece a Natalia García (Dirección Nacional de Planificación de Transporte de Cargas y Logística - Ministerio de
Transporte), Martín Bordagaray (Dirección de Protección Ambiental - Prefectura Naval Argentina), María Marta Rebizo (CIARA), Marcelo D´Avola (Aceitera General Deheza), Alejandro Behrens (COFCO INTL Argentina), Alejandro Poblete (Louis Dreyfus Company) y Patricio Calonge (Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca) por la información, opiniones y sugerencias brindadas. También se agradece a Nicolás Gauna (Dirección de Asuntos Ambientales - Cancillería) y Diego Ezcurra (Dirección Nacional de Cambio climático - Secretaría de Gobierno de Ambiente y Desarrollo Sustentable) por los comentarios a una versión previa del presente trabajo. Vale recalcar que los errores que pueda contener son de exclusiva responsabilidad de los autores. Las opiniones vertidas no reflejan necesariamente la posición del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.
ii
En relación con el segundo objetivo, en el caso de medidas con costo mayor a cero, puede que este
costo se traspase al precio de flete y de este al precio del producto transportado. El grado del
traspaso depende de la relación entre la oferta y la demanda en cada caso concreto, tanto en el
mercado del flete como en el mercado del producto transportado, de modo que el mayor costo del
flete puede ser absorbido por alguno de los cuatro principales actores de estos mercados –
exportador, transportista, importador y comprador final– o compartido entre los cuatro en
diferentes proporciones.
La magnitud del traspaso depende del grado de respuesta de cada actor ante el cambio en el precio
(elasticidad precio) que, entre otros factores, depende de las alternativas disponibles por el oferente
y el demandante. Si la elasticidad del transportista es mayor que la del dador de la carga (el
importador), este último soportará una mayor proporción del incremento del costo. Si el importador
tiene más alternativas que el exportador, este se hará cargo de una mayor proporción del costo
incremental y, según las condiciones del mercado, podrá traspasarlo al productor del bien
transportado. En este caso, el mayor perjuicio lo sentiría el productor primario con menor margen de
ganancia. Los estudios empíricos muestran diversos grados de traspaso del mayor costo al precio del
flete y al precio del producto. El costo adicional del flete suele traspasarse en una alta proporción al
precio del flete, mientras que el traspaso al precio del producto es bajo: un impuesto al combustible
de 10% resulta en un incremento del precio del producto inferior a 1%. Respecto a los productos
afectados, el mayor perjuicio se daría en los bienes con mayor relación entre el costo del transporte y
el valor del producto (flete ad valorem), relación que es más alta en el comercio de los países menos
desarrollados. A su vez, el aumento del precio del flete perjudicaría las exportaciones agrícolas: un
aumento de 10% del precio del flete reduciría el conjunto de las ventas agrícolas de los países en
desarrollo entre 1,7% y 4,4% según el destino, con los mayores impactos en cereales y aceites
vegetales.
Con relación al tercer objetivo, como medida basada en el mercado se analiza el bono de carbono,
con el precio actual en el mercado de la Unión Europea y dos valores proyectados para evitar que la
temperatura del planeta suba más de 2°C.
En el caso de las exportaciones argentinas de poroto de soja, el costo incremental por tener que
pagar por las emisiones de CO2 equivale a entre 0,7% y 2,4% del valor de la carga y entre 10,3% y
36,0% del gasto del flete y del combustible en viaje, según cuál sea el precio del bono de carbono. Si
el buque que zarpa de la zona del río Paraná agrega carga en Bahía Blanca, los valores son menores:
entre 0,5% y 1,7% del valor de la carga y entre 10,2% y 35,7% del gasto en flete y combustible en
viaje.
En cuanto a las ventas de harina y pellets de soja a los Países Bajos, los valores del costo incremental
son similares: entre 0,5% y 1,7% del valor de la carga y entre 10% y 35% del gasto en flete y
combustible en viaje, según cuál sea el precio del bono de carbono. Estos resultados están en línea
con los de la literatura empírica revisada.
iii
Costo incremental por el pago por la emisión de CO2
Porotos de soja (China)
Harina de soja (Países Bajos)
A. Sin carga adicional en otro puerto
1 Costo incremental / Valor de la carga 0,7% / 2,4% 0,5% / 1,7%
2 Costo incremental / Gasto total flete + combustible a velocidad actual 10,3% / 36,0% 10,0% / 35,0%
B. Con carga adicional en otro puerto (Bahía Blanca)
3 Costo incremental / Valor de la carga 0,5% / 1,7% n.c.
4 Costo incremental / Gasto total flete + combustible a velocidad actual 10,2% / 35,7% n.c.
Fuente: CEI
La otra medida analizada es la reducción de velocidad. Su efecto ambiental es positivo en el sentido
de que a menor velocidad, menor emisión de CO2, aun computando la mayor emisión debido al
mayor tiempo de viaje y a los buques adicionales para transportar la misma carga en el mismo
tiempo. Respecto a los efectos económicos, el costo incremental por la menor velocidad resulta de la
suma del menor costo neto por consumo de combustible, el mayor pago por flete por los días
adicionales de viaje, el mayor costo del seguro de la carga y el costo de oportunidad de financiar más
días de viaje y tener mercadería en tránsito. Según la bibliografía específica, este costo incremental
suele ser negativo –el ahorro en combustible es mayor que el aumento en los otros conceptos–. Sin
embargo, no implica que el dador de la carga se beneficie con un menor gasto en flete y combustible.
Hay ejemplos desde un grado de traspaso nulo a un traspaso total, dependiendo de las condiciones
de mercado.
Por otro lado, hay mejoras en la operatoria comercial, como mejor cumplimiento del tiempo de viaje
acordado y una menor huella de carbono; y también hay perjuicios, como la pérdida de ventas en el
caso de productos perecederos y la dificultad en el manejo de inventarios.
El análisis para el caso argentino se hizo suponiendo dos escenarios polares: uno en el que el dador
de la carga no se beneficia del menor costo de combustible y otro en el que se beneficia en su
totalidad. Se supusieron reducciones de la velocidad de 10% y 30%. En el caso de las exportaciones
de porotos de soja a China, y sin traspaso del menor costo, el costo incremental equivaldría a entre
0,7% y 2,4% del valor de la carga y entre 10,7% y 36,8% del gasto de flete y combustible. Si se agrega
carga en Bahía Blanca, los valores son similares: entre 0,4% y 1,8% del valor de la carga y entre 10,6%
y 38,7% del gasto de flete y combustible. Si el dador de la carga se beneficia del menor costo, tal
como se muestra en otros trabajos revisados, el costo incremental pasa a ser negativo. El menor
costo equivale a entre 0,4% y 1,3% del valor de la carga y entre 5,5% y 25,7% del gasto de flete y
combustible; con carga adicional en Bahía Blanca, los valores son un poco menores.
En el caso de las exportaciones de harina de soja a los Países Bajos, las proporciones son semejantes:
sin traspaso del menor costo de combustible, el costo incremental es positivo y equivale a entre 0,5%
y 2% del valor de la carga y entre 10,8% y 40,5% del gasto de flete y combustible; con traspaso del
menor costo de combustible al dador de la carga, el costo incremental es negativo y equivale a entre
0,3% y 0,9% del valor de la carga y entre 5,1% y 23% del gasto de flete y combustible.
iv
Costo incremental por la reducción de la velocidad Con y sin traspaso del menor costo de combustible
Porotos de soja (China)
Harina de soja (Países
Bajos)
sin
traspaso con
traspaso sin
traspaso con
traspaso
A. Sin carga adicional en otro puerto
1 Costo incremental / Valor de la carga 0,7% / 2,4% -0,4% / -1,3% 0,5% / 2,0% -0,3% / -0,9%
2 Costo incremental / Gasto total flete + combustible a velocidad actual
10,7% / 36,8% -5,5% / -25,7% 10,8% / 40,5% -5,1% / -23,0%
B. Con carga adicional en otro puerto (Bahía Blanca)
3 Costo incremental / Valor de la carga 0,4% - 1,8% -0,3% / -0,9% n.c. n.c.
4 Costo incremental / Gasto total flete + combustible a velocidad actual
10,6% - 38,7% -5,5% / -24,4% n.c. n.c.
Fuente: CEI
Los resultados de los dos casos estudiados muestran costos incrementales mayores a cero si se tiene
que pagar por las emisiones de CO2 y si el efecto económico positivo de la menor velocidad no se
traspasa al dador de la carga, mientras que los costos incrementales serían negativos si dicho efecto
económico se traspasara en su totalidad. Cabe destacar que el riesgo de que proveedores de otros
países desplacen parte de estas exportaciones depende de la variación relativa del costo incremental
y de la capacidad de dichos proveedores para sustituir la oferta argentina.
Índice
1. Introducción ........................................................................................................................................ 1
2. Alternativas de reducción de GEI: costo y potencial de reducción ..................................................... 3
3. El mercado de fletes marítimos, las medidas de reducción de la emisión, el costo y el comercio .... 5
3.1. Características básicas del mercado de fletes .............................................................................. 5
3.2. Medidas de reducción de la emisión y el traspaso del costo ....................................................... 6
3.2.1. Análisis teórico ...................................................................................................................... 7
3.2.2. Evidencia empírica ................................................................................................................. 9
3.3. Costo del transporte, valor del cargamento e impacto sobre el comercio .................................. 9
4. Productos y destinos ......................................................................................................................... 12
5. Datos y método de estimación .......................................................................................................... 12
5.1. Porotos de soja ........................................................................................................................... 12
5.2. Harina y pellets de soja .............................................................................................................. 15
6. Medida Basada en el Mercado .......................................................................................................... 16
6.1. Descripción ................................................................................................................................. 16
6.2. Casos analizados ......................................................................................................................... 17
6.2.1. Porotos de soja a China ....................................................................................................... 17
6.2.2. Harina y pellets de soja a los Países Bajos........................................................................... 19
7. Reducción de la velocidad de navegación ......................................................................................... 20
7.1. Descripción ................................................................................................................................. 20
7.1.1. Efecto ambiental ................................................................................................................. 20
7.1.2. Efectos económicos ............................................................................................................. 21
7.1.3. Efectos sobre la operatoria comercial ................................................................................. 23
7.2. Casos analizados ......................................................................................................................... 24
7.2.1. Porotos de soja a China ....................................................................................................... 24
7.2.2. Harina y pellets de soja a los Países Bajos........................................................................... 26
8. Cuatro cuestiones adicionales ........................................................................................................... 27
9. Consideraciones finales ..................................................................................................................... 29
Anexo 1 .................................................................................................................................................. 32
El traspaso del mayor costo: análisis teórico y evidencia empírica .................................................. 32
A.1.1. Análisis teórico .................................................................................................................... 32
A.1.2. Evidencia empírica .............................................................................................................. 34
Anexo 2 .................................................................................................................................................. 37
Cuadros .............................................................................................................................................. 37
Referencias bibliográficas ...................................................................................................................... 48
1
1. Introducción
El transporte marítimo internacional es responsable de 2,6% de las emisiones mundiales de CO2 y de
2,4% de las emisiones de gases de efecto invernadero medidas en CO2 equivalente en promedio para
el período 2007-2012 (OMI, 2014: 58).
La reducción de la emisión de los gases de efecto invernadero (GEI) que genera el transporte
marítimo se debate en la Organización Marítima Internacional (OMI), de acuerdo con lo estipulado
en el artículo 2.2 del Protocolo de Kioto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático.
En ese contexto, en abril de 2018 se acordó un plan de acción denominado “Estrategia inicial de la
OMI sobre la reducción de las emisiones de GEI procedentes de los buques” (OMI, 2018 a) con tres
niveles de ambición y tres grupos de medidas.
Los niveles de ambición se refieren a:
i) mejorar la eficiencia energética de los buques nuevos; ii) reducir la intensidad de la emisión de CO2 y iii) reducir el total de emisiones de GEI en al menos 50% hasta el 2050 respecto de los niveles de 2008.
Para ello se proponen tres grupos de medidas, que se clasifican según el plazo en que se buscaría su
aprobación: las de corto plazo se acordarían hasta 2023; las de mediano plazo entre 2023 y 2030; y
las de largo plazo, luego de 2030.
Entre las de corto plazo se destacan las relacionadas con mejora de la eficiencia energética,
optimización de la velocidad, reducción de la velocidad, impulso de actividades portuarias para que
los buques emitan menos GEI, promoción de la investigación y desarrollo para el cambio tecnológico
y realización de estudios que sirvan para tomar decisiones de política, como ser la actualización de la
curva de costo marginal de reducción. Entre las de mediano plazo se encuentran la adopción de
combustibles alternativos de bajo o nulo contenido de carbono y medidas basadas en el mercado
(MBM) para incentivar la reducción de la emisión de GEI. Para el largo plazo se menciona la provisión
de combustibles sin contenido de carbono.
Todas estas medidas van a tener un impacto sobre el costo del transporte marítimo y, en
consecuencia, sobre el comercio exterior que utiliza este medio de transporte. En el caso de las
exportaciones, pueden darse dos efectos contrapuestos: i) por un lado, una reducción de la
competitividad relativa de las ventas a mercados lejanos; ii) por el otro, una mejora de la
competitividad relativa de las ventas a los mercados regionales respecto a proveedores más alejados.
En relación con las importaciones, también tendrá dos efectos disímiles: i) en algunos casos puede
mejorar la competitividad relativa de la producción local que compite con los bienes importados; y ii)
en otros se encarecerán los bienes finales e insumos que no tienen sustitutos locales, lo cual afectará
el gasto de los consumidores y el costo de producción de los bienes que utilizan insumos y partes
importadas.
2
Al respecto, es importante tener en cuenta que a medida que se reducen los aranceles a la
importación, los costos del transporte pasan a representar un porcentaje mayor en el costo total del
comercio (transporte + aranceles) (Hummels, 2007). De este modo, las medidas ambientales podrían
compensar, aunque sea en parte, las reducciones arancelarias fruto de las negociaciones comerciales
multilaterales y regionales.
Las estadísticas del comercio exterior brindan una primera aproximación a la cuantía y tipo de
productos que pueden verse afectados. En el caso argentino, por barco se transportaron el 70% de
las exportaciones y el 55% de las importaciones en promedio para el período 2014-2016 (CEI, 2017)2.
La mayor parte de las exportaciones por barco son agroalimentos (68%), seguido por productos
industriales (22%); el barco es el medio de transporte de la mayor parte de las ventas de
agroalimentos (86%), pesca (86%) y productos minerales (44%). Por el lado de las importaciones por
barco, 79% correspondió a productos industriales y 19% a minerales; y el barco fue el principal medio
empleado para importar minerales (75%) e industriales (52%).
En relación con las medidas de corto y mediano plazo, este trabajo tiene tres objetivos relacionados
entre sí:
1. repasar las alternativas tecnológicas y operativas para reducir la emisión de CO2 y ver cuáles
son sus costos (medida de corto plazo N° 13);
2. analizar en qué condiciones estos costos son asumidos por el exportador o el importador;
3. estimar los efectos que sobre el costo de exportar desde la Argentina tienen dos medidas de
política ambiental, como el uso de mecanismos basados en el mercado (medida de mediano plazo
N° 3) y la reducción de velocidad de los buques (medida de corto plazo N° 4).
En función de dichos objetivos, este trabajo realiza una primera estimación del impacto de algunas
medidas en discusión en la OMI sobre el costo de exportar desde puertos argentinos. De tales
medidas se van a analizar dos que están concentrando una parte importante del debate reciente, con
proponentes y detractores: el uso de medidas basadas en el mercado y la reducción de la velocidad.
Las dos medidas tienen diferencias sustanciales: mientras la reducción de la velocidad es una
solución operativa con una capacidad de reducción de emisiones y un costo asociados, las MBM no
implican ninguna solución tecnológica u operativa en particular, sino que funcionan como un
incentivo para que el emisor busque alguna solución, siempre que lo que haya que pagar por la
medida de mercado elegida sea superior al costo de la alternativa de reducción disponible.
Cabe resaltar que la selección de estas dos medidas no implica ninguna posición sobre la
conveniencia o no de su adopción; solamente se efectuó a los fines de realizar una primera
evaluación de su impacto, en línea con lo tratado en el 73° periodo de sesiones del Comité de
Protección del Medio Marino de la OMI respecto a evaluar las repercusiones para los Estados de las
medidas que se han propuesto (OMI, 2018 b y c).
2 En el caso de la Unión Europea (UE), el transporte marítimo fue responsable del 47% de las exportaciones extra-UE y del
50% de las importaciones extra-UE (Eurostat, 2017).
3
Con ese fin, en la sección 2 se revisan, desde un punto de vista económico, alternativas de reducción
de GEI, con énfasis en el costo de reducción y el potencial de reducción, cuestiones que se resumen
en el costo marginal de reducción. En la sección 3 se describe el mercado de flete y su relación con
las medidas de reducción de la emisión, y se analizan las condiciones en que estos costos
incrementales afectarían al exportador, al transportista y al importador. La sección 4 incluye
información sobre los productos y destinos seleccionados. La sección 5 hace lo propio con los datos
utilizados y el método de estimación empleado. La sección 6 analiza la medida basada en el mercado
y su impacto potencial sobre el costo de exportar. La sección 7 aborda la reducción de la velocidad.
En las dos últimas secciones primero se analizan en forma genérica las consecuencias de estas
medidas sobre los costos y la operatoria comercial y luego se analiza en particular el impacto sobre
los costos de exportar dos productos importantes en la estructura exportadora de la Argentina:
porotos de soja y harina y pellets de soja. La sección 8 cierra el trabajo con algunas consideraciones
finales.
2. Alternativas de reducción de GEI: costo y potencial de reducción
La forma habitual de analizar el costo y la reducción potencial de la emisión de una sustancia es a
través de la función del costo marginal de reducción. La función más habitual es la basada en
opiniones de expertos o curva de costo de las tecnologías (Kesicki, 2011), que muestra cuánta
emisión reduce cada medida y cuál es el costo asociado de reducir una unidad de emisión a través de
dicha medida. Las medidas se ordenan de menor a mayor costo de reducción. Otra forma de esta
función es la basada en modelos que muestran el menor costo de reducir la última unidad de
emisión –costo de la unidad marginal o costo marginal– utilizando cualquier medida disponible, que
incluye combinación de medidas. Por este motivo no suele indicarse cuál es la medida asociada a
cada nivel de costo marginal.
Estas funciones de costo marginal de reducción brindan información útil para la toma de decisiones a
nivel de política empresarial y sectorial. En primer lugar, muestran las tecnologías que deberían
aplicarse para alcanzar cierto nivel de reducción, aunque la función basada en opiniones de expertos
no muestra la posible combinación de medidas. En segundo lugar, permiten calcular el costo total de
reducir cierta cantidad de una sustancia sumando los costos de reducir cada una de las unidades de
emisión que conforman dicha cantidad. Un tercer uso es analizar cuánta emisión se reduciría ante
medidas basada en el mercado, como un impuesto a la emisión o un permiso negociable de emisión,
comparando el pago por la emisión con el costo marginal, tal como se comenta en la sección 5. En
función de estos usos es que la actualización de las curvas de costo marginal figura en la “Estrategia
inicial de la OMI” como parte de la medida N° 13 para discutir en el corto plazo.
Las diversas alternativas disponibles difieren en el costo por tonelada (t) de CO2 reducido y en el
máximo potencial de reducción de CO2. Como en algunos casos la puesta en práctica de algunas
medidas implica un ahorro de combustible, el costo de implementación puede ser negativo si el valor
del ahorro de combustible supera al de la implementación de la medida3. Según estimaciones de la
3 El impacto neto depende de la eficiencia de cada buque: los buques más eficientes tendrán una reducción del costo neto
mientras que los buques menos eficientes enfrentarán un aumento del costo neto (OMI, 2010: 206).
4
OMI (2009), la medida de mayor potencial de disminución de los gases es la reducción de la
velocidad de navegación, pero la que genera la reducción de una tonelada de CO2 al menor costo –
medida de menor costo-efecto– es la mejora del casco (Cuadro 1). El conjunto de las medidas de
costo de reducción marginal menor a 0 permite reducir hasta el 23% de las emisiones mientras las
otras suman 8%.
Cuadro 1 Medidas alternativas para reducir la emisión de CO2 del transporte marítimo: costo-efecto y potencial de reducción
1
Medida Costo de reducir 1
tonelada de CO2 (US$/t) 2
Potencial promedio de reducción de CO2
(millones de t)
Participación en la emisión total proyectada
para 2020 3
Mejora del casco -155 30 2%
Operatoria del viaje -150 25 2%
Lubricación del aire -130 20 2%
Mejora de las hélices y propulsores -115 50 4%
Velas -110 70 6%
Cobertura del casco y mantenimiento -105 40 3%
Mantenimiento de las hélices -75 45 4%
Sistemas auxiliares 80 5 0%
Reducción de la velocidad 110 100 8%
Mejora del motor 175 5 0%
Total 390 31%
1. Para emisiones proyectadas para 2020, precio del combustible de US$ 500/t y una tasa de interés de 4% 2. Costo de implementar la medida neto del ahorro de combustible 3. Emisión total proyectada para 2020 de 1250 millones de toneladas de CO2 Fuente: OMI (2009: Apéndice 4)
Las estimaciones del costo marginal de reducción y de la capacidad de reducción difieren según
cuáles sean los supuestos –v.g., precio del combustible y tasa de interés–, el detalle de la alternativa
tecnológica y operativa tenida en cuenta, los buques considerados y los precios de los insumos
utilizados, entre otros datos. Por ejemplo, Alvik et al. (2010) estiman que: i) las medidas de menor
costo marginal son la mejora en la ejecución del viaje y el menor tiempo en el puerto (mayor
eficiencia); ii) que las de mayor potencial de reducción son la reducción de la velocidad de
navegación y el uso de gas natural como combustible; y iii) las alternativas de costo marginal menor a
0 permiten reducir el 30% de las emisiones.
Una crítica a estas estimaciones es que excluyen ciertas alternativas del análisis como ser
combustibles con emisión cero –como el hidrógeno o el amoníaco– o cuya emisión pueda ser
compensada por la “captura de carbono” durante el proceso productivo –como podría ser el caso de
los biocombustibles–, tal como se plantea en IMarEST (2017 y 2018), que consideran que habría una
oferta competitiva de estos combustibles para 2030. Estos dos trabajos afirman que para reducir la
emisión del transporte marítimo se pueden aplicar dos tipos de modificaciones: i) mejorar la
eficiencia energética, esto es, reducir el consumo de energía por milla recorrida; y ii) utilizar fuentes
de energía que emitan menos o cero carbono. Con estos combustibles alternativos, las reducciones
5
adicionales de emisión se alcanzan con un costo creciente pero que, alcanzado cierto nivel de costo,
tienen un alto potencial de reducción sin incurrir en aumentos adicionales significativos de costo.
IMarEST (2018) indica que la fuente energética más rentable son los biocombustibles –aunque no
aclara cuál biocombustible considera–, seguida por el amoníaco y un híbrido de hidrógeno y baterías
eléctricas. Aunque estas energías suelen ocasionar emisiones de carbono en su proceso de
generación, se pueden hallar alternativas para capturar dichas emisiones o utilizar métodos que no
impliquen emisión –v.g., energía nuclear. A su vez, los costos de estas fuentes de energía disminuyen
a medida que aumenta su producción y disposición para su uso por los barcos. Dependiendo de las
alternativas analizadas, IMarEST (2018) estima que para 2050 se podría reducir entre el 70% y el
100% de las emisiones de carbono respecto de 2008 a un costo que oscila entre 100 US$/t y 500
US$/t de carbono.
Para Lindstad et al. (2015), dependiendo del precio de combustible, las medidas de costo negativo o
nulo tienen el potencial de reducir entre el 20% y el 50% de las emisiones, según el tipo de buque.
Las medidas de mayor potencial con costo negativo para un buque granelero –ver definición en
sección 3.1– son adelgazar el casco y optimizar la ruta, mientras que la de mayor potencial con costo
apenas positivo es la reducción de velocidad. Las de mayor costo son las relacionadas con energías
alternativas como la solar y la eólica y el recupero de calor.
Por último, estos cálculos no consideran la factibilidad técnica y económica de combinar diversas
medidas, combinación que podría llevar la reducción a valores superiores al 75% (Bouman et al.,
2017).
3. El mercado de fletes marítimos, las medidas de reducción de la emisión, el costo y el
comercio
En esta sección se describen algunas cuestiones del mercado de fletes necesarias para comprender el
impacto que puede tener la aplicación de medidas de reducción de la emisión de GEI sobre el flete, el
costo y el comercio de los productos transportados.
3.1. Características básicas del mercado de fletes
En el mercado de fletes, la demanda depende de la marcha de la economía mundial, de la apertura
del comercio marítimo, de la distancia y de los conflictos políticos, que pueden alterar las rutas
marítimas, los tiempos de viaje y los costos del transporte. Por su parte, la oferta es función del
tamaño de la flota mundial, de la eficiencia en la utilización de los navíos –que a su vez depende del
tamaño del buque, su nivel de utilización, la infraestructura portuaria, la velocidad y antigüedad de
los buques y la ruta–, de las decisiones de inversión y desguace y del precio de los commodities
transportados (Stopford, 2009; Alizadeh y Talley, 2011; Rossi, 2012).
Estos factores ayudan a entender la dinámica irregular de este mercado. El mercado de fletes
marítimos se caracteriza por una oferta prácticamente fija en el corto plazo –pero que lentamente
logra adaptarse a la demanda en el largo plazo– ya que se demora al menos un año en construir un
buque nuevo y, una vez construido, tiene una vida útil de entre 15 y 30 años, y por una demanda
6
volátil que puede generar importantes fluctuaciones en el valor de los fletes (Stopford, 2009; Rossi,
2012). La dinámica de este mercado puede resumirse de la siguiente manera (Rossi, 2012): en un
momento de baja demanda surge un exceso de capacidad que hace que caigan los valores de los
fletes hasta que cubran los costos operativos. Los problemas financieros que surgen pueden llevar a
que las navieras se desprendan de buques antiguos para desguace. La contracción de la oferta
equilibra el mercado, lo que eleva los valores de los fletes y mejora los resultados de las firmas,
incentivando la inversión. Aparecen nuevos buques en el mercado y la oferta sigue creciendo
mientras siguen creciendo los valores de los fletes. En cierto tiempo, la oferta puede llegar a
sobrepasar la demanda, lo que genera una caída de los precios –y capacidad ociosa– y aquellos que
tomaron crédito para expandirse se ven comprometidos. De esta manera, se reinicia el ciclo
comentado.
El grueso de las cargas marítimas se transporta en tres tipos de buques: graneleros (granos, harinas),
tanques (líquidos) y portacontenedores (resto de alimentos y productos industriales). También hay
buques especializados, como los Ro-Ro (para vehículos), los frigoríficos –aunque se están
reemplazando por contenedores refrigerados–, de gas y de productos químicos, entre otros.
A su vez, el contrato de transporte entre el dador de la carga y el dueño y operador del buque
presenta diferentes modalidades (Stopford, 2009):
i) contrato de un viaje (voyage charter), por el cual se acuerda un viaje por un precio por tonelada y
con todos los costos cubiertos por el operador del barco;
ii) contrato de fletamento (contract of affreightment): similar al del viaje, pero por un flujo regular
de carga, por ejemplo, cierta cantidad cada tanto tiempo;
iii) fletamento por tiempo (time charter): el dador de carga contrata el barco por unidad de tiempo
por una tarifa por día y paga los costos portuarios y de combustible;
iv) casco desnudo (bareboat charter): el dador de carga arrienda el buque por cierto tiempo con
control pleno y se hace cargo de los costos operativos, portuarios y de combustible;
v) línea regular (liner service): es un contrato por el cual el operador del barco presta un servicio
permanente con rutas y frecuencias habituales, en el cual el dador de la carga paga una tarifa fija
por unidad transportada entre ciertos puertos.
Los tres primeros suelen utilizarse para el transporte a granel, ya sea mercadería sólida –minerales,
granos– o líquida –combustibles, aceites–. El contrato por línea regular es habitual en el transporte
de mercadería por contenedores, por el cual se transporta el resto de las mercancías excepto ciertos
productos como vehículos o gas licuado.
3.2. Medidas de reducción de la emisión y el traspaso del costo
Como se comentó en la sección 2, varias de las alternativas tecnológicas y operativas tienen un costo
positivo. En estos casos, se daría un aumento neto en el costo del flete para realizar la misma ruta4. Si
el incremento se relaciona con la distancia a recorrer, el impacto será mayor para las cargas que
4 Esta cuestión se analiza en detalle en la sección 7.
7
parten de orígenes lejanos de los principales centros de consumo, como es el caso de países del
hemisferio sur. Es por ello que estos países, en los debates en la OMI, plantean la necesidad de un
mayor análisis de las repercusiones de dichas medidas antes de tomar una decisión sobre cuál elegir
(OMI, 2018 b y c).
Este aumento en el costo del flete, ¿quién lo paga? ¿el exportador, el transportista, el importador o
el comprador final5? En lo que respecta a este trabajo, la respuesta es relevante por dos motivos.
Primero, para analizar los cambios en el mercado de flete marítimo, en especial si el transportista
debe tomar medidas para reducir las emisiones de GEI o pagar un impuesto como un incentivo para
modificar las emisiones, ya que si puede traspasar la totalidad del mayor costo/impuesto a los otros
eslabones de la cadena, no tendrá incentivos para mejorar su comportamiento ambiental6.
Segundo, para analizar los cambios que ocasiona en el mercado del producto transportado, en
particular si el mayor costo será absorbido por el exportador, el importador o el comprador final. Si
es absorbido en su totalidad por el exportador, las medidas de reducción de la emisión perjudican al
exportador y al productor, según la proporción en que compartan el mayor costo. Si es absorbido por
el importador y/o el comprador final, esto puede modificar la demanda de exportaciones.
El análisis de esta cuestión se desarrolla en dos partes: la primera sigue un enfoque teórico mientras
que la segunda resume la evidencia empírica. Un desarrollo más detallado de esta cuestión se
presenta en el Anexo 1.
3.2.1. Análisis teórico
En el análisis hay que tener en cuenta que la demanda de flete es una demanda derivada de lo que
sucede en el mercado del producto que se va a transportar (Talley, 2012). Y a su vez, lo que sucede
en el mercado del flete influye en las decisiones que se toman en el mercado del producto. Es por
ello que son dos mercados muy interrelacionados. En consecuencia, hay dos posibles traspasos: del
costo del flete al precio del flete, y del precio del flete al precio del producto transportado.
El grado del traspaso depende de la relación entre la oferta y la demanda en cada caso concreto,
tanto en el mercado del flete como en el mercado del producto transportado (Lindstad et al., 2015;
Vivid Economics, 2010), de modo que el mayor costo del flete puede ser absorbido por alguno de los
cuatro principales actores de estos mercados –exportador, transportista, importador y comprador
final– o compartido entre los cuatro en diferentes proporciones.
La magnitud del traspaso depende del grado de respuesta de cada actor ante el cambio en el precio
(elasticidad precio), que entre otros factores depende de las alternativas disponibles por el oferente
y el demandante. Si la elasticidad del transportista es mayor que la del dador de la carga (el
importador), este último soportará una mayor proporción del incremento del costo. Pero por otro
lado aquí también cuenta el grado de competencia entre los transportistas (Talley, 2012): a mayor
5 Aquí se considera como comprador final al procesador del producto en el mercado de destino o, si el producto no se
procesa, al distribuidor mayorista, para no entrar en las características de los mercados mayoristas y minoristas del país importador. 6 Esto es lo que plantea una asociación de quienes utilizan el transporte marítimo (Global Shippers’ Forum, 2015) al
sostener que los transportistas les traspasarán el impuesto y no tomarán ninguna medida para reducir el consumo de combustible.
8
competencia, los transportistas asumirán una mayor parte del incremento del costo. A su vez, si el
importador tiene más alternativas que el exportador, este se hará cargo de una mayor proporción
del costo incremental y, según las condiciones del mercado, podrá traspasarlo al productor del bien
transportado.
Además de estas condiciones generales, hay que tener en cuenta las modalidades del mercado de
cada producto. Por caso, en el transporte de granos y harinas –los productos analizados en este
ejercicio– suele utilizarse una modalidad de contrato de flete por tiempo de viaje –time charter–, de
modo que si se adopta una medida que alarga la duración del viaje, sea por el cambio en el recorrido
o de la velocidad de navegación, se incrementa el pago por el flete. Esto puede compensarse con
cambios en el gasto en combustible, tal como se verá en la sección 7. En cambio, si la modalidad del
contrato es voyage charter, el transportista cobra una suma de dinero por unidad transportada –v.g.,
US$/tonelada–; en este caso, el importador conoce el pago por el flete por anticipado y cualquier
costo adicional –v.g., por mayor tiempo de viaje– lo afronta el transportista. Si hay diferencia entre
los precios que se cobran bajo las dos modalidades de contrato, el mercado arbitra para eliminar la
diferencia.
También puede darse la situación de que el importador busque traspasar el mayor precio del flete al
exportador vía un menor precio pagado a este último. Esto dependerá de los mercados alternativos a
los que pueda vender el exportador y de las alternativas de que disponga el importador. Cuantas
menos alternativas tenga el exportador y más el importador, mayor será dicho traspaso.
Esto último sucede en el mercado de granos7. El exportador de granos suele vender a un precio FOB8,
por lo que se hace cargo de todos los gastos hasta cargar la mercadería en el buque. Los costos
restantes –gastos portuarios de salida, flete, seguro y gastos portuarios en destino– están a cargo del
transportista y/o el importador y/o el trader. Pero si el importador cuenta con proveedores
alternativos, puede comprar los granos a cierto precio CIF, sin importar el puerto de origen, de modo
que si tiene que pagar un mayor precio de flete debido a, por ejemplo, más días de viaje o pagos por
la emisión de gases de efecto invernadero, es probable que ese mayor costo sea deducido del precio
FOB que le paga al exportador en el contrato siguiente y que el exportador, a su vez, le pague un
menor precio al productor primario (Calzada et al., 2016). Así se perjudicaría más el productor con
menor tasa de rentabilidad –productor marginal–.
Por el contrario, si el costo de flete se reduce, el grado de traspaso al exportador de este beneficio
depende de la oferta y demanda del mercado: si el exportador no tiene destinos alternativos, va a
depender de la decisión del único importador dominante del mercado; en cambio, si cuenta con
compradores alternativos de magnitud, puede negociar con ellos un mayor precio FOB para recibir
parte del beneficio del menor costo de flete.
7 Se agradece la información brindada por los expertos consultados.
8 El precio FOB (free on board) incluye todos los costos hasta dejar la mercadería en el buque. El precio CIF (cost, insurance
and freight) suma el seguro y el flete. Lo usual es que las exportaciones se valúen a precio FOB mientras que las importaciones se valúen a precio CIF.
9
3.2.2. Evidencia empírica
En el terreno empírico, hay trabajos que estimaron los dos tipos de traspaso. El más analizado es el
traspaso de un cambio en el costo del flete al precio del flete. Menos estudios analizaron el traspaso
del precio del flete al precio del producto.
Debido a la interrelación entre el mercado de flete y del producto a transportar, los estudios estiman
el impacto por tipo de carga, ruta y tamaño del buque. En general, los resultados suelen presentarse
como la “elasticidad de traspaso”, esto es, el impacto sobre el precio de una variación de 1% en el
costo. Si la elasticidad es 1, el traspaso es completo; si es menor que 1, parte del costo es absorbido
por el oferente –escenario de absorción del costo–; si es mayor que 1, es un escenario de
amplificación del costo9 (RBB Economics, 2014).
De los componentes del costo, lo más frecuente es analizar el impacto de un cambio en el precio del
combustible. Esto se debe a que el combustible de los barcos es un gasto importante que representa
alrededor de un cuarto de los costos de utilizar un barco –operativos, de mantenimiento, de viaje y
de capital– y dos tercios de los costos de viaje (Stopford, 2009: cap. 6)10. Además, y relacionado con
las medidas para reducir la emisión de GEI, el aumento del precio del combustible puede deberse a
un impuesto al consumo de combustible, impuesto que puede ser considerado como una
aproximación –variable proxy– de un impuesto a la emisión ya que, como se describe en la sección
5.1, la emisión guarda una relación directa con el consumo de combustible.
Los estudios empíricos muestran diversos grados de traspaso del mayor costo al precio del flete y al
precio del producto. El costo adicional del flete suele traspasarse en una alta proporción al precio del
flete, mientras que el traspaso al precio del producto es bajo: un impuesto al combustible de 10%
resulta en un incremento del precio del producto inferior a 1%.
3.3. Costo del transporte, valor del cargamento e impacto sobre el comercio
Las medidas de política ambiental analizadas en este trabajo tienen influencia directa sobre el costo
del comercio y en especial sobre el costo del transporte. Por ello en esta sección se revisan algunos
conceptos y trabajos relacionados con el costo del transporte de productos agrícolas, su medición y
su impacto.
Los costos del comercio internacional comprenden los costos del transporte –flete + tiempo–,
barreras comerciales, costos de transacción –información, negociación y control–, costos de utilizar
diferentes monedas y marcos regulatorios y costos de distribución en el mercado de destino
(Anderson y Wincoop, 2004).
Una medida habitual para analizar el impacto del costo de transporte sobre el comercio es el flete ad
valorem (costo del transporte/valor de la importación) (Hummels, 2007). El flete ad valorem varía en
forma directa con la distancia, la calidad del servicio de transporte requerido por el producto y la
9 El escenario de amplificación puede ocurrir en el caso de que la oferta opere con rendimientos crecientes a escala, de
modo que una menor cantidad ofrecida conlleva un menor rendimiento y un mayor costo unitario. En este escenario, el costo para el oferente aumenta por el incremento de uno de sus componentes –v.g., precio del combustible– y por el mayor costo unitario fruto de la menor cantidad ofrecida (RBB Economics, 2014). 10
Según la OMI (2010: 29), representa entre 67% y 87% de los costos de viaje.
10
relación entre el peso y el valor del producto11. Como estos factores afectan en forma diferencial a
los distintos bienes como también a los mismos bienes que exportan diferentes países, el costo de
transporte modifica los precios relativos12 y puede modificar la composición de los bienes que un
país importa/exporta como también la estructura de proveedores o destinos (Hummels, 2007).
Respecto de los productos agrícolas, los costos de transporte varían según cuáles sean los países de
origen y de destino. Por ejemplo, el flete ad valorem de las importaciones agrícolas totales de los
países en desarrollo (PED) suele ser mayor que el de las importaciones agrícolas totales de los países
desarrollados (PD): 13% vs. 9% (Korinek y Sourdin, 2010). Esto se debe al menor valor de las
mercaderías importadas por los PED. En el caso de las importaciones de productos agrícolas de los
países menos desarrollados y los países en desarrollo importadores netos de alimentos, el mayor
flete ad valorem se explica tanto por un mayor costo por tonelada como por el menor valor de las
mercaderías. Esto puede deberse a que es más barato importar/exportar desde grandes mercados
bien conectados por líneas marítimas que desde mercados con menor cantidad y tamaño de buques,
una infraestructura portuaria menos desarrollada y, en especial, alejados de los principales
exportadores (Korinek y Sourdin, 2010).
Para evaluar el impacto de cambios en el costo del transporte sobre el comercio, suelen emplearse
los modelos gravitacionales. Para el comercio agrícola, Korinek y Sourdin (2010) estiman que un
aumento del costo del transporte se asocia con una reducción de las importaciones agrícolas y que el
efecto difiere según el país de destino y de origen. Por ejemplo, si el precio del flete aumentara 10%,
las importaciones agrícolas (medidas en US$) de los PED caerían 4,4% si provinieran de otros PED y
5,4% si vinieran de un PD, mientras que las importaciones agrícolas de los PD se reducirían 1,7% si se
originaran en un PED (Cuadro 2).
Ante cambios mayores en el precio del flete, estiman que el impacto crecería en forma menos que
proporcional. Por ejemplo, si el precio del flete se duplicara, las importaciones agrícolas de los PED
desde otro PED caerían 26%, si es de un PD la reducción sería de 31% y las compras de un PD desde
un PED disminuirían 11%.
11
En general, los productos de menor valor unitario tienen un flete ad valorem más alto que los bienes de mayor valor
(Stochniol, 2011). Para productos agrícolas, en promedio a nivel de capítulo del Sistema Armonizado, Stochniol (2011) estima que la carne tiene un flete ad valorem de 5%, las frutas de 13%, los cereales de 21%, semillas oleaginosas de 16% y aceites de 5%, entre otros. 12
Se modifican dos precios relativos: por un lado, la relación de precios entre dos bienes en el comercio internacional en comparación con la misma relación en el mercado interno; por el otro, la relación entre los precios del mismo bien en los distintos países que lo exportan o importan. Es así que aumenta el precio relativo del bien que tiene que recorrer mayor distancia, que requiere un mayor cuidado durante el viaje y que tiene un menor valor por tonelada. Si en vez de tomar cada factor por separado se los combina, puede darse que el bien que precisa un servicio de mejor calidad tenga un mayor valor unitario que más que compense el mayor costo del flete.
11
Cuadro 2 Impacto de un aumento del flete sobre las importaciones agrícolas Cambio porcentual
a. ante un aumento de 10% en el precio del flete por tonelada
Exportador
País en desarrollo País desarrollado
Importador País en desarrollo -4,4 -5,4
País desarrollado -1,7
b. ante un aumento de 100% en el precio del flete por tonelada
Exportador
País en desarrollo País desarrollado
Importador País en desarrollo -26 -31
País desarrollado -11
Fuente: CEI en base a Korinek y Sourdin (2010: table 2, columna 1)
A nivel de productos, el mayor impacto lo encuentran en cereales, aceites, azúcar, harinas de
cereales, carnes y harinas de oleaginosas (Cuadro 3). También este difiere según el país de destino y
de origen. Al igual que en el análisis más agregado, la menor repercusión se daría en las
exportaciones desde los PED a los PD.
Cuadro 3 Impacto de un aumento del flete sobre las importaciones agrícolas: principales capítulos Cambio porcentual ante un aumento de 10% en el precio del flete por tonelada
Capítulo PED desde PED PED desde PD PD desde PED
02 Carne -7,11 -7,062 1,59
10 Cereales -10,99 -13,44 -1,27
11 Harinas de cereales -7,67 -7,14 -1,35
12 Oleaginosas -4,33 -5,1 -2,08
15 Aceites -9,85 -8,31 -3,73
17 Azúcar -7,98 -8,02 -3,46
22 Bebidas -6,86 -7,14 -0,39
23 Harinas de oleaginosas -7,04 -7,75 -2,26
Fuente: CEI en base a Korinek y Sourdin (2010: table 4)
En resumen, dado que las medidas de política ambiental en consideración pueden modificar los
costos del transporte marítimo en diferente proporción según los bienes y los países intervinientes,
pueden cambiar los precios relativos de los bienes comerciados internacionalmente y así favorecer
en forma diferencial a ciertos bienes y a ciertos proveedores. Por caso, i) perjudican más a los
productos con mayor flete ad valorem; ii) pueden perjudicar más a los países en desarrollo y menos
adelantados que suelen comerciar productos de menor valor y enfrentan un mayor costo de
transporte; iii) afectaría más a las exportaciones agrícolas de los países en desarrollo a otros países
en desarrollo; iv) la mayor variación se daría en las exportaciones de cereales, aceites y azúcar, entre
otros.
12
4. Productos y destinos
Para este ejercicio se eligieron productos del sector agroalimentario, que tienen al barco como el
principal medio de transporte. De este sector se escogió a los porotos de soja y a la harina y pellets
de soja, que en conjunto representan 22% de las exportaciones argentinas (Cuadro 4).
Cuadro 4 Exportaciones argentinas de productos seleccionados Promedio 2015-2017, en millones de US$
Producto Millones de US$ Part. %
120190 Porotos de soja 3.394 5,9%
2304 Harina y pellets de soja 9.575 16,6%
Resto 44.713 77,5%
Total 57.683 100,0%
Fuente: CEI en base a Indec
En lo que hace al poroto de soja, el barco es el principal medio de transporte para su exportación
(99%) y China es el principal destino de las exportaciones por barco (87%) (Cuadro A 1 del Anexo 2)
por lo cual se elige este mercado para el análisis.
En relación con harina y pellets de soja, el barco es el medio de transporte excluyente. Los principales
destinos son los países europeos, de Asia Oriental y del África del Norte (Cuadro A 2 del Anexo 2). Los
países asiáticos presentan un mayor valor unitario de exportación.
Para el análisis se elige como destino a los Países Bajos, a pesar de no ser el mayor cliente. La
fundamentación es la siguiente. Primero, el mayor porcentaje (31%) corresponde a la Unión Europea.
Segundo, en commodities como este producto en el que el abastecimiento interno depende de la
importación –la producción de soja y harina de soja de la UE representa alrededor de 3% de sus
importaciones–, el ingreso a la UE se hace por pocos puertos y luego se distribuye internamente, de
modo que es importante el comercio intra-UE (Comisión Europea, 2016). De los principales países de
ingreso, los Países Bajos se destacan por ser el mayor redistribuidor de pellets de soja en la UE –
presenta las relaciones más altas de exportaciones respecto de las importaciones– (Cuadro A 3 del
Anexo 2, columnas 7 y 8). Tercero, del total de compras internas de la UE, casi la mitad provienen de
los Países Bajos, que también es el gran proveedor de Alemania y el Reino Unido (Cuadro A 4 del
Anexo 2).
5. Datos y método de estimación
5.1. Porotos de soja
Para la estimación del costo de implementar las medidas seleccionadas se evaluaron los barcos
graneleros que efectúan su carga en los puertos del río Paraná, zona donde se embarca casi 50% de
los porotos de soja que se venden a China –la otra mitad se reparte entre Bahía Blanca y Quequén
(Cuadro 5). Los buques más habituales en la zona son los Handy size y Handy max, de entre 35.000 y
13
40.000 toneladas de peso muerto (tpm)13 –los Handy max son un poco más grandes– y los Panamax,
de entre 60.000 y 90.000 tpm (Calzada et al., 2016). La revisión de la capacidad de carga de los
buques se hizo a partir de la información de la Secretaría de Agroindustria (2018) sobre los buques
utilizados y con los datos de los buques de Marine Traffic (2019). Para estas exportaciones a China se
utilizaron 72 buques, lo cual da una carga promedio de 42.722 toneladas por buque,
correspondiente a un buque Panamax14.
Cuadro 5 Exportaciones de poroto de soja por puerto de embarque y país de destino, 2017 En toneladas
Puerto China Resto Total
Bahía Blanca 1.646.207 258.832 1.905.039
Diamante 50.500 0 50.500
Quequén 1.634.828 26.453 1.661.281
Ramallo 184.311 26.400 210.711
Rosario 828.663 355.270 1.183.933
San Lorenzo 825.292 279.213 1.104.505
Zárate 1.187.245 39.823 1.227.068
Total 6.357.046 985.991 7.343.037
río Paraná 3.076.011 700.706 3.776.717
Fuente: CEI en base a Secretaría de Agroindustria (2018)
En relación con la carga, se analizaron dos escenarios. El primero es que no se completa la carga en
otro puerto. El segundo es que sí se completa, lo cual hace variar el valor de la carga transportada y
el tiempo de viaje. Es usual que los buques que cargan en los puertos del río Paraná completen la
carga en otros puertos de mayor calado de la Argentina –Bahía Blanca o Quequén–15. Como una
forma de aproximarse a lo que se completó en otros puertos, se calculó lo que cargaron en Bahía
Blanca y Quequén los buques que primero lo hicieron en el río Paraná, lo cual da una carga adicional
de 43% (Cuadro 6), correspondiente a 18.370 toneladas promedio por buque.
13
El peso muerto es el peso real en toneladas que puede transportar un buque cuando está cargado hasta el calado máximo admisible (incluyendo combustible, agua dulce, suministros, captura y tripulación). Es la diferencia entre el buque sin carga y a plena carga. 14
Los Handy max suelen utilizarse para otros destinos, como ser países de África, Medio Oriente y América Latina, según revisión propia a partir de datos de la Subsecretaría de Agroindustria (2018) y Marine Traffic (2019). En estos casos el buque más chico es acorde con la infraestructura de los puertos de destino de los países mencionados, según las opiniones de los expertos consultados. 15
Según los expertos consultados, ahora no suele completarse la carga en Brasil por el elevado tiempo de espera para ingresar a sus puertos.
14
Cuadro 6 Carga embarcada en buques que cargaron en puertos del río Paraná y luego en Bahía Blanca - Quequén 2017, en toneladas
Puerto Toneladas
Zona río Paraná (1) 1.524.590
Bahía Blanca - Quequén (2) 650.691
(1)/(2) 43%
Fuente: CEI en base a Secretaría de Agroindustria (2018)
Para definir el tiempo de carga se tomó en cuenta que los puertos de la zona de Rosario - San
Lorenzo tienen un ritmo de carga promedio de 2.223 toneladas por hora y destinan 10 horas netas
por día a cargar buques (Calzada y Sesé, 2015). Similar es el ritmo de carga promedio (2020 t/hora)
de los puertos de Quequén y Bahía Blanca (CIARA, 2018 a). Con una carga promedio de 22.230
toneladas por día en la zona del Gran Rosario, se necesitan dos días para cargar un buque con la
carga promedio de 42.722 toneladas, y un día en los puertos marítimos de Buenos Aires para
embarcar la carga adicional promedio de 18.370 toneladas por buque. Para la descarga en el puerto
de destino se supuso un ritmo similar al de la carga en origen.
Se utiliza un consumo de combustible de 28,80 toneladas por día, dato que se toma de la OMI (2014:
table 4), correspondiente a un buque del tamaño seleccionado (buque con peso muerto entre
60.000 t y 99.999 t), para la emisión estimada para 2012 y con una velocidad promedio del 83% de la
fijada por el diseño del buque16.
Para calcular la emisión, se tiene en cuenta que entre el consumo de combustible y la cuantía de la
emisión –ambos medidos en toneladas– hay una relación directa que se expresa en un factor de
conversión de 3,114 correspondiente al residual fuel oil –el principal combustible utilizado por los
buques–, factor que fue tomado de la OMI (2014: table 68), de modo que el consumo de 1 tonelada
de combustible genera una emisión de 3,114 toneladas de CO2.
El cálculo del tiempo de viaje se hizo a través del calculador del sitio de internet “sea-distances.org”
que estima la distancia entre puertos y, dada la velocidad –medida en nudos–, calcula el tiempo de
viaje. De las rutas alternativas propuestas, se eligió el camino más rápido. Como puerto de salida se
escogió el de Rosario y como puerto de destino en China el de Nanjing, principal puerto de ingreso
del poroto de soja (Consejería Agroindustrial - China, 2016). Para el cálculo de la distancia entre
Rosario y el puerto marítimo de la provincia de Buenos Aires se tomó solo el de Bahía Blanca debido
a que no figuran Quequén ni Necochea en la base utilizada. También se incluye el tiempo de viaje del
barco en lastre (sin carga) desde el ingreso al Río de la Plata en Pontón Recalada, ya que es el
momento en el que comienza a computarse el tiempo de viaje para calcular el pago del flete; aunque
en el sitio sea-distances.org no figura Pontón Recalada, se estima una aproximación mediante el
puerto de Montevideo debido a que se encuentra a 25 kilómetros de dicho sitio. Como el viaje de
salida desde Rosario es con el buque cargado, los barcos deben esperar la pleamar para poder
atravesar el Río de la Plata con el máximo calado posible y como tiempo de espera promedio se
16
La velocidad de diseño de un buque es la velocidad para transitar con la cual se diseña un buque. Normalmente es la velocidad más alta que se puede mantener continuamente a un nivel específico de consumo de combustible.
15
considera 6 horas17. Se utiliza como velocidad actual a 11,9 nudos, que corresponde a la velocidad
promedio en el mar para un buque de entre 60.000 tpm y 99.999 tpm estimada para el año 2012
(OMI, 2014: table 14). Una reducción de 10% implica una velocidad de 10,71 nudos, mientras que
una reducción de 30% da una velocidad de 8,33 nudos.
Para el precio del flete por día para buques graneleros se utilizó el promedio del segundo trimestre
de 2018 (10.523 US$/día) (Seeking Alpha, 2018) y el promedio de 2015 (5.507 US$/día) (UNCTAD,
2017: 51), ambos para un contrato time charter18 correspondientes a un buque Panamax19, para
analizar el costo con un precio alto y uno bajo. Al ser time charter no incluye los costos portuarios de
embarque y desembarque ni el costo del combustible. Para estimar el costo del combustible del viaje
en mar se utilizó el precio del combustible marino IFO 380 promedio mundial al 7 de febrero de
2019, que es 466 US$/t (Ship & Bunker, 2019), precio que se multiplica por el consumo diario y la
cantidad de días de viaje.
Por último, para estimar el valor de la carga transportada, se multiplicó la carga promedio embarcada
por la cotización promedio de la mercadería a bordo del buque (precio FOB) del período enero a
septiembre de 2018, que fue de 390,9 US$/t, según datos de la Subsecretaría de Mercados
Agropecuarios de la Argentina procesados por CIARA (2018 b).
5.2. Harina y pellets de soja
En este caso, 80% de los embarques totales se realizan en el puerto de San Lorenzo (Cuadro 7) y en
las ventas a los Países Bajos no hay nuevos embarques en puertos marítimos argentinos, a diferencia
del poroto de soja. En 2017 se utilizaron 32 buques con destino a los Países Bajos, lo que hace una
carga promedio de 34.386 toneladas por buque, que corresponde a un buque Panamax para granel
seco.
Cuadro 7 Exportaciones de harina y pellets de soja por puerto de embarque y país de destino, 2017 En toneladas
Puerto Países Bajos Resto Total
Bahía Blanca 297.045 297.045
Ramallo 607.367 607.367
Rosario 9.350 4.963.553 4.972.903
San Lorenzo 1.090.994 23.073.457 24.164.451
Total 1.100.344 28.941.422 30.041.766
Fuente: CEI en base a Secretaría de Agroindustria (2018)
El tiempo de carga es similar al caso del poroto de soja: dos días. También se utilizan los mismos
supuestos para consumo de combustible, emisión de CO2 y precio del flete por día. En relación con el
tiempo de viaje, se eligió el puerto de San Lorenzo como el de embarque, el de Rotterdam como el
17
Según sugerencia de los expertos consultados. 18
Según los expertos consultados, la mayor parte de las exportaciones de soja de la Argentina utilizan un contrato time charter. 19 Corresponde a un contrato de time charter para el promedio de las cuatro rutas representativas del Baltic Exchange Panamax Index (BPI) (Panamax 4TC). Ver Baltic Exchange (2018).
16
de destino –uno de los principales puertos de Europa para el ingreso de granos y subproductos– y la
misma velocidad de navegación actual (11,9 nudos).
El precio del producto es de 390,6 US$/t, que es el precio promedio FOB del período enero a
septiembre de 2018, según datos de la Subsecretaría de Mercados Agropecuarios de la Argentina
procesados por CIARA (2018 b).
6. Medida Basada en el Mercado
6.1. Descripción
Las dos medidas basadas en el mercado más difundidas para el problema del cambio climático son el
impuesto a las emisiones y los permisos negociables de emisión –también denominados bonos de
carbono–. Por el primero, el emisor paga al Estado una suma en función de lo emitido; por el
segundo, el emisor debe presentar al Estado la cantidad de permisos equivalente a la emisión
efectuada, los que puede recibir del Estado y/o comprar de otros emisores que no los precisan20. La
decisión de cuánto emitir es de cada emisor, para lo cual siguen la siguiente regla: si la tasa del
impuesto o el precio del permiso es mayor que el costo marginal de reducción de cierta solución, se
pondrán en marcha todas las alternativas de menor costo marginal; en caso contrario, convendrá
emitir el GEI y pagar el impuesto o comprar el permiso. De este modo, los que son más eficientes en
reducir la emisión –presentan menor costo marginal– van a reducir más unidades que los menos
eficientes. Es por ello que estos instrumentos económicos logran disminuir la emisión de una manera
más eficiente que los regulatorios21. Pero el instrumento será más efectivo cuanto menor sea la
proporción de la carga impositiva que el emisor pueda traspasar al demandante del flete.
Esto muestra que el análisis del costo marginal es muy útil no solo para estimar el costo de poner en
marcha distintas medidas, sino también es necesario para evaluar qué tipo de acciones llevarán a
cabo las empresas de transporte si es que se elige implementar un incentivo económico. Es así que la
actualización de la curva de costo marginal figura en la “Estrategia inicial de la OMI” en el punto 13
de las medidas a analizar en el corto plazo (OMI, 2018 a).
Cada vez hay más MBM que se utilizan para los GEI. Según Banco Mundial y Ecofys (2018), a abril de
2018 había 51 iniciativas en funcionamiento o por ponerse en marcha, de las cuales 25 eran
impuestos y 26 eran permisos de emisión, las cuales cubren cerca de 20% de las emisiones de GEI del
planeta. Los instrumentos de mayor cobertura eran el sistema de permisos de la UE –en marcha
desde 2005–, el de China –se iniciaría en 2020–, el impuesto de Japón –desde 2012–, los permisos de
Corea del Sur –desde 2015– y el impuesto de Francia –desde 2014–.
20
Hay dos sistemas de permisos. Uno es el de cap and trade, por el cual se distribuye una cantidad de permisos de acuerdo al nivel de emisión considerado y luego se realiza el intercambio de los permisos en función de las necesidades de los emisores. Otro es el de compensación (offsetting) por el cual el emisor debe presentar un bono emitido por otro agente que muestre que ha hecho una reducción equivalente de la emisión. 21
A su vez, los estándares regulatorios no incentivan la búsqueda de innovaciones que mejoren la eficiencia de la reducción de la emisión. Esto es, la introducción de un estándar tecnológico determinado bloquea los incentivos de seguir innovando y debe además ser continuamente actualizado por parte del regulador; por el contrario, la introducción de medidas de mercado –permisos de emisión e impuestos al carbono– favorece, en principio, la exploración descentralizada de diversas mejoras de mitigación y la continua identificación de aquellas con menor costo marginal.
17
A nivel multilateral, el sistema más desarrollado es el Mecanismo para un Desarrollo Limpio (MDL),
que es un sistema de compensación establecido por el Protocolo de Kioto y cuya reforma se está
debatiendo a partir de lo estipulado en el Acuerdo de París de 2015. Otro sistema de compensación
multilateral es el aprobado por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) para la
compensación y reducción de las emisiones de GEI de la aviación civil. El sistema de la OACI,
denominado CORSIA (Carbon Offsetting Scheme for International Aviation), se encuentra en la etapa
de discusión de los detalles para el inicio de la fase piloto voluntaria en 2021.
Los valores vigentes a abril de 2018 de las tasas de los impuestos y de los precios de los bonos de
carbono de las 51 iniciativas revisadas en Banco Mundial y Ecofys (2018) están comprendidas en un
rango que va de 1 US$/t –tasa de impuesto de México– a 139 US$/t –la tasa del impuesto de Suecia–.
De las iniciativas de mayor cobertura de emisiones, en abril el precio de los bonos de la UE era de 16
€/t (21 US$/t), la tasa de Japón era de 3 US$/t, los permisos de Corea del Sur se cotizaban a 21 US$/t,
y en 55 US$/t la tasa del impuesto de Francia.
Las proyecciones muestran que los precios de los bonos crecerían a partir de un aumento de la
exigencia de la política ambiental y de medidas para incrementar su precio. Por ejemplo, según Lewis
(2018), el precio de los bonos de la UE estaría entre 25 €/t y 30 €/t (28 US$/t y 34 US$/t)22 en 2020-
2021.
Por su parte, para que las emisiones de CO2 permitan que la temperatura promedio del planeta no
suba más de 2°C, la Carbon Pricing Leadership Coalition (2017: 33 y 51) estimó que el precio del
carbono debería estar en un rango de entre 50 US$/t y 100 US$/t en 2030 según supuestos sobre
cambio tecnológico y exigencia de la política ambiental de los países.
Estos valores del precio del carbono son inferiores al costo marginal de varias de las alternativas de
reducción vistas en el Cuadro 1. Por lo tanto, con un precio de no más de 100 US$/t se induciría a una
reducción de 23% de las emisiones; para que haya reducciones adicionales habría que tomar
medidas para que el precio del carbono sea más alto.
6.2. Casos analizados
6.2.1. Porotos de soja a China
Se analiza el impacto del pago por la emisión de CO2 vinculada con la exportación de porotos de soja
desde los puertos de la zona del río Paraná con destino al puerto de Nanjing (China).
Se tomó el precio del permiso negociable de emisión de CO2 del mercado europeo (EU-ETS), que es el
principal mercado mundial de este tipo de permisos. Se utilizó la proyección para el 2020 elaborada
por Lewis (2018) de 25 €/t (28 US$/t) para el escenario base.
Si los buques no realizan una carga adicional en Bahía Blanca o en Quequén, el uso de este
instrumento de política ambiental implica un costo incremental de US$ 114.990, tal como se aprecia
en el Cuadro 8, parte A (fila 1) (que resume el Cuadro A 5 del Anexo 2).
22
Expresado en dólares a un tipo de cambio de 1 € = 1,14118 US$ correspondiente al 9 de noviembre de 2018.
18
Cuadro 8 Costo incremental por el pago por la emisión de CO2 Exportación de porotos de soja a China (puerto: Nanjing) En US$
Escenarios
Base Alternativo 1 Alternativo 2
(Precio del CO2 = 28 US$/t)
(Precio del CO2 = 50 US$/t)
(Precio del CO2 = 100 US$/t)
A. Sin carga adicional en otro puerto
1 Pago por emisión de CO2 por el viaje (US$) (Costo incremental)
114.990 201.528 403.056
2 Costo incremental / Valor de la carga 0,7% 1,2% 2,4%
3 Costo incremental / Gasto total flete + combustible a velocidad actual 10,3% 18,0% 36,0%
4 Gasto flete + combustible en viaje / Valor de la carga 6,7% 6,7% 6,7%
B. Con carga adicional en otro puerto (Bahía Blanca)
5 Pago por emisión de CO2 por el viaje (US$) (Costo incremental) 114.990 201.528 403.056
6 Costo incremental / Valor de la carga 0,5% 0,8% 1,7%
7 Costo incremental / Gasto total flete + combustible a velocidad actual 10,2% 17,8% 35,7%
8 Gasto flete + combustible en viaje / Valor de la carga 4,7% 4,7% 4,7%
Fuente: CEI en base a Cuadro A 5 del Anexo 2
La peor situación para el exportador es que tenga que hacerse cargo del total del incremento del
costo. En este caso, dicho incremento representaría un aumento de 10,3% en el precio del flete y el
costo del combustible consumido en viaje (fila 3). Pero como el precio del flete equivale a 6,7% del
valor de la carga (fila 4), la exportación a China de los porotos de soja se enfrentaría con un costo
adicional que equivale a 0,7% del valor promedio de la carga transportada (fila 2). Como ese
incremento no es importante en términos relativos, se puede inferir que no debería ocasionar una
baja de rentabilidad tal que obligue a elegir otro destino con menor emisión de CO2 y, por ende,
menor costo.
Similar conclusión podría derivarse de este análisis si el mayor costo del flete se traspasara al
importador. Aquí habría que tener en cuenta si dispone de proveedores alternativos de menor costo
de modo tal que compensen este adicional de 0,7% en el valor de la carga adquirida.
Este costo podría ser mayor si aumentara el precio del permiso de emisión que se ha de utilizar o de
la tasa del impuesto que se ha de pagar, según cuál sea el instrumento que se elija. Al respecto, en el
Cuadro 8 se presenta un análisis de sensibilidad ante dos posibles precios del carbono, para lo cual se
utilizan el mínimo (50 US$/t) y el máximo (100 US$/t) sugeridos por Carbon Pricing Leadership
Coalition (2017) para que las emisiones de CO2 permitan que la temperatura promedio del planeta no
suba más de 2°C para el año 2050: si el precio del permiso de emisión fuera de 50 US$/t, el pago por
la emisión equivaldría a 1,2% del valor de la carga transportada (columna 2, fila 2) y 18% del gasto en
19
flete y combustible (columna 2, fila 3); con un precio del carbono de 100 US$/t, el pago equivaldría a
2,4% del valor de la carga (columna 3, fila 2) y 36% del gasto en flete y combustible (columna 3, fila
3).
Si se embarca una carga adicional en Bahía Blanca –43% de la embarcada en los puertos fluviales del
Paraná–, se incrementan la carga transportada, el precio del flete y el consumo de combustible. Al
hacer un mayor uso de la capacidad instalada del barco (el factor de producción fijo), se aprovechan
economías de escala, por lo que el pago por la emisión representaría una menor proporción del valor
de la carga: 0,5% con un precio del permiso de 28 US$/t, 0,8% con un precio de 50 US$/t y 1,7% con
un precio de 100 US$/t (Cuadro 8, parte B, fila 6). Como el gasto en flete y combustible crece menos
que el valor de la carga (1% vs. 43%), también es menor la relación entre estas dos variables (4,7% en
vez de 6,7%) (fila 8). Además, como el pago por la emisión no cambia porque no varían los días de
viaje, este costo incremental también equivale a una proporción menor del pago por el flete y el
combustible consumido en el viaje: 10,2%, 17,8% y 35,7%, según el precio del permiso (fila 7).
Los resultados del probable incremento porcentual en el costo son similares a estudios previos
mencionados en la sección 3.2.2.ii, como el de Stochniol (2011), que para oleaginosos estimó un
aumento potencial máximo del precio de 0,4% si se aplica un impuesto al combustible de 10%. En
este ejercicio, el precio de 28,80 US$/ton de CO2 equivale a un pago de 19% del precio del
combustible marino23; por lo tanto, si se pagara un precio por tonelada de emisión equivalente a 10%
del precio del combustible, la proporción sería de 0,35% sin carga adicional (0,7%/2) y de 0,25% con
carga adicional (0,5%/2).
6.2.2. Harina y pellets de soja a los Países Bajos
Para este producto, se revisa el costo adicional para las exportaciones al puerto de Rotterdam (Países
Bajos). En 2017 no agregaron carga en los puertos marítimos de Buenos Aires. Con el escenario base
de un precio del bono de carbono de 28,80 US$/t, el costo incremental sería cercano a US$ 66.400
por viaje (Cuadro 9, que resume el Cuadro A 6 del Anexo 2).
Si el exportador se hiciese cargo del total del costo incremental, equivaldría a 0,5% del valor del
cargamento (columna 1, fila 2) y a 10% del gasto del flete y del combustible consumido en el viaje
(fila 3). Con precios del carbono más altos, el pago por el flete y el combustible consumido en viaje
sería entre 17,5% y 35% mayor (fila 3) y el costo incremental equivaldría a 0,9% y 1,7% del valor de la
exportación (fila 2).
23
El cálculo es el siguiente: i) precio del permiso de 28,80 US$/t de CO2; ii) emisión de CO2 por tonelada de combustible marino = 3,114 (OMI 2014: table 68); iii) pago por ton de combustible = 89,68 US$ (i * ii); iv) precio del combustible marino promedio mundial al 7 de febrero de 2019 para el IFO 380 es 466 US$/t (Ship & Bunker, 2019); v) pago por emisión de CO2
por tonelada de combustible/precio del combustible = 19% (iii/iv).
20
Cuadro 9 Costo incremental por el pago por la emisión de CO2 Exportación de harina y pellets de soja a los Países Bajos (puerto: Rotterdam) En US$
Escenarios
Base Alternativo 1 Alternativo 2
(Precio del CO2 = 28 US$/t)
(Precio del CO2 = 50 US$/t)
(Precio del CO2 = 100 US$/t)
1 Pago por emisión de CO2 por el viaje (US$) (Costo incremental)
66.439 116.438 232.877
2 Costo incremental / Valor de la carga 0,5% 0,9% 1,7%
3 Costo incremental / Gasto total flete + combustible a velocidad actual 10,0% 17,5% 35,0%
4 Gasto flete + combustible en viaje / Valor de la carga 4,9% 4,9% 4,9%
Fuente: CEI en base a Cuadro A 6 del Anexo 2
Este resultado también está en línea con la estimación de Stochniol (2011) de un máximo costo
incremental igual a 0,4% del precio si se aplica un impuesto igual a 10% del precio del combustible.
Aquí el ajuste es similar al hecho con los porotos de soja: si el precio del bono de carbono equivaliese
a 10% del precio del combustible marino, y dado que el precio del bono de carbono equivale a 19%
del precio del combustible, el costo incremental sería igual a 0,25% del valor de la carga (0,5%/2) y a
5% del gasto en flete y combustible en viaje (10%/2).
7. Reducción de la velocidad de navegación
7.1. Descripción
La reducción de la velocidad de navegación implica diversos efectos positivos y negativos. Aquí se
presentan los vinculados con la emisión de gases de efecto invernadero y de impacto local, con los
costos económicos y financieros y con la operatoria comercial.
7.1.1. Efecto ambiental
El primer tipo de efecto (positivo) es la menor emisión de CO2 dado que la velocidad guarda una
relación directa con el nivel de consumo de combustible por unidad de tiempo y, por ende, con el
nivel de emisión (OMI, 2009; Faber et al., 2017), de modo que menor velocidad implica menor
consumo y menor emisión.
El apoyo creciente a la reducción de la velocidad de navegación se vincula con que es una de las
medidas con mayor potencial de reducción en términos absolutos de la emisión de GEI en el corto
plazo (WWF et al., 2018), tanto en forma aislada (ver Cuadro 1) como en combinación con la mejora
de la eficiencia energética (Greenpeace International et al., 2018). Esta reducción de la emisión
ocurre a pesar de que, mientras por un lado la menor velocidad reduce la emisión, por el otro precisa
mayor capacidad de carga para transportar la misma carga en el mismo tiempo, esto es, más buques
y mayor emisión (Chile, 2017). Varios estudios estimaron que la menor emisión del total de la flota
21
viajando a menor velocidad más que compensa la mayor emisión por la necesidad de más capacidad
de carga, ya sea con supuestos de utilizar buques ociosos o de construir nuevos buques (OMI, 2009:
207-208; Lindstad et al., 2011; Faber et al., 2017; Cepeda et al., 2017).
Se considera que hay una relación no lineal entre la velocidad de navegación y el consumo de
combustible (Psaraftis y Kontovas, 2013) y que la emisión por unidad de tiempo es casi el triple de la
velocidad de navegación (Stopford, 2009: 234)24 y casi el doble si se tiene en cuenta la mayor
cantidad de buques necesarios para compensar la menor velocidad; esto es, la reducción de la
velocidad en 10% disminuye la demanda de combustible, y en consecuencia las emisiones, en 27% si
no se consideran los buques adicionales, y 19% si se los toma en cuenta (OMI, 2009: 176). Además,
dada una velocidad, el consumo de combustible depende de las características del casco y la
resistencia al agua. Por lo tanto, puede haber mucha disparidad entre el consumo de combustible de
dos buques de similar tamaño y velocidad (Stopford, 2009: 235).
Según Faber et al. (2017), la utilización de buques nuevos permite una mayor reducción de la
velocidad y así de la emisión. Calculan que los buques portacontenedores tienen un mayor potencial
de reducción de la emisión, medida en toneladas, ante la misma reducción porcentual de la
velocidad, seguido por los de carga a granel seca y luego los buques tanque.
Por su parte, como efecto negativo se señala la mayor emisión de contaminantes locales como óxido
nitroso y material particulado (ICS et al., 2019).
7.1.2. Efectos económicos
El segundo tipo de efectos tiene que ver con los costos. Acá se dan tanto efectos positivos como
negativos. El efecto económico positivo es la reducción en el costo de combustible debido al menor
consumo neto, uno de los principales motivos que ha llevado a los transportistas a reducir la
velocidad en épocas de precios altos del combustible (Ronen, 2011; Psaraftis et al., 2012; Woo y
Moon, 2014). Por ejemplo, en 2012, según el relevamiento de la OMI (2014: 53-55), el conjunto de
los buques operaba a una velocidad promedio 25% menor respecto de la de diseño, mientras que en
2007 era 15% menor.
Esto se contrapone con efectos económicos negativos relacionados con los costos fijos y los variables
–excepto el costo de combustible– y con costos de oportunidad. El aumento de los costos se da por
diversos factores:
i) una mayor duración del viaje, que implica un aumento de los costos de operación –salarios, provisiones, mantenimiento, entre otros–. Estos costos representan alrededor de 18% de los costos totales del buque, mientras que el de combustible es alrededor de 26% (Stopford, 2009: 225); ii) menos velocidad que, como ya se mencionó, hace que sea necesaria más capacidad de carga para transportar la misma cantidad de bienes en el mismo tiempo. Esto último puede darse con mayor carga en el mismo buque o con más buques. Si los buques adicionales son buques que estaban ociosos, se suma el costo de esos viajes adicionales; si los buques son nuevos, se suma el precio de compra;
24
La ecuación es la siguiente: Consumo de combustible = Consumo de combustible de diseño [velocidad/velocidad de diseño]
a, donde “a” es 3 (Stopford, 2009: 234). A mayor reducción de velocidad, disminuye la relación entre la velocidad y la
emisión: si la velocidad se reduce 10%, el consumo disminuye 27%; si la velocidad baja 30%, la emisión disminuye 66%.
22
iii) mayor costo total de seguro por la mercadería y mayor costo financiero por los fondos extra para financiar un viaje de mayor duración (Faber et al., 2017); iv) mayor costo de oportunidad por tener más stock en tránsito (Maloni et al., 2013). El efecto neto depende de la magnitud relativa de ambos tipos de efectos. Diversos autores (Lindstad
et al., 2011; Psaraftis et al., 2012; Maloni et al., 2013; Woo y Moon, 2014) analizan el impacto a nivel
de un buque, de modo que no computan el costo de capital de construir nuevos buques. Los
resultados arrojan que la reducción de costos por el menor consumo neto de combustible es mayor
en términos absolutos que los incrementos en otros costos operativos derivados de la mayor
duración del viaje (factor i), de modo que el efecto neto es positivo25. Esta diferencia se incrementa
cuando aumenta el precio del combustible. Sin embargo, los factores iii y iv pueden compensar dicha
diferencia, en particular cuando crece el costo de oportunidad, lo cual se da cuando se incrementan
el precio de la carga y la tasa de interés (Psaraftis et al., 2012).
Otros trabajos siguen un enfoque más agregado y toman en cuenta el costo de capital de construir
nuevos buques (factor ii). Un ejemplo es Cepeda et al. ( 2017), que simula el impacto para una flota
de 13 buques graneleros con el resultado de un ahorro neto de costos, ahorro que aumenta si se
reduce la velocidad y se incrementa el precio del combustible, mientras que el ahorro se reduce si
crece el precio de los buques adicionales.
El efecto a nivel del conjunto de la flota de buques lo muestra la OMI (2009: 207-208), que estima
que una reducción de la velocidad de 10% en toda la flota marítima se asocia con un costo marginal
de reducción de CO2 de entre 80 US$/t y 135 US$/t. Esta estimación se hace con el supuesto de que
la capacidad adicional de carga requerida se logra con nuevos barcos y que todos los barcos aplican
la misma reducción porcentual de velocidad. Los barcos más rápidos y más grandes tienen un menor
costo-efecto que los más lentos y más chicos.
En síntesis, en el análisis a nivel de un viaje, el costo incremental por la menor velocidad resulta de la
suma del menor costo por combustible, el mayor pago por flete por los días adicionales de viaje26, el
mayor costo del seguro de la carga y el costo de oportunidad de financiar más días de viaje y tener
mercadería en tránsito. Aun cuando el costo incremental sea negativo –esto es, el ahorro en
combustible es mayor que el aumento en los otros conceptos–, no implica que el dador de la carga
se beneficie con un menor gasto en flete y combustible. Tal como se analizó en la sección 3.2, el
grado de traspaso del menor gasto al dador de la carga depende de las condiciones del mercado. Por
ejemplo, Maloni et al. (2013) muestran casos de traspasos nulos o parciales según el poder de
negociación del dador de la carga. Según Carson et al. (2015), este ahorro no se habría traspasado a
los exportadores de alimentos refrigerados exportados por Nueva Zelandia. Por su parte, Notteboom
y Cariou (2013) concluyen que, para los buques portacontenedores, la ocurrencia y la magnitud del
traspaso del menor costo de combustible dependen de la ruta analizada, y hasta encontraron casos
en que los transportistas han aumentado el cargo por combustible a pesar de que se redujo su
consumo, que corresponde al escenario de amplificación del costo mencionado en la sección 3.2.2.
25
Según Woo y Moon (2014), los costos operativos crecen recién cuando se reduce mucho la velocidad. En su modelo de simulación, esto sucede si la velocidad se reduce más de 50%. 26
Este es el caso de los contratos por tiempo (time charter).
23
En caso de que solo se traspase al dador de la carga el aumento de costos relacionado con la mayor
cantidad de días de viaje, este mayor costo puede ocasionar una sustitución de destinos de la
exportación o de orígenes de la importación. Por ejemplo, si el mayor costo lo asume el exportador,
le conviene cambiar por destinos más cercanos; si lo asume el importador, puede elegir cambiar por
proveedores más cercanos. Por otro lado, al hacer más costoso este medio de transporte, podría
derivar en una sustitución por otros medios de transporte, en caso de que sea factible técnicamente.
7.1.3. Efectos sobre la operatoria comercial
Respecto a la operatoria comercial, hay efectos positivos y negativos. Un efecto positivo es un mejor
cumplimiento de los cronogramas de viaje debido a que navegar a una menor velocidad le brinda al
operador mayor flexibilidad para ajustar la velocidad ante retrasos en el cumplimiento del tiempo de
viaje (Maloni et al., 2013; Lee et al., 2015). Pero como el aumento de velocidad viene asociado con
un aumento del costo de combustible, es usual que los transportistas decidan no cumplir el
cronograma previsto (Lee et al., 2015).
Un segundo efecto positivo es poder presentar una menor huella de carbono (Maloni et al., 2013)
gracias a la menor emisión, lo cual es favorable para las ventas a mercados con consumidores
sensibles ante este tipo de etiquetados27.
Los efectos negativos se relacionan con bienes que son sensibles al tiempo transcurrido. Un primer
efecto negativo puede darse en el comercio de los productos perecederos, esto es, productos cuya
venta depende del tiempo que transcurre entre la producción y el momento del consumo. Por
ejemplo, Chile y Perú (2018) muestran que la reducción de la velocidad puede perjudicar la
exportación de los productos cuya calidad y grado de maduración varían con el tiempo de viaje al
mercado de destino. De este modo, una menor velocidad y, por consiguiente, una mayor duración
del viaje, reduce la competitividad del producto frente a los provenientes de países más cercanos.
Para mostrar esto utilizan los ejemplos de frutas y hortalizas frescas –cereza, arándanos y palta– cuya
condición óptima no se alcanzaría si se obligara a reducir la velocidad de navegación. Los requisitos
de calidad y maduración pueden ser fijados por el mercado como también por regulaciones del
mercado importador. Por todo esto, proponen que se tome en cuenta la situación de exportadores
que se ubican lejos de los principales mercados de consumo mundial.
Esto también puede afectar el comercio de otros productos como la carne vacuna, para la cual cada
mercado fija el denominado “período de durabilidad”, esto es, el tiempo entre la faena y el consumo
final. Este período es menor para la carne refrigerada que para la congelada. Una mayor duración del
viaje podría hacer que se supere el período de durabilidad y no se pueda seguir vendiendo carne
refrigerada, cuyos cortes se venden a un mayor precio que el de la congelada (CEI, 2019). Según
Carson et al. (2015), la menor velocidad no parece haber afectado las exportaciones de los productos
refrigerados que vende Nueva Zelandia, aunque el impacto negativo potencial se daría en aquellos
con menor tiempo en la góndola, como las carnes. En este caso, como alternativas proponen redirigir
ventas desde Europa a los países de Asia Oriental, o modificar el sistema de refrigerado para obtener
una mayor duración del producto. En esta misma línea, Faber et al. (2017) analizan el impacto sobre
27
El etiquetado de huella de carbono indica la emisión de CO2 del producto, en general durante la etapa de transporte al mercado de destino (ver Lottici, 2012).
24
las exportaciones de carne vacuna argentina a Europa y concluyen que la mayor duración del viaje
por reducir 30% la velocidad no impide que el cargamento de carne vacuna refrigerada arribe a
tiempo para su comercialización. Los tres ejemplos vistos muestran que el impacto sobre el comercio
de productos perecederos debe analizarse caso por caso.
Un segundo efecto negativo es la pérdida de ventas cuando se requiere llegar a un destino antes que
la competencia para aprovechar una operación a mayor precio debido a cierta necesidad específica
de la demanda, o cuando se precisa entregar la mercadería en cierta fecha por la estacionalidad de la
venta –v.g., ventas en ciertas fiestas–.
Un tercer efecto negativo se relaciona con el manejo de los inventarios. Por ejemplo, más tiempo de
viaje puede hacer necesario un incremento del stock de seguridad y dificulta el manejo de
inventarios mediante el método just-in-time (Maloni et al., 2013), pero esto puede verse
compensado por el mayor cumplimiento del cronograma de viaje (Lee et al., 2015).
Al igual que con los efectos económicos, para evitar los efectos negativos de la operatoria comercial
puede ocurrir que se sustituya el barco por otros medios de transporte. Vale tener en cuenta que, en
general, estas alternativas tienen una mayor tasa de emisión de GEI por unidad transportada por
kilómetro (OMI, 2009).
7.2. Casos analizados
En los ejercicios base de estos casos se supone que el exportador o el importador asumen el costo
adicional por el mayor tiempo de viaje y por la estadía en otro puerto y que el transportista no
traspasa el menor costo por la reducción de consumo de combustible. Como se vio en la sección
6.1.2, el traspaso puede o no darse en la práctica, de modo que la falta de traspaso es un supuesto
conservador y, al mismo tiempo, realista. Sin embargo, para completar el análisis se realiza un
ejercicio de sensibilidad ante un posible traspaso al dador de la carga del menor costo de
combustible, de modo que se tienen resultados para una situación sin traspaso y otra con traspaso
total.
Se simularon dos escenarios de reducción de la velocidad de 10% y 30%, que es lo habitual en este
tipo de estudios (Faber et al., 2017; WWF et al., 2018). En estos casos la reducción se calcula
respecto de la velocidad actual.
7.2.1. Porotos de soja a China
Si no hubiera carga adicional en otro puerto, una reducción de la velocidad de 10% conlleva cinco
días más de viaje. Con el precio del flete más alto (Cuadro 10, que resume al Cuadro A 7 y al Cuadro A
8 del Anexo 2) (columna 1), el mayor tiempo de viaje implica un costo incremental por flete y
combustible de US$ 119.719 (fila 1), que equivale a 0,7% del valor de la carga transportada (fila 2),
mientras que si la reducción fuera de 30%, el costo incremental sería de US$ 407.045, que equivale a
2,4% del valor de la carga (fila 2). Este costo incremental equivale a 10,7% o a 36,8% (fila 3) del gasto
total en flete y combustible, según cuál sea la reducción de velocidad. Con un precio del flete menor
(columna 2), el costo incremental también es menor: 0,6% o 1,9% (fila 2) del valor de la carga. Estas
medidas incrementarían el gasto en flete y combustible en 10,8% o 36,8%, según cuánto se reduzca
la velocidad.
25
Con carga adicional en el puerto de Bahía Blanca disminuye un poco la relación entre el costo
incremental y el valor de la carga: 0,5% o 1,8% con el precio del flete más alto (fila 6, columna 1), y
0,4% o 1,4% con el precio de flete más bajo (fila 6, columna 2), según la reducción de la velocidad. El
costo incremental aumentaría el gasto en flete y combustible 10,6% o 38,1%, con el precio más alto
(fila 7, columna 1), o 10,8% o 38,7% (fila 7, columna 2).
Según lo visto en la sección 7.1.1, una reducción de la velocidad de 10% implica una reducción del
consumo de combustible de 27% y, por lo tanto, del costo por consumo de combustible. Si este
menor costo se traspasara al dador de la carga, entonces habría que comparar el aumento de
consumo por más días de viaje con el menor consumo por día. Con una reducción de velocidad de
10%, el tiempo de viaje se incrementa 10% y el consumo por día se reduce 27%; si la velocidad se
reduce 30%, el tiempo de viaje crece 36% y el consumo por día disminuye 66%. Por lo tanto, en
ambos casos se reduce el costo por consumo de combustible. Esto se muestra en el Cuadro 10, en el
cual se ve una reducción del costo (costo incremental negativo) que representa entre 0,4% y 1,3% del
valor de la carga (fila 2, columnas 3 y 4) y entre 5,5% y 25,7% del gasto en flete y combustible (fila 3,
columnas 3 y 4). Si se completa con carga en Bahía Blanca, la reducción del costo equivale a entre
0,3% y 0,9% del valor de la carga (fila 6, columnas 3 y 4) y entre 5,5% y 24,4% del gasto en flete y
combustible (fila 7, columnas 3 y 4).
26
Cuadro 10 Costo incremental por reducción de la velocidad Exportación de porotos de soja a China (puerto: Nanjing) En US$
Sin traspaso del menor costo de combustible
Con traspaso del menor costo de combustible
Escenarios Escenarios
Base Alternativo 1 Base Alternativo 1
(Precio del flete promedio 2° trim
2018 = 10.523 US$/día)
(Precio del flete promedio 2015 = 5.507 US$/día)
(Precio del flete promedio 2° trim
2018 = 10.523 US$/día)
(Precio del flete promedio 2015 =
5.507 US$/día)
A. Sin carga adicional en otro puerto
1 Costo incremental por días extra (flete + combustible en viaje) (US$)
- Reducción 10% 119.719 94.639 -62.133 -87.213
- Reducción 30% 407.045 321.773 -139.638 -224.910
2 Costo incremental / Valor de la carga
- Reducción de velocidad de 10% 0,7% 0,6% -0,4% -0,5%
- Reducción de velocidad de 30% 2,4% 1,9% -0,8% -1,3%
3 Costo incremental / Gasto total flete + combustible a velocidad actual
- Reducción de velocidad de 10% 10,7% 10,8% -5,5% -10,0%
- Reducción de velocidad de 30% 36,4% 36,8% -12,5% -25,7%
4 Gasto total flete + combustible en viaje a velocidad actual / Valor de la carga 6,7% 5,2% 6,7% 5,2%
B. Con carga adicional en otro puerto (Bahía Blanca)
5 Costo incremental por días extra (flete + combustible en viaje) (US$)
- Reducción 10% 119.719 94.639 -62.133 -87.213
- Reducción 30% 430.988 340.700 -124.512 -214.800
6 Costo incremental / Valor de la carga
- Reducción de velocidad de 10% 0,5% 0,4% -0,3% -0,4%
- Reducción de velocidad de 30% 1,8% 1,4% -0,5% -0,9%
7 Costo incremental / Gasto total flete + combustible a velocidad actual
- Reducción de velocidad de 10% 10,6% 10,8% -5,5% -9,9%
- Reducción de velocidad de 30% 38,1% 38,7% -11,0% -24,4%
8 Gasto total flete + combustible en viaje a velocidad actual / Valor de la carga 4,7% 3,7% 4,7% 3,7%
Fuente: CEI en base a Cuadro A 7 y Cuadro A 8 del Anexo 2
7.2.2. Harina y pellets de soja a los Países Bajos
Una reducción de la velocidad de 10% hace que el viaje demore tres días más. Con el precio del flete
más alto (Cuadro 11, que resume el Cuadro A 9 y Cuadro A 10 del Anexo 2) (columna 1), el costo
incremental equivale a 0,5% del valor de la carga transportada (fila 2), mientras que si la reducción
fuera de 30%, el costo incremental equivaldría a 2% del valor de la carga. En relación con el gasto en
27
flete y combustible, el costo incremental equivale a 10,8% o a 39,6% (fila 3) según cuál sea la
reducción de velocidad. Con un precio del flete menor (columna 2), el costo incremental sería igual a
0,4% o 1,6% del valor de la carga (fila 2), e incrementarían el gasto de flete y combustible 11% o
40,5%, según cuál sea la reducción de la velocidad (fila 3).
Esta estimación está en línea con la efectuada por Faber et al. (2017) para quienes una reducción de
30% de la velocidad implicaría un costo adicional de 0,31% del valor del cargamento de harina de
soja entre Buenos Aires y Rotterdam. Una diferencia con dicho estudio es que incluye estimaciones
de los cambios en el costo del seguro y en el costo financiero.
Cuadro 11 Costo incremental por reducción de la velocidad Exportación de harina y pellets de soja a los Países Bajos (puerto: Rotterdam) En US$
Sin traspaso del menor costo de combustible Con traspaso del menor costo de combustible
Escenarios Escenarios
Base Alternativo 1 Base Alternativo 1
(Precio del flete promedio 2° trim
2018 = 10.523 US$/día)
(Precio del flete promedio 2015 =
5.507 US$/día)
(Precio del flete promedio 2° trim
2018 = 10.523 US$/día)
(Precio del flete promedio 2015 =
5.507 US$/día)
1 Costo incremental por días extra (flete + combustible en viaje) (US$)
- Reducción de velocidad de 10% 71.831 56.783 -33.643 -48.691
- Reducción de velocidad de 30% 263.382 208.206 -62.864 -118.040
2 Costo incremental / Valor de la carga
- Reducción de velocidad de 10% 0,5% 0,4% -0,3% -0,4%
- Reducción de velocidad de 30% 2,0% 1,6% -0,5% -0,9%
3 Costo incremental / Gasto total flete + combustible a velocidad actual
- Reducción de velocidad de 10% 10,8% 11,0% -5,1% -9,5%
- Reducción de velocidad de 30% 39,6% 40,5% -9,5% -23,0%
4 Gasto total flete + combustible en viaje a velocidad actual / Valor de la carga 4,9% 3,8% 4,9% 3,8%
Fuente: CEI en base a Cuadro A 9 y Cuadro A 10 del Anexo 2
En este caso también el menor consumo por día es superior en términos relativos al aumento del
consumo por más días de viaje. Si el menor gasto en combustible se traspasara al dador de la carga,
el costo incremental sería negativo; esto es, se reduciría el costo para el dador de la carga entre 0,3%
y 0,9% del valor de la carga (fila 2, columnas 3 y 4) y el gasto de flete y combustible disminuiría entre
5,1% y 23% (fila 3, columnas 3 y 4).
8. Cuatro cuestiones adicionales
Cabe destacar cuatro cuestiones adicionales al análisis del impacto de la aplicación de las dos
medidas estudiadas. Una primera cuestión es que la importancia relativa del costo incremental
difiere según la variable que se modifica y el tipo de medida de política ambiental adoptada (Cuadro
12).
28
Cuadro 12 Costo incremental: cambios ante el aumento de ciertas variables relevantes
Variable que aumenta Pago por la emisión de CO2 Reducción de la velocidad
Precio del flete por día No varía el costo incremental El costo incremental representa una menor proporción del costo del flete + combustible
Mayor costo incremental El costo incremental representa una mayor proporción del valor de la carga
Precio del combustible No varía el costo incremental El costo incremental equivale a una menor proporción del costo del flete + combustible
Mayor costo incremental El costo incremental representa una mayor proporción del valor de la carga
Valor del pago por la emisión de CO2 Mayor costo incremental El costo incremental equivale a una mayor proporción del costo del flete + combustible y del valor de la carga
No hay cambios
Precio del producto transportado No varía el costo incremental El costo incremental representa una menor proporción del valor de la carga
No varía el costo incremental El costo incremental representa una menor proporción del valor de la carga
Fuente: CEI
La segunda es que si el costo incremental se traspasara al precio que cobra el productor primario,
podría derivar en que los productores marginales dejen de obtener rentabilidad por la producción de
soja. Esto podría suceder en establecimientos de Santiago del Estero y Salta que suelen tener un
menor margen neto de ganancia. Por ejemplo, considerando los precios y costos de mayo de 2019,
una reducción del precio de venta de entre 2% y 4% podría hacer que su margen neto sea nulo
(Cuadro 13).
Cuadro 13 Ingreso de indiferencia para soja de primera
1
En US$/hectárea
Santiago del Estero 2
Salta
3
1 2 3 4
1 2 3 4
Ingreso bruto 410 410 593 593
570 570 684 684
Gastos de comercialización 96 96 139 139
181 181 217 217
Costos totales 4 249 249 249 249
288 288 289 289
Gastos de estructura campo solo agricultura (casos B y C) 181 162 181 162
181 162 181 162
Margen neto -116 -97 24 43
-80 -61 -3 16
Variación de ingreso bruto para que margen neto = 0 28% 24% -4% -7%
14% 11% 0% -2%
1. El productor vende la soja a un precio de 228 US$/t y la retención a las exportaciones es de 28,30% 2. Se presentan cuatro casos que resultan de combinar dos niveles de rendimiento (1,8 y 2,6 t/ha) y dos de gastos de estructura 3. Se presentan cuatro casos que resultan de combinar dos niveles de rendimiento (2,5 y 3 t/ha) y dos de gastos de estructura 4. Costos de labranza, semillas, agroquímicos, fertilizantes y cosecha Fuente: CEI en base a Márgenes agropecuarios (2 de mayo de 2019)
Las otras dos cuestiones se refieren al contexto en el que se tomarían estas medidas de política
ambiental internacional. La primera es que las medidas revisadas constituyen una influencia
adicional sobre el precio del flete, un precio de por sí con fluctuaciones marcadas (UNCTAD, 2017;
Pettersen Strandenes, 2012) que afectan las transacciones, los contratos y las decisiones de política
29
de transporte (Alizadeh y Talley, 2011), variaciones que superan los valores de incremento del precio
del flete estimadas en este trabajo (ver Gráfico 1).
Gráfico 1 Evolución del Baltic Exchange Dry Index
1, abril 2007-febrero 2019
Promedio mensual
1. Índice del precio del flete de buques graneleros para carga seca Fuente: CEI en base a Baltic Exchange
La segunda cuestión se refiere a que la exportación desde los puertos de la zona del Paraná presenta
problemas que hacen al costo de exportar, como el dragado de los canales, la necesidad del
practicaje en el río y en el puerto y la congestión de las vías navegables (Calzada et al., 2016), entre
otros.
En consecuencia, al costo incremental por las medidas de política ambiental que se adopten en el
marco de la OMI se le suman dos factores preexistentes que afectan de manera negativa a la
exportación por barco, como son la volatilidad del precio del flete y el costo de exportar desde los
puertos argentinos del río Paraná.
9. Consideraciones finales
En este trabajo se revisaron estudios que analizaron el costo de reducir las emisiones de carbono en
el transporte marítimo y se efectuó un análisis preliminar del impacto en el precio del flete de dos
medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero: pago por la emisión, sea un
impuesto o la compra de permisos de emisión, y la reducción de la velocidad de navegación.
5,971
11,440
851
4,078
680
2,277
478
1,747
668 0
2,000
4,000
6,000
8,000
10,000
12,000
abr-
07
sep
-07
feb
-08
jul-
08
dic
-08
may
-09
oct
-09
mar
-10
ago
-10
ene-
11
jun
-11
no
v-1
1
abr-
12
sep
-12
feb
-13
jul-
13
dic
-13
may
-14
oct
-14
mar
-15
ago
-15
ene-
16
jun
-16
no
v-1
6
abr-
17
sep
-17
feb
-18
jul-
18
dic
-18
-79% 265%
-62%
235%
-83%
379%
-93%
92%
30
Respecto al primer punto, existen diversas medidas con un costo neto negativo o nulo, esto es, que
los costos de su implementación se pueden más que compensar con el menor gasto derivado del
menor consumo de combustible.
En relación con el segundo punto, en este primer trabajo se escogieron dos productos del sector
agroalimentario importantes en las exportaciones argentinas: el poroto de soja y la harina y pellets
de soja.
Los resultados de los dos casos estudiados muestran costos incrementales mayores a cero si se tiene
que pagar por las emisiones de CO2 y si el efecto económico positivo de la menor velocidad no se
traspasa al dador de la carga, mientras que los costos incrementales serían negativos si dicho efecto
económico se traspasara en su totalidad. Los valores obtenidos guardan relación con la magnitud de
los encontrados en otros estudios. Estos costos equivalen a una proporción significativa del gasto de
flete –entre 10% y 40%– y a una proporción pequeña del valor de la carga transportada –entre 0,4%
y 2,4%–, mientras que el costo incremental puede ser negativo si el menor costo se traspasa al dador
de la carga, en cuyo caso el beneficio equivale a entre 5% y 26% del gasto del flete y a entre 0,3% y
0,9% del valor de la carga (Cuadros 14 y 15).
Cuadro 14 Costo incremental por el pago por la emisión de CO2
Porotos de soja (China)
Harina de soja (Países Bajos)
A. Sin carga adicional en otro puerto
1 Costo incremental / Valor de la carga 0,7% / 2,4% 0,5% / 1,7%
2 Costo incremental / Gasto total flete + combustible a velocidad actual 10,3% / 36% 10% / 35%
B. Con carga adicional en otro puerto (Bahía Blanca)
3 Costo incremental / Valor de la carga 0,5% / 1,7% n.c.
4 Costo incremental / Gasto total flete + combustible a velocidad actual 10,2% / 35,7% n.c.
Fuente: CEI
Cuadro 15 Costo incremental por reducción de la velocidad Con y sin traspaso del menor costo de combustible
Porotos de soja (China) Harina de soja (Países Bajos)
sin traspaso con traspaso sin traspaso con traspaso
A. Sin carga adicional en otro puerto
1 Costo incremental / Valor de la carga 0,7% / 2,4% -0,4% / -1,3% 0,5% / 2% -0,3% / -0,9%
2 Costo incremental / Gasto total flete + combustible a velocidad actual 10,7% / 36,8% -5,5% / -25,7% 10,8% / 40,5% -5,1% / -23%
B. Con carga adicional en otro puerto (Bahía Blanca)
3 Costo incremental / Valor de la carga 0,4% - 1,8% -0,3% / -0,9% n.c. n.c.
4 Costo incremental / Gasto total flete + combustible a velocidad actual 10,6% - 38,7% -5,5% / -24,4% n.c. n.c.
Fuente: CEI
31
Por último, se comentó que el riesgo de que otros proveedores desplacen parte de estas
exportaciones depende de la variación relativa del costo incremental y de la capacidad de dichos
proveedores para sustituir la oferta argentina. Por ejemplo, si el costo incremental del proveedor
alternativo crece menos en términos relativos que el costo incremental de la venta desde la
Argentina, podría haber desplazamiento. Para que esto ocurra, el proveedor alternativo debe contar
con una producción suficiente para reemplazar las ventas argentinas. En los dos casos analizados,
parece difícil reemplazar a la producción argentina, al menos en su totalidad.
32
Anexo 1
El traspaso del mayor costo: análisis teórico y evidencia empírica
El análisis de esta cuestión se desarrolla en dos partes: la primera sigue un enfoque teórico mientras
que la segunda resume la evidencia empírica.
A.1.1. Análisis teórico
En la teoría económica, el impacto de un aumento de los costos sobre los participantes de la cadena
productiva y de comercialización recibe dos nombres. Uno es pass-through o traspaso al precio del
cambio en el costo; otra es análisis de la incidencia tributaria, en el caso de que se aplique un
impuesto.28
En el análisis hay que tener en cuenta que la demanda de flete es una demanda derivada de lo que
sucede en el mercado del producto que va a transportarse. Y a su vez, lo que sucede en el mercado
del flete influye en las decisiones que se toman en el mercado del producto. Es por ello que son dos
mercados muy interrelacionados. En consecuencia, hay dos posibles traspasos: del costo del flete al
precio del flete, y del precio del flete al precio del producto transportado.
El grado del traspaso depende de la relación entre la oferta y la demanda en cada caso concreto,
tanto en el mercado del flete como en el mercado del producto transportado (Lindstad et al., 2015;
Vivid Economics, 2010), de modo que el mayor costo del flete puede ser absorbido por alguno de los
cuatro principales actores de estos mercados, o compartido entre los cuatro en diferentes
proporciones.
Lo que importa es el grado de respuesta de la demanda y la oferta ante el cambio en el precio, que
en teoría económica se denomina la elasticidad precio. A menor grado de respuesta, menor
elasticidad. Si los demandantes no reducen la cantidad demandada ante una suba del precio
(demanda totalmente inelástica), el mayor costo se puede traspasar al precio. Si los demandantes
reducen de manera abrupta la cantidad demandada (demanda perfectamente elástica), los oferentes
absorberán el mayor costo. En el caso intermedio, el costo será compartido entre oferentes y
demandantes. ¿Cómo se determina la proporción en que se distribuye el aumento en los costos?
En la teoría económica, mediante un análisis de equilibrio parcial se concluye que el agente con
menor elasticidad precio es quien va a soportar la mayor parte del costo adicional (Shoven, 1987): si
la demanda es más inelástica que la oferta, la demanda absorberá una mayor proporción; si la oferta
es más inelástica que la demanda, la oferta absorberá una mayor proporción. Esto requiere precisar
de qué dependen la elasticidad de la demanda y de la oferta en estos dos mercados.
En el mercado del flete, los transportistas buscarán compensar el aumento de los costos con un
mayor precio del flete (Chowdhury y Dinwoodie, 2011). La elasticidad de la demanda (el importador)
será menor si el demandante:
28
Si bien el análisis del traspaso se ha realizado para medidas de política ambiental que implican un pago por la emisión, más recientemente se ha desarrollado un método para analizar el traspaso del costo de las medidas regulatorias (Fullerton y Muehlegger, 2019).
33
i) no puede utilizar medios de transporte alternativos para comprar al mismo origen o a otro
origen;
ii) no cuenta con proveedores extranjeros más cercanos, de modo que el costo del flete por mar
sea menor;
iii) en el corto plazo, la elasticidad de la demanda de transporte suele ser baja ya que la mercancía
está esperando para ser transportada; en cambio, en el largo plazo, el aumento del precio del flete
puede influir en la cantidad que se produce y transporta (Stopford, 2009).
Por el lado de la oferta (el transportista), la elasticidad dependerá de cuántos clientes alternativos
tenga y si puede modificar su capacidad de carga. Una característica clave del mercado del flete
marítimo es que la capacidad de carga está determinada por los buques disponibles –situación de
corto plazo– o por la posibilidad de retirar buques o incorporar nuevos a la oferta –situación de largo
plazo. Como la oferta de flete es fija en el corto plazo, la oferta es más inelástica en el corto plazo
que en el largo plazo, de modo que los cambios en la demanda se reflejarán más en el precio que si la
oferta pudiera variar.
En el mercado del producto transportado, el importador tratará de traspasar el mayor precio del
flete al precio del producto, para lo cual cuenta la relación entre la elasticidad de la oferta y la
elasticidad de la demanda. Por el lado de la demanda, la elasticidad será menor si:
i) el comprador final no cuenta con proveedores locales alternativos que le permita no tener que
recurrir a la importación, esto es, hay que ver el grado de dependencia de las importaciones;
ii) el bien que va a importarse es muy necesario, de modo que no se pueda reducir la cantidad
demandada aunque el precio suba;
iii) el precio del flete equivale a una pequeña proporción del precio del bien transportado (bajo
valor del flete ad valorem), de manera que un aumento del precio del flete tiene un pequeño
impacto relativo en el gasto del comprador final.
Por el lado de la oferta, la elasticidad depende de los clientes alternativos disponibles.
¿Cambia el análisis en el caso de una baja de los costos del flete? Aquí tanto al transportista como al
importador les convendrá reducir el precio si deriva en un mayor ingreso por ventas: esto ocurre si,
ante una baja en el precio, la cantidad demandada sube en mayor proporción –demanda elástica al
precio–. En el caso de los demandantes de flete (los importadores), tienen que poder sustituir otros
medios de transporte por el barco para comprar a los mismos proveedores o dejar de comprar a
proveedores que requieren un medio de transporte que no sea el barco, y en el caso de los
demandantes del producto final, que puedan demandar más productos importados ante una baja del
precio. Entonces, el grado de traspaso de la disminución del costo del flete al precio del flete será
mayor cuanto más elástica sea la demanda y menos elástica la oferta, y el grado de traspaso del
menor precio del flete al precio que paga el comprador final será mayor cuánto más elástica sea la
demanda del producto final y menos elástica la oferta.
34
En el corto plazo hay algunas restricciones que reducen el grado de traspaso (Lindstad et al., 2015;
Vivid Economics, 2010):
i) los contratos limitan el cambio de las decisiones de los oferentes y demandantes durante su
período de vigencia;
ii) la disponibilidad de infraestructura portuaria y de buques limita la posibilidad de un cambio en el
corto plazo, ya que para demandar más flete marítimo se debería contar con mayor capacidad
portuaria y más buques;
iii) para demandar más modos alternativos de transporte se debería contar con ellos en el grado
necesario para sustituir al barco, lo cual es más factible en distancias cortas y entre mercados que
cuentan con fronteras comunes –para el caso del camión y el tren– y para productos de alto valor
unitario y bajo volumen o peso –para el caso del avión–.
También el grado de incentivo de la medida de política ambiental adoptada varía según el tipo de
contrato. Mayor será el incentivo para mejorar el comportamiento ambiental si el costo de
combustible está a cargo del transportista, como en el caso del contrato de viaje, que si lo cubre el
dador de la carga, como en el fletamento por tiempo (OMI, 2010: 29).
Asimismo puede darse el caso de que el demandante del flete también sea el comprador del
producto transportado, de modo que se suman los factores que influyen sobre la elasticidad de la
demanda del flete y del producto.
A.1.2. Evidencia empírica
En el terreno empírico hay trabajos que estimaron los dos tipos de traspaso. El más analizado es el
traspaso de un cambio en el costo del flete al precio del flete. Menos estudios analizaron el traspaso
del precio del flete al precio del producto.
i. Traspaso al precio del flete
De los componentes del costo, lo más frecuente es analizar el impacto de un cambio en el precio del
combustible. La elasticidad del precio del flete ante una variación del precio del combustible se
estima mediante modelos econométricos.
Por ejemplo, Vivid Economics (2010) estimó la elasticidad para distintos tipos de buques que
transportan diferentes mercaderías. En el caso del transporte de hierro con un buque Capesize, la
elasticidad29 promedio es 0,96, valor que se interpreta como que una suba del precio del combustible
de 10% lleva a un aumento del precio del flete de 9,6%. En este caso, casi todo el aumento del costo
del flete se traspasó al precio del flete. En otros productos, la elasticidad fue menor: también ante un
aumento de 10% en el precio del combustible, el precio del flete subiría 3% en promedio para el
transporte de petróleo crudo en buque tanque grande; se incrementaría 2,5% en promedio para
cereales que se transportan en un buque Panamax; y aumentaría alrededor de 2% promedio en el
transporte de contenedores. En esos casos, el traspaso sería parcial y el transportista asumiría una
parte importante del aumento del costo del flete.
29
Se toman las estimaciones hechas mediante el modelo de corrección de errores.
35
En otro trabajo, Chowdhury y Dinwoodie (2011) encontraron que las elasticidades son mayores para
el transporte de carbón, con valores entre 1,12 y 2,69; esto es, que el aumento del precio del
combustible de 10% se vinculó con aumentos del precio del flete de entre 11% y 27%.
UNCTAD (2010) estimó la elasticidad de traspaso del precio del combustible en tres mercados. En el
de portacontenedores el resultado fue de entre 0,137 y 0,360 –un 10% de aumento del combustible
condujo a incrementos de entre 1,37% y 3,60%. En el de mineral de hierro, la variación fue de entre
casi 1% (elasticidad de 0,0935) y apenas superior a 10% (1,063). El tercer mercado estudiado es el de
petróleo crudo con elasticidades de 0,281 y 0,545.
Para el mercado de contenedores, el Department of Maritime Research and Innovation (2009)
estimó que un impuesto a las emisiones de GEI equivalente a 8% del precio del combustible
(impuesto de 45 US$/t de GEI y precio del combustible de 550 US$/t) incrementaría el costo del flete
5%. El impacto sería mayor si el buque viajara a una mayor velocidad y sería menor si aumentara el
precio del combustible.
Mediante un modelo económico, Kosmas y Acciaro (2017) analizaron la incidencia tributaria de un
impuesto al combustible. Concluyen que el traspaso varía con las condiciones del mercado: una
mayor proporción podrá traspasarse al dueño de la carga cuando las condiciones son más favorables
al transportista, esto es, con demanda de flete mayor que la oferta y precios en alza, mientras que el
transportista absorberá una mayor proporción en momentos de menor demanda y precio en baja.
Aquí se considera que la oferta de carga es fija en el corto plazo.
Respecto de otras medidas de reducción de la emisión, Lindstad et al. (2015) estimaron –mediante
un modelo económico– el traspaso al precio del flete para medidas que se alcanzan con un costo
neto negativo y con un costo neto positivo, y lo aplicaron para diferentes tipos de buques. En el
análisis tienen en cuenta el grado de respuesta de la demanda de transporte al cambio del precio del
flete; la respuesta de la demanda del producto final al cambio de su precio; y la posibilidad de
sustitución entre transporte por mar y terrestre (camión y ferrocarril)30. De este análisis concluyen
que: i) los incrementos o reducciones de costos se comparten entre el transportista y quien demanda
el servicio de transporte, de modo que una medida de costo neto negativo reduce el precio del flete
y aumenta el margen de ganancia del transportista, mientras que una medida de costo neto positivo
aumenta el precio del flete y reduce el margen de ganancia del transportista; ii) el mayor grado de
traspaso se da en los portacontenedores y tanqueros grandes, mientras que el grado de traspaso es
bajo en el caso de los graneleros.
ii. Traspaso al precio del producto
En relación con el traspaso al precio del producto transportado, se revisan tres estudios que hicieron
dicho ejercicio para un impuesto al combustible como medida proxy del impuesto a la emisión. Uno
es el de Stochniol (2011), para quien el máximo incremento potencial de precios esperado por un
impuesto de 10% sería de entre 0,1% y 0,7%, para los productos agrícolas: para las carnes sería de
0,2%; para los cereales, 0,5%; para los oleaginosos, 0,4%; para las harinas de oleaginosas y otros
30
Los valores del grado de sustitución del transporte marítimo por el terrestre cuando sube el precio del flete marítimo (elasticidad de sustitución entre modos de transporte) se basan en opiniones de expertos. Consideran que el grado de sustitución es bajo para granel seco y líquido, medio para químicos y gas, y alto para contenedores y vehículos.
36
residuos, 0,7%. El método de cálculo que emplea consta de dos pasos. Primero, calcula el traspaso
del aumento de precio del combustible a partir de estimaciones de la elasticidad precio del flete al
cambio en el precio del combustible. Segundo, supone que el mayor precio del flete se traspasa en su
totalidad al precio del producto y el impacto depende de la relación entre el precio del flete y el
precio del producto (flete ad valorem): a mayor flete ad valorem, mayor impacto.
Similar es el procedimiento seguido por Department of Maritime Research and Innovation (2009)
para un conjunto de productos exportados por países en desarrollo: un impuesto de 8% al
combustible implica un máximo incremento potencial del precio del producto de entre 0,15% para el
café colombiano que se exporta a Europa y 1,86% del yute que Bangladesh vende a Europa. La
diferencia en el flete ad valorem puede modificar la competitividad relativa de diferentes
proveedores, como en el caso del café que se exporta a Europa en el que el flete ad valorem de las
exportaciones de Brasil es 5,10% (impacto potencial máximo de 0,26%) mientras que el de Colombia
es 3% (impacto potencial máximo de 0,15%).
Por su parte, Vivid Economics (2010) estima31 que el aumento del 10% en el precio del combustible
incrementaría el precio del trigo entre 0,06% y 0,5% según el origen y el destino; del arroz entre
0,01% y 0,04%; del maíz entre 0,56% y 0,63% (todos estos productos se transportan por buques
Panamax). El impacto estimado fue mayor para otros tipos de productos: un impacto promedio de
entre 1,4% y 1,6% en mineral de hierro (transportado por Capesize); entre 0,03% y 0,11% para
petróleo crudo, según la dependencia del mercado de destino del petróleo importado (transportado
por buque tanque) y de entre 0,01% y 0,04% en indumentaria (transportado por portacontenedor).
Vivid Economics (2010) también estima el impacto sobre la participación del exportador en el
mercado de destino. Concluye que el impacto será menor cuán mayor sea la participación en el
mercado de destino, menor la distancia al destino y menores los costos de extracción del mineral –
eficiencia relacionada con la escala de la empresa productora/exportadora–, últimos dos factores
que hacen que el exportador tenga menores costos y un mayor margen de ganancia para absorber
parte del aumento del costo.
31
Para la estimación del grado de traspaso utiliza un modelo económico para algunos productos –mineral de hierro y petróleo crudo– y la opinión de expertos para el resto en función de la participación de la importación en la oferta total y otras características del mercado.
37
Anexo 2
Cuadros
Cuadro A 1 Exportaciones argentinas de porotos de soja
1
Promedio 2015-2017
País
Barco Total
Barco / Total Toneladas Part. % Toneladas Part. %
Valor unitario de
exportación (US$/t)
China 8.039.834 87% 8.039.834 86% 363 100%
Egipto 554.865 6% 554.865 6% 355 100%
Resto 622.187 7% 712.470 8% 87%
Mundo 9.216.887 100% 9.307.170 100% 365 99%
1. Posición 120190 del Sistema Armonizado.
Fuente: CEI en base a Indec
Cuadro A 2 Exportaciones argentinas de harina y pellets de soja
1
Promedio 2015-2017
País
Barco Total
Barco / Total Toneladas Part. % Toneladas Part. %
Valor unitario de exportación
(US$/t)
Vietnam 3.797.183 14% 3.797.183 14% 344 100%
Indonesia 2.407.601 9% 2.407.601 9% 343 100%
España 1.646.246 6% 1.646.246 6% 339 100%
Italia 1.581.734 6% 1.581.734 6% 336 100%
Polonia 1.499.206 5% 1.499.206 5% 336 100%
Egipto 1.306.170 5% 1.306.170 5% 338 100%
Malasia 1.266.577 5% 1.266.577 5% 345 100%
Argelia 1.256.180 4% 1.256.180 4% 345 100%
Reino Unido 1.074.775 4% 1.074.775 4% 341 100%
Países Bajos 885.225 3% 885.225 3% 343 100%
Resto 11.257.911 40% 11.265.219 40% 99,94%
Mundo 27.978.808 100% 27.986.117 100% 342 99,97%
UE 8.774.869 31% 8.774.869 31% 339
1. Posición 2304 del Sistema Armonizado.
Fuente: CEI en base a Indec
38
Cuadro A 3
UE: países de consumo y distribución de pellets de soja1
Principales importadores extra-UE
Promedio 2015-2017, en toneladas
País Importaciones Exportaciones Exp total /
Imp total Exp intra / Imp extra Extra-UE Intra-UE Total Extra-UE Intra-UE Total
Países Bajos 3.253.099 143.196 3.396.294 46.147 3.528.023 3.574.171 1,05 1,08
España 2.269.220 57.828 2.327.049 50.489 333.648 384.137 0,17 0,15
Francia 2.227.873 886.189 3.114.062 4.189 52.045 56.234 0,02 0,02
Polonia 2.090.576 187.028 2.277.604 5.596 21.710 27.306 0,01 0,01
Italia 2.018.316 134.697 2.153.014 17.878 93.317 111.195 0,05 0,05
Alemania 1.694.249 1.190.255 2.884.503 32.818 1.713.394 1.746.212 0,61 1,01
Reino Unido 1.527.862 507.714 2.035.575 241 56.785 57.026 0,03 0,04
Resto 4.022.377 3.552.969 7.575.346 147.613 1.651.677 1.799.290
UE 19.103.572 6.659.875 25.763.447 304.971 7.450.600 7.755.570 0,30 0,39
1. Posición 2304 del Sistema Armonizado.
Fuente: CEI en base a Eurostat
Cuadro A 4
Los Países Bajos como proveedor de la UE de pellets de soja1
Origen de las importaciones de los principales importadores
Promedio 2015-2017, en toneladas
País Extra-UE Intra-UE Extra UE+ intra UE
Países Bajos
Intra UE/ (extra UE+intra
UE)
Países Bajos / (intra UE+extra
UE)
Países Bajos /
Intra UE
Francia 2.227.873 886.189 3.114.062 163.459 28% 5% 18%
Alemania 1.694.249 1.190.255 2.884.503 1.082.922 41% 38% 91%
España 2.269.220 57.828 2.327.049 1.094 2% 0% 2%
Polonia 2.090.576 187.028 2.277.604 18.086 8% 1% 10%
Italia 2.018.316 134.697 2.153.014 1.615 6% 0% 1%
Reino Unido 1.527.862 507.714 2.035.575 440.978 25% 22% 87%
UE 19.103.572 6.659.875 25.763.447 2.900.569 26% 11% 44%
1. Posición 2304 del Sistema Armonizado.
Fuente: CEI en base a Eurostat
39
Cuadro A 5 Costo incremental por el pago por la emisión de CO2 Exportación de porotos de soja a China (puerto: Nanjing) En US$ A. Sin carga adicional en otro puerto
Escenarios
Base Alternativo 1 Alternativo 2
(Precio del CO2 = 28 US$/t)
(Precio del CO2 = 50 US$/t)
(Precio del CO2 = 100 US$/t)
1 Tipo de buque Panamax Panamax Panamax
2 Peso promedio de la carga a granel cargada en puertos sobre el río Paraná 2017 (t)1
42.722 42.722 42.722
3 Rango de peso muerto para este tipo de buque (t)2 60.000 - 99.999 60.000 - 99.999 60.000 - 99.999
4 Consumo de combustible por día del tipo de buque seleccionado (en t) a una velocidad actual de 83% de la de diseño3
28,80 28,80 28,80
5 Factor de conversión (HFO)4 3,11 3,11 3,11
6=4*5 Emisiones de CO2 por día (t) 89,57 89,57 89,57
7 Precio del CO2 (US$/t)5 28,53 50 100
8=6*7 Pago por emisión por día (compra de permisos europeos (EUA)) (US$)
2555,33 4478,40 8956,80
9 Días de viaje a velocidad actual6 45 45 45
10=8*9 Pago por emisión de CO2 por el viaje (US$) (Costo incremental) 114.990 201.528 403.056
11 Precio del producto transportado (US$/t) (prom. ene/sep 18)7 390,9 390,9 390,9
12=2*11 Valor de la carga promedio (US$) 16.699.555 16.699.555 16.699.555
13=10/12 Costo incremental / Valor de la carga 0,7% 1,2% 2,4%
14 Días para carga 2 2 2
15 Días para descarga 2 2 2
16=9+14+15 Total de días de flete (carga + viaje + descarga) 49 49 49
17 Precio del flete por día (US$)8 10.523 10.523 10.523
18=16*17 Gasto total por el flete (precio por día * cantidad de días) 515.627 515.627 515.627
19 Precio del combustible (IFO 380, promedio al 7/2/19) (US$/ton)
466 466 466
20=4*9 Consumo total de combustible en viaje (t) 1.296 1.296 1.296
21=19*20 Costo del combustible consumido (US$) 603.936 603.936 603.936
22=18+21 Gasto total flete + combustible en viaje (US$) 1.119.563 1.119.563 1.119.563
23=22/12 Gasto flete + combustible en viaje / Valor de la carga 6,7% 6,7% 6,7%
24=10/22 Costo incremental / Gasto total flete + combustible a velocidad actual
10,3% 18,0% 36,0%
Notas: (1) Secretaría de Agroindustria (2018); (2) OMI (2014): table 4; (3) OMI (2014): table 4, año 2012; (4) OMI (2014), table 68; (5) Lewis (2018) y Carbon Pricing Leadership Coalition (2017); (6) sea-distances.org, a 11,9 nudos; (7) Subsecretaría de Mercados Agropecuarios, Ministerio de Producción y Trabajo; (8) time charter, Panamax 4TC, UNCTAD (2017: 51).
40
B. Con carga adicional en otro puerto (Bahía Blanca)
Escenarios
Base Alternativo 1 Alternativo 2
(Precio del CO2 = 28 US$/t)
(Precio del CO2 = 50 US$/t)
(Precio del CO2 = 100 US$/t)
1 Tipo de buque Panamax Panamax Panamax
2 Peso promedio de la carga a granel cargada en puertos zona Rosario - San Lorenzo 2017 (t)1
42.722 42.722 42.722
3=2*43% Peso promedio de la carga que se completa en Bahía Blanca (t)
18.370 18.370 18.370
4=2+3 Peso promedio de la carga completa (t) 61.092 61.092 61.092
5 Rango de peso muerto para este tipo de buque (t)2 60.000 - 99.999 60.000 - 99.999 60.000 - 99.999
6 Consumo de combustible por día del tipo de buque seleccionado (en t) a una velocidad actual de 83% de la de diseño3
28,80 28,80 28,80
7 Factor de conversión (HFO)4 3,11 3,11 3,11
8=6*7 Emisiones de CO2 por día (t) 89,57 89,57 89,57
9 Precio del CO2 (US$/t)5 28,5295 50 100
10=8*9 Pago por emisión por día (compra de permisos europeos (EUA)) (US$)
2555,33 4478,40 8956,80
11 Días de viaje a velocidad actual6 45 45 45
11ª Pontón Recalada y espera en Río de la Plata al salir 1 1 1
11b Rosario - Bahía Blanca 3 3 3
11c Bahía Blanca – Nanjing 41 41 41
12=10*11 Pago por emisión de CO2 por el viaje (US$) (costo incremental)
114.990 201.528 403.056
13 Precio del producto transportado (US$/t) (prom. ene/sep 18)7
390,9 390,9 390,9
14=4*13 Valor de la carga promedio (US$) 23.880.364 23.880.364 23.880.364
15=12/14 Costo incremental / Valor de la carga 0,5% 0,8% 1,7%
16 Días para carga 2 2 2
17 Días para descarga 2 2 2
18 Días para completar carga en Bahía Blanca 1 1 1
19=11+16+17+18 Total de días de flete (carga + completar carga + viaje + descarga)
50 50 50
20 Precio del flete por día (US$)8 10.523 10.523 10.523
21=19*20 Gasto total por el flete (precio por día * cantidad de días)
526.150 526.150 526.150
22 Precio del combustible (IFO 380, promedio al 7/2/19) (US$/t)
466 466 466
23=6*11 Consumo total de combustible en viaje (t) 1.296 1.296 1.296
24=22*23 Costo del combustible consumido (US$) 603.936 603.936 603.936
25=21+24 Gasto total flete + combustible en viaje (US$) 1.130.086 1.130.086 1.130.086
26=25/14 Gasto flete + combustible en viaje / Valor de la carga 4,7% 4,7% 4,7%
27=12/25 Costo incremental / Gasto total flete + combustible a velocidad actual
10,2% 17,8% 35,7%
Nota: (1) Secretaría de Agroindustria (2018); (2) OMI (2014): table 4; (3) OMI (2014): table 4, año 2012, para el Intermediate Fuel Oil (IFO); (4) OMI (2014), table 68; (5) Lewis (2018) y Carbon Pricing Leadership Coalition (2017); (6) sea-distances.org, a 11,9 nudos; no hay información para Quequén; (7) Subsecretaría de Mercados Agropecuarios, Ministerio de Producción y Trabajo; (8) time charter, Panamax 4TC, UNCTAD (2017: 51). Fuente: CEI
41
Cuadro A 6 Costo incremental por el pago por la emisión de CO2 Exportación de harina y pellets de soja a los Países Bajos (puerto: Rotterdam) En US$
Escenarios
Base Alternativo 1 Alternativo 2
(Precio del CO2 = 28 US$/t)
(Precio del CO2 = 50 US$/t)
(Precio del CO2 = 100 US$/t)
1 Tipo de buque Panamax Panamax Panamax
2 Peso promedio de la carga a granel cargada en puertos sobre el río Paraná 2017 (t)1
34.386 34.386 34.386
3 Rango de peso muerto para este tipo de buque (t)2 60.000 - 99.999 60.000 - 99.999 60.000 - 99.999
4 Consumo de combustible por día del tipo de buque seleccionado (en t) a una velocidad actual de 83% de la de diseño3
28,80 28,80 28,80
5 Factor de conversión (HFO)4 3,11 3,11 3,11
6=4*5 Emisiones de CO2 por día (t) 89,57 89,57 89,57
7 Precio del CO2 (US$/t)5 28,53 50 100
8=6*7 Pago por emisión por día (compra de permisos europeos (EUA)) (US$)
2555,3 4478,4 8956,8
9 Días de viaje a velocidad actual6 26 26 26
10=8*9 Pago por emisión de CO2 por el viaje (US$) (Costo incremental)
66.439 116.438 232.877
11 Precio del producto transportado (US$/t) (prom. ene/sep 18)7
390,6 390,6 390,6
12=2*11 Valor de la carga promedio (US$) 13.429.643 13.429.643 13.429.643
13=10/12 Costo incremental / Valor de la carga 0,5% 0,9% 1,7%
14 Días para carga 2 2 2
15 Días para descarga 2 2 2
16=9+14+15 Total de días de flete (carga + viaje + descarga) 30 30 30
17 Precio del flete por día (US$)8 10.523 10.523 10.523
18=16*17 Gasto total por el flete (precio por día * cantidad de días) 315.690 315.690 315.690
19 Precio del combustible (IFO 380, promedio al 7/2/19) (US$/t)
466 466 466
20=4*9 Consumo total de combustible en viaje (t) 749 749 749
21=19*20 Costo del combustible consumido (US$) 348.941 348.941 348.941
22=18+21 Gasto total flete + combustible en viaje (US$) 664.631 664.631 664.631
23=22/12 Gasto flete + combustible en viaje / Valor de la carga 4,9% 4,9% 4,9%
24=10/22 Costo incremental / Gasto total flete + combustible a velocidad actual
10,0% 17,5% 35,0%
Nota: (1) Secretaría de Agroindustria (2018); (2) OMI (2014): table 4; (3) OMI (2014): table 4, año 2012; (4) OMI (2014), table 68; (5) Lewis (2018) y Carbon Pricing Leadership Coalition (2017); (6) sea-distances.org, a 11,9 nudos; (7) Subsecretaría de Mercados Agropecuarios, Ministerio de Producción y Trabajo; (8) time charter, Panamax 4TC, UNCTAD (2017: 51). Fuente: CEI
42
Cuadro A 7 Costo incremental por reducción de la velocidad sin traspaso del menor costo de combustible Exportación de porotos de soja a China (puerto: Nanjing) en US$
A. Sin carga adicional en otro puerto
Escenarios
Base Alternativo 1
(Precio del flete promedio 2° trim
2018 = 10.523 US$/día)
(Precio del flete promedio 2015 = 5.507 US$/día)
1 Tipo de buque Panamax Panamax
2 Peso promedio de la carga a granel cargada en puertos sobre el río Paraná 2017 (t)1
42.722 42.722
3 Rango de peso muerto para este tipo de buque (t)2 60.000 - 99.999 60.000 - 99.999
4 Velocidad promedio efectiva de los buques seleccionados (en nudos)3
11,9 11,9
5 Días de viaje a velocidad actual4 45 45
6 Días de viaje con reducción de velocidad de 10% 50 50
7 Días de viaje con reducción de velocidad de 30% 62 62
8 Días para carga5 2 2
9 Días para descarga 2 2
10 Total de días de flete (viaje + carga + descarga)
10a=5+8+9 - Velocidad actual 49 49
10b=6+8+9 - Reducción 10% 54 54
10c=7+8+9 - Reducción 30% 66 66
11 Precio del flete por día (US$)6 10.523 5.507
12 Gasto total por flete
12a=11*10ª - Velocidad actual 515.627 269.843
12b=11*10b - Reducción 10% 568.242 297.378
12c=11*10c - Reducción 30% 694.518 363.462
13 Consumo de combustible por día del tipo de buque seleccionado (en t) a una velocidad actual de 83% de la de diseño3
28,8 28,8
14 Consumo de combustible en viaje (t)
14a=13*5 - Velocidad actual 1.296 1.296
14b=13*6 - Reducción 10% 1.440 1.440
14c=13*7 - Reducción 30% 1.786 1.786
15 Precio del combustible (IFO 380, promedio al 7/2/19) (US$/t) 466 466
16 Costo del combustible consumido en viaje (US$)
16a=15*14a - Velocidad actual 603.936 603.936
16b=15*14b - Reducción 10% 671.040 671.040
16c=15*14c - Reducción 30% 832.090 832.090
17 Gasto total flete + combustible en viaje (US$)
17a=12a+16ª - Velocidad actual 1.119.563 873.779
17b=12b+16b - Reducción 10% 1.239.282 968.418
17c=12c+16c - Reducción 30% 1.526.608 1.195.552
18 Costo incremental por días extra (flete + combustible en viaje) (US$)
18a=17b-17a - Reducción 10% 119.719 94.639
18b=17c-17a - Reducción 30% 407.045 321.773
19 Precio del producto transportado (US$/t) (prom. ene/sep 18)7 390,9 390,9
20=19*2 Valor de la carga promedio (US$) 16.699.555 16.699.555
21=17a/20 Gasto total flete + combustible en viaje a velocidad actual / Valor de la carga
6,7% 5,2%
22 Costo incremental / Valor de la carga
22a=18a/20 - Reducción de velocidad de 10% 0,7% 0,6%
22b=18b/20 - Reducción de velocidad de 30% 2,4% 1,9%
23 Costo incremental / Gasto total flete + combustible a velocidad actual
23a=18a/17a - Reducción de velocidad de 10% 10,7% 10,8%
23b=18b/17a - Reducción de velocidad de 30% 36,4% 36,8%
Nota: (1) Secretaría de Agroindustria (2018); (2) OMI (2014): table 4; (3) OMI (2014): table 14; (4) sea-distances.org; (5) Calzada y Sesé (2015); (6) time charter, Panamax 4TC, Seeking Alpha (2018) y UNCTAD (2017: 51); (7) Subsecretaría de Mercados Agropecuarios, Ministerio de Producción y Trabajo.
43
B. Con carga adicional en otro puerto (Bahía Blanca)
Escenarios
Base Alternativo 1
(Precio del flete promedio 2° trim 2018
= 10.523 US$/día)
(Precio del flete promedio 2015 = 5.507
US$/día)
1 Tipo de buque Panamax Panamax
2 Peso promedio de la carga a granel cargada en puertos sobre el río Paraná 2017 (t)1 42.722 42.722
3=2*43% Peso promedio de la carga que se completa en Bahía Blanca (t) 18.370 18.370
4=2+3 Peso promedio de la carga completa (t) 61.092 61.092
5 Rango de peso muerto para este tipo de buque (t)2 60.000 - 99.999 60.000 - 99.999
6 Velocidad promedio efectiva de los buques seleccionados (en nudos)3 11,9 11,9
7 Días de viaje a velocidad actual4 45 45
7ª Pontón Recalada y espera en Río de la Plata al salir 1 1 7b Rosario - Bahía Blanca 3 3 7c Bahía Blanca – Nanjing 41 41
8 Días de viaje con reducción de velocidad de 10% 50 50
9 Días de viaje con reducción de velocidad de 30% 63 63
10 Días para carga5 2 2
11 Días para completar carga en Bahía Blanca6 1 1
12 Días para descarga 2 2
13 Total de días de flete (viaje + carga + completar carga + descarga)
13ª - Velocidad actual 50 50
13b - Reducción 10% 55 55
13c - Reducción 30% 68 68
14 Precio del flete por día (US$)7 10.523 5.507
15 Gasto total por flete
15a=14*13a - Velocidad actual 526.150 275.350
15b=14*13b - Reducción 10% 578.765 302.885
15c=14*13c - Reducción 30% 715.564 374.476
16 Consumo de combustible por día del tipo de buque seleccionado (en t) a una velocidad actual de 83% de la de diseño2
28,8 28,8
17 Consumo de combustible en viaje (t)
17a=16*7 - Velocidad actual 1.296 1.296
17b=16*8 - Reducción 10% 1.440 1.440
17c=16*9 - Reducción 30% 1.814 1.814
18 Precio del combustible (IFO 380, promedio al 7/2/19) (US$/t) 466 466
19 Costo del combustible consumido en viaje (US$)
19a=18*17a - Velocidad actual 603.936 603.936
19b=18*17b - Reducción 10% 671.040 671.040
19c=18*17c - Reducción 30% 845.510 845.510
20 Gasto total flete + combustible en viaje (US$)
20a=15a+19a - Velocidad actual 1.130.086 879.286
20b=15b+19b - Reducción 10% 1.249.805 973.925
20c=15c+19c - Reducción 30% 1.561.074 1.219.986
21 Costo incremental por días extra (flete + combustible en viaje) (US$)
21a=20b-20a - Reducción 10% 119.719 94.639
21b=20c-20a - Reducción 30% 430.988 340.700
22 Precio del producto transportado (US$/t) (prom. ene/sep 18)8 390,9 390,9
23=4*22 Valor de la carga promedio (US$) 23.880.364 23.880.364
24=20a/23 Gasto total flete + combustible en viaje a velocidad actual / Valor de la carga
5% 4%
25 Costo incremental / Valor de la carga
25a=21a/23 - Reducción de velocidad de 10% 0,5% 0,4%
25b=21b/23 - Reducción de velocidad de 30% 1,8% 1,4%
26 Costo incremental / Gasto total flete + combustible a velocidad actual
26a=21a/20a - Reducción de velocidad de 10% 10,6% 10,8%
26b=21b/20a - Reducción de velocidad de 30% 38,1% 38,7%
Nota: (1) Secretaría de Agroindustria (2018); (2) OMI (2014): table 4; (3) OMI (2014): table 14; (4) sea-distances.org; no hay información para Quequén; (5) Calzada y Sesé (2015); (6) CIARA (2018); (7) time charter, Panamax 4TC, Seeking Alpha (2018) y UNCTAD (2017: 51); (8) Subsecretaría de Mercados Agropecuarios, Ministerio de Producción y Trabajo. Fuente: CEI
44
Cuadro A 8 Costo incremental por reducción de la velocidad con traspaso del menor costo de combustible Exportación de porotos de soja a China (puerto: Nanjing) En US$ A. Sin carga adicional en otro puerto
Escenarios
Base Alternativo 1
(Precio del flete promedio 2° trim 2018
= 10.523 US$/día)
(Precio del flete promedio 2015 = 5.507
US$/día)
1 Tipo de buque Panamax Panamax
2 Peso promedio de la carga a granel cargada en puertos sobre el río Paraná 2017 (t)1
42.722 42.722
3 Rango de peso muerto para este tipo de buque (t)2 60.000 - 99.999 60.000 - 99.999
4 Velocidad promedio efectiva de los buques seleccionados (en nudos)3 11,9 11,9
5 Días de viaje a velocidad actual4 45 45
6 Días de viaje con reducción de velocidad de 10% 50 50
7 Días de viaje con reducción de velocidad de 30% 62 62
8 Días para carga5 2 2
9 Días para descarga 2 2
10 Total de días de flete (viaje + carga + descarga)
10a=5+8+9 - Velocidad actual 49 49
10b=6+8+9 - Reducción 10% 54 54
10c=7+8+9 - Reducción 30% 66 66
11 Precio del flete por día (US$)6 10.523 5.507
12 Gasto total por flete
12a=11*10a - Velocidad actual 515.627 269.843
12b=11*10b - Reducción 10% 568.242 297.378
12c=11*10c - Reducción 30% 694.518 363.462
13 Consumo de combustible por día del tipo de buque seleccionado (en t) a una velocidad actual de 83% de la de diseño3
13a - Velocidad actual 28,8 28,8
13b - Reducción 10% 21,0 21,0
13c - Reducción 30% 9,9 9,9
14 Consumo de combustible en viaje (t)
14a=13*5 - Velocidad actual 1.296 1.296
14b=13*6 - Reducción 10% 1.050 1.050
14c=13*7 - Reducción 30% 612 612
15 Precio del combustible (IFO 380, promedio al 7/2/19) (US$/t) 466 466
16 Costo del combustible consumido en viaje (US$)
16a=15*14a - Velocidad actual 603.936 603.936
16b=15*14b - Reducción 10% 489.188 489.188
16c=15*14c - Reducción 30% 285.407 285.407
17 Gasto total flete + combustible en viaje (US$)
17a=12a+16a - Velocidad actual 1.119.563 873.779
17b=12b+16b - Reducción 10% 1.057.430 786.566
17c=12c+16c - Reducción 30% 979.925 648.869
18 Costo incremental por días extra (flete + combustible en viaje) (US$)
18a=17b-17a - Reducción 10% -62.133 -87.213
18b=17c-17a - Reducción 30% -139.638 -224.910
19 Precio del producto transportado (US$/t) (prom. ene/sep 18)7 390,9 390,9
20=19*2 Valor de la carga promedio (US$) 16.699.555 16.699.555
21=17a/20 Gasto total flete + combustible en viaje a velocidad actual / Valor de la carga
7% 5%
22 Costo incremental / Valor de la carga
22a=18a/20 - Reducción de velocidad de 10% -0,4% -0,5%
22b=18b/20 - Reducción de velocidad de 30% -0,8% -1,3%
23 Costo incremental / Gasto total flete + combustible a velocidad actual
23a=18a/17a - Reducción de velocidad de 10% -5,5% -10,0%
23b=18b/17a - Reducción de velocidad de 30% -12,5% -25,7%
Nota: (1) Secretaría de Agroindustria (2018); (2) OMI (2014): table 4; (3) OMI (2014): table 14; (4) sea-distances.org; (5) Calzada y Sesé (2015); (6) time charter, Panamax 4TC, Seeking Alpha (2018) y UNCTAD (2017: 51); (7) Subsecretaría de Mercados Agropecuarios, Ministerio de Producción y Trabajo.
45
B. Con carga adicional en otro puerto (Bahía Blanca)
Escenarios
Base Alternativo 1
(Precio del flete promedio 2° trim 2018
= 10.523 US$/día)
(Precio del flete promedio 2015 = 5.507
US$/día)
1 Tipo de buque Panamax Panamax
2 Peso promedio de la carga a granel cargada en puertos sobre el río Paraná 2017 (t)1 42.722 42.722
3=2*43% Peso promedio de la carga que se completa en Bahía Blanca (t) 18.370 18.370
4=2+3 Peso promedio de la carga completa (t) 61.092 61.092
5 Rango de peso muerto para este tipo de buque (t)2 60.000 - 99.999 60.000 - 99.999
6 Velocidad promedio efectiva de los buques seleccionados (en nudos)3 11,9 11,9
7 Días de viaje a velocidad actual4 45 45
7a Pontón Recalada y espera en Río de la Plata al salir 1 1 7a Rosario - Bahía Blanca 3 3 7b Bahía Blanca – Nanjing 41 41
8 Días de viaje con reducción de velocidad de 10% 50 50
9 Días de viaje con reducción de velocidad de 30% 63 63
10 Días para carga5 2 2
11 Días para completar carga en Bahía Blanca6 1 1
12 Días para descarga 2 2
13 Total de días de flete (viaje + carga + completar carga + descarga)
13a - Velocidad actual 50 50
13b - Reducción 10% 55 55
13c - Reducción 30% 68 68
14 Precio del flete por día (US$)7 10.523 5.507
15 Gasto total por flete
15a=14*13a - Velocidad actual 526.150 275.350
15b=14*13b - Reducción 10% 578.765 302.885
15c=14*13c - Reducción 30% 715.564 374.476
16 Consumo de combustible por día del tipo de buque seleccionado (en t) a una velocidad actual de 83% de la de diseño2
16a - Velocidad actual 28,8 28,8
16b - Reducción 10% 21,0 21,0
16c - Reducción 30% 9,9 9,9
17 Consumo de combustible en viaje (t)
17a=16*7 - Velocidad actual 1.296 1.296
17b=16*8 - Reducción 10% 1.050 1.050
17c=16*9 - Reducción 30% 622 622
18 Precio del combustible (IFO 380, promedio al 7/2/19) (US$/t) 466 466
19 Costo del combustible consumido en viaje (US$)
19a=18*17a - Velocidad actual 603.936 603.936
19b=18*17b - Reducción 10% 489.188 489.188
19c=18*17c - Reducción 30% 290.010 290.010
20 Gasto total flete + combustible en viaje (US$)
20a=15a+19a - Velocidad actual 1.130.086 879.286
20b=15b+19b - Reducción 10% 1.067.953 792.073
20c=15c+19c - Reducción 30% 1.005.574 664.486
21 Costo incremental por días extra (flete + combustible en viaje) (US$)
21a=20b-20a - Reducción 10% -62.133 -87.213
21b=20c-20a - Reducción 30% -124.512 -214.800
22 Precio del producto transportado (US$/t) (prom. ene/sep 18)8 390,9 390,9
23=4*22 Valor de la carga promedio (US$) 23.880.364 23.880.364
24=20a/23 Gasto total flete + combustible en viaje a velocidad actual / Valor de la carga
5% 4%
25 Costo incremental / Valor de la carga
25a=21a/23 - Reducción de velocidad de 10% -0,3% -0,4%
25b=21b/23 - Reducción de velocidad de 30% -0,5% -0,9%
26 Costo incremental / Gasto total flete + combustible a velocidad actual
26a=21a/20a - Reducción de velocidad de 10% -5,5% -9,9%
26b=21b/20a - Reducción de velocidad de 30% -11,0% -24,4%
Nota: (1) Secretaría de Agroindustria (2018); (2) OMI (2014): table 4; (3) OMI (2014): table 14; (4) sea-distances.org; no hay información para Quequén; (5) Calzada y Sesé (2015); (6) CIARA (2018); (7) time charter, Panamax 4TC, Seeking Alpha (2018) y UNCTAD (2017: 51); (8) Subsecretaría de Mercados Agropecuarios, Ministerio de Producción y Trabajo. Fuente: CEI
46
Cuadro A 9 Costo incremental por reducción de la velocidad sin traspaso del menor costo de combustible Exportación de harina y pellets de soja a los Países Bajos (puerto: Rotterdam) En US$
Escenarios
Base Alternativo 1
(Precio del flete promedio 2° trim 2018 =
10.523 US$/día)
(Precio del flete promedio 2015 = 5.507
US$/día)
1 Tipo de buque Panamax Panamax
2 Peso promedio de la carga a granel cargada en puertos sobre el río Paraná 2017 (t)1
34.386 34.386
3 Rango de peso muerto para este tipo de buque (t)2 60.000 - 99.999 60.000 - 99.999
4 Velocidad promedio efectiva de los buques seleccionados (en nudos)3
11,9 11,9
5 Días de viaje a velocidad actual4 26 26
6 Días de viaje con reducción de velocidad de 10% 29 29
7 Días de viaje con reducción de velocidad de 30% 37 37
8 Días para carga5 2 2
9 Días para descarga 2 2
10 Total de días de flete (viaje + carga + descarga)
10a=5+8+9 - Velocidad actual 30 30
10b=6+8+9 - Reducción 10% 33 33
10c=7+8+9 - Reducción 30% 41 41
11 Precio del flete por día (US$)6 10.523 5.507
12 Gasto total por flete
12a=11*10a - Velocidad actual 315.690 165.210
12b=11*10b - Reducción 10% 347.259 181.731
12c=11*10c - Reducción 30% 431.443 225.787
13 Consumo de combustible por día del tipo de buque seleccionado (en t) a una velocidad actual de 83% de la de diseño3
28,8 28,8
14 Consumo de combustible en viaje (t)
14a=13*5 - Velocidad actual 749 749
14b=13*6 - Reducción 10% 835 835
14c=13*7 - Reducción 30% 1.066 1.066
15 Precio del combustible (IFO 380, promedio al 7/2/19) (US$/t) 466 466
16 Costo del combustible consumido en viaje (US$)
16a=15*14a - Velocidad actual 348.941 348.941
16b=15*14b - Reducción 10% 389.203 389.203
16c=15*14c - Reducción 30% 496.570 496.570
17 Gasto total flete + combustible en viaje (US$)
17a=12a+16a - Velocidad actual 664.631 514.151
17b=12b+16b - Reducción 10% 736.462 570.934
17c=12c+16c - Reducción 30% 928.013 722.357
18 Costo incremental por días extra (flete + combustible en viaje) (US$)
18a=17b-17a - Reducción 10% 71.831 56.783
18b=17c-17a - Reducción 30% 263.382 208.206
19 Precio del producto transportado (US$/t) (prom. ene/sep18)7 390,6 390,6
20=19*2 Valor de la carga promedio (US$) 13.429.643 13.429.643
21=17a/20 Gasto total flete + combustible en viaje a velocidad actual / Valor de la carga
5% 4%
22 Costo incremental / Valor de la carga
22a=18a/20 - Reducción de velocidad de 10% 0,5% 0,4%
22b=18b/20 - Reducción de velocidad de 30% 2,0% 1,6%
23 Costo incremental / Gasto total flete + combustible a velocidad actual
23a=18a/17a - Reducción de velocidad de 10% 10,8% 11,0%
23b=18b/17a - Reducción de velocidad de 30% 39,6% 40,5%
Nota: (1) Secretaría de Agroindustria (2018); (2) OMI (2014): table 4; (3) OMI (2014): table 14; (4) sea-distances.org; (5) Calzada y Sesé (2015); (6) time charter, Panamax 4TC, Seeking Alpha (2018) y UNCTAD (2017: 51); (7) Subsecretaría de Mercados Agropecuarios, Ministerio de Producción y Trabajo. Fuente: CEI
47
Cuadro A 10 Costo incremental por reducción de la velocidad con traspaso del menor costo de combustible Exportación de harina y pellets de soja a los Países Bajos (puerto: Rotterdam) En US$
Escenarios
Base Alternativo 1
(Precio del flete promedio 2° trim 2018
= 10.523 US$/día)
(Precio del flete promedio 2015 = 5.507 US$/día)
1 Tipo de buque Panamax Panamax
2 Peso promedio de la carga a granel cargada en puertos sobre el río Paraná 2017 (t)1
34.386 34.386
3 Rango de peso muerto para este tipo de buque (t)2 60.000 - 99.999 60.000 - 99.999
4 Velocidad promedio efectiva de los buques seleccionados (en nudos)3 11,9 11,9
5 Días de viaje a velocidad actual4 26 26
6 Días de viaje con reducción de velocidad de 10% 29 29
7 Días de viaje con reducción de velocidad de 30% 37 37
8 Días para carga5 2 2
9 Días para descarga 2 2
10 Total de días de flete (viaje + carga + descarga)
10a=5+8+9 - Velocidad actual 30 30
10b=6+8+9 - Reducción 10% 33 33
10c=7+8+9 - Reducción 30% 41 41
11 Precio del flete por día (US$)6 10.523 5.507
12 Gasto total por flete
12a=11*10a - Velocidad actual 315.690 165.210
12b=11*10b - Reducción 10% 347.259 181.731
12c=11*10c - Reducción 30% 431.443 225.787
13 Consumo de combustible por día del tipo de buque seleccionado (en t) a una velocidad actual de 83% de la de diseño3
13a - Velocidad actual 28,8 28,8
13b - Reducción 10% 21,0 21,0
13c - Reducción 30% 9,9 9,9
14 Consumo de combustible en viaje (t)
14a=13*5 - Velocidad actual 749 749
14b=13*6 - Reducción 10% 609 609
14c=13*7 - Reducción 30% 366 366
15 Precio del combustible (IFO 380, promedio al 7/2/19) (US$/t) 466 466
16 Costo del combustible consumido en viaje (US$)
16a=15*14a - Velocidad actual 348.941 348.941
16b=15*14b - Reducción 10% 283.729 283.729
16c=15*14c - Reducción 30% 170.323 170.323
17 Gasto total flete + combustible en viaje (US$)
17a=12a+16a - Velocidad actual 664.631 514.151
17b=12b+16b - Reducción 10% 630.988 465.460
17c=12c+16c - Reducción 30% 601.766 396.110
18 Costo incremental por días extra (flete + combustible en viaje) (US$)
18a=17b-17a - Reducción 10% -33.643 -48.691
18b=17c-17a - Reducción 30% -62.864 -118.040
19 Precio del producto transportado (US$/t) (prom. ene/sep 18)7 390,6 390,6
20=19*2 Valor de la carga promedio (US$) 13.429.643 13.429.643
21=17a/20 Gasto total flete + combustible en viaje a velocidad actual / Valor de la carga
5% 4%
22 Costo incremental / Valor de la carga
22a=18a/20 - Reducción de velocidad de 10% -0,3% -0,4%
22b=18b/20 - Reducción de velocidad de 30% -0,5% -0,9%
23 Costo incremental / Gasto total flete + combustible a velocidad actual
23a=18a/17a - Reducción de velocidad de 10% -5,1% -9,5%
23b=18b/17a - Reducción de velocidad de 30% -9,5% -23,0%
Nota: (1) Secretaría de Agroindustria (2018); (2) OMI (2014): table 4; (3) OMI (2014): table 14; (4) sea-distances.org; (5) Calzada y Sesé (2015); (6) time charter, Panamax 4TC, Seeking Alpha (2018) y UNCTAD (2017: 51); (7) Subsecretaría de Mercados Agropecuarios, Ministerio de Producción y Trabajo. Fuente: CEI
48
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