la voz de san josé # 387
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Organo formativo e informativo de la Parroquia de San José Obrero Jerez, Zacatecas Mex.TRANSCRIPT
II Domingo de Pascua
15 de abril de 2012
Domingo de la “Divina misericordia”
« ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin
haber visto.»
.
La Parroquia de San José Obrero vive con entusiasmo la Semana Santa.
MENSAJE URBI ET ORBI
DE SU SANTIDAD BENEDICTO XVI
Domingo de Pascua, 2012
Queridos hermanos y hermanas de Roma y del mundo entero
«Surrexit Christus, spes mea» – «Resucitó Cristo, mi esperanza» (Secuencia pascual).
Llegue a todos vosotros la voz exultante de la Iglesia, con las palabras que el antiguo himno
pone en labios de María Magdalena, la primera en encontrar en la mañana de Pascua a Jesús
resucitado. Ella corrió hacia los otros discípulos y, con el corazón sobrecogido, les anunció:
«He visto al Señor» (Jn 20,18). También nosotros, que hemos atravesado el desierto de la
Cuaresma y los días dolorosos de la Pasión, hoy abrimos las puertas al grito de victoria:
«¡Ha resucitado! ¡Ha resucitado verdaderamente!».
Todo cristiano revive la experiencia de María Magdalena. Es un encuentro que cambia la
vida: el encuentro con un hombre único, que nos hace sentir toda la bondad y la verdad de
Dios, que nos libra del mal, no de un modo superficial, momentáneo, sino que nos libra de él
radicalmente, nos cura completamente y nos devuelve nuestra dignidad. He aquí porqué la
Magdalena llama a Jesús «mi esperanza»: porque ha sido Él quien la ha hecho renacer, le ha
dado un futuro nuevo, una existencia buena, libre del mal. «Cristo, mi esperanza», significa
que cada deseo mío de bien encuentra en Él una posibilidad real: con
Él puedo esperar que mi vida sea buena y sea plena, eterna, porque
es Dios mismo que se ha hecho cercano hasta entrar en nuestra
humanidad.
Pero María Magdalena, como los otros discípulos, han tenido que ver
a Jesús rechazado por los jefes del pueblo, capturado, flagelado,
condenado a muerte y crucificado. Debe haber sido insoportable ver
la Bondad en persona sometida a la maldad humana, la Verdad
escarnecida por la mentira, la Misericordia injuriada por la venganza.
Con la muerte de Jesús, parecía fracasar la esperanza de cuantos confiaron en Él. Pero
aquella fe nunca dejó de faltar completamente: sobre todo en el corazón de la Virgen María,
la madre de Jesús, la llama quedó encendida con viveza también en la oscuridad de la noche.
En este mundo, la esperanza no puede dejar de hacer cuentas con la dureza del mal. No es
solamente el muro de la muerte lo que la obstaculiza, sino más aún las puntas aguzadas de la
envidia y el orgullo, de la mentira y de la violencia. Jesús ha pasado por esta trama mortal,
para abrirnos el paso hacia el reino de la vida. Hubo un momento en el que Jesús aparecía
derrotado: las tinieblas habían invadido la tierra, el silencio de Dios era total, la esperanza
una palabra que ya parecía vana.
Y he aquí que, al alba del día después del sábado, se encuentra el sepulcro vacío. Después,
Jesús se manifiesta a la Magdalena, a las otras mujeres, a los discípulos. La fe renace más
viva y más fuerte que nunca, ya invencible, porque fundada en una experiencia decisiva:
«Lucharon vida y muerte / en singular batalla, / y, muerto el que es Vida, triunfante se
levanta». Las señales de la resurrección testimonian la victoria de la vida sobre la muerte, del
amor sobre el odio, de la misericordia sobre la venganza: «Mi Señor glorioso, / la tumba
abandonada, / los ángeles testigos, / sudarios y mortaja».
Queridos hermanos y hermanas: si Jesús ha resucitado, entonces –y sólo entonces– ha
ocurrido algo realmente nuevo, que cambia la condición del hombre y del mundo. Entonces
Él, Jesús, es alguien del que podemos fiarnos de modo absoluto, y no solamente confiar en
su mensaje, sino precisamente en Él, porque el resucitado no pertenece al pasado, sino
que está presente hoy, vivo. Cristo es esperanza y consuelo de modo particular para las
comunidades cristianas que más pruebas padecen a causa de la fe, por discriminaciones y
persecuciones. Y está presente como fuerza de
esperanza a través de su Iglesia, cercano a cada
situación humana de sufrimiento e injusticia.
Que Cristo resucitado otorgue esperanza a Oriente
Próximo, para que todos los componentes étnicos,
culturales y religiosos de esa Región colaboren en
favor del bien común y el respeto de los derechos
humanos. En particular, que en Siria cese el
derramamiento de sangre y se emprenda sin demora
la vía del respeto, del diálogo y de la reconciliación, como auspicia también la comunidad
internacional. Y que los numerosos prófugos provenientes de ese país y necesitados de
asistencia humanitaria, encuentren la acogida y solidaridad que alivien sus penosos
sufrimientos. Que la victoria pascual aliente al pueblo iraquí a no escatimar ningún esfuerzo
para avanzar en el camino de la estabilidad y del desarrollo. Y, en Tierra Santa, que israelíes
y palestinos reemprendan el proceso de paz.
Que el Señor, vencedor del mal y de la muerte, sustente a las comunidades cristianas del
Continente africano, las dé esperanza para afrontar las dificultades y las haga agentes de paz
y artífices del desarrollo de las sociedades a las que pertenecen.
Que Jesús resucitado reconforte a las poblaciones del Cuerno de África y favorezca su
reconciliación; que ayude a la Región de los Grandes Lagos, a Sudán y Sudán del Sur,
concediendo a sus respectivos habitantes la fuerza del perdón. Y que a Malí, que atraviesa un
momento político delicado, Cristo glorioso le dé paz y estabilidad. Que a Nigeria, teatro en
los últimos tiempos de sangrientos atentados terroristas, la alegría pascual le infunda las
energías necesarias para recomenzar a construir una sociedad pacífica y respetuosa de la
libertad religiosa de todos sus ciudadanos… Feliz Pascua a todos.
La Silla La hija de José le pidió al sacerdote que fuera
a visitar a su padre, para hacer una oración
junto a él, ya que estaba muy enfermo.
Cuando el sacerdote llegó a la habitación del
enfermo, encontró a José en su cama con la
cabeza apoyada sobre un par de almohadas.
Había una silla junto a su cama. El sacerdote
pensó que el hombre esperaba alguna visita.
-¿Supongo que me estaba esperando?, le dijo
el sacerdote.
-No, ¿quién es usted?, le dijo el hombre.
-Soy el sacerdote que su hija llamó para que
orase con usted; cuando vi la silla vacía al
lado de su cama supuse que usted sabía que
yo vendría.
-La silla. . . acérquese dijo José, le voy a
contar algo.
-Nunca le he dicho esto a nadie, pero toda
mi vida la he pasado sin saber cómo orar.
Cuando asistía a la Iglesia escuché algo sobre
la oración, pero nunca entendí cómo debía
orar. Pero hace unos cuatro años, mi mejor
amigo me dijo:
-José, orar, es simplemente tener una
conversación con Jesús. Te sugiero que hagas
lo siguiente, siéntate en una silla y pon otra
vacía frente a ti, luego empieza a conversar
con Jesús, sabiendo por la fe que Él está
sentado delante de ti. No es algo alocado,
pues ÉL mismo nos dijo: "Yo estaré siempre
con ustedes”. Por lo tanto, tú le hablas y lo
escuchas, de la misma manera como lo estás
haciendo conmigo ahora.
-Así lo hice y me gustó tanto, que lo he
seguido haciendo unas dos horas diarias
desde entonces. Siempre tengo mucho
cuidado de que mi
hija no vea... ella
creería que me
estoy volviendo
loco.
El sacerdote sintió
una gran emoción al escuchar a José.
-Lo que estás haciendo es muy bueno, nunca
dejes de hacerlo. Luego hizo una oración con
él, lo bendijo y se fue.
Dos días después, la hija de José llamó al
sacerdote para decirle que su padre había
fallecido. Él se interesó en saber cómo había
sucedido y la hija le explicó:
-Cuando salí de casa me llamó para que
fuera a verle. Me dijo lo mucho que me
quería y me dio un beso. Cuando regresé de
hacer las compras, una hora más tarde ya
había fallecido.
-Pero hay algo extraño respecto de su
muerte, añadió la hija. Aparentemente antes
de morir, se acercó a la silla que estaba al
lado de su cama y recostó su cabeza en ella,
como si se apoyara sobre el regazo de
alguien. ¿Qué cree usted que puede significar
esto?
El sacerdote se secó las lágrimas y con
emoción le respondió: ¡Cómo desearía que
todos pudiésemos irnos de esa manera!
¿Estás dispuesto a hacer lo mismo que José?
¿Estás dispuesto a tener un encuentro con
Jesús?
Inténtalo, tal vez te lleves una sorpresa, sólo
debes Creer.
Recuerda, “Él estará junto a ti hasta el fin de
tus días”
Adivinanzas para niños
1.- Soy blanca como la nieve,
redonda sin principio ni fin,
parezco luna y mas bien soy
como el sol, doy luz y vida,
aunque soy cuerpo no me ves,
adivíname qué es.
2.- Soy copa mas no de bar y me regocijo tanto,
cuando en mi el vino van a consagrar.
3.- Platillo metálico y no platillo volador, en mí
deposita la hostia, tanto antes como después de ser
consagrada. ¿Cómo me llamo yo?
4.- Es todo de frente que tu ves, en el templo
donde estés, desde el primer escalón, toda el área
del altar, sede presidencial, ambón, credencia,
todo lo tiene y muy buen cristiano vas a ser, si me
dices qué es.
5.- De diferentes formas puedo ser, de metal o de
madera, con imágenes o lisa, guardo celosamente a
Jesús Sacramentado, para que sea adorado, en esta
sagrada cajita. ¿Cómo lo ves, qué es?
6.- Vivo en el Sagrario guardando las hostias que
comerán a diario.
7.- Soy de lienzo apoyado en un cartón, sirvo para
cubrir el cáliz durante la celebración. ¿Cómo me
llamo yo?
8.- Canto de alegría cuando llega Jesús, aviso que
su presencia merece nuestra atención, tilín, tilán,
incate y adorémosle que aquí está en el pan, tilín,
talán, en el cáliz está, tres veces cantamos cuando
llega el rey y en las procesiones también me oyen
cantar.
9.- Somos dos hermanitas muy inseparables,
estamos en la credencia listas para servir agua y
vino. ¿Cómo crees que nos llaman?
10.- Es un objeto metálico hermoso, alto de
diversas formas que se utiliza para exponer el
Santísimo Sacramento. ¿Con qué nombre me
conoces?
11.- Soy como un mantel individual de lino a la hora
de la consagración, en mí coloca el sacerdote el
cáliz, copón y patena. También estoy dispuesto a
recibir la custodia en la hora de adoración. ¿Puedes
decir quién soy?
12.- Canasta no soy, chimenea tampoco soy hecho
humo y pipa tampoco soy, traigo brazas y ardiendo
estoy. ¿Adivina qué soy?
13.- Parece rebozo y no lo es, sobre los hombros
del sacerdote lo ves, abraza a Jesús y no se cree.
¿Quién crees que es?
14.- Parece capa, pero está cerrada y siempre va
muy bien acompañada, Pero está cerrada y siempre
va muy bien acompañada, pues con el sacerdote es
con quien siempre va, se pinta de algunos colores:
verde, morado, blanca, rojo y hasta azul y rosa
podría estar. ¿Sabes qué es?
15.- Soy libro que en el altar siempre estoy,
oraciones, lecturas, salmos, bendiciones, el poder
de las palabras de Jesús que lee el sacerdote para
transformar el pan y vino en el cuerpo y sangre de
Jesús, gracias y bendiciones si me dices quién soy.
16.- Apaciento y pastor del rebaño soy, de la mano
de Jesús voy, hijo del Padre soy, con el Espíritu
Santo voy y con la Madre estoy ¿Quién crees que
soy?
Soluciones a las adivinanzas en la página de avisos.
A V I S O S:
Esta semana hay pláticas Pre Bautismales, inician a las 6:00 p.m. por
favor quienes vayan a asistir les pedimos sean puntuales e inscribirse
con anterioridad en la Notaría Parroquial.