7/26/2019 Las Gentes Superficiales

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Las gentes superficiales, que nunca se han tomado el trabajo de observar al microscopio

la complicada mecnica del corazn, suponen buenamente que a Javi, el precoz

libertino, le bastan para su satisfaccin los sentidos y, a lo sumo, la fantasa, y que no

necesita ni gasta el intil lujo del sentimiento cuando el peso de la tierra le oprime !o

os digo, en verdad, que esas gentes superficiales se equivocan de medio a medio, y son

injustas "sta gente es la siempre termina cayendo ante la tentacin y lo material, lo que

ellos llaman hermoso#$%&

! no hay discusin ms balda que la de la hermosura 'no sostiene que la belleza es la

correccin de lneas( otro, que la armona del color( )ste, que la fusin de ambos

elementos( aqu)l, que la juventud( el de ms all, que la salud y robustez, o el donaire,

chiste y garabato, o el arte del tocador, o la meloda de la voz, y hasta hubo alguno que

identific la belleza con la bondad y con la inteligencia ! yo dir) lo siguiente*$#&

La belleza no es nada, nada absolutamente +i nos ataca a los presentes una oftalma, se

acabaron lneas, colores, aire de salud, juventud, adorno odo eso estaba en nuestraretina, y en ninguna parte ms -uchos sostienen que la hermosura de determinada

mujer es la causa de los sentimientos especiales que esa mujer nos inspira .mor e voy

a contar una historia que me he encontrado, que va sobre un chico que concibe la

belleza en su termino errneo*$/#

+ergio era el hijo de segundas nupcias de un se0or bastante rico Los otros, fruto del

primer tlamo, le adoraban y le ampararon como padre cuando todos quedaron

hu)rfanos "l mayor de sus hermanos se cas con una se0orita llamada Jacinta, y +ergio

fue a vivir a -adrid con el nuevo matrimonio, para terminar la carrera de arquitecto +e

deca que era 1muy bella2 la cu0adita Jacinta, y +ergio termin prendado de Jacinta con

la pasin ms tirana 3uando )l comprendi su estado, cuando interpret su afn de

polsesin, se horroriz de una inclinacin tan culpable y se propuso esconderla, como se

esconde la mancha y la verg4enza, y no dejar asomar por ningn resquicio ni reflejos de

la hoguera que le consuma la m)dula de los huesos ! hubiese cumplido su propsito, a

no suceder cosa ms terrible an$ que la se0ora, objeto de tan reprobable aficin, o

porque la adivin o porque se contagi con ella sin adivinarla, al cabo dio en padecer

del mismo achaque, y menos cauta, lo descubri con indicios tan claros, que mi

hermano, sinti)ndose d)bil y vencido antes de pelear, apel a poner tierra en medio

+ergio dijo a su hermano que se encontraba enfermo, y esto no era sino relativa mentira,

y que necesitaba respirar, por receta del m)dico, aires puros, aires de campo( y el

hermano, solcito y compadecido, le envi a un cortijo que haba heredado de su suegro,y que por encontrarse en lo ms florido y frondoso de la serrana de 3rdoba y ser

entonces el mes de abril, deba de estar convertido en vergel delicioso .ll lo recibira

un caataz amigo de la familia%$&*

-arch +ergio asaz desesperado a su ebaida, y el capataz le recibi con agasajo,

encargando a su hija, mocita como de veinte a0os de edad, que sirviese y atendiese al

forastero 56magnense la conmocin que sufrira )ste cuando, al fijar los ojos en el

rostro de la hija del capataz, vio en )l una copia perfectsima, un acabado trasunto del de

Jacinta7 "ra semejanza, no slo de facciones, sino de e8presin, modales y gesto, y, lo

que ms turb a +ergio 9econoci el enamorado los negros ojos que llevaba clavados

en el corazn, el talle cuyas ondulaciones le causaban v)rtigo, el color quebrado de lasuave tez que le enloqueca, y acordndose de las indicaciones de su hermano acerca de

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la mujer del capataz, no se asombr de encontrar una nueva Jacinta en la sierra .l pasar

das fue notando que la serrana posea mil cualidades preciosas$ limpia, fina a su modo,

viva y lista como nadie( ya alegre, ya melanclica( oportuna en replicar, aguda en

comprender, sensible a ratos y arisca a tiempo, saba, adems, rasguear la guitarra y

entonar el polo con un salero que quitaba el sentido +ergio, embelesado, pens que la

misma :rovidencia le deparaba tan sabroso remedio a sus enfermedades morales, y sededic a la serrana, galantendola y persigui)ndola sin tregua, a favor de aquella

libertad que da el campo y de las rodadas ocasiones que brinda el vivir bajo un techo

mismo -anuelita se defendi( pero al cabo fue ablandndose, y consinti en acudir a

una reja baja, donde sin peligro para su recato poda conversar largamente con )l -as

lo que suele costar trabajo en estas lides es el primer triunfo, que los restantes vienen

fatalmente a su hora, y -anuelita, aunque se hizo muy de rogar, acab por conceder a

+ergio que una noche, en vez de hablarse por la reja, se hablasen dentro del aposento

que la reja defenda ;$%;

3omprenden ustedes el motivo de la conducta de

+ergio? @$%A