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Las Joyas Castreñas. Florentino Lopez Cuevillas .PDF

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    COl/sEJO SUPERIOR DE INVESTIGACIONES CIENTIFICASINSTITUTO DE ARQUEOLOGIA Y PREHISTORIA

    RODRIGO CARO

    LAS JOYASCASTRE AS

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    FLORENTINO LOPEZ CUEVILLAS

    aMADRID19 5 1 m

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    IEL ORO Y LOS AURFICES.

    Es sabido que las joyas protohistricas abundan mucho en el noroeste hispnico. En los ajuares funerarios, entre las ruinas de las habitaciones de los castros y, sobre todo, en escondrijos que a veces, porel material acompaante, demuestran ser de aurfices ambulantes, setienen encontrados diademas, collares, brazaletes y arracadas, hechoscasi siempre en oro y pocas veces en plata o en otros metales, habiendo aparecido tambin, aunque con mucha menos abundancia, objetos,como vasos de pequeo tamao, y hasta un peine, no dedicados aladorno personal, pero fabricados asimismo en oro. El nmero y lariqueza de los hallazgos y el trabajo verdaderamente delicado y artstico de algunas piezas evidencian la existencia de una industria joyeraactiva y original, y duea en sus ltimos tiempos de una tcnica adelantada y cuidadosa.

    Creemos que el florecimiento de esta industria, que se inicia ya enlos comienzos de la poca de los metales, debe atribuirse de un modo .principal a la abundancia y fcil explotacin de nuestros aluvionesaurferos. El Sil y sus afluentes, y otros ros de la regin del noroestepeninsular, arrastran an hoy cantidades apreciables de oro, y puedeafirmarse que sus arenas fueron beneficiadas desde bien temprano, yque el metal recogido se emple, en gran parte, dentro del pas, en lafabricacin de joyas, adornos y tiles suntuarios.

    No sabemos hasta qu punto este oro de nuestra regin pudo contribuir a la fama de Tartessos como emporio del comercio de los metales y a la formacin de leyendas, como la del incendio de los bosqueshispnicos, que funde y obliga a salir a la superficie el oro y la plata

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    %u niFig. 1.Distribucin de los restos de explotaciones aurferas de poca romana.

    I- luego cmo los montes eran horadados con galeras, cuyos pilares desostenimiento se hacan caer ms tarde, para que el mismo monte seviniera al suelo, permitiendo que el agua arrastrara sus ruinas; ycuenta tambin cmo estas aguas, que se tomaban en los ros, eranconducidas hasta el lugar apropiado por medio de canales, provistost... (10) N. H. XXXIII, 21.

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  • FLORENTINO LOPEZ CUEVILLAS LAS JOYAS CASTREAS

    est el casero de Pearrubia; y para impedir que estas arenas llegaran a obstruir el cauce del rio, se construy en la vaguada un dique,que no dejaba pasar ms que el agua y los lodos. Este dique, levantadocon piedras secas o con fajina, ha desaparecido ya, pero no as lasarenas que por l fueron detenidas, las cuales, rellenando a medias lacaada, dieron lugar a que las aguas pluviales estancadas formaranun embalse, que se conoce hoy con el nombre de lago de Carrucedo.

    El agua, agente principal de la explotacin, se traa de la vertientedel Teleno, del lago de La Baa y del ro Cabrera por cuatro acueductos, cuidadosamente nivelados, anchos, de 1,28 metros en los tramos rectos y de 1,60 metros en las curvas, y con una profundidad de90 centmetros, yendo ceidos a las vertientes de los montes y pasandoen ocasiones por verdaderos tneles. Estos canales se construan conmuros d cal y canto, o se escavaban en el terreno, y al llegar a lo altodel aluvin se vertan en los estanques abiertos para que en ellos sedimentaran las aguas las materias que llevaban suspendidas.

    Relacionadas con esta explotacin de las Mdulas estaban otrasemplazadas en el mismo Bierzo, y de las que quedan restos bien apreciables, como los conocidos por la Mdula, el Medleo y el Mi la Lio-vina, cerca de Espinoso, en donde se ven excavaciones semicircularesen la ladera, con cantos rodados en el fondo, y con vestigios asimismode los acueductos y de los tanques de sedimentacin, encontrndosetambin cortaduras del terreno, vertederos y canales en Castropoda-me, en el Soto de la Leitosa, en San Pedro de Olleros y Paradaseca,en Fresnedelo, en el valle de Rececil, cerca de Laciana, y por debajode Pramo del Sil.

    Ms importantes que stos, de las explotaciones secundarias delBierzo, fueron los trabajos realizados en el valle del ro Ornia, desdelas vertientes orientales del Teleno hasta Priaranza, donde en un trayecto de 14 kilmetros se ven excavaciones, montones de cantos rodados, galeras, canales y depsitos, que casi rivalizan por su nmero ytamao con los de las Mdulas.

    Despus del Bierzo, los vestigios de las explotaciones continan enlas cuencas del Sil y de sus afluentes, apareciendo en el Finolledo, enla Vega de Espinaredo y en la Veguellina, lugares todos situados en el

    de tanques para sedimentar los barros en suspensin, y lanzadas enseguida desde lo alto sobre las masas aluviales con tal mpetu, que incluso las piedras quedaban desmenuzadas. Estas aguas eran, en cuantoterminaban su labor destructora, recogidas en cauces, cuya corrientese interrumpa de trecho en trecho con haces de una planta espinosa,que deba ser el tojo. Los granos grandes de oro, que los naturalesllamaban palacras o palacranes, se recogan entre las hojas y lasespinas de la planta; los granos ms pequeos, conocidos con el nombre de baluces, se obtenan de las cenizas de los haces, que paratal fin se secaban y quemaban.

    De estos trabajos de la minera romana quedan an grandes restos en muchas localidades (fig. 1), y aunque es posible que en algunasde ellas se beneficiaran Ja cassiterita y otros minerales, es indudableque la mayora estaban dedicadas a la explotacin del oro.

    Las minas ms importantes se situaban en el Bierzo, en el lugarque se conoce con el nombre de las Mdulas, emplazado a cinco kilmetros de la estacin frrea de Toral de los Vados. Se movieron allms de 200 millones de metros cbicos de escombros, procedentes deun depsito diluvial de arcillas rojas que alcanza an, en ciertos puntos, una altura de 60 metros, y que en otros tiempos debi pasar delos cien metros.

    Parte del cerro formado por estas arcillas se conserva todava enpie, pero cortado en anfiteatro, y frente a l quedan como testigos decontinuados derrumbamientos una serie de grandes conos de aluvin,socavados a veces por galerias, habiendo tambin excavaciones muyconsiderables en la porcin no derrumbada del cerro. Una de ellas,llamada la Cueva Grande, tiene ms de 40 metros en la boca, y pocomenos mide otra, que designan con el nombre De Arriba, y queest, en efecto, encima de la anterior; existiendo asimismo galerasque salen por la opuesta ladera del monte, y otras en las que se observa la accin del agua que por ellas circul, modificando las paredes yprovocando hundimientos de la bveda.

    Los escombros de la explotacin a que antes aludimos se eliminaron, amontonando los cantos rodados en un lado o en otro, y arrojando las arenas por una vaguada, afluente del Sil, que se abre donde hoy

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  • 1LAS JOYAS CASTREAS

    cionada geogrficamente con las de la ribera del Mio, est la situadaal pie de Maceda y cerca del santuario de los Milagros, donde se distinguen todava los pozos de dilucin y los canales de trada.

    Entre los cursos superiores del Salas y del Lebonizo, afluentesambos del Limia, se sealaron hace poco, en la falda de un castro llamado Outeiro de Bailar, las ruinas de un pueblo minero con casas redondeadas y angulares, en las que aparecieron objetos indgenas yromanos, con escorias de mineral de estao y con un acueducto excavado en la roca.

    En el valle del Tmega se encontraron vestigios de antiguas explotaciones en las minas de Jales y en los lagos da Ribeirinha, en elPoo das Freitas y en el Outeiro Machado, localidades que se emplazan, las dos primeras, en el Concejo portugus de Vila Pouca, deAguiar, y las dos segundas en el de Chaves.

    Otra zona muy abundante en vestigios de minera romana es la deAsturias occidental, donde a un lado y otro de la sierra del Raadoirose hallaron los acostumbrados acueductos, pozos y galeras, en las siguientes localidades: en el distrito de Salas, en Ablaneda, Caries, Na-velga, Naraval, Fornones, Paredes y Santiago Cerredo; en el distritode Pola de Allende, en Figueras, San Flix de las Montaas, Pozode las Montaas, Faidiel, Iboyo, La Sienra, Cueva de Juan Rata yFana de la Freita; en el distrito de Valledor, en Lago y Carcabn deOruga y ya al occidente del Raadoiro, hacia el mar y en el distritode Navia, en Carcobas de Miudes, Arancedo, Veguina y Begega deBelmonte.

    Con este ltimo ncleo hay que considerar ligadas a las explotaciones que suban por el valle del Navia, como las del Corraln, en laTierra de los Conqueros, y las de Puente Orubio; y asimismo las delMontefurado del Eo, frente a San Tirso; las de Lourenz y Valedou-ro y las situadas al sur y al sudeste de la ra de Foz.

    Ms aisladas, en cambio, aparecen las de Constantin, en la riberadel Neira, y las situadas a orillas del Sar, cerca de Braganza.

    Como se ve por lo que queda dicho, la mayor parte de las minas deoro estaban emplazadas en trminos del convento jurdico de Astrica,siendo pequea la contribucin de los otros dos conventos de Bracara

    FLORENTINO LOPEZ CUEVILLAS

    valle del Aneares. Siguiendo el curso del ro principal, se les encuentra desde las Puentes de Domingo Flrez hasta ms abajo de Quirogay Montefurado, donde existe un tnel de 8o metros de longitud, abierto en pizarra dura, para desviar por l la corriente del Sil y poderlavar las arenas del fondo del cauce primitivo, y ms all, en San Ci-bro, en las inmediaciones de la Puebla de Brolln ; y subiendo luegohacia el Indo, hasta llegar a Ponte Lor, en el valle del ro de estenombre.

    Indudable importancia tuvieron asimismo las minas del valle delBibey, afluente tambin del Sil, donde fueron hallados los siguientesrestos (i i): en el Tintinieiro, en trminos de la Venta da 'Teresa, cortaron las obras de un tnel del ferrocarril de La Corua a Zamorauna galera de una antigua mina. En un aluvin situado en el puntoconocido por A Fraga, cerca de Bembibre, se perciben seales de unagran remocin de tierras y numerosos montones de cantos rodados, yvestigios semejantes se encuentran en la Veiga y en Cmbela. En ellugar llamado Calderinos, en el kilmetro 13 de la carretera de LaGudia a Viana, existen restos inconfundibles de un lavadero, parael cual se traa el agua por un cauce, desde una presa que cortaba lacorriente del Bibey entre Pas y Barxacoba, habiendo noticias aun deotras excavaciones y lavaderos en la misma comarca.

    De mucha menos consideracin eran las explotaciones de las riberas del Mio. Una hubo, no obstante, en Moncelos, en la meseta lu-guesa; otra, en las cercanas de Orense, y otras aun entre Barbantesy Ribadavia, en Salvatierra y entre Goyan y Ty. Pero los restos mineros ms interesantes de esta ribera del Mio son, sin duda, los emplazados a media ladera del monte del San Trocado, que se alza porencima mismo de la estacin frrea de Barbantes. Hay all una bocamina, un acueducto que pasa bajo un tnel, tanques de sedimentaciny paredes de muchos edificios instalados en terrazas provistas de muros de contencin de tierras (12).

    Muy alejada de cualquier otra estacin de este tipo, aunque rela-

    (11) Noticias del maestro nacional D. Laureano Prieto, que tiene en preparacin untrabajo sobre estas antiguas explotaciones.

    (12) Noticias de D. Manuel Chamoso Lamas, que tiene en estudio esta estacin.

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  • LAS JOYAS CASTREAS

    las invasiones germnicas; pero la beneficiacin en pequeo de lasarenas fluviales debi de continuar con un ritmo lento y emplendoseotra vez los procedimientos primitivos, y aun en el tiempo de Ambrosio de Morales, el Conde de Monterrey posea en el Mio un lavadero,que alquilaba en 24 ducados por ao, y el Obispo de Tuy guardaba unapepita, del tamao de un garbanzo, que fuera extrada del mismo rio.El postrer vestigio de esta antigua industria son los actuales ourei-ros y aureanas, que lavan las arenas del Sil y de sus afluentessiguiendo un mtodo casi idntico al mencionado por Posidonio, y quea veces ven premiado su trabajo con el hallazgo de granos de oro debuen tamao, como uno, con peso de 115 gramos, que vio Gmez-Moreno (22), y otro de 54 onzas, que menciona Luis Saunier (23),encontrado en la comarca asturiana de Navelga.

    No es de extraar, por lo tanto, que en un pas tan bien dotado deprimera materia aparecieran pronto los aurfices. Sus obras iniciales,quiz sencillos collares de granos engarzados o delgadas lminas aplicadas a un objeto cualquiera, no se han registrado hasta ahora ennuestros inventarios, y las joyas ms antiguas que conocemos tienenque ser datadas ya en los tiempos del bronce, como puede verse en laenumeracin que antes hicimos.

    Con la introduccin de las formas hallsttticas, tradas a la Pennsula por los celtas, y ms an por el conocimiento de tipos y de tcnicas mediterrneas, divulgadas sin duda por los cartagineses, el trabajo de los aurfices galecos progres de tal modo que se hicieronnotar por la perfeccin de sus obras. Las armas que Anbal llev a lacampaa de Italia, armas de lujo que se describen como muy adornadas, eran, segn Silio (24), obra de la Galicia. Claro est que, en estecaso particular, no se puede atribuir a los versos de la Pnica un valorrigurosamente histrico; pero es indudable que la ficcin potica descansa sobre el hecho cierto de la fama de excelentes aurfices que losgalecos haban conquistado.

    Por otra parte, sabemos por Marcial que en el noroeste hispnico

    FLORENTINO LOPEZ CUEVILLAS

    y Lucus; todo lo cual viene a confirmar la noticia de Plinio (13) sobrela procedencia astur de la porcin ms considerable de las 20.000 libras de oro; es decir, de los 3.880 kilos que anualmente salan, segnaquel escritor, de Asturias, Galicia y Lusitania, para nutrir el Fiscoimperial.

    Tuvo la Galecia en Roma, a causa de la riqueza de su suelo en elpreciado metal, una fama semejante a la que alcanzaron en los tiemposmodernos California, el Rlondike o el Africa del Sur, y es raro elautor latino que al hablar de las tierras del noroeste peninsular noalude de un modo o del otro al tema del oro. Para Justino (14), abre-viador de Trogo Pompeyo, eran estas tierras tan prdigas en aquelmetal, que el arado lo levantaba muchas veces al abrir los surcos, yen una montaa sagrada que exista all, slo se permita recogerlo,como un presente de los dioses, cuando el rayo lo pona al descubierto.Marcial, por su parte, ofrece a un cierto Cayo, en uno de sus epigramas (I5)> todo el oro que el astur arranca de las minas de Galecia;en otro (16), hace que una copa cincelada se glore de estar hecha delgeneroso metal galeco, y en un tercero (17), llama a los astures gentes aurferas. Silio Itlico, al describir los ejrcitos cartagineses quehaba mandado Asdrbal (18), habla de que el avaro habitante deAsturias sabe, desgraciadamente, penetrar hasta los ms profundosabismos de la tierra, para salir de ellos tan amarillo como el oro quede all arranca; y aade: All lucharon contigo, rico Pactlo, y elDuero, y el Tajo, y ese Lethes que arrastra sus brillantes arenas atravs del pas de los grovios, recordando a estos pueblos el ro delolvido del Trtaro. En Floro (19) y en Lucano (20) se encuentranasimismo alusiones al oro de la Galecia, y, por ltimo, Claudiano (21)hace mencin de las brbaras luchas que se empeaban entre los mineros astures.

    Demuestra el examen de los restos de las explotaciones que en ellasse interrumpi el trabajo de un modo repentino, de seguro a causa de

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    (13) N. H. XXXIII, 2i.(14) XLIV, III.(15) X, 16, In Caium.(16) XIV, 93. Phiala Aurea Cocate.(17) XIV, 199. AAureo.

    (18) Pnica, Hb. I.(19) II, 33-{20) Pharsalia, IV, 298.(21) Lam Scrcnac.

    (22) Catlogo monumental de la Provincia de Len, pg. 89.(23) Investigacin histrica acerca de las antiguas explotaciones de oro en Espaa.

    B. C. ilo. Orense, t. IV, nm. 76, pg. 98.(24) Pnica, libs. II, IV y X.

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  • LAS JOYAS CASTREAS

    llama Medmmts, y este nombre que, pese a su celtismo, no es galo nigermano, lo venimos a encontrar bien representado en el convento jurdico de Bracara, donde figura en epgrafes de Cads (26), de lasCaldas de Vizela (27) y de la Citania de Briteiros (28).

    FLOREN!'] NO LOPEZ CUEY ILLAS

    se fabricaban copas doradas, que figuran en el epigrama contra Cha-rino (25), en una enumeracin de ohjetos preciosos, dando idea de suvalor artstico, o por lo menos de su gran riqueza, la circunstancia deaparecer mencionadas juntamente con obras de Fidias, Mirn, Praxiteles y Scopas.

    Y es necesario, para destacar el mrito de nuestros aurfices, quenos fijemos en que durante los siglos de su mayor actividad, es decir,en la poca de los castros, se desenvolvieron en un medio guerrero yrural, poco propicio para el florecimiento de las artes, falto de ciudades que merecieran el nombre de tales y carente de verdaderos talleres. Los aurfices del tiempo de los castros deban trabajar casi exclusivamente para los ricos del tipo del lusitano Astolpas, suegro deViriato; para los nobles, como el Coronero, de Briteiros, que hacaestampar su nombre en el dintel de la puerta de su casa, y para losguerrilleros y soldados de fortuna, que, con los anteriores, deban serlas figuras preeminentes de aquella sociedad ruda y primitiva en msde un aspecto. Obreros artistas recorreran con sus crisoles, trpanosy cinceles los territorios de las distintas tribus, subiendo a los castros,concurriendo a los mercados y a las fiestas y desafiando ciensus viajes, a la ruina y a la muerte. Muchos de los hallazgos hechosmodernamente, y de manera especial los de Castro Recouso, Lebuo,Laundos, Estela y Foxados, pueden ser considerados como escondrijos de aurfices, que se vieron obligados a enterrar joyas de oro y tortas de plata, que nunca ms volvieron a recoger.

    La paz imperial debi abrir a nuestros artistas joyeros los caminos del mundo romano. Los gallegos eran ya entonces una raza emigrante, y en la epigrafa latina de toda la Pennsula est representadosu peculiar onomstico personal. Un oficio o un arte que se ejerce enambulancia fu, y aun es hoy da, un estmulo y una ayuda para elxodo emigratorio. Muchos aurfices, nacidos y formados en su oficioen tierras galecas, marcharon sin duda por las vas imperiales en busca de fortuna. Nada sabemos de ellos ni de las vicisitudes de su vida,y slo all en las fronteras de Germania las faleras de Lauesforteimrecuerdan a un artista de nuestro pas. El platero que las firma se

    (25) Liv, 39.

    Los CELTAS Y LAS JOYAS.Para el desarrollo de una joyera tan abundante y variada como

    la que se desenvolvi en la Galecia del tiempo de los castros hacenfalta, desde luego, las indispensables materias primas; pero hace faltatambin una tendencia en las gentes hacia la ostentacin del adornopersonal. Esta tendencia es comn a casi todos los pueblos de cultura primitiva; pero el pueblo celta, que por entonces diriga la poltica y la economa de las tribus galecas, la posea en grado muyelevado.

    Aunque muchas de las noticias que los escritores griegos y romanos nos dejaron acerca de aquel pueblo sean contradictorias y lasparticularidades que sealan para caracterizarlo aparezcan con frecuencia como comunes a todas las gentes del centro y del oeste de Europa,que dichos escritores llamaban brbaras, parece indudable que los celtas se distinguan por una manera de ser arrogante, exaltada e impetuosa, al mismo tiempo que ligera, tornadiza y falta de firmeza. Po-libio (29) dice de ellos que gobernaban sus asuntos ms por la ira quepor la razn, e insiste en acusar el contraste del loco arrojo con quese lanzaban a la pelea con el cansancio y el desnimo que de ellos seapoderaba cuando les ocurra algn contratiempo. Ammiano Marcelino (30), despus de hablar del humor pendenciero de los galos y dela belicosidad de su mujeres, que daban con manos y pies golpes queparecan partir de una catapulta, afirma que los hombres, tranquilos o irritados, tienen siempre en la voz tonos amenazadores y terribles, caso que confirma Diodoro (31), cuando se refiere al tono destemplado y altisonante de sus discursos.

    Esta arrogancia y fanfarronera llevaba a los celtas a lanzarse,

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    veces, en

    (29) L. II, 32, 33 y 35. y L. ni, 79.(30) XV, ia, I.(31) v, 31.

    (26) C. I. L, 2.520.(27) C. 1. L, 1.402(28) C. 1. L, 5.884.

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  • FLORENTINO LOPEZ CUEVILLAS LAS JOYAS CASTREAS

    Polibio (39), al describir la batalla de Telamn, dice, hablando de unaformacin del ejrcito galo, que todos los que ocupaban las primerascohortes estaban adornados con collares de oro y manillas, a cuyavista los romanos ya se sobrecogan, ya, estimulados con la esperanzade rico botn, conceban doblado espiritu para el combate.

    En las obras escultricas que representan celtas aparecen stos enjoyados en muchas ocasiones. El Galo moribundo lleva un torquesal cuello; lo llevan tambin la estatua de guerrero de Grezan, una estatuilla de bronce del Museo de Berln y otras representaciones semejantes, galas y de poca helenstica. En el sarcfago de la VignaAmmendola, la mayora de los galos vencidos que all aparecen tienentorques ; pero, en cambio, el jefe o rey, que se suicida en el centro dela cara principal del monumento, est desprovisto de tal adorno. Lostorques se ven, en cambio, en las monedas autnomas de las Galiascon bustos de guerreros.

    Faltan casi en absoluto las joyas y los adornos en las sepulturasmasculinas de la poca de Hallstatt, abundando algo ms en las sepulturas femeninas; pero en los perodos de La Tee se las encuentra conprodigalidad en unas y en otras, confirmando con su presencia las noticias de las fuentes literarias y los datos iconogrficos a que antesaludimos. Pero las joyas de oro, collares, brazaletes, sortijas y piezasde aplique, magnficas y de un trabajo delicado casi todas ellas, se localizan en dos centros, que son el Rhin medio y el valle alto del Garo-na, relacionados el primero con la explotacin de las arenas aurferasde aquel ro y de sus tributarios, y el segundo con las minas de orodel pas de los tectosages, de que habla Estrabn (40).

    En las restantes comarcas en que floreci la cultura de La Tee,los objetos de adorno se han hallado en cantidad notable, pero hechos,por lo general, en bronce, en hierro y aun en vidrio.

    blandiendo sus armas, contra las olas del mar que azotaba sus playas,a desafiar los incendios, a no huir, aunque vieran desplomarse sobreellos una casa o una pared, y a agrandarse las heridas pequeas porcreer ms honroso recibirlas grandes (32). De su ligereza, que leshacia tomar graves determinaciones findose slo de rumores sin fundamento o de noticias falsas, se aprovech Csar (33) en varias ocasiones, y de su falta de nimo en la adversidad supieron sacar partido todos los magistrados romanos que los combatieron.

    Gentes dotadas de tal carcter tenan que ser por necesidad aficionadas a lucir joyas, pues el mismo impulso de vanidad que las obligaba algunas veces a despojarse de sus ropas para combatir, las incitaba otras a engalanarse con preseas. Y, en efecto, lo mismo en losrelatos de los gegrafos y de los historiadores que hablan de los celtas,que en las estatuas y relieves que reproducen sus figuras, las joyasaparecen con mucha frecuencia.

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    El Rey de los gesatos, Viridomaro, que muere en un combate singular con Claudio Marcelo, llevaba un collar adornndole el pescue-20 (34)- Estos collares figuran varias veces en las relaciones amistosasde los galos y de los romanos. Tres de ellos, con peso de dos a cincolibras, fueron regalados por el Senado a unos reyezuelos trasalpinos,y los galos a su vez regalaron a Augusto otro con peso de cien libras (35), no debiendo olvidarse tampoco que esta clase de preseas seofreca en ocasiones a las divinidades, como ocurri cuando el reyCatumando ofreci un collar a Minerva (36).

    Pero estos collares no aparecan slo en el tesoro de los templos osobre el cuerpo de los reyes, sino que los ostentaban asimismochos individuos distinguidos por su nobleza o por su fortuna. TitoLivio (37) cuenta que Cornelio Escipin arrebat casi un millar ydio a los boios, y Floro (38) refiere que Cayo Flaminio erigi un trofeo de oro a

    me-

    Jpiter con los que tom a los cisalpinos; y, pqr su parte,LA JOYERA GALECA.

    Como en el Rhin medio o como en el alto Garona, las joyas de oroabundan en el noroeste hispnico, y abundan de tal manera, que las

    (32) Dottin: Manuel pour servir Vihide de lantiquil ciltique, pgs. 145 a 153.De Bello Gollico, IV, 5.Propercio. IV, 10.Dottin: Manuel. .. pg. 173.Justino, XLIII, 5.XXXVT, 40.II, 4-

    (33)(34)(35)(36)(37) (39) Lib. II.

    (40) Dchlette: Manuel d'archiologie..., t. II, pg. 1345.(38)

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  • FLORENTINO LOPEZ COEVILLAS

    fabricadas con otros materiales, y aun con la misma plata, que tantose prodigaba en la Pennsula, estn, con respecto a ellas, en exiguaminora.

    Con oro se construyeron, en efecto, la mayor parte de los brazaletes, las arracadas, los torques, los collares articulados, las lnulas, losanillos en espiral y las piezas de uso incierto que constituyen el conjunto d la joyera castrea.

    Para decorar estas piezas se emplearon, con ms o menos fortunay con mayor o menor frecuencia, una serie de tcnicas que van desdeel simple grabado con un punzn hasta granulados finsimos, pasandopor las estampaciones, el cincelado, la filigrana, el repujado y la aplicacin de pequeas esferitas, todo lo cual supone el uso de un instrumental complicado, en el que tendran que figurar crisoles, sopletes,bancos para estirar los hilos, matrices estampadoras, martillos, bigornas, cinceles, tenazas, pinzas, trpanos, pulidores y, de seguro, el torno de viga, indispensable, segn el parecer de Mario Cardozo (41),para obtener con el metal laminado ciertas superficies curvas, tenindose que unir a todo ello, y como elementos auxiliares, las materiassoldantes y gomas especiales, de que se haca uso en los granulados, yel chrisocollc para las soldaduras, que Plinio (42) afirma se recogaen las minas de oro peninsulares.

    Al hacer ahora los inventarios de los distintos tipos de joyas, veremos cmo y en qu ocasiones fueron aplicadas las tcnicas que anteriormente mencionamos.

    LAS JOYAS CASTREAS*

    Tne I, y que slo hacia el ao 300 a. de T. C._se Qnvi_rtiecon_en distintivo de guerreros.

    Por lo que respecta al noroeste hispnico, la presencia de torquesen los cuellos de las estatuas de guerreros de Montalegre y del castrode Rubis (fig. 2) nos indica con claridad que estas joyas eran usadaspor los hombres en la poca en que se esculpieron las referidas estatuas, ignorndose, por falta de cualquier dato, si con anterioridad lasusaron las mujeres, o si las personas de los dos sexos se adornaronsiempre con ellas indistintamente; pero, de un modo o de otro, es locierto que debieron tener una boga extraordinaria, pues a pesar de lasmuchas que, sin duda, desaparecieron fundidas por plateros ignoran-

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    n. w.i

    i% :**Fig. 2.Cabeza de la estatua deguerrero del castro de Rubis.

    tes, sin dejar rastro de s, y a pesar de faltar en absoluto las necrpolis, que son las que proporcionan material ms abundante, y de proceder la casi totalidad de las piezas de hallazgos ms o menos casualesen lugares de habitacin, su nmero es ya considerable y se aumentade ao en ao.

    La lista de los torques conservados o de aquellos de cuya existencia tenemos noticia cierta es la siguiente:

    Pimtid d'e Marsn (Foz).En el lugar llamado C do Castroapareci un torques de oro, con varilla de seccin circular y rematesen doble escocia, de los que falta uno. Est adornado este hermosoejemplar, en los dos tercios inferiores de la varilla, con un alambreenrollado, y en el dorso de la porcin central, con tres zonas de lazossencillos, de hilo de filigrana aplicada, separados entre s por hilos funiculares, tambin aplicados (fig. 3).

    Los TORQUES.Damos este nombre a todos los collares rgidos, lo mismo a los

    funiculares, que es a los que verdaderamente corresponde, que a losformados por varillas de seccin circular, romboidal o cuadrada, que,en realidad, no son torques, pero a los que se Ies ha venido dando talnombre, por completo hoy consagrado por el uso.

    Parece comprobado que en los pases celtas del centro y del oestede Europa fueron estas joyas adorno de mujeres durante todo el La

    N

    (41) Una pieza notable de ila orfebrera primitiva". A,. E. ARQ., nm. 47, pg. 93 ss.(42) N. U. XXIII. 22.

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  • LAS JOYAS CASTREAS

    dos aplicaciones de filigrana, dispuestas en espiral alrededor de sendosbotones salientes, y quedando la porcin central lisa. Los remates tienen forma de perilla (fig. 9).

    El oro es de 20 quilates y el peso de la joya de 180 gramos.Est en la coleccin Blanco Cicern.Provincia de Lugo.En el ao de 1859 apareci en un castro de

    esta provincia un torques de oro al que faltan las cabezas y parte dela varilla, que, por lo que se conserva de ella, se ve era de seccin romboidal. Ofrece el fragmento conservado, en el centro y porcin dorsal de la varilla, decoracin con seis pjaros de agua, enfrentados tresa tres y separados por un rectngulo, lleno con ocho circulitos. Despus de los grupos de pjaros de agua, entre los que corre una lneaque quiz represente la superficie del mar o de un ro, hay tres crculos metidos entre dos lneas verticales, una lnea angular y tres nuevoscrculos, esta vez con punto central, ordenados en tringulo (fig. 10,nmero 1).

    Las tcnicas de este adorno son estampaciones con matriz en losojos de los pjaros y en los crculos, y en el resto un punteadomuy fino.

    El oro es de 20 quilates y el peso de 135 gramos.Est en la coleccin Blanco Cicern.Provincia de Lugo.En otro castro lucense apareci, en el aode 1883, otro torques de oro con varilla de seccin romboidal y rema

    tes en doble escocia, faltndole uno de ellos y parte de la varilla, quese halla decorada en el centro de su parte dorsal con zonas de crculosestampados y con puntos en el centro, alternadas con lneas en zigzag,hechas tambin con estampaciones del mismo gnero (fig. 10, nm. 2).

    El dimetro del torques deba ser de 135 milmetros y su peso es de70 gramos, siendo el oro de 20 quilates.

    Est en la coleccin Blanco Cicern.Provincia de Lugo.Fragmentos de un torques de oro con varillade seccin romboidal y cabeza en doble escocia, que presenta en su l

    mina externa un adorno formado por una estrella o roscea de seispuntas, hecha con lneas finamente punteadas, y metida en un crculosencillo, ejecutado con la misma tcnica. En el centro de la estrella, y

    FLORENTINO LOPEZ CUEVILLAS

    El arco que forma tiene un desarrollo de 335 milmetros; el oro esde 22 quilates y pesa 790 gramos.

    Est en la coleccin Blanco Cicern, de Santiago de Compostela.Coto da Recadieira (Mondoedo).Se encontraron en este lugar,y en ocasiones distintas, dos torques de oro.Apareci el primero en 1885, y tiene la varilla lisa, de seccin

    romboidal, y los remates en doble escocia. Mide su dimetro 135 milmetros, peso 590 gramos, y el oro es de 23 quilates (fig. 5).

    El segundo lo encontr, en el mes de enero de 1889, un individuollamado Jos Rubal. La forma de este torques no es la corriente,penalunar, sino otra alargada y tendiendo a la elipse; tiene los dos tercios inferiores de la varilla, que est all ochavada, cubierta por unalaminilla que se dobl arquendola en C, y que hace el efecto de unalambre una vez enrollada, teniendo al exterior la parte convexa. Elcentro de la varilla es liso y de seccin circular, y los remates son dedoble escocia (fig. 4).

    Mide este torques 195 milmetros de dimetro, pesa 1.200 gramos,y el oro es de 23 quilates.

    Estn estos dos ejemplares en la coleccin Blanco Cicern.Comarca dp Mondoedo.En el ao de 1884, y posiblemente cerca del Coto da Recadieira, se encontr un torques de plata constituido

    por dos alambres gruesos y otros dos ms finos y retorcidos, trenzados los cuatro en sogueado y fundidos en los extremos en una varillade seccin circular, que se adelgaza hacia los remates, que estn revueltos en gancho y provistos de un ensanchamiento globular en elcentro y un cono en el final (fig. 7).

    La decoracin consiste en expansiones laterales de los alambres msgruesos, que forman tres lazos en 8, y en zonas incisas de lneas rectas, de puntos y de crculos con punto central, puestos en la varilla,cerca del comienzo de la porcin sogueada.

    Mide de dimetro 145 milmetros, pesa 107 gramos y est en lacoleccin Blanco Cicern.

    Viladonga (Castro de Rey).A fines de 1911 se encontr en estalocalidad un torques de oro con varilla de seccin circular, adornadaen los dos tercios inferiores con un alambre enrollado y despus con

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  • FLORENTINO LOPEZ CUEV1LLAS

    fuera ya del crculo, y en los extremos de las seis puntas, hay unaespecie de botones salientes (fig. 6, nm. i).

    Pesa 50 gramos y est en la coleccin Blanco Cicern.Comarca de Melide.De esta comarca son tres fragmentos de

    torques encontrados, al parecer, en distintos lugares. Tienen los trescabezas en perilla, y dos presentan seccin romboidal en la varilla yuno seccin circular (fig. 6, nms. 2, 3 y 4).

    Los tres son de oro y su peso es de 20, 25 y 48 gramos.Estn en la coleccin Blanco Cicern.Cercanas fie Melide.A seis kilmetros de esta villa se encontren el ao de 1876 un torques de oro con varilla de seccin romboidal

    y remates en doble escocia (fig. 11).Tiene forma elipsoidal y mide en el dimetro mayor 190 milme

    tros, alcanzando de desarrollo 200 milmetros. Pesa 675 gramos, y eloro es de 23 quilates.

    Est en la coleccin Blnco Cicern.Cstrelo, Centroa (Pontedeume).En el ao de 1912, un labriego llamado Juan Leira encontr en una finca de su propiedad, cono

    cida por la Casa Vella, la mitad de un torques de oro, con varilla %de seccin circular y cabezas en perilla. La decoracin de esta piezacuando estaba entera consista n un alambre enrollado en los dos tercios inferiores de la varilla y cuatro aplicaciones de filigrana en espiral, con botn en el centro, colocadas dos a cada lado, a continuacindel alambre (fig. 8).

    Pesa seis onzas y est en la coleccin Blanco Cicern.San Vicente de Curtis (Vilasantar).Se seala en esta localidad

    el hallazgo de un torques de oro con varilla de seccin romboidal yremates en perilla.

    Esta pieza fue partida al medio por la persona que la encontr, yse ignora su actual paradero. Una reproduccin exacta (fig. 12), hecha por un platero de La Corua, figur en la coleccin La Iglesia yest hoy en la Facultad de Filosofia y Letras de la Universidad deSantiago.

    Santa Mara de Foxados (Curtis).En el lugar del Cstrelo, asentado en el emplazamiento de un antiguo castro, encontr Francisco

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    Vzquez, al cavar hondo en un terreno, en febrero de 1932, una ollaque contena un tesoro formado por 35 tortas de aleacin de oro yplata, un brazalete de oro y los torques o fragmentos de torques siguientes:

    Torques de oro bajo, con varilla de seccin cuadrangular y ensanchada en el centro y en los extremos, que termina en remates en formade dos troncos de cono unidos por las bases mayores con planos salientes, acusndose otros menos pronunciados en las bases menores(figura 14).

    Estos remates no estn soldados a la varilla, sino que se unen aella por un pasador inserto en su extremo y que se prende en un agujero que presentan los referidos remates. Es indudable que este dispositivo tena por objeto el que el torques, sin cabezas, pudiera encajarse en el cuello, adaptndolas despus de puesto en el lugar debidopor un sencillo giro de las mismas.

    La decoracin de esta pieza, singular por ms de un concepto, consiste en cuatro lneas, trazadas con poco cuidado, que corren paralelasa las aristas de las dos caras externas de la varilla, en una flor de seisptalos, formada por tres hilos de filigrana al aire, que se entrelazan,teniendo en el centro un pequeo botn, dentro de un crculo funicular, colocado en los planos terminales de las cabezas (fig. 15), y en otrohilo, tambin funicular, que guarnece los bordes de los otros dosplanos.

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    K "ti.,) IVs? .V& Iw* iI V'h 'A El desarrollo de este torques es de 290 milmetros, el peso de la

    varilla, de 499 gramos; el de uno de los remates, de 48 gramos, y eldel otro, de 46.

    Fragmento de un torques de oro bajo, correspondiente al centro dela varilla, en parte de la cual se distinguen ochavas denunciadoras deuna decoracin de alambre enrollado.

    Pesa 43 gramos.Pequeo fragmento de la varilla de un torques de oro bajo, de sec

    cin circular, con ochavas, ostentando decoracin de alambre enrollado y una plaquita redonda, con botn central, y grabado de crculosconcntricos, que sustituye a la filigrana en espiral de otras joyas deeste tipo.

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  • FLORENTINO LOPEZ CUEVILLAS LAS JOYAS CASTREAS

    Cercanas de Astorga.Torques de oro, con varilla de seccincircular y unos originales remates, constituidos por un tronco de cono,una especie de vstago y un disco terminal, que en conjunto recuerdan a las cabezas de doble escocia (fig. 20). Tiene un dimetro de170 milmetros, un desarrollo de 425 y un peso de 502 gramos. Sehalla en el Museo Arqueolgico Nacional, donde figura catalogadocon el nmero 16.854.

    Procedencia desconocida.Torques de oro con varilla de seccinromboidal y remates en doble escocia. Su dimetro es de 132 milmetros, el desarrollo de 360 gramos y el peso de 137 gramos. Est enel Museo Arqueolgico Nacional, catalogado con el nmero 16.856.

    Incluimos esta joya en nuestro inventario, pese a lo indeterminadode su procedencia, por la absoluta identidad que ofrece con varios torques gallegos.

    La Corua.Torques de oro con varilla de seccin romboidal yremates en perilla. Entre los extremos y el centro de la varilla hayuna decoracin formada por cuatro hilos funiculares adaptados a cadauna de las caras.

    Tiene de dimetro 128 milmetros, de desarrollo 350 y de peso75 gramos y dos decigramos.

    Fu adqurido en el ao de 1887 por el Museo Arqueolgico Nacional, en cuyo Catlogo figura con el nmero 16.885.

    Serra da Capelada (Ortigueira).A un kilmetro hacia el nordeste del castro de Alcays, en Montoxo, se encontr, en el ao de 1922,y al roturarse un terreno pedregoso, un torques de oro, abierto ensemielipse, con varilla de seccin romboidal y remates en perilla, cubiertos una y otros de un punteado tenue e irregular.

    Mide en su dimetro mayor 195 milmetros, tiene de desarrollo 375y pesa 363 gramos.

    En 1923 lo adquiri el Museo Arqueolgico Nacional, donde estcatalogado con el nmero 34.414.

    Cangas Ide Ons.Se supone que es sta la procedencia de un tesoro ingresado en el ao 1931 en dicho Museo, y que consta de las piezas siguientes:

    Torques de oro con varilla de seccin romboidal y remates en do-

    Pesa diez gramos y medio.Torques de oro bajo partido en tres pedazos. Tiene la varilla de

    seccin circular, engrosada en el centro y en los extremos, y terminaen cabezas en perilla.

    Pesa 56 gramos.Torques de seccin romboidal, decorado en todas las caras de la

    varilla por lneas paralelas a las aristas. Esta varilla aparecechada en el centro y en los extremos, en los que se insertan, por medio de un espigo, cabezas en forma de perilla, una de las cuales estrota y presenta la punta achaflanada.

    Es de oro bajo y pesa 61 gramos.Fragmento de un torques de plata recubierto de lmina y de alam

    bre de oro. Tiene la varilla, de seccin circular, decorada con alambreenrollado, al que se une un hilo de filigrana funicular, y con dos plaquetas redondas, grabadas con crculos concntricos y provistas debotn central. El nico remate que conserva es en perilla.

    Pesa 158 gramos.Torques de oro bajo, con la varilla de seccin circular, engrosada

    en el centro y en los extremos y terminada con cabezas en perilla, quepresentan alrededor de la insercin unas incisiones radiales, incluidasen crculos de filigrana funicular. En uno de los extremos de la varillase ven tambin unas cuantas lneas incisas por debajo de la masa defundicin.

    Pesa 91 gramos.Todas las piezas del tesoro de Foxados estn en el Museo de Pon

    tevedra.San Lorenzo de Pastor (Arza).Hace aos, al roturar un labrador un terreno, encontro un torques de oro de 22 quilates y medio,

    con varilla de seccin romboidal, engrosada en el centro, y con cabezasde doble escocia (fig. 13).

    No tiene ms decoracin que dos crculos estampados, con puntocentral, en la parte media de la varilla y en las dos caras internas.

    Su desarrollo es de 350 milmetros y su peso de 370 gramos.Est en la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de

    Santiago. ,

    ensan-

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  • iLAS JOYAS CASTRENAS

    FLORENTINO LOPEZ CUEVILLAS

    de trabajo encomendado al entonces profesor de la Universidad deSantiago, Sebastin Gonzlez.

    La decoracin de esta cabeza consiste en dos rdenes de postas,bordeadas con filigrana y llenas de un granulado finsimo, que ocupanel cuerpo del objeto. En el lado de la unin con la varilla hay tres l-

    circulares de cordones perlados y otras dos de rayas verticales,

    la lmina terminal un trisquele de la misma tcnica que las pos-ios remates de las tres ramas y otra en el

    ble escocia, de los que falta uno. La decoracin de la varilla se encuentra en sus dos caras externas, y se reduce a unas estras trazadas paralelamente a las aristas (fig. 21, nm. 1). El remate (fig. 16) tieneadorno estampado de escudetes cargados de puntos en relieve, dispuestos radialmente, en torno a un botn central, en dos zonas limitadaspor dobles crculos de puntos en relieve conseguidos tambin con matriz estampadora, que creemos deba marcar unos diez puntos de cadavez, en las dos lineas de los dobles crculos.

    Fragmento de torques de oro con varilla de seccin circular, adornada en el tercio inferior con alambre enrollado y con una espiral defiligrana aplicada alrededor de un botn central. A continuacin deesta espiral se inicia, en el fragmento, una decoracin de zonas conrayas verticales, muy juntas y menudas, y otras con zigzag, metidasunas y otras entre molduras salientes, que de seguro ocupaban todo elcentro de la joya (fig. 21, nm. 2), a la cual parece que correspondenasimismo dos cabezas en doble escocia, que presentan en el plano ter minal un botn en el centro, una espiral a su alrededor, luego un anillode postas en relieve, y por fuera, un circulo con hilos funiculares defiligrana (fig. 18, nm. 2). En la lmina opuesta se ven, alrededor delagujero para la insercin de la varilla, otros dos hilos funiculares, yexteriormente a ellos, aplicaciones de cuatro hilos, asimismo de filigrana (fig. 18, nm. 1).

    Dos fragmentos de varilla de torques, de oro; uno de seccin circular y lisa (fig. 21, nm. 3), y otro adornado con dos espirales de filigrana, con botn central y de seccin circular, pero con ochavas quhacen sospechar que llevara un alambre enrollado.

    Un remate de torques, de oro, en forma de doble escocia, ornamentado en su lmina terminal con puntos y roleos ejecutados en grabado(figura 18, nm. 3).

    Citania de Santa Tecla (La Guardia).Durante las excavacionesarqueolgicas de esta estacin, pero en distintas pocas, aparecieronlos siguientes fragmentos de torques:

    Una cabeza, de oro, en forma de campnula, encontrada en lacampaa de 1930, dirigida por el profesor Mergtlina, y en el sector

    neasy entas, con seis esferitas encentro, y rodeado por un crculo perlado (fig. 19).

    Otra cabeza de torques, de oro, en forma de perilla y con una bo-

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    .lita terminal.

    Est partida y abollada, y tiene de peso 3,971 gramos.Varilla de un torques, de seccin circular, engrosada en la parte

    media y con alma de bronce, recubierta por una lmina fina, de plata,de la que quedan an restos, sobre todo en el lado derecho.

    Le faltan las dos cabezas, pero en los extremos de la varilla selos rebajes en que se insertaban.

    Un pedazo de la varilla de un torques de bronce, retorcido, sobrealma de la misma aleacin.Otro fragmento de la varilla,

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    ven

    unacanaladuras longitudinales, decon

    un torques de bronce.Se hallan todas estas piezas en el Museo de la Citania de Santa

    Tecla, instalado en dicha estacin arqueolgica.Castro de Lanhoso, cerca de Braga.Al abrir

    acceso a la cima denominada Alto del Pilar, donde se yergue an ladel homenaje del histrico castillo de Lanhoso, se descubrieron

    muchos restos castreos, entre ellos paredes de casas de planta circular y cermicas tpicas, encontrndose, al hacer la remocin degrandes piedras, y debajo de una de ellas, una especie de hoyo redon-

    varilla de seccin

    una carretera de

    torre

    unas

    do, lleno de ceniza, donde yacan tres torquescircular y remates en campnula. Las varillas tienen la particularidadde presentar un alma de cobre, recubierta en su parte media con una

    lmina de oro decorada con filigrana y esferitas, y en los dos terciosinferiores con alambre enrollado. Las cabezas de los tres son de oro

    con

    29-S

  • :LAS JOYAS CASTREASFLORENTINO LOPEZ CUEVILLAS

    y de forma campanulas como ya dijimos, siendo las caractersticasparticulares de cada uno de ellos las siguientes:

    En el primer torques, que es el mejor conservado, la filigrana traza lazos, que dejan entre s huecos que se llenan con esferitas, habiendo, entre la zona asi decorada y las recubiertas por alambre, otras dosmuy estrechas con espirales y esferitas sobre un fondo granulado,existiendo, lo mismo en el lado dorsal que en el ventral de la porcinmedia de la varilla, filigrana funicular, que separa longitudinalmentelos distintos espacios ocupados por las series de lazos. Las cabezasostentan en las bases molduras y crculos perlados; en el cuerpo correun hilo que va doblndose en UU, y en la lmina de tope, y dentro deun reborde funicular, aparece una doble espiral de filigrana lisa, quealterna con lneas de esferitas muy separadas (fig. 23).

    Mide de desarrollo esta joya 260 milmetros y pesa 54,8 gramos.El oro de las cabezas es de 20 quilates, y ms bajo el de las esferitas.

    El adorno de la porcin central de la varilla del segundo torqueslo constituyen series de SSS con desarrollo longitudinal, continuas, encadenadas y combinadas con esferitas, desarrollndose todo sobre fondo granulado, en zonas determinadas por funculos. La decoracin dela cabeza es semejante a la del ejemplar anterior, excepto en el cuerpodel objeto, donde en vez de las dobladuras en U se ven SSS acostadas,encadenadas y con una esferita encima de la primera vuelta de cada S(figura 24).

    Las dimensiones de esta joya son iguales a las de la anterior, dela que, no obstante, se diferencia en tener la porcin media de la varilla ms delgada.

    En cuanto al tercer torques, que es el ms estropeado de todos,puede decirse que es idntico en todo al segundo, del que no se distingue ms que en unas esferitas que tiene colocadas en la unin delas SSS que decoran el cuerpo de los remates.

    Son propiedad, las tres piezas que acabamos de describir, de laCmara Municipal de la Povoa de Lanhoso.

    Castro de Masma (Mondoedo).En el ao de 1878 se encontren este castro un tesoro formado por unas laminitas, dos piezas arri

    onadas, que se calificaron de pendientes, y tres torques, hecho todoello en oro.

    El primer torques tena la varilla de seccin romboidal y los remates en perilla.

    La forma del segundo era idntica, pero se diferenciaba de l porostentar en la parte central de la varilla una decoracin de lazos defiligrana, colocada en las caras dorsales, y con una esferita en cadahueco.

    Era el tercero de varilla de seccin circular y cabezas en doble escocia, presentando en el centro de la varilla un adorno de cinceladurastoscas, limitadas por zonas de rayas.

    Los dos ltimos torques figuraron en la coleccin de Villaamil yCastro.

    Croa de Rotorto (Mondoedo).Un labriego encontr en estecastro, en el ao de 1869, dos torques de oro, que fueron fundidos.No hay datos respecto a la forma y particularidades de uno de

    ellos; del otro se dice que tena la varilla de seccin romboidal, las cabezas en perilla, y que ostentaba en el centro un adorno en figura deocho.

    Algn tiempo despus, y en el mismo castro, se descubri un tesoro formado por un brazalete entero y dos torques, que salieron enpedazos; todo ello de oro.

    El primero de los torques tena la varilla de seccin romboidal ylos remates en perilla, y el segundo presentaba los mismos remates yla varilla de seccin circular con decoracin de alambre enrollado enlos tercios inferiores de la varilla.

    Las piezas del segundo hallazgo estuvieron en la coleccin de Villaamil y Castro.

    Cruceiro da Cma (Santiago de Compostela).Hace cerca de unsiglo aparecieron en un pequeo castro, cercano al indicado lugar, treso cuatro torques de oro, cuyas caractersticas no conocemos con exactitud. Parece, as y todo, que tenan las cabezas en forma de perilla;que uno era liso, otro funicular con expansin lateral en ocho, y queel tercero presentaba un alambre enrollado en los dos tercios inferiores de la varilla.1

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  • IHFLORENTINO I.OPEZ CUEVILLAS LAS JOYAS CASTREAS

    cntricos, reproducindolo despus en un dibujo, en el que se ven, enefecto, nueve grupos de cuatro semicrculos, y uno en el extremo derecho slo de tres, y el adquirido por la Diputacin de Pontevedra ymencionado por Sampedro ostenta una decoracin que ha sido reseada por Bouza Brey (44) con las siguientes palabras: Hllase decorada la parte central del asta con grabados, que se extienden solamente por las dos caras externas de las cuatro que la varilla presenta.Consiste la decoracin en lneas paralelas, incisas, al margen de dichas dos caras, como encuadrando el campo, en el que se sitan, porcada lado, diez grupos de seis semicrculos concntricos con punto central, a excepcin de los de los extremos, que slo se componen de cincosemicrculos, efecto de la estrechez que la varilla va sufriendo. Estedecorado circular est hecho a troquel, que aparece corrido en ms deuna ocasin, dando lugar a semicrculos defectuosos.

    Como se ve, las diferencias de la resea de Villaamil y el torquesadquirido por la Diputacin de Pontevedra no dejan de ser importantes, siendo difcil de apreciar si todo procede de un error de aquel arquelogo o si, en realidad, los torques son dos: uno procedente, muyprobablemente, de la provincia de Orense, que estuvo en la coleccinArteaga, y cuyo paradero se ignora, y otro de la provincia de Pontevedra, que adquiri la Diputacin de la misma.

    Es ste de oro, con varilla de seccin cuadrada mejor que romboidal y remates en doble escocia (fig. 17).

    La longitud del desarrollo es de 360 milmetros, el peso de 165 gramos y el toque del oro de unos 18 quilates.

    Est en el Museo de Pontevedra.Lebuo (Valpaos).A fines del pasado siglo, y al cavar unafinca, encontr un labriego un tesoro formado por una ajorca gallo

    nada, dos remates campanulares con parte de los extremos de la varilla, que de seguro pertenecieron a una pulsera o brazalete, y dostorques fragmentados, hecho todo de oro.

    El primer torques tiene la varilla de seccin romboidal y cabezasen doble escocia, adornadas en la lmina inferior con una coronacircular, formada por un entrelazo continuo, y dentro de ella una

    Cercanas de Pontevedra.Aunque haya una versin que puedehacer suponer que el hallazgo de la joya de que vamos a ocuparnostuvo lugar en la comarca de Bandeira, la localizacin ms probable esla que damos en primer lugar.

    De un tesoro, descubierto en el ao de 1923 por un labrador quearaba una tierra, y que estaba constituido por dos torques de oroexactamente iguales, y por un brazalete del mismo metal, cuyas caractersticas desconocemos, se conserva tan slo un torques con varillade seccin circular y cabezas en perilla, una de las cuales tiene en suinterior una piedrecita o pedazo de metal, que anda suelto, presentando las dos un orificio en la punta. La varilla, que fu rota por loshalladores cerca de uno de los extremos, para comprobar si era deoro, tiene en su parte central e interior un agujerito de poco msde un milimetro de dimetro, que penetra hasta la mitad de la masa deoro en que est practicada (fig. 22).

    La aleacin es slo de 17 quilates, el peso de 218 gramos y el desarrollo de 375 milmetros.

    Est en el Museo de Pontevedra.Provincia de Orense.Damos esta localizacin tan slo como probable. En los papeles del ilustre arquelogo D. Casto Sampedro, que

    se guardan en el Museo de Pontevedra, se da esta pieza como procedente de la coleccin del Sr. Arteaga, cannigo de la Catedral oren-sana, pudindose sospechar, en consecuencia, que fuera encontradacerca de la habitual residencia de aquel prebendado coleccionista. Pero,por otro lado, la Diputacin Provincial de Pontevedra, al tomar elacuerdo de adquirir la joya a que se refiere la nota de Sampedro, lojustifica en el acta de la sesin correspondiente por el deseo de quetan valioso objeto no salga de los lmites de esta provincia, en la quefu hallado.

    Estas dos referencias, que parecen acusar una disparidad, hacennacer dudas, que se aumentan al considerar que Villaamil y Castro (43), al describir el torques de la coleccin Arteaga, dice que tieneuna ornamentacin central de diez grupos de cuatro semicrculos con-

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    (43) Productos de la metalurgia gallega en tiempos remotos". D. C. Mo. Orense, nmero S3. Pg. 85. (44) Dos torques ureos. El Museo de Pontevedra, 7.* entrega, pg. 109.

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    IFLORENTINO LOPEZ CUEVILLAS LAS JOVAS CASTREAS

    seccin romboidal, y terminado en una especie de botones discoidales,que presentan en el centro un hoyo poco profundo. El trabajo de estajoya es tosco y se halla, adems, deformada.

    Estuvo en el Museo de Pontevedra como depsito de D. RamiroPascual.

    Valetitn.A kilmetro y medio del castro de Coaa, en el occidentede Asturias. Torques de oro puro, de 241 gramos de peso, con varilla

    figura estelar de seis puntas, terminadas en crculos estampados, unidos por arcos. La tcnica de esta decoracin es, exceptuando en loscrculos, un puntillado regular y fino.

    Mide de desarrollo el aro de esta joya 255 milmetros, y su peso esde 199 gramos.

    Tena tambin el segundo torques la varilla de seccin romboidal,y por lo que quedaba de los remates se vea que eran de doble escocia.En dos de las caras de la varilla aparecan grabados con lneas depuntos, obtenidos por percusin, un zigzag y una serie de aspas separadas por trazos rectos.

    El desarrollo de este torques es de 300 milmetros.La casi totalidad del tesoro de Lebuo fu comprada por el ilus

    tre arquelogo portugus, hoy fallecido, Ricardo Severo, y las piezasrestantes, entre las que figura el segundo torques, las adquiri el Museo Etnolgico de Lisboa.

    Santa Mara de Rendar (Incio).En la tierra de labrado denominada Tras das Airas apareci un torques de oro, que fu guardado por el labrador Manuel Gonzlez. Tres o cuatro aos ms tarde,en junio de 1934, se hallaron en el mismo predio dos brazaletes idnticos, excepto en su menor tamao, a la pieza primeramente aparecida.

    Tiene sta la varilla de seccin cuadrangular, trabajada a martillocon poca regularidad, y termina en dos botones embutidos y conformados, tambin a martillo, en tres planos ligeramente polidricos. Enla cara interior de la varilla, y cerca del remate, est grabado, conlnea incisa, un ngulo muy abierto, con una raya en forma de bisectriz (fig. 26).

    Mide de largo este torques 331 milmetros, siendo el dimetro dela curva de 113 milmetros y el peso de 112 gramos. El oro de que estfabricado es puro.

    En el ao de 1934 estaba esta pieza en poder del vecino de Rendar Manuel Gonzlez.

    Mrgenes del ro Oitabn (Fornelos de Montes).En la orilla izquierda de dicho ro, y en un lugar cercano a Ponte Viln, en la carretera que desde Forzns va a Fornelos, se encontr hace treinta yseis o treinta y siete aos un torques de oro, de varilla dellgada de

    1

    iill Fig. 36.Torques de Rendar.ochavada, de nueve caras, recubierta en los tercios inferiores por unalambre, tambin de oro, colocado en espiral. Presenta remates en doble escocia, y en el centro de la varilla dos marcas, constituidas porunos trazos rectos terminados en los extremos por pequeas lneas angulares.

    Langreo (Asturias).Torques de oro con varilla de seccin circular y cabezas en doble escocia. La varilla est enteramente decorada,presentando en los dos tercios inferiores un alambre enrollado, despus aplicaciones de filigrana en espiral, con un botn en el centro,, yluego, en la parte dorsal de la porcin, unas estampaciones que dejanun zigzag liso sobre un fondo de circulitos, alternados con rayas verticales, decoracin que se dispone en tres zonas, separadas por molduras (fig. 25).

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  • rFLORENTINO LOPEZ CEVILLAS LAS JOYAS CASTREAS

    Las cabezas se hallan decoradas, en la lmina de insercin de lavarilla, con un trenzado de tres hilos y una especie de espiga, y en laotra lmina con un botn central, crculos lisos y perlados, ycombinacin de zonas triangulares granuladas y lisas.

    Est esta magnfica pieza en el Instituto de Valencia de Don Juan,de Madrid, y procede de la coleccin Soto.

    Santiago de Xubial (Melide).En el lugar llamado O Campo daMatanza, y enterrado a una profundidad de 20 centimetros,contr, en el ao de 1867, un torques de oro, liso, con varilla de seccin romboidal y cabeza en perilla.

    Pesa esta joya seis onzas, una ochava y 18 granos, y la ley deles de 18 quilates.

    Est en la Real Academia de la Historia, de Madrid.Estela (Minho).Se hall en esta localidad, y metido dentro de unvaso de barro, un tesoro formado por un collar articulado, un par de

    arracadas, tortas de oro y plata y una cabeza de torques en doble escocia, decorada en la lmina inferior con un trisquele relleno de estampaciones, realizada con una matriz de finura y pequeez extraordinarias.

    lero Manuel Marinheiro un torques de oro de baja ley, con varilla deseccin romboidal y remates en doble escocia.

    En las lminas que terminan estos remates aparece una estrella oroscea de seis hojas, presentando en el centro y en el extremo de cadauna de ellas unas esferitas, y estando ligadas todas entre s por otrashojas, dispuestas circularmente. Toda la figura est trazada con unamatriz, que fue imprimiendo lneas curvas, formadas por esferitastan pequeas que slo con el auxilio de la lente pueden percibirse.

    Tienen las dos cabezas unos agujeritos, practicados, segn opininde Mario Cardozo, para dar salida al aire dilatado por el calor en elmomento de hacer la soldadura con la varilla, y evitar asi la posiblerotura del objeto.

    Pesa este collar 212,2 gramos, y en el ao de 1942 era propiedaddel platero de Chaves Sr. Jos Simes Cruz.

    Provincia de Orense.Parece ser sta la procedencia de un torques de oro con varilla de seccin circular y remates en forma de tulipn, decorados en el punto de unin con la varilla con series de zigzags. Una lmina que apareca colocada en el interior de los remates,y que sostena un punzn, estaba adornada con tres series de dos crculos concntricos cada una, ordenados alrededor de un centro comn.La tcnica en que estaban ejecutados todos estos adornos era el puntillado.

    con una

    se en-

    oro

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    Se encuentra esta pieza en el Museo Soares dos Reis, de Porto.Tonrem (Montalegre).Cabeza de un torques, de oro, de forma

    campanular, que presenta en la lmina superior, donde se una con lavarilla, una decoracin constituida por dos cordones circularescntricos, uno de ellos formado por una serie de husos esfricos, obtenidos tal vez por fundicin, y el otro por unos anillos minsculos, ligados entre s y soldados al cuerpo del objeto.

    Figur esta joya en la coleccin Arteaga, y se ignora su actualparadero.

    Cortinhas (San Mamede de Riba Tua).Torques de plata formado por tres hilos gruesos e iguales, lisos y de seccin circular, torcidosen hlice y fundidos en los extremos, en un solo cuerpo, que debi terminar en un gancho o en un orificio.

    Mide 460 milmetros de desarrollo, tiene de dimetro 135 milmetros y pesa 144 gramos.

    Con esta joya apareci un denario de Tiberio, del ao 15.Est en el Museo Municipal Azuaga, de Vilanova de Gaia.Pial o Vello (Ribadeo).En el ao de 1872 se encontr en esta

    localidad un torques de oro, cuyas caractersticas desconocemos, sabindose tan slo que pesaba doce onzas y media.

    con-

    ,

    En la lmina terminal, que tiene un dimetro de 13 milmetros,aparece un trisquele en movimiento dextrorsum, formado por unfino hilo de oro, que contornea tambin el crculo en que dicha figurase inscribe.

    Era propiedad esta pieza, en el ao de 1943, del platero de Chaves Sr. Jos Simes Cruz.

    Codeais (Chaves).En diciembre de 1941, y en una via propiedad de un vecino de Chaves, llamado Joo Pedro, encontr el jorna-36 37

    l' ;i :

  • LAS JOYAS CASTREAS

    soluto, pareciendo reservarse estas ltimas para los collares de plata(Mondoedo, Cortinhas, tres de Bagunte), y emplendose tan rarasveces en los de oro, que slo puede citarse para el caso una de las piezas del Cruceiro da Crua, que, al parecer, presentaba, como la deMondoed, expansiones, en forma de ocho, de los alambres constitutivos del funculo.

    Las varillas de seccin romboidal y las circulares se registran casien el mismo nmero; pero, en cambio, las cuadradas no aparecen msque en uno de los torques de Foxados, en el de Santa Mara de Rendar y en el procedente de la coleccin Arteaga, que est en el Museode Pontevedra.

    El grueso y la manera cmo estn desarrolladas y construidasvara mucho, habindolas toscas, como las del ro Oitabn y de Rendar; observndose en otras, ejecutadas con cuidado, como la del torques grande de Foxados, la del segundo de la Recadieira, y aun en lamisma del de Marzn, una indudable pesadez y falta de elegancia, quecontrasta con las lneas graciosas de otros collares, como son, porejemplo, el del Museo de Valencia de Don Juan, el de Viladonga y elantes citado del Museo de Pontevedra.

    Caso singular y aparte de todos los anteriores es el del torques demalla de hilo de plata, montado sobre un alambre del mismo metal, queformaba parte del tesoro de la cividade de Bagunte, recientementeaparecido.

    Ms variedad que las varillas ofrecen lo remates o cabezas, de lasque en los ltimos aos se encontraron formas nuevas, constituyndose as un conjunto, en el que se pueden distinguir los tipos siguientes(figura 27).

    a), en doble tronco de cono; b), en doble escocia; c), en perilla;d), campnulas; e), en tulipn; /), en botn; g), en ganchos.

    El primer tipo de cabezas slo se encuentra con claridad en el torques grande de Foxados, pues algunos otros que se le aproximan,como el de Marzn y el primero de la Recadieira, tienen ya iniciadala escocia, y algo semejante viene a ocurrir con el segundo de la Recadieira y con el de Astorga, aunque en stos la mitad inferior delremate termina en una porcin cilindrica.

    FLORENTINO LOPEZ CUEVILLAS

    Viveiro. En una junquera llamada Portochao, situada a laorilla del ro Landrove, encontr una muchacha un torques de oro,varilla de seccin circular y cabezas, al parecer, en perillas. Tenia

    este ejemplar el conocido adorno del alambre enrollado en los dos tercios inferiores de la varilla.

    con

    Pesaba trece onzas y media, y fu comprado por dos vecinos deViveiro, ignorndose su actual paradero.

    Bagunte, en las cercanas de Porto.A Fernando Russell Cortez,director de las excavaciones que se llevan a cabo en esta cividade,debemos el conocimiento del hallazgo de un tesoro con cinco torquesde plata, aparecido durante el transcurso de aquellos trabajos arqueolgicos.

    Como quiera que dichas joyas no han sido an publicadas podescubridor, nos limitaremos a decir que tres de ellas son semejantesal torques de Cortinhas, que otra est terminada en remates en formade tulipn, y que la ltima aparece fabricada con una malla armada entorno de un vstago.

    Citania de Sanfinsde Ferreira.Una cabeza de oro, de forma campanula con cuatro zonas de trazos repujados, rectos los de las doszonas exteriores, y en espina de pez los de las interiores, puestos en elextremo por donde se una con la varilla, y en la lmina que cierra elextremo opuesto, tres crculos concntricos hechos con filigrana soldaday una esferita central.

    Tienen todos los torques que acabamos de resear la varillavada a manera de C, que a veces, como sucede en uno de los encontrados en la Recadieira, en otro de Melide y en los de San Lorenzo dePastor y de la Capelada, se abre considerablemente, hasta llegar al se-miglipse, cerrndose en otras ocasiones, pero sin tocarse nunca los extremos, como suele ocurrir con bastante frecuencia en piezas similares del La Tne del oeste y centro de Europa. Por lo general, las varillas disminuyen de grueso desde la porcin media; pero en ciertosejemplares, como en tres del tesoro de Foxados y en otros, se engruesan asimismo los dos cabos cerca del lugar de insercin de las cabezas.

    El predominio de las varillas macizas con seccin cuadrada, romboidal o circular, sobre las constituidas por alambres trenzados, es ab-

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    FLORENTINO LOPEZ CUEVILLAS

    Las cabezas en doble escociaj que se prodigan mucho, presentanvariaciones muy apreciables, que afectan a su longitud general, al tamao respectivo y a la profundidad de las concavidades de lascias; as, como ya indicamos, hay algunas que se acercan al dobletronco de cono; otras, como las que presentan los ejemplares de Me-lide, San Lorenzo de Pastor y uno, fragmentario, de la provincia de

    LAS JOYAS CASTREAS

    El tipo campanular se conoci primero por ostentarlo dos fragmentos, de seguro de brazalete, que formaban parte del tesoro de Lebu-o. En los aos que van desde 1930 apareci esta forma aplicada atorques, en el de Santa Tecla, en los tres ejemplares de Lanhoso y enTourem, y siempre adornada con decoraciones abundantes y ejecutadas con tcnicas finas, lo que hace sospechar si sera empleada de preferencia en piezas selectas.

    Los remates en forma de tulipn se encuentran slo en un torques,hoy desaparecido, que estuvo en la coleccin Arteaga, y en otro, deplata, de la cividade de Bagunte; pero se Ies halla asimismo en la cabeza de muchos alfileres castreos, en el apndice de una fibula de Tras-os-Montes, publicada por Leite de Vasconcelos, en otra de Tecla y enel collar de Estela.

    Los remates en botn aparecen en torques de oro de fabricacintosca, como son los del ro Oitaben y de Santa Mara de Rendar, y endos, de plata y de varilla casi funicular, del tesoro de la cividade de Bagunte. Los brazaletes de Rendar tienen tambin remates de este tipo,y los de Gondeiro, aunque algo diferentes, fueron obtenidos, comoellos, rebatiendo los extremos de las varillas.

    Con ganchos terminan el torques funicular, de plata, de Mondoe-do, y, al parecer, el fabricado con malla de la cividade de Bagunte.En el primero, los dos cabos de la varilla se doblan, pudiendo prenderseel uno con el otro; en el de Bagunte, Ja varilla sobre que est montadala malla tiene roto un extremo, pero en el otro se ve una anilla, que deba servir para sujetar un gancho igual al que ostenta un brazaletefunicular, de plata, del castro de San Justo, en Palas de Rey, que termina en otro cabo en una anilla semejante a la del torques de Bagunte.

    Las varillas de los torques macizos estn, por lo general, martilladas con entera regularidad y muestran una gran pureza dejneas,que se observa de preferencia en los de seccin romboidal, algunos delos cuales tienen una o varias caras ligeramente cncavas. En las varillas de seccin circular se hacan a veces ochavas en la porcin quese recubra despus con alambre enrollado, con objeto, sin duda, defacilitar la unin de los dos elementos, particularidad que ha podidoobservarse, por lo menos, en uno de los torques de la Recadieira y

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    LAS JOYAS CASTRENASFLORENTINO LOPEZ CUEVILLAS

    la dilatacin del aire alojado en el interior de stas pudiera hacerlasa modo deen el collar

    en otro de los de Foxados. En ocasiones se procuraba tambin dar ala varilla un aspecto funicular, cosa que se consegua retorcindola,como ocurre en uno de los ejemplares de la cividade de Bagunte, quese encuentra torsionado en una zona comprendida entre los extremosy el centro, o retorciendo una lmina sobre un alma, como aconteceen uno de los fragmentos de varilla de bronce que aparecieron en elSanta Tecla. Otro fragmento, tambin de bronce, de la misma estacin, est, en cambio, provisto de unas profundas acanaladuras longitudinales.

    Caso relativamente frecuente es el de varillas constituidas por unncleo de un metal, recubierto por una lmina de otro de calidad superior, como ocurre en los tres de Lanhoso, que son de cobre con lmina de oro; en uno de los de Foxados, que es de plata con cubiertade alambre y de lmina de oro, y en otro del Santa Tecla, que tieneel alma de bronce y est forrado de plata.

    Las varillas funiculares se obtenan trenzando sencillamente losalambres; pero alguna vez, como en el caso del collar de plata de Mon-doedo, con los alambres gruesos se trenzaron otros dos mucho msdelgados y retorcidos, unindose despus todos en las puntas. Estaunin se realiz asimismo en el de Cortinhas y en tres de los de Bagunte, y fu conseguida, sin duda, en todos los casos por martilladocaliente de los extremos de los elementos constitutivos de la varilla.

    Los remates en forma de botn se lograron rebatiendo a martillolos cabos de la varilla; ITcle gancho, doblando los extremos, o doblando uno y formando anillo con el otro. Los dems tipos, que presentan siempre una gran regularidad de lneas, parece que fueron obtenidos con la intervencin del torno de viga, y soldndolos directamente a los extremos del vstago, en el caso de los que tienen formade perilla, y armndolos antes por soldadura con las lminas, en losotros casos. Los cabos de las varillas se preparaban a veces para estaoperacin, dotndolos de un rebaje, como sucede en el ejemplar debronce forrado de plata del Santa Tecla, o retorcindolos en las puntas, como pasa en el torques grande de la Recadieira, o ponindoles unespigo, como se seal en uno de los de Foxados.

    Para evitar que, al practicar la unin de la varilla y las cabezas,

    1 'estallar, se Ies abra un pequeo agujero para que actuaravlvula de seguridad, habiendo sido observado este hechode Codeais y en el de las cercanas de Pontevedra.

    En las soldaduras, por lo general muy limpias y casi siempre degran solidez, se debi emplear el chrisocolle, materia que, segn Pli-ni*(45), abundaba en las minas de oro de la Hispania.

    Las tcnicas ms usadas en la decoracin de los torques fueron,de seguro, la del"punteado, que se realiz casi,siempre_con moldes deexcelente temple y de una gran finura, o el estampado con matricesespeciales. Con el primer procedimiento se llevaron a cabo trabajos decalidad tan diferente como las marcas, puestas sin orden, que cubrentodo el ejemplar de la Capelada; las figuras geomtricas de las de Le-buo, Codeais y otros, y las estilizaciones de animales de agua delcollar, incompleto, de la provincia de Lugo, habiendo casos, como elde la cabeza en doble escocia, de Estela, en que todo eQ interior del

    especie de punteado hecho

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    trisquele que la decora est llenomolde. Grababan estos moldes por percusin o por compresin, y

    marcaban unas veces puntos, otras semiesferas o circulitos.Las estampaciones con matrices especiales se conseguan por los

    mismos procedimientos que el punteado, pero impriman seales demayor tamao y ms variadas, tales como semicrculos, crculos sencillos o con punto central, escudetes, lneas de semiesferas, de puntoso de rayas, puntos aislados, tringulos y postas, emplendose estasfiguras solas unas veces, como los circulitos del torques de San Lorenzo de Pastor, o asociadas para componer otras figuras, como en lavarilla de un torques incompleto de la provincia de Lugo, o combinadas de un modo complejo, como ocurre en el adorno radial de unacabeza de collar de uno de los torques de Cangas de Onis.

    La simple raya producida por incisin se us mucho menos quelos punteados, y las estampaciones, y aparece slo en uno de los ejemplares de Cangas de Ons, en dos de Foxados, en uno de los de Le-buo y en el de Santa Mara de Rendar, con ms carcter, en este

    con unai con

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    (45) N. H, XXXIII, 22.

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    M/ffrrrwrfWff?iFLORENTINO LOPEZ CUEVILLASltimo, de marca de propiedad que d decoracin; y, por su parte, elcincelado slo se emple, y con escaso acierto, en uno de los collaresdel castro de Masma.

    Fuera ya de estas tcnicas figuran aquellas otras en que la decoracin no se realiza grabando por un medio o otro en el metal de Ujoya, sino aplicando sobre l nueva materia, que puede ser un alambre, un hilo de filigrana, unas esferitas o las pequeas partculas queforman el granulado.

    Las aplicaciones de alambre, que, por lo menos, en uno de los torques de la Recadieira, estaban sustituidas por una laminita arqueadaen semicilindro, se hicieron siempre sobre los dos tercios inferiores dela varilla, y quiz nacieron del deseo de imitar las irregularidades delos collares retorcidos o del de combinar una superficie rugosa conotra lisa. Se encuentra esta forma de decoracin muy prodigada, sealndosela en el ejemplar de Marzn, en uno de la Recadieira, en losde Viladonga y Centroa, en dos de Foxados, en uno de Cangas deOns, en los tres de Lanhoso, en los desaparecidos de Viveiro y delCruceiro da Crua, en el de Riotorto que estuvo en la coleccin Vi-llaamil y Castro y en el de Asturias que est en el Museo de Valenciade Don Juan. Acompaan con alguna frecuencia a estos alambresenrollados en las varillas las espirales de filigrana, armadas alrededorde un botn central, dndose esta asociacin en los torques de Viladonga, Centroa, en uno de Cangas y en el del Museo de Valencia deDon Juan, vindose las espirales solas en uno de los de Cangas deOns, que muy posiblemente perdi el alambre. En el de Centroa, lasespirales estn duplicadas, y en dos de Foxados, reemplazadas por unaplaquita con crculos concntricos grabados.

    La filigrana, Jo mismo la lisa que la funicular, excepto en las cabezas del torques grande de Foxados, en que se ostenta al aire, se laencuentra siempre aplicada contorneando zonas o figuras en las lminas de los remates o en el cuerpo de los mismos, y en un solo caso, enlas cabezas del de Foxados, que antes citamos, guarneciendo los bordes de los planos. Decoraciones de esta clase se ven tambin en las porciones centrales de Jas varillas de los torques de Marzn y de Masma,donde tienen forma de lazos; en los tercios medios del de La Corua,

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    Lugo;6, dem; 7, Centroa; 8, Foxados; 9, dem; 10, dem; 11, San Lorenzo de Pastor; 12, Rendar; 13, Capelada; 14, Cangas de Ons; 15, dem; t6, dem; 17, Santa Tecla; 18,

    dem;

    19, Lanhoso; 20, dem; 21, Masma; 22, dem; 23, provincia deOrense; 24, Lcbuo;

    25, Langreo; 26, Cortinhas; 27, Baguntc; 28, dem; 29, idem; 30,dem; 31, Astorga o

    Cangas de Tineo.

    (2)

  • ILAS JOYAS CASTREASFLORENTINO LOPEZ CUEVILLAS

    la Capelada, cubierta por completo de puntos, y en otro de Foxados,

    con rayas en todas sus caras. En los dems se busc, sin duda, el adornar las porciones ms visibles de las varillas, dejando sin cubrir lasque iban en contacto con el cuello, y (procurando el contraste de laszonas lisas y las decoradas, o las de un tipo de decoracin con otro,ofreciendo el conjunto (fig. 28) una rica variedad.

    Los remates fueron adornados tambin muchas veces (fig. 29), colocndose los principales motivos en la lmina terminal, que es la queofrece mejor campo para ser decorada, aunque no faltaron ocasionesen que lo fueron asimismo las lminas superiores, y aun el cuerpo delremate, cuando su forma lo consenta, como ocurre en los campanula-res, y vindose en la cabeza bitroncocnica del torques grande de Foxados un hilo funicular que guarnece el borde de sus lminas ; siendo

    forma de

    donde estn los hilos simplemente adaptados a las caras del vstagode seccin romboidal, y, por ltimo, se las ve describiendo lazos y SSS,en las porciones medias de los collares de Lanhoso, que quedan cubiertas por completo por ellas.

    Aunque aparecen a veces unidas con otras tcnicas, las esferitas seasocian de preferencia a la filigrana, como se aprecia en los tres torques de Lanhoso, en el de Masma y en el remate campanular de ladtania de Santa Tecla. El granulado de ejecucin muy fina y cuidada se registra slo en este remate y en los tres citados ejemplares deLanhoso.

    Como se ve, los joyeros castreos no emplearon en el adorno de lostorques tcnicas como Ja del repujado, de la que podran sacar el indudable partido que sacaron los aurifices galos de la poca de La Tee,y el mismo cincelado, que slo aparece una vez en nuestro inventario,no debi gozar de gran boga; pero, en compensacin de estas faltas,demuestran una indudable habilidad en el empleo del punteado y delestampado, y se ve que poseyeron a la perfeccin procedimientos comola filigrana, el granulado y las esferitas soldadas, que requeran, ams de seguridad de mano, un instrumental delicado y el conocimientode gomas y materias soldantes, y aun de mtodos de trabajo cuyo secreto no ha sido descubierto todava.

    No son muchos los torques que se hallan desprovistos en absolutode decoracin, pero entre los decorados hay diferencias notables en elgusto y riqueza de los adornos; diferencias que saltan a la vista alcomparar, por ejemplo, el leve e irregular puntillado del collar de laCapelada, o las simples rayas longitudinales de los de Foxados y Cangas, con la profusin de motivos y la labor fina que se admiran en lacabeza campanular de Santa Tecla y en las tres piezas del tesoro deLanhoso.

    En los ejemplares mejor decorados, los tercios inferiores de la varilla se reservaron para ser cubiertos por alambres enrollados, y en elcentro se adorn slo la parte dorsal, siguindose con tanta regularidad esta regla, que slo aparece quebrantada en los torques de Lanhoso, en los que los motivos decorativos se extienden por toda la porcinde la varilla no ocupada por el alambre enrollado; en el ejemplar de

    4

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    LAS JOYAS CASTREAS

    turadas se localizan slo en el Minho portugus y en el sudoeste deGalicia, con escasas extensiones en Tras-os-Montes y una singular enel Bierzo, los motivos que en ellas se esculpieron aparecen ornamentando joyas aparecidas en lugares lejanos a estas comarcas, como ocurre con las de la provincia de Lugo, Foxados, Cangas de Ons, Masmay Marzn.

    Basta con mirar el mapa de la figura 30 para percibir la absolutaindependencia_eii_auese-encuentranJas reas de mxima densidad enel hallazgo de torques con dos de las regiones en que la explotacinde oro se llev a cabo empoca romana con mayor intensidad, comoson las de las cuencas del Sil y del Ornia, regiones en las que slo sepueden localizar el collar de las cercanas de Astorga, el de Rendar yel de Ribas de Sil, que debe ser uno de los dos que figuraron en lacoleccin Arteaga, pareciendo indicar este hecho que antes de que losromanos organizaran all el trabajo de las minas, los yacimientos, ono eran explotados, o si lo eran se sacaba de ellos muy escaso rendimiento. En cambio, parecen tener indudable relacin con las minas deloeste de Asturias y del nordeste de Galicia, por un lado, el tesoro deCangas de Ons y el ejemplar del Museo de Valencia de Don Juan, ypor otro, todos los torques de la comarca de Mondoedo, que con losencontrados en las comarcas vecinas de Foz, Viveiro y Ribadeo, componen un ncleo importante, con ms de doce ejemplares,

    Desde esta regin del nordeste de Galicia los hallazgos de collaressiguen en una direccin por la costa y en otra tierra adentro por lascercanas de Santiago, Arza y Melide, menudeando por all de talmanera que si trazamos una lnea que por el borde del Pirineo asturvaya hasta el nacimiento del Navia, y despus cruce recta al del Ulla,para acompaar a este ro hasta su desembocadura, nos encontraremos que de 65 torques o fragmentos de torques cuya localizacin conocemos con suficiente exactitud, 39 se colocan al norte de dicha lneay slo 26 al sur, a pesar de representar la primera de estas zonas menos de la tercera parte de la superficie total de la antigua Galecia.

    En este conjunto puede distinguirse ya la existencia de varios talleres o escuelas locales, que ofrecen caracteres distintivos y que se sitan en determinadas regiones geogrficas.

    FLORENTINO LOPEZ CUEVILLAS

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    Fig. 29.-1, Provinda de Lugo; 2, Foxados; 3, Cangas de Ons; 4, dem; 5, dem; 6, Lc-buo; 7, Langreo; 8, Estela; 9, Codeais; 10, Santa fTecla; u, Lanhoso; 12,- dem;13, Tourem; 14, provincia de Orense; 15, Bagunte; 16, Serra da Capelada.

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  • FLORENTINO LOPEZ CUEVILLAS

    Hay as una escuela asturiana, cuyo mbito territorial parece estar reducido a la provincia de tal nombre, que decoraba frecuentemente los tercios inferiores de las varillas con alambre enrollado yespirales de filigrana; que adornaba a veces el centro de las de seccincircular con zonas de zigzag separadas por molduras, y que emplea-

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    Fig. 3aDistribucin de los torques. 7 l15ba unos remates en doble escocia, conque la superior, y decorados en la lmina terminal con roleos o conmotivos de disposicin radial.

    Otra escuela fue la que emple las cabezas en forma de perilla,cuya rea abarca el norte de Galicia, pero sin pasar nunca de los alrededores de Pontevedra, excepto en el caso del ejemplar del Tecla, ysin ninguna extensin hacia el Este que sobrepase la tierra de Mon-doedo.

    la porcin inferior ms larga

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    17 r ' " ' " - -Fig, 31. Motivos decorativos del brazalete de I.cbuqo.50

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    LAS JOYAS CASTREAS

    De un taller flaviense habl ya Mario Cardozo (46), al notar caracteres comunes en la forma y en el adorno de los dos torques deLebuo y en el de Codeais, hallados en la regin de Chaves; tallerque lanza una obra suya a la provincia de Lugo, donde se encontruna cabeza semejante a las indicadas de Chaves, decorada, como ellas,con una estrella o roscea.

    La circunstancia de no sealarse los remates campanulares msque en las tres piezas de Lanhoso, en los hallazgos del Teda y deTourem y en los fragmentos de brazalete del tesoro de Lebuo; larelativa proximidad de estas localidades, situadas todas en el norte dePortugal y en el sudoeste de Galicia, y asimismo el tipo de las decoraciones y las tcnicas empleadas para ejecutarlas, hacen suponer unafiliacin comn a los indicados ejemplares y la existencia en la reginmencionada de una escuela particular.

    Pero, a pesar de estos tipos locales, los torques de oro cstrenostienen, en general, y con excepcin de los de factura ms ruda, comolos de Rendar y del ro Oitabn, caracteres comunes para agruparlos,constituyendo con ellos una especie inconfundible, en la que algunoselementos, como los remates en doble escocia, el adorno de alambre enrollado y las formas y curvatura de las varillas, se encuentran en todael rea cultural desde el Sella hasta el Duero.

    Y, para concluir, haremos notar que los torques de plata, normalmente de labor de alambres retorcidos, constituyen tipolgicamente algodistinto de los otros collares galecos, y que seis de los siete ejemplaresque anotamos en nuestro inventario se localizan en el norte de Portugal, particularidad que ms adelante comentaremos.

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    !.?Ji i! 1m LAS DIADEMAS.

    Ignoramos si estas joyas eran propias de los hombres o de lasrmujeres, o si las usaban indistintamente individuos de los dos sexos, puesni los autores clsicos hablan de ellas de un modo concluyente, ni selas encontr, hasta ahora, representadas en las esculturas castreas,siendo de notar que otros tipos de joyas aparecen, en cambio, figurados

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    . :(46) Una pieza notable de la orfebrera |primitiva, A. E. Awj., nm. 47> pg. &

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    FLORENTINO LOPEZ CUEVILLAS

    en dichas esculturas, como ocurre con los torques de las estatuas deguerreros de Montalegre y de Rubis, y con los brazaletes de las deLezenho, Santo Ovidio de Fafe, Refojo de Bastos y Campos.

    Hay, sin embargo, una noticia consignada por Estrabn (47), quequiz pudiera de alguna manera aludir a estas diademas como adornomasculino, y es aquella en la que asegura que los hombres galecos llevaban los cabellos largos al estilo femenino, aunque para combatir secean la frente con una banda, pareciendo significar con esto que loslargos cabellos, sueltos y flotantes de ordinario, se recogan cuandoentraba en alguna accin de guerra, sujetndolos con una cinta o pauelo, pues, como hace notar Garca y Bellido (48), la palabra bandatiene un sentido lato, que quiz pudiera extenderse muy bien a una lmina de oro como las que forman las diademas, suposicin que tendra,por otra parte, en su apoyo la costumbre de los celtas de lucir en lasbatallas ricas joyas, y la circunstancia de que uno de los ejemplaresgallegos tenga estampadas figuras de guerreros.

    Sobre la forma en que estas diademas se colocaban nada puede decirse exactamente. La longitud de todas ellas es, desde luego, insuficiente para ceir la cabeza de una persona desde la frente al occipucio,pero algunas van provistas en sus extremos de anillas, en las que podran atarse cintas o hilos que permitieran adaptarlas para una colocacin de esta clase o para otra; pero en un ejemplar asturiano, queluego researemos y que mide 395 milmetros de largo, se (ven anillosen uno de los extremos y ganchos en el opuesto, particularidad quedemuestra con su presencia que la diadema se cerraba sin intermediode ninguna otra pieza, obligndonos a pensar en la posibilidad de querodeara sencillamente, en lo alto del crneo, la mata de cabellosgida y anudada en una especie de moo, semejante al que usan algunos primitivos actuales.

    Claro est que si el uso de los cascos de tres crestas, o de los capacetes, de que habla la Geogrfica (49), fuera .general, poco valor tendra lo que acabamos de decir, pues de ningn modo podra admitirse

    (47) ni, 3. 7,(48) f,spaa y los espaoles hace dos mil aos, segn la Geografa de Strbon, pg. 13(49) III, 3, 6.

    LAS JOYAS CASTRENAS

    la ostentacin de una diadema llevando un casco encima; pero el mismo texto de Estrabn advierte que eran pocos los que usaban el cascode tres crestas, y que slo otros se cubran con los capacetes de nervios, viniendo a confirmarse esta referencia literaria por el hecho deque de todas las esculturas castreas no se aprecie indicacin de cascoms que en la estatua de Capeludos, y que en las estampaciones deguerreros de la diadema de Ribadeo son muchas ms las que no tienenindicacin de defensa alguna en la cabeza que las que llevan la indicacin de los tres penachos o cimeras.

    Considerablemente menos numeroso que el de los torques, el inventario de las diademas se reduce a las siguientes piezas :

    Cangas de Ons.Est constituida esta joya por una lmina deoro de 395 milmetros de largo por 70 de ancho y 76 gramos de peso,provista en uno de sus extremos de dos anillas y en el otro de dos ganchos dispuestos para prenderse en ellas (fig. 33). La decoracin, totalmente estampada, marca en relieve, en la cara externa de la lmina,series alternadas de SSS y de puntos gruesos, que dejan en el centrouna zona con una doble lnea de estos ltimos, que aqu, en vez de serde igual tamao, como en las otras series, alternan unos grandes conotros ms pequeos, cambiando el orden en cada una de las lneas. Enlas extremos van, en curva, primero una lnea de puntos, y despusotra de SSS, y, por ltimo, cuatro puntos, dos grandes y dos pequeos, ordenados en forma triangular.

    Se halla esta diadema en el Museo Arqueolgico Nacional.Ribaeo.Diadema formada por una lmina de oro de 420 mil

    metros de largo y 65 de ancho, provista de dos anillos en cada extr