laría rama rodríguez
DESCRIPTION
economia politicaTRANSCRIPT
VI Congreso
“El futuro del desarrollo argentino”
19 y 20 de Mayo de 2015
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
ARGENTINA 1940 - 2014 INDUSTRIALIZACIÓN, DESINDUSTRIALIZACIÓN Y REINDUSTRIALIZACIÓN
ANÁLISIS DE LAS LEYES DE KALDOR - VERDOORN
Patricia Inés Laría – Joaquín Rodríguez – Verónica Rama
Facultad de Economía y Administración Universidad Nacional del Comahue (Neuquén)
RESUMEN La ponencia contiene los resultados de un ejercicio de aplicación de la denominada primera
ley I de Kaldor a la industria manufacturera argentina en el período 1940-2014, observando
su “capacidad de liderar la economía”.
La estructura conceptual de referencia incluye el aporte de Kaldor a la crítica de la teoría del
valor neoclásica, base de su posterior modelo de crecimiento de causación acumulativa.
Como recurso metodológico se apeló a la econometría y el tratamiento de las series de tiempo
como procesos estocásticos. Se construyeron y trabajaron series de producto, productividad
y ocupación para aplicar el método de cointegración de Engle y Granger.
Las conclusiones permiten distinguir entre la ley como hecho estilizado del proceso de
crecimiento y la particularidades que la misma muestra en el caso bajo estudio. Si bien se
comprueba la asociación entre ambas variables, el carácter abrupto de las transiciones entre
las diferentes fases de la industrialización ha impedido la consolidación de estos hechos
estilizados respetando las causalidades previstas.
Clasificación JEL: L6, L16, L52.
Palabras clave: Industria, Leyes de Kaldor-Verdoorn, Causación Acumulativa
INTRODUCCIÓN
Kaldor visualizó la dinámica “circular” y auto-reforzada que vincula la macroeconomía con
el cambio tecnológico, focalizando la causalidad que va del crecimiento a la eficiencia. El
nivel y la estructura de la demanda (doméstica y externa) retroalimentan el proceso de
crecimiento (Kaldor, 1971). Sus trabajos han dado lugar a una línea de investigación que
supone una dinámica de “causación acumulativa”, incluyendo el impacto tecnológico interno
de la competitividad externa (Kaldor, 1970). Sus trabajos se interpretan de manera más
integral al asociárselos con las críticas a la teoría del valor neoclásica, en particular a la curva
de Oferta, expuestas en la década del treinta.
Las visiones alternativas al main-stream se han diversificado y ampliado. A esta altura
numerosos académicos inspirados en Marx, Schumpeter, Keynes y Kaldor ponen el foco en
los rasgos desequilibrantes del cambio tecnológico y económico, postulando que el
crecimiento no es simple transición hacia un estado de progreso sostenido y uniforme, sino
proceso complejo de transformación y cambio cualitativo. Las relaciones dinámicas entre
variables tecnológicas, económicas e institucionales juegan un rol preponderante.
En esta línea, el artículo recupera aspectos fundamentales de las leyes de Kaldor Verdoorn,
analizando su evolución en la industria de Argentina durante el período 1940-2014.
Las Secciones I y II resumen la controversia de los años veinte-treinta sobre los rendimientos
en la industria, la construcción de la curva de oferta y la figura de “representative firm”, en
relación con la visión heterodoxa del crecimiento. En la Sección III se evalúa la capacidad
de la industria argentina de funcionar como “motor de la economía”. Se incluye además una
descripción del comportamiento de la producción manufacturera y extra industrial durante
los años bajo estudio. En este largo período la economía nacional atravesó etapas
estructuralmente diferentes: industrialización por sustitución de importaciones (ISI),
inestabilidad y crisis macroeconómicas por endeudamiento externo, un esquema de rigidez
monetaria, cambiaria, apertura irrestricta, privatizaciones y re-industrialización en un marco
de crisis global. Estas fases son analizadas aplicando las técnicas modernas de series de
tiempo y los resultados se abordan en la Sección IV. La siguiente avanza en el tema de la
causalidad de la cointegración entre las dinámicas del PIB Manufacturero y el PIB del resto
de los sectores. Finalmente en la Sección VI se resumen las Conclusiones.
SECCIÓN I
RENDIMIENTOS, CURVA DE OFERTA Y EMPRESA REPRESENTATIVA
En las décadas del veinte y treinta tuvo lugar una controversia particularmente importante,
sobre aspectos sustanciales de teoría económica. En palabras de H D Robertson (1924) la
parte de esa discusión aparecida entre 1923 y 1927 en forma de artículos en el Economic
Journal, fue una “una batalla de gigantes”. El tema: “la clasificación teórica de las industrias
en “cajas” de “rendimientos decrecientes” y “rendimientos crecientes” y su importancia en
la práctica”.
En el fondo, esta controversia ponía en discusión la Teoría del Valor Neoclásica. Como
expresa Sraffa en un artículo de 1926 “la teoría del valor competitivo, inspirada por la
simetría fundamental… entre las fuerzas de la demanda y las de la oferta,…… basada en el
supuesto de que las causas esenciales que determinan el precio de una mercancía en
particular pueden simplificarse y agruparse de manera de poder ser representadas por un
par de curvas de oferta y demanda colectivas, que intersecan”.
En los párrafos siguientes se resumen aspectos de la participación de Nicholas Kaldor en éste
debate. Se pretende señalar las conexiones entre su abordaje crítico de los rendimientos
decrecientes de la empresa individual y su posterior teoría del crecimiento como proceso de
causación acumulativa.
Según Kimura, su aporte a la teoría de la firma concentra los aspectos esenciales de la
controversia sobre los costos y la demanda. En esa línea plantea que el pensamiento de Kaldor
evolucionó en dirección de cuestionar el paradigma del equilibrio y la posible existencia de
una curva de oferta basada en una dinámica de costos crecientes.
Siguiendo esta interpretación se resumen aspectos fundamentales de las ideas con las que
Kaldor participa en esta controversia, desde su artículo de 1934. La intención es mostrar el
vínculo entre la existencia de rendimientos crecientes fundados en economías externas en el
espacio microeconómico y la literatura posterior de Kaldor que aborda el crecimiento como
proceso macroeconómico acumulativo a partir de los rendimientos crecientes del sector
manufacturero. Resulta en extremo interesante observar cómo se conecta su trabajo posterior
sobre teoría del crecimiento, con estos trabajos de la década del treinta.
A partir de la figura “firma representativa” construida por Marshall (1920) las
economías/des-economías externas/internas generaron una amplia discusión, cuyos
resultados afectaban directamente la posibilidad de existencia de una curva de oferta.
En 1922, J H Clapham plantea dificultades para asociar este esquema marshalliano a las
distintas ramas industriales, lo que en el límite llevaría a que la clasificación de industrias
según sus rendimientos se convierta en un conjunto de “cajas vacías”. Sus argumentos fueron
parcialmente rebatidos ese mismo año por Pigou, en un enriquecedor intercambio.
Dos años después, Robertson señaló que existía en las empresas industriales, una tendencia
a la generación de rendimientos crecientes y economías internas. Finalmente Sraffa (1926)
criticó intensamente la teoría del equilibrio parcial de Marshall. Este artículo resume una
seria crítica a la teoría subjetiva del valor, a la que considera alejada de la visión clásica de
la economía. Particularmente en lo que refiere a la curva de oferta Sraffa señala que la versión
clásica de la ley de rendimientos crecientes sufrió un cambio radical. La “interpretación”
neoclásica redujo en ella el papel de la división del trabajo entre firmas y directamente anuló
la consideración de la mayor división interna a partir de un aumento en las dimensiones de
una firma individual. Los conceptos de industria y de producto son cuestionados, en
importantes conclusiones que afectan el orden micro y macro. Existen indicios de que esta
crítica de Sraffa llevó a Joan Robinson (1933) a construir la teoría de la competencia
imperfecta.
Kaldor se involucra en la discusión años más tarde, con dos artículos que refieren a la
mencionada controversia (Kaldor, 1934a y 1934b). Según Kimura (2013) se evidencia en
estos escritos la influencia de otros pensadores de la London School of Economics: Allyn
Young y Lionel Robbins, que veían la figura de la firma desde un ángulo diferente al utilizado
por Cambridge. A partir de las economías externas de Marshall, Young (1928) ya había
anticipado la existencia de un sendero de rendimientos crecientes dinámicos.
En los dos artículos citados, Kaldor plantea que Marshall muestra la existencia de una
relación funcional entre precio y oferta en diversas industrias, pero esto no implica que exista
la curva de oferta como concepto directo y auto-evidente. Marshall habría señalado primero
las condiciones para el equilibrio de una industria: competencia perfecta y curva de costos
conocida para las firmas individuales. Esto requiere demostrar que a cada precio habrá en esa
rama un número de empresas, todas en equilibrio y aportando una cantidad específica. De
ese posible equilibrio industrial, reduciéndolo a pequeña escala, habría derivado Marshall la
figura de firma representativa. Podría concluirse que Kaldor cuestiona el equilibrio como
paradigma y la construcción de la firma representativa, más que el tratamiento específico de
la cuestión industrial por parte de Marshall.
Respecto del comportamiento de los rendimientos y los costos, Kaldor se basa en una visión
distinta de la relación entre factores de producción, que reconoce indivisibilidades y
complementariedades más que admitir sustituibilidad perfecta. En una dimensión temporal
reducida (corto plazo) no presenta dificultades concluir que el costo unitario debe aumentar
a partir de un punto y la curva de costos mostrar pendiente positiva. Pero en el largo plazo
no se puede suponer que un factor es fijo y que los precios de los otros factores están dados,
porque aparecen las indivisibilidades y los rendimientos crecientes.
SECCIÓN II
TEORÍA KALDORIANA DE “CAUSACIÓN ACUMULATIVA”
Desde que los modelos de Domar (1947) y Harrod (1959) extrapolaron la visión keynesiana
al largo plazo, la heterodoxia plantea que la tasa “natural” de crecimiento y el pleno empleo
nunca se alcanzan: el crecimiento continuamente crea recursos para más crecimiento. La
“causación acumulativa” ha concebido un proceso endógeno que se auto refuerza. Este
abandono de la visión del crecimiento como equilibrado surge al atribuírsele un papel
fundamental a la demanda: la tasa natural deviene endógena y determinada por la tasa real.
En esta línea el “crecimiento acumulativo” de Kaldor (1978) postula que la composición del
producto y la demanda influencian la dinámica de la productividad vía rendimientos
crecientes. En los modelos derivados de esta concepción los aumentos de demanda,
principalmente externa, no solo expanden el producto en el corto plazo, sino que inician un
proceso acumulativo de ganancias de productividad, base del crecimiento a largo plazo.
Desde esta visión, Nicholas Kaldor, protagonista de la ruptura teórica que provocaron las
ideas keynesianas, se concentró en la formulación de las “leyes” que caracterizan el
crecimiento endógeno. Esta novedad deriva de considerar la inversión como variable
inducida y ponerla en función de la misma actividad económica, en evidente recuperación
del “súper multiplicador” de Hicks (1950), que había “abierto” la economía cerrada de la
versión original y además introducido el principio de aceleración.
El trabajo de Kaldor figura como antecedente en dos tipos de modelos: los “de dos sectores”
(agricultura/industria) y los de crecimiento “export-led”; que fructificaron a su vez en líneas
de investigación de mostrada utilidad para explicar fenómenos como la transnacionalización
financiera y el endeudamiento externo.
Sobre la base de la visión keynesiana, el planteo de causación acumulativa aporta dos
relaciones fundamentales. La primera considera el impacto del crecimiento del producto
sobre la productividad. El argumento se basa en los rendimientos crecientes y el concepto
de régimen productivo, concepciones que los “padres del desarrollo” ya habían presentado
como un complejo de mecanismos de retroalimentación (Myrdal, 1957). La segunda relación
completa el círculo de causación acumulativa y marca un área de intersección con la escuela
de la regulación: el crecimiento de la productividad aumenta la competitividad y las
exportaciones, retroalimentando el crecimiento en la demanda.
Las leyes K-V surgen de la observación de los denominados hechos estilizados sobre los que
Kaldor asentó su explicación del crecimiento y profundizan el vínculo crecimiento del
producto-crecimiento de la productividad, abriendo un amplio campo de investigaciones
teóricas y empíricas. El trabajo con el planteo original es la citada conferencia de 1966.
Los trabajos que recuperan este enfoque contienen ingentes esfuerzos para “bajar a tierra” la
dinámica de causación acumulativa y modelar sus “hechos estilizados” mediante la
formulación de “leyes” dinámicas internamente consistentes y observables empíricamente.
Respetando los trabajos originales, la mayoría las formulan con las siguientes
especificaciones:
Ley KV I: La tasa de crecimiento de una economía (PIB) está positivamente
correlacionada con la tasa de crecimiento de su sector industrial manufacturero (PIB
Industria).
Ley KV II: Las tasas crecientes de producción en el sector industrial manufacturero
(PIB Industria) incrementan la productividad de ese sector (Productividad industria)
Ley KV III: El incremento de la productividad en la industria manufacturera.
(Productividad Industria) a su vez aumenta la productividad en el resto de los sectores de la
economía (Productividad en los sectores Extra Industriales).
En esta ponencia se resumen análisis de series tiempo, considerando las especificaciones de
la Ley I y adaptándolas al caso argentino bajo estudio.
SECCIÓN III
LAS PRIMERA LEY DE KALDOR
La primera ley de Kaldor refiere a un postulado central de la economía clásica: la industria
como “motor del crecimiento”, fundado en una mayor productividad que la del sector
primario y a rendimientos crecientes dinámicos (Borgoglio y Odisio, 2012). Con un criterio
de eficiencia de asignación estática, la visión neoclásica encuentra que este planteo puede
llevar a una sub-óptima asignación de recursos. Las corrientes heterodoxas contraponen una
concepción de eficiencia dinámica, que mide la capacidad de gestionar un conjunto de
recursos hacia un objetivo prefijado y requiere de activos inmateriales colectivos.
En la primera parte de la Conferencia mencionada Kaldor (1966) refiere al menor crecimiento
del Reino Unido desde mediados de los 50 a mediados de los 60, en relación a las tasas de
Japón, Alemania, Italia y Francia. Explica el fenómeno por el diverso estadío de desarrollo
económico alcanzado. El crecimiento económico veloz está asociado con altas tasas de
crecimiento del sector “secundario”, principalmente el manufacturero, característica del
estadío intermedio. Esta fase es anterior a lo que denomina “madurez”, en la que el ingreso
per cápita es relativamente igual en todos los sectores. En un análisis de los 12 países
industriales avanzados con datos disponibles, encuentra una muy alta correlación entre la tasa
de crecimiento del PIB y la tasa de crecimiento de la producción industrial, y lo que es más
significativo, observa que existe una correlación positiva entre la tasa de crecimiento
promedio de la economía y el exceso de la tasa de crecimiento del producto manufacturero
por sobre la tasa de crecimiento de los sectores no manufactureros.
En cuanto a la literatura más reciente McCombie (1983) interpreta la Ley I como evidencia
de la importancia de los factores de demanda y del súper - multiplicador en el crecimiento,
dado que refleja elasticidades. Los países en proceso de industrialización tienen un
elasticidad – crecimiento de la demanda mayor para los bienes manufacturados que para el
sector no-manufacturero. Precisamente es lo que había señalado Kaldor, haciendo notar que
el Reino Unido tiene una estructura de demanda con elevada elasticidad para los servicios
(“madurez prematura”). La evidencia de este fenómeno es la citada: una tasa de crecimiento
del PBI Manufacturero superior a la del PBI No Manufacturero,
Thirlwall (1983) agrega que la elevada correlación entre el PIB Manufacturero y el PIB no
resulta solamente de que el primero es una parte del segundo. Nuevamente: también debe
haber una asociación positiva entre la tasa de crecimiento del PIB Manufacturero y el
EXCESO de esta tasa sobre la del PIB Extra Manufacturero. Las tasas elevadas para el PIB
(superiores al 3 %) sólo se dan si crece la participación de la manufactura en la economía.
Una versión de esta controversia ha estado presente, con formato particular, en estudios sobre
Argentina, con importantes antecedentes de modelos de “dos sectores”, considerando el
desafío que implica la industrialización cuando las ventajas relativas estáticas otorgan
superioridad relativa al agro sobre la manufactura (Braun y Joy, 1968) (Diamand, 1973)
(Llach y Sánchez, 1984).
Irigoin (2013) señala la existencia de dos posiciones respecto de la periodización y
concepción de la historia de la industria argentina. Por un lado predomina la idea de que el
proceso de industrialización comienza a partir de la década del treinta, como consecuencia
de un programa deliberado de sustitución de importaciones como reacción a la Gran
Depresión; incluso algunas interpretaciones sostienen que la industria argentina recién se
desarrolla a partir de del cuarenta (Di Tella y Zymmelman, 1967; Ferrer, 1974). La visión
alternativa, resalta los avances de la industria argentina desde finales del siglo XIX (Gallo
citado por Schvarzer, 1998; Villanueva, 1972; Díaz - Alejandro, 1970).
La especificación econométrica de este postulado debe considerar las observaciones teóricas
anteriores. Como la industria manufacturera es parte del producto total, la correlación
PIB/PIB Manufacturero puede resultar espuria. Para evitar esta posibilidad, en este trabajo el
análisis de cointegración se llevó a cabo utilizando la especificación PIB EXTRA
INDUSTRIAL como función del PIB INDUSTRIAL): PIBeI = f (PIBI).
Las series para el período 1940 – 2014 se muestran en el Gráfico 1 siguiente.
Gráfico 1 Argentina 1940 - 2014
PIB Industrial y PIB extra Industrial
(millones de pesos constantes 1986)
Gráfico 1
Argentina
PIB Industrial y PIB Extra Industrial
1940-2014
(en millones de pesos constantes de 1986)
Fuente: Elaboración propia s/datos INDEC y CEPAL
y = 48,987x + 629,23R² = 0,8614
y = 171,44x + 546,62R² = 0,8846
0,00
2.000,00
4.000,00
6.000,00
8.000,00
10.000,00
12.000,00
14.000,00
16.000,00
18.000,00
20.000,00
19
40
19
43
19
46
19
49
19
52
19
55
19
58
19
61
19
64
19
67
19
70
19
73
19
76
19
79
19
82
19
85
19
88
19
91
19
94
19
97
20
00
20
03
20
06
20
09
20
12
En el Gráfico 2 se nota la correlación positiva entre el EXCESO del crecimiento del PIB
Industrial sobre el PIB y la diferencia entre esta tasa y la del PIB Extra Industrial.
Siguiendo los pasos del método Engle-Granger, los datos fueron analizados con el programa
EVIEWS. En una primera etapa del análisis se corrobora si las tasas de crecimiento del PIB
de la Industria y del PIB de los sectores Extra Industriales son series integradas de primer
orden I (1) mediante el test de Dickey-Fuller Aumentado (ADF).
Realizadas estas pruebas se da forma a la ecuación que toma al PIB Extra Industrial como
variable dependiente del PIB Industrial utilizando Mínimos Cuadrados Ordinarios (MCO).
Finalmente se comprueba la estacionariedad de los residuos de la ecuación aplicando
nuevamente el test ADF. En el Cuadro 1 se muestran los resultados del procedimiento
incluyendo la prueba de la Hipótesis Nula de existencia de raíz unitaria (correlación) en los
residuos.
Gráfico 2 Argentina 1941 - 2014
PIB Industrial menos PIB extra Industrial y PIB Industrial menos PIB
Tasas anuales de crecimiento
Gráfico 2
Argentina
PIB Industrial menos PIB Extra Industrial y PIB Industrial menos PIB
Tasas de crecimiento
1941 - 2014
Fuente: Elaboración propia s/datos INDEC y CEPAL
y = 0,5912x - 0,0172
R² = 0,4063y = 0,4359x - 0,0124
R² = 0,4097
-0,1500
-0,1000
-0,0500
0,0000
0,0500
0,1000
0,1500
-0,1500 -0,1000 -0,0500 0,0000 0,0500 0,1000 0,1500
PIB Ind - PIB Extra Ind PIB Ind - PIB
Lineal (PIB Ind - PIB Extra Ind) Lineal (PIB Ind - PIB)
Cuadro 1
Argentina 1941 - 2014
PIB Extra Industrial = f(PIB Industrial)
Cuadro 1
PIB INDUSTRIAL : (f) PIB EXTRA INDUSTRIAL
Argentina 1941 - 2014
Variable Coefficient Std. Error t-Statistic Prob.
PIB_IND 0,4768 0,0362 13,1551 0,0000
C 0,0153 0,0029 5,3547 0,0000
R-squared 0,7062 Mean dependent var 0,0292
Adjusted R-squared 0,7021 S.D. dependent var 0,0419
S.E. of regression 0,0229 Akaike info criterion -4,6914
Sum squared resid 0,0377 Schwarz criterion -4,6291
Log likelihood 175,5824 Hannan-Quinn criter. -4,6666
F-statistic 173,0562 Durbin-Watson stat 1,6764
Prob(F-statistic) 0,0000
Null Hypothesis: RES has a unit root Lag Length: 0 (Automatic - based on SIC, maxlag=11)
Exogenous: None t-Statistic Prob.*
Augmented Dickey-Fuller test statistic -7,2134 0,0000
Test critical values: 1% level -2,5970
5% level -1,9453
10% level -1,6139
*MacKinnon (1996) one-sided p-values.
Augmented Dickey-Fuller Test Equation Dependent Variable: D(RES)
Method: Least Squares Included observations: 73 after adjustments
Variable Coefficient Std. Error t-Statistic Prob.
RES(-1) -0,8386 0,1163 -7,2134 0,0000
R-squared 0,4195 Mean dependent var -0,0001
Adjusted R-squared 0,4195 S.D. dependent var 0,0296
S.E. of regression 0,0226 Akaike info criterion -4,7317
Sum squared resid 0,0366 Schwarz criterion -4,7003
Log likelihood 173,7066 Hannan-Quinn criter. -4,7192
Durbin-Watson stat 1,9770
Test Equation: Breusch-Godfrey Serial Correlation LM Test:
F-statistic 1,0937 Prob. F(2,70) 0,3406
Obs*R-squared 2,2422 Prob. Chi-Square(2) 0,3259
Presample missing value lagged residuals set to zero.
Variable Coefficient Std. Error t-Statistic Prob.
PIB_IND 0,0105 0,0373 0,2809 0,7796
C -0,0003 0,0029 -0,1123 0,9109
RESID(-1) 0,1780 0,1221 1,4577 0,1494
RESID(-2) -0,0544 0,1206 -0,4515 0,6530
R-squared 0,0303 Mean dependent var -0,0000
Adjusted R-squared -0,0113 S.D. dependent var 0,0227
S.E. of regression 0,0228 Akaike info criterion -4,6681
Sum squared resid 0,0365 Schwarz criterion -4,5436
Fuente: Elaboración propia s/datos de INDEC y CEPAL
Los resultados muestran que efectivamente existe cointegración entre el PIB Extra Industrial
y el PIB Industrial en el período analizado, con lo cual se puede afirmar que la ley I de Kaldor
se cumple, en el sentido de que las variables mantienen entre sí una relación definida en largo
plazo. Efectivamente la tasa de crecimiento de la economía (PIB) de Argentina está
positivamente correlacionada con la tasa de crecimiento de su sector industrial manufacturero
(PIB Industrial).
El valor del estadístico Durbin-Watson (DW) de 1,6764, es inferior al deseable, cercano a 2,
lo que indica la posibilidad de existencia de auto-correlación lineal de los errores. A los
efectos de avanzar en el análisis se aplicó a los coeficientes el test de correlación serial con
Multiplicador de Lagrange de Breusch Godfrey (LM) que permite aceptar la hipótesis de
inexistencia de correlación lineal con una probabilidad de 34,06 %.
Vale decir que los indicios de posible autocorrelación serial de desvíos hablan de
perturbaciones en la consolidación de la relación causal analizada. Una forma de avanzar
sobre esta cuestión es considerar sub-períodos.
SECCIÓN IV
ETAPAS DE INDUSTRIALIZACIÓN, DESINDUSTRIALIZACIÓN Y
REINDUSTRIALIZACIÓN
Cabe preguntarse respecto de las características de la vinculación entre las dinámicas de estas
dos variables. Dado que las series utilizadas corresponden a las tasas de crecimiento y el
coeficiente 0,4768 es proxy de la Elasticidad-PIB Extra Industrial del PIB Industrial, resulta
de interés observar este indicador en las diferentes etapas del período. Debe considerarse
especialmente la evolución del coeficiente de industrialización (PIB Industrial/PIB), de gran
importancia en la literatura kaldoriana mencionada. La visión kaldoriana reconoce estadios
de avance industrial, cuya proxy es el peso relativo de la manufactura en el producto total y
su dinámica, con distinta magnitud en las diversas fases.
En Argentina 1940 – 2014 la evolución es la siguiente. El coeficiente aumentó de 25,85 % a
32,45 % (valor máximo de la serie) entre 1940 y 1973; en 1990 llega a 25,74 %, y en 2001
se ubica en 21,53 % (valor mínimo de la serie). La fase de re-industrialización a partir de
2003 logra un máximo de 24,45 % en 2011 ubicándose en 2014 en 22,89%.
A los efectos de considerar la existencia de puntos de ruptura más precisos, asociados a
quiebres en el proceso de industrialización se consideraron esos años (1990, 1973, 1976,
2001) y se aplicó el test de Chow aplicados en trabajos similares (Borgoglio y Odisio, 2012).
Como muestran los resultados del Cuadro 2, existirían puntos de quiebre en 1990, 1973 y
1976 (en ese orden en cuanto a probabilidad). No habría evidencias suficientes de punto de
quiebre en 2001 ni tampoco en 2002.
La consideración de un quiebre estructural en 1990 estimándose los coeficientes en las etapas
1941 – 1989 y 1990 – 2014 tiene los resultados que se resumen en los Cuadros 3 y 4.
Como puede observarse en el Cuadro 3, durante el período 1941 – 1989 el coeficiente (E-
PIBeI del PIBI) se ubica en el 41 % con escasas probabilidad de autocorrelación lineal en los
residuos. En el período 1990 – 2014 se eleva considerablemente a 0,60 pero los guarismos
(DW = 1,3739) indican probabilidad de correlación lineal de los residuos. Si bien se puede
rechazar la hipótesis nula de Raíz Unitaria en los residuos, el valor del estadístico DW es
inferior al deseable (1,66 cuando debería aproximarse a 2).
Cuadro 2
Test de Chow de quiebres estructurales
Argentina 1941 2014
Null Hypothesis: No breaks at specified breakpoints Varying regressors: All equation variables
Chow Breakpoint Test: 1990 Chow Breakpoint Test: 1973
F-statistic 5,5570 Prob. F(2,70) 0,0058 F-statistic 3,7362 Prob. F(2,70) 0,0287
Log likelihood ratio 10,9047 Prob. Chi-Square(2) 0,0043 Log likelihood ratio 7,5055 Prob. Chi-Square(2) 0,0235
Wald Statistic 11,1140 Prob. Chi-Square(2) 0,0039 Wald Statistic 7,4723 Prob. Chi-Square(2) 0,0238
Chow Breakpoint Test: 1976 Chow Breakpoint Test: 2001
F-statistic 3,421698 Prob. F(2,70) 0,0382 F-statistic 1,80552 Prob. F(2,70) 0,172
Log likelihood ratio 6,902297Prob. Chi-Square(2) 0,0317 Log likelihood ratio 3,72218 Prob. Chi-Square(2) 0,1555
Wald Statistic 6,843395Prob. Chi-Square(2) 0,0327 Wald Statistic 3,61103 Prob. Chi-Square(2) 0,1644
Fuente: Elaboración propia s/datos INDEC y CEPAL
Cuadro 3 PIB EXTRA INDUSTRIAL = f (PIB INDUSTRIAL) Argentina 1941 - 1989
Variable Coefficient Std, Error t-Statistic Prob,
PIB_IND 0,4100 0,0444 9,2420 0,0000
C 0,0133 0,0035 3,8549 0,0004
R-squared 0,6451 F-statistic 85,4145 Akaike info criterion -4,6917
Adjusted R-squared 0,6375 Prob(F-statistic) 0,0000 Schwarz criterion -4,6145
S,E, of regression 0,0227 Mean dependent var 0,0241 Hannan-Quinn criter, -4,6624
Sum squared resid 0,0242 S,D, dependent var 0,0377 Durbin-Watson stat 1,8538
Augmented Dickey-Fuller test statistic Null Hypothesis: RES has a unit root
t-Statistic -6,3676 Prob,* 0,0000 *MacKinnon (1996) one-sided p-values
Test critical values -1,9478 -2,6140 -1,6125
Augmented Dickey-Fuller Test Equation Dependent Variable: D(RES)
Variable Coefficient Std, Error t-Statistic Prob,
RES(-1) -0,9765 0,1534 -6,3676 0,0000
Breusch-Godfrey Serial Correlation LM Test:
F-statistic 0,0130 Prob, F(2,45) 0,9871
Obs*R-squared 0,0282 Prob, Chi-Square(2) 0,9860
Test Equation: Dependent Variable: RESID Method: Least Squares
Variable Coefficient Std, Error t-Statistic Prob,
PIB_IND 0,0020 0,0473 0,0422 0,9666 Sum squared resid
C -0,0001 0,0036 -0,0201 0,9841 0,0242
RESID(-1) 0,0256 0,1639 0,1560 0,8767 Durbin-Watson stat
RESID(-2) -0,0062 0,1575 -0,0394 0,9688 1,9010
Fuente: Elaboración propia s/datos de INDEC y CEPAL
En ambos casos, se adicionó el mencionado test de correlación serial LM, que prueba la
existencia de autocorrelación en los errores y residuos estadísticos en un modelo de regresión.
Se lo considera más general que el test de DW. La Hipótesis Nula en esta prueba es la NO
existencia de Correlación; el resultado debe permitir el rechazo de la misma en los casos en
que las probabilidades sean bajas. Por ende, a mayor probabilidad, más seguridad de que no
existe correlación entre los residuos. La diferencia en los resultados de este ejercicio son
interesantes en cuanto marcan posibilidades de correlación lineal de los errores mucho más
elevadas después de 1990: solamente un 16,08 % de probabilidad de no-correlación. Entre
1941 y 1990 el valor es superior al 97%, lo que indica seguridad de no-correlación residual.
En síntesis, de los cuadros surge que la E-PIBeI del PIBI aparece con más claridad en la fase
1941 – 1989 del período analizado, aunque con magnitud inferior que en las mediciones de
Kaldor (1966) y Thirlwall (1983): 0,4 contra 0,614 y 0,55 respectivamente1.
A los efectos de buscar resultados más precisos se repitieron las pruebas considerando tres
etapas: 1941 – 1975 y 1976 – 1989 para agregar a la que va entre 1990 y 2014. Respecto del
período 1941 – 1976, que resume la fase de Industrialización por Sustitución de
1 Cabe aclarar que estos ejercicios no consideran series de tiempo; son análisis cross section entre países.
Cuadro 4 PIB EXTRA INDUSTRIAL = f (PIB INDUSTRIAL) Argentina 1990 - 2014
Variable Coefficient Std, Error t-Statistic Prob,
PIB_IND 0,5961 0,0516 11,5619 0,0000
C 0,0186 0,0042 4,4616 0,0002
R-squared 0,8532 F-statistic 133,6778 Akaike info criterion -5,0189
Adjusted R-squared 0,8468 Prob(F-statistic) 0,0000 Schwarz criterion -4,9214
S,E, of regression 0,0189 Mean dependent var 0,0390 Hannan-Quinn criter, -4,9919
Sum squared resid 0,0082 S,D, dependent var 0,0484 Durbin-Watson stat 1,3739
Augmented Dickey-Fuller test statistic Null Hypothesis: RES has a unit root
t-Statistic -3,5880 Prob,* 0,0010 *MacKinnon (1996) one-sided p-values
Test critical values: -2,6694 -1,9564 -1,6085
Augmented Dickey-Fuller Test Equation Dependent Variable: D(RES)
Variable Coefficient Std, Error t-Statistic Prob,
RES(-1) -0,8465 0,2359 -3,5880 0,0017
D(RES(-1)) 0,2786 0,2027 1,3744 0,1838
Breusch-Godfrey Serial Correlation LM Test:
F-statistic 1,9963 Prob. F(2,21) 0,1608
Obs*R-squared 3,9938 Prob. Chi-Square(2) 0,1358
Test Equation: Dependent Variable: RESID Method: Least Squares
Variable Coefficient Std, Error t-Statistic Prob, F-statistic
PIB_IND 0,0294 0,0575 0,5112 0,6146 1,3309
C -0,0012 0,0041 -0,2915 0,7735 Durbin-Watson
RESID(-1) 0,4272 0,2298 1,8592 0,0771 1,9792
RESID(-2) -0,2357 0,2219 -1,0619 0,3003 Adjusted R-squa
Fuente: Elaboración propia s/datos de INDEC y CEPAL 0,0397
Importaciones el coeficiente es 0,3995 con un Error Estándar que le otorga considerable
significatividad como proxy de la E-PIBeI del PIBI. Por otra parte el valor del coeficiente
DW es óptimo y también es elevada la probabilidad de inexistencia de correlación entre los
residuos. Los resultados se resumen en el Cuadro 5.
La salida del programa EVIEWS a partir de las series del período 1976 – 1989 se exhiben en
el Cuadro 6. La observación más destacable sobre estos resultados es el valor del coeficiente
DW cercano a 1 lo que indica con seguridad que existe autocorrelación positiva en los errores
del modelo. En cuanto a la etapa posterior a 1990 cuyos números se muestran en el Cuadro
4 había indicios de autocorrelación lineal de residuos, lo que disminuye el valor y la utilidad
del análisis.
De manera que el período ISI parece el más contundente en cuanto a resumir elementos que
indiquen que se cumple la Ley I de Kaldor, dado que los años 1941 – 1975 ofrecen resultados
menos controvertidos que 1976 – 1989.
Ante estas evidencias, se realizó una prueba aislando la crisis 2001-2002 mediante la
utilización de una variable dummy con valor 0 para el año 2002. Los resultados de la fase
1990 a la actualidad son buenos en cuanto a verificación en primera instancia de
Cuadro 5 PIB EXTRA INDUSTRIAL = f (PIB INDUSTRIAL) Argentina 1941 - 1975
Variable Coefficient Std, Error t-Statistic Prob,
PIB_IND 0,3955 0,0547 7,2329 0,0000
C 0,0144 0,0043 3,3540 0,0020
R-squared 0,6132 F-statistic 52,3149 Akaike info criterion -4,7727
Adjusted R-squared 0,6015 Prob(F-statistic) 0,0000 Schwarz criterion -4,6838
S,E, of regression 0,0216 Mean dependent var 0,0306 Hannan-Quinn criter. -4,7420
Sum squared resid 0,0155 S.D. dependent var 0,0343 Durbin-Watson stat 2,3168
Log likelihood 85,5221
Augmented Dickey-Fuller test statistic Null Hypothesis: RES has a unit root
t-Statistic -6,7820 Prob,* 0,0000 *MacKinnon (1996) one-sided p-values,
Test critical values: -2,6347 -1,9510 -1,6109
Augmented Dickey-Fuller Test Equation Dependent Variable: D(RES)
Variable Coefficient Std, Error t-Statistic Prob, Durbin-Watson stat
RES(-1) -1,1617 0,1713 -6,7820 0,0000 2,0080
Adjusted R-squared 0,5822 S,E, of regression 0,0213 Mean dependent var -0,0004
Breusch-Godfrey Serial Correlation LM Test:
F-statistic 0,4665 Prob. F(2,31) 0,6316
Obs*R-squared 1,0225 Prob. Chi-Square(2) 0,5997
Test Equation: Dependent Variable: RESID Method: Least Squares
Variable Coefficient Std, Error t-Statistic Prob, Adjusted R-squared
PIB_IND -0,0114 0,0568 -0,2014 0,8417 -0,0647
C 0,0005 0,0044 0,1034 0,9183 F-statistic
RESID(-1) -0,1763 0,1833 -0,9617 0,3437 0,3110
RESID(-2) -0,0458 0,1833 -0,2497 0,8045 Durbin-Watson stat
R-squared 0,0292 2,0000
Fuente: Elaboración propia s/datos de INDEC y CEPAL
cointegración entre las variables PIB Extra Industrial y PIB Manufacturero como muestra el
Cuadro 7. El coeficiente proxy de la E-PIBeI del PIBI es 0,5429 con un DW cercano a 2 y
elevadas probabilidades de que no exista correlación serial de errores según el test LM.
Estas observaciones permitirían concluir que la crisis 2001 – 2002, aunque
econométricamente no llega a constituir un punto de quiebre como el año 1990, ha
significado una considerable distorsión de los resultados del proceso de industrialización.
SECCIÓN V
LA CAUSALIDAD DE LA RELACIÓN ENTRE INDUSTRIA Y ECONOMÍA
Observando el “largo” período que va desde la década del cuarenta a la actualidad, se podría
concluir que efectivamente existe cointegración entre el PIB Extra Industrial y el PIB
Industrial y que la ley I de Kaldor se cumpliría en el sentido de que las variables mantienen
entre sí una relación definida en largo plazo. Queda como perturbación la posibilidad de
correlación lineal de errores, cuya existencia no puede descartarse de manera contundente
sobre todo en algunas fases.
Cuadro 7 PIB EXTRA INDUSTRIAL = f (PIB INDUSTRIAL) Argentina 1990 - 2014 (2002 año de crisis)
Variable Coefficient Std, Error t-Statistic Prob,
PIB_IND 0,5429 0,0499 10,8815 0,0000
CRISIS2002 -0,0501 0,0187 -2,6817 0,0136
C 0,0225 0,0040 5,6541 0,0000
R-squared 0,8894 Mean dependent var 0,0390 Akaike info criterion -5,2218
Adjusted R-squared 0,8793 S,D, dependent var 0,0484 Schwarz criterion -5,0755
S,E, of regression 0,0168 Durbin-Watson stat 1,9485 Hannan-Quinn criter, -5,1812
Sum squared resid 0,0062 F-statistic 88,4268 Prob(F-statistic) 0,0000
Augmented Dickey-Fuller test statistic Null Hypothesis: RES has a unit root
t-Statistic -3,6771 Prob,* 0,0016 *MacKinnon (1996) one-sided p-values,
Test critical values: -2,7719 -1,9740 -1,6029
Augmented Dickey-Fuller Test Equation Dependent Variable: D(RES)
Variable Coefficient Std, Error t-Statistic Prob,
RES(-1) -1,0413 0,2832 -3,6771 0,0036
R-squared 0,5492 Durbin-Watson stat 1,6108 Akaike info criterion -5,2400
Adjusted R-squared 0,5492 Mean dependent var 0,0017 Schwarz criterion -5,1996
S,E, of regression 0,0169 S.D. dependent var 0,0252 Hannan-Quinn criter. -5,2550
Sum squared resid 0,0032 Log likelihood 32,4401
Breusch-Godfrey Serial Correlation LM Test:
F-statistic 0,5117 Prob. F(2,20) 0,6071
Obs*R-squared 1,2169 Prob. Chi-Square(2) 0,5442
Test Equation: Dependent Variable: RESID Method: Least Squares
Sample: 1990 2014 Included observations: 25
Presample missing value lagged residuals set to zero,
Variable Coefficient Std, Error t-Statistic Prob,
PIB_IND 0,0294 0,0575 0,5112 0,6146
C -0,0012 0,0041 -0,2915 0,7735
RESID(-1) 0,4272 0,2298 1,8592 0,0771
RESID(-2) -0,2357 0,2219 -1,0619 0,3003
Fuente: Elaboración propia s/datos de INDEC y CEPAL
La consideración de un quiebre en 1990 posibilitó cierto avance: a partir de esa década la
correlación de errores se evidencia con un porcentaje elevado.
Al aislar la etapa 1941 - 1975 se pudo observar un valor de la Elasticidad de 0,3995, de
considerable seguridad estadística. En el período 1976 – 1989 aparece claramente
autocorrelación positiva en los errores y en la etapa posterior a 1990, como se adelantó,
también hay indicios de autocorrelación lineal de residuos, lo que quita validez al análisis.
De manera que es la etapa ISI, desde la década del cuarenta a mitad de los setenta, la que
mostraría un mayor ajuste al postulado de la industria como motor de la economía, aunque
con impacto menor a lo que se observa tradicionalmente en los países industriales.
Uno de los aspectos que se discuten al abordar las leyes de Kaldor, es la causalidad de las
relaciones que plantean, en este caso entre el PIB Extra Industrial y el PIB Manufacturero.
Se sometieron entonces las series a dos nuevos procesos.
Por una parte se aplicó el método Engle – Granger, pero considerando un modelo inverso al
trabajado anteriormente, en el que el PIB Manufacturero depende del producto del resto de
los sectores de la economía. Los resultados se resumen en el Cuadro 8 ordenados de acuerdo
a su verosimilitud.
En todos los casos los coeficientes mostraron una Elasticidad mayor a 1. Sin embargo en
todos los sub-periodos hay indicios de correlación espuria, salvo el que transcurre entre los
años 1976 y 1989. Aunque el coeficiente es elevado, el resultado para el período 2003 – 2014
no es contundente. Se confirmaría entonces la contundencia de una prolongada etapa de
desindustrialización relativa, que se inicia con las políticas “de mercado” de los setenta y
continúa hasta las crisis hiperinflacionarias.
En segundo lugar se aplicó el Test de Granger a las series, para el período total y los distintos
sub-períodos considerados, con los resultados en el Cuadro 9. Como se ve, no existe
causalidad clara en ninguno de los dos sentidos, aunque el período 1990 – 2014 muestra que
la aceptación de la hipótesis nula se da a una probabilidad baja (11,27%). Es decir que la
afirmación de que el producto manufacturero no impacta positivamente sobre la economía
no tendría mucho respaldo estadístico, al menos para esos años.
De ambos análisis podría concluirse que la dinámica de asociación PIB Industrial – PIB
Extra-industrial en el largo plazo queda confirmada; la ley I de Kaldor se cumple. Sin
embargo, precisamente en términos de teoría de la cointegración: comparten una tendencia
Cuadro 8 Resultados de la consideración de PIB Industrial como variable dependiente
Variable Independiente: PIB_EXTRAIND Breusch-Godfrey Serial Correlation LM Test
Coeficiente C t-Statistic DW F-statistic Prob. F(2,70) Prob. Chi-Square(2)
1976 1989 1,4650 -0,0216 4,4841 1,8018 0,0248 0,9756 0,9661
2003 2014 1,7073 -0,0283 6,4399 1,2714 0,6175 0,5631 0,4482
1941 1975 1,5503 -0,0065 7,2329 2,0784 1,5014 0,2386 0,2132
1990 2002 1,2729 -0,0253 9,3306 1,6488 2,5360 0,1338 0,0961
estocástica, no permanente, sujeta a perturbaciones. Se debe tener en cuenta que el largo
proceso analizado se caracteriza por una secuencia de disímiles escenarios: industrialización
sustitutiva (hasta 1975), des-industrialización (1976 a 1989), reestructuración regresiva de la
industria (1990 -2002) y re-industrialización incipiente en un escenario de crisis
internacional. Probablemente estas circunstancias hayan impedido la consolidación de una
tendencia más estable. Este fenómeno, a su vez, no habría permitido la acumulación de las
causalidades que Kaldor señaló como hechos estilizados del crecimiento económico.
SECCIÓN VI
CONCLUSIONES
La tradición clásica en la línea de Smith, Marx, Young y Schumpeter comparte la visión del
crecimiento como proceso histórico, con eje en el cambio tecnológico. El abordaje
Cuadro 9
Tests de Causalidad de Granger
Hipótesis Nula Período Obs F-Statistic Prob.
1941 2014
PIB_IND does not Granger Cause P_EXTRA_IND 72 1,4431 0,2434
P_EXTRA_IND does not Granger Cause PIB_IND 1,1832 0,3126
1940 1989
PIB_IND does not Granger Cause P_EXTRA_IND 47 1,1875 0,3150
P_EXTRA_IND does not Granger Cause PIB_IND 1,4621 0,2433
1990 2014
PIB_IND does not Granger Cause P_EXTRA_IND 25 2,4400 0,1127
P_EXTRA_IND does not Granger Cause PIB_IND 1,69834 0,2083
1941 1975
PIB_IND does not Granger Cause P_EXTRA_IND 33 1,1290 0,3376
P_EXTRA_IND does not Granger Cause PIB_IND 0,3865 0,6830
1976 2002
PIB_IND does not Granger Cause P_EXTRA_IND 27 0,05165 0,9498
P_EXTRA_IND does not Granger Cause PIB_IND 0,14757 0,8636
1990 2002
PIB_IND does not Granger Cause P_EXTRA_IND 13 1,05843 0,3910
P_EXTRA_IND does not Granger Cause PIB_IND 0,32852 0,7293
2003 2014
PIB_IND does not Granger Cause P_EXTRA_IND 12 1,05799 0,3968
P_EXTRA_IND does not Granger Cause PIB_IND 0,93256 0,4375
keynesiano integró además el papel fundamental de la demanda agregada, siendo Kaldor el
encargado de completar el diseño de una dinámica “circular y auto-reforzada”.
Recuperar los aspectos fundamentales de las mencionadas leyes y observar aspectos
derivados de su aplicación a países en desarrollo constituye un desafío. En un contexto de
naciones que evidencian restricciones para lograr su industrialización parecería un
contrasentido: ¿cómo podría verificarse la dinámica “circular acumulativa” del crecimiento
en estas realidades? Esta cuestión ha sido analizada en los países asiáticos (Mamgain, 1999).
El intento en el caso de Argentina parece aún más complicado, considerando la profundidad
cuantitativa y cualitativa de los “cortes” que se produjeron entre las etapas de
industrialización, la destrucción de la estructura sustitutiva, la reestructuración regresiva de
los noventa y la re-industrialización incipiente del siglo XXI. Sin embargo, el análisis con
la base conceptual de las leyes de Kaldor, aplicando econometría de series de tiempo, brinda
conclusiones útiles y nuevos elementos para posteriores análisis.
En este sentido y en términos generales, la ley I parece confirmarse, porque las variables
cointegran en el largo período analizado. La singular heterogeneidad de políticas atravesadas
por Argentina no ha conseguido alterar este postulado que Kaldor proponía como hecho
estilizado característico de un escenario de crecimiento.
Diferente es la forma específica en que la ley se expresa en el caso bajo estudio. Cabe resaltar
que en el esquema kaldoriano las tres Leyes forman un único hecho estilizado y en particular
la Ley I expresa un fenómeno que se sostiene al operar la segunda ley. Son los rendimientos
crecientes estáticos y dinámicos los que elevan la productividad del sector industrial a medida
que éste se expande. Esto es lo que explica la consolidación de la industria como motor de la
economía. Aunque no se consideran en esta ponencia, los resultados de la Ley II parecen no
sostener que esta Ley II se evidencie en Argentina para el período considerado, salvo en
determinadas y específicas etapas.
Las conclusiones parecen confirmar el carácter trunco y dependiente hasta mitad de los
setenta, el agotamiento de la experiencia de privatización y apertura irrestricta y los avances
logrados después de la crisis de 2001. En la raíz de este proceso interrumpido y aún no
consolidado, subyace una verdadera alteración cualitativa del orden económico que hizo su
aparición en los setenta, cuando pasa a estar condicionado por diversas formas de
valorización financiera del capital (Basualdo, 2006). Su contundencia hizo que no se
revirtiera en la década del ochenta y que deviniese en reestructuración regresiva entre 1990
y 2001 (Azpiazu et al., 2001).
El impacto del sector industrial sobre el resto de la economía no ha sido el esperado para la
conformación de un círculo virtuoso con base en incrementos de productividad y
rendimientos crecientes. En la etapa ISI de industrialización creciente, la magnitud del efecto
multiplicador sobre las actividades externas a la industrial es limitada. Podría aseverarse que
el valor elevado de la elasticidad en la fase de crecimiento de los noventa se asocia más a una
orientación de la economía a los servicios que a un impacto con origen en la industria. Esta
afirmación se sustenta básicamente en la profunda reestructuración regresiva de la industria
en esta década.
Surge de estas observaciones la dificultad que la industria de Argentina tuvo para articular, a
partir del proceso ISI, una dinámica industrial con la solidez y permanencia necesarias como
para que se conforme el círculo de causación acumulativa aludido por Kaldor y Verdoorn,
sustentado en rendimientos crecientes. Como es sabido, estos rendimientos surgen de mejoras
de organización, externalidades positivas y ventajas de concentración típicas de la industria.
Se trata de una sinergia sectorial consecuencia de la generación, asimilación y difusión de
innovaciones en un espacio común que trasciende la firma individual, evidenciando que el
proceso de innovación más que una negociación entre oferentes y demandantes de factores
en el ámbito a-espacial del mercado, es un complejo de transacciones que permiten acumular
conocimiento y capacidad de organización.
La fase que se inició en 2003 se ve perturbada por las crisis globales recurrentes. Sin embargo
es posible su consolidación mediante un replanteo de las políticas hacia el futuro.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Azpiazu, Daniel; Basualdo, Eduardo y Schorr, Martín. (2001). La industria argentina
durante los años noventa: profundización y consolidación de los rasgos centrales de la
dinámica sectorial post-sustitutiva. FLACSO, Área Economía y Tecnología.
Basualdo Eduardo (2006) Estudios de historia económica argentina. Desde mediados del
siglo XX a la actualidad Editorial Siglo XXI.
Borgoglio L. y J. Odisio Crecimiento y productividad en la industria argentina: la ley de
Kaldor-Verdoorn en el largo plazo Nueva Economía / Año XIX, N° 35, abril 2012, pp. 79-
101.
Braun, Oscar y Leonard Joy. (1968). A model of economic stagnation. A case study of the
Argentina economy. Desarrollo Económico No 20. Buenos Aires.
Clapham J. H. Of Empty Economic Boxes The Economic Journal, Vol. 32, No. 127. (Sep.,
1922), pp. 305-314.
Diamand Marcelo. (1973). Doctrinas económicas, Desarrollo e Independencia. Buenos
Aires: Paidós
Díaz - Alejandro, C. F. (1970). Ensayos sobre la historia económica argentina. Amorrortu.
Di Tella G. y M. Zymelman, Las etapas del desarrollo económico argentino, Buenos
Aires, EUDEBA, 1967
Domar E. D. (1947). Expansión y empleo. The American Economic Review. Vol. 37
Ferrer Aldo. (1974). La economía argentina. Buenos Aires: FCE.
Gallo, E. (1970). "Agrarian Expansion and Industrial Development in Argentina. 1880-1930,
en R. Carr (editor), Latin American Affairs St. Anthony's Papers no 22, Oxford.
Harrod Roy F. Domar y la dinámica económica. The Economic Journal. Vol. 69
(septiembre).
Hicks John R. (1950). Contribution to the Theory of the Trade Cycle. Clarendon Press:
Oxford.
Irigoin A. M. La Evolución Industrial en la Argentina (1870-1940)
http://www.eseade.edu.ar/files/Libertas/49_6_Irigoin.pdf
Kaldor N. (1934a) A classificatory Note on the Determinateness of Equilibrium, The
Review of Economics History Vol. 1 Nº 2 pp.122 – 136 y (1934).
………… (1934b) The equilibrium of the firm. The Economic Journal, 60-76.
………… (1966). Causes of the slow rate of economic growth of the United Kingdom:
an inaugural lecture. Cambridge University Press.
………… (1970). The Case for Regional Policies Scottish Journal of Political Economy
(17) 337-348
…………. (1971) Conflicts in national economic objectives. Economic Journal. March.
…………. (1978). Further Essays on Economic Theory. New Cork: Holmes & Meier.
Kimura Yuichi (Hitotsubashi University) Kaldor on the equilibrium of the firm: 1934 -
1938 http://www.econ.ryukoku.ac.jp/~komine/hope/kimura0612re.pdf
Llach J. J. y Sánchez C. E. (1984). Los determinantes del salario en argentina. Un
diagnóstico de largo plazo y propuestas de políticaas. Estudios IIERAL. Vol. VII. No 29.
Mamgain V. (1999). ¿Are the Kaldor-Verdoorn laws applicable in the newly
industrializing countries? Review of development economics. Vol. 3. No 39.
McCombie, J. S. (1983). Kaldor's laws in retrospect. Journal of Post Keynesian Economics,
414-429.
Marshall, A. 1920. Principles of Economics, 8th Ed., London: Macmillan
Myrdal G (1957). Economic theory and underdeveloped regions. London: Duckworth.
Pigou A. C .Empty Economic Boxes: A Reply, The Economic Journal, Vol. 32, No. 128.
8-46
Pigou A. C.; D. H. Robertson Those Empty Boxes The Economic Journal, Vol. 34, No. 133.
(Mar., 1924), pp. 16-31
Robinson, J. 1933. The Economics of Imperfect Competition, London: Macmillan.
Schvarzer, J. (1998). Nuevas perspectivas sobre el origen del desarrollo industrial
argentino (1880-1930).
Sraffa P. The Laws of Returns under Competitive Conditions. The Economic Journal,
Vol. 36, No. 144. (Dec., 1926), pp. 535-550.
Thirlwall, A. P. (1983). A plain man's guide to Kaldor's growth laws. Journal of Post
Keynesian Economics, 345-358.
Young A. A. (1928) Rendimientos Crecientes y Progreso Económico. The Economic
Journal, Vol. 38, No. 152, pp. 527-542