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Murió Eduardo Galeano

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  • Martes14abr15circulacindehoy8.180 diarios

    N 2331 ao10 uruguay $38 pormes$560 ladiaria.com.uyTel.:2900 0808 ISSN: 1688-5112

    Eduardo Galeano en una movilizacin por los derechos humanos en la plaza Cagancha. foto: santiago mazzarovich (archivo, febrero de 2013)

  • martes 14abr152 nacional [email protected]

    Mala gestinBordaberry habl del difcil momento para el PC y de la Concertacin: fue mal ejecutadaEl candidato del Partido Colorado (PC) por el Partido de la Concerta-cin (PdlC), Ricardo Rachetti, pre-sent ayer las tres listas que encabe-za como candidato a intendente de Montevideo: dos de Vamos Uruguay (VU), la 102020 y la 1085, y una del sector batllista, la 1515. En los res-pectivos actos repas sus propuestas y prometi que si sale electo comen-zar a trabajar desde la periferia hacia dentro. La periferia tambin existe, y pucha que da lstima, coment, por lo que plante em-pezar donde ms se necesita. A su vez, anunci que el jueves a las 12.30 dar una conferencia de prensa en la casa del PC para explicar cmo bajar el boleto a 18 pesos. En ese sentido, el lder de VU, el senador Pedro Bordaberry, se refiri a una de las candidatas por el Frente Amplio (FA), Luca Topolansky: Rachetti puso arriba de la mesa el tema del boleto; seriamente dijo que se po-da bajar y lo criticaron. Resulta que ahora una seora dijo que iba a ser gratis, despus hizo los nmeros y se arrepinti, le llevaba la mitad del presupuesto de la Intendencia de Montevideo [IM], afirm.

    Bordaberry aprovech la oca-sin y habl sobre la difcil si-tuacin del PC, del PdlC, y dio su versin de las causas que llevaron a que Luis Alberto Ney Castillo renun-ciara a ser candidato a la IM a fines de enero. Segn explic, Castillo no renunci, sino que la Conven-cin Nacional decidi no ratificar el apoyo que se le haba dado por razones polticas y resultados elec-torales. Reconoci que ste es un momento muy difcil para el PC y que el PdlC no result ser lo que esperaban. Naci como una forma de competir realmente con el FA en Montevideo, fue planificado de otra forma. Creo que es una muy buena idea pero que obviamente despus fue mal ejecutada, porque siempre necesitamos candidatos que tra-

    bajen con un ao y medio de an-ticipacin. Rachetti sali al ruedo tarde, admiti. La de la Convencin Departamental fue una decisin muy difcil, dijo, porque no es lo mismo tener un candidato cuatro meses antes que un ao y medio antes [...] En esa situacin era muy difcil que alguien asumiera la res-ponsabilidad de levantar la bande-ra, decir aqu estoy, me importa ms mi partido, mi ciudad, mi pas, que mi inters personal; esa perso-na es Ricardo Rachetti. Es difcil, es obvio, nunca ha sido fcil para nosotros, afirm.

    La lista 102020 est encabeza-da por ngel Fachinetti, Gustavo Domnguez, Deborah Hollander y Gustavo Lorenzo. En la 1085 est Csar Tulio Tartaglia, Mario Bar-bato, Anala Lai y Mara Eugenia Rosell. La 1515 la lideran Andrs Moura, Enrique Romero, Eugenia Gmez Jara y Leandro Cardozo.

    Todo o nadaRachetti present, ante la Corte Electoral, su programa de gobierno. En l propone un transporte p-blico elctrico, drones controlando la seguridad pblica, ms espacios pblicos, sustentabilidad ambien-tal, depsitos subterrneos de re-siduos, segn plantea en Mon-tevideo como t lo quieres, como denomina al documento. Promete poner a los ms capaces de pensar, disear y ejecutar la ciudad modelo que los montevideanos merecemos para los prximos 25 aos. Somos muchos los montevideanos, de to-dos los partidos, que creemos que este ciclo debe llegar a su fin.

    Como ya lo ha anunciado, propone disminuir la carga impo-sitiva, incorporar las policlnicas de la IM al Sistema Nacional Inte-grado de Salud, realizar auditoras externas peridicamente, limitar el ingreso de funcionarios a la IM y reducir 50% los cargos de con-

    fianza. Tambin planea tener en cuenta buenos vecinos para ofre-cer bonificaciones y descuentos cuando la IM no cumpla con los plazos para el cumplimiento de trmites y permisos.

    Sobre el trnsito y el trans-porte, propone crear el Centro de Monitoreo de Trnsito y elaborar un plan urgente para la conserva-cin de pavimentos. A su vez, pro-pone para la zona oeste una nueva modalidad de viaje, mediante el transporte fluvial: seran ferries rpidos y atractivos que iran por la baha de Montevideo y reduci-ran el tiempo de viaje de una hora a siete minutos. Tambin plantea instalar el tren para la zona norte, lo que podra significar el aprovecha-miento de la red de AFE con un tren de cercanas desde Progreso hacia el Centro. Adems, quiere subsidiar el boleto asociado a la eficiencia y a la calidad de los servicios.Asimis-mo, planea crear una terminal de microbuses y taxis elctricos para recorridos cortos por la ciudad.

    El programa presenta el plan Basura Cero, que promete, a corto plazo, la recoleccin de residuos todos los das, incluso domingos y feriados, y la supresin de la clasi-ficacin de residuos en la va pbli-ca. Tambin plantea como necesa-rio que para los clasificadores se construya una solucin con ellos para que hagan su trabajo de mejor forma. Que los espacios pblicos sean mantenidos, en especial en la periferia de Montevideo; que se jerarquice la educacin ambiental de manera institucional e insis-tir con la segregacin en origen y cultura de las R (Reciclar, Reducir, Reutilizar). Para financiarlo, pla-nea integrar al capital privado en la bsqueda de soluciones a la gestin ambiental, que se invo-lucrara para ampliar y/o incluir zonas de recoleccin de residuos domiciliarios por terceros.

    Paysand

    Caminos recorridos

    Los ediles del Frente Amplio y el Partido Colorado de la Junta Departamental de Paysand denunciaron ante la Justicia las irregularidades constatadas por el Tribunal de Cuentas en las retribuciones percibidas por los cargos de confianza de la Intendencia Departamental de Paysand y en la administracin de la 48 Semana de la Cerveza.

    Segn afirman, agotaron -en forma infructuosa- las instancias legislativas previas, tendientes a esclarecer las irregularidades [...] con la realizacin de tres llamados a sala al intendente departamental, varios pedidos de informes y documentacin solicitada a travs de la Ley de acceso a la informacin pblica; consideramos que es en el Poder Judicial donde se debe continuar con la investigacin.

    BasuritasGarc quiere que la clasificacin de residuos en los hogares de Montevideo sea obligatoria en cinco aosLa necesidad de hacer una serie de auditoras a la Intendencia de Montevideo (IM), la promesa de no aumentar la carga impositiva, la apuesta a desmantelar el Corredor Garzn y un nfasis en las cues-tiones de seguridad y de bienestar animal son algunos de los princi-pales puntos del programa del na-cionalista lvaro Garc, candidato por el Partido de la Concertacin.

    El programa tiene 44 pginas y tiene por ttulo la frase de cabe-cera de la campaa del candidato: Cambiemos todo, aunque Garc explica en una carta que aparece al comienzo que no se trata de un slogan de campaa: es nuestra concepcin de cmo debe en-cararse un nuevo gobierno para nuestro departamento.

    Segn se explica en el pro-grama, la carga impositiva ser mantenida a lo largo de todo el pe-rodo en trminos nominales. Eso implicar, se asegura, que el au-mento de precios por la inflacin y el crecimiento de los ingresos de las personas determinarn al final de la administracin una disminu-cin de la carga impositiva real, al punto de que en relacin con los restantes precios de la economa los impuestos en el departamento de Montevideo disminuirn.

    Garc tambin pretende ave-riguar qu ocurre con los 400 mi-llones de dlares anuales que la IM recauda anualmente, y para eso propone hacer dos auditoras, una externa y otra interna. Adems, el documento plantea restringir el ingreso de nuevos funcionarios, acotndolo nicamente a las reas esenciales para la prestacin de servicios. ste fue uno de los te-mas que ayer Garc abord en una reunin con la directiva de la Aso-ciacin Nacional de Empleados y Obreros Municipales (ADEOM). Los funcionarios le plantearon al candidato que buscan un aumen-to salarial importante, pero Garc no dio una respuesta definitiva sobre ese tema, y reiter la nece-sidad de una auditora. El progra-ma hace una referencia expresa al relacionamiento con el sindicato: No se permitir la existencia de un gobierno paralelo ajeno al or-den institucional.

    El nacionalista hace un fuerte nfasis en las zonas rurales del de-

    partamento y propone la creacin de dos nuevos municipios en ellas: uno en la zona noroeste y otro en el noreste. Adems, buscar dotar esas zonas de una red acorde de calles y caminos rurales en buenas condiciones. Tambin se compro-mete a utilizar inmuebles de la IM para, mediante convenios con or-ganizaciones pblicas y privadas, crear centros de atencin donde se pueda brindar alojamiento transitorio y asistencia a las muje-res y sus hijos vctimas de violencia domstica.

    Respecto de la limpieza, el programa aspira a reformular el sistema de recoleccin de residuos desde su concepcin. Para ello, el candidato se compromete a me-jorar la frecuencia de los camiones de recoleccin de residuos en las zonas en que es insuficiente, as como tambin aumentar o im-plementar la limpieza de conte-nedores. En ese marco, propone que la clasificacin de residuos comience en los propios hogares y sea obligatoria para el final del quinquenio. Tambin plantea la construccin de suficientes plantas de reciclaje con niveles salariales equivalentes a los que reciben los clasificadores. Con respecto a ellos, afirma que se promover la sustitucin de los ca-rros de traccin animal por mo-tocarros con capacidad suficiente. Adems, se propone la instalacin de una red urbana de papeleras.

    Sobre movilidad urbana, el programa nacionalista propone medidas como la ampliacin de la rambla portuaria, la creacin de una va rpida de transporte por Avenida Italia, el flechamien-to de calles o avenidas, e incluso de la rambla capitalina, en horas pico como forma de agilizar el trnsito. Tambin se asegura que se eliminarn los carriles de circu-lacin exclusiva para mnibus en las calles de dos carriles y que se desmontarn los corredores Gar-zn y General Flores, volviendo al formato anterior.

    Garc propone crear una Se-cretara Departamental de Segu-ridad en la IM, que se financiara con el reordenamiento de recur-sos financieros y el desarrollo en Parque Batlle de un plan para concretar una ciudad deportiva.

    Ricardo Rachetti en la presentacin de los candidatos a ediles y a alcaldes de las listas 1515, 1085 y 102020, ayer, en la Casa del Partido Colorado. foto: pablo vignali

  • martes [email protected] nacional 3

    consejo de ministros / ose

    Hablar en plata

    El Consejo de Ministros comenz ayer, segn cont luego, en con-ferencia de prensa, el ministro de Economa y Finanzas, Danilo Astori, en un ciclo de sesiones de preparacin del presupuesto quin-quenal. El jerarca explic que en la reunin hizo una presentacin describiendo las caractersticas actuales de la economa uruguaya y sus perspectivas, y la definicin de las etapas de elaboracin del presupuesto. Astori dijo que an no est definida la meta fiscal e in-sisti en que el presupuesto tendr que elaborarse con gran cautela por el contexto internacional, aun-que, dijo, el pas sigue creciendo; en un contexto de desaceleracin ha mantenido niveles muy inte-resantes de crecimiento, que se explican por los mrgenes de ma-niobra que le permiten a Uruguay encarar estas situaciones.

    El ministro insisti en que va a haber inversin pblica, y en que la inversin pblica por medio de las empresas pblicas se debe coordinar mejor: Aspi-ramos a que en este perodo haya una mejor coordinacin en este punto que en la que hubo en el perodo pasado. Tambin reiter que se buscar que el sector priva-do tenga un papel especialmente importante en las obras pblicas mediante la metodologa de par-ticipacin pblico-privada.

    Sobre cmo afectar la sen-tencia judicial que establece que se debe otorgar un aumento de 26% a los funcionarios judiciales, retroactivo a 2011, Astori dijo que la situacin se tendr en cuen-ta porque podr generar gastos en el futuro. Consultado sobre cmo se establecern los aumen-tos presupuestales a la educacin para alcanzar el 6% del Producto Interno Bruto, Astori afirm que

    el gobierno todava no tiene una gradualidad definida, y record que el programa del Frente Am-plio dice que en este perodo se ir tendiendo hacia el 6%.

    En el Consejo tambin hubo un informe del Ministerio de Ga-nadera, Agricultura y Pesca sobre la situacin de dficit hdrico en el pas. El titular de la cartera, Taba-r Aguerre, indic que van 60 das sin lluvias, lo que afecta particular-

    mente el rendimiento de los cul-tivos de verano, y dijo que si bien la situacin no es alarmante, se monitorea permanentemente.

    Cautela

    El presidente de OSE, Milton Ma-chado, prepara la interpelacin que enfrentar el jueves en la C-mara de Diputados en un contexto de extrema sensibilidad, despus

    de que el presidente Tabar Vz-quez resolviera, contrario a la decisin inicial de OSE, exonerar 100% de la tarifa por agua pota-ble a la poblacin de Maldonado, afectada por la afloracin de al-gas en la Laguna del Sauce, que modific el gusto y color del agua. Machado, en coordinacin con la Asesora Macroeconmica del Mi-nisterio de Economa y Finanzas y en comunicacin con la ministra de Vivienda, Ordenamiento Terri-torial y Medio Ambiente, Eneida de Len, haba resuelto un des-cuento de slo 5% por este evento, lo que motiv el rechazo del Fren-te Amplio en Maldonado.

    Ms all de las diferencias sobre la medida, lo que enrare-ci el ambiente fueron las de-claraciones de Machado en el programa En perspectiva, de Ra-dio Oriental, en el que dijo que la campaa electoral haba sido un ingrediente que influy en la decisin de Vzquez. No fueron felices los comentarios del pre-sidente de la OSE, dijo anoche en el programa Entrelneas el vi-cepresidente y lder de Compro-miso Frenteamplista -sector que integra Machado- Ral Sendic. El propio Vzquez dijo que quienes creen que el descuento se debi a la coyuntura electoral ya no sa-ben qu decir. Hasta el momento, Vzquez no pidi la renuncia de Machado, ni Machado la puso sobre la mesa.

    Adelantado el debateEmpresarios contrarios a incluir productividad en ronda salarial; PIT-CNT propone avanzar en cuidados y en reducir carga horariaDurante su pasaje por la Cumbre de las Amricas, el presidente Ta-bar Vzquez sostuvo que el nfasis del gobierno en los lineamientos en el prximo Consejo de Salarios se fijar en los salarios ms bajos: Tra-temos de comenzar mejorando el salario por los salarios ms sumer-gidos. Adems, afirm que se con-templar el momento que estamos viviendo, en sintona con las expec-tativas de los empresarios, quienes reclaman una moderacin de las pautas, segn dijo una fuente de la Cmara Nacional de Comercio y Servicios (CNCS) a la diaria.

    Vzquez entiende que esta-mos ante una nueva realidad econmica y adelant que quiz haya que tener en cuenta la pro-ductividad y la competitividad.-No vaya a ser que por dar dos o tres o cuatro pasos apresurados ade-lante terminemos despus dando diez pasos atrs, dijo. Desde el PIT-CNT consideran que la situa-cin econmica, si bien es ms desfavorable, no es de recesin, y por ende los salarios deberan cre-cer al menos 3%, acompaando el crecimiento de la actividad de la economa. Por ms que nos lo quieran hacer creer, tampoco es-tamos tan mal, dijo el director del Cuesta Duarte -central de estudios econmicos de la gremial-, Milton Castellano, a la diaria. Lo ejem-plific en trminos futbolsticos: Estbamos ganando 5-0 y ahora

    estamos 2-0. Est mal? Compa-rado con el 5-0 estamos un poco peor, pero seguimos ganando.

    Levantar la pirmideLa central de trabajadores conside-ra que las prioridades deben fijarse en los salarios sumergidos, que, a su entender, hay en tres niveles: el ms alto, que incluye a aquellos que no llegan a aportar el Impues-to a la Renta de las Personas Fsi-cas (IRPF) -de entre 17.000 y 18.000 pesos-; luego estn los del entorno de 14.000 o 15.000 y por ltimo los ms alejados de la superficie los que se determinan por el salario mnimo nacional, al da de hoy en 10.000 pesos. Para esos sectores pensamos que tiene que haber una poltica salarial diferenciada, con mayor hincapi en la tercera franja, cerca del salario mnimo, y posteriormente en los que aportan IRPF, arriba de 22.000 pesos, que estimamos que deberan crecer acompaando el crecimiento de la economa, sostuvo Castellano.

    Sin embargo, estos niveles no son iguales para los empresarios. Una fuente de la CNCS del Uruguay explic a la diaria la postura: Los salarios no slo son lo que corres-ponde que tenga el trabajador por la remuneracin de su trabajo y su esfuerzo fsico-intelectual, sino que tambin tienen que poder ser pagados por todas las empresas que estn en la formalidad, y en

    este sentido, hay que tener en cuenta que un salario lquido de 14.000 pesos tiene un costo para la empresa superior a los 20.000.

    En cuanto al salario mnimo, el PIT-CNT pretende un aumento que trate de levantar la pirmide, de por lo menos 50% en aumento real de aqu a cinco aos, lo que implica llegar a 2020 con un sueldo mnimo de 15.000 pesos, algo que al director nacional de Trabajo, Juan Castillo, no le parece nada descabellado. Dijo a la diaria que desde el mi-nisterio se considera una cuestin compartible.

    matices productivosOtro punto que Vzquez adelant fue el de incorporar indicadores de la productividad y la competitividad en las negociaciones, algo que los trabajadores comparten, pero que los empresarios miran con recelo. Desde la CNCS dijeron a la diaria que no van a hacer declaraciones hasta que el Poder Ejecutivo ponga a consideracin los lineamientos, pero una fuente adelant firme-mente que la productividad no se puede discutir en los Consejos de Salarios porque existen realidades muy distintas entre las empresas de un mismo sector. Dijo que es un tema del que no se puede hablar al boleo y reclam la falta de indi-cadores para medirla.

    En la Cmara de Industrias hubo coincidencia en este aspecto

    con la postura de los empresarios de comercio y servicios. Su asesor econmico, Sebastin Prez, indi-c a la diaria que la productividad a nivel de ramas es muy difcil de medir por la diferencia que existe dentro de sta, donde, por ejemplo, en el sector lcteos, algunas empre-sas hacen quesos y otras leche en polvo y no tiene nada que ver la productividad de una y otra; y sin embargo, negocian juntas. Enton-ces, buscar un indicador de pro-ductividad resulta casi imposible a nivel de ramas, porque no siempre es representativo de lo que sucede en las empresas.

    Castellano, por su parte, mati-z esta versin; si bien afirm que en ramas como el comercio y los servicios implementar ese ndice es bastante impensable, dijo estar de acuerdo en buscar indicadores de productividad. No vamos a re-solver el salario por productividad, afirm, y aclar que es un com-ponente ms, como la inflacin y la justicia social. Sostuvo tambin que, en todo caso, ante las trabas expresadas por los empresarios, hay una disposicin desde la gre-mial a negociar la productividad por empresas, en vez de por ramas.

    Segn un documento del Minis-terio de Trabajo y Seguridad Social, la productividad global esperada para 2015 es actualmente -y despus de sucesivas reducciones durante los ltimos meses- de 2,69%.

    otras condicionesAdems de la recuperacin de los salarios ms sumergidos, el PIT-CNT propondr incluir tres cues-tiones ms para tener en cuenta en las negociaciones. Para empezar, un sistema de categoras o divisin de tareas que pretenden discutir por ramas. Por otro lado, relacionado con el Sistema Nacional de Cui-dados, convenios y acuerdos que fomenten a los grandes conglome-rados empresariales a seguir avan-zando en el cuidado de los nios, en beneficios para personas que tengan a cargo discapacitados y asimismo en la incorporacin de los discapa-citados al mercado de trabajo.

    La central tambin se propone estudiar las cargas horarias semana-les, procurando disminuirlas, lo que Castellano explic que no significa estrictamente la reduccin de la jor-nada de trabajo, sino que las jorna-das pueden ser iguales pero puede haber una carga horaria menor por semana, por mes, o por etapa del ao. Castillo sostuvo que si bien todava no se debati en Consejo de Ministros, viene a cuento de que ya lo tienen logrado algunas ramas como la construccin, la bebida en algunas lneas de trabajo de envasa-do y los metalrgicos en el caso del plstico. Hay 12 convenios colecti-vos que avanzaron en este aspecto y se podra replicar en los dems.

    Virginia recagno

    Danilo Astori en rueda de prensa luego del Consejo de Ministros, ayer, en la Torre Ejecutiva. foto: walter paciello, presidencia

  • martes 14abr154 nacional [email protected]

    CIRCULACIN DE HOY

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    Medida de fondoSUNCA, UNTMRA y ANERT se movilizan por el Fondes y en rechazo al TISA El jueves 23 de abril el Sindicato nico Nacional de la Construccin y Anexos (SUNCA) y la Unin Na-cional de Trabajadores del Metal y Ramas Afines (UNTMRA) realiza-rn un paro general parcial nacio-nal con movilizacin de las 9.00 a las 13.00. Pero tambin se sumar a la manifestacin la Asociacin Nacional de Empresas Recupera-das por los Trabajadores (ANERT), en virtud de que uno de los puntos de la plataforma de la convocato-ria es el impulso a la propuesta de Fondo para el Desarrollo (Fondes) que el PIT-CNT le entreg al Poder Ejecutivo, en medio de la discusin parlamentaria del asunto.

    El Poder Ejecutivo present un proyecto de ley que est siendo analizado por la Comisin de Ha-cienda de Diputados, cuyo texto propone establecer particiones del Fondes que seran administradas por diferentes agencias, topea los montos de financiamiento a un mismo emprendimiento en el 3% del total de la particin que le co-rresponde e incluye la posibilidad de otorgar crditos no slo a los emprendimientos autogestionados, sino tambin a las micro, pequeas y medianas empresas. El Ejecutivo tambin adelant por decreto algu-nos artculos de ese proyecto, para administrar el fondo mientras no se aprueba la ley definitiva.

    La semana pasada, una dele-gacin del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT hizo llegar un docu-mento al ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, y al director de la Oficina de Planea-

    miento y Presupuesto, lvaro Gar-ca, con una propuesta alternativa para el Fondes.

    Adems de la defensa del Fon-des, otro tema que convoca a los sin-dicatos es el rechazo del Acuerdo de Liberalizacin del Comercio de Ser-vicios (TISA, por su sigla en ingls), que impulsa Estados Unidos, y que tanto el canciller Rodolfo Nin Novoa como el ministro de Economa y Fi-nanzas, Danilo Astori, destacaron como una opcin potencialmente beneficiosa para el pas.

    Por su parte, la plataforma de la UNTMRA por Desarrollo in-dustrial con justicia social tiene como consignas el reclamo de un presupuesto como herramienta de desarrollo, la concrecin de un polo naval y el reclamo por una minera con participacin del Estado.

    El lugar de la concentracin to-dava no est definido. El SUNCA evala que si no hay avances hacia la solucin del conflicto de la planta regasificadora de Puntas de Saya-go, se concentrar en las puertas del

    Ministerio de Industria, Energa y Minera. El secretario general del SUNCA, Daniel Diverio, dijo que la plataforma del SUNCA est centra-da en la defensa del trabajo y en la exigencia del cumplimiento de un decreto del primer gobierno de Vzquez, que habilita la participa-cin de distintos actores sociales en la elaboracin de los pliegos de las licitaciones de obras pblicas. Para Diverio, el cumplimiento de este decreto podra evitar que se re-pitieran situaciones como la de la

    regasificadora, y explic que hubo antecedentes positivos, donde el SUNCA y la UNTMRA consiguie-ron incluir en los pliegos aspectos como la capacitacin y formas de acordar el relacionamiento laboral dentro de la propia obra.

    Las bibliotecasAsesora jurdica del Espacio 609 discrepa con fiscal de Corte sobre inconstitucionalidad de artculos de la ley de mediosDespus de que el fiscal de Corte, Jorge Daz, se pronunciara sobre el reclamo de inconstitucionalidad de la empresa DirecTV respecto de la Ley de Servicios de Comuni-cacin Audiovisual (LSCA), el Es-pacio 609 consult a sus abogados sobre el dictamen. El diputado de ese sector Julio Battistoni dijo a la diaria que aunque la Suprema Corte de Justicia (SCJ) tome en cuenta la totalidad del dictamen para establecer su sentencia, eso no tira abajo la LSCA. Valor positivamente que mientras que la empresa solicita la inconstitu-cionalidad de 27 artculos, el fiscal

    nicamente la detect en cuatro de ellos en forma total y en otros diez parcialmente.

    Battistoni asegur que, en el su-puesto de que la SCJ coincida con el fiscal, ni la ingeniera institucional ni los organismos que son creados por la ley caeran, por lo que su im-plementacin no se vera afectada. Adems, consider positivamente que Daz afirme de manera con-tundente que son constituciona-les elementos importantes de la ley, como que la regulacin de conteni-dos es para proteger a los nios, los mnimos de produccin nacional e independiente, el must-carry en los

    cables -que los obliga a transmitir las seales nacionales abiertas-, la publicidad electoral gratuita, los lmites a la publicidad comercial, la transmisin gratuita de eventos de inters general y el Consejo de Comunicacin Audiovisual. Para el diputado, el fiscal no utiliza argu-mentos como los que acusaban a la ley de ser una mordaza y coloca la discusin en el derecho de propie-dad y libertad de empresa.

    Sobre el argumento del fiscal de que las disposiciones en la LSCA dispondran una expropiacin de los derechos de empresas sobre derechos televisivos de eventos de

    inters pblico y la vaguedad para definir los eventos que entraran bajo esa modalidad, los abogados del Espacio 609 aseguran que la ley tiene una aplicacin muy precisa y que rige nicamente para el ft-bol y el bsquetbol y en instancias definitorias de torneos interna-cionales o sus clasificatorios. Daz haba cuestionado la frase final del artculo, que da la potestad al Poder Ejecutivo de definir otros eventos como de inters general.

    Acerca de la aseveracin del fiscal sobre que la imposibilidad de que los permisarios de medios audiovisuales ingresen en el mer-

    cado de las telecomunicaciones consolidar el monopolio de An-tel, los abogados consideran que ese argumento no hace a los ser-vicios de comunicacin audiovisual en s y aseguran que el artculo, de hecho, colabora con el combate a los monopolios y oligopolios. La asesora jurdica tambin discrepa con la interpretacin del fiscal que considera excesiva la forma de fijar cuotas de contenidos nacionales e independientes, y con todas las que critican el rgimen de infracciones establecido por la LSCA, aunque de todas formas plantea soluciones en caso de que la SCJ le d la razn. FF

    Encuentro de la Asociacin Nacional de Empresas Recuperadas por los Trabajadores, en la plaza Primero de Mayo. foto: ivn franco (archivo, octubre de 2010)

    Un rumbo de todosEste jueves se inaugurar el Centro de Formacin y Do-cumentacin sobre Procesos Autogestionarios y se presen-tar un plan de formacin elaborado con aportes del PIT-CNT, la Udelar, los tra-bajadores organizados en la ANERT y la FCPU. La activi-dad tendr lugar en el Centro Cultural del Parque Tecnol-gico Industrial (PTI) del Ce-rro, ubicado en Hait 1500, 3er piso, a las 16.00 y contar con exposiciones de representan-tes del Instituto Nacional de Empleo y Formacin Profe-sional, del Instituto Nacional del Cooperativismo, de la Confederacin Uruguaya de Entidades Cooperativas y de la Agencia Nacional de Inves-tigacin e Innovacin, sobre los emprendimientos autoges-tionados y la incidencia de las polticas pblicas en la forma-cin de los trabajadores.

  • martes [email protected] nacional 5

    La monstruosa radioLa violencia machista no es una frmula matemtica, un simple anlisis costo-beneficio. El di-rector del Centro de Economa, Sociedad y Empresa de la Escuela de Negocios de la Universidad de Montevideo (UM), Ignacio Mun-yo, present el 8 de abril los re-sultados de una reciente investi-gacin suya en la que aborda un aspecto puntual de las causas de la violencia domstica: la depen-dencia econmica. Presentamos evidencia sobre la relacin causal entre la brecha de ingresos por g-nero y la agresin contra las mu-jeres en el hogar, cont al pblico en el Auditorio del SODRE. Si bien seal que estamos en presencia de un fenmeno multicausal, en-seguida esgrimi que sera im-posible pensar en analizar todas sus determinantes en un solo estudio. Ah, s? No parece una dificultad que hayan tenido eco-nomistas feministas como Silvia Berger o Alma Espino, por citar dos referentes casi de manera azarosa. Se trata de poder conju-

    gar las multicausalidades de esta problemtica que, en su versin extrema, tuvo como resultado 15 feminicidios en las primeras 16 semanas del ao en Uruguay.

    En su presentacin, Munyo invisibiliza aos de economa fe-minista. Ni hablar de cruzar cate-goras como feminismo, gnero y clase. Aunque en un principio cita datos recientes de la Organi-zacin Mundial de la Salud, del Ministerio de Salud Pblica y del Instituto Nacional de Estadsti-ca -que consideran esto como un problema global-, el eco-nomista ley a Nancy Fraser o a Silvia Federici (que hoy brinda una conferencia en el Paraninfo sobre La violencia hacia las mu-jeres y el despojo de los bienes comunes? Si lo hizo, no se nota. No las cita. Su estudio carece de perspectiva de gnero.

    Nos cuenta que la potencial independencia econmica de la mujer disuade al hombre de in-currir a la violencia en el hogar y se vanagloria de haber partido

    del sentido comn y probar esta afirmacin que parece bastante obvia por medio de una com-pleja metodologa. Su resultado central es que el valor del dlar, en algn sentido, tiene el poder de anticipar la cantidad de inciden-tes de violencia domstica.

    A esta altura de la historia de los feminismos no se puede hacer referencia a la violencia hacia las mujeres en trminos de natu-ral o barajar el sentido comn. Hay que promover la desnatu-ralizacin de relaciones entre los gneros que reifican la opre-sin, la sumisin; desnaturalizar relaciones desiguales de poder. Los problemas de desigualdad no se resuelven slo con mayor educacin, se requieren polticas que atiendan los cuidados en el hogar, promuevan la distribucin de roles entre los sexos y transfor-men los estereotipos de gnero del mercado laboral, afirma un estudio del Ciedur que se difun-dir hoy y que agrega: La mayor brecha de gnero en el empleo se

    da entre hombres y mujeres que viven en pareja.

    Munyo hace referencia a ho-gares donde las mujeres no traba-jan. Sabe dnde quedan? Es una afirmacin temeraria en un pas que est en pleno diseo del Sis-tema Nacional de Cuidados para nios, personas con discapacidad y adultos mayores, que visibiliza el trabajo no remunerado realizado por mujeres. La invisibilizacin de las mujeres en la economa es otra forma de violencia machista.

    Lamentablemente, la vio-lencia domstica est en los ti-tulares de los diarios, afirma el economista de la UM. Lamenta-blemente? En buena hora aparece esta problemtica en la tapa de los diarios; ojal que, con suerte y viento a favor, se dejen de ver estos casos como parte de la cr-nica roja y se entienda que son un problema social, cultural y de se-guridad. Tambin de economa, claro: en la medida en que no se logre redistribuir el poder, no ha-br cambio posible.

    Un cuento del estadouni-dense John Cheever se titula La monstruosa radio. Es la historia de un matrimonio de jvenes universitarios, con dos hijos, que viven en un edificio de apar-tamentos. Jim Westcott, el marido de Irene, le regala una moderna radio a su mujer, pero del aparato se filtran conversaciones de los vecinos, entre las que escuchan intimidades ajenas como una agria disputa domstica a prop-sito de unos nmeros rojos en un banco, gritos entre parejas, gol-pes del seor Osborn a su mujer. Todos tienen problemas de dine-ro, resume Irene a su cnyuge so-bre las historias que escucha. La vida es tan terrible, tan srdida y espantosa, acaba por concluir. Una tarde, al llegar Jim del trabajo, ellos tambin discuten: Tienes que aprender a emplear el dinero que te doy de un modo un poco ms inteligente, Irene, le dice l. Munyo no sintoniz ese dial.

    Azul Cordo

    ExtremosFuncionarios del Clnicas comenzaron huelga por tiempo indeterminado; autoridades evalan, si es necesario, pedir la esencialidadLa Unin de Trabajadores del Hos-pital de Clnicas (UTHC) inici ayer a las 6.00 una huelga sin miras de levantarla, a menos que la Comisin Directiva del Hospital de Clnicas d un paso atrs en la aprobacin del proyecto que reforma la forma de financiamiento, de gestin y de gobierno de la institucin. La Co-misin Directiva (integrada por re-presentantes de los docentes, estu-diantes, egresados y trabajadores no docentes) aprob el martes 7 los li-neamientos generales del proyecto, y el mircoles el documento ingres a estudio del Consejo de la Facultad de Medicina de la Universidad de la Repblica (Udelar).

    El proyecto fue elaborado por la Comisin de Lneas Estratgicas, integrada por referentes del hospi-tal y de la facultad, los rdenes y los trabajadores no docentes, que ya en diciembre haban planteado su disconformidad con lo que se esta-ba redactando. La UTHC acompa-a el ingreso del hospital al Sistema Nacional Integrado de Salud, pero discrepa con varias propuestas del documento. Rechaza el criterio de referenciacin geogrfica de los usuarios, que ya no podran elegir libremente atenderse en el hospital. La otra gran diferencia refiere a la idea de crear Unidades de Gestin Clnica, que tendrn poder de deci-sin en la gestin de los recursos uti-lizados en la prctica clnica y que, segn el gremio, van a estar enfo-cadas a vender servicios de salud y no a investigar. Discrepan, adems, con que el director del hospital tenga voto y presida la Comisin Directi-

    va, y concentre decisiones que hoy pasan por esta ltima.

    Pese a la huelga, se mantiene la atencin en urgencia, emer-gencia y de pacientes internados, aunque se disminuy el trabajo del block quirrgico; no se hacen cirugas coordinadas previamente, reservas para futuras consultas y no funcionan algunas policlnicas. El director del hospital, Vctor Tonto, dijo ayer al medioda a la diaria que la emergencia est funcionando de forma normal, pero va a llegar un momento en que no va a poder descargar sus pacientes hacia la hospitalizacin porque no se hacen los ingresos. Consider que el rea ms afectada es la de internacin, porque adems de esos ingresos no se hacen las transferencias del CTI o de cuidados intermedios a los cuidados moderados, y va a llegar un momento en que el hospital va a quedar saturado y congelado; eso puede pasar en cuestin de 24 o 48 horas. Anunci que se monitorear que no llegue el momento en que se ponga en riesgo alguna vida, y que si eso ocurriera solicitar al rec-tor de la Udelar, Roberto Markarian, que tome medidas extremas, es decir, que solicite al Poder Ejecu-tivo que decrete la esencialidad de los servicios. En el mismo sentido, Markarian afirm a El Espectador que si es necesario pedir la decla-racin de esencialidad.

    Planteos de fondoTonto considera que lo que apro-b la Comisin Directiva no es un proyecto, sino un documento con

    las lneas generales. Contrario a lo que opina la UTHC, el director sos-tiene que se propone un hospital con ms camas que las que tiene ahora y que se buscar atender la demanda de 150.000 usuarios, que son ms o menos los nmeros que ha tenido el hospital histricamen-te. Los funcionarios afirman que hoy en da hay 240.000 usuarios por ao, algo que Tonto rechaza, porque para atender esa demanda deberan contar con 600 camas y slo tienen 356. Por otra parte, reafirm la pro-puesta de contrarreferenciar a los usuarios al lugar donde residen y que se atiendan en las policlnicas de sus lugares de origen, puesto que entre 80% y 85% de las patologas se resuelven en el primer nivel de atencin; de esa forma, llegara al Clnicas el 15% o 20% restante.

    En cuanto al modelo de gestin clnica propuesto, Tonto seal que

    es un modelo ms moderno, de atencin centrada en el paciente, y que da mucha participacin a los profesionales de la salud, cualquie-ra sea: mdico, enfermera, asistente social, psiclogo, psiquiatra. Deta-ll que cambia la ortodoxia de la ctedra por un nivel ms horizon-tal y con un grupo que se encarga de la atencin de los pacientes, y que busca que el profesional que est ms cerca del paciente tenga conciencia de lo que est gastando; se trata de buscar la eficiencia y la eficacia a nivel ms operativo, que es donde se hace el gasto, y no sig-nifica transferirle el poder a nadie.

    Tonto no acompaa la pro-puesta de crear un cargo de direc-tor general que sea votado por los rganos polticos de la Facultad de Medicina (l accedi a su cargo por concurso), ni que presida la Comi-sin Directiva y tenga voto en ese

    rgano, porque de ese modo sera juez y parte. Considera que la figu-ra del director es ms tcnica que poltica, aunque coincide con que tenga mayor poder de decisin en cuestiones administrativas.

    Hoy se reunir nuevamente la Comisin Directiva. Sofa Kohn, delegada estudiantil en ese rgano, dijo a la diaria que en la comisin se aprobaron los lineamientos gene-rales del proyecto y que se resolvi dejar el punto en el orden del da para tomar las recomendaciones de los rdenes. Entiende que los dife-rentes colectivos darn la discusin en ese mbito y en el Consejo de la facultad. El nico punto que el or-den estudiantil considera que no est suficientemente elaborado es el de modelo de gestin clnica, y acompaa el resto de la propuesta.

    Amanda Muoz

    Hospital de Clnicas, ayer, durante la huelga. foto: mauricio khne

    oPinin ViolenCiA MAChistA

  • martes 14abr156 nacional [email protected]

    Fenapes / anuncios de Topolansky

    En sus marcas

    Ayer en conferencia de prensa, la Federacin Nacional de Profe-sores de Enseanza Secundaria (Fenapes) anunci que del 15 de abril al 8 de mayo realizar 100 asambleas para preparar el pedi-do presupuestal del gremio, y que sern implementadas por la filial de cada departamento. En el caso de Montevideo, la Asociacin de Docentes de Enseanza Secunda-

    ria resolvi hace das que en los liceos cada turno har un paro de dos horas para que los docentes puedan realizar las asambleas.

    En dilogo con la diaria, el presidente de Fenapes, Manuel Oroo, explic que tambin se resolvi la realizacin de un paro a nivel nacional para la ltima se-mana de mayo, sobre el que se definirn detalles en una asam-blea que el gremio realizar el 16 de mayo pero que seguramente

    ir acompaada de una movili-zacin. Segn Oroo, la medida, tomada en asamblea, tiene como objetivo generar instancias de negociacin con el Poder Eje-cutivo que tengan en cuenta los reclamos de los profesores para mejorar su salario.

    Terapia de shock

    El equipo de la candidata fren-teamplista a la intendencia de

    Montevideo, Luca Topolansky, prometi una inversin de 500 millones de dlares durante el quinquenio en la construccin de ciudad y ciudadana, en caso de que resultara electa. En el mar-co del ciclo de foros Montevideo en accin, la actual directora na-cional de Vivienda, Luca Etcheve-rry, fue la encargada de presentar las propuestas de Topolansky en materia de vivienda e inclusin social. Adems de la inversin

    mencionada, asegur que se bus-car un cambio de infraestructura y social en 22 asentamientos de Montevideo y se promover un programa denominado Volv a tu barrio, que buscar redensifi-car barrios que tienen servicios y que se estn despoblando. Nos proponemos optimizar los recur-sos y redensificar esta ciudad, ma-nifest Topolanksy, y asegur que buscarn decididamente mover la aguja en el tema vivienda.

    Ponele la firmaFacultad de Derecho concreta convenios para comenzar a solucionar problemas en Relaciones LaboralesCon el comienzo de las clases en Relaciones Laborales y Relaciones Internacionales, carreras de la Fa-cultad de Derecho de la Universi-dad de la Repblica (Udelar), los estudiantes de esas carreras que integran el Frente Zelmar Miche-lini (Frezelmi), corriente mayo-ritaria del Centro de Estudiantes de Derecho (CED), iniciaron un conflicto contra el decano de la facultad, Gonzalo Uriarte. Das

    despus del inicio de los cursos, los estudiantes se quejaban de que cerca de 200 personas vean comprometidas sus posibilidades de egresar, algo que fue desmenti-do por el decano. Los estudiantes reclamaban por la supresin de uno de los turnos en los que se dictaba la carrera, por problemas en la coordinacin de horarios de materias y por la imposibilidad de realizar prcticas preprofesio-

    nales, necesarias para obtener el ttulo de grado.

    Al menos este ltimo aspecto comenz a ser cubierto la semana pasada, con la firma de un con-venio entre la facultad y el Mi-nisterio de Trabajo y Seguridad Social por el que los estudiantes de la carrera podrn desempear tareas en dependencias de ese or-ganismo. Segn adelant Uriar-te en dilogo con la diaria, esta

    semana se firmar un convenio de similares caractersticas con el PIT-CNT.

    Consultado por la diaria, Agustn Cedrs, secretario de Asuntos Universitarios del CED, dijo que los estudiantes celebran la iniciativa, pero advirti que los inconvenientes todava no estn solucionados totalmente y consi-der que se va avanzando muy de a poquito. Tanto los estudiantes

    de las carreras -que en las ltimas elecciones de decano apoyaron mayoritariamente la candidatura de quien compiti con Uriarte- como el propio decano admiten que las elecciones dejaron un cli-ma tenso en los rganos de con-duccin del servicio, e incluso Frezelmi llev sus quejas por la situacin de ambas carreras ante el Consejo Directivo Central de la Udelar.

    Tiempo de otras armasEn ex local central del MLN-T abri instituto politcnico que brindar cursos cortos para rpida insercin laboralLa histrica sede central del Movimiento de Liberacin Nacio-nal-Tupamaros (MLN-T) es ahora el local del Instituto Politcnico Ibero Gutirrez, una cooperativa de educadores cuyo fin es brindar formacin tcnica mediante cur-sos cortos que permitan una rpida insercin laboral de los estudian-tes. Todos los docentes son hono-rarios, ejercen tambin en UTU y slo cobran algunas cuotas para el mantenimiento del local, pero aspiran a que todos los estudiantes sean becados, mediante la firma de un convenio con el Instituto Nacional de Empleo y Formacin Profesional (Inefop).

    La educacin es el camino. Y, amigos, el puente entre ese hoy y ese maana que queremos tiene un nombre y se llama educacin. Jos Mujica, dice el cartel que presenta al politcnico en la casa de la calle Tristn Narvaja 1578, entre Colonia y Mercedes, donde durante aos funcion el local central del MLN-T. La organiza-cin poltica cedi en comodato la vivienda a la cooperativa de trabajo que gestiona el instituto, que si bien no ha sido inaugurado oficialmente y an resta realizar varias reformas en el local, ya est en pleno funcionamiento.

    La idea la tomamos de [las pa-labras de] Jos Mujica en Fray Ben-tos, durante la campaa electoral de 2009, cuando un grupo de veci-nos plante la necesidad de crear institutos de capacitacin en el interior para darles la posibilidad a los jvenes de entrar al mercado laboral rpidamente, cont Alber-to Bonessi, uno de los docentes. Hicieron un proyecto que funcio-nara en las instalaciones del viejo

    frigorfico Anglo de esa ciudad, y establecieron contactos en Argen-tina, Brasil y Paraguay para instalar un politcnico de alcance regional. Pero el visto bueno que le dieron desde afuera no tuvo el mismo eco

    en Uruguay, y surgieron dificulta-des para desarrollar el proyecto.

    Sin embargo, en escala menor a la que se pens en un principio, el proyecto comenz a funcionar. Hace unos das termin un curso

    sobre sistemas de deteccin de incendios, al que asistieron 25 personas, 12 de las cuales fueron becadas en forma total. Buscamos dar cursos cortos, de buen conte-nido, que permitan a los jvenes capacitarse sin hacer esas carre-ras largas que les pide la UTU, y obtener una rpida insercin la-boral. Los cursos se proponen en mdulos, pensando en gente que ya tiene alguna preparacin, pero tambin en chiquilines que tienen slo primaria terminada, en gente sin experiencia y en personas pri-vadas de libertad. Creemos que Uruguay no tiene que ser un pas slo de servicios y formar exclusi-vamente cocineros o mucamas de hotel. Uruguay necesita tcnicos, dijo el docente Luis Mndez. Sos-tuvo que los cursos son de capa-citacin y no de formacin, y sa es la diferencia con la UTU, que tiene materias transversales. La nuestra es slo tcnica, con alguna materia transversal limitada que la da el mismo profesor que dicta la materia tcnica, especific.

    Tambin se ofrecen cursos de recapacitacin. Segn la profesora Adriana Perdomo, que como Mn-dez es miembro de la Organizacin Internacional de Tcnicos, dijo que aquellos que se recibieron hace diez aos son superados por la tecno-loga y tienen que actualizarse permanentemente. La divisin en mdulos permite que una persona que cursa Electricidad pueda ser ayudante de electricista al terminar el primer mdulo y quedarse ah, o continuar con otro mdulo y llegar a ser oficial electricista.

    Mndez considera que la en-seanza que brinda el Ibero Gu-tirrez no compite con la UTU,

    sino que la complementa. Un joven puede hacer un curso corto, encontrar trabajo rpidamente y luego hacer una carrera en la UTU para perfeccionarse, afirm.

    En el fondo del local an se conserva el viejo cartel del MLN-T que colgaba del techo de la casa. Varias habitaciones estn siendo refaccionadas con lentitud, porque los recursos son escasos. Otra de las modalidades que ensayan son los cursos in company, que consisten en mdulos que se dictan en em-presas, dirigidos a su personal. Y como el interior es uno de los ms demandantes, estn pensando en adquirir un mnibus para transfor-marlo en un aula mvil y llegar a todos los rincones del pas. El po-litcnico brinda cursos de domti-ca (automatizacin de viviendas), sistema Scada (control de proce-sos industriales a distancia), aire acondicionado, fibra ptica, elec-troneumtica, sensores, proteccin catdica y termografa, entre otros, adems de tener patentada la ense-anza de mecatrnica. Las capa-citaciones bsicas pueden hacerse en 72 horas, y se dictan seminarios que duran dos das. Segn Adriana Perdomo, estn ultimando detalles formales para hacer convenios con el Inefop y as lograr que todos los estudiantes estn becados. Tam-bin se ofrecen paquetes de capa-citacin para personal de empresas en la modalidad dual, en la que se capacita a un lder que acompaa a las personas formadas dentro de la empresa. Estamos abiertos a todo el mundo, pero tenemos claro adnde queremos llegar, concluy Perdomo.

    luis Rmboli

    Acondicionamiento del Instituto Ibero Gutirrez, ayer, en el local de Tristn Narvaja. foto: mauricio khne

  • martes [email protected] nacional 7

    Solicitud de Autorizacin Ambiental Previa MANIFIESTO

    Se hace saber que se pone de manifiesto en las oficinas de la Direccin Nacional de Medio Ambiente (Galicia 1133, piso 2), por el trmino de 20 das hbiles a partir del da inmediato siguiente a la presente publicacin, el Informe Ambiental Resumen de la solicitud de la Autorizacin Ambiental Previa presentada por EUFORES SA para su proyecto forestal La Pampa de Urioste, ubicado en los padrones N 4.291, 8.676, 8.677 y 8.678 de la 11 Seccin Catastral, departamento de Tacuaremb. El proyecto prev afectar una superficie de 578,3 hectreas con plantaciones de Eucalyptus dumnii, para abastecer la planta de celulosa ubicada en Conchillas, departamento de Colonia. El Informe Ambiental Resumen tambin se encuentra disponible en la pgina de internet de la Direccin Nacional de Medio Ambiente en el sitio: http://mvotma.gub.uy/2014-12-09-16-53-12/tu-ambiente/ecosistemas/humedales/itemlist/category/257-autorizacion-ambiental-previa-aap.html.

    En el plazo indicado, quienes as lo estimen conveniente podrn formular por escrito las apreciaciones que consideren pertinentes.

    Montevideo, 07 de abril de 2015.

    MINISTERIO DE VIVIENDA, ORDENAMIENTO TERRITORIAL Y MEDIO AMBIENTE

    DIRECCIN NACIONAL DE MEDIO AMBIENTE

    Libertad, igualdad, fraternidad1) El 1 de marzo de 1985, mien-tras el electo presidente Julio Mara Sanguinetti, junto al vicepresiden-te Enrique Tarigo, se desplazaban por la Avenida Agraciada rumbo a la Casa de Gobierno para reiniciar el funcionamiento institucional de la democracia uruguaya, in-terrumpido 12 aos antes por el golpe de Estado, traspona yo, vaya coincidencia!, los portones del pe-nal de Libertad rumbo a la dem.

    Hago esta mencin slo para recordar que el hombre es l y su circunstancia, y que por eso mu-chas de mis reflexiones acerca de aquel acontecimiento estn tei-das por la honda carga de emoti-vidad y pasin que nos envuelve a quienes vivimos esa poca, como testigos o actores del drama. Que-da para los jvenes historiadores la dosis necesaria de objetividad a la hora de investigar y deducir conclusiones acerca de aquel momento, tan trascendente, de nuestra historia.

    Si se me pregunta cmo veamos, o pensbamos, la de-mocracia los orientales en los momentos en que luchbamos por su recuperacin, no vacilo en la respuesta: la democracia era entonces el rescate de la libertad.

    La libertad! La libertad de ga-nar las calles, de caminar por ellas sin temor, con el termo y el mate, y tambin con banderas y carteles. Ya desde las rejas de nuestras celdas lo percibamos viendo all en la ruta, y cada vez con mayor frecuencia, automviles y camiones con ban-deras uruguayas y frenteamplistas, como tambin rojas con la hoz y el martillo, o rojas y negras, que se acercaban al penal a esperar a los presos liberados. Supimos tambin de los 1 de mayo con multitudes reclamando salarios y amnista. Su-pimos del ro humano del Obelisco y del clima de alegra de familiares y amigos. La alegra de la libertad reconquistada. La fiesta en la calle.

    2) De aquella trada Libertad, igualdad, fraternidad, con la que el pueblo francs se lanz a las calles a derribar los muros de la Bastilla y los vestigios de una aristocracia

    insolentemente rica y parasitaria, las contingencias de la historia colocan en el centro una u otra de aquellas banderas por las cuales los pueblos luchan, en la misma medida en que son todas ellas, an hoy, objetivos no alcanzados. Ora la libertad, cuando sta es arreba-tada por dictadores y tiranos; ora la igualdad y la fraternidad, en un mundo que, por el contrario, se ca-racteriza por la acumulacin sin freno, en no ms de 1%, o menos aun, de la poblacin de la Tierra, de la riqueza proveniente de la ex-plotacin de los miles de millones de asalariados del mundo entero. Un mundo de masas empobreci-das en un polo y un grupo de in-mensamente ricos en el otro.

    Por eso me parece que, recu-perada la libertad en estas tierras, son la igualdad y la solidaridad, como ayer la libertad, y tambin ella, los contenidos centrales de la democracia con los que debira-mos sentirnos identificados.

    Nada resulta ms alejado de esta concepcin de la democra-cia, por ejemplo, que el secretis-mo con que diversos cnclaves en el mundo abordan cuestiones que hacen a la vida misma de los pue-blos, como el manejo de la econo-ma mundial, u otras que ponen en juego la existencia misma de los estados. Secretismo para cuya vigencia se pasa por alto a las mis-mas instituciones internacionales que las naciones en ejercicio de su soberana han acordado consti-tuir para sus relaciones en todos los rdenes y el mantenimiento de la paz. Una vez ms, como hace 200 aos, exclamamos: los pue-blos quieren saber de que se trata!

    3) Entre la libertad y la igual-dad ha existido histricamente una relacin antagnica, en la que parece que el segundo trmino, la igualdad, slo es posible conquis-tarlo a costa de la libertad, y que la existencia simultnea de ambos contenidos de la democracia, no su existencia meramente declarativa sino la real, termina en tragedia. Es-capa a los lmites de estas reflexio-nes ejemplarizar al respecto, pero

    desde la Comuna de Pars a nues-tros das sobran las experiencias.

    Mucho tiempo ha primado, de modo un tanto fatalista, el carcter inevitable de tal con-tradiccin. En tanto la sociedad sea una sociedad de clases, con intereses antagnicos, el cambio social implica vencer la resisten-cia de la clase social dominante desalojada del poder, resistencia que impone el uso de la fuerza.

    Y sin embargo... Sin embargo, hete aqu que la gran batalla con-tra la dictadura, por la democracia, librada por nuestro pueblo desde los instantes mismos del golpe de Estado hasta las grandes mo-vilizaciones de 1983 y 1984, abri nuevas perspectivas, gener nue-vas expectativas. La democracia, aun con las limitaciones generadas por el sistema econmico vigente, pero sustentada en el protagonis-mo popular, en la participacin activa del ciudadano, no abrira el cauce para su profundizacin y su extensin a mbitos sociales hasta entonces fuera de ella, como la economa y la distribucin ms equitativa de la riqueza generada por el trabajo, la cultura y los me-dios de comunicacin, la educa-cin y las polticas sociales? Se-ra posible pensar, en ese marco de democracia activa, en superar aquella histrica contradiccin en-tre la libertad y la igualdad?

    4) Aqu la reflexin nos lleva a los procesos en curso en la regin. El fin de las dictaduras militares en las dcadas finales del siglo XX abri en Amrica Latina un ancho cauce a procesos democrticos similares al experimentado por nosotros. Es en ese marco que acceden al poder, en los finales del siglo XX, en el arranque del XXI y hasta hoy, un gran conjunto de gobiernos progresistas, popu-lares, inspirados en los ideales de libertad, de igualdad, de justicia social. Hoy tales experiencias van generando incluso vas originales, propias de las races histricas y culturales, de construccin de es-tados democratizados, con pro-cesos econmicos y sociales que

    procuran romper la dependencia y generar polticas de desarrollo sustentable con justicia social.

    Es as que las experiencias que se viven en la regin podran im-plicar, como dije, la superacin de la histrica relacin conflictiva en-tre la libertad y la igualdad. Y digo podran implicar, en el modo condicional, porque los datos de la experiencia nos ponen una vez ms sobre aviso acerca de que so-lucionar tal conflicto no descansa exclusivamente en la voluntad de que as sea, en tanto intervienen factores derivados de un contexto mundial complejo y contradicto-rio, generador de escollos que no siempre es posible esquivar.

    Ser posible, por fin, que las banderas de la libertad, la igual-dad y la fraternidad pasen de un sueo inalcanzado a realidades en construccin, por lo menos en alguna regin del planeta? Ser posible vencer inevitables resis-

    tencias en paz y sin menoscabo del pleno ejercicio de la democra-cia, de esa democracia tan bien definida por Abraham Lincoln como gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo?

    Como en el poema de Washing- ton Benavides La Filadelfia real, transformado en cancin y bella-mente interpretada por Hctor Numa Moraes, nos preguntamos, una y otra vez, cuntos kilme-tros faltarn para llegar al pueblo aquel, el del tibio pan y la dulce miel. Cuntos kilmetros faltarn?

    En fin. Viejos paradigmas han caducado, nuevos desafos apa-recen, y es tarea de las nuevas generaciones delinear, al menos, los rasgos de los paradigmas que los sustituyan y los caminos para hacer frente a los desafos. Por-que, eso s, la historia contina, no ha llegado a su fin.

    Wladimir Turiansky

    Haceme transparenteParlamento archiv pedido que promova participacin ciudadana para elegir ministros de la Suprema Corte de JusticiaDe estudiarse y aprobarse, esta nueva forma de eleccin podra aplicarse este ao, cuando que-den vacantes el puesto del ministro Ricardo Prez Manrique, el 17 de mayo, y el de su colega Jorge Ruibal Pino, el 6 de junio. Sin embargo, la Comisin de Constitucin y Cdi-gos del Parlamento archiv la peti-cin presentada en octubre de 2014 por decenas de organizaciones so-ciales, porque venci el plazo que establece el artculo 318 de la Cons-titucin. Eso es un error jurdico,

    explic a la diaria Marina Morelli, abogada integrante de la cooperati-va Mujer Ahora, ya que ese artculo se aplica cuando se trata de una peticin calificada, que tiene que ver con recursos administrativos ante decisiones administrativas. La nuestra es una peticin simple, contemplada en el artculo 30 de la Constitucin, aadi.

    Al no ser notificadas formal-mente de esta decisin parlamen-taria, las 26 organizaciones peti-cionantes, encabezadas por Mujer

    Ahora, solicitarn por escrito, la semana entrante, el desarchivo de la peticin al presidente de la Asam-blea General, Ral Sendic. Se archi-v sin ser estudiada en la comisin, dijo Morelli. Amnista Internacional, el PIT-CNT, el Centro Interdiscipli-nario de Estudios sobre el Desa-rrollo-Uruguay (Ciedur), el grupo Derecho y Gnero de la Facultad de Derecho de la Universidad de la Repblica, Cotidiano Mujer, la fun-dacin Mario Benedetti, el Centro de Archivos y Acceso a la Informacin

    Pblica, el Servicio de Paz y Justicia, el Instituto de Estudios Legales y So-ciales en el Uruguay, Mujer y Salud en Uruguay, entre otras organizacio-nes firmantes, tambin decidieron pedir entrevistas con Sendic, con los coordinadores de las bancadas parlamentarias y con la Comisin de Constitucin y Cdigos de la Asam-blea General.

    Esta peticin posibilitara que por primera vez en la historia na-cional, el proceso parlamentario que antecede al acto de designa-

    cin adquiera caractersticas dife-rentes a las que tradicionalmente se han practicado, caracterizadas por un secretismo inaceptable, expre-saron en el documento presentado en 2014. Exigen la creacin de una Comisin Especial Bicameral que pueda recibir las propuestas de per-sonas que aspiren a ocupar el cargo de ministro de la Suprema Corte de Justicia; recibir y poner a disposi-cin de la ciudadana la informa-cin; elaborar informes y elevarlos a la Asamblea General. AC

  • martes 14abr158 cultura [email protected]

    El fuego camina contigoEduardo Galeano (1940-2015) ser velado hoy en el Palacio Legislativo

    Estaba enfermo desde haca tiempo y los ltimos das los pas inter-nado, pero no por previsible la noticia deja de ser impactante: ha muerto Eduardo Galeano, el escritor uruguayo que consigui dotar de un relato atractivo y fundado al impulso revolucionario nacido en los 60, y que continu siendo una voz de referencia para la izquierda latinoamericana.

    No importa que el ao pasado hubiera relativizado las bondades de Las venas abiertas de Amrica Latina: para la mayora de sus fans y de sus detractores, Galeano se-gua siendo la misma sucesin de textos y opiniones contundentes, coherentes, inmutables. Sin embar-go, es posible que cuando en abril de 2014, en la Bienal del Libro y la Lectura de Brasilia, dijo que no es-taba arrepentido de haber escrito aquel libro, pero que era una etapa superada, Galeano se estuviera re-firiendo a los distintos cambios que fueron operando en su escritura.

    Claramente, la voz onettiana de Los das siguientes (1962) no es la misma que emprende la contrahis-toria en Las venas abiertas... (1971), ni sta permanece incambiada en el mix de crnica y leyenda de la triloga Memoria del fuego (1982-1986). Aun despus de ese pico, en el que logr unir el gran relato con la microhistoria, Galeano sigui pu-liendo su escritura, que evolucion hacia piezas breves de inocultable simetra. La forma es un contenido, pero adems persuade por s mis-ma, como saben poetas y publicistas. Galeano, escritor poltico, tambin lo saba, as como conoca el poder de la metonimia, esa capacidad de ciertas imgenes para dar a entender la totalidad a partir de un fragmento.

    Galeano, adems, vena del pe-riodismo, donde muchas de esas

    premisas son parte del trabajo dia-rio; que de vez en cuando se hable de periodismo narrativooscurece el hecho de que para reportear, lo mejor suele ser contar. Comenz a publicar desde adolescente como caricaturista en El Sol, el peridi-co del Partido Socialista -firma-ba Gius, por su primer apellido: Hughes-, escribi en Marcha y en 1966 fue fundador de poca, el diario de vida breve que allan el camino de la prensa no sectorizada -y al deporte en los medios de iz-quierda-, y, en cierta forma, aport a lo que sera la formacin del Fren-te Amplio. En 1973, ya en Buenos Aires, dirigi la original revista Cri-sis, desde la que aport un original cctel de poltica, cultura y humor.

    Justamente, en Argentina esta-ban los autores que, a caballo entre el periodismo y las bellas letras, ter-minaron de dar forma a una nueva forma de exponer el presente, como Rodolfo Walsh y Toms Eloy Mar-tnez. Hay, sin dudas, mucho de la concisin y la vocacin de claridad del periodismo en Las venas abiertas de Amrica Latina. Galeano/Hughes era un buen lector en ingls, y su obra ms conocida es, en cierto modo, una apropiacin de la liber-tad para moverse entre la historia, la crnica y el ensayo de muchos esta-dounidenses que escribieron entre el siglo XIX y el XX, como su adorado Ambrose Bierce o HL Mencken.

    Es obvio que Las venas abier-tas... fue un xito -en popularidad y en influencia- no solamente por sus hallazgos formales. El libro con-sigui divulgar un discurso inaccesi-ble fuera de crculos especializados, el de la teora de la dependencia, que explicaba mediante la historia eco-nmica las causas de la asimetra en-tre el primer mundo y el mundo sub-desarrollado. Al premio cubano de Casa de las Amricas, que de algn modo le dio el OK revolucionario en 1971, se le uni la involuntaria propaganda de la dictadura militar, que prohibi la obra.

    Las venas abiertas... es, en cierto modo, una elaboracin lgica de la literatura de la crisis que produjo Uruguay en los aos 60; agotado el tema de la inviabilidad uruguaya haba que mirar a la regin, deca Alberto Methol Ferr en El Uruguay como problema, y Galeano, como ngel Rama en el plano de las letras, pens a nivel continental. Su encan-to no hizo sino aumentar durante los aos 70, y luego conoci duros opositores neoliberales (el hijo de Mario Vargas Llosa, entre ellos, le dedic el Manual del perfecto idio-ta latinoamericano). Al tiempo, la literatura de Galeano desembarcaba en Estados Unidos por la va acad-mica (su hbrido de testimonio e historia fue uno de los ncleos de los estudios poscoloniales) y tam-bin gracias a la entrada que disfru-t lo latinoamericano -desde Carlos Castaneda a Jorge Luis Borges- en el ambiente contracultural tardo. Ms que cualquier otro escritor uruguayo, Galeano tuvo un pblico definitivamente internacional, y la entrega de un ejemplar de Las venas abiertas... que le hizo Hugo Chvez

    a Barack Obama en 2009 fue slo el momento ms evidente de esa fama.

    Ms all de su probada transfor-macin expresiva, en lo esencial el discurso de Galeano mantuvo lneas constantes, y eso es lo que no olvi-dan los pro y los anti Galeano. Fue un antiimperialista de los 60, lo que significaba oponerse a la hegemona de Estados Unidos en nuestro he-misferio, pero tambin supo explicar que la historia de la dominacin no haba empezado con la doctrina Monroe, y acuda a ejemplos de prcticas imperiales de toda poca y lugar. Fue un latinoamericanista, y ello lo llev a abogar no slo por la eliminacin de las barreras naciona-les, sino tambin hacia una venera-cin benigna por las civilizaciones precolombinas. No fue materialista -por lo menos en un sentido duro: desconfiaba de la tecnologa- pero s marxista, en cuanto crea en el poder del intelecto y la organizacin para dar vuelta el mundo al revs.

    Ese optimismo deba ser una de las razones por las que su pbli-co continuaba creciendo, y as fue como hace poco ms de dos aos llen dos veces el teatro Sols de admiradores que fueron exclusiva-mente a escucharlo recitar pasajes de Los hijos de los das, el ltimo libro que present en vida (se anuncia la salida de Mujeres para esta semana). Eligi cerrar aquellas noches con otra metonimia gnea: una glosa del consejo que daba el romano Serenus Sammonicus para conseguir la in-mortalidad. As, recomend colgar-se en el pecho la palabra Abracada-bra, que en hebreo antiguo significa enva tu fuego hasta el final.

    JG Lagos

    Eduardo Galeano. foto: javier calvelo (archivo, abril de 2008)

    De G a GCalculo que no todos los das se hablar de literatos en esos pasillos tan complicados. A media maana tuve que ir a sacarme unos puntos y mientras esperaba al ciruja-no escuch la conversacin de las enfermeras. Muri Galeano?, No, muri el pre-mio Nobel,No habr sido el otro y se confundieron con Galeano?, No, muri l.

    Murieron los dos: Gn-ter Grass y Eduardo Galeano. La coincidencia nos fuerza a pensar qu otras cosas los haban unido, adems de su aficin al dibujo. Grass, que le llevaba ms de diez aos a Galeano, no fue, generacional ni ideolgicamente, un escri-tor de los 60. Sin embargo, los dos eran sobrevivientes de una poca en la que las opi-niones de un escritor intere-saban, contaban, influan. Y no slo eso: eran del tipo de escritores que consideraba imprescindible no callar.

    Todava resuenan los poemas tardos con los que Grass, septuagenario, sali a criticar a los que acechaban econmicamente a Grecia -sus compatriotas alemanes, bsicamente- y a la poltica de Israel hacia Palestina. Se-rio, habituado a la polmica, Grass gustaba de los doble-ces, y en su ltima autobio-grafa lleg a blanquear que se haba presentado como combatiente en la Segunda Guerra Mundial.

    Galeano, en cambio, daba la impresin de ser inmutable, a pesar de que recientemente hiciera una filosa autocrtica respecto de su obra ms notoria o que afirmara, en cuanta entrevista pudiera, su apoyo crtico pero no incondicional a los gobier-nos de izquierda regionales. Es posible, como dijo Gabriel Delacoste en un artculo de El Boulevard, que el escritor haya cambiado menos que la mayora de sus cogene-racionales involucrados en la gestin poltica y que por eso terminara resultando un souvenir molesto tanto para ex sesentistas como para neo-liberales rabiosos. Lo que na-die puede negar es que fue un intelectual comprometido, tanto con las grandes causas como con luchas puntuales, como la eliminacin de la Ley de Caducidad o la no instala-cin de las pasteras en Fray Bentos, por hablar slo de historia reciente.

    Los ms cercanos, ade-ms, recordarn su genero-sidad hacia proyectos ms modestos. Cofundador de Brecha en 1985, fue, 20 aos ms tarde, uno de los prime-ros en dar apoyo a la idea de la diaria, y continu hacindolo cada vez que lo precisamos.

    Gracias. JGL

  • martes [email protected] cultura 9

    Hacer sonar el tamborGnter Grass (1927-2015)Ayer muri Gnter Grass, proba-blemente el escritor alemn ms famoso a nivel mundial de la se-gunda mitad del siglo XX. Si bien se desempe tambin como artista grfico y escultor, indudablemente ser recordado ante todo por sus aportes a la literatura (que le valie-ron el Nobel en 1999), en especial la novela El tambor de hojalata (1959), adaptada al cine en 1979. La novela ha sido leda -y celebra-da- como una muestra magistral de realismo mgico europeo y tiene su eje en la historia de un nio que, segn l mismo nos cuenta, se neg a crecer entre otras cosas porque saba que ya en su primera infancia haba alcanzado el nivel intelectual de un adulto.

    Grass naci el 16 de octubre de 1927 en la entonces Ciudad Libre de Danzig, creada en 1920 bajo los trminos del Tratado de Versalles e invadida finalmente por la Ale-mania nazi. A los 16 aos el futuro escritor se convirti en auxiliar de la Fuerza Area alemana, y un ao despus fue aceptado por la dcima divisin Panzer SS Frundsberg, sec-cin de las fuerzas armadas alema-nas formada en 1943 como reserva en caso de invasin aliada, y cuyo desempeo comenz exitosamente en Ucrania, para ser despus tras-ladada al frente occidental. Grass revel recin en 2006 que haba pertenecido a las SS, lo cual, como caba esperar, le vali duras crticas y acusaciones de hipocresa. El final de la guerra, en cualquier caso, lo encontr capturado en Marienbad y enviado a un campo estadouniden-se de prisioneros de guerra. Cuan-do la ex Ciudad Libre de Danzig fue reclamada para Polonia bajo la gida de la Unin Sovitica, Grass se refugi en Alemania Occidental.

    Sus primeras publicaciones fueron el libro de poemas Die Vor-zge der Windhhner (1956) y las obras de teatro Die bsen Kche. Ein Drama, (1956), Hochwasser. Ein Stck in zwei Akten (1957) y Onkel,

    Onkel. Ein Spiel in vier Akten (1958). Tras la aparicin de El tambor de hojalata fueron publicadas dos no-velas usualmente integradas bajo el ttulo de La triloga de Danzig, que adems del libro ya mencionado in-cluye Gatos y ratones (1961) y Aos de perro (1963). Siguieron poema-rios, ms obras de teatro y novelas, entre las que cabe destacar Encuen-tro en Telgte (1979) y El rodaballo (1977), as como Mi siglo (1999) y A paso de cangrejo (2003).

    Durante muchos aos Grass se aline con el Partido Socialdem-crata alemn y critic en ms de una ocasin a los radicales de izquierda, adems de hablar siempre desde un claro antimilitarismo. Su opcin por el desarme lo llev a declarar que la reunificacin de Alemania tendra consecuencias negativas (el ascen-so de una nueva potencia militar) y que habra sido preferible mantener ambos estados separados. Tambin denunci la represin en los pases del bloque sovitico, critic el capi-talismo occidental, el fundamenta-lismo religioso llevado al gobierno, defendi el gobierno de Fidel Cas-tro en Cuba y se declar a favor del movimiento sandinista, aunque mantuvo una postura crtica con respecto al accionar de ciertas re-voluciones. Durante la Guerra del Golfo acus a diversas compaas alemanas de vender armas a Sad-dam Hussein, y lleg a declarar que una vez ms los alemanes estamos diseando y produciendo fbricas de gas venenoso [] ah es donde se ve el peligro alemn. No es el nacionalismo, no es la aparicin de los neonazis, es simplemente el desenfrenado afn de lucro. Sus observaciones sobre poltica y sociedad, independientes ante todo, le valieron no pocas crticas; en 2012, por ejemplo, tras criticar el apoyo alemn a Israel (particu-larmente mediante el envo de un submarino nuclear) y sealar que una autoridad neutral deba inda-gar la presencia de armas nuclea-

    res tanto en Irn como en Israel, fue declarado persona non grata por el gobierno de Jerusaln.

    Como ya se ha dicho, la confe-sin tarda de Grass sobre su incor-poracin a las SS fue como mnimo polmica, hasta el punto de que fue sealado que la autoridad moral con la que Grass se haba investido quedaba completamente invalida-da por la revelacin. Esta opinin es, claro est, extremadamente criticable, en base, por ejemplo, a la juventud de Grass a la hora de ser incorporado por la seductora mquina blica y propagandstica nazi o, especialmente, al enorme volumen de su trabajo posterior antibelicista y crtico del nazismo.

    Adems, incluso admitiendo la llegada tarde de esa confesin, sera otra simpleza creer que sta socava siquiera mnimamente el tremendo valor de su obra. El tam-bor de hojalata, de hecho, ha sido considerada un punto de partida para la literatura alemana de la pos-guerra, un momento fundacional, digamos, que traza algunas lneas sin duda fundamentales a la hora de plantearse los problemas de la cul-tura alemana posterior al nazismo, en particular la puesta en narrativa de la sensacin de mirar hacia el pa-sado reciente y preguntarse algo as como y nosotros hicimos esto?.

    Ms all entonces de las crti-cas simplonas -y tambin de las ms interesantes, como por ejemplo las observaciones de su colega y com-patriota GW Sebald, otro gigante de la literatura alemana reciente-, es fcil ver en el trabajo de Gnter Grass un gran ejemplo de inde-pendencia intelectual y valor a la hora de oponerse a las opiniones, digamos consagradas, por la correc-cin poltica; sus ya mencionadas declaraciones sobre la reunificacin de Alemania, en plena fiesta por la cada del Muro, son especialmente elocuentes al respecto.

    Ramiro Sanchiz

    Gnter Grass durante la inauguracin de su exposicin Hundejahre, el 20 de noviembre de 2014, en Mnich, Alemania. foto: sven hoppe, efe

    GaleanoEduardo Galeano no necesita que lo defiendan. Pero surge la ten-tacin de apelar al recurso de la chacota ante los ataques que suele recibir, y que recrudecieron porque el presidente venezolano, Hugo Chvez, le obsequi su libro de 1971, Las venas abiertas de Amrica Latina, a su par estadounidense, Barack Obama.

    Las venas abiertas... es mucha cosa. Es ensayo, es panfleto, es reflexin, es propaganda. Es lo que son unos cuantos libros, buenos y malos, paridos por sus autores para dar cuenta de su pensamiento poltico. Y ste sali bastante bueno. El lector capta de inmediato las ideas de Galeano, cuya escritura no es tan avasallante como para desalentar una discusin en silencio, un trnsito de ida y vuelta.

    38 aos despus de publicado, los ms insensatos entre sus crticos le endilgan intenciones tan ridculas como la de promover la insubordinacin contra la democracia.

    En realidad, las dictaduras latinoamericanas estaban a la vuelta de la esquina, y Galeano no las llam. l y sus lectores fueron, ms bien, vctimas de la represin que invadi Amrica Latina por los tiempos en que apareci el libro.

    Este clebre volumen es, ms que un llamado a la accin, un relato histrico con intencin de diagnstico, una larga columna periodstica que se lee de un tirn. En su momento fue objeto de quejas desde la izquierda porque expona sin proponer. Mien-tras, sus fiscales de derecha vean, en sus pginas, inexistentes llamados a la lucha armada, a la huelga general y a la dictadura del proletariado.

    Por estos das se lo tilda de pueril, de fabulista, de fantasioso, de ilusionista. Se le reprocha no haber pronosticado, con 30 y pico de aos de antelacin, que el presidente nicaragense, Daniel Ortega, sera inculpado de violar a su hijastra y el paraguayo, Fernando Lugo, de desinters por sus descendientes. Se trata de lectores que le piden a Las venas... algo que no es. Deberan escribir su propia versin.

    Se lo acusa de idealizar la cultura indgena precolombina, mi-nimizando sus crueldades e imperialismos. Esos reclamos eluden lo evidente: la brutalidad de cualquier comunidad aborigen queda opacada frente a la de los invasores europeos. Si los amerindios hubieran superado a los espaoles en poder de fuego, tal vez en 1971 un Galeano charra, chan o guaran habra escrito otras venas abiertas cuestionando a aztecas, incas o toltecas. No fue eso lo que ocurri, ni por suerte ni por desgracia.

    El periodista argentino Andrs Oppenheimer le asign a Las venas abiertas... una visin infantil de la historia latinoamerica-na segn la cual la pobreza de la regin se debe al imperialismo norteamericano. Y luego equipar el presente de Chvez a Obama con regalar Mein Kampf, de Adolf Hitler, al presidente de Israel. Esta reaccin absurda deja la duda de que el comentarista haya ledo alguno de esos dos libros. En todo caso, la visin de Galeano no debe ser ms infantil que la del propio Oppenheimer, quien en 1992 public su libro La hora final de Castro (Fidel, claro), y le err como por 140.000 horas.

    Entre los detractores habituales de Galeano figuraron, prime-ro, quienes alentaron las dictaduras en Amrica Latina. Despus, aquellos que, como lvaro Vargas Llosa y Oppenheimer, llegaron a postular sistemas polticos y econmicos decadentes (el mene-mismo, por ejemplo) y de un autoritarismo atroz (el chino), y a restar importancia al innegable imperialismo de George W Bush.

    Tambin surgi en el Uruguay de la posdictadura un sector intelectual, con integrantes de izquierda y de derecha, emperrado en bombardear a Galeano por su supuesta pobreza argumental y literaria. Y, adems, por el dinero que gana, la ropa que viste, el barrio donde vive, el apellido que eligi, o si contrata o no servicio domstico. Cosas que ninguno de esos escribas o discurseadores les regaara a sus empleadores.

    Hay un detalle que escapa a esos cuestionamientos. Galeano debe ser el nico periodista y escritor uruguayo al que se identifica sin posibilidad de error leyndole apenas un par de lneas. Debe ser, en estos das y en este medio, el nico maestro de estilo. Guste o no guste, ya slo por eso es digno de respeto, as como por haber rescatado, luego de publicar Las venas abiertas..., la tradicin de la narracin oral, registrndola en negro sobre blanco.

    Ese coro destemplado ni siquiera ha reparado en la indepen-dencia de criterio mostrada por Galeano, sobre todo en los ltimos aos, cuando lament la persistencia de la pena de muerte en Cuba o las facilidades brindadas por el gobierno izquierdista de Uruguay a la explotacin forestal y papelera.

    Los crticos de paja tampoco lograron encontrarle mala leche a Galeano. Ni desacreditar las dos militancias que ha cultivado con ms coherencia: la memoria y la solidaridad con los perdedores de siempre.

    Marcelo Jelen (este texto fue publicado en nuestra edicin del jueves 30 de abril de 2009)

    opinin

  • martes 14abr1510 cultura [email protected]

    Rompiendo el silencioCmaratres dona su archivo fotogrfico, y se presenta el libro Fotgrafos de la apertura

    Al llegar al bar Girasoles, Cyro Giambruno y Jos Luis Sosa reci-ben varios saludos de bienvenida. Son los fundadores y las figuras centrales de Cmaratres, la prime-ra agencia fotogrfica uruguaya que document la ltima etapa de la apertura democrtica (1983-1985). Este colectivo asumi la lu-cha contra la dictadura a partir de la ausente fotografa de calle, y sus integrantes se convirtieron en protagonistas de las histricas manifestaciones populares (ver pgina 11).

    Hoy a las 17.30 en la sala Dorada de la Intendencia de Montevideo (IM), el Centro de Fotografa (CdF) recibir la donacin formal del ar-chivo fotogrfico de Cmaratres (ms de 8.000 fotos y documentos de la transicin a la democracia) y presenta el libro Fotgrafos de la apertura, que cuenta y reconstruye parte de esa historia que finaliz el 1 de marzo de 1985, recogiendo buena parte del trabajo de Cma-ratres. Este homenaje a sus auto-res, y el ingreso del archivo a los fondos del CdF, que coinciden con la conmemoracin de los 30 aos de la restauracin democrtica del pas, se inscriben en el marco del evento 1985 Expectativas y dispu-tas en torno a la nueva democracia, organizado por la Universidad de la Repblica.

    Giambruno y Sosa aseguran que Cmaratres naci de forma fortuita. Mientras se mejoraban el vaso de cerveza -para que no perdiera temperatura- y se escu-chaba de fondo El trigo y la luna, de Eduardo Darnauchans, conta-ron a la diaria que en esa poca la fotografa era una pea, un lugar seguro. Ambos pertenecan a la categora C y no tenan acceso al trabajo formal. Giambruno ha-ba salido del penal de Libertad a fines de 1976 -donde permane-ci tres aos recluido- y se haba dedicado a varias cosas: vendi seguros, cort lea, cri chanchos en Villa Guadalupe (Canelones) y tuvo un almacn. Como le gus-taba la fotografa, decidi volver a Montevideo y anotarse en el Foto Club. Despus comenzaron a surgir trabajos, se conocieron con Sosa -que siempre busc en la fotografa una forma de vida- y fundaron Cmaratres.

    Cobrbamos a ojmetro y ha-camos fotos de todo, pero tambin trabajbamos con sindicatos, con FUCVAM [Federacin Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua]. Pero eso s -aclara Giambruno-, el trabajo solidario deba incluir la nafta y la grappa. Primero se vincularon con Con-ventuales, donde se reunan varias organizaciones. A partir de la crea-cin del Centro de Investigacin y Promocin Franciscano y Ecolgi-co (CIPFE), comenzaron a acom-paarlo con el registro de varias de sus reuniones y actividades. Pero, segn cuenta el do, la fama de

    Cmaratres les lleg con la cle-bre fotografa de las Llamadas de 1984: En las Llamadas del 84 la Polica haba puesto una trampa, y haba camiones esperando a la gente por Gonzalo Ramrez. En un momento se arm la batahola, ya que las Llamadas no eran como ahora, sino que la gente desfilaba detrs de las comparsas corean-do consignas y ese tipo de cosas. Con los palos vinieron las fotos. Por ejemplo, la gente se meta en los apartamentos que los vecinos abran, solidarios. Era increble. De alguna manera, fue la prime-ra foto que public un medio de prensa, porque en esa poca no haba fotos. Estn las fotos simb-licas, o las que se hicieron el da del Obelisco, pero no las otras.

    Cuenta que cuando quisieron filmar una pelcula sobre el plebis-cito, slo se encontraron los docu-mentos de gente votando. Explica que el miedo estaba instaurado de tal manera que impeda salir a la calle a registrar lo que suceda. Nosotros andbamos regalados. Y creo que la falta de fotgrafos en la calle gener que en el primer tiempo los milicos no nos presta-ran atencin: ramos prensa, y los periodistas eran gente seria, dice Giambruno.

    El retrato iniciticoCuando revelaron la referida foto de las Llamadas, Giambruno le dijo a su compaera de entonces que haba que vendrsela a alguien. El comprador fue la agencia AP, circunstancia que ofici como disparador, ya que a los pocos das los llamaron para trabajar en el semanario Aqu. Los fotgrafos le plantearon al semanario la ne-cesidad de contar con un carn de prensa, y casi sin querer empeza-mos a trabajar como una agencia, porque hacamos nuestro propio presupuesto y buscbamos noso-tros mismos las noticias, siguiendo cierto olfato poltico, cuenta.

    Sosa parece conmovido al re-cordar aquellos aos. Sucedieron tantas cosas en un perodo tan cor-to, que fue demasiado, reconoce. Recuerda que empezaban a traba-jar a las 7.00 y cuando eran las 4.00 o las 5.00 todava no haban des-cansado: De pronto, hacamos 20 notas de maana y 20 de noche... Por eso, cuando abrimos la caja de Pandora del archivo y vimos todo el trabajo, nos volvimos a sorpren-der. No te da la cabeza para pensar cunto espacio de negativo o tarje-ta habramos usado si hubiramos tenido la capacidad de trabajar en digital como hoy, porque salamos cuidando el negativo. Tenamos un acceso a 20 o 30 rollos por semana, y cuando revelbamos llegbamos a tener 60 rulos de negativos colga-dos del cuello.

    Reiteran que esta agencia nun-ca fue diseada a conciencia, sino de manera instintiva, y recuerdan que el miedo no los abandon en 1985. Giambruno refuerza la idea: Tengo amigos que estuvieron pre-sos, y cuando [Jorge] Tiscornia y [Walter] Phillips-Treby publicaron un libro sobre el penal [Vivir en li-bertad], al final figuraba la lista de los presos. Era el ao 2000, y un amigo me deca: No puede ser. Yo le deca que se dejara de em-bromar, pero l consideraba que incluso poda peligrar su cargo como funcionario en una sociedad mdica. Esto responde a una falta de capacidad de la izquierda para manejar estos temas.

    Sosa agrega que si bien el miedo estaba instalado, al estar jugado sabas que si te la daban te la daban, y sobre esa base hici-mos muchsimas cosas. Estamos convencidos de que toda la gente que pas por Cmaratres se con-virti en el engranaje y motor del movimiento. Venan vecinos y nos decan: Che, no nos revelan esto?. Nunca preguntamos nada y siempre colaboramos. En medio del temor y la paranoia, recuerdan

    que el barrio era una extensin de la familia, donde de alguna mane-ra ellos resultaban confiables. El laboratorio de fotos funcionaba frente a la crcel de Punta Carre-tas, cuando todava no haba sido desalojada, y en el barrio haba ranchos de lata y corredores al fondo, e incluso todava exista el edificio de la carbonera El Buen Trato (el 18 de marzo de 1931, un grupo de anarquistas, entre los que se encontraba el argentino Miguel ngel Roscigna, protagoniz una recordada fuga de esa crcel, uti-lizando ese edificio como salida).

    El nombre del colectivo surgi como una necesidad, ya que el ge-nrico Cmaratres permita no re-velar el nombre de los fotgrafos, si bien aseguran que todos saban quines eran. El tres refiere a que en un comienzo tambin se sum la compaera de Giambruno, pero luego se fueron sumando y alejan-do distintos integrantes.

    Sobre el cuantioso archivo, los fotgrafos dicen que siempre lo concibieron como patrimonio del pueblo uruguayo, porque aun-que nosotros sacramos las fotos, el protagonista era el retratado, y el que estaba tirando la piedra era l, y l era quien propiciaba la apertura. Los archivos donados al CdF comienzan con la primera foto histrica de Cmaratres, la del viaje de los nios, hijos de exiliados (ver: www.ladiaria.com.uy/UHF), de 1983, y se extiende hasta la ca-minata de Liber Seregni y Wilson Ferreira Aldunate por 18 de Julio, el 27 de junio de 1985.

    Juego documentalGiambruno recuerda que Julio Mara Sanguinetti abri el penal de Libertad para que la prensa lo visitara, pero perdi. Tengo una foto sonriente en mi celda, con dos cmaras colgadas, que es un buen recuerdo... Los tipos hicieron una visita guiada al penal, para relatar cmo era, pero fue toda una contra-

    diccin, dice. Cul era la diferen-cia de las fotos de Cmaratres con respecto a las de los dems medios de prensa? Giambruno explica que, en la medida en que los fotgrafos no haban vivido all dentro, no fueron a buscar aquellas cosas que para los presos eran significativas. Por eso, hay fotos que nadie sac. Incluso, en un momento, le dije al Petiso [Alfonso] Lessa: Ven, va-mos para los basureros. Nos fuimos para atrs de la cocina y revisamos la basura con papeles quemados. Cuando empezamos a revisar, sa-camos documentos con rdenes de hostigar a los presos, y cosas por el estilo; la foto de esa escena est en nuestro acervo, cuenta.

    En cuanto al archivo, recuer-dan a una mujer que enloqueci en una muestra de la IM, porque en ella su hijo pudo ver una foto de su padre antes de que ste cono-ciera a su madre. Episodios como ste se repitieron en incontables ocasiones, adems de que reciban constantes pedidos de fotografas de personas que figuraban en sus fotos. Por esto, ambos fotgrafos coinciden en que este material de-ba retornar a la sociedad.

    Vos sabs que alguna vez un Kennedy estuvo en Uruguay? C-maratres estuvo ah y document a Kennedy junto a Seregni, arre-meten. Y si en un bar nos encon-trbamos a Sanguinetti hablando con alguien, por ejemplo, lo llev-bamos a la redaccin e improvi-saban una nota. Recon