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Las Guerras del Nuevo Mundo-Santiago Meza Atención: La historia que aquí se muestra es una historia Ficticia, no basada en la realidad, la historia no debe ser utilizada para enseñar historia sobre la liberación de las Américas.

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LAS GUERRAS DEL NUEVO MUNDO

Las guerras del Nuevo Mundo

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Las guerras del Nuevo Mundo

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SANTIAGO MEZA QUIÑÓNEZ

CURSO 701

INSTITUTO PEDAGÓGICO NACIONAL

OCTUBRE DE 2012

Las guerras del Nuevo Mundo

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Las guerras del nuevo Mundo

(Reimpresión de las Memorias de José Palacios, Antes fiel compañero del general Simón Bolívar.) Varias guerras se habían desatado en América, luego de que el ex general Simón

José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios Ponte y Blanco, se

pusiera de parte de el ejército Español, para reconquistar las tierras perdidas,

estas tierras que el mismo general había recuperado para los Americanos, y hoy

se retractaba de su decisión. En mis más terribles pesadillas veía que hubiera

pasado si mi señor hubiera trabajado para los Españoles, y los hubiera guiado a la

victoria; lamentablemente mis pesadillas ahora eran realidad.

Las raíces Españolas de mi señor, habían desatado en su mente la lujuria de tener

más riquezas, las cuales buscó por medio de la corona Española, había decidido

reconquistar las tierras Americanas para la realeza española. Su decisión había

causado revuelo en tierras antes gobernadas por mi señor, se habían desatado

poco mas de 15 guerras civiles en los primeros 12 años, y la desorganización de

los aldeanos había permitido la reconquista de algunas de las tierras. Ahora

gobernaba don Francisco de Paula Santander, quien años atrás había planeado

ataques fallidos hacia Bolívar para evitar que esto pasara.

La noche del 15 de Octubre de 1842, Simón Bolívar, se infiltró en las instalaciones

del palacio de justicia de la capitanía de Venezuela, y llenó el lugar de Pólvora,

produciendo una llamarada mas grande que doscientas mil ciudades de Santafé,

que consumió lo que existía de la gran plaza, en la mañana del 16, el edificio ya

no existía, los campesinos atemorizados contaban la historia, los diarios de toda la

semana, hablaban del hecho, y de la traición que Bolívar había cometido; esta

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historia, se repitió en la capital de La nueva Granada, en la Catedral Primada, en

el Perú, y en lugares de las tierras de los Estados Unidos Mexicanos.

Una mala noche fue para mí, en la que me dijeron lo que mi señor había hecho,

ahora era un teniente condecorado por los malditos Españoles; esa noche un

nuevo aterrorizante hecho sucedió, el teniente Bolívar, había mandado a sus

soldados a buscar mi hogar y destruirlo, supuestamente lo había traicionado al no

ir con él a España; afortunadamente Manuela me ayudó a escapar, así como lo

hizo con Bolívar en aquella noche Septembrina.

Luego de unos años muchas tierras había reconquistado el irreconocible Simón

Bolívar, había acabado con la vida de miles de campesinos, soldados, luego de 12

años, América era nuevamente española, no había nada que hacer, nunca se

había esperado que esto volviera a ocurrir, la esclavitud nunca terminó, en el año

1853, a la edad de 71 años, Bolívar ostentaba el cargo de General de las fuerzas

militares españolas.

Que podía hacer el pueblo mas que esconderse, las armas empuñadas pero con

el miedo a utilizarlas, las tierras que antes eran nuestras ahora eran de Bolívar, y

nuestro Bolívar ahora era de los españoles, el General español destruía todo lo

que no le gustaba, la extracción de riquezas se había reanudado, la libertad que

nos había ayudado a lograr el libertador, no las había quitado el libertador, nadie

era libre, el miedo reinaba, estábamos en medio de una dictadura de un

desconocido amigo que fue raptado por las ínfulas de grandeza; lo que sucede es

que nunca fue mas grande que cuando libertó, pero ahora solo era un traidor, un

hombre, si es que se le puede decir así, pues no tenía palabra; ya nadie podía

creer que hubiera algo mejor.

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En el año 1855 llegó un tipo un poco extraño, recuerdo que fue un sábado de

mercado el día que aquél desconocido llegó, era joven y organizado, nunca

supimos su nombre, pero fue él quien llevó a la nueva granada a su segunda

liberación. El hombre empezó por hacerse amigo de todos, luego los unió a todos,

acabó con sus diferencias, poco a poco llegó a un rango mas alto en la sociedad

de ese tiempo, luego de un par de años lideraba una organización en contra de los

españoles, no había conflictos entre ninguno de los integrantes de la organización,

yo era uno de ellos; el tipo le contó sus ideas a el ejército de La Gran Colombia,

estos le dieron su apoyo y le felicitaron por su magnífica estrategia.

Sucedió que a principios de 1858, las tropas estaban frente a frente en la gran

muralla de Cartagena de Indias, listos todos para comenzar semejante batalla

contra el hombre que les había quitado la libertad. De no haber sido por la ridícula,

pero hábilmente planeada estrategia habría sido muy difícil acabar con las tropas

lideradas por quien antes había vencido a miles estando de nuestro lado.

inicialmente se veían tropas españolas con más de cinco mil soldados, las tropas

nativas estaban conformadas por poco mas de unos 900, todos con armas

descargadas y espadas o lanzas de palo sin que los españoles lo supieran, los

españoles creían tener la guerra ganada, pero minutos antes de comenzar

aparecieron mas de un millón de hombres, parte de la tropa de los Americanos,

eran todos y cada uno de los hombres de las tierras reconquistadas, todos con

armas descargadas y lanzas o espadas de palo, sin los españoles saberlo, los

españoles gritaron atemorizados por la semejante tropa tan gigante, todos

aparentemente armados, en el mismo lugar se firmó entonces el acuerdo de

independencia.

Luego de firmado por el General Bolívar, todos mostraron la realidad en sus

armas, los españoles quedaron confundidos y se sintieron estúpidos; mientras

esto sucedía, el hombre desconocido que nos guio a el triunfo sin ni siquiera un

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herido se iba del lugar gritando “no es la violencia la que ha hecho la libertad ni la

que la hará, si no la unión de un pueblo que siente y vive en carne propia lo que

ha causado esta violencia misma, hasta luego, ¿nos volveremos a ver?.”

FIN

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