rase una vez una tarde de calor

en la que cuatro amigas

quedaron para ir al campo de

Natalia.

El padre de Natalia recogió a Nayra,

Cristina y Rosa, y las llevó al campo, donde

Natalia las esperaba en una

enorme piscina. Se

bañaron todas juntas

con flotadores, barcas…

Después del baño en

la piscina decidieron merendar los

bocadillos y zumos preparados por las

madres.

En las toallas se

pusieron a jugar a las

cartas. Se les hacía de

noche. Sus padres fueron

a recogerlas y ellas

É

habían decidido quedar por la noche a las

nueve y media en el Burger.

Allí comieron lomos, hamburguesas,

perritos y bebieron

refrescos de naranja,

cola…

Mientras comían se

contaban sus cosas, y después de comer,

fueron a dar una vuelta.

No querían separarse y pensaron en

quedarse en casa de Cristina para hacer una

fiesta del pijama.

Cuando llegaron a la

casa de Cristina, se pusieron

los pijamas y comenzaron

una “pelea de almohadas”.

Se quedaron allí a dormir.

Por la mañana, también estuvieron en

la casa de Rosa jugando un rato. Lo pasaron

genial.

Se encontraban tan a gusto juntas, que

decidieron firmar un documento en el que

decían que nunca dejarían de ser amigas y

que, aunque de mayores no vivieran en el

mismo lugar, acudirían todos los años el

mismo día a la piscina de

Natalia, ellas solas, sin sus

maridos ni sus hijos, y

procurarían vivir ese día

como lo habían hecho

cuando eran niñas.